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Qué nos dice el Índice de Confianza del Consumidor (ICC)
para la investigación de mercados
XII Congreso Español de Sociología
Gijón, 30 junio – 2 julio 2016
por José Ignacio Casas Álvarez
Resumen
Se examina críticamente el valor informativo del ICC, analizando el sentido de las preguntas
utilizadas para su elaboración y las oscilaciones sufridas a lo largo de la serie disponible.
En segundo lugar, se compara su evolución con otros indicadores ajenos al mismo, en particular los
Índices de Comercio al por Menor, la Renta Disponible Bruta de los Hogares y el Gasto en
Consumo Final de los Hogares, elaborados todos ellos por el INE. De esta forma se puede estimar
el valor predictivo del ICC en relación con variables más objetivas como la disponibilidad de
recursos de los hogares y la evolución de las ventas al por menor.
En fin, la encuesta utilizada para la elaboración del ICC contiene otra serie de items que brindan la
oportunidad de ampliar el campo de análisis, más aún cuando el examen de los micro-datos abre
una dimensión analítica muy superior a la mera publicación del ICC.
El estudio tiene un carácter exploratorio y abierto, sujeto a futuras investigaciones, que forma parte
de un análisis más global del comportamiento económico de los hogares.
Palabras clave:
Consumo, Índice de Confianza del Consumidor, Comercio al por menor, Economía de los hogares
1. Introducción
Todos los meses el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) elabora el Índice de Confianza del
Consumidor (ICC) basado en una encuesta a 1.510 personas. Los resultados se publican escasos
días después del mes de referencia y suelen tener siempre un amplio eco en los medios de
comunicación.
Entre las ventajas de la encuesta del ICC se encuentran el hecho de presentar ya una importante
serie, la inclusión de otros items no utilizados en la elaboración del ICC propiamente dicho y, en
fin, la posibilidad del análisis directo de los micro-datos de las encuestas mensuales elaboradas por
el CIS.
El objetivo de esta ponencia es múltiple:
En primer lugar se examina críticamente el valor informativo del ICC, analizando el sentido
de las preguntas utilizadas para su elaboración y las oscilaciones sufridas a lo largo de la
serie disponible.
En segundo lugar, se compara su evolución con otros indicadores ajenos al mismo, en
particular los Índices de Comercio al por Menor elaborados por el INE y las Cuentas No
Financieras Trimestrales de los Hogares. De esta forma se puede estimar el valor predictivo
del ICC en relación con variables más objetivas como la disponibilidad de recursos de los
hogares y la evolución de las ventas al por menor.
En fin, la encuesta utilizada para la elaboración del ICC contiene otra serie de items que
brindan la oportunidad de ampliar el campo de análisis, más aún cuando el examen de los
micro-datos abre una dimensión analítica muy superior a la mera publicación del ICC.
En fin, hay que resaltar que se trata de un estudio de carácter exploratorio y abierto, sujeto a futuras
investigaciones, que forma parte de un análisis más global del comportamiento económico de los
hogares.
2. Descripción del ICC
Desde septiembre de 2004 hasta junio de 2011 el ICC fue elaborado por el Instituto de Crédito
Oficial (ICO). El CIS lo retomó en noviembre de 2011 y lo sigue ofreciendo mes a mes desde
entonces.
Según el CIS “el objetivo del ICC es anticipar los comportamientos de consumo de los ciudadanos,
por lo que su construcción se fundamenta principalmente en preguntas sobre las percepciones de
los consumidores tanto con relación a la evolución económica reciente (6 meses), como con
respecto a su potencial evolución en el futuro inmediato (6 meses)” (CIS, 2014).
El ICC se basa en una encuesta mensual que tras sufrir algunas modificaciones mantiene el mismo
cuestionario desde abril de 2013. Las preguntas a partir de las cuales se elabora el ICC han
permanecido inalteradas desde el comienzo de la serie histórica. El ICC es la media aritmética de
dos indicadores: el Indicador de Situación Actual (ISA) y el Indicador de Expectativas (IE).
Cada uno de estos dos Indicadores se basa en otros tres sub-indicadores y se calculan de la siguiente
forma:
Indicador de situación actual (ISA) = [(P3+100)+(P7+100)+(P8+100)] / 3
siendo,
P3: porcentaje de respuestas “mejor” menos porcentaje de respuestas “peor” a la
pregunta P3 ¿considera que la situación económica de su familia es mejor o peor
que hace seis meses? [hogarActual]
P7: porcentaje de respuestas “mejor” menos porcentaje de respuestas “peor” a la
pregunta P7 ¿considera que la situación en España para encontrar/mejorar un
puesto de trabajo es mejor o peor que hace seis meses? [empleoActual]
P8: porcentaje de respuestas “mejor” menos porcentaje de respuestas “peor” a la
pregunta P8 ¿considera que la situación actual de la economía española es mejor o
peor que hace seis meses? [economiaActual]
Indicador de Expectativas (IE) = [(P9+100)+(P12+100)+(P14+100)] / 3
siendo,
P9: porcentaje de respuestas “mejor” menos porcentaje de respuestas “peor” a la
pregunta P9 ¿considera Ud. que la situación en España para encontrar/mejorar un
puesto de trabajo dentro de seis meses será mejor o peor que en la actualidad?
[empleoFuturo]
P12: porcentaje de respuestas “mejor” menos porcentaje de respuestas “peor” a la
pregunta P12 ¿considera Ud. que la situación económica de su hogar dentro de
seis meses será mejor o peor que en la actualidad? [hogarFuturo]
P14: porcentaje de respuestas “mejor” menos porcentaje de respuestas “peor” a la
pregunta P14 ¿considera Ud. que la situación de la economía española dentro de
seis meses será mejor o peor que la actual? [economiaFuturo]
En conjunto, pues, el ICC es la media aritmética de los seis sub-indicadores mostrados.
El valor del ICC va de 0, (todas las personas entrevistadas contestan con la opción “peor” a las seis
preguntas incluidas) a 200, (todas las personas entrevistadas seleccionan la opción “mejor”). El
ICC sitúa en el 100 su punto de equilibrio, los valores por debajo indicando una percepción
desfavorable sobre la actividad económica y por encima una percepción favorable.
Hay que señalar que esta metodología de construcción del ICC es similar a la de otros índices, tales
como el de la Universidad de Michigan1, el de The Conference Board2 o el de la Comisión
Europea3.
3. Análisis de los componentes del ICC
3.1. Correlaciones
Como se ha visto más arriba, la base del ICC está constituida por seis sub-indicadores que han
mantenido un comportamiento parecido pero con significativas divergencias a lo largo del periodo
considerado: desde septiembre de 2004 hasta la actualidad4.
En el gráfico siguiente se ha recogido la matriz de correlaciones entre los seis sub-indicadores
(mitad superior derecha) y las gráficas de puntos dos a dos de los mismos (mitad inferior izquierda).
1 http://www.sca.isr.umich.edu/2 https://www.conference-board.org/data/consumerconfidence.cfm3 http://ec.europa.eu/economy_finance/db_indicators/surveys/index_en.htm4 El ICO publicó los datos hasta junio de 2011 y el CIS comenzó a hacerlo a partir de noviembre de 2011.Los datos
correspondientes a los cuatro meses intermedios no fueron nunca publicados, aunque sí los globales del ICC, ISA e IE. Para este trabajo hemos estimado los de los sub-indicadores P3, P7, P8, P9, P12 y P14 a partir de los gráficos publicados más adelante por el CIS
En todos los casos existe una correlación positiva con niveles altos de significación. Pero a partir de
aquí se pueden rastrear divergencias que no deberían pasarse por alto. Las mayores similitudes se
producen entre las parejas economíaActual – empleoActual y economíaFuturo – empleoFuturo., con
coeficientes de 0,95 y 0,96 respectivamente. Por otra parte hogarActual presenta las correlaciones
más bajas con empleoFuturo y economíaFuturo, mientras que hogarFuturo lo hace con
empleoActual y economíaActual. Gráficamente, estas similitudes y disimilitudes entre sub-
indicadores se presentan en el espacio de dos dimensiones siguiente:
3.2. Respuestas “mejor” - “peor”
Como se ha señalado más arriba, los sub-indicadores se elaboran restando al porcentaje de los que
consideran la situación “mejor” el porcentaje de los que consideran la situación “peor” en cada uno
de los sub-indicadores.
Pero no todos los indicadores presentan un saldo que pudiera considerarse como comparable. Así el
gráfico siguiente recoge la distribución de respuestas entre “mejor”, “igual” y “peor” para cada uno
de los sub-indicadores de un mes cualquiera (en este caso febrero de 2016, pero el comportamiento
es similar en cualquier otro mes).
Como puede verse los sub-indicadores relativos a la situación del hogar (actual y futuro) presentan
una mayoría absoluta de respuestas en la opción intermedia (“igual”), lo que parece otorgarles una
mayor “estabilidad” en su evolución, como más adelante se verá. En el extremo opuesto, los otros
dos sub-indicadores referidos a la situación futura del empleo y de la economía son los que
presentan porcentajes menores en la opción intermedia, lo que induciría a comportamientos más
volátiles.
3.3. Evolución comparativa de los sub-indicadores
3.3.1. Situación actual y expectativas
Como ya se ha señalado, el ICC se calcula como la media aritmética del Indicador de situación
actual (ISA) y del Indicador de Expectativas (IE). Pero como se observa en el gráfico siguiente
ambos indicadores presentan una evolución paralela, estando el ICC a medio camino entre ambos.
Tras una fase relativamente estable, los indicadores se hunden con el comienzo de la crisis
económica (mediados de 2007), se recuperan coyunturalmente entre 2009 y 2011, sufrir una recaída
y en fin, iniciar una recuperación sostenida desde mediados de 2012 aunque con síntomas de
agotamiento desde finales de 2015.
Existen, no obstante algunas diferencias entre ambos indicadores. Hay que destacar en primer lugar
que la población encuestada es sistemáticamente más optimista en lo que se refiere al futuro que a
la situación presente. A lo largo de todo el periodo el balance sobre la situación actual (ISA) se
mueve siempre por debajo del umbral de equilibrio. No así el IE, que ocasionalmente registra un
volumen de “Mejor” por encima de “Peor”. Por otra parte, las oscilaciones en el ISA parecen ser
más amplias que en el caso del IE, en particular con el desencadenamiento de la crisis económica,
momento similar a un estallido de “pánico”.
3.3.2. Sub-indicadores de la Situación Actual
Los tres componentes del Indicador de situación actual (ISA) se refieren a la situación económica
del hogar, a la de la economía en general y a la de la situación del empleo. En los tres casos el
comportamiento presenta grandes paralelismos, como ya se pudo deducir de la matriz de
correlaciones que se presentó en un apartado anterior.
Sin embargo, la opinión sobre la situación económica del hogar sufre oscilaciones mucho más
moderadas que los otros dos sub-indicadores, tal y como puede observarse en el gráfico siguiente:
ni la caída es tan dramática al inicio de la crisis económica ni la última fase de recuperación se
realiza a similar ritmo.
3.3.3. Sub-indicadores de Expectativas
En lo que respecta a los tres sub-indicadores que componen el Indicador de Expectativas (IE) su
evolución es comparable a los equivalentes sobre la situación actual, aunque siempre con un “plus”
de optimismo. Una vez más, como se puede apreciar en el gráfico siguiente, el sub-indicador que
refleja la situación esperada de la economía del hogar oscila de forma más moderada que los otros
dos sub-indicadores, tanto en la fase de desencadenamiento de la crisis económica como en la de
recuperación de la confianza en los últimos años.
3.3.4. Caracterización de los sub-indicadores
¿Qué conclusiones (provisionales) pueden sacarse del examen realizado?
Parece que el conjunto de los seis sub-indicadores miden o reflejan realidades distintas en la mente
de los entrevistados. Por un lado los relativos a la situación económica del hogar tanto actual como
futura, es decir una circunstancia cercana al entrevistado, evolucionan con más moderación que los
restantes. Estos últimos en cambio se refieren a realidades más alejadas del entorno inmediato del
hogar, es decir las correspondientes a la situación general del país (economía y empleo), y
evolucionan de modo mucho más drástico. Ello es congruente con la distribución de respuestas
entre “mejor”, “igual”, y “peor” de cada uno de los indicadores (ver apartado 3.2), de forma que los
relativos al hogar tienen un alto porcentaje de respuestas en la opción “igual”.
Por todo ello el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) no deja de ser una mezcla de elementos
que reflejan realidades paralelas pero distintas, por lo que cabe preguntarse por la idoneidad de su
cálculo como una mera media aritmética de sus seis componentes.
Más aún, la cuestión principal es si el ICC o alguno de sus componentes parciales puede
considerarse un indicador fiable para “anticipar los comportamientos de consumo de los
ciudadanos”, tal y como señalaba el CIS como objetivo del mismo. A esta cuestión se dedican los
siguientes apartados, en particular en comparación con el indicador elaborado mensualmente por el
Instituto Nacional de Estadística (INE), denominado Índice de Comercio al por Menor (ICM) y
otros elementos de la coyuntura económica.
4. Análisis del consumo de los hogares
Dado que según el CIS “el objetivo del ICC es anticipar los comportamientos de consumo de los
ciudadanos”, lo primero que hay que plantearse es definir este consumo.
No podemos entrar aquí a repasar los diferentes análisis económicos sobre consumo y su relación
con la renta u otros factores sociales y económicos. Puede verse un ejemplo cercano en Sastre y
Fernández-Sánchez (2011). Sólo se retendrá que por un lado es bien conocido que la mayor parte de
ellos señalan al hogar familiar como la principal, aunque no exclusiva, unidad de consumo. Pero por
otro lado tales estudios suelen centrarse en el gasto agregado de los hogares, sin delimitar los
distintos segmentos de ese gasto. Tampoco se suele tomar en consideración las aportaciones
económicas de los hogares a, por ejemplo, la adquisición de la vivienda ya que en estricta definición
no se trata de una gasto sino de una inversión. Pero la mayoría de los hogares tratan ambas partidas
como componentes de una misma “bolsa”.
En otro lugar (Casas, 2013) se ha tratado de dibujar todos los componentes de esa “bolsa” y la
sensibilidad relativa de cada uno de ellos al impacto de la crisis económica. Se ha partido de los
micro-datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) del INE, hasta el año 2011,
reagrupando ciertas partidas en función del grado de asociación de las mismas. De esta forma se ha
confeccionado la siguiente tabla, que refleja las grandes partidas de gastos de los hogares con el
desglose de algunas sub-partidas (lado izquierdo de la Tabla). La última columna refleja la
importancia relativa, en tanto por ciento, de cada partida en la economía familiar.
En conjunto el “cinturón se aprieta” en los bienes de consumo duradero y en las actividades
recreativas que ahora se orientan a estilos de ocio más austeros. Éste es el modo como los hogares
españoles intentan lidiar con un presente con menos ingresos, con un futuro más incierto y -no lo
olvidemos- con unas partidas presupuestarias ligadas a la vivienda que se comen una parte creciente
de la economía familiar.
Pero la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE tiene una periodicidad anual y se publica seis
meses después. Por ello se han analizado dos indicadores de consumo con periodicidad más
reducida y que por tanto están disponibles de forma más temprana. Éstos son el Índice de Comercio
al por Menor, de periodicidad mensual y los Gastos en Consumo final de los Hogares, de
periodicidad trimestral.
5. El Índice de Comercio al por Menor (ICM)
El INE realiza cada mes la encuesta coyuntural Índices de Comercio al por Menor, cuyo objeto
es “conocer las características fundamentales de las empresas dedicadas al ejercicio del
comercio minorista en España, que permitan medir, a corto plazo, la evolución de la actividad del
sector” (INE, 2015). Uno de los índices incluidos es el general de cifra de negocios, que será el que
aquí utilizaremos para compararlo con el ICC y sus componentes. Este Índice General de Comercio
al por Menor (IGCM) lo tomamos corregido de efectos estacionales y de calendario y a precios
constantes (Base 2010) y es una buena aproximación como índice del consumo privado general.
Es importante conocer cuáles son los elementos que componen el IGCM, con objeto de calibrar su
capacidad para medir el comportamiento de consumo de los hogares. En efecto, el IGCM incluye a
las empresas cuya actividad principal se inscribe en la División 47 de la sección G de la
Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-2009), es decir el Comercio al por
menor, excepto de vehículos de motor y motocicletas: “comprende la reventa (venta sin
transformación) de bienes nuevos y usados principalmente al público en general para su consumo o
utilización personal o doméstica, en tiendas, grandes almacenes, puestos, empresas de venta por
correo, vendedores a domicilio, vendedores ambulantes, economatos, etc. Los bienes vendidos en
esta división se limitan a los denominados en general bienes de consumo o mercancías al por
menor. En consecuencia se excluyen los bienes que no suelen incluirse en el comercio al por
menor” (INE, 2015).
5.1. Componentes del ICM
Los productos incluidos en el ICM y su clasificación es la siguiente:
Alimentación, bebidas y tabaco: Frutas y verduras, carne, volatería y carne de caza,
charcutería y fiambres, pescados y mariscos, pan y productos de panadería, confitería y
pastelería, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, productos de tabaco, lácteos, huevos,
conservas de frutas, vegetales, carnes y pescados, etc.
Resto:
◦ Telas, vestido y calzado. Equipo personal: Telas, lana para tricotar o hacer punto,
material básico para la fabricación de alfombras, tapices o bordados, sábanas,
mantelerías, toallas, artículos de mercería, prendas de vestir, artículos de peletería,
accesorios de vestir como guantes, corbatas, tirantes, sombreros, paraguas, bastones, …
calzado, artículos de cuero, cosméticos y artículos de tocador, etc.
◦ Equipamiento del hogar: Muebles (excepto muebles de oficina), artículos de
iluminación, utensilios domésticos no eléctricos, cubertería, vajilla, cristalería, alfarería
y loza, cortinas, visillos, … artículos de madera, corcho y cestería. Electrodomésticos
(incluidas las máquinas de coser), aparatos de radio y televisión y otros equipos
audiovisuales, instrumentos de música y partituras musicales, artículos de ferretería,
cortadoras de césped, vidrio plano, material y equipo de bricolaje, pinturas, barnices y
esmaltes, material de construcción como ladrillos, madera y sanitarios, ordenadores,
fotografía y precisión, etc.
◦ Salud: Productos farmacéuticos, medicamentos de uso veterinario, artículos médicos y
ortopédicos, artículos de herboristería, óptica (gafas, lentillas...) etc
◦ Ocio: Libros, periódicos y papelería, juguetes y artículos de deporte, videojuegos,
semillas, flores, plantas, fertilizantes, animales de compañía, alimentos para animales
domésticos, programas informáticos. Discos, discos compactos y cintas de audio y vídeo
(grabadas y sin grabar), flores y plantas artificiales, etc.
◦ Otros bienes: Relojería, joyería y platería, droguería, papeles pintados y revestimiento
de suelos (alfombras, moquetas.…), combustibles excepto para vehículos automóviles
(combustibles líquidos, botellas de gases licuados, carbón y madera, para calefacción y
uso doméstico,…), galerías de arte comerciales, material y equipo de oficina incluido el
mobiliario, recuerdos, artesanía, artículos religiosos y bisutería, sellos y monedas
incluidos los de segunda mano, artículos de regalo y de fumador, material de
comunicación (teléfonos, faxes,…), artículos de viaje de cuero o imitación de cuero, etc.
Cada subgrupo contribuye al ICM con una ponderación que varía ligeramente de una año para otro.
Para el año 2016 la composición del ICM y el peso de cada componente se recoge en el siguiente
esquema:
5.2. Evolución del ICM y sus componentes
Los dos principales componentes del ICM son los productos alimenticios, bebidas y tabaco, que en
2016 constituían el 40,19 % del ICM, y el “Resto”, con el 54,08 %, además del 5,73 % de las
Estaciones de Servicio. La evolución de los dos primeros componentes se recoge en el gráfico
siguiente:
Como puede observarse, el componente Alimentación presenta una evolución relativamente
estable, al contrario que el “Resto” que refleja con fuerza el ciclo expansivo y el posterior recesivo
de la coyuntura económica.
Pero dentro del componente “Resto” del ICM es posible distinguir entre "Equipamiento del hogar",
"Equipo personal" y "Otros bienes" que dan cuenta respectivamente del 13,76 %, 17,13 % y 23,19
% del ICM. Estos tres subcomponentes también han evolucionado de forma diferenciada, tal y
como se recoge en el siguiente gráfico:
El subcomponente “Equipamiento del hogar” es el que sufre un cambio más drástico en el momento
en que se desencadena la crisis económica, mientras que los otros dos, “Equipo personal” y “Otros
bienes” evolucionan de forma más suave. Se podría suponer, por tanto que el “Equipamiento del
hogar” es un buen “proxy” de la adquisición de bienes de consumo duradero, principales “víctimas”
del frenazo ocasionado a partir de mediados de 2007 en España.
6. El ICC y el ICM
Hemos podido observar que tanto el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) como el Índice de
Comercio al por Menor (ICM) se componen de sub-elementos con comportamientos a lo largo del
tiempo que son dispares y en este sentido poco útiles para el análisis de las preocupaciones del
consumidor y su comportamiento de consumo.
Por esta razón parece más apropiado tomar estos sub-elementos como variables diferenciadas que
merecen un tratamiento específico. A tal fin se ha optado por construir una matriz de correlaciones
entre los mismos, aunque se incluyen también en esa matriz los índices globales ICC e ICM, con
fines de contraste.
6.1. Matriz de correlaciones entre sube-elementos del ICC y del ICM
Se dispone de series mensuales para todos los sub-componentes considerados que cubren el periodo
desde enero de 2005 en adelante. Con ellos calculamos la matriz de correlaciones siguiente:
Eco-nomía actual
Hogar actual
Empleo actual
Eco-nomía futuro
Hogar futuro
Empleo futuro
Bienes duraderos
futuro
Ahorro futuro
ICC ICMICM
alimen-tación
ICM Equi-pamiento del Hogar
Economía actual 1,00 0,82 0,95 0,81 0,67 0,69 0,77 0,76 0,96 0,04 -0,02 0,16
Hogar actual 0,82 1,00 0,91 0,64 0,84 0,45 0,87 0,87 0,88 0,55 0,49 0,64
Empleo actual 0,95 0,91 1,00 0,70 0,70 0,53 0,81 0,79 0,93 0,25 0,18 0,38
Economía futuro 0,81 0,64 0,70 1,00 0,80 0,96 0,79 0,80 0,90 -0,03 -0,08 -0,01
Hogar futuro 0,67 0,84 0,70 0,80 1,00 0,70 0,90 0,92 0,85 0,50 0,45 0,50
Empleo futuro 0,69 0,45 0,53 0,96 0,70 1,00 0,64 0,67 0,79 -0,17 -0,21 -0,19
Bienes duraderos futuro
0,77 0,87 0,81 0,79 0,90 0,64 1,00 0,98 0,88 0,36 0,31 0,44
Ahorro futuro 0,76 0,87 0,79 0,80 0,92 0,67 0,98 1,00 0,88 0,37 0,31 0,43
ICC 0,96 0,88 0,93 0,90 0,85 0,79 0,88 0,88 1,00 0,18 0,12 0,26
ICM 0,04 0,55 0,25 -0,03 0,50 -0,17 0,36 0,37 0,18 1,00 0,99 0,97
ICM alimen-tación
-0,02 0,49 0,18 -0,08 0,45 -0,21 0,31 0,31 0,12 0,99 1,00 0,95
ICM Equi-pamiento del Hogar
0,16 0,64 0,38 -0,01 0,50 -0,19 0,44 0,43 0,26 0,97 0,95 1,00
De hecho se ha vuelto a repetir el cálculo de la matriz de correlaciones que se había realizado más
arriba (ver apartado 3.1) pero esta vez añadiendo también las siguientes variables:
Bienes duraderos futuro: opinión de los entrevistados a la pregunta P10 del cuestionario
sobre el Índice de Confianza del Consumidor (ver cálculo en el Apéndice técnico)
Ahorro futuro: opinión de los entrevistados a la pregunta P11 del cuestionario sobre el
Índice de Confianza del Consumidor (ver cálculo en el Apéndice técnico)
ICC: Índice de Confianza del Consumidor
ICM: Índice de comercio al por Menor, Índice General de la cifra de negocios corregida de
efectos estacionales y de calendario. Precios constantes (Base 2010)
ICM alimentación: Índice de comercio al por Menor de Alimentación, cifra de negocios
corregida de efectos estacionales y de calendario. Precios constantes (Base 2010)
ICM Equipamiento del Hogar: Índice de comercio al por Menor de Equipamiento del
Hogar, cifra de negocios corregida de efectos estacionales y de calendario. Precios
constantes (Base 2010)
Se observa en primer lugar que la correlación entre el ICM y el ICC es notoriamente baja (0,18),
Igual ocurre entre el ICC y el ICM alimentación (0,12) y también entre el ICC y el ICM
Equipamiento del Hogar (0,26). Cifras similares aunque algo inferiores corresponden a la
correlación de “Hogar futuro” con los tres indicadores de consumo aludidos.
¿Cuál es el sub-elemento del ICC que presenta correlaciones mayores con los indicadores de
consumo? Se trata de la opinión sobre la situación económica actual del hogar (“Hogar actual”),
con correlaciones de 0,55 con el ICM, de 0,49 con ICM alimentación y de 0,64 con ICM
Equipamiento del Hogar.
En fin, las variables Bienes duraderos futuro y Ahorro futuro correlacionan aunque con menor
intensidad con los indicadores de consumo recogidos, pero por encima de los sub-elementos del
ICC, a excepción de “Hogar actual”.
6.2. Evolución conjunta del ICC y el IGCM
Si ahora se compara la evolución de ambos índices, tal y como se recoge en el gráfico siguiente, se
comprueba cómo el Índice de Confianza del Consumidor oscila más bruscamente que el General
de Comercio al por Menor, aunque la pauta general y los puntos de discontinuidad sean similares.
Sin embargo las discrepancias son lo suficientemente llamativas como para desconfiar del ICC
como buen predictor del consumo general.
La comparación con el sub-componente “hogar.actual” del ICC presenta una evolución similar
aunque más suavizada, como puede verse en el siguiente gráfico.
6.3. Puntos de discontinuidad
Otra forma de abordar la relación existente entre las variables en estudio es identificando los
momentos en que las mismas sufren un fuerte cambio de tendencia y comparando el
comportamiento simultáneo o no de las mismas.
El lenguaje estadístico R que se viene utilizando para el análisis a lo largo de este estudio, ofrece
varios paquetes o librerías que permiten localizar los puntos de discontinuidad en una serie
temporal. En este caso se utilizará el paquete “bfast” (Verbesselt et al, 2010a y 2010b).
Los puntos de discontinuidad que aparecen al efectuar el análisis son los que se recogen en el
cuadro siguiente:
Puntos de discontinuidad de la Variable “hogar.actual”
Límite inferior (2,5%) Punto de discontinuidad Límite superior (97,5%)
Julio 2007 Agosto 2007 Septiembre 2007
Noviembre 2008 Diciembre 2008 Enero 2009
Abril 2011 Mayo 2011 Junio 2011
Agosto 2012 Septiembre 2012 Octubre 2012
Puntos de discontinuidad de la Variable “hogar.actual”
Límite inferior (2,5%) Punto de discontinuidad Límite superior (97,5%)
Julio 2014 Diciembre 2014 Enero 2015
Gráficamente, el resultado es el que sigue:
A su vez, ¿cómo se comporta el Índice General del Comercio al por menor (IGCM)?
Realizando la misma operación, los puntos de discontinuidad son los recogidos en el siguiente
cuadro:
Puntos de discontinuidad de la Variable “IGCM”
Límite inferior (2,5%) Punto de discontinuidad Límite superior (97,5%)
Noviembre 2005 Diciembre 2005 Enero 2006
Junio 2007 Julio 2007 Agosto 2007
Diciembre 2008 Enero 2009 Febrero 2009
Mayo 2010 Junio 2010 Julio 2010
Julio 2012 Agosto 2012 Septiembre 2012
Septiembre 2014 Octubre 2014 Diciembre 2014
Y gráficamente:
7. Renta de los Hogares, Gasto, ICC e ICM
Hasta ahora sólo se ha explorado el comportamiento del Índice de Confianza del Consumidor (ICC)
y del Índice de Comercio al por Menor (ICM) y los sub-componentes de ambos. Pero no se ha
abordado la vertiente que corresponde a la capacidad de consumo de los hogares, que nos viene
dada por la Renta con la que cuentan.
Este tercer bloque de información es el que ofrece trimestralmente el INE por medio de las
Cuentas Trimestrales no Financieras de los Sectores Institucionales (CTNFSI) y en particular las
relativas a los Hogares e Instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares. De todas las
partidas recogidas en estas Cuentas, las más interesantes para el análisis que aquí se desarrolla son
las siguientes:
Remuneración de los asalariados (apartado Recursos, cuenta D.1)
Gasto en consumo final (apartado Empleos, cuenta P.3)
Renta disponible bruta (apartado Saldos contables, cuenta B.6g)
Ahorro bruto (apartado Saldos contables, cuenta B.8g)
¿Qué panorama ofrece la comparación entre la Renta y Consumo de los Hogares y los índices ICC
e ICM? La mejor forma de registrarlo es contemplando la gráfica de cada uno de los elementos
considerados.
El conjunto de los seis gráficos anteriores es una primera aproximación a un macro-cuadro de
magnitudes relacionadas con el consumo de los hogares en España. Los cuatro primeros gráficos
están tomados de las Cuentas Trimestrales no Financieras de los Sectores Institucionales
(CTNFSI), elaboradas por el INE. El quinto gráfico es el sub-componente del ICC relativo a la
opinión de los encuestados sobre la situación económica actual de su hogar respecto a seis meses
antes, que como se ha visto más arriba presenta una evolución menos extrema que otros sub-
componentes. En fin, el sexto gráfico es el índice general del ICM. En estos dos últimos casos se ha
calculado la media trimestral para hacerlos equiparables a los datos de las CTNFSI.
7.1. Análisis de la evolución de las magnitudes relacionadas con el consumo de
los hogares
7.1.1. Evolución del consumo
El primer elemento que llama la atención es la disparidad en el comportamiento de los gráficos 3,
Gasto en Consumo Final de los Hogares (GCFH), y 6, Índice General de Consumo al por Menor
(IGCM). La razón estriba en que el IGCM registra sólo una parte relativamente menor de la
totalidad de gastos de los hogares: los que se producen en establecimientos propiamente
comerciales, pero no los gastos en servicios o los adquiridos directamente al fabricante. En general
la cuantía de los gastos reflejados por el IGCM pueden regularse con menor dificultad por parte de
los hogares, como por ejemplo la adquisición de bienes de consumo duradero que han sufrido con
mayor impacto las consecuencias de la crisis económica.
Además, y desde un punto de vista cronológico, el IGCM cambia su tendencia de forma más
inmediata que el GCFH, con ocasión del desencadenamiento de la crisis económica en el segundo
semestre de 2007. Ello probablemente es debido a la menor dificultad de los hogares en modificar
sus pautas de consumo en los segmentos mejor reflejados por el IGCM.
7.1.2. Reacción antes la crisis económica
El orden en que las variables representadas en los gráficos modifican su comportamiento es
ilustrativo de la reacción de los hogares en lo que respecta a su consumo. Cuando en el segundo
semestre de 2007 comienza la crisis económica la opinión sobre la situación económica del hogar
sufre un brusco descenso (gráfico 5) a la vez que se produce una reacción de incremento del ahorro
(gráfico 4) e inicio del descenso en el IGCM (gráfico 6).
Sólo meses más tarde el GCFH inicia su retroceso (gráfico 3), de forma paralela a la
Remuneración procedente de los salarios (gráfico 2). Sin embargo la Renta Disponible Bruta de
los Hogares (gráfico 1) todavía mantiene por unos meses su crecimiento, debido supuestamente a
que parte de la disminución salarial se encuentra compensada por el incremento de prestaciones
sociales (principalmente subsidio de desempleo) al menos por un cierto tiempo. Parece así que la
evolución de la Renta de los Asalariados impacta de forma más directa en el gasto global, por
encima de la Renta total disponible. Es decir los hogares tratan de adaptar su volumen de gasto a la
expectativa de ingresos (salarios) y no tanto a la aportación de los subsidios (más inciertos) a la
renta percibida.
En fin, habrá que analizar el impacto que en el consumo de los hogares produce la oferta de crédito
para el consumo (que se corta bruscamente en esos meses), en especial en el crédito para la
adquisición de bienes de consumo duradero.
7.2. ¿Qué nos dice pues el ICC?
Si ahora comparamos la evolución de los gráficos 3 (GCFH) y 5 ( opinión sobre la situación
económica del hogar) parece que este último indicador va anunciando con algunos meses de
antelación el comportamiento del primero. En efecto los cambios de tendencia del sentimiento del
consumidor son indicadores adelantados de la evolución del gasto de los hogares, aunque es difícil
determinar si esto ocurre de la misma forma en todos los tramos del gráfico, es decir si es posible
estimar un modelo estadístico de regresión que por razones de recursos no ha sido posible
incorporar a la presente investigación.
Cabría pues concluir, aunque sea provisionalmente, que el ICC en uno de sus componentes sí puede
considerarse un indicador adelantado de la evolución del gasto en consumo. Futuros trabajos
deberían refinar mejor esta hipótesis.
8. Pautas de consumo de los hogares españoles. Hipótesis de trabajo
De modo tentativo, y con objeto de situar conceptualmente las futuras investigaciones en este
campo, se expone aquí una concatenación de hipótesis de trabajo que tratan de enmarcar lo
analizado hasta el momento.
8.1. Recursos de los hogares
Los recursos de los hogares se pueden subdividir en cuatro apartados:
◦ Rentas de los asalariados
◦ Otras rentas: actividad económica no asalariada, subvenciones y ayudas
◦ Préstamos a largo plazo, en particular hipotecas
◦ Préstamos al consumo, para bienes de consumo duradero o de otro tipo
En conjunto los recursos brutos disponibles para el consumo están formados por las Rentas
de los asalariados, las otras rentas y los préstamos para el consumo. Los préstamos a largo
plazo se destinan fundamentalmente a la adquisición de viviendas (hipotecas)
Las rentas de los asalariados han experimentado un frenazo importante desde 2007, debido a
la crisis económica
Las otras rentas pueden haberse incrementado desde entonces, pero sin compensar la
disminución de las rentas de los asalariados
Los préstamos a largo plazo y los préstamos al consumo han sufrido también un brusco
frenazo desde entonces, en particular los préstamos para bienes de consumo duradero
La reducción de los préstamos lleva aparejada una disminución, tanto en la inversión de los
hogares en “ladrillo” como en bienes de consumo duradero
La reducción del peso de las rentas de los asalariados en el conjunto de la renta disponible
bruta induce a un comportamiento de consumo de los hogares mucho más “cauteloso”,
debido a la inseguridad que lleva aparejada
8.2. Sentimiento de los consumidores
Los índices de confianza del consumidor también pueden estar afectados coyunturalmente
por episodios aislados (post-elecciones generales), por el “ambiente” económico (noticias,
etc.), por los niveles de ingresos del hogar y su estabilidad, los niveles de empleo y
desempleo, etc.
Se entiende por Estimación de la Estabilidad Económica del Hogar (EEEH) la percepción
subjetiva de la estabilidad y cuantía de los futuros ingresos del hogar respecto a los gastos
no directamente voluntarios y los incurribles en el próximo futuro. Es decir, si se espera una
situación económica del hogar estable y positiva en el corto plazo
Una EEEH positiva producirá una mayor propensión al gasto, en particular de bienes de
consumo duradero
La EEEH será mayor si los ingresos son mayores, en particular respecto a los gastos
La EEEH será mayor si los ingresos se espera que sean estables, en particular si se derivan
de la remuneración de los asalariados, siendo estos ocupados con un empleo estable
(indefinido) y no amenazado por situaciones de desempleo
Una EEEH estará también asociada no sólo a la adquisición de bienes de consumo
duradero, sino también a la asunción de préstamos para el consumo, en particular para
bienes de consumo duradero
Una baja EEEH produce una reducción del consumo en los gastos voluntarios (es decir,
controlables por el hogar) y puede generar o no un incremento del Ahorro Bruto. Si genera
ahorro esté tenderá a colocarse en activos con alta liquidez, con el fin de poder echar mano
de ellos si surgiera la necesidad, dada la baja estabilidad percibida del hogar
8.3. Reparto de los recursos entre gasto y ahorro
Los hogares españoles ajustan su consumo en función de una serie de factores, uno de los
cuales es la expectativa de su situación económica
A mayor Renta disponible bruta de los hogares es posible un mayor gasto en consumo final
de los mismos. La diferencia entre una y otro viene dada por fundamentalmente por el
Ahorro bruto y marginalmente por el “Ajuste variación participación en Fondos de
Pensiones”
A igualdad de Renta Disponible Bruta el Ahorro bruto será mayor o menor en función de:
◦ a) la variación en los gastos no directamente voluntarios (vivienda y suministros para la
misma y alimentación); y
◦ b) la estimación de la estabilidad económica del hogar (EEEH) o solvencia
El Ahorro Bruto generable por un “surplus” en un situación de buena EEEH irá destinado
en mayor proporción a activos menos líquidos (fondos) o acciones, en ambos casos con una
mayor esperanza de ganancias en el medio plazo
8.4. Estructura del gasto
Los hogares españoles no son libres para ajustar todas y cada una de las líneas de gasto.
Algunos gastos están comprometidos a medio y largo plazo, como por ejemplo los gastos de
hipoteca o los gastos ligados a los suministros para la vivienda y anexos: agua, luz,
impuestos, gastos de comunidad, etc.
Otros gastos, como la alimentación y algunos gastos personales no son prescindibles aunque
puedan ajustarse en alguna medida
Los gastos en alimentación son controlables eligiendo fórmulas alternativas en función de su
coste (comer en casa, fuera o en comedores más económicos)
También los gastos en alimentación pueden reducirse escogiendo alimentos alternativos más
baratos, a igualdad de cantidades
La evolución de los perfiles de consumo es distinta según la tipología de los hogares. Por
ejemplo, la reducción de los gastos en bienes de consumo duradero y ocio es mayor en los
tramos de renta medios que los de renta más altos o más bajos. De igual forma, el retorno al
consumo de estos segmentos sería anterior en los tramos de renta más altos que en los
medio/bajo
Es posible que la crisis económica produzca, en algunos epígrafes como la alimentación y
quizá otros, un aumento de los gastos no monetarios en los hogares (autoconsumo, etc.)
9. Apéndice técnico
9.1. Fuentes estadísticas
9.1.1. Fuentes de Datos
INE: Cuentas trimestrales no financieras de los sectores institucionales. Base 2010. Hogares
e Instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (medias móviles de los cuatro
últimos trimestres)
INE: Encuesta de Presupuestos Familiares (anual. Análisis de Microdatos anonimizados)
INE: Indices de comercio al por menor. Base 2010 (mensual. Índices de cifra de negocios
corregidos de efectos estacionales y de calendario. Precios constantes)
Centro de Investigaciones Sociológicas: Indicador de Confianza del Consumidor (encuesta
mensual. Análisis de Microdatos anonimizados)
9.1.2. Otras preguntas del Índice de Confianza del Consumidor utilizadas en el análisis:
Pregunta 10:
¿Cree Ud. que sus posibilidades de adquisición de bienes duraderos (coches, muebles,
electrodomésticos, ordenadores, etc.; pero nunca viviendas, bienes inmuebles) durante el
próximo año serán mayores, menores o iguales que las de este año?
Variable construida: porcentaje de respuestas “mayores” menos porcentaje de respuestas
“menores” más 100
Pregunta 11:
¿Cree Ud. que sus posibilidades de ahorro durante el próximo año serán mayores, menores
o iguales que las de este año?
Variable construida: porcentaje de respuestas “mayores” menos porcentaje de respuestas
“menores” más 100
9.2. Software utilizado
Lenguaje Estadístico R, versión 3.3.0 para Windows (32 bit). IDE: RStudio Version 0.99.896
Anexo 1. Ámbito poblacional de la encuesta Coyuntura de Comercio
al por Menor (INE)
La población objeto de la Encuesta Coyuntura de Comercio al por Menor base 2010 está formada
por las empresas cuya actividad principal se inscribe en la División 47 de la sección G de la
Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-2009) que incluye los siguientes
grupos:
47. Comercio al por menor, excepto de vehículos de motor y motocicletas
47.1 Comercio al por menor en establecimientos no especializados
47.2 Comercio al por menor de alimentos, bebidas y tabaco en establecimientos especializados
47.3 Comercio al por menor de combustibles para la automoción en establecimientos
especializados
47.4 Comercio al por menor de equipos para las tecnologías de la información y las
comunicaciones en establecimientos especializados
47.5. Otro comercio al por menor de artículos nuevos en establecimientos especializados
47.6 Comercio al por menor de artículos culturales y recreativos en establecimientos
especializados
47.7 Comercio al por menor de otros artículos en establecimientos especializados.
47.8. Comercio al por menor en puestos de venta y mercadillos.
47.9 Comercio al por menor no realizado ni en establecimientos, ni en puestos de venta ni en
mercadillos.
Clasificación por productos
Alimentación, bebidas y tabaco: Frutas y verduras, carne, volatería y carne de caza, charcutería y
fiambres, pescados y mariscos, pan y productos de panadería, confitería y pastelería, bebidas
alcohólicas y no alcohólicas, productos de tabaco, lácteos, huevos, conservas de frutas, vegetales,
carnes y pescados, etc.
Resto:
Telas, vestido y calzado. Equipo personal: Telas, lana para tricotar o hacer punto, material básico
para la fabricación de alfombras, tapices o bordados, sábanas, mantelerías, toallas, artículos de
mercería, prendas de vestir, artículos de peletería, accesorios de vestir como guantes, corbatas,
tirantes, sombreros, paraguas, bastones, … calzado, artículos de cuero, cosméticos y artículos de
tocador, etc.
Equipamiento del hogar: Muebles (excepto muebles de oficina), artículos de iluminación,
utensilios domésticos no eléctricos, cubertería, vajilla, cristalería, alfarería y loza, cortinas, visillos,
… artículos de madera, corcho y cestería. Electrodomésticos (incluidas las máquinas de coser),
aparatos de radio y televisión y otros equipos audiovisuales, instrumentos de música y partituras
musicales, artículos de ferretería, cortadoras de césped, vidrio plano, material y equipo de bricolaje,
pinturas, barnices y esmaltes, material de construcción como ladrillos, madera y sanitarios,
ordenadores, fotografía y precisión, etc.
Salud: Productos farmacéuticos, medicamentos de uso veterinario, artículos médicos y ortopédicos,
artículos de herboristería, óptica (gafas, lentillas...) etc
Ocio: Libros, periódicos y papelería, juguetes y artículos de deporte, videojuegos, semillas, flores,
plantas, fertilizantes, animales de compañía, alimentos para animales domésticos, programas
informáticos. Discos, discos compactos y cintas de audio y vídeo (grabadas y sin grabar), flores y
plantas artificiales, etc.
Otros bienes: Relojería, joyería y platería, droguería, papeles pintados y revestimiento de suelos
(alfombras, moquetas.…), combustibles excepto para vehículos automóviles (combustibles líquidos,
botellas de gases licuados, carbón y madera, para calefacción y uso doméstico,…), galerías de arte
comerciales, material y equipo de oficina incluido el mobiliario, recuerdos, artesanía, artículos
religiosos y bisutería, sellos y monedas incluidos los de segunda mano, artículos de regalo y de
fumador, material de comunicación (teléfonos, faxes,…), artículos de viaje de cuero o imitación de
cuero, etc.
Anexo 2. Ponderaciones de la encuesta Coyuntura de Comercio al por
Menor (INE)
Ponderaciones nacionales por productos Índices de Comercio al por Menor
Base 2010 Base 2005
Unidades en tanto por cien 2016 2015 2014 2013 2005
General 100 100 100 100 100
General sin estaciones de servicio 94,270 93,451 91,948 91,202 92,725
- Alimentación 40,186 39,557 39,158 38,647 35,066
- Resto 54,084 53,894 52,790 52,555 57,659
–– Equipo personal 17,126 17,004 15,728 15,894 15,853
–– Equipamiento del hogar 13,764 13,286 13,535 13,541 19,020
–– Otros Bienes 23,193 23,603 23,527 23,120 22,786
Bibliografía
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Marketing, nº 118, marzo, pp. 18-23
CIS (2014) Nota de investigación: la construcción del indicador de confianza del consumidor
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Estrada, A., Garrote, D., Valdeolivas, E., y Javier Vallés, J. (2014) Household debt and
uncertainty: private consumption after the Great Recession, Banco de España, Documentos de
Trabajo N.º 1415
INE (2015) Índice de Comercio al Por Menor. Base 2010. Manual Metodológico. enero 2015.
En http://www.ine.es/daco/daco43/notaccm10_cnae2009.pdf. Visto el 4 de Mayo de 2016
Sastre, T., Fernández-Sánchez, J.L. (2011) El ajuste del consumo duradero y no duradero en
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Verbesselt Jan., Rob Hyndman, Glenn Newnham, Darius Culvenor (2010a). Detecting Trend and
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