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TIMOTHY RICE: MUSIC IN BULGARIA, 2004 Capítulo 5: Música y política [p. 57] NUEVO SIGNIFICADO PARA LA MÚSICA DE BODAS [68-73 Cambios en la sonoridad de la música de bodas. Como la música se desarrolló bajo el patrocinio de una creciente economía privada rica más allá del control del Estado, los instrumentistas empezaron a expandir sus propiedades musicales sin la autorización de las autoridades del gobierno […] Estos desarrollos ocurrieron virtualmente en cada aspecto de la música. 1) Las sensibilidades de los instrumentistas y sus clientes gravitaban más hacia la música popular que hacia la estética clásica que era impuesta por los compositores de formación clásica. Los instrumentistas disparaban el sonido de la música con sistemas de sonido cada vez más elaborados y poderosos, que podía comprarse con todo el dinero que se les aventaba. 2) Puesto que muchas de las bandas tocaban casi todos los días de la semana en bodas y otras celebraciones familiares […], su técnica de ejecución se desarrolló espectacularmente. Tenían un dominio total de sus instrumentos, y empezaron a tocar a un tempo extraordinariamente rápido, y a mostrar su virtuosismo.. También empezaron a tocar improvisaciones más elaboradas y de mayor ámbito, llenas de síncopas cromatismos y arpegios inspirados en el jazz y la música popular. 3) Puesto que trabajaban fuera del control del gobierno, ya no estaban limitados por una agenda nacionalista asociada con la “música folklórica”. Puesto que muchos instrumentistas de bodas eran roma, tocaban música roma, especialmente una danza llamada kyuchek. La política de la música de bodas. Además de la brillantez de los instrumentistas, la creciente insatisfacción de la gente con el gobierno comunista también contribuyó a la enorme popularidad de la música de bodas. Una de las lecciones generales que enseña este ejemplo búlgaro es que la música puede tener un significado referencial. Sin embargo, la manera en que esta “significa” algo es sumamente variable y está ligada a situaciones culturales, sociales y de performance específicas. Una segunda lección general es que el significado de la música y la performance musical lo pueden llevar las sonoridades de la música, no simplemente sus textos. Los textos de las canciones de la música de bodas siguió siendo más bien tradicional y nada parecidos a las canciones de protesta asociados a muchos movimientos políticos de oposición en el mundo entero. Con todo, los sentimientos antigubernamentales los llevaban no menos efectivamente y posiblemente incluso más poderosamente en las sonoridades musicales mismas. Capítulo 7: Una nueva música para una nueva era [p. 87-89] Yo aseguré, por ejemplo, que el apoyo del Estado a las artes, y en particular a las artes populares, podría haber decaído porque habrían barrido el apuntalamiento ideológico de dicho apoyo. Muchos de los conjuntos profesionales de las ciudades de provincia habían cerrado por falta de apoyo. Algunos continuaban como esfuerzos privados, pero con un número reducido de ejecutantes y para hacerse económicamente viables. Solo los conjuntos más centrales, como el conjunto Koutev y la Orquesta Folklórica de la Radio y la Televisión de Sofía perseveraban en algo parecido a su vieja forma, apoyados por secretarías gubernamentales. Algunos coros o conjuntos existían solo para presentaciones ocasionales pero ya no ofrecía a sus miembros un salario regular como durante el período comunista. Ensayaban principalmente para prepararse para giras en el extranjero para satisfacer el interés por las misteriosas voces búlgaras. Aun cuando los conjuntos ofrecía un salario, este era tan mísero que muchos músicos abandonaban el conjunto para buscar trabajos no relacionados con la música en la nueva economía privada. Alguien abandonó el país para buscar fortuna en Europa

Timothy Rice

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guia de este famoso escritos para realizar trabajo de campo en un ambiente etnografico y etnomusicologico

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TIMOTHY RICE: MUSIC IN BULGARIA, 2004

Capítulo 5: Música y política [p. 57]

NUEVO SIGNIFICADO PARA LA MÚSICA DE BODAS [68-73

Cambios en la sonoridad de la música de bodas. Como la música se desarrolló bajo el patrocinio de una creciente economía privada rica más allá del control del Estado, los instrumentistas empezaron a expandir sus propiedades musicales sin la autorización de las autoridades del gobierno […] Estos desarrollos ocurrieron virtualmente en cada aspecto de la música.

1) Las sensibilidades de los instrumentistas y sus clientes gravitaban más hacia la música popular que hacia la estética clásica que era impuesta por los compositores de formación clásica. Los instrumentistas disparaban el sonido de la música con sistemas de sonido cada vez más elaborados y poderosos, que podía comprarse con todo el dinero que se les aventaba.

2) Puesto que muchas de las bandas tocaban casi todos los días de la semana en bodas y otras celebraciones familiares […], su técnica de ejecución se desarrolló espectacularmente. Tenían un dominio total de sus instrumentos, y empezaron a tocar a un tempo extraordinariamente rápido, y a mostrar su virtuosismo.. También empezaron a tocar improvisaciones más elaboradas y de mayor ámbito, llenas de síncopas cromatismos y arpegios inspirados en el jazz y la música popular.

3) Puesto que trabajaban fuera del control del gobierno, ya no estaban limitados por una agenda nacionalista asociada con la “música folklórica”. Puesto que muchos instrumentistas de bodas eran roma, tocaban música roma, especialmente una danza llamada kyuchek.

La política de la música de bodas. Además de la brillantez de los instrumentistas, la creciente insatisfacción de la gente con el gobierno comunista también contribuyó a la enorme popularidad de la música de bodas.

Una de las lecciones generales que enseña este ejemplo búlgaro es que la música puede tener un significado referencial. Sin embargo, la manera en que esta “significa” algo es sumamente variable y está ligada a situaciones culturales, sociales y de performance específicas.

Una segunda lección general es que el significado de la música y la performance musical lo pueden llevar las sonoridades de la música, no simplemente sus textos. Los textos de las canciones de la música de bodas siguió siendo más bien tradicional y nada parecidos a las canciones de protesta asociados a muchos movimientos políticos de oposición en el mundo entero. Con todo, los sentimientos antigubernamentales los llevaban no menos efectivamente y posiblemente incluso más poderosamente en las sonoridades musicales mismas.

Capítulo 7: Una nueva música para una nueva era [p. 87-89]

Yo aseguré, por ejemplo, que el apoyo del Estado a las artes, y en particular a las artes populares, podría haber decaído porque habrían barrido el apuntalamiento ideológico de dicho apoyo.

Muchos de los conjuntos profesionales de las ciudades de provincia habían cerrado por falta de apoyo. Algunos continuaban como esfuerzos privados, pero con un número reducido de ejecutantes y para hacerse económicamente viables. Solo los conjuntos más centrales, como el conjunto Koutev y la Orquesta Folklórica de la Radio y la Televisión de Sofía perseveraban en algo parecido a su vieja forma, apoyados por secretarías gubernamentales. Algunos coros o conjuntos existían solo para presentaciones ocasionales pero ya no ofrecía a sus miembros un salario regular como durante el período comunista. Ensayaban principalmente para prepararse para giras en el extranjero para satisfacer el interés por las misteriosas voces búlgaras. Aun cuando los conjuntos ofrecía un salario, este era tan mísero que muchos músicos abandonaban el conjunto para buscar trabajos no relacionados con la música en la nueva economía privada. Alguien abandonó el país para buscar fortuna en Europa

occidental y Estados Unidos prefiriendo un futuro más luminoso para sus hijos y sus vidas como músicos profesionales.

La música de bodas también estaba desapareciendo. Con la caída del comunismo había perdido la significación política como una forma de expresión antigubernamental. La economía de las bodas había cambiado igualmente. La transición a una economía de mercado ha sido larga y difícil para los búlgaros, y a muchos les parece que ahora están peor que durante el régimen comunista. Aunque hay en existencia muchos más bienes de consumo que en el pasado, incluyendo los artículos de moda como Levi Strauss, Gucci y Christian Dior, los precios están fuera del alcance del búlgaro medio. En lugar de ahorrar para la ostentación símbólica [p. 87] con base en la música en las bodas, la gente común sencillamente tiene poco dinero que gastar. Como consecuencia, el mercado de música para bodas se ha secado, y la gente está usando disc jockeys o haciendo bodas sin música. Como su contrapartida en los conjuntos folklóricos apoyados por el Estado, algunos músicos de bodas bien conocidos han abandonado Bulgaria soñando con una vida mejor en el extranjero.

Yo también predije que podría haber un renovado interés en la ejecución informal de formas no arregladas de música aldeana y viejos rituales que habían sido desterrado como religiosos o supersticiosos por el gobierno comunista. Para evaluar esta posibilidad asistí al festival nacional de folklore para cantores, bailarines e instrumentistas celebrado cada cinco años en Koprivshtitsa, en las montañas, a unas 60 millas al este de Sofía. […] Este festival y festivales locales y regionales similares habían sido un medio importante de apoyar formas aprobadas de música, canto y danza tradicionales durante el período comunista. Aunque atenuado, el apoyo para este tipo de actividad continúa, y el festival de 2000 fue el tercero del período postcomunista. El festival ofreció alguna evidencia del resurgimiento del interés en la música folklórica a nivel de aldea.

Niñas cantoras

[…] Parece que puede haber un resurgimiento del interés en formas tradicionales, no arregladas de música entre los jóvenes que viven en aldeas ¾e incluso entre algunos jóvenes de zonas urbanas. Quizás porque la música ha sido liberada de sus conexiones políticas con el régimen comunista, se ha convertido una vez más en una forma placentera de conducta social y una forma de arte para la gente joven de las aldeas¾y eso es buena señal para la suerte que corra la tradición.

EL POPFOLK COMO ARTE, SÍMBOLO, MERCANCÍA Y CONDUCTA [pp. 98-101]

El popfolk empezó como un fenómeno artístico con implicaciones políticas. Es decir, es una apropiación de lo que una vez se consideró, durante el régimen comunista, extranjero y decadente y por lo tanto fue estrechamente controlado. Los estilos musicales en los que está basado eran populares por lo menos en parte debido a su estatus como fruta prohibida bajo el anterior régimen totalitario. Su adopción como una forma expresiva favorita fue en parte un acto político en una nueva era de libertad relativa. El aspecto político del popfolk ha seguido siendo controvertido a través de su breve historia.

El popfolk es problemático para muchos búlgaros porque desafía todo lo que representaba el gobierno comunista. Aunque los aspectos más atroces del totalitarismo de ese gobierno han desaparecido y nadie los lamenta, muchos de sus valores perviven, incluyendo los valores expresados en la música y otras artes. El popfolk desafía aquellos valores y provoca, pues, una controversia entre los que conservan algunas de la viejas visiones, por lo menos por cuatro razones.

El primer problema es que el popfolk está basado menos en tradiciones musicales ostensiblemente búlgaras que en las extranjeras y de las minorías. Para mucha gente que creció bajo un gobierno que construía y promovía el nacionalismo búlgaro en la música, la popularidad del popfolk entre las masas y la relativa ausencia de estilos de música folklórica en los medios es una afrenta a sus sentimientos nacionales. El que las canciones estén [p.99] en búlgaro no es suficiente para satisfacerlos. Ellos oyen en la música referencias a estilos roma [gitanos], turcos, serbios y griegos y esto no les agrada. Muchos de los que sostienen este punto de vista aseguran que odian esta música y que no la escuchan. Este es un buen ejemplo de la manera en que las preferencias estéticas con frecuencia se desarrollan de puntos de vista políticos.

Un problema relacionado, el hecho de que los estilos musicales, los instrumentistas y los cantantes roma están en el centro de mucho de la música popfolk, está molestando a muchos búlgaros. Si bien muchos críticos adoptan lo que parece ser una posición estética contra la música, por lo menos un escritor búlgaro ha señalado que el racismo y las actitudes negativas hacia los roma pueden ser el motivo del disgusto de algunas personas por esta música (Levi 2000).

Cuando la gente condena el popfolk como barato y de mal gusto, se están refiriendo en primer término a los textos de las canciones llenos de alusiones sexuales, pero también al uso de estilos musicales roma y a la etnicidad y la apariencia de las cantantes. Sin embargo, cualquier cosa que no tenga muchas pretensiones intelectuales en relación con el popfolk es una reacción completamente consciente de sus creadores al tono intelectual de la cultura y la propaganda comunistas. Los valores de la música clásica brindaron los métodos para arreglar la música tradicional durante el período comunista, cuando los comunistas despreciaban todo lo que en todas las esferas se consideraba “barato” o “de mal gusto” o “sucio”. El popfolk es, pues, la manera que tienen algunos búlgaros de dejar salir el vapor de la olla –vapor que escalda a otros búlgaros.

Segundo, uno de los grandes problemas en torno al popfolk es si este es esencialmente un género comercial, mercantilizado o tiene valores artísticos. Los que no gustan de él lo condenan como si fuera esencialmente una forma comercial. Los que lo hacen afirman que crean su música de manera artística y señalan a los poetas ganadores de premios que ahora componen algunos de los textos de las canciones y a la educación musical de nivel universitario de algunos de los músicos. El arte y el buen gusto claramente pueden coexistir con la mercantilización, pero algunos a quienes no les gusta un tipo particular de música esgrimen su popularidad comercial para atacarlo.

Tercero, a muchos búlgaros educados les preocupa su posición en el mundo. Bulgaria acaba de dejar atrás cuatro décadas en el “bloque del Este” y no muchos años antes de eso, más de 400 años en el Imperio Otomano. En otras palabras, a los búlgaros les parece que durante la mayor parte de su historia han estado separados de los principales desarrollos de la cultura europea. Esta historia de aislamiento les golpea en la confianza en sí mismos, ya que pone en tela de juicio su estatus como “europeos”. Estudiantes universitarios, intelectuales, líderes de negocios y políticos tienen la esperanza de que Bulgaria se convierta pronto en miembro pleno de lo que llaman “la familia europea”. Para dichas personas, el popfolk es una afrenta porque su uso de formas balcánicas de música evoca un pasado sumido en la ignorancia que preferirían dejar [p. 100] atrás y olvidar. Para dichas personas el popfolk exalta la posición de Bulgaria en una parte marginada de Europa que nunca ha sido plenamente parte de la corriente dominante europea. Muchos de mis amigos a quienes más bien les gusta el popfolk se enorgullecían de su herencia de los Balcanes y no sentían, sino de hecho cierto orgullo en considerarse gente

completamente de los Balcanes. Sin embargo, los que buscan el futuro de Bulgaria en una Europa moderna tienden a preferir estilos populares de música, como el rock y el rap, asociados con Europa occidental y los Estados Unidos ¾otro ejemplo de la política que precede a la estética.

Cuarto, si bien mucho de la política del popfolk es implícita, esta también incluye algún comentario político explícito que es más efectivo debido a la popularidad de gran alcance del estilo. Aunque la mayoría de las cantantes se centran mayormente en los aspectos mundanos de la vida moderna, unos cuantos grupos usan canciones que plantean cuestiones serias acerca de la vida política del país. Uno de los grupos más conocidos en relación con esto es Ku-ku Bend, que se presenta con una compañía teatral llamada Hushove (“Revolucionarios”), en referencia a figuras de finales del siglo XIX que fundaron el Estado búlgaro. El grupo consta de jóvenes búlgaros veinteañeros y treintañeros. Músicos destacados con educación universitaria en música clásica, han dominado el estilo roma y otros estilos étnicos de música popfolk. […] Emplean su destreza de una manera autoconsciente para el comentario social y político tan agudamente que la estación nacional de televisión canceló su show. Desde entonces ha aparecido como un show popular en una estación de cable por lo demás poco vista. Una suite suya en dos partes se llama “Do Chikago” (“Hasta Chicago”) e “I Nazad” (“Y de regreso”). Los títulos están tomados de una famosa narración de viajes búlgara del siglo XIX llamada Do Chikago i nazad que describía el viaje de su autor a Estados Unidos, un libro que muchos búlgaros han leído con vivo interés. “Do Chikago” es una parodia de un tango; “Por una cabeza”, compuesto en 1935 por Carlos Gardel, un argentino, y oído por los búlgaros en el film Scent of a Woman [Perfume de mujer] en 1992. La letra pregunta, metafóricamente, qué me pasará, a mi sentido del yo, si me voy a occidente

o si voy rastreando los tipos de valores occidentales representados por el tango (pista 37 del CD. “I Nazad” transforma la melodía de tango en un kyuchek roma instrumental en una métrica de nueve pulsaciones (2+2+2+3) respondiendo la pregunta planteada por la letra en “Do Chikago” en términos simbólicos musicales (pista 37 del CD). La respuesta, me parece a mí, es que la esencia inescapable de los búlgaros es balcánica, no europea occidental ni estadounidense.

El popfolk participa simultáneamente en muchos dominios culturales y sociales. Es una forma de arte que es producida extraordinariamente bien por sus hacedores y amada por muchos fans. Al mismo tiempo, su valor como mercancía influye en aspectos de su forma y algunas opciones artísticas. También tiene implicaciones culturales simbólicas, puesto que es interpretado

como algo que cuenta historias políticas sobre la posición de los búlgaros en el mundo moderno y su sentido de la historia. Sus performances también modelan nuevas, quizás futuras formas de conducta social, tales como el despliegue de la sexualidad femenina y la centralidad cultural potencial de los socialmente marginados roma.

HASTA AQUÍ, EL LIBRO DE TIMOTHY RICE

PRÉSTESE AHORA ATENCIÓN A LO SIGUIENTE:

Günter Grass, Premio Nobel de Literatura 1999, externa, 15 años después de la caída del muro de Berlín, este juicio demoledor:

La unidad de Alemania […] ha fracasado en sus aspectos fundamentales. Desde el principio. Un cálculo pusilánime impidió al gobierno de entonces atender una exigencia […], presentar a los ciudadanos de ambos Estados una nueva Constitución, elaborada con el esfuerzo de todos los alemanes. Por eso no es de extrañar que la gente, en los länder [estados federales] simplemente anexionados, se sintieran como alemanes de segunda. […] En lo que se refiere a los medios de producción, abastecimiento de energía, periódicos y editoriales, la sustancia en otro tiempo “propiedad del pueblo” fue liquidada y en definitiva expropiada.

Más adelante Grass sentencia:

Nuestro mayor bien constitucional [la democracia] no protege ante todo los derechos civiles, sino que se ha vendido al precio más bajo, para, de una forma que agrada al espíritu del siglo neoliberal, ser útil sobre todo a la economía de mercado que se autodenomina “libre” (“Alemania, 60 años después de Hitler”, en El País, Madrid, XXX/10.199, mayo 8, 2005, p. 2).