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UNIDAD DIDÁCTICA: Población refugiada de Palestina Objetivos de Desarrollo Sostenible y Derechos Humanos Escuelas Navarras Solidarias:

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UNIDAD DIDÁCTICA:Población refugiada de Palestina

Objetivos de Desarrollo Sostenible y Derechos Humanos

Escuelas Navarras Solidarias:

PRESENTACIÓN

Título Población refugiada de Palestina

Eje temático Situación humanitaria de la población refugiada de Palestina

Nivel educativo Primer y segundo ciclo de Educación Secundaria Obligatoria (3º y 4º curso), Formación Profesional Básica

Asignaturas Filosofía, Geografía e Historia, Valores Éticos, Religión, Tutoría

Duración 3 sesiones de 50 minutos cada una

Resumen El territorio Palestino ocupado (tPo) es el nombre con el que se designa a Cisjordania y la franja de Gaza, un único territorio fragmentado en dos partes. En 2016, la población en el territorio Palestino ocupado alcanza los 4,8 millones de personas (un 50,8% son hombres, y un 49,2%, mujeres). En Cisjordania, bajo un régimen de ocupación militar, viven 2,97 millones de personas, mientras que en la Franja de Gaza, sometida a un bloqueo a la entrada y salida de bienes y personas desde 2007, e igualmente bajo una ocupación militar, viven 1,91 millones, su densidad de población es una de las más altas del mundo: más de 5.000 habitantes por km2.

Las políticas y prácticas israelíes asociadas al conflicto y a la ocupación están provocando una vulneración sistemática de los derechos humanos de la población palestina en general y de la población refugiada de Palestina en particular. Las restricciones que se imponen al movimiento de la población palestina son tanto físicas, como pueden ser los puestos de control militar israelíes – checkpoints– en Cisjordania, como burocráticas, dando lugar a limitaciones respecto a los permisos para desplazarse y acceder a determinadas áreas. Combinadas, estas restricciones impiden la comunicación con sus vecinos o familiares, alterando su vida familiar y social, y el acceso a los servicios más básicos y a sus tierras de cultivo y otros medios de vida, así como agravan la fragmentación del tPo. Estas limitaciones impuestas por el gobierno israelí se incrementaron considerablemente a raíz de la Intifada iniciada en septiembre de 2000.

Esta propuesta se basa en el conocimiento del conflicto palestino-israelí y la situación humanitaria de la población refugiada de Palestina. Se centra en aprender a valorar otras realidades y potenciar la empatía con ellas, eliminando todo tipo de prejuicios y estereotipos, con la finalidad de que el alumnado se sienta en la necesidad de actuar y ser agente de cambio ante una realidad injusta y que requiere de una solución urgente.

OBJETIVOS, CONTENIDOS Y COMPETENCIAS CLAVE

Objetivos Realizar una aproximación histórica al conflicto palestino-israelí Entender las consecuencias de la ocupación en la vida cotidiana de la población refugiada de Palestina Fomentar la empatía y la importancia del conocimiento respecto al otro eliminando todo tipo de prejuicios y estereotipos

Contenidos El conflicto palestino-israelí como hecho histórico Situación humanitaria de la población refugiada de Palestina Los derechos humanos de las mujeres palestinas

Competencias clave

CCL: Competencia en comunicación lingüística CD: Competencia digital CPAA: Competencia para aprender a aprender CEC: Conciencia y expresiones culturales CSC: Competencias sociales y cívicas

METODOLOGÍA

Metodología Desde un enfoque problematizador de la realidad, en el que se aboga por presentar una situación donde hay conflicto, y que requiere de intervención para su transformación, esta unidad didáctica se divide en tres fases: Conocimiento. En un primer momento se busca que el alumnado adquiera conocimientos sobre la temática propuesta. Reflexión. Posteriormente, se favorecerá la reflexión sobre los contenidos tratados anteriormente. El objetivo es conseguir que se asimilen los contenidos expuestos, de manera que puedan llegar ellas mismas a plantear posibles soluciones, adquieran compromisos y entiendan su responsabilidad a la hora de tomar decisiones. Acción. Por último, se promoverá una actitud participativa y transformadora, que les permitirá convertirse en agentes activos de sensibilización y cambio. Para cada una de estas fases se ha diseñado una sesión de 50 minutos de duración, en las que se trabajarán una o varias actividades.

ACTIVIDADES

Sesión 1 Conocimiento

Actividad 1.Una mañana cualquiera Actividad 2.Sopa de sabiduría

Sesión 2 Reflexión

Actividad 3. Historias reales, vidas reales: mujeres palestinas desde la diversidad

Sesión 3 Acción

Itinerario A: Actividad 4. Existir es resistir Itinerario B: Actividad 5. Materiales creativos para redes sociales

CRITERIOS DE EVALUACIÓN

Criterios de evaluación

Valora otras realidades, potenciando la empatía y eliminando prejuicios y estereotipos Conoce la vida de la población refugiada de Palestina Identifica que la seguridad y la paz son un derecho reconocido en la DUDH Desarrolla una actitud participativa destinada a transformar la realidad conocida, siendo agente activo de sensibilización social

RECURSOS NECESARIOS

Anexos Anexo 1: Textos familia navarra y familia gazatí Anexo 2: Conceptos población refugiada, desplazada e inmigrante Anexo 3: Texto sobre la situación de los DDHH en el tPo Anexo 4: Sopa de letras Anexo 5: Solución sopa de letras Anexo 6: Entrevistas a mujeres palestinas Anexo 7: Cuadro resumen de información de entrevistas a mujeres palestinas Anexo 8: Ejemplo materiales creativos para redes sociales

Sesión 1: Conocimiento

Actividad 1.Una mañana cualquiera

Duración: 25 minutos

Objetivos:

- Experimentar un acercamiento a la realidad de los y las refugiadas de Palestina.

- Reflexionar sobre las diferencias en la vida diaria de una familia refugiada y una navarra.

- Empatizar con la situación de la población desplazada y refugiada

Metodología y desarrollo:

Se divide a los y las participantes en grupos de 3-4 personas. Se entrega a cada grupo fragmentos desordenados pertenecientes a dos textos en los que se narra una mañana cualquiera de dos familias: una navarra y una de Gaza (anexo 1). Esta información no se les facilita, tan sólo se les indica que tienen que ordenar los dos textos.

Evaluación y reflexión:

Se comienza leyendo los textos de un grupo al azar, para comprobar si se han ordenado correctamente. A raíz de ahí se abre el debate y reflexión sobre la posible procedencia de ambas familias. Se aclara que en el segundo caso se trata de una familia refugiada de Palestina en Gaza.

Se les pregunta si saben la diferencia entre población refugiada, desplazada e inmigrante. Se dejan un pequeño tiempo para que puedan expresar sus ideas previas al respecto. Si alguno o alguna acierta con la respuesta correcta, se le pide que la repita para explicárselo al resto del grupo. Sino, se les explica las diferencias (anexo 2).

Para finalizar se les expone brevemente una introducción al conflicto palestino-israelí y a la situación humanitaria en el territorio Palestino ocupado (tPo). Puede consultarse en el cuaderno pedagógico “No arrinconemos la paz” de UNRWA disponible en http://www.unrwa.es/escuelasporlapaz/recursos-pedagogicos (pp. 53-75).

Materiales:

- Anexo 1: Textos familia navarra y familia gazatí - Anexo 2: Conceptos población refugiada, desplazada e inmigrante - Cuaderno pedagógico “No arrinconemos la paz”

Fuente:UNRWA España. Conceptos extraídos de www.acnur.org

Actividad 2.Sopa de sabiduría

Duración: 25 minutos

Objetivos:

- Conocer la realidad y la situación humanitaria de la población refugiada de Palestina.

- Analizar la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado.

Metodología y desarrollo:

Se les entrega un texto (anexo 3) sobre la vulneración de los derechos humanos en el territorio Palestino ocupado (tPo). Se les pide que lo lean y, al terminar de leerlo, se procede a entregarles una sopa de letras (anexo 4) en la que deben buscar 20 conceptos que aparecen en el texto.

Evaluación y reflexión:

Se ponen en común los conceptos encontrados (consultar anexo 5) y a la par se les pide que los expliquen y den su opinión al respecto. Posteriormente, se promueve el debate guiado con algunas de las siguientes preguntas: y se promueve el debate guiado con algunas de las siguientes preguntas: ¿Qué opinión tenéis con respecto a la situación de los derechos humanos en el tPo? ¿Creéis que todo el mundo tiene garantizados sus Derechos Humanos? ¿Dónde pensáis que se vulneran más? ¿Qué derecho pensáis es el más vulnerado?¿Qué podemos hacer nosotros para que los Derechos Humanos sean respetados?

Materiales:

- Anexo 3: Texto sobre la situación de los DDHH en el tPo - Anexo 4: Sopa de letras - Anexo 5: Solución sopa de letras

Fuente: UNRWA España

Sesión 2: Reflexión

Actividad 3. Historias reales, vidas reales: mujeres palestinas desde la diversidad

Duración: 50 minutos

Objetivos:

- Conocer experiencias de mujeres en el contexto de ocupación y bloqueo israelí - Entender qué significa la ocupación en la vida cotidiana de la población

palestina - Romper con estereotipos sobre las mujeres palestinas - Analizar información con sentido crítico

Metodología y desarrollo:

Se divide el aula en grupos de 3-4. A cada grupo se le entrega una de las dos entrevistas seleccionadas de la publicación de UNRWA Igualdad de Género desde la diversidad de las mujeres palestinas (anexo 6). Cada grupo realiza la lectura de la entrevista que le ha tocado, señalando las ideas clave con un marcador de texto. A continuación, deben recoger la información en cuadro que les será entregado (anexo 7). Un o una portavoz de cada grupo realiza una puesta en común para intercambiar la información de cada una de las entrevistas. Se comparte con el resto de la clase los cuadros configurados, primero los relativos a una entrevista, y luego sobre la otra. Se sugerirá que en los apartados de implicación social, reivindicaciones y perspectivas de futuro se haga referencia a cuestiones relacionadas con los derechos humanos, los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Evaluación y reflexión:

Se plantea que citen algunas respuestas que permitan ilustrar que tienen en común las biografías de estas mujeres palestinas y si además de las fronteras físicas, aprecian otras fronteras en los relatos, como, por ejemplo, fronteras de género. Materiales:

- Anexo 6: Entrevistas a mujeres palestinas - Anexo 7: Cuadro resumen de información de entrevistas a mujeres palestinas

Fuente: UNRWA España. Guía didáctica: Igualdad de Género desde la diversidad de las mujeres palestinas disponible en http://www.unrwa.es/videoforumretratosdeempoderamiento/wp-content/uploads/2017/06/completo.pdf

Sesión 3: Acción

Itinerario A: Actividad 5. Existir es resistir

Duración: 50 minutos

Objetivos:

- Expresar ideas y emociones con creatividad, utilizando el lenguaje y la imagen - Mostrar una actitud empática y solidaria con la población palestina

Metodología y desarrollo:

Se toma como referencia el proyecto fotográfico “To Existis To Resist” (“Existir es Resistir”) de la fotoperiodista Maysun (Zaragoza, 1980), una fotógrafa documental independiente con raíces palestinas que trabaja como freelance para varias ONG, organismos gubernamentales y agencias de noticias, reflejando situaciones socialmente injustas como la diáspora palestina. El proyecto da cuenta de la identidad palestina alrededor de la palabra, la diáspora y el resultado de la ocupación israelí de Palestina. “Sons of Diaspora” constituye la primera parte de ese trabajo. Se trata de un conjunto de retratos de hijos/as y nietos/as de personas refugiadas de Palestina que han nacido en España y ahora toman el testigo de la eterna resistencia y su capacidad de resiliencia. El proyecto está disponible en http://www.maysun.eu/i-sons-of-diaspora

Los alumnos y las alumnas realizan una primera reflexión sobre este proyecto: ¿qué pretende transmitir la autora con estas imágenes? Tomando como referencia este trabajo artístico, se forman parejas con la finalidad de reproducir el estilo de las fotografías realizadas por Maysun: ambos alumnos/as se toman mutuamente una fotografía de medio cuerpo y otra de la palma de las manos. En las fotografías de las manos se escribe un micropoema o un haiku (poema japonés formado, según la norma, por tres versos de cinco, siete y cinco silabas respectivamente), bien a través de un editor de imágenes o imprimiendo y escribiendo el texto directamente. Evaluación y reflexión:

Se trata de que los alumnos y las alumnas expresen su solidaridad con la población palestina. Se exponen los trabajos en un lugar visible del centro educativo y se envían a UNRWA España para ser publicadas en su página web. Materiales:

- Cámara fotos o teléfono móvil - Impresora

Fuente: UNRWA España. Guía didáctica: Igualdad de Género desde la diversidad de las mujeres palestinas disponible en http://www.unrwa.es/videoforumretratosdeempoderamiento/wp-content/uploads/2017/06/completo.pdf

Itinerario B: Actividad 6.Materiales creativos para redes sociales

Duración: 50 minutos

Objetivos:

- Poner en práctica las TIC mediante el uso responsable - Elaborar materiales creativos poniendo en práctica los conocimientos y

reflexiones realizadas en colectivo - Fomentar aspectos creativos mediante la comunicación social - Favorecer el trabajo en equipo

Metodología y desarrollo:

Se hacen grupos de dos personas. Se les pide que realicen diferentes materiales creativos digitales (Memes, nubes de conceptos, gifts) que reflejen elementos, conceptos o ideas de manera visual sobre lo reflexionado colectivamente (derechos humanos, cultura de paz, población refugiada de Palestina…etc.)

Algunas de las plataformas gratuitas para la puesta en práctica son:

- Poesía Visual: http://www.imagechef.com/ic/es/poem/ - Combinador de Poesía: http://www.imagechef.com/ic/es/blender/ - Nubes de Palabras: http://www.imagechef.com/ic/word_mosaic/ - Meme: https://imgflip.com/memegenerator - Frases con imágenes: http://www.pictotraductor.com

Evaluación y reflexión:

Al finalizar cada grupo mostrará su trabajo, el concepto a expresar y los elementos escogidos.

Materiales:

- Un ordenador por pareja - Banco de imágenes, datos y dossier sobre el tema a desarrollar - Internet y acceso a las plataformas gratuitas

Fuente: UNRWA España. Cuaderno pedagógico “No arrinconemos la paz. Educación en Derechos Humanos” disponible en https://www.unrwa.es/escuelasporlapaz/recursos-pedagogicos

Anexo 1: Textos familia navarra y familia gazatí

Una mañana cualquiera: familia navarra

Cuando sonó el despertador oí como mis padres ya se habían levantado, y mi padre estaba saliendo de la ducha

Me dirigí al baño para asearme, que aún estaba lleno de vapor de la ducha de mi padre

Al salir del baño me acerqué, como cada día, al cuarto de mi hermano pequeño, por si se hubiera quedado dormido

Me vestí cerca del radiador, mi madre lo había encendido nada más levantarse. Ya está empezando a hacer bastante frío y ponemos la calefacción casi todos los días

Cuando terminé bajé y mi padre ya tenía listo el desayuno: leche caliente y tostadas con aceite, ¡qué hambre!

Casi todos los días se nos hace tarde viendo la tele y, por supuesto, hoy también. Terminamos de desayunar rápido y recogimos las cosas. El móvil lo dejé en casa, no se me permite llevarlo al instituto

Mi madre nos acercó a clase en coche y luego se fue a trabajar. Mi padre no tiene empleo en este momento

Cuando regresamos a casa al mediodía la comida nos esperaba ya preparada

Una mañana cualquiera: familia gazatí

Cuando sonó el despertador apenas había descansado. En mitad de la noche habíamos oído una explosión

Mi marido y yo nos levantamos corriendo, respirando aliviados al ver que nuestros tres hijos estaban bien. Después, comprobamos el resto de la casa a oscuras, sólo tenemos 8 horas de luz al día

Y vimos que no había ningún daño

Durante un rato se escucharon sirenas, pero finalmente la noche se tranquilizó, aunque yo ya no pude conciliar el sueño

Me levanté temprano para salir a comprar pan, tuve que acercarme a cuatro panaderías; las dos primeras estaban cerradas y en la tercera la fila era enorme

Al levantar a los pequeños, la casa estaba helada ya que no tenemos calefacción

Después de tomar un desayuno frío (aún no han empezado las horas de electricidad) se fueron al colegio y mi marido y yo salimos para el trabajo

Estuve casi una hora en la calle esperando un taxi, al no haber combustible es muy difícil encontrar transporte, y mi trabajo está lejos

Anexo 2: Conceptos población refugiada, desplazada e inmigrante

Población refugiada

De acuerdo con la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es una persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él".

Un refugiado tiene derecho de asilo en condiciones de seguridad. Sin embargo, la protección internacional incluye algo más que la propia seguridad física. Los refugiados deberían recibir al menos la ayuda básica y los mismos derechos que cualquier otro extranjero que sea residente legal. Así, los refugiados tienen derechos civiles básicos, incluyendo la libertad de pensamiento, de movimiento, y el derecho al respeto como persona. De igual forma, los derechos económicos y sociales se aplican a los refugiados al igual que a otros individuos: derecho a asistencia médica, derecho a trabajar para los adultos, y derecho a la escolarización para los niños.

Población desplazada

Los desplazados internos están entre las personas más vulnerables del mundo. A diferencia de los refugiados, los desplazados internos no cruzan fronteras internacionales en busca de seguridad y protección, sino que permanecen dentro de su propio país. En determinadas circunstancias, pueden ser obligados a huir por las mismas razones de los refugiados (conflicto armado, violencia generalizada, violaciones de los derechos humanos), con la diferencia que los desplazados internos permanecen bajo la protección de su gobierno, aun en los casos en que el mismo gobierno se convierte en una de las causas de su huida.

Los desplazados internos conservan todos los derechos que les corresponden como ciudadanos, además de la protección derivada del derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

La diferencia entre los desplazados internos y los refugiados radica en que cuando un civil que huye cruza la frontera internacional de su país, él o ella se convierte en un refugiado y, como tal, recibe protección internacional y ayuda; pero si una persona en circunstancias similares es desplazada dentro de su país, se convierte en desplazado interno.

Población inmigrante

La inmigración es la entrada a un país o región de personas que nacieron o proceden de otro lugar. Representa una de las dos opciones o alternativas del término migración, que se aplica a los movimientos de personas de un lugar a otro y estos desplazamientos conllevan un cambio de residencia temporal o definitivo. Las dos opciones de dichos movimientos migratorios son: emigración, que es la salida de personas de un país, región o lugar determinados para dirigirse a otro lugar distinto e inmigración, que es la entrada en un país, región o lugar determinados procedentes de otras partes.

Los motivos de las migraciones son muy variados, desde mejorar el nivel de vida hasta asegurar su supervivencia.

Anexo 3: Texto sobre la situación de los DDHH en el tPo

Situación de los derechos humanos en el territorio Palestino ocupado

El derecho al trabajo, en concreto a condiciones laborales justas y equitativas: La ocupación afecta a

toda la población refugiada de Palestina pero especialmente a las mujeres. Se estima que el 45% de la

población de la franja de Gaza está desempleada, porcentaje que se incrementa hasta un 66% en el caso

de jóvenes entre 20 y 24 años. Las limitaciones impuestas como las restricciones de movilidad, las

dificultades para acceder a recursos básicos o el desempleo generan altos niveles de estrés que se

traducen en un incremento de violencia de género, especialmente en los hogares.

El derecho a la educación, garantizando, por ejemplo, el derecho a una educación primaria gratuita y

obligatoria y a una educación suficientemente disponible, accesible, aceptable y adaptable a cada

persona concreta: Los resultados académicos de la población refugiada solían estar entre los mejores de

la región, pero debido a la situación de bloqueo y ocupación más de un 30% del alumnado suspende

asignaturas como lengua árabe y matemáticas. Entre otras razones, las dificultades de acceso de

docentes y alumnado a los centros y la falta de reparación de infraestructuras, como consecuencia de

las políticas de ocupación son factores clave para carecer de este derecho.

El derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, incluidas unas condiciones de

vida saludables y la disponibilidad de servicios de salud accesibles, aceptables y de buena calidad:

Según datos del Banco Mundial un 50% de la población de Palestina sólo ha vivido en condiciones de

conflicto. El derecho a la sanidad de la población refugiada varía según el lugar donde viven. En la franja

de Gaza el bloqueo no permite la entrada de muchos materiales necesarios. En Cisjordania el muro y las

restricciones al movimiento aíslan a muchas poblaciones de los centro de salud.

El derecho a una vivienda adecuada, que incluye la seguridad de tenencia, la protección contra

desalojos forzosos y el acceso a una vivienda asequible, habitable, bien situada y culturalmente

satisfactoria: Anualmente más de 500 personas pierden su vivienda en Cisjordania como consecuencia

de las demoliciones y evacuaciones forzosas por el régimen de Ocupación. En la Operación Plomo

Fundido en el año 2009 unas 60.000 viviendas en Gaza fueron dañadas o destruidas.

El derecho a la alimentación, que incluye el derecho a no pasar hambre y el acceso permanente a

comida nutritiva suficiente o a los medios para obtenerla: Un 40% de la población refugiada de

Cisjordania y un 60% de los refugiados de la franja de Gaza sufren tasas altas de pobreza e inseguridad

alimentaria. Se estima que en total hay más de 667.500 refugiados que sufren inseguridad alimentaria,

lo que hace que un 80% de la población dependa de la Ayuda Humanitaria. La franja de Gaza sufre

desde 2007 un bloqueo impuesto por Israel a la entrada y salida de bienes, lo que produce la escasez

continuada de productos de primera necesidad: alimentos, medicamentos, combustibles y materiales

para la industria, el campo y la construcción.

El derecho al agua, es decir, el derecho a disponer de agua suficiente y a contar con instalaciones

higiénicas seguras y accesibles física y económicamente: El 95% de las aguas subterráneas de la franja

Gaza están contaminadas con altos niveles de nitratos, lo que puede causar enfermedades en los niños y

niñas y hasta la muerte en los recién nacidos. El bloqueo impuesto por Israel impide la entrada del

equipo y los materiales necesarios para el tratamiento del agua, incluso los provenientes de las Agencias

Humanitarias, violando el derecho al acceso a este recurso de la población de la franja de Gaza.

Anexo 4: Sopa de letras

A Q S A G S D H A S J A E H T F U B L O Q U E O

D E R E C H O A U N A V I V I E N D A O D R U C

D B W S E O E N E R R D H T K N M E O S G P I U

A E Ñ V M E D B N S C R L M D G L R M U Ñ E T P

Q H Z D E R E C H O A L A G U A N E N I Z V O A

A R F P D U R L E S N I U A Y S B C B N X A I C

W T X A E L E S A I E O E L A F V H V S C C U I

N Y D E R E C H O A L T R A B A J O C E M U R O

U U E P E I H B G N O V E V I G O A O G D A Y N

Q N R O C T O U S I R G S U A I D L X U R C T O

O I E E H I A U T R E P T H V E Y A U R G I Q I

P O C I O O L A S O I D R D O L A S Z I F O T H

A P H I A J D E I I T Z I E T G V A W D G N Q Ñ

L A O U L D I N U D D N C R J L M N E A H E L J

E S A T A S S W N M U U C E A T O I O D J S A P

S D L Y A R F I U R I D I P D F O D B A A F S C

T L A I L A R E A L A R O T K D C A A L K O O L

I N E T I K U R M A K U N D E M P D L I S R R Y

N F D E M O T R U J I M E U I I K D K M D Z N U

A O U R E I E E O Q U E S O E D N X I E F O I Ñ

P M C E N P Q E A Ñ O H D F G S F Y S N M S O Z

O G A W T A M W K Z J G E D A M Z A O T L A F L

B H C Q A O R L D E S E M P L E O X G A Ñ S M X

R M I M C K M A Ñ H X V 0 E V H G H J R O M T C

E J O N I R S E R W I Q V A S D F T Ñ I B N M I

Z K N B O T C O N T A M I N A C I O N A V E F T

A L C V N Y O I A P E A L I O I E A C E B C O E

T A D I F G F R A N J A D E G A Z A Q C I A Z L

C I S J O R D A N I A R A F D S A F E E B W Z N

V I C O U S E G D R Q A D E M O L I C I O N E S

Anexo 5: Solución sopa de letras

Conceptos:

- Derecho al trabajo.

- Ocupación.

- Palestina.

- Desempleo.

- Restricciones de movilidad.

- Derecho a la educación.

- Bloqueo.

- Derecho al disfrute.

- Derecho a la sanidad.

- Franja de Gaza.

- Cisjordania.

- Muro.

- Derechos a una vivienda.

- Demoliciones.

- Evacuaciones forzosas.

- Derecho a la alimentación.

- Pobreza.

- Inseguridad alimentaria.

- Derecho al agua.

- Contaminación.

A Q S A G S D H A S J A E H T F U B L O Q U E O

D E R E C H O A U N A V I V I E N D A O D R U C

D B W S E O E N E R R D H T K N M E O S G P I U

A E Ñ V M E D B N S C R L M D G L R M U Ñ E T P

Q H Z D E R E C H O A L A G U A N E N I Z V O A

A R F P D U R L E S N I U A Y S B C B N X A I C

W T X A E L E S A I E O E L A F V H V S C C U I

N Y D E R E C H O A L T R A B A J O C E M U R O

U U E P E I H B G N O V E V I G O A O G D A Y N

Q N R O C T O U S I R G S U A I D L X U R C T O

O I E E H I A U T R E P T H V E Y A U R G I Q I

P O C I O O L A S O I D R D O L A S Z I F O T H

A P H I A J D E I I T Z I E T G V A W D G N Q Ñ

L A O U L D I N U D D N C R J L M N E A H E L J

E S A T A S S W N M U U C E A T O I O D J S A P

S D L Y A R F I U R I D I P D F O D B A A F S C

T L A I L A R E A L A R O T K D C A A L K O O L

I N E T I K U R M A K U N D E M P D L I S R R Y

N F D E M O T R U J I M E U I I K D K M D Z N U

A O U R E I E E O Q U E S O E D N X I E F O I Ñ

P M C E N P Q E A Ñ O H D F G S F Y S N M S O Z

O G A W T A M W K Z J G E D A M Z A O T L A F L

B H C Q A O R L D E S E M P L E O X G A Ñ S M X

R M I M C K M A Ñ H X V 0 E V H G H J R O M T C

E J O N I R S E R W I Q V A S D F T Ñ I B N M I

Z K N B O T C O N T A M I N A C I O N A V E F T

A L C V N Y O I A P E A L I O I E A C E B C O E

T A D I F G F R A N J A D E G A Z A Q C I A Z L

C I S J O R D A N I A R A F D S A F E E B W Z N

V I C O U S E G D R Q A D E M O L I C I O N E S

Anexo 6: Entrevistas a mujeres palestinas

AMJAD SAED SHABAT: LA SOCIEDAD NO ME ACEPTA, ¿POR QUÉ TENGO QUE PREOCUPARME YO DE LA SOCIEDAD?

Por Isabel Pérez En la oficina de una productora audiovisual de Gaza, un grupo de gazatíes, camarógrafos, editores y corresponsales, todos ellos hombres, discuten sobre la inestable situación en la que está sumido Oriente Medio. Amjad aparece por la puerta, tras dar los buenos días con una espléndida sonrisa, la joven se sirve un café e interviene en la conversación. Sus compañeros la miran y le dicen con aire sarcástico: –Pero, ¿tú sabes de estos temas? La educación, la puerta al futuro Amjad Saed Shabat tiene 25 años y es parte de la tercera generación de refugiados de Palestina que se asentaron en Beit Hanoun, norte de la franja de Gaza, cuando fueron expulsados de sus hogares en 1948. Hoy vive en la ciudad de Gaza, donde sus padres se mudaron cuando ella y su hermana eran todavía pequeñas.

“Vivimos en un piso en una zona tranquila de Gaza. El piso es propiedad de mi madre. En Beit Hanoun vivíamos de forma tradicional: en la casa familiar dividida por pisos para las parejas y sus hijos“. –Explica Amjad. –“La diferencia entre Beit Hanoun y Gaza está en la mentalidad. En Gaza la gente es menos tradicional y cerrada. La mudanza a Gaza me ayudo a formar mi modo de pensar“. En el piso donde habita Amjad solo hay mujeres: madre y dos hijas, su padre murió de cáncer en 2009. La joven denuncia que los largos periodos de cierre del paso fronterizo de Rafah con Egipto, que comenzaron cuando, en 2007, Hamás subió al poder en la franja de Gaza, afectaron negativamente a pacientes de cáncer como su padre. Israel prohíbe la entrada a Gaza del material hospitalario necesario para tratarlos, así que las personas enfermas deben viajar fuera para acudir a otros hospitales.

“Mi padre era profesor en un colegio de UNRWA y después de los acuerdos de Oslo y la

formación de la Autoridad Palestina se hizo policía. –Relata la joven. –Mi madre trabajo en una guardería. Cuando mi padre murió seguimos cobrando una pensión del gobierno palestino. Somos una familia pequeña, no pagamos alquiler, así que no sufrimos muchos problemas económicos“. Amjad cuenta cómo sus padres empezaron a ahorrar para enviar a sus hijas a la universidad cuando todavía éstas eran muy pequeñas. Querían que, ocurriera lo que ocurriera, ellas tuvieran estudios universitarios. La educación era lo más importante.

“Mi padre quería que estudiase Medicina. Aquí en Gaza es una obsesión de los padres en general. Antes de morir hablo seriamente con mi madre y mis tíos, y les pidió que me apoyaran incluso si quería ir a estudiar a Egipto“. –Amjad toma aire y continúa. –“Mi padre murió un mes antes de que yo hiciera la selectividad“. La joven Amjad no quería abandonar Gaza, tampoco estudiar Medicina. Ella quería estudiar Literatura y vivir con su madre: “Le dije a mi madre: ‘si quieres que me pase catorce años estudiando Medicina en Egipto, iré’. Así la convencí y me quede en Gaza. Elegí la carrera de literatura inglesa y francesa“. A pesar de haber estudiado literatura extranjera, Amjad adora la literatura árabe. Sus escritores favoritos son el libanés Amir Maalouf y el palestino Ghassan Kanafani.

“Kanafani es fascinante. Era una hombre guapo, inteligente, luchador“. –Dice Amjad. –“Él

explicó la situación de Palestina de un modo anacrónico, de modo que hoy todo lo que escribió es totalmente válido. Cada vez que leo ‘Volver a Haifa’, como hija de refugiados que soy, lloro“. Amjad quiere, Amjad puede Al finalizar la universidad, en 2014, Amjad se topó con una cruda realidad difícil de cambiar. El bloqueo en Gaza había alcanzado su culmen con el cierre de los túneles que unían la franja con Egipto y ahora se precipitaba al vacío. Para jóvenes recién licenciados esto se traduce en un 60% de tasa de desempleo. Encontrar un trabajo era inverosímil, pero no imposible. Amjadquería trabajar.

“Tengo inglés y francés, lo cual es destacable“. –Reconoce una Amjad optimista. –“Vi que el sector público es muy hermético, así que me fui a por el privado“. Su primer trabajo comenzó en enero de 2014. Un amigo le dijo que una productora audiovisual necesitaba a alguien.

“Soy muy habladora“–asegura Amjad, –“y buena relaciones públicas, así que la entrevista fue fácil. Tampoco me hicieron muchas preguntas. Eso sí, me preguntaron si estaba casada porque no querían chicas casadas. Esto pasa mucho en Gaza, no quieren mujeres que un día puedan quedarse embarazadas“. Amjad destaca también que en la productora no quisieron informarle sobre el salario.

“Cuando le pregunte por el salario, me dijo que no se hablaba de salario en el primer encuentro“, dice Amjad riéndose y negando con la cabeza mostrando total rechazo. La joven fue aceptada para el puesto de trabajo que requería la búsqueda y contacto de nuevos canales de televisión.

“Todos mis colegas eran chicos. Como hablo inglés y tengo un carácter fuerte, pude imponer algo de respeto“. –Aclara Amjad. –“Pero había algunos que no me hablaban. Recuerdo que había un islamista radical él no me decía ni hola. Yo tampoco le hablaba“. Con la confusa situación de tener que lidiar con un trabajo nuevo, sobre el cual no le dieron mayores explicaciones, y con ciertos comportamientos machistas, Amjad reconoce que el respeto que se ganó no fue realmente lo que ella esperaba:

“Ellos siempre encontraban una razón para mofarse de mí. Yo soy curiosa, pregunto mucho. Cuando se me ocurría preguntar sobre la edición de vídeos se reían de mí, cuando hablaban de política, también se reían de mi“. El primer mes pasó sin que la joven cobrara un salario. En el segundo mes Amjad fue a la oficina del director y exigió que le informaran sobre este punto tabú:

“Me comentó que cobraría unos 500 NIS (115€) por más de ocho horas de trabajo diarias. Yo le conteste que mis colegas cobraban más y que yo tengo estudios superiores, ellos no. No me dio la razón, así que deje el trabajo“. Amjad siguió en búsqueda activa de trabajo durante varios meses. Hoy trabaja como traductora en inglés y árabe en una web de noticias, pero solo durante unas pocas horas al día. La bicicleta Amjad mira a su madre con cariño y veneración, ella formo parte del movimiento de mujeres palestinas durante los años 70 y 80. En plena Intifada palestina, unos islamistas le lanzaron fruta podrida por andar sin el hijab, el velo islámico que cubre el cabello. Desde entonces, la gran mayoría de mujeres musulmanas de Gaza lo porta.

“Mi madre es una mujer modelo para mi“. –Asiente Amjad. –“Es una mujer fuerte y está sacando adelante a dos hijas, sola. Mi familia es de mentalidad conservadora. Cuando murió mi padre, mis tíos paternos querían controlar nuestras vidas, querían que les pidiéramos permiso siempre que saliéramos de casa, pero mi madre le dijo: ‘mis hijas tienen un solo padre y ha muerto, ahora son mi responsabilidad, tú no tienes poder ni sobre mi ni sobre mis hijas’. Discutieron y no se volvieron a hablar“. Sin embargo, la madre de Amjad está preocupada: su hija está sobrepasando el límite de edad para casarse.

“Yo personalmente no pienso en casarme.- Niega Amjad.- Ya desde la universidad los padres les dicen a sus hijas que no dejen pasar la oportunidad de casarse. Muchas chicas estudian duro porque quieren ser activas y contribuir en la sociedad. Algunas, en el segundo semestre o tercero, se casaron y sé que han luchado por continuar sus estudios“. Esta joven no solo desafía los cánones del matrimonio tradicional de Gaza, también los sociales. Hace unas semanas decidiócomprarse una bicicleta, un vehículo socialmente vetado a las mujeres.

“Me compre una bicicleta aun sabiendo a lo que me enfrento. No puedo comprarme un coche, así que la bicicleta es la mejor opción“, dice Amjad encogiéndose de hombros con una sonrisa desafiante. Sin un mercado laboral igualitario, sin una sociedad totalmente consciente de la necesidad de acabar con la discriminación y la violencia de género, a la joven Amjad le queda mucho por lo que luchar y ella parece estar dispuesta a ello.

“La sociedad no me acepta, ¿por qué tengo que preocuparme yo de la sociedad? Además, yo creo que las mujeres aquí no van en bici porque no lo han probado nunca. Es como cuando mi madre empezó a conducir un coche. En aquella época la miraban y la insultaban, pero hoyen día muchas mujeres y chicas conducen en Gaza“, determina la joven con confianza.

E’ITIMAD MUTAWA: LAS MUJERES RURALES SON MÁS FUERTES QUE

LAS DE CIUDAD

Por Isabel Pérez Campesinos y campesinas, familias sedentarias y nómadas beduinas palestinas, fueron protagonistas de la revuelta palestina del año 1936 contra los puestos militares ingleses y asentamientos judíos. La revuelta fracaso. Por aquel entonces, la sociedad rural vivía una doble opresión representada por la ocupación de su tierra a manos de Gran Bretaña y el sistema feudal de la estructura socioeconómica palestina. Las mujeres tuvieron en dicha revuelta un importante papel; sin embargo, como ha sucedido hasta ahora, la prioridad era la lucha contra la ocupación, no la lucha contra la opresión patriarcal. Una activista feminista beduina Vivir en la zona rural de la franja de Gaza significa vivir en continuo contacto con la ocupación israelí. Las zonas agrícolas más fértiles están situadas cerca de la Línea Verde desde donde, en cualquier momento, los soldados israelíes disparan o penetran con excavadoras blindadas para allanar la tierra, destruyendo los campos. Las agricultoras palestinas que trabajan en el campo tanto como en el hogar, son las personas más vulnerables. Además, los servicios sociales que reciben de las autoridades palestinas son escasos ya que las infraestructuras y prestaciones como colegios, clínicas u hospitales suelen concentrarse en las zonas urbanas. E’itimad Mutawa lleva dieciocho años dedicándose a mejorar la situación de las mujeres rurales.

“El trabajo con el movimiento de mujeres en el ámbito rural llego antes de que estuviera

concienciada totalmente sobre nuestros derechos, como mujeres y seres humanos“. –Afirma E’itimad. –“En el instituto me afilié a la política y me nombraron jefa del comité de chicas. Cuando terminé el bachillerato empecé a ser muy activa, incluso hacíamos reuniones en mi casa. Mi padre me decía que lo que estaba haciendo era más asunto de chicos que de chicas. Mi madre nunca me hizo comentarios negativos“. E’itimad vive con sus padres, hermanos y hermanas. Son una numerosa familia beduina campesina que antaño vivía al lado de la Línea Verde hasta que el ejército de Israelle expulsó de su casa por segunda vez. La primera vez fue en 1948 cuando huyeron de Beersheba. Siempre sonriente, esta activista por los derechos de la mujer rural aparenta mucha menos edad de la que tiene.

“Tengo 39 años y estoy soltera. Nosotras las negras siempre aparentamos menos edad de la que tenemos”, dice orgullosa. Y continúa explicando: “Las familias beduinas, los clanes, no son todos iguales. En algunas casas un hombre extraño no puede entrar sin presencia de un hombre de la familia, en mi caso esto no pasa. Todo depende de las costumbres del clan“.

E’itimad cuenta como en su casa no encuentra trabas para salir a trabajar libremente como coordinadora de varias organizaciones que apoyan a la mujer en el ambiente rural.

“En general, los beduinos son muy duros con las mujeres“. –Recalca. –“Algunos, aunque no haya comida en casa y ella tuviera la oportunidad de trabajar fuera, no quieren que ella salga porque lo más importante es mantener el honor de la familia que recae en la mujer. El honor, para las familias beduinas, es más importante que para las familias sedentarias palestinas“. Microproyectos y servicios para las mujeres en zonas rurales Tras haber escuchado historias de mujeres oprimidas y abogadas palestinas hablar de la lucha por la igualdad jurídica E’itimad comenzó a construir su ideología feminista. Está convencida de que hombres y mujeres deben tener las mismas oportunidades y que la violencia contra la mujer ha de desaparecer.

“Hay varios tipos de violencia en las zonas rurales. Algunas mujeres ni siquiera hablan sobre ello ni lo denuncian“. –Explica E’itimad. –“Aquí las mujeres no pueden defender sus derechos, no pueden defenderse a sí mismas“. E’itimad es responsable de los proyectos para mujeres que se desarrollan en la zona centro de la franja de Gaza en dos organizaciones: Unión de Comités de Acción Agrícola (Union of Agricultural Work Committees, UAWC) y la Unión General de Mujeres de la Organización para la Liberación de Palestina (General Union of Palestinian Women, GUPW). Su trabajo en UAWC consiste en estudiar la situación de las mujeres, establecer las necesidades y dar servicios. Para ello, E’itimad cuenta con grupos de mujeres que se organizan como un nodo con sub-zonas de trabajo y sub-coordinadoras. Con la GUPW trabaja ofreciendo y gestionando servicios sociales a las mujeres.

“No tengo dificultad para trabajar en ambas instituciones porque es un trabajo semejante y en la misma zona“. –Dice E’itimad. –“En UAWC soy jefa de los Comités de la Mujer en esta zona central y participo en las reuniones para transmitir las necesidades de las mujeres. No hay cuotas específicas para ellas y normalmente se dedica entorno al 35% de los proyectos a las mujeres. Es poco y somos nosotras las que peleamos para que se nos dedique una parte“. E’itimad coordina, entre otras cosas, la explotación de campos agrícolas para las mujeres de las zonas rurales que necesitan ingresos.

“Les damos ayuda para riego, abono o les ensenamos como hacer un plan de trabajo para que ahorren tiempo y energía“. –Detalla E’itimad. –“También hay microproyectos que consisten en darles animales de granja, ovejas, pollos, conejos, para que los críen y saquen provecho“. Dar a luz mientras trabajas la tierra La vida de la mujer rural, cuenta E’itimad, es agotadora. No salen de casa más que para trabajar el campo, no tienen tiempo para visitas, para su salud o educación. Las activistas del movimiento de mujeres en zonas rurales se esfuerzan por cubrir sus necesidades y para que sus derechos sean respetados. Son mujeres solteras, casadas, divorciadas o viudas.

“Darles trabajo es más un apoyo moral que económico muchas veces“. –Reconoce E’itimad. –“Me he reunido con oficiales del gobierno palestino para conseguirles un seguro médico porque trabajan con químicos. Estamos trabajando para hacer una petición a nivel de toda la franja, quizás también tengamos que organizar protestas“.

Esa es otra de sus responsabilidades: organizar manifestaciones o protestas con las mujeres. Unas veces conmemorando fechas nacionales palestinas, como la Nakba o el Día de la Tierra palestina, otras como denuncia frente a ataques israelíes.

“A ellas les encanta participar en las manifestaciones. –Asegura E’itimad. –Participan también en protestas contra las incursiones terrestres que Israel realiza en las zonas limítrofes a la Línea Verde“. En la franja de Gaza, las mujeres campesinas se ven obligadas a llevar a sus hijos e hijas menores al campo, incluso cuando son bebes. A algunas incluso les ha sorprendido el parto mientras trabajaban la tierra.

“Hay mujeres que dan a luz en el campo, en el lugar del trabajo. Dicen ‘un poco más, aguanto un poco más’ y terminan dando a luz ahí mismo. Otras trabajan bajo fuego israelí cuando se producen ataques“–explica E’itimad. –“Las mujeres rurales son más fuertes que las de ciudad, sin lugar a dudas“. Pero las mujeres rurales podrían morir al dar a luz en semejantes circunstancias, sin mencionar la dificultad a la que se enfrentan para poder llevar a sus recién nacidos a los hospitales y clínicas, en muchos casos lejos de su hogar. El machismo en el campo En el ámbito rural, las mujeres trabajan embarazadas, enfermas o cansadas. Recogen la cosecha, cuidan del ganado, de las aves domésticas, preparan fuego para cocinar, crían a sus hijas e hijos. A veces, solo a veces, descansan una o dos horas en la tarde. La mayoría solo descansan unas horas cuando consiguen conciliar el sueño por la noche. La sobrecarga de las tareas domésticas o del trabajo fuera de casa es mucha. En la esfera pública y laboral, el peso de la discriminación es evidente.

“En nuestros proyectos me he topado con dueños de campos que no aceptan que sean mujeres las que trabajen sus tierras“. –Critica E’itimad. –“A algunos les convencemos de que eso no está bien, a otros no“. En la franja de Gaza la gran mayoría de los propietarios son hombres. E’itimad explica que hay algunas mujeres que heredan terrenos, “terrenos que no valen lo que la mujer debe heredar”, puntualiza. Otra forma de discriminación llega a la hora de obtener los beneficios de lo cosechado.

“Cuando llega la hora de vender su producción es el marido el que lo vende. Puede que él no le de todo el dinero que le corresponde y solo le dé una parte“, describe E’itimad. Es este un tipo de violencia económica muy generalizada en la franja de Gaza y un problema añadido es, como señala E’itimad, que ellas no lo denuncian.

“Hay muchas mujeres que preservan los roles tradicionales, que dejan que su marido les grite y así lo transmiten a sus hijas que al final serán también sometidas por sus maridos“, apostilla E’itimad.

“Ellas deberían ser conscientes de lo que podrían llegar a ser, que podrían disfrutar de sus

derechos, pero no se sienten capaces, tienen miedo a perder su dinero. Para muchas de ellas, acudir a nuestros talleres es algo complicado, dicen que no tienen tiempo“, lamenta la activista.

E’itimad describe la situación actual de la mujer en Gaza como “bloqueada”, afirma que ella es testigo de más violencia y acoso en las calles, insultos y menos respeto hacia las mujeres.

“En el trabajo a veces los agricultores nos preguntan qué hacemos fuera de casa. Yo les contesto que nosotras, como ellos, tenemos derechos y deberes y que es gracias a nosotras por lo que tienen proyectos funcionando“, dice frunciendo el ceño con disconformidad. Con 39 años, E’itimad representa a una escasa proporción de la población femenina en Gaza que con dicha edad no está casada.

“Muchos han pedido mi mano, pero me he negado porque quiero conocerles antes, no quiero casarme como hacen las demás mujeres. Quiero saber con quién voy a convivir“. –Razona la activista–. “Una vez, la familia de uno de ellos rechazó que tuviéramos un periodo de noviazgo para conocernos, así que no quise aceptarle“. Se case o no, ella asegura querer seguir trabajando con y por las mujeres en el ámbito rural de la franja de Gaza.

“Para mí, lo primero es luchar por la igualdad de las mujeres. Una vez haya igualdad, que hombres y mujeres estén mano con mano, la lucha nacional por Palestina alcanzara su éxito. Si las mujeres finalmente llegaran a conocer sus derechos e intentaran alcanzarlos, si rechazaran la injusticia, todo mejoraría en la franja de Gaza que es mayoritariamente rural“, asiente con confianza.

Anexo 7: Cuadro resumen de información de entrevistas a mujeres palestinas

Nombre

Historia de vida (origen, familia, lugares de refugio…)

Estudios y trabajo

Implicación social

Reivindicaciones

Perspectivas de futuro

Una cita

Anexo 8: Ejemplos materiales creativos para redes sociales