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“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias.Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos.Editor: Pía Sociedad de San Pablo. Director: Jorge Bruera, ssp.Dirección, redacción y administración: Avda. L. B. O’Higgins 1626,Santiago Centro - Tel.- 227200300; Tel.- Fax: 226728469 E-mail: [email protected] - ISSN: 0717-4896 - www.sanpablochile.clImpresor: B & B impresores. Tel.- 227578500 - Los Lingues 750, Quilicura.
Dios Nos Habla Cada Día
Lu 1: Jer 28, 1-17; Sal 118, 29. 43. 79-80. 95. 102; Mt 14, 13-21. O bien (LS): Rom 8, 1-4; Sal 118, 9-14; Mt 5, 13-19. San Alfonso María de Ligorio, o. y d. (MO)
Ma 2: Jer 30, 1-2. 4. 12-15. 18-22; Sal 101, 16-21. 29. 22-23; Mt 14, 22-36. Feria/ San Eusebio de
Vercelli, o. (ML). San Pedro Julián Eymard, p. (ML) Mi 3: Jer 31, 1-7; [Sal] Jer 31, 10-13; Mt 15, 21-28. (Sta. Lidia)Ju 4: Jer 31, 31-34; Sal 50, 12-15. 18-19; Mt 16, 13-23. O bien (LS): Ez 3, 16-21; Sal 116, 1-2; Mt 9, 35–10, 1.
San Juan María Vianney, p. (MO)Vi 5: Nah 2, 1-3; 3, 1-3. 6-7; [Sal] Deut 32, 35-36. 39. 41; Mt 16,
24-28. Feria/ Dedicación de La Basílica de Santa María (ML) (S. Osvaldo)Sá 6: Dan 7, 9-10. 13-14; Sal 96, 1-2. 5-6. 9; 2Ped 1, 16-19; Lc 9, 28-36. LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR (F) Do 7: 19º durante el año Sab 18, 5-9; Sal 32, 1. 12. 18-20. 22; Heb 11, 1-2. 8-19; Lc 12, 32-48 (o más breve: 12, 35-40).
(Sta. Nadia/ S. Cayetano/ S. Sixto)
Cada domingo, la Palabra de Dios nos va indicando como
debe ser nuestra vida de cristianos. Así como el domingo pasado nos hablaba de la oración, este domingo “nos incomoda” con la seria advertencia del Señor: “cuídense de toda avaricia, porque aún en medio de la abundancia, la vida del hombre no está asegurada por sus riquezas”.
Una de las idolatrías presentes en la sociedad y también entre los cristianos, es la del dinero. Muchas personas, piensan como el rico del texto evangélico de hoy: “con dinero, está todo asegurado.
Hoy, Jesús no nos está invitando a despreciar los bienes de la tie-rra, pero sí a no dejarnos esclavizar por ellos, recordando siempre que hay cosas más importantes que el tener, ¡Jesús nos quiere libres de la obsesión por el dinero! La riqueza en sí no es buena ni mala: lo que puede ser malo es el uso que hacemos de
ella y la actitud interior ante ella. Si Jesús llamó insensato al rico, no es porque fuera rico, sino porque había programado su vida prescindiendo de Dios y olvidando también la ayuda a los demás.
Es sabio distinguir los valores im-portantes y los que no lo son. El dinero tiene su función, pero por encima del dinero y del bienestar material está la amistad, la vida de familia, la cultura, el arte, la comunicación interpersonal, el sano difrute de la vida, la ayuda solidaria a los demás. Hay que tener tiempo para sonreír, para jugar y “perder el tiempo” con los familiares y amigos. Sobre todo, están los valores trascendentes, cara a Dios: la escucha de la Palabra, los sacramentos, el vivir en cristiano, la vida de la comunidad eclesial y nuestra colaboración a ella, el testimonio de nuestra fe. Eso es lo que nos enriquece ante Dios.
Comisión naCional de liturgia
Año XLI, Nº 2.172 18º durante el año 31 de julio de 2016
Esta comisión fue constituida hacia mediados de los años 1980. Su misión es reflexionar y apoyar a los obispos y a los equipos diocesanos en su trabajo de velar y acompañar la vida de los sacerdotes, principalmente en las dimensiones del cuidado de su vida, tanto en lo referente a la salud, a su dimensión afectiva y a la sana recreación, su vida espiritual y el ejercicio de su vida pastoral.
Una vez al año se realiza encuentro con encargados dioce-sanos, valiosa instancia de reflexión, comunión y diálogo, en que se comparte la realidad sacerdotal y se van discerniendo temáticas relevantes para su acompañamiento pastoral.
Junto con procurar redes de apoyo y trabajo entre las diócesis más cercanas, la comisión mantiene vínculos con la Iglesia latinoamericana y mundial a través del departamento de Vocaciones y Ministerios del CELAM y con la Congregación del Clero de la Santa Sede.
Área Agentes Evangelizadores
Comisión Nacional de Pastoral Presbiteral
EL DOMINGO JULIO - AGOSTO 2016
00200716
Estela Arze+54 11 4000.0400 - Interno 216
Una seria ADVERTENCIA:El desapego a las riquezas
vanidades y nos invitas a contar sólo en la riqueza de tu misericordia. R.M. Somos tu pueblo, Señor, tú eres nuestro Dios y nuestro Padre. Por eso, así como tú Hijo nos lo enseñó, te decimos con confianza la oración de los hijos: Padre nuestro…
Sugerencias de CantosQue alegría cuando me dijeron/ Dios trino (en el nombre del Padre)/ Hombres nuevos/ Entre tu manos/ Si me falta el amor/ Si yo no tengo amor/ En ti, en ti Señor/ Amar es entregarse/ Junto a ti María.
5. Evangelio Lc 12, 13–21 Jesús exhorta a sus discípulos a preferirle a él respecto a todo y a todos. Él y su evangelio es mucho más importante que todos los otros bienes.
Evangelio de nuestro Se-ñor Jesucristo según san Lucas. Uno de la multitud dijo al Señor: «Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia». Jesús
le respondió: «Amigo, ¿quién me ha cons-tituido juez o árbitro entre ustedes?» Des-pués les dijo: «Cuídense de toda avaricia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas». Les dijo entonces una pará-bola: «Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo: “¿Qué voy a hacer? No ten-go dónde guardar mi cosecha”. Después pensó: “Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descan-sa, come, bebe y date buena vida”. Pero Dios le dijo: “Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?”. Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios». Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
ReflexiónLa publicidad nos invita a una carrera desenfrenada por tener más cosas que los demás y asegurar así la vida. Hoy con toda humildad y verdad me he de preguntar: ¿Cómo es mi relación con los bienes que tengo? ¿A qué esta apegado mi corazón? ¿Los comparto con los demás?
6. Oración UniversalM. Unidos a toda la Iglesia oremos a Dios, Padre misericordioso y presentémosle nuestras oraciones en favor de todos.1.− Por todos los cristianos, para que no caigamos en la tentación de la codicia, sepamos valorar los bienes terrenales
con criterios evangélicos y aspiremos a los bienes eternos; roguemos al Señor. R. Escúchanos, Señor, te rogamos.2.− Por todos los chilenos y chilenas; para que el mes de la solidaridad que inicia-remos, nos ayude a tener un corazón generoso y compasivo, que nos invite al compromiso por una mayor justica social; roguemos al Señor. R.3.− Por los sacerdotes, especialmente los que tienen la misión de ser párrocos, para que animados por el testimonio de san Juan María Vianney, su santo patro-no, a quien recordamos el 4 de agosto, vivan su ministerio con generosa entrega; roguemos al Señor. R.4.− Oremos por esta comunidad y todos los aquí presentes, por aquellos que más necesitan de nuestra caridad, ayuda y oración, vivos y difuntos; roguemos al Se-ñor. R.(Se pueden agregar otras peticiones de la comunidad)M. Escucha, Padre de misericordia, las oraciones de tus hijos y cólmanos de tu amor y tus bendiciones. Por Jesucristo nuestro Señor.
Alabanza y Preparación a la ComuniónPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la comunión a los enfermos.
M. Bendigamos a Dios nuestro Padre, que nos ha resucitado junto con su Hijo Jesucristo, y nos ha dado los bienes de este mundo para proceder con señorío sobre ellos. Te alabamos diciendo:R. Te damos gracias, Señor. 1.− Hiciste morir en nosotros el hombre viejo y su pecado y nos has revestido de la juventud de tu gracia. R.2.− Derribaste las fronteras que levantan, entre tus hijos, el dinero, la cultura, la raza, y tu Cristo Jesús ha llegado a ser todo en todos. R.3.− Nos enseñaste a demoler los gra-neros en que amontonábamos nuestras supuestas riquezas y nuestras verdaderas
Enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría. ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo...? Ten compasión de tus servi-dores. R.Sácianos en seguida con tu amor, y can-taremos felices toda nuestra vida. Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor; que el Señor, nuestro Dios, haga prosperar la obra de nuestras manos. R.
4. Segunda Lectura Col 3, 1-5. 9-11 Pablo invita a pensar y buscar “las cosas celestiales”, apelando a la vida nueva recibida de Cristo resucitado, que hace insignificante todo lo demás.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas. Hermanos: Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo
donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con Cris-to en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es la esperanza de ustedes, enton-ces también aparecerán ustedes con El, llenos de gloria. Por lo tanto, hagan morir en sus miembros todo lo que es terrenal: la lujuria, la impureza, la pasión desor-denada, los malos deseos y también la avaricia, que es una forma de idolatría. Tampoco se engañen los unos a los otros. Porque ustedes se despojaron del hom-bre viejo y de sus obras y se revistieron del hombre nuevo, aquél que avanza ha-cia el conocimiento perfecto, renovándo-se constantemente según la imagen de su Creador. Por eso, ya no hay pagano ni judío, circunciso ni incircunciso, bárbaro ni extranjero, esclavo ni hombre libre, sino sólo Cristo, que es todo y está en todos. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Aclamación al Evangelio Aleluia. Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Aleluia.
1. AmbientaciónSomos convocados para celebrar el misterio pascual de Cristo −su muerte y resurrección−, en el domingo, Día del Señor y Día también de todo su Cuerpo, que es la Iglesia. En el pan de la Eucaristía, el Señor se parte y se reparte por nosotros y por todas las personas. Como comunidad reunida por el amor del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, vivamos esta celebración en la fe, y tratando todos de tener un solo corazón.
2. Primera Lectura Ecl 1, 2; 2, 21-23
El libro del Eclesiastés, nos llama la atención sobre la vanidad o vaciedad de las cosas, que no colman los deseos de felicidad del hombre, y que a la postre se pierden.
Lectura del libro del Ecle-siastés. ¡Vanidad, pura va-nidad!, dice el sabio Cohé-let. ¡Vanidad, pura vanidad! ¡Nada más que vanidad! Porque un hombre que ha
trabajado con sabiduría, con ciencia y eficacia, tiene que dejar su parte a otro que no hizo ningún esfuerzo. También esto es vanidad y una grave desgracia. ¿Qué le reporta al hombre todo su es-fuerzo y todo lo que busca afanosamente bajo el sol? Porque todos sus días son penosos, y su ocupación, un sufrimiento; ni siquiera de noche descansa su cora-zón. También esto es vanidad. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
3. Salmo Sal 89, 3-6. 12-14. 17
R. Señor, Tú has sido nuestro refugio.Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos». Porque mil años son ante tus ojos como el día de ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche. R.Tú los arrebatas, y son como un sueño, como la hierba que brota de mañana: por la mañana brota y florece, y por la tarde se seca y se marchita. R.
Ciclo C - Color Verde
