Día del Prisionero de Guerra

Testimonio de abogada

30 Aniversario1985 - 2015

Después de varias diligencias en el Poder Judicial regresé a mi ofi-cina. Al ingresar vi una bolsa en la silla de la salita de entrada. Me asusté primero, el ambiente político del país no era calmo, al

contrario era muy agitado y como yo era la fundadora de la Asociación de Abogados Democráticos era blanco de la entonces Policía de Investiga-ciones del Perú que había formado la DINCOTE.

Pensé unos segundos de qué podría tratarse: Lo mejor, que fuese una bol-sa de basura; lo peor que fuese una granada del Servicio de Inteligencia Nacional o algo parecido a eso.

Esperé y decidí buscar una escoba, lo tomé por la paja y toqué suavemen-te la bolsa con el palo. Se cayó y rodaron unos palitos como de plástico. Volví a tocarla y lo arrastré hacia un lado y otro. Nada, esperé. Observé las extrañas cositas y cuál sería mi asombro cuando razonando me dije: ¡Son huesos humanos! Me encontré con huesos calcinados unos y otros no quemados sino astillados, quebrados. Eran huesos humanos.

Seguí tocando y moviendo la bolsa y salió una hoja doblada: una nota, me dije. La jalé, la tomé y leí. Recuerdo claramente que decía: “Doctora, estos son los huesos quemados de los políticos que mataron en el Pabellón Británico. Se lo dejamos para que sus familiares denuncien. Mis hijos son jóvenes también y están presos. Ellos me dijeron, anda llévate todo a la abogada. Se lo trajimos a usted porque es muy conocida”. Eran los fami-liares de los presos comunes y me dejaron los huesos de los prisioneros que habían sido asesinados en Lurigancho la semana anterior.

De inmediato llamé a los familiares de los asesinados y me fui con ellos al VI Juzgado de Instrucción del Poder Judicial, llevando la bolsa con los huesos calcinados, en ese tiempo no se denunciaba en la Fiscalía.

Los familiares llamaron a la prensa a la puerta del Juzgado, vinieron mu-chos medios, entre ellos estaba UPI, el canal 5, etc. Aquí denunciamos y entregamos el escrito donde estaba narrado todo lo sucedido. Mostré a la prensa la bolsa con los huesos calcinados, así como la nota. Todo esto fue filmado por la TV y los reporteros grabaron nuestras declaraciones.

1. Denuncia ante el Poder Judicial por Asociación de Abogados Democráticos, llevaron los huesos calcinados.

Bueno, la cosa es que en el VI Juzgado nadie quiso recibir la denuncia, pero aún así dejamos el escrito. Al día siguiente, salió en los noticieros y los periódicos la denuncia con la bolsa de huesos calcinados. Todo esto sucedió una semana después del doloroso hecho.

También toda la documentación, la denuncia, las pruebas están en el in-forme que se presentó en el Congreso, conocido como Informe Ames, para investigar el genocidio del 19 de junio de 1986. Aquí se presentó como antecedente el primer genocidio ocurrido en octubre de 1985. En todo caso también tiene que estar en la Biblioteca Nacional.

Meses después vino lo del 19 de junio, eso también lo denunciamos pero tampoco nos hicieron caso.

Esto fue lo que pasó y en ese tiempo Alan García era el presidente del Perú y nunca fue a prisión por esto, porque lo tapó todo. Eso no es justo.

2. Familiares enterados por la TV corrieron a morgue, la policía pretendió impedirlo, pero lograron ingresar, horrorizados soportaron dolor al ver puño calcinado.

3. La Asociación de Abogados Democráticos al no ser aceptada su denuncia en el IV Juzgado, luego denunciaron ante Congreso.