Epistemológicamente, la filosofía es un tipo de saber problemático, es decir, que problematiza la realidad, observa distintos aspectos de la vida, se hace preguntas, y luego busca respuestas, es radical, por que va profundizando la problemática, necesita encontrar el origen del problema, es argumental, por que racionaliza lo que pasa, es critica, por que esta sujeta al análisis de los demás y por que brinda una función critica que de los presupuestos que sustentan los paradigmas histórico – cultural, y es interdisciplinar, por que mantiene un dialogo constante entre otros saberes y disciplinas.La ciencia es una actividad humana que tiene como objetivo la sistematización del saber, la causa final de toda investigación científica es la búsqueda de la verdad. La relación entre la filosofía y la ciencia ha ido cambiando a través del tiempo:

Mundo clásico: la ciencia reconoce el ámbito metafísico: un saber de lo real, del origen, y sentido de todas las cosas con una dimensión ética: lo que se trata es de vivir en la verdad como condición de la realización humana. El criterio de la verdad es la inteligibilidad y la Fe. Filosofía y episteme coinciden y la vez se distingue de la techné (auto eficiencia material: conocimiento orientado a las necesidades vitales, al bienestar).Renacimiento (XV Y XVI): hablamos de una ciencia nueva: es un saber eficiente y funcional con una prevalencia del conocimiento empírico. El criterio de la verdad ahora es la experiencia. Se distingue de la filosofía como episteme: se paso de lo abstracto y especulativo a lo concreto, practico y experimental.Ahora hay fusión de ciencia y técnica: la técnica depende la ciencia para su desarrollo y continúo perfeccionamiento.Modernidad: filosofía y ciencia se distinguen delimitando cada uno sus propios campos de saber. La ciencia es autónoma y fáctica, procura la certidumbre, el control y el progreso. En la filosofía se desarrollan nuevas disciplinas: filosofía política, social, cultural, etc. El conocimiento de la realidad se obtiene mediado por la ciencia y la filosofía, pero mientras ka ciencia alcanza un aspecto material, la filosofía permite asumirla como una totalidad significativa constituyendo una guía axiológica del proyecto existencial individual y colectivo.Segunda mitad del siglo XIX: el conocimiento legítimo es exclusivo del ámbito de la tecnociencia. Predomina el positivismo acompañado por el nacimiento de una sociedad técnico- industrial condicionado por la ciencia. La filosofía es una actividad meta lingüística.Primer cuarto del siglo XX: surge el pragmatismo. Las ideas y el conocimiento tienen importancia en la medida en que sean útiles a la convivencia o satisfacción de la experiencia: la verdad esta casi siempre relacionada con el tiempo, el lugar, y los intereses verificándose a través su utilidad práctica. La filosofía es la aplicación de lo conocido a la conducta inteligente de la vida humana, esto es, garantizar el uso de lo vienes y valores necesarios para el mejoramiento de la vida. La realidad objetiva es funcional de la subjetividad humana.Posmodernidad: regida por la globalización .la ciencia se orienta al control de las ideas y sentimientos de los individuos privilegiando en la educación, el perfil cientificista y en el avance tecno científico, la operatividad y lo estratégico, el saber se pone al servicio del poder.

La filosofía implica una cosmovisión, una interpretación de la realidad. La cosmovisión

es el paradigma que le permite articular creencias, ideas y modos de vida en una

totalidad significativa, es decir, el paradigma fundamenta a la filosofía.

Como toda acción humana está regulada por la cosmovisión, la acción educativa es un

entramado de conocimientos valores, creencias e ideas.

La filosofía busca la reflexión sobre las propias prácticas educativas y sus

consecuencias con miras a un paulatino y concreto mejoramiento. Además por medio

de la educación es que se trasmite el paradigma.

Paradigma es un conjunto de creencias y valores que afectan la forma en que el

individuo percibe la realidad y la forma que responde a esta percepción.

Cada una de las épocas se ha caracterizado por un espíritu propio, cada época se asienta

en un sistema de principios y creencias, en una cosmovisión que constituye su

paradigma existencial.

*Paradigmas epocales:

- antigüedad clásica: en el mundo griego la reflexión filosófica se orientaba al mundo,

al cosmos y dentro de ese cosmos al hombre, que se diferenciaba del animal por la

razón, y actuaba conforme a su naturaleza, conforme a su origen. La cuidad estado tenia

como problema situar el lugar de cada especie, se encontraba la clase alta, que poseía

facultades racionales y los pueblos bárbaros, de naturaleza inferior, solo poseían fuerza

física, eran esclavos, se dedicaban a la producción de materiales. La armonía entre las

clases se mantenía a través de la justicia.

La finalidad de la educación era desarrollar virtudes físicas e intelectuales, en dos ejes:

la gimnasia y la música.

En Esparta, la educación se basaba en el rigor, la disciplina y la obediencia con el fin de

lograr un adiestramiento a la vida práctica. La moral era la única norma del bien y la

justicia: era bueno o justo todo aquello que apuntaba al engrandecimiento de Esparta.

En Atenas, el ideal de hombre era aquel que se desarrollaba en coordenadas de tiempo y

espacio pero que persiste en el tiempo. La educación representaba el sentido de todo

esfuerzo humano en justificación de su existencia individual y colectiva.

La escuela, perduro con la cultura helenitica hasta la edad media.

-edad media: surge el cristianismo. Para este hay un solo principio creador del cosmos y

el hombre, Dios. El hombre es una unidad sustancial de cuerpo y alma, es razón pero

también voluntad, y está dotado de dignidad y derecho.

El Cristianismo logro la integración de pobres y esclavos, logrando una igualdad de

hombres en una comunidad religiosa. El imperio romano que se encontraba con una

desorganización estatal, los territorios no estaban definidos y el poder estaba

fragmentado en Rey, Feudos e Iglesia pierde fuerza vital mientras la Iglesia se consolida

en la difusión de la Fe.

La sociedad humana debía estar gobernada por dos principios: - los intereses

espirituales y la salvación eterna; - la paz, el orden y la justicia. Se organizaron en

pueblos o naciones con escasa relación entre sí, pero con la misma fe religiosa.

En la educación surgieron dos grandes escuelas: las seglares, era una formación

caballeresca para los hijos de los señores. Era compleja con una severa disciplina moral.

Y las comunales o gremiales, destinada a los hijos de comerciantes, quienes aprendían

lectura, escritura, cálculo y contabilidad.

Por su parte, la educación cristiana implicaba dos ejes fundamentales: una iniciación

dogmática y una formación moral. Las escuelas se constituyeron en instituciones

religiosas. Luego surgen las escuelas catedralisticas que empezaron a extender

diplomas de estudios que se denominaban licencia docenti. Estas escuelas le dan el

origen a las universidades. Luego en la mitad del siglo XIII, en Paris, se crean las

facultades, que incluyen medicina, teología y filosofía.

La filosofía era propedéutica, dado que no se trata de encontrar la verdad sino de

entenderla y la ciencia era el saber en sentido pleno, con razón suficiente y sustentable.

(Relación con filosofía y ciencia del mundo clásico).

Renacimiento: tránsito de la edad media a la modernidad. Se cuestionan las bases

espirituales. La nueva cosmovisión reconoce al hombre como centro cuyo atributo es la

razón autónoma que le permite controlar y modificar a la naturaleza para ponerla a su

servicio. Humanismo y ciencia nueva son los dos pilares en que se asienta este

movimiento. La crisis moral de la iglesia dan lugar a la reforma protestante, que

proclamo el principio de la universalidad de la instrucción y la obligación para el Estado

de sostener y dirigir el conocimiento popular. Se logró ampliar el número de ramas de

conocimiento en las universidades. Calasanz crea la primera escuela popular gratuita.

Por su parte, los jesuitas organizaron sus escuelas con el propósito de asegurar, por

medio de la instrucción y la educación, su influencia en la vida política, familiar e

individual. Su sistema educativo articulaba la filosofía y la teología.

-modernidad e ilustración: se caracterizó por amplias significaciones morales, sociales,

religiosas y políticas cuya importancia fue la razón humana como autoridad suprema y,

la naturaleza, el progreso y la humanidad, son sus valores. Surgen aquí dos grandes

escuelas filosóficas:

El idealismo

El idealismo es la teoría de la realidad y del conocimiento, que sostiene que no existen

cosas reales, que sean independientes de la conciencia de los individuos. El idealismo

cree en un mundo externo o natural a la conciencia y convierte al hombre en un ser

espiritual que es responsable de sus propios actos. A Platón y a su filosofía se la

consideraba “Idealista” por la concepción que tenia del mundo, donde consideraba que

las ideas era la realidad, es decir, que el mundo que nos rodea no es la realidad

(empírico) sino que es una copia de “El mundo de las ideas”.

En el campo de la educación el idealismo busca unir la educación con su realidad y el

método socrático de preguntas y respuestas es el más apropiado para enseñar. El

currículo escolar debe contener conceptos a los cuales los educandos traten de llegar,

pues, para el idealismo los sujetos deben ser formados con altos valores morales,

mentales y espirituales. Además se deben priorizar estudios liberales (leyes, medicina,

ingeniería) más que los vocacionales.

La disciplina se maneja desde la responsabilidad moral, para que los estudiantes tengan

siempre presente sus obligaciones como alumnos. El maestro/a es concebido como

modelo por esto es que tienen un papel determinante.

El alumno debe aprender a respetar la patria y la comunidad en que ha nacido y

desarrollar lealtad a su país y cultura.

El maestro debe guiar al estudiante a un proceso de aprendizaje en que no solo se

desarrolle acumulación de conocimientos sino en conocimientos que le sirvan para

luego incluirse como ciudadano en una sociedad. El alumno debe relacionar lo

aprendido con sus experiencias previas para que tenga alguna significación para él.

El realismo

El realismo es la doctrina filosófica que manifiesta que los objetos comunes, percibidos

por los sentidos, tales como mesas, sillas, balones, existen independientemente al hecho

de que nosotros los pensemos.

En educación, el realismo plantea que dado que el mundo existe independientemente de

nosotros, es necesario formar al educando con un currículo que relacione al alumno con

la estructura básica, física y cultural del mundo. Aristóteles participé de la escuela

realista estableció gimnasia, lectura, escritura, música y dibujo como asignaturas básicas

del currículo. El educando no tiene derecho a elegir lo que desea saber.

El niño y la niña tienen la mente en blanco y que a través de la potencia racional en la

mente se van estructurando los principios generales o conocimientos.

Aristóteles considera la Ética para explicar algunas ideas educativas dice que todas

nuestras acciones llevan a algún propósito y este propósito es la búsqueda de la felicidad

como último fin autosuficiente al cual se puede llegar si somos virtuosos. La virtud para

Aristóteles es considerada como algo esencial ya que si una persona no es virtuosa no

funciona como debería, y por lo tanto no cumple eficientemente sus propósitos, es decir,

no alcanza la felicidad.

La educación ha de enseñarse más por los hábitos que por la razón, y en el cuerpo antes

que la inteligencia.

Es importante resaltar algunas de las diferencias entre Platón y Aristóteles. Platón es

idealista, según él, el conocimiento está implantado en nosotros mismos y se encuentra

persistente en la mente pues nacemos con él. Sostenía que conocer en realidad es

volverse conscientes de lo que ya tenemos latente dentro de nosotros, es decir este no se

aprende con facilidad. Por otra parte Aristóteles es realista , por ello dice que para llegar

al conocimiento se tiene que recurrir a la experiencia. Estos dos teóricos tienen como fin

la adquisición del conocimiento para producir filósofos o al menos hombres que tengan

tiempo y capacidad de entregarse a la vida de la razón (seres virtuosos), aunque Platón

lo enfoca al estado ideal y Aristóteles a la búsqueda de la felicidad.

-Contemporaneidad, postmodernidad y globalización:

La forma capitalista hizo de la autonomía el centro y consumación del paradigma, y del

desarrollo económico su garantía. La ciencia y la técnica se estructuraron en torno a la

lógica de la eficacia aportando poder en dos sentidos: a través de producción de

armamento bélico y de la economía. Surge aquí la siguiente escuela filosófica:

El pragmatismo

Movimiento filosófico desarrollado en Estados Unidos e Inglaterra con repercusión y

desarrollo parcial en otros países.

El pragmatismo consiste en reducir "lo verdadero a lo útil" negando el conocimiento

teórico en diversos grados; para los más radicales sólo es verdadero aquello que

conduce al éxito individual, mientras que para otros, sólo es verdadero cuando se haya

verificado con los hechos.

"El intelecto es dado al hombre, no para investigar y conocer la verdad, sino para poder

orientarse en la realidad. El conocimiento humano recibe su sentido y su valor de este su

destino práctico. Su verdad consiste en la congruencia de los pensamientos con los fines

prácticos del hombre, en que aquellos resulten útiles y provechosos para la conducta

práctica de éste."

En general, para las diversas formas de pragmatismo, la verdad radica en la utilidad y en

el éxito, por lo tanto, todo conocimiento es práctico si sirve para algo, si es posible de

realizar.

Para los pragmáticos la realidad no solo es externa al ser humano, sino que es el

producto de su interacción, la suma de lo que experimentamos en distintas acciones.

La educación pragmatista debe servir para que el niño y la niña aprendan de la vida real

y no solo de lo que pueden obtener de los libros y la tradición académica formal. El

mundo material existe independientemente de nosotros. La realidad para ellos no es solo

externa al ser humano, sino que es el producto de su interacción y la suma total de lo

que se va experimentando. Lo que el ser humano no experimenta no puede tener

significado él.

El pragmatismo, en educación, parte de una exaltación del niño y la niña como centro

de atención de la tarea escolar. Se cree que la mente es un procesador de información,

una transacción entre el ser humano y el medio.

Los docentes pragmatistas tienen que estar en búsqueda permanente sin sujetarse a

fórmulas rígidas, a libros o a sistemas, más bien deben experimentar constantemente. El

interés y la curiosidad se convierte en motores de aprendizaje al educando, se le

confiere un papel activo en el proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que el educando

puede aprender lo que le interesa y no lo que otros han dicho que, en poco o nada, se

relacionan con sus intereses.

Toda concepción filosófica y toda teoría filosófica tiene un representante, en este caso

nos referimos a John Dewey propulsor del pragmatismo, su obra se nutrió de todo un

cúmulo cultural que tiene que ver con la herencia de Heráclito, quien alguna vez

advirtió “todo es perpetuo cambio; nada es estático”. El pensamiento de Heráclito

afirma que el cambio, o devenir, de la realidad que se produce debido a la oposición de

elementos contrarios, que es interpretada como tensión o guerra entre los elementos;

esa guerra es sometida a una ley que regula todo el movimiento de la realidad

conduciéndolo con armonía, y unificando así los elementos opuestos; de donde sigue la

afirmación de la última de todo lo real.

Desde tiempos remotos siempre se ha intentado tener una concepción sobre el problema

de la realidad. Heráclito quería comprender la realidad sometida a un cambio constante,

es decir, como un incesante fluir, donde nada es estático y que se produce por

enfrentamiento entre contrarios. Este cambio es tomado como lo único permanente. Este

filósofo plantea que los hombres no han llegado al conocimiento del logos (ley

universal que rige el cambio de las cosas) que ha existido desde siempre y su desafío es

tratar de comprender un mundo, una realidad que está sometida a un cambio

permanente. Mundo, que plantea, que fue, es y será un fuego siempre vivo, tomándolo

como elemento primordial y del cual, siguiendo ciertas medidas, proceden todas las

cosas. Al igual que el filósofo Anaximandro, ambos plantean que todo surgimiento está

relacionado con el fuego y con el calor; con la diferencia que este último acentúa el

carácter de infinitud, indeterminación que tienen aquello de donde “todo proviene” y en

“donde todo se disuelve”, y cuyo “principio eterno” es el “principio generador del frío y

del calor”.

Esta cuestión de que todo surgimiento esta relacionado con el fuego y con el calor es la

que después de 2500 millones de años vuelve a destacar la cosmología científica actual.

Donde se plantea que a partir de un estado gaseoso de la materia (infinitud de

Anaximandro) y a consecuencia del Big Bang (“fuego viviente” de Heráclito) se inició

múltiples y variadas formas de vidas.

Relacionados a esta ciencia actual podemos mencionar autores como:

Morín, donde sugiere que el cosmos arde, gira y se descompone.

Sagan, planteando la teoría del Big Bang, explosión cósmica que ya no ha

cesado, que se estira, en donde la materia y la energía se expande enfriándose y

atrayendo nubes, gases y helio conformando cúmulos de galaxias.

O a Ducrocq asegurando que el espacio y las estrellas son gaseosas.

De todo esto podemos destacar las ideas de cambio, transformación y calor a partir

del desorden, indeterminación y caos.

La ciencia actual está íntimamente relacionada con la filosofía ya que ha retomado las

preguntas filosóficas como fuente de la investigación científica y ha producidos

cambios con respecto a la ciencia clásica en tanto se ha producido un traspaso del orden

a el caos. Caos relacionado a lo complejo, a un nuevo paradigma planteado por Morín,

el Paradigma de la Complejidad que acepta que el único conocimiento que vale es aquel

que se nutre de incertidumbre y que el único pensamiento que vive es aquel que se

mantiene a la temperatura de su propia destrucción. Caos relacionado al mundo que

actualmente habitamos, como menciona Bauman, un mundo múltiple, complejo y en

veloz movimiento y por tanto, ambiguo, enmarañado, plástico, incierto y paradójico,

donde nada es duradero, donde en este mundo de la modernidad liquida, la solidez de

las cosas, como la de los vínculos humanos, se interpreta como una amenaza, así como

también lo presenta el “gran cumulo de información”, planteado por Quintela,

proveniente de la investigación científica que condiciona al conocimiento al uso

instantáneo y para una sola utilización. Recalcamos en lo que menciona Bauman, que

los compromisos hoy en día tienden a ser muy mal visto, a su vez en su texto “el amor

en tiempos de liquidez”, nos ofrece un ejemplo del amor más grande de un maestro a

sus niños: el del maestro Janusz Korczak que fue asesinado junto con 200 niños, y aun

teniendo la oportunidad de huir decidió quedarse. Se observa aquí un amor que no busca

ninguna eficacia, este es un rasgo que podríamos llamar amor político: intenta

transformar el mundo sin fundar su acción en la expectativa de lograrlo.

Isabelino Siede sostiene que la tarea de un docente se funda en el “amor político”, que

es amor a la humanidad del otro, que incluye amor a la dignidad del sujeto y al valor

del mundo. Como maestros podemos mantener la tarea si sostenemos la idea de que

vale la pena conocer el mundo y que cada niño es merecedor de ese legado, como así

también bridar herramientas para que otros construyan un mundo mejor.

El amor político se traduce en dos convicciones que orientan la tarea docente: el

derecho a la educabilidad: es la posibilidad de que cada niño ingrese a la escuela y

pueda permanecer en ella, lo que exige la confianza del maestro en las posibilidades y el

avance del niño. Y el derecho a la educatividad, que concierne a la relación del docente

con el mundo. El maestro enseña algo que considera importante para si y para los

demás. Esta se traduce como la pasión de los maestros por conocer y enseñar.

En el horizonte en que desarrollamos las prácticas educativas, se plantea el desafío de

incorporar tres virtudes básicas de la ciudadanía:

-criticidad: para abrir la mirada a un mundo social, complejo y cambiante, donde no es

sencillo distinguir qué lugar ocupa cada uno.

-creatividad: para encontrar respuestas a problemas viejos y nuevos, para formular

nuevas categorías explicativas y desarrollar nuevos proyectos colectivos.

-compromiso: para involucrarnos en la renovación de una sociedad que dejo de creer en

sí misma, para vigilar que los poderosos, los interesados y los necios no impidan la vida

digna de los demás, no degraden su búsqueda de felicidad.

Por su parte Edgar Morín coincide cuando dice que el carácter funcional de la

enseñanza lleva a reducir al docente a un funcionario. El carácter profesional de la

enseñanza lleva a reducir al docente a un experto. La enseñanza tiene que dejar de ser

una función, una especialización, una profesión y volver a convertirse en una tarea de

salvación publica, en una misión “Una misión de trasmisión”.

La trasmisión necesita de la competencia pero también requiere de una técnica, un arte,

necesita lo que no está indicado en ningún manual, pero que Platón había señalado

como condición indispensable para toda enseñanza: el eros, que es al mismo tiempo

deseo, pasión y amor, deseo de placer de trasmitir amor por el conocimiento y amor por

los alumnos. El eros permite dominar el gozo ligado al poder, en beneficio del gozo

ligado al don.

Donde no hay amor, no hay más que problemas de carrera de dinero para el docente, de

aburrimiento para el alumno. La misión supone la fe, fe en la cultura y fe en las

posibilidades del espíritu humano.

La misión es por lo tanto elevada y difícil, porque supone al mismo tiempo arte, fe y

amor.

La reforma del pensamiento es una necesidad democrática clave para provocar la

expansión de ciudadanos capaces de enfrentar los problemas de su tiempo y frenar el

deterioro de la autoridad de los expertos.

El desarrollo de una democracia cognitiva es posible dentro de una reorganización del

saber, que demanda una reforma del pensamiento que permitiría no solo preparar para

conocer sino también vincular lo que está separado, en la que resucitarían las nociones

de ser humano, la naturaleza , el cosmos y la realidad.

Edgar Morín para la reforma de pensamiento sostiene que hay 7 saberes que han sido

ignorados y que son necesarios y fundamentales para la educación del futuro:

El error y la ilusión: es necesario desarrollar en la educación el estudio de las

características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de

sus procesos y modalidades, de las disposiciones tanto psíquicas como culturales

que permiten arriesgar el error o la ilusión.

Los principios de un conocimiento pertinente: es necesario desarrollar la aptitud

natural de la inteligencia humana para ubicar todas sus informaciones en un

contexto y en un conjunto.

Enseñar la condición humana: el ser humano es a la vez físico, biológico,

psíquico, cultural, social e histórico. La condición humana debería ser objeto

esencial de cualquier educación.

Enseñar la identidad terrenal: exige una complejidad de la crisis planetaria que

enmarca el siglo XX, mostrando que todos, confrontados con los mismos

problemas de vida y muerte viven en una misma comunidad de destino.

Enfrentar las incertidumbres: deben enseñarse estrategias que permitan afrontar

riesgos, lo inesperado y lo incierto y modificar su desarrollo en función de la

información adquirida en el transcurso.

Enseñar la comprensión: la comprensión es medio y fin de la comunicación

humana, la educación para la comprensión está ausente de nuestras enseñanzas.

La comprensión mutua entre humanos es vital para el desarrollo de las

relaciones humanas.

La ética del género humano: la educación debe conducir a una antro poética

considerando el carácter ternario de la condición humana: Individuo – sociedad-

especie.

En la crisis filosófica de la modernidad a la postmodernidad surgen pensadores que

cuestionan las bases de la modernidad en especial a Platón. La postmodernidad nace en

el momento en el que una única verdad se descompone, en términos pedagógicos

diríamos que los seres humanos ya no encuentran reglas de formación en un mundo

transcendente, cada uno debe dotarse de una historia e inventarse su propia existencia.

De este modo surgen los siguientes autores:

Heidegger en su obra sostiene, el sentido del ser es el tiempo, que algo puede ir

sucediendo, puede irse manifestando. Generalmente el ser es atemporal para el autor el

ser es temporal.

Para Heidegger no hay ni ser sin entes, ni entes sin serlos entes son todo, los animales,

personas, las cosas y el ser es lo que hace que sean, la mayoría de los entes son, pero no

lo saben. Solo hay un ente que se pregunta por el sentido del ser, el ser humano.

Para elucidar el sentido del ser será necesario un análisis del ser hombre.

Para Gadamer vivimos siempre en inacabables interpretaciones. La hermenéutica solo

puede aparecer en un universo en el que se crea que nuestras representaciones del

mundo no son reproducciones de algo así como la realidad, sino auténticas

configuraciones o construcciones del mundo. Por ellos la hermenéutica, niega toda

posibilidad de metafísica, esto es, de un saber que pretenda superar la finitud y la

temporalidad. En otras palabras la hermenéutica defenderá que hay verdades

fundamentales del ser humano en cuanto ser en el mundo que no puedan descubrirse

con los métodos de las ciencias naturales.

Marquard se instala en la hermenéutica, pero su filosofía es una hermenéutica escéptica

de la finitud. Para él la hermenéutica es un arte necesario para la vida humana. La

hermenéutica es una réplica a la finitud humana. Ser finito significa ser contingente, es

decir, que hay algo indisponible en las vidas de los seres humanos. Marquard define a

la hermenéutica como una forma de relación con el pasado, con la procedencia es

respuesta a una herencia de tradición. Es decir que todo cambia nada es infinito, pero es

imposible un cambio absoluto siempre quedan cosas de las tradiciones anteriores que

sirven para comprender los nuevos cambios. La hermenéutica es el arte de la

familiarización. Es decir que no se puede empezar de cero y tampoco desechar todo lo

que hemos construido en el mundo, los cambios se va dando con lo viejo.

Rorty dice que lo que se entiende por metafísica es que hay aquella teoría que sostiene

un punto de vista libre en cualquier punto de vista. Para el autor toda metafísica parte de

un principio dualista en el cual uno de los dos términos tiene la primacía: sustancia

versus accidente, realidad versus apariencia, almas versus cuerpo, absoluto versus

relativo. (Platón –Aristóteles).

Lo que Rorty propone es despojar a la moral de categoricidad

, de universalismo, de racionalidad, no implica aceptar la imposibilidad del progreso

moral. Para él pragmatismo el progreso moral no es tanto racionalidad o de

universalidad sino un incremento de sensibilidad.

Una educación inspirada en las ideas de los autores que acabamos de poner seria:

- En la que alumnos y maestros sepan que no existe un único lenguaje, sino que

los lenguajes son plurales, múltiples y ambiguos

- Una educación escéptica en al que maestros y alumnos descubren que son

contingentes, que son pero podrían no ser, que son de una manera pero podrían ser de

otra.

- Una educación subversiva en donde se cuestionan radicalmente mecanismos de

control de discursos en función de una utopía positiva fundada en la idea del bien, de la

verdad o del progreso.

- Debería ser una práctica pedagógica atenta a lo insubstituible al singular, a lo

concreto.

- Una educación compasiva, sensible al otro.

Una educación en la postmodernidad seria la que está convencida de que el sentido de la

vida nunca se descubre sino que se inventa a cada momento. El sentido no puede

descubrirse, sino inventarse; inventar es siempre reinventar. Vivir es transformarse, y el

que se transforma sabe que nunca descubrirá El Sentido, sabe que a lo sumo puede

inventarse un sentido provisional. Entonces deberá decidir si se atreve a cambiarlo y,

por lo tanto, si quiere ser otro.

Escuela Normal Superior “Justo José de Urquiza”.

Instituto Superior de Formación Docente.

Profesorado en Educación Primaria.

Segundo año “A”.

Cátedra: Filosofía de la educación

Profesora: Ligia, Torres

Fecha de Presentación: Lunes 7 de noviembre de 2011

Integrante:

• Zava, Andrea. DNI: 32.680.254

• Carranza, Analía. DNI: 32.097.596

TRABAJO

FINAL