Upload
celina-arencibia
View
98
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Del cielo Dios mandó una rosa para ti, suave y
perfumada, del color que a ti te gusta.
Tomaste la rosa y la pusiste sobre tu corazón,
y éste fue lleno de paz y consuelo
La llevaste a tu rostro y tus
lágrimas fueron enjugadas
La tomaste entre tus manos y
te sentiste acompañada
La colocaste sobre tu almohada y tus sueños
fueron hermosos...
Pero cuando despertaste por la mañana y volteaste a ver tu
rosa, entendiste que no era tal
Sino que eran las manos de Dios...
El que hoy sientes cálido y sereno;
se posaron sobre tu rostro y enjugaron
tus lágrimas
Siempre fueron sus manos
LLenas de amor para contigo, Ellas se posaron sobre tu corazón,
y estarán allí contigo por siempre.
Aún están allí,