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TRANSFORMACIONES URBANAS, NUEVOS USOS Y NUEVOS HÁBITOS URBANOS: CREANDO CIUDAD
CASO DEL BARRIO DE LA CANDELARIA: MANZANA CULTURAL (CALLE 11 CON CARRERA 4ta)
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TRANSFORMACIONES URBANAS, NUEVOS USOS Y NUEVOS HÁBITOS
URBANOS: CREANDO CIUDAD CASO DEL BARRIO DE LA CANDELARIA: MANZANA CULTURAL (CALLE 11
CON CARRERA 4ta)
ADRIANA PAMELA PEREZ SANABRIA 200111524
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES FACULTAD DE ANTROPOLOGIA
BOGOTA 2006
3
INDICE
INDICE 3
INDICE DE GRÁFICAS 4
1. INTRODUCCIÓN 5
2. MARCO TEÓRICO 12
3. CONTEXTO HISTORICO-EVOLUCIÓN 18
3.1 CAFÉS 25
3.2 TIENDA 27
3.3 HISTORIA DE LA CASA DEL MUSEO DE BOTERO 28
3.4 BIBLIOTECA LUIS ANGEL ARANGO 31
3.5 IGLESIA DE LA CANDELARIA 33
4. TRANSFORMACIONES ARQUITECTÓNICAS Y URBANÍSTICAS DE LA CALLE 11 CON CARRERA 4TA 37
5. ETNOGRAFÍA DEL ESPACIO 40
TRABAJO DE CAMPO 40
6. CONCLUSIONES 70
7. BIBLIOGRAFÍA 74
4
INDICE DE GRÁFICAS Gráfica 1: Salas de Lectura. Biblioteca Luís Ángel Arango.
Gráfica 2: Iglesia de la Candelaria con la restauración terminada. Gráfica 3: Pasajes Interiores para la circulación entre las salas de exposición permanente.
Trabajos que hacen parte de la restauración del conjunto de Museos del Banco de la República.
Gráfica 4: Plazoleta Interna. Restauraciones en el conjunto de Museos del Banco de la
República. Gráfica 5: Salas de Exposiciones permanentes del Banco de la República. Gráfica 6: Foto tomada desde la Plazoleta a un lado del Café de Juan Valdés. Gráfica 7: Foto tomada desde las escaleras al ingreso de la plazoleta. Gráfica 8: Foto tomada desde las escaleras de la plazoleta, con vista hacia la Iglesia de la
Candelaria. Gráfica 9: Foto del restaurante ubicado en la entrada del nuevo museo de Arte e historia del
Banco de la República. Gráfica 10: Foto que muestra el flujo peatonal. Gráfica 11: Foto que muestra como este lugar sirve como punto de encuentro, de espera. Gráfica 12: Vista de las escaleras de la plazoleta. Gráfica 13: Vista de la calle 11
5
1. INTRODUCCIÓN
Con este trabajo, quiero mostrar como los espacios influyen en el comportamiento humano.
Influencia que se ve reflejada cuando el espacio se construye, bajo la idea y el sentido de
crear nuevas formas del como habitarlo, creando nuevos usos y actividades dentro del
mismo.
Mi investigación se desarrollo en el barrio de la candelaria de Bogotá en la calle 11 con 4ta.
Lugar donde se condensa cuatro dimensiones que construyen la ciudad. Cada una de estas
dimensiones, están representadas en cuatro espacios que han ido legitimándose a través de
la historia para ubicarse en la punta del “Iceberg”1. Los lugares que representan a estas
muestran la memoria del mismo y la vivencia a través de la historia:
� La Ciudad religiosa, con la restauración de la Iglesia de la Candelaria, esta muestra
su más alta expresión, dando a conocer las huellas que descubren las vivencias de
una vida religiosa pasada.
� La Ciudad cultural, con la ampliación de la biblioteca Luís Ángel Arango, y las
nuevas instalaciones del conjunto de museos (las salas para las exposiciones
permanentes y las salas para las exposiciones temporales, el nuevo edificio de
Museo de Historia y Arte del Banco de la República), nos ubican en un presente
1 Termino que se ha denominado por mi director de tesis Germán Ferro, que explica como los hechos de la historia se han acumulado para conformar lo que ahora conocemos, presentando la evolución de cada lugar en su punto más alto de representación para cada actividad.
6
donde los medios de comunicación y la tecnología, están al alcance de la mano. Por
tal razón, encontramos una infraestructura con estos beneficios, sin olvidar como ha
sido el recorrido de la historia donde se encuentra situada, el Centro Histórico de
Bogotá, La candelaria.
� La Ciudad café, la Tienda de Café de Juan Valdés nos muestra la evolución de los
cafés, desde el lugar donde se consume esta bebida hasta el mismo. En esta tienda
podemos encontrarlo en muchas de sus variaciones, bebidas frías helados, con
licor, descafeinado, etc.
� Y por último esta la Ciudad tienda, que como su evolución se lo exige, durante el
periodo en el que estuve desarrollando mi trabajo de campo, vi como la tienda que
existía en el primer piso de la casa de Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, fue
absorbida por una fotocopiadora que quedaba enseguida de la tienda. La tienda
hace parte de la dimensión del barrio, es la tienda de barrio que te conoce todos los
gustos, y que te salva cuando más lo necesitas.
Aunque la dimensión de la tienda de barrio que en su evolución se haya convertido en una
fotocopiadora, también hace parte de esta punta del Iceberg.
Todas las transformaciones realizadas permiten que el espacio muestre sus nuevos usos y
las nuevas actividades que propone. Esto produce una adecuación en los comportamientos
de los ciudadanos que asisten a él, que al adaptarse adoptan comportamientos con los
cuales se integran al espacio para habitarlo y disfrutarlo.
7
Como plantea Carlos Guzmán Cárdenas, en su artículo “Las nuevas síntesis urbanas de una
ciudadanía cultural (La ciudad como objeto de consumo cultural)”, la ciudad no es
solamente una construcción material y física, también es un espacio que alberga
pensamientos, creencias, costumbres, tradiciones, hábitos y formas de vida del individuo
que la habita, que nos testimonian sobre las identidades y culturas que conforman el apego
a los lugares urbanos, las transformaciones realizadas reflejan las actividades, usos y
comportamientos de los ciudadanos visitantes. Estas han estado surgiendo desde los inicios
de la ciudad, cuando se estaba formando la ciudad, la calle 11 fue uno de los ejes que le dio
paso a la retícula organizacional de la ciudad, y de ahí en adelante cada vez que la ciudad lo
exigiera.
Los comportamientos de los ciudadanos no solo reflejan una realidad social, sino que
además legitiman las propuestas urbanísticas y arquitectónicas realizadas. Nosotros como
ciudadanos hacemos parte de la ciudad, cada vez que caminamos por los andenes,
utilizamos los parqueaderos, pasamos calle por las cebras, etc. Cada día, nosotros creamos
ciudad y la ciudad nos crea.
Las transformaciones realizadas que estudie solo fueron un camino para comprender mejor
como el individuo interactúa con el espacio, al presenciar estas variaciones en el espacio
que uno habitúa normalmente, dejo conocer el proceso de cada ciudadano iniciando con
una fase de reconocimiento y adaptación, para luego pasar a integrarse con el espacio y
empezar a habituarlo y recorrerlo.
8
Dentro de este proceso se ve un problema, cuando los ciudadanos se adaptan al nuevo
espacio llega el factor “cotidianidad”, y desaparece la experiencia consciente, como lo
explica Alberto Saldarriaga2: hasta ahora se ha vivido, el tener una rutina hace que muchas
de las cosas que hacemos se vuelvan instintivas, es decir, lo que hacemos no lo
racionalizamos, por lo tanto no entendemos ni comprendemos lo que sucede a nuestro
alrededor, por tal razón no percibimos los cambios y lo que es aún peor, no nos damos
cuenta del lugar que nos esta construyendo, del lugar donde nos alimentamos, del lugar
que tiene nuestras memorias, etc. Este factor de cotidianidad dentro de la experiencia del
ser consciente en la arquitectura, Bruno Zevi menciona: como es posible que las personas
se interesen por literatura, pintura, escultura y que a la arquitectura la dejen a un lado3.
Cuando se habla de Arquitectura, se habla de espacio, según Silvia Arango y Rogelio
Salmona: Arquitectura “No es la aglomeración de edificios, sino el espacio que esta en
estos”4.
Frente a todo esto, es difícil entender como las personas no perciben cuanto cambian frente
a una transformación arquitectónica o urbanística, solo piensan que ellos han decidido estar
en ese lugar por decisión propia, sin darse cuenta que detrás de esa decisión “propia”
existió un grupo multidisciplinario que en conjunto construyo un espacio para que las
personas disfruten el estar en el, así como crean una imagen del lugar para que las personas
2 Saldarriaga Alberto (2002). La arquitectura como experiencia. Bogotá. Universidad Nacional de Colombia 3 Zevi Bruno (1976). Saber ver la Arquitectura. España. Editorial Poseidon. Pp17 4 Arango Silvia, Salmona Rogelio (2002). “La Arquitectura en la ciudad”. en: La Ciudad: Hábitat de diversidad y complejidad. Bogotá. Universidad Nacional d Colombia. Pp 150
9
se sientan atraídas, lo diseñan de forma tal que la gente disfrute su estancia y que está se
convierta en uno de sus lugares favoritos.
Las transformaciones realizadas en la calle 11 con carrera 4ta, generaron nuevos usos del
espacio, nuevas actividades, nuevas formas de habitar la ciudad, y modificaron el
comportamiento y las dinámicas sociales y culturales de los ciudadanos que frecuentan el
lugar, tal como lo demostraré en la etnografía realizada.
Es en los espacios donde desarrollamos nuestras vidas los que permiten el desarrollo de una
serie de hechos y acontecimientos que constituyen y definen una ciudad. En este marco es
donde mi investigación cobra toda importancia, puesto que se preocupa por demostrar
como unas transformaciones urbanas y arquitectónicas, como las realizadas en la calle 11
con carrera 4ta, han modificado la manera de apropiarse, la manera de estar en un espacio
público, las actividades, los hábitos y los usos urbanos en el comportamiento de los
ciudadanos y visitantes del sector. Sin dejar atrás las memorias de las dinámicas que han
constituido la ciudad desde su fundación representadas en estos 4 focos, (la Ciudad
Religiosa, la Ciudad Cultural, la Ciudad Café, y la Ciudad tienda-fotocopiadora) los cuales
nos cuentan su trayectoria, trascendencia y su permanencia en el mismo sitio, lo que ha
representado una evolución y crecimiento a medida que la ciudad lo ha hecho.
Fue importante conocer y entender los orígenes y evoluciones del trazado urbano de la
Candelaria, los componentes del espacio público presentes como: el atrio de la iglesia de la
10
Candelaria y de la Biblioteca Luís Ángel Arango, el patio (Plazuela interior que conecta
los museos), la plazoleta de Gregorio de Arce y Ceballos y el diseño arquitectónico de la
iglesia La Candelaria, la Biblioteca Luís Ángel Arango, La Casa de la Moneda, La Casa del
Museo de la Donación Botero y el edificio del Museo de Historia y Arte del Banco de la
Republica, debido a que se estudia como estos espacios invitan a ciertos comportamientos
en los ciudadanos, la historia también a sido prueba de esto.
Todo comenzó con la primera transformación en 1984, la ampliación de la Biblioteca Luís
Ángel Arango, primera etapa de “Plan Centro” que busca iniciar con proyectos de
restauración y renovación de espacios del sector, con la idea de rescatar el Centro Histórico
de la ciudad.
El valor de las 4 dinámicas: la ciudad religiosa, ciudad cultural, ciudad de café y la
ciudad tienda-fotocopiadora, cobro relevancia cuando se realizo un recorrido por cada una
de ellas, estas fueron mostrando las memorias de las actividades y la larga tradición de la
historia de Bogotá, y al verlas hoy conformando esa punta del Iceberg, y ver que las
tradiciones se han modificado por la evolución normal del tiempo, pero que aún se
mantienen, se valoran más los lugares y espacios por los cuales se transitan día a día.
Como se expresó en el estudio monográfico, El Cruce: usos y comportamientos
ciudadanos5, “la vida cultural de una ciudad tiende a expresarse en las acciones del
ciudadano en la vida cotidiana en una forma de ser, de percibir y percibirse en sus
hábitos, comportamientos y en sus sistemas de valores o creencias”.
5Estudios Monográficos que hacen parte de los Cuadernos de Investigación de la Corporación Centros de Estudio, Investigación y Comunicación Social CEICOS y el Observatorio de Cultura Urbana de 1998
11
Por último quiero agradecer a mi Director de Tesis Germán Ferro, por confiar en mi y sobre
todo por creer en mi proyecto, por darme las herramientas necesarias para lograr mi
objetivo, y también por brindarme todo su apoyo y comprensión. También quiero agradecer
a todas aquellas personas quienes me acompaño en todo este proceso, y que con cada una
de ellas se aclararon percepciones y concepciones de las vivencias en los espacios.
12
2. MARCO TEÓRICO
Comenzaré por citar a Robert Sommer con su libro Espacio y comportamiento individual,
él abre la discusión sobre como los espacios determinan los comportamientos de las
personas que asisten a estos. En su estudio, nos comenta como por largos años presenció
los procesos de diseño de muchos proyectos, y así como él mismo expresa “Los
diseñadores y proyectistas, percatándose o no de ese hecho6, reconociéndolo así o no, lo
cierto es que están configurando, conformando al hombre al proyectar, y diseñar sus
espacios edificados” 7. Teniendo en cuenta lo anterior, nos encontramos que actualmente
hay algunos diseñadores que tienen en cuenta este análisis en el proceso de diseño de
cualquier proyecto, pero hay otros que no, y esto, es algo de lo que todos nos podemos dar
cuenta cuando nos sentimos incómodos en algún lugar.
Por otro lado las apreciaciones que hace Sommer tales como: “Existe una conexión entre
las formas y condiciones ambientales y el comportamiento humano”8, sustentan mi tesis de
cómo el espacio influencia en el comportamiento de las personas que asisten a este.
Dentro de la temática de espacio y el comportamiento, también se encuentran otros autores
que nos aportan ideas claras, entre estos, Bruno Zevi con su libro Saber ver la Arquitectura,
nos habla con asombro del hecho que las personas sean indiferentes frente a la arquitectura
si es en ella donde habitamos y realizamos nuestras actividades, diciendo: “El público se
6 Cuando habla de ese hacho se refiere, a que dentro del proceso de diseño, hay una parte que le considera y es el análisis de las necesidades de las personas para las que se va a construir. 7 Sommer Robert (1974). Espacio y comportamiento Individual .Madrid. Instituto de Estudios de Administración Local. pp. 28 8 Ibíd.
13
interesa por la música por la escultura y la literatura, pero no por la arquitectura… Si bien
todo diario que se respeta tiene una crónica sistemática sobre música, teatro,
cinematografía y, por lo menos, una columna semanal sobre arte, la arquitectura queda
como la gran olvidada…”9, y nos hace reflexionar de un hecho que es innegable:
“…Funciona la censura para los films y para la literatura, pero no para evitar escándalos
urbanísticos y arquitectónicos, cuyas consecuencias son bastante más graves que las de la
publicación de una novela pornográfica.”10. Además nos comenta un hecho que es
indudable: “…Sin embargo, todo el mundo es dueño de apagar la radio, desertar de los
conciertos, aborrecer el cine y teatro y de no leer, pero nadie puede cerrar los ojos frente a
todas las edificaciones que integran la escena de la vida ciudadana y llevan el sello del
hombre a los campos y al paisaje.”11. Bruno Zevi es muy explicito al hablar de la
indiferencia de las personas que no se dan cuenta de lo que sucede a su alrededor, y nos
hace un llamado de atención para que abramos los ojos y nos demos cuenta de donde
estamos construyendo nuestras vidas, algo tan importante pero que a muchos se les olvida.
Acompañando este argumento encontramos a Edward Hall con su libro La dimensión
Oculta12. Hall nos habla de un estudio donde se observa que algunos espacios mantienen a
las personas distanciadas, a estos espacios los denomino espacios sociófugos, por ejemplo
una sala de espera de una estación, etc. A los otros espacios los llamo espacios sociópetos,
por ejemplo los cafés, las terrazas, etc. Estos conceptos nos permiten crear una clasificación
9 Zevi Bruno (1976). Saber ver la Arquitectura. España. Editorial Poseidón. Pp.17 10 Ibíd. Pp. 18 11 Ibíd. 12 Hall Edward T. (1972/1966). La dimensión Oculta. México. Siglo XXI Editores S.A.
14
de los espacios, y nuevamente nos reafirman la influencia de los espacios en el
comportamiento.
Al igual que Hall, Maria Teresa Tapada, En su articulo, Antropología, vivienda y
realojamiento urbano, la necesidad de diseños atrquitect6ónicos más flexibles y adaptados,
nos dice: “La forma de vivir y construir un espacio cumple la función esencial en el
proceso de socialización permite recordar las normas de comportamiento que ha sido
acordados, culturalmente, partiendo de la relación del comportamiento normativo y el
espacio físico.”13. También nos habla de como la cotidianidad se vuelve un mecanismo
para que la gente memorice la información normativa colectiva de los comportamientos.
La cotidianidad es uno de los aspectos que trabajó alrededor de la tesis, enfocada a que la
repetición crea una invisibilidad de nuestras prácticas sociales por influencia del espacio,
estos en lo que a mi respecta, ocasiona la indiferencia de las personas frente a los espacios
que los rodean y este hecho esta totalmente relacionado con el mecanismo para la
normatividad colectiva, hablado anteriormente, simplemente nos convertimos en entes
maquinas que automáticamente realizamos nuestra acciones sin tener conciencia alguna de
nuestro alrededor.
En cuanto a la experiencia de cada persona que vive en un espacio, Alberto Saldarriaga en
su Libro La Arquitectura como experiencia. Espacio, Cuerpo y Sensibilidad, nos habla de
13 Tapada María Teresa “Antropología, vivienda y realojamiento urbano: la necesidad de diseños arquitectónicos más flexibles y adaptados”. En: Revista Bimestral de la Fundación Secretariado General Gitano. Número 16. Octubre 2002. Recuperado el 8 de febrero del 2005 en http://www.fsgg.org.htm
15
la experiencia que se vive por primera vez al estar en un espacio. El hace una clasificación
de estas experiencias: La primera, es la experiencia distraída o inconsciente es aquella
experiencia habitual, en esta se genera la sensación de placer o incomodidad, que no exige
una disposición especial del sujeto; la segunda, es la experiencia consciente es cuando se
alertan los sentidos y se dispone para apreciar todo aquello que se ve (esta experiencia se
presenta ante todo cuando se viaja y se esta conociendo otros lugares). Dentro de la
experiencia consciente se encuentran las personas que tienen algún tipo de conocimientos
sobre arquitectura o personas que sean sensibles ante los espacios, mientras que, la
experiencia distraída la realizan la mayoría de personas, las cuales no le hayan la
importancia a percatarse y saber que existe a su alrededor.
Por otro lado, Como dice Silvia Arango y Rogelio Salmona, en su artículo La arquitectura
en la ciudad, “…la arquitectura hace ciudad…”14 cuando se habla de arquitectura no se
habla de las “…aglomeraciones de edificios sino del espacio que se encuentra entre
estos…”15. Pero hay que tener en cuenta otro factor que también nos habla Silvia Arango y
Rogelio Salmona: La ciudad se construye a través del espacio público, y este define lo
urbano pero no todos los espacios urbanos hacen ciudad, los espacios que hacen ciudad son
aquellos que permiten la socialización.
Para abordar la ciudad, que es donde se encuentran reunidos todos estos espacios, y estos a
su vez construyen la ciudad, encontramos autores como, Aldo Rossi que al igual que
14 Arango Silvia, Salmona Rogelio (2002). “La Arquitectura en la ciudad”. en: La Ciudad: Hábitat de diversidad y complejidad. Bogotá. Universidad Nacional d Colombia. Pp.150 15 Ibíd.
16
muchos otros entiende la ciudad como una arquitectura, arquitectura como construcción,
es decir, una construcción de la ciudad en el tiempo16. La ciudad se ha ido construyendo a
través del tiempo, y es la memoria la que legitima los espacios que hoy encontramos, por
ejemplo, La plaza, el atrio, la plazoleta, etc. La ciudad como la explora Rossi, una
construcción en el tiempo, expone cómo la ciudad es dinámica, se mueve y crece,
evoluciona, la ciudad cambia paralelamente a nosotros. Nosotros somos los componentes
de la ciudad, somos sus constructores, nosotros cambiamos y evolucionamos junto con
ella; “Si leemos el lenguaje arquitectónico y urbanístico de una sociedad leeremos su
estructura social”17, es decir, la ciudad física nos muestra la ciudad humana compleja y
llena de dinamismo.
José Manuel Arango dice: la ciudad es, al fin y al cabo ese lugar que habitamos, más
también-¡y de que modo!- el lugar y las significaciones que nos habitan18. Arango ve la
ciudad como un libro de expresión compleja e inquietante de una gramática que nos hace
humanos, sin especificar que nosotros nos demos cuenta de esa gramática. Y esa gramática
son todos los componentes que tiene la ciudad, espacios que la construyen, dinámicas
sociales, económicas, políticas, que se reflejan y se representan en todos los espacios que la
conforman.
Entiéndase como hábito, cualquier acto adquirido por la experiencia realizado regular y
automáticamente. En los hábitos también se incluyen los gestos, o la forma de mover las
16 Rossi Aldo, La Arquitectura de la Ciudad, p 60 17 Conversaciones con estudiante de arquitectura 18 Arango José Manuel, “Pensar la ciudad”, en: Ciencia, Tecnología, Cultura, 2(4): 48
17
manos al hablar, las preferencias en las lecturas. También, se consideran hábitos los
comportamientos adquiridos sobre los que el sujeto tiene poco control voluntario. En la
formulación conductista, casi todas las actividades humanas, incluso las más complejas,
como practicar un deporte o hablar un idioma, se considerarían como “grados de
hábitos”19.
Los anteriores autores exponen desde sus diferentes disciplinas, conceptos y teorías,
aspectos que son relevantes y que ayudan a ubicar mi argumento dentro de un cuerpo
académico y a la vez legitiman la investigación, dándole soporte y ubican la temática
tratada en esta tesis, en el tiempo donde empezó a crearse esta discusión que fue alrededor
de principios del siglo XX y hasta la actualidad. Durante el tiempo en que realice mi tesis,
no fue común encontrar científicos sociales que abordaron el tema tratado, por esto recurrí
a algunos arquitectos y diseñadores que realizaron investigaciones desde su disciplina hacia
el ámbito social, tales, Saldarriaga, Zevi, entre otros que están presentes y que fueron una
ayuda soporte para legitimar los argumentos de mi tesis.
19Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
18
3. CONTEXTO HISTORICO-EVOLUCIÓN
Santa fe Bogotá se fundó el 6 de agosto de 1538, los terrenos de la fundación corresponden
a lo que actualmente conocemos como barrio de la Candelaria, el centro histórico y zona
patrimonial por su arquitectura e importancia histórica en el desarrollo de la ciudad.
En la segunda mitad del siglo XX, los múltiples hechos políticos y sociales violentos, junto
a la contaminación causada por el tráfico, hace que el centro de la ciudad comience a
desvalorizar por todo esto el sector empresarial y de comercio empiezan a buscar otra zonas
para ubicarse.
Todo esto, llevó al pronunciamiento de la Alcaldía e Instituciones del Distrito para
revitalizar el Centro Histórico, con la planeación de múltiples obras públicas.
Con la fundación de la nueva sede de la Biblioteca Luís Ángel Arango en 1958, en la calle
11 con carrera cuarta, construcción que ocupaba media manzana, se señala un comienzo de
la recuperación del Centro Histórico, llegando a su punto culmen en 1984 cuando se
presentó el proyecto de ampliación de la Biblioteca, junto con las obras de recuperación del
espacio público y restauraciones a inmuebles dedicados a promover los usos culturales en
el centro histórico.
Este proyecto dio como resultado: “un espacio para la cultura y un sitio de encuentro de
sus principales manifestaciones: la literatura, la plástica, la música, abierto a todos”,
como lo manifestó el Dr. Roberto Salazar Manrique20, fue así como se constituyó la
llamada “Manzana Cultural”, conformada por: la Biblioteca Luís Ángel Arango (Manzana
Norte) y el conjunto de museos: La Colección Numismática de la Casa de la Moneda, el
20 Proyecto Biblioteca Luís Ángel Arango, Bogotá , Bogotá, Banco de la Republica, p.22
19
Museo Casa Donación Botero, y el Museo de Historia y Arte del Banco de la Republica
(Manzana Sur). A la manzana cultural se le integra, la renovación de la plazoleta Gregorio
Vásquez de Arce y Ceballos, en la esquina de la calle 11 con carrera 4ª, como un nuevo
acceso al conjunto cultural, acompañado de una Tienda de Café de Juan Valdés, que junto
con la finalización de la obra de restauración de la Iglesia la Candelaria, ubicada en esta
misma esquina, transforman el paisaje urbano llenándolo de color blanco y amarillo.
Como narra Jaime Salcedo, en la fundación de Bogotá, se aplicaron las ordenanzas del año
1573 expedidas en el reinado de Felipe II del cómo debían establecerse las colonias
españolas en América. Las ciudades americanas se hicieron con los mejores elementos
encontrados en los trazados urbanos de las colonias y se le complemento con algunas
recomendaciones de lo estipulado por Vitrubio21.
El proyecto de Nicolás de Ovando para Santo Domingo, fue el modelo de la ciudad indiana,
de este partieron diferentes variaciones que se implantarían en las fundaciones de las
ciudades de América.
La fundación comenzaba con la toma de posesión del territorio, en nombre de Dios y del
Rey. Luego se manifestaba la voluntad de ser fundada, se nombraba el Cabildo, se fijaban
los términos y la jurisdicción, se elegía el nombre y el santo patrono que protegería la
21 Marco Vitrubio Polión (c. 70 a.C.-c. 25 a.C.). Arquitecto e ingeniero romano. Fue ingeniero de artillería al servicio de Augusto, el primer emperador de la antigua Roma. Sus diez libros de arquitectura (De architectura) es el único tratado sobre esta materia de la antigüedad que ha llegado a nuestros días. Consiste en una serie de disertaciones sobre arquitectura, ingeniería, instalaciones sanitarias, hidráulica, acústica y otros aspectos de la construcción. Gran parte del texto parece estar recogido de los tratadistas griegos, cuyas obras desaparecieron con el paso del tiempo. Los escritos de Vitrubio, considerados como un compendio de la arquitectura clásica romana, se han estudiado en Occidente desde el renacimiento. (Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005. © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. )
20
fundación. El mismo día se delimitaba la plaza, se fijaba el rollo en medio de la plaza y se
comenzaba a construir la ciudad.
La iglesia, las casas capitulares y la plaza mayor, conformaban el germen ordenador del
espacio urbano, todavía persistente en la Bogotá actual. En la plaza mayor de Bogota (Plaza
de Bolívar), se repartieron doce solares, tres al norte, tres al sur, tres al oriente y tres al
occidente, de ahí las manzanas cuadradas y su trazado en damero.
Para los trazados urbanos se tiene en cuenta: los elementos a ordenar, la plaza, las calles,
las manzanas, la iglesia, el cabildo, y variables tales como, el patrón de subdivisión de las
manzanas y los solares, y las dos más importantes son: la geometría de las manzanas y la
relación iglesia –plaza mayor, nótese que actualmente estos elementos y variables son los
mismos.
Para la traza de Santa fe de Bogotá, Gonzalo Jiménez de Quesada implantó la traza
desarrollada en Lima, en 1539, la cual estaba basada en las ideas urbanísticas de Pizarro
cuando en 1535 dispuso en Lima la iglesia de frente a la plaza, razonado en la concepción
Arquitectónica heredada del Renacimiento, “La fachada de un edificio debe verse en la
plaza”.
En las ordenanzas, también se encontraban las especificaciones de los usos y actividades
de los elementos como las plazas mayores y menores, este es el carácter que le da Felipe II
a la plaza mayor: “un lugar de actividades gubernamentales, administrativas y comerciales,
además de las recreativas y ceremoniales que deben ser de participación pública”22. Las
plazas menores fueron solo una simplificación del carácter de la plaza mayor. Dicha
característica se ha mantenido y reafirmado hasta nuestros tiempos. 22 Salcedo Jaime, Urbanismo Hispano-Americano, Bogotá, Universidad Javeriana, p113
21
Hacia los siglos XVII y XVIII las ciudades rebosaron sus fronteras. Las primeras
transformaciones urbanas surgieron como consecuencia de la densificación de las ciudades.
Las transformaciones más comunes recopiladas por Jaime Salcedo, fueron: a. La
subdivisión de los predios originales permitió que las cercas se convirtieran en arquitectura.
Se fraccionaron tratando de respetar la amplitud que se tenía en los predios. Se dividió por
los frentes que daban a las calles principales, dando como resultado predios de frente
estrecho y fondo profundo tipo solar. Aspectos que se siguen manteniendo en algunas casas
capitalinas. b. Las casas altas comenzaron a ser más comunes, ya no solo se encontraban en
los alrededores de la plaza. Estas casas altas tenían la planta baja para uso comercial.
Aunque se han cambiado los usos, algunas de estas casas persisten en el Centro de Bogotá.
c. Se multiplicaron los conventos masculinos y femeninos, aportando la arquitectura
barroca. Lo más notorio eran los conventos debido a que: cobijaban grandes manzanas, que
generaban calles interrumpidas, como es el caso de la Concepción en Bogotá, calles con
arcos que conectaban las manzanas aledañas, como la calles de a entre las Iglesias de al
Veracruz y de la Tercera Orden en Bogotá, y también por los atrios-plazuelas que se
abrieron a las iglesias o a las plazas menores, como el atrio de la Iglesia de la Candelaria.
Actualizaciones estilísticas de templos y casas como es el caso de la Iglesia de San
Francisco donde se remodeló toda la fachada, lo que actualmente conocemos. d. En las
viviendas se hicieron yuxtaposiciones, producto de ampliaciones, la construcción de plantas
altas, modificación de balconajes y engalamiento de la entrada con portada sobre antiguas
edificaciones. Dando como resultado las viviendas que actualmente conocemos.
22
Las mejoras urbanas como la construcción de cajas de agua de fuentes públicas y privadas,
los paseos alamedas en el siglo XVIII, el empedrado de calles, construcción de cementerios
por fuera de las Iglesias, obras todas que, a la par modificaron el aspecto de las ciudades,
hicieron más sana, cómoda y amena la vida urbana23. Mejoras que dieron paso a la ciudad
que conocemos hoy.
Junto con las transformaciones urbanas, se utilizaron recursos del diseño urbano para
resolver problemas arquitectónicos que generaban alteraciones en la regularidad de los
trazados, según Jaime Salcedo se utilizaron: Paramentos avanzados de las Iglesias Mayores
sobre las plazas. Altozanos que ocupan parte de las plazas, como podemos ver en la
Catedral Primada de Bogotá. Soportales que ocupan las calles y plazas (Plazas de la
Nieves), mayor amplitud de las calles (calles de Bogotá), englobes de predios y calles, y la
demolición de casas para conformar el convento y la plaza; La unión de manzanas, cierre
de calles englobadas y conventos, como la Concepción de Bogotá.
Las transformaciones urbanas eran y son la respuesta a problemas sociales y de
comportamiento por parte de los ciudadanos, así como nos lo cuenta la historia.
Nuestra ciudad Bogotá, es el fruto de muchos procesos sociales, económicos y culturales
que se ven reflejados en la arquitectura y nuestro entorno urbano. Lugares como la zona de
estudio, calle 11 con 4ta, recoge la memoria de diversas actividades y nos muestra por
medio de su entorno urbano la larga tradición de la historia de Bogotá.
23 Salcedo Jaime, Urbanismo Hispano-Americano, p 170
23
Es en este punto donde encontramos la mejor representación de la Bogotá actual, de la
Bogotá religiosa, cultural, de cafés, y de tiendas.
Hacia la segunda mitad del siglo XX, el Centro Histórico de Bogotá comenzó
desvalorizarse por hechos políticos y sociales de carácter violento, un aumento en el tráfico
vehicular contamino las calles del Centro, lo que causo la migración de empresas e
industrias importantes para la economía del sector. Como respuesta a esto, entre 1985 y
1998 se crea el plan “Vivir el Centro”, para la restauración de las grandes vías vehiculares y
peatonales y del espacio público.
En 1958 se construye la nueva sede la Biblioteca de la Luís Ángel Arango ubicada en la
calle 11 con cuarta, construcción que tenía capacidad para 250 personas, un salón de
exposiciones y una sala de audiciones musicales.
El Centro Histórico de Bogotá fue declarado Monumento Nacional por medio del Decreto
N° 264 del 12 de febrero de 1963. Para garantizar la preservación y conservación de este
sector histórico, el Concejo de Bogotá, durante la administración del alcalde Hernando
Durán Dussán, creó la Corporación La Candelaria, mediante el Acuerdo N° 10 de 1980. La
entidad comenzó a funcionar dos años después, y desde ese momento tuvo como objetivo
fundamental la revitalización integral de éste importante sector de la ciudad, vinculándolo
nuevamente al proceso económico, social, cultural y al desarrollo de Bogotá. En el año
2000 y a partir de la aprobación del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá mediante
el Decreto N° 619 del 28 de ese año, la Corporación La Candelaria pasó a ser la entidad del
orden Distrital encargada de gestionar y ejecutar los proyectos de conservación,
24
rehabilitación o recuperación de los Bienes de Interés Cultural del Centro Tradicional de la
cuidad y de la recuperación y conservación de los Bienes que correspondan a ésta
clasificación en el Distrito Capital, declarados como proyectos prioritarios por el
Departamento Administrativo de Planeación Distrital.
Uno de los primeros proyectos patrocinados y regulados por la Corporación la Candelaria,
fue el proyecto para la ampliación de la Biblioteca Luís Ángel Arango en 1984, junto con él
se plantea el proyecto del área cultural que consta de dos etapas, la manzana norte donde
se ubicará la Biblioteca Luís Ángel Arango y la manzana sur donde estarán localizadas las
actividades de artes plásticas, museo numismático, artes escénicas, a través de un gran
espacio central denominado Ágora Cultural, descrito por el proyecto Biblioteca Luís Ángel
Arango.
En el primer nivel de esta casa colonial (manzana sur) se puede apreciar el museo
numismático, un recorrido por la historia de las monedas y los billetes en el país. Están las
primeras máquinas troqueladoras y de imprenta, y las monedas que se han cuñado desde la
colonia. Como otro acceso del complejo cultural de la manzana encontramos la Plazoleta de
Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos, cuyo nombre se lo debemos al pintor colombiano de
la Colonia. Gregorio de Vázquez de Arce y Ceballos quien vivió y murió en la casa de la
esquina al otro lado de la carrera 4ª. Antes de la construcción de la plazoleta se encontraba
allí la casa de Luís Caicedo y Flórez el alcalde de primer voto de la ciudad, que luego paso
a ser un parque, y finalmente la plazoleta que conocemos actualmente.
25
3.1 CAFÉS En la plazoleta Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, ubicada en la manzana sur al frente
de la entrada de la biblioteca Luís Ángel Arango, encontramos la Tienda de Café de Juan
Valdés, reflejo de la evolución de los cafés capitalinos, donde antiguamente se reunían
entremezclados los comerciantes y los políticos, los vagos y los simples ciudadanos
aficionados al ocio creativo y a la sana y vana disputa.
Cuando comenzaron a existir los cafés, los pioneros pensaban en un diseño donde la idea
principal era la de brindar entretenimiento y comodidad, por medio de la creación de
ambientes propicios para cambiar de humor, de estado de ánimo, que suavizaran el estado
de ansiedad o desasosiego, y generaran compañía, convirtiéndolos en una salida a las
preocupaciones24. Esta idea, se desarrollo de formas distintas, por ejemplo: los cafés vienés
de los 60, se describían como segundo hogar, como una isla de tranquilidad, un lugar que
los alejaba de sus problemas y desventuras.
La imagen de los cafés como lugares de estar cambia, cuando en un Café de Copenhague,
se contrata al diseñador de mobiliario Henning Larsen, quien diseña un tipo de silla que al
ocuparla por cierto tiempo ejerce una presión desagradable sobre la espina dorsal,
obligando a las personas a no estar mucho tiempo en el lugar. El objetivo de este cambio
era, evitar que aquellas personas que no consumían nada se quedaran por mucho tiempo en
los establecimientos. De esta manera, se crea una nueva concepción de café como lugar de
paso, la cual se extiende en toda Nueva York y posteriormente en el resto del mundo. 24 Sommer Robert (1974). “Espacio y comportamiento individual”. Madrid. Instituto de Estudios de Administración Local. p.228
26
Actualmente, los cafés se pueden ver como lugar de paso o lugar de estar, dependiendo
diseño del espacio.
Los cafés han estado presentes en la historia de Bogotá, como lugar de tertulias25, en donde
han nacido revistas, editoriales y generaciones literarias. A finales del siglo XIX, el poeta
Candelario Obeso se reunía en el café La Botella de Oro con otros jóvenes literatos.
En 1920, muchos personajes se unieron alrededor de nuevos “tertuliaderos”, cafés como El
Victoria, en Bogotá, donde toda una generación de políticos, periodistas y escritores creció,
conversando sobre política. En La Cigarra, las tertulias se hacían alrededor de los titulares
del periódico El Espectador. Cafés como el Pennsylvania y el Windsor se hicieron famosos
por albergar gentes de letras como Juan Lozano, Alberto Lleras, Luís Vidales y Jorge
Zalamea, que conformaron la generación literaria de Los Nuevos. Tomás Carrasquilla,
Guillermo Valencia y el caricaturista Ricardo Rendón frecuentaron La Gran Vía. El
peculiar y genial León de Greiff hizo de El Automático su hogar. En El Victoria, los
piedracelistas Eduardo Carranza, Jorge Rojas y Carlos Martín discutieron sobre poesía. De
todas estas tertulias surgieron preocupaciones intelectuales que abrieron nuevos caminos en
nuestra vida cultural y estimularon el surgimiento de toda suerte de cafés literarios en
nuestras principales ciudades. De las cantinas y los cafés, el escenario pasó a ser el de una
revista.
25 Una tertulia es un espacio en el que las personas se reúnen con regularidad, por ejemplo una vez a la semana, para conversar y pensar sobre un tema que les interesa. Hay tertulias de todas las clases. Desde las que se dedican a discutir temas como la literatura, la política, la filosofía, el arte o la ciencia hasta las que se desarrollan en torno a temas tan particulares como la cocina o el deporte.
27
3.2 TIENDA La tienda (calle 11 con carrera 4ª), que está ubicada en la casa donde, nació, vivió y murió
Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos. Después de que Gregorio pagara su condena por el
rapto de doña María Teresa de Orgaz, recupera su libertad en la total miseria. Recuenta que
en su casa de la calle 11 con 4ª, mantuvo su cuadro “la Inmaculada Concepción”; de allí
salió para entregarlo a los padres Dominicos, en la Iglesia de la Candelaria situada en frente
de su vivienda. Regresó a ella para nunca salir de allí: enloqueció en 1710 y no pudo volver
a pintar más. Murió en 1711 en la completa ruina material, física y mental.
Durante algún tiempo, la casa funcionó como una carnicería llamada La Fama. Esta
información fue brindada por vecinos de la cuadra, que recordaban por cuentos de
familiares y abuelos, cuando hablaban de la conocida carnicería La fama, ubicada en la casa
del pintor Gregorio Vásquez de arce y Ceballos.
Durante el siglo XIX, se encontraban tiendas indígenas de abarrotes en las que se vendía
una bebida embriagante elaborada por medio de la fermentación de distintas frutas y
granos, en especial de maíz, llamada chicha. Estas tiendas o chicherías así denominadas en
ese entonces también funcionaban como punto de encuentro, los días jueves, viernes y fines
de semana, en donde iban hombres y mujeres a pasar el rato y conversar. La tienda al igual
que el café son sitios de reunión y tertulia, así como los cafés eran el centro social de la
28
clase media, el club de la clase alta, las chicherías cumplían el requisito de congregar la
bohemia proletaria.
Pero, la tienda de barrio, también tiene un carácter más familiar, es decir, en la tienda es
donde te fían, donde te salvan porque no solo venden alimentos de paquete, sino también
encuentras, papel higiénico, arroz, velas, champú, jabón, etc. Dependiendo la zona y el
barrio, el tendero es conocido y crea un vínculo con las personas del barrio, ya los papas
pueden mandar a sus niños más pequeños a la tienda porque el tendero ya los conoce y los
puede atender. También se tiene la confianza de abrir cuenta y pagar mensualmente, etc.
Prácticas sociales que solo se viven en ciertos espacios y en ciertos ambientes.
3.3 HISTORIA DE LA CASA DEL MUSEO DE BOTERO
Según una recopilación realizada en la biblioteca Luís Ángel Arango, cuenta que la
historia de la Casa del Museo de Boteros comienza en el año de 1794, cuando el Arzobispo
Antonio Claudio Álvarez de Quiñones, compro el predio en construcción y la adecuo para
la habitación de los arzobispos que llegaban a la Capital. Después de su muerte, fue
adquirida por los arzobispos de Santa Fe, se le hizo algunas mejoras, se dejo la biblioteca y
la colección de Arte, que según testimonios de Daniel Ortega Ricaurte, tenían obras de
Velásquez, Tiziano, Miguel Ángel, entre otros.
Durante el siglo XIX, la casa adquirió cierto carácter ceremonial gracias a las reformas
hechas por el obispo Vicente Árbeláez guiándose por los planos de Bartolomé Monroy.
Como la casa tuvo chimenea, bajo esta se encerraba toda clase de chismes, entre esos
29
estaba que la chimenea tenía maleficios, puesto que cada persona que recibía calor de la
leña, cuando salía encontraba su final.
En 1753 y 1756, Tomás construyó la Casa de la Moneda, construcción que tenia toda
importancia tanto que la calle recibió el mismo nombre “Calle de la Moneda”.
Por la zona pasaron personajes históricos, como: Luis Caycedo y Flórez alcalde del primer
voto de la ciudad, vivía en un lote que actualmente lo ocupa la Plazoleta de Gregorio
Vásquez de Arce y Ceballos, José Ignacio de Márquez, presidente de la Nueva Granada,
Juan Hernández de Alba, Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, Francisco Cortázar y
Primo Groot.
Tras las revueltas de 1862, una parte de la casa de la moneda y el palacio son quemados.
Luego la casa es incendiada, por la furia de los ciudadanos con la muerte de Jorge Eliécer
Gaitán. Transcurridos dos o tres meses, la ciudad comienza una nueva disputa pero más
discreta en las revistas, y con las convocatorias para la reconstrucción de los edificios,
nuevos diseños con conceptos urbanísticos, y nuevas propuestas para el nuevo centro de la
ciudad.
Después de esta oleada arquitectónica el único edificio que escapo de esta fue el Palacio.
Por su lado, el Banco de la Republica, adquirió los terrenos y a partir de las fotografías
aéreas y las imágenes de las fachadas reconstruye la casa en dos etapas.
En 1955, una vez terminada la construcción se alquila a la Corte Suprema, y el Palacio
Arzobispal se traslada.
30
Por esa misma fecha, se adquirió la sede para la biblioteca Luís Ángel Arango, quien utiliza
el antiguo Palacio para la hemeroteca Luís López Mesa, desplazando a la Corte suprema un
año antes de su inauguración en 1979.
Posteriormente en el año 86, la casa recibió nuevamente a la Corte. Pero, tras la destrucción
del palacio en el 85, la Institución se quedo sin oficinas, lo que obligo a readecuar la casa y
volvió ocuparse por la Hemeroteca de la biblioteca.
En 1990, con la ampliación de la Biblioteca Luís Ángel Arango, se crea un espacio para
albergar la hemeroteca, el conocido actualmente, dejando libre la casa para nuevas
exposiciones y para oficina de la Sugerencia cultural.
El crecimiento de la colección de Arte del Banco de la Republica, obliga a buscar un lugar
para albergar a estas de manera permanente. Y en 1995, comienzan obras de readecuación
de la casa para el albergo de la primera colección perteneciente, para su traslado en el 96.
En el año 2000, la casa nuevamente es cerrada, las 183 obras se trasladan al segundo piso
de la casa de la Moneda, y la casa se vuelca ansiosa al recibir en sus paredes, la donación
de Botero.
31
3.4 BIBLIOTECA LUIS ANGEL ARANGO
Las bibliotecas tienen sus inicios en 1774, cuando se dio la orden de la creación de la
primera biblioteca pública, tras la propuesta de realizada por el criollo Francisco Antonio
Moreno y Escandón, directamente relacionada con la propuesta de la construcción de la
Universidad Pública.
En sus comienzos la biblioteca Nacional, no fue muy atendida por el estado, en ese
momento las instituciones culturales no eran de importancia para el país, teniendo que
sobrevivir de las donaciones y las obligaciones legales de entregar una copia de los libros
impresos por el País. La Biblioteca Nacional se establece en 1834 y aún hoy en día la
organización de esta es muy parcial. Gozo de sus mejores épocas en 1931 y 1938 dirigida
por Daniel Samper Orozco.
Posteriormente, en los años 50 comenzaron a abrirse nuevas bibliotecas, como lo es
actualmente la Biblioteca Luís Ángel Arango, inaugurada en 1958, creada por el Banco de
la republica. Aunque en primera estancia no fue considerada como una biblioteca pública,
desde su apertura funciono de esa manera. Por sus modernas instalaciones se pensaba más
en una biblioteca patrimonial, además que dentro de sus colecciones tenían un importante
número patrimonial y números especializados para investigadores.
Adquirió el nombre de la biblioteca más importante del país por que: desde la apertura de
su colección alcanzaba los 70.000 ejemplares, en continuo aumento, que para 1989
contaban con 250.000, y para el año 2000 se ofrecían 800.000, y por el completo servicio
32
que prestaba a sus usuarios en cuanto a horarios extensos, medios audiovisuales y modernas
instalaciones.
En 1990, la biblioteca se amplió hasta el otro lado de la calle con la restauración de la
antigua sede del Palacio Arzobispal y de la Corte Suprema de Justicia, Casa Colonial
construida en el siglo XVI, muestra de la arquitectura colonial. Cuando se construyó la
nueva sede en el centro, esta casa albergaba la hemeroteca; actualmente encontramos la
colección de arte institucional, la colección numismática y el Museo de Botero. No solo fue
su ampliación de forma física, sino también desde este año la Biblioteca Luís Ángel
Arango, tiene a disposición el catalogo en red y a mediados de la de la década entraron en
funcionamiento los a catálogos electrónicos de las cajas de compensación.
La biblioteca no sólo creció físicamente. El número de visitantes y lectores ha ido
aumentando: de las 118 personas diarias que entraron en promedio en 1958, actualmente
son cerca de 9.000 personas, especialmente niños y adolescentes, que llegan diariamente
para investigar tareas, visitar las exposiciones, asistir a conciertos de música y consultar
libros especializados
33
3.5 IGLESIA DE LA CANDELARIA26
En el 1631, los padres de la nueva comunidad de los Agustinos Recoletos o Descalzos,
construyen el convento de la ciudad de Santa fe; para esto se adquiere una casa de la
provincia en 1635, con el objetivo de crear una institución eclesiástica con calidad de
hospicio llamada San Nicolás de Tolentino o San Nicolás de la Candelaria, actualmente en
este predio se encuentra el actual colegio de san Nicolás y la Iglesia de la Candelaria.
Al no tener permiso real en la expedición de la cedula real de 18 Septiembre de 1653, por
medio de esta se ordeno la demolición del hospicio que se construyo sin autorización. El 28
de septiembre de 1654 se obedeció y aplico en presencia del oidor más antiguo don
Benardino del prado Beltrán de Guevara.
Se aprueba una nueva cedula el 15 de marzo de 1679, y se clausura en su totalidad en el
corpus de 1680. Luego, 5 años más tarde se autoriza por mandato real una nueva cedula
para rehabilitar el hospicio del 2 de abril de 1684.
Para terminar la obra, el arzobispo Quiñones fallecido en 1736 dona al convento de la
Candelaria $7.000 para terminar su construcción.
26 La recopilación de esta historia se hizo a partir de los documentos que hicieron parte de la restauración de la Iglesia de la Candelaria que se encuentran en la Corporación de la Candelaria, sus participantes son: Alberto Carradine, Guillermo Trimiño, Bernardo Rodríguez recopilado en abril 8 de 1999. Y Henry Armando Chaves Viteri y Oscar Fernando Chaves Viteri, recopilado en 1999.
34
El templo fue construido casi a principios del siglo XVII y principios del siglo XVIII
(1636-1703), por el maestro mayor de Santa fe, Diego Sánchez de Montemayor. El Templo
de tres naves, tiene la más amplia luz construida en cubierta de para y nudillo en Santa fe
de Bogotá, catorce varas castellanas. Se inaugura en 1703 con una procesión de Corpus.
Desde su construcción, la iglesia de la Candelaria ha sufrido diferentes modificaciones en
su diseño, solo hasta mediados del siglo XIX, 1846, se construyo la torre occidental, y hasta
1915 se adicionó la segunda torre en el costado oriental.
En el siglo XVIII y buena parte del XIX, en el año de 1861 con el gobierno de Tomas
Cipriano de Mosquera y el decreto de las manos muertas, el 5 de noviembre de 1861 se
expulsan los frailes residentes en el convento. Luego, en 1865 este se utiliza como cuartel
pero aislado de la Iglesia. En 1868, 3 años más tarde este funciona como escuela de
Ingeniería de la Universidad Nacional hasta el año de 1886, cuando se convierte por parte
del arzobispado en seminario. Por esos años, la iglesia estaba separada del convento, el cual
era utilizado para la residencia del último provincial qué, continuo oficial en ella.
El atrio que estaba cercado por un pretil de ladrillo y cal en todo el frente de la calle 11,
después modificado en 1887, con una reja alta y artística de hierro, donada por Don Rafael
Reyes Ministro de Gobierno, fue quitado en 1923, junto con el Bastión cuando se reformó
el Frontis, se rebajo poco el piso del atrio, se puso baldosín y se arreglaron las escolas de
piedra.
35
En 1893, se reabre el claustro para uso del colegio de San José, por compra.
Después de la Guerra de los mil días, se estabiliza la situación política y económica del
país, los padres se preocupan por mejorar la casa y posteriormente la Iglesia, en
colaboración con Don José W. Price como Arquitecto. En esta misma fecha, el pavimento
de la iglesia fue entablado, hasta 1896 fue la primera iglesia entarimada de Bogotá, se
critico y luego se imitó. En febrero y marzo de 1927, se sustituyo el entablado por baldosín
blanco y negro.
Una de las primeras obras en la iglesia, fue la instalación de un nuevo órgano. En 1907, se
trae el órgano de la Casa Amezúa en Cazpetia, España, y se aumentan los registros con los
registros de la Casa Alberdi de Barcelona. En 1918 se divide la caja del órgano, y en 1921,
se le pone fuelle, un motor eléctrico. Jorge W. Price hace el plano de la fachada del órgano.
En el año de 1912, fue bendecido y se le encarga al pintor Don Pedro Quijano, la
ornamentación del templo, recuadros y medallones de las paredes del presbítero, pinturas
murales del cielo raso del mismo y las de la nave principal.
La reforma del Frontis fue realizada en el año de 1915 el 10 de octubre, constituido por 2
escudos de la orden de la provincia y una custodia de bronce de proporciones heroicas en lo
más alto del centro, el Frontis posee un carácter que le da a la iglesia mayor elegancia,
sobriedad y gusto artístico. Estas reformas fueron realizadas por Don Jorge W. Price, se le
36
agrega un nuevo cuerpo a la única torre existente y se levanta una nueva, aspectos que
fueron considerados por el padre Ayape como elegantes, sobrios, y de buen gusto artístico.
La restauración en las capillas de la comunidad en Colombia, se realizo exclusivamente con
frailes procedentes de España, la nota de la dedicación de la Capilla que presenta fuertes
influencias de la península; también las imágenes llegadas de la Colonia fueron
reemplazadas por las nuevas realizadas en yeso y procedentes de los talleres de Arte Sacro
y algunas fabricadas en Bogotá del periodo colonial, llegan altares o retablos con algunas
excepciones.
Las antiguas y enormes pilas para el agua bendita fueron reemplazadas el 13 de abril de
1927, por las pilas pequeñas de mármol, como las que vemos actualmente.
La Iglesia de la Candelaria, templo a nuestra Señora de la Candelaria, Virgen de la Candela,
le dio el nombre al barrio de la Candelaria. La restauración de esta Iglesia se comenzó en el
2001 y estuvo a cargo de la corporación de la Candelaria, restauración que finalizó en el
2005.
La Iglesia que sigue manteniendo su atrio, antiguamente era lugar de reunión y de
encuentro de los enamorados al finalizar la misa, ahora esta uso del atrio se sigue
manteniendo, como un punto de encuentro.
37
4. TRANSFORMACIONES ARQUITECTÓNICAS Y URBANÍSTICAS DE LA CALLE 11 CON CARRERA 4ta
Cuando se iniciaron las transformaciones arquitectónicas y urbanísticas, se pone en marcha
el “Plan Centro” cuyo objetivo es que los ciudadanos bogotanos y demás visitantes,
recorran el centro histórico, y que además se cree un espacio para la cultura, donde se
pueda integrar todas sus manifestaciones, literatura, plástica, música, entre otras y que a su
vez sea un espacio público donde todo mundo tenga la posibilidad de vivirlo.
Por esta razón, en 1984 se comienza la ampliación de la biblioteca Luís Ángel Arango,
ampliación que va hasta el otro lado de la calle con la restauración de la antigua sede del
Palacio Arzobispal y de la Corte Suprema de Justicia.
Gráfica 1
Con este transformación, la biblioteca cuenta con salas para consulta y lectura en temas
especializados: música, geografía, ciencias sociales, economía, artes y humanidades,
38
audiovisuales, constitucional, libros raros y manuscritos, y ciencia y tecnología. Además de
una amplia hemeroteca, una sala general, una mapoteca y sala de referencia. En el ala
nueva de la biblioteca se encuentran los imponentes cuadros del desaparecido Luís
Caballero y de otros grandes pintores. Un mural de Alejandro Obregón cobija a los lectores
de una sala abierta en el segundo piso del edificio.
Luego, en el 2001 la Corporación Candelaria, comienza el proceso de restauración integral
de la Iglesia de la Candelaria, también en es mismo año se comenzaron los estudios para la
actualización de la pintura mural que se encuentra al interior de la iglesia. Finalmente el 1
de agosto de 2003 se iniciaron los trabajos los cuales culminaron en noviembre del 2004,
dentro de estos trabajos están: la detención de la inclinación del muro occidental, el
reforzamiento estructural de las torres, añadida una en el siglo XIX y la otra en el XX, y la
intervención total de la cubierta. También tuvo otros cambios, como, la recuperación de
hornacinas27 de la fachada, el cambio de color de su pintura exterior decidida a partir del
estudio de las calas estratigrafías y el descubrimiento de la pintura mural hecha por Pedro
Quijano.
Gráfica 2
27 Hueco en forma de arco en una pared, para colocar en él una estatua, un jarrón, etc.
39
Paralelo a esta transformación, se hicieron las renovaciones al interior y exterior de la
manzana sur, es decir, del conjunto de museos. En las renovaciones internas, se han
restaurado las salas de exposiciones temporales, los depósitos para obras de arte, talleres,
cafetería, restaurantes entre otros. Todo esto conectado por la plaza interior, cuyo perímetro
lo constituyen las fachadas interiores, de la Casa del Museo Botero, del edificio de la
Sociedad Colombiana de Ingenieros, y de las nuevas salas de exposiciones temporales y
permanentes. También se creo, un auditorio con capacidad para 150 personas, nuevas
circulaciones para los montajes, entrada de obras y museografía, y para la circulación y
acceso del público.
Gráfica 3 Gráfica 4 Gráfica 5
En la parte exterior está la renovación de la plazoleta, esquina de la calle 11 con carrera 4ª,
llamada Gregorio Vázquez Arce y Ceballos, se construye con la idea de un nuevo acceso al
conjunto cultural, acompañado de una Tienda de Café de Juan Valdés.
40
5. ETNOGRAFÍA DEL ESPACIO
TRABAJO DE CAMPO
“Son las 9am, comienza la actividad, el paisaje que se tornaba en silencio y calmado,
cambia su cara y se vuelve un espacio lleno de alegría y activo, con la visita de un grupo de
estudiantes que oscilan alrededor de los 9-10 años. Corren, ríen, y se divierten en la
plazoleta, anhelando la entrada al conjunto de museos, tan pronto como grita su profesora,
todos se reúnen y hacen una fila para entrar ordenadamente, haciendo la fila sus caras
muestran una felicidad de nerviosismo que se va apaciguando cuando van ingresando. No
solo se llena la plazoleta, sino también las calles se vuelven más concurridas, la gente que
ingresa a la biblioteca o las personas que se dirigen hacia sus lugares de estudio y trabajo.
41
Llegan estudiantes de todas las carreras, ya sea a disfrutar delicioso Café, como desayuno,
o algunos más especializados quienes le dan una mirada más analítica desde el punto de la
arquitectura para un trabajo del mismo, con la plena conciencia que la zona ha cambiado.
La plazoleta y Café de Juan Valdés, comienza a llenarse de gente que espera, de personas
hablando de negocios, o tratando de arreglar el mundo o teniendo un debate filosófico sobre
el porque de la existencia, tantas conversaciones que se generan en este espacio y que le
hacen honor al origen de los cafés, como un lugar para bohemios y políticos. Se habla de la
escala, se habla del café de la biblioteca, de la historia, de la novia de los amigos.
Grafica 6
42
Todo reunido en un solo espacio que te brinda ocio y entretenimiento cultural, un centro
cultural que invita a la gente a mirar su cultura, el arte, y su historia. Los límites28 de los
espacios se prestan para la espera y el descanso. Es una continua interacción con el espacio,
que sin saberlo nos atrae y nos enseña que si se puede mantener la calma y la tranquilidad
en el centro de Bogotá, que se puede llegar a una igualdad, porque hay algo más fuerte y
más grande que no podemos ignorar “la cultura”, que es la que nos guía y la que nos hace
crecer.
La bulla que había hace algunos instantes desaparece, solo quedan en el aire algunas
conversaciones y el transitar de carros y peatones, personas que se acercan y toman su lugar
en los limites de la plazoleta, en las escaleras se sientan a esperar que llegue la gente con la
que se irán a reunir, ya sea una reunión de estudio, trabajo, de amistad, o de amor. Todos
toman su lugar sin importar, el sexo, la edad, la nacionalidad, o la condición social, todos
quieren ser participes de este espacio público con cultura, se sientan, se quedan paradas,
esperan en la puerta o en la otra acera, en los atrios, toman un respiro y siguen su rumbo.
Dentro de este complejo se encuentra la historia y el origen, tanto lo que se ve en la parte
cultural, como obras de arte, y en lo que nos dice la arquitectura de sus edificios, los cuales
tiene memoria; los barrios aledaños también participan y le dan más vida, también esta la
cotidianidad, con sus costumbres, culturales, sociales o religiosas, como encomendarse a
Dios antes de llegar a sus destinos, o para bendecir este día nuevo que comenzó, o para
agradecer el día que llego a su final y de seguir viviendo.
28 Los limites son las escaleras, tema que se desarrollará más adelante con mayor profundización
43
En este espacio se reúnen, planean lo que van a hacer, se toman su tiempo, frente a este
complejo para organizar sus vidas y para reflexionar que han hecho mal, que han hecho
bien, para proponer nuevas cosas en sus vidas y para seguir creciendo en el conocimiento
que es infinito, y que esta fuente, te esta llamando para que pruebes y sigas indagando en
los caminos del conocimiento.
Grafica 7
El café, el cual es un sitio propicio para la reflexión, la socialización y en este espacio,
donde el café de Juan Valdés, queda en el centro histórico de la ciudad el cual esta envuelto
de universidades, y todo el poder político, se podía presenciar alegría, felicidad por un
nuevo logro, un nuevo arreglo, porque se ha llegado a la conclusión del debate, porque se
44
ha cerrado un trato, etc. Pero también, se presenciaba la impaciencia placentera, aquella que
disfrutas al esperar a alguien, por el entorno, por la calma y tranquilidad que se respira.
Hay empresarios que vienen a tomar su café y leer el periódico, a reunirse para hablar de
temas tan importantes en las vidas de cada quien. Y también puede encontrarse este espacio
un lugar propicio para estudiar.
Con todo estas renovaciones en el espacio, también empezaron a ejercer muchos
organismos de control, por tal razón, los vendedores ambulantes no podían estar en un solo
lugar, por la zona se encontraba un vendedor ambulante que recorre las manzanas, con su
puesto a los hombros, porque si la policía se da cuenta le quitan su medio de trabajo, su
cajita llenas de papas, maní, toda clase de dulces y snacks, que lleva en sus hombros.
Durante el día, llegan grupos de estudiantes de colegio que llenan las calles de risas y
gritos, que vienen a aprender y a conocer, privilegios que no tienen todas las regiones de
Colombia, no todos los niños tienen la posibilidad de estudiar la historia y el arte en un
museo, Dentro del “plan centro” la cual es proyecto que no invita a rescatar el centro
histórico y nuestra cultura. Mientras que algunos universitarios no conocen este complejo
cultural, niños desde los 5 años ya han visto un Botticelli, un Dalí, un Miró, entre otros.”
45
Comencé con mi trabajo de campo un martes, día en que cierran el museo, a diferencia de
todos los museos, el conjunto de museos cierra los martes para así poder alternar con los
otros museos que cierran los lunes. Eran las horas de la mañana.
A pesar que el museo estaba cerrado, en el café de Juan Valdés había bastante gente,
ejecutivos, turistas, personas solitarias que se sientan a disfrutar de un buen café, a leer,
escribir, dibujar, un sitio ideal para la reunión y el encuentro.
Al frente, la vista de la biblioteca donde continuamente entran personas, estudiantes de
colegio, universidad, intelectuales, etc.
Con estas nuevas transformaciones arquitectónicas y urbanísticas, viene también un cambio
en la seguridad, en la esquina de la biblioteca y la Iglesia hay vigilantes bachilleres aparte
de los vigilantes del museo, la biblioteca y la Iglesia, también hay una cámara de seguridad
en la lámpara de la acera de la Biblioteca en toda la esquina, y otra en la casa del Museo de
Botero.
Además de un sitio de reunión, la plazoleta y el café, por su ambiente y su mística es un
sitio ideal para grabar una nota para la prensa es un sitio de orgullo colombiano que se tiene
que mostrar. En ese día, se encontraba una cámara de CityTv, haciendo una toma a la
Iglesia, también es un lugar de mucho movimiento, por tal razón, es normal que canales
hagan tomas o entrevistas en este punto.
46
Durante el transcurso del día, se empezó a ver patrones de conducta y elementos que
marcan ciertos puntos claves en los comportamientos y en los hábitos de los ciudadanos
que asisten al lugar.
La presencia de Juan Valdés, es bastante imponente no solo por el mismo nombre, sino
también por la construcción que acompaña a este café, una construcción con “estilo” y
“clase”, moderna. Al interior, es fácil ver cual es el estereotipo de personas que son
consumidoras del café y cuales no. Por esta razón, era normal que se presentara en las
escaleras para bajar a la plazoleta, estudiantes de condición más humilde que al igual que
los que estaban en las mesas del café tomando onces, también consumían a su manera,
algunos se reunían en grupos, otros tan solo se ubicaban en una escalera, abrían su maleta y
se organizaban para comer. Ellos se apropian del lugar de una forma diferente, y de acuerdo
con sus comodidades, pero al igual que los que están sentados en las mesas del café
también se convierten en consumidores, dentro del mismo espacio, cada uno a su manera y
a su presupuesto.
Estas mismas escaleras, también sirven de zona de descanso, de fumarse un cigarrillo,
disfrutar el día, esperar a alguien, o sencillamente tomar un descanso coger fuerzas y seguir
estudiando.
47
Gráfica 8
El espacio trasmite sensaciones y esto es lo que permite que las personas asistentes
disfruten del mismo, y estos sentimientos son los mismos en todas las personas, de ahí que
los diferentes tipos de personas que se encuentran en él tengan solo un sentimiento y cada
uno de estos sentimiento es acorde con cada espacio, de acuerdo a lo que piensan y con lo
que se sientan más cómodos. Y es por esto, que algunas personas preferirían quedarse en
las escaleras que ingresar al café y sentarse, siendo que no hay ningún problema, y que a
diferencia de los demás cafés no era totalmente necesario consumir algo para sentarse,
puesto que ésta se encuentra dentro de un espacio público, la plazoleta que por su puesto es
un lugar donde todos somos iguales.
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Los cambios arquitectónicos muestran un estilo de vida de la gente que asiste, y de la que
comenzó a asistir al lugar, congresistas, ejecutivos, turistas, que se distinguen fácilmente
por las prendas y accesorios, además del porte y el lenguaje corporal que los identifica, y
partiendo de sus estos aspectos y su estilo de vida, comienzan a apropiarse del lugar.
Las personas que se ubicaban en el café, es decir, en las mesas del café son de un estilo de
vida diferente al de las personas que se sitúan en las escaleras a la llegada de la plazoleta,
un estilo diferente de vida, una condición distinta y un pensamiento distinto. Recordemos
por un momento como esta zona era antes, no se veían congresistas, ni ejecutivos y muy
pocos turistas, pero esto ha cambiado, este tipo de población quienes antes no poblaban el
lugar, ahora se sienten más cómodos, más seguros, tanto que para algunos se convierte en
su sitio favorito de estar.
Dentro de las personas que asisten al lugar, es muy frecuente encontrar al estudiante
bohemio que se sienta a leer, escribir, dibujar, y que se percibe como disfruta esa vida de
cafés, donde se frecuentaba para leer un buen libro o un buen articulo de periódico, lugar
en donde antiguamente se reflexiona sobre la vida, lugar de inspiración de muchos poetas y
artistas, espacio que actualmente sigue manteniendo su mismo uso, actividad y ese
sentimiento que lo rodea, y que ahora por la intensidad cultural que se encuentra en este
espacio, y que este hace parte de algo más, de huellas y de memorias que han construido el
lugar, y que segundo a segundo nos transmiten una historia, que hace que nosotros
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tengamos respeto y orgullo de estar ahí y de haber presenciado hasta donde ha llegado todo
el proceso de una larga trayectoria de evolución.
Todos los sentimientos que el espacio tramite a los ciudadanos, este sentimiento también es
trasmitido a personas que viven en este, por ejemplo, los turistas, o los mismo ciudadanos
que están aprendiendo a conocer el centro, se reúnen en familia para conocer el lugar, el
centro histórico, y toman fotos para legitimar su travesía vacacional por el mundo.
Dentro de este sentimiento, pero un poco más superficial y sin tanta trascendencia en la
vida de algunos ciudadanos, están las personas que se reúnen en el lugar de moda que
queda cerca de la universidad, pero que al igual los hace sentir especial por esta ahí, y
aunque sus conversaciones no tengan una profundidad acorde a la riqueza de información
que encontramos en este espacio, sino que solo son los últimos chismecitos del día, o
critican a la persona que esta en la mesa de la lado, o de pronto echan un vistazo para saber
si esta linda o lindo, son conversaciones banales que no llegan a una conclusión filosófica
del porque estamos en este mundo, simplemente hacen parte de una realidad de todos, y al
presentarse en un lugar como este, estas le añade esa pizca de humanismo, de sentimientos,
y emociones que hace parte de todos y que a su vez complementan el ambiente,
volviéndolo tan ambiguo que al mismo tiempo enriquece al espacio y a nosotros mismos.
Al terminar la bebida, algunos se quedan leyendo el periódico o un buen libro, otros se van,
pero por algunos momentos deliberan de cual será el mejor lugar para almorzar y otros
revisan su agenda para saber que es lo que les depara el día.
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Este lugar, por sus límites con la biblioteca, muchas veces se convierte en el lugar
predilecto, donde algunos estudiantes repasan sus tareas, hacen sus trabajos, o estudian para
el parcial. Se encuentra desde el estudiante que esta haciendo su tarea y estudiando para el
parcial o el grupo completo debatiendo cual es la respuesta correcta, o cual será la mejor
manera de desarrollar el ejercicio de cálculo, etc.
Otro espacio que le da bastante estatus al espacio, es el restaurante que se encuentra la
interior del museo en el primer piso del Museo de Arte e Historia, frecuentado por
congresistas y por grandes personalidades de la vida política del país.
Grafica 9
51
La imagen corporal habla de las personas, pero no siempre lo que se percibe es la verdad.
En este sector, se moviliza personas de diferentes clases sociales, y tras las
transformaciones urbanísticas y arquitectónicas, el espacio este se ha elitizado, no es raro
ver a policías bachilleres quienes ven a un estudiante con vestimenta un poco extraña o
humilde, y le piden los papeles. Este tipo de control que ejerce la policía por el mismo
espacio, también genera un tipo de reacciones en las personas que asisten, es decir, la
misma regulación de estos organismos hace que las personas asistentes también se
autorregulen, se controlen. En épocas anteriores, esto no existía y se veía muchos tumultos
de personas por las calles, sin ningún control. Un vendedor ambulante me contaba, que
antes no había tanto problema porque ellos se podían camuflar en los tumultos de gente que
se hacían a la entrada de la biblioteca, y que antes no se tenía tanto celador. El mismo
espacio, nos esta exigiendo, que tiene que existir un organismo de control.
El ambiente que se vive en la plazoleta es de tranquilidad, y de silencio, pero este se ve
interrumpido por el fondeo de las conversaciones que se escuchan de las mesas del lado,
algunos hablan más duro que otros, pero en general el ambiente es silencioso, lleno de
murmullos y brisa. Desde la perspectiva arquitectónica, el lugar permite ser silencioso por
el mismo diseño, al tener que acceder a este bajando las escaleras, se forma una especie de
barreras las cuales bloquean el ruido de los carros y de la ciudad, solo se escucha los
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murmullos de las voces de la gente que se encuentra alrededor, quienes están a un mismo
nivel.
Los turistas asistentes al lugar, no pueden olvidar la foto representativa de Colombia, junto
al letrero de la tienda de café de Juan Valdés, también su bolsa de café como recuerdo de la
visita a Colombia y por supuesto al centro histórico de la ciudad de Bogotá.
Las puertas del museo se abren a las 9:00 a.m., personas de diferentes edades, sin importar
la raza, el sexo, esperan alrededor de la plazoleta para ingresar al museo. Los estudiantes,
ingresan con cuadernos listos para una dosis de conocimiento, que les ayudará a pasar el
año si realizan bien la tarea. Cada día, el espacio se legitima a si mismo, por la misma
cotidianeidad, como lugar predilecto de encuentro y reunión, donde los estudiantes,
ejecutivos, y parejas se ponen cita de reunión, encuentro, espera, decisión, etc.
El movimiento de este sector varía según los días de la semana. Un viernes es totalmente
distinto que un lunes, los ánimos del viernes están arriba por que llega el fin de semana, y
también el flujo de personas por el lugar aumenta. Mientras para los estudiantes de colegio
es descanso para los universitarios es rumba, es normal que se encuentren grupos de
universitarios o de ejecutivos haciendo bulla.
“Un viernes, estaba sentada en las mesas del café. A mi lado se encontraba un grupo de
ejecutivos, estaban bastante ruidosos y de muy buen animo, se la pasaban riendo y
haciendo bulla, en el acento se notaba que eran costeños, de barranca y no es por nada,
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pero los costeños pueden llegar a ser muy escandalosos, hacían chistes con respecto a la
novela de moda “Los reyes”, dentro de sus alborotos y risas se les escuchaba decir, “putas
y vedudas”. Era al medio día, estaban esperando a alguien para almorzar, puesto que
decían “venga o es que no quiere almorzar en un lugar decente”. Al poco tiempo después,
llego un hombre que empezó a gritar desde la entrada, lo seguían otros dos hombres. El
señor gritaba algunas cosas en broma que se referían a Chávez como: “hermanos
bolivarianos”, sigue haciendo burlas hasta llegar a la mesa, todos se ríen, llega se abraza
con algunos y sigue haciendo bromas. Entre el grupo hay un policía, como buen grupo
pasan por muchos temas, de los más serio hasta lo más superficial, se les escucha hablar
de derecho. Al rato, todos se paran y se van, al terminar las escaleras otra vez todo vuelve
a su calma, y a escucharse solo los murmullos silenciosas de las mesas de al lado”. Esto
era muy frecuente y sobre todo los viernes, de pronto llegaba un grupo que era el que hacia
mucho ruido mientras que estaban en la plazoleta, cuando se iban, todo volvía a su
normalidad y pasividad.
El espacio es tan abierto y tan permisivo con muchas cosas, que es muy normal que venga
un grupo de personas al son del carnaval o que venga una persona solitaria a punto de
llorar, y no importa, la ocasión, o la circunstancia es permeable al espacio, y esto lo percibe
la gente que esta en el lugar, por esto, es normal encontrar, grupos como el de los costeños
haciendo bulla y alrededor, las otras personas concentradas en lo suyo, y no es molesto, el
mismo lugar permite que se encuentren tantas personas diferentes dentro de un mismo
espacio, y no haya ningún tipo de problema.
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El mismo espacio por amplitud, permite que las personas se sientan con la libertad de hacer
lo que quieran, esto lo permite un espacio público; claro que también hay que aclarar que
este espacio permite ciertas cosas, por que hay un aspecto de distinción y clase, implícito en
la construcción, que se sabe que no va ver vendedores ambulantes, ni limosneros porque los
sacan.
Por las diferentes edades, también hay una gran variedad dentro de los temas de las
conversaciones, en la gente adulta, no falta la política, siempre se les escucha hablar de
cómo se arreglaría Colombia si este político hiciera esto; en la gente adolescente, sobre
todo en relación de amistad, se escuchan como se actualizan de chismes, o lo último de la
semana. También es muy constante ver a la persona solitaria, escribiendo algo y fumándose
un cigarrillo, dentro de las personas solitarias se encuentran adolescentes, adultos y
aquellas que ya están entrando a la tercera edad, todos leyendo y algunos se fuman un
cigarrillo. Al terminar el café o el cigarrillo, se quedan hasta terminar el capitulo o el
articulo y luego se van, otros solo están de pasada se toman el café y se van, pero la
mayoría de las personas se sienten y se toman un largo tiempo para consumir el café o lo
que están comiendo, postre, sándwich etc., y poder disfrutar del espacio. Las personas que
normalmente están de pasada y que no se demoran mucho en el café son algunos turistas
con sus familias que solo entran a comer o a tomar algo y se van, los otros son ejecutivos o
trabajadores cerca, que compran el café o algo de comer para llevar.
Hay otros grupos de gente que llenan el espacio de ruido y de risas por unos instantes, los
estudiantes de colegio, que llegan acompañados de sus profesores. El profesor los sitúa en
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las escaleras para darles las instrucciones, les dice que todos tienen que ir en silencio y
ordenadamente; mientras que ellos están en silencio escuchando las instrucciones del
profesor, otro grupo sale del museo y se reúnen en la plazoleta en frente del grupo que se
encuentra en las escaleras, pero luego todos se van desplazando hacia las escaleras donde
van tomando a siento, los bachilleres y los vigilantes están al tanto de los grupos. El grupo
que ha llegado entra al museo y el vigilante los sigue. El grupo que salió se dispersa se
levantan y algunos se van, otros se quedan y después de un rato se van, se aproxima otro
grupo de estudiantes, pero estos siguen derecho por la carrera cuarta.
Gráfica 10
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En las horas del medio día el flujo por la calle 11 comienza a aumentar, de bajada, y se ven
muchos estudiantes algunos de ellos entran a la biblioteca Luís Ángel Arango, gente de
trabajo, con chaqueta de Bogotá sin indiferencia.
La gente entra y sale del museo, algunos se quedan en las escaleras tomando un descanso,
otros se van, algunos toman el café antes de ingresar al museo otros lo toman a la salida, el
café de Juan Valdés se convierte en su bienvenida y en su despedida.
En la plazoleta todo se ve limpio no hay basura la gente, ya guarda su basura y la bota en la
caneca, claro esta que no falta el que bota un par de papeles al piso.
El espacio es tan tranquilo, no te molesta nadie, pero aunque los vigilantes están al
pendiente de mantener alejado a todo vendedor ambulante o a cualquier mendigo que pida
monedas, no falta la persona que igual entra ofrecer sus productos: en una ocasión un
hombre ha entrado al café ofreciendo unos “arte con poemas”, así era como el se expresaba,
iba de mesa en mesa ofreciendo su arte, rápidamente una de las empleadas del Café le
solicitaron al hombre muy cordialmente que por favor tuviera respeto la gente y que se
saliera, el hombre enfurecido murmulla con rabia y se va, cuando estaba subiendo las
escaleras, se devuelve, y otra vez va de mesa en mesa ofreciendo, nuevamente la señorita
del café le dice que por favor se vaya, diciéndole: “te sales y respetas”, él le responde con
un tono fuerte: “no de malas” y murmulla con rabia nuevamente, la empleada del café
nuevamente le dice: “te sales, por favor” un poco con la voz temblorosa, finalmente el
hombre se sale murmullando con rabia, pero esta vez si se va. Los episodios como este
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donde una persona se altere y sea un poco grosera, no son muy frecuentes en la zona, los
vigilantes están muy pendientes de que clase de persona ingresa en la zona y al que ven
muy sospechoso se le acercan y le piden los papeles.
Los vendedores ambulantes que estaban en la esquina de la Iglesia, les prohibieron desde
julio estacionarse en ese lugar, todo esto por el nuevo propósito del alcalde de recuperar los
espacios públicos de los vendedores ambulantes. A veces en la esquina, se ve una señora
con una cajita vendiendo una que otra golosina y cigarrillos, pero impaciente y a la
expectativa de cuando pasará el carro de la policía, porque le podrían recoger su único
recurso para sobrevivir, si esto sucediera, estas personas tienen que correr y esconderse
hasta que se vayan.
Finalizando el medio día, el café empieza a desocuparse, sobre la calle se observan
pequeños grupos de estudiantes, quienes comienzan a dispersarse en diferentes direcciones,
se reúnen y siguen su camino, solo meditan a que hora se van a ver más tarde o que irán a
hacer por la tarde.
De todos los grupos que se encuentran en la calle son muy pocos los que se percatan o los
que ven el café, la mayoría sigue derecho, y ni les importa mirarlo tan solo unos segundos
para confirmar que el se encuentra ahí y que nosotros lo estamos construyendo así como el
nos esta construyendo. Con la cotidianidad, el espacio se convierte en un objeto más y nos
olvidamos de la relevancia y la trayectoria e historia, que se encuentra implícita en las
paredes y los muros, las personas que entran al museo almorzar, se percatan y algunas
cuando salen voltean a mirar. Pero en cambio los turistas no dejan de mirarlo, se toman
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fotos con él y lo disfrutan, entre este grupo de admiradores del espacio, también se
encuentra uno que otro estudiante que disfruta su estancia en el lugar, aprecia su entorno y
se da cuenta de lo que esta pasando a su alrededor, de lo que nos esta incitando el espacio a
hacer.
Es fácil, encontrar a algunas personas que no saben en donde queda este lugar, muchos dan
señas por celular estoy en la plaza Bolívar y otros señalan estoy en la biblioteca, o también
tienen como referencia el museo de Botero.
El espacio permite temas diversos, temas personales, negocios importantes, o simplemente
chimes, y sigue siendo el mismo espacio, no necesita música para hacerlo ameno, el mismo
murmullo y el fondo de la ciudad va dando notas musicales silenciosas, que te transportan a
un espacio lleno de tranquilidad, trascendental, para buscar soluciones a tus problemas.
Las personas que se dirigen a la biblioteca ya no se amontonan en las puertas de la misma,
muchas pasan la calle, y se sientan en las escaleras a esperar, a terminarse su cigarrillo o
tomar sus onces, ya ven en la plazoleta un espacio para estar, un espacio que como su
mismo origen lo dice, se sigue manteniendo a través de los años, se permite que el lugar sea
un lugar de espera de encuentro de reunión, que se construye por las personas que disfrutan
su estancia y lo legitiman como lugar de cita o de encuentro.
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Gráfica 11
Vivo en la ciudad que a pesar del paso de los años, mantiene su importancia para la vida
cotidiana, aunque muchos ya solo lo simplifiquen a esquina o un frente. Pero, que es un
espacio que sigue ahí teniendo sus mismos hábitos y sus usos que esta presente en la
cotidianidad un poco invisible ante algunos ciudadanos, pero que diariamente también nos
enseña a observar más arriba y darnos cuenta de su importancia.
Tomando en cuenta lo que hemos visto de los cafés, como última evolución de estos,
tenemos como muestra a Juan Valdés. Además este, sirve como representación de la
identidad colombiana ante el mundo, puesto que es reconocido por los turistas quienes
llevan una bolsa de café, como recuerdo de su viaje y se toman una foto con el logotipo del
café.
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La plazoleta y Juan Valdés siguen siendo la entrada y la salida, pero no solo del museo,
sino también de la biblioteca. A la biblioteca, entran cierto número de personas entre
estudiantes, niños, adultos y solo un pequeño porcentaje entra al café, algunos se van o
toman la decisión de parar por un momento.
Todo este tipo de actitudes, y decisiones se relaciona mucho con los gustos y preferencias
de cada persona, y esto nos lleva a reflejar un estilo de vida.
En la renovación de la plazoleta, donde se ubica el café de Juan Valdés hace que la esquina
de la 11 con 4ta, no sea un lugar de pasada, un lugar de movimiento y de flujo, donde solo
las personas transitan de occidente a oriente o de norte a sur y viceversa, sino hay un
espacio que incita a detenerse, aunque un porcentaje de la población no se de cuenta, existe
una interacción con el espacio, se comienza a disfrutar y a gozar en el. Con todo el plan
centro, se inicia una curiosidad por asistir a todas estas posibilidades que nos esta
brindando el centro para vivir el espacio y la ciudad.
Todos disfrutan el lugar, cada uno a su manera, algunos se sientan en las escaleras, y así no
sean consumidores, consumen alimentos, traen sus onces, el almuerzo, y se sientan en las
escaleras para comer, hacen parte del espacio están siendo consumidores pero no con
marca, se apropian y viven el espacio tal y como se propone pero cada quien lo vive a su
manera.
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En las horas del medio día, la plazoleta y su entorno se convierte en el sitios de parada, para
encontrarse para almorzar y decidir a que restaurante se irá, para el tinto después del
almuerzo o como una especie de reposo, para comer algo si esta de afán.
Hay dos tipos de personas de los que esperan, las que se quedan paradas o sentadas en las
escaleras esperando, algunos se fuman un cigarrillo, otros sencillamente miran a todas
partes, algunos miran con desesperación, y el segundo tipo, llega a las escaleras mira para
todos los lados no hay nadie, mira su reloj, baja las escaleras y se toma un café mientras
espera.
No solo se ingresa al Juan Valdés, para comer o tomar algo, también algunos van a comprar
un regalo, una chaqueta, bolso con la marca de Juan Valdés, que por estos días esta tan de
moda.
Gráfica 12
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El punto de encuentro, es muy concurrido cuando aumenta el flujo de movimiento, las
personas bajan, suben, salen, llegan, se encuentran y todos están ahí hablando esperando, o
descansando. Pueden existir personas que se queden sentadas por dos horas, sin saber si en
realidad están esperando a alguien o no tienen nada más que hacer, otros tan solo se
demoran solo unos minutos.
Después de haber frecuentado el lugar, se empieza a notar las rutinas de algunas perdonas,
por ejemplo, hay personas que vienen siempre a la misma hora, y hacen lo mismo, algunas
veces vienen acompañados, otras veces no, la mayoría de estos vienen casi siempre a la
misma hora, es decir, que este lugar ya no solo es un lugar de encuentro, un lugar de espera,
sino que también, para algunas personas empieza adquirir un valor de relevancia en su vida
cotidiana, paso de ser su sitio predilecto de estar, a el sitio al que voy desayunar y a tomar
onces todos los días.
En el transcurrir del día se conserva un limite, de quien entra y quien no, este limite
muestra una marca un status, que además que lo dan las personas que frecuentan el lugar
también lo da la misma construcción y el mismo logo del café. Para tomarse un café y
croissant se necesita aproximadamente $4.000, con esos mismos cuatro mil pesos las
personas almuerzan, no toman onces. Siguiendo con estos parámetros, las personas
asistentes al café tienen que tener cierto sustento económico, para poder disfrutar de un café
con calma, y sin preocupación de que te vas a quedar sin la plata de lo del bus o del
almuerzo. Esto genera algunas diferencias en el lugar, aunque son diferencias totalmente
respetables, porque si yo no me pienso tomar una café de ese precio, porque se que con eso
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voy a poder almorzar sencillamente no lo hago, pero hay personas que han estado
ahorrando durante toda la semana, para darse ese gusto porque saben que se van a quedar
sin plata pero, esas personas piensan que valió la pena. De esta forma y en este sentido, la
diferencia de pensamiento también construye el lugar y hace que las propias personas
actúen como quieran, creando una especie de limites sociales y económicos respetables y
sobretodo libres, donde en cada sitio, las personas tendrán una razón fundamentada para
estar ahí, porque es donde se sienten cómodas y porque saben que aunque las personas se
den cuenta de su situación, no importa porque se respeta al ser una lugar público, porque es
una forma de pensar totalmente distinta, y porque el mismo lugar puede reunir personas de
diferente nacionalidad, estrato, o condición social, sin ninguna discriminación.
En las horas posteriores al almuerzo, asisten unas patrullas escolares que hacen los para y
controlan el cruce de los estudiantes que acaban de salir de los colegios, para tener vía libre
y hacer más seguro el paso por esta zona. Debido a que en este cruce, no hay ningún tipo de
señalamiento, de pare, es bastante peligroso en estas horas, puesto que, el movimiento
aumenta, tanto de personas como de carros, porque se agregan las rutas de colegio, oficinas
ejecutivos, etc. estas patrullas están pendientes de los más pequeños. Para esto existió una
solución en años anteriores, se tomó la decisión de que iban a quitar rutas de transporte
público, puesto que había mucha contaminación sonara y además el movimiento de tantos
vehículos estaba deteriorando la iglesia de la Candelaria. Con la renovación que le hicieron
a la Iglesia de la Candelaria, todo ese proceso se deterioro. Además las rutas de transporte
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público también prohibieron el paso de maquinaria muy pesada, camiones de mucha carga,
etc.
Las personas se amontonan en la plazoleta o en la puerta de la biblioteca, pero en al atrio de
la iglesia no hay mucha congestión.
El tiempo de estancia en la puerta de la Biblioteca, para espera es muy corto, cuando se
están demorando mucho, las personas pasan a la otra acera y se sientan en las escaleras a
esperar con más calma. Cuando se sientan, algunas personas se dan cuenta de lo que tiene a
su alrededor y empiezan a observar todo el lugar, se ve un interés por conocer el entorno, y
saber que más se construyo, de que más esta compuesta la nueva propuesta del centro.
Estos momentos, son los que se necesitan, hacer un alto a la cotidianidad y empezar a
observar que hay a nuestro alrededor. Estos, son los que marcan una pauta en nuestras
vidas, y si se pone una posición más critica donde cada persona se autocritique a sí misma
con el espacio, es decir, que nosotros nos demos cuenta que el espacio hace parte de
nuestras vidas y que así como el nos alimenta nosotros lo alimentarnos, comenzaremos a
construir una posición critica del espacio, lo que va permitir mejorar nuestro entorno. Y
también podremos hacer una reflexión más profunda del espacio que nos rodea, y utilizarla
para ayudar a mejorar nuestras condiciones de vida.
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Es por esta razón, que esta labor es importante, porque aunque son pocas las personas que
se dan cuenta de lo importante que es conocer nuestro entorno y estar en bien él, es de igual
manera relevante y te puede cambiar la vida. La manera de pensar y actuar en determinadas
circunstancias también es una retroalimentación del espacio en el que estamos, en el que
vivimos y en el cual nos hemos desarrollado.
Aparte de las enseñanzas por la memoria del lugar y por la misma presencia de ciertos
código urbanos, el lugar nos pide mantenerlo limpio, cuidarlo y respetarlo, cuando uno se
encuentra presente en este, en realidad uno no quiere ensuciarlo quiere que se conserva así,
estas tipo de cosas son las que enseñan a los ciudadanos a ser mejores con la ciudad y
consigo mismos, porque es el lugar donde crecimos.
En la zona de estudio, se ve la historia de Bogotá en las calles, casas, y demás en las cuales
se puede percibir las memorias y huellas de nuestros ancestros. También vemos como han
evolucionado los lugares, calles y espacios del sector, pero aunque se haya cambiado la
fachada o los materiales de construcción, todavía queda la historia las hullas y las memorias
de una época que construyo sus cimientos y sueños en estas tierras. No solo se puede ver
estas memorias en los lugares, sino también en las personas que viven en la candelaria y
que han pasado sus costumbres y cultura de generación en generación.
Al frente de la Iglesia de la Candelaria, en las horas de la mañana y en las horas de misa es
frecuente encontrar personas de edad, con sus ropas viejas de salir el domingo, que pasan
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por la iglesia, entran rezan por lo menos de 5 minutos y siguen su camino, a paso rápido.
Personas que dentro de su vida, no existe un Juan Valdés sino la iglesia de la Candelaria, y
ante tanta renovación son totalmente ajenos, porque llevan tan arraigada su cultura y sus
costumbres que viven todos los días siguiendo su misma rutina y no teniendo el mayor
interés por irse a tomar un Café de Juan Valdés. De pronto son los nietos, los tratan de
llevar al museo o a la biblioteca, pero son personas tan ajenas al mundo que se muestra en
esta zona, pero que aún ellas son capaces de meterse y apropiarse del espacio a su manera,
con diferentes preocupaciones como a para estar fijándose en lo esta a nuestro alrededor,
pero como cualquier ciudadano pone su granito de arena para construir un espacio y así
construir la ciudad.
Aunque hayan convertido la zona en un lugar cultural turístico, por la cercanía con los
residentes del barrio, estas calles se convierten en tradiciones de adultos y de ancianos que
todavía ven en estas calles aquel pueblo pequeño que se fundó y no un lugar cultural
“turístico”, donde su iglesia tiene alma de museo, su entorno es ejecutivo y tiene vigilancia
permanente.
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Gráfica 13
En un esquina de la iglesia, se ubica una vendedora que se resiste a huir de su único
sustento por la norma de la alcaldía, con una caja permanece en los muros de la iglesia
esperando que llegue la plata para llevar de comer a su casa. Con esta vendedora hable en
algunas ocasiones, me contó que la cláusula de la norma impuesta por la alcaldía había
comenzado el primero de mayo, que fue ese día cuando les dieron un alto y los bachilleres
llegaron a la zona, se estuvieron en este lugar más o menos tres meses, después de esos
meses ella volvió a salir porque ya se habían calmada las cosas. Se llama Bernarda y ha
estado 10 años trabajando en la esquina de la Iglesia de la Candelaria. Le pregunte como
veía el cambio del sector con todas las renovaciones, ella me contesto, “que si que habían
espantado a los ladrones y que ahora venía más turistas y gente ejecutiva, también porque
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hacia una año que habían quitado del sector los camiones, busetas y rutas”, me contó que
“hace como unos 10 años había mucha gente por las calles y que ella se podía mezclar
entre la gente que llegaba a la biblioteca, pero que ya venía mas poquita gente, porque en
la biblioteca crearon el nuevo servicio a domicilio, entonces la gente ya no venía tanto
como antes”. También me contó, “que después de la re-inauguración de la zona habían
llegado muchos turistas”, me contó, “el conflicto que surgió entre el dueño de la tienda y
un vendedor que se situaba en la esquina de la candelaria, que tenía un carrito muy bien
dotado, el dueño de la tienda peleaba con el vendedor ambulante y alegaba que el siempre
le quitaba los clientes, que además el no estaba pagando arriendo y que el no tenía
derecho de estar ahí, después que se fue el vendedor ambulante, el señor de la tienda
arrendó al señor de la fotocopiadora porque no le estaba ganando nada a la tienda”. Me
hablo, “que antes en esa casa vivían dos hermanas, las dos murieron y al parecer no tenían
familia, y por lo tanto nadie fue a reclamar la casa, el señor que ahora se presenta como
dueño se apropio de la casa, y puso una cafetería donde se vendían tamales, después fue la
tienda y ahora se ha convertido en fotocopiadora”. El mejor día de Bernarda es cuando se
lleva a la casa $11.000 y un día normal vende $2.000. Cuando ella vendía y estaba el
vendedor ambulante con el carro grande, les quitaba el puesto y no les dejaba vender,
hablaba de cómo este señor, lleno toda la cuadra de chismes de su vida haciéndose la
victima, por ganar el puesto y quedarse con la esquina. Bernarda algunos días se encuentra
en la esquina de la Iglesia, pero otros no porque seguramente ha tenido que salir corriendo
del lugar por miedo que le quiten sus cositas.
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Estos lugares, como la iglesia para algunos son lugares que hacen parte de la cotidianidad
(las personas que todos los días asisten a la iglesia para orar 5 minutos), para otros este
lugar hace parte de un complejo cultural (Estudiante, Turistas, especialistas etc.)
Este lugar al ser público, permite que las personas sean libres en realizar muchas
actividades en el, por ejemplo, “un día cuando estaba llegando a la biblioteca para
realizar trabajo de campo, me di cuenta que la carrera 4ta estaba cerrada desde la calle
12, llegando empezó a pasar una cantidad de estudiantes, todos ordenados en fila,
llegaban subían por la calle 11 y volvían al colegio, acompañando este gran grupo se
encontraban policías y los profesores que controlaban a los estudiantes, después que todos
los estudiantes ya se encontraban en el colegio, toda la zona volvió a su normalidad y el
café se comenzó a llenar, abrieron las vías y todo siguió su ritmo, cuando todo volvió a su
curso, me acerque a uno de los vigilantes para preguntar que era lo que había pasado, y el
me explico: se cerró desde las 8 de la mañana la carrera cuarta desde la calle 12 porque
se estaba realizando un simulacro de evacuación con el colegio Agustiniano, se solicitó la
ayuda de la policía porque se trataba de 1000 estudiantes, el simulacro se realizo en la
zona que queda encima del Café , porque se ha considerado que es un sitio seguro en caso
de una emergencia, y también por la cantidad de estudiantes es lugar más cercano, donde
se pueden refugiar los estudiantes”.
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6. CONCLUSIONES
Quiero empezar por resaltar, que este espacio lleno de cultura es donde las personas están
interactuando, y en donde cada vez que se asiste al lugar, tienen un mundo de posibilidades
para conocer, estar, vivir, y disfrutar, se entra a la Iglesia a ver los murales, o se tomar un
café en Juan Valdés, o regocija con la historia del arte en Colombia y sus últimas
propuestas, en las exposiciones permanentes y temporales del Conjunto de Museos, o
también puede entrar a consultar unos buenos libros en la segunda biblioteca más visitada
del mundo, La biblioteca Luís Ángel Arango.
Tras todas estas transformaciones, hay una modificación en los usos y hábitos urbanos, en
el comportamiento de los ciudadanos, en la medida que este, nos hace una invitación a
educarnos viendo las más reconocidas manifestaciones de cultura, arte, música, etc. Y sobre
todo, que permite detenernos en el tiempo por un momento y mirar un lugar lleno de
memoria, que nos recuerda y nos hace reflexionar quienes somos y de donde venimos.
También nos invita a aprovechar las distintas formas de aprendizaje y de estar en el espacio
público que nos brinda Bogotá.
Lo que he intentado lograr o aportar con este proyecto, es una aproximación de los
ciudadanos, al entendimiento de su ciudad, que se concienticen de su entorno, generando en
ellos una reflexión y una posición crítica, que comenzará con una opinión consciente por
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parte de los ciudadanos hacia su ciudad, frente al espacio, y finalizará en el bienestar
común.
En un espacio como este, donde se ve la importancia de la historia en la zona, y en lo que
actualmente representa, esta punta del “Iceberg” que refleja la evolución de las dinámicas
socio-culturales y políticas de la ciudad, es por esto que es importante reconocer que el
espacio hace parte de nuestras vidas, que nos enseña, nos construye así como nosotros lo
construimos a él.
Tras toda la investigación, al encontrar las huellas que contienen la memoria de las
diferentes actividades y usos que cambiaron o que se suprimieron en la cultura bogotana a
través de la historia, muestra una realidad actual que por lo mismo es una consecuencia de
lo que se ha construido alrededor de todos estos años, por lo mismo se habla de la punta del
Iceberg.
Es importante conocer el lugar, para sentir lo que trasmite, reconociendo los elementos que
lo componen, los cuales los he encontrado y mostrado en este trabajo, así las personas
pueden aprovechar mejor la estancia en cualquier espacio. Por esta razón me gustaría
proponer un recorrido que lo he denominado “Memorias Representadas” que comenzaría
en la Iglesia de la Calendaria, donde las personas disfrutaran toda la renovación y la
colección de murales que se ve en ella, reconocer su historia, y llegar a sentir las
actividades que se han dejado olvidadas, como: el encuentro de enamorados en el atrio de la
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iglesia. Luego pasar a la Biblioteca Luís Ángel Arango, siendo conscientes que es la
segunda biblioteca más visitada del mundo, mirar alrededor, observar como todos los
estudiantes que llegan hasta este lugar, tienen un incentivo diferente que surgió desde el
momento de su inauguración o desde el momento que entraron al colegio. Al salir de la
Biblioteca, salida por la carrera 5ta, pasar la acera y entrar a la Casa de la Moneda al
conjunto de los museos, apreciar toda la colección numismática seguir con la colecciones
del Banco de la república, disfrutar a los mejores artistas colombianos como Luís
Caballero, Roberto Páramo, Santamaría, entre otros, después pasar al Mueso de la
Donación Botero, y seguir con el nuevo edificio de Arte e Historia del Banco de la
Republica. Y para finalizar este recorrido, salir por la plazoleta Gregorio Vásquez de Arce
y Ceballos, sentarse a disfrutar de un buen café en la tienda de Juan Valdés, mirando hacia
al frente y siguiendo con la mirada a todas las personas que se encuentran en este lugar, que
al igual que nosotros lo están disfrutando, un poco menos consciente y a su manera, pero lo
hacen.
La finalidad del recorrido, es que las personas tengan una experiencia consciente del
espacio, y así generar una reflexión en cada uno. El recorrido tiene dos objetivos, uno
aprender a conocer, disfrutar, observar y sentir un espacio, y dos, aprender que no solo son
edificios que quedan ubicados en la Candelaria, sino que tienen una historia viva en sus
huellas y memorias, que han quedado plasmadas en sus muros a través de los años.
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El espacio es un vacio, que se compone de limites, unas veces visibles otras invisibles, de
ambientes que son creados por las personas, cuando se apropian de un lugar. De esta forma,
nosotros creamos el espacio donde habitamos y el nos crea nosotros.
Con las transformaciones arquitectónicas y urbanísticas de la zona, se observo como las
personas se transformaron al igual que el espacio. El espacio no solo cambio en su parte
física, sino también cambio su entorno y su ambiente, personas que hayan estado en la zona
antes y después de estas transformaciones, lo pueden ratificar.
La zona de estudio, solo se toma como un ejemplo donde se refleja cambios totalmente
claros y fáciles de percibir, perola falta de consciencia con nuestro alrededor se puede ver e
todas partes.
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