8
4. YUGOSLAVIA Contexto histórico Los actuales países de Bosnia-Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Montenegro, Serbia y Kosovo formaron parte por más de tres décadas (1963-1992) de una sola entidad estatal: la República Federal Socialista de Yugoslavia. Liderada por Josip Broz “Tito”, se mantuvo dentro de la órbita de países del bloque socialista, aunque con profundas diferencias con la por entonces Unión Soviética. Al comienzo de la década de 1990, luego de la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética, los movimientos nacionalistas y separatistas de cada república yugoslava iniciaron el proceso de disolución y desmembramiento de ese país en siete entidades estatales diferentes. El primer paso fue la independencia de Eslovenia y Croacia en 1991. Serbia, bajo el liderazgo de Slodoban Milosevic, impulsó un programa nacionalista con la intención de crear una “Gran Serbia” integrada por los serbios diseminados por las otras ex repúblicas yugoslavas. Este proceso de reconfiguración política de los Balcanes, que actualmente mantiene un capítulo abierto con la disputa entre Serbia y Kosovo, implicó una década de enfrentamientos armados (1991-2001). De ellos, el más sangriento fue el desarrollado en el actual territorio de Bosnia-Herzegovina, donde se superpuso un conflicto étnico-religioso entre los grupos serbios, croatas, y bosnios musulmanes a los reclamos independentistas bosnios. La independencia bosnia fue rechazada por Serbia y Montenegro, que por entonces conformaban una entidad estatal única bajo el nombre de Yugoslavia. Una vez que la independencia bosnia fue

Tribunal penal yugoslavia

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Tribunal Penal Yugoslavia Derechos Humanos

Citation preview

4. YUGOSLAVIA

Contexto histórico

Los actuales países de Bosnia-Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia,

Montenegro, Serbia y Kosovo formaron parte por más de tres décadas (1963-1992) de

una sola entidad estatal: la República Federal Socialista de Yugoslavia. Liderada por

Josip Broz “Tito”, se mantuvo dentro de la órbita de países del bloque socialista,

aunque con profundas diferencias con la por entonces Unión Soviética. Al comienzo

de la década de 1990, luego de la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión

Soviética, los movimientos nacionalistas y separatistas de cada república yugoslava

iniciaron el proceso de disolución y desmembramiento de ese país en siete entidades

estatales diferentes. El primer paso fue la independencia de Eslovenia y Croacia en

1991. Serbia, bajo el liderazgo de Slodoban Milosevic, impulsó un programa

nacionalista con la intención de crear una “Gran Serbia” integrada por los serbios

diseminados por las otras ex repúblicas yugoslavas.

Este proceso de reconfiguración política de los Balcanes, que actualmente mantiene

un capítulo abierto con la disputa entre Serbia y Kosovo, implicó una década de

enfrentamientos armados (1991-2001). De ellos, el más sangriento fue el desarrollado

en el actual territorio de Bosnia-Herzegovina, donde se superpuso un conflicto étnico-

religioso entre los grupos serbios, croatas, y bosnios musulmanes a los reclamos

independentistas bosnios. La independencia bosnia fue rechazada por Serbia y

Montenegro, que por entonces conformaban una entidad estatal única bajo el nombre

de Yugoslavia. Una vez que la independencia bosnia fue reconocida en 1992 por la

comunidad internacional, los serbios mantuvieron sitiada la capital bosnia –Sarajevo-

durante tres años, sometiéndola a interminables bombardeos y dejando un tendal de

decenas de miles de muertos, heridos y refugiados.

En estas guerras diversos grupos nacionalistas, pero principalmente los serbios,

llevaron a cabo prácticas de “limpieza étnica” que implicaron delitos que han sido

condenados como genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.

Un caso mundialmente conocido fue la Masacre o Genocidio de Srebrenica,

perpetrado en julio de 1995, que implicó el asesinato de unos 7.000 bosnios

musulmanes en esa región por parte del Ejército de la República Serbobosnia1 y

1 Actualmente, la República Serbobosnia compone junto a la Federación de Bosnia y Herzegovina la República Federal de Bosnia-Herzegovina. La administración de la República

grupos paramilitares serbios. La ONU, que había enviado una fuerza de seguridad

para intervenir en los Balcanes, había declarado a Srebrenica como “zona segura”. Allí

miles de musulmanes bosnios acudieron en busca de la protección de la ONU, y en

julio de 1995 las fuerzas serbo-bosnias atacaron a los refugiados musulmanes

bosnios, asesinando hombres y niños y violando a mujeres y niñas.

La Masacre fue un claro acto de genocidio, pues se buscó eliminar a los varones

bosnios musulmanes de la región, en razón de su etnia y credo, constituyendo el

mayor asesinato masivo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y el primero

juzgado como genocidio en el continente, con una veintena de condenados.

El saldo de las guerras en los Balcanes se calcula entre 100 y 200 mil personas,

millones de desplazados y decenas de miles de mujeres violadas, dejando un territorio

destruido y plagado de minas antipersonales.

El Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY)

Por la resolución 827 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), el 25 de

mayo de 1993 se creó el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia, en razón

de las múltiples denuncias de violaciones graves a los derechos humanos perpetradas

en la región desde 1991. Con sede en La Haya (Países Bajos), juzga crímenes de

guerra, genocidio y crímenes de lesa humanidad.

El TPIY se formó en base al trabajo de una Comisión de expertos, creada en 1992 por

la resolución 780 del CSNU, que recolectó pruebas e información sobre los delitos que

se estaban cometiendo. En febrero de 1993 la resolución 808 calificó a la situación

como una amenaza a la paz y la seguridad internacional y se decidió crear el TPIY

para frenar los crímenes y juzgar los responsables. Esto se concretó en mayo,

adoptándose un Estatuto para el TPIY.

Según su acta constitutiva, el TPIY fue formado para “juzgar a las personas

presuntamente responsables de violaciones graves de derecho internacional humanitario

cometidas en el territorio de la ex Yugoslavia entre el 1 de enero de 1991 y una fecha que será

determinada por el Consejo después de la restauración de la paz”. Su competencia le

permite juzgar a personas físicas por infracciones graves de los Convenios de Ginebra

de 1949, violaciones a leyes y costumbres de guerra, genocidio y crímenes contra la

humanidad.

Bosnia-Herzegovina está bajo tutela del Consejo de la Unión Europea.

En particular, el Estatuto del TPIY define como “genocidio” a actos cometidos con la

intención de destruir, por completo o en parte, a un grupo nacional, étnico, racial o

religioso. Los actos incluyen: asesinato, lesiones físicas o mentales graves, privación

premeditada de adecuadas condiciones de vida al grupo para provocar su destrucción

física, imponer medidas para prevenir los nacimientos dentro del grupo, el traslado

forzoso de niños de un grupo a otro. Los actos punibles son los tipificados como

“genocidio”, pero también la conspiración y la incitación directa y pública para cometer

genocidio, el intento de cometer genocidio y la complicidad en el genocidio.

El TPIY no tiene un monopolio sobre los delitos cometidos dentro de ese marco, sino

que ejerce su competencia junto a las jurisdicciones nacionales, pero sí tiene primacía

sobre ellas y puede solicitar a una jurisdicción nacional que se declare incompetente si

lo presume necesario.

Dentro del Estatuto, también está estipulado que se juzga a los autores de los

crímenes de manera individual, que no son exonerables en razón de pertenecer al

aparato estatal y que los superiores jerárquicos pueden ser condenados por no haber

prevenido o castigado a quienes materialmente cometieran los crímenes.

El TPIY está compuesto por:

La Oficina del Procurador: independiente del CSNU, de cualquier estado y de

otros órganos de Tribunal, es órgano encargado de la investigación y

acusación ante el tribunal. Se compone de investigadores expertos en materia

penal, analistas militares, juristas, etc. El cargo de Procurador, de cuatro años y

renovable, lo designa el CSNU y actualmente lo ocupa el belga Serge

Brammertz (desde 2008). Según el Estatuto, el Procurador es "responsable de

la instrucción de los expedientes y del ejercicio de la persecución de los

autores de graves violaciones del derecho internacional humanitario cometidas

en el territorio de la ex-Yugoslavia a partir del 1º de enero de 1991".

Las Salas: compuestas por 16 jueces permanentes y otros ad litem2, elegidos

por la Asamblea General de Naciones Unidas. Se dividen en tres Salas de

Primera Instancia y una Sala de Apelaciones, que actúa también para el

Tribunal Penal Internacional para Ruanda. Dado su carácter de segunda

instancia, su función es confirmar, anular o revisar las decisiones de la primera

instancia.

El TPIY sigue el modelo acusatorio, por lo cual los jueces no asisten a las

audiencias públicas para dirigir el proceso, sino que determinan la culpabilidad 2 A los efectos del juicio.

o no del acusado y su sanción. Los mismos jueces redactan y adoptan los

documentos jurídicos en base a los que se realiza el proceso, como el

Reglamento de Procedimiento y Prueba, que es una especie de código de

procedimiento penal.

Los jueces eligen al Presidente y Vicepresidente del TPIY. El primero preside la

Sala de Apelaciones, es responsable de asignar a los jueces de Apelaciones y

de Primera Instancia, y ejerce funciones de coordinación, supervisión y

conducción del Tribunal, además de representarlo en tareas diplomáticas.

Actualmente el presidente es el juez Theodor Meron, quien está en el cargo

desde 2011.

La Secretaría: se encarga de la administración y prestación de servicios al

resto de los miembros del TPIY. Son fundamentales sus tareas para traducir e

interpretar evidencia durante las audiencias y administrar la Unidad de

Detención de Tribunal. El Secretario, Hans Holthuis, acompaña al presidente

en funciones diplomáticas y tiene tareas de comunicación.

Los acusados, una vez detenidos, son transferidos a la Unidad de Detención del TPIY

en La Haya, donde permanecen hasta el fin del procedimiento ante el Tribunal,

cumpliéndose estrictas normas que garantizan la protección de sus derechos

humanos. Allí gozan de rutinas de ejercicio, cuidados médicos, terapias

ocupacionales, condiciones adecuadas para preparar su defensa, visitas, actividades

deportivas, acceso a televisión y prensa de sus países de origen. Esta unidad

carcelaria es sometida a inspecciones frecuentes de agencias externas como la Cruz

Roja Internacional. El primer detenido en la Unidad de Detención fue Duško Tadić en

abril de 1995 y desde entonces más de 180 individuos siguieron el mismo camino.

Una vez dictada una sentencia, la reclusión debe cumplirse en una cárcel de un

Estado designado por el TPIY, de una lista de quienes hayan indicado al CSNU su

voluntad de recibirlos. La cooperación internacional es fundamental para concretar los

arrestos, aportar evidencia y alojar a los condenados. Actualmente, se están

cumpliendo condenas en Italia, Finlandia, Noruega, Suecia, Alemania, Austria,

Francia, Portugal, España y Gran Bretaña.

Al presente, el TPIY ha condenado a más de 150 personas y su tarea continúa. Tres

de los máximos responsables serbios han sido procesados en el Tribunal:

El ex presidente de Yugoslavia Slodoban Milosevic fue detenido en 2001 y se

le inició un proceso por crímenes de guerra, contra la humanidad y genocidio,

pero murió en 2006 sin haber concluido el juicio.

Radovan Karadzic, ex presidente de la República Serbobosnia, fue arrestado

en 2008 y se le acusa genocidio, crímenes contra la humanidad y violación de

las leyes y costumbres de guerra, estando el proceso todavía en curso. Se

juzga su participación en la Masacre de Srebrenica.

Ratko Mladic, ex general en Jefe de las fuerzas armadas de la República

Serbobosnia, fue arrestado en 2011 y se le acusa genocidio, crímenes contra

la humanidad y violación de las leyes y costumbres de guerra, estando el

proceso todavía en curso. Se juzga su participación en la Masacre de

Srebrenica.

El caso Croacia Vs. Serbia en la Corte Internacional de Justicia (CIJ)

En julio de 1999 la República de Croacia inició un proceso ante la CIJ contra la por

entonces República Federal Yugoslava (actuales Serbia y Montenegro), alegando

violaciones a la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de

1948, entre los años 1991 y 1995. Serbia, Estado heredero de Yugoslavia, realizó un

contra reclamo ante la CIJ acusando a Croacia de los mismos cargos por operaciones

militares realizadas en 1995 contra poblaciones serbias. En febrero de 2015 el caso

llego a su fin. La CIJ rechazó las acusaciones mutuas por genocidio.

El presidente de la CIJ, Peter Tomka, señaló que en ninguno de los dos casos se pudo

demostrar que existiera una intención deliberada de acabar con los miembros de un

grupo, física o psicológicamente. Al no encontrar evidencia suficiente en este sentido,

desestimó las acusaciones, pero subrayó la responsabilidad de ambos Estados por no

prevenir las prácticas de limpieza étnica y genocidio que sí fueron comprobadas por la

Corte. El fundamento del fallo se centró en la ausencia de un dolus speicalis, es decir,

de aquella intención genocida que debe estar presente como característica esencial de

este crimen, que lo distingue de otros. Se debe poder demostrar, y no ha sido el caso

para la CIJ, que una persona o Estado cometió el crimen con la intencionalidad

específica de destruir total o parcialmente un grupo concreto.