54
PENSAMIENTOS… 40 LA MIRADA DE DIOS LA MIRADA DEL HOMBRE INTRODUCCIÓN En los ojos de una persona se asoma toda su interioridad; y con su mirada entra en contacto con todo lo que hay a su alrededor y con la mente y el corazón de los demás. Dios no tiene ojos, pero tiene vista: “El que dio forma al ojo, ¿acaso no va a ver?” (Sal 94,9). Ver es conocer. Nuestro conocimiento es limitado, ya sea físicamente como mentalmente, porque nuestra vista y nuestra inteligencia son limitadas, como creaturas que somos. En cambio el conocimiento de Dios es infinito; su mirada abarca todo el universo, en el tiempo y la eternidad; porque todo está sustentado por su inmensa energía creadora. La mirada de Dios se dirige desde siempre a su Hijo amado, encontrando en El su propio rostro y sintiendo nacer hacia Él el Amor infinito que los une: el Espíritu Santo. En la Trinidad circula una mirada de amor (pericoresis), que se desborda y alcanza a todas sus creaturas, especialmente al hombre. Veremos en estas páginas como Dios contempla complacido su obra, la naturaleza, y al hombre, su creatura privilegiada, queriendo hacerlo partícipe de su vida divina. A través de Cristo, la mirada de Dios se hace humana y cercana, paterna y benevolente. Por otra parte observaremos al hombre apuntado su vista y su corazón hacia Dios mismo y a su obra, contemplando sus maravillas. Será objeto de nuestro estudio nuestra visión del “mundo” y la del “mundo” hacia nosotros y hacia Dios. Muy importante es la mirada recíproca entre los hombres, para enlazar nuestras vidas en fraternidad y caminar juntos hacia la casa del Padre. Cerraremos con algunas consideraciones sobre la teología de la historia, que trata del sentido y la dirección de todos los acontecimientos humano-divinos, finalizados a la comunión eterna con Dios. Mons. Roberto Bordi ofm INDICE números Vio Dios que todo era muy bueno………………………………….. 1 - 12 La mirada paterna de Dios………………………………………….. 13 - 23 La mirada de Jesús………………………………………………….. 24 - 32 La mirada del hombre hacia Dios………………………………….. 33 - 43

monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

PENSAMIENTOS… 40 LA MIRADA DE DIOS LA MIRADA DEL HOMBRE

INTRODUCCIÓN

En los ojos de una persona se asoma toda su interioridad; y con su mirada entra en contacto con todo lo que hay a su alrededor y con la mente y el corazón de los demás. Dios no tiene ojos, pero tiene vista: “El que dio forma al ojo, ¿acaso no va a ver?” (Sal 94,9). Ver es conocer. Nuestro conocimiento es limitado, ya sea físicamente como mentalmente, porque nuestra vista y nuestra inteligencia son limitadas, como creaturas que somos. En cambio el conocimiento de Dios es infinito; su mirada abarca todo el universo, en el tiempo y la eternidad; porque todo está sustentado por su inmensa energía creadora. La mirada de Dios se dirige desde siempre a su Hijo amado, encontrando en El su propio rostro y sintiendo nacer hacia Él el Amor infinito que los une: el Espíritu Santo. En la Trinidad circula una mirada de amor (pericoresis), que se desborda y alcanza a todas sus creaturas, especialmente al hombre. Veremos en estas páginas como Dios contempla complacido su obra, la naturaleza, y al hombre, su creatura privilegiada, queriendo hacerlo partícipe de su vida divina. A través de Cristo, la mirada de Dios se hace humana y cercana, paterna y benevolente. Por otra parte observaremos al hombre apuntado su vista y su corazón hacia Dios mismo y a su obra, contemplando sus maravillas. Será objeto de nuestro estudio nuestra visión del “mundo” y la del “mundo” hacia nosotros y hacia Dios. Muy importante es la mirada recíproca entre los hombres, para enlazar nuestras vidas en fraternidad y caminar juntos hacia la casa del Padre. Cerraremos con algunas consideraciones sobre la teología de la historia, que trata del sentido y la dirección de todos los acontecimientos humano-divinos, finalizados a la comunión eterna con Dios.

Mons. Roberto Bordi ofm

INDICE números Vio Dios que todo era muy bueno………………………………….. 1 - 12 La mirada paterna de Dios………………………………………….. 13 - 23 La mirada de Jesús………………………………………………….. 24 - 32 La mirada del hombre hacia Dios………………………………….. 33 - 43 La mirada del hombre a la creación……………………………….. 44 - 55 La mirada del hombre hacia sí mismo…………………………….. 56 - 67 La mirada del hombre a sus semejantes………………………….. 68 -79 La mirada del niño y del joven……………………………………… 80 - 91 La mirada del “mundo” a Dios y al hombre……………………….. 92 -102 La mirada de la Iglesia al “mundo”…………………………………. 103 - 115 Una mirada a la historia……………………………………………… 116 -126

Page 2: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

“VIO DIOS QUE TODO ERA MUY BUENO”

1. El libro del Génesis dice que al terminar su obra creadora, “vio Dios que todo lo que había hecho era muy bueno” (Gn 1,31). Así como un artista, un ingeniero, un escritor, un albañil… se para a contemplar su obra y queda satisfecho si le parece bien hecha, también Dios contempló el maravilloso mundo que salió de sus manos y quedó satisfecho. El relato del Génesis quiere expresar, con imágenes populares, sacadas de la cultura del medio oriente, la creación del mundo. Los primeros once capítulos del Génesis, no son ni históricos ni científicos ni filosóficos, sino doctrinales. Por lo tanto no se puede pretender que coincida con la astronomía, la física y la biología de nuestros tiempos. Solamente quiere transmitir la enseñanza de que Dios es el Creador del universo y el Padre de la familia humana, y que su obra es magnífica.

2. Dios se complace de su obra. Y con razón, pues se trata de una maravilla desde el punto de vista de la grandiosidad y de la perfección del universo y de cada elemento, desde el átomo a las galaxias, de la molécula a la vida, de los microbios al hombre, de la semilla a las miles de especies de plantas, flores y frutos… y el todo en una armonía ecológica universal, que se desenvuelve a lo largo de millones de años con regularidad y perfección. Además toda criatura y el universo entero está revestido de mucha belleza y cargado de grandes riquezas. Dios puede estar orgulloso de su obra, que revela su inmenso poder, su extraordinaria sabiduría, su exquisito gusto estético, sus infinitos recursos creativos.

3. Hay científicos y filósofos que hablan del “fin antrópico” del universo. Es decir que Dios creó y ajustó todas las medidas y energías del universo para hacer posible la existencia del hombre, obra maestra de su poder, que hizo a su “imagen y semejanza”. El relato bíblico lo sugiere de una manera casi poética, cuando dice que Dios creó la tierra, las aguas, los árboles, el sol, la luna y las estrellas, y por fin un jardín con toda clase de árboles frutales, “hermosos para ver y buenos para comer” (Gn 2,9); ahí puso al hombre, luego creó la mujer, los bendijo para que se hagan compañía, se multipliquen y vivan felices.

4. San Pablo hace eco a las palabras del Génesis y afirma : “Todo lo que ha creado Dios es bueno y nada se debe rechazar…” (1Tim. 4,4). En la antigüedad los maniqueos y los gnósticos sostenían que la materia y el mundo es malo, y que el hombre se encuentra en una situación de caída, por lo tanto tiene que liberarse del cuerpo y de la materia para retornar con el espíritu al hogar originario, que es el “hiperuráneo”, o mundo de las ideas. Sin embargo Cristo al venir al mundo y al asumir la naturaleza humana, ha ratificado la bondad de la creación de Dios. El mal y la muerte entró en el mundo por el pecado, dice San Pablo (cfr Rom. 5,12), no por voluntad de Dios. En el libro de la Sabiduría leemos: “Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes; todo lo creó para que subsistiera” (Sab 1,13). Todo lo que viene de Dios es bueno, porque Él es “el único Bueno” (Mc 10,18), Santo (Is 6,3) y Perfecto (Mt 5,48).

5. Hay quien cuestiona que la creación de Dios sea totalmente buena. Se acepta la explicación del mal moral y de ciertos males físicos, que dependen de la libertad humana. Pero no se comprenden tantos males que no dependen de la voluntad humana, como los terremotos, las

Page 3: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

inundaciones, las epidemias, la existencia de ciertos virus o animales peligrosos, la muerte prematura, el sufrimiento de los niños inocentes etc. Debido a que hay el bien y el mal en el mundo, los maniqueos explicaban que hay dos principios creadores: uno del bien y otro del mal. Pero esto es absurdo, porque no puede haber dos dioses, pues para distinguirse, uno debería tener lo que el otro no tiene, pero ya no serían Dios, porque Dios es todo, es absoluto, por lo tanto es único. Y si es único no puede ser bueno y malo a la vez. La explicación no es fácil. No olvidemos que somos creaturas limitadas y no podemos comprenderlo todo. Seguramente si Dios permite los males, es para un mayor bien, dentro de una visión global – material y espiritual, temporal y eterna - de la vida y de la realidad. Por ejemplo, la Virgen de Fátima le dijo a la niña Lucía que algunos enfermos quedarían curados, otros no porque no les convenía para su bien espiritual y su salvación eterna. Los sufrimientos y los peligros muchas veces nos ayudan a buscar a Dios, a convertirnos y mejorar nuestra vida. Se trata entonces de confiar en Dios.

6. Dios Padre mirando la perfección y la grandiosidad de su creación, se regocijó infinitamente presentándola como un obsequio de infinito amor a su Hijo eterno, por quien y para quien lo hizo todo: “por Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en el cielo y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por Él y para Él” (Col 1,16; cfr Jn 1,3; 1Cor 8,6). En la carta a los Romanos 11,36 leemos: “De El, por El y para El son todas las cosas. A El sea la gloria para siempre. Amén”. Y el gozo del Hijo retorna al Padre por el amor del Espíritu en un infinito abrazo trinitario.

7. El mayor motivo de la complacencia de Dios en su creación, es el hombre, porque en él ve reflejado el rostro de su Hijo y su propia imagen; y cuando los hombres se apartaron de su presencia y de su amor, Dios los recuperó haciéndolos “hijos en el Hijo”. San Ireneo afirma que “el hombre viviente es la gloria de Dios, y la vida del hombre es la visión de Dios”. Le pareció bien a Dios haber hecho al hombre por parejas que engendran hijos, y reproducen así el modelo trinitario, en una comunión de vida, amor y diálogo. Dios está contemplando actualmente unos mil quinientos millones de hogares, en donde hace arder el fuego del amor, considerando que la población mundial ha pasado de los siete mil millones de personas.

8. Seguramente Dios mirará con cariño a los niños con su vitalidad y alegría, con sus juegos y ocurrencias, con su inocencia, humildad y afectividad; niños en los hogares, en las escuelas, en las plazas y en los parques. Le agradará ver a los jóvenes, sanos y bellos, tan entusiastas por la vida, tan ilusionados con el amor, tan esperanzados por el futuro. También contemplará complacido a los adultos con su núcleo familiar, metidos en los talleres, laboratorios, oficinas, campos, mercados, escuelas, colegios y universidades, en los puestos de trabajo… Le gustará ver a la gente aglomerarse para las competencias deportivas, para eventos artísticos, para momentos de diversión; participar en excursiones turísticas, contemplar y explorar la naturaleza, celebrar las fiestas familiares, las fiestas de la comunidad y las fiestas religiosas. Para Dios debe ser motivo de regocijo ver tanta vida, tanta belleza, fruto de su mente, de su corazón y de su poder.

Page 4: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

9. El sueño de los científicos siempre ha sido crear la vida, pero nunca han podido, porque en la naturaleza “nada se crea, todo se transforma”. Solo Dios puede comunicar la vida. Y Dios hace maravillas con su poder, dando vida a millones de animales y millones de hombres, dotándolos de formas, energías, riquezas y habilidades extraordinarias. Y en los hombres imprimió su propia imagen, les dio inteligencia, voluntad, memoria, corazón, consciencia… pero sobre todo grabó en su ser la sed de infinito y de perfección con que los atrae hacia Sí mismo, para que gocen de las riquezas infinitas de su Amor y de su Ser. Dios nos mira y nos alienta en nuestra búsqueda, para que lleguemos a descubrirlo y a gozar de su plenitud. Como vio que la humanidad se extravió y sigue andando por caminos de muerte y vacío, Dios armó la Historia de la Salvación, que culmina con el envío de su Hijo, para conducir a todos los hombres hacia su encuentro, y hallar así la felicidad. Porque Dios como Padre, es feliz viendo felices a sus hijos.

10.El Creador puso en las manos del hombre un gran capital y le dio buenas herramientas para que crezca y se desarrolle. Con su mirada eterna, que abarca todos los tiempos, le habrá parecido muy bueno ver el desarrollo de las civilizaciones, el progreso de la ciencias y la técnica, la producción de bienes para su provecho, el despliegue de las artes y las culturas, el perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo e investigación, la construcción de ciudades, carreteras, infraestructuras, medios de comunicación, el cultivo de la tierra y la producción agropecuaria, el aprovechamiento de los minerales y vegetales, la exploración de la tierra y del espacio, el estudio apasionado del universo en lo macroscópico y lo microscópico… Seguramente Dios aplaude a su familia humana, como un padre aplaude los éxitos y progresos de sus hijos.

11.Dios mira y escucha con benevolencia y aceptación a los hombres y a los pueblos que se juntan en los templos para adorarle, alabarle, agradecerle, pedirle gracias y suplicar el perdón de sus pecados. (cfr. Prov 15,8). Aprecia también las oraciones de aquellos que todavía no han conocido a Cristo y su Evangelio, pero que con profundo sentido religioso, buscan a Dios y tratan de vivir conforme a su consciencia. En el salmo 32,11 se dice que Dios “se complace en los justos y rectos de corazón”. En cambio mira con desagrado a aquellos que lo niegan, luchan contra las verdades religiosas, llevan una conducta al margen de su santa Ley, proclamándose autosuficientes y dueños de actuar a su arbitrio. La ignorancia o la rebeldía caracteriza su actitud, que no es nada buena (cfr. Sal 5,4) y nada agradable a Dios.

12.Seguramente Dios ve también el mal que hay en el mundo, en cada hombre, en la historia humana. Aun así Dios sigue fijándose en lo bueno que es el hombre en su naturaleza, en su ser ontológico de cuerpo y espíritu, porque puso en él algo de sí mismo, como el ser, el amor, la belleza, la inteligencia… Y sabe distinguir entre lo que el hombre es y lo que hace. Lo que es, sigue siendo bueno, con todas las riquezas y maravillas que Dios ha depositado en él. El mal está en lo que hace o no hace, en su conducta, en sus acciones y decisiones, en sus vicios y errores. Pero Dios quiere rescatar a los hombres del mal y devolverle la santidad originaria, para su felicidad y para su gloria. Por eso seguirá ofreciendo nuevas oportunidades a todas las generaciones, para que hagan su opción para el bien y vuelvan a alegrar la mirada y el corazón de Dios.

Page 5: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

LA MIRADA DE DIOS PADRE

13.Jesús enseñó a sus apóstoles a considerar a Dios como “Padre nuestro”. Entonces su mirada es una mirada paterna, con amor eterno e incondicional. Dice el P. Gustavo Lombardo: “Mirada eterna es la mirada de Dios porque desde toda la eternidad nos ha amado; mirada que no juzga por apariencias sino que mira al corazón (cf. 1Sam 16,7); mirada comprensiva porque nadie como Él nos conoce; mirada alentadora, porque por sobre todo desea nuestra perfección; mirada que ve en lo secreto (Mt 6,18); mirada amplia, ya que tiene presente un sinnúmero de circunstancias que nos rodean. Y por sobre todas las cosas la mirada de Dios es una mirada incondicional, porque incondicional es el amor con el cual nos ama”.

14.Ya en el Antiguo Testamento los Israelitas tenían la experiencia de que Dios ve «hasta en la profundidad», y esta convicción se convirtió en una afirmación fundamental de su fe (Gn 24,32; Sal 33,13). En el salmo 139 (138) está bien expresado como Dios nos conoce desde la gestación en el vientre de nuestra madre: “Tus ojos vieron mi cuerpo en formación” (v. 16). Nos conoce y sabe todo de nuestra vida, lo que pensamos, lo que hacemos y por donde vamos: “Tú conoces todas mis acciones; aun de lejos te das cuenta de lo que pienso; sabes todas mi andanzas…” (vv. 2-3). No hay lugar que le impida vernos, ni las alturas, ni los abismos, ni la oscuridad (cfr. vv. 8-12). Dios conoce también nuestras tristezas y alegrías: “Tu amor me trae gozo y alegría. Tú has visto mis tristezas, conoce mis aflicciones” (Sal 31,8); «ve la aflicción del pueblo» (Ex 3,7) y «la opresión con que los egipcios los oprimían» (Ex 3,9). Y Dios está ahí para auxiliarnos: “Tú eres mi refugio, me proteges del peligro, me rodeas de gritos de liberación” (Sal 32,7).

15.En el Nuevo Testamento Jesús nos asegura que Dios nos considera hijos, cuida de nosotros y nos tiene contados hasta los cabellos de nuestra cabeza (cfr. Mt 10,30); sabe de nuestras necesidades antes de que le pidamos socorro (Mt 6,8); con su providencia nos proporciona el pan de cada día; sabe de nuestros pecados pero nos espera y nos busca para ofrecernos su perdón (cfr. Mc 2,17; Mt 9,13). Jesús nos dice también que Dios ve nuestras buenas obras y nuestras maldades, y sabe si estamos encaminados hacia un destino eterno de salvación o de perdición (cfr Mt 25,34-46). Pero “quiere que todos los hombres se salven” (1Tim 2,4), por eso nos envió a su Hijo amado para que nos conduzca a la vida eterna (cfr. Jn 10,10). En Cristo la mirada de Dios se hizo humana, se hizo amor, compasión y salvación: "Tanto amó Dios al mundo que nos dio a su propio Hijo" (Jn 3, 16; cfr 1Tim 1,15).

16.La mirada de Dios es una mirada de misericordia y de compasión (cfr. Sal 145,8) y está cerca de los que sufren (cfr. Sal 34,18). No es una mirada lejana e indiferente, impasible y fría frente a los sufrimientos y las alegrías humanas, sino una mirada de amor, que se involucra activamente en el sentir de sus creaturas: "Clemente y compasivo es Yavé, tardo a la cólera y lleno de amor" (Sal 103, 8), hasta llegar a encarnarse para hacernos sentir su cercanía: "El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" (Jn 1,14). Muchas veces los hombres somos implacables con nuestros semejantes, juzgando, condenando, rechazando, matando. Incluso llegamos a invocar la justicia de Dios para que castigue a los culpables y a los pecadores.

Page 6: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

Jesús corregirá esta actitud arraigada en la mentalidad del pueblo judío, e invita a todos a ser “misericordiosos como el Padre celestial es misericordioso” (Lc 6,36).

17.Dios no se fija solo en las faltas, los defectos, en los crímenes, sino sobre todo en las cualidades, las virtudes y el corazón de los hombres, y los anima a crecer hasta llegar a la perfección de Cristo, modelo y ejemplo de toda santidad (cfr. Rom 13,14; Ef 4,13). "No me complazco en la muerte del pecador - dice el Señor - sino en que se convierta y viva" (Ez. 33,11). Dios como Padre, mira a los hombres como hijos suyos, por eso se preocupa para que no caigan en el sufrimiento eterno, sino que entren en el gozo eterno. Muchas veces interviene para salvarlos de la perdición, con iluminaciones, con advertencias y reproches en su consciencia, incluso con castigos y desgracias, para que se den cuenta del grave peligro en que están incurriendo. Los hombres vemos el camino de la vida solo a corta distancia, Dios ve todo el camino y donde desemboca. Deberíamos hacerle caso a Dios si no queremos precipitar en el abismo del infierno, donde “habrá llanto y rechinar de dientes” (Lc 13,28), sin posibilidad de retorno.

18.El paraíso y el infierno comienzan aquí en la tierra. Empezamos a gozar y a sufrir desde el primer momento que nacemos. La lucha de la vida consistirá en acumular más alegrías y apartar más sufrimientos. El mismo Dios nos ha creado con el deseo de felicidad y nos acompaña en nuestra lucha, siempre atento y sensible a nuestras necesidades, así como lo hace un padre con sus hijitos. Nos ofrece la vida y el universo entero para que lo disfrutemos; nos proporciona la capacidad de conocer y aprovechar los recursos de la tierra; nos da la capacidad de amar, haciéndonos gozar los sentimientos más hermosos; nos da el sentido estético y poético para admirar la belleza de todas las creaturas; y sobre todo, nos invita a buscarlo para compartir su vida divina y gozar en Él de la plenitud del ser, del amor, de la belleza, de la vida.

19.¿Cómo mira Dios a los que lo niegan, a los que se apartan de Él con rebeldía o indiferencia, a los que creen hallar la felicidad lejos de su presencia y en contra de su voluntad? En filosofía y en teología se dice que Dios no puede sufrir, porque si sufriera no sería Dios, pues el ser de la divinidad incluye el bien y la perfección absolutos. Sin embargo podemos entender que Dios lamenta la suerte de aquellos que lo rechazan, no porque le restan felicidad, sino porque ellos pierden su felicidad plena y caen en el sufrimiento total. Y como Dios es Bueno y es Padre, los mira con compasión e intenta de mil maneras recuperarlos para que no vayan a sufrir para siempre. Y no es Dios quien los rechaza, sino ellos rechazan a Dios, procurándose su propio castigo.

20.La mirada paterna de Dios produce alegría, seguridad, esperanza, confianza y plenitud de vida. Quien conoce a Dios sabe de su bondad y de su voluntad de protegernos y colmarnos de todo bien. Sabe también que Dios es omnipotente y que nadie podrá “arrebatarnos de sus manos” (Jn 10,29), ni hacernos daño: “No tengan miedo a los que pueden matar el cuerpo, pero no pueden matar el alma” (Mt 10,28); y el gozo verdadero se experimenta en el alma. Los que tienen verdadera fe, saben que Dios vela por los suyos, está a su lado en las alegrías y en las

Page 7: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

penas; por eso no padecen miedos y neurosis, y se abandonan totalmente a su amor de Padre. Junto con el salmista, rezan: “El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador” (Sal 18,2).

21.La mirada de Dios Padre es también un estímulo para alcanzar la perfección y la santidad de vida. Y eso de dos maneras: primero, sabiendo que nos está mirando, nos esforzaremos por agradarle con nuestras virtudes; segundo, trataremos de no disgustarle con nuestros pecados. Los hijos cuando se sienten observados por sus padres, tratan de portarse bien y evitar toda maldad, para merecer su aprobación y su amor. Una de las cosas que más tememos en la vida, es el juicio negativo, la crítica, la censura de los demás. Tal vez podemos escapar de la mirada de nuestros padres y de la gente en general; pero no podemos sustraernos a la mirada de Dios, porque “en Dios vivimos, nos movemos y existimos” (Hch. 17,28). Él ve no solo las acciones, sino también los pensamientos, los sentimientos y las intenciones. Entonces no nos queda otra cosa que actuar correctamente, si queremos gozar de su complacencia y evitar la angustia de su reproche.

22.La mirada salvífica de Dios se extiende a toda la humanidad. Dios no es exclusivo de nadie, porque es Padre de todos, especialmente de los bautizados. Entonces debemos acostumbrarnos a pensar en plural, a rezar junto a los demás y para los demás; a perdonar y socorrer a nuestro prójimo, si queremos ser perdonados y ayudados por Dios; a considerar a todos los hombres y a todos los pueblos como objeto de nuestro amor fraternal, incluyendo a los enemigos (Mt 5,44) y a los que no comparten nuestra fe y nuestra cultura. Si tuviéramos siempre presente la mirada paterna de Dios y su precepto de amar al prójimo como a nosotros mismos, podríamos superar más fácilmente los conflictos, crueldades y daños recíprocos. Recordemos lo que dice San Juan: “Nosotros tenemos este mandamientos de El: que el que ama a Dios, ame también a su hermano” (1Jn 4,21).

23.Dios mira a la humanidad como a su familia, porque Él nos ha dado vida; especialmente a los bautizados, quienes nos convertimos en “hijos en el Hijo”. Ya no somos “pueblo de Dios”, como los israelitas, sino familia de Dios, porque Él es el “Padre nuestro”. Así como un padre mira con cariño entrañable a sus hijos, preocupándose de todas sus necesidades, cuidándolos de todos los peligros, acompañándolos siempre, de cerca y de lejos, para que sean felices; igualmente Dios. Lo demuestra con su providencia, alimentando todos los días a siete mil millones de hombres); con su amor benevolente y con su poder, brindándonos todos los bienes de la naturaleza; con su gracia, llamándonos a participar de su vida divina por medio de la iglesia, la oración y los sacramentos; con sus promesas de vida eterna, reservándonos un lugar de gloria en su morada celestial y en su corazón (cfr. Jn 14,2).

LA MIRADA DE JESÚS

24. No sabemos exactamente si Jesús miraba siempre al mundo y a los hombres desde su naturaleza divina. Pero hay muchos episodios del Evangelio y muchas referencias de los apóstoles y del mismo Jesús que hacen pensar como su naturaleza divina y su naturaleza humana actuaban al unísono. Entonces su mirada adquiría una profundidad insondable y unas expresiones cargadas de misterio. En los ojos de una persona podemos ver sus sentimientos,

Page 8: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

su entendimiento, su apreciación y sus intenciones. Con razón se dice que los ojos son las ventanas del alma. La mirada de Cristo manifiesta su alma humana y su ser divino. Leyendo el Evangelio podemos encontrar en su mirada unos reflejos de infinito y de eternidad. El Señor lee en la profundidad de los corazones y de las consciencias (cfr Mt 9,4; 9,47); ve el pasado y el futuro; conoce los designios de Dios y de los hombres; revela los misterios del cielo y de la tierra, de la historia y de la eternidad. “Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero” (Jn 21,17) le dijo Pedro a Jesús. Pero sobre todo, la mirada de Jesús desborda de un amor y un gozo sin límites por su amado Padre y por todos los hombres. Veamos algunas miradas de Jesús.

25.La mirada al joven rico. Con su visión divina Jesús exploró la vida del joven y comprobó que había cumplido realmente los mandamientos de Dios desde pequeño; entonces ”lo miró con cariño” (Mc 10,21) y lo invitó a seguirlo para una mayor perfección. Pero sabemos que el joven no se animó porque estaba apegado a sus bienes. El Señor lo miró alejarse con tristeza, comentando que es difícil para los ricos entrar en el Reino de los Cielos. En el discurso de la montaña dirá: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mt 5,3). La mirada apenada de Cristo se dirige también hoy a tantos ricos apegados a su dinero, a sus propiedades y negocios, dejando a Dios en segundo lugar; incluso invocando a Dios para que aumente sus riquezas. En el Medioevo hubo otro joven rico, Francisco de Asís, que aceptó la invitación de Cristo, lo dejó todo optando por el Todo: “Dios mío y mi Todo”, solía repetir con frecuencia. Y así como él, muchos místicos entendieron que Dios es la verdadera riqueza del corazón humano.

26.La mirada a Zaqueo. Jesús era famoso. Zaqueo quiso conocerlo, por eso se subió a un árbol por donde iba a pasar el gran profeta de Nazaret. Jesús lo miró, reconoció al publicano y aprovechó la oportunidad para cambiar su vida. “Quiero hospedarme en tu casa”, le dijo. Zaqueo bajó de prisa y lo recibió con gozo (cfr, Lc 19,5-6). Fue un escándalo para los fariseos, sacerdotes y escribas, quienes criticaron a Jesús por ir a la casa de un pecador, un traidor, al servicio de los romanos. Pero a Jesús solo le importaba salvar a ese “hijo de Abrahám”. Zaqueo agradecido y conmovido por la presencia del “Santo de Dios” (Jn 6,69), prometió dar la mitad de sus bienes a los pobres, y devolver cuatro veces más a los que había perjudicado (Lc 19,8). Y eso que el Señor no lo reprochó ni le pidió nada; simplemente lo miró a los ojos, a la consciencia, al corazón. Todo terminó en una fiesta con una conversión espectacular.

27.La mirada a Pedro. Seguramente las miradas de Jesús y de Pedro se cruzaron muchas veces, pero dos veces fueron las que marcaron para siempre la vida de Pedro. En el primer encuentro, cuando Andrés lo llevó donde Jesús: "Fijando en él su mirada le dijo: "Tú eres Simón… te llamarás Cefas" (Jn 1, 42). En Cesarea de Filipos le dirá: “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16,18). En el último encuentro, durante la pasión del Señor, que lo dejó llorando. El apóstol acababa de negar y renegar de Jesús, por miedo, por cobardía. «En aquel momento, estando aún hablando, cantó un gallo, y el Señor se volvió y miró a Pedro, y recordó Pedro las palabras del Señor... Y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente» (Lc 22, 60-62). Las lágrimas expresan un dolor extremo. Los dos quedaron sumamente dolidos: Jesús por haber sido negado por un gran amigo; Pedro por haber negado a su amado Maestro y Amigo. La mirada de Jesús seguramente fue de dolor, pero también de comprensión y de perdón,

Page 9: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

porque “el amor no lleva cuentas del mal” (1Cor 13,5). Después de la resurrección Jesús le preguntará a Pedro si lo amaba todavía. Pedro contestó que sí, porque realmente nunca dejó de amarlo, a pesar de su debilidad. Y lo demostrará dando la vida por el Señor, muriendo crucificado en Roma.

28.La mirada a Judas. A diferencia de Pedro, Judas no creyó que el Señor podía perdonarlo, porque le pareció demasiado grave su traición; especialmente cuando se dio cuenta de que iban a matar a Jesús, y él se lo había entregado. Entonces se desesperó, no lo soportó, “se fue y se ahorcó” (Mt 27,5). En Getsemaní, en el momento del beso, en los ojos de Jesús debió aflorar una tristeza infinita, no tanto por El, que ya había asumido beber el cáliz (Mc 14, 36), cuanto por la pérdida de un amigo: “Amigo, ¿con un beso me traicionas? (Mt 26,50). Jesús había confiado en Él, lo había elegido entre los doce, le dio la administración de la economía del grupo; en la última Cena le adivinó la intención de entregarlo, le dijo abiertamente que él sería quien lo traicionaría. Judas estaba ciego; el dinero lo corrompió y vendió a su Maestro. Por eso Jesús había dicho: “No se puede servir a Dios y al dinero” (Lc 16,13).

29.La mirada a la mujer. Jesús miró con compasión a la mujer cananea (Mt 15, 28) y a la viuda de Naín (Lc 7, 13); miró con dignidad y misericordia a la pecadora pública (Lc 7, 13) y a la adúltera (Jn 8, 1-11); con respeto y confianza a la samaritana (Jn 4, 1ss); con amor de amistad a las hermanas de Lázaro (Jn 11, 5); con bondad y benevolencia a María Magdalena (Jn 20,11-17); con admiración a la pobre viuda generosa (Mc 12, 41-44). En una cultura como la judía, en la cual la mujer era considerada un ser inferior, la actitud de Jesús llamaba la atención. Todo varón israelita rezaba tres veces al día: «Bendito seas, tú, Señor, porque no me has hecho pagano, mujer o esclavo». Jesús en cambio no hacía discriminaciones, ni tenía prejuicios contra las mujeres. Tenía con ellas un trato limpio y digno, con voluntad liberadora y salvadora; porque miraba a todas con la mirada de Dios, es decir con amor paterno y benevolente. Para María su Madre, habrá tenido una mirada de especial cariño y aprecio, porque veía su alma inmaculada y su corazón lleno de amor. Para ella fue su última mirada de dolor y de amor, desde la cruz (Jn 19,26-27).

30.La mirada a la naturaleza. En su predicación Jesús muchas veces hace referencia a la naturaleza, demostrando ser un atento observador de la obra de Dios: admiraba la belleza de los lirios (Mt 6,28), la libertad de las aves (Mt 6,26), el secreto germinar de las plantas (Mt 13, 26), el explosivo brotar de los árboles (Mt 24, 32) el sentido de la dirección de los vientos (Lc 12, 55) o la variedad cromática de los cielos (Mt 16, 2-3), las mieses doradas (Lc 10,2)… “La mirada de Jesús a la creación es doble: estética, cautivada por su belleza y armonía; y sapiencial, capaz de escuchar el «sentido» y la «voz»» depositados por Dios en ella. Jesús conocía y en él resonaban las palabras del salmo 19: Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el firmamento..., y las del canto de Daniel (Dn 3, 57-88) donde toda la creación es invitada a unirse a la aclamación universal de la gloria de Dios” (Domingo Montero). Frente a la mirada explotadora y egoísta de tantos operadores económicos, Jesús sabía ver la belleza, la gratuidad y la presencia de Dios.

Page 10: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

31.Mirada airada (cfr. Mc 3,1-6). Nos parece imposible esta clase de mirada en Jesús, quien se definió “manso y humilde de corazón” (Mt 11,29), declaró “bienaventurados los mansos” (Mt 5,4) y prohibió airarse contra su hermano (cfr. Mt 5, 22). Y sin embargo es la mirada propia de Jesús hacia aquellos fariseos legalistas, hipócritas e impíos, faltos de humanidad y de compasión, que llegaban a despreciar “al pueblo maldito que no conoce la Ley” (Jn 7,49) y a matar a los pecadores, cuando Dios dijo “No quiero que el pecador muera, sino que se convierta y viva” (Ez.18,23). Por eso en otra oportunidad les recordó: “Vayan y aprendan lo que significa: misericordia quiero, y no sacrificios” (Mt 9,13). De todas maneras la mirada de Jesús no fue con la ira de un arrebato pasional e irracional, cargado de odio y desprecio, sino la expresión del dolor por la dureza de corazón de aquellos desalmados, que contradecía la esencia de la verdadera religiosidad, que es el amor a Dios y al prójimo (cfr. Mt 22,40). Pero no quisieron entender y lo crucificaron al mismo Jesús. Sin embargo el Señor, desde la cruz los perdonó a ellos también (cfr. Lc 23,34).

32.La mirada de Jesús a la gente. Los evangelios subrayan la compasión con que Jesús mira a ciertas personas en particular y a las multitudes. Ante el leproso suplicante: "Jesús, compadecido de él, extendió su mano, lo tocó y quedó limpio" (Mc 1, 40). Ante la viuda de Naín: "Al verla el Señor, tuvo compasión de ella y le dijo: "No llores" (Lc 7, 13-14). Ante el ciego de Jericó, éste exclamó: "Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí" (Mc 10, 47). Lo mismo ante la muchedumbre hambrienta de pan y de su palabra: "Sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas sin pastor" (Mt 9, 36). “Con su mirada, Jesús abraza a las multitudes y a cada uno, y los entrega al Padre, ofreciéndose a sí mismo en sacrificio de expiación” (Benedicto XVI, Mensaje de Cuaresma 2006).  Y desde la cruz atrae a todos hacia su corazón: “Cuando seré levantado en alto, atraeré a todos hacia mí” (Jn 12,32); e invita a todos a acercársele con confianza: “Venid a mí todos los afligidos y agobiados, y yo os aliviaré” (Mt 11,28).

LA MIRADA DEL HOMBRE HACIA DIOS

33.El primer astronauta ruso Gagarin, a su vuelta a la tierra dijo no haber visto a Dios en el cielo. No sé qué concepto tenía de Dios, pero seguramente no sabía mucho de filosofía y de teología. A Dios no se lo puede ver en ningún lugar de la tierra ni del espacio, ni con el telescopio, ni con el microscopio, porque es Espíritu. Nuestros ojos ven solo lo material, por eso Dios no es objeto de las ciencias empíricas, sino de la razón, del corazón, de la consciencia. Con los ojos vemos la creación, el universo; con la mente deducimos la existencia y la presencia del Creador. Con los ojos miramos a las personas amadas; con el corazón gozamos de su amor y del amor infinito de Dios. Con los ojos vemos la realidad del bien y el mal; con la consciencia advertimos la voz de Dios como un imperativo moral, que nos aprueba o reprocha.

34.Un profesor ateo preguntó a los alumnos, desafiando su fe: “¿Dónde está Dios?” Una alumna contestó: “¡Usted díganos donde no está Dios!”. En efecto por donde miramos, podemos encontrar las huellas de Dios. Detrás de cada ser está el poder creador de Dios, porque nada ni nadie se origina por sí mismo. En el espíritu humano, en su inteligencia, amor y voluntad, está el reflejo de Dios. La belleza y las perfecciones de las creaturas nos hacen pensar en un gran

Page 11: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

Artista. El orden, las leyes y las estructuras físicas y químicas del universo nos manifiestan a un gran Matemático. Se trata de agudizar nuestra vista: detrás de los ojos está la mente que ve lo invisible, más real y más consistente que lo visible. Algunos dicen que lo que no se ve y no se toca, no existe. ¿Quién podrá afirmar que nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestros deseos… no existen? Si no existiera Dios, no existiría nada, porque de la nada no sale nada; lo confirma la lógica del principio de causalidad. Y Dios es invisible, pero real, fundamento de toda la realidad.

35.El hombre busca a Dios porque lo necesita. Y Dios se deja hallar por aquellos que lo buscan, porque también Él busca a los hombres, por ser sus creaturas, sus hijos. Los hombres necesitan a Dios no solo para pedirle la salud, el pan de cada día, la protección de todos los males… sino también para llenar su alma y su corazón sedientos de infinito. “Solo Dios basta” decía Santa Teresa. A pesar de que todos los seres humanos tienen aspiración al bien absoluto; sin embargo son muy pocos los que lo buscan en Dios, pues más se dirigen a Él como Padre, como Bienhechor, como Amparo. Si queremos vivir una relación gozosa con Dios, debemos conocerlo más como Belleza y Amor infinitos.

36.Todos deberíamos ser teólogos y místicos para ver a Dios con el alma y el corazón, y gozar de su esplendor. Pero la mayoría solo miran las cosas de este mundo y buscan los bienes temporales para conseguir la felicidad. No se dan cuenta de que la felicidad plena está en Dios porque es el Bien Infinito. Hay quienes lo saben teóricamente, pero no lo sienten así en su alma, y se quedan con una imagen de Dios como el Ser Supremo, Creador del cielo y la tierra, lejano y distante, por el cual no sienten nada. Otros prefieren no encontrarse con Dios, porque llevan una vida de pecado; huyen de su presencia como Adán y Eva. Otros lo buscan por caminos equivocados, en doctrinas y religiones falsas o incompletas, que no les presenta el verdadero rostro de Dios. Otros niegan su existencia, por lo tanto no lo buscan. A todos ellos deberíamos decirles con San Pablo: “Buscad los bienes de arriba” (Col 3,1), pues es lo que necesita su corazón.

37. “Bienaventurados los limpios de corazón, porque verán a Dios”, dijo Jesús (Mt 5,8). Ahí tenemos la condición esencial para “ver a Dios”. “Ver” quiere decir conocerlo, reconocerlo, poder estar en su presencia, poder compartir su vida divina. El Apocalipsis dice que “nada manchado entrará en la Jerusalén celestial” (Ap 21,27). Y en el salmo 118,20 se dice: “¿Esta es la puerta del Señor: los justos entrarán por ella”. El salmo 24,3-4 dice que “solo los puros de corazón pueden subir al monte del Señor”. En la carta a los Hebreos 12,14 leemos: “Sin la santidad, nadie verá al Señor”. Por eso los judíos acostumbraban hacer muchos ritos de purificación. Pero la verdadera purificación se alcanza con el agua del bautismo, que representa a la sangre de Cristo que nos lava de todo pecado (cfr 1Jn 1,7; Tito 2,14; Apc 7,14). En el sacramento de la confesión, el Señor nos ofrece el perdón cada vez que lo necesitamos, hasta el último momento de nuestra vida, así como lo hizo con el buen ladrón (cfr Lc 23,43).

38.El pecado nos impide ver a Dios porque nos vuelve ciegos e insensibles a los valores trascendentes, apartando la vista de Dios para entregar nuestro corazón a las riquezas, los placeres e intereses de este mundo. “Donde está tu tesoro, ahí está tu corazón” (Mt 6,21) dice

Page 12: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

Jesús. En efecto muchos se vuelven materialistas y pierden el gusto por los “bienes de arriba”. De esa manera se vuelven adictos y esclavos de la carne, de las cosas y del mundo: “En verdad les digo: quien peca es un esclavo” (Jn 8,34), porque no puede liberarse de los vicios para buscar los bienes superiores, para buscar a Dios. El pecado nos enceguece también en el sentido de que, quien hace opción por el mal, el vicio, lo material, al final termina por negar el bien, la verdad y a Dios, para no sentirse mal. Los psicólogos definen esta actitud como “mecanismo de defensa de la negación”: se niega lo que a uno le molesta. Jesús dice: “Si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas” (Mt 6,23). De esa manera se pierde de vista a Dios, nuestro verdadero Bien.

39.Si queremos ver y encontrar a Dios, debemos buscarlo, reflexionando, meditando, investigando en la naturaleza, en nosotros mismos, en el amor, en la belleza, en la Sagrada Escritura… Podemos adentrarnos en la teología, en la filosofía, en las ciencias naturales, en la psicología… para hallar los argumentos, las razones y las huellas que nos llevan a entender la existencia, la naturaleza y la acción de Dios. “Buscad y encontraréis” dice Jesús (Mt 7,7). También ayuda mucho buscar a Dios con el corazón, es decir con el deseo de infinito, de absoluto y de perfección: eso nos guiará a identificar al verdadero Dios, sin confundirlo con los bienes creados que son siempre limitados, aun cuando aparentan ser absolutos. Pero más allá de todo esfuerzo intelectual y psicológico, San Juan nos enseña que “Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, El Lo ha dado a conocer“ (Jn 1,18). Y el mismo Jesús dice: “Nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt 11,27). Entonces debemos hacer oración y suplicar al Señor que se nos manifieste, en la mente y en el corazón.

40.Cristo no solo nos revela a Dios con su enseñanza, sino que Él mismo, su Persona, es la revelación de Dios, porque es “una sola cosa con el Padre” (Jn 10,30) en unión con el Espíritu. Cuando miramos a Cristo, miramos a Dios, conocemos su bondad y su misericordia, su santidad, su sabiduría y su poder, su voluntad y sus sentimientos. Si miramos a Cristo cuando hace milagros, o lo contemplamos en el monte Tabor, o en la resurrección y ascensión al cielo, podremos entender que realmente decía la verdad cuando afirmaba ser igual al Padre, haber existido junto al Padre antes que el mundo existiera (cfr. Jn 17,5), que tenía el poder de dar la vida (y lo demostró resucitando a los muertos)… Pero las autoridades religiosas no le creyeron. A pesar de presenciar sus milagros (cfr. Jn 10,37-38; Jn 11,47-48) y lo crucificaron por blasfemo (cfr. Jn 19,7). Los apóstoles, que lo conocieron de cerca, darán testimonio de Él predicando su nombre al mundo entero. Entonces miremos a Cristo y veremos a Dios.

41.Cuando el hombre se detiene a contemplar el universo, con la mirada de un niño o de un científico o de un poeta, le sale espontánea una exclamación de admiración, como al salmista: “¡Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Todopoderoso!” (Sal 92,5; cfr Apc 15,3). Lo mismo cuando se pone a observar su propia persona: “Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras” (Sal 139,14). Para ver a Dios bastaría mirar con un telescopio la inmensidad y la extraordinaria armonía de las galaxias y de las estrellas; o pensar en los siete mil millones de hombres sobre nuestro planeta, cada uno - ¡cada uno! - con su extraordinaria estructura de su cuerpo y de su espíritu, con inteligencia,

Page 13: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

amor, con mil habilidades, capaz de relacionarse con todos, con el mundo y con Dios. Cada ser humano es un milagro viviente. ¿Quién estaría detrás de todo esto, sino Dios?

42.Si perdemos de vista a Dios, perdemos también toda esperanza de hallar un sentido a nuestra vida y la explicación última de todas las cosas. En efecto lo ateos profesan el nihilismo y la muerte total, como triste destino de todo hombre. Con Dios todo se ilumina, todo cobra vida y esperanza. Hay quien dice que es imposible que haya vida después de la muerte física; que nadie ha vuelto a contar lo que pasa al otro lado; que son fantasías religiosas etc. Pero no se incomodan en investigar y reflexionar sobre el asunto. En primer lugar “para Dios nada es imposible” (Lc 1,37), porque es Omnipotente. El Señor prometió muchas veces vida eterna, y murió en la cruz para ofrecernos la salvación; y si lo prometió, seguro que cumple, pues él es la verdad (Jn 14,6). Para demostrar que la otra vida es posible y real, Jesús resucitó a los muertos y salió él mismo del sepulcro mostrándose a los apóstoles y a más de quinientas personas a la vez (cfr. 1Cor 15,6). A lo largo de la historia, innumerables fueron las apariciones del Señor, de la Virgen y de los Santos que demuestran la existencia del más allá. Incluso a nivel médico se habla de millones de personas que han estado con muerte clínica (con paro cardíaco y el cerebro sin funcionar) y vueltos a la vida han contado su encuentro con un Ser de luz y con otras personas ya muertas. A los saduceos que negaban la resurrección, Jesús les dijo: “Ustedes están equivocados… Dios es un Dios de vivos, no de muertos” (Mc 12,27). Y por último, Dios no puede engañar ni defraudar a nadie, pues no sería Dios: si nos ha creado con un deseo de felicidad y de inmortalidad, no puede luego negarnos la felicidad y la inmortalidad.

43.Elevemos nuestra mirada hacia Dios, nuestro Sumo Bien, nuestro Padre y Creador, si queremos vivir con gozo, y digamos con el salmo 27: “El Señor es mi luz y mi salvación… Señor yo busco tu rostro”. Y con el salmo 42,3: “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo ¿Cuándo iré a contemplar el rostro del Señor?” Recordemos lo que dice Jesús: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia (= santidad, perfección) porque serán saciados” (Mt 5,6). Pero solo mirando a Dios saciaremos en plenitud nuestro corazón sediento de infinito: “No hay para mi un bien fuera de Ti” (Sal 16,2); “En tu presencia hay plenitud de gozo” (Sal 16,11). “Al despertar me saciaré de tu semblante” (Sal 17,15). “Contempladlo y quedaréis radiantes” (Sal 34,6)

LA MIRADA DEL HOMBRE A LA CREACIÓN

44.Cuando nos ponemos a observar la creación nos sobrecoge un sentimiento de asombro y de encantamiento, por su infinitud, por su orden y belleza, por su extremada complejidad y simplicidad a la vez. Si miramos con el ojo del astrónomo, del físico, del químico, del matemático, del científico, no acabaremos de maravillarnos por los infinitos detalles y riqueza de cada elemento de la naturaleza, ya sea de las estrellas, de nuestro sistema solar, como de nuestro planeta, de la vida vegetal, animal y humana. Si miramos el universo con el ojo del artista, del poeta, del hombre de fe, sentiremos la presencia de Dios, inefable y omnipotente que ha derramado belleza, amor y magnificencia en todas su obras, y no podemos a menos de alabarlo y ensalzarlo sobremanera, como lo hizo San Francisco de Asís en su “cántico de las creaturas”.

Page 14: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

45.La mirada de los astrónomos. Desde épocas remotas el hombre ha ido escudriñado los cielos. Fue en la Antigua Mesopotamia, según los hallazgos arqueológicos, donde comienza a desarrollarse la astronomía unida a la Astrología, buscando una explicación en el cielo de lo que pasaba o iba a pasar en la Tierra. 4.000 años A.C., los Sumerios fueron los precursores de esta ciencia de cuyas fuentes bebieron posteriormente Babilonios y Asirios, que sumaron conocimientos observacionales más precisos. El legado mesopotámico pasó intacto prácticamente a Grecia. En el otro lado del mundo, (desconocido por aquel entonces) y alrededor del Siglo III A.C., los pueblos Mayas y Aztecas eran grandes observadores celestes. También en la India y China había una gran tradición astronómica y son asimismo destacables los antiguos observatorios Árabes.

46.La astronomía en la era moderna hizo avances espectaculares a partir de la construcción de instrumentos de observación, como el telescopio, radiotelescopio, telescopio espacial, telescopio fotográfico, espectroscopio, cada vez más perfeccionados y de mayores dimensiones. Se descubrieron nuevas galaxias, nuevas estrellas, nuevos planetas, las nebulosas y agujeros negros, el origen y la expansión del universo, la gravitación universal etc. Hace 25 años que el telescopio espacial Hubble, puesto en órbita a 560 km de la tierra, al que Bolden se refiere como un milagro de la ciencia y una fuente de maravillas, seguirá arrojando luz sobre los rincones más oscuros del Cosmos y nos transmitirá "magníficas imágenes que enriquecen el conocimiento humano y nos recuerdan el pequeño lugar, pero aún así precioso, que ocupa nuestro planeta en el Universo”. Durante este tiempo el Hubble ha fotografiado 10.000 galaxias y un millón de objetos del espacio, a varios millones de años-luz. Nos ha mostrado un universo lleno de colores y de formas a veces geométricas, otras de tintes casi fantasmagóricos. Mientras tanto se están preparando otros telescopios espaciales más potentes, como el James Webb, que seguirán mostrándonos la inmensidad y la belleza espectacular del universo. Con estos descubrimientos, podemos decir con más razón que los antiguos: “Los cielos narran la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos” (Sal 19,1).

47.Un aspecto particular de la realidad del universo es la mecánica celeste, o el dinamismo de los astros, que se produce según leyes físicas y matemáticas precisas. Se ha constatado y comprobado la relación de fuerzas, masas, distancias y gravitación, que hacen posible que el universo funcione como un enorme organismo unitario, donde todo está en movimiento ordenado y ajustado, sin salirse de su lugar y cumpliendo con los tiempos previstos, tanto que se pueden predecir los fenómenos celestes a distancia de años y siglos con mucha exactitud. Fueron los astrónomos modernos, sobre todo Galileo, Keplero, Copérnico, Newton y Einstein quienes descubrieron y formularon las leyes que rigen el movimiento de los astros. Cuanto más se estudia el universo, tanto más aumenta el asombro por su orden y perfecciones. Naturalmente eso hace pensar a un Creador sumamente inteligente e infinitamente poderoso, como opinan muchos físicos y astrónomos.

48.La mirada de los físicos. Los astrónomos emplean la física para investigar el universo, por eso a la astronomía se le dice también astrofísica. Esta ciencia ha descubierto que las leyes físicas y

Page 15: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

químicas son universales, es decir son las mismas en todo el universo, que es homogéneo e isotópico en toda su amplitud; de ahí la posibilidad de conocer los astros y las galaxias, su constitución física-química y sus leyes, a partir de lo que se conoce de nuestro planeta. La física a su vez emplea la matemática para calcular y medir las fuerzas, energías, movimientos y distancias, a nivel microscópico y a nivel macroscópico. Lo que llama la atención y nos hace pensar en la grandeza de Dios, es que los científicos no acaban de descubrir toda la compleja realidad y las leyes que rigen la existencia y el desenvolvimiento del cosmos. La mirada del hombre a la naturaleza todavía no ha llegado al fondo.

49.Cada generación de investigadores encuentran otros y otros elementos sin llegar nunca, por lo menos hasta ahora, a la explicación y la fórmula última y definitiva del ser del universo y sus componentes. Los instrumentos de observación han incrementado enormemente la posibilidad de ver y medir la materia y los fenómenos celestes, pero parece que a medida que se avanza, se abren otros panoramas más ricos y complejos, que despierta el asombro de los científicos. Demócrito, en la antigüedad creía haber descubierto el último elemento constitutivo de la materia, y lo llamó átomo, es decir indivisible. Pero los modernos descubrieron que el átomo no es simple, sino que está compuesto por un núcleo y una nube de electrones; a su vez el núcleo está compuesto de protones, positones, neutrones, neutrinos etc. con su carga eléctrica. El átomo encierra una enorme energía, para cuya “fisión” y “fusión” se necesita una igualmente una enorme energía, y puede desencadenar una reacción catastrófica (como la bomba atómica o la bomba al hidrógeno).

50.Lo curioso del átomo es que está casi vacío y su masa es casi nula, en cambio su energía es muy elevada. A veces la masa se convierte en energía, y la energía en masa. Los físicos se preguntan de dónde saca el átomo la masa y la energía. Algunos hablan de un campo magnético que impregna todo el espacio, o del “boson de Higgs”. Otros hablan de que la energía física proviene de una energía espiritual trascendente, pues no puede salir de la nada; además está comprobado que lo mental influye en lo físico. Llegamos así a la afirmación de parte de la comunidad científica, de una posible creación de parte de Dios, de la cual hablan las religiones y algunas corrientes filosóficas. La materia, que es carente de razón, no puede darse a sí misma las estructuras y leyes que la conforman y la ponen en movimiento.

51.Hay quienes atribuyen un poder creativo a los científicos, solamente porque van descubriendo nuevas realidades y nuevas explicaciones a los fenómenos naturales. Pero descubrir no es crear, pues la naturaleza, el universo, ya existían millones de años antes que aparecieran sus investigadores y observadores. Muchos científicos honestos y famosos reconocen a Dios como Autor que hizo tantas maravillas con tanto ingenio y poder.

52.La mirada del biólogo. Los científicos han identificado casi dos millones de especies de vida animal sobre nuestro planeta (algunos calculan muchas más; y faltan por descubrir todavía ). “Lo milagroso de la vida es que ha sobrevivido a cinco grandes episodios de cataclismos, causantes de extinción de especies en masa en los últimos 500 millones de años... La vida está presente hoy en todos los rincones del planeta, desde el Everest hasta la mayor profundidad del fondo de los océanos, desde el Sahara hasta el interior de los hielos polares. Y aún en el interior de la

Page 16: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

superficie terrestre. «Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte.» (G.Marquez).

53. Investigando la estructura de la vida – vegetal, animal y humana – los biólogos han encontrado un mundo extremadamente complejo, con una gran variedad de elementos: se habla de genomas, ADN, cromosomas, moléculas, células, órganos, sistemas, funciones… Un mundo fascinante que desafía las mentes más iluminadas para lograr entender el mecanismo de la vida, la naturaleza y el funcionamiento del código genético, su capacidad de perpetuarse y mantenerse en la existencia durante muchos años… Y con respecto a la vida humana, el misterio de la consciencia psicológica e intelectual, la sensibilidad afectiva, la capacidad de conocimiento y comunicación, las dotes técnicas y artísticas, la apertura a los demás y a Dios.

54.Para los biólogos, el cuerpo humano con sus múltiples funciones y su poder de subsistir, adaptado al medio físico y ajustado a todas las fuerzas cósmicas, es una máquina perfecta, que supera toda imaginación y todo poder. Examinando sólo el cerebro y el corazón, nos damos cuenta de la maravilla que es el cuerpo humano. El cerebro con sus 100 mil millones de neuronas y los 1000 billones de conexiones sinápticas, con sus funciones específicas controlando y activando todo el organismo, la mente y la consciencia. El corazón con su estructura de cuatro cámaras o cavidades, aurículas y ventrículos, bombeando la sangre durante 50-80 años y más, en un ritmo ininterrumpido de sístole (relajación) y diástole (contracción)… ¿¡Cómo no conectar todo esto con Dios, y reconocerlo como artífice y fuente absoluta del ser y de la vida!?

55.La mirada del artista. Es una mirada distinta, desde otra perspectiva, ni científica, ni económica. sino contemplativa, imaginativa, ecológica, gratuita. La ciencia, la filosofía y la psicología se limitan a la observación de los datos objetivos de la realidad, material, espiritual y mental, utilizando los instrumentos de la técnica y de la razón. El poeta y el artista se fijan en la estética, tratando de observar o reproducir las distintas formas de belleza en la palabra, el sonido, la imagen, la figura, el color, el movimiento… No siempre la apreciación de lo bello es universal, sino muchas veces subjetiva e individual. Nuestro planeta y el cosmos entero es un inmenso campo donde descubrir, crear y disfrutar la belleza y la hermosura, bajo mil formas, en el reino vegetal y animal, en el firmamento, en el mundo microscópico… En el hombre, el ojo del artista, además de la belleza física, sabe gozar también de la belleza moral y espiritual: la virtud, la bondad, la elegancia, la gracia, la magnanimidad… El teólogo y el místico, contemplando a Dios, experimenta la alegría inefable de la belleza absoluta.

LA MIRADA DEL HOMBRE HACIA SÍ MISMO

56.El hombre es el único ser en el universo que se observa a sí mismo: medita, reflexiona sobre su vida, juzga sus actos, se siente satisfecho o culpable, busca su vocación y el sentido de la vida, se pregunta por qué vive, cual es su destino último; contempla su pasado, mira el presente y se proyecta hacia el futuro… El ser humano no puede vivir solo movido por los instintos, como los animales, sino que advierte dentro de sí unos anhelos y una tendencia hacia lo trascendente,

Page 17: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

hacia los valores y los bienes morales y espirituales. Buceando en su corazón descubre una sed de infinito, de amor, belleza y perfección que lo acercan a Dios. Con la inteligencia investiga su cuerpo y su alma, su psique, su misma razón, sus sentimientos y su necesidad de relacionarse, sus capacidades y habilidades… Con su consciencia revisa todas sus acciones calificándolas de buenas o malas. Este proceso de introspección lo habilita para mejorar su existencia, encontrar su lugar en el mundo, y orientar su vida hacia la eternidad.

57.En la antropología filosófica se trata de determinar qué es el hombre, qué diferencia hay entre el hombre de las demás entidades que existen en la realidad, y cuáles son los componentes fundamentales de su ser. Aristóteles definió al hombre como “animal racional”, por oposición a los animales, aún los más evolucionados en la escala zoológica, que actúan en base al instinto. Característica del ser racional es la inteligencia, origen del conocimiento o “ciencia”, y de los criterios de comportamiento o “conciencia”. La palabra “inteligencia” viene del latin “intus-legere”, que significa “leer dentro”. El hombre con la inteligencia penetra en la realidad y en sí mismo, queriendo descifrar el misterio del ser, especialmente de su ser en relación con el mundo, con los demás y con Dios.

58.Mirándose a sí mismo, el hombre se admira de la perfección de su ser corporal y espiritual. Los que tienen una fe religiosa, saben que todo les ha sido dado por Dios gratuitamente y por amor, para que lo disfruten y sean felices. Los que no se limitan a vivir superficialmente, sin pensar, descubren las maravillas de su propio organismo y la riqueza de su espíritu, dotado de una posibilidad de conocimiento y entendimiento ilimitado; sienten palpitar su corazón por un amor sin medida, que rebasa todo lo natural buscando lo infinito; se estremecen de gozo en la contemplación de tantos bienes y de tanta belleza, haciéndole desear la bondad y la belleza absoluta, que es Dios. Para vivir en plenitud hay que entrar en sí mismo, conocerse, tomar posesión de su ser y abrirse con todas sus potencialidades hacia el mundo, hacia los demás y hacia Dios.

59.Quien explora y está atento a su interioridad, llegará a entender que deberá salir de sí mismo para realizarse y hallar plenitud, porque nadie se basta a sí mismo. Si reflexionamos sobre nuestras facultades físicas y psíquicas, nos damos cuenta de que se nos han dado para relacionarnos con los demás. Así con la vista, el oído, la palabra, el amor, la inteligencia etc. nos comunicamos y nos complementamos unos con otros. Nuestra felicidad depende de los demás y sobre todo de Dios. Paradójicamente quien se busca a sí mismo en el egoísmo, quien persigue su propia satisfacción y provecho exclusivo, alejándose o poniéndose en contra de los demás, solo conseguirá aislarse y perder todo lo que podría recibir como riqueza de vida y valores para su plenitud.

60.Cuando uno reflexiona (“se refleja”) y medita (“apunta el dedo”) sobre su vida, descubrirá virtudes y defectos, y probará complacencia o disgusto hacia sí mismo. Así como cuando uno se mira en el espejo y nota que tiene un buen aspecto o una mala imagen. Entonces aflora la autoestima, o la disconformidad consigo mismo. Los cristianos debemos recordar que estamos llamados a “ser perfectos, como el Padre celestial es perfecto” (Mt 5,48). Esa es la tarea principal de nuestra vida, sea cual fuera nuestra condición, nuestra edad o nuestro oficio:

Page 18: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

siempre y en toda la vida debemos actuar de la mejor manera, para sentirnos bien con nosotros mismos, con Dios y con los demás.

61.Es importante conocerse a sí mismo, conocer su propio temperamento, heredado con los genes, para moldearlo y formar su propio carácter, su personalidad. Hay aspectos que debemos corregir, como por ej. la timidez, el complejo de inferioridad, el narcisismo, las actitudes paranoicas de superioridad o de persecución, las fobias, las histerias y obsesiones etc. Hay que analizarse y psicoanalizarse para tomar consciencia de los trastornos psicológicos y normalizarnos. Igual como hacemos cuando padecemos alguna enfermedad física: consultamos el médico, hacemos los análisis de sangre y de orina, nos sacamos radiografías o ecografías… para descubrir el mal y curarlo. Si negamos nuestros defectos, quedaremos con ellos, sufriremos y haremos sufrir a los demás.

62.Los psicólogos nos ayudan a encontrar aspectos de nuestra personalidad que pueden pasar desapercibidos a una mirada ordinaria y superficial. Psicología quiere decir estudio de la psique, es decir del mundo de los sentimientos y emociones que se agitan en nuestra mente y nuestro corazón, determinando nuestro comportamiento. Muchas veces no sabemos porque reaccionamos de una manera u otra, porque nos embarga el temor o la ira, porque nos dominan las pasiones, porque no podemos liberarnos de ciertos hábitos o complejos, porque nunca estamos satisfechos del todo con la vida, porque tenemos amor hacia unas personas y rechazo hacia otras etc. Entonces recurramos a los psicólogos, pero no olvidemos que nadie nos conoce mejor que Dios, porque Él es nuestro Creador. Por lo tanto es importante tener en cuenta la antropología teológica y la ética religiosa, para un conocimiento integral y profundo de nuestro ser y orientar nuestra conducta.

63.No se trata solo de adquirir un equilibrio psíquico para mejorar nuestra calidad de vida, sino también de sanear nuestra conducta moral y enriquecer nuestra vida espiritual con la gracia de Dios. El psicólogo podrá darnos indicaciones para recuperar la salud psíquica; el médico para devolvernos la salud física. Pero solamente el sacerdote, representante de Cristo, podrá liberarnos de los pecados, comunicarnos la gracia divina y devolvernos la salud espiritual. No olvidemos que alma, psique y cuerpo forman una unidad que concurren al bien integral de la persona. Si falla la conducta moral, el equilibrio psíquico se desvanece y el espíritu se empobrece. Si al alma le falta la unión con Dios, la persona pierde el fundamento moral y la plenitud de vida. Si la psique padece trastornos, también el cuerpo y el alma se desequilibran. Dios nos ha dado la capacidad de reflexionar, de mirarnos adentro; entonces veamos lo que anda mal y tratemos de rectificarlo, si queremos vivir bien.

64.Seguramente tenemos también virtudes, cualidades, dones y carismas. Se trata de reconocerlos y potenciarlos. Con la parábola de los talentos. Jesús nos enseña que Dios nos ha dado muchos recursos y capacidades, y nos pide que los pongamos a fruto (cfr. Mt 25,14-30). Hay quien está dotado para la música, otro para la técnica, otro para las ciencias, otro para la literatura, otro para el pensamiento filosófico, otro para la mística, otro para los deportes, otro para la política, otro para los negocios… Lo importante es hacer bien nuestra tarea y no dejar inutilizados nuestros talentos. Porque se da el caso de que muchas veces se apodera de

Page 19: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

nosotros la pereza, la dejadez, la falta de compromiso, grabando sobre los demás nuestras labores incumplidas.

65.Los que profesan la fe cristiana, se saben dependientes y responsables frente a Dios. Se consideran creaturas e hijos de Dios Padre; se sienten amados, valorados y amparados; gozan de sus beneficios y de su providencia, esperan un destino eterno de plenitud. No es lo mismo para los ateos o agnósticos, pues se consideran frutos del azar, autónomos y solos, destinados a enfrentar la vida sin la ayuda de ninguna divinidad, sin responder a nadie de sus actos, a la espera de desaparecer en la nada. En esta perspectiva no le ven ningún sentido a su vida. Esto se hace evidente cuando se va al fondo de las cosas; pero hay muchos que prefieren no pensar para no angustiarse, y viven distraídos en las actividades y diversiones de cada día, hasta que la muerte se los lleve a la oscuridad eterna. Pero de vez en cuando no pueden evitar que se asome la inquietud, debido a los reclamos del alma y del corazón que anhelan la vida y la felicidad eterna, y no la muerte eterna.

66.Quien examina su interioridad descubre que está dirigido por la voz de la consciencia, a la cual no puede sustraerse sin afectar su equilibrio y su paz. Se da cuenta de que la consciencia no es su propia voz, porque se siente obligado a obedecerle, como a la voz de un legislador o juez que lo interpela. Debemos hacer caso a nuestra consciencia, que es la voz de Dios, si queremos sentirnos bien y llevar una buena conducta. Todo el mundo entiende que “hay que hacer el bien y evitar el mal”, según el principio fundamental de la ética; pero no todos están de acuerdo sobre lo que es bueno o malo. La apreciación moral ha sido desviada por el pecado original y por los pecados personales y sociales; por eso Dios nos ha dado otra ley, los diez mandamientos, para iluminar nuestra inteligencia y nuestra consciencia. Cristo ratificó los mandamientos y nos dejó su Evangelio y su ejemplo, para que no nos equivoquemos.

67.La mirada hacia sí mismo no debe convertirse en autismo, egocentrismo, egoísmo. Quien se repliega y se cierra en sí mismo, se quedará solo, frustrado y empobrecido. Porque la esencia del ser humano es como el núcleo del átomo que tiene valencias para enganchar a los electrones, sin los cuales pierde su consistencia y su especificidad. Quien no se relaciona, ya sea con el ambiente físico, como biológico, humano y divino, se priva de los elementos que le dan vida. El cuerpo sin la comida que recibe de afuera, perece y muere. Igualmente la inteligencia y el corazón sin el diálogo y el contacto afectivo con los demás y con Dios, se achican y anulan. Todo lo recibimos del ambiente, de los demás y de Dios. Y nosotros mismos podemos y debemos aportar y producir bienes para desarrollarnos a nosotros mismos e incrementar el bien común. Se trata de dar y recibir, para vivir en plenitud, a nivel biológico, social y espiritual.

LA MIRADA DEL HOMBRE A SUS SEMEJANTES

68. “El infiernos son los demás” dijo J.P.Sartre, filosofo ateo del siglo XX. En cambio Santa Teresa de Calcuta dijo: «Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido». «El que no vive para servir, no sirve para vivir». «El amor no puede permanecer en sí mismo. No tiene sentido. El amor tiene que ponerse en acción. Esa actividad nos llevará al servicio». Vemos entonces como

Page 20: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

hay quienes miran a los demás como amigos, otros como enemigos. La verdad es que somos “semejantes”, es decir pertenecemos todos a la misma especie humana, distribuidos en familias, razas, grupos sociales y culturas. A pesar de la diversidad de piel, lengua y color, tenemos todos la misma naturaleza biológica y racional, con los mismos sentimientos y emociones, con la misma estructura mental lógica, psicológica y ética. Somos todos creaturas e hijos de Dios.

69.Jesús nos dice: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22,39). Es un precepto que venía ya del Antiguo Testamento. Eso nos hace entender que somos todos iguales, todos hermanos, con la misma dignidad y los mismos derechos. La Biblia habla de un origen común de la humanidad. La antropología afirma que el género humano pertenece a la línea de los primates, que se bifurcó luego en antropoides y homínidos. De estos últimos derivó la raza humana. En teología se dice que la evolución puede haber sido posible, pero solo en sentido biológico, no en sentido espiritual, intelectual, porque el alma no puede derivar de lo material, sino que Dios la crea en cada hombre. Signo de la espiritualidad es la racionalidad y el progreso. Los primates y los antropoides quedaron estancados y atados al instinto, sin señas de racionalidad; los hombres en cambio avanzaron incesantemente creando cultura, ciencia, técnica, espiritualidad, civilización… Los primate-antropoides quedaron animales: los hombres se volvieron “semejantes a Dios”.

70.No se justifica de ninguna manera el racismo, el clasismo, las actitudes de superioridad y de menosprecio. No se justifica la explotación, la esclavitud, el genocidio, por motivos étnicos, económicos, políticos. La fe cristiana nos enseña que además de ser “semejantes”, iguales por naturaleza, somos también hermanos, hijos de un único Padre Celestial. Entonces todos esos crímenes adquieren una gravedad mayor, porque quien toca al hombre, toca a Dios: “Todo cuanto hicisteis con uno de estos mis hermanos, aun el más pequeño, conmigo lo hicisteis ” (Mt 25,40), dijo Jesús.

71.La revolución francesa estalló con el grito de “liberté, egalité, fraternité”, pero como su mirada al hombre no era cristiana, entonces la revolución degeneró en esclavitud, desigualdad, enemistad y terror. Quiso derribar el absolutismo regio, pero surgió la dictadura de la república y del imperialismo. Quiso eliminar la servidumbre, el feudalismo, pero dio lugar al colonialismo y la dominación política y económica. Quiso imponer la libertad de ideas y de acción, pero dio lugar al liberalismo ideológico y capitalista. Ya vemos que, cuando los hombres no miran a sus semejantes con los ojos y el corazón de Dios, se vuelven lobos los unos para con los otros: “homo homini lupus”, como decía Th.Hobbes.

72.Hay pensadores que miran al hombre con optimismo; otros con pesimismo. Según J.J.Rousseau la naturaleza humana es originalmente inocente y buena (de ahí el mito del buen salvaje), pero la aparición de la sociedad (y de la noción de la propiedad) la pervierte, promoviendo el egoísmo y la maldad. Entonces es necesario un contrato social para la eliminación de los egoísmos individualistas mediante la sumisión de cada ciudadano a la voluntad general (“volonté génerale”) unánime y asamblearia. El modelo político propuesto por Rousseau sería la democracia directa, o asamblearia. En cambio para Th. Hobbes la naturaleza

Page 21: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

humana es originalmente mala, sin ley, dominada por las pasiones, el egoísmo y la violencia, generándose lo que él llamaba “bellun omnium contra omnes” (una guerra de todos contra todos), en la que la vida es insoportable. Pero siendo los seres humanos inteligentes, además de malvados – afirma Hobbes - en un determinado momento deciden acogerse a un pacto entre ellos, para asegurar el orden y la paz. Se sustituye así el derecho (a todo) por la ley (entendida como límite), y se instituye un régimen de terror que, en realidad, se corresponde con el modelo de monarquía absoluta. Estas dos teorías confirman que los hombres sin Dios están propensos a destruirse los unos a los otros.

73.En la relación con los demás, la mirada dice muchas cosas. Hay miradas que matan, miradas que aman, miradas que humillan, miradas que animan… La mirada puede causar miedo, ternura, amor, horror, asco... sin una sola palabra de por medio. Las miradas desnudan el alma, la intención, revelan los sentimientos y pensamientos de las personas. Se puede establecer un diálogo con los ojos, manifestando su mundo interior e inquiriendo la interioridad del otro. No menos que las palabras, debemos controlar las miradas, porque pueden hacer mucho bien, pero también mucho daño. Debemos educar nuestra mirada desde la caridad, para ver e interpretar la realidad del prójimo, sus virtudes y valores, sus necesidades y expectativas, sus alegrías y sufrimientos. El cristiano no puede mirar a los demás con indiferencia y hostilidad. No puede desinteresarse de la vida y la felicidad del prójimo. Muchas veces apartamos la mirada de los demás para no ver su pedido de ayuda, de misericordia y solidaridad. Debemos estar atentos y solícitos a socorrer a nuestro prójimo, así como queremos que los demás hagan con nosotros (cfr Mt 7,12).

74.Debemos educar nuestra mirada para que no se fije solo en los defectos de los demás, en lo negativo y repulsivo. Jesús, que leía en la profundidad del corazón y de las consciencias, miraba a los pecadores no para condenarlos y despreciarlos, sino para salvarlos y devolverles su dignidad de hijos de Dios. En cambio los fariseos, sacerdotes y escribas, rechazaban y a veces mataban sin misericordia a los pecadores. Pero Jesús un día los enfrentó y les dijo: “Quien de ustedes no tiene pecado, tire la primera piedra” (Jn 8,7). Todos dejaron caer las piedras de sus manos. En otro momento les dijo: “Vayan y aprendan lo que significa: misericordia quiero, y no sacrificios” (Mt 9,13). Aprendamos de Jesús a mirar al prójimo con misericordia y a tratar a todos con bondad. Que nuestra mirada sea un bálsamo y un alivio, un refugio y una promesa de vida para todos. No caigamos en la “globalidad de la indiferencia”, como dice el Papa Francisco.

75.Más graves que la indiferencia son las miradas homicidas de odio y rencor, llenas de maldad y muerte; las miradas posesivas y codiciosas que despojan a los demás de sus bienes; las miradas indecentes y lujuriosas que destruyen su dignidad; las miradas malignas y demoníacas que buscan su perdición moral y espiritual. Hay gente que miran a los demás no como seres humanos, como hermanos, sino como objeto de placer, como medio de explotación, como adversarios para abatir, como enemigos para anihilar. Debemos volver continuamente al Evangelio, a la teología, a la doctrina cristiana para corregir y dulcificar nuestra mirada, para que sea como la de Cristo, como la de Dios Padre. De otra manera estamos condenados a la guerra continua, como dice Hobbes, y como efectivamente sucede en el mundo.

Page 22: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

76.La mirada de los santos y los místicos siempre está llena de luz, de bondad y comprensión para con todos. Porque llevan en el corazón la gracia de Dios y la gran alegría del amor de Dios. Desde su gozo y su paz se les hace espontáneo comunicar amor y benevolencia, perdón y compasión, mirando a los demás con total aceptación y acogida. Todo lo ven lindo y limpio, o por lo menos recuperable, porque en cada ser del universo ven la presencia de Dios, Creador y Padre, especialmente en el hombre. “Omnia munda mundis” (los limpios todo lo ven limpio) dice San Pablo (Tito 1,15). Igual que Jesús, no miran el pecado, sino al ser humano como hijo de Dios que necesita ser redimido y amado.

77.Debemos acostumbrarnos a mirar en los demás la “imagen de Dios” impresa en su alma; así se nos hace más fácil respetarlos y amarlos. En los ojos de una persona vislumbramos una profundidad y una trascendencia que se conecta con Dios. Las ideas de absoluto, los deseos de infinito, la belleza de sus perfecciones, que albergan en su espíritu y en su corazón, afloran en su mirada, y nos revelan su parentesco con Dios. También Dios, como hemos visto arriba, ama a los hombres porque contempla en ellos su propio rostro. Si nos ayudamos mutuamente a enriquecer nuestra alma con la gracia de Dios, “brillaremos como el sol” (Mt 13,43) y nuestra mirada será de mayor complacencia y de mayor gozo.

78.Una mirada particular es la del hombre hacia la mujer, y de la mujer hacia el hombre. Machismo y feminismo; patriarcado y matriarcado, han sido temas discutidos y reflexionados por psicólogos y sociólogos, generando toma de posiciones encontradas. La ideología de género en nuestros tiempos quiere borrar las diferencias existentes entre hombre y mujer y propiciar la independencia o autoafirmación de la mujer, en rebeldía y revancha contra el dominio masculino. La Biblia habla de diferencias y complementariedad entre varón y mujer, creados por Dios para vivir en amor y transmitir la vida. El matrimonio y la familia vividos según el proyecto de Dios, hace la felicidad del hombre y de la mujer con los hijos. No tiene sentido la rivalidad o la supremacía de uno sobre otro. Hay que reconocer las funciones propias de cada uno y respetarlas. Las diferencias son factores de unión, porque cada uno aporta lo que el otro no tiene, y entre los dos hacen una humanidad más rica e integrada.

79.El hombre ve en la mujer su complemento natural en lo afectivo, lo biológico y psicológico. Y la mujer ve lo mismo en el hombre. Cuando hay amor y virtud, desaparecen los conflictos y se establece una convivencia pacífica y dichosa. El hombre se convierte en esposo y padre; la mujer en esposa y madre. Nada serían el uno sin el otro. Dios los bendijo y los hizo fecundos, no individualmente, sino juntos: “Los dos serán una sola carne”, un solo corazón, una sola vida compartida. La mirada y la presencia recíproca son indispensable para ambos. Comienza con el enamoramiento, donde su mirada llega al corazón, al alma, y va estrechando vínculos siempre más fuertes, hasta dar a luz nuevas vidas, los hijos, en los cuales se ven reflejados y más unidos. Todo esto es obra maravillosa de Dios, que sabe hacer las cosas con perfección y magnificencia. Pero en la vida matrimonial y familiar no todo es dicha y gloria, porque nadie es perfecto. Depende de cada pareja, de cada núcleo familiar y su entorno social, favorecer las buenas relaciones y una creciente madurez y perfección para la felicidad de todos. Aislarse, enfrentarse o ejercer dominio uno sobre el otro, destruye a todos.

Page 23: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

LA MIRADA DE LOS NIÑOS Y DE LOS JOVENES

80.La mirada de los niños es encantadora y encantada, limpia, libre de malicia y de prejuicios; no es inquisitiva y condenatoria sino serena y simple. Muchas veces miran directos a los ojos pero con inocencia y tranquilidad, simplemente observando a los demás, sin muestras de hostilidad o juicio. Su mirada es confiada y apacible hasta que no tenga una experiencia negativa que la oscurece. Los niños ven a los adultos como omnipotentes, por eso por una parte buscan su ayuda y protección; por otra parte les tienen miedo. También son propensos a imitarlos, pues tienen admiración por su poder y habilidades; por eso en general hacen lo que ven hacer a los adultos, en el bien y en al mal, porque no tienen todavía formado un juicio moral propio. En general los adultos se encuentran bien con los niños, porque se sienten respetados, no tienen que temer nada de ellos, son inofensivos, no muestran aversión, son humildes y sencillos, espontáneos, alegres… Jesús nos invita a ser como los niños, si queremos entrar en el Reino de los cielos (cfr Mt 18,3).

81.Los niños, desde pequeñitos, son exploradores, miran todo y se admiran de todo. Naturalmente lo primero que aparece ante sus ojos es la madre. “Ella es el centro de su universo, todo gira alrededor de ella. Es su apoyo y calidez y él la ama más que a nada… La madre representa para su hijo, el bien, la providencia y la ley. En una palabra, como dijo Henry Fredéric Amiel, una madre es la imagen de la Divinidad en una forma accesible para los niños… Para ellos, somos las mujeres más bellas, más perfectas y más correctas del mundo! Nuestros defectos son prácticamente invisibles” (Stael F. Pedroza).

82.Poco a poco, a medida que van creciendo, los niños descubren a toda su familia, los parientes, los vecinos, la sociedad… En la escuela se encuentran con sus coetáneos y se abren con naturalidad a una relación de amistad, compartiendo las tareas, el juego y las reglas de convivencia… Aprenden pronto a adaptarse a los demás, para evitar perjuicios y ganar aceptación. Se manejan más con la intuición y las emociones que con la razón y la lógica. Cuando se ven rodeados de cariño, de atenciones y cuidados, crecen con equilibrio y alegría. De lo contrario sufren frustraciones y buscan estrategias de supervivencia para no sucumbir al poder de los adultos y de la sociedad en general.

83.Alguien escribió: - Si un niño vive criticado, aprende a condenar. - Si un niño vive en un ambiente hostil, aprende a pelear. - Si un niño vive ridiculizado, aprende a ser tímido. - Si un niño vive avergonzado, aprende a sentirse culpable. - Si un niño vive con tolerancia, aprende a ser paciente. - Si un niño vive con aliento, aprende a tener confianza. - Si un niño vive estimulado, aprende a apreciar. - Si un niño vive con honradez, aprende a ser justo. -Si un niño vive con seguridad, aprende a tener Fe. - Si un niño vive con aprobación, aprende a valorarse. - Si un niño vive con aceptación y amistad, aprende a encontrar el Amor en el mundo.

84.En la mirada de los niños se refleja el ambiente familiar y social en que se mueven. Lo que más les afecta y les quita alegría y serenidad es la falta de amor. Los hace sentir solos y desprotegidos, amenazados e indefensos, tristes y temerosos, inseguros y con baja autoestima.

Page 24: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

“Cuando veas uno de esos niños -cualquiera que sea la edad de su DNI- con mirada profundamente triste, ojerosa, o bien sutilmente rabiosa, o acaso huidiza o extraviada, puedes estar seguro: "a ése no lo han querido". Si entrenas la mirada, podrás ver huérfanos y más huérfanos, gente profunda y ocultamente desamada por doquier. Lo llamamos "civilización". En realidad, es la catástrofe emocional del mamífero "homo sapiens"  (José L. Cano Gil). Podríamos decir que el nivel ético y axiológico (de valores) de una sociedad se mide por la mirada de los niños: si su mirada es limpia y serena, tal sociedad registrará valores positivos; si su mirada es temerosa y triste, la sociedad aparecerá con valores negativos.

85.Por tanto - afirma José L. Cano Gil - si quieres ayudar a mejorar el mundo, sólo tienes que mirar la mirada de los niños: tus hijos, tus hermanos, tus sobrinos, tus nietos, tus alumnos. Más aún, mira la mirada del "niño interior" de los adultos que te rodean: tu pareja, tus padres, tus amigos, tus vecinos, tus compañeros de trabajo. Y todavía más: mira tu propia mirada en el espejo para descubrir qué clase de huérfano, o no, eres tú. Luego, acepta, comprende, respeta, cuida cuanto puedas a todos ellos (comenzando por ti mismo). Estarás amando. Sin tu amor, ya es tarde para todo”.

86.La mirada de los jóvenes guarda mucho de la experiencia de la niñez: mirada exploradora, soñadora, idealista, en busca de felicidad, de apoyo y aceptación…; pero se va ampliando, profundizando y diferenciando. El joven con el desarrollo de su inteligencia y de su observación de la realidad, percibe un mundo más grande; descubre experiencias nuevas a nivel intelectual, psicológico y espiritual. Se entusiasma con la verdad, la libertad, el amor, y con todas las posibilidades que le ofrece la vida. Se mira a sí mismo y a su alrededor, se propone conquistar y perfeccionar su propio ser y se lanza a la carrera para conquistar el mundo. En su mirada se halla sobre todo el futuro, como posibilidad de plena realización.

87.Los niños permanecen en el nido del hogar. Los jóvenes piensan salir, formar su propio hogar, encontrar su propio espacio en el mundo. Viven con dos grades ilusiones: el amor y la carrera. Tienen la sensación de vivir una edad de transición, donde los estudios, la formación humana, el aprendizaje de nociones y habilidades, la capacitación profesional, todo está en función de un futuro próximo y definitivo. Les parece disponer de un tiempo indefinido para ubicarse en la vida y en la sociedad. Son comunes las ambiciones y aspiraciones hacia cosas grandes, como alcanzar celebridad, fama, autoridad, poder, mucho dinero. Ven el mundo y a los demás como oportunidades para su propia realización.

88.En general los niños están centrados en sí mismos: la familia y la sociedad están en función de sus necesidades, porque no pueden valerse por sí mismos: todo lo esperan de los demás. Los jóvenes en cambio, si bien están atareados en su formación y preparación para el despegue, y todavía dependen de los demás, sin embargo se van abriendo al mundo y a Dios, no solo con la intención de ser alguien, sino también de hacer algo para los demás y dejar una huella en la historia. De esa manera muchos ven la vida como una vocación. Hay jóvenes bien formados y bien orientados que responden con nobleza, haciendo de su vida un servicio generoso a beneficio de los demás. Son los jóvenes quienes están más dispuestos para una labor

Page 25: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

humanitaria, para la vocación religiosa y ministerial, para un servicio a los más desvalidos, para los ideales de justicia social y los compromisos políticos.

89.Los jóvenes ven a los adultos como resignados, vencidos o acomodados, y no comprenden su oportunismo, su falta de compromiso, su apatía en el campo de los valores. Les sorprende y escandaliza su pragmatismo y su actitud cínica e utilitarista, despojada de ideales y de entusiasmo por algo más grande y sublime. No comprenden su relativismo ético y su manera de ver, juzgar y actuar con flexibilidad y hasta en contradicción con sus principios morales y religiosos, para obtener ventajas materiales y sociales. Los jóvenes son idealistas y absolutistas, pero ellos también poco a poco va cediendo y entrando en una conducta ambigua, dándose cuenta de que los demás no están dispuestos a actuar con verdad y objetividad, como enseña Jesús: “vuestro hablar sea si, si; no, no; lo demás es del maligno” (Mt 5,37). No son muchos los que permanecen fieles a sus principios.

90.Se habla de “conflicto de generaciones” entre jóvenes y adultos, precisamente por lo que decíamos en el número anterior. Los jóvenes a su vez pasarán a ser adultos, y si no perseveran en su autenticidad, entrarán ellos también en conflicto con la generación más joven. En estos últimos años asistimos al surgimiento de movimientos juveniles a nivel mundial; una cierta globalización de la cultura juvenil, que en parte retoma las actitudes tradicionales de idealismo, pregonando los grandes valores de justicia, solidaridad y ética, denunciando el fracaso y el cinismo de las ideologías históricas, que terminaron en la explotación económica y financiera, en las dictaduras y las guerras mundiales, etnocidios, genocidios, criminalidad, en la devastación de la naturaleza, el machismo o feminismo, el libertinaje y la perversión sexual etc. Aunque no toda cultura juvenil es limpia y libre de errores y culpas, sin embargo su crítica y su rebeldía son un signo de la decadencia de la cultura laicista, secularista y agnóstica de nuestros tiempos, que pregonan la libertad y el progreso, mientras no hacen que volver a las antiguas perversiones y oscuridades del paganismo.

91.Por desgracia hay también mucha juventud quemada, embrutecida por los vicios y adicciones, metidos en la criminalidad, sin principios y sin ley, con la mirada perdida, la consciencia turbia el corazón vacío, una vida sin horizontes y sin sentido. De ahí los numerosos suicidios, que son la primera causa de mortalidad entre los jóvenes; le siguen los accidentes de tráfico y las complicaciones del embarazo y el parto, la drogadicción, la violencia. Son fruto de la cultura materialista y hedonista de nuestros tiempos, donde los valores supremos son el dinero, el placer y el poder. La moral y la religión no tienen cabida en su vida. La filosofía relativista e inmanente del mundo secularista, les ha metido en la mente y en el corazón que no hay valores absolutos, no hay Dios a quien rendir cuenta, no existen otros bienes y otros males que en la vida presente, y que para triunfar y gozar hay que ganarle a los demás con la astucia y la fuerza. Eso es lo que aprenden y viven muchos jóvenes en medio de la sociedad, en los centros culturales, en los medios de comunicación, en los partidos políticos, en los carteles del narcotráfico, incluso en los movimientos revolucionarios y religiosos que aprovechan el idealismo y la buena fe de los jóvenes para utilizarlos como carne de cañón o mártires fundamentalistas.

Page 26: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

LA MIRADA DEL “MUNDO” A DIOS Y AL HOMBRE

92.Cuando hablamos de “mundo” entendemos lo que dice Jesús y la Iglesia: el conjunto de todos aquellos que viven al margen o en contra de Dios, de la fe, de la religión y la moral cristiana. San Pablo afirma: “hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas” (Flp 3,18-19). El “mundo” es la contraposición del Reino de Dios predicado e inaugurado por Cristo. En la última Cena Jesús ruega al Padre por sus discípulos, para que los cuide y los defienda del mundo hostil (cfr. Jn 17,11-17). San Juan dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.  Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1Jn 2,15-16). Por mundo entendía el paganismo de la época: la sensualidad aberrante del imperio romano decadente, los espectáculos indecentes y violentos del circo, la opresión de los ricos sobre los pobres.

93.Los ateos, agnósticos e indiferentes, miran a Dios como un mito, fruto de la fantasía sin fundamento racional, propio de gente primitiva, ignorante y supersticiosa. Para ellos los cielos están vacíos, Dios no existe; los hombres estamos solos y somos autosuficientes. Sin embargo la mayoría de la población mundial, en todos los tiempos, aun en la actualidad, profesa alguna religión y la creencia en Dios. Y no solo la gente del pueblo, sino también numerosos intelectuales y eruditos, filósofos y científicos, técnicos y artistas, políticos y economistas, poetas y deportistas… Resulta que sus argumentos para negar a Dios se basan en los siguientes “mitos”: - que los ateos son más lógicos que los creyentes – que la carga de la prueba de la existencia de Dios recae en el creyente – que la ciencia hace a Dios obsoleto – que la ciencia por sí sola es una guía confiable y suficiente – que la religión y la ciencia son incompatibles.

94.Naturalmente ninguno de estos “argumentos-mitos” de los ateos están fundamentados en explicaciones lógicas y racionales. Nos basta un ejemplo para demostrar los contrario: “Anthony Flew, el prominente ateo que se ha convertido recientemente a una posición de creencia en “el Dios de Aristóteles”, dijo que la posición por defecto de la humanidad debe ser la creencia, ya que, después de todo, el universo y sus complicadas leyes existen, y no hay que negar lo que es obvio, decir que hay un Creador. Flew vio tres pruebas irrefutables de que debe haber un Dios: las leyes de la naturaleza, la existencia de la vida con su organización singular, y la existencia del universo” (cfr Tom Hoopes, para thegregorian.org, SdeT). Demostrar que el universo con sus leyes, orden y complejidad, vida y perfecciones, belleza, amor e inteligencia, hayan surgido del azar y de la nada, corre por cuenta del ateo, no del creyente, porque la realidad es evidente, pues todo efecto supone una causa; en cambio el azar no es evidente, entonces hay que demostrarlo; cosa que los ateos no han podido hacerlo. Conclusión: el ateísmo es irracional.

95.Otro mito del mundo, de los ateos, es que el hombre evolucionó del animal; que el hombre es solo un animal perfeccionado, con mayor complejidad cerebral. Naturalmente para ellos la evolución surgió y se desarrolló por azar y desde la nada. No hay distinción entre cuerpo y

Page 27: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

espíritu, entre fisiología y psicología, entre los procesos moleculares y los procesos mentales; más bien unos derivan del otro, es decir las ideas, los pensamientos y sentimientos, la consciencia, no son otra cosa que procesos biológicos, secreciones de la materia cerebral. Pero no saben explicar – solo lo afirman dogmáticamente - como lo material produce lo inmaterial y lo espiritual. En filosofía se dice que el efecto es de la misma naturaleza que la causa; pero lo espiritual del hombre, no es de la misma naturaleza que el cuerpo. Resulta entonces que con sus argumentos irracionales, los ateos nos dicen irracionales a nosotros los creyentes…

96. Con respecto a la fe y la moral cristiana, la gente del “mundo” la ven como inconsistente y necia. Ya San Pablo en sus tiempos escribía: “Nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos, locura para los paganos” (1Cor 1,23). Al negar o rechazar a Dios, se hacen su propia ley, acallan la consciencia o la acomodan a su conveniencia. Les parece insensato renunciar a los placeres de la vida. No están dispuestos a renunciar al dinero (lícito o ilícito) para servir a Dios. Y como “no se puede servir a dos señores: a Dios y al dinero” (Lc 16,13) entonces niegan a Dios, y consideran tontos a los que optan por Dios. Consideran imbéciles y débiles a los que no saben aprovechar las oportunidades que les ofrece la vida para alcanzar el poder, el placer y la fama. Ven a la religión un impedimento para la satisfacción de sus deseos y necesidades, porque les exige un control de los instintos y las pasiones, del orgullo y el egocentrismo. Su negación de Dios se da más a nivel de praxis que en la teoría; es más moral y psicológica que racional y doctrinal.

97. La “gente de mundo” afirman que no es Dios quien creó al hombre a su “imagen y semejanza”, sino al revés: es el hombre quien creó a Dios a su imagen y semejanza, proyectando todos sus deseos de infinito y absoluto en Álguien que existe solo en su fantasía. Pero no se preguntan de dónde les vienen esos deseos de infinito y absoluto que les hace pensar en Dios. No se dan cuenta de que nadie puede tener nada si no lo recibe: el hombre no se dio la vida a si mismo; tampoco se dio a si mismo las facultades mentales y psicológicas, los deseos de plenitud y perfección que los conduce hacia la búsqueda de Dios. El creyente no se inventa a Dios: lo busca, porque la razón y el corazón le dicen que debe existir como origen, fundamento y meta de toda la realidad y de su propio ser; de otra manera todo sería absurdo y sin explicación.

98.Hay ateos militantes que no solo niegan a Dios y su ley, sino que buscan y elaboran pruebas para demostrar que Dios no existe, y combaten las religiones porque, según ellos, son fruto de la ignorancia, causa de atraso, de conflictos y de dominación por parte de grupos aprovechados. Pero parece todo lo contrario, pues “los comunistas ateos del siglo XX, por ejemplo, mataron a más personas de las que la Iglesia haya sido acusada jamás. Fueron asesinados unos 65 millones en China, 20 millones en la Unión Soviética, 2 millones en Corea del Norte, 2 millones en Camboya, 1,7 millones en África, 1,5 millones en Afganistán, 1 millón en Vietnam, 1 millón en los países comunistas de Europa Oriental y 150.000 en América Latina” (Tom Hoopes). Y esto sin contar las víctimas del nazismo, del fascismo, de las dictaduras militares, de los movimientos laicistas y criminales que hacen de lado a Dios y sus mandamientos. Es cierto que los cristianos y gente de otras religiones han cometido muchos crímenes, pero no en obediencia a la fe, sino contra los preceptos de su propia religión; excepto algunas parcialidades islámicas fundamentalistas que pregonan la violencia como legítima.

Page 28: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

99.Entre la gente del “mundo”, desgraciadamente hay muchos cristianos que no viven según la fe y la doctrina del Señor. Cristianos indiferentes, con la consciencia anestesiada, alejados de la oración y los sacramentos, ocupados y preocupados solo de los asuntos materiales y temporales, fáciles presas de todas las tentaciones y debilidades morales. En el año de la vida consagrada, el Papa Francisco dijo a los religiosos/as: “¡Despierten al mundo!”. Son gente que han perdido de vista a Dios, han perdido contacto con Dios; se han vuelto ciegos, sordos y mudos espiritualmente. Dios ya no significa nada para ellos. Esto se debe a la ignorancia religiosa y a la debilidad de voluntad. Muchos son culpables de su ignorancia porque no se han preocupado de formarse debidamente. También son culpables de su debilidad y falta de cumplimiento, porque se han dejado dominar por la pereza y la dejadez; se han dejado absorber por el “mundo”, perdiendo la sensibilidad moral y espiritual.

100. En la parábola del sembrador el Señor explica con mucha claridad como la gente deja morir la semilla de la fe en su alma, entrando en la corriente de “mundo”. Según la enseñanza de Jesús, hay cuatro categorías de personas frente al Reino de Dios: Hay gente que son como el terreno duro y pisado del camino, donde la semilla ni siquiera echa raíces; no escuchan ni cumplen la palabra de Dios; niegan y rechazan la religión. Hay gente que son como el terreno lleno de piedras, donde la semilla echa raíces, pero muere pronto porque le falta el humus de la tierra para alimentarse: son superficiales, rápidos para entusiasmarse con la fe cristiana, e igualmente rápidos para abandonarla al presentarse las primeras dificultades. Hay gente como el terreno lleno de espinas y arbustos, donde la semilla queda sofocada; los intereses mundanos y el amor a las riquezas ahoga en ellos la fe y la vida cristiana. Por fin hay gente como el terreno bueno donde la semilla echa raíces, crece y da fruto el 30, 60 y 100 por ciento.

101. En resumen, la “gente de mundo” o del “mundo”, ven a Dios como un fantasma desaparecido del horizonte de su vida; o mejor no ven a Dios en ninguna parte, ni quieren verlo, ni lo sienten en su corazón. “Dios ha muerto”, dicen con Nietzche. Y la gente religiosa les parece extraña y fuera de época, que pierden el tiempo detrás de lo inexistente. Pero al mismo tiempo, por lo menos los más coherentes, llegan a decir con el mismo Nietzche, que también el hombre ha muerto. Desenganchado de Dios, ven que el hombre ya no tiene raíces ni meta; no tiene un fundamento donde arraigarse y un absoluto en donde alcanzar plenitud. Sin un Dios, Padre común, ya no ven a los hombres como hermanos, sino como individuos de los que hay que cuidarse; o como medios para su propia realización; o a lo mejor como compañeros de camino hacia un mismo destino de muerte. La trascendencia, la vida de gracia y la vida eterna están fuera de su visión de la vida. Sólo viven para aprovechar el presente y luego desaparecer… Ven al hombre como “un ser para la muerte” (Heidegger). Y eso les hace decir con Sartre: “La vida es una pasión inútil”. Pero la mayoría no piensa nada, ni quiere pensar nada, para huir de la angustia y porque no tienen nada a que agarrarse ni en que fundamentarse.

102. ¿Cómo ve en particular el “mundo” a la Iglesia Católica? Desde su perspectiva y criterios laicistas, inmanentes y socio-económicos, el mundo considera a la Iglesia jerárquica como una institución o agrupación de hombres que buscan el poder ideológico, social y económico. No pueden entender que el propósito y el interés prioritario de la Iglesia es religioso, espiritual,

Page 29: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

pastoral. No son capaces de comprender la dimensión trascendente y sobrenatural, doctrinal y ética que motiva toda la acción de la Iglesia. Por supuesto que en la Iglesia ven las miserias humanas, los escándalos y las deficiencias de aquellos que no son fieles al Señor, pero solo se fijan en eso, y no ven su gran obra evangelizadora, ética y humanitaria. Opinan también que la Iglesia debería actualizarse, en el sentido de que reforme sus dogmas morales y sea más abierta y acordes con los tiempos; como por ejemplo aceptar el divorcio, el aborto, el matrimonio homosexual, democratizarse etc. No se dan cuenta de que la ética laica es humana y por lo tanto falible, en cambio la ética católica es divina, fundada en la palabra de Dios. No se dan cuenta de que la moral moderna ha vuelto al paganismo, anterior al cristianismo. Notamos también que el interés del “mundo” es descalificar y hundir a la Iglesia, como su adversaria y opositora de la conducta y los principios mundanos.

LA MIRADA DE LA IGLESIA AL MUNDO

103. La mirada de la Iglesia se dirige a dos clases de mundo: a la humanidad entera, con su problemática, sus luchas y sus esperanzas; y a aquella parte de la humanidad corrupta y hostil a Dios que hemos definido como “mundo” o “mundana” en sentido moral. En la Gaudium et Spes n° 2 del Vat.II, leemos: “La Iglesia tiene ante sí al mundo, esto es, la entera familia humana con el conjunto universal de las realidades entre las que ésta vive; el mundo, teatro de la historia humana, con sus afanes, fracasos y victorias; el mundo, que los cristianos creen fundado y conservado por el amor del Creador, esclavizado bajo la servidumbre del pecado, pero liberado por Cristo, crucificado y resucitado, roto el poder del demonio, para que el mundo se transforme según el propósito divino y llegue a su consumación”.

104. La Iglesia mira al mundo pensando en la parábola de la cizaña (Mt 13,24-46), en la que Jesús explica que buenos y malos viven juntos en la historia, hasta que Dios separará los unos de los otros, llamando los buenos a la vida eterna y a los malos a la condenación eterna (Mt 25,46). La Iglesia sabe que deberá convivir hasta el fin de los tiempos con sus enemigos; que deberá sufrir persecuciones y martirio. Jesús se lo advirtió a los apóstoles (Jn 15,21; Mt 24,9). Pero como el Señor mandó amar también a los enemigos (Mt 5,44) entonces la acción pastoral de la Iglesia se dirige a ambos mundos: a unos para denunciar su pecado y frenar su campaña diabólica, llamándolos a la conversión; a otros para sostenerlos en las batallas del Reino de Dios, llamándolos a la perseverancia en la fe, la esperanza y la caridad.

105. Jesús dijo: “Yo no he venido a condenar al mundo, sino a salvarlo” (Jn 12,47). Hay gente que viven alejados de Dios y esclavos del pecado, pero no son rebeldes y enemigos, sino débiles y vencidos; muchas veces ignorantes y desorientados. Hacen parte del mundo que puede ser recuperado para la salvación. Entonces la Iglesia los mira como la “mecha humeante que no hay que apagar” (Mt 12,19) sino reanimarla; y como a la “caña cascada que no hay que quebrar” (Mt 12,20), sino enderezarla y curarla. Pero a los enemigos obstinados e impenitentes, que no solo se niegan a convertirse, sino que luchan contra Dios y sus fieles, como los demonios, habrá que apartarse de ellos y “sacudir hasta el polvo de las plantas de los pies en testimonio contra ellos” (Mt 10,14) y advertirles de su condenación.

Page 30: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

106. La Iglesia observa en nuestros tiempos una “cultura light” que diluye todos los valores, especialmente la fe y la moral. Según algunos autores los pilares de esta cultura son los siguientes: la permisividad, el relativismo, el hedonismo y el erotismo, el consumismo, el materialismo, la religión y espiritualidad a la carta, los medios de comunicación social. Para la mentalidad permisiva, muy difundida, lo importante es hacer lo que a uno le place, en todos los campos, sin impedimentos; no ir contra las inclinaciones naturales que piden paso, pues podría ser nocivo a la salud mental. El relativismo, reclama un punto de vista subjetivo para todo, ya que no existe una verdad absoluta. Defiende la utilidad, lo práctico, la idea de que el fin justifica los medios. Su lema es: “Según desde el punto de vista que se mire” (que es siempre subjetivo). Para el hedonismo y el erotismo lo fundamental es pasarlo bien sin restricciones. El placer por el placer; disfrutar sin privarse de nada. Su lema es: “Disfruta al máximo”. En las sociedades más opulentas entró el afán del consumismo, para tapar el vacío interior; su lema es: “compra, usa, goza y tira”; y su mentalidad: “tanto vales cuanto tienes”.

107. Uno de los factores más negativos y destructores de la fe y la moral es el materialismo. “Son muchísimos los que, tarados en su vida por el materialismo práctico, no quieren saber nada de la clara percepción de este estado dramático” (GS 9). Donde avanza el bienestar y la abundancia económica, retrocede el cultivo de los valores espirituales. Su lema es: “Sólo lo material es lo aferrable, lo que cuenta”. Eso explica el abandono de Dios y de la práctica religiosa, la disminución de las vocaciones para el sacerdocio y para la vida consagrada y el poco compromiso de fe y de vida de los bautizados. Pero la saturación de los bienes materiales no puede apagar del todo las exigencias del espíritu, provocando la búsqueda de bienes espirituales, que les ofrecen las innumerables sectas y “religiones a la carta”. Éstas proponen experiencias trascendentes y esotéricas gratificantes, pero sin tantos compromisos éticos, ni prácticas vinculantes, conviviendo con otros nuevos dioses, como el sexo, el dinero, el poder y el placer. Su lema es: “Toda religión es buena, basta que me satisface”. Se trata de una religión light, con una ética light. Los medios de comunicación se encargan de socializar esta cultura light, sin valores, superficial, relativista, hedonista y materialista.

108. La Iglesia mira preocupada al mundo, no solo por el descenso de la práctica religiosa y el incremento del ateísmo práctico, sino también por el aumento de la corrupción y la inmoralidad, las tensiones sociales, los conflictos a todos los niveles, las desigualdades económicas y la pobreza, la devastación de la naturaleza, el sufrimiento y muerte causados por políticas e ideologías fundamentalista, racistas, liberales y absolutistas… Es un panorama que inquieta y plantea la necesidad de un cambio. Hay gente optimista que piensa y anuncia que Dios intervendrá para poner orden y revertir el rumbo de la historia. Pero Dios no ha dejado nunca de actuar a través de las consciencias, a través de la Iglesia y de los hombres de buena voluntad. La historia de salvación no se ha interrumpido, sino que sigue en acto. Dios no quiere convertir los hombres en títeres y robots, sino que apela a una respuesta libre y responsable. Una voz de lo alto dijo al rico Epulón: “tienen a Moisés y a los profetas: ¡qué los escuchen!”. El Padre celestial en el monte Tabor hizo resonar su voz: “Este es mi Hijo amado. ¡Escúchenlo!”. La misión y desafío de la Iglesia es anunciar a Cristo, que nos ofrece la salvación con su Evangelio y su cruz; pero no se puede imponer la fe y la vida cristiana, pues la libertad es esencial en la

Page 31: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

conducta humana. Ni Dios obliga ni doblega a nadie, porque su respuesta no sería de amor y verdad.

109. Jesús les pidió a los apóstoles que sean sus testigos (cfr. Hch 1,8) y en el día de la ascensión los envió a anunciar su Evangelio a todo el mundo, hasta los confines de la tierra, y les prometió acompañarlos en esta tarea hasta el fin de los tiempos (cfr Mt 28,20). Es por eso que la Iglesia mira al mundo como campo y objeto de su misión evangelizadora. Pero se da cuenta de que es una tarea difícil porque debe entrar en competencia con el “mundo” enemigo y con el mundo “light”. ¿Cómo le puede ganar al mundo, que ofrece a los hombres placeres, riquezas y poder, así como lo hizo el demonio con Jesús? Parecería que las propuestas del mundo y del demonio son más tentadoras que las que presenta la Iglesia: penitencia, pobreza de espíritu, humildad y servicio. Efectivamente una gran cantidad de hombres se dejan encandilar y conquistar por el demonio y el “mundo”.

110. La Iglesia mira con lástima y compasión a los esclavos del “mundo, el demonio y la carne”, porque sabe que están condenados a la frustración total y a la perdición eterna. Aparentemente gozan y están satisfechos con sus bienes materiales y temporales, y que no necesitan nada más. Pero eso es mentira, porque “no de solo pan vive el hombre” (Mt 4,4); “la vida no está asegurada por las riquezas” (Lc 12,15). “¿De qué sirve ganar el mundo entero si pierdes tu alma?” (Mc 8,36). Todos los hombres se dan cuenta de la precariedad de los bienes de la tierra, de los honores y vanidades del mundo, cayendo muchos en el aburrimiento, en la insatisfacción, y no pocas veces en la depresión. Pero ¿qué puede ofrecer la Iglesia más y mejor que el mundo? Ofrece la participación a la vida divina; y eso significa lo absoluto de todo bien. Quien hace experiencia de Dios, como los místicos, entiende que no hay felicidad mayor que la unión y comunión con Dios, en esta vida y en la otra.

111. El papa Benedicto XVI dijo que la fe se comunica por atracción, no por proselitismo. Lo mismo repite el papa Francisco en la Evangelii Gaudium. La Iglesia no debe dar respuestas facilistas, emocionales, espectaculares, teatrales como para “ganarse adeptos”. Si sabemos explicar y presentar a Dios como el Bien Infinito, gozo absoluto de nuestra alma, tendremos una ventaja insuperable sobre el mundo, que solo ofrece bienes limitados, pasajeros y caducos. Es cuestión de enseñar a buscar a Dios y contemplarlo, descubriendo sus infinitas perfecciones en la creación, en la belleza y el amor humano, en el rostro de Cristo, en el deseo de infinito que alberga en nuestro corazón. Muchas veces en mis libros he vuelto sobre este punto. Es que no hay otro camino y otra motivación para animar la vivencia religiosa. Solo en Dios se cumple del todo el fin principal de la vida humana, que es la felicidad.

112. La Iglesia mira con tristeza a la juventud que se deja atrapar por los espejismos y las tentaciones del mundo, que les promete felicidad, y después los deja desilusionados y vacíos, despojados de la inocencia y la alegría. Los jóvenes se dejan corromper por el erotismo, el dinero fácil, las drogas, el alcoholismo, el consumismo, las ideologías inmanentes… Cuántos jóvenes abandonan la Iglesia, los sacramentos, la oración para convertirse en esclavos del vicio y del pecado. A pesar de todo, los jóvenes conservan su idealismo, su aspiración a la felicidad, su apreciación por las cosas grandes y bellas. Habrá que anunciarles a Cristo, a quien admiran

Page 32: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

y en quien confían, para animarlos a aceptar su mensaje y su amistad. Hay experiencias bonitas con grupos carismáticos y de otra índole, que han demostrado la capacidad de recuperar a los jóvenes para una fe gozosa y comprometida.

113. La Iglesia mira también al mundo de los adultos, que parecen estar seguros y bien ubicados en su profesión, en el mundo del trabajo, en las actividades políticas y culturales, en el campo de la ciencia y la técnica… Y sin embargo los adultos son los que más padecen la crisis existencial, pierden el sentido de la vida, entran en la rutina y el cansancio, andan desorientados y sin rumbo, víctimas del laicismo y el escepticismo. Al perder el idealismo juvenil, ya no creen en absolutos y se vuelven pragmáticos y materialistas. Y cuanto más se aferran al dinero, al placer sensible y a las ambiciones del poder, tanto más se hunden en el desencanto y la depresión, al descubrir la vanidad e inconsistencia de todo. La Iglesia quiere recuperar también a los adultos, y puede hacerlo con las verdades y certezas de la fe cristiana, que les devuelve la esperanza de gozar de los bienes auténticos e imperecederos, que no están sujetos al desgaste y al desencanto. A ellos también habrá que conducirlos a redescubrir a Dios, Bien Infinito, el solo adecuado a las pretensiones del corazón humano.

114. ¿Cómo ve la Iglesia al mundo de las sectas? Las considera como ramas desgajadas del tronco original de la Iglesia de Cristo, que es la Iglesia Católica donde están los sucesores de Pedro y de los Apóstoles. No juzga a las personas, sino la doctrina, que está plagada de errores y desviaciones. El solo hecho de haberse separado o constituido a parte de la Iglesia original, es un signo de que no son verdaderas, porque Cristo quiso una sola Iglesia; y las sectas son miles. Se niegan a escuchar a quienes Cristo dijo: “Vayan y enseñen todo cuanto yo les he enseñado…” (Mt 28,20); “Les enviaré el Espíritu Santo que los introducirá en la verdad plena” (Jn 16,13); “Quien los escucha a mi me escucha; quien los rechaza, a mi me rechaza” (Lc 10,16). Esto le dijo Jesús a sus apóstoles; y ellos consagraron a los obispos y sacerdotes para que continúen la obra evangelizadora de Cristo.

115. Los protestantes y las sectas no escuchan al Papa y a los obispos. Interpretan la Sagrada Escritura cada uno por su cuenta (de ahí la multiplicación de las sectas con su doctrina). Su doctrina además es deficiente, pues carece de los medios de salvación por excelencia que son los sacramentos; solamente tienen el bautismo. Las sectas evangélicas no celebran la Eucaristía, la Santa Misa, que es el acto de culto de la Nueva Alianza, instituida por Cristo, y niegan la presencia del Señor en la hostia consagrada. Hay sectas que incluso no pueden decirse cristianas, porque no reconocen la divinidad de Cristo y del Espíritu Santo, por lo cual niegan también la SSma. Trinidad. Afirman que las obras no son necesaria para la salvación, pues Cristo padeció e hizo méritos por todos; pero sabemos que el mismo Jesús dijo que si no hacemos penitencia pereceremos todos (cfr. Lc 13,5); que si no hacemos las obras de caridad seremos excluidos del Reino de los cielos (cfr. Mt 25,34-46); que debemos cortarnos una mano y sacarnos un ojo, si son causa de pecado (cfr Mt 5,29-30) etc. Hay sectas agresivas que llegan a decir que la Iglesia Católica es la “gran ramera”, que el Papa es el anticristo. ¡No saben lo que dicen! Pues Jesús aseguró: “Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). Y a Pedro en particular le dijo: “Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16,18).

Page 33: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

¿Acaso los obispos no son sucesores de los apóstoles? ¿Y los papas no son acaso sucesores de Pedro?

UNA MIRADA A LA HISTORIA

116. La historia de la humanidad comienza con la aparición del ser humano sobre la tierra. Según la Biblia Dios creó al hombre hace unos cinco mil años atrás. Pero sabemos que los primeros once capítulos de la Biblia no son históricos ni científicos, sino doctrinales; entonces no se puede tomar como un dato exacto. Los científicos (arqueólogos, antropólogos, paleontólogos y biólogos) han ido estudiando el tema del antigüedad del hombre, pero todavía no llegaron a una conclusión cierta, pues pasaron de cuarenta mil años, a doscientos mil años, a trescientos mil, a medio millón, y por fin a un millón y medio; incluso hay quien habla de doscientos y trescientos millones de años. Y con respecto a la teoría evolutiva, ya muchos no le dan crédito. De todas maneras lo que se dice historia propiamente, es el período en que aparecen las “civilizaciones”, precedido por un período llamado pre-historia; y se suele dividir en edad antigua, edad media, edad moderna, edad contemporánea. Esto vale para los pueblos europeos y parcialmente para los demás pueblos, pues en cada continente se desarrollaron civilizaciones autónomas, no siempre contemporáneas a la europea. Y hasta hoy se conocen pueblos con una civilización inicial, primitiva, de nivel casi prehistórico.

117. Mi propósito en este capitulito, no es exponer los acontecimientos y eventos de la historia de la humanidad, sino exponer el pensamiento de aquellos que rastrearon el sentido y el diseño que emerge del desenvolvimiento de los hechos históricos vistos globalmente. Concretamente quisiera ver que dice la teología de la historia y la filosofía de la hisoria. En varias ocasiones la historia de la teología muestra cómo el sentido del tiempo y de la historia ha sido objeto de una reflexión peculiar. En los primeros siglos del cristianismo, Justino, Ireneo, Clemente de Alejandría y Tertuliano esbozaron una primera teología de la historia, explicando que todos los acontecimientos de la Antigua Alianza con el pueblo de Israel, fueron como una preparación a la Nueva y eterna Alianza realizada en Cristo. Del mismo modo Orígenes y Atanasio formularon la tesis sobre la centralidad de Cristo en la historia. Los apologetas (o defensores de la fe cristiana), presentaron el cristianismo como un fermento para llevar a su plenitud la historia de la humanidad según el plan de Dios.

118. El teólogo de la historia por excelencia puede decirse perfectamente que es san Agustín (354-430). En su libro “De Civitate Dei” (La Ciudad de Dios) muestra la historia como el lugar del conflicto continuo entre la fe y el pecado. Para el santo el centro de la historia es el acontecimiento salvífico de la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, que obra la redención y abre a la promesa escatológica, abarcando así todos los tiempos, de sus orígenes hasta el fin del mundo. Según los pensadores cristianos de la antigüedad, Dios actúa en la historia, e incluso se hizo hombre para acompañar a la humanidad por los caminos del tiempo hasta la eternidad. Dios no creó al hombre para abandonarlo a su suerte, sino que convierte la historia humana en historia de salvación.

Page 34: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

119. En la Edad Media San Buenaventura y Santo Tomás de Aquino, retomaron y revitalizaron la tesis agustiniana de la centralidad de Cristo. Pero el esquema más sugestivo y más original de aquel período es sin duda el Joaquín de Fiore, con su visión histórico-profética y la división de la historia en tres épocas, que corresponden a la realización de la revelación de las tres personas divinas: la época del Padre, la época del Hijo, y la época del Espíritu Santo. Como se ve, también los teólogos del Medioevo ven en la historia la intervención y actuación permanente de Dios.

120. En la época moderna, el primer intento sistemático de una teología de la historia, fue el de J.B.Bossuet que tuvo mucho éxito y provocó incluso a Voltaire a escribir, por primera vez, una filosofía de la historia. El principio que guía su lectura teológica, es el imperio amoroso de Dios sobre la historia. A pesar de que la historia y la reflexión sobre ella es propiedad de los hombres, sin embargo Dios no es extraño a nada de todo lo que ocurre, y dirige todos los acontecimientos con su Providencia. En su Discours sur l'Historie universelle de 1681, el obispo Bossuet quiere mostrar que "las historias profanas no narran más que fábulas o, todo lo más, hechos confusos, que en su mayor parte quedan sepultados en el olvido. La Escritura, por el contrario, nos conduce con unos acontecimientos precisos y con la misma sucesión de las cosas a su verdadero principio, a Dios, que lo ha creado todo" (pp. 135-136, ed. de 1707). Bossuet presenta la historia en doce épocas, desde Adán hasta su tiempo, mostrando la actuación de Dios son su pueblo; y describe los cambios que se realizan en la historia, determinados y seguidos por la Providencia divina.

121. La teología contemporánea, tanto católica como protestante, ha mostrado un renovado interés por esta temática. Los estudios de Barth, Brunner, Cullmann, von Balthasar, Daniélou, Rahner, Marrou y Pannenberg revelan sensibilidades diferentes y aproximaciones complementarias, tratando a veces de la historia-salvífica, a veces de la interpretación teológica de la historia universal. Quedaron ya establecidos ciertos conceptos fundamentales con que se puede armar una teología sistemática de la historia. Primero que Dios es el “Señor de la historia”, así como de la creación. El dio origen a la humanidad y está presente en todo tiempo y en todo hombre, pues “en él vivimos, nos movemos y existimos” (Hch 17,28). Conduce la historia humana hacia una meta, que es Él mismo, por medio de Cristo.

122. Jesús es consciente de su misión de llevar a cabo el proyecto de Dios en la historia, que es la unión definitiva con el mismo Dios. "El tiempo se ha cumplido; el Reino de Dios está cerca" (Mc 1,15). A los discípulos de Emaús "empezando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura" (Lc 24,27). Está claro que Dios está metido en la historia humana y opera en ella. La oración de los israelitas “Recuerda Israel”, los exhorta a no olvidar los acontecimientos de salvación obrados por Dios en su historia (Dt 4,9-10; 11,18-21). San Pablo afirma que Dios quiere recupitular todas las cosas en Cristo, las de los cielos y las de la tierra (cfr Ef 1,9-10). Cristo vino en “la plenitud de los tiempos” (Gal 4,4) y cerrará la historia con el juicio universal (cfr Mt 25,32). El apóstol dice también que Dios dispone todas las cosas para el bien de aquellos que lo aman (cfr.Rom 8,28). La comprensión de la Escritura antigua, y por tanto de toda la historia, sólo es posible si se refiere a Cristo. Él es la clave interpretativa de toda la historia. Según la teología de la historia, no hay historia fuera del control de Dios, ni al

Page 35: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

margen de la redención de Cristo; “Nadie va al Padre sino por mí” dice Jesús (Jn 14,6); “El que no siembra conmigo, desparrama” (Mt 12,30).

123. La cultura laica, profana, no ve ninguna relación de la historia con Dios. Hay “filosofías de la historia” que consideran la actividad del hombre como determinada por unas leyes inmanentes al mismo devenir, como en el materialismo de Marx, cuya dialéctica (tesis, antítesis y síntesis) está ordenada no ya a Dios, sino a un simple estado superior de la humanidad, fin a sí mismo, sin ninguna conexión con en la trascendencia. Otras corrientes de pensamiento niegan a la historia todo sentido que no proceda de ella misma, porque identifican el ser con el devenir, concibiendo la realidad histórica como el devenir mismo: la historia queda así encerrada en sí misma. Un ejemplo extremo es el historicismo ateo de Nietzsche y su teoría del “eterno retorno”: un surgir y avanzar de la humanidad para retornar a comenzar, sin finalidad alguna, sin otro destino que la desaparición de cada generación para dar lugar a otra, que caerá en el mismo agujero negro de la nada absoluta.

124. Esta manera de pensar no va al fondo de las cosas; simplemente mira a la superficie, a lo que ocurre exteriormente, sin ver la razón de todo esto ni la orientación del alma de la humanidad hacia lo eterno, lo absoluto y trascendente. No consideran con seriedad esta tendencia de todo ser humano a ir más allá de la historia terrenal para establecerse en lo definitivo de una vida eterna y plenamente satisfactoria. Dejan así al hombre a oscuras y con un destino truncado, vanificando todo sentido positivo de la vida. Según Bouyer, son filosofías que intentan transponer la escatología cristiana en términos racionalistas o materialistas: toda expectativa y toda esperanza está puesta en el futuro donde todo será perfecto; pero nadie se lo cree, pues cada hombre y cada generación nace con virtudes y defectos, y deberá luchar nuevamentel por la verdad, la justicia, el bienestar material y psíquico… Entonces el futuro será como el presente y el pasado, con los mismas luchas, conflictos y deficiencias. La historia lo demuestra, pues estas teorías ya han sido superadas con la misma experiencia histórica. Estos sistemas ideológicos ateos acaban haciendo evidente que ningún sistema de pensamiento exclusivamente humano, que excluye a Dios, es capaz de expresar el sentido de la historia.

125. Solo una visión teológica de la historia, que ve a Dios en el origen, en el medio y al término de su caminar, podrá dar razón de la historia en su globalidad y en sus momentos específicos, para los individuos y para la humanidad entera. Sin Dios no hay fundamento para la ética, pues nadie pedirá cuenta a las consciencias humanas de su actuar; su conducta será por pura conveniencia y oportunismo, algo exterior y del momento. No hay respuesta a los anhelos del corazón humano, que busca el amor total, la belleza perfecta, el ser absoluto e indefectible. No hay explicación para la mente humana que busca el por qué de la historia y de la vida de cada hombre. No hay luz para responder a tantos interrogantes acerca del bien y el mal, del sufrimiento y el fracaso, del premio y el castigo, de la verdad y el error… No habrá juicio personal ni universal; muchas atrocidades quedarán sin sanción, y muchas obras de bien sin recompensa. Pero el pensamiento inmanente, ateo, laicista, lo acepta todo así como se dan las cosas, con resignación y fatalismo, porque no se puede hacer nada, pues no hay nadie con poder universal para poner las cosas en orden, ni en la tierra ni en el cielo. Solo serán posibles

Page 36: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;

alianzas y pactos, que siempre estarán sujetos a transgresiones y nuevas luchas, dada la inestabilidad psicológica y moral de los hombres.

126. Solo con Cristo se esclarece la “condición humana”, pues todos estamos bajo su poder divino y Él nos conduce hacia la santidad y el destino eterno: “Me ha sido dado todo poder y autoridad en el cielo y en la tierra” (Mt 28,18); “Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre” (Mt 11,27); “Os digo que desde ahora veréis al Hijo de Hombre sentado a la diestra del Poder” (Mt 26,64). Y esto porque Cristo es “una sola cosa con el Padre” (Jn 10,30) y comparte su poder y su autoridad (cfr Jn 5,21). Al fin de los tiempos Cristo, Rey de reyes y Señor de señores (Apc 19,16) vendrá a concluir la historia: “Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte… Luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.   (1 Cor. 15:24-28). La historia universal entonces se convierte en Historia de Salvación por medio de Cristo. Y esto significa camino de perfección y apertura al infinito, a la eternidad y a la plenitud con Dios. Mons. Roberto Bordi ofm

CONCLUSIÓN

Hemos visto como el universo y la vida del hombre en la tierra está bajo la mirada constante de Dios, que es Padre providente y amoroso. Nada se escapa a su poder y a su cuidado, porque Él es el Creador. Eso significa que su presencia es constitutiva, ontológica, de todo lo que existe, porque todo recibe el ser de Dios. La palabra “existir” viene del latín “ex-sistere” que significa asentarse en algo. Nada podría existir si Dios no estuviera sustentándolo con su poder. Dios es el Ser absoluto, nosotros y la creación entera somos contingentes, dependientes del Ser de Dios. Por eso hemos recordado lo que dice San Pablo: “En Dios vivimos, nos movemos y existimos” (Hch 17,28). Es fácil entonces entender que la mirada de Dios no solo está sobre nosotros, en todas partes y en todo tiempo, sino también dentro de nosotros y dentro de todas las cosas. Dios nos ha hecho partícipes de su mirada, creando nuestros ojos y nuestra mente. Con los ojos podemos admirar todas las maravillas del universo y mirarnos entre nosotros. Con la mente y el corazón podemos ir más allá de la realidad física y entrar a contacto con la realidad metafísica, es decir con nuestra interioridad, con el alma y el corazón de los demás y con el mismo Dios. De ahí que es posible hacer filosofía, psicología, teología y todas las ciencias empíricas y técnicas. El máximo anhelo de todo hombre, es ver, conocer y descubrir a Dios, porque en Él se hallan todas las riquezas, virtudes y perfecciones, que hacen la plenitud y el gozo del alma humana. San Ireneo dice que “la visión de Dios es la vida del hombre”. Cuando nuestra mirada profunda se cruzará con la mirada de Dios, cuando “ lo veremos cara a cara, tal cual es” (1Cor 13,12), gozaremos infinitamente. Mons. Roberto Bordi ofm

Page 37: monsrobertobordi.files.wordpress.com€¦  · Web viewPENSAMIENTOS… 40. LA MIRADA DE DIOS . LA MIRADA DEL HOMBRE. INTRODUCCIÓN. En los ojos de una persona se. asoma toda su interioridad;