Ufopress 16 (Abr 1983)

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    UFO PRESSPUBLICACION TRIMESTRALCOMITE DE DIRECCIONGuillermo Carlos RoncoroniA lej andro Csor A gost i ne | |iAlejondro Enrique ChionettiSECRETARIA DE REDACCIONElba Alicio AcostaCOLABORADORESEmilio CaldeuillaHeriberto JonoshRubn Omor MoralesAlan Dauid MarchRubn Oscar Valle

    Editoda y distribuida por CIU-CUFOS Buenos Aires.Direccin Postal:C.C. 26, suc. 251425 Capital FederalRepblica ArgentinaRedoccin y Administrocin:Yerbol 2321, piso 61406 Capital FederalRepblico ArgentinaNmeros de telfono:(A. C. Agostinelli)701-008t /92t-5703Los trobajos firmados son exclusiuo responsabilidad de sus autores.Se permite la reproduccin totol oparcial de los artculos publicadossiempre Que se mencione la fuenle,nmero de edicin y direccin pos-tal. Se agradeceni el enuo de unejemplar.

    abril 1983ao Vl nmero 16

    }IUESTRA PORTADADe izguierda a derecha observamos a1 Dr.Wi1ly Smith, eI Capitn Lima, eI D=. E1-nek,y el Llc. Guillermo Roncoroni, e:: depe;rden-cias de la COMISTON NACIONAL Da ::i.=STIGA -CIONES ESPACIALES, en oportur.:.i" :e Ilevarse a cabo Ia reuni6n del Cfa 12 ie dlciem Ibre del ao prximo pasaCo.

    sullARl0EDITORIALEL CLAMOR DEL SLENCIOpor Alejandro C. AgostineJ.liEL CASO VOMMAROpor Alejandro ChionettiEL CASO IBARLUCEACONSTRUCCION DE UNDETECTOR DE MENTIRASpor Rafael Huerta CuitioHYNEK EN BUENOS AIRESpor Guillermo C. RoncoroniLOS UFOLOGOSpor Luis R. GonzlezSECUESTROS REALES E INACINARIOSpor eI Dr. J. Allen HynekEL CONGRESO DE ROSARIOpor Guillermo C. Roncoroni

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    Las oleadas argentinas y la sugestiva tregua de los OVNI

    EL CLAMOR DEL SILENCIOAlejandro C. AgostinelliQue de un tiempo a esta parte cada vez son me-nos las noticias sobre observaciones de OVNI es un da-to que, por lo menos en 1a Argentina, no pasa desaper-cibido. Cabe admitir -ante Ia silenciosa situaci6n lm-perante- que la forma en que aparecen los OVNf no d,ebeser menos importante que las sugestivas circunstanciasen que el fenmeno gueda cubierto -de un ao para o-tro- por un hermtico manto de silencio.Qu pas con los OVNI durante todo este tiem-po? Dnde se escond el estmulo generador de losi.nformes inexplicables, que constituyen el real fen-meno OVNf?Antes de caer en el desaliento conviene propi-ciar una salida decorosa, aunque esto requiera poneren prctica un poco de buena voluntad. I,a pregunta es:ser que este c1j-ma calmo y de cielo despejado por eJ.que estamos transitando anuncla otro sordo mensaje quetampoco podemos descifrar Y si acordamos que la supo-sicin es acertada: qu clase de informacin se puedeobtener sobre 1o que no se manifiesta?Roberto Rsoli (1) fue quien advirti por pri-mera vez que podra existir algn "messaggio" ocultotras eL brusco eclipse ufolgico vivido en Italia,luego de la oleada de informes - prcticamente mun-dial- de 1978. Llega a la comprometida conclusin se-gn }a cual, "para encontrar una explicacin global a1fen6meno de oleada, Ia hip6tesis psicolgca gue atri-buye tver' OVNIs a la sugestionabilidad colecti.vanunca podr ser v1ida mientras 1as condiciones defondo de 1a existencia del hombre se mantengan inva-riables, a pesar de las fluctuaciones de1 caudal deinformes".La intensa invasi6n de reportes que sacudi aftalia durante septi.embre-octubre de 1978 (particular-mente concentrada en la zona del Adritico Central) le^^:-1- ^1 ^-^1-'^ta peninsular un contraste todava msYtrdto qf qqr rsignifi.cativo cuando cesan casi por completo las de-nuncias de OVNI en L979, aunque -al contrario de lo

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    que sucede habit.ualmente- 1a j.nstrumentaci6n comercialdel tema, en lugar de decrecer, adgui.ria un aumentoprogresivo. El uflogo italiano afirma que los hechoshablan por s mismos. MilIares de personas esparcidasen todo el mundo no pueden de cambiar al unfsono supersonalidad y de la noche a la maana variar su pro-pensi6n de "ver" OVNI, mxime considerando que losfactores socioldgicos que podran favorecer esta ten-dencla todavla no se han apartado.EI "messagfgio" que por ahora encontr Rlsolisirve de soporte para 1os que quieran intentar una ex-plicaci6n flsica (de agente o estmulo externo) al in-cremento repentino de informes OVNI que aparece bajola apariencia de "oleada". El argumento es igualmentepolmico por cuanto existen elementos de juicio paracreer que a fines de 1978 eL clima de psicosis habfaalcanzado niveles alarmantes en Italiai en consecuen-cia, no debera sorprender tanto a Rlsoli que durante1979 el pblico muestre una indiferencia radical res-pecto al tema y el ecllpse de casulstica pueda asl ex-plicarse como un fenmeno de saturaci6n colectiva. (2)Aunque en la Argentina la actividad del fenme-no OVNI no haya sido tan intensa como en Italia, en -se mismo ao 1a popularidad de los OVNI recrudeci6 co-mo no lo habla vuelto a hacer desde hacfa diez aos.En 1978 la evoluci6n de la casulstica a 1o largo delpals fue tan impresionante como la extraordinaria di-fusin que le dispensaron los medos masivos de comu-nicacin a los informes ms llamativos.Hasta el da de hoy no se ha ensayado un estu-dio riguroso y global de esta significativa oleada Ar-gentina, tal vez ms interesante que otras porque e-merge en medio de un complejo mbito social. Debido alconflicto li.mltrofe con Chile, la paz penda de un hi-Io. La enorme expeclativa creada en torno al inminenteestreno de "Encuentros Cercanos del Tercer Tipo" (ju-lio de L978) influa ya antes de ser proyectada. Ladespolitizaci6n editorial hace que gane terreno la 1i-teratura "platilJ-i.sta" (muestra de el1o son 1os ms decien mil ejemplares vendidos de "El TRingulo de lasBermudas") (3). En junio se inaugura en la Argentinae1 Mundial de Ftbol y comienzan a agruparse los fami-liares de vlctimas de la feroz represin llevada a ca-bo por el gobierno militar contra los disidentes delrgimen. Esa era, entonces, la espesa reatidad en laque se insertaba la oleada de 1978.Suena facilista realzar las circunstancias re-feridas a las enormes proporciones de difusin que le

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    entre 1os desPrevenidos) .La oleda de informes de 1968 marc tambin unprecedente pues estuvo acompaada, en forma notable,ior el condicionamiento sociot6gico de l-os- medios ma-sivos, asl como eI entorno generaba el caldo de culti-vo propicio para que se gestara una oleada de informescon-toas las de la 1ey. La humanidad era la especta-dora casi neutral de los preparativos de la llegadade1 hombre a 1a Luna y Ia sociedad en su conjunto cre-fa -o no dejaba de creer- en la posibilidad que luegopas a convertirse en otro lugar comn de los tantosque abundan en la ufologla: "asl como nosotros vamos,otros pueden l-1egar". Nunca volv a darse una oleadamundlal parecida como nunca antes la humanidad estuvoen eI umbral de semejante revolucidn tecnol6gica.Asi es como se llega a l-a conclusi6n segn Iacual la comprobada complejidad de 1os fenmenos quetienen influencia masiva en 1a sociedad tienden a des-cartar de plano -por s solos- toCa exaltacin ufol-gi.ca (ya sea por exceso o por mezquindad) - promovidaesde eI poder poltico de turno. Ellos estn -por 1ogeneral- en otra cosa, y en el caso que nos ocupa, laconspiracin del silencio no es digitada por causasfciles de comprender. Al menos, no Por e1 momento.Los picos mximos de la oleada argentina deLg78 coincidieron con los de la itallana (set-oct),aunque a diferencia de sta ttima -que termin6 conuna abrupta interrupcin de observaciones- 1os infor-mes continuaron ms o menos espordicamente para di-luirse casi por completo tres meses antes que culmineel ao. En l-980 sfo afcanz a destacarse del apaciblemar de fondo eI difundido caso de1 14 de junio (gueresult ser un OVNI bastante parecido a una nube degases de la cuarta etapa def satIite sovitico KOSMOSl-188) (4). En esta instancia, 1a publicidad que 1aprensa J-e otorg aI caso no lleg a sensibilizar a lapoblacin'al punto de crear una oleada de informesfalsos, pero 1a monumental exhibicj.6n de1 episodio yel multitudinario espectro de observadores form unanueva generacin de "creyentes" cuya influencia serdecisiva si es que deseamos atender tambin a las pro-yecciones sociolgicas que estn dentro de1 fenmenoOVNI.

    EI ao 1981 seal un incremento de casos sen-siblemente superior con respecto aI ao anterior, re-cin despus del mes de junio. EI ltimo editorial dePedro Redn confirm que 1a "oleada del sifencio" has-ta ese mes se haba abatido sobre varias partes delmundo. (5)Fi-nal-mente, durante eI ao pasado los "mass me-dia" han estado demasiado ocupados publicando noticj.as

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    Si nos atenemos al presente, hasta el mes de a-bril el fen6meno OVNI a transcurrido sin pena ni g1o-ria por 1a Argentina. Se estarn produciendo obseiva-ciones en zonas geogrficamente aisladas y por ellolas ignoramos? Persistir con mayor nfasis e1 temoraI ridfculo en una poca en que nadie dice ver nadasospechoso en e1 cielo?. Resulta riesgoso, por ejem-p1o, asegurar que el fenmeno OVNf ha dejado de mani-festarse por eI simple hecho de que los medios de co-municaci6n ya no se ocupan de 1. De1 mismo modo queatenta contra el sentido comn sostener que estamosante una indudable "oleada de OVNIs" cuando 1os mediosmasivos difunden a diario aluviones de nuevas denun-cias y todo el mundo no hace ms que hablar de eso. Locierto es eu, para comprender esa especial "lgica"que domina al fenmeno OVNI, habr gue comenzar acuestionarse 1os aspectos menos aparentes si es guedeseamos IIegar a alguna parte.Cuando se consiga prescindir de 1os recortes deprensa, por ejemplor pra' saber dnde, quin y cmo sevo un fenmeno areo no convencional, sin duda se ha-br dado un gran paso al frente. Una soluci6n razona-ble serla promover a travs de distintos conductos dedifusin 1a existencia de un nico organi-smo nacional

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    EL CASO VOMMAROUNA TELEPORTACION ? Alejandro Chionetti

    El caso que vamos a presentar acontinuacin cierra "casufsticamen-te" el flap de la noche de1 11 defebrero de 1980, siendo este sucesoel de mayor lndice de extraeza detodos los picos de 1a trayectoriafenomnica de esa jornada.Adems de estar totalmente em-parentado con el caso Capponeto (1),presenta particularidades que 1oaislan parci.almente de las m1tip1esmanifestaciones de Ia noche de 11 defebrero.A nuestro entender, 1o sucedidoa Carlos Vommaro (22 aos), podrlaevidenciar cierta progresi-n e acer-camiento de1 raid fenomnico de esafecha.No tenemos noticias, pese a ha-ber recorrido e investigado a lolargo de las zonas nodulares delflap -que cubrieron particularmente1as zonas precordilleranas de lasprovincias de Neuqun y Ro Negro-de incidentes de mayor lndiee de ex-traeza o casos de CEfII sue acae-cieran aquel 11 de febrero.-PROLEGOMENOSEsa jornada, un viento prove-niente del suroeste azot la zonadel AIto ValLe de Rlo Negro, a lolargo de Ia ruta nacional 22.Esa ruta proviene de 1a ciudadbonaerense de Bahfa Blanca y atra-viesa la localidad de fngenieroHuergo y ViIla Reginar prd luegoarribar a 1a ciudad de General Roca.La ciudad de Ingeniero lluergose distancia de Buenos Aires aproxi-

    UBICACION GEOGRAFICA DEL CASOmadamente unos 1150 kif6metros, de-solados e interminables.La regin es particuJ.armentefrutlcola, abundando los manzanaresy los perales, aunque no faltan los.focos agrarios y vitivinicultores.La mayorfa de los habitantes dela zona se dedican a 1as tareas de1agro y son generalmente inmigranteso hijos de i.nmigrantes italianos yespaoles, en su j.nmensa mavorfa.El paisaje es mon6tono al estarconformado por largas y uniforrnes a-lamedasr fruy tiles :ara :rotcger alas plantaciones de rboles frutalesde los i.ntensos vientos que general-mente baten 1a zona.La regi6n es frfa en invierno vbastante calidad y seca en la primalvera y verano.

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    UNA LUZ DETRAS DE LAS ALAMEDASDespus de finalizar una cenaen la casa de su novia, Carlos Vo-nmaro decidi regresar a su casa,ubicada en la chacra vecina (1a n-mero 410) a unos 1500 metros de dis-tancia.Eran las 22:00 horas del 11 defebrero de 1980. El cielo estaba os-curo y soplaba un fuerte viento, ghacfa cabecear a las alamedas quebordean la ruta nacional 22.Sin ms, Vommaro abandon lavivienda de su novia con rumbo oes-te, para doblar hacia eI norte poreI camino de Lierra que 1o conduci-rfa a su hogar, luego de atravesaruna acequia del sistema de riego deIa zona.Pese al fuerte viento reinanteel Ford Falcon modelo 73 respondiperfectamente y 1o condujo entre lososcilantes paredones de lamos.Habiendo recorrido unos tres-cientos metros Vommaro perciber so-bre la izquierda de su vehlculo, unfuerte resplandor blanquecino azula-do. Primero piensa que se trata dela i.Iuminacin de las instalacionesde un frigorlfico que existe a esaaltura de la ruta aunque ms al oes-t, por 1o que no le da mayor impor-lancia al incidente.Unos metros ms adelante, elresplandor parec16 hacerse ms in-tenso, siendo ya suficiente para i-luminar Ia zona circundante y recor-tar sobre el camino la sombra de Ios1amos.Las alamedas se espaciaron alllegar a una plantaci6n de perales,y a partir de alll Vommaro obtuvoun ensanchamiento de su campo visualy pudo percibir entonces eI fen6me-no.PERCEPCION DEL FENOMENO LUMINOSOLa luminosidad tenla la formado unr "oIc", scparada lcvenront,c deuna forma luminosa rectangular, como

    una pantalla o un "televisor',, segnlas propias palabras de1 testigo, yeI conjunto luminoso avanzaba para-l-elo a1 camino y en la misma direc-cin que eI testigo, aunque levemen-te replegado.La "ele" estaba definida porbordes nebulosos y a su vez lumino-sos, pero de una luz como reflejada(no emitida). Estos bordes, como deniebla o humo, bordeaban una especiede eje o hendidura menos briltante,como si la misma parte nebulosa semetiera hacia adentro, se hundiera.En el vrtice de Ia "ele" podia ob-servarse una especi.e de "estre11a",mucho'irs luminosa que el conjunto.Un reborde nebuloso tambin ro-deaba al rectngulo, que estaba se-parado -a entender de Vommaro- de 1a"ele" l-uminosa por medio metro o me-nos. El rectngulo luminoso presen-taba, en sus bordes, una especie dehendidura, similar a 1a que podfaobservarse en la "e1e".Las dimensiones de1 rectngulo,segn e1 testigo, eran de 40 por 50centmetros y las de la "ele" lumi-nosa, 2 metros de altura por L,75metros de ancho. (ver Figura I)Tras unos segundos de perpleji-dad, Vonrnaro comprendid que lo queestaba observando excedla toda in-terpretaci6n, y pens que otros Een-dran que ver1o, especialmente suspadres y sus hermanos, pues diflcil-mente alguien podria creerle cuando. Ies relata lo que habia observado.Estaba a ms de 1000 metros de suchacra, y todavfa debla aLravesar Iaacequia nmero siete y doblar haciala derecha.El objeto estaba totalmente pa-ralelo a unos doscientos met,ros dela posici6n del testigo, y a unostreinta metros de altura. Vommarodecidl, entonces, aumcntar eI rit.mode marcha de su autom6viL y coloc61a segunda velocidad. E1 velocfmetromarcaba 60 kil6metros por hora.Y, cntonces, cI vacfo, Ia oscu-ridad, la nada...I

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    DE REGRESO AL ESTADO CONSCIENTELo primero que vi6 y sinti fuesu apoyo sobre el volante y sus ma-nos y antebrazos dentro de ste.Luego vi6 Ia luz, ms cercana,cas arriba suyo. Observa gue 10 ro-dea. No se ubica, se siente "f1ojo"y debilitado.La 1uz est allf arriba, a unostreinta metros de altura, como "pe-gada aI parabrisas, como una caLco-manfa". De 1a zona det rectnguloluminoso (eI "televisor" ) sale unhaz de 1uz que se va ensanchando amedida que se aleja de la fuente e-misora. Este haz baa el coche, perosin baar su interior. El haz lumi-noso es ms intenso y ntido en sunaciente, y ms tenue en las proxi-midades del automvil.

    A esta altura, e1 pnico ha he-cho presa del testigo, qui.en se haorinado a causa del miedo, un miedocomo nunca haba experimentado ensus 22 aos de vida.Casi desesperado sale de su au-tomvil con Ia idea de buscar ayuda.Pero la ruta 22 est desierta.Tras algunos minutos se acercaun automvil en direccin a GeneralRoca. Vommaro le hace seas frenti-camente. Unos metros ms adelante sedeLiene Iuego de aminorar Ia marcha,pero de inmediato arranca...'ta1 vezal observar 1o que penda sobre lacabeza de Vommaro.En esos momentos Carlos Vounaroobserva su reloj: las 23 horas; hatranscurrido casi una hora desde sudesvanecimiento.Trata de ubiearse y cae en 1acuenta que se ha1la en las afuerasde Cervantesr un pueblo ubicado ams de 15 kildmetros de la 1timaposicin que recuerda antes de haberperdido eI conocimiento, en un cami-no de tierra a pocos metros de laruta 22.EJ- testigo revisa el automvil;parece no haber sufrido dao alguno.Sc introducc en 61, 1o ponc en mar-cha y vira, para tomar la ruta 22 en

    direcci6n a Ia comisarla de Cervan-tes. En en corto trayecto, al reto-mar Ia ruta 22, el testigo observapor e} espejo retrovisor insistente-mente, temeroso de que ]a luz an 1opersiga. Pero observa que la,,el_e"comienza a desplazarse hacia el nor-oeste.A los pocos minutos Vounaro a-rriba a Cervantes, y aun a1ll puedeobservar todavia el resplandor delobjeto detrs de l-as al-amedas.En 1a comsaria de Cervantes,Carlos Vommaro relat su ins6litaexperienci- y, como suele suceder enestos casos, el personal polcial no1o tom demasiado en serio, solici-tndole de inmediato que se identi-ficara... mientras el No Identifi-cado se perdfa en 1a lejanlal.

    Agitado, desesperado, Vomnarodeseaba que algu-en compart.iera loque 1 haba visto. Pasaron los minutos, qunce o veinte, hasta que dis-pusieron 1a salida de una patrullaacompaando a Vommaro. No enconEra-ron nada.Cuando se hubo desligado de lasautoridades, Vommaro sinti Ia irre-frenable ansiedad caracterstica enlos casos de secuestros y teleporta-ciones: NARRAR LO SUCEDIDO.A gran velocidad regres6 a lachacra. A1 llegar le extra que susperros no salieran a su paso, a re-cibirlo. Por eI contrario, Ios ani-males lo desconocieron.T,o recibi su madre, llorandopues temia que su hijo hubiera su-frido un accidente. Vommaro necesi-taba hablar con su padre y narrarle1o sucedido; 1o despert6 y, junto asu cama, 1e re1at6 su aterradora a-ventura.Esa noche Carlos Vorrunaro casino pudo conciliar eI sueo. Recinpudo dormirse aLrededor de 1as cincode la madrugada. A1 otro dla se des-pert6 muy tarde, cerca de 1as once.El 12 de febrero Carlos se sin-ti desganado y debilitado, casj. sinfuerzas, y con dolores }umbares.9

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    '1,75 r,[uCARLOS VOMMARO GRAFICO I

    GRAFICO DE PLANTA DEL SITIO DEL INCIDENTE10

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    A - lrrupcln dal 0Vt{l (22:05 hs)I - Frigorlflco2 - Lugar donde \/omaro plerdeel conoclmiento3 - Canal/acequiaB - Lugar dondc Vomaro recobra elconocimiento4 - Tryectorl del oVNl

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    Ese da, tambin fal16 eI motordel Ford Falcon, aunque la anomalfapudo ser detectada y result6 ser a1-go completamente normal.EL TESTIGO: ANTES Y DESPUESA parte de un hecho relacionadocon una cadena y medalla religiosaque Carlos Vonmaro se saca el da desu "teleportacin", hay varios suce-sos gu, al parecer de quien estoescri.be, pueden tener alguna rela-cin con eI incidente de la nochedel l-l- de febrero de 1980.Los gue tuvieron la oportunidadde entrevistar a Vounaro luego de suexperiencia nunca imaginaron que ha-ba sido testigo de manifestacj.onesde OVNI en otras ocasiones. Y no ha-bfa sido testigo nico.En eI invierno de 1976, cuandocontaba con 18 aos, Carlos, otrosjvenes de las chacras y su propiafamilia, haba observado una especiede cfrcul-o en forma de luna de polosachatados, sobrevolando los campos abaja altura y en trayectoria parab-lica. Vommaro recuerda que, tanto 1como sus padres, se haban atemorj.-zado ante la manifestaci_n.Siendo ms pequeo, recuerda,tambin observ "estrellas que seencendlan sobre los campos" r"-cuandocon sus amigos sa1an por Ia nochesa cazar perdices.De sus sueos recuerda poco.Nunca ha soado con OVNI ni con "co-sas raras", segn sus propias pala-bras. Ni an despus de la t,raumti-ca noche del 11- de febrero. Aunquesi recuerda algunas pesadillas delos meses posteriores al incident.e.El tema recurrente es un sueoen e1 que 1 se encuentra nadandonormalmente en un estanque y, de im-proviso, se hunde o es atacado porun enemigo invisible, desconocdo.Ha soado, tambinr con una Ia-guna verde a Ia que va a nadar. Todoall I es vorde; el agua r:ecubLerta domoho y sobre una especie de rfo o a-

    cequia, hay un puente tambin verde,recubiert.o de musgo. AI nadar en l-alaguna se 1e aparecfa un cocodriloque intenta atacarlo, y Carlos esca-paba subiendo a un tronco quedando,con sus pies colgando. El cocodrilollegaba hasta 1 y 1e moidla el pie.Otro de 1os sueos de CarlosVommaro lo colocaba en peligror n-frentado a t'matones", en una especiede pelea, como l- mismo 1o defin6.A1 da siguiente del suceso a-qu narrado, Vonmaro estaba traba-jando con el tractor cuando, impre-vistamente, vio venir corriendo auna liebre que -literalmente- se a-rroj bajo las ruedas del tractor."Qued realmente afectado", lo dijo,"fue como si. se hubiera suicidado".El invierno de 1981 present6 enIa zona varios avistajes, siendo unode e1los testificado por Vommaro.Junto con unos amigos, y a bor-do del Ford Falcon que fue partlcipede 1a teleportacin, observaron en1as cercanlas de General Roca, unresplandor naranja. Era un viernes,cerca de las 23 horas. pensaron quese trataba de un omnibus de Ia firmaDe1 Valle. Continuaron avanzando,pensando gue iban a tener una mejorvi.sin de 1a fuente del resplandor,hasta gue observaron una especie decpu1a naranja, intensar eu descen-da rpidamente como una puesta desol vertiginosa o "como un globo quese desinfla", segn la definici6nde1 testigo. Todo dur escasos minu-tos, quedando en e1 cielo un tenueresplandor.Para finalizar, debemos desta-car que Vommaro siente temor por losucedido hace ya tres aos y que, apartir del inci.dente protagonizadopor Fattorel (1), sus temores y re-cuerdos se han avivado notablemente.Entiendo que parte de las reac-ciones posteriores de Vommaro son deun cl-aro sentimiento de culpa, cuyacausa puede retrotraerse a los dfasanteriores a1 suceso y 1a cual des-conocemos, autlque estlmanos que po-drfa estar referida a una disrupcin

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    en su ncleo familiar, ms exacta-mente en 1a relaci6n materno-pater-na. Sin embargo no dudamos sobre laveraci.dad del testimonio de CarlosVommaro, en virtud de su personali-dad y de Ia solidez de su histora,puesta a prueba en numerosos inte-rrogatorios a los que fue sometidodurante 1a investigaci6n del inci-dente, 1os cuales soport con estoi-cismo -pese a que el recuerdo delhecho no le era exactamente grato- ypas airosamente, sin incurrir encontradicci.ones .Carlos Vommaro fue protagonistade un hecho ins6lito el 11 de febre-ro de 1980, hecho cuya verdadera na-

    turaleza ignoramos, ycualquer explicaci6npueda imaginarse.REFERENCIAS

    que desaflaracional que

    (1) El incidente protagonizado porFattorel tuvo lugar eI 18 de febrerode 1982, dos aos despus de los he-chos aqul relatados. Si bien el casode Fattorel alcanz gran notoriedaden su momento, no puede decirse 1omismo respecto del caso protagoniza-do por Vommaror gu pas6 inadvertidopara la prensa. Los detalles deI ca-so Fattorel fueron publicados en laedicin nmero 15 de UFO PRESS.

    NUESTRA PROXIMA EDICION, .,La edicin L7 de nuestra publicaci6n trimestral-UFO PRESS, ser distribulda en el curso de la segunda quincena de1 prxj-mo mes de julio e incluir, etre otras notas de inters, los s j-gul'-entes artf cul

    los:- DISCUSION DE LA HIPOTESIS EXTRATERRTSTREpor el Dr. J. Allen Hynek. ATERRIZAJE CON HUILLAS EN MTNDOZApor Daniel Rojo y Daniel l4oreno (Grupo CICE)- EL ATERRIZAJE DE TREVELINpor Guillermo Carlos Roncoroni- LA ESFERA LUMINOSA DE CHAPADMALALpor Alejandro C. Agostinelli

    RESERVE AHORA SU EJEMPLAR12

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    TORBELLINO PROVOCADO POR UN OVNI?EL CASO IBARLUCEA

    El L1 de diciembre de l98L tuvolugar en Ibarlucea, localidad sj-tua-da a l-0 kilmetros al noroeste deRosario, un extrao suceso que -adi.ferencj-a de sus principales prota-gonistas principales- 1os medios dedifusi6n santafesnos no vaciLaronen relacionarlo con 1a presencia deObjetos Voladores No ldentificados.Alrededor de las 20:20 horas,los cuidadores del residencial cani-no "Narices Fras", eI Sr. Juan R.Vergara (31) y eI Sr. {aurici.o R.Godoy (38), terminaban de prepararlas mesas ya dispuestas en e1 parquede la finca, con el objeto de cele-brar una cena a Ia que concurriranamistades del dueo del estableci-miento rura1, el Sr. Jorge Capra.Estaban ocupados en esos prepa-rativos cuando ven acercase a un a-migo que vj.ene con su caballo lanza-do a1 galope, para detenerse luegofrente a1 portn principal de 1a re-sidencia, a dnde estos Vergara yGodoy acuden a saludarlo.

    14ientras conversaban sobre te-mas varios en eI umbral de Ia puer-td. perciben un extrao estruendo asus espaldas (comparado tambin conun "sonido grave") y advierten unrepentino movimiento de ramas. Asfes como ven que un grupo de nueveeucalfptus (de 50 metros de altura),que momentos antes estaban en reposoabsoluto, se agita vi-olentamente co-mo si se hubiera introducido en elepcentro de un torbellino. Los r-boles, situados a unos veinte metrosdel grupo de testigos, giraban ensentido contrario al de 1as agujasde un reloj. Uno de los observadores

    manifest6 que que los eucalfptus ex-tremos de1 montecito (un poco msaltos que e1 resto) inclinaban suscopas hacia adentro, toda vez que elconjunto se hamacaba ostensiblemen-t, llegando a dar la impresin deque "irian a voltearse". Este fen6-meno dur poco menos de un minuto y,cuando 1os eucaliptus ya empezaban adetenerse (regresando a 1a posicinnormal), los testigos dicen habersentido a sus cuerpos corno si fueranenvueltos por una ola de aire ca-liente. En sus propias palabras:"Como cuando uno habre 1a puerta delhorno a todo 1o que da". En ese ins-tante recordaron que hablan dejadosi-n retencin alguna a los m.anteles,por 1o que se aprestaron a ordenarlas mesas. Para sorpresa de ambos,todo estaba en su 1ugar, y se dieroncuenta que todo 1o que se haba mo-vido era eI monte de eucalfptus ygue 1a serenidad de la noche conti-nuaba siendo 1a misma de minutosantes.

    Poco despus 11e96 el dueo delestablecimiento, quien les preguntansiosamente a sus empleados si ha-ban visto 1o gue 1 y su amigo ElioMico haban observado desde e1 auto-mvi1 mientras se diriglan hacia Iafinca, aproxmadamente un kilmetroantes de llegar. Tanto Vergara comoGodoy aseguran no haber visto fen6-meno areo alguno, saLvo el inexpLi-cable alboroto de los rboles y 1aintensa ola de ca1or. Pero l.ico yCapra aseguran haber observado comodos luces doradas de un intenso res-plandor se hablan posado sobre 1oseucalfptrs, que rodean el- frente del

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    BoIETIN METEoROIoGICO (viernes 1 1/ 12/a1Preein atnosfrica 756,2 nn YIE{TOS CAIMOS

    PARCIATMENTENUBIADO

    ternperatura 24,8 gradosTeneln del vapor 21.2Humedad elatlvadef ambiente 74o/oV1sibllldad 15 kn.Mxima de1 dlaMlnlma del dia tog (1z.zo ns. 1r,gg (5.55 he. )

    r--.---Jt!l,;It--\l ITIi l- --', r-ttit r'\*,lr,' ^,X.-' \-ft---

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    &\\% @\6'# rliREFERENCTAS1- Bosque deorrnal in|-rrc2- Posici6n de lostestigos3- QuinchoLa fecha indica Iadireccin desde Iaque Capra se diriglaa su establecimiento

    aeAa=- eee e

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    establecimiento de su propiedadr pu-diendo asimismo notar "Ia comba" de2 o 3 de los rboles de mayor altu-ra. ( 1)Otro testimonio -esta vez inde-pendiente de1 residencial "NaricesFrfas"- tambin hace referencia a 1asupuesta presencia de OVNI en la zo-na. EI Sr. Prado se hallaba pescan-do ranas en un arroyo de las cerca-nfas, junto a su hijo Horacio y otroamigo, cuando observan sobre el mis-mo grupo de rboles un objeto conuna potente luz pl-ateada, de mayoresproporciones que 1as del lucero ma-tutino (Venus), aunque -segn afir-maron- sta lleg a encandilarlos.El Sr. Prado afirm no haberobservado en ningn momento el albo-roto de 1os rboles que supuestamen-te se encontraban debajo de aquellaLuz, tal como 1o aseguraron los o-tros testigos. (2)Por otra parte, fue posible a-veriguar gue otros testigos indepen-dientes corroboraron 1a presencia de"un globo de luz fuerte, como la deun tubo fluorescentet', que se posabasobre un eucallptus durante algunossegundos. Varios testimonios coinci-den en sealar que Ia direccin porIa que se march el objeto era el-Oeste. Entre los testigos tambin secuentan dos policasr no de 1oscuales pertenece a la Comisara 1ra.de Ibarlucea (3). Cabe agregar que1os cuidadores del residencial "Na-rices Frlas" pudieron no haber dis-tinguido el OVNI (de haber ste e-xistido) por cuanto Ia copa de 1aarboleda, desde la posicin en quese encontraban, los obligaba a ele-var la vsta entre 60 y 70oi en con-secuencia, es perfectamente posibleque el fen6meno haya quedado fueradel alcance visual de los seoresVergara y Godoy.La investigaci6n de campo fuellevada a cabo apenas seis horasdespus de producirse eI hecho. Conun pequeo binocular fueron examina-das las ramas gue crecen en la copa

    de ]os eucalfptus pero no logramosdetectar ninguna anomalfa digna deser destacada. 561o habfa una ramaquebrada que -segn Vergara- fuedescubierta con posterioridad a Iamani-festaci6n de1 fen6meno. No obs-tante, el propietario de1 estable-cimiento no consider6 prudente ln-tentar extraer la rama debido a gueen ese momento lloviznaba y el tron-co se hallaba muy resbaladizo comopara treparlo. Fue una 1stima, yaque de ese modo se hubiera consegui-do profundizar el estudio, buscandoposibles evidencias flsicas gue tes-timoniaran 1o que en realidad hablaacontecido.Posteriormente, consultamos alSIM (Servicio de Informaciones Me-teorolgicas) con el objeto de ave-riguar si en ese lugar y a esa horapudieron manifestarse torbellinos deaire o cualguier otro tipo de per-turbaci6n atrnosfrica, que se hubie-ra caracterizado por un desplaza-miento de aire caliente en sentidoinverso al de las agujas del reloj.Sin embargo, las condicj.ones meteo-ro169icas fueron ptimas (30'C, cie-1o despejado, sin vientos) y la pro-bablidad de que se produjera un fe-nmeno climtico que escapara delcontrol de SMN (Servicio lleteoro]6-gico Nacional) era prcticamente nu-la.REFERENCTAS(1) Comunicacin de1 seor Rinaldidel. 28/L/B]-.(2\ Idem, de]- L4/2/8t.(3) Comunicacin del seor Anado Es-candar deJ- L5/L/9L.

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    CONSTRUCCION DE UN DETECTOR DE MENTIRASRafael Huerta Cuitio

    Bajo este sugestivo ttulo presento laconstruccin de un circuito electrnicoapropiado para la investigacin OVNI.S. realizacin es econmica, siendo steun aparatito de gran fiabilidad. Este cir-cuito permitir completar el contactocon un testigo de preseunta obserr,acnOVNI, y se empleard fundamentalmenteen aquellos sucesos de elevado ndice deextraeza, as como en aquellos de redu-cida crediblidad. (Se puede emplear entestigos de aterriza jes, observacin detripulantes, etc.) La construccin de estesimple detector es sorprendente, no slopor la sencillez de montaje, sino por sugran eficacia y su sencillez de ajuste.Un proyecto excelente para corroborarla autenticidad de la narracin del testi-go de OVNI.Descripcin y funcionamientodel circuitoLos detectores de mentiras se basan porlo general en el hecho de que la resisten-cia de la piel de una persona decrece du-rante los momentos de agitacin emo-cional como por ejemplo cuando cons-cientemente se cuenta una mentira. Par-tiendo de este princpio y con la finali-dad de la investigacin, el circuito de lafigura 1 muestra un "detector de falsostestimonios" de construccin muy senci-lla consistente en un hmetro no linealdiseado para la mxima sensibilidad alas rariaciones relativas de resistencia apartir de un valor previamente estableci-do.Los potencimetros de ajuste de polari-zacin (5 Kn) y de sensibildad (25 Ko)permiten la calibracin del detector paracada persona en particular mientras quelos electrodos, discos de cobre sujetos alas yemas de los dedos de la persona in-terrogada, sirven para captar los cambios

    en la resistencia de la piel. Puede utilizar-se cualquier pareja de transistores NpN-PNP de seal dbil.La polarizacin de la base de TR1 quedafijada por el divisor de tensin constitui-do por el potencimetro de 5 K y por laresistencia de la propia piel del sujeto ba-j prueba. La corriente de colector resul-tante ocasiona una cada de tensin en elpotencmetro de 25 K que sirve depolarizacin a la base de TR2 siempreque sea . suficientemente elerada paravencer la tensin de ruptura del diodozener D-zl. El ajuste de los dos potenci-metros se llera a cabo cuando la personabajo prueba se halla en calma y de mane-ra tal que la cada de tensin en el poten-cimetro de sensibilidad sea justamenteigual a la tensin zenor del Dz. Una vezque el detector ha sido ajustado, se inte-rroga al sujeto: cualquier disminucin dela resstencia de su piel da ocasin al au-mento de la polarizacin consecuente deTR2, con lo que se dispara la corrientede colector de este ltimo que impulsa ala agu ja del instrumento de meotoa(Amp.) que experimenta en consecuen-cia un movimiento rpido hacia el topede la escala.Los electrodos son pequeos discos decobre que se sujetan a los dedos ndice ymedio de la persona interrogada y unavez que se han humedecido, con la ayudade un poco de esparadrapo suficiente-mente apretado para mantener un buencontacto entre electrodo y piel pero nodemasiado tenso para que no impida lacirculacin sangu nea normal por los de-dos. Realizada esta operacin se ajusta elpotencimetro de 5 K hasta que la agu-ja del instrurnento seala una posicincomprendida entre un dcimo y un ter-cio de la escala de lectura (fig. 2). Secontna con el ajuste suave del poten-cimetro de 25 K al tiempo que se co-16

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    TR2DZ7

    E LE CTRODOSTR]

    Fis.AMP

    l: ESQUEMA ELECTRIC0 DEL DlSP0SlTlV0mienza a realizar la encuesta al testigo'Con este ltimo potencimetro ajustadoconvenientemente, la aguja del instru-mento slo debe alcanzar el tope de'esca-la cuando el sujeto est sumamente exc-tado o est mintiendo.Es posible que antes de poder realizar unajuste perfecto se requiere cierta prcticaexperimental.El detector puede alimentarse directa-mente de red con el empleo del sencilloalimentador que muestra la figura 3.Lista de componentesR1 = 10K.n114W 5R2= 2700" "

    R3 : Potencimetro de variacin linealde 25KrrR4 : Potencimetro de variacin lineal5K -oTR1 : Transistor NPN SC147T'hZ: " PNP Sc157DZl : Diodo zener (4,7 v. - 1W.)AMP = Miliampermetro C.C. de 1mA.fondo de escalaSl - Interruptor.Alimentacin = 9 V c.c.(pila)Varios = I placa uniprint tipo 10;1 caja de plstico;Hielo de conexin, etc.

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    r tg. FUENTE DE ALIMENTACION

    Tl : Transformador de alimentacincon primario de 22O V c.c. y secun-dario para corriente de 50mA y ten-sin de 6,3 V c.a.D = Dodo rectificador tipo 1N 4007C 1 = Condensador electroltico de 100 AF/15V. /R5 = 1oorllw.

    Realizacin prcticaLa realizacin prctica de este disposti-vo se ha llevado a cabo utilizando unaplaca uniprint. Sin embargo, puede em-plearse cualquier otro mtodo, ya que ladistribucin de los componentes no escrtica. En la figura 4 se reproduce el as-pecto de la placa uniprint vista por el la-do de las tiras de cobre impresas.En lo que se refiere a los diodos soncomponentes polarizados que deben serintroducidos en el circuito impreso segnun sentido preciso. respetando el anillode referenca indicador del ctodo.Lo mismo ocurre con C1, hay que respe-tar su polaridad que viene indicada en elcomponente.En cuanto a los transistores necesariospara este dispositivo no son elementos

    FiS. 2: Ajuste de aguja(potencimetro 5 K)crtcos. Hemos utilizado para TR1 el*,147 y para el TR2 el SC157. Tambinpodemos emplear el BCS48 (NpN) y el8C557 (PNP) o emplearcualquier parejade ellos en sealdbil.Contenedor.Se trata de un equipo experimental V porlo tanto .no se ha previsto nnguna iaja ocontenedor para el mismo.Se puede fabricar una en pldstico, made-

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    ra o metal situando en su oarte frontal elinstrumento indicador, ls potencime-tros de ajuste y sensibilidad y el interrup-to r.ConclusinEste circuito puede que sea complicadopara algunos lectores; no obstante, si-guiendo las indicaciones que hemos he-cho a lo largo de este art culo, as comoobservando debidamente las figuras delmismo, creemos que muchas dificultadesque aparecen a simple vista quedarn re-sueltas de inmediato. De no ser as rueqoque Vd. se pongan en contacto a travsde uF0 PRESS con nosotros.Agradezco la ayuda prestada por RafaelJurado en el diseo y planificacin delpresente escrito.DETECTOR DE MENTIRAS CONcrRcurTo TNTEGRADO WA741l - tlComo complemento al anterior trabajo,presento -en la figura 5- el esguemaelectrnico del detector, funcionando enla forma usual: midendo la resistenciade la piel. Por ello, no constituye ningu-na innovacin, pero en comparacin conel diseo del anterior ofrece varias mejo-ras muy tiles. En este circuito, de gransensibilidad, se han aprovechado al mxi-mo las ventajas de los antplificadoresoperacionales.El detector funciona de manera comple-tamente smtrca y, por tanto, se nece-sitan dos bateras de alimentacin. Deacuerdo con las legislaciones de algunospases, no debe ser mayor de 2V.,de ma-nera que a la entrada del puente de medi-da se aplica una tensin de referencia nomayor de 1,2V. Como la resistencia de lapiel humana suele ser de 50K o menor, latensin entre electrodos ser de 0,6V.corno mximo. El ajuste del puente demedida tiene la ventaja adicional de quela tensin de referencia es independientede la tensin de la batera. Para disponerde una amplifcacin suficientemente

    Fg.' 4: Plaqueta truniprnttlelevada, la amplificacin suficientementeelevada, la amplificacin total en el de-tector debe ser como mnimo de 10.000.En consecuencia, despus del puente hayotro amplificador operacional con el quese obtiene una amplificacin total de250.000. Con el potencimetro tndemo doble de 500K, la amplificacin pue-de ajustarse entre 0 y el mximo mencio-nado anteriormente.El potencimetro de 100K sirve paraajustar la sensibilidad del instrumento demedida de bobina mvil. Por tanto, coneste potenc. el puente de entrada se dese-quilibra completamente hacia un lado yal otro, al mismo tiempo que se puedeajustar la deflexin positiva y negativadel instrumento al mximo. Si se desea,el potencimetro de ajuste puede susti-tuirse posterormente por una ressten-cia fija.

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    ooorV

    Fs. 5: ESQUEMA EtECTRONICO DEL OtspOslTlV0ComponentesEn cuanto a los componentes, vienen to*-dos con sus valores en la figura 5 a cort-tinuacin se da una lista para su adquisi-cin en cualquier comercio especializadoen la rama elctricaelectrnica:Lista de componentes:- Resistencias:3 resist. de 47KlL Todas las resistencas2 resist. de 470K-o de 114 W. 5%4 resist. de 1 K -a de carbn.-Potencimetros:Potenc. de variacin lineal de.100K-oPontec. de ajuste de 100K -rPontec. Tndem de rrariacin logartmicade 500K r

    -Condensadores:Condensador de 0,1., F, poliester 160V.'./-Diodos:2 diodos tipo 1N4148-t.c.:1.C.1 : 1.C.2 = Circuito nteg.operacio-nal* A7 41 - dual-i n J ine-Microampermetro escala 1 000-1 00A-Alimentacin: 2 pilas de 9V. cada una(pila 1, pila 2)-Varios: 1 placa unipirnt 2,54; electro-dos: dos pequeos discos de cobre;hilo de conexin, etc.

    Rafae! Huerta Cofio

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    DICIEMBRE DE 1982HYNEK EN BUENOS AIRESGuillermo C. RoncoroniA mediados del pasado mes dediciembre de 1982, los Drs. J. AllenIlynek y l{il1.y Smith visitaron Arqcn-Lina y, ms precisi-rncnte, Ia ciudadde Buenos Aires, cumplimentando unaintensa fabor en l-o concerniente a1a toma de contacto con investigado-res, prensa escrita y televisiva ytfundamentalmente, 1a organizaci6n de

    ]a filial del Center for UFO Studiesen Buenos Aires.He aqu un breve resumen de laactividad llevada a cabo por nues-tros visitantes y que afecta funda-mentalmente aI futuro de la ufolo

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    DE REGRESO EN BUENOS AIRESEI domingo 12 a las ocho de lamaana, y sin haber tenido oportuni-dad de descansar, partimos de Rosa-rio rumbo a Buenos Aires en mi auto-mvi1.Las tres horas de viaje se hi-cieron realmente cortasr 1ra eue du-rante 1 mi-smo no cesamos de inter-cambiar ideas e informacin acercadel fenmeno cuya investigacidn nosocupa. Y ello pese aI agotamientoque demostraban Hynek y Smith, que-nes prcticemente no habfan dormido1a noche anteri.or.Final-mente arribamos a BuenosAires, y luego de un rpdo almuerzotodos tuvimos 1a oportunidad (iporfinl ) de descansar.Por Ia tarde, realizamos unapr j.mer reuni6n de traba jo, con 1aparticipacin de Alan March, dedica-da a evaluar la posibilidad de adap-tar nuestro sistema computarizado alas necesidades globales de CUFOS,1a futura organizacin de CUFOS enBuenos Aires y 1a edici6n castellanade1 INTERNACIONAL UFO REPORTBR. Enlos prximos meses comenzarn a ver-se los primeros frutos de esa y o-tras reuniones desarrolladas en Bue-nos Aires.Finalmente, por la nocher sdesarrollo una importante reunin enel domicilio de Eduardo Azcuy, a laque asistieron el Prof. Oscar Sarde-lla, eI Capitn Omar Pagani (quiendurante ms de una dcada tuvo a sucargo 1a investigaci.n oficial delfen6meno OVNI para nuestra Marina),e1 Arquitecto Roberto Banchsr AlanMarch, Alejandro Chionetti, Hynek,Smith y quien esto escribe. Durantems de cuatro horas discutimos 1asdversas caracterfsticas de 1as ma-nifestaciones de OVNI asf como elposible origen y 1a naturaleza delfenmeno, reiterndose 1a necesidadde abordar 1a temtica con un es-trcto y riguroso mtodo cientffico,fundamentalmente Iiberado de postu-ras prejuiciosas.

    UN DIA DEDICADO A LA PRENSAEI lunes 13 fue un dla casi en-teramente dedicado a tomar contactocon 1os diversos medios de informa-cin, gue en los dias anteriores ala llegada de Smith y Hynek hablanmanifestado inters en mantener en-trevistas con nuestros visitantes.Por 1a maana concurrimos alprestigioso peridico La prensa,donde la Srta. Enriqueta Muiz rea-liz una entrevista de excelente ni-ve1, gue sera publicada en la edi-cin del jueves 16.Por la tarde visitamos fos es-tudios de Canal 9 (para el programaSemana 9), el diario La Razn y ATC,donde se haba proyectado grabar unreportaje para el programa El Hombreen e1 Espacio, 1o cual no pudo serreatizado debido a desintegenciascon 1a produccin del mencionadoespacio.Para la noche se habla provec-tado una reunin con investiqadresde1 fenmeno OVNI (Demaria, ianoschy Morales, entre otros), 1a cual pu-do ser realizada solo a medias yaque nuestros visitantes se hall_abanfrancamente agotados luego de todaslas idas y venidas de Ia jornada.VISITA AL CNIE Y CONFERENCIAEl martes L4 por 1a maana, yluego de solucionar el problema de1a confirmacin de los pasajes a-reos para Montevideo, visitamos lasi.nstalaciones de la Comisi6n Nacio-nal de Investigaciones Espaciales,donde fuimos recibidos por eI Capi-tn Ing. Carlos A.Lima.Asistj.eron a la reunj.6n, ademsde los Drs. Hynek y Smith, los miem-bros de CIU: Alan March y Al_ejandroChionetti.

    La reunin, que se extendi6 porms de dos horas. se centr princi-palmente en el inters de CNIE porlas rnanifestaciones areas no iden-tificadas y 1a forma en que Ia Co-misi6n investiga esas manifestacio-22

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    Guillermo Roncoroni en Ia aperturaCentro Cultural General San MartfnLos Drs. Smith y Hynek durante 1aHynek y Smith reporteados en CanalCarlos Mollard de Semana 9.

    de la conferencia delconlerencl-4.9 por e1 periodsta

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    nes, y 1a posibilidad de realizaruna tarea conjunta con nuestra orga-nizaci6n. A tales efectos se encuen-tra en fase de elaboracin un pro-yecto de investigacin conjunta queser presentado en las prximas se-manas a la consideracin de las au-toridades de CNIE.Durante 1a reuni6n tambin sediscuti6 la manifestacin area del14 de junio de 1980 que' por sus ca-racteristicas, interesaba al CapitnCarlos Lima. A prop6sito de ese in-cidente, se 1e inform de 1as con-clusiones a 1as que finalmente haarribado nuestro estudi.o, conclusio-nes que en breve sern publicadas enUFO PRESS.En horas de 1a tarde, Y luegode un breve descanso, Hynek y Smithse avocaron a Ia preparacin de 1aconferencia a dictarse en horas deIa noche. Hynek habla decidido dic-tar esa conferencia en castellano,pese a casi desconocer nuestro idio-rnr merced a un gran esfuerzo de suparte y a su consideraci6n Por elpblico argentino.En Ias tratativas iniciales conlas autoridades del Centro CulturalGeneral San Martfn, se habfa previs-to la utilizaci6n del Saln Audito-rio con capacidad Para unas 250 per-sonas. Sin embargo, y como resultadodel gran inters demostrado Por elpblico, se destin a los f j.nes dela realizaci6n de Ia conferencia, elSal6n de Convenciones, con capacidadpara ms de 1000 asistentes.Al llegar a1 Centro Culturalrealmente nos impresion La multitu-dinaria concurrencia que esperaba Iahabilitaci6n de la sala, la cual severla prcticamente colmada para Iahora de realizacin de la conferen-cia, signo del inters que despiertaen nuestra ciudad el tratamienlo se-rio de un tema tan maltratado en losItimos aos.La conferencia fue un xitopleno, no s61o en 1o que hace a laasistencia de pb1ico, sino funda-mentalmente en 1o relativo a la opi-

    nin de 1os concurrentes, pulsada atravs de una encuesta.Al finalizar la conferencia, elpblico asistente pudo formular pre-guntas a Hynek y Smith. Lamentable-mente, y por restricciones de hora-rio, la mayorla de esas preguntas nopudieron ser respondidas.PARTIDA RUMBO A MONTEVIDEO

    El- mircol-es 15, por 1a maana,llynek y Smith partieron rumbo a Mon-tevideo, donde les esperaba una ac-tividad tan intensa como la desarro-llada en Buenos Aires, organizadapor nuestro colega y amigo Milton W.Hourcade, presidente del CIOVI.La visita de Hynek y Smith aBuenos Aires dej un excelente ba-lance gue, con 1a ayuda de todosnuestros colaboradores y uf6logosserios, esperamos capitalizar en prode una investigacin y divulgaci6nms acertada del fenmeno de 1os Ob-jetos Voladores No Identificados. Lacreaci6n de una filia] de CUFOS enArgentina ciertamente nos alienta acontinuar en Ia senda que nos traza-mos hace ya una docena de aos, ysignifica un espaldarazo y un reco-nocimiento a nuestra tarea por partede la que es -a no dudarlo- la mxi-ma autoridad mundial en el campo de1a ufologa cientlfica: eI Dr. J.A1len Hynek.La COMISION DE INVESTIGACIONES UFO-LOGICAS desea agradecer -en su nom-bre, en eI de sus miembros y en eIde los Drs. J. Allen Hynek y WillySmith- a las autoridades del CentroCultural General San Martfn de 1aMunicipalidad de Buenos Aires, porIa colaboraci6n prestada en oportu-nidad de La celebracin de 1a confe-rencia organizada por CIU, y por t,o-das las atenciones recibidas.

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    LOs UFOLOGOSUN OBSTACULO PARA LA UFOLOGIA?Luis R. GonzlezEn todo informe OVNI intervie_nen dos personajes (s1o en los CE-III se manifiestan "claramente" o-tros invitados) cuya importancia hasido poco analizada y, especialmenteen el- segundo caso, subestimada: e-Ilos son el testigo y e1 investj.ga-dor. La i-ncidencia de1 testiso comofuente primaria que es de1 informe

    OV,I, nunca ser suf icientemente a-nal-izada. Slo en 1os ltimos aosse ha ido abandonando la actitudsimplista de considerar que e1 tes-tigo describe con exactitld 1as cir-cunstancias del suceso. De hecho,una reciente investigacin directasobre ms de 1200 informes, permitidescubrir que ms del gOZ de losmismos tenan una explicacin nacu-ra1. La detallada descripcin de es-te estudio, sus muchas veces sor-prendentes hallazgos y las ensean-zas que pueden derivarse f:ara cual-quier uflogo serio, o"rrp.i las casi300 pginas del libro "Te UFO Hand-book", obra del investiqador AllanHendryPero en este artlculo quisi-eratratar (aun a riesgo de ganarme al-gunos enemigos entre todos los cruese deben sentir aludidos) sobre iasinfluencias que de1 investigador, eluflogo, puede tener en un informede OVNI.Ante todo veamos clue es un uf6-logo: es un experto e., todo tipo deanomalas areas? en un cientificoinvestigando un campo desconocido?s, como sea1aba irnicamente Ru-bn Morales, 1a vctima de una ano-mala patolgica: "1a ufofilia"?...

    Incluso aquellos uf6logos queestudian seriamnte los OV|II "( y q.r"en nuestro pas pueden contarse conlos dedos de una rnano) muestran unapredisposicin emocional hacia e1fenmeno gue represenca, como mfni_mo, un deficiente pri"sma para la es_timacin objetiva de fos informesprimarios. En palabras de Allan l{en_dty, "un uflogo, 1a mayoria de lasveces, no pasa de ser un periodistainvestigador aficionado. .. " , yo e1primero (De todas formas, 1os verda_deros periodistas investigadores -yasabemos a guin me refiefo- son mu_cho peores). Cu1es son 1as razonespara esta deficiente actuaci6n?A1lan Hendry sea1a cuatro pun_tos dbiles de 1a ufologfa:1) el fenmeno es d.emasiado inter-disciplinar, como para que un solocampo de especialidad descubra lasolucin de1 mismo. Sus nltiplesfacetas nos convi.erten a todos lseacual sea nuestra especializacin) enignorantes.2) en el caso concretos de los ffsi_cos o ingenieros que asumen la tareade _ interpretar los datos OVNI, seenfrentan con un problema adiciona].Estn acostumbrados a instrumentosde precisin qge "juegan lirlpio" ycuya informacin puede ser aceptadta1 como aparece. y por elfo, congran candidez, aceptan sin dudar lasgraves dstorsiones del testimoniohumano. y 1o gue es peor, cada espe_cialista ve el fenmeno a travs desu - "crj.sta1" ("tcnicas de propul-sin", "haces de luz coherentl',, ,,e-

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    fectos parapsicolgicos"... )3) la constatacin emprica nos de-muestra como el cientfico (y de he-cho cualquier persona) que entra eneste campo tan cargado emocionalmen-te, baja 1a guardia en su sentidocrftico y acepta cosas que nunca hu-biera accptado cn su propia especa-I1

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    de aumentar nuestro conocimiento so-bre el tema, a estas alturas ya es-tar desengaado. Por el contrario,esos grupos atesoran con avarciasus archivos, y atacan despiadada-mente a sus "competidorestt con todasIas bajezas imaginables.Y cules son las consecuenciasde esta actitud? Muy claras; en lu-gar de ayudar a1 desarrollo de nues-tra protociencia, estos grupos sehan convertido en un obstculo a su-perar, a transformar, para alcanzarel grado de rigor imprescindible.La falta de efectividad de es-tos grupos se muestra de manera pa1-pable en sus actividades habi.tuales(me refiero concretamente aI casoespaol). Por lo general presentanuna amplia infraestructura de cargose, incluso, una important.e burocra-cia. Tienen nombres llamativos (yclaros indicadores de su posicinante eI fenmeno -muchos incluyen 1apalabrita mgica: extraterrestre-),y un "pIatillo volante" por emblema.Y sus actividades principales son larecolecci6n de recortes y poco ms.Algunos con ms medj.os publi.can unboletln "desinformativo"; la mayorade los casos que incluyen estn malinvestigados y asombra la falta derigor metodolgico con que se llegaa conclusiones aberrantes. Otros ar-tlculos son de carcter divulgatvo'aceptando muchas cosas s1o "porgueaparecen en un libro" y contribuyen-do a continuar 1a cadena de malen-tendidos y deformaciones (v.9. As-troarqueologla, el Tringulo de lasBermudas), eso cuando no se mezclanen un mismo boletn esa amalgama tanextraa que han denominado "cienciasocuLtas", g si poco tienen de o-cultas menos tienen de ciencias.Entonces, gu deberfan hacer?Pues creo que est claro. INVESTfGARe investigar, eliminando ese 90t decasos que son OVfs y colaborando. areducir la emocional que rodea al-fenmeno.Pero, entonces, todo Pierde sugracia y su atractivo. Si.en las A-

    lertas OVNI slo se ven aviones yestrellas, 1a gente se desilusiona.Es ms cmodo apl-icar indiscrimina-damente e1 valioso trmino "No Iden-tificado", sin preocuparse en agotartodas 1as explicaciones alternati-vas. Inventar una imagnativa (peropoco satisfactoria) teora es muchoms fci1 que tomarse el trabajo ne-cesaro para 1legar a la soluci6nrea1, normalmente ms prosaica.No es este, sin embargo, el -ni.co obstcu1o en el desarrollo dela Ufologfa. Es tambin curioso elexagerado esfuerzo reducionista delos uf1ogos, desde 1a preferenci"adada a Ia forma "platillo", hasta lacreencia en que todos los OVNI tie-nen una explicaci6n comn o que lasconclusiones obtenidas para un grupo(v.9. CEfII) son extrapolables a to-dos el fen6meno (luces nocLurnas,discos diurnos...).No obstante, la barrera emoco-na1 ms peligrosa en el progreso u-folgico quiz sea la tendencia acolocar los OVNI por encima de lostemas mundanos: es testigo siempredice la verdad y las deformaciones,incongruencias o absurdos en los ca-sos, son creados por lo propios ufo-nautas; el peso de la prueba no re-cae en los hombros de los uflogossino en los escpticos; "tanta per-sonas no pueden estar rnintiendo";etc., etc. De ahl a que el fenmenose convierta en creencias, en reli-giones, hay un corto trecho que mu-chos no vacilan en cubrir.

    En suma, o cambiamos radical-mente nuestra forma de enfocar e1fen6meno, o seguiremos sin llegar aninguna parte, por Io menos al cono-clmiento de Ia REALIDAD del mismo.

    Luis R. GonzLezCEI - BarcelonaEspaa27

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    CORRESPONSA'ASEN LA ARGENTINA Y EN EL EXTERIOROma Demattei (Junn)Rolando Coluccini (Mar del Plata)Jorge Escudero (San Luis)Csar Storni (San Juan)Hctor Batone (Baha Blanca)Jorge Peralta (Catamarca)Anbal F lores (Resistencia)Hugo Samayoa (Tucumn)Hctor Deambosi (La Plata)Sergio Rinaldi (Rosatio)Juan Carlos Orolino (Balcarce)Juan Jos Oppizzi (Arreciles)Antonio Baragiola (Mendoza)

    V cto r M amon d i (C rd ob a)Daniel Rojo (Mendoza)B ca o Co I avita (C o r ri e n te s)Juan Axel Pastor (Neuqun)Hugo Gatius (Mdanos)

    G uillemo G im nez (N ecoc h eai)Luis Puente (Rio Gattegosi,)Jorg e Orel I a na ( Rosa rio)Calos lttermann (Entre Ros)Cal os Calmanash (Co r rientes)C a r I o s V i t d oza (T u c u m nit)

    A nto nio Peteira ( B ariloche)Matio Guillemo Caro (Jujuy)

    C Ia u d e Bo u,r,te m bo u g (SOBEpS.B l g ic a)Russe// Bound y (AC u F OS.A u stlata)_ Lars Lassen (DUGSU-DinamarcaPete A. Hansen (SUFOl.Dinamarca)W e r ner W alte r (C EN A p. Atemaniai)Joaq uim F ernandes (portug ai)Grupo CtO (Chite)- Grupo CIOVI (llruguay)Ca r I os C a nto n n et (C R t D OV N t. U u ual)Grupo CtFA (Botivia)N oman T ilden (Venezuelai)Mnica W i lt iams (Ec uado i)_ . Calos Reis y Jaime Lauda (Brasii)

    Roberto Lpez Hernndez (Costa Rica)Luis Ruiz Noguez (Mxico)J o rg e S nc h ez G o nzlez (M xi co)

    Yyes Eosson y Peily Petrakis (AESV.Suiza)Jean Bastide (Francia)Jea n Si der (LDLN. F ra ncia)Stan isl aw G reg ul ski (polonia)William Hinrichsen (uSA)Richad Haines (uSA)Richa td H eiden (A p RO-U SA)W itl y Smith ICUFOS.USA)Pedro Redn (CEt.Espaa)Luis B. Gonzlez (CEI.Espaa)Mi g uel G uasp (C Et. Espaa)Mario Alberto Moales (Espaa)Mauizio Verga (ltatia)Ed u a rdo Russo (CUN./talia)Angela Di Carlo (ltalia)AIe ja n d r a M a rt n ez (M xi co)

    FINSTACADEMICJOURNAL UFOPHENOIIfiENAAN INTERNATIONAL ANNUAL REVIEIf,f DEVOTEDTO THE SCIENTIFIC STUDY OT' UF'O PTIENOIYIENAEDITECS PUB. HOUSEP.O. BOX 190 - I40100 BOLOGNA ltalv

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    SECUESTROS REALES E IMAGINARIOSDr. J. Allen Hynek

    La naturaleza de la realidad ha sido discutida porsiglos por los filsofos como ci obispo tscrkeley.. Floyen dla, el tema pertcnece al don.rinio de los fsicos ylor siclogos, quienes no estn muy seguros de lo quese trata.Todos recordamos la pregunta capciosat "iHaceruido el rbol que se desploma en el bosque, si no haynadie para orlo?" En rigor, la respuesta es NO, dadoque lo que entendemos Por sonido no es ms que lasensacin producida en el cerebro por una serie dc im'oulsos elctricos en los nervios resultantes de los cam'irios de presin cn el aire adyacente al tmpano del o-do de ua persona. Dichos impulsos se identifican conla sesacin de sonido en la misma forrna quc lagrabacin fonogrfica de una sinfona se relacionacon la scnsacin de escuchar la sinfona misma.iQu tiene esto que ver con el artcuio del Dr.Larvsom ritulado Arquetipos y Secuestros, en el quediscuten. aquellas personas que clicen haber tenido lasensacin, la experiencia, de haber sido secuestradas abordo de un OVNI? Estoy dc acuerdo con el Dr. Larv-son que para dichas Personas la experiencia ha sido"real"; en la mayora de los casos, esos individuos nocstn minticndo o tratando dc cngaarnos. I\1is inves-tigaciones con gcntes que proclaman haber tenido in-cidentes con OVNIS (es decir, en general, sin limitar-nos a encuentros cercanos o a sccuestros, me na con-vcncido que para ellos las expericncias son indudable-mente "rc'ales". Por otra partc, los socilogos nos di-cen oue la conducta de las personas est determinadapor lb quc cllas crcen scr rcal, y no por lo que en vcr-dad cs real. Es por tal razn que el estudio dc losOVNIs es importantet dado que la creettcia cn losOVNIs es univcrsal, dicha crecncia lleva en s el po-tencial para iniciar acciones polticas, rcligiosas, o deotr naturaleza.

    Estamos interesados, dcsde lucgo, en establecer sila cxperiencia de un secuestro es "rcal" no slo parala pcrsona cuc la sufrc sino tambin "real" en el senti-do fsico de la palabra. En efecto, ihan sido conduci-dos esos individuos a bordo de una nave con existen-cia fsica v lran sido confrontados con entidads de

    carne v hueso. como nos relatan cuando los somete-mos a iegresiones hipnticas?Para contcstar sta pregunta el Dr. Larvson realizuna serie de experimentos cn los cuales diecisis suje-tos luego de ser hipnotizados rccibieron instrucctonesde im,rginar quc haban sido sccucstrados por la tripu-lacin de un OVNI, y de describir sus experienclas enesas circunstancias. illan dc scr tales rclatos similaresa los que se han obenido bajo hipnosis cn los casosde secucstros "rcalcs"? Los expcrimcntos han revela'do muchas similituc.lcs, de hccho tantas, que cl Dr.Larvson sc ha preguntado, mu1' lgicamente, si no esposiblc quc /olrr.s los casos dc sccucstros scan inragi-narios. Dc acucrdo con cl mtotlo cientfico, cl Dr.Larvson no proponc tal conclusin, pero firmcmenresugicrc que por cl momento todos los casos dc se-cuesrros (y quizs odos los casos dc encucntros cer-canos) dcben ser vistos con sospechas, ), ser separadosdc la casustica OVNI ms "aceptada", como porcje mplo, las luces nocturnas, los tliscos diurnos, o loscasos relacionados con el radar, en todos los cuales larcgresin hipntica no es el instrume nt usado pararccopilar la informacin.l'lemos dc fclicirar al f)r. Larvson Dor su acrirudcientfica. Sin embargo, las diferencias cnrrc los casosde secuestros "reales" e "imaginarios" son significati-vas, al punto de in,,alidar la conclusin sugerida por elDr. Las son.Dcbcmos consirlerar que bajo hipnosis, ya se a usa-da para dcscubrir informcin cnrcrrada en cl sub-consciente dcl sujeto, o para hacerle crcar algo que noexiste en realidad, la sugestibilidad dcl individuo esnotablcmenre rcreccnrada. Por cjcmplo, es posiblecrcar UFOs de la nada bajo hipnosis, y )'o he parrici-pado pcrsonalmente cn cxperimcntos cn los quc talesaparicioncs "mgicas" tuvicron lugar.En uno de cstos experimcntos el sujeto rccibi ins-truccioncs duranre cl trance hipntico (inducido porel Dr. ,\{ax Catle, en cu}'a casa cn Londres nos encon-trbamos) de que a la hora dcl t dcbera ir al jardn,

    dontle vcra un OVNI. Y esto fu exactamente lo quesuccdi. Dcstlc luego, el rcsto de los presentcs no vr- ta, la radio, la tele con sus programas de entrevistas yde tlivulgacin, los artculos cn la prensa diaria, las

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    mos nada. I\{as tardc, cuando Ic pcdimos que dibujaralo quc haba visto, cl sujcto fue incapaz de haccrlo.En un segundo experime nto en el que tambin par-ticipara, un grupo dc mas o mcnos veinte personas fuehipnotizado por el "Fantdstico" Kreskin, y conlenci.das sinrultincamcnte de ver un OVNI. Cuando pcd alos participantes, lucgo dei experimento, dc dibujar loque haba visto, los dibujos resulranrcs fueron no slomu' clcmentales sino tambin muy contradictorios.,\1ds an, cuando Kreskin lcs pregunt ms tardc, unopor uno, que si haban visto un OVN, todos y cadauno de ellos contestaron quc no.De la misma mancra que el OVNt exorcizado porKreskin (quc desde luego no fue visto por los presen-tes que no fueron hipnotizados) no es un argumentoen contra de los UFOs dcscritos bajo hipnosis, las si-militudcs cncontradas por el Dr. Lau.son entre los ca-sos de secuestros imaginarios y reales no pueden serusadas como argunento contrario a Ia existe ncia delas ltimos.Itls an, las semejanzas se ref icren slo a las panesrevivitlas durantc el trancc hipntico. En los casos desecuestros "reales" ha' prcticamente siempre unamcmoria "consciente de la prescncia del OVNI (pore.emplo, en los casos de Travis \\'alton, Bett' y Bar-ney I{ill, Charles Hickson) anres del secuesrro, queclaramentc no existc en los casos creados por Larvsonen su laboratorio, y que esrablece una disrincininmediata. En mis trabajos de invesrigacin nuncatomo en serio los casos de raptos que no han sidoprecedidos por la presencia de un OVNI, conscien-tentente percibido y recordado. La informacin obte-nida en el trance hipntico pod ser prrinente sloen estos casos.

    El Dr. Larvson fue cuidadoso, y rrar de derermi-nar si sus sujetos tenan un conocimienro previo y sig-nificativo de los OVNIs, que pudiera ser el origen delas imge ne s hipnticas. Desde luego, esro explicaralos parecidos encontrados por Larvson. Pero, ies posi-ble hoy da cnconrrar alguien sin conocimienro de losOVNIs? (y en especial el subconscienre, del que elhipnotizado ha de extraer informacin). Un momenrode reflexin basta para idcnrificar las imgenes rela-cionadas con los OVNIs que nos bombardean cons-tante mente : pelculas cinematogrficas de ciencia fic-cin y aventuras en el espacio, Ia prensa sensacionalis-

    historictas cmicas, las obras de rearro, tos arrculosen las revistas populares. l\,[e atrcvo a aventurar queaunque no l queramos rcconocer, nueslro subcons-cicntc esr atiborrado de informacin relacionada conlos OVNls. Als an, yo dira quc un nio dc edadescolar puesto a dibujar un OVNI nos proporcionaraun dibujo del O\/Nl "convencional ", resulrado de loque ha ledo en las hisrorieras cmicas, o visro en elcinc, o en los dibujos animados de la tele. No es nr.lasorprendente, por lo tanto, quc Lau'son haya encon-trado las similitudes de que nos habla. iLo sorprcn-dente. hubiera sitio lo contrario!Esta "contaminacin" dcl subconsciente debcrser tenida en cue nta y craluada en fuuros cxperimcn-tos. Un posibilidad sera repetir el experimenro consujctos de otras culruras y medios sociales en los quela pelcula Encuentros Cercanos del Tercer Tipo nohaya sido exhibida, y en las que publicaciones comola revista TLIIE o el peridico NATIONAL ENQUI.-RER sean desconocidos.Pero hay oros elemenros que tambin deben sertcnidos en cuenta, y el Dr. Larvson, manteniendo supunto de vista cientfico, as lo ha hecho. Lawson re-conoce su perplejidad en los casos cuando ms de unapersona es secuestrada, es decir, los casos con mlti-ples testigos. iCmo y Uaio que circunsrancias rariaspersonas, provenienres de diversas clases socialcs y te-niendo diferenes resisrencias sicolgicas, puedencompanir una alucinacin compleja con rodo detalle?Si tal es el caso, icul es el mecanismo? iPus quproyecto ms espectacular de investigacin para lossiclogos!El Dr. Larvson considera asi mismo los casos de en-cuentros cercanos de los tipos 1 y 2, sugiriendo quetambin pueden ser imaginarios. Sin embargo, en losencuentros cercanos del tipo 2, el OVNI deja marcafsicas de su presencia, y si Ia realidad de estas marcases establecida, la realidad de este tipo de enclenrroscercanos no podr ser disputada. El investigador TedPhillips ha recopilado un catlogo de ms de dos milcsos de informes de e fectos fsicos, y si la realidadde slo uno de los mismos puede ser establecida sinlugar a dudas, resulta que los encuentros cercanos delsegundo tipo son rcles en el ms absoluto sentido dela palabra.Otra difere ncia que ei Dr. Lawson reconoce existe

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    entre los casos "reales" e "imaginarios" es la siguiente.truchos otros tuviera razn, podramos dejar de lado los casos de

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    De acuerdo con mi experiencia, y la deinvestigadores, Ia vctima de un secuestro real demues-tra considerable emocin y a veces terror cuando revi-ve sus experiencias bajo hipnosis, Tal no es el casocuando el sujeto est relatando un secuestro "imagi-nario".FIay an otra diferencia, tipificada por las marcasde correas o instrumentos que a me nudo aparecen enel cuerpo del suje to rcalmente raptado (por ejemplo,el caso de "Joe y Carol" investigado en detalle porRichard Sigismond). Tales marcas han sido verificadaspor tercero.s luego de la experiencia, Pero con referen-cia a los secrrestros imaginarios, no s de caso algunoe n que tales estigmas hayan aparecido durante el pro-ceso hipntico.En cieno motlo, scra un gran servicio a la ufol,tgasi el Dr. Lau'son pudiera establecer la verdad dc sussugestiones de que los encuentros cercanos son sim-pleme nte pro,ccciones dc los arqueripos originatlospor el subconsciente colectivo, cle acue rdo a las ideaspropuestas por Carl Jung. Sin embargo, cl mismo Jungreconoci las dificultades que tal punto de vista en-cuentia al tratar de cxplicar los OVNIs descubiertospor el raclar, o aquellos que han dejado trazas fsicas,o impresionado la placa fotogrfica, a menos que pos-tulemos que rales infornres son todos falsos, en cuyocaso no hemos hecho otra cosa que poner en duda laintegridad de los muchos restigos que han originadotales informes por todo el mundo. Porque si Lawson

    secucstros, y concentrar nuestros csfuerzos en losavistamientos que no requieren una regresin hipn-tica pa[a ser confirmados. Esto conducira, quizs, acontemplar el problema de los OVNIs desde un pun-to de vista ms saludable. Pero an as, en el estudiode Ia ciencia lo oue cuenta no es lo oue tratamos dedescubrir, sino lb que en realidad descubrimos. Enconsecuenci, debemos alentar al Dr. Lawson paraque continue sus investigaciones con los casos de se-cuesrros artificiales, con el propsito de aceptar loque resulte finalmente e stablecido.Debemos retornar ahora e la prcgunta que iniciaraeste trabajo: iQu es "real"? Lo que el fsico calificacomo "real" muchas veces no es lo mismo que lo queel sentido comn del honrbre de'la calle llama real.Para darnos cuenta de que distante es la realidad delfisico de la del resto de los mortale s basta simplemen-te con considerar temas como la Mecnica Cuntica yla Teora de la Relatidad. En cuanto a los siclogos,cuya disciplina maneja "lo que percibimos como real",y ha de defcnder su convencimiento hasta su lecho demuerte. Por tanto, icul de ests "realidades" es real?Pero como la tonducta humana est determinadapor aquello que creemos ser real, debemos evaluar yconsiderar lo que las gentes de todo el mundo nos di-cen que para ellos es muy real: ilos OVNIs!

    Traducido por el Dr. Willy Smith

    sonmixna mano de buen diseoAmoblamientos de Cocina (Alemania), Aspiradora central (USA),Grifera (Dinamarca), Porteros con Video (ltalia), Llaves de Luz (Alemania).Atencin especal a profesionales.Representante y DistribuidorEESON S.R.A. J. Carranza2266 (1425) Buenos Aires, Tet. 771-3462t8296HUm@ La revista que supera apenas la mediocridad general

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    EL CONGRESO DE ROSARIOGuillermo C. Roncoroni' DeI 8 aI L2 de diciembre deL982, la Federacin Argentina de Es-tuclios de Ia Ciencia Extraterrestre(FAECE) , organz en la ciudad deRosario, su Sexto Congreso Naconalde Ovniloga Y Tercer Congreso In-ternacional de Ciencia Extraterres-cre. Luego de tres malas exPerien-cias (Rosario en L978, Posadas en1-979 y Mendoza en 1980), nuestra or-ganizci6n decidi no concurrir ofi-ialmente al citado congreso, dejan-do librado a sus miembros 1a posibi-lidad o no de concurrir.Fue asf como Alejandro Chione-tti decidi viajar a Rosario a losfines de ParticiPar del congreso(aunque 1o hizo en calidad de obser-vador sin presentar ninguna ponen-cia), mientras que con Alejandro A-gostinelli viajamos el sbado l-l- aios fines de encontrarnos con losDrs. Hynek y Smith para retornar conellos a Buenos Aires.Si bien Personalmente no tuveoportunidad de asistir ms que a lassi6n de clausura, durante mi esta-dla en Rosario aprovech para pulsarIas opiniones de varios de los asis-tente-s (Smith, HYnek, Ribera, Sn-chez Ocejo, Demattei, entre otros),lo cual me Permiti tener una ideabastante cercana a 1a realidad res-pecto de como se hablan desarrolladoias reuniones, Y cual habla sido eIclima general que habla rodeado alcongreso.ASISTENTES Y PONENCIASEn las semanas anteriores .alcongreso, la delegacin Rosario deFAEtr (encargada de la organizacl6ndel mismo) habia remitido varias ga-cetiIIas, informando sobre 1a marcha

    de 1a organizaci6n del evento. Enuna de el1as hacfan referencia a 1os"invitados especiales" gu, afirma-ban, asistirfan a1 congreso. Entreellos se encontraban los Drs. Hyneky Smith, Antonio Ribera, Ares deBlas, Virgilio Snchez Ocejo' JuanMoricz y James Hurtak.56lo algunos de estos invitadosse haran finafmente Presentes,jerarquizando eI congreso gracias asus ponencias (especialmente en elcaso de llynek y Smith) .En 1o que hace a los Partici-pantes argentinos su gran mayorlafueron miembros de grupos englobadospor FAECE, notndose la ausencia delos investigaclores enrolados en 1l-nea cientfica de 1a ufologfa (Ga-1ndez, Uriondo, Banchs) y 1a noparticipacin masiva de Ios gruposcapitalinos.En 1o que respecta a las Ponen*cias presentadas en las sesiones delos das B, 9 y 10, el nivel generalde las mismas fue bastante Pobre'excepci6n hecha de las ponencias deHynek, Smith y Oscar Alemanno.El Dr. J. Atlen HYnek disert6sobre las implicancias y limitacio-nes de la hiptesis extraterrestre'mientras que Vit1y Smith present'tres ponencias: una dedi.cada a laintensificaci6n de fotograflas uti-lizando computadores, otra dedicadaa1 caso del piloto australiano Va-lentich y una tercera explicando 1asimplicancias del caso de 1a Sra. Be-tty Cash.Por su Parte, eI investigadorespaol Antonj-o Ribera volvi sobresus ya conocidas posiclones acercade las oposiciones marcianas Y suposible relaci6n con las oleadas deavistamientos de OVNI. Nada nuevo,por cierto.En 1o que respecta a la ufolo-32

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    ga nacional merecen destacarse dosdisertaciones: Oscar Alemanno (de 1alocalidad de San Lorenzo) presentouna ponencia de buen nivel acerca delo que denomin "E1 fenmeno ocupan-te en Argentina"; Maria Emilia Do-yhenard Tecera (Crdoba) present suinvestigacin sobre e] j-nteresantecaso lanteiga. El resto fue de unnivel bastante pobre.No faltaron, por cierto, lasdivagaciones varias, caractersticasde este tipo de congresos. As, Ja-mes Hurtak (USA) present su "pr1o-go a un nuevo futuro"; Carlos de1Frade (Rosario) disert sobre "Larealidad de los Hombres de Negro";AOA present uno de sus ya gastadosaudiovisuales sobre 1os OVNI en e1Antiguo Egipto; y eI Dr. Brigiler(Santa F) present su "Metodologapara inducir el cuarto estado" (?).Un prrafo aparte para PedroRomani.uk, mentor y gua espritualde FAECE; su emocionada disertacin,titulada "Fin del ocultamiento ex*traterrestre, contacto con las P1-yades", se bas fundamentalmente eneI Iibro del mismo nombre -de Wende-11e Stevens- donde se relatan lasexperiencias del suizo Eduard Maierapoyndose en espectaculares foto-graffas. Sin embargo varios investi-gadores estadounidense han demostra-do largamente que esas fotografasson el fruto de sofi_sticados truca-j es y que las experiencias de l4ai"erno son ms que un medio de subsis-tencia del suizor eu parece haberhecho sus buenos dinerillos a costade los incautos. Lo siento por Roma-niuk, pero por ahora sigue "el ocul-tamiento extraterrestre" y perdimose1 "contacto con las p1vades".LA JORNADA DE CLAUSURA

    Bl sbado, en horas de la tar-de, se cumpli6 la jornada de clausu-ra en eI Auditorio Fundacin, con laasistencia de pblico '(hasta al11,Ias sesiones habian estad

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    su natural gracejo espaolr relateI extraordinario caso protagonizadopor una mujer espaola (Prspera Mu-oz) tres dcadas atrs. Un caso porcierto nteresante, aunque apoyadotan slo en el testimonio de su pro-tagonista.Al trmino de la conferencia deAntonio Ribera se realiz el acto declausura del congreso, con la consa-bida entrega de diplomas, plaquetasy medallas.CONCLUS I ONESE1 congreso de Rosario no puedecalificarse como bueno o malo, sim-plemente fue como todos los congre-sos de ufologa donde tratan de a-malgamarse todas 1as tendencias enmateria de investigacin-divulgaci6ndel fenmeno OVNI co la naturalconfusin de ideas que de ello deri-Conocida es nuestra posici6nrespecto de 1a inutilidad de estoseventos; consideramos mucho ms tily productiva una reunin de tres ocuatro investigadores que comulgende un mismo objetivo y metodologa,que la muLtitudinaria asistencia deinvestigadores, divulgadores y afi-ci.onados con distintas ideas respec-to de la naturaleza del fenmeno yde como debe abordarse su investiga-cin. Pero esa es nuestra posicin,y naturalmente respetamos a quienessostienen que congresos como eI deRosari.o implican un aporte al desa-rrollo de la ufologa eomo cj-encia.A Ia postre, si ese aporte existe esde signo negalivo.Desde .eI punto de vista organi-zativo el congreso de Rosario fueirreprochable. Los encargados de laorganizacin del evento cui"daron ca-da detalle con esmero y dedicaci6n,perfeccionando 1a buena organizacinde anteriores congresos de FAECE.Pero, llegados a este punto,debemos convenir en que I'AECE s rms a1I de su tltulo de f,ederaci6n

    de entidades investigadoras de 1a"ciencia extraterrestre', r fld orga-ni.zacin exclusivamente dedicada ala organizacin de un congreso a-nual, a ta1 punto que sus miembrosya se hallan programando la organi-zaci1n del congreso de l_984 (: ) , arealizarse en Posadas. La faz inves-tigativa ha sido dejada totalmentede lado, y librada a la buena volun-tad de unos pocos de sus miembros.Entendemos que en materia delfenmeno OVNI 1o ms importante esla investigacin y que a ella debesubordinarse cualquier otra activi-dad, debiendo fos grlrpos ufo16gicosdedicar sus escasos recursos econ-micos al financiamiento de investi-gaciones de campo. Pensemos, cun-tas buenas investigaciones de campopodrian realizarse con el costo dela organizacif;n del congreso de Ro-sario, estimado en varios miles dedlares?, pregntenselo a AlejandroChionettir euien en e1 curso de susgiras de investigacin ya se ha a-costunrbrado a viajar "a dedo" (gra-cas a 1a buena voluntad de algncamionero), a comer salteado y adormir a la intemperie (a costa del-detrimento de su salud ffsica) porcarecer nuestra organizacin de re-cursos econmicos suficientes. porgu, entonces, dedicar recursos a laorganizacin de congresos que nadaaportan a1 desarrollo de 1a ufotoglay a financiar vacaciones pagas a al-gn investigador europeo?.La idea de 1a federacidn es n-trfnsecamenLe buena, y si CIU noparticipa de FAECE se debe, simple-mente, a que no compartimos ni 1atendenci.a mstico-esotrica dominan-te en 1a cpula de esa organizaci_n,ni la obsesiva organizaci6n de in-tiLes congresos.En el pasado hernos criticadotanto a FABCE como a sus congresos ysiempre 1o hemos hecho con mesura,utilizando un lenguaje acorde y conel mismo estilo utilizado en estanota. Todos nuestros comentari-os aese respecto han sido publicados ex-clusivamente en esta revista, negan-

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    ctonos en varias ocasi.ones a remtirnotas sobre ese tema a publ_lcacionesextranjeras que las solicitaron. In-cluso. quien esto escribe, no tuvoparticipacin alguna en 1a redacci6nde un comentario publicado por 1arevista HU4OR (a propsito de1 con-greso de llendoza) a principios de1981, aunque en llneas generalescomparta algunas de 1as ideas alllvertiCas.Esas crticas han apuntado,siempre, a 1a tendencia claramentemlstico-esotrica (casi religiosa)que domina a FAECE y que detentanlos responsables de su conduecin, ya la inexplicable actitud de la fe-deracin de hacer a un lado a losgrupos capitalinos f, en general, dela provincia de Buenos Aires.Entendemos que esas crticashan sido, simplemente, una expresi6n

    de nuestras ideas y del sentir demuchos investigadores gue no cuentancon un medio escritor pdrd la expre-si6n de sus ideas. Como uf6loqos vcomo reallzad.ores de una especie aperiodi-smo cientfico, nos asiste elinalienable derecho de criticar a-gue11o que consideramos debe sercriticado, y nuestras crticas hansido de un tono serio y mesurado.Finalmente, creemos gue ninqunade nuestras crlticas (1se bin,ninguna) justifica de modo alguno 1aindisimulada actitud hostil -ravandoen Ia amenaza de una aqresin fisica(1ase matonismo) - asumida por eIpresidente de FAECE (Sr. Bduardo A-drin Ficarotti) at interrumpir a-brptamente una conversacidn oue t.e-nlamos con Antonio Ribera a 1 fina-lizaci6n del acto de clausura delcongreso. . .

    NUEVA PUBLICACIONEn enero cle l-983 ha visto la luz una nueva publi-cacin ufolgica. Se trata de la publicacin peri6-dica INFORME OVNI, editada y distribufda por 1a Or-ganizacin Bonaerense del Estudio del Fenneno OVNI(O.B.E.F.O.), y dirigida por los Srs. custavo O. Do-mfnguez, Sergio E. Bernasconi. y Juan Acevedo Dlaz.La primera edicin de INFOR,IE OVNI , de 24 pgi-nas, incluye un historiaL delatrayectoriadeLa or-ganizacj.n O.B.E.F.O., la investigaci6n de un avis-taje de OVNI en Mar del Plata, una nota acercade lafalta de contacto directo con e1 fen6meno O\NI y o-tras notas gue sern de inters para el lector.La presentacin y el contenido de INFOR\3 O!'l,f esdestacable, en especial s tenemos en cuenta eI es-fuerzo econmico que representa hoy en dla Ia edi-cin de un boletfn de sus caracterlsticas, esfuerzoque pocas veces se ve recompensado.Auguramos xito a O.B.E.F.O. en esta nueva empresa y, desde estas pginas, CIU-CUFOS Buenos Aires o-frece a sus integranles su colaboraci6n editorial 6invest igativa.Los interesados en recibir INFOR\IE OVNI deben dirgir su correspondencia a:

    o. B. E. F. O.Sarmiento 2068, piso 1].044 CAPITAL FEDERAL

  • 7/29/2019 Ufopress 16 (Abr 1983)

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    GIr|COMISION DE INVESTIGACIONES UFOLOGICAS