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Jean Piaget, Paul F . Lazarsfeld, W . . M. ackenzie y otros Tendencias d e l a investigació n en las ciencias sociales Ver si ón es pa íí ol a d e Pilar CastriIlo

Tendencias de La Investigación en Ciencias Sociales

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Tendencias d e la
Los textos incluidos en este volumen constituyen capítulos dela obra
Tendcmces principales de la recherche &ns les sciemes
sociales et h u m i n e s- wtie I: Scierzces socides,
publicada por la Unesco en 1970
@
Depósito legal:
Impreso en Eosgraf, S. A., Dolores,9. adrid
Printed in Spain
la
Unesco
Advertencia, por Samy Friedman .................................
Presentación, por Jean Piaget .......................................
Introducción: L a situación de las ciencias del ho m b r e dentro
del sistema de las ciencias, por Jean Piaget ..................
Clasificación en disciplinas sociales
tas dominantes de la historia de las ciencias nomotéticas,53.
Particu-
laridades y fundamentos epistemológicos de las ciencias del hom-
bre, 63. Los métodos de experimentacióny el análisis de los datos
fácticos,77.Ciencias del hombre
grandes corrientes filosóficas o
ideológicas,89. Las ciencias del hombre, las de la naturalezay el sis-
tema de las ciencias,96.Principales orientaciones teóricas: previsióny
explicación,106. Especializaciones e integraciones: investigación fun-
damental y aplicaciones, 113.
Psicología científicay psicología filosófica,122.El empirismo sin es-
tructuralismo y la necesidad de explicación en psicología,128. a ten-
dencia organicistay las
9
11
25
40
44
121
y lo social, 146. Las investigaciones psicoanalíticas de la especificidad
mental, 155.La especificidad del comportamiento y las estructuras de
la memoria, 160. El estructuralismo psicogenético (animal y niño)
y las teorías de la inteligencia, 169. Los modelos abstractos, 176. Re-
laciones de la psicología con otras ciencias, 184. Las aplicaciones de
la psicología. Investigaciones fundamentales y psicología «aplica-
da», 191.
ciplinaria y mecanismos comunes , por Jean Piaget .........
Situación de los problemas, 199. Estructuras y reglas (onormas), 216.
Funcionamiento y valores, 237. Las significacionesy
sus sistemas, 262.
las
por Paul Lazarsfeld .................. 283
lisis de encuestas a la sociología general, 291. Macrosociología, 309.
E n busca de una teoría, 330. Variaciones nacionales en las actividades
sociol6gicas, 380. La sociología y las demás ciencias sociales, 400.
L a ciencia política, por W. . M. ackenzie ...
Introducción, 439. El alcance de la ciencia política, 441. Ecología de
la ciencia política, 462. Investigaciones en curso, 469. Conclusio-
nes, 522.
Capítulo 4.
.............................. 529
Introducción, 529. La evolución de la c encia económica y su puesto
 
trabajos incluidos
en el primer volumen (único hasta ahora aparecido) e la obra colec-
tiva de la
sciences sociales et huinaines
dedicado a las ciencias sociales (tenién-
dose previsto q e el segundo volumen se ocupe de las disciplinas
encuadradas en las ciencias humanas).
D e a parte de presentación de la edición original se han conser-
vado el «Prefacio»,
René Maheu; la «Advertencia», de S my
Friedman, y la «Introducción», e Jean Piaget.D e la sección prime-
ra,los capítulos escritos por l F.Lazarsfeld,W. .M. ackenzie,
Jean Piaget y el dedicado a la a conó ica; por razones de es-
pacio se
excluido el capítulo sobre demografía de Jean Bourgeois-
Pichat y por o autorizarlo su autor el trabajo sobre lingüística e
Roman Jakobson.De las secciones segunda (Dimensions interdisci-
plinaires d e la recherche) y tercera (Politique scientifique et déuelop-
pement de la recherche dans les sciences sociales) no se
reproduce
más e el capítulo escrito por Piaget y dedicado a los problemas
generales de la investigación interdisciplinaria.
Constituye, en cambio, na novedad respecto
a
la edición francesa
el prólogo e Jean Piaget insertado en la página 40, ue ha servido
de
de
los trabajos incluidos en el presente volumen de los que aquí
es
9
los tres trabajos de Jean Piaget; conviene ad-
, sn , e en la edición original figuran, respectiva-
mente, c o introduc ión a la obra entera, o capítulo primero
de la sección primera y mo tu o primero de la sección segunda.
También es nuevo el prólogo de Lazarsfeld al capítulo dedicado
a
la
sociología.
El lector debe tener siempre presente la eliminación en esta edi-
ción castellana de los trabajos arriba citados s dedicados a de-
ogra ía, lingüística, n interdisciplinaria de la investigación
(modelos y métodos matemáticos, investigación orientada, investiga-
ción trans-cultural) y política científica y desarrollo de a investiga-
ción en las ciencias s s (organización y conocimiento de la in-
, ya e n frecuentes las alusiones a estos temas a
lo largo de la obra, especialmente en l «Prefacio»,de René Maheu,
y la «Advertencia», e S y Friedman. También debe recordar que
la ordenación de los textos es diferente en la edición española en
virtud de las supresiones y de a incorporación del prólogo de
Jean Piaget.
PREFACIO *
Cuando, a finales de 1962, la Conferencia general de la Unesco,
reunida n su a sesión, decidió r n el programa
de la Organización de s dos años siguientes el examen de las bases
sobre las s podría emprenderse un estudio de las principales
tendencias de la investigación en las ciencias sociales y humanas,
proyectaba la construcción de un conjunto dentro del cual l estudio
de las tendencias en las ciencias exactas y naturales, llevado a cabo
bajo la
dirección de M. ierre Auger en 1959 y 1960 en respuesta
a una demanda del Consejo económico y social2, constitutía la pri-
mera parte.
>
Como se indica en la precedente «Nota del editor», la edición francesa de
Te nd anc es principales de la recherche dans les sciencies sociales et humaines.
Premiere partie: Sciences sociales (Mouton/Unesco, 970) comprende, además de
los artículos incorporados a esta edición castellana, los siguientes trabajos:
a démographie, por Jean Bourgeois-Pichat L a linguistique, por Roman
Ja-
kobson; Modeles et méthodes mathématiques, por Raymond Boudon; L a recher-
che orientée,vor Pierre de Bie; Recherche trnns-culturelle, rans-sociétale et trans-
national, por Stein Rokkan, y Organisation et financement de la recherche, por
Eric Trist.
1 Resolución 12C 3.43.
2 Te nd an ce s actuelles de la recherche scientifique,de Pierre Auger, consul-
tante especial, ONU y Unesco, junio 1961.
11
La Conferencia general,al recordar la importancia de este último
estudio y al tratar de la contribución q e la investigación n ciencias
s y s aporta también al progreso económico y ,
estaba recalcando el interés e tenía poner e relieve las tenden-
cias más importantes e se manifiestan n el s en nuestros días.
Creo que el volumen que es presentado hoy al público dará testi-
o e e i . Constituye la primera parte del Estudio inter-
nacional d e la investigación en el
dominio d e las ciencias sociales
y humanas, cuya n a fue definitivamente adoptada por la Confe-
rencia general en su decimotercera sesión, n 1964 Los trabajos
correspondientes a esta primera parte se emprendieron a partir del
año 1965, n colaboración con las instituciones y organizaciones
nacionales e intern ci na es competentes, anto gubernamentales o
o gubernamentales, con cooperación de n comité de asesora-
o y otros consejeros y expertos en diferentes di s per-
tenecientes a diversas escuelas de pensamiento y representantes de
las diferentes orientaciones culturales e idológicas del mundo contem-
poráneo».
D e acuerdo con las directrices establecidas por la Conferencia
general, esta investigación se ocupa de algunas d s i -
tantes que apuntan a n conocimiento
de
4,
puesto en
de
ejecución;
tiene por objeto poner e re e las tendencias principales de la
investigación correspondientes a
prehistoria,
al
estudio de las expresiones ar-
tísticas y literarias y a la filosofía; además,se tocarán en las con-
clusiones de los diferentes capítulos especializados y se recogerán de
u o en n pí o de ín sis algunas cuestiones de orden teórico
y práctico, e importancia especialmente para el desarrollo
de
la
cooperación interdisciplinaria y de la contribución del estudio del
hombre al progreso de las sociedades y a la comprensión internacio-
: algunos tipos e investigación convergente, o l s q e
se
refieren
al
estudio de las culturas y las civilizaciones, serán objeto de
n n preliminar c n v s a preparar l terreno para trabajos
3 Resolución 13C 3.244.
4 La elaboración del capítulo relativo a las tendencias principales de la in-
vestigación en el dominio de la antropología socialy cultural, que había sido em-
pezada en la primera parte del Estudio, será terminada en la segunda parte.
Este capítulo será incluido en el volumen en que se expondrán los resultados
de la segunda parte.
más extensos.Los resultados de esta segunda parte serán presentados
en un segundo volumen, cuya pu licación está prevista para 1972.
Se concibió la empresa de tal manera que su resultado fuera u a
obra acerca de las principales tendemias de la investigación,y no
acerca de los resultados obtenidos por la investigación i t o
acerca
del
se
trataba
de poner de relieve -para decirlo n las palabras con-
tundentes
de
algunos de los especialistas consultados- «los caminos
por los que pueden ir las ciencias de a a» (Claude Lé i-Strauss),
«la ciencia en devenir...
ciencia q e se está haciendo» (Jean P ag t).
n cuan o a aquellos a quienes va destinado el
Estudio, no sólo se
los s investigadores con
sus asociaciones profesionales, sino t n aquellas instituciones
nacionales e internacionales q e se ocupan de organizar y financiar
la investigación científica.
a consideraciones referentes a las direccionesy métodos, una serie de
reflexiones sobre algunas necesidades so s q e n objeto de in-
vestigaciones interdisciplinarias aplicadas u orientadas, principalmente
sobre
la
las
tuciones que se consideran más apropiadas para asegurar el progreso
de las ciencias sociales y u n s y pa a superar
las crisis que atra-
viesan actualmente, en numerosos pa se , la enseñanza y la investi-
gación en este dominio.
diversidad de estos objetivos, se han se-
guido varios m s e trabajo y, en particular, varios m s de
colaboración con los especialistas y los organismos competentes.
Estos , diferentes, pero paralelos,se pueden reducir a tres
categorías principales:
contribuciones personales, dentro de n espíritu de universalidad,la
unidad de presentación de las cuestiones científicasde que se trata en
los
colaboración on organismos nacionales o regionales, así
o con algunos , llamados u os y otros a aportar, con
sus contribuciones y comentarios críticos,una documentación apro-
piada acerca de los diferentes niveles de desarrollo científico y de los
diferentes dominios de interés científico;
coordinación de estos dos métodos complementarios por la
Secretaría de la Unesco, responsable de la planificación general del
proyecto y de su puesta en práctica.
a)
b
c)
la Secretaría puso en marcha un plan de
 
14 René Mahein
rastreo de la documentación ne a y emprendió a consulta, a
través de n cuestionario, de unos 150 especialistas de diferentes
disciplinas y e 500 organismos nacionales o regionales, juntas, -
daciones, ins tu s y centros e investigación, universidades, aso-
ciaciones profesionales,
cuyas actividades e ejercen, e n
do o al o pa ci , en s do in os abarcados por la primera parte
del Estadio. , fueron invitadas a aportar sugerencias, opinio-
nes y , n el fin de precisar los detalles
de la ejecución y la
concepción
misma del proyecto, doce organizaciones internacionales
o gubernamentales y to as las Comisiones nacionales de la Unesco.
La Secretaría les debe n consi rable n ro e prop si io s y de
informaciones e e han tenido en cuenta a la hora de redactar los
diferentes capítulos. r último, ste trabajo de síntesis se ha apoyado
en la aportación insustituible de numerosos especialistas, a quienes
se ha acudido para e esclarecieran o analizaran c n detalle, n a
e e estudios relativamente breves, algunos aspectos particulares
de la actividad científica -investigaciones recientes o incluso iné-
ditas, cuestiones planteadas en la frontera entre varias disciplinas,
etcétera- sobre s e había sido l reunir a información
y n s adecuados s n su ayuda. La mayoría de estas contri-
buciones han ido ya objeto de publicaciones diferentes, y i todas
an aparecido en un v n co o o en la
Revue internatiorzale
des sciencies sociales 6.
La elaboración de los diferentes capítulos fue llevada a cabo por
n Colegio de asesores constituido en o de
1965,
espués de las
s de contacto indispensables y e las consultas a las Comisiones
nacionales de la o q e estaban interesadas. Los miembros de1
Colegio tenían la tarea, dentro e s r ti s dominios de c -
petencia, de dar consejos especializados a la Secretaría y a los re-
dactores de las contribuciones requeridas para la ejecución de la
empresa. Al mismo tiempo, la mayoría de e s eran directamente
responsables o co-responsablesde la elaboración de los diferentes
, y un os formaban n om té de redacción para el -
junto de esta primera parte del Estudio. Habían aceptado formar
parte del Colegio:
MM. .Auger, profesor de la Facultad de Ciencias e la U -
versidad
5 Les sciences sociales: problkmes et orientations, Moutonflnesco, La
Haye/París, 1968, 507 pp.
6 International Social Science Journal, vol. XIX, 1967, núm. 1, uLinguistics
and Communication»; vol. XX, 1968, núm. 2, «Multidisciplinary Problem-
Focused Research».
de la
P. de Bie, profesor e la Universidad de Lovaina;
R. ou n, p fes r de la Sorbona;
P.N. se , vicepresidente de la Academia de Ciencias e a
URSS, yudado por M . V. . Semenov, el Instituto de Filosofíade la
Academia de en as de la URSS;
R. Jakobson, profes r e la Universidad de Harvard y del
Massachusetts Institute f Technology;
O. ange, miembro de la Academia de Ciencias polaca, o
por MM.W. rus,T.Kowalik, e 1. Sach, quienes, después del
fa-
bilidad
de a versión preparatoria del capítulo relativo a la ciencia
económica, cuya terminación y elaboración de a son obra e
la Secretaría;
York;
. Lévi-Strauss, rofesor del Colegio de Francia, que, a causa de
sus trabajos personales, tuvo e
ceder
P.
P.C.Mahalanobis, r del Indian Statistical Institute, sus-
tituido, por Último, por J. Bourgeois-Pichat, irec or del Instituto
Nacional de Estudios Demográficos de París;
J. Piaget, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad
de Ginebra;
S. o n, rof r de la Universidad de Bergen;
E.L. Trist,miembro del an Resource Centre, a s o k
Institute of H m n R ations de Londres y rof or de la Univer-
sidad e California s Angeles).
Los miembros del Colegio forma an, unto con ot s 13 especia-
, n amplio organismo asesor, constituido on objeto e asegu-
rar
c mo también de importantes orientaciones culturalese ideológicas del
m n o contemporáneo. Procedentes de dieciocho países de Africa,
América,Asia y Europa,los miembros de este organismo represen-
taban las disciplinas cienífcas siguientes: d , psicología,
lingüística, antropología social y cultural, sociología, ciencia política,
ciencia económica, hi or , derecho y o . o s o que a
todos l s colaboradores, se les
ha tenido regularmente al corriente
del
desarrollo de la elaboración de la primera parte del Estudio,
y
n recibido toda la documentación preparatoria y s proyectos de
capítulo para poder hacer comentarios y observaciones cr .
e todos l s sabios eminentes , por s conceptos, n
querido responder a la llamada de la Unesco y poner su competencia,
experiencia y talento al servicio del Estudio, sean p r elo agradeci-
s sincera y cordialmente. e s autores de l s d s capítulos,
que, a pesar
la importancia de sus trabajos personales y del peso
de sus obligaciones profesionales, n prestado su tiem o y energía
a empresa m , encuentren q í la expresión del profundo
agradecimiento de la Organización.Si la presente obra logra presen-
tar en forma relativamente condensada, en campos n complejos
de investigación, u a serie de enfoques coordinados, en s que una
amplia información es a por n u de síntesis lúcido y
objetivo, dirigido al futuro y preocupado por servir al hombre, se
debe, ante todo,a su autoridad científica, a su culto por l verdad,a
u dedicación a la vida del itu y a la cooperación internacional.
Como ya he dicho, correspondía a la Secretaría de la Unesco or-
ganizar y coordinar e e amplio conjunto de trabajos y procurar las
condiciones más propicias para u a b na convergencia entre las
distintas inspiraciones.La tarea de la Secretaría de a organización
internacional es, por esencia, colectiva y a y su virtud el reco-
gimiento, y yo me atrevería a decir que incluso la abnegación. Sin
embargo, ¿quién podría creer que una empresa como ésta podría ser
lograda s n que los hombres que tienen la responsabilidad de su
puesta en marcha dedicaran a ella todos l s recursos de su inteligen-
a y e su corazón, n que, por encima
de
la imparcialidad que
es u n , o dejaran de algún o u hu a personal? No sería
justo silenciar este papel personal, a la vez inevitable y necesario, ya
e n e o no hay obra viva.
Así es como en el umbral de esta obra quiero rendir tributo, n
primer lugar, a la memoria de Julian Hochfeld, director adjunto del
Departamento de Ciencias Sociales, l cual, hasta su desaparición
prem tu a en o de 1966, guió
las
la planificación del Estudio y el establecimiento de los dispositivos
de ejecución: la claridad de sus conceptos de conjunto, la virtud
comunicativa de su entusiasmo, sus dotes de director y organizador,
han dado a e proyecto, por el que él trabajó sn tener na a en
cuenta, el o i l indispensable y l es o intelectual e
habían de mantenerse a través de los reajustes posteriores. ,
bajo la autoridad de é Bertrand, r del Departamento,
desaparecido a su vez en 1968 al l de u a e en er ed d,
fue en S my Friedman en quien re a ó la pesada carga de ll r a
buen término la empresa, de cumplir y de
llevar más s n la
 
esfuerzos, de cuidar de la elaboración definitiva de los manuscritos.
A
él se debe la Advertencia, rica en observaciones estimulantes, e
podrá leerse a continuación. Aprovecho esta ocasión para agradecerle
cuanto ha aportado al
de
la naturaleza y la vocación de las «ciencias s y » - d e
las «ciencias del , cuyas orientaciones n sido aquí pues-
tas
de
manifiesto, confrontadas y examinadas? No lo creo. Este vo-
m n, nto con el que le va a seguir, ablará por sí mismo, y sería
aventurado ir más
lejos,en lo que se refiere a conclusiones generales,
de lo que un areópago de em ne tes s creyó q e debía
hacerlo, y sería más vano y arriesgado todavía indicar a estas
ciencias
su futuro.Me dedicaré más modestamente y, sin duda,
más útilmente también, a situar el presente Estudio en el marco
general en q e se inserta; o sea, en primer lugar, a comparar su
estilo intelectual y metodológico con el del Etude sur les tendances
d e la recherche dans les sciences exactes et naturelles
que le ha pre-
cedido; a continuación, a exponer las az nes que han motivado su
división en dos partes relacionadas y, n , st ta , y
finalmente, señalar la significación q e encierra desde el punto de
vista de los intereses de la Unesco, que son los de la vida interna-
cional y los del desarrollo del hombre.
Sibien
era evidente e el Etu de sur les tendances de la recherche
dans les sciences exactes et naturelles debía
servir de precedente y
de punto de referencia de la presente obra,los trabajos y consultas
preparatorios llevados a cabo en 1963 y 1 9 6 4 confirmaron que las
s s y , en las que la diversidad de escuelas de
pensamiento y de posturas culturales e ideológicas viene a sumarse
a la
variedad,
y aun a la rivalidad de di ip nas y e puntos de vista
epistemológicos, o podrían dar lugar a un estudio completamente
paralelo. A e la complejidad de n dominio cuya amplitud no podía
ser truncada n arbitrariedad y n deterioro, a prudencia ex a q e
al menos se procediera por etapas, n perder e a el conjunto.
Ante las divergencias existentes n cuanto a las concepciones fu d -
mentales, hi ótes s e trab jo y motivaciones, y ante las controver-
sias a que a menudo da lugar la interpretación general de los resul-
tados de la investigación, convení reflejar en medio de la diversidad
de SUS aspectos importantes el ejercicio efectivo de la actividad cien-
tífica en estas materias, l a siempre -cualquiera que sea el al-
cance objetivo y universal de algunos resultados- a una situación
social, a n m o ó . on todo, pa a ue dentro
del
amplio conjunto de ie ias so s y h s había algunas dis-
Tendencias d e la in-wtigacicn 2
 
18 René Maheu
s cuya metodología no variaba mucho de n s a otro, cuyo
objeto propio, en general, o suscitaba polémicas, y e e dedica-
ban a poner
de relieve,al s en s sectores aislables mediante
el pensamiento, as leyes objetivas q e rigen los fenómenos humanos,
principalmente s f s s .
A la luz de estas conclusiones,la Conferencia general reconoció,
en su decimotercera sesión, e era preferible dividir el Estudio en
dos partes y separar en el tiempo su puesta en marcha. Decidió que,
n el d o constituido por algunas disc plin s nomotéticas, e las
que d o una lista ilustrativa,el proyecto debía ponerse en marcha a
partir e 1965-1966, ientras q e estos dos años an aprovecha-
dos para preparar
redacción, e se haría a partir de 1967,de la
segunda parte, ue debía ocuparse de las disciplinas de tipo histó-
rico, jurídico, filosófico, artístico y literario.
r consiguiente, esta división del Estudio n s partes y e
espaciamiento de l s t s en dos t s de tiempo no respon-
den solamente a una preocupación de tipo práctico, impuesta por la
extensión del dominio que debía de abarcarse,
acudiendo a una gama
basan, vuelvo a is , n a distinción entre «ciencias sociales»
y «ci s hu s», que se considera, n general, cada vez más
artificial. Reflejan cierta dualidad de estilo en el
modo
de proceder
de las «ciencias del hom bre » en su conjunto, dualidad que, n duda,
en grados diversos y c n di a intensidad, está presente en cada
una de ellas,pero que,de un o o amplio, puede fundamentar l í-
timamente una repartición de las disciplinas en s familias,siem-
e que o se olvide la diversidad e ina dentro e a y otra, i
sus m s afinidades, i
los
coope-
ración ci , i s n la tendencia natural de todo proceder
o sólidamente o a royectar e en n mo elo de
cualquier conocimiento
del
hombre.
a primera pa e del amplio dominio de las ciencias q e tien-
den al conocimiento del hombre, de su vida social y de su existencia
individual está constituido por un conjunto de disciplinas -las que
son objeto del presente volumen- e at n de extraer leyes y
e apelan al ideal de
un saber tan objetivo, tan seguro, tan inde-
pendiente de las opiniones, ti ud s y itua io es s c o
e1
de
la
actividad
n segundo volumen- e-
orden de los valores,de las normas y de los
fines, la exigencia de la reflexión y la preocupación por la libre
determinación del hombre p r sí mismo tanto en el plano de
las
 
pues lo que allí se propone
a la actividad del pensamiento es m s
la unanimidad por lo que se refiere a la adhesión a un cuerpo de
verdades acumulativas y s universalmente, e la comprensión
mutua, la interpenetración y, en último término, la convergencia de
puntos e a y e opciones, o
la
cima e diferencias y divergencias. e e , p recía razonable
abordar en último lugar aquellas cie ci s l h e c o id al de
saber y de verdad
profundamente vinculados
los
seres
elecciones fundamentales a que se comprometen.
Tenemos, pues, dos series, paralelas si se quiere, diferentes n
d a alguna
complementarias, y finalmente interdependientes. El ejrcicio -
creto de es a interdependencia es la colaboración interdisciplinaria,
que culmina en la investigación multidisciplinaria y se encarna n el
trabajo en equipo: base indispensable del conocimiento del hombre,
pero, a la vez, idea cuya generalidad
abstracta
ejerce u a peligrosa
seducción y de la e se corre e ri sgo de no hacer más que un uso
verbal y estéril, n caso de que sus fundamentos y modalidades no
e pongan de relieve con toda claridad,en contacto n los problemas
concretos ofrecidos a
tores institucionales, financieros, , de los que depende efec-
tivamente su desarrollo, su fecundidad, su capacidad e innovación y
e creación.
Si es verdad que la investigación s cada vez m s concebible
n un grado elevado de especialización, la contrapartida natural y
necesaria de esta evolución s el recurso a a cooperación interdis-
ciplinaria estrecha. a cooperación de e tipo viene exigida, n
primer lugar, por la renovación de las condiciones intelectuales del
trabajo
los
tabiques heredados de una edad del saber ya superada; dentro
de cada disciplina, e i e la necesidad e recurrir a las hipóte-
sis, a los
resultados de
disciplinas vecinas, e incluso de aquellas e todavía ayer se consi-
deraba q e eran las más ej nas y extrañas. , n bastante fre-
cuencia, o e ha respondido a esta llamada a no ser al azar de
las
necesidades de la investigación o de las casualidades de la ocasión,
n una percepción
continuidad suficiente,
de
los
sin
una
los
que puede apoyarse la combinación de . Trazar un a -desde
luego provisional y siempre sujeto a revisión- e s punt s fuer-
tes y débiles de la co peración interdisciplinaria y e su subsuelo,
identificar los sectores a s q e deberían dirigirse en primer lugar
la reflexión de los investigadores y el esfuerzo de las instituciones,
éste es uno de los resultados más significativos e debería de
se-
g e e un o l de n estu o c mo é .
Pero hay más, a que la evolución iniciada en nuestros días en el
o epistemológico de las investigaciones es indisociable de
la evo-
lución de las situaciones y problemas humanos de que se ocupan
estas
investigaciones. Sin , el carácter multidimensional del
fenómeno humano es de siempre; pero no siempre se ha impuesto
a la ciencia de manera tan imperativa. Si el estudio del hombre toma
un aspecto nuevo es, sobre todo, porque a parte integrante de
un m ndo en completa mutación, al e intenta aportar l s el -
s de un saber auténtico, los m s para r a una toma de
conciencia informada y s fundamentos para unas opciones refle-
xionadas. n su aplicación a los aspectos, ayer todavía desconocidos
O inadvertidos, de la existencia de los individuos,de la vida de las
colectividades,del devenir de las culturas,es donde las investigacio-
nes revelan sus tendencias más vivas y más fecundas.
La ciencia y la écnica han creado condiciones de vida completa-
e nuevas, n abierto posibilidades inauditas, han suscitado
problemas sn precedentes. D e este modo, el horizonte de la expe-
riencia humana se ha ampliado considerablemente.Al mismo tiempo,
el desarrollo de los medios de expresión y de comunicación ha pro-
vocado un verdadero cambio en la escala
de aprehensión de lo exis-
tente: haciendo vivir a cada uno en la proximidad y hasta en la
contemporaneidad del acontecimiento, a a la vida individual, soial
y l una nueva dimensión e tiende a igualar la misma del
presente del mundo, amenazando así la calidad de la preciada con-
1 personal. D o
conocimiento sobrepasa los poderes del espíritu individual, y. la
ela-
exigen que el entendimiento humano sea reemplazado por máqui-
nas de su invención; la cien ia, e transforma la concepción nor-
mal del universo y abre paso a nuevas ideas generales acerca del
hombre,
se
integra cada vez con más dificultad en la cultura general,
a o r en formas degradadas.
El compás y la amplitud de los s actuales e afectan a
la
vida de todos los seres uman s dan una agudeza nueva al sentido
del carácter transitorio del presente, a la necesidad
de
se
 
razonada del futuro,bases necesarias para u a acción bien adaptada
al servicio del hombre y de sus valores.
r último, la afirmación generalizada del principio democrático
reclama nuevas s de organización p a y de vida comunita-
ria. La estructura del mundo
se ha transformado profundamente con
el acceso de casi todas las naciones a la independencia p a y con
el establecimiento de nuevas relaciones entre ellas a todos los ni-
veles: r o la umanidad, e a sí misma en su totalidad,
a
cubriendo una nueva noción y a nueva exigencia de universalidad,
fundadas en el respeto y la comprensión recíprocas dentro de una
voluntad de diálogo y
ut o enriquecimiento. Estando dotado
de los medios de poder, el hombre sabe e en adelante
lleva
o su propia destrucción, si se descubriera incapaz de concebir
e instaurar, a escala planetaria, n orden viable, favorable al pro-
greso y conforme con una idea común
de
justicia.
Esta situación propone, ¿qué digo?, impone a las ciencias so-
ciales y humanas nuevas y
más
ambiciosas
tareas,
ción más extensa y n aparato conceptual reforzado. n compensación,
acentúa la dificultad de sus problemas, agrava algunas de sus incer-
tidumbres, compromete la capacidad del hombre de disponer de su
saber, requiere n permanente esfuerzo para reconquistar la unidad
de la vida del espíritu. o frente a esta situación global, apli-
cándose a los temas de investigación q e reflejan sus aspectos im-
portantes,es como las disciplinas dedicadas al conocimiento del hom-
e pued n, dentro de una tua cooperación, asumir su papel de
procedimientos s verdaderamente m s y fecundos.
Al mismo tiempo, se mpone universalmente con el mayor grado
de urgencia un
neta la miseria, la explotación, la ignorancia, el estancamiento, la
humillación, e son patrimonio
las masas s desfavorecidas
por la historia. Sin un esfuerzo deliberado por parte de todos
los
hombres, on todo su ser, esas masas corren el riesgo
de ser reducidas
historia e se convierte en fatalidad:
escándalo para la mente y el corazón, condenación de toda posibilidad
de entendimiento sincero entre los pueblos,o sea de paz, negación de
la humanidad misma.
La contribución que pueden y deben aportar las s s
y sociales a la tarea que incumbe a la generación presente, y que es,
en
acepción del término,
 
$22 René Maheu
.hombre mismo es de una importancia primordial, por poco que c m-
plan con su doble papel, e es, por una parte, el de aportar
ele-
acción eficaces adaptadas a estructuras económic s, s y cul-
turales y de situaciones hi s onveni nt me te analizadas, y por
otra parte, la de iluminar las opciones humanas y fundamentar me-
jor la comprensión,el respeto y el sentido de solidaridad entre los
hombres. Doble fu ión que no puede satisfacer a disciplina
por separado, sino que requiere la más amplia cooperación entre
todas . e ambición, mediante
cual a n su responsabili-
dad como formas y modos de proceder diversos, pero teniendo en
n un mi o e zo por conocer un smo pensamiento y un
mismo desvelo.
las ciencias sociales y hu-
manas que renuncien a u vocación primordigl, e es la
e perseguir
una verdad,
la del
búsqueda del conocimiento, esta exigencia
de la
la
utilidad de una pro-
posición teórica a menudo sólo se descubre después, en presencia e
problemas q e eran imprevisibles hasta entonces,y que la verdad
especulativa puede revelarse fuente inagotable de inspiraciones éticas
que o corresponde a la
ciencia
misma
determinar
i adelantar. a todavía el hecho de que las cien ias q e contribu-
yen al conocimiento del omb e dan lu r a aplicaciones y permiten
ajustar r a lo real las técnicas de la acción; y también que apor-
tan
enxeñanzax,
e sus resultados,y todavía más sus procedimientos,
ti nen una v d e podríamos calificar de pedagógica. n vol-
verse
al
hombre
invitan a interrogarse en tér-
minos concretos y n in una benevolencia sobre sí s , sobre u
destino, sobre los caminos de realización concreta de su ser, dentro
de las condiciones de la realidad, a igual distancia de la resignación
pasiva ante un destino indescifrable y de la evasiva hacia el sueño de
una n asidero en
Estas dos funciones naturales del conocimiento se complemen-
tan y se equilibran entre sí; su complementariedad hasta en las opo-
siciones e constituyen la vida de las ciencias sociales y humanas
es el ól do terreno en e puede establecerse o para resolver l
iejo conflicto, e renaciente, entre su vocación eórica desin-
teresada y l constante llamamiento que les dirige la práctica. Pues
la práctica o e reduce a n conjunto de procedimientos o de rece-
tas: es también ampliación de las perspectivas
de o posible y deter-
minación e l s objetivos e elección,y r elo a
la vez aceptación
del devenir y de la diferencia y emancipación mediante elaboración
de fines; en , afirmación y reconocimiento del hombre en sí
y en otro,lo e postula y construye a la vez la universalidad.Y ara
la ciencia,la práctica es la
condición para un diálogo fecundo entre
el espíritu y la realidad humana.El hombre de , convertido tanto
de hecho como de derecho en dueño
de
los
instru-
mentos de n poder n precedente sobre la naturaleza y al mismo
tiempo desprovisto de
conforme a
lo hu no a e este mu do i to, abundante, impre-
visible, alienante demasiado a menudo, que, ada vez más, es su obra,
necesita algo más que humanismo de encargo, simple fórmula hueca,
verbal y ecesita los medios eficaces verdadera-
mente fundamentados para u n a auténtica humanización d e las rela-
ciones entre individuos dentro d e las sociedades, entre pueblos dentro
d e
el humanismo del que las s s y s son,
al menos en potencia, la garantía e incluso
la
fuente esencial. o
sólo n o todas juntas y en solidaridad unas n otras, ya
qu , repitámoslo na vez más, inguna de ellas podría bastar por sí
sola.Más aún: diré incluso que ellas sólo pueden cumplir esta ele-
vada misión
si se apoyan en las ciencias exactas y en las ciencias
de la naturaleza, unidas a ellas y cooperando con ellas en el edificio
zinico de una ciencia a la
que la aprehensión de su significación y
de su alcance no debe tener el efecto de frenar ni de desviar de su
búsqueda de la
conciencia.
Las dos mayores responsabilidades de la o en o referente
a a ciencia s , por a parte, contribuir al avance del saber,faci-
litar el impulso de la
actividad
científica tanto n los países avanza-
dos c o en los países en s de desarrollo y r l s inter-
s ci s en el plano internacional, y, or otra parte,
procurar que la intensificación y universalización de la investigación
contribuyan al mejoramiento de las condiciones de existencia de
los pueblos, al crecimiento de la comprensión mutua entre las na-
ciones y a la profundización de la conciencia de la humanidad en el
h mb . Estoy seguro de que la serie de estudios dedicados a as prin-
cipales tendencias
de
su
la
RENÉ MAHEU
 
Samy Friedman
Dentro del o operacional e i tu al q e acaba de ser
descrito n las páginas anteriores, l Estudio internacional de las prin-
cipales tendencias de la investigación en las ciencias sociales -
prende
tres
. s
Advertencia, cuya intención es
dar a visión de conjunto del o emprendido, de la Introduc-
ción, e se propone situar las ciencias sociales dentro del sistema
de las ciencias, en a primera sección se hace n análisis vertical,
por decirlo así, de las principales tendencias de la investigación de
las disciplinas contenidas: sociología, ciencia política, psicología,
a económica, demografía y . a segunda sección trata
de las s interdisciplinarias y multidisciplinarias de a -
vestigación, en el plano horizontal, de algunas de las características
comunes a las e s examinadas. n la sección tercera se conside-
ran las ciencias sociales desde otro punto de vista distinto,a saber:
el de la organización y financiación de la enseñanza y de la inves-
tigación.Esta n desemboca en una serie de conclusiones rela-
tivas a la política científica latente o manifiesta en relación con el
desarrollo de la
investigación en las ciencias sociales.
No trataremos de ocultar ni la insuficiencia de este plan ni tam-
poco lo q e pueda tener de arbitrario. Las disciplinas seleccionadas
son,desde luego, importantes, pero hay s e también lo son.
debería,
el capítulo referente a
ser
26 Samy Friedman
tiempo y será incluido, por tanto, en la segunda parte del estudio.
También odrían haberse incluido aquí otras disciplinas c o la cri-
minología o la a h . Pero ha habido que limitarse al
plan trazado por la Conferencia general de la Unesco, con la esperan-
za de que algún día pueda ser continuado y ampliado este estudio.
r otra parte, las disciplinas seleccionadas n sido tratadas como
si fueran entidades di tintas, o dichas disciplinas tienden a
ramificarse cada vez más
cuando hay, para limitarnos únicamente
al ejemplo de la sociología, tantas sociologías c o dominios e
estudio: sociología médica, sociología electoral, sociología de s -
queños grupos, sociología del comportamiento del trabajo,
sociología militar,sociología religiosa, etc.
nan en
n algún de e l s c -
tactos e se están desarrollando entre unas y otras y que amenazan
n borrar las fronteras tradicionales q e parecían, hasta hace rela-
tivamente poco, t n claramente determinadas. e todo, esta obra
no es n , n an s sistemático de las principales tenden-
cias establecidas
la
del
estudio
realizado por Pierre Auger sobre las tendencias actuales de la in-
vestigación científica l. a investigación de este tipo es o q e se
intentó hacer en n rincipio y las abundantes consultas a las que
nos
s o fueron hechas on e propósito. o al final
no ha habido
ciones,
las
de conjunto. Esta investigación ha sido, pues, abandonada, espera-
mos que sólo
los
miembros
del
distintos capítulos de la
obra se presentan entonces o «ensayos» e s con ayuda de
la información más amplia e e disponían sus autores, pero n
pretensión alguna de universalidad*. r o e
esta
a colectiva
1 Tendances actuelles de la recherche scientifique. Etude sur les tendances
principales de la recherche dans le domaine des sciences exactes et naturelles, la
dif usion des connaissances scientifiques et leur application 2 des fines pacifi-
ques, de Pierre Auger, consultante especial,ONU y Unesco, 1961, Nueva York
y París.
N o se ha intentado, por ejemplo, unificar la distinta terminología empleada
en esta obra: ciencias sociales, ciencias humanas, ciencias del ho bre, ciencias
del comportamiento, etc., que depende de tradiciones intelectuales diferentes
o simplemente de diferentes usos lingüísticos y que los autores han empleado
a su antojo con toda libertad.
 
Advertencia 27
tiene, pese a las precauciones que se han tomado, las ventajas, pero
tambi$n los inconvenientes de las obras de ese tipo. La personali-
dad de
autores y la diversidad de sus intereses científicos n
marcado profundamente la manera de concebir los diferentes capí-
. entro de cada uno de ellos,la a seguida es, n frecuen-
cia, completamente personal. s, c mo Paul Lazarsfeld, e han
dedicado a destacar los acontecimientos más característicos de una
evolución. Otros, mo Piaget, han o de poner de ve las
líneas generales q e siguen los distintos sistemas científicos o,como
Mackenzie, e han visto atraídos r la a e n desarrollo
intelectual aprehendido objetivamente desde fuera.
A los esfuerzos de unos y de s se de e u a obra cuyas limi-
taciones, de las que s bien conscientes, son debidas, en parte,
al marco que le había sido señalado, y en parte,a las diferentes con-
cepciones de sus autores, pero que s e considerar más bien
como complementarias que o opuestas, ya que por encima, ya,
además, de a profesionalización cada vez , n también
algunas de las corrientes predominantes en las ciencias sociales. s
ellos, a la vez que describen las principales tendencias de la inves-
tigación, n puesto de manifiesto, tanto desde l p o e vista
metodológico o o conceptual, la profunda influencia e están
teniendo en el conjunto e las ciencias sociales los esfuerzos que
se están realizando por lear a n acercamiento y a menudo a una in-
tegración de todas e .
Y sí, en primer lugar,
s observar, en l ni l conceptual, n progreso continuo de
o interdisciplinario so e lo multidisciplinario, al ser examinados
cada vez más s s fenómenos por s de integración en
lugar de r analizados separadamente con ayuda e s autóno-
mas y yuxtapuestas, por ecirlo
así.
Este proceso e ha o favore-
cido, n d a alguna, tanto por l «resquebrajamiento» e s
disciplinas y por la interpenetración cada vez y r e unas en
otras, e la e resultan nuevas combinaciones, s c o la socio-
logía política,la antropología política,el comportamiento económico,
, o por l e ,cada vez mayor, l lenguaje -
o en todas las ciencias sociales. r
lo
la
organi-
zación científica, estas ciencias h n alcanzado pocas veces l nivel
de «big science»,
n l aspecto financiero no o han alcanzado
ca, pero hay n e s u a tendencia en e sentido.Para ver esto,
basta prestar atención al desarrollo de la investigación en equipo, l
empleo cada vez más frecuente de equipos científicos, e son a
 
s ejemplos también de la internacionalización e las ciencias so-
ciales.Y sí se están bosquejando ya nuevas agrupaciones entre dis-
tintas ciencias,se n familiarizando con n lenguaje c n a todas
a , y n o estado de ánimo está presente en todas ellas; todo
o cual significa a garantía segura
de
importancia primordial para el futuro de nuestras sociedades,al que
esperamos que esta obra suponga una contribución.
Es al profesor Jean Piaget a quien ha correspondido examinar,
en la introducción de este volumen, la situación d e las ciencias del
h o m b r e dentro del sistema de las ciencias. a e entrada, l autor se
niega a ponerse a la defensiva y a refutar las objeciones de aquellos
e se resisten a mirar a las ciencias sociales c o verdaderas cien-
. P r el contrario, separa claramentelas iencias nomotéticas, por
una parte, de las ciencias históricas, jurídicas y disciplinas filosófi-
cas, por otra.
Nomotéticas lo son todas las ciencias sociales,desde el momen-
o en e todas ellas persiguen leyes, ya se trate e relaciones cuanti-
s relativamente constantes y expresables en n lenguaje mate-
mático, ya de hechos generales, de relaciones ordinales o estructu-
rales, traducibles al lenguaje ordinario o al lenguaje formalizado de
la . Caracterizándose unas veces, o en el caso de la psico-
logía, por l e o de métodos de experimentación estricta, de
producción y de modificación de s con s a su observa-
ción, y tr , c o ocurre con
la
todos e experimentación, en sentido amplio, con observación sis-
temática de s h ch s y verificación estadística, todas ellas se
diferencian de las ciencias históricas e están m s interesadas en
formular leyes q e en distinguir los rasgos característicos de deter-
minados acontecimientos particulares.La expresión «leyes de la his-
toria» es bien a metáfora, bien l reconocimiento e efec ivas
regularidades sociológicas, on mi s, s o
de otro tipo, n
cuyo caso éstas entran dentro del dominio de las ciencias nomoté-
ticas. Distintas también de las ciencias jurídicas, e se dedican al
estudio de las normas y de las disciplinas filosóficas q e se ocupan
de
la coordinación general de los valores humanos,es ir, e a
concepción del mundo, as s s aparecen o u a cate-
goría específica. Especificidad e se e reforzada por el o de
prestarse a a colaboración, intercambios e imitaciones de
las
cien-
cias naturales y de que son las únicas capaces de esto, debido
a la naturaleza causal de sus explicaciones.La s central del a r
es la del logro de la objetividad científica, y r parte de las ciencias
sociales, mediante la descentralización del sujeto cognoscente por
 
Advertencia 29
respecto al objeto analizado, a pesar de la aparente dependencia en
que estas ciencias se encuentran del hombre «su o y a l vez obje-
to». Jean Piaget llega incluso a sostener la imposibilidad de u a cla-
sificación lineal de las ciencias a la manera
de
Augusto Comte. Desde
su punto de vista, el orden al que se ajustan las ciencias es circular.
Sin que esto tenga nada de vicioso,se n en u a l sn fin,
en la que las ciencias sociales oc n a posición privilegiada, ya
que son las ciencias del sujeto que hace
las demás ciencias,
de las
que no pueden ser separadas s n caer en a simplificación abusiva.
El análisis de las características esenciales de las ciencias socia-
les, de u metodología y de su clasificación
se lleva
vado nivel de abstracción. o s abre nuevas perspectivas
en cuanto a la consideración de las nociones de estructura y estruc-
turación, mediante las cuales, individuos y sociedades traducen las
leyes
de sus actividades,pero que no pueden ser comprendidas n
conocer previamente su génesis; perspectivas q e invitan a su vez
a hacer una confrontación con los trabajos de los etnólogos mo er os
y principalmente con Lévi-Strauss. el mismo modo, cuando el
autor aborda el problema de las «escuelas» dentro de
las mismas dis-
ciplinas y o analiza algunas tendencias e aspiran a «una
integración más completa que aquella de la que dan testimonio las
coordinaciones a o interdisciplinarias es , a menudo
para criticarlas, se está refiriendo, al menos de manera implícita, a
tentativas s bien conocidas, , or ejemplo, a deT. arsons,
un eco de la cual resuena en otros capítulos de esta obra3.
La primera par e de esta obra,
dedicada al examen de las diferen-
tes ciencias sociales,
se abre c n un apítulo de Paul Lazarsfeld sobre
la sociologid.
Situada a la cabeza de las ciencias sociales, é es, en-
tonces, la sociología? Se n u a n firmemente enraizada en
la historia y que desde Saint-Simon y Quételet ha conseguido impo-
ner su supremacía, a sociología sería la reina de las ciencias sociales.
Pero no deja de ser curioso que,de n s lo o que ocupa preci-
samente la cátedra Quételet en la Universidad de Columbia, haya
salido la afirmación, llena de d científica, de que la socio-
logía es a ciencia residual, e ha sido creada bien para completar
otros estudios del hombre, emprendidos a
lo largo de la historia r
la filosofía de la historia o por
la
filosofía política, bien n vistas
a explicar otros s e s s sociales, o la eco-
nomía, dejaban a un lado a medida que se iban desarrollando. La
sociología, para decirlo c n a ocurrencia bien conocida, sería en-
3 Véase en especial el capítulo «Sociología», or P.
F. Lazarsfeld.
los
sociólogos,
si
bien
es
verdad
e su objeto es cambiante y e su papel consiste en <<llenar os
espacios vacíos existentes n el a . Quedé s al
menos con que existe un modo de pensamiento sociológico carac-
terizado por u a problemática y u a metodología e se ven cogidas
entre la preocupación completamente sintética por abarcar el con-
junto de la sociedad y
la
por delimitar un dominio de estudio específico e la sociolo-
gía.Es a r e e o de pensamiento, o más exactamente las
principales formas que éste adopta, a lo que el autor dedica sus
esfuerzos.
Y así empieza insistiendo en la enorme contribución que supo-
nen para la sociología y para la sistematización de conceptos que
ésta emplea las
principio para sastisfacer la necesidad de contribuir a la compren-
sión de una serie de pr blem s s urgentes, de s que no
es-
taba, n , excluido un tratamiento cuantitativo, o e
verse en el estudio de Le Play sobre los presupuestos domésticos,
las s e encuesta n e o a imponerse en los Estados
Unidos
entonces se han ido perfeccionando.
Después de la guerra, la codificación de los conceptos empleados dio
lugar l lenguaje de las variables, o más bien de las «variates»,
e poseían ciertas propiedades numéricas, a cuyo rollo, o
s sabido, el autor ha aportado u a a contribución. Lenguaje
que
es
parecido al lenguaje ordinario, ya e del mismo modo que
«distinguimos entre las palabras y las
frases,en la investigación sociaf
empírica tenemos í s agrupados en proposiciones» y e d n
cuenta a la vez de l s procesos y del contexto, es decir, de las
es-
tructuras e representan, para el autor, «la influencia q e ejercen
las variaciones en extensos contextos sobre ls s de compor-
tamiento individual». ste lenguaje llevanaturalmente
l
análsis -
titativo, así como también al análisis transcultural,a la formación de
tipologías,a las que se n dedicado otros capítulos e esta obra,y
a la macrosociología, que
última
había
ocupado ya la atención de la sociología europea en eI
siglo XIX, y
el estudio e s grandes problemas (socialismo en a
URSS, democracia en Alemania, ) aparece en Estados U s
ya inmediatamente después de la guerra, pero n nuestros días está
más circunscrita n el t o y en el espacio y hace un uso más
amplio de s datos empíricos. í
se
ha o r la influencia
de las ni s de investigación, ero también la de la noción de pro-
ceso, tanto por lo que
se
 
lógicas dentro e proposiciones niacrosociológicas, e a su vez
llevan a esquemas de explicación , o en el caso de Inkeles;
stra égicos, o eii el de Moore, o ialécticos, o en l de
Smelser,según la manera como se presenten las s comparadas.
La tercera tendencia del pensamiento sociológico q e e analiza
es la búsqueda de t a . o cabe duda de que, en general, en las
ciencias s al s o hay a teoría, entendida en el sentido en
e se emplea e e término en las ciencias exactas, s decir, n l
e u a hipótesis expresada a o en lenguaje matemático y ta
a erificac ón empírica. n e , s procesos e clasifica-
ción,la formulación rigurosa de problemas, los intentos de interpre-
tación, n el lugar de aquélla. Esta ausencia de teoría se re-
fleja en la noción de «teoría de e me » e R.K. erton, que
invita a hacer un uso del a s q e permite ir más allá de la simple
recogida de datos y alcanzar la interpretación sistemática, pero evi-
tando caer en la especulación abusiva.El marxismo, en cambio, po-
dría aparecer c o u a a de la sociedad global. , efectiva-
mente, sus conceptos básicos (clases, s de producción), su mé-
o (el análisis dialéctico), q e es e aplicación general. El autor
hace ver cómo la so iolo ía «concreta», dejando a los partidos l
monopolio de la formulación teórica, trata de establecer u a corre-
lación entre la teoría
observación.El empirismo pe-
netra en la URSS y s vecinos, e se realizan estudios sobre
la
la
tiempo libre, las aspiraciones de los jóvenes, los pequeños grupos,
dominio en el que la investigación está todavía empezando, pero en
l que se empieza a conceder atención al papel mediador de e s
grupos entre la sociedad global y l individuo, etc. No es impen-
sable que la sociología concreta p eda
ser
tribución importante a la planificación, tanto a l de concepción
como de ejecución,lo e e daría una importancia considerable.
Sobre a base e á e o a esbozarse n acercamiento entre
los sociólogos de los países del Este y los de os países del O ,
concediendo los primeros n r s a la ión e -
a y o s segundos na mayor a e los marcos
teóricos de la investigación y de la conveniente sistematización e
los datos de la investigación. n la relación c n este s d e
considerarse l interés q e dedica el autor a otros dos intentos e
abarcar la c dad c o un todo: la teoría crítica de Adorno y e
la escuela de Francfort y la a sociológica e , o
trabajo evoca claramente las qa tern va » de Parsons.
Analizando a te ría, l funcionalismo, definido ya por -
, recogido por los antropólogos ingleses y por numerosos soció-
 
logos moder os (Parsons, avies, Bourricaud), pasando por la distin-
ción, ya lá ica, e hace n entre funciones manifiestas y la-
tentes,el autor se muestra más bien severo; encuentra sus formula-
ciones tan generales q e realmente no parecen
dar
de s descubrimientos empíricos. Sin , añade con n o
r que no s r i con i sin funcionalismo, y dedica
su atención a algunas tendencias recienres e permitirían atribuir
una nueva significación a la teoría.El autor aborda también l s pro-
blemas del nf icto q e llevan a l s conceptos de disfunción y ano-
, tan lejanos del funcionalismo tradicional e giraba en torno
al equilibrio y al conservadurismo, para pasar a examinar la noción
de sistemas a los que han dado l ar y una de cuyas consecuencias
más importantes ha sido el
haber puesto e relieve la naturaleza
de los procesos m . Sigue analizando las nociones de mecanis-
m s f ci ales oode) y de reciprocidad (Gouldner), que llevan
al funcionalismo, por su extensión y su dinámica,a acercarse más a
la teoría general de los sistemas. En cambio, y contrariamente a lo
e sucede en antropología y en ,el estructuralismo ape-
nas ha tenido todavía influencia sobre la sociología.
n Piaget, en su Introducción, ya había señalado la influencia
que podían ejercer las posiciones ideológicas o filosóficas del cientí-
fico sobre la investigación. Había insistido en las limitaciones que
podían acarrear la sujeción del científico
a
empirista o dialéctica. Paul Lazarsfeld hace también una e de
consideraciones paralelas en relación c n s efectos e tienen las
variaciones del carácter nacional sobre la sociología: variaciones de
contenido, cuando las condiciones s cial s ul n al estudio de
problemas de estudio de interés actual (el sistema
de castas en la
India, las migraciones internas en Italia) o, por el contrario, par-
tan de ciertos temas que se consideran de oco nter s (discrimina-
ción, minorías en s Países Bajos, revolución en s Estados Unidos),
variaciones , , por ejemplo, cu o la aversión cul-
tural de los holandeses hacia las grandes teorías abstractas les
lleva a preferir las teorías de alcance medio, o cuando los indios
vuelven a su antigua filosofía; pero n variaciones accidenta-
les ocasionadas por el papel de a personalidad excepcional -
niécki en Polonia)o por la creación de u a a institución des-
tinada a transformar el ejercicio de la sociología (la Facultad Latino-
americana de Ciencias Sociales n Chile,el Grupo de Investigaciones
Sociológicas en Budapest).
relaciones existentes
demás ciencias sociales, n es ecid refe-
 
hace en esas ciencias de los conceptos y
métodos sociológicos. Así, por ejemplo, la técnica de encuestas se
ha extendido a la antropología (Stoetzel y el estudio del Giri japo-
nés), a la
conomía para estudiar
in-
versión, a las migraciones obreras, etc., a la psicología social para
determinar las
política para evaluar
medida an tenido importancia también fuera de la
sociología.Y a la inversa, los modelos económicos han in lu do en
los comienzos de la
bién cómo los recientes progresos de la psicología l n
a contribución ef caz
introducir conceptos
n fecundos o o la estima de uno mismo: la disonancia y la
es-
pecialización.
Como la sociología, n la e guarda relaciones evidentes, la
ciencia política, examinada por
ciencia residual e
de la
proto-historia, en la que la aplicación del método científico y la
interpretación de los datos resultan difíciles, y las conclusiones de-
penden a menudo del medio. Ciencia dividida lo mismo que el mun-
o , pero e
de sus conceptos
el
el
Estado y de las instituciones s o en n o
determinado y en n con un sistema cu tu l dado. r o e
se
refiere a su investigación,la ciencia poít a es, n r lugar,
descriptiva, o a
con-
cepciones teóricas generales q e se formulan en el lenguaje de las
«variates». b n es normativa desde
el
a gobernantes y gobernados acerca
de la conducta p a e deben seguir. r último, es, n cierto
m , nomotética, en la medida en que trata de poner de relieve
una serie de constantes y en que hace posible cierto grado e pre-
visión. Podríamos preguntarnos
del
estudio
del
Estado, considerado o ca , o evocaría tal vez n sistema cerra-
o que dejaría fuera las relaciones internacionales y la administra-
ción pública, y que además tendría
la
desventaja
de
el punto de vista de los gobernantes. Sin tratar de
reducir la ciencia política a la
sociología,a pesar de las tentaciones
e se sienten a hacerlo, ¿no sería posible considerar la a o
un subsistema de la sociedad global (lo cual llevaría al análisis de
las
relaciones
e
interacciones entre distintos subsistemas)y hacer más
claros los conceptos de estratificación y de poder político? W. .M.
Tendencias de la investigación, 3
 
Mackenzie , desde luego, consciente de estas posibilidades, ya ,
aunque también él e queda con el concepto central del Estado y de
las instituciones s o idea directriz de su exposición, hace
ver que el estudio de la política continúa más á de este límite, a
todos los niveles, en todas las sociedades, organizaciones y grupos.
n lo cual reintegra
nacionales y e la administración pública. Llama la atención sobre
las relaciones existentes entre la ciencia política y el estudio de los
pequeños grupos, de la microsociología, de la sociolingüística, de la
antropología y de la macrosociología, e n lugar a n constante
intercambio entre esta ciencia y las s ciencias socals.
a parte central del capítulo está dedicada a a sistematización
puramente formal de la investigación en curso, centrada sobre los
conceptos de poder, fuerza, influencia y autoridad, es decir, sobre las
condiciones necesarias para la existencia de cualquier Estado, de-
mocrático o autoritario, desarrollado o subdesarrollado, así como
al estudio e los Estados constitucionales,es decir, al estudio e los
sistemas políticos, de las instituciones y e la participación política,
haciendo hincapié en el estudio de las prácticas electorales y de los
procesos legilativos en relación con las instituciones económicas y
sociales.Así, ues,a pesar e sus dificultades y debilidades, a ciencia
política está en estrecho contacto n las demás ciencias sociales, y
nada de cuanto ocurre en estas ciencias le resulta extraño, o cual
lleva al autor mirar
atrás y a hacer a e e reflexiones
acerca de lo q e podría ser la ciencia política si la estudiara desde el
o e v a e l s procesos de decisión. Estos podrían constituir
n concepto ce l mejor e el e constituyen s conceptos e
autoridad legítima, e poder, de sistema po ic , ya e permitiría
establecer nuevas conexiones con las demás ciencias sociales, prin-
cipalmente con la economía y la psicología, sin hablar de la sociolo-
gía, lo cual, desde el punto de vista metódico, podría dar lugar a
teorías generales.
autor, on l v n colectivo La science politique contemparaine
publicado por la Unesco en 1950. onsiderado n relación con e e
manejable punto e refere cia, l progreso realizado en s
países es y considerable y permite presumir un futuro favorable.
Habiendo estado durante mucho tiempo asociada a
la filosofía,
la psicologja, analizada por Jean Piaget, o ha encontrado un objeto
de estudio específico hasta hace relativamente poco. Ni los proble-
mas ni los campos de investigación separan a estas s disciplinas, ya
e tanto psicólogos o fi s se ocupan legítimamente del
comportamiento,del desarrollo y de las estructuras. «Laúnica dife-
 
Advertencia 35
rencia se debe al ‘distanciamiento’ el yo: allí donde el psicólogo
pretende únicamente formular es s que p n ser verificadas
por cualquiera, proporcionando n sus técnicas bien diferenciadas
los instrumentos ¿e control, l filósofo tá en la idea de que se
conoce a

smo por medio de un conjunto de in ici s que se
n primitivas y e son previas a todo conocimiento psicoló-
» Pero, aunque ya se ha conseguido es a liberación de la psi-
cología y ya e ha o su independencia, podríamos pregun-
tarnos si l propio psicólogo ha logrado libera se siempre de sus
presupuestos filosóficos.El hecho de que haya todavía dentro de la
disciplina escuelas
Piaget
llama la atención ya en la Introducción al presente volumen,
parece indicar la persistencia de u a se e de lazos filosóficos, e
tal vez estén implícitos ta n en la misma ma a de abordar e e
capítulo. n Piaget ha discutido esto n otro sitio4 (para él la
reflexión f a e para proponer , pero o basta
para resolverlos),
y tal vez hubiera sido i l volver e n o al
ma en n t o t o por completo en el terreno científico.
Comoquiera que sea, l autor hace un penetrante estudio de las
principales tendencias de la a c te porá ea desde el pu to
e v a de las diferentcs interpretaciones propuestas.
Señala los lí-
trata
de relacionar los pro-
c s mentales y l comportamiento c n los procesos fisiológicos,
cuando es imposible reducir la vida mental a la vida orgánica. a
i a o surge completamente hecha, o o contenido en
el organismo, no que e va fo o poco a poco, por reconstruc-
ciones graduales sucesivas.
tentación de relacionar procesos mentales y procesos fí s (Fechner).
Efectivamente, sus recientes trabajos sobre la percepción y la inte-
a muestran e
s e quiribrio en cuestión están
más a de n sistema e regulación q e de a balanza e fuerzas.
Las
relaciones entre lo mental y lo social llevan al autor
a
destacar
la importancia de la psicología social, e la que también se trata en
otro capítulo ya mencionado
’,y a rechazar al mo tiempo cua -
quier intento e reducir u a a la otra, siendo las relaciones exis-
tentes entre s relaciones e interdependencia y de parentesco,
más bien e e dependencia. Finalmente, respectoal comportamien-
to, aprendizaje y , hace r que todos e s temas son inse-
parables, por estar go ad s por el desarrollo del individuo. El
método adoptado por el tor es l del estructuralismo psicológico,
4 Véase el Postfacio de
la
segunda edición de Sagesse et illusions d e la pbilo-
sophie. (Sabiduría e ilusiones de la filosofía, ed. Península.)
5 Véase la parte correspondiente del capítulo «Sociología».
 
lo que le da
de
la teoría de la inteligencia. Al papel desempeñado por la madu-
ración nerviosa, por el o , por la experiencia en el desarro-
llo de la inteligencia,se añade un papel de coordinación, de equi-
libración, q e
grupos, redes, anillos,etc. Estas son naturales y van constituyéndose
espontáneamente en el transcurso de las operaciones mismas,refi-
riéndose a los objetos, al espacio, al tiempo,a la causalidad.El aná-
lisis de
las tendencias modernas de la psicología, basado n las in-
terpretaciones propuestas, adquiere así a gran fuerza. Este destaca
las numerosas conexiones existe tes entre la psicología y las demás
s sociales, y n entre aquélla y algunas de las ciencias
, , por ejemplo, la biología. o o por o se han
pasado por o ls notables progresos conseguidos en n ev s secto-
res
de la psicología científica, e la falta de espacio ha impedido
desgraciadamente a Jean Piaget tratar las investigaciones modernas
sobre las motivaciones, la neuropsicología, la psicolingüística, c n
toda la amplitud con q e hubiera podido . b n está im-
plícitamente reconocida la posición estratégica, or decirlo así, ocu-
pada por la psicología dentro del sistema de las ciencias, n relación
a las ciencias naturales y sociales, ya discutida en el capítulo intro-
ductorio, y, se podría añadir, también n relación al desarrollo de
las artes; o cual supondría tender un o puente ntre la pri-
mera y la segunda parte del Estudio sobre las principales tendencias
de la investigación n las s s y .
El
capítulo dedicado a la economía reclama la indulgencia y sim-
patía del lector,
dadas las circunstancias tan adversas que conflu-
yeron en la elaboración del m . Encargado en n i o el
profesor O. ange,de la Universidad de Varsovia, e moría poco
después, aunque o s n haber trazado las líneas generales del mismo
con ayuda de tres e sus discípulos,MM. rus, Kowalik y Sach. La
obra fue continuada por éstos, s cuales prepararon un proyecto
de capítulo , siguiendo el procedimiento empleado a o largo de
toda la ejecución del Estudio,
fue sometido a amplias consultas. r
razones contigentes e independientes e su voluntad, MM. rus,
Kowalik y Sach no fueron capaces de sacar partido de dichas con-
sultas y de llevar a z término su em a. Esta fue, pues, reanu-
dada una vez más y la Secretaría de la Unesco se esforzó en preparar
la versión final, sobre la base del capítulo preparado por s y uti-
lizando todos ls elementos de información a su disposición. Se
ha
tenido, por supuesto, a preocupación constante de respetar las ideas
directrices que inspiraron la concepción del trabajo, pero o
 
cual el lector deberá atribuir el mérito de cualquier
s q e pueda encontrar en este trabajo a quienes o inspiraron,
dejando a la Secretaría la responsabilidad de las imperfecciones y
s que hayan podido cometerse,a pesar de todos sus esfuerzos.
El capítulo comienza con una breve recapitulación
de las prin-
marcado la economía moderna.
perspectivas de acercamiento
entre las distintas escuelas son objeto de hipótesis q e h n tratado
de ser formuladas con precisión, pero o ha sido posible pasar por
alto la actual situación conflictiva, resultado de preferencias ideoló-
gicas de las e todavía no es posible escapar. n este sentido, se
ha llamado la atención sobre el uso cada vez , tanto en l
Este como en el
su validez, tales como el análisis input-output, os estudios econo-
métricos de mercado,la investigación operacional, tc. En este mismo
orden de ideas, se ha insistido n el empleo generalizado de concep-
s precisos q e prestan n gran servicio a la a económica c o
s herramientas de investigación: renta nacional, inversión, ahorro,
progresos técnicos, .
Se n dedicado especiales esfuerzos a describir el desarrollo
del pensamiento económico, por lo que se refiere a las manifestacio-
nes concretas la actividad económica, u aspecto praxeológico,
a
hacer ver la economía mo er a o una c a s l ue tam-
bién utiliza el lenguaje de las «variates», y hace a e d elec-
ciones n un contexto l is ri o cambiante en busca de aquellos
s necesarios q e constituyen las condiciones de dispo-
sic , empleo y aumento de s recursos disponibles. La estructura
del capítulo se apoya en el examen de las nociones de crecimiento,
riqueza y distribución, cuyas combinaciones e interacciones llevan al
concepto de planificación. En otras palabras, más bien e analizar
las divisiones tradicionales de la economía, d , dinero en circu-
lación,etc.,lo que
n o o cuyo uso se á generalizando cada
vez
más, han
ido evolucionando, en constante relación unas c n otras, las teorías
del funcionamiento de la economía, del crecimiento y del desarrollo
socio-económico. e
modo se n intentado identificar los prin-
s problemas q e se le presentan hoy a la economía.
Y,
n
«la
natu-
raleza y las causas de la riqueza de las naciones» es el de los fac-
tores y condiciones
de arrollo económico, cuya importancia es
primordial tanto para los países desarrollados c o para los otros,
e también tienen q e af ontar las cuestiones de la tasa de cre-
 
a perspectiva dinámica dentro del contexto de la sociedad global.
L o s problemas de distribución, en principio limitados a un análisis
de los determinantes de la remuneración por unidad e fa s e
producción, está siendo ampliado ahora hasta incluir los
sistemas
planificación es la consecuencia
de los cambios ocurridos en
los sistemas políticos y sociales después de o que Myrdal ha llamado
«el interludio
laissez faire».
Como on c n a de las vicisitudes r las que ha pasado, no
tendría nada de extraño que el capítulo sobre la economía fuera
parcial en el sentido de incompleto, i o o es ya n su inspiración
inicial, y esto se debe sobre todo a que ha sido deliberadamente
orientado hacia problemas que se consideran esenciales para el futuro.
Su mayor novedad estriba quizá en la insistencia puesta n situar la
economía dentro del sistema de las ciencias sociales y en destacar
sus relaciones estrechas e indispensables o sólo ron la cibernética,
la teoría de las decisiones y los métodos matemáticos, o también
Con el conjunto de la sociología, la ciencia política, la psicología,
la demografía y hasta
El último capítulo está consagrado a las dimensiones interdisci-
plinarias de la investigación. L o s capítulos anteriores se habían ocu-
pado de algunas de las principales disciplinas
de
las ciencias sociales,
poniendo e manifiesto s numerosos la s e se extienden entre
unas y s de aquellas ramas, así como, en cierta medida, entre
y las ciencias exactas y naturales. Se trata ahora e abordar el
análisis de estas interconexiones en sí mismas y de explorar dos
campos privilegiados donde las tendencias interdisciplinarias h n
demostrado tener aplicaciones particularmente prometedoras. Este
s e e manifiesto esa característica de las ciencias sociales
modernas que las empuja a unir sus esfuerzos para afrontar el examen
de problemas abordados simultáneamente desde diferentes ángulos
y con ayuda de métodos convergentes.
Tales
plinaria
y
de los mecanismos co mu ne s que Jean Piaget aborda en
un capítulo de gran interés epistemológico. El autor parte e la
constatación de que - d a d a s la jerarquía de disciplinas y
la filiación
la investigación interdisciplinaria n el terreno de las ciencias natu-
rales e impuesta, digámoslo así, por la naturaleza de las cosas:
situación co e di a a la de las ciencias sociales, ,
en primer lugar, o parece posible establecer n orden jerárquico
entre las diversas disciplinas, y en ndo lugar, el encasilíamiento
c<trágico» la enseñanza de disciplinas
en
la tarea de establecer
tos altamente deseables. Situándose a n o nivel e abstracción,
Jean Piaget sugiere que en las s , l e en la
biología, existen nociones fundamentales y convergentes: estructuras
o formas de organización, funciones, fuentes e valores ualita i-
vos o energéticos y significaciones, o s a a posición
central en este capítulo.
e interdisciplinario
estará entonces en función del empleo de estas nociones por parte de
las diversas cienci s, pues s precisamente en torno a estas «rea-
lidades comunes» donde se agrupan
o
Se ha expresado ierto escepticismo y n razón- acerca de
e aquellos especilistas de las ciencias sociales c o interés se
centra no tanto en cuestiones de meta-metodología c mo en los
problemas e pl ntea
No sólo
atribuir a esas
nociones en la medida en e están divorciadas de n contexto expe-
rimental, sino también argüirán seguramente q e su labor intelectual
discurre n dirección inversa a la que acabamos de describir: para
estos especialistas, e interdisciplinario parte de un nivel
de
xpresando o mismo de un mo o
más preciso: dichos especialistas v n n la abstracción la consecuen-
cia
resultado de la investigación empírica concreta.
r a parte,se r a ir que un o no concreto
-la familia, or ejemplo- puede r simultáneamente a varias
disciplinas (sociología, psicología, , demografía, e ) cuyos
resultados y hallazgos se yuxtaponen y adicionan en primer lugar,
antes
de
prestarse
a
n , distinguir a
disciplinario» -al cual pertenecen s enfoques concretos- y la
investigación me e «interdisciplinaria» e exige l nivel de
abstracción al cual se remonta Piaget, pues aquí no e trata ya
de simple colaboración, sino de la búsqueda de mecanismos comunes.
H e aquí el escenario para u debate apasionante que -así al
s o esperamos- proseguirá después de la publicación de esta
obra y cuyos resultados y desarrollo acaso tengan consecuencias
incalculables para la investigación interdisciplinaria. Co nc s
que, tal vez, vengan a establecer, en oposición al progreso ertial
por reducción, e en s generales parece ser el
propio de las
del
 
PRESENTACION
Las tres partes que constituyen la primera de este libro * forman
un todo,pese a que son reproducción
de tres capítulos separados y
correspondientes a s rúbricas «Introducción», «Capítulo III» y
«Capítulo VII» del vasto estudio publicado por a : Tendan-
ces principales d e la recherche dans les sciences sociales et humaines.
Premiere partie: Sciences sociales Mouton/Unesco, 1970).
Las t s form n un todo porque se r a en cada u a de ellas de
a reflexión esencialmente epistemológica d gi , e a parte,
a caracterizar esa especie particular
del
conocimiento que es común
a s diferentes ciencias del hombre y, de a, a ompr nder s
en función
una tendencia que nosotros creemos que es general
-o á llamada a serlo algzín día- y que denominariamos eestruc-
turalismo genético» considerando, por lo demás, que este mo o
e interpretación se está aplicando a r de los análisis biológicos,
tan importantes, de hecho o n potencia, para todas s ciencias
del
I hombre). Tanto si se trata de a situación de estas ciencias del hom-
bre en el sistema de s ciencias Introducción), o de los meca-
nismos comunes que se reflejan n s investigaciones interdiscipli-
narias Capítulo 2) o incluso de a psicología en sí misma Capí-
tulo l , se volverán a encontrar e s s preocupaciones, no
siendo la psicologb sino un ejemplo entre otros c s ibles de
*- Véase la Nota del editor, págs. 9-10.
40
Presentación
41
lo que es el modo de conocimiento común a todas las ciencias; de él
se tratará en las Secciones I y II.
Ahora bien, para hacernos entender interesa precisar desde ahora
una pequeña cuestión de terminología, que con razón puede parecer
secundaria, pero que podría ser fuente de equivocos si no se hiciera
mención de ella. Por razones cuya pertinencia no es necesario en-
carecer, la Unesco ha dado como subtítulo del grueso volumen del
que forman ar e nuestros estudios «Primera Parte: ciencias sociales»,
aun cuando la psicología comporta, naturalmente, otras dimensiones
que no son colectivas.Por otro lado, la «Segunda Parte» del estudio
llevará como título «Ciencias humanas» y tratará de las disciplinas
jurídicas, históricas, filosóficas, tc. Además, ni que decir tiene que
el término «ciencias» no podría presentar la misma significación en
estas dos obras. La obra que nos ocupa, que se refiere a la sociolo-
gia, la ciencia económica, la lingüística, etc., as