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Texto Bosisio_Dictadura Del Capital Financiero

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Prólogo

"Por eso, cuando pedimos que se abran los archivos, a los que nos dicen '¿qué archivos?', sepan que sabemos que existen () Esto nos hacía falta, desde hace tiempo".

Nora Cortiñas, Miradas al Sur 31/3/13. Entrevista a propósito de la presentación del informe "Economía, Sistema Financiero y Dictadura" realizado por la Comisión Nacional de Valores y del homenaje que la CNV brindó a su hijo Gus­tavo, trabajador de dicho organismo, desaparecido el 15 de abril de 1977.

Hace poco más de una década comenzaba en nuestro país la pro-fundización e implementación de un conjunto de medidas tendientes a la reconstrucción de la Memoria, la Verdad y la Justicia. En 2012 la Comisión Nacional de Valores (CNV) decidió acompañar las políticas de derechos humanos impulsadas desde el gobierno y creó la Oficina de Derechos Humanos. La CNV no debía ni podía estar al margen del aporte de datos en causas de lesa humanidad ligadas a delitos económicos.

Además del antecedente de la contribución a la investigación so­bre Papel Prensa y la actuación del Organismo en ese período, la pun­ta del ovillo fue una resolución de la CNV aparentemente inofensiva, pero que se conectaba con comisiones interrogadoras, peritos, torturas y muerte.

Con estos pocos elementos comenzó a trabajar la Oficina de De­rechos Humanos integrada por Celeste Perosino, antropóloga, Walter Bosisio, sociólogo, y Bruno Nápoli, historiador. Rápidamente se abo­caron a estudiar los archivos obrantes en la CNV (actas, resoluciones documentación) referidos a la etapa dictatorial.

Por supuesto que esta iniciativa recibió críticas de ciertos secto­res, pues era la primera vez que un organismo estatal, contralor del Mercado de Capitales, decidía investigarse a sí mismo y contraponer aquello a la etapa actual. Pero este grupo de jóvenes sabía lo que ha­cía, pues la apertura de archivos podía ayudar a echar luz sobre la

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posible comisión de delitos por parte de funcionarios de este y otros organismos del Estado.

El equipo interdisciplinario trabajó sobre estos archivos por más de un año, los analizó junto con elementos de la Justicia (causas pe­nales, pedidos de información) y con documentos de otros organismos públicos y privados del sistema financiero (Banco Central, Banco Na­ción, juzgados federales, e incluso de la Bolsa de Comercio).

Fruto de esta labor, en marzo de 2013, la CNV dio a conocer un informe preliminar que se publicó inmediatamente on-line para que fuera de acceso libre a todos. Este primer informe institucional, bajo el título "Economía, Política y Sistema Financiero. La última dictadura cívico-militar en la CNV", daba cuenta del accionar de funcionarios ci­viles y militares del organismo durante el "Proceso", así como también su participación en eventos ligados a persecuciones e interrogatorios.

La importancia de este informe se vio reflejada en dos vertientes: - Dio pie a importantes y efectivas decisiones de la Justicia. - Inició un camino para una serie de investigaciones sobre este

tema. A fines de 2013 se publica "Cuentas Pendientes", coordinado por

Horacio Verbitsky y Juan Pablo Bohoslavsky. En esta compilación, bajo el título "La Comisión Nacional de Valores y la avanzada sobre la subversión económica", se incorpora un resumen del informe produci­do por la Oficina de Derechos Humanos.

Posteriormente, Héctor Recalde impulsa y presenta un proyecto de ley para formar una comisión interdisciplinaria con el fin de inves­tigar delitos económicos durante la dictadura.

El libro Impulsados por la repercusión que tuvo el primer informe, que

sólo tenía un carácter institucional pero que permitió la democrati­zación y circulación de información hasta entonces nunca analizada y publicada, Celeste, Walter y Bruno, comprometidos con el trabajo, deciden ampliarlo y transformarlo en un libro de fácil acceso y lectura.

Para eso, el equipo profundizó su tarea, analizó la información obtenida y cruzó datos con otros archivos y documentos del sistema financiero. En este punto, colaboró en la desclasificación de los docu­mentos que un equipo de investigación del Ministerio de Defensa ha­lló en el Edificio Cóndor: las Actas de la Dictadura, y un extenso archi­vo ligado a las discusiones entre corporaciones civiles y funcionarios militares que definieron el rumbo económico del período dictatorial. Recordemos, por ejemplo, la Ley de Entidades Financieras, la Ley de Inversiones Extranjeras, las leyes de privatizaciones y otras tantas

que marcaron los comienzos de un cambio de estructura financiera y de endeudamiento público con consecuencias negativas hasta el día de hoy.

En síntesis, con este libro, sus autores pretenden ampliar las po­sibilidades de circulación de toda esta información, dando cuenta de un esfuerzo que implica seguir sumando distintas miradas investiga-tivas y enfoques sobre un evento nodal de la Argentina: la dictadura cívico militar y su legado económico.

Desde el impulso inicial que me llevó a crear la Oficina de Dere­chos Humanos mientras presidí la CNV (noviembre de 2009-octubre de 2014) y a publicar el informe preliminar institucional, me enorgu­llece prologar hoy este trabajo. No tengo duda de que será otra herra­mienta valiosa para entender aquel pasado y este presente.

Alejandro Vanoli

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Ajuste de cuentas

La apertura por primera vez en la Argentina de un archivo esta­tal vinculado al sistema financiero supone, entre las diversas líneas que pone en juego, un doble movimiento que vale la pena destacar: por un lado, la institución se abre y "ventila" como tal; por otro, el or­ganismo especializado libera los datos duros, las tramas humanas es­tratégicas y los deslices de la gestación de los procesos financieros de nuestra economía. Sabemos que la deuda financiera disciplina, regula y limita los modos de vida: opera biopolíticamente como un activo pro­ceso de financierización que ya no tiene sentido llamar parasitario, en tanto introduce la flexibilidad, la precariedad y los flujos migratorios forzados. Entendemos que la deuda dirige el trabajo en la esfera de su circulación con efectos devastadores en la vida diaria, productora de la precarización de las experiencias que son, a su vez, formadoras de relaciones sociales que se hunden en la impotencia. Este libro es una importante contribución en la tarea de construcción de una genealo­gía que nos devuelva activos ante el dominio financiero de la vida.

Vale destacar en esta investigación que la institución, por una decisión política, permite a tres investigadores -de quienes nos consta su autonomía- revisar su estado genealógico; es decir, su conforma­ción reñida con su condición democrática y su parte en la disposi­ción criminal del Estado argentino durante un período determinado. Como en un tiempo suspendido, estos tres intrusos, disfrazados de empleados por una designación tan legal como extraña a la tradición institucional, se avocaron a la paciente tarea de reunir, interpretar y conectar las estampas irreversibles de un fragmento de nuestro mapa histórico. No es común que las instituciones se dejen revisar, esto es, ser puestas en duda como tales, ya que por lo general funcionan cu­briendo sus huellas como una suerte de caso cerrado permanente, con sus funcionarios que hacen de la cautela un credo gris —aunque a ve­ces no sean tan cautelosos— y hagan de su posición circunstancial en la cosa pública la prolongación de un estilo para sus vidas privadas. Consideramos fundamental señalar y sostener los gestos de esta in­vestigación, ya que las anomalías cuentan con la fuerza de su irrup­ción, y al mismo tiempo corren los riesgos de lo imprevisto y tienen la

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fragilidad de necesitar, para su desarrollo, propagarse en un terreno minado por todas partes.

Cabe señalar que la investigación realiza un aporte a la com­prensión que nos debemos como país del proceso político que abrió las puertas locales a un fenómeno hoy ya indiscutiblemente dominante a nivel global, como es el gobierno de la economía mundial por el capital financiero. Los investigadores asociaron conversaciones, disposiciones legales, intervenciones públicas y privadas, acciones militares y poli­ciales, discursos, medidas gubernamentales y materiales de prensa, con el objetivo de dejar aflorar la complejidad de una trama que no podría reducirse a una contienda ideológica entre partes previamente definidas. No es preciso el estribillo que durante años consumimos, que se refiere a un plan maléfico trazado para implantar por las ar­mas el neoliberalismo en la Argentina.

La represión estatal que se agudizó y desplegó de manera plena a partir de 1976 presenta continuidades insoslayables con el período ante­rior (1973-1976), que va de la reforma del Código Penal (orientado a cri­minalizar las luchas) a los ultraconservadores nombramientos policiales y militares (estos últimos incluyen a Videla y Massera) por el propio Pe­rón y que se desplaza del accionar de la organización parapolicial deno­minada Triple A (valiéndose de fondos públicos y edificios estatales para el almacenamiento de armas) hasta la promulgación de la ley "antisub­versiva" (n° 20.840) ya entrado el gobierno de Isabel Perón. Resulta impo­sible olvidar en esta secuencia que las facciones militares que llevaron a cabo el golpe de estado no tenían posiciones a priori convergentes desde el punto de vista de la orientación económica, ya que entre las fuerzas las había nacionalistas (tendientes al proteccionismo), como ultraliberales (tendientes a la apertura indiscriminada a los mercados).

En todo caso, esta investigación permite visualizar los momentos de ensamblaje entre el dispositivo represivo -cuyo andamiaje legal es en buena medida heredado del período anterior a 1976- y los ca­pítulos económicos tendientes a consolidar un amplio corpus legisla­tivo -que nos toca tristemente heredar en un porcentaje muy impor­tan te - fundante de la extranjerización de la riqueza producida por el trabajo argentino, así como estructurante de una economía altamente especulativa. Se solidificaron, ya en tiempos de dictadura, zonas de comunidad entre civiles, militares y funcionarios públicos que, bajo la cobertura ideológica y enunciativa de Martínez de Hoz, alimentaron, a la par, negociados particulares y lineamientos duraderos de política económica. La imposición de una "normalidad fraguada" es desarma­da con precisión por esta investigación, como prueba irrevocable de la violencia y el terror que subyacen a las pretendidas leyes "naturales" de una -creída por muchos— economía aséptica.

Si en la actualidad un número acotado de empresas extranjeras detenta casi la mitad de las divisas generadas por exportaciones, de­bemos preguntarnos por la génesis y las consecuencias de las formas que adquirieron las inversiones extranjeras en nuestro país: el máxi­mo de renta en un mínimo de tiempo, en el umbral de la ilegalidad, cuando la "normalidad" fraguada no alcanza para justificar ni sus ba­lances declarados ni sus riquezas. En ese sentido, el sistema finan­ciero funciona como refugio para el capital transnacional, cuando las coyunturas políticas no lo restringen en sus posibilidades de acumu­lación (por ejemplo, la compra de activos financieros en el exterior como una de las principales causantes de fuga de capitales). Pero, a su vez, el Estado mismo funciona como agente del sistema financiero, generalizando los dispositivos de renta que dominan las principales dinámicas de acumulación de capital: minería, agronegocios, petróleo, transacciones inmobiliarias y el fantasma de una narcocultura que habría contribuido al sistema bancario. Todo un complejo destinado al aumento general del consumo -legitimado socialmente por el "consen­so de las commodities"- y amparado en el discurso social y político que sostiene una renuncia por parte del Estado a los mercados voluntarios de deuda que, sin embargo, no ha cesado de alimentar la ambigüedad de estas relaciones.

Cierto es que el proceso de extranjerización de nuestra economía, es decir, del esfuerzo colectivo de los procesos de producción de valor, de los recursos naturales y de las capacidades del conjunto, deteriora las condiciones de autonomía de las decisiones públicas incidiendo so­bre un punto fundamental, como lo es el de la necesidad de reorientar el perfil productivo del país basándose en las capacidades y deseos de una multiplicidad de pequeños agentes económicos que viven una per­manente desventaja respecto de aquellos con posibilidades (y vía libre) de concentrar capital. Por eso, consideramos de interés público revisar tanto la herencia legislativa de la última dictadura, que mantiene una vigencia favorable a los procesos financieros y a la extranjerización de la economía, como los tratados bilaterales, también vigentes, desde la década de los noventa. También se observan en estas páginas indicios de una transformación en el comportamiento civil (empresarial y no empresarial —aunque esa distancia se acota cada vez más-) en rela­ción con la dimensión especulativa de la economía, en aquel momento vivida con extrañeza por algunos y con euforia por otros, pero hoy día constitutiva en buena medida de las relaciones económicas a nivel ca­pilar (como se puede observar, en los pasajes del ahorro doméstico a la compra de títulos accionarios, o del pasaje de la financiación por el sec­tor bancario, clave en la década de los setenta, a la más contemporánea financiación por el sector bursátil, entre tantos otros).

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Apostamos, con la publicación de esta investigación, a un reco­rrido tendiente a la democratización de la información pública y de las decisiones sobre los grandes dilemas económicos. Dilemas que van desde la composición de nuevos perfiles productivos al cuestio-namiento de las condiciones de racionalidad devastadora de nuestros recursos naturales y que atraviesan todos los espacios de la vida tanto mentales como afectivos, así como la actuación frente a la deuda ex­terna (sobre todo en su parte ilegítima) condicionando el uso interno de los fondos públicos y la discusión en torno a la posibilidad de confi­gurar una moneda común con los países de la región. Democratizar el territorio económico y, sobre todo, el árido terreno financiero supone, como proceso, la ruptura del oscuro secreto estatal, con la apertura de archivos destinados a la investigación autónoma, la ampliación aun mayor de la participación colectiva más allá de los gobiernos de turno y la construcción de puntos de vista destinados a proteger los bienes y las capacidades comunes que aún insisten en el vertiginoso territorio de las finanzas.

Vemos en este documento, en sus desentramados más sutiles, que no se trata sólo de exhibir información hasta ahora confidencial sino de señalar las solemnidades secretas, construidas y unificadas pieza a pieza con figuras interesadas al poder, para conformar dispositivos plenos de protocolos administrativos y policiales que hacen a su pro­pia economía de funcionamiento y a infinidad de efectos en los cuerpos que padecen. Se trata de reconocer en este informe el funcionamiento del capitalismo financiero en el que vivimos, abierto -en el mundo y en la Argentina de la década de los setenta— por movimientos es­peculativos y de proliferación de mercados financieros al margen de las reglas de juego de la producción real, que desplegó un período de estancamiento mundial con inflación, con una enorme volatilidad de tipos de cambio, de tasas de interés y de precios, acompañados por entidades financieras internacionales y locales desligadas de los siste­mas nacionales de regulación y supervisión, al que al fin, los Estados, por una u otra vía, culminaron accediendo.

El sector financiero de la economía a partir de los años seten­ta creció a escala global a un ritmo superior a la economía produc­tiva, propiciando la movilidad de capitales líquidos y virtuales que adquirieron una dinámica vertiginosa sin relación causal clara con la esfera de la economía real. La globalización financiera se imbrica con un nuevo tipo de institucionalidad financiera asociada al fin de la estabilidad de la conversión del valor (oro/dólar) y de la declinación de los procesos de producción de valor del trabajo. Estado de cosas que tiene dos indicios indiscutibles: la extrema individualización y la descontractualización de las relaciones de trabajo, inseparables de la

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crisis del movimiento obrero y de las prácticas sindicales en su capa­cidad de incidir en las disputas de resistencia y en los efectivos anta­gonismos. La llamada "desregulación financiera" culminó rebasando el marco institucional precedente, creando una cultura del anonimato de las transacciones, de los paraísos tributarios, de la liberación de los controles que se volvió inseparable de los precios crecientes -que van del petróleo de los años setenta a la soja contemporánea- y de la enorme masa de excedentes líquidos -lo que explica en parte el fuerte endeudamiento externo latinoamericano de fines de los años setenta y comienzos de los ochenta, dado el acceso "fácil" a los créditos- vin­culados al déficit externo estadounidense durante la década de los ochenta.

En el escenario de la globalización financiera tres factores resul­taron gravitantes: la masa de excedentes financieros, las instituciones que regulan e intermedian los excedentes y la tecnología financiera operativizada por los intermediarios. La hipercirculación monetaria instantánea sin fronteras resultó inseparable de la apertura de las economías nacionales al mercado internacional. Los mercados finan­cieros se transforman así en especulación extrema y manejan un dine­ro que desborda sin regulaciones los procesos materiales de producción de valor "real". Aprendimos que la suerte económica de incalculables parcelas de humanidad podía depender de acontecimientos financieros en las redes globales que tenían efectos en cualquier otro punto del planeta, con desvalorización de los ahorros y pérdida de los empleos. Se habla, desde entonces, de "mercados sensibles" permeados por efec­tos "psicológicos" que rebasan lo estrictamente económico. Se habla de "pánico" o "entusiasmo" de los inversores o de los apostadores.

En el escenario financiero, vivimos un denominador común sobre la vida: reducción de cualidades sensibles a cantidades acumulables y negación de la especificidad de las singularidades de los modos de vida. Pero es justamente allí donde la paradoja del capitalismo se hace presente: promete singularizar por el dinero aunque simultáneamen­te homogeiniza por éste. Las experiencias vitales quedan así subsumi-das en la forma pura de la conectividad y el intercambio, seducidas y frustradas en un movimiento sin fin. Los guiones biográficos de deseos y gustos son enaltecidos por el dinero como motor de singularización al mismo tiempo que se abre una uniformización sin precedentes de la vida a escala del equivalente general del capital. En este contexto colonizado de las vidas, cualquier concreción se transforma en una abstracción y todo producido que se quiere electivo del deseo biográfi­co se confunde con la servidumbre voluntaria.

Lo financiero obra como la máxima abstracción que se hace con­creta en sus efectos de "pánico" o "entusiasmo" de quienes juegan en

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él y en las parcelas de humanidad de los cuerpos que padecen. La sensación más recurrente en la experiencia cotidiana, en los últimos cuarenta años de historia, es que estamos expuestos a un destino que nadie controla salvo por el funcionamiento de una red de flujos, in­formaciones y conjeturas hechas de millones de señales, precios re­lativos, estados de ánimo y posiciones de los jugadores del mercado, que encubren la presencia de tal o cual sujeto de la historia, en la que siempre descubrimos el entramado del poder. La discontinuidad e in­consistencia entre la producción material de valor y el mercado finan­ciero es evidente, como lo son los "pálpitos", "deseos" o "expectativas" ante la información bursátil.

El mercado financiero se ha convertido, en el último medio siglo, en la fuerza centrípeta del dinero como medio de equivalente general, la globalización financiera ha producido la máxima abstracción de los intercambios, el capitalismo en sus últimos desarrollos financieros ha efectivizado la desterritorialización de la vida donde lo local y sin­gular parecen ser sólo oportunidades del juego y este estado de la cultura del equivalente general financiero ha producido un estado de metamorfosis ubicuo y perpetuo de los cuerpos. En pocas palabras, se ha impuesto entre nosotros y en el mundo global un estado ontológico flotante e ingrávido -para algunos "fluido", para otros "inmateriaP-ligado a las soluciones del instante presente nunca separables en la cultura de la especulación financiera de los estereotipos provenientes de circuitos de información de la red de redes y de los peligrosos efec­tos sobre el sentido común.

Una dignidad política que pretenda desmercantilizar las relacio­nes sociales con vistas al bien común, a la renta social y a la autoor-ganización de la vida requiere de valientes decisiones como los es, en uno de los registros en juego, esta investigación. Sólo asumiendo los niveles de responsabilidad del entramado financiero civil y estatal po­dremos abogar por un movimiento de democratización que sostenga una estricta declaración de igualdad de derechos civiles, una concreta pluralidad de las prácticas o modos de vivir para todos los emprendi-mientos y una preservación de modos vitales de invención de formas de vivir no conquistados por ningún Poder.

Ariel Pennisi y Adrián Cangi

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CAPÍTULO 5

Un trabajo en equipo: Bolsa de Comercio de Buenos Aires,

BANADE, Banco de la Nación Argentina, CNV

La Bolsa de Comercio de Buenos Aires La Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), al igual que otras

instituciones que componen el concierto de las finanzas, jugó su rol dentro de los postulados del autodenominado "Proceso de Reorganiza­ción Nacional". En el primer informe de la Oficina de Derechos Huma­nos de la CNV se trataron algunos casos relacionados directamente a la BCBA, como la investigación a Alberto Guido Servente, Presidente de la institución en esos momentos, y la investigación y secuestro a otros corredores de bolsa, incluidos Tomasevich y Blanco, cuya resolu­ción judicial fue conocida en julio de 2013 y termina con la detención de Arturo Ricardo Silzle. Este apartado del informe tiene por objetivo reseñar la posición institucional de la BCBA durante el último perío­do dictatorial, mostrar el rol preponderante que jugó como ámbito de articulación del poder de facto para implementar su lucha represiva y, paradójicamente, cómo actuó como tribuna de discusión durante la dictadura y ante la inminente vuelta democrática de 1983. Este reco­rrido está basado en las publicaciones de la BCBA. Dicha institución publica un suplemento diario, boletín, y un suplemento semanal que registra la vida del organismo y a través de ella la situación financie­ra y económica del país, así como social y política. Se relevaron, en el archivo de la BCBA, los suplementos diarios de 1976 a 1983. En ellos se pudieron hallar los directorios de las empresas que cotizaban en bolsa. Esta información permite reconstruir los lugares que ocupaban actores relevantes de la última dictadura militar corporativa.

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Los boletines diarios de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires

En el suplemento diario no se registró referencia alguna al golpe militar corporativo del 24 de marzo de 1976. Ese día se publicó el boletín normalmente, sin mención a dicho evento ni tampoco lo hizo en los días posteriores. Las únicas referencias pueden hallarse de ma­nera indirecta en dos pasajes. El primero de ellos, publicado en el ejemplar del día lunes 10 de mayo de 1976, n° 5307, donde consta que el 15 de marzo de 1976 fue aceptada la renuncia a José A. Martínez de Hoz a la presidencia de Acindar S.A. y que el 4 de mayo de 1976 fue designado Director y Presidente Alcides López Aufranc. Por otra parte, el martes 18 de mayo de 1976, boletín n° 5313, figura que el 22 de abril de 1976 se aceptó la renuncia de Guillermo Walter Klein (h.) con efecto al 24/3/1976. La misma obedece a que ha sido designado Se­cretario de Coordinación y Planeamiento del Ministerio de Economía de la Nación.

De los datos que figuran en los boletines diarios se destacan algu­nas conformaciones de Directorio. Por ejemplo, el Banco Shaw tenía entre sus Directores al recién mencionado Guillermo Walter Klein, Secretario de Estado de Programación y Coordinación Económica durante la dictadura militar (1976-1981), y a Conrado Etchebarne, creador de la ley de mercado de capitales y hermano de Juan Alfredo Etchebarne, Presidente de la Comisión Nacional de Valores durante el último período dictatorial.

La empresa Longvie tenía su Directorio conformado por la fa­milia Zimmerman en pleno. Como Presidente se encontraba Mar­cos R. Zimmermann, Vicepresidente Rafael Marcos Zimmermann y el Directorio conformado por Alberto R. Zimmermann y Marcelo R. Zimmermann. El 13/4/1976 asume Christian J. Zimmermann como Vicepresidente del BCRA hasta el 31/10/1979, cuando toma su lugar Alejandro Reynal.

Luis M. Gotelli fue Vicepresidente del Banco de Italia y Río de la Plata y Director de Alpargatas S.A. La firma Alpargatas tenía como presidente a Eduardo V Oxenford.

La memoria de la Bolsa

Las memorias son un compendio de toda actividad de relevancia que haya ocurrido o de la cual haya participado el directorio de la Bol­sa. De esta información, la de mayor importancia es la que deviene de los discursos dados por sus directivos y de los militares y partícipes del régimen dictatorial que la Bolsa ha sabido recibir en sus salones.

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La mesa directiva de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires para 1976 está compuesta por Sebastián Pérez Tornquist, Presidente; Julio R. González, Vicepresidente Primero; Alberto Guido Servente (GEMA), Vicepresidente Segundo, y Raúl Álvarez, Secretario. En la introducción a la memoria del año 1976 se realiza un repaso sobre la situación vivida durante ese año resaltando el cambio positivo vivido en el país tras el golpe de estado de marzo:

"El panorama que ofrecía el país a principios de 1976 era francamente desalentador. La disminución de la producción, el desarrollo desproporcionado del aparato burocrático (...) se agra­varon en forma alarmante en los primeros meses de 1976. La Bol­sa consideró que el país se encontraba ante la necesidad imperiosa de modificar totalmente el rumbo de su política aun a costa de grandes sacrificios de sus habitantes y reclamó tal cambio, expre­sando su deseo de que la nueva instancia abierta (...) en marzo, lo concretara. Independientemente de los logros que el gobierno ha obtenido y de las políticas que deben adoptarse en un futuro, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires considera conveniente reiterar un llamado de atención acerca del hecho de que haya sido nece­sario interrumpir el proceso institucional para salvar al país del desastre económico y social".

En este extracto, la BCBA expone claramente que formó parte de las instituciones civiles que reclamaron y apoyaron el quiebre demo­crático frente a lo que ellos consideraban una gran crisis que vivía el país. Una muestra más de que el golpe de estado de 1976 no solo fue una iniciativa militar sino también civil y corporativa.

El 28 de julio de 1976 se celebra el aniversario n° 122 de la institu­ción con la participación el Ministro de Economía José A. Martínez de Hoz. Se le entrega una medalla para el Presidente de la Junta Militar Jorge R. Videla. Son oradores en el acto son el presidente de la BCBA y Martínez de Hoz. Sebastián Pérez Tornquist destaca a lo largo de su discurso los beneficios y la mejora que el país estaba viviendo brin­dando un apoyo explícito a la dictadura y a la represión de aquellos que no compartían su mismo "modo de vida". Se ofrecen a continua­ción algunos pasajes de su presentación:

"Basta recorrer las páginas de las últimas memorias de la Aso­ciación para comprenderlo. Allí aparece reflejada su inquietud y re­pudio a la violencia desatada en el país; la esperanza en el proceso de la institucionalización; la repulsa hacia la actitud sectaria de los gobernantes que lejos de tranquilizar los ánimos puso en peligro la

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paz de los argentinos. (...) Allí se puede leer el reclamo para que se pusiera fin a la violencia persistente no solo mediante todo el rigor en la represión que la ley autorizaba sino también desarrollando una política que enalteciera a las instituciones. (...) En los actuales momentos, podemos decir que las esperanzas que manifestó la bol­sa en la nueva instancia abierta en la historia de la patria por las fuerzas armadas, están comenzando a cumplirse. Basta comparar las alternativas de los últimos meses con las del año anterior.

Fue preciso que las fuerzas armadas tomaran el poder para evitar el descalabro final. Pero la responsabilidad nos corresponde a todos. Cada uno de nosotros en la función y en el ámbito que le sean propios, deberá sumar su aporte para concretar la tarea de reorganización nacional. La tarea de reorganizar el país no es por cierto nada fácil porque además de un cambio esencial de menta­lidad ahora es también necesario reconstruir las bases del estado argentino.

Deploramos la subversión, por la cobardía e inmora­lidad de sus métodos, como toda manifestación ilegítima de la fuerza y por los fines repugnantes a nuestro modo de vivir que persigue. Es la causa mayor de las perturbaciones que vive la sociedad argentina actualmente y resulta esen­cial su completo aniquilamiento.

La represión corresponde únicamente al estado, como comu­nidad jurídica organizada, que tiene la fuerza y es su deber mo­nopolizar y aplicar públicamente con responsabilidad y firmeza. Creemos también que todos los ciudadanos deben prestar la co­laboración civil necesaria para erradicar el terrorismo, porque es una tarea que debe ser asumida en defensa de la patria y cuanto más colabore el pueblo en esta lucha, más rápida y menos costosa será la victoria.

Hoy nos toca a nosotros la tarea de reorganizar la nación. Pienso que bien podemos hacer este esfuerzo (...) solo debemos mantenernos en el buen camino con optimismo, con fe en el cum­plimiento de los objetivos propuestos por el gobierno de las fuerzas armadas, prestándole nuestro mejor apoyo y colaboración".

El discurso de José A. Mart ínez de Hoz destacó la política econó­mica que se es taba comenzando a aplicar pa ra t e rminar resal tando la importancia del apoyo de la población pa ra el éxito del "proceso de reorganización nacional":

"Concluyo recordando que todo esto que estamos empeñados en concretar, solo es concretable si tiene el pleno apoyo de la pobla-

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ción argentina y la voluntad de realizar el esfuerzo que es indis­pensable hacer. Ello resulta imprescindible si no queremos seguir ya mas sometidos a la constante frustración de los fracasados, y decidir que la Argentina y los argentinos somos un país de triun­fadores, que saben lo que quieren y que saben como llegar a con­cretar sus aspiraciones".

En la úl t ima sección de la memor ia del año 1976 se reproducen los reportajes y declaraciones brindados por Sebast ián Pérez Tornquist. Las mismas reseñan su parecer acerca de la nueva real idad política y económica del país con un claro discurso de apoyo al régimen.

"Cuando los poderes públicos y los inversores privados tomen cabal conciencia de esta realidad no hay dudas de que jornadas como las que hemos vivido esta semana que hemos calificado como históricas, dejarían de serlo para convertirse en algo frecuente y cotidiano" (La Opinión, 11/4/1976).

En u n a larga entrevista b r indada al diario El Cronista Comer­cial, el 29/6/1976, Sebast ián Pérez Tornquist hace un recorrido por el estado del s is tema financiero an tes y después del golpe de Estado. A la pregunta por la creciente valorización de las acciones a par t i r del cambio institucional del 24 de marzo señala:

"A finales de 1975 y principios de 1976, las cotizaciones de las acciones se encontraban totalmente rezagadas con respecto a la verdadera envergadura económica y patrimonial de las firmas y sus posibilidades de generación de utilidades. Esta situación re­flejaba la incertidumbre que se manifestaba en aquellas circuns­tancias en el ámbito económico-financiero como consecuencia del manejo errático de la política económica. Puede estimarse que en vísperas del cambio institucional, se gestó en la conciencia de los inversores la idea de una rápida recuperación en materia de posi­bilidades de rentabilidad para la inversión privada, provocándo­se un fuerte salto en las cotizaciones que no se prolongó durante mucho tiempo. Luego de un periodo de ajuste, en el cual las coti­zaciones descendieron a niveles más acordes con la realidad, se fue evidenciando luego un crecimiento paulatino de los papeles privados presentando las características de un proceso más lento pero también exhibiendo una mayor seguridad en la evolución de las cotizaciones".

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A la pregunta sobre que el mercado bursátil argentino siempre tuvo una dimensión reducida y si la nueva tendencia puede revertir esta tendencia histórica declara:

"Si el término mercado de capitales se entiende en su acepción más generalizada no es cierto que el mercado de capitales argenti­no haya tenido siempre una dimensión reducida. (...) Ahora bien si entendemos por mercado de capitales el mercado accionario re­sulta aún prematuro aventurar un juicio acerca de si las tenden­cias favorables que se han observado en el mismo pueden revertir la situación histórica de pequeñez de este mercado".

Asimismo, Pérez Tornquist realiza una proyección de cómo puede afectar la actual situación política y social del país en las operaciones bursátiles:

"Debido a la complejidad de las variables económicas, políti­cas y sociales que confluyen en este momento en la actividad bur­sátil, resulta aventurado abrir un juicio acerca de la incidencia de esos parámetros en las operaciones bursátiles" (El Cronista Co­mercial, 29/6/1976).

Durante 1977, Alberto Guido Servente fue Presidente de la Bolsa. En la introducción a la memoria de ese año se destaca como hecho re­levante en el panorama argentino la lucha contra el terrorismo, "cuya actividad había llegado a configurar una verdadera agresión armada contra el estado y la sociedad argentina (...) Se puede afirmar que la subversión está virtualmente eliminada. (...) las fuerzas armadas con­siguieron la clarificación de problemas tan distorsionados como eran Los ataques recibidos so pretexto de pretendidas violaciones a los De­rechos Humanos (...) Puede decirse hoy (...) que las verdaderas viola­ciones a los Derechos Humanos provenían del ataque entero y mendaz de la subversión y no de las fuerzas del orden que defienden la vida, la libertad y la propiedad de los ciudadanos"

El 20 de julio se llevó adelante la cena aniversario de la Bolsa. En­tre los presentes se destaca la presencia de Jorge Rafael Videla y José A. Martínez de Hoz. En su discurso el Presidente de la Bolsa, Alberto G. Servente, expresa:

"La presencia de las distinguidas personalidades que nos acompañan, nos inclinan a reafirmar públicamente nuestro com­promiso de colaborar, incansablemente, con el proceso de reorgani zación nacional (...) Desde marzo de 1976, mucho se ha avanzado

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(...) en el restablecimiento de la paz interior combatiendo a la vio­lencia que amenazaba gravemente nuestro sistema institucional (...) A pesar del difícil proceso de transformación que estamos vi­viendo, podemos ver, con satisfacción, que en el primer trimestre de este año 1977, la cantidad o el volumen de los ofrecimientos pú­blicos de acciones que se han presentado a la Comisión Nacional de Valores para solicitar la autorización, se ha incrementado con respecto al primer semestre de 1976 en un 400 %...".

La memoria del año 1978 comienza resaltando la fuerte transfor­mación que se encuentra viviendo el país:

"El plan económico de las fuerzas armadas daba fundamen­tos a dichas esperanzas, ya que se trataba de un plan coherente fundado en los principios de la economía con base en la empresa privada y la libre competencia. Desde entonces, la bolsa ha apoya­do con firme resolución los postulados filosóficos de dicho plan...".

Una vez más, la BCBA da su apoyo explícito al plan del gobierno de facto. En el 124° aniversario de la Bolsa, Alberto G. Servente, ex­presa:

".. .podemos decir con satisfacción, que desde hace algún tiem­po, esta situación ha variado y más precisamente que, desde marzo de 1976, se ha emprendido el camino de retorno a las prácticas que han dado fundamento a nuestra Bolsa".

Mientras que en el discurso de la cena anual, el 11 de agosto de 1978, manifiesta:

"[La Bolsa] se complace en constatar que el cambio en las com­petencias y las personas, no implica una ruptura de continuidad en la política del estado, en pos de los objetivos del Proceso de reorganización nacional. Uno de los aspectos dignos de destacar en la vida nacional en 1978, es la virtual eliminación de la sub­versión que ha sido un heroico triunfo en las Fuerzas Armadas. No pensamos, sin embargo, que se deba ceder en la lucha, ya que el extremismo tiene fácil poder de recuperación y se mantendrá al acecho para reagrupar sus filas e intentar golpear en la sociedad argentina cualquier ocasión que halle propicia. Una prueba de ello ha sido el cobarde atentado perpetrado días atrás, que cobró nuevas víctimas inocentes. En los últimos meses, la opinión pú­blica tomó cabal conocimiento de la campaña de desprestigio en

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Page 12: Texto Bosisio_Dictadura Del Capital Financiero

contra de nuestro país, lanzada principalmente a través de dia­rios y agencias noticiosas extranjeras (...) claro resulta que esta campaña de desprestigio constituye una expresión más del ataque llevado a cabo contra nuestra forma de vida por parte de aquellos que fueron vencidos en su intento dentro del país. En el ámbito que le corresponde, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires ha colabora­do en ese sentido en la tarea de esclarecimiento sobre cuál era la situación a la que nos han llevado ideologías similares a las que preconiza la subversión...".

En junio de 1978 se realizó una reunión con Jorge R. Videla y José A. Martínez de Hoz donde se debatieron algunos problemas económi­cos como la inflación. Ese mismo año se hizo un aporte al Ejército Ar­gentino donde se enviaron productos al Comando en Jefe del Ejército con motivo del fin de año.

Para 1979, el Presidente de la BCBA en funciones era José Mar-torell. En la introducción de la Memoria queda reflejada la visita de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA:

"...en orden de las relaciones externas un hecho de gran im­portancia fue la visita de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos. Durante su permanencia en nuestro país sus miembros gozaron de la más completa libertad de acción. La visita de la Comisión nos dejó un saldo positivo inme­diato: cualquiera sean las conclusiones a que arribe, sus miembros habrán podido observar un pueblo que trabaja en paz y se muestra solidario con el gobierno en la lucha contra la subversión disocia-dora que pese a mostrar aun sus reacciones en episodios aislados, puede considerarse totalmente desarticulada".

En esta Memoria se destaca un párrafo acerca de Árbol Solo S.A. empresa que ya fue abordada en el primer informe de la Oficina de Derechos Humanos de la CNV. Según obra en dicha publicación, el Presidente y Secretario de la BCBA concurrieron a las instalaciones de Árbol Solo S.A., el 28 de julio de 1979, donde apreciaron la impor­tancia de la planta que tiene la firma Tableros Guillermina S.A. per­teneciente a dicho grupo, "cuyos principales accionistas son: Ferrum S.A., Diners Club Argentina S.A., Cerámica Pilar S.A., y Cía. Intro­ductora de Buenos Aires...".

Por otra parte, consta una declaración pública en relación al ter­cer aniversario del Proceso de Reorganización Nacional a la cual ad­hiere la BCBA:

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"En reconocimiento de las Fuerzas Armadas de la Nación al cumplirse el tercer aniversario del Proceso de Reorganización Na­cional, las entidades abajo firmantes transcriben el preámbulo de la Constitución porque en él se resumen esfuerzos desplegados y resultados obtenidos en estos tres años de gestión en pro de los objetivos nacionales que todos aspiramos a alcanzar plenamente".

También, la BCBA adhiere a la declaración suministrada por la Cámara de Anunciantes:

"Los argentinos queremos decirle al mundo: los argentinos estuvimos en guerra. Todos la vivimos y la sufrimos. Queremos que el mundo sepa que la decisión de entrar en la lucha que pro­vocó e impuso la subversión, no fue privativa de las fuerzas ar­madas. Tampoco fue privativa del gobierno argentino. Fue una decisión de argentinos. Todos, absolutamente todos los hombres de buena voluntad que habitan el suelo argentino, pedimos en su momento a las fuerzas armadas que entraran en guerra para ganar la paz. A costa de cualquier sacrificio y todos deseamos que la guerra termine cuanto antes. Hoy la guerra terminó pero no la vigilia y tal como otra guerra esta también tuvo su precio. Su enorme cuota de dolor y sacrificio. Porque en ella hubo muertos y desaparecidos. Argentinos que cumplían con su deber, defendien­do nuestro derecho a la paz y nuestro tradicional modo de ser, que una minoría cuestionaba. Y murieron muchos de aquellos que temerariamente, pretendieron imponernos ideologías extre­mistas y un sistema de vida totalmente ajeno a nuestro ser nacio­nal. Ese fue el precio de la guerra en Argentina. Las instituciones que abajo firmamos queremos refrendar de esta manera nuestro apoyo a aquella dolorosa pero imprescindible decisión. Aunque en idénticas circunstancias volveríamos a actuar de idéntica ma­nera, quiera Dios que nunca más tengamos que pagar este precio para vivir en paz".

La Memoria de 1980 marca un cambio en la estructura directiva de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. El nuevo Presidente es el Vi­cealmirante I. M. (Re) Julio Juan Bardi, Ministro de Bienestar Social entre 1976-1979, y el Vicepresidente pasa a ser Eugenio Luis Mala-testa. El Vicealmirante Bardi ya ha sido aludido en el primer informe de la Oficina de Derechos Humanos de la CNV por una disputa que protagonizó con directivos de la CNV. En la introducción de la Memo­ria del año 1980 se destaca:

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Page 13: Texto Bosisio_Dictadura Del Capital Financiero

"...desde el punto de vista institucional dos hechos importan­tes acaparan la atención (...) Se ha conocido el nombre del presi­dente que gobernará el país desde marzo de 1981 hasta igual mes de 1984, elegido a través del método oportunamente determinado por las fuerzas armadas".

Durante 1980, la Bolsa recibió a los Comandantes en Jefe de las FFAA. El 17 de julio de 1980 se recibió al Comandante en Jefe de la Armada, Alte. Armando Lambruschini. El 28 de julio se hizo presente el Comandante en Jefe del Ejército, Tte. General Leopoldo E Galtieri El 11 de agosto se recibió al Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea Ornar D. R. Graffigna.

Para 1981 seguía presidiendo la Bolsa Julio Juan Bardi, pero aho­ra acompañado por José Roberto Cantón como Vicepresidente. A la Cena Aniversario de la BCBA asiste el Teniente General Viola quien declara:

"...hace unos pocos días, al describir la situación tras seis meses de acción de gobierno, advertí ciertas mejorías y señalé -un poco en broma, un poco en serio- que me hacían esperar una contraofensiva. No creo haberme equivocado, porque estos últimos días, a las tensiones y dificultades naturales parecen estarse su­mando rumores y ademanes no tan naturales".

El dato destacado de la Memoria de 1983 es el ciclo de conferencia de partidos políticos sobre economía argentina:

"La decisión del gobierno de facto de convocar a elecciones para el día 30 de octubre de 1983, determinó que nuestra institu­ción ofreciese su tribuna para que los distintos partidos políticos que participarían de las elecciones difundiesen las respectivas pla­taformas económicas. Con tal motivo expusieron en nuestra sede el Dr. Enrique García Vázquez de la UCR, el Lic. Carlos A. Grosso del Partido Justicialista, y el Ing. Alvaro Alzogaray de la Unión del Centro Democrático".

José Murúa, Presidente de la BCBA para 1983, presenta las con­ferencias del siguiente modo:

"Después de siete años de gobierno de facto estamos a conta­dos días de la realización del acto electoral, primer y trascenden­te paso para el ejercicio de la democracia (...) Ante el particular momento político que vive el país, la Bolsa de Comercio de Buenos

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Aires con sentido didáctico ha puesto su tribuna a disposición de los partidos políticos".

Las exposiciones estuvieron a cargo de Enrique García Vázquez de la UCR (18 de octubre de 1983), Presidente del Banco Central de la República Argentina; Carlos Grosso, del Partido Justicialista (25 de octubre de 1983), quien destaca que "hemos andado echándonos cul­pas, compitiendo ferozmente por subjetividades ideológicas e interac-tuando los distintos sectores sin reparar en que esas luchas, un tanto anárquicas, tenían algo de frivola actitud de parte de quienes habita­mos el país..."; y por último, Alvaro Alzogaray (26 de octubre de 1983).

La reacción de las bolsas frente al retorno democrático

El lunes 12 y el martes 13 de diciembre a solo dos días de la asun­ción de Alfonsín como Presidente se produjo una abrupta oscilación en la cotización de acciones. Como consecuencia la Comisión Nacional de Valores realiza una investigación ya que se presumían negociaciones que afectaban la transparencia del mercado bursátil. La mayor parte de las empresas cotizadas registraron caídas del 10 y 11% en ambas jornadas según registraba la BCBA.

El 16 de diciembre, la CNV apunta a "una posición que no com­partimos en lo absoluto y que no puede tener asideros consistentes para sostenerse" (Ámbito Financiero, pág. 10, segunda edición, 16/12/1983). Otro pasaje del Ámbito Financiero del 19 de diciembre de 1983 expo­ne: "...lo más curioso surgió después de la sesión del miércoles, mo­mento en que la Comisión Nacional de Valores salió a correr a diestra y siniestra, al mejor estilo de los compulsivos arranques que poseía la gestión de este organismo bajo gran parte del 'proceso'".

El 20 de diciembre de 1983, a diez días de la asunción de Alfonsín como Presidente se da otra importante caída en la Bolsa de Buenos Aires. Esto, en parte, se debió al proyecto de reforma impositiva que el Poder Ejecutivo había enviado al Congreso, según el cual serían materia imponible las acciones y las cuotas de los fondos comunes de inversión. Esto fue interpretado en la city como una forma sutil de no-minatividad de las acciones. Algunas acciones cayeron hasta un 30%; Por ejemplo, Alpargatas, el viernes 7/12/1983, había cerrado a $ 4,40 y abrió el lunes a $ 2,70. En la Bolsa de Comercio de Rosario también hubo una brusca caída de hasta el 40%.

Page 14: Texto Bosisio_Dictadura Del Capital Financiero

El BANADE en las actas de la Comisión Nacional de Valores

Por otro lado, del cruce de datos entre el listado provisto por la Unidad Especial de Delitos Económicos de la Secretaría de Derechos Humanos, de 887 empresas que fueron vendidas o con deuda externa

Page 15: Texto Bosisio_Dictadura Del Capital Financiero

estatizada y, por ende, que se vieron beneficiadas durante el último pro­ceso dictatorial y la nómina de empresas que cotizaban en bolsa surgen datos de interés. De este total de 887 empresas, 240 cotizaban en bolsa durante dicho período, es decir el 27%, y, por ende, figuran en las actas de Directorio de la Comisión Nacional de Valores. De estas 240 empre­sas: 19 empresas cuya deuda externa fue estatizada; 8 empresas pasa­ron a ser administradas por el Estado por ley 18.832 y, posteriormen­te, liquidadas; 152 empresas, cuyas acciones en el Banco Nacional de Desarrollo (BANADE) o la Caja Nacional de Ahorro y Seguro (CNAS) fueron totalmente vendidas en 1980; 3 empresas fueron privatizadas; 29 fueron liquidadas por el BCRA; 21 empresas fueron parcialmente vendidas al Estado; a 3 empresas se les decretó la quiebra; 5 empresas que no pueden incorporarse a las restantes categorías (parcialmente vendidas por licitación, estatal disuelta, estatal provincial liquidada, otras). Dentro de esta nómina de datos se pondrá cierto énfasis en el caso de las empresas cuyos paquetes accionarios fueron vendidos a tra­vés del BANADE y de la CNAS. En las memorias del Ministerio de Economía del período 1976-1981 existe una nomina de 382 empresas en las cuales el Estado Nacional poseía participaciones accionarias que variaban entre menos del 1% y casi el 40 % del capital total, a través del BANADE y de la CNAS. La venta de acciones que autoriza la CNV a través del BANADE se concentra en un pool de 58 empresas cuyos paquetes accionarios se venden en sucesivas transacciones.

Nómina de empresas . Acciones vendidas por BANADE con autorización de la CNV

Banade- Aceitera y Algodonera del litoral S.A.I.C. Banade- Afra S.A.

Banade- Austral

Banade- Banco de Mendoza

Banade- Calderas Salcor Caven S.A.

Banade- Chrysler Arg. S.A.

Banade- Cía. Imp. de Aceros S.A.

Banade- Cía. Ind. del Norte Santa Fe

Banade- Cía. Metalúrgica Austral

Banade- CIDEC S.A.

Banade- Cipo

Banade- Cofia

Banade- Cometarsa S.A.

Banade- Conarsud

Banade- Curt Latte

Banade- Diez Hnos. S.A.

Banade- Ind. Yuvena

Banade- Indur S.A.

Banade- Italar S.A.

Banade- Laminfer S.A.

Banade- Lauda S.A.

Banade- Lazar y Cía S.A.

Banade- Legión extranjera

Banade- Lipsia S.A.

Banade- Los Gobelinos S.A.

Banade- Luis Grassi Ltda. S.A.

Banade- Massey Fergunson

Banade- Orus

Banade- Papelera Hurlingham S.A.I.C.

Banade- Pedotti S.A.

Banade- Propulsora Sid Banade- Quelac S.A.

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Banade- Duvany S.A. Banade- Est. M. Nahuel S.A. Banade- Estancias y Colonias Trenel Banade- Evalina S.A.

Banade- Ezeta S.A. Banade- Fab. Arg. de opalinas de Hurlingham Banade- Fibralana S.A.

Banade- Frutícola Argentina

Banade- Gardini S.A.

Banade- Goodwin

Banade- Hidrofilia Arg.

Banade- Imar S.A.

Banade- Ind. Automotriz Santa Fe

Banade- Reysol S.A. Banade- Riominsa S.A. Banade- Rochetti, Razzetty y Cía. Banade- Tamburrini Ltda.

Banade- Tea S.A.I.C.

Banade- Tool Research Argentina

Banade- Transradio S.A.

Banade- Wecheco S.A.

Banade- Wolksvagen Arg. S.A.

Banade- Zucamor S.A.

Banade- Pueyrredón Construcciones S.A.

Banade- Pullmania Argentina S.A.

Baneda- Saint Hnos S.A.

La venta de los paquetes accionarios muestran un crecimiento paulatino hasta 1978 cuando comienzan a decrecer el número de tran­sacciones autorizadas; vale detallar:

Ano 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983

Transacciones 3

20 26 17 17 7 2 1

Las empresas con paquetes accionarios pertenecientes al Estado no fueron sumariadas en ningún momento a lo largo de la última dictadura.

Autorizaciones al Banade para la venta de paquetes accionarios

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Page 16: Texto Bosisio_Dictadura Del Capital Financiero

De este mapeo de las empresas que integraban el Mercado de Valores entre 1976 y 1984 puede estimarse, si se toman en cuenta los porcentajes, que la embestida de la CNV se centró solo en unas pocas empresas si se lo compara con el número total de que tenían bajo su órbita de control. Sin embargo, estas pocas empresas que investigó denunció y que terminaron en algunos casos con el secuestro de sus dueños, directivos y empleados son casos de gran resonancia que la CNV se encargó de monitorear durante todo el proceso dictatorial. Una primera conclusión a arribar podría ser que el Mercado de Valo­res actuó de manera regular y ateniéndose a las leyes del mercado en ese entonces en vigencia, libres de contacto con lo que la cúpula de la CNV consideraba subversión económica. Se estima también que esta "reducida" embestida se relaciona con que la CNV solo tenía bajo su control aquellas empresas que cotizaban en bolsa siendo el número de empresas argentinas extremadamente mayor y de la que se sabe sufrieron algunas de ellas secuestro y desapoderamiento (por ejemplo, Mackentor o Sadeco).

En resumen, el porcentaje de empresas y agentes de bolsa inves­tigados y sumariados por la CNV es bajo con respecto al número total de empresas y agentes bajo su control. Sin embargo, los casos sobre los cuales avanzó generaron un gran impacto en la "city porteña" y en el mundo empresarial. Estos casos no solo cursaron en el fuero ju­dicial sino también castrense. Como cierre, cabe detallar que la CNV tenía, tal como expresan las editoriales y conferencias, políticas claras con respecto al manejo del mercado de capitales, la disciplina de los agentes de bolsa y una fuerte convicción para poner en ejercicio y ha­cer cumplir la ley 20.840 de subversión económica.

Banco Nación: su rol en la especulación financiera El Banco Nación despliega una de sus caras más contundentes en

la construcción del andamiaje del sistema financiero -diseñado por la política económica de Martínez de Hoz y G. W. Klein- mediante el desarrollo de operaciones de crédito con múltiples entidades de capi-tal nacional y extranjero que posibilitaron consolidar esquemas de especulación nunca vistos con anterioridad. Si se toma en cuenta que a partir de mediados de 1976 las nuevas directrices económicas no solo habilitan sino que promueven la circulación exponencial de mo­neda en el marco de inicio de un nuevo sistema económico nacional vinculado de modo dependiente con el sistema financiero internacio­nal, puede comprenderse el rol clave que la banca estatal nacional fue asumiendo dentro de una trama de financiamiento y especulación al mercado concentrado de bancos y empresas.

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De modo generalizado se abre paso una lógica de intermediación de recursos financieros de diversa índole que operan sobre la base de un lapso breve de efectivización y posibilita la circulación en escala y a gran velocidad de liquidez monetaria entre actores bancarios y em­presas. Los primeros obran en el doble rol de oferentes y demandan­tes habilitando la construcción de una nueva forma de organización orientada a la captación y circulación de cuantiosas masas moneta­rias, más conocida con el nombre de "mesas de dinero". Estas últimas operaban de modo acelerado y con marcada eficacia en el intercambio de operaciones (pactadas en muchos casos vía telefónica y en enormes volúmenes) que se volcaron a la especulación y no a la promoción de procesos productivos o de distribución-comercialización. La nueva Ley de Entidades Financieras, que obligaba a mutuales y entidades de fi­nanciamiento productivo de mediana y pequeña escala a transformar­se en organizaciones bancarias y financieras de mayor porte, impulsa­ba el accionar de esta nueva institucionalidad a dotar al mercado local de fondos obtenidos a escala internacional de excedentes líquidos a re­ducidas tasas de interés. El nexo posibilitador de gran parte de estas operatorias de encaje de segundo grado que caracterizaría al nuevo sistema financiero fue el Banco Nación de Argentina (BNA).

La mesa de dinero del BNA no se ligaba de modo directo con los usuarios finales sino con las nuevas y viejas entidades financieras autorizadas por el Banco Central (BCRA). Esta mediación promovería un encarecimiento del crédito final y una significativa especulación como marca de época. Las transacciones de certificados de depósito transferibles se libraban de un banco a otro, en períodos de cortísimo plazo y sin respaldo propio, colocando dichos fondos obtenidos por el BNA con tasas acotadas a cotizaciones de interés mayor. La diferencia temporal de colocación de fondos de una semana a un mes posibilita­ba una rentabilidad financiera de enorme magnitud, coronando así un proceso rotativo-especulativo único, más conocido como "bicicleta financiera" (pasible de ser considerado como una eximia síntesis de la "viveza criolla" y la avidez imperial colonial). El rasgo "imperial colonial" no se deduce fácilmente del párrafo y eso lo vuelve un exce­so retórico... Sería interesante conjugar "viveza criolla" y una nueva forma de "colonialismo", pero es necesario incorporar elementos o, al menos, una frase que diera cuenta de esto último... ¿De qué manera nuestro trasfondo local empalmó con esa suerte de colonialismo finan­ciero en ciernes en aquel momento, mas hoy propagado en su máxima expresión hasta ahora conocida? Al mismo tiempo, ¿de qué manera el Estado argentino sostiene actualmente prácticas especulativas que se volvieron necesidad a la luz de sus estrategias de financiamiento? Creo que este punto merece una mano más...

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Page 17: Texto Bosisio_Dictadura Del Capital Financiero

El "gran negocio" de tomar dinero a corto plazo y colocarlo a lar­go plazo, con el cruce de bajas y altas tasas de interés, se realizaba y potenciaba de modo exponencial con los "grandes tomadores" de esos créditos (facilitados por el BNA) representados por las empresas na­cionales y transnacionales importantes, las que eludían en el mismo acto un supuesto compromiso de inversión productiva, al volver a co­locarlos en los mismos u otros bancos, o bien fugarlos directamente al exterior. Constituían así un tiempo "dulcificador de dinero" especulati­vo que vería la máxima concreción del principio de subsidiariedad del mercado financiero que esa dictadura corporativa concentrada y geno­cida coronaría con una definitiva estatización de la deuda privada de estos grandes actores económicos. Ausencia de control y desregulación del BCRA, concurrente (des)interés del BNA60, obligación funcional de entrega de recaudación de empresas públicas al BNA para luego ser girados como fondos prestables a las grandes empresas, posibili­taron el escenario de creación de la "plata dulce" y la "deuda externa" argentina: una trama, un sello caracterizador de la política económica de dicho período histórico.

Este accionar recién referenciado del Banco Nación en el esque­ma de funcionamiento del sistema financiero creado por la política económica de la última dictadura se conjugará además con los mane­jos discrecionales sumados al uso del terror estatal, desplegados en algunos casos como los abordados en la presente investigación. Así, el proceso vivido por los empresarios de producción láctea y de la cons­trucción, finalmente desapoderados, la familia Iacarinno -cuyo avión fue apropiado por el grupo económico Chezzi, según consta en un re­gistro documental de actas del propio BNA- expone uno de los reco­rridos padecidos por ciertos actores económicos por la intervención del terrorismo estatal. Por otro lado, la causa de secuestro y sometimiento a tortura en aposentos del propio BNA por la Policía Bancaria -según consta en acciones judiciales iniciadas por el empresario y banquero Eduardo Saiegh, ex propietario del Banco Latinoamericano (BLA) con directas acusaciones de autoría intelectual hacia Alejandro Reynal,

60 "La Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, a cargo de Con­rado Sadi Massue, investigó la mesa de dinero del Banco Nacional y su operatoria. Llegó a la conclusión de que era dolosa y surgían violaciones a las normas que regulaban las actividades financieras: no contabilización de operaciones, falta de garantías, custodios falsos, documentación inhábil, irre-guiar. Las operaciones habían sido realizadas para: 'satisfacer intereses eco- 1 nómicos singulares en perjuicio del interés común'. La operatoria funcionó en beneficio de la banca privada, en desmedro del BNA y el Estado". María Teresa Piñero: "La política económica de la dictadura", en http://conti.derhu-man.jus.gov.ar/2011/10/mesa_l/pinero_mesa_l.pdf.

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Vicepresidente del Banco Central del momento- marcan ejes de com-plementariedad que trabaron instituciones estatales en la organiza­ción del sistema financiero.

La intermediación del BNA en el proceso de otorgamiento de cré­ditos (y manejo del endeudamiento externo) para el logro del funcio­namiento del aparato militar, tanto de la faz represiva interna del terrorismo estatal como en el despliegue de la Guerra de Malvinas, terminarán de consolidar el perfil y rol clave que jugó esta institución estatal bancaria en la organización de la economía y la vida sociopo-lítica de entonces.

FFAA y deuda externa: la cadena de préstamos En este apartado se puede observar un recorrido documental por

algunos de los préstamos que el Banco Nación brindara a las FFAA durante la última dictadura militar corporativa:

En 1979 el Comando en Jefe de la Fuerza Aérea comenzó las ne­gociaciones con el Banco Nación para financiar la compra de helicóp­teros al Reino Unido. Inicialmente, los préstamos iban a ser tomados por la Armada pero luego se convino que el prestatario sería el Banco Nación. Consecuentemente con la autorización del Banco Central, y mediando expreso pedido de la Armada con fecha 9/5/1979, se otorgó el mandato correspondiente. El 21/5/1979 el Directorio del BNA san­ciona un préstamo a favor del Comando en Jefe de la Armada. Tanto la operación del crédito que toma el banco como la que efectuara el Comando en Jefe de la Armada, se registrarán en la sucursal Panamá (Tomo 13416-F° 134).

Con fecha 25/3/1980, la Dirección General de Fabricaciones Mili­tares solicita un préstamo al Banco Nación; el préstamo es para im­portación de material amparado por decreto 4874/59 (Tomo 13417-F° 35).

El 26/3/1980 se amplía el crédito local a la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables, dependiente de la Sub­secretaría de la Marina Mercante (Tomo 13418-F0 96/97).

El 7/4/1980 se da una prórroga de préstamo al Comando en Jefe de la Fuerza Aérea para compras de bienes en el exterior (Tomo 13419-F° 84).

El 8/4/1980, el Banco Nación le otorga un crédito al Comando en jefe del Ejército (Jefatura IV Logística) en dólares para cancelar otros dos créditos que había solicitado con anterioridad (Tomo 13419-F0 85).

El 16/4/1980 se financia a la Dirección General de Fabricaciones Militares, crédito para la compra de material en el exterior amparado Por el decreto 4874/59 (Tomo 13420-F0 3).

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Page 18: Texto Bosisio_Dictadura Del Capital Financiero

El 23/4/1980, el Directorio del Banco Nación el otorga un crédito a la Dirección General de Fabricaciones Militares. En el acta no se aclara con qué fin se otorga dicho financiamiento.

El 27/9/1979, se da una prórroga al Comando en Jefe de la Ar­mada de un préstamo de financiación acordado. El documento tiene calificación de "confidencial": "con fecha 28/3/1980 el vicepresidente del banco resuelve que la operación tiene carácter de secreto (...) las actuaciones en gaveta reservada..." (Tomo 13424-F° 109).

El 23/9/1980, el Directorio del Banco Nación da un préstamo para la construcción de viviendas para la Armada (Tomo 13443-F0 34).

El 20/1/1981 se otorga un préstamo para la construcción de vi­viendas para la Armada (Coviara). Les otorgan 4.000.000.000 de pe­sos en descubierto en su cuenta corriente por un plazo de 180 días.

¿De quién es la deuda? Controversias cívico-militares en torno a los responsables de generación de deuda externa argentina hacia el fin del gobierno dictatorial

La elaboración de un estado de la deuda externa argentina en el período de caída y fin del gobierno dictatorial militar corporativo en el año 1983 muestra una serie de desinteligencias y cruces mutuos en­tre "los números" que manejan desde el Ministerio de Economía y los sostenidos por las Fuerzas Armadas. Una serie de documentos ates­tiguan la presencia de controversias interpretativas y de asignación material concreta de montos de deuda externa que ninguna de las dos instituciones quieren asumir.

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En primer lugar, cabe mencionar que el total de la deuda externa del país según la estimación oficial del Banco Central al día 31/12/1982 era de US$ 38.736 millones, correspondiendo a la esfera pública un to­tal de US$ 24.604 millones y al sector privado US$ 13.971 millones, a lo cual debe sumarse por concepto de atrasos un monto de US$ 2.931 millones. En definitiva, el total de la deuda externa argentina llegaría a US$ 41.506 millones.

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Page 19: Texto Bosisio_Dictadura Del Capital Financiero

Según un informe oficial, de la cifra total de deuda externa, por la parte pública, US$ 4621 millones corresponderían a la demandada por las FFAA. Si se le suman intereses, llegaría a US$ 5.000 millones. En este punto ya surge una primera divergencia de criterios y se con­frontan cifras de pronunciado valor: las FFAA sostienen que sólo les corresponde de ese total US$ 2.700.900.000.

Con relación a la insistencia del Banco Central y del Mi­

nisterio de Economía que reiteran que la deuda externa de las FF.AA

es de U$S. 4.621.000.000.- más los intereses de los puntos I y II

o sea un total de U$S. 5.000.000.000.- se ha elaborado una nota con

junta que rechaza tal concepto por cuanto solamente la deuda externa

de las FF.AA. son las correspondientes a los puntos II y III o sea

U$S. 2.700.900.000.-

Por otra parte, volviendo al dato de la cifra total de deuda externa, las Fuerzas Armadas argumentan en la nota del 3 de mayo de 1983 que los montos totales de deuda externa han sido ajustados en su es­timación y se desprende de esta acción una diferencia que alcanza los US$ 2.770 millones, siendo 171 producto de incrementos por atrasos y US$ 2.599 millones fruto de declaraciones no realizadas. De esta cifra final, el Ministerio de Economía y el Banco Central suponen que la mayor parte de esa deuda no declarada le corresponde a las Fuerzas Armadas: US$ 2.120 millones de dólares de deuda externa: US$ 1.043 millones de la Armada; US$ 461 millones de Fuerza Aérea y US$ 616 millones del Ejército Argentino.

Memorándum confidencial recibido del Doctor Wehbe el día 23 de mayo de 1983 titulado "Nueva estimación de la deuda externa al 31 de diciembre de 1982"

Hacia mediados de 1983, Wehbe, como Ministro de Economía, les reclama entonces a los militares US$ 2.120 millones de dólares de deuda externa que las FFAA niegan haber contraído. Los registros burocráticos de los militares sostendrían que el gasto y el compromiso de deuda tomada con el exterior fue menor a la endilgada por los au­ditores oficiales del Ministerio de Economía (como ya se ha observado en casos particulares de este mismo ministerio, civiles pertenecientes a reconocidas corporaciones económicas). De hecho, sostienen en un documento de respuesta al "memorándum oficial" del Dr. Wehbe del 8 de julio de 1983 que, en nota anterior, el Banco Central reconocía una deuda que llegaba a la suma de US$ 1.250 millones.

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CONSIDERACIONES EFECTUADAS POR LAS FUERZAS AL MEMORÁNDUM CONFIDEN­

CIAL RECIBIDO DEL DOCTOR WEHBE EL DÍA 23 DE MAYO DE 19 83 TITULADO

"NUEVA ESTIMACIÓN DE LA DEUDA EXTERNA AL 31 DE DICIEMBRE DE 1982"

En relación con la Deuda de las Fuerzas Armadas pongo en

vuestro conocimiento lo siguiente:

I. COMUNICACIONES EFECTUADAS A LAS FUERZAS

1. En una primera nota, sin firma, del Banco Central de la Repúbli

ca Argentina, se determina que las obligaciones correspondien­

tes a las Fuerzas Armadas, alcanzaban la suma de U$S 1.250 mi­

llones.

2. En un memorándum recibido de S.E. el señor Ministro de Economía

Dr. Wehbe, de fecha 23 de mayo de 19 83, titulado "NUEVA ESTIMA­

CIÓN DE LA DEUDA EXTERNA AL 31 DE DICIEMBRE DE 1982", se atribu

ye a las Fuerzas Armadas responsabilidad por una deuda de U$S

2.120 millones, distribuida de la siguiente forma:

Fuerza Aérea U$S 461 millones

Armada Argentina U$S 1.043 millones

Ejército Argentino U$S 616 millones

U$S 2.120 millones

Las FFAA niegan terminantemente en la nota de respuesta for­mal al Ministerio de Economía que hayan contraído deuda externa sin que haya sido registrada correctamente, como correspondería se­gún requisitos oficiales. Niegan que se haya producido un desfasaje en el registro de la deuda externa por falta de entrega de información cuando fuera solicitada. Y reiteran que los procedimientos aplicados respondieron siempre a las normas legales y administrativas que co­rrespondían.

143

Page 20: Texto Bosisio_Dictadura Del Capital Financiero

II. DECLARACIÓN DE LA DEUDA

1. En razón de que este memorándum insiste en atribuir a las Fuer

zas Armadas participación en el desfasaje de la deuda externa,

como consecuencia de no haber producido oportunamente la infor

mación pertinente, cabe ratificar aquí los siguientes conceptos:

a. Las Fuerzas Armadas no han contraído en ninguna oportunidad

deudas en el exterior sin haber cumplido previamente con to­

dos los requisitos legales y administrativos correspondien­

tes.

En términos más concretos, no se han contraído deudas en el

Y a modo de cierre de la refutación de cargos por deudas por parte de las FFAA hacia el Ministerio de Economía, sostienen que, en rea­lidad, si quieren encontrar responsables de la deuda que no se sabe a quién corresponde, deberían en primer lugar, mejorar las estimacio­nes y ajustes de datos, sobre todo, los provenientes del sector privado, dado que no se actualizaron en los últimos tres meses antes del infor­me final redactado. En definitiva, plantean que no se busque por el lado de las FFAA la falta de dinero externo sin registro, sino que ave­rigüen con el sector privado y ajusten informaciones por otros lados

:II. CONSIDERACIONES FINALES

1. La información que se brinda en el ultimo memorándum del Ministe

rio de Economía no cuenta con la precisión deseable para determi

nar la magnitud de la deuda externa a una fecha dada, en virtud

que se reajustan los datos referentes al Sector Publico y se man

tienen sin actualización los relacionados al Sector Privado. Es­

tos últimos datan del 31 de Octubre de 1982, y no obstante se los

emplea para reflejar una situación global al 31 de Diciembre de

1982.

Puede observarse entonces una confrontación entre sectores ci­viles y militares. En este caso, en torno a la deuda externa. Y no se trata de un tema menor: ¿quién estaría reteniendo miles de millones sin declarar? Y ¿quién manda a quién? En este sentido, se aprecia cómo la lógica del mercado se encubriría proyectando gastos y fondos sin registro alguno a los gestores militares del Estado. Y no pareciera haber ningún resquemor ni temor por parte de los Civiles en realizar este tipo de maniobras nada más ni nada menos que ante las propias fuerzas militares genocidas.

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Estas controversias y confrontaciones se verán en diferentes mo­mentos de los años de gobierno dictatorial. En reiteradas ocasiones, según atestiguan los documentos oficiales y secretos encontrados en el archivo "Alas" del Ministerio de Defensa -como recién se ha apunta­do- no cabe interpretar temor en los reclamos y órdenes que vierten estos civiles (miembros, integrantes, representantes de corporaciones concentradas, de origen nacional o transnacional) sobre las máximas autoridades de las fuerzas militares en este país. Se aclara, entonces, el grado de participación de los civiles (de algunos sectores en particu­lar) en este último gobierno dictatorial, afirmando su carácter prota-gónico en numerosos y amplios ejes de acción institucional.

Cabe pensar, entonces, que el Estado -asociación de dominación societal- terminó en la última dictadura administrado, gestionado -podría decirse- directamente por sus dueños o gerentes directos. Empresarios de grandes grupos económicos concentrados (tanto na­cionales como extranjeros) pasaron a timonear las áreas estratégi­cas estatales para así intentar reordenar la economía de la sociedad. La posibilidad de imponer sus proyectos estaba más servida que lo que pudieron hacer en décadas anteriores. Habría que remontarse al orden conservador y el proyecto generacional de 1880 para en­contrar capacidades estatales a disposición de una élite o sector so­cioeconómico tan concentrado. Desde ya, la confrontación de intere­ses no se daba sólo en detrimento de otras clases sino al interior de propio espacio social. Allí también librarían intervenciones directas para eliminar o disciplinar competencias con otros actores, haciendo uso de recursos represivos normativos y físicos en los casos que con­sideraron necesarios.

Malvinas: "vigilancia", embargo de capitales argentinos. Etchebarne: voluntario del Ejército

Cuando comenzó la guerra con Gran Bretaña por las Islas Malvi­nas, el Banco de la Nación Argentina tuvo una actuación cuestionada y denunciada en el Informe Rattenbach, ahora desclasificado. La in­minencia del conflicto, del cual, según se desprende de las declaracio­nes, reciben noticias algunos integrantes del Banco, originó una serie de llamados cruzados respecto de los fondos depositados en el país "enemigo" que derivaron en una confusa situación. Los que aparecen mencionados en esta maraña de actuaciones son: Enrique Ruiz Gui-ñazú, Presidente del BNA; Ovidio de Andrea, Gerente de la sucursal en Londres; Rubén Ibarra, Subgerente General Internacional; San­tiago Giloteaux, Director del Banco; y Guillermo Cabral, Gerente de

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Cambios de la entidad. En otro orden jerárquico, aparece mencionado Roberto Alemann, en ese momento Ministro de Economía de la dicta­dura.

Según el relato dado a la Comisión Rattenbach por Guillermo Ca-bral, éste recibe "un llamado del Capitán de Navio Villegas", el 31 de marzo, para que retire inmediatamente los fondos de la sucursal de Londres, pues allí las FFAA tenían depositados unos 200 millones de dólares (120 de Marina, 50 de Aeronáutica y 30 de Ejército, según esta misma declaración). Cabral se comunica con Ovidio de Andrea (de la sucursal londinense) y le retransmite la orden para que comience la operación del retiro de fondos. Pero al día siguiente, Cabral recibe un llamado de Ibarra (Gerente internacional) y Giloteaux (Director del BNA) que le ordenan no movilizar esos fondos pues ellos "no tenían información de ningún conflicto". El resultado de este desaguisado será el esperado: apenas comenzada la guerra, el Reino Unido inmovi­liza los fondos del Banco de la Nación Argentina: los 200 millones de dólares de las FFAA, más otras cuentas, que suman un total de 940 millones, siempre según el relato de Guillermo Cabral a la Comisión Rattenbach. Siguiendo el mismo informe, Cabral, luego del 2 de abril, recibe un nuevo llamado, pero esta vez de otro calibre: es Enrique Ruiz Guiñazú, Presidente del Banco, quien dice estar junto con el Ge­neral Galtieri en el momento de la comunicación, y le pregunta por los fondos argentinos en Londres. Cabral explica las órdenes y con­traórdenes que recibió los días anteriores y escucha del otro lado del teléfono, por toda respuesta, que retire esos capitales sí o sí. Pero ya era tarde, pues todos los depósitos estaban embargados.

"Evitar el despido de trabajadores"

De todos modos, la cifra del embargo sería mayor, pues según se desprende de otra declaración, el número asciende en su momento a casi 1.500 millones de dólares. Esta cantidad es citada en un testimonio clave: el del Ministro de Economía de la dictadura, Roberto Alemann. En la declaración que hace ante la Comisión Rattenbach, Roberto Ale­mann afirma que en su momento Londres habló de esa cantidad y ese es el dato que se manejó (confirmando así los datos ingleses y no los propios). Pero además reconoce el auxilio que, por orden suya, el Banco Central de la República Argentina da al Banco de Londres en Buenos Aires. A pesar del embargo de capitales argentinos en el Reino Unido, el Ministro no toma medidas inmediatas, y el Banco de Londres local sigue operando con total normalidad. Cuando los clientes de ese banco británico en Buenos Aires, ante la situación bélica, comienzan a retirar sus depósitos, el BCRA corre en auxilio del mismo a través del clásico

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sistema de redescuentos. Cuando la comisión investigadora a cargo de Rattenbach cuestiona esta actitud, Roberto Alemann sostiene que lo hizo para "evitar el despido de centenares de personas". La Comisión Rattenbach también le cuestionará la dilación en tomar medidas res­trictivas respecto del capital extranjero (por ejemplo, poner límites a giros o pagos al exterior de las sucursales locales, o a importaciones) que fueron tomadas entre 20 y 30 días después de iniciada la guerra, pero el ex Ministro de la dictadura dirá que era lo "prudente" en una etapa donde la Argentina aún negociaba una salida al conflicto, a pe­sar del embargo millonario que había realizado Gran Bretaña. La saga allí no terminará, pues recién un mes y medio después de iniciada la guerra, la dictadura militar tomará la decisión de decretar la "indis-ponibilidad de los bienes británicos por la guerra de Malvinas". Esta medida aparece en el Boletín Oficial el 21/5/1982, reglamentada por el decreto 978/82, y firmada por el dictador Galtieri y sus ministros (todos civiles menos el primero): General Alfredo Oscar Saint Jean, Roberto Alemann, Nicanor Costa Méndez, Lucas Jaime Lennon, Ama­deo Frugoli y Sergio Martini. Entre otras instancias, la ley creaba una "Comisión Nacional de Vigilancia" (art. 5o) que estaría presidida por un funcionario de la Secretaría General de la Presidencia y represen­tantes de los Ministerios del Interior, Relaciones Exteriores, Justicia, Defensa, Economía, y Obras y Servicios Públicos. Como Presidente de la Comisión de Vigilancia se designará al General Norberto Iglesias (cabe destacar que esta Comisión de Vigilancia continuó sus funciones, con distintos funcionarios, hasta 1989, siendo suspendida por decreto 1146/89 por el gobierno de Menem).

Juan Alfredo Etchebarne, "voluntario" del Ejército argentino

Mientras tanto, la Comisión Nacional de Valores no estuvo aje­na a estas situaciones, y según consta en el acta 902, del 6 de mayo de 1982, el Directorio resuelve: "Asunto Prioritario. Intensificación de control sobre empresas vinculadas a Gran Bretaña que realizan oferta pública: Atenta la situación que plantea el conflicto bélico con Gran Bretaña y las empresas sometidas a la fiscalización de la Comisión Nacional de Valores que contarían entre sus accionistas con subditos de esa nación, en forma confidencial se resolvió solicitar al Sr. Ministro de Economía -adjuntando la nómina correspondiente de las citadas empresas-, para que se haga conocer en forma pormenorizada cuál es el criterio de las autoridades nacionales con relación a la decisión de este Organismo de acentuar el sistema de supervisión de esos en­tes, para controlar si no hay transgresión a la normatividad especial­mente dictada para el caso, distrayendo fondos en favor de accionistas

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extranjeros o realizando cualquier maniobra que las afecte patrimo-nialmente". En acta 904, del 13 de mayo, el Directorio da cuenta de la respuesta que recibe de Economía, pero no del Ministro, sino del Subsecretario Jorge E. Bustamante, sin mayores especificaciones, ni siquiera como asunto prioritario, y gira la respuesta a la Gerencia Técnica.

Pero la saga continúa con una declaración "heroica" de Etchebar-ne. En acta 906, del 27 de mayo, puede leerse que toma la palabra el Presidente del organismo, Juan Etchebarne, y anuncia la cancelación de un viaje que tenía previsto hacer a Washington, EE.UU. (donde se realizaría la VII Conferencia Interamericana de Comisiones de Valo­res y Organismos Similares) "ante el desembarco armado en las Islas Malvinas por parte de tropas de Gran Bretaña". Asimismo, anuncia que ha enviado un telex a las Comisiones de Valores de Venezuela, Perú, Brasil y México, y lee las palabras enviadas por él: "Sin embargo en esta oportunidad lamentamos profundamente comunicar que no será posible hacernos presente (...) Esta decisión ha sido adoptada en el día de hoy, en momentos en que los invasores extranjeros intentan un desembarco armado en las Islas Malvinas (...). La Nación Argenti­na entera se ha levantado en armas para repeler la agresión. Incluso, quien suscribe la presente comunicación se ha ofrecido como volunta­rio para prestar servicios en el Ejército argentino. Por ello, un impe­rativo de conciencia nos ha llevado a la decisión de no ausentarnos del país en este momento". El envío de este telex contenía el expreso pedido de ser leído en el comienzo de la Conferencia mencionada.

Ya para el 3 de junio de 1982, en acta 907, aparece una leve men­ción sobre la "vigilancia" a empresas extranjeras. En el punto 6 del orden del día, se escribe: "Sociedades comprendidas en el régimen de la oferta pública en cuyo capital participarían inversionistas británi­cos. Expte. N° 169/82: El Directorio tomó conocimiento de la nota que será enviada al Sr. Presidente de la Comisión Nacional de Vigilancia, Gral. Héctor Norberto Iglesias, debiendo colocarse en la misma, antes de su remisión, la cantidad de días transcurridos desde que se solicitó la nómina de empresas en cuyo capital participen en forma directa o indirecta personas físicas o jurídicas de origen británico y fuera solici­tada a la Dirección Nacional de Inversiones Extranjeras". Lo cierto es que el Ministerio de Economía no dio mayor relevancia al celo puesto al comienzo por la CNV, y el tema fue olvidado dentro de las decisio­nes del organismo. Como se menciona al comienzo de este apartado, no parece haber sido una política de la dictadura afectar realmente los bienes extranjeros; o al menos eso es lo que declaran algunos fun­cionarios de ese momento. De hecho el tema se diluye en las actas del organismo de esta última mención y luego ya no aparece.

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"Justas y rápidas" medidas de apoyo a grupos económicos

Muchos grupos económicos que supieron avanzar hacia su inte­gración y consolidación durante la última dictadura militar corpo­rativa concentrada terminaron fortaleciéndose en los años noventa, para luego seguir operando con fuerza, planteando numerosas condi-cionalidades hasta el presente. Aquellos hechos de medidas económi­cas preocupadas por atender las demandas e intereses del mercado concentrado pueden registrarse en documentos de la etapa dictatorial donde se observa a los gobernantes cívico-militares interviniendo a favor de determinados grupos y sectores. En este caso, los materiales que refrendan estas acciones a favor de capitales nacionales y extran­jeros emergen tanto de los archivos encontrados y abiertos al público tanto del Ministerio de Defensa (sobre los que nos venimos basando en este informe) como en los archivos recientemente desclasificados y dados a conocer por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Argentina -archivos en su conjunto abiertos durante el año 2014-.

Así, se puede ver que el 27 de abril de 1976, a tan sólo un mes de iniciado el golpe de facto, el "Poder Ejecutivo Nacional", desde el Ministerio de Economía en manos de Martínez de Hoz, propone una estrategia de política pública que cruza a varios ministerios estatales. Con el fin de dar "solución" a "diferendos planteados entre el Esta­do Nacional y diversas empresas privadas, nacionales y extranjeras, algunos de larga data que subsisten sin haber encontrado un encau-zamiento satisfactorio", se decreta la creación de Comisiones Aseso­ras honorarias destinadas a saldar de inmediato dichos diferendos. Asimismo, se deja explícita aclaración de que también se tendrán en cuenta "los diferendos existentes o que pudieran surgir". Este decreto será retomado en diversos memorándums que girarán por los Minis­terios de Trabajo, de Relaciones Exteriores Culto y cada una de las tres Fuerzas (junto a la Procuración del Tesoro de la Nación). Juntos, estos aparatos del Estado integrarán dichas Comisiones Asesoras, sumando a cinco miembros para abordar los casos empresarios na­cionales y uno más, con expresa participación de Cancillería, cuando 'existan inversores del exterior" en cuestión.

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Estas notas asentadas en el decreto 223 se dirigieron hacia Can cillería el 29 de abril desde el Ministerio de Economía, con la firma del Viceministro Guillermo Walter Klein, quien, en el marco de una "tramitación urgente" señalaba la "conveniencia de proceder en el más breve plazo a la designación de los respectivos representantes". Resul­ta así de sumo interés observar las áreas y empresas que las Comisio­nes Asesoras tendrían que intervenir y resolver:

I. "ÁREA COMUNICACIONES / Comisión Asesora Honoraria N° 1": a cargo de los diferendos con las empresas Siemens Aktiengesells-chaafts de Alemania Occidental y Siemens Argentina S.A.I.C.F.I. y de M.; junto a Compañía Standard Electric Argentina SA.I.yC.

II. "ÁREA INDUSTRIA / comisión Asesora honoraria N° 2": a cargo de la empresa I.A.FA. PEUGEOT. SAFRAR Sociedad Anónima Franco Argentina de Automotores.

/ Comisión Asesora N° 3: para abordar los casos de Siam Di Tella Ltda. S.A. y Editorial Codex S.A.

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III. "ÁREA ENERGÍA Y COMBUSTIBLE / Comisión Asesora Hono­raria N° 4": sólo para la empresa Esso S.A.RA.

/ Comisión Asesora Honoraria N° 5: sólo para tratar a Shell C.A.P.S.A. / Comisión Asesora Honoraria N° 6: para abordar el famoso caso de Compañía ítalo Argentina de Electricidad S.A.

IV. "ÁREA COMERCIO / Comisión Asesora Honoraria N° 7": para se­guir el caso Hilanderías Olmos S.A.

/ Comisión Asesora Honoraria N° 8: ligada a Compañía Azu­carera Tucumana S.A.

V "ÁREA BANCOS / Comisión Asesora Honoraria N° 9": para re­solver los diferendos de los bancos: Argentino de Comercio S.A.; Francés y Río de la Plata S.A.; Popular Argentina S.A.; Argentino del Atlántico S.A.; Santander S.A.

Cabe mencionar que entre los considerandos del decreto mencio­nado se sostiene que "los integrantes de las Comisiones deberán tomar en cuenta la tradición jurídica nacional de respeto por el derecho y la seguridad jurídica", cuestión que desvela a un poder de facto que re­cién acaba de asumir derribando el orden democrático de sanción de

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leyes. Asimismo, recuerda que todas estas tareas deberán realizarse "sin declinar el principio de que el Estado mantenga el control sobre las áreas de su competencia y con ajuste a las reales posibilidades económico-financieras del país". Pareciera que demás está pensar lo que sucedió realmente con el devenir de estas intervenciones estata­les de facto y tantísimas otras a favor de grandes grupos económicos tanto de origen nacional como extranjero. Sólo la mención de la Ley de Inversiones Extranjeras sancionada ese mismo año 1976, sumada a la Ley de Entidades Financieras de 1977, junto con decretos de revisión de leyes aduaneras destinadas a abrir la economía al flujo internacio­nal de bienes y divisas (con numerosos planteos de privatizaciones de empresas del Estado), permiten poner en foco argumental y reflexivo con base documental todo lo sucedido con un plan de transformación profunda de la economía mercado-internista y de industrialización sustitutiva hacia una centrada en la valorización financiera.

Quedan en evidencia una vez más el registro del cruce de actores ligados a intereses concretos que operaron en su beneficio, haciendo uso del aparato estatal en su puja con otros grupos económicos y secto­res sociales. Una economía enmarcada en una democracia conflictiva, con tensiones distributivas pero más igualitaria en sus aspiraciones,

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tras "los años del golpe", daría lugar a una reorientación de la riqueza como nunca antes se había visto hasta ese entonces, dejando un saldo de deuda externa asentada en fuga de capitales de esos mismos gru­pos (y por esas acciones, ahora más concentrados y centralizados) en contra de sectores de clase media y baja de trabajadores y pequeños v medianos industriales que no lograrían recomponerse en los años ochenta y verían nuevamente un embate reorganizador y desestruc­turante más profundo en las políticas económicas de los noventa, en clara continuidad con los planteos y ejes iniciados en el marco de cam­bios de patrones de acumulación internacionales y globalizantes.

Algunas de las empresas mencionadas en estos documentos fue­ron eliminadas del juego económico, siendo absorbidas, y otras logra­ron consolidarse y seguir creciendo a partir de las medidas econó­micas proteccionistas y promotoras de estos intereses. Los actores que cubrían el rol de funcionarios estatales en ese entonces venían de empresas afines y/o terminaron operando para ellas luego de fi­nalizada la dictadura militar corporativa concentrada. Una "puerta giratoria" de un circuito empresas-Estado, entre mostradores de un lado y el otro del sistema económico y financiero, parece haber sido la marca de esa historia reciente, que ha seguido y continúa muchas veces replicándose en la lógica de "articulación público-privada" que varios sectores reclaman como vía legítima del accionar de "modernas sociedades" en su relación con los estados.

Una reflexión crítica nos llama nuevamente a estar atentos con los juegos que emiten actores, gurúes y voceros del mercado y ex agen­tes del Estado -representantes de élites y alianzas nacionales-extran­jeras- a los que se los encuentra en diversos momentos de la historia argentina posdictatorial apelando a una "racionalidad" que promue­va una vez más la "seguridad jurídica", dado que el "actual clima" no los alienta a invertir y apostar por un desarrollo más productivo e integrador. Las tramas cívico-militares del ayer que habilitaron la conformación y/o consolidación de numerosos grupos económicos son las que continúan metamorfoseadas en las disputas y controversias de hoy. Las pujas distributivas actuales no hacen, entonces, más que mirarse en ese espejo del pasado reciente para habilitar y potenciar mayor imaginación y compromiso en pos de transformar legislaciones y prácticas institucionales y valores socioculturales que apuesten por otra economía posible, más alejada de las lógicas financieras espe­culativas locales-globales, que termine posibilitando la concreción de ampliación de derechos para mayorías que aún siguen luchando por un mundo con mayor justicia y democracia plena.

Page 25: Texto Bosisio_Dictadura Del Capital Financiero

CAPÍTULO 10

Acindar S.A.

Acindar en la represión y en el enriquecimiento Indagar en el recorrido constitutivo de una empresa clave del de­

sarrollo del acero en la Argentina como el caso de Acindar SA. impli­ca adentrarse en la trama instituyente de un modelo de acumulación que tuvo como actores partícipes al sector privado y el público estatal como parte de una vinculación activa y emparentada con objetivos y articulaciones compartidas por las élites dominantes del país. Caminos, estrategias y circunstancias que en el juego de fuerzas librado en la historia socioeconómica, cultural y política del país, permite encontrar en la trayectoria efectuada por algunas de las empresas devenidas en sectores productivos con posición dominante una serie de marcas ins­titucionales con circulación de actores colectivos e individuales, estruc­turas de contactos personales, filiaciones de intereses y hasta de lazos parentales o de familias que se traman y dan forma y vida a un patrón organizacional y de dominación con formas y contenidos particulares. Historias de empresas que reflejan enlaces, condicionalidades, cerca­nías y entrecruzamientos de actores que comparten diversas esferas de la vida en común en diversos niveles de agregación colectiva.

Por lo mencionado, ingresar en el mundo e historia de una em­presa como Acindar S.A. permitirá develar recorridos sostenidos en el interior de subcampos de la esfera económica, de modo particular en el de la industria siderúrgica en el país, en las relaciones construidas durante períodos democráticos y de dictaduras, marcas del siglo XX que llegan a nuestros días y señalan ciertas formas del presente.

En términos generales y a modo de una historización breve del com­plejo siderúrgico en la Argentina, se puede mencionar que el complejo de producción siderúrgica en la Argentina se inició hacia finales del siglo XIX, presentando hasta los años 1940 un desarrollo orientado de modo preferencial en torno a las etapas finales del proceso productivo ligadas a las fases de laminación y fundición del material metalífero. En esta

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cadena de valor centrada totalmente en la esfera privada, se ubicaban empresas pequeñas y medianas que recibían su provisión de productos semiterminados de origen extranjero. Luego aparecerá el desarrollo na­cional desde el accionar estatal al concretar la realización de las empre­sas de Altos Hornos Zapla (en 1941) y Somisa (en 1961) pertenecientes a la órbita de la Dirección General de Fabricaciones Militares. De aquí en más, el devenir de las siguientes décadas mostrará una puja y reconver­sión del sector siderúrgico, en medio de procesos de centralización y con­centración del capital, que por medio de la intervención estatal de pro­mociones industriales, protecciones aduaneras y posterior desarme de las propias empresas del Estado, posibilitarán el ascenso de unas pocas empresas diversificadas e integradas vertical y luego horizontalmente.

En el caso de Acindar S.A., su fundador se propuso como objetivo lograr una planta integral de productos terminados a partir del mi­neral de hierro, pero su fallecimiento en 1968 le impidió ver realizada esta meta. La misma fue desarrollada por sus herederos, que dejaron el mando presidencial en manos de José Alfredo Martínez de Hoz, quien había sido previamente síndico de la empresa. Con su accionar, Acindar consiguió seguir obteniendo beneficios estatales tales como exenciones de obligaciones fiscales y, además, lograr el aval del Tesoro para determinadas operaciones crediticias que le permitieron en el año 1975 concretar un compromiso de inversión de 250 millones de dólares en la localidad de Villa Constitución para "la construcción de una planta de reducción directa, una acería con tres hornos eléctricos y una colada continua, además de las instalaciones auxiliares que in­cluían un puerto mineralero" (página web institucional de Acindar)177.

De modo sintético, se observa durante los años setenta-ochenta en el sector siderúrgico un incremento de productividad ligado al ac­cionar de las empresas de mayor porte beneficiadas por economías de escala y sobre la base de los mencionados cambios tecnológicos. Se produjo un aumento de la productividad del trabajo en las principales empresas en más del 50% junto a la reducción salarial aplicada en un contexto de represión institucionalizada por el terrorismo estatal.

Inversiones, cambio tecnológico, absorciones y reestructuraciones serán las marcas de las dos décadas de fin de siglo para el sector si­derúrgico, con el registro de un proceso de concentración y centrali­zación del capital del sector que llevará finalmente al predominio de Acindar (junto con otras empresas como Siderca) en la dirección de este espacio económico178.

177 En http://www.acindar.com.ar/inst_l_Historía.asp?menu=0. 178 Sobre esta temática ver el importante trabajo de Azpiazu, Daniel y Basual-

do Eduardo M., La industria siderúrgica en el Cono Sur en un contexto de

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Represión estatal de sindicatos y movilizaciones sociales en Villa Constitución: el papel señero y ejemplificador de Acindar frente al "Villazo"

Se torna relevante hacer mención explícita al accionar de la em­presa Acindar en relación con el procesamiento de las demandas de los trabajadores sindicalmente organizados en directa articulación con el poder estatal represivo durante la década de los setenta. Esta empresa se convierte en uno de los primeros casos de experimenta­ción del accionar represivo estatal dentro del espacio de la fábrica, que luego de esta suerte de prueba piloto se aplicará como modelo ejemplificador durante el desarrollo de la última dictadura militar corporativa179.

La organización de los trabajadores desde los sindicatos de base metalúrgicos durante los años setenta en la zona de Villa Constitu­ción logró incrementar las demandas contando con el apoyo de amplios sectores populares. Se llegó hacia marzo de 1974 a una confrontación muy fuerte con las empresas, de modo particular con Acindar, y con la dirigencia nacional de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM)180. Este fenómeno de disputa y lucha entre el Trabajo y el Capital se denominó 'Villazo" y se extendió (según algunas versiones) hasta marzo-mayo de 1975, cuando culminó el operativo "antisubversivo" que hizo detonar una huelga popular por el lapso de 60 días. En este último accionar represivo se verá operar a la Triple A junto con fuerzas de seguridad, alcanzando el despliegue de 4000 efectivos por toda la zona, generando más de 300 detenidos y algunos dirigentes secuestrados y desapareci­dos. Una dinámica que luego se expandería como modelo de interven­ción en los años venideros por la última dictadura cívico militar181.

ajuste, privatizaciones y transformaciones estructurales, IDEP (Instituto de Estudios sobre Estado y Participación), Buenos Aires, 1994.

179 Se puede sostener que así como la "Masacre de Trelew" (donde se fusiló a más de una decena de presos políticos capturados luego de un intento de fuga en la base Alte. Zar de la localidad chubutense de Trelew y fue publi­cado como un nuevo intento de fuga de la cárcel), el caso de Acindar S.A. del período de "El Villazo"se vuelve señero para el aparato represivo militar con la instalación de centros clandestinos de detención, tortura y desaparición de personas en numerosas empresas y fábricas, durante la posterior instalación de la dictadura cívico militar autodenominada "Proceso de Reorganización Nacional".

180 Santella, A., "Las guerras obreras en la Argentina. Villa Constitución en 1973-1975", en Izaguirre, I. y colab., Lucha de clases, guerra civil y genocidio en la Argentina 1973-1983, EUDEBA, Buenos Aires, 2009, pág. 293.

181 Sobre el tema "Villazo" ver el relevante trabajo testimonial de Victorio Pau-lon, "Una larga huelga. Historia de metalúrgicos", UOM, 2012. Ver también

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"Por una supuesta decisión del gobierno peronista regenteado por María Estela Martínez de Perón, en la madrugada del 20 de marzo de 1975 se efectuó un operativo conjunto de las policías pro­vincial y federal y de la Prefectura Naval, con la colaboración de matones de la derecha sindical oficialista y asesinos de la Triple A (Alianza Argentina Anticomunista) en Villa Constitución y loca­lidades linderas al río Paraná. Se adujo una "conspiración" de la "tendencia combativa", ganadora de las elecciones de noviembre del año anterior en la filial local de la Unión Obrera Metalúrgica. Y pese a los 300 arrestos comprobados, con traslados a Rosario y confinamientos en la cárcel de Coronda (Santa Fe), un 'comité de lucha' dispuso al día siguiente una huelga de "brazos caídos" que prosiguió hasta el 17 de mayo. Dos días después de que se levanta­ra dispuso 400 despidos"182.

Se sostiene que la represión sobre estos sectores se profundizó luego del golpe cívico mil i tar de 1976, sosteniendo numerosos testimo­nios registrados por la CONADEP que existieron,

"vínculos entre las fuerzas armadas y de seguridad y la em­presa, que ayudó a que en su predio de Villa Constitución existiera un destacamento utilizado como centro de detención, interroga­torios y torturas, desde que Martínez de Hoz se convirtió en Mi­nistro de Economía de la Nación -entre 1976 y 1981-). En esa época, Acindar fue presidida por Alcides López Aufranc, un ge­neral de división retirado del arma de caballería, sin trayectoria empresario"183.

Un recorrido histórico en pa labras de otros protagonistas e histo­riadores del período (como las de Miguel Bonasso) remarcan el camino part icular realizado por es ta empresa:

"Acindar, la acerera fundada por Arturo Acevedo y presidida durante un tiempo por José Alfredo Martínez de Hoz, jugó un pa­pel estratégico en la represión clandestina. El ex inspector de la Policía Federal Rodolfo Peregrino Fernández, que estuvo en el Mi­nisterio del Interior en tiempos del general Albano Harguindeguy, denunció en 1983, ante la Comisión Argentina de Derechos Hu-

ATE, "El conflicto de Villa Constitución. Ajuste y flexibilización sobre los tra­bajadores. El caso Acindar", IDEP, 1990.

182 En http://wwwl.rionegro.com.ar/diario/economico/2007/10/14/9132.php. 183 En http://wwwl.rionegro.com.ar/diario/economico/2007/10/14/9132.php.

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manos (CADHU), que Acindar pagaba a todo el personal policial, jefes, suboficiales y tropa, un plus extra en dinero, suplementario al propio plus que percibían ya del Estado esos efectivos. El pago estaba a cargo del jefe de Personal, Pedro Aznárez y del jefe de Relaciones Laborales, Roberto Pellegrini'. Acindar -reveló el ex policía- se convirtió en una especie de fortaleza militar con cercos de alambres de púas'. En su libro Desaparecidos/Desocupados, el periodista rosarino Carlos del Frade enumera diversos casos de activistas de Acindar que desaparecieron para siempre en 1976 y 1977. También denuncia que el helipuerto de la empresa en Villa Constitución era usado por la Policía Federal para estacionar los helicópteros que participaron en la represión de la gran huelga de 1975 y que las instalaciones fabriles también albergaron automó­viles Ford Falcon sin patente, policías de civil y el temible coman­do 'Los Pumas'"184.

De modo particular, se hace referencia a la trayectoria, al accionar y discurso del nuevo presidente de la empresa Acindar, quien en plena e tapa represiva del inicio de la d ic tadura sostuvo que varios dirigen­tes sindicales de la misma habr ían desaparecido.

"En 1976, el aristocrático general Alcides López Aufranc, que había estudiado en Saint Cyr y había sido Jefe de Estado Mayor del Ejército en tiempos de Lanusse, reemplazó a Joe Martínez de Hoz, en la presidencia de la empresa siderúrgica. En 1976, en un coctel con otros empresarios, López Aufranc se jactó de que veinti­trés delegados de base de Villa Constitución 'ya no darían proble­mas', porque estaban 'bajo tierra'"185.

184 En http://www.paginal2.com.ar/especiales/24marzo2000/notal.htm. 185 En http://www.paginal2.com.ar/especiales/24marzo2000/notal.htm. Allí, Mi­

guel Bonasso sigue el escrito sosteniendo: "Entre los desaparecidos de Acindar figura Nadia Doria, de la sección IBM de la empresa, que era compañera de Alberto Piccinini, el secretario general de la UOM de Villa Constitución. Nadia forma parte de los desaparecidos de origen italiano, por los cuales reclama la Justicia peninsular". Y al mismo tiempo continúa remitiendo no sólo a la vinculación con el terrorismo estatal de la última dictadura cívico-militar sino también a los acuerdos y beneficios recibidos por esta empresa durante este gobierno de facto: "Luego de la represión -cuenta Del Frade-, Acindar se con­virtió en el quinto deudor privado con un pasivo de 652.193.000 dólares que pudo transferir al Estado mediante seguros de cambio. Domingo Cavallo, pre­sidente del Banco Central durante la dictadura militar, había favorecido a los grandes empresarios endeudados 'nacionalizando' su deuda".

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Perfil de un militar devenido en empresario

En relación a quien asumiera la presidencia de la empresa Acin-dar en reemplazo del luego Ministro de Economía Mart ínez de Hoz, el Gral. Alcides López Aufranc, cabe señalar su accionar en diferentes frentes de acción du ran te la segunda mi tad del siglo XX en la Argenti­na. Por un lado, los registros históricos señalan que participó del bom­bardeo a la Plaza de Mayo en 1955 y luego fue uno de los comandantes que se formaron en el año 1957 en las técnicas de to r tu ra como a rma de la guer ra ant isubversiva por pa r te de quienes fueran los propios creadores, los franceses en la Escuela de Guerra de Par ís 1 8 6 . Poste­r iormente, se lo encuent ra como un activo par t ic ipante de la represión al movimiento social y popular del l lamado "Cordobazo" el 29 de mayo de 1969. Es te accionar del Gral. López Aufranc se suma a su trayec­toria en los años sesenta du ran te las confrontaciones in te rnas de las Fuerzas Armadas como el conocido enfrentamiento en t re azules y co­lorados, asumiendo u n a activa participación (con manejo de tanques y resistiendo bombardeos de la fuerza aérea) en la defensa del sector azul1 8 7 . Luego, como se ha mencionado, se lo podrá ver act ivamente en la lucha l ibrada por la élite gubernamenta l dictatorial en la repre­sión a activistas, mil i tantes sociales y líderes sindicales, recibiendo finalmente, a modo de premio por su labor, el cargo de Pres idente de la empresa Acindar S.A. Mucho más t a rde se lo verá con variados reconocimientos por pa r t e del establishment, most rando así en 1988, ya duran te el gobierno alfonsinista, la recepción del premio Konex al mejor empresario indust r ia l de la Argent ina.

De modo par t icular se puede volver a hacer mención al período de intervención mil i tar en la esfera de las prácticas sindicales, generan­do al ianzas con sectores dirigentes políticos tradicionales y dirigentes de un sindicalismo "burocratizado", enfrentados todos a los actores ligados al sindicalismo de base y mil i tantes sociales:

"De allí que tanto la dirigencia política tradicional como la burocracia sindical, comenzaran a operar en favor de una con-certación con los militares. A mediados de 1971, algunos dirigen­tes, entre ellos el secretario general de la CGT normalizada, José Ignacio Rucci, se sentían protagonistas del proceso abierto por el lanussismo y colaboraban con entusiasmo en el aislamiento de los sectores combativos. El propio Rucci convalidó el plan diseñado

186 El Gral. López Aufranc es registrado en el documental de Marie-Monique Robín: La batalla de Argel, donde reconoce su formación y participación en esta "escuela francesa".

187 En www.clarín.com/2.4.2003.

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por el ministro San Sebastián y el presidente de Fiat Argentina, Oberdam Salustro, para descabezar a los gremios Sitrac y Sitram, en el marco de una vasta operación represiva que abarcó a los sin­dicatos cordobeses de Luz y Fuerza, Empleados Públicos, Munici­pales, Calzado y otros, con cesantías de delegados y comisiones in­ternas y la detención de los principales dirigentes. Cuando López Aufranc tomó por asalto Sitrac y Sitram se lanzaron más de 600 órdenes de captura que involucraban a la mayoría del activismo gremial de Córdoba"188.

Finalmente , resul ta de interés complementario a este desarrollo temático la lectura y seguimiento de la historia oficial actual de la em­presa Acindar, donde no se efectúa n ingún comentario sobre acciones duran te el período de los años setenta , salvo la mención del "nuevo plan de Acindar" aprobado en 1975, que culminaría el proyecto del fundador Ing. Acevedo189 .

Deudas impagas, refinanciaciones, estatización de pasivos

empresarios y adquisición de nuevas firmas del sector

Cabe destacar la interrelación entre el poder gubernamental de facto y los vínculos, relaciones personales de conocimiento mutuo, de los principales actores (que compartieron actividades e intereses en el espacio privado y luego se inser tan en el aparato del Estado -como las relaciones personales entre Martínez de Hoz que presidió la empresa Acindar has t a sólo 20 días antes de asumir como Ministro de Economía de la úl t ima dictadura cívico militar, o el caso de Etchebarne, t i tular de la CNV que sostuvo haber trabajado para esta misma empresa-) 1 9 0 , capaces de promover acciones de promoción estatal a favor del desa-

188 En http://www.los70.org.ar/nll/todo.htm. 189 Luego de esta última mención en la historia oficial de la empresa, se produ­

ce un salto temporal hacia los años noventa. Allí se dejará con claridad la posición político económica neoclásica de la misma: "Con los altibajos pro­pios de esos años, llegamos a la década de los 90 donde en lo que respecta a la siderurgia se produce un acontecimiento de fundamental importancia. Se privatizan las empresas del sector que estaban en manos del gobierno, con lo que desaparece un factor distorsivo para la actividad privada". En "His­toria de Acindar", página web http://www.acindar.com.ar/inst_l_Historia. asp?menu=0.

190 "Martínez de Hoz había renunciado a la presidencia de Acindar para asu­mir como ministro, colocando a un ex ejecutivo de la misma empresa, Juan Alfredo Etchebarne, al frente de la Comisión Nacional de Valores", en diario Miradas al Sur, domingo 18/9/2011.

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rrollo y crecimiento protegido de numerosas empresas en pleno período de reconversión especializada y desindustrialización selectiva a nivel de ciertas empresas nacionales (en un marco de aper tura del mercado interno que llevó a la destrucción de una enorme cantidad de microem-presas y pymes de origen nacional).

De este modo, Mart ínez de Hoz, como Ministro de Economía con marcado poder decisional, colaboró con el crecimiento de Acindar en numerosas oportunidades. U n a de ellas se explicitó con el apoyo a la inauguración de u n a p lan ta integral que comenzó a competir y apro­vechar las debilidades de la firma es ta ta l Somisa, "superando dificul­tades de diversa índole, en 1978 inauguró la planta integral para la elaboración de aceros semielaborados a partir de mineral de hierro". En la historia oficial ac tual de la empresa Acindar se mencionan difi­cultades previas al año 1975 pa ra proceder a la promoción esta ta l del crecimiento de es ta empresa por supues tas t r abas de los anteriores gobiernos. Pero las mismas al parecer fueron "superadas" y se sostie­ne que lograron conseguir el crecimiento que les permitió independi­zarse de la es ta ta l Somisa.

"Desde el inicio, fue intención del Ing. Acevedo llegar a una planta integral, es decir que partiendo del mineral de hierro se hiciera el proceso completo hasta llegar a los productos termina­dos. Varios fueron los intentos que no prosperaron básicamente por una oposición del Gobierno. Finalmente, en 1975 se aprobó el nuevo plan de Acindar, e inmediatamente se inició la construc­ción de una planta de reducción directa, una acería con tres hor­nos eléctricos y una colada continua, además de las instalaciones auxiliares que incluían un puerto mineralero. Este fue un hito de suma importancia para la empresa que pudo controlar la produc­ción de su propia palanquilla, no dependiendo del suministro por parte de Somisa" (Memoria oficial de ACINDAR en página web de la empresa) 1 9 1 .

Asimismo, en directa relación con algunos casos bajo estudio en la presente investigación en curso dentro de la CNV, se puede consta tar la ligazón en t re los directivos de los máximos organismos de política económica de rango nacional y su intervención directa en pos de be­neficiar a empresas par t iculares como Acindar, derr ibando mediante el accionar del terror es ta ta l la competencia empresar ia l directa como pudo haberse si tuado en su momento Indus t r ias Siderúrgicas Grassi (empresa desapoderada a sus t i tu lares de modo ilegal y clandestino

191 En http://www.acindar.com.ar/inst_l_Historia.asp?menu=0.

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-bajo tor tura y encierro de los m i s m o s - acusada de formar pa r te de grupos ligados a la subversión económica, en conexión con Graiver y el Banco de Hur l ingham -adqui r ido por Chavanne- ) 1 9 2 .

Por otro lado, resul ta también de interés observar la ayuda di­recta del gobierno dictatorial en el sostén de la empresa a costa de endeudamiento es ta ta l y de la ins t rumentación de medidas de promo­ción que permit ieron su crecimiento, concentración y diversificación empresarial :

"Cuando a principios de 1981 Acindar S.A. no pudo cumplir con vencimientos de un préstamo en pesos otorgado por el Banco Nacional de Desarrollo (BANADE) y varios externos avalados por la misma entidad y contravalados por la Secretaría de Hacienda de la Nación logró diferimientos y refinanciaciones. Antes de que Martínez de Hoz fuera reemplazado por Lorenzo Juan Sigaut, el 13 de marzo del '81, Acindar firmó el compromiso previo de fusión con el grupo Gurmendi, compuesto por las siderúrgicas del mismo nombre, Genaro Grasso (tubos) y Santa Rosa (aceros especiales). Seguidamente mantuvo abiertas las plantas más eficientes"193.

Acindar (junto con otras "grandes empresas del país") logró con­t a r con el apoyo esta ta l en la absorción del cúmulo de deuda pr ivada con automática generación de la mayor deuda externa de la época (la cual se desplomaría sobre toda la ciudadanía, garant izando así u n a socialización ampliada de endeudamiento con un enriquecimiento concentrado en un núcleo acotado de actores económicos)194. Y asi-

192 "Martínez de Hoz había renunciado a la presidencia de Acindar para asu­mir como ministro, colocando a un ex ejecutivo de la misma empresa, Juan Alfredo Etchebarne, al frente de la Comisión Nacional de Valores. Esa dupla, secundada por Christian Zimmerman en el Banco Central, Juan Alemann en la Secretaría de Hacienda y el mencionado Klein en la Secretaría de Pro­gramación Económica, operó en el desapoderamiento de los bienes de David Graiver en favor de otros grupos económicos domésticos y multinacionales. Cuando los dueños de Industrias Siderúrgicas Grassi, asociados con unos empresarios del rubro inmobiliario, los Chavanne, intentaron capitalizarse adquiriendo el Banco de Hurlingham a la viuda Lidia Papaleo, el dúo fan­tástico promovió una carambola: piratear los activos del banco y sacar del medio a Industrias Grassi, que se interponía en la reconversión de Acindar", en diario Miradas al Sur, domingo 18/9/2011.

193 En http://wwwl.rionegro.com.ar/diario/economico/2007/10/14/9132.php. 194 "Con el objetivo explícito de destruir a la estatal Somisa, Acindar había inicia­

do en 1975 un programa de integración (reducción directa) que costó 649 mi­llones de dólares de esa época, con avales del BANADE. Durante la dictadura, la empresa consolidó su monopolio en el sector de no planos, como lo han de-

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mismo, continuó aprovechando mecanismos de promoción estatal en la adquisición de numerosas plantas industriales y de servicios (estas últimas conseguidas durante el período democrático siguiente).

"Acindar aprovechó la estatización de los pasivos empresarios, pergeñada por Domingo Felipe Cavallo en oportunidad de pre­sidir el Banco Central durante la efímera gestión ministerial de José María Dagnino Pastore, en 1982 (54 días, desde el 2 de julio hasta el 24 de agosto). Eso no le impidió, al año siguiente, ampa­rándose en otro decreto de promoción, invertir 40 millones en un nuevo tren laminador. A continuación, compró Laminfer, Navarro, Perfilar, M. Heredia y Puerto Vilelas y creó en San Luis seis sub­sidiarias para fabricar y comercializar productos siderúrgicos, de acuerdo con los incentivos previstos en las leyes 22.021 y 22.702: Puar, Clamet, Tejimet, Indema, Torón y Fandermet. Hasta armó Aser, en el '86, dedicada a la prestación de servicios, e Invertrad, especializada en finanzas e inversiones. Esta última adquirió par­ticipaciones en Félix Simón, Concable y Clavimet"195.

Otras investigaciones sostienen los mismos datos referidos al aprovechamiento de promociones industriales, exenciones impositi­vas y beneficios de eliminación de deudas asumidas por esta y otras empresas en el país:

"Acindar acumuló una descomunal deuda externa por 652 mi­llones de dólares, que luego le transfirió al Estado. A la vez, tuvo ac­ceso a los distintos regímenes de promoción industrial que el sector público instrumentó entre 1974 y 1987, inversiones por un total de 300 millones de dólares que gozaron de beneficios estatales. Recibió avales otorgados por el Tesoro Nacional por 148,5 millones de dó­lares; gozó también de créditos por 231 millones de dólares del BA-NADE que jamás devolvió; tuvo además una importante protección arancelaria, que le permitió ejercer sin amenaza de competencia externa su poder oligopólico sobre el mercado; y recibió tarifas dife­renciales para el consumo energético de sus plantas, lo que implicó otro subsidio relevante" (Zaiat, Página/12, 6 de octubre de 2007)196.

mostrado estudios del fallecido Azpiazu, Basualdo, Kulfas y otros. Esa deuda fue estatizada en 1981 por Domingo Cavallo, la cuarta en magnitud luego de las de Cogasco (1.338 millones de dólares), Autopistas Urbanas Ausa (951) y Celulosa Argentina (836)", en Miradas al Sur, domingo 18/9/2011.

195 En http://wwwl.rionegro.com.ar/diario/economico/2007/10/14/9132.php. 196 En http://www.paginal2.com.ar/diario/economia/2-92543-2007-10-06.html.

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E l p a s o d e A c i n d a r p o r l a C N V

Tras relevar y hacer un seguimiento de la presencia de la firma empresaria ACINDAR en los registros de la historia de la CNV du­rante el período dictatorial cívico-militar-corporativo concentrado, se expresa a continuación un resumen de los hallazgos efectuados.

Registros de menciones de la empresa Acindar en actas de CNV

Se observa la presencia de la empresa Acindar en los registros de la CNV entre el período 29/3/1976 y el 31/1/1984. Los registros aluden básicamente a la presentación de la empresa Acindar en oferta pública. No existe ninguna mención referida a inspecciones, indagaciones o sus­pensiones a la empresa. Por el contrario, pareciera funcionar como una empresa que opera regularmente y en condiciones legales y normales.

Cabe resaltar una mención explícita en relación con Acindar rea­lizada por el mismo Presidente de la CNV en junio de 1976, apenas asumido su cargo: Etchebarne sostiene en una reunión y registro de acta 577 que "se abstiene de intervenir en asuntos relacionados con Papel Prensa S.A. y Acindar S.A., dadas las relaciones profesionales que desde antes de asumir mantiene con esas empresas"197.

En segundo lugar, emerge una nueva referencia particular a la em­presa Acindar198 hacia fines de 1979 con una mención a la resolución 4552, en la que se procede a la autorización de oferta pública de dicha empresa. Es dable remarcar también aquí que el relevamiento de regis­tros de actas de la CNV permite observar que el presidente de la CNV, Dr. Etchebarne, como ya se ha mencionado, a pesar de haber señalado en el inicio de su gestión como presidente de la Comisión Nacional de Valo­res que no intervendría cuando se abordasen temas ligados a la empresa Acindar SA. y otras empresas por haber mantenido vínculos profesio­nales o hasta de parentesco (aparte de Papel Prensa S A. y Acindar S.A., sostiene que se abstendrá también de intervenir sobre Banco Shaw SA. dados los lazos familiares que mantiene con uno de sus directivos199), en este caso particular de ACINDAR no sólo no se retiró de las reuniones de Directorio -cuando él mismo las presidía- al abordar temas ligados a esta empresa, sino que en algún caso200, intervino directamente para recordar la importancia de dar curso a solicitudes de avales para la rea­lización de operaciones de oferta pública de acciones.

197 Acta 577,10/6/1976. 198 Acta 760, 12/12/1979. 199 Acta 577, 10/6/1976. 200 Como ya se ha destacado en el acta 760, 12/12/1979.

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"El Dr. Etchebarne recordó al directorio la reunión que se ha­bía mantenido con el Presidente de la empresa y asesores de la misma, en la cual se había informado a la Comisión la importan­cia que tenía la emisión para la sociedad como así también las pautas que se habían tenido en cuenta al fijar las condiciones de emisión de las acciones preferidas" (Acta 760: 12/12/1979).

El resto de las menciones a la empresa Acindar en actas de la CNV remiten siempre a menciones junto a otras empresas en relación con llamados y autorizaciones de oferta pública de acciones. Se debe remarcar que no se ha encontrado ningún dato referido a los procesos de adquisición de otras firmas siderúrgicas por parte de Acindar, como ha sido el caso de la compra de Gurmendi y sus empresas, pasando a consolidar un proceso de concentración y centralización de la empresa Acindar en el sector.

Asimismo, resulta de profunda relevancia destacar que no exis­ten referencias documentales explícitas en los registros de actas de la CNV relacionadas con el proceso de endeudamiento y posterior cance­lación de la misma en el marco del proceso de estatización de deudas privadas llevado a cabo por los titulares de Hacienda (desde Sigaut a Whebe) y la particular "consolidación de deuda" ejecutada por el director del Banco Central en el año 1982, el Dr. Domingo Cavallo201. Durante ese mismo año observan cinco menciones al accionar de la empresa donde se registran en las actas movimientos especiales pero que no inhiben la realización de oferta pública por parte de la mis­ma202. Esta ausencia de registro de este tipo de información puede permitir inferir cierto grado de complicidad en el ocultamiento de in­formación clave y desventajosa para el desarrollo de la empresa que no fue puesta en consideración del público inversor (accionistas de la empresa en la Bolsa de Valores).

201 Como ya se ha mencionado en otro apartado referido a la política económica desplegada por el régimen de facto, se referencia al Dr. Domingo Cavallo, quien, como representante del think tank neoclásico de la Fundación Medi­terránea, se convertiría luego en un actor clave que continuaría con políticas de protección de la élite económica dominante del statu quo en los cargos de Ministro de Economía de la gestión gubernamental neoliberal conservadora menemista, durante los años noventa, y su continuación en el modelo de gobierno de la Alianza durante el año 2001.

202 Se asientan en las actas 889, 893, 899, 908, 944 menciones a oferta pública -OP- y sólo en dos de ellas -899 y 904- se registran dictámenes internos.

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Compromisos de Acindar Industria Argentina de Aceros S.A. con la última dictadura cívico militar corporativa concentrada

Memoria de la empresa 1975-1976. Cartas del Presidente de Acindar S.A.

Como ya se ha mencionado, resulta de enorme interés adentrarse en el universo de sentidos de apoyo, coincidencia y complicidad que estructuran la trama de algunos actores económicos con el proyecto de la última dictadura militar corporativa, ideologías y prácticas que ellos mismos pondrán en juego bajo el poder de fuego del accionar del terrorismo estatal. Una misma ideología, una práctica llevada ade­lante por ellos mismos, los representantes de las élites económicas dominantes en la historia de la Argentina.

Por estas razones, poder indagar y leer directamente las memo­rias de una empresa como Acindar S.A., cuyo Presidente devino en Ministro de Economía del nuevo poder gubernamental de facto, y en cuyo lugar se instala a un General ligado a una vasta trayectoria de experiencia en torno a la represión de huelgas y accionares sindicales y populares (signados por ellos como "subversivos"), adquiere una di­mensión de marcada relevancia para comprender ideologías vigentes y prácticas que se pusieron en marcha en aquellos años. Las palabras del general retirado Alcides López Aufranc en su carta que acompañó la memoria empresarial de 1975-1976 permite acercarse a algunos de esos lineamientos político-económicos que configurarán un antes y un después en la historia del país.

"La memoria 1975/76, abarca un periodo muy crítico de la vida nacional. A comienzos de 1976, el país marchaba acelerada­mente hacia su desintegración en medio del caos político y econó­mico, e inmerso en una violencia que inicialmente fue fomentada y luego se hizo ingobernable. La cesación de pagos era inminente, la inflación alcanzaba cifras inimaginables, el desorden y la indis­ciplina laboral estaban generalizados, el desabastecimiento y el mercado negro eran la inevitable consecuencia de una política de precios no realista. Todo ello, en un cuadro de demagogia en que se subordinaban las decisiones al halago de las masas.

La actividad productora se vio reducida sensiblemente, co­menzando una recesión con inflación, que afectó al sector empre­sario y al consumidor, y que de continuar hubiera llevado a la paralización del aparato productor, con su secuela de despidos y problemas sociales consecuentes.

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A partir del 24 de marzo de 1976, en que las Fuerzas Arma­das, interpretando adecuadamente la gravedad de la situación, asumieron la responsabilidad histórica de tomar el poder para reordenar el país, se opera un cambio sustancial. Se restablece la disciplina laboral, se combate la subversión con toda intensidad y se encaran medidas económicas que permiten afrontar los compro­misos de la deuda externa y reducir la inflación. Se limita el gasto público y se aumenta la recaudación impositiva.

La labor realizada ha sido fecunda, quedando por solucionar el crónico déficit del presupuesto y de las empresas del Estado, así como el redimensionamiento del aparato estatal con la transfe­rencia a la actividad privada de las empresas y del personal que exceden a su misión administradora.

Ajena al área específica de la económica, pero íntimamente relacionada con ella, persiste la necesidad de modernizar la legis­lación laboral responsable en gran medida de la postración econó­mica que sufre el país.

Pese a los inconvenientes señalados, es evidente que en la Re­pública se respira otro aire, y que la capacidad y decisión de quie­nes han asumido la responsabilidad histórica de recuperar el país, permite ser optimista sobre el futuro.

Cuando se hayan roto esas trabas al progreso y desaparezca la subversión, la Argentina iniciara un despegue acelerado, alcan­zando en pocos años, niveles de progreso y bienestar tales, que ha­rán difícil recordar lo que fue nuestro pasado reciente" (Acindar: Memoria y Balance. Ejercicio 1975/1976, 34 ejercicio, Io de julio de 1975-30 de junio de 1976).

El Genera l López Aufranc, como Pres iden te de la empresa , acompaña los l ineamientos promercado que fundamen tan u n a gran pa r t e del p lan económico y la cosmovisión compar t ida por la élite dominan te que as ien ta su m i r a d a en la p r imacía del mercado sobre el Es tado , u n a visión sos tenida por los a rgumen tos del ex Presiden­te de la m i s m a firma y en ese entonces flamante Minis t ro de Econo­mía , Mar t ínez de Hoz. Ambos actores de ja rán de mencionar en sus discursos la impor tanc ia práct ica y efectiva que dieron curso en el accionar del Es tado respecto del mercado en los años por venir : un g ran desarrol lo selectivo del in tervencionismo es t a t a l en la econo­mía med ian te el apoyo explícito (con créditos, subsidios, seguros de cambio, exenciones imposi t ivas , etc.) a sectores productivos conside­rados estratégicos p a r a la misma, como fue el caso de la s iderurgia , al t iempo que l ib raban otros a la sue r t e de la libre competencia in­ternacional y que con nuevas reglas de a p e r t u r a a d u a n e r a e impor-

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tación posibi l i taron la destrucción de vastos espacios productivos indus t r ia les .

"Simultáneamente con la acción del gobierno, el sector priva­do, que produce la mayor parte de los bienes y riqueza, se prepara para participar con entusiasmo en la nueva etapa iniciada en el país, en la seguridad, que emplear todos sus recursos y posibilida­des, es el mejor aporte al progreso, ya que permitirá lograr más y mejores productos al más bajo costo, satisfaciendo las necesidades del mercado interno con un importante excedente para la exporta­ción" (Acindar: Memoria y Balance. Ejercicio 1975/1976, 34 ejer­cicio, 1° de julio de 1975-30 de junio de 1976).

Cabe destacar que en el mismo año de la caída del gobierno de Isabel Mar t ínez de Perón, Acindar vuelve a lograr un compromiso gubernamenta l de apoyo irrestricto a la construcción de la P lan ta In tegrada (su viejo sueño independentis ta) : el decreto 218 de enero de 1976 que autoriza su construcción y compromete avales pa ra los créditos externos. Finalmente, el 18 de agosto de 1978 "la P lan ta In­tegrada fue inaugurada." Así, las pa labras del flamante Pres idente de la compañía aceril, general López Aufranc confirman la efectivización de un sueño empresarial , que deja oculto todo lo realizado pa ra que este camino fuera posible, silenciando y ocultando el proceso represivo aplicado sobre el personal, la detención, aplicación de tormentos-tor­tu ras y desaparición de algunos de los delegados sindicales, la impo­sición de u n a reducción salarial y el disciplinamiento del conjunto de los t rabajadores de la fábrica y el resto de la ciudad de Villa Constitu­ción donde es taba instalada Acindar S A .

"Acindar tiene ya en vías de ejecución su anhelado plan de integración que le permitirá controlar todos sus factores de cos­to, conduciendo el proceso productivo desde el mineral de hierro hasta los productos terminados. La financiación, tanto externa como interna, está asegurada, siendo un deber destacar el apoyo del Banco Nacional de Desarrollo, que comprendió cabalmente la importancia y trascendencia que para el plan siderúrgico tiene el proyecto Acindar, al aportar 600.000 toneladas anuales de pa­lanquilla, en una primera etapa, que se ampliará posteriormente hasta alcanzar un millón de toneladas. Merece también una refe­rencia especial el Banco Interamericano de Desarrollo, que con el importante préstamo otorgado a Acindar, amplió el panorama de su acción crediticia, reservado hasta el presente: exclusivamente a obras estatales, para apoyar a una empresa privada, demostrando

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con ello su confianza en la compañía y en el proyecto presentado. Estamos convencidos que los esfuerzos realizados durante años con fe, tenacidad y confianza en el futuro argentino, tendrán, a partir de ahora una rápida ejecución, pudiendo en el año 1978 inaugurar la planta de reducción directa de mineral de hierro y la acería con hornos eléctricos y colada continua, que serán motivo de legítimo orgullo, no solo para los integrantes de la empresa y sus accionistas, sino para todos los argentinos por su importante aporte al desarrollo de la industria siderúrgica, madre de indus­trias y base del desarrollo económico nacional" (Acindar: Memoria y Balance. Ejercicio 1975/1976, 34° ejercicio, Io de julio de 1975-30 de junio de 1976).

Como se menciona en el relato de la "Memoria 1975-1976", se hace explícita referencia al papel de intervención y apoyo estatal en el financiamiento de la ampliación de la empresa, "tanto interna" -como implicó el apoyo del BANADE- como "externa" -con el impulso crediticio del BID-, que desvió su ayuda fundamentalmente orienta­da a obras del estado para dar sostén a una empresa privada, pero que, según la visión del mismo General López Aufranc, presenta una marcada "importancia y trascendencia" para la ejecución de un plan siderúrgico estratégico para el desarrollo del país. Queda patentado en este discurso oficial de la misma empresa cómo el Estado Argenti­no y el sistema financiero internacional operaron como actores claves en la reestructuración del sistema económico-productivo, asignando recursos a determinadas empresas privadas, en las cuales los mis­mos agentes gubernamentales de facto habían sido y eran hacedores de sus derroteros (como el mismo Ministro de Economía Martínez de Hoz, ex Presidente de esta misma compañía Acindar S.A. antes de iniciar el golpe y gobierno de facto). Este tramado de operación estruc­tural cívico-militar, de integración y relación de clara imbricación se torna observable en este caso empresarial. Así, estos actores ponen en acción la representación de la élite tradicional dominante, con el ac­cionar directo de uno de sus miembros, heredero de familia de estirpe y dominio terrateniente, que con sus propias manos toma el timón de la dirección de la economía del país, moldeando una reorientación y reorganización de la sociedad argentina, redirigiendo el rumbo de las prácticas de la mayoría de la población mediante un accionar discipli­nante, de los sectores trabajadores populares, la clase media y grupos de poder económico en competencia.

El General López Aufranc, Presidente de una compañía privada como Acindar, no sólo no se priva sino que refuerza el ideario y el plan de "reorganización nacional" puesto en marcha bajo el signo del

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terrorismo estatal, aplicado en pos del logro de un disciplinamiento ampliado del conjunto de los sectores de la sociedad argentina, asegu­rador entre otros beneficios de una redistribución abismal del reparto de la riqueza producida por el conjunto de esa misma sociedad. Los "dueños de la Nación" y sus servidores-hacedores entrarán en acción y justificarán una vez más sus "nobles" prácticas contra enemigos "ex­tranjeros" a los principios constitutivos de la "patria", procurando re­cuperar el orden tradicional que nunca debió haber sido extraviado:

"No deseo terminar esta carta a los accionistas, sin rendir un ho­menaje a los hombres que han dado su vida en la lucha contra la sub­versión y en defensa de nuestro tradicional estilo de vida, y a todos aquellos que han abandonado su tranquilidad e intereses personales para entregarse de lleno a la noble tarea de reorganizar y recupe­rar nuestra querida patria" (Acindar: Memoria y Balance. Ejercicio 1975/1976, 34° ejercicio, Io de julio de 1975-30 de junio de 1976).

Memoria de la Empresa 1976-1977. Cartas del Presidente de Acindar S.A.

Hacia mediados del año siguiente, 1977, el General López Au­franc, al mando de Acindar S.A., vuelve a afirmar su fuerte compromi­so y acompañamiento del Plan Económico, pero también social, políti­co y cultural, del llamado Proceso de Reorganización Nacional, ya en pleno despliegue e instrumentación de medidas y acciones. Reconoce las dificultades del tiempo en vilo, "tanto para el país como para la Compañía", remarca logros obtenidos pero asimismo reclama "agili-zación y profundización del proceso":

"El ejercicio financiero del que da cuenta la presente Memoria, abarca un período difícil tanto para el país como para la Compa­ñía. En la carta del año pasado a los accionistas, señalábamos que la labor realizada por el Gobierno había sido fecunda, y alertába­mos sobre la necesidad de solucionar el crónico déficit del presu­puesto nacional y de las empresas del Estado, así como de encarar el redimensionamiento del aparato burocrático y la transferencia a la actividad privada de organismos y personal que exceden a su misión administradora. Un año después, debemos expresar que se han obtenido logros significativos en los sectores indicados, pero la situación general del país reclama la agilización y profundización del proceso" (Acindar: Memoria y Balance. Ejercicio 1976/1977, 35° ejercicio, 1 de julio de 1976-30 de junio de 1977).

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Asimismo, se solicita al gobierno nacional de facto que opere con la mayor celeridad posible los cambios "necesarios" dado que "el tiem­po disponible no es infinito". Con tono y voz de mando hasta ordena dejar de lado excusas intrínsecas a los gobiernos "populistas" y "es­tatizantes" como el "costo social" y "político" para tomar las "medidas reclamadas" para así evitar "frustraciones y violencia" y asegurar una mejor posición del país en el mundo:

"El tiempo disponible no es infinito, y si bien debe actuarse previo estudio detenido de los problemas, sin dejarse atraer por las premuras coyunturales, una vez agotado el análisis y toma­da la decisión, corresponde adoptar las medidas que resuelvan los problemas que aquejan al país desde hace años, sacándolo de su atonía y brindándole un camino desbrozado de obstáculos en procura de objetivos de grandeza y bienestar general. Frases he­chas, como "el costo político" y "el costo social", identificados con políticas estatizantes y populistas, que actúan como frenos podero­sos demorando la adopción de las medidas reclamadas, deben ser desechadas en interés del conjunto que priva sobre el particular y en consideración a que el costo mayor para el país es la pérdida de ubicación relativa en el mundo, con su secuela de frustración y violencia" (Acindar: Memoria y Balance. Ejercicio 1976/1977, 35° ejercicio, 1 de julio de 1976-30 de junio de 1977).

En esta memoria empresarial, el General retirado y Presidente de la compañía reafirma una visión explicativa de los problemas fundan­tes a combatir y justificatoria de las consecuentes acciones necesarias de ser emprendidas: el mal de la "inflación" como "gran problema na­cional" que "corrompe" y genera "desviaciones de todo tipo". La etapa previa al golpe dictatorial cívico militar emerge representada enton­ces como ligada a una situación de destrucción de la economía y la sociedad, socavando la esencia del país, y llevándolo incluso por una senda promotora de la instalación de un foráneo modelo social del co­munismo. Para prevenir y dar cura a estos males, un presupuesto na­cional enfocado a la reducción del déficit del PBI se convierte en una "decisión trascendente" que debe ser llevada a cabo en un marco de estabilidad política y económica orientada a vencer a los sectores que desean el fracaso del gobierno militar en pos de generar un regreso a una supuesta situación ya vivida, un así llamado "retorno al camino hacia el comunismo".

"La inflación es el gran problema nacional y su erradicación debe constituir la preocupación primaria, evitando que continúe

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su acción deletérea contra las energías productivas, corrompien­do y generando desviaciones de todo tipo. La elaboración del pre­supuesto nacional para el año próximo, con un déficit estimado en el uno por ciento del PBI, es un índice elocuente del deseo y decisión de atacar los males crónicos en su raíz. Esta resolución trascendente necesita estabilidad política y continuidad econó­mica, para vencer las variadas y tenaces resistencias de aquellos sectores empeñados en el fracaso del Gobierno de las FF. AA., y en el consiguiente retorno al camino hacia el comunismo." (Acindar: Memoria y Balance. Ejercicio 1976/1977, 35° ejercicio, 1 de julio de 1976-30 de junio de 1977).

El registro de esta "Memoria" institucional empresarial distingue con marcada claridad dos momentos o etapas del desenvolvimiento de la economía nacional que se mezclan inevitablemente en la vida de la compañía: por un lado, el período que corre entre julio de 1976 y febrero de 1977 donde, según el firmante del documento bajo análisis, se efectivizó (dando a entender que de modo positivo) el libre juego del mercado, otorgando a la empresa un beneficio en las ventas; por otro lado, una segunda etapa se libra bajo el juego del denominado "régi­men de la 'tregua'", período de supuesto congelamiento de precios que afectó el equilibrio de venta-reposición con los costos reales, situación que alteró la ecuación acordada proyectualmente para el logro de la capitalización y concentración industrial de la empresa.

"El lapso comprendido por la Memoria abarca dos etapas eco­nómicas de Acindar bien diferenciadas; aquella que va desde el primero de julio del año 1976 hasta febrero de 1977, en que actúan las leyes del mercado y hay libertad de precios, donde sobre la base de eficiencia y pese a la recesión, la Compañía mantiene sus ventas obteniendo un beneficio acorde con ellas; y la etapa posterior, bajo el régimen de la 'tregua', en que el incremento de los costos sin la correspondiente adecuación de los precios, creó una situación difícil al obligar a vender por debajo de los costos de reposición, alterándose en consecuencia la ecuación económico-financiera, ne­cesaria y aceptada en su momento por las autoridades nacionales para llevar adelante el proyecto de planta integrada" (Acindar: Memoria y Balance. Ejercicio 1976/1977, 35° ejercicio, 1 de julio de 1976-30 de junio de 1977).

López Aufranc señala que allí (situación percibida como de "emergencia") debieron emprender enérgicas demandas particula­res de la empresa pero en un marco de reclamo del sector siderúrgico

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que llevó al logro de la liberalización de precios como beneficio para todo este sector productivo.

Este cambio de escenario se sumará a la estrategia de acción en pos de obtención de fondos para cubrir deudas contraídas con el gobierno nacional, tanto como la mantenida con el sistema bancario-accionista financiero. Aquí se podrá ver el recorrido en el marco de solicitudes de presentación a oferta pública de acciones realizados por Acindar SA. en la Comisión Nacional de Valores: dos pedidos for­males de intervención de la CNV -organismo presidido por el aboga­do Etchebarne (quien asumía haber mantenido lazos profesionales con directivos de "Acindar S.A." y "Papel Prensa SA." y decía que se iba a abstener de intervenir cuando se mencionaran temas ligados a estas empresas, cuestión que sólo respetó en pocas instancias inicia­les del período de su gestión)- para permitir la oferta accionaria en la bolsa de esta empresa, y poder asegurar el logro de apertura de una nueva planta que potenciara el crecimiento de la misma.

"En la emergencia se hicieron los reclamos correspondientes, habiéndose obtenido con posterioridad al cierre del ejercicio finan­ciero la liberación de precios, juntamente con el resto del sector siderúrgico. Se continúa la acción para asegurar la disposición de los fondos que permitan llevar adelante los compromisos con­traídos con el Gobierno, la banca y los accionistas, y tener el orgu­llo y satisfacción de poner en funcionamiento cuando comience el segundo semestre del año 1978 la nueva planta con su reducción directa, acería y colada continua. El ambicioso proyecto de planta integrada continúa desarrollándose de acuerdo a los planes pre­vistos por la Empresa. Las dificultades no son pocas, pero la firme decisión, la capacidad y el entusiasmo de todo el personal, asegu­ran el éxito de los límites fijados. Acindar cumple así con su res­ponsabilidad frente al país y contribuye a su desarrollo económico beneficiando a la comunidad, proporcionando más, mejores y más baratos productos siderúrgicos, e incrementará considerablemente la producción de acero para satisfacer las necesidades actuales y futuras del mercado." (Acindar: Memoria y Balance. Ejercicio 1976/1977, 35° ejercicio, 1 de julio de 1976-30 de junio de 1977).

Para finalizar el ejercicio de esta "Memoria" se observa un saludo "esperanzador" donde se fusionan el futuro de la empresa con el del país, que debe ser liderado con "firme decisión" para asegurar las "necesida­des" del "mercado", persistiendo y evitando caer en "desviaciones o retro­cesos" demandados por sujetos "impacientes" y sin "convicción".

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"No deseamos terminar esta memoria sin expresar que vemos con gran optimismo el futuro del país y de la Compañía, ya que sin prisa, pero también sin pausa, se van adoptando las medidas adecuadas. El proceso, en función del deterioro general, es lento y exige sacrificios. El persistir sin aceptar las desviaciones o re­trocesos que reclaman los impacientes o faltos de convicción, ase­gura un resultado positivo de proporciones tales que sobrepasará a nuestras propias expectativas" (Acindar: Memoria y Balance. Ejercicio 1976/1977, 35° ejercicio, 1 de julio de 1976-30 de junio de 1977).

Por último, no se priva el General y Presidente de Acindar en este documento institucional de reiterar un profundo "homenaje" a los que están combatiendo "la subversión", asegurando por esta vía un futuro cargado de valores supuestamente anhelados, de "paz", "calma", "tran­quilidad", "orden" y "justicia". En esta magna tarea de crecimiento del país la empresa no deja de saludar el apoyo del personal de la com­pañía (en general, sin mención o recuerdo de aquellos empleados que alteraban el orden y fueron disciplinados y/o muertos previamente y durante el accionar del golpe dictatorial). Asimismo, rescata el aporte de los "accionistas" que acompañan esta tarea, aun a costa de poster­gar sus intereses actuales, al posibilitar la reinversión de dividendos en la "expansión de la Compañía".

"También deseamos rendir nuestro sentido homenaje a todos aquellos que participan en la lucha contra la subversión; devol­viendo al país la calma y tranquilidad indispensables para vi­vir y trabajar en paz, orden y justicia; al personal de Acindar por la colaboración prestada; y a los accionistas que acompañan con su esfuerzo económico los planes de expansión de la Compañía, permitiendo la reinversión de parte considerable de los beneficios, aunque ello se traduzca en la postergación de un interés actual." (Acindar: Memoria y Balance. Ejercicio 1976/1977, 35° ejercicio, 1 de julio de 1976-30 de junio de 1977).

Las Memorias de la Empresa siguientes seguirán remarcando la importancia de continuar apoyando el plan económico gubernamental de facto, haciendo recomendaciones para la mejora de condiciones de producción y comercialización del sector, señalando una presencia de riesgos en torno a costos e inflación vigentes en el período. Remarca­rán finalmente el apoyo recibido por el gobierno en pos de asegurar el crecimiento de Acindar pero sin mencionar el fundamental "apoyo" recibido por la estatización de sus deudas en el año 1982.

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La historia de vinculaciones, promociones y apoyos estatales seguirán su camino durante los años ochenta, posibilitando a esta empresa posicionarse como actor líder y dominante en el sector si­derúrgico de hierros de la construcción y otros productos metalíferos, logrando junto con Siderca (Grupo Techint), como complementaria en productos, establecer un cuasi monopolio en el espacio siderúrgico, tras desplazar y desarmar a la empresa estatal Somisa y disciplinar al resto de los actores intervinientes en esta cadena de valor.

En definitiva, se abre a la evidencia una vez más la trama de rela­ciones que conectaba la vida institucionalizada de los diversos actores del sistema económico, político, social y cultural. Los vínculos entre los agentes de mayor rango y capacidad gerencial de la Comisión Na­cional de Valores y la empresa Acindar (junto a los mantenidos en­tre éstos y el responsable del Ministerio de Economía del gobierno dictatorial cívico militar del momento) se ocultan así en supuestas relaciones neutrales registradas en huellas burocráticas de estas or­ganizaciones que llegan hasta el presente.

El Directorio de la CNV en la Comisión de Asesoramiento Legislativo: devaluaciones y Acindar

Parte de las tramas relacionales entre actores de las élites con­centradas ya mencionadas emerge en diversos momentos en los regis­tros burocráticos que ha dejado el gobierno de facto. Un caso de inte­rés surge en torno a la discusión que a continuación se expone, donde se permite entrever cómo los vínculos de Etchebarne con Acindar SA. se ven comprometidos por un proyecto de ley donde se propone un salvataje a la empresa que, en ese momento histórico -año 1981-, no se encuadra en su perspectiva político-económica sobre como el estado debía proceder con las empresas.

El proyecto de ley que trata la Comisión de Asesoramiento Legis­lativo tiene fecha de inicio el 12/8/1981 bajo el decreto PEN 126. Es, básicamente, un salvataje a algunas empresas que como producto de las devaluaciones de 1981 se vieron complicadas financieramente. El proyecto surge de la iniciativa de la CNV por las presentaciones que recibe de Acindar S.A. y de la Cámara de Sociedades Anónimas que está conformada por parte del Directorio y/o abogados de la aludida empresa. En las discusiones del proyecto de ley se hace reiterada­mente hincapié en que esta no es una decisión técnica sino política. Es igualmente llamativo que en la reunión con la CAL donde son in­vitados Etchebarne y Lores (abogado de la CNV), este primero no se expresara a favor de la ley, ya que dice que se va a generalizar un problema muy particular sosteniendo que la ley tiene nombre y apelli-

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do: Acindar. Propone, en cambio, que se suspenda temporariamente el art. 94 de la Ley de Sociedades. Habría que ver qué se estaba jugando en este momento en el vínculo Acindar-Etchebarne, ya que, por un lado, vehiculiza el reclamo de Acindar haciendo la presentación en la CAL y, por otro, no apoya la ley.

El proyecto de ley tiene como fin contabilizar diferencias de cam­bio producidas con motivo de las devaluaciones dispuestas los días 2 de abril y 2 de junio de 1981. Esto genera una serie de reuniones de la CAL con economistas y otros actores del sistema económico a fin de tratar la problemática. En un documento firmado por Frujoli —Ministerio de Justicia- y Lorenzo Sigaut —Ministerio de Economía-, estos recomiendan que se sancione una ley que absorba el impacto contable de las diferencias que se producen en los balances por las devaluaciones. La ley se sancionaría para los períodos de devaluación comprendidos entre:

- 27/3/1981 y 2/4/1981. ' - 29/5/1981 y 2/6/1981.

También se consulta a la Cámara de Sociedades Anónimas quie­nes plantean que "la medida que propone el PEN es una manera ra­zonable de contemplar los efectos de actos de gobierno imprevisibles para estas empresas a través de un tratamiento que si bien puede ser controvertido desde el punto de vista técnico contable es positivo y ya tiene antecedentes".

La primera reunión de la CAL para tratar el proyecto se realiza el 14/8/1981, es decir, un día después de que llega el proyecto. Lo que se busca con el proyecto de ley es que las empresas no pierdan, por la devaluación de magnitud que ocurrió, todo su patrimonio al contabi­lizar las pérdidas ocasionadas al devaluar sus deudas. La medida co­mienza a tratarse, en parte, porque la Bolsa de Comercio plantea que si no se toma alguna acción concreta el 50% de las empresas caerán en liquidación. También existió una insistencia de la CNV para que se aplique una medida de este tipo como ya se apuntó oportunamente. La CNV recogió los problemas de las empresas que cotizan en Bolsa y propuso un revalúo técnico.

En la reunión del 19/8/1981, los miembros de la Subcomisión 5 de la CAL se reúnen con representantes de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y comienzan a plantear que la medida no tiene sustento técnico sino político ya que al 31/3/1981 la mayor parte de las empre­sas tenían tasas de rentabilidad deficiente o negativa. Asimismo, re­baten la propuesta de la CNV por considerar que el revalúo técnico es caro. Según el Director Técnico de la Bolsa, Jorge Bacque, en la CNV está actuando una comisión ad-hoc: "No me extraña porque tuve la

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oportunidad de hablar con Etchebarne sobre esto hace poco y me dijo que él no veía otra solución que esta [revalúo técnico]pero que era una solución que él no podía adoptar".

El 20/8/1981, la CNV se presenta ante la CAL, siendo represen­tados por su Presidente Juan Etchebarne y Jorge Lores (CNV). La CNV sostuvo la inquietud de cómo tratar las diferencias ocurridas por pérdidas de cambio. "Nombramos una comisión el 9 de abril de 1981, es decir, después de la primera devaluación. Tratamos de designar las personas más representativas de los principales grupos empresarios que cotizan en Bolsa: Dr. Matheu (Grupo Bunge y Born), Dr. Federico Peña (Grupo Techint), Dr. Klatterbach (Grupo Alpargatas), Dr. López Santiso (Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas), Dr. Ca­yetano Licciardo (decano de Ciencias Económicas UBA). La mayoría de los integrantes de la comisión aconsejó absorber las pérdidas con un revalúo técnico. Sobre esta base elaboramos una resolución y se la enviamos al subsecretario de hacienda Dr. Berardi". "La CNV [dice Et­chebarne] no es un organismo político sino técnico. Entonces, tenemos que pronunciarnos sobre una base técnica. Simultáneamente recibi­mos una nota de Acindar en la cual expresaban que con esas diferen­cias tendrían pérdidas terribles". La Cámara de Sociedades Anónimas cambió de posición de pedir el revalúo técnico a la activación de las pérdidas. Esto se debe a que la cabeza de la Cámara de Sociedades Anónimas pertenece a Acindar, Oscar García, también Presidente de Santa Rosa y Director de Gurmendi. Acindar absorbe a Gurmendi y Santa Rosa, y también a Genaro Grasso que no cotiza en Bolsa. El Vicepresidente es Jorge Ribarola (Director de Acindar) y el Secretario es Vergara del Carril, Jefe de Asuntos Jurídicos de Acindar. Entre las empresas que tendrían que ser liquidadas si no se toman medidas, son mencionadas: Pérez Companc, Ledesma, Dalmine, Alpargatas, As-tra, Molinos, San Pablo, Domec.

"Con el revalúo técnico del patrimonio se puede incrementar el capital y emitir acciones de ese modo el capital se agranda y la pérdida es absorbida. Por ejemplo, San Pablo pierde el 155% de su patrimonio pero tiene un revalúo técnico presentado a la CNV que podrán absorberlo. Acindar pierde el 45% de su patrimonio con las devaluaciones. No hizo revalúo técnico".

Etchebarne propone que la ley autoriza al Ministerio de Econo­mía y a Justicia a suspender transitoriamente la vigencia del art. 94 de la Ley de Sociedades para determinadas empresas. "No hay que generalizar un problema que no lo es". Dice que cree que esta ley tiene un destinatario: Acindar. Para Etchebarne es una decisión de

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emergencia nacional. Acindar aplicó la ley antes de que se dictara en su balance ya que ha valuado sus pasivos y activos en moneda ex­tranjera. Sin considerar los efectos de diligencias producidas con pos­terioridad al cierre del período. El propio contador hace la salvedad de que el balance no se ajusta a las pautas de contabilidad, lo cual es ilegal. La empresa Lombardi hace lo mismo que Acindar. Finalmente, los registros señalan que el 20/8/1981 la CNV da una prórroga para la prestación de balances.

Los acuerdos, salvatajes y connivencias entre grandes empresas y funcionarios estatales de facto muestran así los modos de construc­ción de estrategias de concentración y manejo del capital en el pe­ríodo bajo estudio. Asimismo, desacuerdos y diferencias serán parte de estas lógicas conflictivas constitutivas de toda práctica social. Las relaciones de Etchebarne con Acindar se presentan así como muestra de estas acciones.

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