LA TRADICIÓN Y EL PASO DEL TIEMPO HACEN DE LA ALTAZAPATERÍA UN ARTE. DESDE MEDIADOS DEL SIGLO XIX DIVERSASESCUELAS DEFINEN UNA CONCEPCIÓN PROPIA DEL CALZADOQUE CONTIENE, A SU VEZ, UNA MANERA DE ENTENDER LAMODA. EN EUROPA SE DISTINGUEN CON CARACTERES PROPIOSLA ELEGANCIA INGLESA, EL SOBRIO ESTILO HÚNGARO, O LA SOFIS-TICACIÓN ITALIANA. SÍNTESIS DE TODAS ESTAS INFLUEN-CIAS, SE DESARROLLÓ EN NUEVA INGLATERRA A PRINCI-PIOS DEL SIGLO XX UNA PUJANTE INDUSTRIA ZAPATERADE LA QUE ALDEN ES SU ÚLTIMO REPRESENTANTE.

tradición del nuevo mundo

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Texto por JUDITH FERRÉ

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os talleres de Massachussets flo-recieron a finales del siglo XIX alcalor de una demanda en conti-

nua expansión. Una red de pequeños estableci-mientos se ganó el prestigio trabajando artesa-nalmente, entre estos se encontraba la casafundada en 1884 por Charles H. Alden enMiddleboroug que se caracterizaba por la calidadde sus botas para caballeros. Las oportunidadesdel Nuevo Mundo atrajeron a numerosos artesa-nos de los principales centros zapateros europe-os. Maestros y aprendices de Budapest, Londres,Munich o Viena cruzaron el Atlántico con susherramientas incorporándose, con su dominio deloficio, a talleres como Alden o creando sus pro-pias casas. La influencia de las diversas escuelaszapateras fue notoria en toda la industria. Aldenfiel a una concepción británica del calzado tam-bién incorporó a su producción elementos deotras tradiciones que contribuirían con el tiempoa formar una personalidad diferenciada entre losdiversos fabricantes que en el primer tercio delsiglo XX emprendieron una rápida expansión. Lasnecesidades crecientes de la dinámica sociedadnorteamericana provocaron que se impusiesenlos métodos de producción industriales y el ocasode la zapatería artesanal. Muchos pequeñostalleres tuvieron que cerrar incapaces de compe-tir con los precios de las modernas fábricas. Lanueva industria ofrecía productos de baja calidada bajo precio, Alden a diferencia de otros zapa-teros artesanos pudo hacer frente a la compe-tencia manteniendo unos exigentes niveles decalidad en sus creaciones. Sus contrafuertes condoble forro, el cosido manual de la vira, o el apa-

rador que refuerza la empella y las cañetas sonminuciosos detalles que hacen de estos zapatosun lujo. Una filosofía que entendieron sus clien-tes y cuyo éxito provocó que la factoría originalse trasladara en 1892 a unas instalaciones másgrandes en North Abington. Modelos como losclásicos Oxford o los Blucher, influencia directade los artesanos alemanes, permitieron a la firmainvestigar en el campo de los zapatos ortopédicosque contribuiría decisivamente a aumentar elconfort y mejorar su horma tradicional.

A partir de la Gran Crisis del 29, la industriazapatera de Nueva Inglaterra sufre un granretroceso debido a la aparición de otras zonas deproducción con menores costes. Las abundantesempresas del sector cierran sus puertas. AldenShoe´s no se ve afectado por estas agitaciones, yse consolida como una de las principales referen-cias del sector en norteamérica junto a los neo-yorkinos Voguel y Oliver Moore. Cuando en 1931Charles Alden se jubila se hace cargo de la ges-tión de la casa su principal socio, la familiaTarlow, cuya cuarta generación mantiene hoy endía el espíritu del fundador. La fábrica se trasla-dó nuevamente, esta vez a Brockton, donde ini-ció una nueva fase de expansión. Gracias a suprestigio entre la clientela de la casa comienzana ser habituales políticos, banqueros e industria-les de la costa este, así como numerosos miem-bros del “star system” hollywoodiense. Los pedi-dos se acumulaban y Alden se esforzó ensatisfacer incluso las demandas más extravagan-tes. Uno de esos encargos, hecho por el actorPaul Lukas derivó en el mocasín Tassel, uno de los

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modelos más característicos de la firma, identifi-cable por su remate de borlas. Este modelomarcó una época a lo largo de los años 50encontrándose en las principales sastrerías yzapaterías de Estados Unidos. Morris Bootmakersen Beverly Hills tenía a disposición de sus clien-tes veinte variaciones en diversos tonos delpopular mocasín. En 1957, Alden tuvo que dise-ñar para la colección de Brooks Brother´s unTassel con un detalle en el talón, “foxing”, quetodavía comercializa en exclusiva el estableci-miento de la neoyorkina Madison Avenue. Otrasinnovaciones que ha trascendido el tiempo fue-ron los zapatos de golf con clavos recambiablesy el renovado trabajo con piel cordobán. Estasaportaciones al mundo del calzado han sidofruto de la experiencia compartida de variasgeneraciones de artesanos que desde diversaslatitudes y tradiciones han ejercido el oficio enAlden. Maestros zapateros como Giovanelli eIppólito, llegados desde el sur italiano, que con-tribuyeron decisivamente en el diseño de losmodelos clásicos de la casa. Figuras que Aldensigue recordando y cuyas lecciones siguen pre-sentes en el trabajo de los artesanos.

Desde 1970 la fábrica regresó a Middleboroug, lalocalidad original en las que fueron construidasunas modernas instalaciones En pleno siglo XXIAlden, atemporal frente a las modas, es el últimotestigo de la tradición zapatera de NuevaInglaterra. El proceso de fabricación, completa-mente artesano, se ha mantenido sin apenasvariaciones y el trabajo con aparador, punzón ymartillo sigue resonando en los talleres impreg-nados con el penetrante olor a piel curtida.

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MUCHOS PEQUEÑOS TALLERES TUVIERON QUECERRAR INCAPACES DE COMPETIR CON LOS PRECIOS DE LAS MODERNAS FÁBRICAS. LA NUEVAINDUSTRIA OFRECÍA PRODUCTOS DE BAJA CALIDADA BAJO PRECIO, ALDEN A DIFERENCIA DE OTROSZAPATEROS ARTESANOS PUDO HACER FRENTE A LACOMPETENCIA MANTENIENDO UNOS EXIGENTESNIVELES DE CALIDAD EN SUS CREACIONES.

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