"Sacerdotes" y "médicos" en la

sociedad aymara

por Domingo Llanque

En Marzo de 1971 realizamos un Simposio de 'Paqos' en Chucuito, la antigua capital del Reino Lupaqa, con el fin de intercambiar ideas y proyectar una Educación Popular Aymara.

De los muchos invitados se hicieron presentes tres Yatiris de la zona juntamente con otros participantes Aymaras tanto jóvenes como adultos, hombres y mujeres.

Los Yatiris manifestaron cómo ellos, a pesar de que los Aymaras en esa región, estaban olvidándose de los asuntos religiosos, tales como ofrecer sacrificios a los Achachilas, ofrecer pagos a la Pachamama, sin embargo ellos hacían en nombre del pueblo dichos ritos, para asegurar la salud y las buenas cosechas. Afirmaron también que sin su intervención ciertamente que la población hubiese sufrido catástrofes.

El grupo joven de los participantes, en especial los que cursaban la Educación Secundaria, objetaron que los Aymaras ya no deberíamos continuar creyendo en supersticiones y que en cambio deberíamos tecnificarnos y actuar con conocimiento. Afirmaron también que seguir creyendo en las cosas que los Yatiris estaban afirmando era optar por la ignorancia y el atraso de nuestra sociedad.

Los Yatiris, sin alarmarse, respondieron, y lo que es más interesante, enfatizaron la diferencia existente entre los Aymaras y los no aymaras (citadi- nos) al afirmar que... "uno nace aymara y no se puede dejar de serlo". Explicaron esto, en el sentido

de que cuando un Aymara se aleja a la ciudad, sea para educarse, sea para el trabajo o cualquier otra actividad y ve que las cosas andan mal; y si no se acuerdan de los Achachila, Pachamama del lugar de origen y del lugar donde radican, ciertamente que fracasarán. Por el contrario, si es que cumplen con los ritos, sacrificios, entonces todos los propósitos se cumplen sin novedad. En cuanto a la salud manifestaron que los médicos modernos no pueden curar a los Aymaras, porque las enfermedades son distintas, aun la medicina es distinta. Por eso la medicina de las boticas tiene poco efecto. Luego desafiaron a los jóvenes que está bien que vayan a los médicos a hacerse curar, pero que después de haber gastado su economía en vano y al no poder recuperar la salud forzosamente recurrirán a los Yatiri para conseguir la salud.

Ofrezco la presente experiencia como punto de partida para explorar a primera instancia a nivel etnográfico sobre el papel que desempeñan los Yatiri (Paqo, Laiqa) y los Qolliri (Usuiri, Thaliri) en la sociedad aymara del Altiplano del Perú.

Por otra parte pienso que en estos hombres especializados son los que juegan un papel importante a nivel ideológico de como los Aymaras enfocan su realidad y como controlan esa realidad. Pues tula sociedad humana desarrolla hombres y mujeres que sirvan al normal funcionamiento de la sociedad a nivel de relaciones interpersonales. Estas personas claves responden más que todo a las necesidades sentidas de la sociedad sean éstas reales o no.

En el caso de los aymaras estos especialistas ejercen sus roles sociales a partir del enfoque que existe del mundo en que viven. Por tanto, en el presente trabajo describiré la cosmovisión aymara para luego proyectar el rol que desempeñan estos sacerdotes y módicos nativos.

I. La cosmovisión y la religión aymara

Según Gow, "la religión andina, practicada por la gente de Pinchimuro y Lauramarca, provee un modelo explicativo del mundo en que viven... en los niveles sociales, económicos y cosmológicos" (Gow, 1976: 264).

En el caso de los Aymaras del Altiplano del Collao existe también un modelo conceptual mediante el cual juzgan el mundo en que viven. A este respecto, mi propósito es presentar descriptivamente sobre cómo los Aymaras enfocan su realidad cósmica y cómo tratan de relacionarse y controlarlo.

Para los Aymaras el universo es explicado en tres espacios o estadios llamados Pacha: Alax Pacha (el mundo de arriba o del más allá), Aca Pacha (este mundo o planeta tierra) y Manqha Pacha (el mundo de abajo o de la oscuridad). Cada uno de estos mundos están habitados por seres vivientes, los cuales están organizados jerárquicamente con su jefe y sus subordinados. Estos mundos tienen relación e influencia sobre los humanos.

1.1. Alax Pacha

Es el mundo del más allá. Es el lugar donde viven el Dios Auqui (Padre Dios) Dios Yoqa (Dios hijo) Dios Espíritu Santo (Dios Espíritu Santo), los Apóstoles, los Angeles buenos, las almas benditas, los santos y la virgen.

Desde allí los santos controlan directamente a los hombres, a los animales y a los fenómenos de la naturaleza. Cada espíritu o santo tiene a su cargo el control de los seres vivientes y fenómenos de la naturaleza respectivamente. Ejem. Santiago controla el rayo; San Antonio, Trinidad, San Juan Bautista, etc., controlan los animales; el Justo Juez controla la justicia, y así sucesivamente.

El Dios Auqui (Dios Padre) es el Supremo hacedor de todas las cosas. El puede hacer, deshacer, bendecir, salvar, etc., a todo lo que existe y a los hombres. En efecto cuida a los hombres de todos los males enviando ángeles para cuidarlos. El gobierna el universo y todo cuanto existe está bajo su dominio.

Las demás deidades están bajo su dominio y tienen que sujetarse a sus mandatos. No pueden realizar las cosas maravillosas que el Dios Auqui puede realizar.

La manera como controla a los hombres en la tierra (Aca Pacha) es mediante los dioses menores (Santos apóstoles, Angeles) que habitan con El. También mediante los espíritus tutelares como son los Achachila, Pachamama, Awicha, etc.

Este Dios supremo mayormente se preocupa por la vida moral y por el destino final de los hombres después de la muerte; o sea por la salvación de la parte espiritual del ser viviente. Lo que quiere más que todo, es la práctica de la compasión y consideración mutua entre los hombres, y sus castigos son para exigir este tipo de vida de reciprocidad. Por otra parte deja que los dioses subordinados a El se encarguen de la parte corporal de los hombres. Esto no quiere decir que actúan exclusivamente del uno del otro, sino que se interrelacionan jerárquicamente.

Aun más algunos creen que tanto los espíritus de Alax Pacha y Aca Pacha y Manqha Pacha están sujetos al Dios Auqui.

Los Aymaras consideran muy importante el comunicarse con el Dios Auqui; pues opinan que cualquier acto malo, la no correspondencia, podría traer como consecuencia el desequilibrio de la vida humana. Por tanto, lodos los fenómenos atmosféricos, como son la sequía, rayo, heladas, etc., como también las enfermedades, las peleas, son consecuencias de la ruptura del

equilibrio de comunicación entre el mundo terrestre (Aca Pacha) con el mundo celestial (Alax Pacha).

La comunicación ente estos mundos se establece mediante las oraciones, sacrificios, etc., que se realizan en fechas señaladas como son las fiestas y en fechas no señaladas pero en situaciones dificultosas como son la muerte de una persona, la caída de un rayo, etc.

El rito más eficaz para comunicarse con el Dios Auqui es mediante la Misa, celebrada por un Sacerdote. La Misa, según ellos, salva a las almas de los difuntos enviándolos directamente al cielo. También la Misa trae sus buenos efectos para el bienestar de toda la familia, en cuanto a la salud, a los negocios, a las chacras, etc., de ahí que concurren a las Iglesias Católicas para solicitar los servicios de los sacerdotes. En efecto el Aymara es católico por tradición, aunque hoy en día existen muchas otras Iglesias y tiene oportunidad de escoger o decidir libremente.

El destino final de los hombres es llegar al Alax Pacha y vivir en el reino del Dios Auqui. Alax Pacha es conceptuado como un lugar de delicias y felicidad sin fin. Las almas benditas moran allá y trabajan en el jardín del paraíso.

Se cree también que el Dios Auqui puede enviar a las almas benditas a la tierra para realizar misiones especiales, como son hacer favores, pero por un corto tiempo; también envía castigo a las almas pecadoras para que hagan penitencia; al término de la cual regresan al paraíso.

1.2 Aca Pacha

Es este mundo o sea la tierra donde vivimos los hombres, animales, plantas y los espíritus de las montañas y lugares; Achachila, Awicha, Pachamama, Uywiri, Tapani, etc. El Achachila

(Espíritu ancestral) la Pachamama (madre tierra), los Uywiri, Tapani (espíritus tutelares del hogar), todas estas deidades están bajo el dominio de Dios Auqui que está en Alax Pacha (cielo).

Aunque el dominio del Dios Auqui se extienda sobre la tierra, su influencia no es tan sentida. Los espíritus ancestrales son quienes tienen directa e inmediata influencia sobre los humanos, animales, plantas e inclusive sobre las minas.

Cada comunidad aymara tiene su montaña sagrada, donde habita el Achachila y a donde la gente va a ofrecer sacrificios y ritos expiatorios según las fechas señaladas y según las circunstancias. Por tanto cada comunidad cuenta con su Achachila que puede ser también tenido como deidad de otras comunidades vecinas. Entre todos los Achachilas del mundo aymara hay algunos que son considerados poderosos e influyentes a nivel regional. Generalmente estos Achachilas son los que moran los picos más elevados de la región del Altiplano y como también de otras regiones; ejemplo tenemos al Achachila del volcán Misti en Arequipa, el Awicha de Sajama en Bolivia, etc.

Los Achachilas además de desempeñar el rol protector de una comunidad, tienen el poder sobre ciertas cosas o sea que cumplen ciertas funciones específicas. Así tenemos Achachilas que controlan el rayo, el granizo, la helada, el dinero, etc. Al Achachila se le describe como un viejo muy antiguo pero exigente y que tiene su mujer que es la Awicha (abuela).

La Pachamama, (madre tierra) a quien también se la denomina con los atributos de virgina (virgen), awicha (abuela). Esta deidad femenina está relacionada muy estrechamente con la fertilidad de la tierra. Por tanto su influencia es muy grande en áreas donde la agricultura es el medio de subsistencia. Ella tiene control de la producción agrícola. Por eso para que las chacras rindan buenas cosechas tienen que ofrecer ofrendas a la Pachamama.

La ofrenda principal que se ofrece a la Pachamama es la Mesa que puede ser realizada a nivel familiar o a nivel comunitario.

El rito común y corriente entre los campesinos aymaras es la ch'alla que consiste en la aspersión y libación del alcohol en honor a la Pachamama. Lo que se hace en todas las oportunidades sociales cuando se toman bebidas alcohólicas.

Como hemos señalado arriba, a veces se utiliza el termino virgina (virgen). El uso de este término ha causado cierta confusión en la literatura existente. La confusión está en que hay opiniones que los aymaras han confundido la Pachamama con la Virgen María de la religión católica. (Tschopik 1951: 208). Mi opinión al respecto es que aunque la terminología utilizada sea de origen católico, el significado que dan es suyo propio y no existe tal confusión de contenidos.

La Awicha, es otra deidad localizada en las montañas más inmediatas a la casa hogar. Su influencia es sobre la vida del hogar.

La Awicha es una deidad distinta de Pachamama en cuanto que la influencia de la primera es directamente sobre el comportamiento humano, mientras que ésta influye a la fertilidad de las plantas y de los animales.

Existen otros seres divinos o semidivinos como son el Uywiri (el cuidante), el Tapani (espíritu del hogar); éstos están ubicados en el mismo sitio donde están las casas hogares.

Tanto la Awicha como el Achachila son los que envían los castigos premonitorios a las familias para prevenir y llamar la atención sobre la vida que están llevando. Causan enfermedades cuando existen problemas relacionados a la moral,

como es el aborto; cuando hay conflictos personales en el hogar, cuando existen confrontaciones entre comunidades a raíz de tierras.

Los Achachila son los dueños de toda la fauna silvestre; envían de vez en cuando como mensajeros a las tarucas (venado), vicuñas, huallatas, zorros, etc., para averiguar el corazón compasivo de los habitantes de la tierra. Es pues obligación moral el cuidar estos animales para que no sufran y sigan creciendo en número.

Por otra parte hay la creencia de que los animales son hermanos de los hombres en cuanto que estos son criaturas de Dios.

1.3 El Manqha Pacha

Es el mundo de abajo o de la oscuridad. Es el lugar de las profundidades oscuras y tenebrosas donde están concentrados todos los espíritus del mal.

Este sitio es muchas veces referido como el infierno o como la profundidad misma de la tierra de donde eructan los volcanes.

Los espíritus que moran en este lugar son por naturaleza maléficos en su totalidad, aunque para engañar al hombre puede mostrarse dadivosos a los incautos. Estos engañadores son los Anchanchus (demonios dueños de las minas).

Generalmente se denomina con los nombres de Supaya (demonio) Saxra (satán) Anchanchu (demonio de las minas) Antawalla (espíritus maléficos con cola de fuego). Todos estos seres son enemigos del hombre y salen de sus moradas para hacer daño moral y físico al hombre durante la noche.

Según los Aymaras, estos espíritus maléficos son dueños de la noche; algunos Aymaras que afirman que han topado con estos seres han sido advertidos de que se apoderarán de cualquier humano que se les cruce el camino durante la noche. "Mía es la noche, y el día es del hombre".

También estos espíritus con el propósito de hacer daño a los hombres se aposentan en lugares estratégicos como son los pozos, manantiales, cavernas, ríos, lagos, etc.

Existe un orden jerárquico en el Manqha Pacha y el demonio mayor es el que comanda el ejército de diablos con sus oficiales, que tienen cada uno un cargo específico que cumplir. Unos tienen el cargo de los minerales, etc. Estos a su vez utilizan a los animales para que les ayuden a proteger los lugares que han escogido como aposento en el Aca Pacha (superficie de la tierra). Estos animales son los sapos, lagartos, culebras, gallos, etc. Si uno mata a estos animales, en especial el de los manantiales, se secará el agua; por tanto hay que evitar matarlos.

A los espíritus malignos que han tomado por aposento a los lugares en la tierra se les denomina con los nombres: Sirenas, Antawalla, Gentiles, Anchanchu, Eqeqo, etc.

Sirenas, son espíritus que ocupan los manantiales, pozos, lagunas, ríos y cavernas. Aparecen de noche y durante el día en horas ominosas; sus horas de dominio y poder, por tanto peligrosas, son a las 12:00 a.m. y p.m. cuando aparecen en forma humana tocando música para encantar a los incautos. El propósito que tienen es robar el alma de la persona. Las personas que han sido robadas sus almas sufren una enfermedad severa, por lo que se vuelven locos y pierden el juicio hasta quitarse la vida.

Los Antawalla son espíritus más pequeños que llevan antorchas que les dan una apariencia de cola de fuego cuando

se trasladan de un lugar a otro por el espacio. Viven en las cavernas apartadas lejos de las poblaciones.

2. Control y comunicación con divinidades de Alax Pacha, Aca Pacha y Manqha Pacha

Dentro del marco teórico de los tres mundos o estadios que hemos descrito anteriormente, el Aymara se ubica en el "Aca Pacha" (este mundo). Por esto, se encuentra entre Alax Pacha, el mundo de dios creador y sus ángeles y sus santos y entre el Manqha Pacha, el mundo del demonio y sus secuaces.

Ambos poderes demandan reconocimiento y comunicación por parte del hombre.

2.1. Comunicación con el Alax Pacha

Dios existió desde la eternidad y habita en Alax Pacha rodeado de sus santos y ángeles, en un esplendor tan brillante como el sol y desde allí vigila y controla lo que está pasando con los hombres en el Aca Pacha.

Desde que el Aca Pacha fue creado por el Dios Auqui han pasado varias etapas. La primera etapa es cuando el hombre, la mujer, los animales, las plantas, etc., fueron creados por el Dios Auqui. Todo era maravilloso y no habían plagas ni sequías.

Los hombres tenían ciertos poderes que eran concedidos por el Dios Auqui. Podían levantar grandes bloques de piedra sólo con la voz de mando, con un palo o con una honda; las plantas también eran convertidas en cosas y comidas, con facilidad. En esa etapa los animales podían convertirse en un ser humano para realizar algún trabajo o ejecutar grandes proezas. Dios Auqui en esta etapa vivía tanto en Alax Pacha como en el Aca Pacha. Los seres celestes podían comunicarse directamente con los hombres y los

hombres a su vez podían subir al Alax Pacha mediante una escalera (simpa) que conducía a dicho lugar.

Pero pasó el tiempo cuando la gente se había vuelto pecadora a causa de la envidia en sus corazones. La envidia entró en el Aca Pacha mediante Lucifer que fue el hijo mayor de Dios Auqui. Este Lucifer es quien sembró la envidia entre los hombres y a causa de él es que el hombre tiene que confrontar la lucha entre el bien y el mal. Esta lucha ha empezado pero tendrá que culminar en una gran batalla que vendrá pronto.

Dios Auqui había advertido a la humanidad para que abandonara la mala vida y la corrupción, mediante sus mensajeros, pero al no lograr la corrección de los hombres decidió exterminarlos. Es cuando el hijo menor Jesucristo que pidió al Dios Auqui para limpiar el mundo de su corrupción. Es así como el Aca Pacha entró en su segunda etapa.

Esta etapa comienza con el dominio de Jesucristo. En esta etapa los hombres ya no tienen poder, tampoco las plantas ni los animales, como en la etapa anterior.

El hombre tiene que trabajar con dificultad para hacer las cosas, pues las rocas y otros elementos ya no pueden ser manejados con facilidad como en la etapa de Dios Auqui.

Los animales ya no pueden convertirse en humanos; han perdido el habla.

En total el Dios Auqui ya no vive en el Aca Pacha y tampoco los ángeles y los espíritus celestes pueden comunicarse ya directamente con el hombre ni influirlo. Sin embargo ejercen control desde Alax Pacha.

Es esta la etapa presente y durará cuando Jesucristo (Dios Yoqa) salga vencedor en la batalla final contra Lucifer y sus huestes de Manqha Pacha. Esta batalla es el

confrontamiento entre las fuerzas del bien y del mal; de lo cual las fuerzas del bien tienen que salir vencedores.

La tercera etapa comenzará después de la batalla y del juicio de los hombres de la tierra. Se establcerá un nuevo reinado, este será el reinado o la etapa del Espíritu Santo y no tendrá fin. Existirá un nuevo orden en el Aca Pacha.

En esta etapa todos gozarán de la felicidad y de las buenas costumbres; ya no existirá el hambre, la envidia, la corrupción; por el contrario, la gente será dotada de poderes celestiales como los ángeles.

Lo que es importante anotar aquí es que tanto el Dios Auqui como el Dios Yoka controlan todo el universo y los diferentes aspectos de la vida humana.

Dios Auqui y Dios Yoqa no han abandonado al hombre, sino que controlan mediante sus santos, sus espíritus (Achachilas). Estos Santos y espíritus tienen poder para controlar el comportamiento humano mediante el manejo de las enfermedades, rayos, sequías, etc., con el sólo propósito de corregir las maldades que se comenten entre los hombres.

El medio más eficaz de comunicación con el Dios Auqui, los santos del Alax Pacha, es mediante la celebración de la Misa realizada por los sacerdotes. Por esta razón se ofrecen Misas. Se ofrecen las Misas para la salud de la familia, para los difuntos, para agradecer un favor recibido por la intercesión de los santos y para cualquier otra necesidad. La Misa es considerada como el rito más apropiado para la comunicación con el mundo de Alax Pacha.

2.2 Comunicación con el Aca Pacha

Dios Auqui como Supremo Señor del Universo tiene a su mando a lodos los demás espíritus que habitan en el Acá Pacha. Los Achachilas, la Pachamama, etc., son subordinados al Dios Auqui y tienen necesidades como los hombres. Tienen hambre y sed como los hombres. Para que cumplan con sus funciones protectoras lo que necesitan de los hombres son sacrificios de Mesa, Wilancha, invocaciones mediante la quema del incienso, etc.

Estos espíritus del Aca Pacha tienen control de las enfermedades corporales y psíquicas. Permiten las enfermedades que afecten a los hombres para hacerlos recordar el cumplimiento de sus obligaciones religiosas y para que se corrijan de las inmoralidades e injusticias.

Por tanto, cuando las chacras no producen bien, los ganados no multiplican, la familia cae en desgracias y no puede resolver los problemas, es porque se han olvidado de Dios y de los espíritus tutelares.

En este contexto, mantener el equilibrio de comunicación armoniosa entre las deidades del Aca Pacha y los hombres es imperiosa.

Los ritos y ceremonias como son la Mesa, la Ch'alla, son los medios más adecuados para mantener este equilibrio. Los Yatiri, Paqo, son los encargados de realizar estos ritos de expiación a su debido tiempo y recordar a todos los hombres sus obligaciones del cumplimiento de las leyes morales.

2.3 Comunicación con el Manqha Pacha

Los espíritus del Manqha Pacha, siendo malos por esencia, están básicamente comprometidos a destruir al hombre. El hombre tienen que cuidarse de no frecuentar los lugares ocupados por los Anchanchus, Sirenas, etc., y así no perder el alma y la vida.

Los Anchanchu (demonios) son como dueños de las minas; exigen rendimiento de culto y sacrificios; pues si no se les ofrece sacrificios a su debido tiempo causarán accidentes, y luego se apoderan de las almas de los hombres. Por esta razón los mineros generalmente tienen prácticas rituales al demonio de las minas. Es el caso de Oruro donde se le rinde culto bajo el nombre de "tío" de la mina.

Cuando el Aymara ha perdido el alma a los espíritus malignos sufre una enfermedad que le hace perder el equilibrio mental. Perdido el juicio se alejará a los lugares apartados y buscará la autodes- trucción.

La creencia es que los Anchanchus han atrapado el alma de la persona y que por tanto no posee la recta razón y es el espíritu malo que le lleva a los barrancos y a atacar a los viajeros.

En estos casos extremos los Laiqa son los llamados a ofrecer los sacrificios de animales para liberar a las almas de los enfermos.

Como habíamos indicado arriba, los espíritus del Manqha Pacha son dueños de la noche y de la oscuridad y será mejor evitar hacer viajes de noche a solas o encontrarse cerca de los lugares donde se conoce que habitan los espíritus malignos.

3. El rol de los sacerdotes y médicos nativos aymaras

En base a la visión del mundo que hemos descrito en los acápites anteriores, para los Aymaras, el mundo está controlado desde afuera, por unas fuerzas sobrenaturales.

Las deidades del bien y del mal tienen que ver mucho con la gente; sobre todo en lo que toca a la vida humana, en todos los aspectos y a lodos los niveles.

Las deidades del Aca Pacha tienen una relación estrecha con los hombres, más que el Dios Auqui de Alax Pacha, como también las deidades del mal de Manqha Pacha.

Los Achachila, Pachamama y todos los otros espíritus tutelares, son los que controlan directamente la vida, interrelaciones personales, actividades, etc. El control que ejercen sobre el comportamiento humano es con el fin de corregir, mediante las enfermedades infringidos a los individuos; a las comunidades mediante las fuerzas adversas de la naturaleza.

Demandan de los hombres el cumplimiento de sus obligaciones. El primero es cumplir con los ritos de agradecimiento por los beneficios de la vida; además acordarse de los antepasados (difuntos) en especial por su salvación eterna.

El segundo es la práctica de una vida armoniosa que debe existir a nivel familiar y comunitario.

Se pierde el balance de relaciones entre el mundo humano y el mundo sobrenatural precisamente al no cumplir con estas dos obligaciones. El incumpli- miento siempre trae el desequilibrio y es necesario que se reestablezca este balance. Por otra parte la realidad problemática del Aymara comprendida bajo este enfoque religioso necesita dar soluciones inmediatas a estos

problemas. Es así que esta sociedad desarrollará especialistas que ayuden a resolver dichos problemas que afectan en el área religioso, social y político. Los roles se definirán de acuerdo a las necesidades existentes.

Puesto que el Aymara enfoca su realidad desde el punto de vista religioso. Por estas razones muchos especialista aymaras aún en el campo de cambios sociales siempre actuarán con un carácter religioso.

En la sociedad aymara existen dos áreas problemáticas que urgen respuestas inmediatas: mantener el equilibrio de comunicaciones con los seres sobrenaturales que controlan el mundo, y la solución al problema de las enfermedades que aquejan a la población.

Bajo la denominación general de Yatiri (sabio) se pueden agrupar a todos los especialistas en religión aymara. Estos son: Yatiri, Paqo, Laiqa.

Bajo la denominación de Qolliri (módico) podemos agrupar a los especialistas en la medicina. Estos son: Qolliri (médico), Thaliri (chyropractor), Usuiri (partero).

3.1 El sacerdocio aymara: Yatiri

El Yatiri es maestro y sacerdote. Como maestro, es el continuador de los antiguos Amautas. El está presente en todas las actividades de la comunidad y está informado de los acontecimientos públicos y privados de los miembros de la comunidad.

Como maestro se preocupa de la moralidad de los habitantes de su comunidad; la comunidad a su vez exige de él una vida moral íntegra. Por tanto para mantener en alto su oficio sagrado tiene que observar una vida equilibrada, honesta, según los cánones

morales de los Aymaras. Para lo cual evitará cualquier enfrentamiento personal en público; se apartará de la compañía de los indeseables o de personas de conducta malsana.

Por su vida y sabiduría muchos solicitan sus consejos y se hace confidente y consejero de familias. Mediante la adivinación de la coca predice el futuro, descubre las cosas perdidas. En el caso de las enfermedades, él diagnóstica las enfermedades mediante la interpretación de las entrañas del cuy o de un cordero. A esta técnica de diagnosis Frisancho Pinedo denomina el "Rayos X" de los Aymaras (Frisancho, 1973: 65). En su diagnosis especifica las causas de las enfermedades, sea de carácter patológico o psicosomático; prescribe la medicina apropiada para cada caso.

En caso de las enfermedades de origen patógeno recomendará la intervención de los médicos (Qolliri) y en casos psicosomáticos recomendará la curación mediante sacrificios rituales ofrecidos a los espíritus tutelares.

Como Sacerdote, es especialista en cosas de la religión y actúa bajo la denominación de Paqo.

A este respecto quiero aclarar ciertos conceptos negativos que han sido difundidos por los estudiosos del mundo Aymara. Paredes, Tschopik, Nordyke, categorizan a los Yatiri aymaras al nivel de los shamanes; como si estos líderes religiosos fuesen simples manipuladores mágicos del mundo sobrenatural aymara.

El Yatiri cumple una función netamente sacerdotal; posee un conocimiento ideológico de su religión; se ha especializado en ritos de su religión bajo entrenamiento (lo que es prerrogativa de los sacerdotes); él resguarda y difunde con mucho cuidado las prácticas religiosas.

Sobre todo, él es el líder de la comunidad porque ha recogido más que nadie el conocimiento de los orígenes de su pueblo, sean estos míticos o históricos.

Su oficio es de origen divino. Entre los Aymaras existe la noción de que nadie puede desempeñar este cargo a no ser que haya sido elegido por la divinidad (los Achachila u Dios). La señal de la elección divina es haber sido fulminado por el rayo dos veces; en la primera descarga mata a la persona y en la segunda descarga lo resucita destinándolo para cosas sagradas. Algunos opinan que son tres las descargas necesarias, en la cual la tercera es la que destina para lo sagrado.

Como en el caso del Paqo de Lauramarca referido por Gow (1976) y otro referido por Sharon (1976) en el Norte del Perú; "la selección divina no garantiza automáticamente el éxito de un Paqo" (Sharon: 1976: 242). El tiene que demostrar ante la gente sus cualidades y una vida honesta, tal como hemos referido anteriormente.

Si la persona elegida ha aceptado a ejercer su nuevo rol, debe proseguir un entrenamiento serio bajo la tutela de un Yatiri de mucha más experiencia; para lo cual empezará actuando como auxiliar en todas las ceremonias y ritos que el Yatiri maestro tenga que realizar.

Al término de su entrenamiento que dura muchos años hará el 'juramento' o voto a los Achachilas, a Dios, a la Pachamama para desempeñar este cargo.

El juramento se realiza en la cima de una montaña sagrada, morada de un Achachila, ante el maestro principal quién le dará la investidura llamada T'aqxata. Durante el transcurso de su juramentación tiene que rendir al maestro como especie de examen del conocimiento de los ritos. Al momento cuando los

Achachilas y otros espíritus aparecen para consumir el sacrificio ofrecido para la ocasión, el aspirante hace voto de utilizar sus conocimientos sólo para hacer el bien a la humanidad y ofrecer sacrificios a los Achachilas, Awichas, Pachamama y a los santos.

La elección divina no es prerrogativa de los hombres, pues las mujeres pueden ejercer este rol y de facto existen mujeres Yatiri que son muy consideradas en su ciencia. Pero a causa de las ocupaciones domésticas y familiares no tienen oportunidad como el hombre a ejercer su oficio. Generalmente practican la adivinación mediante la coca y otras son parteras (Usuiri).

El Yatiri tiene obligaciones que cumplir con la comunidad. A nivel comunal ofrece sacrificios como: la Wilancha (sacrificio de un cordero o de un llamo), el Aita, la Mesa, según las circunstancias y necesidades.

Ofrece la Wilancha en situaciones importantes como es la cimentación de una nueva casa, la escuela, la Iglesia, los puentes, etc., para asegurar el éxito y la seguridad física de los trabajadores.

Ofrece el Aita (ofrenda de la coca) y la Mesa (Sacrificio preparado con coca y confituras) a la Pachamama y a los Achachila en todas las estaciones según el calendario agrícola; para el barbecho, sembrío y cosechas con el fin de contrarrestar las sequías, heladas, granizos, etc. (Llanque J.: 1974).

Los fenómenos atmosféricos de la helada, granizo, etc. son considerados como consecuencias de castigos divinos por las malas acciones de los hombres como pueden ser abortos, riñas, etc.

Los ritos agrícolas ya mencionadas generalmente son relacionados al cultivo de la papa, alimento para los Aymaras (Llanque D.: 1972).

En las zonas ganaderas se ofrecen las Wilanchas al tiempo de la marca del ganado, con el fin del incremento de los animales.

A nivel familiar y hogareño el padre de familia aymara puede ofrecer también sus Aitas, quemando incienso y plantas aromáticas; pero en asuntos serios como son las enfermedades, la persona indicada es el Yatiri. En este caso ofrecerá la salud mesa, Aita, para que los enfermos recuperen pronto la salud y para que se establezca la armonía familiar. Es a este nivel que su rol de maestro y sacerdote se manifiesta integra-mente. Pues cuando su intervención ha sido solicitada acude presto a prestar auxilio espiritual y curativo tanto al enfermo como a la familia. Una vez llegado a la casa del interesado, prepara el sacrificio de la Mesa que será ofrendada a los Achachilas, Awichas, Pachamama y a Dios.

Como se ha expuesto anteriormente, las enfermedades son consecuencias de la desobediencia a los mandatos divinos; es pues urgente el establecimiento de esta relación armoniosa.

Cuando se realiza una Wilancha o una Mesa durante el transcurso de la celebración o sesión el Yatiri realiza una obra de psicoanálisis de todos los miembros participantes de la familia. El objetivo es bien claro, es necesario descubrir los factores familiares que han causado o predispuesto la enfermedad del paciente.

Esta es una reunión muy delicada como también seria e importante, pues es una revisión de vida completa donde ocurren fuertes confrontaciones personales a causa de las frustraciones reprimidas y tensiones no resueltas. Sin embargo el Yatiri con la intervención de los espíritus, Achachila, Awicha, Santiago, controla la situación maestramente y conduce a los participantes a descubrir problemas personales y a que reconozcan

sus comportamientos negativos. Al final del cual exige el restablecimiento de la unidad familiar, paz y armonía, mediante el rito del perdón sancionado por los espíritus.

Luego de haber realizado este acto, es cuando asegura la curación del enfermo y es cuando culmina la sesión con la Wilancha (sacrifico expiatorio) o con la ofrenda de la Mesa que se quema.

Por tanto el Yatiri es muy solicitado por sus servicios y su influencia aumenta como aumentan sus curaciones.

El Laiqa, es el Yatiri que ha hecho pacto con el espíritu del mal. Sus servicios son también solicitados para realizar los hechos y contrarrestar los hechizos. Sus ritos son maléficos por naturaleza, porque supuestamente ha pactado con el demonio. Su presencia en la comunidad es temida porque saben que puede hacerles daño. A pesar de esto continua sirviendo a la comunidad adivinando, prediciendo el futuro, y curando algunas enfermedades.

En cuanto a las técnicas rituales de los Aymaras, Sharon las caracteriza como magia blanca y magia negra (Sharon: 1976: 87). Más bien existe una dualidad de roles, el Paqo (Yatiri del bien) es derecha y el Laiqa (Yatiri del mal) es izquierda. Ambos son necesarios para mantener el equilibrio de roles.

No todos los Yatiri son auténticos o sea que existen personas que por razones aparentemente económicas han adquirido conocimientos rituales y ejercen los ritos descritos pero no han sido destinados por la divinidad. Estos son extorsionistas y acabarán mal, porque los mismos Achachilas y Awi- chas los castigarán, por el mal manejo de cosas sagradas, según la creencia general de los aymaras.

3.2 Los especialistas en la medicina

Considerando la situación de abandono socioeconómico en que se encuentra el campesinado en general, las consecuencias en cuanto a la salud son graves. Hay una alta mortalidad infantil, y las enfermedades infectocontagiosas han causado estragos en las poblaciones campesinas.

Pero a pesar de todo el Aymara ha aprendido a confrontar estos problemas desarrollando una ciencia médica para su medio.

Como habíamos señalado ya anteriormente, las enfermedades son consecuencias del castigo divino; por tanto tienen que emplearse los medios correspondientes. Pero, por otra parte, los Aymaras conocen también que muchas enfermedades son causadas por elementos patógenos y otros por causas psíquicas.

Entre los especialistas en la medicina tenemos al Qolliri, Thaliri, Usuiri.

El Qolliri, es el término general para identificar a lodos los que tienen conocimiento de medicina autóctona, pero específicamente este nombre sólo es aplicable al que posee conocimiento de las medicinas. Su ciencia consiste en el conocimiento de las propiedades curativas de las plantas medicinales y en la preparación de brebajes para cada enfermedad según los casos.

El Qolliri además tiene conocimiento de la psicología de su pueblo y trata con cada uno de sus pacientes con mucha confianza y crea en ellos una fe profunda en sus conocimientos medicinales.

A pesar de sus conocimientos de la medicina herbolaria, adquirida en base a mucha experiencia, los Qolliri no se

atribuyen como éxito personal las curaciones ocurridas, sino más bien atribuyen a la intervención divina. Es muy interesante hacer mención acerca del aspecto religioso en la curación, pues rezan antes de diagnosticar la enfermedad. Por tanto la retórica de que "Dios les ha concedido las manos curativas" (cualidades) es consecuente y claro.

Sharon nos refiere el mismo concepto cuando dice "El que cura nace, no se hace; ellos son los miembros de la comunidad más dolados de un sentido de percepción" (Sharon: 197 : 38).

Las enfermedades causadas por patógenos que el Qolliri trata son: tuberculosis, resfríos, sarampión, viruela, etc., y las orgánicas: dislocaduras, fracturas, etc.

Existen otras enfermedades como son el Aire, la Katja, el gentil Usu, la Khayhha, etc., que necesitan la intervención del Yatiri.

El Aire es a consecuencia de los espíritus del viento que han afectado a la persona causándole muchas veces parálisis facial, parálisis de las articulaciones en las extremidades, etc. Para su curación es necesario hacer pagos a la tierra, o sea a la Pachamama del lugar, y a los espíritus tutelares.

La Katja, es una enfermedad causada por los espíritus de los ríos, pozos, cavernas, que han atrapado el Animu (alma) de la persona. Generalmente los niños que se han caído jugando sufren el susto y que por esta razón su animu (alma) anda perdido o extraviado. Es urgente que sea regresado a la persona antes de que sea atrapado por los Anchanchus y otros espíritus malignos.

El Gentil Usu (enfermedad de las chullpas) se atribuye a los espíritus de los ancestros del Chamac Pacha (era de la

oscuridad). Estos ancestros penetran al cuerpo de la víctima y va carcomiendo los huesos, como es en el caso de la ostiomielitis.

Cada una de estas enfermedades son tratadas con sus medicinas respectivas y métodos curativos.

Sobre los métodos y medicinas populares del Altiplano, Frisancho Pineda nos ofrece una compilación interesante (Frisancho Pineda: 1973).

En cuanto a los demás especialistas como son: Usuiri, Thaliri, podemos señalar brevemente. El Usuiri es el partero y es obvio su trabajo; el Thaliri, es un especialista en enfermedades psicosomáticas. Interviene en el caso del susto o en caso de atrofia- dones. Reubica los órganos afectados como son el corazón, los pulmones que han salido fuera de su sitio en una caída desprevenida, o en casos de susto.

Tanto los Sacerdotes nativos (Yatiri, Paqo, etc.) como los médicos nativos (Qolliri) prestan teóricamente sus servicios gratuitamente. Pero es práctica general que ellos perciben una gratificación, no una remuneración, como señal de aprecio por sus servicios. Esto es bien claro; ellos no fijan el precio, sino que el beneficiario ofrecerá según su "voluntad" y según las posibilidades económicas.

Por supuesto que tampoco los beneficiarios suelen abusar de la bondad del Yatiri o del Qolliri entre- gando una miseria o despachándole sin gratificación. Generalmente se ofrecen especies alimenticias y a veces suelen comentar, cuando se les ofrecen dinero, diciendo: "acaso voy a comer dinero". La gratificación no es considerada como remuneración sino más bien está regida o motivada por la ley de la reciprocidad.

Existen otros líderes a nivel político organizativo que no hemos tocado en el presente trabajo; estos son: los Jilaqatas,

Mallcus, Secretarios Generales, Pcrsoneros, etc. que son elementos que coordinan la intercomunicación de los Aymaras con el Gobierno y los Organismos Estatales.

Como dice Gow, aunque no hayan pruebas escritas, hay indicios de que líderes religiosos descritos arriba hayan actuado a nivel político; sin embargo el prestigio que tienen puede ser la base de un lideraz- go político (Gow: 1976: 242).

Conclusión

Conforme a mi propósito, he presentado ciertos elementos etnográficos para un estudio profundo sobre la cosmovisión y religión aymara.

La problemática que salta a la vista es en el área del sincretismo religioso, por el fuerte contenido de los elementos religiosos católicos.

¿Hasta qué punto el Aymara ha asimilado elementos conceptuales religiosos impuestos por el Catolicismo? Porque en la versión presentada aparece una marcada influencia.

¿Cómo concilia el Aymara el problema del monoteísmo con el aparente politeísmo? ¿Cómo concilia el Aymara la visión sacral que tiene del mundo con una visión histórica que va siendo impuesta por el nacionalismo de las repúblicas? ¿Hasta qué punto esta visión sacral le ayudará a enfrentarse con poderes político-económicos que hacen peligrar hasta los mismos cimientos de su cultura? ¿Es decir, cuál es el futuro de los Aymaras como grupo étnico?

Estos y muchos otros planteamientos surgen al momento y urgen su estudio.

Sin embargo, en base al contenido expuesto podemos detectar que existe un esquema conceptual que sirve a los Aymaras de modelo explicativo de su realidad. Este modelo conceptual está formulado en términos religiosos aparentemente sincréticos. Pues elementos religiosos nativos y europeos sirven para esta conceptualización.

Este hecho demuestra la capacidad de adaptación de un pueblo que lejos de aferrarse a modelos tradicionales,

reformula su nueva situación histórica de dominación ideológica religiosa siguiendo las pautas originales.

También observamos que el campesino aymara formula su existencia como dependiente de un equilibrio de relaciones entre el mundo sobrenatural y el mundo cósmico. Y que cuando se ha perdido este balance es cuando surgen los problemas que afectan la vida total a nivel personal, familiar y comunitario.

La noción dicotómica de las fuerzas del bien y del mal es clara, como también es la distinción moral entre el bien y el mal, entre la conducta buena o mala del hombre.

Para establecer este balance necesario se requiere de intermediarios especializados. Es así como se ha visto claramente que el Yatiri, Paqo, Qolliri, etc., son intermediarios entre los hombres y la divinidad, entre el mundo sobrenatural y el mundo natural. En este contexto se nota claramente el rol sacerdotal del Yatiri. Pues él es quien recupera con sus ritos el balance perdido.

Es necesario advertir que los roles son fijos y definitivos, aunque una misma persona pueda ejercer varios roles.

El rol de estos especialistas, además de ser intermediarios entre el hombre y las divinidades, es genuinamente social. Mediante manejo de sus ritos

permite la distensión psíquica y catalizan las comunicaciones familiares que se hayan deteriorado.

Es así como ejercen un rol social importantísimo en mantener las comunicaciones e interre- laciones personales y dando cohesión ideológica homogénea a nivel mucho más universal.

Bibliografia

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