Una Lectura Masonica de Las Ensenanzas de Fulcanelli

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Leo Krugerman

UNA LECTURA MASNICA DE LAS ENSEANZAS DE FULCANELLI

Un estudio sobre el Pensamiento de Fulcanelli desde una perspectiva Masnica Espiritualista

Prlogo de Diego Rodrguez Mario

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NDICE

Prlogo de Diego Rodrguez Mario Captulo I - Generalidades Captulo II - Importa saber quin era Fulcanelli? Captulo III - De presuntas relaciones de Fulcanelli con los Masones y Rosacruces Captulo IV - De la Obra Escrita de Fulcanelli Captulo V - De los rasgos generales de la Obra de Fulcanelli Captulo VI - De la Alquimia en su Evolucin Histrica y como Ciencia o Quimica Espiritual segn Fulcanelli Captulo VII - De la Didctica y Prctica de la Alquimia y de la Disciplina del Trabajo Alqumico en Fulcanelli Captulo VIII - De las Catedrales Gticas, los Edificios y Monumentos en la interpretacin y la ilustracin de la Alquimia para Fulcanelli Captulo IX - De la Va Seca como la ms recomendable para Fulcanelli en el Camino de la Alquimia Captulo X - De algunas Perlas de Alquimia en las Enseanzas de Fulcanelli X.1- Intentar sistematizar las Enseanzas de Fulcanelli plantea un Desafo X.2- Rasgos Generales del Camino de la Obra Alqumica X.3- De los Metales y Planetas que concurren en la Obra X.4- Del Mercurio y del Azufre X.5- De la Animacin del Mercurio. Disolucin y Coagulacin X.6- Del Disolvente Universal X.7- Del Tema de los Sabios o del Sujeto del Arte, y de las Primeras Sustancias X.8- Del Comienzo y de la Primera Preparacin X.9- De los Combates Filosficos y de la Fabricacin del Compuesto X.10- De la Putrefaccin o Nigredo X.11- Del Vitriolo (Visita Interiora Terrae, Recitificando Invenies Occultum Lapidem) X.12- De la Segunda Operacin, de las Bodas Qumicas y del Rebis X.13- De las Madres y de la Liberacin del Azufre X.14- De las Multiplicaciones del Azufre y de la Formacin de la Piedra X.15- De la Coccin y de la Calcinacin X.16- De la Separacin y Purificacin en la Coccin y en la Calcinacin. De la Salamandra X.17- De los Colores de la Obra, La Cruz, el Crisol y la Piedra X.18- Del Trnsito hacia la Obtencin de la Piedra X.19- De la Piedra de los Filsofos y de la Piedra Filosofal. De la Transformacin de la Piedra hacia la Piedra Filosofal X.20- De Smbolos de la Alta Ciencia, la Luz y la Corona

Captulo XI - Una Filosofa de la Muerte como Filosofa de la Vida? Trata Fulcanelli sobre la Experiencia de Salir del Cuerpo? Captulo XII - De la Evolucin, el Destino del Hombre y el Fin de los Tiempos segn Fulcanelli

PRLOGO

El autor, basndose en una perspectiva integral que entiende que para lograr la mejor obra, sta debe construirse sobre el mejor material, cuya calidad estar dada por la pureza de cada uno de los elementos sostiene que: la Masonera y la Alquimia confluirn en sus vertientes filosfico-especulativas y espirituales. Concepto bsico que sustenta su intento de lograr dilucidar las complejas expresiones del clebre alquimista FULCANELLI, estudiando sus dos obras: El Misterio de las Catedrales y Las Moradas Filosofales, basndose en la metodologa masnica. Desde el Antiguo Egipto la Alquimia fue considerada un Arte Sagrado slo conocido por los Adeptos, el que inclua operaciones materiales y proyecciones espirituales. Estaba ntimamente ligada al Esoterismo, respondiendo a una mstica de perfeccin del alma humana, criterio que no era nuevo ya que cuatro mil aos antes Zoroastro haba predicado que el hombre deba perfeccionarse a travs de Buenos Pensamientos, Buenas Palabras y Buenas Acciones. Como Arte, se constituy en una Filosofa del Universo operando una prctica de transformacin del hombre, compuesto de Alma, Espritu y Cuerpo, tratando de adecuar su naturaleza mediante la perfecta armona de sus tres componentes y sin separar la doctrina de la prctica. Se podra considerar, tambin, como una ReliginSabidura que se presenta, practica y opera a travs de una concepcin creadora, tratando de comprender y conocer el Espritu de la Creacin. Practicada como sistema mstico de perfeccin trata de desarrollar el espritu de cada ser mediante el conocimiento sistemtico de s mimo; que implica la integracin o perfeccionamiento de su personalidad, a lo que el filsofo Carl Jung calific como Proceso de Individualizacin. La Masonera Especulativa o Filosfica es tambin un Arte Inicitico y hay un paralelismo innegable entre el Simbolismo y el Hermetismo. Ambas, Alquimia y Masonera, trabajan la Piedra, la una para hallar la Piedra Filosofal, la otra para lograr la Piedra Cbica de Punta, sin que ninguna de los integrantes de ambas tendencias dejen de ser la Piedra Fundamental de su propia Obra. Ambas comienzan su preparacin dando a conocer el significado de la palabra Vitriol y mientras el Alquimista busca el oro, el Masn busca la Luz, que no es sino oro coagulado. Lo expuesto, avala el objetivo del autor y le permite planificar su exposicin redistribuyendo los temas tratados, para poder enfocar, comprender y analizar con mayor claridad las expresiones de Fulcanelli, tratando de explicarlas a travs de las propias palabras del alquimista, lo que le da mayor solidez a los conceptos vertidos. Por lo tanto estimo que es un libro que debera leerse por todos aquellos que deseen estudiar y comprender las obras del clebre alquimista, conjuntamente con dichas obras, a efectos de facilitar su orientacin e interpretacin. Diego Rodrguez Mario

Captad un rayo de sol, condensadlo en forma sustancial, nutrid de fuego elemental ese fuego espiritual corporizado, y tendris el mayor tesoro del mundo. (*) Fulcanelli

Captulo I

GENERALIDADES

Las afirmaciones que se hagan en este Trabajo no comprometen la opinin de ninguna Autoridad o Potencia Masnica, y corren por la exclusiva Responsabilidad de su Redactor. La Masonera es un Cuerpo de Sabidura y Doctrina formado con el Legado de las ms variadas Tradiciones, Filosofas y Escuelas. Como Disciplina Constructiva que es, tambin se ha ido construyendo a s misma recibiendo lo Mejor de cada Rama del Conocimiento y de cada Hermano, formndose con el Devenir esa Estructura tan Compleja y tan dinmica que llamamos con cario Nuestra Orden porque es parte de nosotros, se forma con nosotros y es un Producto de Nosotros que a su vez nos ensea y nos Recrea. En el trnsito histrico desde la Antigua Masonera como un Arte de la Construccin Material y Operativo hacia un Arte de la Construccin Inmaterial o Espiritual, una tica o Concepcin ligada a un Propsito Trascendente de la Edificacin form un Estado de Concepcin o Disciplina que no slo serva para la Construccin Material sino que lograba ser trasladable y adaptable para sobrellevar todos los Aspectos de la Vida, de ah que otras Personas, ya no slo Artesanos o Albailes, comenzaron a tomarle atencin como Forma de Encarar y Vivir la Realidad. A su vez, el Arte de Obtencin, Purificacin, Forja y Elaboracin de los Metales y de los Elementos, la Perfeccin de la Obra, se asocian tambin a una Actitud de Esfuerzo y Paciencia en la Preparacin, Purificacin y Transformacin del propio Elemento y Material, motivando ello una Disciplina: la Alquimia, que en su Faz Espiritual va con el tiempo marcando Perfiles propios respecto de la Qumica y de la Espagiria, pasando a ocuparse estas dos ltimas slo de las Leyes que rigen los Fenmenos y Transformaciones de la Materia. En determinado momento estas Concepciones o Actitudes Espirituales en el Arte de la Elaboracin y Construccin de los Elementos, de los Metales y de la Piedra, se independizan de las Artes de la Construccin o de la Transformacin de los Metales en s, pero aquellas Concepciones conservan de estas Artes sus referencias y terminologa con carcter simblico, metafrico o descriptivo. Por Caminos propios pero Paralelos, de la Disciplina de la Elaboracin y Construccin con la Piedra surge una Disciplina de Actitud que es lo que conocemos como Masonera Especulativa o Filosfica, pero tambin el Estudio y los Esfuerzos en calibrar las Propiedades y la Transformacin de los Elementos y Metales da paso a una Concepcin de Vida que conocemos como Alquimia Espiritual, las dos con prescindencia de sus orgenes Materiales u Operativos. En una Perspectiva Integral que entiende que para lograr la Mejor Obra sta debe construirse sobre el mejor Material cuya Calidad estar dada por la Pureza de cada uno de sus Elementos, la Masonera y la Alquimia confluirn en sus vertientes Filosfico-Especulativas y Espirituales. De alguna manera la Masonera y la Alquimia Espirituales estaban llamadas a unirse o ligarse ntimamente. Lo que llamamos la Verdadera Masonera o Masonera Esotrica, puesto que elabora y construye lo mejor de nosotros desde lo ms ntimo de nosotros, es en realidad una Fusin de Masonera y de Alquimia. Le llamamos Masonera en recuerdo a nuestros Orgenes en el Ars Aedificatoria, pero es tambin Alquimia. Esto es debido a que la Alquimia como Disciplina ya en decadencia en la poca Moderna se refugia en la Masonera, recordndose como Hitos puntuales los ingresos de los Alquimistas-Rosacruces Robert Moray a la Logia Masnica de

Edimburgo el 20.5.1641 y Elas Ashmole en una Logia Masnica de Warrington, Lancashire el 16.10.1646 (1), integrndose la Alquimia en la Masonera mediante una fusin que beneficiar a la segunda dotndole de una Espiritualidad y Esoterismo muy especial, cargndose durante la Transicin de la Masonera Antigua a la Moderna entre los Siglos XVI a XVIII de un importante Simbolismo Hermtico-Alqumico que definir el carcter de la Masonera Contempornea (2). La Alquimia y la Masonera se reconocen como unidas o confluyentes desde tiempo atrs. Hoy es muy conocido o es secreto a voces que los Masones o Francmasones Picapedreros de la Edad Media testimoniaron en sus Catedrales y Esculturas Gticas Emblemas y Enseanzas Alqumicas, recogiendo la Tradicin Alqumica en sus obras. Ya el Manuscrito Cooke (annimo de fecha incierta pero datable entre fines del Siglo XIV y principios del Siglo XV o ca. 1410-1420) en pleno Perodo Histrico Operativo recuerda a Hermes el Filsofo como uno de los Precursores de la Masonera quien con Pitgoras habran encontrado las Dos Columnas en que se habran grabado todas las Ciencias y las Artes, y tambin Hermes est referido en el Protodocumento The Ancient Constitution of the Free and Accepted Masons (1607). Hermes es precisamente considerado por la Tradicin Inicitica en general como el Fundador o Padre de la Alquimia y el supuesto Autor de la Tabla de Esmeralda, el A-B-C de los Alquimistas. En los Tratados Triga Chemica: De Lapide Philosophico Tractatus Tres y Quadriga Aurifera (los dos de 1599) de Nicolaus Barnaudus, se observa en sus respectivas portadas el dibujo de un Comps; en el Triga Chemica este Comps aparece sostenido por una Mano desde lo Alto que recordara al Gran Arquitecto del Universo (la Alquimia, Arte de Geometra, se nutre de la Tradicin iconogrfica del Dios Gemetra que con un Comps o el trazado de un Crculo ordena al Abismo o al Caos configurando el Cosmos, imagen que pasar a la Simbologa Masnica). En el Tomo I de Utriusque Cosmi Historia (Oppenheim, 1617) Captulo De Macrocosmi Historia de Robert Fludd aparece en el Centro de una imagen y sobre la Tierra un Simio midiendo con un Comps una Esfera Celeste, ser el Artista intentando emular como Mono de la Creacin a la Naturaleza? En Aurelia Occulta Philosophorum del Theatrum Chemicumde Basilio Valentin (Ed. 1613), existe una representacin de un ser Andrgino que emblematiza al Rebis Alqumico sosteniendo en su mano derecha (del lado de la cabeza Masculina) un Comps y en la izquierda (del lado de la cabeza Femenina) una Escuadra. El Arcana Arcanissima del Alquimista y Rosacruz Michael Maier posee en su ilustracin de portada debajo de Osiris-Hrcules y de Isis-Dionisos (Tifn est en medio arriba entre Osiris e Isis) dos Columnas que recuerdan en nuestra opinin a las Columnas Jakin y Bohaz. Todo ello evidencia como botn de muestra cmo entre los Siglos XIV a XVII se compartan ya los Smbolos Masnicos y Alqumicos. En su Simbologa la Masonera reconoce Emblemas, Palabras, Alegoras, Leyendas y Jeroglficos tambin reconocidos por la Alquimia que no se encontraban originalmente en el Bagaje Ancestral de la primera. Si bien cada Grado Masnico es un Centro Docente de Alquimia, en algunos Grados esa influencia es concretamente Explcita y en ellos se estudia y profundiza en todos los Secretos de la Alquimia (3). Tambin Masonera y Alquimia estn unidas por su Contenido Inicitico-Filosfico. Tanto la Masonera como la Alquimia trabajan Piedras, Metales y Elementos que se asocian a las Virtudes y Cualidades del Ser Humano. Las dos requieren una Preparacin Espiritual Especial que abre una nueva perspectiva llamada la Iniciacin. Las dos buscan la Obra Perfecta o Pura que se enuncia como la Piedra Cbica en Masonera y la Piedra Filosofal en Alquimia, aunque tambin la Alquimia hace referencias a la Piedra Cbica y la Masonera recuerda a la Piedra Filosofal. El Alquimista es un Obrero que recibe por su Perseverancia y Trabajo su Salario o Recompensa de la Naturaleza segn su mrito y derecho. La Alquimia pretende el Oro (Espiritual) y lograr lo ms Prstino de cada Metal a travs de sus Transformaciones, y la Masonera se propone

de cada uno conseguir el ms Puro y Noble Metal. Cada Iniciacin a cada Grado Masnico representa un Proceso de Putrefactio o Nigredo y Solutio (Muertes o Aniquilaciones Simblicas trasuntadas a travs de las Cmaras de Reflexiones o Especiales de cada Ceremonia de Pasaje de Grado) seguido de otro de Separatio y Perfectio o Rubedo (Procesos o Viajes para la Iniciacin o Elevacin de Grado). Cada Grado de cualquier Rito Masnico posee Perlas de Alquimia, como Enseanzas y Smbolos a los cuales la Alquimia no es ajena. Nos interesa destacar que en Sentido Inicitico, tanto la Alquimia como la Masonera procuran en el Individuo lograr una Generacin Espiritual. La Alquimia y la Masonera son ambas Ars Regia, verdaderos Artes Reales porque procuran el Ms Elevado Trabajo: La Construccin y la Transformacin hacia la ms Elevada y Poderosa Espiritualidad (4). La Alquimia como nos ensea Lumen, propone la transformacin de la estructura ntima del individuo y su matriz es el Hombre (5); esto tambin pretende la Masonera. La Alquimia es una Ciencia verdaderamente Mstica y Espiritual en el correcto sentido de esas palabras, pues cada uno debe llevar y realizar la Gran Obra dentro de s mismo (6). La Masonera, como la Alquimia, se compone de etapas o Grados donde en cada uno de ellos se repiten y reitera el mismo proceso de Disociacin y Reunin-Purificacin, reproduciendo o recapitulando en cada Grado las Etapas de la Obra Alqumica o Gran Obra (7). La Alquimia, como la Masonera, exigen Trabajo Duro y Voluntad de Trabajar (8). La Iniciacin Masnica es asimilable a la de Alquimia, sealando ICHER que Como funcin simblica la Experiencia Inicitica articula el sentido arquetpico de el Mundo de lo Alto, con el mundo de lo Bajo y actualiza la Tradicin. Ella es el Caduceo. Como referencia, es la llave de la interpretacin de la cultura humana que le permite separar lo sutil de lo espeso con gran xito, breve de discernimiento para obrar. Es el punto de partida y la finalidad de la obra, la Piedra Filosofal (9). No es nuestra intencin detenernos en estudiar las Relaciones entre la Masonera y la Alquimia porque distraera nuestro propsito (10). Slo nos basta constatar la Indisoluble Influencia que ha tomado la Alquimia en la Masonera, recordando que la ha transformado dndole una Perspectiva y Propsito Esotrico-Espiritual. Siendo la Alquimia tan importante en la Masonera, la Enseanza de su Ciencia y del Pensamiento o Ideas de todo Alquimista importa a efectos del Enriquecimiento y de la Formacin Doctrinaria e Inicitica de todo Masn. Todo Escrito o Estudio, todo Pensamiento, Palabras o Referencias de Alguien ligado a la Alquimia, encierra un Contenido y un Mensaje que merece Atencin necesaria y dar Aprovechamiento Ineludible en Masonera, sobretodo en Masonera Espiritual o Esotrica. El presente Trabajo versar sobre el Pensamiento o las Ideas de quien podra considerarse fue el Alquimista ms famoso y conocido de los Siglos XX y XXI, quien se desempe bajo el nombre de Fulcanelli. En su caso particular no l mismo, sino su propia Obra, le dio por mrito y Trabajo propio un Lugar de Relevancia y de Referencia insoslayable no slo en la Bibliografa sino en el Impulso y Desarrollo de la Alquimia y de las Disciplinas Esotricas. De alguna forma podemos decir que Fulcanelli es un Clsico Moderno por su Temporalidad, pero es tambin un Clsico Universal del Esoterismo por la Riqueza de sus Doctrinas y Conceptos. Puesto que su Espacio no se reduce en los hechos slo a la Alquimia sino que se ha proyectado en el Mundo Inicitico no puede ser desatendido en la Cultura de la Obediencia Masnica, ya que la Riqueza de Contenido de sus Ideas y Pensamientos tiene mucho para ensearnos de utilidad y porque en sus Estudios sobre la Alquimia tambin nos recordar mucho de nosotros los Masones, de nuestras Tradiciones y de nuestros Smbolos.

Quien plantea este Anlisis es (mejor dicho, intenta ser) un Masn pero no se reconoce a s mismo como un Alquimista ni como un estudioso de dicho Arte. Esto implica adoptar la mayor honestidad intelectual en reconocer que estas lneas pueden adolecer de limitaciones en la comprensin de ciertos trminos de dicha Ciencia y en algunos aspectos de las Ideas y Conceptos de Fulcanelli. En todo caso, hemos sinceramente intentado el mayor esfuerzo en presentar su Legado y su Pensamiento en la forma ms orgnica que nos han permitido nuestras capacidades. Este Estudio pretende ser una Propuesta de Gua para comprender a Fulcanelli. Esperamos que pueda resultar de provecho para los Estudiosos del Esoterismo; a ellos va dedicada nuestra Labor.

Captulo II

IMPORTA SABER QUIN ERA FULCANELLI?

Opinamos que desgraciadamente se ha escrito ms sobre quin era Fulcanelli que sobre cules o cmo eran sus Ideas o su Pensamiento (11). El Mito y las Especulaciones sobre quin fue Fulcanelli prevalecieron sobre el Estudio de la Riqueza de su Doctrina cuando debi haber sido al revs. No perderemos tiempo en resear hiptesis ni terciaremos en las discusiones sobre quin o quines fueron Fulcanelli. Recordando o parafraseando conceptos de Carlos Castaneda, en un Ser Espiritual lo que menos importa es su Historia Personal. En realidad no interesa quin o quines fueron Fulcanelli, sino qu nos quiso o nos quisieron ensear y cul fue su contribucin al Arte de la Alquimia y a la Tradicin Inicitica en general. Creemos que para Fulcanelli justamente, lo ms importante era la Obra y el Arte ms que la vanagloria de su personalidad. Despus de todo, l mismo dijo: no queremos vuestro agradecimiento ni vuestro recuerdo, slo deseamos que os tomis por otros el mismo trabajo que nosotros nos hemos tomado por vosotros (12). Al decir de Martnez Otero, Fulcanelli Slo quiso darnos la nuez intelectiva de su filosofa qumica, lo necesario y lo suficiente; Se enmascar tras su obra. Se olvid de s, para dejar slo relieve de su testimonio en el frontispicio del Arte (13). Sobre cul es el origen del nombre Fulcanelli, y si es un nombre verdadero, un Pseudnimo o un Nombre Simblico, hay interpretaciones de todo tipo y algunas resultan rayanas en el disparate (14). Las hiptesis ms serias asocian el nombre italianizado (vaya a saberse por qu motivos cuando el Autor, los Autores o quienes habran creado a Fulcanelli habran sido franceses) de Fulcanelli a uno compuesto por las palabras Vulcanus (en Latn el Dios Herrero, Volcn o Fuego) o Volcn (alemn Vulkan; Wolkan Galo-belga o germnico, significara Herrero) y Helios (En griego, Sol), o sea VulcainHlios, donde por Eufona la V se transforma en F. As Fulcanelli podra significar Volcn, Fuego o Herrero del Sol etimolgicamente o en una suerte de Cbala Hablada, que lo relacionara como Habitante Virtual o Adepto de la Misteriosa Hermandad de Helipolis (Ciudad del Sol). En este sentido Canseliet (opinin que interesa mucho sobre todo por su supuesto acceso a Fulcanelli) dijo en una entrevista con Robert Amadou que Fulcanelli significara Fuego del Sol (15), pero no abre margen de seguridad sobre si dicha Etimologa es la correcta o si sera una probable. En otras Acepciones ms plausibles y segn Fritz, Fulcanelli provendra de "Fulcio, fulcis, fultum"; remite al verbo fulcire que significara en latn "Apoyo", sostener, fortificar, y a esta palabra se sumara "Anellus, anelli"; o sea, Anillo, sortija, crculo (16). De todos modos, el nombre y el significado del nombre Fulcanelli plantea por s otro Enigma pero tambin otro Smbolo que parece en s dar una Orientacin sobre el Propsito de su Obra, por lo que su investigacin tambin podra revelar pautas para comprender las Ideas o el Pensamiento de este tan singular y misterioso Personaje. Existe un entredicho respecto a si las Ideas de Fulcanelli son originales de ste o si provienen de otras Personas de quienes Fulcanelli se inspir o sencillamente plagi o ampli sus trabajos, lo que enrarece todava ms la polmica sobre si Fulcanelli era uno, si hubo varios Fulcanelli o si Fulcanelli era un Pseudnimo colectivo. Hay quienes ven en los Misterios de las Catedrales las ideas y trabajos de Ren Schwaller de Lubicz que habra plagiado Jean-Julien Hubert Champagne (Uver o Uber Campa Agna) y que por alguna razn Schwaller en vida toler, condescendi o no observ tal plagio, al que se hizo ciertos aditivos e intercalaciones de trabajos de Pierre Dujols,

que luego Champagne entreg a Canseliet. Se ha observado en Las Moradas Filosofales escritos de Pierre Dujols cuya esposa entreg a Champagne y que luego Canseliet sistematiz y unific para ser revisados por Champagne (17). En ambos casos Champagne habra entregado las obras (suyas o con aditamentos suyos) a Canseliet quien les da una unificacin y pulimiento, pero la revisin final, las Pruebas de Imprenta e Ilustraciones son corregidas por el propio Champagne. Por otra parte, se dice que Canseliet confes tardamente que las obras no recibieron la ltima mano de su autor, sino que le fueron entregados tres paquetes con notas ms o menos elaboradas, y que la redaccin final fue obra suya. El ncleo de esta declaracin parece estar corroborado por el hecho de que ambas obras, El Misterio de las Catedrales y Las Moradas Filosofales frente a pasajes de redaccin cuidada y elegante presentan otros esquemticos que parecen meras notas. A esto podra aadirse ciertas inconsistencias y contradicciones internas. La idea que se deduce de las fragmentarias y esparcidas comunicaciones de Canseliet es que Fulcanelli clasific y dio la primera forma a las notas hacia 1922, pero que hacia 1923, al alcanzar el eventual Adeptado, se desolidariz del trabajo emprendido y encarg a dicho discpulo la tarea de concluirlo y darlo a la luz (18). En otra versin, los trabajos atribuidos a Fulcanelli provienen de manuscritos apcrifos cuyos originales se perdieron o se tiraron, siendo lo que se conoce actualmente algo desvirtuado por las interpolaciones (19). Lilly ve en Fulcanelli escritos de Henry Coton-Alvart, Ren Schwaller, J.J. Champagne y Pierre Dujols (20). Por eso cuando nos referimos a El Pensamiento de Fulcanelli surge una pregunta: El pensamiento de quin o de quines, realmente? Fulcanelli es reconocido como Maestro por quien dijo ser su Discpulo Canseliet (21). Fulcanelli, en forma ms modesta y conforme corresponde a la Humildad del Maestro, se reconoce a s mimo que un simple jaln en el gran camino de la Tradicin Esotrica (22). Era Fulcanelli realmente un Maestro Iniciado, un Estudioso, una Persona slo instruida intelectualmente en los Textos Alqumicos y en los conocimientos tericos de esa Disciplina, un Plagiador, un Soplador (persona que dice o aparenta saber de Alquimia pero que en realidad nada sabe ni es Alquimista), o un simple Producto de la Picarda de alguna Persona o de Grupo ocultista o de caf parisino de principios del Siglo XX? Las respuestas u opiniones pueden ser tantas como personas.

Captulo III

DE PRESUNTAS RELACIONES DE FULCANELLI CON LOS MASONES Y ROSACRUCES

No sabemos si Fulcanelli, o si quien escribi o quienes escribieron o agruparon bajo el Pseudnimo de Fulcanelli, era o eran Masones, ni si incursion o incursionaron por la Obediencia, al no tener idea de quin realmente fue o fueron. En realidad, salvo las Concordancias que hace Fulcanelli en sus Obras El Misterio de las Catedrales y Las Moradas Filosficas de algunos smbolos Alqumicos con algunos Masnicos apareciendo tambin varias referencias a la Masonera y a sus Smbolos (23), no hay elementos que hagan pensar que Fulcanelli perteneciera a la Masonera, lo que hace parecer que le fue ajena o indiferente salvo en nociones intelectuales sobre su Simbologa en cuanto pudieran conectarse con la Alquimia. No obstante, se ha revelado que Jean-Julien Champagne, a quien se atribuye era Fulcanelli, estaba rodeado por un entorno de amistades pertenecientes a la Masonera Egipcia (24), si bien l no habra estado directamente vinculado. Con todo, destacaremos que Fulcanelli sostuvo que los Masones, como los Templarios y los Illuminati, son tributarios de la misma Tradicin Secreta emanada de la Escuela o Casa de Sabidura fundada en El Cairo en el Siglo XI por Hakem (25), lo que le da por lo menos a la Orden Masnica un Origen de Tradicin respetablemente antigua, seria e Inicitica, y relaciona a los Masones, Frimasons o Francmasones, como los Nautas Constructores de las Catedrales Gticas o Argticas que tambin dominaban la Lengua Argtica, una suerte de Cbala Hablada o Cbala Hermtica y que conocan el Jardn de las Hesprides para asegurar la transmisin de los Smbolos y de la Doctrina Hermtica (26). Como los Rosacruces y otras Hermandades Hermticas la Masonera esperara descubrir la Palabra Perdida cuya bsqueda constituira el fin de sus Trabajos y la razn de su existencia (27). Pero Fulcanelli critica a la Masonera en cuanto a que se apresuraron a adoptar en su Jerarqua al Ttulo de Rosacruz convirtindolo en un Grado sin ninguna importancia filosfica concreta y sin molestarse en conocer su significado simblico ni su verdadero origen (28), y la considera una degeneracin de la Caballera Mstica (29). Se siente as la impresin de que Fulcanelli apreciaba a la Masonera Antigua pero no habra conceptuado en forma favorable a la Masonera Moderna. Tampoco sabemos si Fulcanelli era Rosacruz o Rosacruciano, aunque nos llama la atencin ciertas precisiones en su Obra que realiza sobre la Orden Rosacruz y sus principales encomios a los Verdaderos Rosacruces, lo que revela que el Rosacrucismo estaba en sus preocupaciones. No debe ser ello casualidad si recordamos que se dice que Canseliet, el supuesto discpulo de Fulcanelli, habra afirmado de ste que fue enviado por la Fraternidad Blanca para facilitar la evolucin de la humanidad. Es un verdadero Rosacruz [...], un maestro con poderes extraordinarios. (30). Los Grandes Maestros de la Rosa Cruz, de quienes Fulcanelli recuerda que tambin eran llamados los Hermanos del Roco Cocido (F.R.C.) o del Roco de Mayo (31), son quienes reciben con el Ttulo de Rosa Cruz el ttulo por Excelencia de la Nobleza Hermtica (32). La Rosa Cruz no es un Grado en absoluto, sino tan slo la consagracin de los Trabajos Secretos y de la Experiencia, Luz positiva que les da a aqullos una Fe Viva (33). Histricamente, sin embargo ha podido reconocerse segn Fulcanelli dos Tendencias Rosacruces (34): a) Una relacionada a Johann Valentin Andreae, autor supuesto de la Fama Fraternitatis y de la Confessio Fraternitatis (ca. 1614 y 1615 respectivamente), que refiere a supuestos Hermanos reunidos por un Juramento inviolable y sometidos a disciplina y secreto

severos, con perfiles extravagantes y a los que se les atribua en reputacin que compartieron con los Masones de imaginarios poderes ocultos, prodigios taumatrgicos y capacidad de fabricar metales y piedras preciosas, pero estaban ms bien asociados a una eventual meta poltica para quiz contrapesar la Autoridad de las Logias Masnicas o para provocar la unidad de los Rosacruces dispersos en una sola Fraternidad. En realidad, Fulcanelli explica que la famosa Cofrada Mstica de los Rosacruces jams existi sino en la Imaginacin o en el deseo no siendo ms que una fbula, y no tiene nada que ver con esas capillitas donde se pasa el tiempo perezosamente bajo una Ensea Rosacruz. Critica a Andreae en que no enalteci las virtudes que ciertos Filsofos ms entusiastas que sinceros atribuyen a la Medida Universal., atribuyendo a los Hermanos lo que es patrimonio del Magisterio y slo dio su personal opinin sobre la realidad de la Piedra. Sin embargo, le reconoce a Andreae como mrito que escribi en la Fama Fraternitatis un Tratado de Alquimia verdadero revelando que conoca la Oculta Verdad que contiene el smbolo de la Cruz y de la Rosa, emblema de los Antiguos Magos conocidos de las ms remota Antigedad, enseando Disciplina, Prudencia y Silencio para los Adeptos, aunque son conceptos tiles pero superfluos. Fulcanelli niega la pretendida existencia de una Fraternidad Rosa Cruz, explicitando que nunca tuvo existencia social; b) Los Verdaderos Rosacruces, a quienes Fulcanelli destaca como los nicos que pueden ostentar ese Ttulo y probar su Ciencia materialmente, nada tienen que ver con los primeros. Viven aislados en su austero retiro sin temer ser conocidos incluso por sus Hermanos de Cofrada. Pueden ocupar puestos brillantes pero bajo el Hombre disimulan al Rosacruz. En ms, en su Personalidad optan por lo general por un perfil que los hace invisibles porque son desconocidos, viven en una mediocridad deseada y en oficios sin trascendencia, en una reserva prudente, rodendose de Silencio y de Misterio como los Alquimistas. Los Adeptos que llevan Verdaderamente ese Ttulo son slo Hermanos en el Conocimiento y el xito de sus trabajos, por el Descubrimiento y la Ciencia, Hermanos por los Actos y las Obras; o sea, son Hermanos en el concepto filosfico que considera a todos los Individuos como Miembros de la misma Familia Humana. No tienen Juramento que los Ligue ni Estatutos que los vinculen, y carecen de Reglas como no sea la Disciplina Hermtica libremente Aceptada y voluntariamente Observada. No se conocen entre s, ni tienen lugares de reunin, ni sede social, ni Templos, ni ritual ni signos de reconocimiento. No pagan cuotas ni se gastan en Caballeras ni en banquetes (no son los que caracteriza Fulcanelli como Caballeros del Estmago pues desconocen los convivios). Se aislan como raros Iniciados de otros grupos vulgares que utilizan la misma Denominacin de Rosa Cruces pero que son impostores que se vanaglorian de un ttulo cuya adquisicin no seran capaces de Justificar. Son Solitarios, Trabajadores dispersos, Investigadores cosmopolitas. No reconocen ninguna Jerarqua. Si bien hubo ciertos Maestros que agruparon Discpulos y ciertos centros pequeos Iniciticos, no hubo entre ellos otro vnculo que el de la Verdad Cientfica confirmada por la Adquisicin de la Piedra. Caracteriza Fulcanelli a los Grandes Autores clsicos que ensearon sobre la Filosofa y los Arcanos del Arte como los Verdaderos Hermanos de la Rosa Cruz, buenos y dotados de virtudes por encima de los Hombres. Sin proclamarse ni pronunciarse personalmente Fulcanelli, l mismo, como un Rosacruz, destaca cul es el Autntico Espritu del Rosacrucismo, ese Espritu que permite distinguir a los Rosacruces de los Rosacrucianos. El Rosacruz Verdadero, al que Fulcanelli no le da en realidad un Rango de Maestro, se distingue y revela por su Actitud y sus Obras tanto en Ciencia Hermtica como en la Vida. Se es Rosacruz por tener un determinado Perfil de Personalidad, y no por pertenecer a una Fraternidad o a una Orden.

A pesar de no ser Fulcanelli un Estudioso de la Masonera o del Simbolismo Masnico propiamente dicho, de que no puede conectarse a Fulcanelli o a quien(es) haya(n) sido o lo haya(n) creado como Personaje como Perteneciente o Relacionado a alguna Logia u Obediencia Masnica, y de algunas crticas que formula a la Masonera Moderna, su Obra ha contribuido en forma indirecta pero ineludible en el Estudio del Simbolismo y del Esoterismo Masnico. En primer lugar, por el tratamiento que hace de algunas Enseanzas y Smbolos Alqumicos que son comunes a los del Acervo Simblico y Esotrico Masnico; Fulcanelli realiza muchas referencias a la Masonera conectando equivalencias entre Smbolos Alqumicos y Smbolos Masnicos. En segundo trmino, por la difusin y xito masivo que han tenido sus Obras que circulan en Ediciones accesibles a todos los poderes adquisitivos tanto a nivel Profano como a nivel de las Disciplinas Trascendentes o Iniciticas en general, por lo que su Referencia es siempre inevitable. Tercero, por va de los Hermanos Masones estudiosos, Adeptos o Prcticos de la Alquimia que vuelcan su influencia y sus conocimientos en dicha Ciencia a la Orden enriqueciendo su Contenido Doctrinario y su Filosofa, para los cuales hoy Fulcanelli no puede pasar desapercibido por lo menos a nivel terico. Cuarto, por las Confluencias o Influencias de la Alquimia en la Masonera, toda lectura o prctica de Alquimia importa en la preparacin Cultural, Espiritual e Inicitica del Hermano Masn. Se concuerde o no con todos sus Planteos, Fulcanelli es en Masonera una Cita Bibliogrfica Indispensable que ilustra y adorna todo Trabajo u Obra sobre el Simbolismo y el Esoterismo Masnico.

Captulo IV

DE LA OBRA ESCRITA DE FULCANELLI

Es interesante destacar que, sea quines o quin haya sido Fulcanelli, ste pas a la Historia a travs de dos Libros que desgranan Lecciones de Alquimia tomando como Pretexto la descripcin y Comentario sobre Smbolos o Emblemas que adornan algunas Obras Arquitectnicas sea Catedrales Gticas, Edificaciones u otros Monumentos Sacros o Profanos. En realidad, ya otros Alquimistas tomando como base la descripcin de Edificios u Obras Edilicias realizaron Instrucciones sobre sus Construcciones, sus Figuras, Smbolos y Emblemas, y los relacionaron con Enseanzas del Arte Hermtico (35). Estas dos Obras de Fulcanelli que podramos considerar de alguna forma Autnticas seran: 1) Le Mystre des Cathedrales et linterprtation sotrique des symboles hermtiques du Grand-Oeuvre. Prface de E. Canseliet, F. C. H.. Ouvrage illustr de trente-six planches d'aprs les dessins de Julien Champagne ; Paris, Jean Schmit, Libraire, 52, Rue Laffitte, 52, 1926; 2) Les Demeures Philosophales et le symbolisme hermtique dans ses rapports avec l'art sacr et l'sotrisme du grand-oeuvre. Prface de Eugne Canseliet, F. C. H.. Ouvrage illustr de quarante planches, d'aprs les dessins de Julien Champagne ; Paris, Jean Schmit Libraire, 45, Rue Laffitte, 45, 1930 (36). Fulcanelli falleci, se ausent o desapareci sin haber terminado supuestamente lo que sera su Tercer Libro, Finis Gloriae Mundi (El Fin de la Gloria del Mundo), que segn Canseliet en su Segundo Prolgo de la Edicin Francesa de Las Moradas Filosofales haba emprendido Fulcanelli y con l hubiera elevado la obra didctica a la ms extraordinaria triloga alqumica (37). Parece que en 1927 o en 1929 Fulcanelli retir a Canseliet el manuscrito de Finis Gloriae Mundi , que con Las Moradas y El Misterio le hubiere entregado en 1923 (38). Ese libro aparece en circunstancias misteriosas publicado en 1999 (ed. Francesa Finis Gloriae Mundi. Prface de Jacques D'Ars , Liber Mirabilis, London, 1999; Ed. en castellano Fulcanelli, Finis Gloriae Mundi. Prefacio de Jacques DArs, Ediciones Obelisco, Biblioteca Esotrica, 1999) pero est muy discutida su autenticidad, criticndose principalmente que dicha obra relata muchos sucesos que acontecen luego de la Segunda Guerra Mundial, fecha para la cual se supone al autor ya fallecido salvo si Fulcanelli hubiere sido Canseliet (39). Debido a su carcter Apcrifo, a las Polmicas no laudadas ni resueltas y las fundadas dudas existentes sobre la autenticidad de esta versin aparecida en 1999 de Finis Gloriae Mundi como atribuible a Fulcanelli (dudas que compartimos), nos abstendremos de su comentario en este Trabajo (40).

Captulo V

DE LOS RASGOS GENERALES DE LA OBRA DE FULCANELLI

Fulcanelli no escribi, por lo menos con ese Nombre, Libros ni Tratados Orgnicos o Metdicos sobre Alquimia. En realidad, creemos que ningn Alquimista lleg a hacerlo con propiedad ya que sera titnica pero vana e imposible tarea, por lo que Fulcanelli no debera ser una excepcin. En el caso de este Alquimista, a travs de la Descripcin, Explicacin o Interpretacin de Obras Edilicias, Esculturas, relieves e inscripciones, o en su tratamiento de diferentes tpicos, nos pasea por diferentes aspectos del Rosario Filosficoalqumico, de uno a otro lado y como picoteando, volviendo (en algunos casos una y otra vez) segn las circunstancias a tratar o repasar algunos temas o emblemas en diferentes pasajes de El Misterio de las Catedrales o de Las Moradas Filosofales. Quiz por la ndole del mismo Mtodo empleado, la Explicacin del Arte Hermtico tomando como Base y Apoyo la Descripcin y Comentario sobre Smbolos y Emblemas ornamentales de diversos Edificios, Monumentos y Obras, se padece en Fulcanelli una aparente Falta de Orden aunque ello no estara exento de Premeditacin. Segn Canseliet, Fulcanelli toma as cada una de las Fases del Trabajo, comienza su explicacin en un Captulo y la interrumpe para proseguirla en otro y para terminarla en un ltimo lugar; mas esa fragmentacin que transforma el Magisterio en un Solitario Filosfico no asustar al Investigador instruido pero persigue desanimar enseguida al Profano que no quiere adentrarse en ese laberinto y es incapaz de encontrar o restablecer el orden de las manipulaciones, o sea que esa Inorganicidad tendra un propsito supuesto: desorientar y desestimular al Profano, orientar y estimular al Investigador (41). Empero, sistematizar el Pensamiento y las Ideas supuestas de Fulcanelli no es empresa fcil. Es como armar un complicado Rompecabezas, sobretodo si pensamos que quiz no hubo uno, sino varios o un Colectivo Fulcanelli, y que por supuesto y a pesar de lo que defiende Canseliet, creemos que Fulcanelli no lleg a abarcar en sus Libros todos los aspectos del Arte Alqumico. Como dijera VanderBroeck citando a Aor o Schwaller de Lubicz, En el caso de Fulcanelli lo que se public es inexorablemente fragmentario... (42). Por otra parte, y como suelen hacer los Alquimistas o los Esoteristas, Fulcanelli constantemente se excusa o se cuida de precisar que no revela ni pretende revelar todos los Secretos del Arte, que se debe a su juramentos, que no revelar Secretos o que los revelar hasta cierta parte en la medida que entiende no compromete dicho Secreto o sus Juramentos (43). Verdad, Excusa o Coartada? Para justificar tal proceder, algunos han afirmado que, temeroso de haber sido demasiado claro en algunas partes y con el riesgo de haber violentado la Promesa del Secreto, Fulcanelli nos envuelve con una cortina de humo a travs de la palabrera tcnica y de las expresiones qumicas (44). Canseliet nos explica que Fulcanelli no ha pretendido poner al alcance de todos la Ciencia o la Alquimia debiendo respetar la Voluntad Divina y la Regla Filosfica que impone el Secreto Inviolable, engandose quien espere comprender la Ciencia Secreta tras una simple lectura (45). Esto tambin propicia que la Obra Alqumica de Fulcanelli sea necesariamente Inabarcable de todos los aspectos de la Alquimia o Ciencia Hermtica, cuando no de Azarosa Interpretacin o Anlisis. En una lnea de pensamiento divergente se ha criticado a Fulcanelli que expone sus ideas en forma confusa y hasta con contradicciones o inconsistencias. Selat en este sentido es muy explcito: (La obra de Fulcanelli)... se adapta al estilo de los antiguos centones alqumicos en los

que las teoras, fragmentos y citas se enlazaban y sucedan sin demasiada coherencia, producto inicialmente tanto de la incomprensin como de una desastrosa transmisin textual o de manipulaciones evidentes, pero que dio como resultado un estilo alqumico frecuentemente imitado. Presentados a veces con habilidad, a veces carentes de consistencia, sus argumentos estn hoy desfasados en general. Buena parte de ellos son, adems, romnticos. Al intentar establecer las diferencias entre Alquimia y Qumica, Los reproches que dirige a sta, aunque ms meditados que la media de los esoteristas, no por ello dejan de ser de un simplismo extremo. (46). En definitiva y sea como sea y por el motivo que fuere, el Pensamiento de Fulcanelli se nos presenta limitado, hasta donde l ha querido o dice haber querido llegar, sea en forma deliberada, sea porque no abord un Tratado Enciclopdico sobre Alquimia (no parece haber sido su intencin, por lo menos nadie refiere conocer ni haberse encontrado todava manuscritos o esbozos al respecto), sea porque no quera quebrar sus Juramentos de Reserva y Discrecin sobre los aspectos de la Ciencia Hermtica, sea por cierta falta de Metodismo propio de la Alquimia de lo cual Fulcanelli no ser excepcin, sea porque quiz hubo varios Fulcanelli lo que explicara ciertas falencias e incoherencias a pesar de los esfuerzos que habran hecho Champagne y Canseliet por unificar y corregir las notas, sea porque quiz Fulcanelli no conoca en verdad todos los Arcanos o porque no habra en realidad llegado a lograr culminar la Obra. En cierta forma, como dijera Bridges sobre especialmente El Misterio de las Catedrales pero es extendible a toda su obra, leer a Fulcanelli requiere Preparacin, Gua y ms que una pequea Paciencia (47). Sus Obras muestran dominio de Erudicin de Griego y Latn, como tambin conocimiento y referencias de los Escritos de los Alquimistas antiguos o Clsicos muchos de los cuales cita o refiere (a modo de ejemplo Jabir, Alberto Magno, Raimundo Lullio, Geber, Arnaldo de Vilanova, Basilio Valentn, Nicols Flamel, Trismosin, Cyrano de Bergerac, Pontanus, Paracelso, Tollius, DEspagnet, Ripley, Kircher, El Cosmopolita, El Filaleteo, Agricola, Robert Fludd, Trismosin, Trevisano, Limojon de Saint-Didier, Le Breton, Helvetius, Etteilla, adems de Tratados cuyos redactores quedaron en el Anonimato como la Turba Philosophorum, el Rosarium Philosophorum, el Mutus Liber y tantos otros), aunque tambin integra a Autores modernos y contempraneos (caso de Cyliani, Marcellin Berthelot, Pierre Dujols, Claude Grasset dOrcet). Nosotros creemos empero, que cualquier Persona puede leer con Agilidad y le es posible comprender con accesibilidad la Obra Escrita Fulcanelliana sin necesidad de una Introduccin ni de Conocimientos o de Lecturas previas en Alquimia. Es ms, no sera atrevido afirmar que en la poca Contempornea muchas personas en los hechos se introducen o informan sobre la Alquimia comenzando por la Lectura de las Obras de Fulcanelli. A pesar de todo ello, el mrito de Fulcanelli es haber llevado el Detalle Explicativo de la Prctica de la Alquimia ms lejos que ningn otro y no por una vanagloria de orgullo intelectual sino con un Propsito Ilustrativo y Caritativo respecto a otros Estudiosos a quienes se dice que Fulcanelli consideraba sus Hermanos, con el propsito de aliviarles el camino (48); nos ensea a Interpretar, a Entender y a Comprender esta verdadera Ciencia en forma clara, didctica y amena, estimulando en forma a Estudiar y a Investigar una Enseanza Trascendente Esotrica, oculta o disimulada tras imponentes Edificaciones o vetustas Construcciones, penetrando en las mismas y en sus relieves o artes intentando que hablen para nosotros, acercndonos el Secreto de una Tradicin Antigua de Valioso Mensaje para nuestras Vidas. Es su Prologuista y supuesto discpulo Eugne Canseliet quien destaca que uno de los mritos de Fulcanelli es ser uno de los Escritores ms sinceros y convincentes modernos; estableciendo una Teora Hermtica sobre bases slidas, las apoya en hechos analgicos evidentes y las expone de manera simple y precisa, de modo que al Estudioso o Estudiante le queda poco esfuerzo para descubrir sobre qu reposan los principios del Arte, pudiendo aqul acumular gran nmero de conocimientos necesarios; Fulcanelli en este

sentido hizo el primer esfuerzo, quedando para los Hermetistas realizar el ltimo quedando slo un breve tramo final (49). En este sentido puede decirse que Fulcanelli fue un Alquimista Caritativo. Fulcanelli nos explica, a pesar de que l dice cuidarse en preservar sus Juramentos y Doctrinas cuyo secreto les han sido confiados, en forma sencilla y amena pero Erudita, haciendo accesible y comprensible para el Espritu Contemporneo Racional y Materialista, los sibilinos y misteriosos Emblemas y las labernticas y extraas Operaciones, los confusos y hasta incoherentes o extravagantes Relatos o Leyendas de los Autores conocidos o Annimos de la Alquimia. Gracias a l todo comienza a tener una interpretacin lgica y un sentido, la Alquimia aparece como un Conocimiento o mejor dicho, un Arte mucho ms Vivo, Simple, Natural y Prctico de lo que hasta ahora se crea. Compartimos con A. Santiago que Con Fulcanelli parece que se levantan las primeras piedras de un nuevo Paradigma para la Alquimia, llevndola ms all de su matriz aristotlica. Aporta una abundante informacin que es susceptible de estudio con mtodos objetivos, propios de la ciencia actual. En ocasiones parece apuntar a una convergencia entre los Saberes clsicos de la tradicin alqumica y los conocimientos de la ciencia moderna (50). En una poca donde la Alquimia estaba en franca decadencia o viciada por los Sopladores de Humo (aficionados, ignorantes y charlatanes), Fulcanelli sobre la primera mitad del Siglo XX resucita el inters en el estudio serio de la Alquimia. Al decir de Filectio, Fulcanelli consigui atraer con sus Obras la atencin tanto de los interesados y de los extraos sobre la existencia de una Ciencia desclasificada como tal desde el Siglo XVIII y archivada entre los disparates de los antiguos (51). En otro aspecto, gracias a l encontramos en el Arte y en la Construccin Antiguos, aparentemente inmvil, el Arte Vivo y la Realidad de una Construccin que ms que hacia los Cielos, se eleva hacia adentro de Uno mismo. Seguramente desde y con l, ningn Edificio antiguo con inscripciones, smbolos, relieves, dibujos, esculturas o Pinturas nos resultar indiferente. La contribucin de Fulcanelli, quien se reconoce a s mismo como un simple jaln en el gran camino de la Tradicin esotrica (52) aunque no falta quien como Segreta exprese que Fulcanelli es sin sombra de duda el nico verdadero Alquimista del 900 (53), recoge en la primera mitad del Siglo XX toda la Herencia, la Experiencia y la Sabidura de la Alquimia y de los Alquimistas disponible desde la ms Remota Antigedad hasta la poca Contempornea, exponiendo acabados y finos conocimientos que no se reducen a meras elucubraciones o especulaciones sino que estn enriquecidas, respaldadas y documentadas adems con sesudas y exquisitas Bibliografas con Notas y Citas a Pie de pgina cuando corresponde. No obstante, Fulcanelli no alardea de su Obra e indica que no pretende convertir al lector o al profano habida cuenta de los prejuicios y recelos habituales de la Alquimia, pero si su lectura llegara a ofrecer al interesado alguna prueba de una Ciencia Verdadera y Positiva en la Alquimia, debe complementarse con la Lectura y Estudio de las Obras de los antiguos Filsofos y de los Textos Clsicos hasta que se pueda entender los puntos oscuros de la operativa (54). O sea que la Obra de Fulcanelli por s pretende ser slo una Gua en el Estudio de la Alquimia cuyo contenido, para quien desee la comprensin cabal de la Alquimia, habr de completarse y complementarse con la Lectura de los Filsofos Clsicos y Antiguos. Sin embargo y en la realidad, los Escritos Fulcanellianos no son slo Guas o Introductorios en el Conocimiento Intelectual y EsotricoInicitico de lo Alqumico, sino que se han relevado como verdaderos Manuales de Estudio y de Referencia para Adeptos, Investigadores y Buscadores Espirituales. Como en una Visita Guiada y Explicada por Catedrales y Edificios o Monumentos Antiguos, Fulcanelli interacta con su Lector y consigue seducirle, captarle, estimularle e interesarle, aunque

sea Lego o Profano, en el Tema de la Alquimia, descifrndole a travs de lo que puede ver (la Figura, la Imagen) lo que antes no reconoca (el Smbolo, la Enseanza). Sin necesidad de perder Erudicin ni Nivel para lograr ser accesible sensibiliza, invita a Redescubrir una Antigua Doctrina que a travs los Edificios y Figuras se est trasmitiendo sin necesidad de Palabras. El resultado del Mtodo empleado por Fulcanelli es Sorprendente. Tanto Profanos como Hermetistas logran disfrutar y aprender, cada uno segn sus posibilidades o apetencias. Para los no introducidos en la Alquimia la Lectura de los Escritos de Fulcanelli puede llegar a ser un buen comienzo y para los Estudiosos y Avanzados, Fuente de Inspiracin y Camino de Seguimiento. Petrinus ha expresado que los Fulcanelli (sic, siguiendo la tesis de quienes entienden que en realidad Fulcanelli es un seudnimo o personaje que agrup bajo s obras de varios autores) privilegian el simbolismo en detrimento de la prctica y por eso son propicios a las tales especulaciones llamadas filosficas por aquellos que intentan dar a los textos interpretaciones que nada tienen que ver con la realidad alqumica (55). En nuestra opinin esta crtica parece un tanto injusta, sobretodo si se pretende dirigir a quien logr abrir espacios y despertar nuevamente en la Mentalidad materialista, laica y frvola Contempornea de los Siglos XX y XXI el Inters por la Alquimia, por lo que creemos que jams sera recibida tal posicin por una Concepcin de la Alquimia como Ciencia Espiritual. Fulcanelli propicia elementos de Interpretacin e Ilustracin de los Enigmas o Smbolos para estimular y animar al Estudioso, al Adepto o al simple Curioso. La Prctica depende de lo que luego har cada uno de ellos mismos y eso es propio y particular de cada Fuero Interno, no de Fulcanelli. Fulcanelli es un Alquimista de clsica estirpe, tradicin y corte Occidental. Eliade lo categoriza claramente dentro de la Alquimia Tradicional (56). Recordaremos asimismo que Fulcanelli es un Alquimista de raigambre Cristiana. Ello slo denota su orientacin filosfica en la Disciplina; no lo presenta como un dogmtico ni menoscaba el valor de su Pensamiento. Para reforzar esta tesitura alguien se ha atrevido ms y ha dicho que Las palabras de Fulcanelli no son antojadizas, tienden un hilo invisible entre las escuelas alqumicas de Oriente y Occidente. Hilo sin el cual no habramos podido relacionar las enseanzas de ambas ramas filosficas, ni explicar a una a la luz de la otra. (57). En el Juzgamiento y Balance de la Obra Fulcanelliana podramos concluir que sus Libros son seguramente una Contribucin Ineludible y de Enjundia para el Estudio Intelectual y el Conocimiento Espiritual de la Alquimia. Y siendo la Alquimia un Conocimiento Auxiliar de la Masonera por no decir que es un Integrante de su Bagaje Doctrinario, Fulcanelli es para la Obediencia Masnica un Autor Orientador y de Referencia. Esto lo mantenemos aun ante, como vimos en el Captulo III, ciertos reparos que pudiere tener Fulcanelli sobre determinados aspectos de la Masonera Moderna. Sobre los Rasgos o Caracteres Generales de la Obra de Fulcanelli retomaremos en la Seccin X.1.

Captulo VI

DE LA ALQUIMIA EN SU EVOLUCIN HISTRICA Y COMO CIENCIA O QUMICA ESPIRITUAL SEGN FULCANELLI

Fulcanelli expresa que las Ciencias Antiguas trasmitidas bajo emblemas diversos se presentan bajo significacin Doble, una aparente y comprensible (Exoterismo) y otra escondida slo accesible a los Iniciados (Esoterismo). En esta segunda, precisados sus Smbolos, despojados de su doble sentido y de la expresin secundaria, sacndole las ideas conexas, se encuentra lo que constituye su valor didctico y alcance esencial. As, el Sentido Oculto se manifiesta con una Claridad superior a la que se obtiene por el anlisis directo y la lectura superficial, y por aadidura la Verdad se manifiesta luminosa y transparente (58). Nuestro Autor distingue bsicamente dos Alquimias, una Verdadera y otra Falsa, caracterizando como Verdadera a la Esotrico-Espiritual y como Falsa a la Exotrico-Material. La primera es del dominio de los Iniciados y Filsofos en el Lenguaje Alqumico y constituye el Objeto Verdadero de su estudio, en tanto que la segunda es de dominio pblico y de los Sopladores estando fundamentada sobre operaciones qumicas o de carcter prequmico. Aunque ambas usan el mismo lenguaje como de la Ciencia Qumica, en la Alquimia Verdadera ese Lenguaje es simblico y alegrico al modo de los Antiguos, que es lo que engaa a los Profanos quienes ven a la Alquimia como una receta o procedimiento qumico para fabricar Oro y Elixires y se perdern sin poder salvar la muralla del error y la dificultad sin resultados, mientras que los Iniciados y Filsofos la ven con otra Interpretacin (59). Bajo el nombre de Alquimia se conoci segn Fulcanelli entre los rabes el Arte Sagrado o Sacerdotal heredado de los Egipcios, que luego pasara a Occidente. Se recuerda como un origen del Nombre de esta Disciplina a Cam, hijo de No, el primer artesano (Al-Chamie). Tambin podra derivarse del griego Als (Sal) o podramos encontrar su etimologa en Chemeia en griego, en lugar de Khumeia, significando Jugo o Humor. Ciertos estudiosos derivan el nombre de la denominacin de la Tierra de Egipto, Kymia o Chemi. Otros no encuentran etimolgicamente diferencia entre Alquimia y Qumica (Al que en principio es un artculo, significara en realidad Virtud Maravillosa), considerndose a la Al-quimia, la Qumica por excelencia o Hiperqumica. Segn Fulcanelli, Alquimia podra significar Lo que fluye, mana, refirindose al Metal Fundido, a la Fusin y a toda obra hecha de Metal Fundido, algo as como Tcnica Metalrgica, Permutacin de la Forma por la Luz, Fuego o Espritu. La Historia nos muestra que la Alquimia nace en Oriente, en Egipto y Babilonia, y llega a Occidente a travs de tres grandes vas, la Bizantina, la Mediterrnea y la Hispnica, expandida por los rabes. Cultivada en las celdas monacales por el siglo XII, se propaga en el siglo XIV a todas las clases sociales pero es tambin condenada por la Iglesia y la Autoridad persigue a los Alquimistas y a los llamados Sopladores. A pesar de ello muchos convierten la Alquimia en una ocupacin y se desarrolla con pasin por toda Europa. El siglo XV marca el Perodo Glorioso de esa (llamada por Fulcanelli) Ciencia y sobrepasa los tiempos precedentes. Si bien la Exploracin de la Piedra Filosofal en el siglo XVI era ms activa de lo que pudieran creerse, y si bien los Adeptos no representaban en el Mundo la nfima minora que tiende a considerarse, permaneciendo desconocidos ms por la Ausencia de Documentos que por no poder reconocrselos, el Hermetismo cae en descrdito prolongando su agona hasta el siglo XVII y se extingue (60).

Existe una opinin de que la Qumica proviene por filiacin directa de la vieja Alquimia. Fulcanelli sostiene que la antepasada de la Qumica es la Espagiria y no la Ciencia Hermtica o Alquimia. En la Ciencia Qumica de la Edad Media hubo dos rdenes: la Espagiria y la Arquimia, dos ramas de un mismo Arte Esotrico que se difundan entre trabajadores y artesanos que al igual que los boticarios, deban estar provistos de conocimiento Espagricos que luego completaban en el ejercicio de su profesin. Los Arquimistas formaban una categora especial ms restringida y Oculta entre los Qumicos Antiguos. Los Qumicos Antiguos tenan cierta finalidad igual a los Alquimistas, pero los materiales y medios eran nicamente materiales y medios Qumicos. La Espagiria trabajaba con todo tipo de materiales de los tres reinos (mineral, vegetal y animal), mientras que la Arquimia tena como propsito Transformar los Metales, producir Oro y Plata partiendo de Compuestos Vulgares, o sea que eran Espagiristas acantonados en el Reino Mineral que prescindan de las esencias animales y alcaloides vegetales. Como se prohiba en la Edad Media tener hornos y utensilios qumicos sin autorizacin, muchos Artesanos estudiaban terminada su labor, cultivando la ciencia de los pequeos particulares pero obteniendo mediocres resultados. Los Alquimistas proporcionaron a los Espagiristas los hechos y los mtodos, pero el Alquimista no entra para nada en estas aportaciones sobre Transformacin fsica de los Metales. Muchos Escritos Hermticos fueron causa de descubrimientos clasificados como Alquimistas, pero eran ms bien de simple Espagiria. Muchos Alquimistas confundieron la manera de todas esas destilaciones, circulaciones, calcinaciones y operaciones innumerables que los qumicos vulgares inventaron, por haber comprendido mal los escritos de los Filsofos. Pero la antepasada real de la actual Qumica son las antiguas Espagiria y Arquimia, y no la Alquimia, la Ciencia Hermtica (61). Aclara Fulcanelli que la Alquimia es una Ciencia Verdadera susceptible de extensin y progreso como la Qumica, pero no es la adquisicin emprica de un secreto de fabricacin de los metales preciosos. Si bien la Qumica y la Alquimia son dos Ciencias positivas, exactas y reales, son Diferentes entre s tanto en teora como en la prctica. La Qumica no podra reivindicar un origen Alqumico. Las innumerables propiedades atribuidas a la Piedra Filosofal pertenecen a las sustancias desconocidas obtenidas a partir de materiales y cuerpos qumicos tratados segn la tcnica de nuestro Magisterio. La Alquimia es ante todo, una Ciencia Esotrica (62). Sera cierto que los Alquimistas conformaban sus Trabajos a la Teora Hermtica y ste fue el punto de experiencias en resultados puramente Qumicos porque no haba diferencia con lo que se consegua en los Laboratorios. Pero algunos Investigadores llevaron esas Tareas ms lejos, extendiendo el campo de las investigaciones y posibilidades Qumicas. Dentro de ellas tenemos la Arquimia cuyo procedimiento Arqumico ms simple consista en ocasionar reacciones violentas (cidos sobre bases) para reunir partes puras y cuerpos nuevos, y la Voarchadumia que se preocupaba de cambiar los metales de una especie en metales de otra especie, las dos relacionadas con la posibilidad de fabricar Oro. Pero en Alquimia hay mtodos cuyos resultados dan la prueba de las afirmaciones Filosficas y que permitieron realizar la Descomposicin de los Cuerpos Metlicos. Estos procedimientos tenan por objeto la extraccin de uno de los dos radicales metlicos, Azufre y Mercurio (63). La Filosofa Hermtica ensea que los Cuerpos no tienen ninguna accin sobre los Cuerpos y que slo los Espritus son activos y penetrantes. Son los Espritus que provocan en la Materia las transformaciones que vemos en ella. Puede verse la utilidad de los Espritus en el desprendimiento de Azufre o Mercurio metlicos, que son los nicos capaces de vencer la cohesin que liga estrechamente entre esos dos principios. Para los Alquimistas los Espritus son Influencias Reales aunque fsicamente Inmateriales e Imponderables, que actan de manera inexplicable e incognoscible pero eficaz. La radiacin lunar era uno de esos Espritus Hermticos. En cuanto a los

Arquimistas su concepcin se evidencia ms concreta y sustancial, pero siempre han empleado materiales qumicos puestos en accin con la ayuda de medios y operaciones qumicos (64). Ninguna de las operaciones qumicas se relaciona con la Alquimia Tradicional. Aunque se entreguen a las Operaciones Espagricas muchos no saldrn de la Qumica Oficial. Todas las operaciones son trminos metafricos, y quien pretenda conocer el secreto por todas esas operaciones estn fuera del buen camino (65). Asevera Fulcanelli que la antepasada de la Qumica actual es la Espagiria antigua. La Alquimia es de simplicidad extrema en sus materiales y frmulas, pero es la Ciencia ms oscura e ingrata de todas por el conocimiento exacto de las Nociones e influencias recibidas. Ah radica su Misterio y en la solucin del problema van los esfuerzos de los Hijos de Hermes (66). La Qumica es la Ciencia de los Hechos, la Alquimia lo es de las Causas, la primera se apoya en la Experiencia y la segunda toma sus directrices de la Filosofa. Una estudia los cuerpos naturales, la otra estudia el dinamismo de sus transformaciones (67). La Alquimia investiga las transformaciones de la sustancia original o primitiva, de la Materia (palabra cuyo origen se proviene de Mater) (68). En su obra Fulcanelli se propone demostrar: 1) Que la Alquimia es una Ciencia susceptible como la Qumica de extensin y progreso, y no la adquisicin emprica de un secreto de fabricacin de los metales preciosos; 2) Que la Alquimia y la Qumica son dos Ciencias Positivas y Reales aunque diferentes entre s, tanto en la teora como en la prctica; 3) Que la Qumica no podra por tales razones reivindicar un origen alqumico; 4) Que las innumerables propiedades atribuidas en bloque por los Filsofos tan slo a la Piedra Filosofal, pertenecen cada una de ellas a las sustancias desconocidas obtenidas a partir de materiales y de cuerpos qumicos, pero tratados segn la tcnica secreta del Magisterio Alqumico (69). Con todas estas ideas, Fulcanelli induce fcilmente al Lector a hacerle pensar y convencerlo de que la Alquimia Verdadera es exclusivamente una Realizacin Espiritual, una Prctica Mstica (70). La Alquimia es una Qumica Espiritualista que nos permite entrever a Dios a travs de las Tinieblas de la Sustancia. Requiere el Interrogatorio a la Naturaleza dentro de su actividad, entreabre la puerta de su Laboratorio donde mezcla sus elementos, para saber en qu condiciones y bajo que voluntad operan sus mltiples producciones. No basta identificar los cuerpos sino saber el secreto de su Elaboracin, descubrir la Fuerza Oculta y el Animador Desconocido bajo cuya influencia se efecta su labor. Puede ser el Fuego, reconocido en su Esencia Espiritual y no vulgar ese Animador o Agente Intermediario, sin el cual ninguna combinacin puede efectuarse (71). La Alquimia frente a la imposibilidad de lo real opone la posibilidad de lo maravilloso (72). No se puede atar al Espritu perpetuamente con los vnculos de un Positivismo ilusorio y estril (73). Remontando de lo Concreto a lo Abstracto, de lo Positivo al Espiritualismo, ensancha el campo de los conocimientos humanos, realizando la Unin de Dios y de la Naturaleza, Creador y Criatura, Ciencia y Religin (74). Fulcanelli dice que la Alquimia es Oscura por que est Oculta; los Filsofos que quisieron transmitir su Doctrina y sus Trabajos divulgaron el Arte mediante una forma comn para que el profano no pudiera hacer uso de l. A travs del Lenguaje Alegrico y de una Nomenclatura Equvoca, se revela un relmpago de Verdad y una conviccin profunda. Las mejores obras

contienen muchas lagunas, acumulan contradicciones y se esmaltan de falsas recetas, el modus operandi vara segn los Autores y las Descripciones de los Cuerpos empleados no obedecen a una similitud rigurosa. Los Filsofos se valen de unas fuentes para ocultar otras. Los Juegos de Palabras y Anagramas servan a los Iniciados en sus conversaciones, aunque algunos recurren a la Cbala y otros al Griego. Como la Materia Inicial puede ser examinada bajo los mltiples aspectos que adquiere durante el trabajo, no se hace una descripcin precisa y completa de ella sino de una parte de la Tcnica. Aparte, los Textos que llegan fueron del perodo floreciente de la Alquimia, y las imgenes son propias de las producciones francesas medievales donde exista una aficin por lo jeroglfico que hoy ya casi no se cultiva. En esta Oscuridad la indiferencia, la ignorancia, el tiempo y el olvido han hecho asimismo su trabajo (75). Los Iniciados saben que la Ciencia Hermtica o Alquimia aunque Natural y Simple no es en absoluto vulgar y los trminos de los que se sirve no son menos. Con ellos se muestra una Va para ilustrar a los Estudiosos, y para apartarse a los Cegados, los vidos y los Indignos (76). Interesa destacar que segn Fulcanelli, en el Lenguaje de los Pjaros o de la Gaya Ciencia (77) la Alquimia referira a la Permutacin de la Forma por la Luz, Fuego o Espritu, (maysculas nuestras) (78). Filectio, que relaciona a esta definicin sobre la Ciencia Hermtica con el verdadero Objeto de estudio de la Verdadera Alquimia, observa que Fulcanelli en esta amplia definicin no usa el trmino Transmutacin sino el de Permutacin, no habla de Materia (Plomo, Mercurio, Metales) sino de Forma, que la Luz es el Agente de tal Permutacin y que esta Luz puede ser Elemental o Natural (Luz-Fuego, Permutacin de la Forma Material) y Sobrenatural (Luz-Espritu, Permutacin de la Forma Espiritual, del operante mismo) (79). Est Fulcanelli en nuestra opinin pues hablando de Procesos o Entidades Intangibles o Abstractos, inmateriales, no de sustancias ni de elementos fsicos, como Objeto de la Alquimia. Lo que refuerza el Contenido Esotrico Trascendental, Espiritual, del Arte Hermtico. Incluso es ms explcito en una Definicin de la Alquimia como Arte Espiritual cuando manifiesta que la Alquimia se funda en las metamorfosis psquicas operadas por el espritu, denominacin otorgada al dinamismo universal emanado de la divinidad, el cual mantiene la vida y el movimiento, provoca su detencin o su muerte, hace evolucionar la sustancia y se afirma como el nico animador de cuanto es. (80). A pesar de lo dicho no dejamos de destacar que en sus obras Fulcanelli nos transmite algunas Recetas de verdadera Espagiria (81). Quien se tome el trabajo de seguirlas encontrar algunos resultados llamativos, curiosos o interesantes, pero no encontrar por all el Camino hacia la Piedra Filosofal. Invitamos a todos a captar el Pensamiento de Fulcanelli en Clave Espiritual.

Captulo VII

DE LA DIDCTICA Y PRCTICA DE LA ALQUIMIA Y DE LA DISCIPLINA DEL TRABAJO ALQUMICO EN FULCANELLI

Cmo se explica la Prctica de la Alquimia a quien no sabe? Cmo se practica esta Ciencia? Cmo se ensea y demuestra a Adeptos, Estudiosos y Profanos la Riqueza y Contenido Filosfico Esotrico de las Enseanzas de la Alquimia? El Mtodo empleado por Fulcanelli para lograrlo es muy simple y creemos que logra su objetivo. Nuestro Autor nos mostrar que la Alquimia y sus Enseanzas estn cotidianamente alrededor nuestro. La Alquimia no est oculta en Antiguos, costosos, inaccesibles o escasos Manuscritos o Textos Antiguos, sino al alcance de nuestra mano. Est y puede aprenderse en la Naturaleza. Tambin est difundida, diseminada y testimoniada a travs del Arte y de la Obra Humana en la Construccin, en la Plstica y en la Literatura, a travs de las cuales qued testimonio. Es tan fcil llegar a ella slo con querer ver ms all de lo que solemos y sabemos ver porque est alrededor nuestro en los objetos y monumentos cotidianos, disponible para nuestro anlisis. Por eso, para entender y captar lo Inmaterial de la Alquimia, nada ms didctico y entretenido que mostrarla a travs de lo Material, lo que Fulcanelli hace a travs de la Descripcin e Interpretacin del Contenido Simblico de las Obras del Arte Humano, y recomendando tambin la Observacin de lo que sucede comnmente en la Naturaleza. La Alquimia como Ciencia no se ensea. Cada cual debe aprenderla por s mismo y no de manera especulativa sino con la ayuda de un Trabajo Perseverante, multiplicando los Ensayos y las Tentativas, de manera que se sometan siempre las producciones del Pensamiento al Control de la Experiencia. Fulcanelli nos describe grficamente la Necesidad de este Esfuerzo diciendo que La Naturaleza no abre indistintamente a todos la puerta del santuario, que Nadie puede aspirar a la posesin del Gran Secreto si no armoniza su existencia al diapasn de las investigaciones emprendidas, y que Jams sabr nada quien tema el trabajo manual, el calor de los hornos, el polvillo del carbn, el peligro de las reacciones desconocidas y el insomnio de largas vigilias (82). Fulcanelli recomienda seguir y no apartarse de la Sencillez Natural ni del Orden de la Naturaleza a los que hay que obedecer con la mayor Fidelidad, Porque la Verdad se encontrar con simplicidad en la Naturaleza y no se revela sino a la Gente de Bien. En el Razonamiento y en el Estudio hay que reflexionar y apelar a la Analoga. Al Aprendiz se le ensea a seguir a la Naturaleza, tomarla como Gua y Mentor, a no estudiar la Naturaleza Viva fuera de su actividad, porque sta no acta ni se desarrolla sino en s misma y sin que nada intervenga; el Mtodo Analgico es el nico medio y solo recurso del Hermetista para la resolucin de los Secretos Naturales. El Obrero recibe de la Naturaleza misma el Salario (los trminos Obrero y Salario entrecomillados son usados expresamente por Fulcanelli, recordando mucho al procedimiento del Trabajo Masnico en sus Logias) al que tiene derecho, y ste le es descontado proporcionalmente a su Habilidad, Esfuerzos y Perseverancia. As, y aplicando las Leyes Naturales, el Artista conoce lo que quiere obtener (83). En este sentido cabe recordar que el Alquimista o Filsofo, concepto que en Alquimia no se corresponde con el que le damos contemporneamente, es el Amador de la Sabidura, que est instruido de las operaciones secretas de la Naturaleza y que imita sus procedimientos para intentar producir cosas ms perfectas que aquellas de la Naturaleza misma. El nombre de Filsofo fue dado desde todos los

tiempos a aquellos que estn verdaderamente instruidos de los procedimientos de la gran obra, que se llama tambin Ciencia y Filosofa Hermtica (84). Lo que el Alquimista (a quien tambin en sus Obras Fulcanelli nombra indistintamente como Filsofo, Adepto, Sabio, Artista, Obrero, Iniciado, Hijo de Hermes, Discpulo de Hermes, Hijo del Arte, Hijos de la Ciencia, Hermano entre otros trminos- segn la terminologa usual de las Ciencias Esotricas) desea crear en el seno de sus Materiales es una Generacin, pero se necesita la Ayuda de la Naturaleza ya que no se podr lograr si por mala suerte e ignorancia no se pone a la Naturaleza en condiciones de aplicar sus Leyes (85). El Alquimista en su paciente trabajo deber ser el escrupuloso Imitador de la simple Naturaleza, el Mono de la Creacin que la emula ingenuamente siguiendo de cerca su ejemplo. Por la Analoga realiza en pequeo y en su mbito restringido lo que Dios hizo en grande en el Universo Csmico. En estos dos extremos est el mismo Pensamiento, el mismo Esfuerzo y una Voluntad parecida en su relatividad. Dios Crea y hace todo de la nada mientras que el Hombre toma una Partcula de ese Todo y la multiplica, prolonga y contina. Esa es su Misin y la causa de su propia Salvacin. Entre el Dios Creador Inmortal y el Dios Creado perecedero est toda la Naturaleza. Se buscar y no se encontrar nada ms que el Autor del primer esfuerzo ligado a los beneficiarios del Ejemplo Divino, sometidos a la misma Voluntad imperiosa de Actividad Constante, de Labor Eterna. La Gran Obra (el Trabajo Alqumico) es un resumen reducido a las proporciones y posibilidades de la Obra Divina. Fulcanelli aconseja actuar con Mtodo estudiando de manera Simple y Racional cmo opera la Naturaleza, a la que se debe tomar como Gua y Mentora. El Adepto debe aportar lo mejor de sus cualidades si quiere llevar la Obra Divina a buen trmino. Paciencia, Prudencia, Constancia y Trabajo, no ceder a los Males ni errores, es recomendado a travs de toda la Obra de Fulcanelli. Prudencia por Previsin designa la Sabidura que es fuente y guardiana de todos nuestros Razonamientos, de la Experiencia y el Conocimiento. El Trabajo del Alquimista segn dicho Autor es muy parecido al del Microbilogo o al del Agricultor (recordemos que a la Alquimia se la conoce tambin como Agricultura Celeste) porque se precisa Terreno, Semillas o simientes y Condiciones propicias. Cuando son favorables, la Recoleccin es abundante. Y por supuesto se necesita el Tiempo, nico Maestro de Sabidura, y de la Experiencia. La Meditacin y las Lectura es la Oracin del Filsofo. Esta Gua tiene un Resultado que dar como Recompensa recoger los frutos del rbol de la Vida y las Manzanas del Jardn de las Hesprides (86). La Alquimia es tan Positiva, tan Real y Exacta como la ptica, la Geometra o la Mecnica y sus Resultados, tan tangibles como la Qumica. Dicha Ciencia Misteriosa requiere mucha Precisin, Exactitud y Perspicacia en la observacin de los hechos. Sus materiales y su frmula son de simplicidad extrema. No obstante, es la Ciencia ms ingrata y oscura de todas debido al conocimiento exacto de las condiciones requeridas y de las influencias exigidas. El Entusiasmo y la Fe son estimulantes y valiosos auxiliares pero debe evitarse sus desviaciones, debiendo someterse todo a la Lgica, al Razonamiento y a la Experiencia. Un Espritu Sano, Lgico y Ponderado debe estar unido a una Imaginacin Viva sin exaltacin, un Corazn Ardiente, Puro y de gran Sencillez. Debe tener el Adepto una indiferencia absoluta frente a teoras, sistemas e hiptesis que suelen aceptarse sin comprobacin fiando en los libros o en la reputacin de sus autores (ad verecundiam argumenta). Debe prevenirse el Adepto o el Aprendiz contra los charlatanes y gente ignorante y sin escrpulos. En todo momento debe verse claro y en cuanto a las Palabras debe el Alquimista decir bien, ya que las Palabras deben pasar por el tamiz de la Reflexin. La Alquimia requiere depuracin, librarse de las mculas que sus partidarios a veces le dieron, para hacerla ms robusta y sana, y para que no pierda su encanto y misteriosa atraccin (87).

En cuanto a los hbitos de vida se recomienda comer todos los das graduando y cambiando para no perder la vitalidad, y descansar en forma (88). La Filosofa confiere a quien se casa con ella un gran poder de Investigacin. Permite penetrar la ntima complexin de las cosas que parte con la espada, descubriendo el espritu del mundo, con su centro en el Sol y tiene sus virtudes e irradiacin del astro. Da Conocimiento y Leyes, las reglas del Ritmo y las medidas de la Naturaleza. Establece la posibilidad de dominio de las Ciencias sobre la base de la Observacin, Meditacin, Fe y Enseanza. La imagen de la Filosofa nos alecciona sobre los puntos esenciales de la Labor de los Adeptos y proclama la necesidad del trabajo manual impuesto a los investigadores. Sin bsquedas, tcnicas, ni ensayos frecuentes ni experiencias reiteradas, uno puede extraviarse en una Ciencia que se oculta en sus principios, aplicacin, materiales y tiempo. Quien quiera drselas de Filsofo y no quiere laborar por temor al carbn, a la fatiga o al gasto, debe ser considerado vanidoso, ignorante o el ms descarado de los impostores. La actividad del Sabio no se mide por resultados de propaganda especulativa sino que se controla junto al Horno, en Soledad y en el Silencio del Laboratorio, no fuera de l. Se manifiesta sin reclamo ni charlatanera por el estudio atento y perseverante de las reacciones y los fenmenos. El verdadero sabio no retrocede ante ningn esfuerzo, ni tema al sufrimiento porque sabe es el tributo de la ciencia y slo aqul le proporciona el medio de escuchar sentencias y su interpretacin (89). El Filsofo alcanzando el resultado de la Labor Hermtica no ignora cul es el poder la preponderancia del Espritu y la accin que ejerce sobre la Sustancia inerte. Fuerza, Voluntad y Ciencia son del Espritu. La Vida es consecuencia de su actividad. El Movimiento, Evolucin y Progreso son sus resultados. Si todo procede, se descubre y engendra por el Espritu, todo regresa a l. Viendo cmo acta en la Materia y conociendo sus directrices permite conocer las Leyes Primeras del Universo. Puede tenerse la esperanza de obtener los elementos de una concepcin menos vaga de la Gran Obra Divina, del Creador y de las cosas creadas. Por el Estudio podemos elevar nuestra Ciencia a lo inaccesible. Ese es el ideal de la Fusin del Espritu Humano y del Espritu Divino, del regreso de la Criatura al Creador, al Hogar ardiente de Dios del que escap la Chispa Mrtir, laboriosa e inmortal para asociarse a la materia vil hasta la completa consumacin de su periplo terrestre (90). Fulcanelli recomienda leer los Textos antiguos de Alquimia no menospreciando las Obras de los antiguos Filsofos, que deben estudiarse con cuidado y penetracin (91). Pero esta Lectura debe hacerse con una sintona muy especial, una suerte de lectura en Clave Inicitica si se nos permite la expresin. Aqul consideraba que los Textos de Alquimia estn reservados a los Iniciados a pesar de las advertencias y censuras de los autores, debiendo comprenderlos bien para tener la Clave Secreta y trabajar bien para obtener esta Clave. Si se ignora la significacin oculta de los trminos, aunque los Libros tengan la Filosofa, Principios y el Arte de aplicarlos segn la Naturaleza, habr confusiones o no se entendern, porque los Libros Hermticos se redactaron de forma tal de desestimular a todos los que no puedan comprenderlos o que no sean de la Ciencia. Como la Alquimia es una Ciencia Esotrica, si bien con el Estudio podemos elevar nuestra Ciencia a lo inaccesible, la Inteligencia, la Memoria, el Trabajo y la Atencin no son cualidades suficientes para ser un docto en la materia. No se podr aprender la Ciencia Sublime slo a travs de los Libros, ya que la Alquimia es un Arte Divino que no puede aprenderse sino por Revelacin Divina o por la Gracia de tener un Buen y Fiel Maestro, aunque si se hubiera considerado el lenguaje de los viejos alquimistas, las leyes de la prctica de Hermes hoy seran conocidas, y la Piedra Filosofal habra dejado de ser quimera (92).

Los investigadores tropiezan siempre con los razonamientos falaces. Hay que guardarse de llevar muy lejos la Lgica Humana, que contrara la simplicidad natural. Si se supiera observar ingenuamente los efectos de la Naturaleza en torno nuestro, si controlramos as los resultados y si se subordinara la investigacin al estudio de las Causas, se encontrara gran nmero de verdades por buscar. Fulcanelli recuerda que la Alquimia exige una gran Humildad y la necesidad de Olvidar lo que se cree saber. No hay que hacer intervenir lo que se cree conocer, sobre pena de tener por no aprendido nada. En la Investigacin, en el Estudio del Smbolo para despojarlo del Velo Esotrico, debe observarse la Voluntad Obstinada que los mediocres no tienen, reconocindose la resistencia natural y la dificultad para trocar diplomas, sellos y pergaminos por el manto humilde de los Filsofos, para quemar libros y cuadernos, para confesar la ignorancia y descifrar otra ciencia en otra escuela (93). La Palabra o el Verbo aseguran al hombre su Superioridad indiscutible, la Soberana que posee todo lo viviente. La Lengua vive por s misma aunque no sea ms que el reflejo de la idea universal. Nada inventamos sino que todo est en el Todo. Nuestro Universo es una partcula nfima, animada, pensante ms o no menos imperfecta, del Macrocosmos. La Fe nos lo hace presentir, flanqueando ciegos y sordos el fenmeno sin advertirlo y categorizndolo como supuesto milagro. Ante esto Fulcanelli nos invita a disecar las Palabras, quebrar su corteza, y descubrir y librar el Todo, el Espritu y la Divina Luz que encierran (94). Las Parbolas de Jess, los equvocos, las sinonimias, los retrucanos y las asonancias permiten escapar a la tirana de la letra como una especie de Cbala Intuitiva (95). La Alquimia es para el Hombre (verdaderamente y nacidos de cierto estado de alma derivado de la gracia real y eficaz) la Bsqueda y el Despertar de la Vida secretamente adormecida bajo la gruesa envoltura del Ser y la ruda corteza de las cosas. Es la Alta Ciencia la nica capaz de penetrar el Misterio de las cosas, los Seres y su Destino, y quien nos dar alas con que elevarse al conocimiento de las ms altas verdades y llegar hasta Dios. Pero esa Luz no se recibe de un chorro sino poco a poco, progresivamente, en el curso de los aos y con la ayuda del tiempo. La Experiencia, Luz y Verdad son sinnimos filosficos y nada fuera de la Edad puede permitir adquirir la Experiencia, Luz y Verdad. El Tiempo, nico Maestro de la Sabidura, trasunta la actitud senil y cansada de hombre que ha trabajado largo tiempo para obtenerla, evidenciando la Necesidad del Tiempo y de la Experiencia en la Ciencia Hermtica o en la Alquimia (96). La Alquimia se revela entonces como un Arte Gradual y Progresivo donde se imponen el Estudio, la Paciencia, la Prudencia pero tambin la Experiencia. No es en s muy diferente de cualquier otra Disciplina Inicitica. El Conocimiento de S mismo permite adquirir la Ciencia, Meta y Razn de ser de la Vida, base de todo valor real; conocerse a S mismo es la Afirmacin de la Ley que da la Clave del Misterio. Este poder incita a permanecer en la Modesta y noble Simplicidad, Virtud de los Espritus Superiores (97). La Prudencia, que en Alquimia tiene un significado ms amplio que la palabra previsin, recuerda a la Sabidura, la Experiencia y el Conocimiento, la Ciencia disimulada; indica a la Sabidura como fuente y guardiana de todos nuestros Conocimientos, la Gua segura del trabajador a quien descubre los Secretos de la Naturaleza (98). La Alegra del Adepto reside en su Ocupacin. El Trabajo que le hace sensible y familiar a esta Maravilla que es la Naturaleza es su mejor Distraccin y mayor Gozo. La Labor de la Obra es su ms querida Tarea. Qu decir entonces de la Alegra del xito! Luego de obtener el Resultado, el

Artista segn las Reglas de la Disciplina se compromete a usarlo slo para el Bien sin cesar consagrando sus Frutos a la Caridad, y modestamente para s mismo. En ms, Callar todo lo referido al Secreto Alqumico es necesario; la divulgacin de los Procedimientos est prohibida aunque sea permitido comunicarlos bajo el Velo de la Alegora, Parbola, imagen o metfora. Ningn Filsofo digno de este nombre rehusara suscribir una Regla de Conducta respecto a las Enseanzas de la Eterna Sabidura: De la gran obra, decir poco, hacer mucho y callar siempre (99). Pero el xito en la Alquimia no est exento de la Intervencin de la Iluminacin Divina, quien en definitiva solucionar e indicar dnde y cmo obtener el Oro Misterioso. Como la Ciencia Hermtica siempre fue reconocida como un Verdadero Don de Dios por todos los poseedores del Magisterio, el xito se reconoce entonces como un Presente de Dios (100). Fulcanelli aplica la Regla de Zoroastro para el Estudio y el Trabajo Alqumico, que oficia de ilustrativo Resumen del Mtodo de Fulcanelli. Este entiende que la Naturaleza no abre a todos sus puertas indistintamente. Por tanto no es necesario ni conveniente pretender convertir al profano. No se debe alardear ni menospreciar las obras de los Filsofos; es recomendable estudiar con cuidado los Textos Clsicos hasta la clarividencia para los puntos oscuros, y Armonizar la Existencia con las Investigaciones emprendidas. Ya vimos anteriormente que para este Autor comentado no basta ser estudioso, activo y perseverante si se carece de principio y base slida y concreta, si se tiene entusiasmo inmoderado, si el orgullo tiraniza el buen criterio, si la avidez se desarrolla bajo el brillo intenso de un pseudo astro de oro. La Ciencia y el Misterio requieren Precisin, Exactitud y Perspicacia en la Observacin, Espritu Sano, Lgico y Ponderado, Imaginacin Viva sin exaltacin, sencillez e indiferencia absoluta frente a teoras, sistemas o hiptesis que por los libros y reputacin de los autores suelan aceptarse sin comprobacin. Los Aspirantes deben pensar ms con el propio cerebro y menos con el ajeno. Deben buscar la Verdad de los Principios, el Conocimiento de su doctrina y la prctica de sus trabajos en la Naturaleza, la Madre comn. Al SABER se accede por el Ejercicio de la Observacin, el Discernimiento y la Meditacin. La Imitacin ingenua de los Procedimientos Naturales, la Habilidad conjugada con el Ingenio y una larga Experiencia dan el PODER. Se necesita Paciencia, Constancia, Voluntad Inquebrantable, Audacia, Resolucin, Certeza y Confianza nacidas de una Fe robusta que le permitirn al Estudioso o Adepto ATREVERSE a todo. Y cuando el xito haya coronado la Labor, aunque los deseos se hayan cumplido, despojado el Sabio de las Vanidades del Mundo se aproximar a los humildes, a los abandonados y desamparados como un Discpulo Annimo y Mudo de la Naturaleza Eterna, Apstol de la Eterna Caridad. Siempre permanecer Fiel al Voto de Silencio, por lo que debe CALLAR (101).

Captulo VIII

DE LAS CATEDRALES GTICAS, LOS EDIFICIOS Y MONUMENTOS EN LA INTERPRETACIN Y LA ILUSTRACIN DE LA ALQUIMIA PARA FULCANELLI

Fulcanelli nos descubre en las Catedrales Gticas, en los Edificios y en los Monumentos Antiguos que describe, que tras las Figuras, Smbolos o Emblemas que los adornan se encuentra una Ciencia Oculta y Ancestral hecha Jeroglficos (entendamos dicho concepto conforme a su etimologa griega ieros-Sagrado y Glfein-Grabar), o mejor dicho, explicada a travs de Jeroglficos. La propuesta de Fulcanelli es Explicar los Aspectos de la Alquimia tomando como pretexto dichas Construcciones dentro de lo que supuestamente le permite los Secretos de su Magisterio. La Enseanza del Conocimiento Hermtico a travs de las Figuras era caracterstica de la Edad Media, sobretodo teniendo presente que en ese entonces la Escritura no era accesible a las Masas. En esta lnea, Fulcanelli nos recuerda que el Arte y la Literatura Medievales son para el Pensamiento Medieval los servidores de la Ciencia Tradicional, sometidos a la Expresin Alegrica que si bien hace alarde de cierta rigidez, su solidez y simplicidad le dan una originalidad indiscutible; si carecen de la perfeccin, poseen el Poder Inicitico de una Filosofa Docta y Trascendente. Las Obras Artsticas y Literarias de la Edad Media se apoyan en un Pensamiento Superior y concreto, verdadero, Piedra Angular de una Ciencia Inmutable, base de la Religin Indiscutible. Son Refugios del Esoterismo Antiguo, Asilos de la Ciencia Antigua, Guardianes Artsticos de las elevadas Verdades Filosofales, verdaderos Museos de Emblemas Alqumicos. La Ciencia aparece como dominadora de la Fuerza y del Amor, oponiendo la superioridad del Espritu al Poder y el sentimiento fsicos (102). El Lenguaje Simblico tiene un efecto especial e invita a llegar a una Comprensin por una Labor de Inquisicin y Estudio con tantas respuestas como personas, por eso es hasta ms Rico y Fermental que el Lenguaje Escrito. Si bien la Filosofa Hermtica no puede ser comprendida por todos, al menos todos se sorprendern del carcter enigmtico, extrao y discordante de tantos Smbolos inexplicables, captando por lo pronto su atencin (103). Conjuntamente con la interpretacin moral y cristiana de las virtudes cardinales hay una Segunda Enseanza secreta, no profana, ordinariamente desconocida. En ella encontramos la armoniosa Alianza entre Ciencia y Religin, que el escepticismo de hoy se niega a reconocer. El tema de las Virtudes se haba constituido en el siglo XIII dentro de la Simbologa del Arte Gtico, aplicndose desde el principio a la ornamentacin de los monumentos. Este Lenguaje Simblico estaba por completo conforme al espritu alegrico medieval (104). Los Smbolos de estos Monumentos o Edificaciones poseen una triple Significacin Alqumica, Mgica y Cabalstica, triple jerarqua de sentidos que abraza la extensin del antiguo y tradicional conocimiento. Los Emblemas se utilizaron como una forma que tenan los Filsofos para enmascarar al Profano una Ciencia expuesta a todas las miradas, que recuerda a los egipcios cuyos Jeroglficos eran letra muerta para quien no entenda la clave (105). Ningn detalle es superfluo en la Iconografa Hiertica. Estos Depositarios Humildes del Pensamiento Ancestral merecen ser examinados con cuidado, teniendo en especial consideracin la Caritativa intencin de iluminar a los que tienen inters, y para eso fueron colocados all (106).

En cuanto a las Catedrales Gticas y a las Moradas y Monumentos que llama Filosofales, Fulcanelli intenta revelarnos sus Secretos, toda la verdad positiva, la Ciencia, Filosofa y Enseanza que descansan sobre esos Materiales, desentramando su significado como primer paso y esfuerzo para que los Hermetistas hagan lo dems (107). En efecto, Fulcanelli califica a las Catedrales Gticas como Maestros mudos sin palabras y sin voz, educadores e iniciadores primordiales que hablan al Alma de los ms humildes como de los ms cultos, Santuarios de la Tradicin, la Ciencia y del Arte, Templos por Excelencia de la Ciencia Hermtica, Intrpretes de las Aspiraciones del Alma Humana en su Elevacin hacia el Creador (108), construidas para la Verdad, la Afirmacin de su Ideal, para la propagacin y conocimiento de la Ciencia (109). Son una Enciclopedia muy completa y variada de todos los Conocimientos Medievales (Libros Lapidarios) pero son Educadoras e Iniciadoras Primordiales, como tambin son el compendio ms cabal de la Ciencia Hermtica; de alguna forma, un Prodigioso Libro mgico, Crisol y Triunfo del Espritu donde la Idea Hermtica petrificada en la fachada y cristalizada en los rosetones pasa del Mutismo a la Revelacin, de la gravedad al entusiasmo, de la inercia a la expresin viva surgiendo como la Verdad misma, vibrante, clida, difana y pura; la Idea Hermtica en su Armona y Unidad, iluminando con la Antorcha del Pensamiento Alqumico al Templo del pensamiento cristiano (110). Las Catedrales, dirigidas hacia Oriente por donde sale el Sol saliendo de las Tinieblas para encaminarse hacia la Luz, Atanores cuyos Campanarios son el Horno Secreto que encierra el Huevo Filosofal y cuyos Laberintos son el Emblema del Trabajo Entero de la Obra Alqumica en sus dos mayores dificultades (la del Camino para llegar al Centro donde se libra el Combate entre las Dos Naturalezas y la del Camino para que el Artista pueda salir de ese Combate) (111), se presentan como un Arte Gotico o Mgico o mejor aun, como una Obra de Argot es decir, como una Lengua particular para los que tienen inters en comunicar sus pensamientos sin ser sorprendidos por los que les rodean. El Argot es el verdadero Lenguaje de los Iniciados o Argotiers, descendientes directos de los Argonautas que hablaban dicha lengua e iban en la nave Argos. Las Catedrales, Obras Argticas construidas por los Masones, Frimasons (112) o Francmasones, Nautas Constructores que tambin dominaban la Lengua Argtica y conocan el Jardn de las Hesprides para asegurar la transmisin de los Smbolos y de la Doctrina Hermtica y que siguiendo el Ejemplo Divino como Jess las edificaron desde