Tendencias Del Movimiento Ambiental en Centroamerica

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  • Aproximaciones, caracterizacin y tendencias del movimiento ambiental en Centroamrica

  • APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    Margarita Hurtado P.Irene Lungo R.Compiladoras

    GUATEMALA, ABRIL 2007

  • Publicacin de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Guatemala, con el apoyo de la Fundacin FORD, Real Embajada de Noruega y Conservacin Internacional.

    Se autoriza su reproduccin parcial o total, siempre y cuando se cite la fuente.

    Diseo de portada: Hugo de Len Prez

    El contenido de los trabajos incluidos en esta publicacin, no necesariamente refl ejan el punto de vista de FLACSO-Guatemala, de la Fundacin FORD, de la Real Embajada de Noruega y de Conserva cin Inter-nacional.

    ISBN: ???????

    3a. calle 4-44, zona 10, ciudad de Guatemala; Tel. PBX: 2414-7444www.fl acso.edu.gt

    EditorialdeCienciasSociales

  • 5APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    NDICE

    INTRODUCCINUna mirada regional / 9 El contexto socio-ambiental / 11 Gestin ambiental / 14 Los movimientos ambientalistas / 18 El ambientalismo reciente (1990-2006) / 22 Tipologa de organizaciones / 24 Caracterizacin y tendencias de los movimientos ambientalistas a nivel regional / 26 Hacia dnde van los movimientos ambientalistas centroamericanos? / 31

    OBJETIVOS Y METODOLOGA DE LA INVESTIGACIN / 35 Introduccin / 41

    CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN GUATEMALA / 41 1.Contexto socio ambiental / 43 2. Marco legal e institucionalidad ambiental / 48 3. Legislacin que promueve la participacin ciudadana / 53 4. Marco conceptual / 55 7. Breve resea de los movimientos ambientalistas / 59 8. Tipologa de las organizaciones ambientalistas / 67 9. Caractersticas y tendencias de los movimientos ambientalistas / 74 10. Refl exiones fi nales / 96Bibliografa / 103Siglas utilizadas / 104

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    CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL ACTUAL EN CENTRO AMRICA: CASO HONDURAS / 111Presentacin / 111 1. Presiones a los recursos naturales y confl ictos socio ambientales / 111 1.1 Tierra y suelos / 112 1.2 Prdida y conversin de la cobertura boscosa / 113 1.3 Recursos hdricos / 115 1.4 Recursos mineros e hidrocarburos / 117 1.5 Recursos marino costeros / 118 1.6 Vulnerabilidad socio ambiental / 119 2. Marco institucional y legal relativo al tema ambiental / 121 2.1 Mecanismos de consulta, asesora o de participacin ciudadana? / 123 3. Espacio conceptual de los movimientos sociales / 126 3.1 Conceptualizacin del movimiento social ambiental / 127 4. Resea del movimiento social ambiental en Honduras / 128 4.1 Los viejos movimientos sociales / 128 4.2 Emergencia de los nuevos movimientos sociales en Honduras / 129 4.3 Resea de los orgenes del Movimiento Social Ambientalista hondureo / 129 5. Expresiones de acciones colectivas ambientales / 137 5.1 Acciones colectivas de la dcada del 90 / 137 5.2 Acciones colectivas ambientales: Perodo 2000-2006 / 142 5.3 Acciones colectivas ambientales promovidas o apoyadas desde el gobierno / 156 5.4 Otros movimientos supranacionales / 159 6. Tipologa de las organizaciones del movimiento social ambiental en Honduras: una primera aproximacin / 159 6.1 Ambientalistas / 160 6.2 Etnoecologistas / 162 6.3 Ecologismo de base comunal / 163 6.4 Enverdecidas / 164 6.5 Ambientalismo paraestatal / 167 7. Caractersticas y tendencias del movimiento social ambiental / 168 7. 1 Formas de organizacin / 168 7.2 Identidades mltiples / 169 7.3 Conectividad, comunicacin, articulacin y coordinacin / 170 7.4 Temas relevantes de lucha en las acciones colectivas ambientales / 175 7.5 Construccin de redes sociales verticales y horizontales / 176 7.6 Articulacin de ONG de derechos humanos con los MSA / 177

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    7.7 Emergencia del ecologismo de base comunal / 178 7.8 Capacidad y durabilidad de las estructuras de incidencia del MSA / 180 7.9 El aporte de la cooperacin internacional / 181 7.10 Desvinculacin de partidos polticos / 183 8. Refl exiones fi nales / 184Bibliografa / 188Siglas utilizadas / 195

    EL MOVIMIENTO SOCIOAMBIENTAL EN NICARAGUA / 201Introduccin / 201 1. El contexto socioambiental 201 2. Polticas pblicas, leyes ambientales y participacin ciudadana / 221 3. Breve resea del movimiento ambientalista / 226 4. Tipologa e inventario de las organizaciones con incidencia socioambiental / 234 5. Refl exiones fi nales / 235Bibliografa / 240Siglas y abreviaturas / 244Listado de las entrevistas / 246

    Bosque, agua y lucha. Movimientos ambientalistas en Costa Rica / 249Introduccin / 249 1. Perfi l general de la situacin ambiental en Costa Rica / 252 1.1 Economa abierta y biodiversidad / 252 1.2 El agua despreciada y preciada / 255 1.3 Los problemas de la contaminacin / 257 1.4 Polticas y leyes reguladoras del ambiente / 259 1.5 El concepto de participacin ciudadana del Estado / 260 2. El movimiento ambientalista costarricense: estructuras y acciones / 262 2.1 Ensayos tipolgicos / 266 2. 2 Una propuesta tipolgica / 269 2.3 Expresiones y luchas ambientalistas / 274 2. 4 Despus del Combo, Qu ha pasado? / 287 2.5 El tema indgena y su relacin con la conservacin / 295 2.6 Refl exiones y discusiones en torno a la existencia o no de un movimiento ambientalista costarricense / 299 3. Conclusin / 303Bibliografa / 310Siglas y abreviaturas / 317

  • 9APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    Las primeras voces de alerta y los primeros brotes asociativos en torno a daos ambientales y el impacto de la contaminacin en la salud humana se produjeron en Centroamrica a comienzos de la segunda mitad del siglo XX. Acadmicos, profesionales y grupos principalmente de origen urbano, infl uidos signifi cativamente por las corrientes naturalistas mundiales de la poca, encontraban cauce a sus inquie-tudes e iniciativas a travs de la divulgacin nacional de los problemas, la apertura de espacios acadmicos, la bsqueda de incidencia en la gestin gubernamental y poste-riormente, en los preparativos de la participacin de cada pas en eventos mundiales. De entonces a la fecha, tanto a nivel mundial como regional, la preocupacin y el in-ters por el tema ambiental ha crecido y hoy la crtica situacin y la tendencia hacia su profundizacin ha provocado el desarrollo de movimientos ambientalistas, entendidos como formas de accin colectiva que surgen y se desarrollan frente a la confl ictividad socio ambiental. Para el caso centroamericano, esto sucede cuando a fi nales de la se-gunda mitad de la dcada de los ochenta, se abren nuevos espacios polticos que dan cabida a expresiones sociales y reivindicaciones sobre una gama ms amplia de tem-ticas, dentro de la cual cabe el tema ambiental.

    La relacin entre ambiente y sociedad no puede comprenderse al margen de los modelos econmicos imperantes en cada uno de los pases, ni de ciertos acontecimien-tos contemporneos cruciales que en buena medida devienen de las polticas impulsa-das por los gobiernos y/o son impuestas desde los poderes transnacionales. En todos los pases de la regin se observan consecuencias negativas tanto a partir de las medi-das de ajuste estructural adoptadas en los aos 90 como en la actualidad, a partir del avance de las medidas neoliberales asociadas al libre mercado. stas, aunque pudieran signifi car un crecimiento econmico en los pases, han profundizado las desigualdades sociales sin que signifi quen desarrollo y han profundizado el proceso continuo de em-pobrecimiento de una porcin considerable de su poblacin y tienden a la degradacin acelerada del ambiente y de los recursos naturales. Existe una peligrosa relacin entre los altos niveles de degradacin y deterioro ambiental, la creciente pobreza y la din-mica poblacional.

    El presente estudio ha buscado identifi car, caracterizar y visualizar las tendencias de lo que genricamente denominamos movimientos ambientalistas en Centroamrica. Para lograrlo, consideramos indispensable hacer una consideracin regional del estado

    INTRODUCCINUNA MIRADA REGIONAL

    Margarita HurtadoCoordinadora del Proyecto

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    actual de la confl ictividad social en torno al ambiente y los recursos naturales, conside-rando que se es el marco en el cual pueden explicarse tanto las condiciones polticas en torno al tema (bsicamente la gestin ambiental), como las distintas expresiones de accin colectiva. Interesaba acercarnos al panorama completo, lo cual signifi ca-ba conocer de manera particular cules son los actores en el mbito ambiental, tanto nacionales e internacionales, presentes en la regin y en cada pas. As tambin, qu relacin existe entre tres factores fundamentales a nivel nacional, regional y global: los gobiernos, la iniciativa privada y los distintos sectores de la sociedad civil.

    El estudio de los movimientos sociales en Amrica Latina y en la regin contina siendo de especial inters en los crculos acadmicos. No obstante, los movimientos sociales pueden estudiarse especfi camente desde las temticas que abordan y en ese sentido, hace falta realizar ms estudios sobre el tema particular del movimiento socio-ambiental. Para ello, nos pareci adecuado un abordaje regional ya que la existencia de los distintos ecosistemas y otros factores como el poblacional, no se circunscriben a los lmites poltico-administrativos delimitados por las fronteras de cada pas centro-americano. Un abordaje regional puede permitir no slo un conocimiento ms preciso de la situacin ambiental, sino una mejor y ms efi caz gestin.

    Desafortunadamente, los recursos del proyecto no fueron sufi cientes para cubrir la totalidad de pases de Centroamrica, por ello lo que estamos presentando se refi ere a las investigaciones realizadas en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Sin embargo, al anlisis regional sobre la situacin ambiental, incorporamos informacin y consideracio-nes que se hacen sobre El Salvador, en otros estudios regionales.1

    El contexto socio-ambientalEl informe GEO2 afi rma que casi dos terceras partes de la regin centroa mericana se encuentran en estado crtico, en trminos ambientales, y en situacin de pobreza cre-ciente la mayor parte de su poblacin. La situacin al interior de la regin se desarrolla de manera desigual y existen pases como Costa Rica, que tienen condiciones menos extremas. Sin embargo, en trminos generales puede decirse que esta situacin de deterioro continuado contrasta con la riqueza que caracteriza a la regin, ya que sta an cuenta con altos niveles de biodiversidad, a partir de su variedad de ecosistemas, especies y material gentico.

    Adems, la regin presenta una alta vulnerabilidad frente a desastres como hu-racanes, tormentas, terremotos, etc.; situacin que aumenta en la medida en que el proceso de deterioro del ambiente y los recursos naturales contina sin que exista una poltica y una cultura de previsin de desastres que permita actuar oportunamente para

    1 GEO, 2004; Prisma, 2002.2 GEO Centroamrica, perspectivas del medio ambiente 2004. PNUMA, CCAD.

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    reducir al mximo sus efectos destructivos; los cuales recurrentemente golpean princi-palmente a los sectores ms marginados y desposedos de los pases.

    Pueden identifi carse como los elementos inmediatos que ejercen ms presin so-bre el ambiente y los recursos naturales en la regin: el comportamiento demogrfi co (ritmo de crecimiento, ubicacin territorial y creciente demanda de bienes y servi-cios) y la expansin de la frontera agrcola y ganadera, lo cual sucede especialmente en Guatemala, Honduras y Nicaragua. Sin embargo, hay problemas estructurales de fondo que contribuyen a explicar estas dinmicas, como son los histricos problemas agrarios y los cambios en los usos del suelo, tanto para actividades agrcolas como para actividades ganaderas y agroindustriales. La tenencia de la tierra es fuente de confl ic-tividad social y puede observarse en los distintos pases y reas al interior de stos, nuevos procesos de concentracin o reconcentracin de la tierra.

    La continua deforestacin sigue siendo un grave problema para la regin, a pesar de que se observa en algunos pases, programas y proyectos para revertir esta situa-cin. Adems del problema de la prdida de cobertura boscosa, pareciera ser que existe una preocupacin creciente por el recurso hdrico. Adems del deterioro de cuencas, se sealan serios problemas de gestin del recurso y de contaminacin. Hay inequidad en el acceso, crendose confl icto por el desigual uso del recurso por parte de industrias, fi ncas agrcolas, ganaderas y agroindustriales, as como de proyectos mineros frente a poblaciones locales, que en ocasiones no cuentan con el vital lquido o acceden a agua contaminada. Por otra parte, varios proyectos hidroelctricos han enfrentado el rechazo de pobladores cercanos en varios de los pases de la regin, debido a mltiples problemas que provocan en detrimento del abastecimiento de agua a la poblacin.

    El tema de las actividades extractivas de recursos no renovables -petrleo y mine-ra principalmente- ha cobrado relevancia en la regin tanto por las polticas entreguis-tas de los gobiernos frente a las grandes empresas transnacionales, que no slo saquean los recursos sin aportar benefi cio a nuestros pases, sino tambin por el impacto socio ambiental que provocan. Importantes acciones colectivas de oposicin han surgido en pases como Guatemala, Honduras y Costa Rica.

    Los recursos marino-costeros parecieran ser los ms desatendidos en la regin. En varios pases centroamericanos se han producido problemas con empresas cama-roneras y de pesca que explotan muchas veces sin control, los recursos y destruyen o daan irreversiblemente especies de fl ora (como el mangle en la costa del Pacfi co) y fauna, generando confl ictos con los pescadores artesanales de subsistencia. Principal-mente en Guatemala y Honduras.

    Existe el problema de los desechos slidos y la contaminacin asociada a stos. Lo cual est relacionado tanto a los problemas del crecimiento acelerado, desordena-do y no planifi cado de los centros urbanos, como a la contaminacin provocada por las industrias. En todos los pases ha habido expresiones de disconformidad social en

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    torno al tema y en el caso costarricense se manifi estan dinmicas particulares; el turis-mo es un componente esencial del modelo econmico actual que ha generado nuevos fenmenos y causado nuevos impactos socioambientales. El incremento de la industria del turismo ha provocado un creciente problema con el manejo de la basura y otros desechos.

    Frente a los problemas y riesgos ambientales, situacin que no puede explicarse sin considerar las condiciones estructurales que se han confi gurado histricamente en nuestros pases, existe una debilidad institucional y una falta de voluntad poltica de conservar y regular el uso sostenible de los recursos de manera decidida y sostenida, lo cual permite que la situacin siga agudizndose. En los hechos y en la prctica obser-vamos en unos pases ms que en otros, una distancia entre el marco institucional, legal y de polticas formales y lo que verdaderamente est sucediendo. En algunos pases y en determinadas regiones, podemos caracterizar la situacin como de anomia am-biental, corrupcin estatal y altos niveles de impunidad. En algunas regiones, crece el poder de sectores econmicamente fuertes, muchas veces ligados a actividades ilcitas, como el narcotrfi co y la tala ilegal de madera. La institucionalidad ambiental existen-te est rebasada por la problemtica. El tema ambiental no cuenta con la asignacin presupuestaria necesaria ni se ha incorporado como un eje en todas las instituciones y organismos del Estado, lo cual al suceder, podra darle coherencia a la gestin ambien-tal, dando adems posibilidades de coordinacin de esfuerzos interinstitucionales.

    Tambin existen problemas de enfoque en la gestin ambiental, habiendo en al-gunos pases un nfasis desmesurado en los aspectos tcnicos, por encima de los as-pectos sociales y polticos. Un ejemplo lo constituye la declaracin de reas Protegi-das para la conservacin del ambiente y los recursos naturales, que en muchos casos no ha tomado sufi cientemente en cuenta a las poblaciones que habitan en ellas. Algunas de estas mismas reas estn hoy ms amenazadas que nunca por grandes proyectos transnacionales como los que incluye el Plan Puebla Panam -PPP- y concesiones a empresas extractivas de petrleo y otros minerales; as como por sectores econmicos muy poderosos ligados a la ganadera o en algunos casos, a los negocios ilcitos.

    Como parte del contexto, es importante anotar que en pases como Guatemala, Honduras y Nicaragua, el tema de la cosmovisin y los derechos territoriales de los pueblos indgenas ha cobrado importancia. Por un lado, existe la lucha de stos para exigir que sean respetados los derechos establecidos en el Convenio 169 de la OIT y que se reconozca que les corresponde a ellos decidir el uso de los recursos naturales en sus territorios. Por otro lado, existen contradicciones entre el asentamiento de poblaciones indgenas en territorios que coinciden con las reas protegidas para la conservacin de los recursos.

    Hay situaciones y confl ictos que trascienden las fronteras poltico-administrati-vas de los pases que conforman la regin. En torno al recurso agua, pueden citarse los casos de: Guatemala y Mxico con respecto al ro Usumacinta; El Salvador y Hondu-

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    ras con el ro Lempa; y, Costa Rica y Nicaragua con respecto al ro San Juan. El estudio del manejo, control, acceso y uso de recursos como stos, implica reconocer y analizar la territorialidad vivida desde las poblaciones locales y los intereses nacionales.

    Gestin ambientalFormalmente, se defi ne la gestin ambiental como un proceso que est orientado a resolver, mitigar y/o prevenir los problemas de carcter ambiental, con el propsito de lograr un desarrollo sostenible, entendido como aquel que le permite al hombre el desenvolvimiento de sus potencialidades y su patrimonio biofsico y cultural y, ga-rantizando su permanencia en el tiempo y en el espacio. Por nuestra parte, la gestin ambiental incluye adems de las reas normativas y legales desde los gobiernos y el mbito internacional, el abordaje integral de la problemtica desde un enfoque de desa-rrollo social y con la participacin de los distintos sectores que componen la sociedad y muy particularmente de las poblaciones que habitan los distintos territorios.

    Desde los gobiernos, la gestin ambiental incluye la poltica que establece el rumbo o direccin de los asuntos ambientales a nivel internacional, regional, nacio-nal y local. El ordenamiento territorial forma parte tambin de este tipo de gestin y debera estar presente en la gestin ambiental para defi nir la distribucin de los usos del territorio de acuerdo con sus caractersticas y potencialidades. La evaluacin del impacto ambiental resulta fundamental pues a travs de sus acciones se permite esta-blecer los efectos de proyectos, planes o programas sobre el medio ambiente, as como elaborar medidas correctivas, compensatorias y protectoras de los potenciales efectos adversos.

    La legislacin ambiental en los pases de la regin se enmarca en las Constitu-ciones Polticas como estatuto fundamental que prima sobre cualquier otra ley. En la legislacin, podemos diferenciar tres niveles: la legislacin propiamente ambiental, la sectorial con relevancia ambiental y la legislacin comn de relevancia ambiental. La primera contiene una visin amplia e integral sobre el ambiente, mientras que la sectorial pretende proteger algunos componentes, y la comn tiene incidencia casual en el factor proteccin.

    A excepcin de Costa Rica, en Centroamrica encontramos nuevas Constituciones Polticas en la dcada de los aos 80, lo cual coincide con el momento poltico que viva la regin y los esfuerzos nacionales e internacionales por poner fi n a los confl ictos arma-dos existentes y por sentar las bases para los procesos de transicin hacia la democracia. As, podemos apreciar que la Constitucin de Honduras fue promulgada en 1982, la de El Salvador en 1983, la de Guatemala en 1985 y la de Nicaragua en 1987. nicamente Costa Rica mantiene vigente su Constitucin, reformada en 1961.

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    Las Constituciones de la regin identifi can el deber del Estado y de la sociedad en la proteccin del ambiente y establecen la proteccin de ciertos componentes espe-cfi cos como la biodiversidad, la fl ora y la fauna silvestre, los recursos considerados nacionales como el agua, las reas naturales protegidas, entre otros.

    Aunque encontramos desde los aos 20 en la regin una serie de leyes sectoriales relativas a recursos como bosques, pesca y agua, la defi nicin de leyes macro sobre el tema ambiental empiezan a promulgarse en la regin a partir de mediados de la dcada de los aos 80. Todos los pases cuentan actualmente con leyes generales de ambiente y recursos naturales que rigen de manera holstica el tema: Guatemala, 1986; Hondu-ras, 1993; Costa Rica, 1995; Nicaragua, 1996 y El Salvador, 1998. Sin embargo, el grueso de leyes sectoriales se promulgan en la regin en la dcada de 1990: leyes fo-restales, de minera, de energa, de hidrocarburos, de conservacin de la vida silvestre, reas protegidas y parques nacionales. Esto puede explicarse como parte de la creacin de espacios polticos de la poca, en la que era posible incorporar nuevas demandas sociales como las ambientales.

    Este proceso de construccin de una legislacin ambiental ha requerido de la for-mulacin de polticas ambientales y de la creacin de instituciones e instrumentos que permitan su aplicacin. Para el ao 2000, todos los pases en la regin contaban con entes rectores como Ministerios y Secretaras de Ambiente, habiendo tenido procesos distintos, ya que varios pases contaron primero con las fi guras de comisin o consejo nacional. A la fecha, el nico pas que cuenta con un solo Ministerio para los temas de Ambiente, Minas y Energa es Costa Rica. A su vez, todos los dems pases cuentan con instituciones especfi cas para la aplicacin de las Polticas Sectoriales (tema fores-tal, reas protegidas, etc.).

    En el plano internacional, los pases de la regin han participado en espacios ambientales de importancia y han fi rmado una serie de convenios y tratados interna-cionales en materia de proteccin del ambiente. No obstante, aunque se reconoce que la dinmica mundial a favor del ambiente y los recursos naturales ha jugado un papel positivo e impulsor en los pases de la regin, an existe cierta incoherencia entre los instrumentos internacionales, las normas jurdicas nacionales y su aplicacin.

    A nivel regional, existe la Comisin Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) la cual fue creada a partir de la Cumbre de Presidentes centroamericanos ce-lebrada en 1989. Uno de los logros ms signifi cativos en ese marco, fue la adopcin, en 1994, de la Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible (ALIDES), una estrategia orientada a construir un modelo de desarrollo sostenible desde un enfoque integral que incluye lo poltico, lo econmico, lo social y lo ambiental. El Plan Am-biental de la Regin Centroamericana (PARCA), aprobado en 1999 por los Ministros de Ambiente, ha sido uno de los principales instrumentos para orientar el trabajo en estos temas. Con la sociedad civil organizada, despus de una serie de desencuentros y

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    confl ictos, los gobiernos han intentado establecer un mejor dilogo, creando espacios para la participacin social entre ellos, el Foro Permanente de la Sociedad Civil (en la CCAD), el cual ahora ha evolucionado al Foro Centroamericano de Sociedad Civil de Ambiente y Desarrollo.

    En el ao de 1996 se suscribi un Convenio de Cooperacin entre la CCAD y el gobierno de los Estados Unidos, representado por la USAID, con el propsito de apoyar los compromisos establecidos en la Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sos-tenible (ALIDES), principalmente en lo relacionado a temas de biodiversidad, legisla-cin ambiental y prevencin de la contaminacin. Lo anterior dio origen al Programa Ambiental Regional para Centroamrica (PROARCA), implementado en su primera fase en el perodo 1996-2001 y en su segunda para el perodo 2002-2007. El objetivo es-tratgico de este programa ha sido mejorar el manejo ambiental en el Corredor Biol-gico Mesoamericano, que abarca la Biosfera Maya, el rea del Trifi nio y la regin de conservacin del Sarstn y el Motagua. Adems, abarca el tema de la armonizacin de la legislacin ambiental que se ejecuta a travs de la CCAD, con el apoyo de la Agencia de Proteccin Ambiental de los Estados Unidos (US-EPA).

    Por otro lado, de manera particular se estudi el marco legal existente en cada uno de los pases de la regin, que promueve y facilita la participacin ciudadana, encontrando que a partir de la dcada de los aos noventa acompaan los procesos polticos de apertura, una serie de normas en ese sentido. Adems de lo establecido en cada una de las Constituciones, hay leyes de desarrollo, de descentralizacin y hasta de participacin ciudadana que formalmente abren los espacios a las comunidades, a las organizaciones de la sociedad civil y a otros sectores acompaantes (como las ONG) para participar en mbitos polticos y a veces tcnicos a distintos niveles: municipal, regional y nacional. Tambin existen espacios creados legalmente, a partir de leyes y reglamentos de distintas instituciones ambientales u organismos sectoriales. As, al-gunas ONG participan actualmente a travs de representantes en Juntas Directivas de algunas entidades del Estado, y desde los gobiernos se desarrollan algunos programas de educacin y capacitacin en los que colabora este sector.

    Por la importancia que reviste el tema de los pueblos indgenas en la regin, es in-teresante apuntar que solamente tres pases (Honduras, 1995; Guatemala, 1996 y Costa Rica, 2001) han ratifi cado el Convenio 169 de la OIT. Para aquellos pases que lo han hecho, esto supone el compromiso de los Estados de respetar los derechos colectivos de los pueblos indgenas en cuanto al uso de los recursos naturales en sus territorios, as como el compromiso de respetar el proceso de consentimiento informado y el me-canismo de la consulta de buena fe. Es de hacer notar, que el Convenio 169 implica un sustancial avance en orden a los derechos colectivos de los pueblos indgenas en cuanto incorpora el reconocimiento directo e inmediato de la institucionalidad de estos pueblos, su territorialidad, y supone un freno a la mera concepcin de lo indgena des-de la ptica de los derechos individuales. Sin embargo, a la fecha, pareciera ser que en

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    la regin no se ha dado un espacio adecuado ni generalizado para la consulta a estos pueblos.

    Es interesante analizar que ms all y a pesar de la existencia de las normativas legales en la regin y de la presencia de entidades especiales para la aplicacin ad-ministrativa de la misma, el deterioro ambiental contina en la mayora de los pases centroamericanos. Adems de los problemas estructurales histricos que han determi-nado un modelo de desarrollo especfi co e intereses y lucha de poderes particulares por encima de los intereses nacionales, los crecientes problemas relacionados con la falta de un desarrollo sostenible hacen de alguna manera inviable la aplicacin de las leyes; ms an si a esto le sumamos que las propias leyes presentan defi ciencias, adems de que se enfrentan obstculos administrativos y judiciales.

    Puede concluirse diciendo que se reconocen avances importantes en trminos legales, institucionales y administrativos en la regin, pero que muchas veces quedan en el plano formal y no de aplicacin. Reiteramos que los avances y problemas son desiguales entre los pases de la regin y en algunos casos esas diferencias se dan al interior de los mismos.

    Los movimientos ambientalistasAl analizar los antecedentes del ambientalismo en Centroamrica, es relevante des-tacar el papel jugado por la academia en su desarrollo, as como la incidencia de las tendencias naturalistas y conservacionistas que an hoy se expresan en muchas orga-nizaciones ambientalistas nacionales y regionales. En esa lnea, los primeros esfuerzos organizativos en torno a temticas ambientales en la regin fueron de la mano con la creacin de las primeras escuelas agrcolas y biolgicas, y las primeras leyes naciona-les relacionadas con la temtica ambiental, especfi camente con el manejo de ciertos recursos estratgicos: (Guatemala: Ley de parques nacionales en 1955; Honduras: Ley de pesca en 1959; Nicaragua: Ley de caza, 1956 y la Ley de emergencia sobre apro-vechamiento racional de bosques, 1966; Costa Rica: Ley de delimitacin de reas de pesca en 1948, Ley de conservacin de la fauna silvestre en 1956, Ley forestal en 1969 ).

    En la dcada de 1960 surgen en la mayora de los pases de la regin, actores de la sociedad civil preocupados por los recursos forestales y las reas silvestres en sus respectivos pases. Entonces se conforman las primeras organizaciones ambientalistas en Costa Rica, Honduras y Guatemala y se llevan a cabo una serie de inventarios sobre especies biolgicas tanto nacionales como a nivel centroamericano, develando una clara tendencia naturalista muy a tono con la poca.

    La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, cele-brada en Estocolmo en el ao 1972, signifi c un importante impulso para las nacientes

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    organizaciones ambientalistas en Centroamrica. La Conferencia no solamente llam la atencin mundial sobre la gravedad de la situacin ambiental, sino que impuls a los grupos de sociedad civil a involucrarse plenamente en preparar la participacin de sus pases y a dar seguimiento a lo establecido por sus gobiernos, en la Declaracin de Es-tocolmo; la cual introdujo en la agenda poltica internacional la dimensin ambiental como condicionadora y limitadora del modelo tradicional de crecimiento econmico y del uso de los recursos naturales. Durante esa misma dcada, hubo muchas iniciativas desde la sociedad civil para crear institucionalidad ambiental en los pases de la regin, sin embargo muchas de estas propuestas tuvieron que esperar largos aos antes de ser consideradas por los gobiernos respectivos.

    En aquella poca, los grupos ambientalistas de la regin estuvieron caracterizados por su origen urbano y su sesgo acadmico. No es casual que en Guatemala, Honduras y Costa Rica se desarrollaran las carreras universitarias de biologa y se promovieran los museos de historia natural. Este carcter fue desarrollndose hacia el impulso de las primeras acciones colectivas en contra de compaas transnacionales. Por ejemplo, en un juicio promovido por intelectuales ambientalistas, el Estado guatemalteco gan un juicio en contra de la compaa petrolera Shell por contaminacin, mientras que en Costa Rica se desarroll un fuerte movimiento con amplia base social en contra de una trasnacional de aluminio, las histricas jornadas contra ALCOA.

    Hacia fi nales de dicha dcada y comienzos de los aos ochenta, la mayora de pases en la regin se encontraban conmocionados por confl ictos armados y guerras civiles. En Nicaragua daba inicio la era sandinista, mientras que en El Salvador y Gua-temala la represin y el confl icto tomaron dimensiones inusitadas, por lo que en ambos pases cualquier tipo de expresin civil de descontento protagonizada en ese momento principalmente por organizaciones campesinas, obreras y estudiantiles, era fuertemen-te reprimida. En el caso de Honduras, aunque no se desencaden un confl icto armado, s se experiment altos niveles de represin social frente al temor, por parte de las autoridades, del surgimiento de luchas revolucionarias como las que caracterizaba a sus pases vecinos.

    Cabe aclarar que pese a los altos niveles de represin, el sector ambientalista en estos pases no fue uno de los sectores ms golpeados. En el caso guatemalteco, inclu-so un buen nmero de estos ambientalistas histricos estuvieron en varias ocasiones aliados a los gobiernos y no se involucraron directamente en los procesos de luchas populares. As vemos en Honduras, que desde la dcada anterior surge la Asociacin Hondurea de Ecologa impulsada por maestros y alumnos de la carrera de biologa, la cual perdur hasta la dcada de los aos noventa, logrando mantenerse activa durante dos dcadas, incluso durante los aos ochenta. Los cuerpos de paz (estadounidenses) se integran a dicho esfuerzo, suceso que incidi en la dinmica propia de la asociacin ambientalista hondurea durante ese perodo.

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    En ese momento de la historia reciente, se manifestaron dinmicas propias en dos pases que difi rieron de la tendencia general centroamericana. En primer lugar Nicara-gua, donde el movimiento sandinista incorpor a los otros movimientos sociales en su proyecto revolucionario a travs de las organizaciones de masas en un esfuerzo de confl uencia, donde se manifest un componente ambientalista muy relacionado con el tema agrario y forestal. Esto explica que durante la dcada que nos ocupa, no se desa-rrollaran brotes de ambientalismo separados del proyecto sandinista y que fuera hasta principios de los aos noventa, durante el gobierno de Violeta Vda. de Chamorro, que se diferenciara en el mbito pblico propiamente dicho, un ambientalismo.

    Costa Rica constituye la segunda excepcin a la tendencia regional, debido a que ese pas no enfrentaba procesos de lucha y represin como los que caracterizaron a sus vecinos y pudo por ello experimentar una vida poltica con relativos mrgenes de libertad; fue posible as que el desarrollo del movimiento ambientalista no se viera limitado por polticas de contrainsurgencia. Esto permiti la continuidad de las luchas y las formas de organizacin ambientalistas, las cuales durante esa dcada lograron impulsar el desarrollo de la institucionalidad ambiental y que las luchas ambientales se extendieran hacia los espacios locales, como por ejemplo, el caso de la lucha contra la construccin de un oleoducto en 1983.

    La publicacin del documento La Estrategia Mundial para la Conservacin (Nueva York, 1980), tambin fue un elemento de infl uencia en el ambientalismo mun-dial. Elaborado bajo el patrocinio y supervisin del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), de la Unin Internacional para la Conservacin de la Naturaleza (UICN) y del Fondo Mundial para la Vida Salvaje (WWF), este documento exploraba, bsicamente, las relaciones entre conservacin de especies y ecosistemas y el mantenimiento de la vida en el planeta y la preservacin de la diversidad biolgica, introduciendo por primera vez el concepto de desarrollo sostenible.

    Como ya se dijo, para fi nales de los aos ochenta, la tnica de los movimientos ambientalistas comenzaba a dar un giro en algunos pases centroamericanos; ya que luego de aos con altos niveles de confrontacin y de represin en contra de todo tipo de organizacin social, se produjeron procesos de cambio en la dinmica poltica de algunos pases de la regin, creando condiciones para que el sector ambientalista se fortaleciera notablemente. As, en Guatemala durante el perodo del Presidente Vinicio Cerezo (1986-1990) se da un fuerte impulso a la institucionalidad ambiental, mientras se desarrolla la primera movilizacin social con apoyo de Greenpeace, contra una em-presa transnacional extractiva en el pas: la petrolera El Ceibal. En Honduras aumen-tan signifi cativamente las organizaciones preocupadas por el ambiente y los recursos naturales.

    Esta tendencia se generaliza en la regin infl uida en gran medida por grandes eventos internacionales como el Informe Brundtland (Nuestro Futuro Comn), en

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    APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    1987 y la conferencia de Ro de Janeiro en 1992. Estos acontecimientos consolidaron la visin crtica del modelo de desarrollo adoptado por los pases industrializados e imitado por las naciones en desarrollo, conceptualizando el desarrollo sostenible como el modelo de desarrollo que atiende las necesidades del presente sin comprometer la posibilidad de que las futuras generaciones atiendan sus propias necesidades. En ese sentido, Ro 92 tuvo el propsito de elaborar estrategias para detener e revertir los pro-cesos de degradacin ambiental y promover el desarrollo sostenible y ambientalmente racional (Agenda 21). Desde entonces el concepto de desarrollo sostenible pas a ser parte del discurso ofi cial y se asumi como discurso de las agencias de cooperacin, de muchos gobiernos y organizaciones de la sociedad civil.

    Otros factores polticos presentes en la regin en esa poca fueron la fi rma de los Acuerdos de Paz en El Salvador y Guatemala, as como la cada del rgimen sandinista; hechos que trajeron cambios signifi cativos en las relaciones polticas y sociales en la re-gin. Coinciden stos con una serie de polticas econmicas de ajuste estructural que se comenzaron a implementar en todos los pases de la regin para los aos noventa en diferentes niveles en cada uno. El cambio en la economa ha conllevado transforma-ciones en las tradicionales formas de produccin y en las formas de apropiacin y uso de los recursos naturales en los diferentes pases de la regin.

    Las anteriores condiciones polticas y econmicas nacionales e internacionales, ayudan a explicar el incremento de la organizacin en torno a lo ambiental de la dcada de 1990. Es entonces cuando se crearon la mayora de ONG ambientalistas que existen en Centroamrica en la actualidad y a partir de all se han incrementado signifi cativa-mente las luchas de carcter ambiental en todos los pases de la regin. En Nicaragua por ejemplo, surgi una amplia plataforma denominada Movimiento Ambiental Nica-ragense (MAN), que logr aglutinar a ONG, redes, ciudadanos notables y cientfi cos al-rededor del tema ambiental, enfocndose sobre todo en incidir en las polticas pblicas y en la creacin y fortalecimiento de la institucionalidad ambiental.

    Adems del notable aumento de formas organizativas ambientalistas, la dcada de los aos noventa produjo el enverdecimiento de muchas organizaciones de otros secto-res de la sociedad civil organizada: campesinas, de mujeres, indgenas, de desarrollo o de derechos humanos comenzaron a incorporar tangencialmente problemticas ambien-talistas a sus ejes programticos. Esta inclusin del tema se produjo tanto por iniciativa propia de las organizaciones, como por la infl uencia o condicionamiento de ciertos orga-nismos internacionales o de algunas agencias de cooperacin internacional.

    El ambientalismo reciente (1990-2006)Dentro del movimiento ambientalista de los ltimos aos se han desarrollado algunas caractersticas nuevas y se han producido algunos fenmenos novedosos. Un elemento que se desarroll en la dcada pasada, result de la articulacin de la visin indgena

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    con demandas ambientales, sobre todo a travs del vnculo con la territorialidad y la gestin local de los recursos naturales que se ubican en territorios indgenas.

    As tambin, dentro del espectro de los movimientos en general, el movimiento de derechos humanos se desarroll signifi cativamente en la regin a partir de la dcada pasada, sobre todo en los pases con historia reciente caracterizada por mltiples vio-laciones a los derechos humanos. As en Guatemala, Honduras y Nicaragua, se estre-ch el vnculo entre ambientalistas y activistas de derechos humanos, e incluso estos ltimos se han tornado en actores directos en diversas luchas ambientales recientes en la regin.

    Otra caracterstica es el carcter no-partidario que han tenido los movimientos ambientalistas en la regin, desde sus inicios; elemento que no se contradice con el hecho de que algunos ambientalistas u organizaciones trabajen de la mano con los gobiernos nacionales en diferentes momentos de la historia reciente, o que establez-can alianzas con organizaciones sociales o movimientos sectoriales, en determinadas circunstancias.

    Se observa la emergencia en toda la regin, de asociaciones locales que asumen el rol de actores directos en los movimientos ambientales, los cuales adquieren cada vez ms un carcter local y de bsqueda del desarrollo. Pareciera haber una tendencia de traspaso de profesionales urbanos, como actores privilegiados en los aos setenta hacia organizaciones ambientalistas y de carcter local en las dcadas ms recientes. Lo ante-rior no implica el desaparecimiento de la arena ambientalista de tradicionales y nuevos actores individuales o colectivos de profesionales principalmente urbanos. El espectro de actores que conforman los movimientos ambientalistas se ha ampliado y hoy vemos confl uir profesionales independientes y grandes organizaciones nacionales, junto a pe-queas organizaciones locales.

    Vale la pena resaltar la participacin y el peso que tienen actualmente en los temas ambientales las voces de periodistas y editorialistas, intelectuales y ciudadanos notables. La divulgacin de ciertos temas, la denuncia de problemas, la formacin de opiniones, la apertura de espacios de debate pblico y la incidencia poltica proviene muchas veces de este tipo de actores.

    Tipologa de organizacionesA manera de ensayo, en cada una de las investigaciones a nivel nacional se desarroll una propuesta de tipologa de las organizaciones relacionadas con el ambientalismo. Dicho ejercicio ha permitido conocer similitudes y diferencias en las formas organiza-tivas que se han generado en cada pas y ha puesto en relieve a los actores sociales que participan permanente u ocasionalmente y que dan vida a los movimientos sociales ambientalistas que nos ocupan.

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    APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    Hubo coincidencia en reconocer como un tipo de organizacin, a una gama de organizaciones ambientalistas, cuya razn de ser y el elemento central de su actividad lo constituye el tema del ambiente y los recursos naturales. Este tipo general resulta bastante heterogneo pues a su interior se encuentran diversidad de orgenes, fi nali-dades, tamaos, representatividad y formas de actuar. En los distintos estudios se les denomina estrictamente ambientalistas, ambientalistas y organizaciones de ca-bildeo e incidencia, pero todos tienen como punto central que son organizaciones que se especializan en los temas ambientales. Debido a dicha heterogeneidad, se hicieron algunos esfuerzos de subclasifi cacin tanto por su origen como por su papel frente al Estado, como fue el caso de Guatemala; como por el enfoque poltico e ideolgico, como lo fue en los casos de Honduras y Costa Rica.

    Un segundo tipo identifi cado de manera coincidente en los pases estudiados, se relaciona con organizaciones locales que reivindican el acceso, uso y/o conservacin de recursos naturales, o sea, la gestin comunitaria de sus recursos naturales. Estas for-mas organizativas aunque suelen ser locales, pueden trascender en ocasiones al mbito pblico regional, nacional e incluso internacional. Se trata adems, de organizaciones campesinas, urbanas o semiurbanas y en mltiples ocasiones indgenas que cuen-tan con una amplia base social en las comunidades. Se reconoce que algunas de estas organizaciones han participado en protestas sociales y participan como actores directos de los movimientos ambientalistas que se observan en la regin.

    Finalmente se pudo identifi car un tercer tipo de organizaciones sociales que aunque tienen como fi nalidad primordial otras temticas, se han enverdecido, en el sentido que han incorporado de alguna manera diversas reivindicaciones ambientales adicionales a sus ejes temticos rectores. Aqu destacan organizaciones de Derechos Humanos, campesinas, de desarrollo, indgenas, relacionadas con las iglesias, etc. que contando con una membresa y base social ms amplia, tienen diversidad de demandas socioeconmicas y culturales. En relacin con este fenmeno reciente, que podra ubi-carse en las dos ltimas dcadas, se ha sealado el peso de las agencias de cooperacin internacional que no solamente han infl uido sino que la mayora de veces, han impues-to el enfoque ambiental en los proyectos. Esto sin embargo, no implica que algunas de estas organizaciones no se hayan apropiado por s mismas de la temtica e inclusive se hayan convertido en actores destacados de los movimientos ambientalistas.

    Existen otras categoras que aunque no estn presentes en las tipologas propues-tas por todos los estudios a nivel nacional, dan cuenta de otras formas organizativas relevantes en el escenario actual. Adems, parecieran mostrar tendencias ms recientes de organizacin social en torno a los recursos naturales y a temticas ambientales. En este sentido, varios autores sealaron la importancia de una serie de organizaciones que han surgido a raz de iniciativas del Estado, con el fi n de ejecutar proyectos de co-manejo o gestin de determinados recursos naturales. Organizaciones incluidas en esta categora, denominada por los autores de distinta manera en cada pas: adhoc

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    (Guatemala), organizaciones creadas para el co-manejo (Nicaragua), organizaciones para estatales (Honduras) o ambientalismo de origen estatal (Costa Rica), pueden eventualmente trascender su origen proyectista y sumarse como actor social que busca incidir polticamente en la gestin pblica de recursos naturales. En el estudio sobre Guatemala, la categora de organizaciones adhoc, tiene una acepcin ms amplia, pues adems de incluir las iniciativas generadas desde proyectos del Estado, tambin com-prende aquellas formas organizativas que son generadas a partir de instancias interna-cionales y/o de agencias de cooperacin internacional.

    Otra forma de organizacin ambientalista que presenciamos en algunos pases centroamericanos la conforman aquellas organizaciones que relacionan las reivindi-caciones ambientales con los derechos indgenas, modalidad que se manifi esta sobre todo en pases con mayor proporcin de poblacin indgena y con movimientos indge-nas relativamente fuertes. Al respecto encontramos nominaciones para caracterizarlas, tales como etnoecologismo en el caso de Honduras y organizaciones no guberna-mentales indgenas en el caso de Nicaragua. Estas organizaciones suelen presentar caractersticas parecidas a aquellas organizaciones locales comunitarias que referimos previamente. Sin embargo, consideramos importante ubicarlas en una categora pro-pia, respetando la clasifi cacin de los distintos autores y reconociendo la importancia creciente de este tipo de organizaciones ligadas a derechos territoriales indgenas en la regin.

    Caracterizacin y tendencias de los movimientos ambientalistas a nivel regionalPara este estudio, el concepto de movimientos sociales adoptado es aquel que lo com-prende como una de las formas de accin colectiva, que lleva adelante redes ms o menos fl exibles de individuos, organizaciones y procesos sociales, que se defi nen a partir de sus prcticas discursivas y de valores, desde las cuales construyen una cierta identidad colectiva relativamente compartida y que actan sobre procesos sociales de carcter transformativo, a los cuales estn asociados. Son acciones colectivas muy incluyentes en trminos de pertenencias, tiempos y tipos de participacin manteniendo unidad a partir de una identidad colectiva que los hace reconocerse entre s y aportan-do subjetiva y objetivamente al impulso de sus acciones transformadoras, que pueden abarcar actividades de incidencia poltica, iniciativas legales, campaas de diversa na-turaleza, hasta las protestas sociales.

    La idea de red fl exible de interaccin y comunicacin entre diferentes nodos, que pueden ser individuos, organizaciones y procesos sociales y donde las formas de interconexin, aseguran modalidades de coordinacin (M. Castells: 2001, J. Keane: 2001).

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    APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    De esa cuenta, consideramos que a partir de la dcada del noventa se han pro-ducido importantes movimientos ambientalistas con similitudes y diferencias que son interesantes de analizar. Si tomamos los movimientos como redes fl exibles de organi-zaciones e individuos, que se defi nen y actan sobre procesos sociales, interesa anali-zar quines son los actores, cules han sido los temas abordados, sus reivindicaciones, sus formas organizativas, qu tipos de movilizaciones han llevado a cabo y con qu resultados.

    Es evidente, que un tema clave alrededor del cual se han preocupado y accionado las redes ambientalistas de la regin ha sido la creacin y fortalecimiento de la institu-cionalidad ambiental en cada uno de los pases, entendiendo con esto la creacin de un marco legal especfi co, la creacin de instituciones y la defi nicin e implementacin de polticas, a travs de planes, programas y proyectos. La bsqueda de incidencia en el diseo de esta institucionalidad ha sido en algunos casos un esfuerzo sostenido del movimiento ambiental durante muchos aos, lo cual ha dado el sabor de que lo que existe a la fecha es en buena medida un logro suyo. Por tal motivo, es comprensible el monitoreo permanente y el celo con el cual se defi ende.

    Los recursos naturales alrededor de los cuales centran su inters las organizacio-nes ambientalistas de manera destacada e impulsan movimientos en la regin son: el recurso hdrico, el forestal y los recursos no renovables como los minerales e hidro-carburos.

    En la medida en que avanzan las actividades de empresas transnacionales en nuestros pases, se producen movimientos de oposicin signifi cativos. stos han sido principalmente alrededor de la industria minera y el petrleo, as como en oposicin a la construccin de hidroelctricas.

    Recurso hdrico En contra de proyectos hidroelctricos en Guatemala, El Salvador, Hon-duras y Costa Rica.En contra de uso de ro para transporte de madera, Guatemala.

    Recurso forestal En defensa del recurso forestal y bosques comunales en Honduras y Nicaragua.Reforma a la ley forestal en Honduras.

    Minera Contra concesiones y explotaciones mineras y por la reforma a las leyes de minera en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

    Petrleo Contra concesiones petroleras en Guatemala, Costa Rica y Honduras.

    Otros problemas ambientales

    Contra la contaminacin del pesticida Nemagon en Nicaragua y Costa Rica.

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    De acuerdo con lo anterior, hay planteamientos y reivindicaciones muy coinci-dentes a nivel regional En todos los pases se plantea el fortalecimiento, desarrollo y aplicacin del marco legal e institucional existente. En trminos de legislacin se plan-tea tanto a nivel general o marco, pero tambin a nivel sectorial: emisin o reformas a las leyes de agua, minera, o del recurso hdrico. As, tambin, pueden identifi carse las siguientes reivindicaciones comunes:

    - En trminos del agua, las principales reivindicaciones especfi cas son: evitar la contaminacin y el acceso y uso del agua frente a agentes externos econmica-mente poderosos (empresas, proyectos hidroelctricos, fi ncas, entre otros).

    - Alrededor del bosque, detener la explotacin forestal y tala ilcitas.

    - En trminos de minera y petrleo, el planteamiento coincidente es detener las concesiones a empresas transnacionales de saqueo que no dejan benefi cios al pas en trminos de desarrollo y causan muchos problemas ambientales.

    - En cuanto al uso de qumicos, se pide la revisin de su uso, as como la indemni-zacin a los enfermos por contaminacin.

    - En trminos de participacin, en toda la regin crece el clamor porque las comuni-dades locales y sus organizaciones asuman protagonismo en la gestin ambiental, entendida como un ejercicio amplio de participacin en la toma de decisiones, diseo de planes y proyectos, ejecucin y evaluacin, etc.

    - El movimiento indgena exige por su parte, que con base en el Convenio 169, le sean respetados sus derechos en torno a los recursos naturales existentes en sus tierras, los cuales comprenden el derecho a participar en la utilizacin, administra-cin y conservacin de dichos recursos.

    - Ante los hechos de violencia y represin, tambin se ha dado principalmente en Guatemala y Honduras, la exigencia por el respeto a los derechos humanos de los activistas ambientalistas y trabajadores de conservacin de recursos naturales. Hay varios casos de asesinatos, amenazas y desapariciones.

    Los movimientos ambientalistas ms importantes en la regin han contado con una amplia gama de actores nacionales y en algunos casos, tambin internacionales. Aunque hay diferencias de participacin segn el contenido de los movimientos, coin-ciden los actores individuales y colectivos siguientes:

    - los ambientalistas histricos en forma individual u organizada

    - algunos profesionales y/o asociaciones de profesionales (abogados y juristas por ejemplo)

    - organizaciones y redes ambientalistas surgidas principalmente a partir de la dcada de los aos noventa

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    APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    - redes binacionales o regionales

    - organizaciones sociales y sectoriales: estudiantes universitarios, activistas de dere-chos humanos, indgenas

    - alianzas intersectoriales de organizaciones, principalmente en Honduras

    - la iglesia Catlica

    - centros de investigacin

    - organizaciones locales o comunitarias

    - organizaciones ambientalistas y de derechos humanos internacionales

    Destaca el fortalecimiento de expresiones locales, as como el papel destacado de comunidades indgenas. Varios movimientos trascienden el mbito nacional, abonando hacia movimientos centroamericanos, latinoamericanos y mundiales en diversidad de temas de proteccin, conservacin y rechazo al modelo econmico imperante con las secuelas de deterioro y degradacin del ambiente y los recursos naturales.

    En algunos casos se ha logrado la confl uencia y coordinacin con autoridades locales y municipales. Ha sido destacada la labor de algunos periodistas que aportan interesantes reportajes sobre los problemas ambientales y las acciones colectivas en torno a ellos.

    As tambin, segn la temtica que aborden, se observa la participacin de or-ganismos y entidades privadas interesadas en temas especfi cos como el turismo, la legislacin y mecanismos de licitaciones o informes de impacto ambiental.

    Las acciones que impulsan los movimientos han sido muy diversas y podran clasifi carse en:

    v Medidas polticas, parlamentarias y de consulta popular: iniciativas de ley; ca-bildeo con funcionarios pblicos, organismos internacionales y personas clave, apoyo a procesos de consultas de vecinos o plebiscitos locales.

    v Medidas legales: demandas, recursos de amparo y otras medidas ante tribunales nacionales e internacionales.

    v Actividades de concientizacin y divulgacin: directamente con comunidades, a travs de medios de prensa e intensa actividad por Internet, foros, conferencias, debates pblicos, declaraciones y denuncias pblicas, realizacin y divulgacin de estudios.

    v Medidas de hecho: marchas, plantones, ocupacin de instalaciones.v Realizacin de actividades novedosas: navegacin por el ro, concentraciones con

    msica, mimos, payasos, etc.

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    En algunos casos, ha habido organizaciones ambientalistas que han apoyado pro-testas sociales en torno al ambiente y los recursos naturales. Sin embargo, esta vincu-lacin no es una constante con respecto a los movimientos ambientalistas.

    Los resultados obtenidos por estos movimientos han sido diversos pero podra decirse, en trminos generales, que su labor ha contribuido enormemente a ampliar y elevar la conciencia ambiental en las sociedades de nuestra regin. Hoy, el tema ambiental est instalado y hay muchas modalidades de accin de concientizacin y divulgacin que realizan las organizaciones desde el nivel local hasta el nacional e internacional.

    Los movimientos ambientalistas han contribuido enormemente adems a la cons-truccin institucional ambiental en la regin. Su preocupacin, propuestas, incidencia y presin, han contribuido a que los pases de la regin avancen en ese campo. Hoy todos los pases cuentan con un cuerpo legal, un ente rector, instituciones e instancias especfi cas para llevar adelante una labor en el campo ambiental y de recursos natura-les. As tambin, los movimientos han presionado para que instituciones ambientales se involucren directamente en algunos confl ictos de carcter ambiental, y desarrollan un trabajo de monitoreo permanente a sus actividades.

    Un logro importante es la confl uencia en redes de accin, de representantes de sectores sociales e individuos en la bsqueda conjunta de determinados objetivos com-partidos. El tema ambiental permite una amplitud de pertenencias y una confl uencia interesante de sectores y organizaciones a niveles nacional, regional e internacional.

    En casos especfi cos de lucha, ha habido algunos logros muy importantes que han puesto freno a procesos contrarios a la conservacin y buen manejo del ambiente y los recursos. Sin embargo, se enfrentan dinmicas transnacionales y poderes econmicos y polticos tan fuertes, que no se logran frenar de manera defi nitiva algunos proyectos en marcha, principalmente si no hay una posicin y voluntad poltica de los gobiernos por defender y proteger los recursos de la nacin.

    Las acciones de los movimientos ambientalistas en la regin han logrado en al-gunos casos, la cancelacin o suspensin de procesos de licitacin o concesin de licencias de exploracin y extraccin a empresas transnacionales o de la actividad extractiva misma (petrleo y minerales, en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica). Se han frenado algunos proyectos forestales (Guatemala y Honduras) y algunos proyectos hidroelctricos (Guatemala, Costa Rica). Se ha puesto fi n a algunas activi-dades forestales ilcitas (Honduras) o a actividades que provocan o podran provocar contaminacin (Guatemala). No obstante, algunas empresas retoman sus actividades al pasar el tiempo. Algunas venden a otras empresas transnacionales y su actividad continua (los casos de empresas mineras en Guatemala, explotaciones petroleras en Guatemala y Costa Rica).

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    APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    Hacia dnde van los movimientos ambientalistas centroamerica-nos?Si observamos las ltimas cuatro dcadas, no es difcil identifi car un importante desa-rrollo en el movimiento ambiental, genricamente hablando. De los primeros esfuer-zos organizativos en torno al tema ambiental -inspirados en corrientes naturalistas- en los aos sesenta, ha habido un considerable desarrollo en trminos conceptuales pero tambin en trminos de concientizacin, organizacin social e incidencia poltica. Se reconoce con facilidad el peso tan grande que ha tenido el mbito internacional a travs de las Cumbres de 1972, 1992 y 2002, la actividad de los organismos, de la coopera-cin y del movimiento ambientalista internacionales.

    Es de esperarse que la preocupacin y el inters de sectores de las sociedades na-cionales en esta regin sigan aumentando ante el incontenible proceso de degradacin y prdida de recursos naturales, la falta de voluntad poltica de los gobiernos y las ten-dencias imperantes a nivel mundial en el marco de la globalizacin neoliberal. Este es un elemento que seguir propiciando la existencia y accionar de los movimientos am-bientalistas en la regin, ampliando la participacin de actores nacionales y de redes a nivel regional, mesoamericano, latinoamericano y mundial y los niveles de resistencia frente a los grandes poderes. El desarrollo acelerado de la comunicacin y el creciente acceso a la informtica, facilitan la ampliacin de los mbitos de organizacin y accin colectiva.

    A nivel nacional destaca fuertemente el incremento en los ltimos aos, de expre-siones organizadas locales ante problemas ambientales y de recursos naturales que les ataen ms directamente, aunque no necesariamente vinculadas, apoyadas o represen-tadas por las organizaciones ambientalistas. En este campo, resalta la lucha de los mo-vimientos indgenas demandando respeto en sus territorios y su derecho a participar de manera determinante en la toma de decisiones a su interior y su demanda por una ges-tin colectiva de los recursos naturales de donde habitan. Destaca tambin la creciente sensibilizacin de organizaciones de la sociedad civil que tienen otras reivindicaciones como eje central de su actividad (movimiento campesino, de mujeres, de derechos hu-manos, entre otros). Vemos cmo van construyndose de hecho, identidades mltiples que transitan desde lo local a lo nacional, y desde diversas temticas sectoriales y de demandas especfi cas, abrindose la puerta hacia la creacin de grandes alianzas de carcter pluriclasista y multi ideolgicas.

    El sector ambientalista, aunque no logra en todos los casos unifi carse de ma-nera permanente y en algunos mbitos puede ser inclusive, numricamente poco re-presentativo o un sector fragmentado y con caractersticas negativas propias de las ONG, tambin ha dado muestras de cohesin y capacidad reactiva y de presin frente a problemas muy sentidos y/o urgentes que involucran a una amplia gama de actores. La

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    cohesin y coordinacin fl uida se logra ms fcilmente en los momentos lgidos de las acciones o de confrontacin. Tambin en los movimientos sociales observamos en ese sentido ciclos; pero concibindolos como redes fl exibles observamos que en trminos generales se mantienen, a veces con un perfi l muy bajo y otras muy activas.

    El divorcio que se ha sealado entre las organizaciones ambientalistas y las pro-testas sociales es algo comn en la regin. Tiene relacin con las naturalezas distintas de ambas esferas pero podra irse revirtiendo si las organizaciones ambientalistas se esfuerzan por acercarse a las poblaciones e incorporar los problemas locales a sus planteamientos generales.

    Por su parte, los movimientos ambientalistas debern desarrollar sus concepcio-nes acerca del ambiente y los recursos naturales para poder hacer propuestas informa-das y realistas que estn dispuestos a negociar con las autoridades. La sociedad civil tiene que aprender a poner por encima los intereses nacionales para no desgastarse en protagonismos, egosmos y competencia desleal por obtener fi nanciamientos y espa-cios de accin. Deben profundizar en la comprensin de las tendencias mundiales de fortalecimiento de un capitalismo transnacional y dentro de lo que es posible, luchar unifi cadamente para resistir los embates neoliberales buscando alternativas de desa-rrollo.

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    APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    El proyecto de investigacin contempl la realizacin de estudios a nivel de pas en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, trabajo que comenz en el mes de agosto del ao 2005. Su diseo inicial fue hecho por la coordinacin del proyecto, siendo posteriormente discutido y readecuado a partir del aporte de los investigadores de los distintos pases.3

    El objetivo general de la investigacin fue defi nido en los trminos siguientes: Aportar al conocimiento de los movimientos ambientales en cuatro pases de Centro-amrica Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica a travs de una caracte-rizacin que contemple los actores, sus enfoques doctrinarios, reivindicaciones, roles y mtodos, sealando su capacidad de incidencia y sus tendencias principales.

    Guatemala, adems de ser el pas sede del rea de Poblacin, Ambiente y Desa-rrollo Rural de FLACSO Guatemala y de tener la coordinacin del proyecto, llevara a cabo su propia investigacin a nivel de pas. Para ello, el proceso de investigacin en los cuatro pases adems de regirse por un mismo diseo conceptual y metodolgico, fue realizado simultneamente.

    A partir de la discusin terica sostenida durante el taller de agosto, se propuso un concepto comn para comprender los movimientos ambientalistas, mismo que guiara de forma terica el objeto de estudio de la investigacin: Formas de organizacin colectiva propiciadas desde la sociedad civil, que buscan a travs de sus acciones incidir y transformar procesos sociales y polticos relativos al acceso, proteccin y/o manejo del ambiente y/o recursos naturales, sean estos procesos del mbito pblico o privado. No obstante, a lo largo del proceso de investigacin se fue avanzando en la discusin terica, llegndose a la conclusin que dicho concepto precisaba ser reenfo-cado y desarrollado hacia la comprensin de los procesos de la accin colectiva y no solamente de las formas o modalidades organizativas. Lo anterior no implicaba dejar de identifi car y caracterizar a las organizaciones u otras formas organizativas, ya que stas constituyen una de las fuerzas que dan vida a las acciones colectivas. En esa lnea de pensamiento, en el presente estudio adems de identifi car y caracterizar a las orga-nizaciones ambientalistas, intentamos avanzar en la identifi cacin de los principales movimientos ambientalistas en los que algunas de ellas tambin participaron.

    OBJETIVOS Y METODOLOGA DE LA INVESTIGACIN

    3 Para la discusin del diseo de la investigacin y sus instrumentos de recoleccin de informacin, se realiz en la ciudad de Guatemala un taller terico-metodolgico en agosto del ao 2005.

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    Durante el taller se defi ni la metodologa, las tcnicas y las herramientas a utili-zar durante el proceso de investigacin, lo cual contempl:

    1. Revisin bibliogrfi ca y por Internet sobre la situacin ambiental y el movimiento social ambiental en el pas.

    2. Revisin de la legislacin ambiental vigente en el pas para determinar de qu ma-nera establece y promueve la participacin de la sociedad civil, en qu aspectos y bajo qu procedimientos.

    3. Elaboracin de un inventario bsico de las organizaciones ambientalistas, algunas caractersticas y actividades que realizan. Esto permitira la elaboracin de la ca-racterizacin de las organizaciones ambientalistas y el ensayo de clasifi cacin o tipologa.

    4. Realizacin de entrevistas semiestructuradas: para cada uno de los tipos de orga-nizaciones identifi cados se seleccionaron personas claves a entrevistar con base en una gua que intent captar los movimientos ambientales ms signifi cativos en un perodo de tiempo determinado. Lo anterior fue complementado con la realizacin de entrevistas a personas de otros sectores (funcionarios, miembros de otras orga-nizaciones sociales y/o sector privado) sobre la misma temtica.

    5. Revisin hemerogrfi ca como fuente de informacin complementaria a las entre-vistas y la revisin bibliogrfi ca. Este ejercicio constituy un recurso auxiliar para completar y profundizar informaciones de inters especial.

    6. Sistematizacin de los resultados de las entrevistas en matrices de ordenamiento de la informacin.

    7. Realizacin de un taller (con la dinmica de grupo focal) que permitiera reunir a personas de distintos sectores para discutir el rol del movimiento ambientalista en la gestin ambiental del pas.

    Con relacin a los puntos 3, 4, y 7 previamente descritos, se elaboraron herra-mientas especfi cas que se incluyen como anexo. Es necesario resaltar, que dichos instrumentos a pesar de constituir un referente comn para el proceso de recopilacin de informacin por pas, no constituyeron un modelo rgido. Por el contrario, el equipo de investigadores acord utilizarlos con fl exibilidad segn las condiciones y necesi-dades de informacin de cada pas y segn las circunstancias especfi cas y los actores sociales por abordarse.

    Un aspecto que fue preciso delimitar fue la temporalidad del estudio. Durante la discusin metodolgica surgi la necesidad de establecer qu signifi caba el concepto actual implcito en el ttulo del proyecto de investigacin. De tal manera, para cada pas incluido en el estudio, se estableci un momento clave que pudiera identifi carse por sus implicaciones polticas, sociales, econmicas o ambientales, las cuales marca-

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    APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    ran diferencias sustantivas en las dinmicas de participacin social y/o en la gestin ambiental. Para el caso de Guatemala, se estableci como punto de partida la entrada en vigor de los Acuerdos de Paz en enero de 1997, momento que replantea las relacio-nes sociales, culturales, polticas y econmicas en el pas, propiciando la apertura de espacios polticos de participacin a la sociedad civil. En Honduras se acord tomar como punto de partida el paso del Huracn Mitch en 1998, momento caracterizado por una amplia discusin sobre vulnerabilidades ambientales dentro de la sociedad hondu-rea y de un inusitado incremento del papel de la cooperacin internacional en dicho pas, destinado a fortalecer en gran medida al sector no gubernamental. Para Nicaragua se tom el inicio de la institucionalidad y legislacin ambiental en dicho pas -hacia 1996-, lo cual estableci formalmente un nuevo marco regulatorio sobre la relacin entre la sociedad nicaragense y sus recursos naturales. Finalmente, para el caso de Costa Rica, se decidi centrarse en el perodo posterior a las movilizaciones sociales contra el Combo del ICE a principios de la presente dcada, sobre la presuncin de que las luchas del combo inauguraron un nuevo perodo de los movimientos sociales costarricenses.

    Es tambin de hacer notar que de alguna manera, en todos los pases el momento de inters coincide con un perodo en el cual nuevas problemticas sociales y ambien-tales asociadas al modelo econmico global cobran vigor, tales como el Tratado de Libre Comercio (TLC), el Plan Puebla Panam (PPP) y otra serie de medidas econmicas y comerciales de corte neoliberal.

    Con los elementos metodolgicos defi nidos y los instrumentos disponibles, se inici la recoleccin de informacin en la segunda mitad del mes de agosto 2005, a tra-vs de la revisin documental, la revisin de la legislacin e institucionalidad vigente y la recoleccin de datos empricos sobre los movimientos ambientalistas en el pas. Simultneamente, se realiz una exhaustiva revisin bibliogrfi ca, la cual permiti entrar en contacto con preceptos tericos claves, los cuales han contribuido a enmarcar y facilitar la interpretacin de los datos empricos. Para ello se trabaj alrededor de va-rios conceptos claves tales como: confl ictividad social y ambiental, accin colectiva, y movimientos sociales. La revisin documental ha develado el vaco existente en cuan-to a informacin sistematizada y anlisis alrededor de la temtica de los movimientos sociales relacionados con el ambiente en la regin. Esto a su vez abre brecha en un campo poco explorado de las ciencias sociales, plantea retos tericos y analticos sobre los que habr que seguirse trabajando.

    La recoleccin de datos empricos, implic varias etapas. En primer lugar se rea-liz un mapeo general de las organizaciones vinculadas al ambiente, describiendo sus caractersticas principales. Esta actividad bsica favoreci el debate sobre el perfi l de las organizaciones y las posibles tipologas en las que podran ser clasifi cadas las dis-tintas formas organizativas ambientalistas presentes en cada uno de los pases de la regin. Cabe sealar, que para realizar dicho ejercicio analtico, todos los investigado-

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    res tuvimos la libertad de defi nir nuestros criterios de clasifi cacin que permitieran as captar las expresiones organizadas propias de cada uno de los pases.

    Seguidamente, se realizaron entrevistas con informantes claves en cada pas, los cuales fueron seleccionados por su relacin y especialidad en el tema ambiental, tra-tando de abarcar diversos actores tales como funcionarios pblicos, activistas, dirigen-tes de organizaciones ambientalistas, integrantes de organizaciones ambientales inter-nacionales, empresarios ligados a la gestin de recursos naturales, as como miembros de otros sectores de la sociedad civil.

    Adems, se llevaron a cabo talleres y sesiones de grupos focales en los pases contemplados en el estudio, buscando obtener opiniones y valoraciones sobre las ten-dencias y perspectivas de los movimientos ambientalistas en cada pas, vistos por ac-tores diversos. Es de sealar que en estos ejercicios particip una investigadora del equipo coordinador del proyecto FLACSO Guatemala a fi n de darle coherencia y sentido regional a dicha actividad.

    Finalmente, se comenz el proceso de sistematizacin de los datos obtenidos, haciendo uso de las matrices de ordenamiento de informacin, las cuales permitieron procesar informacin referente a los elementos siguientes:

    - Contexto de vulnerabilidad y confl ictividad ambiental en los diferentes pases, vis-lumbrando tendencias regionales.

    - Desarrollo legal e institucional referente al ambiente y a la participacin ciudadana en la gestin ambiental

    - Antecedentes del ambientalismo y de los movimientos ambientalistas.

    - Reconstruccin de los diferentes procesos de gestin ambiental o de luchas am-bientalistas sucedidas durante el perodo mencionado en que enfatiza el presente estudio

    - Anlisis de las siguientes variables: actores, demandas, formas de accin, alianzas y perspectivas que confl uyen en las principales acciones colectivas ligadas a la gestin ambiental en el pas.

    - Contraste de diferentes percepciones, opiniones y perspectivas desde los distintos actores, alrededor de los movimientos ambientalistas.

    Habiendo sistematizado la informacin y elaborado los informes nacionales, se llev a cabo el taller de anlisis y discusin de resultados, realizado en Antigua Guate-mala, durante el mes de febrero de 2006, en el cual participaron todos los investigado-res. El ejercicio analtico de los informes nacionales realizado en dicha actividad, fue la base para la refl exin y discusin de los resultados que hoy se plasman en el informe de investigacin.

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    APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    IntroduccinEl tema ambiental y su adecuada gestin han ido cobrando importancia en Guatemala en la medida en que cada vez es ms evidente el acelerado y alarmante deterioro y de-gradacin de las condiciones ambientales y los recursos naturales. Aunque tmidamen-te, aumenta la conciencia a distintos niveles respecto a que la problemtica ambiental no es solamente un problema del presente, sino ante todo, que compromete el futuro de las generaciones venideras. No es ste un proceso meramente nacional. Confl uyen fenmenos y preocupaciones a nivel mundial e iniciativas internacionales de organis-mos, gobiernos y organizaciones diversas que colocan el ambiente como uno de los grandes temas de la agenda contempornea. En el pas, es un proceso que abarca a una pequea porcin de la poblacin y no se observa completa coherencia entre el discurso de proteccin del ambiente y la prctica sociopoltica de los diversos organismos, sec-tores y crculos de la sociedad guatemalteca. Se trata de un proceso de concientizacin reciente y limitado, que an no encuentra un cauce institucional y social adecuado.

    El presente estudio surgi de la necesidad de conocer y empezar a estudiar una de las fuerzas sociales claves para el abordaje de la temtica de las acciones colectivas en torno al ambiente y los recursos naturales. Nos referimos a los movimientos am-bientalistas que accionan de alguna manera frente a la creciente confl ictividad. Esta necesidad acadmica, presupone y seala que la temtica ha sido poco abordada en el pas, lo cual explica que la presente investigacin tenga un carcter exploratorio.

    El estudio Protestas sociales y recursos naturales en Guatemala realizado por el mismo equipo de investigadoras4 del rea de Poblacin, Ambiente y Desarrollo Rural de FLACSO Guatemala, constituye un antecedente de investigacin en la lnea de accin colectiva en torno al ambiente y los recursos naturales. En el mismo, fue posible obser-var que las protestas sociales en torno a la situacin ambiental y de recursos naturales en el pas sucedidas durante ocho aos estudiados (1997-2004), se caracterizaron por ser acciones puntuales, aparentemente espontneas, de corta duracin y con escasa o ninguna continuidad en trminos de organizacin y acciones planifi cadas. As tambin, revel que dichas protestas no fueron expresiones o representaron al movimiento am-bientalista sino que en su mayor parte, respondieron ms a la lucha de pobladores por

    CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN GUATEMALA

    Margarita HurtadoIrene Lungo

    4 Equipo de investigacin conformado por Margarita Hurtado P. como coordinadora del Proyecto e Irene Lungo R. como asistente de investigacin.

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    el acceso y uso de recursos naturales como agua, bosque, fl ora, fauna y minerales, que al inters por conservar, proteger o hacer un uso sostenible de los mismos. A excepcin de algunas pocas organizaciones, el movimiento ambientalista raramente apareci vin-culado de manera directa a estas protestas sociales.

    En trminos de temporalidad, puede ubicarse en las tres ltimas dcadas el de-sarrollo del proceso de concientizacin ambiental en Guatemala, aumentando las organizaciones, grupos y personas preocupados por la problemtica ambiental. Es precisamente en ese mbito de sociedad civil que el presente trabajo ha centrado su atencin.

    Con respecto al tema ambiental y dentro del perodo de estudio, es difcil identi-fi car el momento ms crtico en el pas. Puede pensarse en la poca seca del ao 1998 que se caracteriz por una terrible sequa y la proliferacin de los incendios forestales. Esa situacin tuvo efectos en la conciencia de la ciudadana y en los medios de comu-nicacin, lo cual impuls a las autoridades a tomar decisiones e impulsar medidas con-cretas que aunque muchas veces slo fueron en respuesta a las emergencias, tambin fueron abriendo brecha hacia el inters por la bsqueda de una mejor gestin ambien-tal, que adems contemplara la participacin de los diversos sectores que conforman la sociedad. A esos problemas habra que sumrsele pocos meses despus, la embestida del Huracn Mitch con el saldo de destruccin, muerte y tantos otros problemas econ-micos y ambientales asociados. Pero lo ms grave de la situacin es que la crisis con-tina. Siguen incendindose selvas y bosques con la consecuente prdida irreversible de biodiversidad, siguen contaminndose aire y agua y debilitndose la credibilidad en las instituciones y autoridades gubernamentales encargadas de estos temas.

    Lo anterior nos remite a una caracterstica importante en el medio ambientalista pblico y de la sociedad civil: muchas iniciativas y acciones parecieran ser eminente-mente reactivas. Surgen frente a problemas graves, muchas veces al borde del colapso, dejando al descubierto la falta de previsin y planifi cacin en torno a los problemas ambientales y los riesgos ms signifi cativos en el pas. Pareciera que se carece de procesos de largo aliento, en donde estn claramente defi nidos los ejes y las acciones prioritarias, siendo una caracterstica la volatilidad en las decisiones, planes y medidas que se asumen. Aunque esta caracterstica est ms fuertemente marcada en el sector gubernamental, con las implicaciones que ello tiene, tambin caracteriza en alguna medida la capacidad poltica, de organizacin y de accin del sector no gubernamen-tal a distintos niveles. En ese sentido, la opinin pblica ha visto surgir temticas de urgencia nacional que despus desparecen sin explicacin o solucin visibles. Mu-chas veces, pasado el tiempo y por no haber tenido realmente una solucin duradera, vuelven a hacer crisis y ocupan un espacio importante en los medios de comunicacin masiva y en los discursos de distintos actores. Como ejemplo pueden citarse proble-mticas ambientales como la proliferacin de la hydrilla en el Lago de Izabal, el trfi co ilegal de madera, los incendios forestales, la creciente escasez de agua, las inundacio-

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    APROXIMACIONES, CARACTERIZACIN Y TENDENCIAS DEL MOVIMIENTO AMBIENTAL EN CENTROAMRICA

    nes, etc.; as como casos de negociacin inconclusos como el de la empresa espaola CELGUSA5 que pretende reactivarse, las concesiones mineras y petroleras, el proyecto Cuenca El Mirador, entre muchos otros.

    1. Contexto socio ambientalA pesar de ser un pas territorialmente pequeo, Guatemala cuenta an con una impor-tante diversidad natural y cultural, as como con una amplia variedad de ecosistemas, especies y material gentico.6 No obstante, frente a tanta riqueza natural, la situacin ambiental del pas es sumamente crtica debido al ininterrumpido y acelerado proceso de deterioro. Precisamente en los ltimos aos se han realizado en el pas valiosos esfuerzos de sistematizacin y divulgacin de la situacin ambiental, sin embargo no se ha abordado con el mismo inters la temtica de la confl ictividad social en torno al ambiente y los recursos naturales. La incorporacin de un enfoque socio ambiental permitira analizar de manera ms completa la vulnerabilidad que el pas presenta, y contribuira a que las polticas pblicas pudieran ajustarse a la compleja realidad del pas, evitando hacer esfuerzos circunscritos al campo ambiental, los cuales de manera aislada pueden resultar insufi cientes o vanos al chocarse con los profundos problemas histricos y estructurales de nuestra sociedad.

    Algunos estudios han sintetizado la problemtica ambiental de Guatemala en cuatro elementos centrales: (1) escasez y deterioro de recursos naturales (por sobre-explotacin o contaminacin), (2) insalubridad del entorno, (3) socavamiento de la biodiversidad y (4) destruccin de importantes espacios ambientales con valor cultural e histrico (para los pueblos indgenas especialmente). Se ha explicado que este cua-dro resulta de una convergencia de factores de carcter poltico, econmico, social y cultural, con la caracterstica de que la grave situacin puede signifi car a estas alturas, que parte de la destruccin ambiental puede ser irreversible o de muy difcil rescate. La problemtica est asociada a los histricos confl ictos relativos a la desigual distri-bucin de la riqueza y muy particularmente a los problemas de tenencia de la tierra.

    Ante esta problemtica ambiental observamos por un lado el exacerbamiento de la confl ictividad social; por el otro, la defi ciente gestin de las instituciones pblicas para manejarla adecuadamente y encauzar la bsqueda de soluciones por los caminos de la institucionalidad y el Estado de Derecho.7 Esta falta de capacidad institucional

    5 Sobre este caso existe cmulo de documentacin histrica, cientfi ca y legal en el MARN, demos-trando su lesividad por la demanda de bosques, la contaminacin del Ro Motagua y los impac-tos ambientales derivados. Hay sin embargo fuertes presiones de sectores interesados para que se apruebe.

    6 Centroamrica contiene el Corredor Biolgico Mesoamericano, reconocido como nico por su biodiversidad, es decir por su multiplicidad de zonas de vida, fl ora, fauna y recursos naturales.

    7 Hurtado, Margarita, Protestas sociales y recursos naturales en Guatemala. Guatemala 2005.

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    pareciera estar determinada por una falta de voluntad para implementar sus polticas y hacer cumplir las leyes establecidas y sancionar a los infractores, lo cual propicia y tolera la impunidad y acontecimientos tan inverosmiles como la desaparicin de documentos como los Estudios de Impacto Ambiental; la desatencin de expedientes en el MARN; el inexplicable levantamiento de sanciones a empresas que contaminan;8 la violacin de sus propias disposiciones como fue el intento de reducir la Zona Ncleo de Sierra de las Minas9 o de afectar las concesiones forestales a comunidades campe-sinas para benefi ciar el proyecto Cuenca del Mirador o autorizar operaciones de su-puesto raleo que la ley prohbe en reas Protegidas. Ante esto, la falta de voluntad o la escasez de recursos parecieran no ser factores de explicacin sufi cientes de la anomia que presenciamos en el tema, el incremento del crimen y la ilegalidad en ciertas reas (muchas de las cuales son paradjicamente las reas Protegidas); dejando la sospe-cha en algunos casos de posibles contubernios entre los protagonistas de estos hechos ilcitos y algunos funcionarios y/o empleados pblicos.

    El tema agrario y el cambio en los usos del suelo resulta central para el abordaje de la confl ictividad socio ambiental en el pas. En las actuales condiciones y por la tendencia que mantiene, representa una de las principales amenazas para la riqueza na-tural del pas, reduciendo los ecosistemas. La intensifi cacin del uso de los territorios se debe tanto a asentamientos humanos pero sobre todo para usos agrcolas, agroin-dustrias y ganaderos. Segn el Perfi l Ambiental 2004, se estima que el pas ha perdido el 50% de los bosques que existan en 1950. Se menciona tambin el crecimiento des-ordenado de las zonas urbanas y asentamientos humanos, los incendios forestales, el pastoreo no controlado en bosques, la tala selectiva para madera y el consumo de lea. Sin embargo, no hace alusin a otros factores de peso en la destruccin del ambiente como es la expansin de la frontera ganadera (en grandes propiedades), la ampliacin de grandes plantaciones privadas para la agroindustria (el caso de las palma africana en Alta Verapaz), la proliferacin de una serie de actos ilcitos que atentan contra los recursos naturales, principalmente en reas Protegidas (como el narcotrfi co, trfi co ilegal de maderas preciosas, animales exticos, entre otros) y la poltica a favor de las concesiones a grandes empresas transnacionales para actividades extractivas (pe-trleo y minera a cielo abierto).

    As tambin, es insoslayable en el anlisis de la confl ictividad socio ambiental el tema de los pueblos indgenas, desde varias perspectivas. Constituye un sector social que ha sido limitado y/o marginado histricamente de las oportunidades econmicas, sociales, culturales y polticas existentes en la sociedad. De esa cuenta, los ndices actuales de desarrollo humano ms bajos en el pas corresponden a los pueblos ind-

    8 Como el caso de la hidroelctrica Las Vacas, sobre el ro Motagua.9 Mediante la resolucin ALC/029-2002, misma que fue revocada, el CONAP haba decidido convertir

    una parte de la zona ncleo del rea Protegida de Sierra de las Minas en zona de aprovechamiento forestal, reducindola en 4 mil hectreas a favor de la empresa Maderas de El Alto.

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    genas, quienes adems de vivir predominantemente en las reas rurales,10 han estado en bsqueda permanente de tierras para trabajar. Otra perspectiva debe considerar que los pueblos indgenas tienen modalidades particulares de concebir y relacionarse con la naturaleza y el ambiente, as como formas particulares de bsqueda del consenso social, todo lo cual debiera ser considerado en el diseo de polticas pblicas.

    Aunque la deforestacin es el principal factor negativo, otros procesos tambin contribuyen a la destruccin, degradacin y fragmentacin de los hbitats naturales: la agricultura usualmente migratoria y de subsistencia, la expansin de la ganadera y la agricultura comercial, los incendios forestales, la sobreexplotacin de recursos naturales, la contaminacin ambiental y la introduccin de especies exticas. Existen problemas en torno a otros recursos como el agua, los ecosistemas-marino costeros, los recursos naturales no renovables y problemas relativos a factores como el clima, la calidad del aire y el manejo y/o tratamiento de los desechos slidos.

    El tema del agua es fundamental. En el pas, el 12% del territorio nacional, donde viven 1.4 millones de personas, se encuentra amenazado por sequas recurrentes.11 Existe anarqua en la gestin del agua debido a problemas jurdicos e institucionales, ya que a pesar de que la Constitucin Poltica establece el agua como un bien pblico, es administrado y utilizado como un bien privado. A la fecha, no existe una ley de aguas y el proyecto presentado al Congreso de la Repblica, fue adversado por diver-sos sectores de la poblacin indgena12 defendiendo su d