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Ríos de Vino Desde Cantabria hasta el Mediterráneo, en Tarragona, el viaje del Ebro, que da nombre a Iberia, es variopinto, y en gran parte de su recorrido tan vinícola que merecería rebautizarse como río Ebrio. A su cuenca se asoman un chacolí incipiente, las tres Riojas, Navarra, Campo de Borja, Cariñena, Terra Alta, Priorat y Montsant. Un símbolo de todo lo que la mano humana ha plantado en sus orillas, incluso antes de ser plenamente humana. Desde Cantabria hasta el Mediterráneo, en Tarragona, el viaje del Ebro, que da nombre a Iberia, es variopinto, y en gran parte de su recorrido tan vinícola que merecería rebautizarse como río Ebrio. A su cuenca se asoman un chacolí incipiente, las tres Riojas, Navarra, Campo de Borja, Cariñena, Terra Alta, Priorat y Montsant. Un símbolo de todo lo que la mano humana ha plantado en sus orillas, incluso antes de ser plenamente humana. Un meandro del río Ebro abraza una gran extensión de viñedos, visto desde una colina de San Asensio (La Rioja). Al fondo, la Sierra de Cantabria. Viajes V. EL EBRO Texto: Ana Lorente y Bartolomé Sánchez Fotos: Heinz Hebeisen

Viajes - R. López de Heredia Viña Tondonia, S.A. · El proyecto es de 1913, pero no em-pezó a llenarse hasta 1948. ... el balneario de Valdelateja es refugio de re-lax, salud y

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V I N U M JUNIO-JULIO 2003 1918 V I N U M JUNIO-JULIO 2003

Ríos de VinoDesde Cantabria hasta el Mediterráneo, en Tarragona, elviaje del Ebro, que da nombre a Iberia, es variopinto, y engran parte de su recorrido tan vinícola que merecería rebautizarse como río Ebrio. A su cuenca se asoman unchacolí incipiente, las tres Riojas, Navarra, Campo deBorja, Cariñena, Terra Alta, Priorat y Montsant. Un símbolo de todo lo que la mano humana ha plantadoen sus orillas, incluso antes de ser plenamente humana.

Desde Cantabria hasta el Mediterráneo, en Tarragona, elviaje del Ebro, que da nombre a Iberia, es variopinto, y engran parte de su recorrido tan vinícola que merecería rebautizarse como río Ebrio. A su cuenca se asoman unchacolí incipiente, las tres Riojas, Navarra, Campo deBorja, Cariñena, Terra Alta, Priorat y Montsant. Un símbolo de todo lo que la mano humana ha plantadoen sus orillas, incluso antes de ser plenamente humana.

Un meandro del río Ebro abraza una granextensión de viñedos, visto desde una colinade San Asensio (La Rioja). Al fondo, la Sierrade Cantabria.

Viajes

V. EL EBROTexto: Ana Lorente y Bartolomé Sánchez

Fotos: Heinz Hebeisen

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Sin entrar en disquisiciones puntillosassobre su origen o sobre la primacía del Hí-jar, repetimos de carrerilla, como la canti-nela colegial, que el Ebro nace en Fontible,entre chopos que sombrean respetuosos,amables, su primer remanso, un poco des-cuidado, decadente, como si desde hacemucho nadie se preocupara de acicalarlosino exclusivamente de los intereses que adiario lo convierten en noticia, en lucha depoder económico y político. Idéntico re-flejo de Iberia desde tiempo inmemorial,agua que lava la sangre de algunos de loscombates más cruentos de la historia deEspaña, desde la llegada fluvial de nor-mandos y romanos a la salvaje batalla delEbro, en la que las tropas sublevadas arra-saron a los defensores republicanos arago-neses en 1938.El caso es que allí mana,a dos pasos de Rei-nosa, venido de las nieves y arropado porun par de acogedoras casas rurales y unhermoso restaurante con dos geniales re-

Cascada que brota de la Cueva delAgua, en Orbaneja del Castillo(Burgos), en el cañón del río Ebro.

producciones de ese paisaje. En la mesa elcauce lleva desde el cocido montañés deaquí hasta el arroz con langostinos del del-ta, a través de truchas, cangrejos, patos yuna panoplia de verduras. El cocido es dealubias blancas y berza, con todos sus sa-cramentos,y comparte mesa con terneras,novillas y estofado de corzos de caza.En Fontibre, que es Campoo de Suso, unacasita rodeada de verde sirve de Centro deInterpretación del Ebro,con una visita vir-tual que puede orientar,como aperitivo delo que se encontrará en los 900 kilómetrosde recorrido, la naturaleza, la historia, laeconomía, la vida...Aún en plena infancia, el río se refrena enel Embalse del Ebro, que fue obra originaly modelo para el mundo, un macropanta-no para compensar la irregularidad anualdel mayor río mediterráneo después delNilo. El proyecto es de 1913, pero no em-pezó a llenarse hasta 1948.Ya mucho antes, el río fue protagonista de

El reflejo de IberiaEl Ebro es, después del Nilo, el mayor río mediterráneo y, como tal, ha sido puerta deentrada de pueblos y culturas. Su cauce discurre a lo largo de más de 900 kilómetrosentre yacimientos de fósiles antediluvianos, ruinas mozárabes o pervivencias romanas,pespunteado por bosques cerrados, dramáticos cortados de roca, pueblos amenos, villaspoderosas y sedientos desiertos de Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Navarra,Aragón y Cataluña, además de regar dos capitales de provincia, Logroño y Zaragoza.El Ebro, vero padre de Iberia, es el referente de la memoria de ruinas olvidadas y batallas inolvidables.

EBRO

Nacimiento “oficial” del río Ebro, enFontibre, cercano a Reinosa.

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obras de transporte y regadío, navegableen la era antigua y represado en el medie-vo, la herencia romana y árabe deja en susorillas acequias y canales.La carretera que rodea el embalse, a pesarde ser casi impracticable por las obras, hayque recorrerla al detalle, con la misma pla-cidez con que sobrevuelan las rapaces o layegua amamanta a su potrillo en el pastodel margen. Con el silencio del campana-rio semihundido o, a lo sumo, con el rit-mo entrañable del trenecito que llanea so-bre el agua en Villanueva y las Rozas.En Corconte, en Campoo de Yuso, el Cen-tro de Interpretación del Embalse exhibelas maquetas originales de Lorenzo Pardoy muestras audiovisuales de la riqueza deflora y fauna que convive en sus márgenes.En un extremo, Reinosa bajo las alturas dePeña Labra y sobre la calzada romana quelleva a las ruinas y museo de Julióbriga.

Después de la presa, hacia los valles, el ríose anima, somero pero alegre bajo la espa-daña de Bustasur o junto a la carretera bor-dada de retamas hacia Aldea de Ebro. Enla otra orilla, hasta donde alcanza la vista,un intrincado bosque salvaje permite ol-fatear,sin mucha imaginación,el rastro deloso. La GR 99, la gran ruta internacionalde caminantes que va jugando con la his-tórica del Camino de Santiago, no searriesga en el monte espesísimo, pero si-gue la senda de las magnificas espadañas,de casas fechadas en el dintel de piedra.A propósito, en La Puente del Valle se hamontado un revelador centro de interpre-tación de la piedra en seco. Un entrañableanálisis de lo que ha sido la base universalde la construcción: las manos y las piedras,sin más ayuda ni argamasa. El centro reú-ne maquetas de los más espectaculares edi-ficios creados con esa técnica en Galicia,

Arriba a la izda., vista sobre los valles Híjar yEbro, desde Alto Campoo. Sobre estas líneas, el

río Ebro discurre bajo el suelo de cristal delMolino del Alto Ebro, en Polientes (Cantabria).

Arriba a la derecha, iglesia semi sumergida en elpantano del Ebro, en Villanueva de las Rozas. A

la derecha, desfiladero de Los Hocinos, en elpueblo de Valdenoceda (Burgos).

La Mancha, aquí en Cantabria o Castilla ytambién en Francia o en Italia, desde lossimples muros a refugios pastoriles o vi-viendas temporeras.Polientes se asoma al agua con un parquehermoso, bien aprovechado, con represascantarinas, islitas, espacios de picnic y re-clamo para pescadores. En el pueblo se harestaurado el Viejo Cuartelillo y en lasafueras el Molino para convertirlos en cui-dados alojamientos. En el molino se reú-nen grupos activos , ya sea para estudiarespañol,hípica o cocina.En el centro,a pe-sar de las herméticas ventanas, el día des-pierta con el canto de las gallinas de Tudi-na, que en medio del pueblo cultiva unadeliciosa huerta y cría flores en toneles devino que le trae su hijo del trabajo, de unabodega en La Rioja.Es la primera imagen del vino junto al río.La segunda será también espuria.En Mon-

JOSÉ LUIS ALONSO

LA CULTURA DEL AGUA

da con su humilde museo medieval y unaamena zona de picnic junto al lavadero.Aquí, antes de cruzar el puente de piedra,la GR se adentra por un camino imposi-ble, con el río a un lado y el canal a otrohasta que, ágil, lo cruza en un milagrosoacueducto de hierro que lleva el agua has-ta la central hidroeléctrica, más adelante.Desde allí, aunque en teoría es camino dePesquera, hay que seguir a pie, o regresara buscar la carretera. A mitad de trayecto,el balneario de Valdelateja es refugio de re-lax, salud y estética. pero quien busqueemociones más fuertes puede descenderen rafting el impresionante cañón del Ebrocon un alto para disfrutar en los restauran-tes de los alrededores de las Jornadas Gas-tronómicas de las Merindades a base detruchas, caracoles y setas de primavera.El agua se adivina muy abajo en el cortecasi vertical de Montelarra. Sólo los bui-tres se aventuran. Hasta avistar Frías y suimpresionante puente con una torre cen-tral de protección y peaje.El pueblo es pre-cioso y cuidado, presidido por el castillo yla iglesia enclavados en dos riscos como ni-dos de águila.Los alrededores son pueblos de repobla-ción como Quintana María, con sus tum-bas talladas en piedra, o centrales eléctri-cas que el Ebro alimenta, como la deQuintana Martín, o refresca, como la nu-clear de Santa María de Garoña. Y en elembalse de Sobrón dice adiós Castilla y portúneles que salvan la orilla de piedra llegaEuskadi, la Rioja alavesa.

La Confederación Hidrográfica del Ebro(CHE), con sede en Zaragoza, es obradel ingeniero Gómez Pardo, que la defi-nió como un laboratorio por ser la pri-mera de España, en 1913, y un ejemplopara el mundo. Regula la provisión delas zonas externas, los montes neva-dos, hacia el secano central desde lamisma cabecera del río, donde se pro-yectó el que fue primer hiperembalsedel mundo, el del Ebro o de LorenzoPardo, capaz de guardar agua de añosgenerosos para otros estiados.La regulación aún parece estar en man-tillas y en manos no de técnicos, sinode la política en sentido más amplio ymás extenso geográficamente. Desdelos gobiernos regionales a los edilesmunicipales, oposición, ecologistas,regantes, en fin, una maraña de intere-ses que tironean las decisiones de laCHE. Pero su presidente, José LuisAlonso, hombre tranquilo, sorprendecon la afirmación de que las decisionesse toman por unanimidad. Rige el abas-tecimiento de 6.000 núcleos de pobla-ción que no representan más que el 5%de la demanda agrícola y su reto esenfrentarse a la sequía, administrar laescasez. Y superar este verano seco,aunque se atreve a asegurar que nohabrá desabastecimiento.Alonso es una figura fundamental en lagestación de la EXPO 08 y tiene pues-tas grandes esperanzas. “No sólo enZaragoza, sino en los 1.000 kilómetrosde río, lo que esperamos de la Expo esque propicie un cambio de cultura, quelos moradores se vuelvan hacia el río y

Viajes

Puente gótico sobre el Ebroen Frías (Burgos).

tejo de San Miguel, cerca de Frías, ya en lasMerindades burgalesas, Julio Alberto Gar-cía, al frente de la Asociación de Amigosdel Txacolí, lleva un par de años elaboran-do chacolí a base de unas viñas nuevas.Aún no se comercializa, mientras va me-jorando en cada vendimia.Entre ambos, un desfile de iglesias rupes-tres, desde el tétrico y sencillo zulo de Ca-dalso hasta las que se salpican por Valde-rredible, que cataloga y cuida entusiastaDon Bertín, cura de San Martín de Elines.En el pequeño claustro de su parroquia hareunido media docena de pilas bautisma-les de los alrededores, de las más de 30 ca-pillas románicas desperdigadas o abando-nadas en la zona, para que no seanexpoliadas. Sin duda la Colegiata de SanMartín es la pieza principal, con un ábsi-de perfecto por dentro y por fuera, una ri-ca colección de canecillos, una airosa to-rre cilíndrica e iconos que milagrosamenteconservan la policromía desde el siglo XII,aunque la construcción es anterior.De allí a las cascadas de Orbaneja el río esun generoso vedado de pesca y de cangre-jos ,y en plena primavera un desfile de uni-formes de pescador,monos hasta el pecho,botas hasta las ingles y en el cesto algunapreciada presa.El paisaje en torno a Orbaneja es un altofarallón que parece haber sido horadadopor brujas gigantes, un encaje de piedraque enmarca en sus orificios algodonosasnubes viajeras.Desde allí la tierra se allana hasta Escala-

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La Rioja, el Ebro huele a vino

Los ríos en España son accidentes. Unosporque sólo surgen dramática o errática-mente, otros porque fueron un obstáculoen el camino, donde lo importante, lo quecobra valor histórico, son los puentes, no elagua. Y otros más porque, sin agua o conescaso flujo, no se consideran sino raquíti-cas mangueras de riego o vergonzosos ba-sureros, en todo caso, agua utilitaria, nofluido de amor y belleza, y por eso amados,cuidados, preservados.En esta serie, en la que llevamos recorridamedia docena de los cauces grandes, saca-mos la conclusión de que los pueblos espa-ñoles viven de espaldas al agua. Lejos de lahumedad y sus peligros. Sólo los molinosse acercan al curso, sin remedio.Cuando el Ebro se adentra en La Rioja, porLas Conchas, comienza su trayecto viníco-la. Lleva 200 kilómetros cuando nutre elbalneario y parte en dos Miranda y se aso-ma a las canteras de balastro en Las Con-chas. De ahí en adelante, hasta el mar, rie-ga uvas variopintas y archifamosas de nueveDenominaciones de Origen, y cerca delcauce, cereales, fruta, pastos, arroz… Peroson pocas las villas, como Zaragoza, queasoman su plaza y sus monumentos a ren-dir pleitesía, a contemplarse en sus aguas.Briñas, en La Rioja, es una de esas privile-giadas, y desde ahí emprendemos el cami-no por el Ebro vitivinícola, el río que me-recería rebautizarse como Río Ebrio.El amanecer en Briñas es de una placidezque no parece de este mundo. Sólo los pa-tos ruidosos se desperezan, chapoteando,peinándose sobre la piedra del embarcade-ro frente a un banco de encaje de hierro, elmejor mirador, sólo superado por el cam-panario desde el que curiosean las cigüe-ñas. Muchas casas se restauran, al ejemplodel caserón que hace años se convirtió en laHospedería de Briñas, con la espléndida te-rraza donde la nieve alcanza medio metroen invierno o donde la lluvia de otoño mar-ca el ritmo del silencio, cuando las viñas yavendimiadas lucen un rojo escandaloso.Camino de Haro la carretera nueva permi-te la perspectiva del puente medieval, aunen uso, que conduce al Camino de Carra-briñas y al primer espectacular meandro.Hasta allí el río corre fronterizo entre tie-rras de Castilla y de Álava, pero en cuantose adentra en La Rioja y en el escaso desni-vel que lo lleva a Logroño, se entretiene en

ViajesFERNANDO CHIVITE

TODO UN REFERENTE

vueltas y revueltas y dibuja llanos circula-res, casi islas, como el que ocupa Viña Ton-donia,que fue un intento de concentraciónpara poner en pie el concepto de château.Al final la bodega está en Haro, en el archi-famoso Barrio de la Estación porque el vi-no viajaba en tren, no por el río. Probable-mente sea la única bodega que tiene ennómina a un antropólogo, como Luis Vi-cente Elías, y en su misión de conservado-res de la memoria están reuniendo docu-mentación sobre los lagares de piedra quesiglos atrás jalonaron las riberas dentro deun proyecto más amplio, un atlas de culti-vo del viñedo en España.La imagen, el símbolo, de los tiempos do-rados de la villa se conserva en forma de só-lido edificio de piedra junto a la plaza rotu-lado como Banco de España. Sólo Haro ySabadell, uno por el vino y otro por la ri-queza de su industria textil, han sido sedesdel banco emisor fuera de las capitales deprovincia. Allí se apiñan las bodegas clási-cas,aunque no inmutables.Rioja Alta ha es-trenado nueva imagen, magníficos salonesrevestidos de madera, puntillosamenteanalizada para evitar cualquier contamina-ción a las barricas y en definitiva al vino queduerme al otro lado de las cristaleras.La tar-jeta de visita es la tienda, muy original, grisy en sobrios tonos oscuros, alternando ma-deras, acero y cristal. La barra ondulante devidrio luminoso reproduce la imagen his-tórica del logotipo de la bodega y sus eti-quetas,dibujada en 1890,una curva del Oja,elafluente del Ebro que da nombre a La Rio-ja, flanqueado por cuatro arbolitos. Su pa-sado está también flanqueado por hitospioneros.Hace 30 años inauguraron el con-cepto de Club de Cosecheros. Hace una dé-cada,importaron roble americano para nu-trir su tonelería. Madera que se seca en elpatio,sin prisas,como se cría el vino.La bo-dega ha extendido su experiencia a otras re-giones y así, en un número anterior de Vi-num, comentábamos la flamante Áster enla Ribera del Duero, junto a otra tambiénriojana, Barón de Oña y los blancos de Rí-as Baixas en Lagar de Cervera.Son algo másque bodegas porque, con talante anfitrión,exquisito gusto y atención personal,las con-virtieron en centro de reunión, de cata, deaprendizaje, y también en elegante aloja-miento, con un comedor, junto a la rústicacocina. En fin, en experiencia vital inolvi-dable.Como inolvidable será también, si el pro-

Julián Chivite es todo un referente enNavarra. Posiblemente no haya otra enEspaña con su antigüedad, pues estaempresa familiar lleva funcionando des-de el siglo XVII, todo un prodigio detenacidad y firmeza. La bodega se ubi-ca en la localidad de Cintruénigo, en lacomarca protegida por el influyenteEbro. Pero no sólo está vinculada al ríopadre por la situación de la bodega ylas viñas, en plena subzona de laRibera, también discurre por el centrode su apreciada joya -la finca Señoríode Arínzano (la bodega y viñedo de supropiedad nombrada recientemente“Vino de Pago”)- el río Ega, tributariodel Ebro. Y según un antiguo refránnavarro hasta esas alturas no es un ríoadulto: “El Ega, el Arga y el Aragónhacen al Ebro varón”.Fernando Chivite, director técnico de laempresa, ha sabido recoger la tradiciónde sus ancestros y también ha com-prendido la obligación de evolucionar,de elaborar productos para el mundoactual. Pero ante todo es un enólogoatrevido, casi visionario, uno de esospersonajes que se adelantan al futurosin aparentar esfuerzo alguno. El ampliocatálogo que ofrece la bodega recogelos gustos de cada consumidor. La rela-ción calidad-precio de sus vinos es másque razonable. Son vinos diversos, perocuando su imaginación se eleva a nive-les estratosféricos es cuando diseña losde alta gama (apoyado en sus excelen-tes dotes de catador): los ChiviteColección 125. Son distintos, origina-les, tanto que su blanco de Chardonnayo su dulce de Moscatel se desvinculande la zona para ofrecer un patrón más

Viñedo junto al puente medieval sobre el Ebro, desde Briñas (La Rioja). Al fondo, la ciudad de Haro.

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solución arquitectónica que conserva suhistórico stand de la feria de Bruselas de1910, de sedas, espejos venecianos y made-ras nobles, bajo un fanal vanguardista dise-ñado por la famosa arquitecta iraquí ZahaHadid,que así permite lucir la frágil estruc-tura en el exterior, como tienda abierta alpúblico (ver portada).Otra familia que da nombre al vino del Ba-rrio de la Estación son los vecinos Muga,desde cuya torre , inconfundible, emblemade la zona,se puede contemplar el cauce delrío dibujado con tinta verde de chopos queen su día se tiñe de amarillo y refulgente luz.También ellos están a punto de estrenar

Viajes

yecto, que está ya dentro del plan de dina-mización turística de Haro, se pone en pie,recorrer desde aquí los meandros del Ebrohasta San Vicente. El primer embarcaderoestará en la salida ribereña de un calado his-tórico de López de Heredia, de Viña Ton-donia. El túnel flanqueado de barricas seprolonga 147 metros vaciados entre 1890 y1892. Es una de las obras ciclópeas promo-vidas por Rafael López de Heredia, funda-dor de la empresa de comercio de vinos en1877 y posteriormente de las viñas y la bo-dega familiar que ya cumplió su primer si-glo como archivo vivo de la viticultura y laenología riojana y española.

La zona más antigua del inmenso botelle-ro, con casi 3.500 metros, se conserva cu-bierta con ese esponjoso moho que se en-cuentra en las bodegas de Tokay, unamantita blanda y protectora capaz de ab-sorber humedad y devolverla cuando lle-gan los días secos. Y aquí y allá se conser-van los utensilios que han hecho trabajo ehistoria. María José, representante de lacuarta generación, inagotable y vivaz, semuestra más racional que sus antepasadosy aún ve con recelo la “locura” del barco deLa Rioja,aunque salga de la puerta de su ca-sa. El tiempo dirá. Por ahora las visitas seacercan a admirar en el patio una original

Tinto

A la izquierda, Luis VicenteElías, de Viña Tondonia, elúnico antropólogo en plantilla de una bodega riojana. Al lado, Guillermode Aranzábal, en la nuevatienda de la bodega La RiojaAlta, en el barrio LaEstación, de Haro.

A la izquierda, Jorge y JuanMuga, de Bodegas Muga.Abajo, preparación de la“clarificación” con clara dehuevo, método tradicionalde esta bodega.

D.O. Ca. Rioja Coloso del vino tinto

Aunque el nombre de La Rioja le fue prestado por otro río

(el Oja, un pequeño tributario del Tirón), para que los vinos

de la Denominación de Origen Calificada Rioja tengan ese

carácter único, el Ebro es fundamental. Unos kilómetros

más arriba de Haro, en el paraje llamado “Las Conchas de

Haro”, comienza esa grandiosa aventura del Ebro vinícola.

El río actuará como suavizante térmico y remontará remi-

niscencias del clima mediterráneo hasta las frías tierras rio-

janas, vascas, navarras o castellanas. Las cifras de esta

macrodenominación impresionan. Nada menos que 595

empresas gestionan la producción de más de

278.180.000 litros de vino, que pueden comercializarse

con la contraetiqueta que emite el consejo regulador. Hay

plantadas 63.371 hectáreas de viñedo con una producción

media de 421.440.239 kg de

uva. En 1991 se otorga el

carácter de Calificada a la

Denominación de Origen Rioja,

que entre otras obligaciones

deberá comercializar el 90%

de sus vinos embotellados.

Durante muchos años, la plantación de variedades foráne-

as ha sido un tema tabú. Invariablemente, el Consejo

Regulador se ha mostrado intransigente a la hora de auto-

rizar otras cepas tintas que no sean las suyas. La razón de

peso es que con sus Garnacha, Graciano, Mazuelo y su

estrella, la Tempranillo, que en estas tierras adquiere la

condición de excelsa, debería ser suficiente para elaborar

uno de los mejores vinos del mundo. Pero se ha abierto

mucho más la mano con las cepas blancas: recientemente

se aprobó incluir en su inventario las variedades francesas

D.O. NavarraUn panorama diverso

La Comunidad Foral posee una condición vitivinícola de

privilegio. Sobre sus poco más de 10.000 kilómetros hay

tanta diversidad de microclimas y de tierras que parece

que se tratara de un continente en miniatura.

Evidentemente con tanto cambio de clima, suelos y alti-

tud, los vinos son muy distintos si proceden de una sub-

zona u otra. Baja Montaña, Valdizarbe, Tierra Estella,

Ribera Alta y Ribera Baja son las cinco subzonas que

constituyen la Denominación de Origen Navarra. El Ebro

sólo tiene clara influencia sobre dos de ellas, la Ribera

Alta y la Ribera Baja, aunque realmente su cuenca abarca

casi la totalidad de Navarra. Ambas comarcas presumen

de una huerta sensacional que las aguas del Ebro se

encargan de empapar, donde

sus excelentes verduras

adquieren el grado de iniguala-

bles. Pero como de lo que se

trata es de hablar del vino,

diremos que en ellas se

encuentran bodegas de claro

prestigio y tradición en Navarra, como Chivite o Magaña,

entre otras. En la Denominación de Origen hay inscritas

más de 18.000 hectáreas de viñedo. A pesar de que es

uno de los lugares donde mejor se expresa la variedad

Chardonnay, se producen mayoritariamente vinos tintos,

pasada ya la moda de elaborar rosado de Garnacha.

También es una de las denominaciones de origen españo-

las donde más bodegas trabajan, nada menos que 120.

Con sus diferentes estilos y expresión, sus tintos se ela-

tienda. Aún hay lámparas por desembalary el aire huele,más que nunca,a madera re-ciente. Un olor bien característico en estabodega que, haciendo oídos sordos a loscantos de sirena del acero, siempre ha se-guido elaborando sus vinos en tinos de ro-ble fabricados en su propia tonelería. Y asísiguen. Para demostrarlo, un enorme ca-mión descarga gigantescos tablones en elpatio, que tendrán que curarse en este cli-ma, lavarse con lluvia y secarse al sol hastaque hayan perdido los tonos vegetales y lostaninos bordes, hasta que estén educadospara ser barricas. Quizá se llenen con vinoprocedente de uno de los primeros viñedosque flanquean el Ebro, Baltracones, antesBosque Pequeño.En realidad,la primera vi-ña que mira el río, a este lado de los mon-tes Obarenes, es Viña Paceta, de Bodegas

Bilbaínas, y la segunda es la de los Muga, detierra seca, una de las primeras de la casa.Jorge y Juan Muga son primos, los actualesrepresentantes de las dos ramas de la bode-ga familiar. Torean al alimón, uno hacien-do vinos, el otro en la brega comercial; unodefendiendo el tiempo en botella, el otro lamoda americana de sacarlo pronto al mer-cado. Y desde siempre mantienen una en-tente ejemplar.Y enseñan su nuevo vino ro-sado o el de maceración carbónica converdadero arrobo, como una pareja quepresenta a su bebé robusto y guapetón. Yhablan de cómo se ha elegido el corcho decalidad y de lo que cuesta preservar lo queel pasado demostró como bueno, desde laimagen, la piedra, los oficios, las viejas vi-ñas, la clarificación con huevo y la autenti-cidad de los sabores. Eso sí, en el catálogo,

junto a las joyas de cada añada o los altosde gama que ahora reposan en una flaman-te sala de barricas de piedra siempre hay no-vedades, como ese potente rosado.En La Rioja se llega al vino por muy distin-tos caminos.Esta Rioja histórica procede dela herencia del gusto francés y del acciden-te de la filoxera que arrasó su viñedo. Es LaRioja de los bodegueros. Pero buena partede la innovación ha venido de la tierra, del

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Puente del Voluntariado, popularmente conocido como “del pincho”, con la basílicadel Pilar al fondo, el día de su inaugurción.Obra hecha expresamente para la ExpoZaragoza 2008

Arriba a la izquierda, Miguel Ángel deGregorio, de Bodegas Finca Allende, y a suderecha, Rafael Vivanco, enólogo de lasBodegas Dinastía Vivanco, ambas deBriones. Debajo, el chef José RamónPiñeiro, del Hotel Marqués de Riscal, enElciego, presentando su “huevo de Gehry”.

campo, del conocimiento y el mimo de laviña. La familia de Miguel Ángel de Grego-rio llegó hace casi medio siglo de La Man-cha a la bodega del Marqués de Murrieta, yél ha seguido ese camino, como IngenieroAgrónomo y como curioso. Así se ha con-vertido en abanderado de la nueva Rioja y,aunque aún no ha puesto el punto final a lamagnífica sede de su bodega, fundada en1995, en Briones, sus vinos son la embaja-da de ese estilo, de la fuerza, la sutileza y lassorpresas extraídas de la uva, incluso el mi-lagro que consigue con la Viura.La bodega es un sueño de 20 años, la res-tauración del Palacio de los Ibarra, fuera delas murallas. Una obra de ingeniero, másque de decorador, y eso se expresa en el ri-gor con que funde funcionalidad,ecología,estética y respeto a lo que fue, aunque par-ta de una pura ruina. Son 2.600 metros ba-jo el castillo que fuera la primera defensade Castilla, presidiendo otro de los espec-taculares meandros poblados de viña.Pero no defiende elaboraciones apabullan-tes, sino la filosofía del buen bebedor: “Elvino es la más noble de las bebidas refres-cantes, si pierde esa función, se equivoca”.

Joyas para enoturismo

Al otro lado del pueblo está la mayor atrac-ción turística riojana, el Museo del Vino, ytambién la bodega Dinastía Vivanco, unproyecto en el que corren paralelas las ac-tividades y los fondos culturales con unanovísima bodega en evolución a cargo deRafael Vivanco.Y ambas,espectaculares.Elpadre, Pedro Vivanco, es un entusiasta delvino y un amante apasionado de su tierra.Mientras desarrollaba sus tareas de discre-

tísimo comerciante vinícola, secreto desfa-cedor de entuertos en las bodegas de la re-gión, encontró las tierras privilegiadasdonde hoy se asientan y fue reuniendo mi-les de piezas relacionadas con el vino, des-de libros y documentos hasta prensas, sa-cacorchos, vasos, aperos, objetosetnográficos o decorativos y valiosas obrasde arte. En los años noventa empezó a po-ner en pie su sueño en un vistoso edificioasomado a las más hermosas tierras altasde La Rioja. En el interior, vanguardista, sereúnen más de 10.000 piezas en un viajepor la historia, el arte y cada una de las la-bores relacionadas con el vino, de las másantiguas culturas a la actualidad. Cada es-pacio desvela un momento del vino: “Na-cer, crecer, madurar”, “Guardar las esen-cias”,“La bodega: el sueño”,“El vino: arte ysímbolo”, “Abrir, servir y beber”. Es decir,de la vid a la barrica, a las botellas, los cor-chos, las copas, su servicio, la cata, el dis-frute y la inspiración que el vino ha supues-to en diferentes épocas del mundo quemuestran hasta qué punto la vid y el vinohan servido de inspiración hasta la magní-fica colección de artistas como Sorolla y Pi-casso.Y todo ello sobre una bodega conce-bida para funcionar por gravedad yguardar en las mejores condiciones vinosque ya van por el mundo cosechando pre-mios, como un personalísimo Graciano oel Cuatro Variedades.La carretera salta de Álava a La Rioja comoen el juego de la Oca. Al fin y al cabo es eljuego que refleja simbólicamente el Cami-no de Santiago, que atraviesa y ha dejadohuella en esta zona.El ayuntamiento no permitió que supera-

ra la altura de la iglesia, pero la imagen deRiscal,la esculturarquitecturadel canadien-se Ephraim Goldberg,más conocido comoFrank Gehry, se ha convertido en el faroque conduce a Elciego desde los más remo-tos puntos del horizonte.La bodega Marqués de Riscal es una de lasmás antiguas de La Rioja. Nacida en 1883,resulta aún más sorprendente el contrastecon la vanguardista Ciudad del Vino queha construido a su alrededor. Conserva susreliquias, pero ha renovado su interior enbusca de la máxima funcionalidad o, lo quees lo mismo, del mejor vino. Y a un costa-do, con la panorámica del pueblo, nació elhotel de lujo y el balneario que gestiona laempresa creadora de los Spa de Vino, lafrancesa Caudalie.Y un restaurante, en re-alidad dos – gastronómico y tradicional–que dirige un riojano de alcurnia, FrancisPaniego, galardonado con una estrella Mi-chelin en su casa familiar de Ezcaray, máscerca de la montaña que del río.Al frente, a diario, están dos entusiastas,Josep, en la sala, y el chef José Ramón Pi-ñeiro, formado en el Echaurren y campe-ón de cocineros de La Rioja, que bordaplatos epatantes como el famoso huevo deGehry o la cuajada de foie con caviar de

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ZonasViajes

A la izquierda, Íñigo y María Asunción Sáenzde Santamaría, de Bodegas Ostatu, enSamaniego, Rioja Alavesa. Arriba, el enólogoJesús Luis Mendoza, de Bodegas Remírez deGanuza, del mismo pueblo.

D.O. Campo de BorjaReserva de la vieja Garnacha

El viñedo en el Campo de Borja se aleja prudentemente del

Ebro para refugiarse en las faldas y aledaños del Moncayo,

principal vigía de la cordillera Ibérica, tan ligada al río. En

aquellos peñascales todavía quedan cientos de hectáreas

plantadas de Garnacha centenaria, que en estas comarcas

se expresa con elegancia y estructura desconocidas en

otros lares. La comarca se conecta con el río gracias a

afluentes como el Huecha, uno de los pocos que recibe

desde su margen derecha. Gracias a su situación, disfruta

de unas condiciones muy especiales para obtener vinos

aromáticos y finos: la influencia del clima atlántico invernal

cuando sopla el viento del Moncayo y los contrastes térmi-

cos día-noche, aunque es una tierra dura con pocas precipi-

taciones, que no regala nada al viticultor, que debe aportar

su enorme esfuerzo. Las princi-

pales bodegas son cooperati-

vas transformadas en socieda-

des anónimas, y sus vinos han

adquirido un prestigio que no

tienen las pequeñas, excepto

las de reciente aparición. Como

Bodegas Aragonesas (con sedes en Magallón y

Fuendejalón), que reúnen a 2.000 viticultores y trabajan

más de 3.500 hectáreas. Junto con Borsao y la

Cooperativa Santo Cristo de Ainzón, son las mayores

empresas, y producen más de 15 millones de botellas.

En la actualidad hay unas 6.270 hectáreas de viñedo, la

mayoría plantado en vaso. Las variedades tintas autoriza-

das son Garnacha, Mazuelo, Tempranillo y Cabernet

Sauvignon. Las blancas cuentan con escasa presencia, a

pesar de que pueden producir también cava. Además, sólo

vino tinto. Al lado de la histórica bodegacubierta de gloria y titanio, pequeños bo-degueros como Florentino Martínez ela-boran sus vinos tan acertadamente quetodos los años se le acumulan los premios.Si el hotel está lleno no hay mas que acer-carse a dos pasos, a Navaridas, para cono-cer una versión diferente de bodega eno-turística. Es la casa rural Carpe Díem queregentan Elvira y Javier, de la bodega Guz-mán Aldazábal. Media docena de habita-

ciones con diferente decoración, sencillas,encantadoras, con los balcones abiertos alas tejas y al canto de los mirlos. Entre susvinos destaca un explosivo Graciano delque hacen sólo se 8.000 botellas a base deagricultura integrada y de mucho traba-jo, de vendimias que se prolongan hastamitad de noviembre para la malvasía tar-día. El desayuno permite catar el aceite desu marca regando pan de pueblo, pues enlos últimos tiempos ha revivido un hor-

no. Sabrosa energía para subir a la iglesia,al espléndido panorama de los montes ylas viñas.Desde Laguardia no se ve el río, pero comocapital del vino y plaza fuerte medieval,en-caramada en uno de los mejores oteros deLa Rioja, es visita obligada, sea al CentroTemático del Vino Villa Lucía, al hotel bo-dega de Cosme Palacios, al restaurante delCastillo El Collado o, por supuesto, al pór-tico de Santa María de los Reyes y alguna

JESÚS MADRAZO

EL GUARDIÁN DE LA GRACIANO

La variedad Graciano es una rarezaincluso en su tierra. Por ello no sueleser plato de gusto de viticultores:siempre ha sido esa cepa cuyo nombreaparece invariablemente en las contrae-tiquetas pero que rara vez se encuen-tra en la viña. Sin embargo, tambiéncuenta con defensores tan cabalescomo Jesús Madrazo. Bajo su protec-ción han crecido en la finca del Continohasta seis clones diferentes sometidosa controles muy rigurosos. Este granprofesional comenzó a trabajar en lafinca El Contino en 1995, pertenecien-te a C.V.N.E., empeñada en levantar un“château” en La Rioja. Luego se hizocargo de la dirección de la empresa (en1999), y desde entonces nos siguedeleitando con sus gracianos de perso-nalidad y pureza. Sus trabajos (entrelos que destaca su estudio sobre lavariedad) le han valido el respeto desus colegas, ya que sin duda ha sidouno de los responsables de que laGraciano se haya puesto de moda enestos tiempos. Su fama se ha extendi-do gracias a sus excelentes cualidadespara climas de secano, soleados y suaporte de acidez y color. Sus rojizossarmientos ya se pueden localizar enlos viñedos españoles más dispares,desde la serranía de Ronda a la mesetamanchega, pero Contino fue la primeraempresa en sacar en España un vinomonovarietal de este vidueño. JesúsMadrazo siempre ha mantenido que “elgraciano es un vino exigente con elcatador, sumamente difícil, por sus ori-ginales aromas y por su profunda aci-dez”. Y admite Madrazo que no sólo elespecialista sufre la enorme personali-dad de este varietal, pues asegura que

vera plenamente primaveral, loca y exci-tante. En Assa, mas allá de Laguardia, la ca-rretera deja arriba el tino de Cune y lleva aContino,muy cerca de la orilla del río,don-de funciona la pequeña central eléctrica deEl Cortijo, que ya viene a ser casi un barrioperiférico a dos pasos de Logroño.Una de las viñas lleva el nombre de Lentis-co, aunque sólo queda una mata de esa es-pecia en extinción, y Jesús Madrazo, que esquien la cuida,explica como están realizan-do la labor de quitar los brotes que no vana dar fruto y roban vigor a la planta. Dejandos yemas ciegas por si aún hiela –algunavez ha helado hasta mediados de mayo– yhubiera que recuperar la planta. A la vez, ya lo largo de años, se marcan con cinta azulentre estas viejas cepas las más sanas, lasmás perfectas, para reproducirlas. Jesús,heredero de la sabiduría de su padre y de laexperiencia en CVNE, es un enólogo cu-rioso, experimentado, que actualmente seesmera en buscar un blanco con persona-lidad y calidad, con catas permanentes.

Camino de La Ribera

Pero aquí el campo, al cruzar la frontera, seconvierte en ciudad, en Logroño, y uno delos mejores miradores para contemplarlaes la bodega Juan Alcorta, sobre un cerroque domina los cuatro puntos cardinales ycon una arquitectura que permite asomar-se al paisaje, no sólo desde el comedor pa-norámico, sino incluso desde la espectacu-lar sala de barricas.Logroño está regada por el agua del Ebro y

de las bodegas subterráneas del centro, co-mo la que homenajea a su hijo genial, el fa-bulista Samaniego.Para buscar sus orígenes, la villa de Sama-niego, el camino es ameno y al final flan-queado por la novísima y cristalina Baigo-rri a un lado y la clásica Ostatu al otro, entorno a un patio de esa característica pie-dra amarillenta y dulce. María Asun y suhermano Iñigo Sáenz de Samaniego, elenólogo, han pasado de hacer exclusiva-mente un vino de maceración carbónica apulir los altos de gama en barrica de buenroble y a mimar las elaboraciones más ex-quisitas en un pequeño tino de 4.000 litros.Las uvas de sus 33 hectáreas cubren el 80%de su producción y se descargan desde elpatio a cada depósito, sin bombas ni ma-nejos, para respetar la esencia, la delicade-za, de la viña vieja.Así lo hace también en el centro del pue-blo, al son del repique del vecino campa-nario, Remírez de Ganuza, un revolucio-nario que a base sus ingenios, como laprensa de bolsa de agua o maceracionesmuy cuidadas, ha logrado situar su jovenbodega en el podio de lo mejor de La Rio-ja. Claro que cuenta con inmejorables vi-ñedos centenarios.Desde el patio se alcanza a ver la nieve quequeda en Ezcaray, pero nuestro camino si-gue al río, hacia Baños de Ebro, donde alpie del pueblo y a pesar de que el agua notiene mucha caída, se está construyendouna inmensa central hidroeléctrica.El sol transforma el paisaje en esta prima-

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Bodegas Juan Alcorta,en Logorño. Terrazacon vistas al viñedo.

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De izquierda a derecha: puentede piedra sobre el río Ebro, enLogroño; Ventura Martínez, delrestaurante Chef Nino, deCalahorra; bar Juan y Pinchamé,en la calle Laurel de Logroño.

Las mujeres de Retuerta de Bullaque se hanhecho expertas en la conducción del viñedo,según las normas establecidas por RichardSmart. Aquí, posando en el viñedo de FincaVallegarcía.

casi más por el vino. Las ordenanzas del si-glo XVI limitaban la circulación de carrospara no perturbar el vino de las más de cienbodegas subterráneas. Hoy, por esas callesen torno a Portales y Laurel, lo que circulaes la llamada Senda de los Elefantes, unode los mejores recorridos de tapeo de Es-paña, que es mucho decir.Logroño es ciudad animada, y no sólo enlas fiestas de la vendimia o a la hora del ape-ritivo, sino cada mañana, en el mercado,donde cuelgan tentadoras chacinas cura-das artesanalmente en sal o en pimentón.Seasoma el río a un parque ameno y lo con-templa desde dos puentes que son hitos dela evolución histórica, el de Piedra y el deHierro,a ambos extremos de Ruavieja,quees Camino de Santiago.Quien busque dormir en una bodega la en-contrará a sólo 15 kilómetros, en Casa delCofrade de Albelda, donde Vinícola Realhace su 200 Monges y cuida 18 conforta-bles habitaciones que le han valido impor-tantes reconocimientos turísticos.Es primavera,tiempo de verduras en sazón,y a estas alturas el Ebro riega –literalmen-te– algunas de las mejores alcachofas, es-párragos, acelgas, repollos… Las fiestas dela Verdura se celebran simultáneamente endos villas emblemáticas de ese territorio in-diferenciado de La Rioja y Navarra, conpersonalidad propia, La Ribera.En Calahorra, Chef Nino y su hijo Ventu-ra celebran la XII edición,aligeran con ellasla contundencia de las tradicionales migas

y, como guinda, las coronan con un melo-so huevo elaborado a baja temperatura. Essólo una muestra del menú gastronómico,10 platos a cual mejor.Aunque para comerespárragos en todo su esplendor es mejorapuntarse al menú clásico, más reducido ytambién impecable. Esa combinación declasicismo y vanguardia ha hecho de Ven-tura un campeón de helados en el reñidoconcurso italiano de Rímini, donde estre-nó uno de pimientos a la altura del delicio-so de remolacha que sirve de postre.En Tudela Ricardo Gil, de El Treintaitrés,inauguró estas Jornadas de Exaltación dela Verdura que ya cumplen 14 años promo-vidas por la Cofradía del Volatín. Al prin-cipio, los vecinos lo tachaban de chiflado sipensaba que alguien iba a comer puras ver-duras en un menú; hoy intentan reservarcon un mes de antelación y, aun así, no hayplazas. Y es que las láminas de patata con-fitadas con aceite de codillo, con tallos deborraja y sus cremitas,merecen visita y loa,y son sólo un ejemplo de menú ejemplar.Las alcachofas las cultiva a las afueras En-rique Castell Ruiz, que es la más antiguaempresa verdulera de la zona. Se queja deque los precios han bajado este año a la mi-tad para el agricultor, de un euro a 50 cén-timos, y él necesita todo el año una granplantilla para alternar alcachofa, guisante,brócoli y coliflor. La competencia viene deEcuador, Perú, China..., pero las alcacho-fas de aquí son mucho mejores, crecen len-tamente en 10 o 12 días y se hacen apreta-

ditas,“todo corazón”. Enrique también pa-rece todo corazón cuando defiende desdeaquí el controvertido trasvase del Ebro pe-ro, dentro de la comunidad de regantes, lohace por lógica y razón, porque aquí lleganahora 180 metros cúbicos por segundo, yel agua hay que aprovecharla.

A lomos del río, a Navarra

La aprovecha como juego personal un bo-deguero imparable,Amador Escudero,queheredó de su padre, Benito, el arte del ca-va, el Dioro, y el amor a las viñas viejas deGrávalos. Ahora divide, o multiplica, sutiempo entre tres bodegas más o menos ri-bereñas –Escudero, Valsacro, en Pradejón,y Logos, en Navarra– y el placer de chapo-tear en el Cantares o el Alhama con su ca-ballo. “En el Ebro no, es muy traicioneroincluso en los remansos”. Las madresprohibían a los chiquillos acercarse a la ori-lla, y se respeta.El padre ha dejado su huella también, lite-ralmente, en la cápsula del vino más pre-ciado,el Arvum,que significa “campo sem-brado” y se expresa complejo como tal,como la explosión salvaje de la fruta querefrena, con buen manejo de la rienda, lamano y el conocimiento de Amador.Ya en Navarra están los dominios de Chi-vite, bodegueros desde 1647, según un do-cumento en la entrada de la segunda granbodega, La Cascajera, inaugurada en 1872,donde nace el Gran Feudo.La obra más reciente es la preciosa bodega

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Ricardo Gil, chef y propietario del restauran-te El Treintaitrés, de Tudela, en un cercanocampo de alcahofas de las que se surte parasu cocina.

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Viajes

Sobre estas líneas, el bodegueroAmador Escudero, en el río Alhama,

afluente del Ebro, en Fitero. A la derecha, Juan Pío Magaña con su hijoDiego, en Barillas, (Navarra). Debajo,

Javier García Burgos, en su finca LaCantera, en Murchante (Navarra).

Ricardo Guelbenzu, delante de la casa familiar, en Cascante.Su bodega pertenece a la regiónvinícola Ribera del Queiles.

de Arínzano, donde se elaboran el Colec-ción 125 y los vinos de pago. Si ésta de Cin-truénigo es un hito urbano, como la torrede la iglesia, la otra es un château soñado,cuidadoso con el entorno, respetuoso conel paisaje según el diseño del arquitecto na-varro Rafael Moneo. Pero entre las bode-gas de la familia Chivite, la que besa el Ebro,la que se asoma al agua desde la sala de ca-ta, es la riojana Viña Salceda, encaramadaal lado del puente de Elciego y con vinosde reconocible clasicismo y aire actual.Bien pueden alternar ambos en esta tierra,sobre la mesa del comedor del flamante ho-tel Villa de Marcilla, un milagroso encantode estética, confort, atención y paz a dospasos de un nudo de comunicaciones.Por-que aquí todo parece estar a dos pasos, y elpaisaje se anima constantemente por villasllanas,campos de labor y,por supuesto,porviñas y bodegas.La de Juan Pío Magaña y su hijo Diego erade Castillo de Barillas. La compraron cons-truida y moderna, pero Moneo le añadióun cubo con una claraboya en el centro del

tejado de teja azul vidriada, un sencillo ca-pricho. Así, en un edificio sólo se elabora yen los otros se guarda,en espléndida made-ranueva que padre e hijo comparan con cu-riosidad,conocimiento y pasión al elegir to-neles para cada elaboración o cada pago,para el Calcetas,Torca o el Merlot,variedadque ellos estrenaron en España.La bodega del Jardín de los Guelbenzu, enCascante,es muy diferente.Es su casa fami-liar, de estilo colonial, de cuento de hadasen rosa y blanco,con un delicioso jardín sal-vaje en el centro de la villa. El capricho dealgún indiano que en sus 22 dormitorios havisto crecer la saga familiar. Ricardo y suhermana Inés, arqueóloga, llevan la bode-ga, pero los ocho hermanos dejan en ella laimpronta de su vena artística como pinto-res o escritores. La herencia librepensadorase nota incluso en el bautizo de los vinos:Lombana,Lantus,Evo..y en el logotipo quereproducen las etiquetas, un característicotriángulo masónico que el abuelo convirtióen piedra para sellar las litografías y que seconserva, entre otras muchas piezas histó-

ricas, en los muros de esta casa museo.Pero aún más de museo y de remoto tieneel territorio donde se asientan sus viñas, elúnico tramo del valle del Ebro que se con-serva del periodo terciario, es decir, algoque el río no ha podido arrastrar y perma-nece allí desde hace 22 millones de años.El aprecio por la historia llevó a Ricardo aestudiar el pasado de la saga, el monopo-lio de una empresa de fósforos que forjó sufortuna y también su cultura, su amor alsaber, plasmado ahora en estos vinos na-varros y en otros de una nueva finca de Ara-gón, La Lombana, en Vierlas.Javier García Burgos tiene en Murchanteuna historia más breve pero entrañable.Heredero de un cuidadoso viticultor,su pa-dre le hizo jurar en el lecho de muerte quenunca pondría bodega.Años mas tarde, enel centro de la viña La Cantera, en una pla-nicie en lo más alto de las tierras blanque-cinas del Monte del las Viñas, se crían35.000 botellas del potente Lola García.Es-tá dedicado a su tía, la anciana que lo libe-ró de la promesa y dio alas a su sueño, conla garantía de convencer a su hermano -elpadre de Javier- en el más allá.Y en eso de-ben de estar, con la eternidad por delante,con el mismo sentido del tiempo que le ha-ce a Javier criar en barrica cuanto sea me-nester, sin mirar el calendario.Uvas sin rie-go, refrescadas por el cierzo del Moncayo ymadera nueva dan un sorprendente y com-plejo resultado.

Con otro acento, Aragón

El primer hito al otro lado de la frontera:en Novillas, el lenguaje cambia, casi como

D.O. Terra AltaResucitando un pasado esplendoroso

En la Terra Alta el Ebro se recrea. El paisaje se diversifica y,

para llevar la contraria al nombre de la comarca, discurre

entre campos ubérrimos y llanos o fluye entre montes tan

estrechamente ligados que lo obligan a sortearlos con

pequeños rodeos o, en algunos tramos, acelerando el paso.

Se siente tan identificado con sus llanuras que realiza

pequeños escarceos fuera de su cauce, arrinconando entre

los ojos de sus puentes lo que encuentra a su paso. Pero la

viña no lo teme y se acerca a sus riberas. La principal locali-

dad es Gandesa, sede del Consejo Regulador de la

Denominación de Origen Terra Alta, en la que se inscriben

más de 9.000 hectáreas que sostienen a un verdadero alu-

vión de variedades: Garnacha Blanca, Macabeo, Chardonnay,

Moscatel de Frontignan,

Moscatel de Alejandría, Chenin

Blanc, Pedro Ximénez,

Sauvignon Blanc Viognier,

Roussane y Verdejo, todas

blancas. El batallón de las tintas

lo conforman Syrah, Merlot,

Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Cabernet Franc, Garnacha

Tintorera, Garnacha Negra, Garnacha Peluda, Samsó

(Carinyena), Morenillo, Marselanne, Caladoc y Petit Verdot.

La producción media se acerca a los ocho millones de bote-

llas. Algunas localidades de estas tierras aún muestran con

orgullo los bellos edificios de las cooperativas de comienzos

del siglo pasado, auténticas catedrales del vino levantadas

por discípulos de Gaudí, como el de El Pinell de Braï, el de

Gandesa (los dos diseñados por Cèsar Martinell i Brunet). Y

D.O. Costers del Segre

El río Segre es uno de los mayorestributarios del Ebro. Costers delSegre es una Denominación deOrigen desigual, disgregada, queaporta un aspecto algo “francés” almapa. Se trata de pequeñas comar-cas muy desiguales entre sí (porejemplo, la subzona de Pallars Jussáy la de Raïmat). Además, pertene-cen también a la D.O. Costers delSegre las comarcas de Artesa deSegre, Valls de Riucorb, Segriá yLes Garrigues. Surgió con gran fuer-za gracias al poderío de la firmaRaïmat y luego se asentó gracias apequeñas bodegas que elaboraronmagníficos vinos. Los varietalesacogidos son muy diversos:Macabeo, Parellada, Chardonnay,Xarel.lo, pero también rarezas paraesa zona como Albariño, Riesling,Merlot, Sauvignon Blanc, Garnacha,Trepat, Tempranillo, Cabernet,Monastrell, Samsó, Pinot Noir y has-

una parodia del aragonés rural. El puebloqueda desierto a las 6 de la mañana, cuan-do todos emigran a trabajar lejos. Sólo enfin de semana y con esfuerzo cuidan sus pe-queñas huertas familiares, que no dan pa-ra vivir. El río no es más que riego que pa-sa a sus espaldas, o agua encajonada en elCanal de Imperial y el de Lodosa y que, amenudo,se cuela traidora por debajo de laspuertas. La inundación nuestra de cadatemporada, cuando el cauce se ensanchahasta dos kilómetros y siembra limo inútilen los zaguanes de pueblos casi isleños queflanquean el río hasta Zaragoza: Alcalá delEbro, Cabañas del Ebro...Allí sí, en palabras del alcalde, Juan Alber-to Belloch, el proyecto urbano que redon-dea las obras de la magna Expo Zaragoza2008 está pensado para convertir el Ebroen la “Calle Mayor de Zaragoza”.Para demostrarlo acudió junto al presiden-te de la Confederación Hidrográfica delEbro y cientos de voluntarios vestidos deazul a inaugurar la Pasarela del Voluntaria-do, apodada por razones evidentes –aun-que al alcalde le pese– como la del Pincho,un paso peatonal diseñado por Javier Man-terola como un alarde de ingeniería que su-pone un hito en el plan de recuperación deriberas del Parque de la Almozara y la Pla-ya de los Ángeles y que no sólo une los ba-rrios, sino que es una invitación para el pa-seo y una atalaya para la contemplación dela ciudad, desde el Pilar a la Expo. Un plancifrado en más de 12 millones de euros, delos que la mitad se ha llevado la ligera y es-pectacular pasarela que, mediante hilos deluz, parece unir las aguas con los cielos. Si

el alcalde no cabe en sí de gozo con lo quesupone la Expo aún le superan los volun-tarios, unos 30.000 inscritos entre 1 y 103años de edad. Durante el montaje les tocavestir con su pulcro azul agua el fondo decada acto oficial, casi a diario. Y en el mo-mento de la Expo harán de guías, guardias,administrativos y lo que se tercie, al menosdurante una semana. Es su compromiso.La Expo se celebra del 14 de junio al 14 deseptiembre.Abre sus puertas desde las 9 dela mañana a las 3 de la madrugada y reu-

LLUÍS LLACH

LA VOZ DE LO AUTÉNTICO

El Ebro queda a trasmano de Porrera.Sólo pasa el Cortiella, que a modo depequeño tentáculo del gran río llegahasta el profundo valle pizarroso. LluísLlach ha crecido familiarizado con él:“El riachuelo era uno más de nosotros,un juguete. Nunca fue peligroso, servíade bañera para críos de dos o tres añosy de pesquera para los mayores”. Enmedio de esta charla en el jardín lumi-noso y salvaje, suena la sardana desdela torre. Llach se arma de paciencia,calla y escucha que mañana llega uncamión con fruta y verdura. Porqueaquí apenas hay más tiendas que las devinos. “Mi bodega será rentable a largoplazo, a pesar de que queremos hacertodo a mano. Nos lo hemos podido per-mitir porque el capital que aportamosvenía de otras actividades, pero eso, sibien sirve para quemar etapas, no esimprescindible. Se puede hacer vitivini-cultura artesanal y de calidad partiendosimplemente de la voluntad o el empe-ño, aunque sea más lento”.Tiene el celler 40 hectáreas en produc-ción, diseminadas en 27 piezas, aunqueaquí se cuenta por plantas: se necesi-tan siete cepas para llenar una botella.Vall Llach ha reunido 122.000, de lasque 24.000 han cumplido entre 60 y100 añitos. Junto a algunas controla-das por viejos viticultores, elaborancada año unos 160.000 kilos medianteel trabajo de cada parcela por separa-do. Algunos fundos son siempre lospilares de la calidad y, probablemente,dentro de poco no se hablará delPriorat, sino, al igual que los mínimos“crus” franceses, de esas parcelas,esos viñedos excelsos con nombre pro-pio, dentro del Priorat. En el lado

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Miguel Ángel, de Bodega Almau, en “ElTubo” de Zaragoza (izquierda) y el pabe-llón de España de la Expo Zaragoza2008, inspirada en un bosque ribereño.

Viajes

Vista nocturna del Real Monasteriode Nuestra Señora de Rueda, convertido en hotel en las riberasdel Duero, en Escatrón.

D.O. MontsantEl croissant del Priorat

La Denominación de Origen Montsant puede considerarse

una recién nacida. En realidad es la subzona de Falset

escindida de la D.O. Tarragona, y en realidad poco tiene

que ver con su antigua alineación y sí mucho en común

con su vecina, el Priorat, que se enrosca a su alrededor

como si se tratase de un “croissant”. De hecho hay elabo-

radores que tienen bodegas en ambas denominaciones.

Posee unas características edafológicas similares en algu-

nos puntos y, sobre todo, se encuentra en su área natural,

es decir, forma parte administrativa de la comarca priora-

teña en su mayor parte (la capital del Priorat es Falset,

sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen

Montsant). Sus más de 1.800

hectáreas acogidas se sitúan

en una orografía muy acciden-

tada y con distintas altitudes,

desde los 200 hasta los 700

metros sobre el nivel de mar.

Las variedades principales son

una pareja que abunda en la zona, Garnacha y Cariñena,

aunque también se trabajan “Ull de Llebre” (Tempranillo),

Syrah (en su suelo se plantó una de las primeras viñas en

España de esta cepa) Cabernet Sauvignon, Merlot,

Monastrell, Garnacha Peluda y Picapoll Negre. Las blancas

más utilizadas son Garnacha y Macabeo, pero también se

usan Chardonnay, Moscatel, Parellada y Trobat. En la

actualidad trabajan en la D.O. unas 40 bodegas, empren-

señado por la iraquí Zaha Hadid o las co-lumnas de cerámica del pabellón españoljunto a fabulosos edificios de barro y pajapara acoger a las ONG, además del mayoracuario de agua dulce del mundo, exposi-ciones de arte, técnica o reflexión, mues-tras temáticas en cinco plazas y un progra-ma de más de 3.000 espectáculos a todahora.Y, por supuesto, un sustento de hote-les y gastronomía de diferentes niveles yprocedencias.Aunque seguramente eso no restará carác-ter a El Tubo como la tradicional zona detapeo en pleno centro. Como insignia, allíestá desde hace 138 años y cuatro genera-ciones Almau, una barra tentadora y unadeslumbrante bodega con carta diaria y ex-celsos vinos por copas, sin miedo y sin es-catimar, pues la botella se apura en pocos

nirá a más de 100 países, unos como expo-sitores y otros subvencionados, porque laExpo siente que su voz en torno a un temacada vez más acuciante,“Agua y desarrollosostenible”, es necesaria. Eso supone no só-lo un interesante estudio comparativo,también un escenario de la diversidad cul-tural que ya se hace notar ahora, en los úl-timos toques de la magna obra.Resulta un acierto su situación céntrica, demodo que forma parte de la ciudad, per-fectamente comunicada, y también ha ser-vido para desarrollar en su entorno par-ques fluviales,actividades relacionadas conel agua y en definitiva un hermoso espacioperdurable y próximo que puede servir deejemplo a otras villas ribereñas.Las obras temporales incluyen imágenestan fantásticas como el pabellón puente di-

minutos. Miguel Ángel, joven, entusiasta yrebosante de ideas e intereses, no se limitaa mantener la preciosa casa modernista, si-no que organiza conciertos, exposiciones,concursos de diseño… como el que sirviópara elegir el simpático logotipo del barque lucen en las camisetas, una amalgamade vino y anchoa, los puntales de la casa.La Ribera Baja recorre otro puñado de pue-blos apellidados “de Ebro”: El Burgo,Nuez,Oseba, Aguilar, Pina, Velilla..., un valle fér-til que el río dibuja con islitas arboladasfrente a alguna abandonada estación ymontecillos rojos. Queda memoria delapego romano al Iberus en la colonia de LaCelsia, fundada 44 años antes de Cristo porMarcus Emilius Lepidus y que reunió a3.500 habitantes. Muestra de la Via Augus-ta, del camino a Cesaraugusta, es decir, Za-

ragoza. En la Domus Los Delfines hay unmuseo dedicado a la vida cotidiana de losromanizadores del valle del Ebro.Hasta Amposta, desde Zaragoza, una suce-sión de fortines flanquea el río y sirve detelégrafo óptico en esta tierra de huertas,alabastro y alegres saltos de agua.Así se llega al Monasterio de Rueda, reinodel silencio, donde bajo un cielo tachona-do de estrellas cantan los grillos y en elclaustro se puede oír incluso la pisada deun gato tricolor que al pasar sobre los fo-cos empotrados en el suelo se convierte,so-bre el muro en penumbra,en un monstruogigantesco que quiere alcanzar la luna.El monasterio fue una de las más hermo-sas sedes del Císter, fundado en 1152 y de-sarrollado durante siglos hasta reunir ex-celsas muestras de románico y gótico,hastael encaje flamígero. Hoy, restaurado desdeel suelo, es una hermosa hospedería pro-movida por el Gobierno de Aragón,un ho-tel de 4 estrellas con capacidad para 70 per-sonas y encomendada a la cadena Arturo.El nombre de Rueda le viene de una mo-numental noria que rebasa los muros delpatio y asoma encima del campanario.Unapieza magnífica que guarda memoria delos tiempos dorados del río y sus morado-res.

El modernismo de Terra Alta

Desde Pina a Mequinenza se demora enmeandros, besa los pies de Escatrón,adon-de se llega por una refrescante y recoletaavenida de pinos y cipreses, y bordea Cas-pe, donde se refleja el mejor Aragón mu-

déjar después de la presa del pantano. Enla primera rotonda saludan ingenuos uncarrillo rústico y la imagen del Camino deSantiago. Es zona de melocotones y olivospunteados por algunas viñas nuevas.Hasta Mequinenza la carretera general si-gue al río que incluso antes de recibir elabrazo del Cinca y el Segre, sus mejoresaliados, se va ensanchando y convirtiendoen uno de los pantanos más grandes de Es-paña. Allí, en el fondo, quedó el viejo pue-blo de Mequinenza. Es éste una mudanzade nuevo cuño,famosa por sus aceites,des-de donde sale una carreterita que se asomaa la ermita de san Jorge -santo que com-parten, como todo en esta tierra fronteri-za,Aragón y Cataluña- y llega a Fayón (be-llo pueblo junto a Matarrañas), al embalsede Riba Roja y a Flix, de donde se aboca aMora y Terra Alta.Terrra Alta significa “meseta” y es esa geo-grafía la que determina el recorrido del ríoy su entrada en las tierras secas, escarpa-das,hacia el milagro aislado, imposible quees el entorno del Montsant y el Priorat.En Terra Alta se concentran cooperativasmodernistas que dan idea del esfuerzo y lafe de los vecinos,y alguna bodega indepen-diente como la de Barbara Forés, donde lapropietaria, Carmen, ha recuperado la bo-dega original según los planos del registrooficial.Ahora es una bella casona en el cen-tro del pueblo donde se apiñan las barri-cas. Una muestra del pasado y el futuro.Entre las cooperativas, la estrella cerca delrío es la de Pinell de Braï, vestida con losinconfundibles mosaicos de cerámica tan-

Viajes

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D.O.Q. PrioratLa pujanza de la pizarra

El Ebro se aleja un buen trecho del macizo montañoso rese-co y enigmático que da nombre a la zona y recibe el tributode sus ríos, pedregosos y de poco caudal. Es tierra de vinosy como tal ejerce. Pero por mucho que se visite estaDenominación de Origen, por mucho que se patee, se reco-rra o se sufra su difícil orografía, nunca se acostumbrará elviajero a esos caminos de cabras, a esos “costers” (laderas)tan impresionantes, donde la cepa se acostumbra al difícilequilibrio de sobrevivir en la pizarra y en numerosos casosincluso con buena parte de las raíces fuera de la tierra. Elmundo enológico se hubiese perdido uno de los vinos conmás carácter si no llega a surgir el movimiento de los nue-vos bodegueros de los años ochenta. A partir de entoncesel Priorat comienza la expansión, a la llamada de su crecien-te fama acuden los enólogos ansiosos de hacer cosas nue-

vas, los pequeños viticultoresse tornan en bodegueros y lasgrandes empresas ponen susojos en los perdidos bancalespizarrosos. De sólo unas 300hectáreas de entonces se pasaa las 1.662 de la actualidad,cuidadas por 620 viticultores.De unas cuantas bodegas que habían sobrevivido con dificul-tades antes de llegar las cuatro nuevas se pasa a las más decien que ahora tienen derecho a colocar sus contraetiquetasen la botella. Las variedades cambian con la nueva viticultu-ra, se introducen famosas cepas foráneas y, a juzgar por losresultados, parece que han estado en la región toda la vida.Las variedades tintas autorizadas son la Garnacha, laCariñena, la Cabernet Sauvignon, la Merlot, la Syrah y algu-nas desperdigadas por los bancales de escasa incidencia.Las blancas son la Garnacha, la Pedro Ximénez, la Viognier ytambién otras variedades de exigua cantidad. El Priorat ya

tas veces reproducidos. Es la mejor obra delas 44 que el modernista Martinell i Bru-netlevantó en la región de la que era arqui-tecto oficial y, sin duda, la obra magna delsindicalismo catalán. Ahora la gestionantres chicas, con Tere Roselló al frente, dedi-cada a la enología y entusiasta guía de losvisitantes.La bodega nació para elaborar el blanco“brisat”característico de la Terra Alta, peroesta catedral laica ha sobrevivido al aban-dono de la viña, que fue sustituida por ave-llanos en el entorno, de modo que de los170 socios sólo quedan 10 viticultores.La perfección del diseño de la bodega se per-

cibe desde la alegría de los ligeros arcos quese elevan como palmeras en un encaje mi-lagroso hasta la frescura del botellero o elingenio de las barandillas formadas por lastuberías que conducen el agua. En sus ini-cios no se criaba el vino, sólo había barri-cas para el testimonial Vi Ranci, pero aho-ra están intentando alguna experiencia.

Montsant y Priorat, más que vino

Los pliegues de la tierra se marcan más pro-fundamente y el agua pasa a ser Riu Ebre.Desde Mora entramos en los dominios delSiurana, en el Priorat y Montsant, y en ca-da claro brilla el verde fresco de los pám-

panos de primavera. Se lucen aún más enlas grandes viñas, como la de Torres, don-de nacen Salmos y Perpetual, Garnacha yMazuelo que se extienden por cerros orien-tados a los cuatro puntos cardinales en tor-no a una cruz que es mirador privilegiadosobre la viña en vertiginosas terracitas dedos filas de cepas reforzadas con muros depiedra levantados a mano.Las uvas nacen en el término de Porrera yla bodega recién estrenada está en El Llo-ar, encaramada en una cuesta en las afue-ras de modo que concita panorama y efi-cacia. Para ello han tenido que dibujar unaamplia entrada que asciende, espectacular,

hasta el sencillo edificio de hormigón.El corazón de esta recóndita comarca ta-rraconense es Falset, y los amantes del vi-no harán bien en parar a comer en el Ce-ller de l’Aspic,en los dominios de Toni Bru,el presidente de los sumilleres catalanes, yque, más que un restaurante, tiene una vi-noteca con platos, construida caja a caja,en vez de ladrillo a ladrillo. Entre los pla-tos destacan los arroces, su herencia delDelta del Ebro,de donde es originario y queen este viaje es un aperitivo.En Porrera,bodeguero ilustre es Lluís Llach,que ha aprendido de Salus Álvarez, el alcal-de y enólogo, los secretos y los placeres delvino. En la plaza, que ocupa los tres ladosque deja el río, una tienda de vinos,Vinum& Co, tiene puesta su música como fondoy reclamo constante, precisamente el discoque dedicó a Porrera, a esta villa donde harecuperado la calma y ha descubierto otravida plena. La bodega de Llach es una casarestaurada cerca de la plaza, al otro lado delpuente de piedra, que veían caer desde ha-cía muchos años, con tristeza, hasta encon-trarle esta incontestable utilidad. Los trespisos, climatizados, desde las caballerizas alsobrado, se han convertido en sala de ela-boración y cuartos de guarda,de arriba aba-jo, poblados apenas con dos alturas de es-pléndidas barricas nuevas. Un espacioartesanal y mimado. Lluis está convencidode que, después de todas las vicisitudes desu larga historia, después de tanto aisla-miento y dificultades, Priorat sólo sobrevi-virá así, con la misma calidad en las bode-

gas nuevas que en las antiguas familiares.Por ejemplo, en Porrera, donde hay 10 his-tóricas de un total de 14.Una de ellas, en plena plaza, es la casona deSangenis Vaque,donde Pere y recientemen-te su hija María, convertida en enóloga,po-nen todo su esfuerzo en el vino, en una bo-deguita de juguete que planean ampliar conhabitaciones para enoturismo, pues la casaes amplia y bella.Otra visión del Priorato es Mas Garrian, enla confluencia de Ciurana y Montsant,don-de Joseph Garriga está a punto de tirar latoalla todos los días en la lucha contra la im-placable sequía que está esquilmando su vi-ña deocho hectáreas,de 25.000 plantas reu-nidas a lo largo de tres décadas de trabajoecológico y biodinámico,aunque no estric-to. La escasez de agua le impide desarrollarel resto de la finca, 40 hectáreas.El muestrario de la zona se completa enDarmós, con la bodega de Joan d’Angueraque desde su muerte rigen con excelente cri-terio sus hijos Joan y Josep. Ellos hacen to-do, desde el minucioso trabajo del campohasta la administración o la atención a lasvisitas, siempre bienvenidas a la bodega. Y,por supuesto, el vino, tres etiquetas, en elque se incluye un Syrah, uva de la que fue-ron pioneros en España, junto con sus ve-cinos de Raïmat.La bodega ha crecido, desde la última calledel pueblo a las afueras,mirando hacia don-de estuvo el antiguo lavadero, sobre el río,que da nombre a su mejor vino, El Burga-der. Allí está la entrada principal, amplia y

A la izquierda, nueva bodega del grupo Torres, en El Lloar, pertene-ciente a la D.O.Q. Priorat. Arriba, bodegas Joan d’Anguera, enDarmós, de la D.O. Montsant. Debajo, Antoni Bru, chef de El Cellerde l’Aspic, en Falset.

D.O. TarragonaLa abundante

La provincia de Tarragona erapura viña a principios del pasadosiglo. Nada menos que el 57% desu territorio estaba poblado deviñedos. Por diversas circunstan-cias, se bajó drásticamente esasuperpoblación. Aun así, es la pro-vincia española peninsular quemás denominaciones acoge. Nadamenos que ocho (contando D.O.Cataluña, D.O. Cava, y D.O.Costers del Segre) LaDenominación de OrigenTarragona es una de las másextensas de Cataluña, Posee dossubzonas bien diferenciadas, ElCamp y la Ribera del Ebro, la únicaque lleva el nombre del río detodas las que recorre. Las varieda-des son las que se usan en toda lazona: las tintas Garnacha,Cariñena, Ull de Llebre,

A la izquierda, detalle modernista delCeller del Sindicat Agrícola del Pinellde Braï, en Terra Alta. Arriba, CarmeEscoda, de Celler Bárbara Fores, deGandesa, Terra Alta.

MIQUEL FÁBREGAS

LOS COLORES DEL DELTA

Sus ojos se acostumbraron a distinguirel cambio de estación más que por elclima, siempre benigno, por el color delDelta, por el momento de los camposde arroz, siena tierra cuando se secan,azul cielo cuando se inundan y verdetierno a lo largo del verano hasta lacosecha. Los cultivadores del delta se distribu-yen en dos empresas. Ésta, la deMontsiá, se fundó con fines sociales en1927 y reúne a 800 productores dearroz y 3.500 socios. La dedicación alarroz es relativamente reciente, de1960, antes fueron salinas o Salicorniapara hacer jabón. Procesan 40 millonesde kilos de arroz que producen unos 30millones de euros anuales, y vendencon su marca, Montsiá, o marcas blan-cas. “El delta se formó con los sedi-mentos que el río arrastra al mar, peroya no es una albufera insalubre dondelos desgraciados habitantes caían victi-mas del paludismo. Ni siquiera planta-mos chapoteando en los campos comoAnna Magnani en ‘Arroz amargo’ sinocon tractores e incluso con helicópte-ro”, dice Fábregas.El tamaño aquí se mide en “jornales”,una curiosa unidad que equivale a2.190 metros cuadrados. Los camposse parcelan en una especie de balsasque se cubren con hasta 15 centíme-tros de agua. No porque el arroz seaplanta acuática, pues podría vivir conriegos simples, sino para evitar que elagua salada penetre por debajo de latierra y destruya las raíces. “Al bajar elcaudal, en la desembocadura hay ape-nas un palmo de agua dulce sobre lasalada. Por eso traemos el agua de rie-

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generosa en un edificio moderno y eficazque conserva algunos antiguos muros depiedra y ha añadido toques de coquetería,como unas ventanas imposibles en la salade cata y degustación Según algunos estudios, el vino llegó aquícon los templarios que se acomodaron enMiravet. En el camino, Mora d’Ebre orga-niza unas jornadas gastronómicas en tornoel bocado más popular, rústica joya de pa-yeses de Ribera del Ebro, la clocha, una ho-gaza de pan de payés a la que se retira granparte de la miga y se rellena con tomates es-calibados, aceite, ajo, cebolla y sardinas sa-ladas, llamadas arenques o “de cuba”no porla procedencia,sino por el recipiente en quese menudeaban, un tonel chato de madera,una pequeña cuba. Desde hace unos años,en Mora la Nueva, Flix y otra media doce-na de pueblos de la comarca, restaurantes ybares ofrecen fórmulas tradicionales o másoriginales de clocha desde el 11 de febrerohasta el 1 de mayo.La cuenca del Ebro por Mora es un paraí-so para caminantes y amantes de la natura-leza, un espectacular cañón que se inicia enVillaescusa,hábitat perfecto para la coloniade buitres leonados que anida en los fara-llones rocosos. Por sus montes aún corre-tean el corzo, el jabalí o el zorro, por los pá-ramos desiertos campea el lobo. En losbosquecillos se combinan los hayedos declima atlántico con el roble albar, los enci-nares y carrascales propios del dominio me-diterráneo, junto a hileras de chopos, ála-mos o sauces de la ribera del Ebro.

El milagro del Delta

Miravet,sobre el río,es una primorosa com-binación de naturaleza y geografía huma-na.Un prodigioso urbanismo trepando porla ladera cortada, desde agua al castillo, di-bujado con la recóndita armonía, la magiay el arcano saber de los templarios.En la orilla menudean grafitis contra el tras-vase, una larga secuencia que da idea deltiempo que se viene arrastrando el proble-ma. El río, ajeno al debate, vive su mejorépoca, verde, rumoroso y plácido, flanque-ado por huertas y canales, animado porpueblos ribereños,Tiveny,Xarta,hasta el fi-nal de la tierra firme y la entrada al delta delEbro, en Tortosa. Los robledillos y el bos-que mediterráneo dan paso al verde inten-so de los naranjos y la imagen tropical delas palmeras.En Amposta,una rotonda conuna escultura de viguetas anudadas enhies-

tas es otro canto al río,al agua sin más fron-tera, sin más cauce que el que dicte su na-turaleza. El camino conduce a Deltebre, elcorazón de este territorio creado por el aguacon sus aluviones.Vale la pena, desde allí, ytras haber probado los arroces de El Racódel Riu, recorrer en barco los 14 kilómetroshasta que el Ebro se entregue al mar abier-to.Ha recorrido 910 kilómetros desde Fon-tibre, no lleva más de dos metros de pro-fundidad y, últimamente, con su caudalmermado, fluye apenas un palmo de aguadulce sobre el agua salada, de modo que semezclan peces de los dos medios: percas,doradas, salmones, anguilas...La vida y las labores del delta hay que vivir-las por dentro,por ejemplo en Mas del Tan-cat, donde Inma y su marido Tomás hanrestaurado la barraca de labor para conver-tirla en cómoda casa rural y donde triscandos burritas que ya no tienen labor,conver-tidas en mascotas, Palmera y Perleta. Unaimagen idílica alrededor del álamo de ribe-ra que da sombra al jardín.En los pueblecitos, los merenderos ofrecenla inmensa riqueza y variedad de este martan particular.En San Carlos de la Rápita secelebra la Diada de la Galera,que es ese ma-risco de cáscara pinchosa henchido de sa-bor,pero los reyes del estero son los langos-tinos y cobran un nuevo valor en el tallerde Cuina Carmen Guillemot, en manos deCarmen y Philippe. Han restaurado a ca-pricho, con gusto de artistas, la casa fami-liar, un edificio burgués de centro de Alca-nar, y hacen por ejemplo una fideuá conhilos de calamar a la plancha y crema de ga-leras o una versión del típico arroz con lan-gostinos en la que el langostino va encimay a la plancha para que no pierda un ápicede ese pleno gusto entre dulce y salado quees el sabor del delta.Aladentrarse,hasta donde la vista llega,unainundación de campos de arroz para plan-tar en primavera, y el paisaje parece objetode un capricho de Photoshop o de una va-rita mágica. Es el encanto del delta, conso-lidado limo llano donde la máxima alturaapenas alcanza los 7.000 ¡milímetros!, co-mo dicen con sorna los lugareños, y que alo largo del año pasa del ocre arcilloso delinvierno al azul reflejo del cielo en prima-vera u al jugoso verde de los tallos de arrozen verano. Es un entorno muy frágil, don-de cualquier desequilibrio puede dar altraste con un encaje tejido con precisión,conocimiento y respeto a la naturaleza. n

El pueblo de Miravet (Tarragona),coronado por el castillo templario,uno de los lugares más hermosos alo largo del curso del Ebro.

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ACTIVIDADES ENOTURÍSTICASMuseo Vivanco de la Cultura del VinoCtra. N-232, km.44226330 Briones (La Rioja)Tel.: 902 320 001 – www.dinastiavivanco.com

Balneario de Vino Marqués de Riscal- CaudalíeTorrea, 1,01340 Elciego (Álava)Tel.: 945 180 880 www.caudalie.com

ACTIVIDADES DIVERSASColegiata RománicaSan Martín de Elines (Cantabria)Claustro y Museo

Centros de InterpretaciónRio Ebro (Fontibre- Campoo de SusoEmbalse del Ebro ( Corconte- Campoo de Yuso)Piedra en seco (La Puente del Valle, Valderredible)

Rafting, descenso de cañonesArroyo (Cantabria)Pesquera de Ebro (Burgos)FrÍas (Burgos)Aragón www.ebronautas.com

Balneario de ValdelatejaCarr. 623 Km 5509145 Valdelateja (BurgosTel. 947 150 220www.relaistermal.com

EXPO Zaragoza 2008-05-20Del 14 de junio al 14 de septiembreEntrada adulto, de 27 a 35 E.

Abecedario de la LibertadMonumento contra la guerra en los espacios de la Bata-lla del EbroCorbera de Ebro (Tarragona)

Paseo fluvial por el Delta del EbroBarco restaurante Santa SusanaDeltebre (Tarragona)Tel. 629 204 117

La Vieja BodegaAvda. de La Rioja, 1726230 Casalarreina (La Rioja)Tel.: 941 324 254 – [email protected]

Marqués de RiscalTorrea, 101340 Elciego (Álava)Tel.: 945 180 880 luxurycollection.com/marquesderiscal

Casa ToniZumalacárregui, 2726338 San Vicente de la Sonsierra (La Rioja)Tel.: 941 334 001

CacheteroLaurel 326010 LogroñoTel.: 941 228 463 – [email protected]

Bodegas Chef NinoPadre Lucas, 226500 Calahorra (La Rioja)Tel.: 941 133 104 – www.chefnino.com

Restaurante TreintaitrésCapuchinos, 731500 Tudela (Navarra)Tel.: 948 827 606 – www.restaurante33.com

AlmauEstébanes, 10 – El Tubo50003 ZaragozaTel.: 976 299 834 – www.bodegasalmau.es

El CachiruloAutovía de Logroño, km 1,5ZaragozaTel.: 976 460 146 – [email protected]

El Celler de l’AspicMiquel Barceló, 31Falset (Tarragona)Tel.: 977 831 246

Cal llopCarrer de Dalt, 2143737 Gratallops (Tarragona)Tel.: 977 839 502 – [email protected]

Taller de Cuina Carmen GuillemotColón, 2643530 Alcanar (Tarragona)Tel.:977 730 323 – [email protected]

DORMIRHospedería Señorío de BriñasTravesía de la Calle Real, 326290 Briñas, Haro (La Rioja)Tel. 941 30 42 24www.hotelesconencantodelarioja.com

Naci-ebro, Posada RuralCarr. CA 183 Alto Campoo, Km.539212 Fontibre (Cantabria)Rel. 942 779 788www.posadanaciebro.es

Molino del Alto EbroCarr. De Rocamundo s/n39220 Polientes (Cantabria)Tel. 607 116 862www.molinodelaltoebro.com

El Abuelo Casa RuralC/ El Caño, 10Tel. 947 571 46409145 Orbaneja del Castillo (Burgos

Agroturismo Carpe DiemEnrique Privado, 701309 Navaridas (Álava)Tel.: 945 605 172 – 618 574 659

Hotel Marqués de RiscalTorrea, 101340 Elciego (Álava)Tel.: 945 180 880 www.luxurycollection.com/marquesderiscal

Monasterio de RuedaCtra. Sástago a Escatrón, km 950780 Sástago (Zaragoza)Tel.: 976 170 016

Hotel Cal llopCarrer de Dalt, 2143737 Gratallops (Tarragona)Tel.: 977 839 502 www.cal-llop.com

Hotel Villa MarcillaCtra. Estación, s/n31340 Marcilla (Navarra)Tel.: 948 708 287 – [email protected]

Los AgustinosSan Agustín, 226200 Haro (La Rioja)Tel.: 941 311 308 – [email protected]

PalafoxCasa Jiménez, s/nZaragozaTel.: 976 237 700 – [email protected]

Mas del TancatCamí dels Panissos – Ctra. Amposta-St. Jaume, km 3,243870 Amposta (Tarragona)Tel.: 656 901 014 – [email protected]/masdeltancat

COMERFontebroFontibre (Cantabria)Tel. 942 779 772www.restaurantefuentebro.com

El Rincón del NobleMartínez Lacuesta, 1126200 Haro (La Rioja)Tel.: 941 312 932 – [email protected]

Las DuelasPl. Monseñor Florentino Rodríguez, s/n26200 Haro (La Rioja)Tel.: 941 304 463 – [email protected]

Turismo rural Mas del Tancat, en pleno Delta del Ebro,cerca de Amposta.

Carmen Gil y Philippe Guillemot, ante su restauranteTaller de Cuina, en el pueblo de Alcanar.

Elciego, visto desde el Hotel Marqués de Riscal, obra delarquitecto Frank O. Gehry.

Hospedería Señorío de Briñas, en el pueblo de Briñas.

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