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Del padre de la poesía moderna de Rusia, es parte del libro “La Mariposa en la estrella”
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La mariposa en la
estrella
(Breve muestra de poesía rusa: Pushkin, Pasternak,
Tsvietáieva, Mandelshtam, Brodsky…)
Traducción del ruso de
Víctor Toledo
Estos poemas forman parte de una “antología personal” que abarca tres grandes períodos de
la poesía rusa: el clásico (o de oro -S. XIX-), la moderna y la vanguardia (o Generación de
Plata), y la contemporánea. Del primer grupo --en la presente selección-- faltarían poetas
como Evgueni Baratinsky, Mijail Lermontov, Vasili Zhukovsky, Fiodor Tiuchev, Nikolai
Nekrasov, Afanasi Fet y Alexei Koltsov. No obstante, está Alexandr Pushkin -padre de la
lengua rusa actual- el más representativo de la primera parte, con los más trascendentales
de la segunda en importancia por cantidad y calidad (la de Plata), a excepción de Ana
Axmátova, Vladimir Mayakovsky y Velimir Xlébnikov.
Alexander Pushkin1
1 Pushkin: Trueno de cañón. Pushka: cañón. Pushkin podría traducirse como trueno de cañón. Así irrumpió en la poesía rusa, inaugurando, prácticamente, la lengua moderna rusa.
Alexander Pushkin2: Trueno de cañón
Alexandr Serguiévich Pushkin (Moscú, 26 de mayo de 1799 - San Petersburgo, 29 de enero
de 1837)3 es el poeta símbolo de Rusia, el más grande por su dimensión histórica: fundó no
sólo la época de oro de esta literatura sino, prácticamente, la lengua rusa4.
2 Pushkin: Trueno de cañón. Pushka: cañón. Pushkin se podría traducir como trueno de cañón. Así irrumpió en la poesía rusa, inaugurando, prácticamente, la lengua moderna rusa.
3 Debido a la diferencia entre el calendario gregoriano (ruso) y el nuestro tenemos dos fechas: Moscú, 6 de junio de 1799 - San Petersburgo, 10 de febrero de 1837.
4 Pionero de la lengua vernácula, creo un estilo narrativo —fusionando drama, romance y sátira— desde entonces asociado a la literatura rusa e influyó notablemente en las ulteriores figuras: Gógol, Dostoyevski, Tolstói, Tiútchev, etc., así en los compositores: Chaikovski y Músorgski. Su esmerada educación -propia de la aristocracia rusa- se basó en la literatura y lengua francesa. Desde pequeño gran lector, asombraba su facilidad para improvisar, sus maestros: Molière, Voltaire, Parny, Byron, Shakespeare. Estudió en el Liceo Imperial de Tsárskoye Seló, cerca de San Petersburgo (1811-1817), donde escribió su primer poema largo Ruslán y Liudmila, publicado en 1820 entre grandes controversias por el tema y estilo.
Adelantó al modernismo casi cien años (Ruslán y Liudmila, La leyenda de la zarina
muerta y los siete caballeros, Cuento sobre el zar Saltán, etc.), volvió al idioma semi
bárbaro de esclavos (muzhiks), y al extremo cortesano pesadamente litúrgico, una lengua
sumamente musical y bella, ligera, versátil, de infinitos destellos significantes: la economía
de Pushkin es varias veces mayor a la de Shakespeare. Es más notorio si vemos que no
había una mínima tradición (el inicio fue el griego), pues los cultivados -incluyéndolo-
escribían y hablaban en francés (la invasión napoleónica terminó con la victoria rusa y el
surgimiento del nacionalismo). Hacía poco que Mijail Lomonósov había logrado
configurar el alfabeto. Pushkin fijó el diccionario casi en un 100 por ciento, su lengua al fin
se hizo literaria, clásica, elegante. Así, Pushkin -su nombre significa trueno de cañón-
irrumpe explosivamente inaugurando el espíritu y la saga moderna rusos. Para Nikolai
Gógol (ni Gógol supera los cuentos en verso de Pushkin) era un extraordinario fenómeno,
único del espíritu ruso “el ruso en el grado de desarrollo que alcanzará quizás dentro de
doscientos años”. La preceptiva contemporánea rusa se despliega de esta genial fundación,
su gran tradición poética se basa en él (Blok, Tsvietáieva, Mandelshtam, Pasternak,
Brodsky, etc.). El mago saltó de golpe de la nada hasta el clasicismo, el romanticismo, el
realismo y la modernidad. Los apenas antecesores: Dierzhavin, Zhukovsky, eran el
balbuceo de una métrica medieval a comparación del lujo extraordinario de la musicalidad
y profundidad conceptual (en la forma más sencilla) del genio que inauguró todo: la novela
(La hija del capitán -nueva prosa rusa-, Yevgeni Onegin -en verso-, etc.), el teatro (Mozart
y Salieri, Borís Godunov -en prosa y en verso-, etc.), la crítica (apreciaciones estéticas y
éticas contra Hegel, por ejemplo), la crónica histórica, y participó relevantemente en la Después se instaló en San Petersburgo, formando parte de la vibrante cultura de la juventud intelectual de la capital: su talento le daba ya la fama más alta.
primera gran revolución, el movimiento patriótico democrático de los decembristas5
(Pushkin se salvó de la tragedia porque andaba de juerga con unos gitanos y no supo la
fecha fijada para el levantamiento, sorpresivo, donde murió la mayoría de sus amigos
revolucionarios6, la flor de la aristocracia eslava que pretendía abolir la esclavitud de los
muzhiks, los medievales campesinos rusos. Una amiga gitana, al leerle la mano, le dijo que
5 Revolucionarios rusos, surgidos de la nobleza, organizadores de la sublevación que estalló en diciembre de 1825 contra la autocracia y el régimen de servidumbre. Su levantamiento armado fue aplastado. Los organizadores e ideólogos más destacados, ejecutados. El movimiento decembrista reflejaba el descontento de las masas populares que luchaban contra el régimen feudal. Se proponían aniquilar la autocracia, poner fin a la arbitrariedad, al feudalismo, establecer las libertades democráticas. El pertenecer a la nobleza se manifestaba en el miedo a la revolución popular y en su vacilante táctica durante el levantamiento. Muchos decembristas (Pestel, Riléiev y otros) querían implantar la república. Otros una monarquía constitucional (Nikolái Turguév, G. Bátenkov, etc.). La misión de la filosofía radica en la búsqueda de la verdad, en la ilustración del entendimiento, limpio de prejuicios, en la formación del amor por la patria y en el humanismo. Sus concepciones, apoyadas en las ciencias naturales, se inspiraban en el materialismo francés y en el de Lomonósov y Radíshchev. Veían las raíces de la religión en el anhelo de los oprimidos de embellecer su dura situación con la esperanza de alcanzar una vida mejor después de la muerte. Su filosofía avanzada poseía un carácter metafísico y contemplativo. En la explicación de los fenómenos sociales, eran idealistas y atribuían a la instrucción un valor decisivo en la vida de la sociedad. Muchos hicieron suya la teoría del derecho natural y del contrato social. Influyeron poderosamente sobre la segunda generación de revolucionarios rusos: los demócratas revolucionarios.
6 En 1820 ingresa al Ministerio de Asuntos Exteriores, se implica en la reforma social como portavoz de los literatos radicales y tras poemas sediciosos como Oda a la libertad, es desterrado, por el zar Alejandro I, a Kishiniov de 1820 a 1823. En el Cáucaso y Crimea escribió dos poemas románticos muy aclamados El cautivo del Cáucaso y La fuente de Bajchisaráy. En Odessa vuelve a chocar con el gobierno que lo exilia a una de las propiedades maternas en el norte 1824 a 1826. Sin embargo, logra visitar al zar Nicolás I para exponer una petición de liberación, la cual consiguió y aunque Pushkin no había participado en la rebelión de San Petersburgo, algunos de los insurgentes tenían entre sus papeles sus primeros poemas políticos, lo que lo somete al estricto control del gobierno impidiéndole viajar y publicar libremente. Su drama más famoso, Borís Godunov, escrito en la hacienda materna, se permitió publicar cinco años después. A la muerte de Alejandro I, Nicolás I, le permite regresar a Moscú. De esa época Poltava (1818), poema a la gloria de Pedro el Grande. En 1831 se casa con Natáliya Goncharova y conoce a Nikolái Gógol con quien establece mutuo apoyo. Las historias cómicas de Gógol influyeron enormemente en la prosa de Pushkin, quien tras leer los volúmenes de historias cortas Tardes en una aldea cerca de Dikanka (1831) lo apoyará críticamente, y en 1836, tras lanzar su revista El contemporáneo ("Sovreménnik", o El moderno) publicará allí algunas de las narraciones cortas más famosas del prosista.
no regresara a la ciudad, la misma que predijo y quiso evitar su muerte posterior). Una de
las consecuencias fue la destrucción de su correspondencia, con importantes intelectuales y
revolucionarios, por parte del propio poeta: así evitó que la policía zarista rastreara a los
demás inconformes. Por todo esto se ganó la enemistad del zar y siendo aristócrata
(bisnieto de un esclavo abisinio arrebatado a los turcos que, por su origen noble y gran
inteligencia, Pedro El Grande convirtió en cortesano)7 las intrigas morbosas de la corte. El
padre de la poesía y la lengua rusa, que no era tan agraciado físicamente, además, se había
casado con la misma belleza: Natalia Goncharova. Sus agudos epigramas antizaristas se
difundían fervorosamente entre los jóvenes nobles revolucionarios. Nicolás I,
perdonándolo (su predecesor lo había deportado al Cáucaso) pero imponiendo su censura,
trató de reconciliarse con la opinión pública. El duelo contra el apuesto oficial francés, hijo
adoptivo del embajador holandés (en realidad asesino a sueldo) D’ Anthés, se urdió a costa
del supuesto romance de éste con la joven esposa del libre pensador8.
7 Su padre Serguéi Pushkin, fue descendiente de una de las más antiguas familias de la aristocracia rusa cuya historia se remonta al siglo XII. Por parte materna, el poeta fue bisnieto de Abram Petróvich Hannibal. Este príncipe etíope fue capturado de niño por esclavistas al servicio de los otomanos y trasladado a Rusia, donde se convirtió en jefe militar, ingeniero y noble tras su apadrinamiento por Pedro el Grande. El zar le dio su patronímico (Petróvich, hijo de Pedro).
8 Estos versos, de 1829, son del poema “Si aún paseo entre el tumulto”:
¿Veré en alguna lid mi muerte?
¿Quizás en viaje, o en el mar?
¿O en el vallejo aquel, por suerte,
Mis restos han de reposar?
(La novela en verso, Eugenio Oneguin, clásico de la literatura rusa, serie
publicada de 1823 a 1831, aporta al héroe que servirá de modelo para muchos ídolos
literarios. Sobre ésta, Chaikovski escribió una ópera -le impresionó tanto esta
Sincronicidad, que, si no me equivoco, decidió, para prevenir el mismo destino, casarse
con una admiradora sólo para fracasar en su matrimonio-. Escrita casi toda en
tetrámetro yámbico con un esquema de rima inusual: "aBaBccDDeFFeGG", las letras
minúsculas representan rimas femeninas, las mayúsculas rimas masculinas. Esta forma
se conoce como "estrofa oneguiana" o "soneto de Pushkin". Contiene 118 sílabas,
compuesta por 14 versos yámbicos de cuatro pies métricos cada uno. El narrador es
alter ego de Pushkin, quien a menudo incurre en digresiones, la trama de la novela es
escasa y vale más por cómo lo cuenta –el locuaz narrador- que por lo que cuenta.
Oneguin, dandy aburrido de la vida, hereda la mansión campirana de su tío. Al
llegar, hace imprevista amistad con el poeta Vladímir Lensky. Un día Lensky lleva a
Oneguin a cenar con la familia de su prometida Olga Larina. En la reunión, la hermana
de Olga, Tatiana –Tania-, joven señorita provinciana, aficionada a los libros y poco
sofisticada, se enamora de Oneguin. Por la noche, Tania le envía una carta a Oneguin
confesándole su amor. Esto es algo que podría hacer una heroína de las novelas
francesas de Tatiana, pero en la sociedad rusa se considera inapropiado que una joven
soltera tome la iniciativa. Oneguin no responde a la carta. Los dos se encuentran en su
siguiente visita, en la que él rechaza sus lances en un discurso con tacto pero
condescendiente.
Más tarde Lensky, despreocupadamente invita a Oneguin al santo de Tatiana
prometiendo una pequeña celebración sólo con ésta, su hermana y los padres de ellas. En
la fiesta Oneguin encuentra un grandioso baile que le recuerda al mundo sofisticado y
ágil que ha comenzado a añorar. Para vengarse de Lensky y divertirse, Oneguin
coquetea y baila con Olga. Lensky se marcha enojado y por la mañana lanza un reto a
Oneguin para batirse en duelo. En el duelo Oneguin mata a Lensky, y luego huye.
Tatiana visita la mansión de Oneguin donde lee sus libros, con notas en los
márgenes, y a través de esto empieza a creer que el carácter de Oneguin es una mezcla
de diferentes héroes literarios y que no hay un "verdadero Oneguin".
Años después, Oneguin encuentra por azar a su primo, un príncipe, y le invita a
una recepción. Allí vuelve a encontrar a Tatiana, a la que al principio no está seguro de
reconocer; le pregunta a su pariente y este le dice que es su esposa. Tatiana ha cambiado
mucho en este entorno, su belleza provoca grandes remordimientos a Oneguin, que se da
cuenta del error al rechazarla. Intenta conquistar su afecto, a pesar de que ella está
ahora casada, para conseguir sólo que le ignore. El libro acaba cuando Oneguin
consigue ver a Tatiana y de nuevo es rechazado en un discurso que tiene ecos del que
previamente él le lanzó a ella. Aunque siga queriéndole, permanecerá fiel a su marido.
Un tema de Eugenio Oneguin es la relación entre la ficción y la realidad. Como el arte
imita la vida, la gente adopta las formas que dicta el arte. La hermana romántica,
Tatiana, está leyendo una novela cuando su madre le dice que la vida no es así. La obra
está llena de alusiones a otras obras y la mayoría de los personajes se ven influidos por la
literatura).9
El día señalado, el Poeta presentía su muerte (quizá ya estaba decretada por los
límites extremos del destino del genio)10: se había ido a despedir de sus amigos, la
gitana vio en la constelación de su mano el infortunio, el caballo se resistía a
trotar, un gato negro cruzó por su camino.
Formado en el Liceo militar Imperial de Tsárskoie Sieló, alcanzó a disparar
primero pero un botón desvió el acierto del corazón de su adversario. Las bajas
murmuraciones (con conocimiento del zar) que lo arrastraron a su (des)tino fueron
por envidia pero también por su quemante sol11. Su sucesor, por su grandeza
9 El duelo que duele: A principios del XIX, los duelos eran regulados estrictamente. La
principal obligación de un segundo era impedir que el duelo tuviera lugar, sólo cuando ambos combatientes no estuvieran dispuestos a renunciar, asegurarse de que el duelo se realizara conforme las reglas establecidas. El segundo del duelista debía siempre preguntar a la parte desafiada si quería disculparse por sus acciones que habían llevado al reto. En Eugenio Oneguin, el segundo de Lensky, Zaretsky, no le pregunta jamás a Oneguin si quiere disculparse, y dado que a Oneguin no le está permitido disculparse por iniciativa propia, tiene lugar el duelo con fatales consecuencias. El pedante Zaretsky no parece un noble. La primera oportunidad de Zaretsky de poner fin al duelo es cuando entrega el desafío escrito de Lensky a Oneguin. En lugar de preguntar a Oneguin si quiere disculparse, él se excusa por tener mucha prisa y se marcha tan pronto como Oneguin, obligado, acepta el desafío.
10 Zaretsky, palabra que viene de Zar, pudo evitar el duelo - prohibido en el Imperio Ruso- muchas veces, pero no lo hizo, como el Zar en la vida real, con esto se da otra premonición-sincronicidad entre la obra y la historia. El día del duelo es el 13 de enero (antiguo estilo), entre otras cosas por esto el 13 es un día de mala suerte en Rusia.
11 El gobierno ruso, temiendo una manifestación política durante el funeral, trasladó el cuerpo en secreto a medianoche a un monasterio cerca de Mijáilovskoye, la hacienda de su madre, donde le dieron sepultura con la única asistencia de parientes y amigos, a pesar de todo la gente se reunió y manifestó. El único que se atrevió -contra la censura directa del conde Benkendorv- a dar la noticia sobre su muerte, después de una agonía de 48 horas en que sobre todo disculpaba a su esposa Natalia, fue Andrei Kraievsky, en un suplemento, Los anexos
poética y patriótica, Mijail Lérmontov (1814- 1841) saltó a la cúspide de la fama
con “La muerte del poeta”12 dedicado a Pushkin: por este poema empezó a correr
literarios escribió: “¡Se puso el sol de nuestra poesía! Ha muerto Pushkin, nuestro poeta, nuestra alegría, nuestra gloria popular”. En aquella época -contra todo y contra el intento de silenciar el asesinato- más de 32 000 personas se reunieron para estar junto al poeta.
12 ¡Murió el poeta! -El siervo de la dignidad-/¡Con sed de venganza y plomo en el pecho /Cayó, difamado
del rumor,/Inclinó la orgullosa cabeza! /¡No soportó/Ofensas mezquinas, la vergüenza,/Se levantó contra el
decir del mundo/Y solo, como siempre, lo asesinan!/¡¿Para qué el llanto ahora, /El coro inútil de huecos
elevados/El miserable balbuceo/ justificándose?/Se cumplió la sentencia del destino!/¿No son ustedes los
primeros /Que envidiaron maliciosos/Su libre don audaz, para su diversión/Avivaron el incendio
agazapado?/¿Entonces, qué? Diviértanse... Atormentado/No iba a soportar el sufrimiento:/Se apagó, como
lumbrera, el asombroso genio/Se marchitó, majestuoso, el coronado.//Fríamente, su asesino/Hundió sin
salvación el golpe:/Latía parejo su corazón vacío/No titubeó en la mano la pistola./¿Y el divo?... a lo lejos,/A
prófugos centenares semejante/Captura puestos y placer/Arrojado hasta nosotros por voluntad del
sino./Riéndose, insolente, despreciaba/De nuestra tierra su diferente lengua y sus costumbres;/No pudo
perdonar a nuestra gloria/El momento sangrante no entendía /¡Al que su mano levantó!...//Al ultimado lo
llevó la tumba/Como al cantante, desconocido pero amado,/Sorda presa de los celos,/Cantado por él con tan
maravillosa fuerza/Vencido, como él, por mano despiadada.//¿Para qué su tierna paz y su amistad
sincera/Entraron a esta luz envidiosa y sofocante/Para el libre corazón y la pasión ardiente?//¿Para qué
ofreció su mano a la calumnia/Tan abajo? ¿A qué creyó palabras y cariños falsos/Si conocía a la vida desde
su juventud?...//Y quitándole el laurel, corona hiriente,/Enrollada con palmas, le impusieron,/Severas espinas
secretas/Que punzaban su gloriosa frente./Envenenó sus últimos instantes/El rastrero murmullo de burlas
ignorantes./Falleció -deseo sediento de venganza,/Recóndito despecho: empeñadas esperanzas.//Callaron los
mágicos sonidos /Las canciones ya no sonarán://Y Estrecho y triste está su hogar/Sellados los labios del
cantante.//¡Y ustedes sucesores arrogantes/De la célebre hipocresía de sus gloriosos padres/Reparan
fragmentos con el talón encadenado/Jugando con la felicidad de estirpes ofendidas!/Ustedes, ególatra masa,
la misma suerte: primero fue deportado al Cáucaso, después asesinado en un duelo
planeado y provocado por intrigas13.
La inauguración de la literatura rusa es trágica pero legendaria y
deslumbrante.
Los doscientos años del aniversario de Alexander Pushkin, son la edad del
nacimiento de la lengua rusa.
junto al trono apiñada /¡Verdugos de la Gloria, la Libertad y el Genio!/Bajo la sombra de la ley se
esconden/Y el juicio y la verdad -¡están callados!.../Mas, amasios de la perversidad,/Existe el criterio
divino/Espera el juicio terrible /Al sonido del oro inalcanzable :/Actos y pensamientos sabe por adelantado./Y
entonces será inútil acercarse a la maledicencia/Esta vez no los protegerá /¡Con su oscura sangre no podrán
lavar/La sangre cristalina del poeta! (Trad. V.T.)
13 Quizá por esto y por una especie de magia simpática o imitativa -muy usada en Rusia- Pasternak recomendaba a los jóvenes no escribir poemas sobre la muerte.
A K...
Recuerdo aquel mágico instante:
Apareciste frente a mí
Como visión fugaz
Cual genio de la belleza pura.
En la angustia opresora de la desesperanza
En la zozobra del trajín escandaloso
Largo tiempo resonó tu dulce voz
Y soñé tus líneas armoniosas.
Pasaban los años. Tormenta de rebeldes
Temporales los sueños ahuyentó
Y olvidé tu cariñosa voz
Tus líneas celestiales.
En la espesura lóbrega de la prisión
Mis días silenciosos se estiraban
Sin la divinidad o inspiración
Sin lágrimas, sin vida, sin amor.
El alma un día se despertó:
Y otra vez apareciste tú
Como visión fugaz
Cual genio más puro de belleza.
Pulsa encantado el corazón
Para él nacieron otra vez
Divinidad e inspiración
Y vida y lágrimas y amor.
EL PROFETA
Ciego vagaba en tétrico desierto
Mi espíritu sediento padeció,
Alado serafín, de pronto,
En una encrucijada apareció.
Con leves dedos como sueño
Mis párpados tocó.
Se abrieron proféticos mis ojos
Ojos de un águila en peligro.
Rozó mis oídos,
De clamores se llenaron, de sonidos:
Oí las vibraciones del éter
Y el vuelo de los ángeles
El discurrir de los peces bajo el mar
Y el crecer silencioso de la vid.
Me apartó los labios, me arrancó la lengua
Maliciosa, locuaz y pecadora.
Con mano ensangrentada
Puso entre mis labios yertos
Bífida lengua llena de sabiduría.
Abrió mi pecho con su espada,
Arrancó mi palpitante corazón
Y un ascua ardiente en la herida me incrustó.
Exánime yacía sobre el desierto
Cuando la voz de Dios me despertó:
“Levántate, Profeta, abre tus ojos, tus oídos,
Y a través del mar y de la Tierra, de los pueblos
Tu verbo abrase el corazón”.
ROSA
¿En dónde está nuestra rosa
Amigos míos?
Se marchitó la rosa
El bebé de la Aurora.
No digas:
¡Así se seca la juventud!
Ni digas:
¡Ésta es la alegría de la vida!
Dile a la flor:
¡Perdona, lo lamento!
Y condúcenos
Hacia el lirio blanco14.
EL PESCADOR Y EL PECECITO
Vivía el viejo con su esposa
Junto al mismo mar azul
Vivían en choza de barro
Hacía ya treinta y tres.
Con su red pescaba el viejecillo
Y tejía la vieja con su hilado.
14 O la azucena.
Echó el viejo al mar azul la red
Que con lama recogió,
Por segunda vez ya la lanzó
Mas con marina hierba regresó,
La lanza por tercera vez
Y la red llegó ahora con un pez,
No cualquiera, no pez simple, era dorado.
¡Cómo imploraba el pez de oro
Con suplicante voz de humano!:
- ¡Libérame en el mar, anciano
Valiosa recompensa te daré:
Todo lo que me pidas cumpliré!
Asombrado el viejo y espantado
(Pescaba ya hace treinta y tres
Y jamás oyó que un pez hablara)
Liberó al pez dorado
Y dijo con palabras cariñosas:
- Ve con dios dorado pez
No necesito tu rescate
Márchate al azul del mar
Paséate en la inmensidad.
Regresó el anciano con la vieja
Le contó la increíble maravilla:
-Hoy atrapé un pez
Que hablaba nuestro idioma,
Pez de oro, no cualquiera
Me pidió a casa regresarlo
Al mar azul, ofreciendo valiosa recompensa
Cualquier cosa que quisiera
No me atreví a aceptar su ofrecimiento
Y lo liberé en el mar azul.
La vieja al anciano insultó:
-¡Estúpido, tarado
No supiste tomar su recompensa
Al menos le aceptaras una tina
La nuestra por completo se rompió.
Así salió al mar azul
Vio al mar que alegremente retozaba
Y se puso a llamar al pez dorado
El pez nadó hacia él y preguntó
- ¿Qué se te ofrece anciano?
Inclinándose el viejo le responde:
-Apiádese de mí, mi Señor pez,
Me regaña a mí la vieja
No me deja estar en paz
Quiere para ella nueva tina
La nuestra por completo se rompió.
Y contesta el pez dorado:
- No estés triste, ve con dios
Que tendrán su nueva tina.
Regresó el anciano con su vieja
Que tenía ya la nueva tina
Pero peor rugió la vieja:
-¡Estúpido, tarado,
Pediste una tina solamente!
¿Sacaste gran provecho de la tina?
Regresa tonto, con el pez
Inclínate y pídele una casa.
Y regresa el viejo al mar azul
(Se enturbió el mar azul)
Empezó a llamar al pez dorado
El pez nadó hacía él y preguntó
-¿Qué se te ofrece anciano?
Inclinándose el viejo le responde:
-Apiádese de mí, mi Señor pez
Me insultó peor mi viejecilla
No me deja estar en paz
La gruñona quiere una cabaña.
Le responde el pez dorado:
-No estés triste, ve con dios
Así será: casa tendrán.
Regresó el viejo a su casucha
Ya no estaba su covacha, ni su huella
Frente a él una dacha15con buhardilla
De ladrillos, blanco tiro de la chimenea
Y entablado de roble, el portón.
La vieja estaba sentada bajo la ventana,
En todo lo que el mundo se sostuvo16
Lo regaña: -¡estúpido, tarado,
Pediste, imbécil la cabaña!
Regresa e inclínate al pez:
No quiero ser una sucia campesina
15 Cabaña de campo rusa.
16 Dicho ruso: en todo lo que abarca el mundo, en su esencia.
Quiero ser aristócrata noble.
Se fue el viejito al mar azul
(El inquieto mar azul)
Se puso a llamar al pez dorado.
El pez nadó hacía él y preguntó:
-¿Qué se te ofrece anciano?
Inclinándose el viejo le responde:
-Apiádese de mí, mi Señor pez
Peor que antes la vieja se empecina
No me deja estar en paz
Ahora no quiere ser ya una campesina
Quiere ser una aristócrata.
Le contesta el pez dorado:
-No estés triste, ve con dios.
Regresó el viejo con la vieja
¿Y qué vio? Una alta torre
Y está su vieja en el zaguán
En corpiño de cara marta cebellina
En tocado: coronilla embrocada,
Su cuello de perlas retacado
En las manos sortijas de oro
En los pies rojos botines
Frente a ella diligentes mozos
Ella los golpea, los jala del copete
Le dice el viejo a su vieja:
-¡Buenos días noble señora, alteza-emperatriz
¿Ahora está su almita ya contenta?!
Le gritó la vieja
(Y lo mandó a servir a las caballerizas).
Así pasa otra semana y otra
Y peor la vieja se emperró
Y lo manda al pez de nuevo:
-Regresa e inclínate ante el pez
No quiero ser señora de palacio
Quiero ser una zarina todopoderosa.
Espantado el viejecillo implora:
-¡Qué te pasa vieja, te atascaste de beleño?
Ni caminar, ni hablar tu sabes
Vas a hacer reír a todo el reino.
Se enojó aún peor la vieja
Y le da un bofetón.
-¿Cómo te atreves campesino a discutir conmigo
Una noble aristócrata?
¡Ve al mar, te lo ordeno en buena forma,
Si no vas te mando a fuerza!
El viejo se dirige al mar,
El mar azul estaba negro,
Empezó a llamar al pez dorado
El pez nadó hacia él y preguntó:
-¿Qué se te ofrece anciano?
Con una reverencia el viejo le contesta
-Otra vez mi vieja se revela
Ya no quiere ser aristócrata
Quiere ser una poderosa zarina.
Le responde el pez dorado:
-No estés triste ve con dios
¡Bueno, será tu vieja una zarina!
El viejecillo regresó con esa vieja
¿Y que pasó? Frente a él: aposento de zar.
En el trono vio a su vieja
A la mesa se sienta cual zarina
La atienden nobles y boyardos17
Le sirven vino ultramarino
Los aflige con melindres
Severa guardia alrededor de ella
17 Nobles feudales rusos.
En sus hombros las hachas se sostienen.
En cuanto la vio, ¡el viejo se asustó!
A sus pies se inclina y dice:
-¡Buenos días terrible zarina!
¿Ahora su almita está contenta?
La vieja ni lo vio
Sólo ordenó sacarlo de su vista,
Corrieron boyardos y nobles
Tomando y empujándolo del cuello,
A la puerta llegaron vigilantes
Por poco y lo descuartizan con las hachas
Y el pueblo ríe de él:
-¡Ten tu merecido viejo malcriado
Ten para ti, ignorante, esta lección:
No te sientes donde no está tu lugar!
Pasa otra semana
Y peor la vieja se empecina
A los cortesanos manda por su esposo.
Buscaron al viejo y lo trajeron
Dice la vieja al anciano:
-Regresa y te inclinas con el pez
No quiero ser una gran zarina
Quiero ser la soberana del mar
Para vivir en la mar océano
Para que me sirva el pez dorado
Y esté bajo mis pies.
El viejo no se atrevió a contradecirla
No pronunció palabra alguna
Y se dirige al mar azul.
Ve en el mar negra tormenta
Así se hinchan las olas enojadas
Así andan y aúllan en coro y en manada.
Se puso a llamar al pez dorado
El pez nado hacia él y preguntó:
-¿Que se te ofrece anciano?
Inclinándose el viejo le responde:
- Apiádese de mí mi Señor pez
No sé que hacer con mi maldita bruja
Ya no quiere ser zarina
Quiere ser del mar la soberana
Para vivir en el océano
Para que tú mismo le sirvas
Y estés bajo sus pies.
No dijo nada el pez
Sólo con su cola chapoteó
Y se fue hacia el profundo mar
Largamente esperó el viejo la respuesta
No pudo más y con la vieja regresó.
Y ve: otra vez frente a él la choza,
En la entrada su vieja está sentada
Y a sus pies… la tina rota.