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La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.

Gabriel García Márquez.

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Nunca pensé estar en estas condiciones y más en una tierra extraña y lejana, siempre pensé ir a lo desconocido de alguna otra manera, solo obsérvame minuto a minuto, como la gran llama de mi vida se desvanece ante la infinidad del mundo solo puedo agradecerle a dios darme la gran experiencia que tuve y me reciba con los brazos abiertos solo ya esperar hasta el final. Pestañando, confundido todavía, luchando por sentarme, observe a un lado de la puerta de la sala la silueta del doctor, trataba de enfocar mi vista para contemplar a la silueta de la puerta, con la perspectiva que siempre tuve. He aquí a aquel que su vida fue una aventura que sufría por mi grave enfermedad y por la insipidez del gobierno de mi amada Venezuela que esperaba el consentimiento de su perdón.

-Doctor! El paciente de la cama 16 no ha tenido reacción favorable a la operación, él dice que no le falta mucho y quiere hablar con usted.

-Está bien! Hablare con él y le diré sobre su estado.- Buenas Días general ¿cómo se siente hoy? Me pregunto.-físicamente me siento desbastado pero a la vez felizmente esperando mi turno,

doctor sé que no se puede hacer nada más y no me dé falsas esperanzas pero si le rugo una petición.

-Si claro general, lo que pida estoy para ayudarlo y lo que tenga en mis manos.- Doctor solo le pido que busque a un historiador para que él pueda escribir la

mía y que el mundo sepa que alguna vez existió el llamado caballero de la media luna.-Muy bien general, lo hare!

Esperaba cada vez mi momento mientras mi doctor cumplía mi petición y empezaba a recordar aquellos momentos de gloria, y hazañas virtuosas en la que siempre estuve inmerso, también imaginando mi vida si nunca hubiese salido de mi amada Venezuela, siempre me dio curiosidad que le deparaba el destino a Rafael Inchauspe, acaso seguiría la tradición familiar de los cafetales, hubiese llegado a rango mayores o simplemente los mismo pero sirviéndole a ese gobernantes con quien jamás tuve ni una opinión ni deseo pero en tal fin siempre le voy a estar agradecido a dios por el gran destino que tuvo para mí. El destino es algo con que se nace o que se gana mientras se vive nunca lo sabré solo sabré, lo que viví, fui, y seguiré siendo después de mis días, un venezolano patrio que defendió sus ideales en los 5 continentes ninguna frontera que pudo y podrá conmigo ni con los que me sigan.

-General le presento a Sr. Ernesto Valdez es la persona indicada para su petición.-Muy Buenos días general, de verdad es un honor conocer en persona al

caballero de la media luna, dígame general ¿qué puedo hacer por usted?-Le conteste: mí querido amigo sé que en esta vida mi tiempo de estadía ya está

por terminar y solo desahogarme y que este viejo pudiera irse tranquilo hacia lo desconocido solo es un simple capricho. Y él me contesto :

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-Mi general, capricho los tenemos todos, pero estas oportunidades en mi caso tener un héroe como usted al frente de mí, es más que un capricho, es un sueño y un logro pero ignore esa parte general, con mucho gusto lo ayudo en su historia.-Gracias mi amigo pero para no perder tiempo empecemos. Mi vida comienza así:

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Mi vida está en las calles de mí amada San Cristóbal, aunque dolida por un terremoto que la devastó dos años antes, golpeada y herida. A pesar de ello majestuosa y sencillo como lo es, vuelvo de un recorrido por el lugar a la calle frente al Cambural, en una casona colonial en la esquina, justo en esa casona vine al mundo en la tarde del Domingo 14 de octubre de 1877, mi madre recién llegada de misa, es cómico que mi madre allá salido de misa a darme a luz, como esa mujer corría por San Cristóbal gritando y mi padre detrás de ella, era una pareja joven y novata, ya que yo fui el primero de 4 que somos, yo soy el único varón , ya que tuve 3 hermanas Juana Josefa, Magdalena y Ana , compartí muy poco tiempo con mis hermanas en nuestra tierra natal porque 8 años después, mis padres me llevaron a Europa, a terminar mis estudios, pero antes de eso disfrute mi infancia en el Táchira, mi padre era un empresario muy conocido en la ciudad ya que poseía negocios con el ferrocarril , tuvo minas de cobra en seboruco y algunos cafetales en la finca, que su nombre no tenía nada que ver con la producción, El abejal allí pase mucho tiempo de mi infancia, sobre mis estudios estudie en un escuela alemana en mi ciudad natal que su profesor y director fue Teodoro Messerschmidt, pero con muchos sueños y ahnelos apenas tenía 8 años y mis padres me llevaron en un largo viaje hacia Alemania, despidiéndome así de mi amada San Cristóbal, pero antes disfrute mi vida, campesina, conocí mis costumbres y tradiciones, sobre todo desde pequeño me inculque a no renunciar jamás a mis principios como tachirense y menos como venezolano, en la mañana del 10 de Abril de 1886 mis padres y yo emprendimos un largo viaje hacia Alemania pero como el único puerto de salida era la ciudad de La Guaira, hicimos un recorrido de Occidente al Centro de Venezuela, Salí de mi ciudad natal rumbo a Maracaibo, una de las cosas que me gusto de ese viaje fue el conocer de mi país, bueno lo que pude conocer de él, Maracaibo era una ciudad muy concurrida y atareada por gran cantidad de personas en su puerto ver entrar y salir embarcaciones de todo tamaño desde peñeros hasta buques, me gusto la parte de la ciudad llamada el saladillo y me llamo mucho la atención una gran iglesia que se puede

El Comienzo de una

vida.

Capitulo I

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apreciar desde muchos algunos de la ciudad, aquella obra de majestuosidad describe la gran admiración religiosa de un pueblo a sus creencias, en ese instante me llama mi padre y me dice.

-Rafael! Apúrate que llego nuestro barco.-Está bien papa. Espérame.

En el momento de que me monte en ese barco sentí una gran curiosidad de ver que le depara el mundo a las personas con sueños A las pocas horas de que el barco zarpara de puerto, una aparatosa tormenta azotó esa tarde tan cálida dejando aislado en medio del mar caribe sin nada a mi alrededor sino más que océano.

Mi primera impresión fui la admiración de ver tantas casa de estilos muy originales y con gran variedad de tonos y colores, fue como un espectáculo pero por otra parte el calor inclemente de la isla no me adaptaba por el gran cambio climático de mi tierra fría y humedad a una caliente y desértica como lo era curacao, en ese poco tiempo que dure en conocí ese pequeño pedacito del mundo muy cerca de mi amada Venezuela, en días después de estar en curacao una tarde de Mayo el barco zarpo rumbo a La Guaira. Al llegar a la guaira me impresione mucho de cómo en la costa pudiera a ver una montaña tan alta tan cerca del mar, cuando el barco toca tierra mis padres y yo arribamos a Caracas, la ruta era un poco incomoda de subir esa montaña tan alta para después volver a bajar pero la vista de caracas al bajar el cerro valió la pena, me sentí muy entusiasmado estaba entrando en la Caracas heroica y guerrera que dentro de sus calles y pasadizos estuvo nuestro libertador y el generalísimo, de ver esa ciudad que a pesar de las condiciones siempre daba la vista buena de las cosas, mi padre vino a buscar algunas cosas y dejar algunos papeles en regla mientras que mi madre y yo nos fuimos a recorrerla. En el camino fuimos viendo la ciudad de Guzmán Blanco sus toques parisinos que para esa época no le tenía tanto aprecio como ahora, pero lo que más me llamo la atención de caracas fue su esplendor y sencillez.

Pasaron siete fantásticos días dentro de Caracas, cuando mi padre le dijo a mi madre que todos los papeles ya estaban listos y nos podríamos ir mañana en la mañana a La Guaira para zarpar en la tarde hacia Alemania, la verdad me sentí defraudado por la temprana partida hacia Alemania una parte de mi decía oponte y quédate pero la otra decía cálmate y vámonos, A la mañana siguiente nos levantamos temprano nos arreglamos y nos fuimos hacia la Guaria triste y con el corazón roto me despedí silenciosamente de aquella mítica ciudad como lo es Caracas, en la tarde llegamos a La Guaira nos dirigimos al puerto a tomar nuestro barco hacia Alemania en la noche el barco da el toque del silbato, avisando que va a zarpar, viendo en la popa del barco veo como me alejo poco a poco de mi amada tierra yendo a tierras desconocidas y muy frías como son las del antiguo mundo, ya a finales de Mayo nuestro barco llega a la ciudad de Hamburgo, esta ciudad fría y gris muy industrializada ya la había escuchado porque mi

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primo Alex estudiaba allá y mi prima Pepita la tomo como su residencia ya que ella estaba casa con un antiguo socio de los Blohn él era Paul Heimerdinger.

Era una nueva vida la escuela de San Cristóbal me dio una buena base del alemán aquí empecé a estudiar y terminar mi primaria y secundaria, ya a los 13 dominaba el alemán y el inglés mis aventuras en Hamburgo fueron muy cortas solo pude conocer algunos aspectos de la vida y trabajo de esta ciudad, cuando ya estaba terminando mi primaria en la navidad de 1890 esta fue una de las más tristes de mi vida ya que el 25 de diciembre día de la navidad mi padre se va de este mundo, destrozándoles el corazón a mi madre y a mi poco tiempo después termine mis estudios primarios y me dirigí a Bruselas la capital de Bélgica donde estaba empezando mi secundaria.

Mi madre al llegar a Bruselas me inscribe en un instituto para seguir mis estudios secundarios y seguir mi vida después de la perdida de mi padre, estuve durante cuatro años en Bruselas una ciudad muy divertida, histórica y misteriosa sus calles son como de ultratumba su silencio el frio inclemente pero valió la pena por ser una ciudad comprometedora con sus ciudadanos, ya finalizando mis estudios en 1894 apenas haber cumplido 16 años recibí la triste noticia mi madre había fallecido después de una larga enfermedad en Barcelona (España) donde ella había colocado su residencia, destrozado me dirigí a mi institución a seguir con mis estudios y un tutor muy amigo mío me dijo:

-Inchauspe la vida no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir la etapa de tus padres en este mundo ya ha pasado y tu como hombre tienes que seguir sus pasos y seguir tu vida sé que a veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se

concentra en un solo instante, en la vida solo existe en camino hacia el progreso y mi consejo para ti es no renunciar a los obstáculos que te presenta la vida sino seguir adelante.

Mi tutor en ese momento despertó ese fuego que estaba apagado, el me aconsejo irme a Francia, culmine mis estudios en Bruselas y me dirigí a Paris.

Al llegar a Paris me recibió una ciudad muy moderna y congestionada estaba en el corazón de la Europa moderna, la capital de la libertad y del amor , aquí se encendió la llama del hombre de mundo, Paris me abrió las puertas y me enseño que el cielo es el límite, disfrutes las comodidades y delicias que me brindo pero a la vez el escape parisino me ayudo a marcar el inicio de una vida llena de aventuras que me llevaría a todos los continentes, Paris me brindo todo lo que pudo ofrecerme mis 6 meses fueron mágicos pero mi aventura ahora es que empieza. Salí de la capital francesa rumbo a la ciudad que vi irse a mi madre Barcelona, en mi llegada a Barcelona una ciudad pintoresca y única conocí a una mujer que considere mi primer amor y propósito de mi ser, su nombre era Lola una joven condesa y muy bella mujer ella fue mi piedra angular

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para la construcción de mi ser, a ver que estaba desolado y solo en esta vida sin mis padres y hermanas ella me suplica.

- Amado, Rafael no pierdas tu vida en calaveradas infantiles y sin éxito te suplico que seas un hombre de bien y de buen camino has algo provechoso te ruego mi amado que te unas a la milicia y a las letras para que lleves tu índole a cualquier parte del mundo.

- Te juro mi amada que no te deshonrare ni te avergonzare sobre tu petición.-le dije.

Vi en su ojos el gran interés por mí, atendiendo su ruego de esperanza sus palabras despertaron a ese “Demonio de ambición” que tenía dentro de mí ser, esa noche tome en cuenta el destino que me preparaba la vida y dios hacia mí, a la mañana siguiente regrese a Bruselas, donde volvía como un hombre nuevo y retome mis estudios pero como militar. Durante más de 18 meses seguí mis espíritu de ambición estudiando ciencias en artes militares, filosofía y letras, es ese tiempo de mi vida tuve grandes honores sobre mis esfuerzos y me llego una invitación de nada más y nada menos que del mismísimo Leopoldo II, su majestad el rey de los belgas, quien anualmente invitaba a todos los grandes y más destacados estudiantes a una cena de felicitaciones.

Al concluir mis estudios con los más grandes honores en Bruselas, en Febrero de 1898, llegaron los carnavales y pase mis vacaciones en los Alpes suizos donde aposte con un colega, en cruzar a pie el paso de San Bernardo, al empezar a cruzar ese paso tan traicionero casi me cuesta mi vida por un tropiezo, pero lo grandioso de esa etapa tan peligrosa y arriesgada alimento mis espíritu de aventura. Que “Después de esa pequeña experiencia en el paso de san Bernardo, que después de todo no fue gran cosa”, en ese momento comencé a buscar una excitación genuina, por algo con mucho humo de pólvora y con bastante estímulo e interés, llegue a mi destino y de allá me embarque en numerosas aventuras, las primeras de muchas, pero poco después de mi regreso a España.

Llegue de nuevo a Barcelona en busca de mi amada Lola, pero me destrozó el corazón cuando la veo en brazos de otro hombre, desmoralizado y confuso ver a la mujer de mi vida que me suplico este destino me traiciona con otro hombre era muy doloroso en ese preciso momento seguí sus pasos hasta Lisboa, En Portugal cómodamente llegue a la capital del imperio portugués y curiosamente conocí a un hombre muy en particular de origen escandinavo llamado, Oswald. Quien volvería a ver y reencontrarnos en poco tiempo en Túnez.

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Después de mi regreso a Barcelona, había terminado mi carrera de militar y me puse a pensar y reflexionar como invertí trece de mis veintes años, llegue a la plaza mayor y en unos de sus banco comencé a reflexionar sobre mi estadía en Europa y mi futuro venidero, pensar de mi vida en Hamburgo la muerte de mi padre, la vida que tuve en Bruselas, gracias a todas mis experiencias y anécdotas, una de mis más grandes decisiones fue mi cambio de apellido vasco traducido al español ya no más Inchasupe sino Nogales y no perdiendo mi apellido materno . En Barcelona encontré una gran amiga de mi madre, la duquesa de navas, esposa del capitán general de Nuevo León quien me ayudo a adestrarme en las artes militares y argumente convincentemente acerca de mi abuelo el capitán Diego de Méndez, él me recomendó para ingresar en el ejército expedicionario de España que iba a salir a defender a Cuba en una guerra que se veía que pronto iba a estallar.

Me enlistes y zarpe rumbo a Cuba en el acorazado USS MAINE cuando llegamos a la Bahía de La Habana una mina explota y daña severamente el acorazado del buque, y este comienza a hundirse, de allí es gobierno americano demanda, que a mediados de año se convierte en un ultimátum para el gobierno español. En Cuba después de haber llegado y naufragado con mi audacia, sensatez y valentía fui ascendido al grado del alférez, dirigiendo un escuadrón de voluntarios sin experiencia alguna sobre armamento y estrategias militares se me fue asignada una tarea en un sitio llamado sino mal recuerdo El Caney un pequeño caserío a pocos kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba ,durante 3 meses estuvimos delante del frente en el caney defendiendo nuestra soberanía con entusiasmo hasta que en Julio tuvimos órdenes del general Joaquín Vara del Rey, es dirigirnos a la ciudad de Santiago de Cuba para enfrentarnos y resistir el ataque norteamericano, al llegar a Santiago fuimos recibidos con disparos y bombardeos por parte de tanques nos refugiamos en algunas trincheras y casa dentro de la ciudad , nuestra lucha fue incansable y con limites hacia una muerte segura luche contra un soldado cubano ,con una valentía indiscutible y de gran estatura que no lo digo por decir tuve miedo de él, pero lo pude vencer. Ya al atardecer la batalla había llegado a su fin, el general Lawton de la división norteamericana tomaba la ciudad de Santiago y l 17 de julio, 14 días de la brutal batalla el general José Toral estaba

Cuba, La primera aventura.

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capitulando ante el general Shafter, desde ese momento para mí ya todo había llegado a su fin.

Finalizada la batalla de Santiago, me di cuenta de ya no había razón en el mundo para que tuviera que permanecer en Cuba, puesto que ya la guerra estaba prácticamente acabada. Por otra parte yo había obtenido yo lo que quería una comisión como Segundo Teniente de división (para ese entonces yo tenía apenas 18 años), y ya mi nombre estaba escrito y figuraba en la lista de aquellos recomendados para la cruz del mérito militar. Esa misma tarde deje esa guerra y me escape hacia Haití.

Llegue a Cabo Haitiano en una goleta pesquera mi estadía fue muy corta en la isla así que llegue a la capital la ciudad de Puerto Príncipe para tomar un arco que me llevaría al Magreb africano, días después llegue a Marruecos esta era una tierra que para mí imaginación siempre estuvo desde mi infancia.

De mi retirada de Cuba y mi breve estadía en Haití llegue semanas después a la ciudad marroquí de Tánger mi aventura romántica se hizo presente por segunda vez aquí cuando conocí a una hermosa dama, era una baronesa de sensual belleza por ella en muchas ocasiones la espiaba y me sentía atraído `por ella, hasta que un día su esposo me descubrió vigilándola y con ira me reto a un duelo, este señor un barón francés muy temido en el Magreb por haber teñido de sangre las dunas del Sahara después de ese imprevisto con el barón, el gobernador el señor Mohamed Torre me ofreció el grado de capitán para servir en el real ejercito de su majestad, como no podía hacerme esperar acepte la oferta, cuando mi brigada fue enviada a defender las fronteras por la invasión francesa cuando llegamos a la frontera arrestamos a cientos de soldados y mercenarios pero al ser testigo de las ordenes de captura y tortura inhumanas por para de ejército marroquí decidí renunciar y retirarme.

Poco tiempo después me dirigí al protectorado francés en el Magreb, al llegar a la capital la ciudad de Túnez una nueva aventura toco mi puerta y me tentó pero esta vez fue algo fraterno, ya que en Túnez estaba mi amigo escandinavo Oswald. En la tarde nos dirigimos a un café del centro:

-Rafa me reuní contigo porque tengo un trabajo especial para los dos, un informante me comunico, el sultán Abdul Hamid envión un mensajero aquí al Magreb para hacer negociaciones en Marruecos y tenemos que impedir que llegue a frontera, ¿me apoyarías en esto?- me dijo.

-No Oswald los siento, tu sabes que mi causa es apoyar a las naciones en tiempos de guerra, no soy sicario-le dije.

En ese preciso momento seguimos hablando un rato más, se levante, se despidió y cada quien tomo camino, supe que asesino a el mensajero cerca de la ciudad de Argel con un grupo llamado “Los tiburones de la costa Africana” De Túnez llegue a El Cairo

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en la ciudad me encontré con el capitán Burke, el capitán lo encontré nervioso y preocupado.

-Capitán Nogales que bueno que lo encuentro aquí en el Cairo-me dijo.-y para ¿que soy bueno mi capitán dígame?-le pregunte- Le tengo una misión muy peligrosa, arriesgada y es de vida o muerte ¿Le

interesa?-me pregunto.-No, vayamos a los rodeos y dígame- le respondí.-Se trata de un emir árabe que está secuestrado en Afganistán y corre grave

riesgo de muerte así que me asignaron esta misión por mi experiencia, que me dices entonces ¿te anotas?-me pregunto.

-Sí, mi capitán estoy listo cuando lo esté usted ¡

El capitán enlisto a un grupo de soldados y nos dirigimos a Port Said a tomar nuestro barco Hacia Bombay, el barco paso por el canal de Suez y el mar arábigo una locura para ese entonces, ya en Bombay nos dirigimos por la costa de los dominios persas al llegar cerca de la ciudad de Karachi, desembarcamos y nos dirigimos hasta la ciudad de Kabul. Cuando llegamos a la capital de Afganistán recibimos la información de que el emir secuestrado no se encontraba en la capital sino en un pueblo inhóspito al norte del país. Salimos en equipo con un escuadrón afgano para rescatar al emir, en el poblado de Husseinabad llegamos al pueblito fuimos recibido por disparos y cañones, durante tres largas horas pudimos entrar al poblado y en una casa rescatamos al emir, del poblado fuimos directo hacia la ciudad de Karachi, donde el emir fue recibido por su pueblo.

Por mis méritos y hazaña fui recompensado y con eso emprendí un viaje hacia Lahore tuve un breve estadía en esa ciudad de allí fui a un enclave portugués en el subcontinente indio llamado Goa, durante los tres días que dure en Goa, mi estadía fue en la ciudad de Vasco da Gama, fue impresionante ver la gran influencia portuguesa en esta parte del mundo, pero dejando el melodrama tome mi camino hacia la capital de la India, la ciudad de Calcuta, la gran ciudad de Oriente, en mi estadía conocí a un interesante personaje es un holandés, pero vivía en Curaçao y conocía a mucho tachirenses que exportaban café hacia América y Europa, el me pidió personalmente que me dirigiera a la ciudad de Batavia en la indias Orientales Holandesas, para llevar unos documentos a la compañías de las Indias Orientales. Dos días después zarpe con destino la isla de Sumatra

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Grandes personajes del Estado Táchira

RAFAEL DE NOGALES MENDEZ, EL TACHIRENSE MAS UNIVERSAL DEL SIGLO XX, GENERAL DE VARIOS EJERCITOS EUROPEOS…

Rafael de Nogales Méndez nació en San Cristóbal, Estado Táchira, el 14 de octubre de 1877. Según varios autores, es el venezolano más conocido en lejanas tierras que en la que le vio nacer y quien, como un moderno Miranda, fue el tachirense más universal del siglo XX. “Actuar o morir” era su lema.

Su nombre de pila era Rafael Ramón Intxauspe Méndez, hijo primogénito de don Felipe Intxauspe, de Nutrias y doña Josefa Méndez Brito, de Barinas, ambos de abolengo e hidalga genealogía. Desde muy niño –a los 7 años de edad- fue enviado a estudiar al Viejo Mundo, donde fue educado bajo una estricta disciplina militar, teniendo tutores privados en Alemania y Bélgica quienes le enseñaron el arte de la guerra y de su estrategia. Estudió filosofía, letras y ciencia en universidades de Barcelona, Bruselas y Louvain. Aprendió a hablar con perfección y fluidez varios idiomas. Además de su lengua materna conocía el inglés, francés, alemán, italiano, árabe y el chino. Gracias a su impecable acento en diversos idiomas, muchas veces fue confundido como nativo de Francia o de Suiza. En 1898, a los 17 años obtuvo el grado de sub-teniente y luchó en el ejército español en contra de la invasión norteamericana a Cuba. Allí fue herido en combate y regresa a Europa, donde fue recibido con admiración por su valentía, coraje y pundonor militar.

Su vida de aristócrata lo mantuvo siempre cerca de grandes personalidades mundiales como el Rey Leopoldo de Bélgica o el Káiser alemán Guillermo II. Pero, para Nogales Méndez, Europa no será el lugar que genere en él una actitud arrogante con vistas a demostrar en América su gran conocimiento y competencia, sino, más bien, el espacio que recorrerá para aprender y vivir, sin olvidar nunca su nido, su hogar, su Venezuela, razón de su lucha y de su vida.

En sus propias palabras señalaba: “Durante toda mi vida he peleado bajo muchas banderas y bajo muchas lunas, incluyendo la media luna del Islam. Me he considerado un ciudadano del mundo en todos los lugares del orbe en que alguna cosa se proyectaba. Un dictador que derrocar, un ejército de patriotas que organizar y dirigir, una utopía de oro que sobrellevar, una ballena que harponear, una injusticia política que señalar para presentarla desnuda al mundo. En medio de todo ello he sostenido un propósito: la liberación de mi país, Venezuela, de la tiranía que lo agobia (…) Ya sean relámpagos fugaces de un minuto los que hayan contribuido a conformar mi vida como caballero andante, sólo el más grande y el más puro parece interesante: mi ancestro”.

Rafael de Nogales Méndez fue un venezolano que se inclinó hacia la justicia y el altruismo. Fue militar y aventurero, verdadero trotamundos que luchó por aquello en lo que creía. Su espíritu inquieto lo llevó a atravesar los cuatro continentes de la Tierra y a combatir destacadamente en cada uno de ellos.

Fue un verdadero caballero andante, un aristócrata educado con mucho esmero lejos de sus añoradas montañas andinas. Y en su recorrido demostró su polifacético carácter siendo: un soldado que peleó junto a los españoles contra la invasión de Estados Unidos a

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Cuba; un traficante de armas en la frontera Mexicana; un vaquero en Arizona y minero en California; cazador de ballenas en Alaska y de Jabalíes en el Jordán; un espía en la guerra Chino-japonesa, y un alto jefe militar en las filas del ejército Otomano y en las Fuerzas Expedicionarias Persas de la Primera Guerra Mundial; fue guerrillero en la revolución Mexicana y en la Nicaragua de Sandino, y fiel opositor al régimen de Juan Vicente Gómez.

Estuvo en contacto con doce Imperios diferentes, varios de los cuales vio algunos desvanecerse. Ellos fueron los imperios zarista, prusiano, austro-húngaro, otomano, manchú, inglés, español, francés, belga, holandés, portugués y el naciente imperio norteamericano.Fue además de militar de escuela (de acción), político, periodista y un escritor.

El general de Nogales era hombre-noticia con una mente en permanente vigilia, con los ojos brillándole en la penumbra como dos brasas y una cierta actitud nerviosa sobresaltada de soldado en la estrategia. De aspecto escrutador y febril, tez bronceada y pelo aindiado a lo Eliecer Gaitán, su inconfundible tipo andino no faltaba nunca en los grandes rotativos ingleses, ya rindiéndosele el homenaje como héroe de la primera guerra mundial, ascendido a general de División en Turquía, donde al mando de 12.000 soldados turcos había venció a 35.000 armenios, tomando a Van, la capital, en pocas horas.

Llegó a obtener la Cruz de Hierro de Primera Clase de manos del káiser Guillermo I, así como el sable de Mejishovon y la estrella de Mechedieh.

El general Rafael de Nogales Méndes murió en Panamá el 10 de julio de 1936.

Rafael de Nogales Méndez, general de varios ejércitos europeos, el tachirense más universal.