Upload
cop20-lima
View
1.191
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
YachaykusunEnseanzas andinas frente al cambio climtico
YachaykusunEnseanzas andinas frente al cambio climtico
Consorcio facilitador PACCPer:
Palabras Preliminares 4 Minam 4 Cosude 5
Prlogo 7
Si el clima enloquece, podremos adaptarnos? 9
El hombre que mira al cielo 16
Qochas 24 Ununchista uywasun! Criemos el agua! 26
Una qocha de premio 36 Agua para todos 42
Praderas naturales 44 Los vigilantes de la pradera 46
Bienvenidas, hortalizas 56 Oro verde para cambiar una vida 58 El rincn de Tula 60 La chacra ms saludable 66
Seguridad alimentaria 68 Lechugas en la cumbre 72
Cantos al vientre de una embarazada 80
Unas casas maysculas 88 El motor de Ricardina 90 El futuro cabe en un mapa 98
contenido
Educacin 103 El futuro del cambio 104
Fichas tcnicas 112Qocha, sistema de almacenamiento de agua superficial y subsuperficial 114Pastoreo rotativo y clausura temporal de reas de pastoreo 116Agroforestera 118Abonos orgnicos 120Monitoreo climtico local 122Promocin del desarrollo infantil temprano 124 Produccin de hortalizas en biohuertos 126Crianza de animales menores 128Vivienda saludable 130Concurso campesino 132Programa de formacin de lderes y lideresas comunitarios en cambio climtico 134Concurso de instituciones educativas 136
Si las nubes 138
La adaptacin demanda una accin organizada entre la sociedad y el Estado 150
Para el Ministerio del aMbiente es motivo de inmensa satisfaccin presentar el libro Yachaykusun. Enseanzas andinas frente al cambio climtico, con el que se quiere compartir experiencias generadas a partir de la implementacin de prcticas que contribuyen con la resiliencia frente a condiciones de un clima cambiante, cuyos principales protagonistas son las familias y comunidades campesinas rurales en situacin de pobreza, ubicadas en las microcuencas altoandinas Huacrahuacho (Regin Cusco) y Mollebamba (Regin Apurmac).
El Programa de Adaptacin al Cambio Climtico (PACCPer) apoy estas acciones en su primera fase (2009-2013), en torno a dos ejes temticos. El primer eje, corresponde a prcticas de manejo del ecosistema y los recursos naturales con el objetivo de mejorar la produccin de agua y mantener los medios de vida. El segundo eje, corresponde a prcticas que se centran en el bienestar familiar y en el cuidado de la poblacin ms vulnerable como son los infantes.
Uno de los principales desafos para enfrentar el cambio climtico es movilizar y compartir la experiencia y el conocimiento. En ese sentido, las crnicas, fotografas y fichas tcnicas que se presentan en la publicacin son fuente de informacin especfica sobre acciones concretas, que deben promoverse para contribuir con la resiliencia y capacidad adaptativa de familias y comunidades rurales que habitan en ecosistemas altoandinos.
Esperamos que esta publicacin motive e inspire la expansin de estas prcticas desde la accin promotora que pueden desempear los organismos pblicos, privados, y la sociedad civil; con la finalidad de que las comunidades rurales altoandinas en situacin de pobreza mejoren su calidad de vida y logren enfrentar en mejores condiciones los retos que el cambio climtico aade a los que enfrentan en su vida cotidiana.
el caMbio cliMtico es uno de los PrinciPales problemas que afecta cada vez ms el avance de los pases en vas de desarrollo. Constituye un gran reto para pases andinos como el Per, altamente vulnerable. Al interior del Per, las poblaciones rurales altoandinas constituyen los grupos sociales ms vulnerables, pues, las actividades que desarrollan como medio de vida, se encuentran ntimamente relacionadas a los recursos naturales que vienen siendo afectados por una serie de presiones, a las que se agregan presiones derivadas de las condiciones de cambio climtico.
Para aportar una solucin a este desafo, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperacin (COSUDE) interviene con su Programa Global de Cambio Climtico. En ese marco, se inserta el Programa de Adaptacin al Cambio Climtico PACC, iniciativa de cooperacin bilateral gestada con el Ministerio del Ambiente (MINAM) y facilitada por el consorcio Helvetas Swiss Intercooperation, Liblula y Predes, que junto a otras iniciativas en los Andes, contribuyen en apoyar prcticas adaptativas rurales, generar incidencia, y desarrollar capacidades en los principales actores involucrados en la adaptacin al cambio climtico.
Las prcticas adaptativas e historias de vida presentadas en esta publicacin impulsadas por el PACC en su primera fase (2009-2013) en alianza con el MINAM y sus socios visibilizan las respuestas exitosas e innovadoras de poblaciones rurales altoandinas frente al cambio climtico. Constituyen evidencias que pueden contribuir al fortalecimiento de la poltica pblica y aportan a un conocimiento global sobre experiencias sociales que se emprenden de cara a los retos que los cambios climticos imponen, reafirmando el compromiso de Suiza frente a los desafos globales.
Manuel Pulgar VidalMinistro del Ambiente del Per
Yuka n. GreilerJefa del Programa Global Cambio ClimticoAgencia Suiza para el Desarrolloy la Cooperacin COSUDE
Hans-ruedi bortis EmbajadorEmbajada de Suiza en Per
Palabras Preliminares
Ministerio del AMbiente AgenciA SuizA pArA el DeSArrollo y lA cooperAcin
PrloGolos seres ViVos nos adaPtaMos al acoModarnos a las condiciones de nuestro entorno. Si el clima cambia y sus efectos llegan para quedarse, no queda otra solucin:
adaptarnos para vivir mejor. Con esa finalidad naci en 2009 el Programa de Adaptacin al Cambio Climtico-PACCPer, en las microcuencas Huacrahuacho, Cusco, y Mollebamba,
Apurmac.
Las historias que forman parte de este libro proceden de las experiencias de este programa durante su primera fase culminada en abril de 2013, desarrollada junto a instituciones
regionales y locales, organizaciones, y comuneras y comuneros de ambas microcuencas. Ellas y ellos son los protagonistas. Durante los primeros das de septiembre de 2014 les hemos visitado
para escuchar sus voces.
En las siguientes pginas descubriremos cunto ha cambiado la vida de Silverio, un campesino, desde que empez a manejar una estacin meteorolgica.
Bernab y Marcelina, y tambin Amrico, nos ensearn qu es la siembra y cosecha de agua en sus qochas familiares. Tambin lo aprenderemos en otras lagunas, como las construidas por la
comunidad de Samuel y Guillermo, en una pampa donde antes sus habitantes jugaban al ftbol; y por la comunidad de Eleuterio, en una zona muy erosionada.
Acompaaremos a los dirigentes Wilfredo y Renzo, y a Po, Demetrio, Szimo y Nemesio en su recorrido por dos grandes praderas naturales, clausuradas para su recuperacin.
Conoceremos cmo el cultivo de pastos como la alfalfa y la prctica de la agroforestera le han cambiado la vida a Belinda y Rufo. O cmo Tula y Cayetano cran cuyes junto a su bio-huerto regado por aspersin. O las virtudes de la chacra de Antonio y Efrosina, alimentada
con abonos orgnicos.
Subiremos a las tierras altas de alpaqueros, para ver cmo Agustn y Magdalena plantan lechugas en su biohuerto con fitotoldo. Y comprobaremos cmo sus hijas Kelly y Mery aprenden las bon-
dades de las hortalizas en un biohuerto igual en su escuela.
Victoria y Yolanda, dos comuneras empoderadas, nos acompaarn en la visita a un centro de es-timulacin temprana, donde se fomentan las habilidades de los nios mediante juegos, y se vigila su alimentacin y crecimiento. No lejos de all, Jenifer y Elio, un lder comunal, nos presentarn a sus pequeos Esmith y Edu, amantes de la poesa, y confirmaremos que la estimulacin infantil
no es simple teora.
Visitaremos la vivienda saludable de Ricardina, ejemplar en su adaptacin al cambio climtico. Y tambin la de Deisy, una brillante nia de catorce aos, miembro del club ecologista de su
institucin educativa.
Y viajaremos hasta la escuela que dirige Carlos, donde los nios Cliberht y Julio son brigadieres medioambientales y cultivan hortalizas en un biohuerto, junto a otros cuarenta y seis estudiantes.
Con todos ellos, el futuro de la adaptacin es promisorio.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
10 11
Si el climapodremos
enloquece, adaptarnos?
Ms calor. Ms lluvias. Menos lluvias. Ms desglaciacin. Ms escasez de agua. Los efectos del cambio climtico ya estn aqu. Los expertos no dudan que el ser
humano ha alterado la composicin de la atmsfera por la emisin de gases de efecto invernadero, que eso ha provocado el cambio en el clima durante un periodo
prolongado, y que todo ello se suma a la variabilidad natural. Las proyecciones para este siglo son pesimistas.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
12 13
n el Per, un pas con una megadiversidad climtica posee 27 de los 32 climas
del mundo, y uno de los ms vulnerables a los efectos del cambio climtico, la temperatura subira 1,6 grados centgrados en el territorio altoandino al 2030. Llover en pocas distintas a las habituales, en ms cantidad, y de forma ms concentrada, en algunos casos; en otros, habr escasez. Dentro de once aos los glaciares por debajo de los 5.000 metros de altura podran haber desaparecido. Y en otros cuarenta, se estima que habr el 60% del agua que existe hoy.
Para reaccionar ante estos escenarios futuros, en 2009 se puso en marcha el Programa de Adaptacin al Cambio Climtico-PACCPer. Se trata de una iniciativa de cooperacin bilateral entre el Ministerio del Ambiente (Minam) y la Agencia de la Cooperacin Suiza para el Desarrollo (Cosude),
hecha realidad junto a mltiples organizaciones e instituciones*. "Iniciamos el trabajo procurando dar respuesta a algunas preguntas bsicas", explica Lenkiza Angulo, su coordinadora nacional. Uno: "A qu condiciones de cambio climtico tienen que adaptarse las poblaciones?" Dos: "Qu vulnerabilidades tienen para hacer frente a estos cambios, y cmo pueden reducirlas?" Tres: "Qu acciones podran ayudar a las poblaciones rurales a adaptarse?" Y cuatro: "Qu iniciativas, ya emprendidas, podran ser una base slida para la adaptacin al cambio climtico?".
Para su aplicacin se escogieron dos zonas del sur andino del pas: las microcuencas de los ros Mollebamba, en Apurmac, y Huacrahuacho, en Cusco.
La seleccin realizada junto a las autoridades regionales no fue ni rpida, ni sencilla. Primero
La poblacin ms vulnerable. Son fami-lias campesinas que practican la agricultu-ra familiar de subsis-tencia, y la ganadera destinada al pequeo comercio.
El Programa de Adaptacin al Cam-bio Climtico-PACCPer en su pri-mera fase ha operado en convenio con los gobiernos regionales de Apurmac y Cusco, y los gobiernos locales de Checca y Kunturkanki, en Cusco, y de Juan Espinoza Medrano, en Apurmac. En la actualidad, en su segunda fase, contina su colabo-racin con esos mismos gobiernos regionales, y la ha extendido al Fondo de Cooperacin para el De-sarrollo Social (Foncodes), a travs del Proyecto Haku Wiay (Mi Chacra Emprendedora); y a las universida-des pblicas San Antonio Abad, de
Cusco, y Micaela Bastidas, de Aban-cay. Adems es facilitado tcnica y administrativamente por un con-sorcio liderado por Helvetas Swiss Intercooperation, e integrado por la consultora Liblula y el Centro de Estudios y Prevencin de Desastres (Predes). De igual forma, cuenta con la asesora de un Consorcio de En-tidades Cientficas Suizas, encabe-zadas por la Universidad de Zrich. Las medidas de la primera fase del programa se han implementado a travs de concursos campesinos organizados junto a la asociacin civil Pachamama Raymi.
Los convenios del PACC
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
14 15
y la ganadera destinada al pequeo comercio.
Los protagonistas de este programa precisamente son los ocho mil habitantes de las dos microcuencas. Ellos son los herederos de un sistema de saberes y tradiciones ancestrales, que van desde la observacin de la constelacin Suchu para conocer el inicio de las lluvias y organizar su calendario agrcola, al cultivo de plantas que llaman al agua. Aunque el concepto de cambio climtico no existe en su lenguaje en quechua no hay un trmino que lo defina "el tema no les es ajeno", subraya Lenkiza Angulo. "Est en su da a da, y hace parte de las observaciones del campesino para actuar sobre su entorno. "
Marcelina Huilca, de la comunidad de Hanansaya Ccollana: "No es como antes. Hay lluvia en cualquier
poca, helada en cualquier poca". Wilfredo Mancilla, de Mollebamba: "Hay sequa, hay manantes que estn desapareciendo." Samuel Huarca, de Pucacancha: "Ha habido una lluvia torrencial, despus un veranillo, despus la sequa, la helada, y lo ha marchitado todo." Guillermo Taparaco, tambin de Pucacancha: "Nunca se ha visto en agosto este tiempo de granizada. Eso es el cambio climtico."
Los estudios confirman las percepciones de los comuneros. En ambas microcuencas se ha detectado un cambio en el rgimen de lluvias y un descenso en las precipitaciones; una reduccin de las temperaturas mnimas y un aumento de las mximas; un crecimiento de las heladas y granizadas; y la disminucin de los caudales de ros y manantes. Las consecuencias han sido significativas: por ejemplo,
se identificaron quince microcuencas posibles en Cusco, y otras seis en Apurmac. Se buscaba las ms vulnerables y las ms amenazadas por el cambio climtico. De aquella cifra quedaron seis finalistas, tres por departamento. As hasta llegar a las dos definitivas.
La microcuenca Mollebamba la componen cinco comunidades campesinas del distrito de Juan Espinoza Medrano. La mayor parte de su territorio est en la zona alta, por encima de los 4.000 metros de altura. La zona baja, entre los 2.950 y los 3.500 metros, apenas supone el 3,6 % de su territorio, aunque all es donde vive casi toda la poblacin, en cuatro de las cinco comunidades.
La microcuencua Huacrahuacho tiene la mitad de extensin que aquella, pero cuenta con un mayor nmero de comunidades: cinco corresponden al distrito de Checca; y doce, al de Kunturkanki. Su territorio est a mayor altitud: entre los 3.750 y los 4.700 metros sobre el nivel del mar.
*El PACC opera en el territorio rural andino, donde se concentra la poblacin ms vulnerable: son personas en situacin de pobreza, cuyos medios de vida se basan en actividades primarias que dependen de recursos naturales comprometidos por los efectos del cambio climtico. Es decir, son familias campesinas que practican la agricultura familiar de subsistencia,
1.758familias beneficiarias.
194 qochas para la siembra y cosecha de agua.
118hectreas de praderas naturales comunitarias protegidas.
125.000plantones instalados para forestar en 19 comunidades.
El PACC opera en el territorio rural andino, donde se concentra la poblacin ms vulnerable: campesinos que practican la agricultura de subsistencia, y la ganadera destinada al pequeo comercio.
Poblaciones vulnerables. Los eventos extremos producidos por los efectos del cambio climtico exigen fortalecer las capacidades de cuidado, atencin y proteccin a nios y nias menores de cinco aos.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
16 17
Angulo. Para reforzar esta actuacin, se ha llevado a cabo la forestacin de reas degradadas con pinos y rboles nativos como el qolle, el qishuar, la queua, y el chachacomo.Adems se ha fomentado el uso del riego por aspersin; el mejoramiento de la produccin agraria familiar con la prctica de la agroforestera asociacin de rboles y cultivos; la elaboracin de abonos orgnicos; y la siembra de pastos cultivados, para mejorar la produccin ganadera y compensar la escasez de los pastos naturales durante el estiaje.
El segundo grupo de medidas, de "bienestar familiar", estn destinadas, por ejemplo, a la infancia, la poblacin ms vulnerable al cambio climtico. As, se ha trabajado la estimulacin temprana en nios de cero a cinco aos; el fomento de la lactancia materna; y la vigilancia del crecimiento y
80%de familias participan en concursos campesinos.
276 biohuertos familiaresen Kunturkanki.
14centros de estimulacin temprana en Huacrachuacho.
6,4% menos de desnutricin crnica infantil en Kunturkanki.
una menor produccin agrcola, por la sequa; el retraso en la siembra y la cosecha; la prdida de variedades nativas y de semillas; la congelacin de pastos naturales o su marchitamiento por la escasez de agua; el debilitamiento y muerte de ganado; y la disminucin en la produccin de leche, carne y fibra.
*
Los comuneros, organizaciones, e instituciones suman sus saberes para dar respuesta al cambio climtico.
desarrollo en los ms pequeos.
Este programa tambin ha buscado reforzar la salud familiar, a travs de la dieta nutritiva; y la seguridad alimentaria, con la instalacin de biohuertos para el cultivo de hortalizas, y la cra de animales menores, como los cuyes. De igual forma se ha promovido el mejoramiento de la vivienda rural, ahora ms espaciosas, ordenadas y saludables. "La vivienda es un buen punto de partida para que la gente haga adaptacin al cambio climtico", explica Vctor Bustinza. "Suelen decir: 'Si cambi esto, puedo cambiar otras cosas ms.' Cuando empezamos, no haba una receta de 'as vamos a iniciar la adaptacin al cambio climtico'. Hemos aprendido a hacerla, con el aporte de muchos actores. Es una construccin social."
425 familias mejoran su vivienda en Huacrachuacho.
102 participantes en el Programa de Lderes y Lideresas en Cambio Climtico.
Para mejorar la adaptacin, este programa ha puesto en prctica dos grandes bloques de medidas en colaboracin con los propios comuneros. El primero, el "eje verde", tiene que ver con la mejora de los recursos naturales. El esencial, el agua. "Cmo hacemos para mejorar la disponibilidad de recursos hdricos en las pocas en que ms los necesitan?", se pregunta Vctor Bustinza, coordinador adjunto del PACC. La respuesta est en la construccin de sencillas qochas o lagunas, para fomentar la recarga de los acuferos (siembra) y el almacenamiento de agua (cosecha).
La otra gran iniciativa para la recuperacin hdrica ha sido el manejo de las praderas naturales, mediante su clausura. "La pradera es una esponja y en la medida en que est verde, tendr capacidad de absorber, infiltrar, y recargar agua", dice Lenkiza
18 19
l hombre que mira al cielo sale de su casa y mira al cielo. Si el viento viene del oeste, y las nubes se ven negrizas, se dice, llover.
Si viene del sur, quiz hiele. Se persigna, y se despide de su esposa y sus dos hijos pequeos.
El hombre que mira al cielo camina durante media hora a paso ligero. Es el tiempo que tarda en llegar hasta el centro poblado de su comunidad,
Pumathalla, en la microcuenca Huacrahuacho, Cusco, a 3.900 metros de altura. All hay un local comunal; una posta veterinaria de inseminacin artificial; la Institucin Educativa 56163 de primaria; otra institucin de educacin inicial; una pequea iglesia con la fachada color guinda, un rtulo pintado que dice "Comunidad cristiana", y un minsculo cam-panario blanco separado de la nave; un Centro de Servicios de Apoyo al Hbitat Rural, o Tambo comunal. Y una estacin meteorolgica, el destino del hombre que mira al cielo.
El Programa de Adaptacin al Cambio Climtico (PACCPer) instal la estacin en esta pequea comunidad de 260 familias repartidas en predios dispersos, en abril de 2011. En la microcuenca Mollebamba, en Apurmac, tambin dispusieron una segunda estacin. Ambas permiten recabar informacin local del tiempo. Pero mientras aquella es automtica, la de Huacrahuacho precisa una lectura manual. El hombre que mira al cielo es el encargado de anotar sus datos cada da. Se llama Silverio Choquenaira y tiene 50 aos.
el hombre que mira al cielo
"Apu Laramani, oqque punchuyuq tiyasian,
wawankunataqmi, oqque punchunta khawarispa,
sonqon llanllarishian.Apu Laramani,
hispayta kallarimushiana, pachamamanchis phuturinanpaq,
chaywantaqmi wawankuna kausananpaq.
Paraawiyuqmi, phuyukuna lloqsirimushian mama
lamarqochamanta, llactanchiscuna qomeryananpaq".
(pg. 21)
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
20 21
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
22 23
Apu Laramani que ests sentado sobre tu poncho gris (neblina).
Nosotros, tus hijos, sentimos alegra en nuestro corazn cuando te vemos as!
El Apu Laramani ha comenzado a miccionar (llover) para que nuestra madre tierra d sus frutos y con eso
sus hijos podamos alimentarnos.
Las nubes, con lgrimas en los ojos (lluvia), salen del mar y de las lagunas
para que nuestros pueblos estn verdes.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
24 25
teger sus tradiciones. Por ejemplo, el pago a los apus como el Laramani, de donde procede les cont el agua de Kunturkanki. Y les explic que, cuando l era nio, aquel cerro poderoso estaba cubierto "por un poncho blanco", de nieve. Ya no. Y les advirti: "Sin agua no hay vida." Palabra de Silverio.
Cargado con todo ese conocimiento y con su experiencia de los ltimos aos, Silverio Choquenaira asisti en Cusco y Lima al InterCLIMA, un encuentro sobre el cambio climtico. Y lo hizo orgulloso, vestido con el traje tradicional de Canas, como uno se lo imaginara subiendo el Oq-quesopa, el pequeo cerro que domina Pumathalla, para ver desde ms cerca las constelaciones de las estrellas y predecir, as, el tiempo.
Con su casaca naranja bordada, su montera de tiras plateadas, su pauelo blanco a los hombros, su poncho anudado a la cintura, su pantaln ne-gro de bayeta con escarpines blancos, y sus ojotas, les dijo a polticos y expertos: "No se olviden de los campesinos. Por ms plata que tenga la poblacin, acaso va a comer plata? No! Los campesinos les llevan los alimentos. La alimentacin es la base fundamental para el progreso de una persona." Y aquel hombre, el campesino Silverio, el esposo de Ren, el padre de Hilda, Fredy, Santos y Uber, les habl de la necesidad de pro-
Antes de la llegada de este programa, la vida de Silverio era as: viva en su casa de adobe y techo de paja con tres estancias junto a su espo-sa, Ren Pontecil, y sus cuatro hijos; cultivaba papa, cebada y quinua; trabajaba en pequeos cachuelos de construccin; y cuidaba sus cinco vacas, con cuya leche elaboraban queso, que vendan.
Nunca haba escuchado hablar del concepto de cambio climtico. Ya se haba dado cuenta, claro, de que las cosas no son como antes: "En pleno mes de lluvia, cae la helada. O en los meses de sequa, cae la lluvia. No es como cuando era nio: lo seco, seco era; o la lluvia, lluvia era. Ahora no". Adems, se queja, el viento sopla con ms fuerza. Y al medioda ya no puede caminar qalapata, descalzo: "El sol es muy fuerte". Lo que explica no es pura teora: este ao ha perdido la cosecha por una inusual helada en marzo, justo cuando florecan sus cultivos.
Silverio no saba qu es la temperatura hmeda, ni tena idea alguna de cmo funciona un pluvimetro. A travs de un convenio con el Ser-vicio Nacional de Meteorologa e Hidrologa (Senamhi), se form a las familias de cuatro lderes campesinos para el control de la estacin meteorolgica. La de Silverio y Ren fue una de ellas. La segunda, la de sus vecinos Julin Mamani y su esposa Elsa Chino. Las otras dos abandonaron en el camino. "Y yo, con mi compaero Julin, asumimos esa responsabilidad de tener que leer el tiempo" en perodos, cada uno, de cuatro meses.
*Silverio o Julin, cuando le corresponde toma los datos tres veces al da: a las siete de la maana, a la una de la tarde, y a las siete de la noche.
Si lo calculara, descubrira que, en total, emplea cuatro horas para ir a la estacin, recabar la informacin, y volver a su predio. Si l est ocupado, va su esposa. Y si ambos estn atareados, se encargan sus hijos Santos (de 15 aos) o Uber (de 12). Los otros dos, Hilda (de 20) y Fredy (de 18), no pueden, porque viven y estudian en Sicuani, a una hora y cuarto en vehculo. Sea cual sea el miembro de la familia que vaya "Normalmente controlo yo, tengo ms responsabilidad", especifica Silverio, anota la temperatura, la direccin y velocidad del viento, las precipitaciones, y la evapotranspiracin, necesaria para conocer la prdida de agua del suelo y de la cobertura vegetal.
Lo interesante es cmo, a partir de esto, se da un proceso de empode-ramiento aclara Lenkiza Angulo, coordinadora nacional del PACC. Esa accin de medir, observar, y registrar no es mecnica. Interpreta lo que lee a la luz de sus saberes, de forma autnoma y espontnea.
Cada maana, despus de rellenar una ficha y escribir los datos en un cuaderno de pginas cuadriculadas, Silverio los difunde al margen del camino que siguen hasta el Senamhi a travs de las dos emisoras de El Descanso, la capital del distrito de Kunturkanki. Lo normal es que le llamen a su telfono celular desde Radio Santa Cruz o Radio Enlace. En alguna ocasin les deja la informacin a la profesora Carmen o al profe-sor Cullar, de la vecina Institucin Educativa 56163, para que sean ellos quienes hablen con las emisoras. Pero a l le gusta hacerlo en persona.A veces, si se han registrado valores extremos, se desplaza hasta Radio Santa Cruz para dar algunos consejos a los oyentes. "Cuando baja la temperatura fuerte, voy a avisar. Porque de ah viene que los nios y los abuelitos se enferman. Hay que abrigarlos con las ropas que tenemos de lana de ovino". O cuando el pluvimetro indica una gran precipitacin, "hay que tener cuidado con los riachuelos, con el caudal del ro, no sea que los nios caigan. O los animales. De esta forma prevenimos. Yo saco mis conclusiones. Eso nadie nos lo dice en la capacitacin".
Y puede saber cundo va a llover o va a helar? "Una sondeada puedo dar. Pero no s el futuro." Cuando le piden que sea un visionario, Silve-rio recurre a los saberes ancestrales que le contaban sus abuelos: "Wichay lado kutiyuqtam wasitaqa ruwakuna siempre. Cuando el viento viene de la parte sur, habr helada. Qasan qasanqa. Va a helar, va a helar. Uraymanta wayra qamun chayqa paran chayanqa. Y cuando viene el viento de abajo, la lluvia va a llegar. Parawayra qamushkan. Viene el viento de la lluvia."
La estacin meteorolgica es sencilla: cuatro termmetros en una caseta, tan alta, que hay que subirse a una piedra para alcanzarla; un pluvimetro; un anemmetro; y un tanque de evaporacin.
Instrumentos de medicin. A travs de las estaciones meteo-rolgicas las pobla-ciones locales pueden acceder a una informa-cin valiosa para tomar decisiones importantes para su da a da en el campo.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
26 27
QochasEl agua es y ser clave en la adaptacin al cambio climtico. Ms an en regiones como Cusco y Apurmac, con un futuro de escasez. La construccin de sencillas lagunas, con un bajo coste de material y mano de obra, permite a familias y comunidades el almacenamiento y la recarga de los acuferos.
28 29
uando el comunero rolando huacarPu-ma escuch hablar de la siembra de agua por primera vez,
dijo: "Cmo vamos a sembrar agua!". Y cuando le contaron que tambin se poda cosechar, respondi: "Cosechar, cosechamos la
papa." Eleuterio Huaycho tampoco haba odo nada de aquello. Ni su esposa, Brgida Consone, ni el hijo de su primo, Roger Huaycho,
los cuatro de la comunidad de Quillihuara. Lo mismo le ocurra a Amrico Taparaco, de Oquebamba, y a Bernab Huarca, de Hanansaya Ccollana, todos pobladores de la microcuenca Huacrahuacho, Cusco. Y a Agustn Lupa y a su primo Amlcar Aroni, de la comunidad de Santa Rosa, en la microcuenca Mollebamba, Apurmac.
Todos saban lo que son las qochas o lagunas, forman parte del conocimiento tradicional campesino de la sierra desde hace siglos. La llegada del Programa de Adaptacin al Cambio Climtico-PAC-CPer les trajo una forma especial de entenderlas. Se trata en este caso de unos reservorios de agua los tcnicos los llaman "microrrepresas rsticas", construidos en hondonadas del terreno. Son simples: apenas con un dique de tierra compactada y rocas, no muy alto entre ochenta cen-tmetros y un metro, se consigue recoger y almacenar el agua de lluvia o la que proviene de un manante. Efectivas: no solo acumulan agua; tambin permiten que esta se infiltre y recargue los acuferos. Y baratas: su presupuesto es hasta mil veces inferior al de otras qochas artificiales.
"Los escenarios que tendremos en la regin en los prximos aos son muy crticos", advierte Vctor Bustinza, coordinador adjunto del PACC. "La temperatura va a subir y las lluvias se van a reducir en los meses en que ms necesitamos el agua". El presente ya es complicado: la llegada de la tem-
La construccin de qochas de siembra y cosecha de agua atenuar los efectos de un futuro con sequa
ununchista uywasun!, criemos el aGua!
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
30 31
porada de precipitaciones se ha retrasado de setiembre a noviembre, o incluso a diciembre. Y sin lluvia durante la siembra, cmo sobrevivir la agricultura de secano, que representa el 80% del total?
*La primera qocha apoyada por este programa se hizo en Quillihuara, en el distrito de Checca, Cusco, a principios de 2011. El comienzo no fue fcil. En la asamblea comunal, que se celebra el da 10 de cada tres meses, la idea no tuvo una buena acogida.
Cmo se va a cambiar la situacin? Cmo va a haber agua, si esta tierra siempre ha sido seca? Los mayores lo decan Lo recuerda Eleu-terio Huaycho, de 40 aos. Entonces era un comunero ms. Hoy es el presidente de la comunidad.
Nadie quiso ofrecer un terreno para la construccin de una laguna. l la permiti en el suyo, en el sector Janccoaqque, aunque de la qocha se bene-ficiara la comunidad. Se clausuraron siete hectreas para proteger aque-llas tierras erosionadas y con poco pasto, y para forestarlas con ms de tres mil plantones de qolle, chachacoma, ceticio, y pino. Y se elev un dique de 1,20 metros en una hondonada. Solo quedaba esperar a las lluvias. En aquella faena trabajaron la mayor parte de los comuneros. Tambin Eleu-terio, y su esposa Brgida, de 38 aos, madre de sus siete hijos; y Roger, de 23, el hijo de su primo, que vive en un predio unos cientos de metros
ms abajo con su pequeo hijo Guido desde que enviud hace tres aos y medio; y Rolando, de 40, un comunero que, una vez formado, dirigi los trabajos de construccin, cercado y forestacin.
As fue como naci la qocha Quellopampa, una de las cuatro que se hicie-ron en la zona. Y en solo dos aos, los efectos:
Nos estamos dando cuenta de que aquellos manantes los mantiene la humedad de esta qocha. Estamos pensando que por adentro la humedad pasa. Esto es verdad! Eleuterio seala ms abajo del terreno cercado, en direccin a un bofedal junto al que pastan sus dos caballos.
La experiencia en Quillihuara result un xito, y defini la estrategia: haba que generalizar la construccin de estas lagunas. Para lograrlo, el PACC organiz concursos de qochas con un lema tan grfico como po-tico: "Ununchista uywasun, criemos el agua". El resultado fue sorpren-dente: en dos aos se construyeron 146 reservorios en la microcuenca Huacrahuacho 135 familiares y 11 comunales, de diferentes tamaos y volmenes, unos temporales y otros que se mantienen todo el ao, y 48 ms en la de Mollebamba, todos familiares.
*Amrico Taparaco, de 33 aos, no conoci as la importancia de las qochas para reducir el impacto del cambio climtico. Se enter por la radio, un
Dieciocho comunidades asumieron acuerdos y realizan colectivamente zanjas de infiltracin, acequias de recarga, mejora de qochas naturales, forestacin de cabeceras de cuenca, y proteccin de manantes y bofedales.
da en el desayuno o en la cena, no recuerda bien. Le acompaaban su esposa Leoncia Taparaco, de 28 aos, su hijo Jess Manuel, de 8, y su hermana pequea Beln, de 12. "En aquel programa hablaban de sembrar el agua. Y yo me deca: Por qu no vienen por ac?". Despus llegaran los cursos, la orientacin de los tcnicos ya en su predio, y su decisin de ampliar y reforzar el dique de una pequea laguna que haba creado cuando apenas era un adolescente. Emple ocho horas durante veinte das para mejorarla.
La vida en Sik'anka, el sector de Oquebamba donde naci y creci junto a sus trece hermanos, no es fcil. La de Amrico y su familia tampoco. Tienen tres vacas, seis llamas, y cinco ovejas, que cuida un perro al que llam Tarzn porque su padre le habl "del hombre valiente" de la selva cuando era un nio. Y apenas cosecha algo de papa amarga para elaborar chuo; a 4.200 metros de altura, la helada o la granizada arrasan casi todos los cultivos.
"Estamos viendo que el cambio climtico est secando todo ac, o en la costa, en prcticamente todo el mundo. Por eso tengo que hacer ms qo-
chas", dice. Ahora, gracias al lquido que almacena desde diciembre hasta julio, su ganado puede alimentarse ms cerca, porque el pasto ha rebrotado; los manantes que hay pendiente abajo tienen ms caudal; incluso ha po-dido llevar agua hasta una pileta que ha instalado junto a su casa de ado-be e ichu. Amrico Taparaco se imagina el futuro con su qocha protegida por rboles nativos. Los plantar pronto. "Cul es el futuro?", se pregunta Eleuterio Huaycho desde Quillihuara, unos kilmetros ms all. "El agua. Donde haya agua podremos mantener los animales, hacer crecer unos pas-titos cultivados. El agua es importante. No hay otra cosa."
Trabajo en equipo. Anualmente, los campesi-nos limpian la maleza de sus pequeos manantes para que el agua discurra con fluidez hacia sus parcelas, en medio de ritos de agradecimiento al agua.
Mantenim
iento necesario. Los comuneros Brgida Consone y Clem
ente Choquipuma trabajan en el refuerzo del dique de la qocha de Quillihuara. Los efectos positivos de esta laguna se observan tierras abajo en la
recuperacin de manantes y ojos de agua.
A vista de pjaro. Para mejorar los servicios de regulacin hdrica de todo un territorio es im
prescindible asegurar la proteccin del recurso agua en las cabeceras de las cuencas, fom
entando la infiltracin y recarga de los acuferos.
Baj
o el
Lara
man
i. El c
omun
ero
Amr
ico Ta
para
co h
a con
strui
do u
na q
ocha
a lo
s pies
del
apu
que
pro
tege
Oqu
ebam
ba.
La h
umed
ad h
a rec
uper
ado
los p
asto
s nat
urale
s y d
esde
ent
once
s su
gana
do p
uede
pas
tear
ms
cerc
a de
su e
stanc
ia. La fuerza de los lderes. Eleuterio Huaycho (izquierda), presidente de la com
unidad de Quillihuara, convenci al resto de com
uneros de la necesidad de habilitar una qocha colectiva. Rolando Huacarpuma (derecha) supervis su construccin.
PACC PER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
qochas Una experiencia familiar
38 39
Una qocha de premio
Bernab Huarca es un hombre silencioso, que sonre de tanto en tanto apretando los labios y achinando sus ojos debajo de un sombrero gris. Para llegar a su qocha desde casa, camina unos diez minutos cinco, si acelera el paso, subiendo y bajando un par de cerros. Bernab tiene 69 aos. Su esposa, Marcelina Huilca, 62. Viven en la comunidad de Hanansaya Ccollana, Cusco, a 4.630 metros de altura, donde solo crece pasto natural.
Marcelina llega al borde de la laguna, con su sombrero guinda y su casaca de polar.
Ac no se puede cultivar nada, por eso se han ido mis hijos se lamenta.
Lleva dos baldes pequeos. Va camino
Bernab y Marcelina tenan una pequea laguna en su predio. En el ao 2011 decidieron apostar por mejorarla, como otros, e hicieron crecer su
capacidad. El suyo es un ejemplo de xito.
En la microcuenca Huacrahuacho participaron 171 familias en los dos concursos Ununchista Uywasun (Criemos el agua).
Ser los mejores. Bernab, Marcelina, y su nieto Brian, felices, junto a su laguna premiada.
Les ayud su nieto Roger, el hermano adolescente de Brian, que adems trajo alevines de trucha para su crianza. "Es fuerzoso, trabaja fuerte". Juntos cortaron decenas de champas bloques de tierra compactada con races con la chaqui-taqlla, una herramienta agrcola de la poca preinca, y los acumularon hasta crear un dique de dos metros y medio de anchura y varios metros de longitud.
La qocha de Bernab y Marcelina compiti contra reservorios de
del ordeo de sus vacas. Tienen ocho. Y veintinueve alpacas. Y treinta y tres ovejas. Le acompaa su nieto Brian, de 11 aos, que ha venido a visitarles desde Langui y les ayuda en las tareas. Les siguen dos perros: uno negro, Renon, y otro marrn, Rocky.
La qocha es grande, aunque solo es de uso familiar. Tiene un color oscuro, quiz por su abundante vegetacin acutica. Su nombre en quechua, Yanaqocha, sig-nifica "laguna negra". Es una microrrepresa mixta, de siembra y cosecha, es decir, permite que el agua se infiltre, y tambin que se almacene.
Un da de 2011, en Radio Tawantinsuyo, Marcelina escuch: "Cuiden el agua, se va a secar. Hagan reservorios rsticos". Donde hoy est su
qocha, ya haba una ms pequea, "solo en poca de lluvias". Recibieron la visita de un tcnico del Programa de Adaptacin al Cambio Climtico, que la inspeccion. Les dijo que podan aumentar el dique y, as, su capacidad de almacenamiento. Y les anim a presentarse al primer concurso que iban a organizar en los distritos de Kunturkanki y Checca. Tambin les explic que deban excavar zanjas de infiltracin en la parte alta, para favorecer el recojo de la lluvia, y forestar con rboles nativos. As, cuando crecieran, mantendran la humedad, controlaran la erosin, y ayudaran a la absorcin del agua a travs de las races.
Como tengo una edad avanzada recuerda Bernab, no saba cmo hacer.
otras diecisiete comuni-dades. Y gan: el primer premio. Lo anunciaron en la plaza de armas de El Descanso, junto a las autoridades. l se sinti alegre, pero tranquilo. Ella, feliz. Les dieron 450 nuevos soles con los que compraron algunas cosas a sus nietos. Y siguieron su vida, vendiendo quesos a diez soles la pieza, y viendo como su Yanaqo-cha empezaba a transfor-mar el paisaje: "Este pas-tito, ms antes no estaba as. Como la qochita est humedando, por eso est as, creciendo."
Beneficios de una qocha. Bernab Huarca y Marcelina Huillca acaban de techar sus construcciones con el ichu que crece fortalecido junto a su qocha fam
iliar.
Segu
ro co
ntra
la es
case
z hd
rica.
La h
abilit
aci
n de
qoc
has c
ombi
nada
con
otra
s med
idas
, per
mite
a la
s pob
lacio
-ne
s ms
vuln
erab
les d
ispon
er d
e ag
ua d
uran
te lo
s per
iodo
s de
sequ
a. M
ejor con agua. Se llama M
oroqocha y su construccin ha permitido recuperar un bofedal contiguo y
el retorno de las aves silvestres.
44 45PACC PER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
qochas Una experiencia comunal
Agua para todos
La qocha Moroccacca naci en la altura, rozando las nubes, no para uno, sino para todos. Le pertenece a las 150 familias de la comunidad campesina de Pucacancha, aunque se encuentre varios cientos de metros ms arriba del centro poblado. Es una laguna comunal con el tamao de casi dos campos y medio de ftbol, y la capacidad de cinco piscinas olmpicas, aunque podra almacenar el doble sin riesgo, porque no est en una quebrada. Moroccacca no es un reservorio cualquiera: est en la cabecera de la microcuenca Huacrahuacho, Cusco, a 4.373 metros de altura. As que si se piensa bien, su agua no es solo de los que estn arriba, sino tambin de los que viven abajo.
No fue fcil convencer a la comunidad de su construccin, a pesar de que all ya exista una
En Pucacancha acordaron construir un reservorio donde antes jugaban al ftbol y pastaban sus alpacas. Aquella decisin mejor el entorno, y la vida
de su comunidad y la de sus vecinos.
En Huacrahuacho se han construido once microrrepresas comunales. Sus entornos se han clausurado temporalmente y forestado con especies nativas. Algunas han sido declaradas como reas de reserva comunal.
Encuentro de saberes. El lder comunal Samuel Huarca (centro) conversa en Moroccacca con Flavio Valer (izquierda), experto en qochas del PACC, y Guillermo Taparaco, presidente de la comunidad de Pucacancha.
Adems comenzaron a plantar especies de rboles nativos como la queua, que emplea el 5% de agua de un eucalipto, el qolle, y el qishuar, el rbol sagrado de los incas.
El paisaje ha cambiado dentro y fuera de la laguna. Dentro anidan aves como la ajjulla o tagua gigante. Afuera, unos cuatrocientos metros ms abajo, corre agua donde antes solo haba un
pequea qocha. Antes de inundarla, era una pampa de pasto verde a la que llevaban las alpacas para alimentarse, y en la que tambin solan jugar al ftbol a las dos de la tarde, despus de las faenas ganaderas. Menos sencillo an fue explicarles que, por la filtracin, una parte del agua acabara pendiente abajo, lejos de sus tierras.
No vean clara esa parte de sembrar el agua cuenta Samuel Huarca, de 50 aos. Es el presidente de Pucacancha, un ganadero con vacas, ovejas y alpacas, que particip en la primera promocin de Formacin de Lderes en Cambio Climtico. A m no me cost aceptar la idea. Cuando era adolescente, mis sueos eran cmo abastecer de agua a mi comunidad.
Tan claro como el empoderado Samuel lo
tena su amigo Guillermo Taparaco, de 44 aos, presidente comunal dos aos antes, y tambin ganadero: "Ya no es normal la lluvia. En un momento viene, y hay que depositarla en la laguna. Y guardarla."
"La idea inicial que tuvimos con las qochas era almacenar agua", explica Flavio Valer, especialista en Respuestas Adaptativas Localesdel Programa de Adaptacin al Cambio Climticoen Cusco. "Despus nos planteamos algo ms integral: adems de construir los diques y excavar zanjas de infiltracin, haba que cercar los terrenos y forestar". As hicieron con los cerros que rodean Moroccacca. Todos los comuneros de Pucacancha trabajaron en la clausura de 54 hectreas, con rollizos y malla metlica. Las alpacas ya no entraran a pastear.
humedal. El color verde del pasto lo revela. Ms abajo an, un manante da agua para saneamiento a cinco comunidades. Y Guillermo Taparaco desea: "Que cosechando agua, est todo verde. Y que tengamos mayores ingresos para nuestros hijos, y que no estn como nosotros, sino mejor. Con esta qocha vamos a sembrar ms pastos, y hasta para los cultivos nos puede servir."
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
46 47
Praderas Casi toda la superficie de Mollebamba y Huacrahuacho est formada por praderas naturales. El sobrepastoreo y la erosin por lluvias han degradado su estado. Una solucin efectiva es la clausura temporal de terrenos comunales para recuperar pastos y semillas y aumentar su capacidad de infiltracin de agua.
naturales
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
48 49
los viGilantes
de la Pradera ollebamba, aPurmac. Son las ocho de la maana. Hace fro, porque la noche anterior la lluvia ha cado en forma de nieve. Cinco hombres
llegan a una pradera natural, a 4.400 metros de altura. Dos de ellos son dirigentes de esta comunidad de 280
familias. Los otros tres son tcnicos del Programa de Adaptacin al Cambio Climtico-PACCPer. El paraje
se llama Qocha Qocha, y est a unas tres horas a pie del centro poblado. Caminar por una pradera natural en la microcuenca de Mollebamba, en Apurmac, o de Huacrahuacho, en Cusco, no resulta extrao. Es el paisaje predominante el 72% en la primera, el 87% en la segunda. Pero su estado no es bueno: el sobrepastoreo de los ltimos veinte aos ha degradado la cubierta vegetal, y las lluvias han erosionado los suelos. Aqu casi toda la produccin ganadera se sustenta en el pasto natural, por eso es imprescindible gestionar bien su uso. "En un escenario de crisis de agua como el que tenemos de aqu a 2030, en zonas altas como estas, se reducir hasta un tercio entre julio y octubre, hay que trabajar con fuerza el tema del pasto natural", explica Jaime Prez, coordinador regional delPACCen Apurmac. Sabe por qu: "Ayuda a la infiltracin del agua y a la recarga de los acuferos."
Parece que eso ocurre en Qocha Qocha. Ms abajo de este paraje se encuentra Piscapuquio, la nica fuente que irriga siete sectores agrcolas de Mollebamba.Por esta razn, los expertos del PACC propusieron a la comunidad la proteccin de esta pradera. Aceptaron en su asamblea, que se celebra una vez al mes en la Plaza de Armas. "Decidimos esta clausura, para que, con el tiempo, haya ms
En las comunidades de Mollebamba y Vito miman los pastos para luchar contra el cambio climtico
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
50 51
Recuperacin de praderas en Hatun Casa. Los dirigentes comunales de Vito (de izquierda a derecha: Nem
esio Anam
ara, Po Mendoza, Szimo Zela y Dem
etrio Llacta), en la pradera natural que enmall y forest su com
unidad. E
n de
fens
a de
los p
asto
s. Lo
s diri
gent
es d
e la
com
unid
ad d
e M
olle
bam
ba a
rrean
las v
acas
de
la
com
unid
ad ve
cina
que
han
inva
dido
su p
rade
ra co
mun
al p
rote
gida
.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
52 53
La clave para el xito de la recuperacin de praderas es el establecimiento de acuerdos comunales sobre el nmero mximo de animales por familia y el respeto de las reas protegidas.
Un sensor para el agua. Ms abajo de Qocha Qocha,
en un vertedero, un medi-dor automtico registra el caudal superficial cada 5
minutos para monitorear el aporte de la recuperacin de la pradera en el incre-
mento del agua.
humedad", cuenta Wilfredo Mancilla, de 38 aos, presidente comunal en 2013. Wilfredo, un lder natural desde su juventud, es consciente de que el clima ya no es el mismo: "Hay ms sequa. De qu manera podemos cambiarla? Con siembra y cosecha de agua, haciendo forestacin en la cabecera de la cuenca, o con esta clausura".
El enmallado de Qocha Qocha se realiz durante los primeros meses de su mandato. Se protegieron 34 hectreas. Todos los comuneros participaron durante dos das en la faena. Cost un gran esfuerzo. Subieron doce grandes rollos de malla y cuatrocientos rollizos de madera de eucalipto por una quebrada con una pendiente pronunciada. Los alumnos de secundaria haban hecho antes los huecos para colocar los postes. Para acabar, plantaron mil ejemplares de queua. Desde ese momento el ganado ya no podra entrar.
Unos minutos despus de las ocho de la maana an hace fro. A Wilfredo le acompaa el secretario de la directiva actual, Renzo Delgado. Cuando se aproximan a Qocha Qocha, se llevan una mala la sorpresa: dentro hay un rebao de vacas.
Alguien cuenta las cabezas:
Sesenta y dos!
"Seguro que son de Mollojo, Antabamba", dice Renzo, de 34 aos. Los habitantes de esa comunidad vecina siempre han acostumbrado a llevar su ganado a esta pradera, por la cercana. "Les pediremos a sus autoridades que no vuelvan a dejar que sus animales entren. Si no, la prxima vez, nos llevaremos el ganado y tendrn que pagar veinte soles por cabeza para recuperarlo".
Wilfredo y Renzo, acompaados por los tcnicos del PACC, se lanzan hacia las vacas, las arrean hasta el punto del enmallado por el que han entrado, y las hacen salir de Qocha Qocha.
*El Programa de Adaptacin al Cambio Climtico ha intervenido en cinco comunidades de esta microcuenca: Mollebamba, Silco, Calcauso, Santa Rosa y Vito. En esta ltima, con 235 familias, tambin se ha actuado de
una forma especfica para proteger los pastizales. No podra ser de otra manera: cuentan con unas diez mil vacas, ovejas, y alpacas. Adems saben que solo los buenos pastos producen buen ganado.
Hatun Ccasa. As se llama el paraje que la asamblea comunal de Vito escogi para su clausura. Tiene 36 hectreas y est junto a la carretera, a unos kilmetros del centro poblado, a 4.200 metros de altura. Demetrio Llacta, de 52 aos, era el presidente de la comunidad cuando se enmall, a finales de 2010. En la faena participaron 72 comuneros, organizados en seis cuadrillas de doce miembros. "No fue fcil. Las familias que viven cerca tienen sus vaquitas y sus ovejitas, que pastaban ac, y no queran. Pero la comunidad lo haba decidido y haba que aceptarlo". En Vito, a diferencia de Mollebamba, no se buscaba tanto la recarga de acuferos, como recuperar la vegetacin, obtener semillas de pastos naturales para la resiembra en zonas erosionadas, y forestar.
Nemesio Anamara, de 46 aos, ha ocupado todos los cargos en el Comit Conservacionista de la localidad creado por Agro Rural, un programa de desarrollo del Ministerio de Agricultura. Nemesio haba vivido entre los 6 y los 30 aos en Lima, "en San Juan de Miraflores, asentamiento humano El Pacfico, manzana X, lote 3", y regres a Vito con una idea: "Cambiar de actitud a la gente. Poco a poco tratamos de salir de la extrema pobreza en la que hemos estado siempre." Este Comit, con el apoyo del PACC, se encarg de plantar cerca de veinte mil pinos y rboles nativos chachacoma, queua, qolle, sobre todo en las laderas. Por ejemplo en las de Hatun Ccasa.
En la parte baja de este paraje se ha llevado a cabo la transformacin de una zona de layme tierras de secano que se cultivan de forma rotativa en regado, con la instalacin de un sistema de riego por aspersin. "Todava no lo estamos utilizando", cuenta Nemesio, "pero pensamos usarlo este ao. Vamos a producir pastos cultivados", como el trbol blanco y rojo, el ray grass italiano, la alfalfa moapa, o la sper snic. Po Mendoza, de 53 aos, actual presidente de la comunidad, asiente: "En la prxima asamblea vamos a aprobar el uso del riego tecnificado". Y cuando se le pregunta si en esta comunidad existe una conciencia de adaptacin al cambio climtico, no duda: "S. Hoy sabemos que para poder contrarrestarlo hay que plantar y recuperar las praderas."
Un cambio negativo. El retraso en la siem
bra y cosecha, por la alteracin en las lluvias, aumenta el riesgo de que las heladas afecten al cultivo an inm
aduro.
Una
lluv
ia d
ifere
nte.
Los p
obla
dore
s de
la m
icroc
uenc
a M
olle
bam
ba h
an o
bser
vado
que
el c
omie
nzo
de
la te
mpo
rada
de
lluvia
s se
ha re
trasa
do d
e se
ptie
mbr
e a
dicie
mbr
e, lo
que
afe
cta
al ca
lend
ario
agr
cola
. Cuidando el enmallado. El ex presidente de la com
unidad de Mollebam
ba, Wilfredo M
ancilla, y el actual secretario, Renzo Delgado, revisan el estado de la clausura tem
poral de la pradera Qocha Qocha.
Cientos de comuneros de las microcuencas Huacrahuacho y Mollebamba apuestan por biohuertos cultivados con abonos orgnicos y protegidos por rboles. Una produccin saludable para una dieta equilibrada. A continuacin presentamos tres historias de campesinos que han dicho chau a los qumicos.
Bienvenidas,hortalizas
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
60 61
Belinda mancilla tiene 48 aos. Su vida ha dado un giro, al menos, tres veces. Cuando muri su esposo y se qued sola a cargo de sus cinco hijos (Gisela, los mellizos Berly y Shirley, Thala, y el pequeo Valentn). Cuando se encontr con Rufo Rea y decidieron construir una nueva familia. Y cuando
el Programa de Adaptacin al Cambio Climtico-PACCPer lleg a Mollebamba, Apurmac.
Cierto da Belinda y Rufo, de 50 aos, escucharon hablar de un concurso campesino. Se llamaba Apu Ritt'i Raymi (Fiesta del Nevado Sagrado) y su lema era Yakuykiwan Kawsanchis (Gracias a tu agua vivimos). El PACC, la asociacin civil Pachamama Raymi, y la Municipalidad de Juan Espinoza Medrano haban organizado este tipo de competiciones con la idea de que los comuneros se formaran y adaptaran sus medios de vida a las nuevas condiciones del clima.
El ser humano no se da cuenta de que el clima es diferente dice Belinda. Uno tiene que adaptarse.
"Por qu optamos por los concursos?", se pregunta Vctor Bustinza, coordinador adjunto del PACC. "Porque su metodologa es ensear haciendo. Es un aprendizaje entre iguales, de campesino a campesino. Se da un nivel de confianza extraordinario. No es el ingeniero que llega e interviene." Promovan la agroforestera o combinacin de rboles y cultivos, la instalacin de biohuertos donde producir vegetales de manera natural, los abonos orgnicos, el buen uso del agua, la crianza de animales menores, y la mejora de las viviendas.
Fueron un xito: los cuatro concursos que se organizaron movilizaron a ms de la mitad de la poblacin de las microcuencas Mollebamba y Huacrahuacho.
Belinda realiz la inscripcin, tal y como establecan las bases: "La esposa inscribe a toda la familia." Y mientras participaban, ella, Rufo y sus hijos aprendieron muchas cosas. Que rodear sus chacras con arbustos reduce el efecto de la helada. Que tener un biohuerto con zanahorias, lechugas, repollos, acelgas, cebollas, rabanitos o beterraga enriquece su alimentacin. Que combinar esos cultivos con frutales mejora el
rendimiento. Que en lugar de alimentar a sus cuyes con maz chala y retama es preferible hacerlo con alfalfa. Que el uso de abono orgnico elaborado con las heces de sus roedores casi duplica la cosecha de este forraje. Que esta produccin les permite pagar la educacin de sus hijos en Lima, Ayacucho y Abancay: "El alfa as llaman a la alfalfa es 'oro verde'. Por qu no hemos sembrado desde ms antes?". Y que plantar pinos en sus tierras de secano les dar madera en el futuro. Les fue muy bien: ocuparon el primer puesto. Fue Belinda quien recibi los 400 nuevos soles del premio, "como jefe y representante de la familia".
Es de noche y Rufo, Belinda, y su hija Thala que les visita toman un poco de mote con un vaso de ulpada,una bebida elaborada con las harinas tostadas de la cebada, el maz y las habas. Hablan del futuro. "Los hijos tendrn ingresos con estas plantas, si es que las cuidan como nosotros. Cuando seamos viejitos tienen que reconocer el sacrificio que estamos haciendo", dice la mujer. El hombre asiente.
La agroforestera propone asociar deliberadamente rboles o arbustos en el sistema agrcola, para obtener beneficios por la interaccin rbol-cultivo.
'oro verde' Para
cambiar una vidaBiohuerto + agroforestera = futuro
Una nueva familia. Belinda Mancilla, con sus hijos Valentn y Thala, y su segundo esposo, Rufo Bea.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
62 63
La chacra de tula snchez es Pequea. Apenas doscientos metros cuadrados. Est en el centro poblado de Mollebamba, Apurmac, en un camino en pendiente, unos doscientos metros ms arriba de su casa.
Tengo mi huertita, todo tengo ahicito dice.
Hay un biohuerto con repollos, coliflores, lechugas, brcolis, cebollas, y zanahorias. Tambin hay papas. Y maz. Y frutales injertados, como la pera, el durazno, el membrillo. Y un arbusto de capul o aguaymanto. Y cinco intimpas, el rbol del sol, tradas de Abancay. Y flores: claveles, San Jos, y campanillas, como las tres que lleva prendidas en su sombrero. Y hierbas aromticas. Y catorce pinos, que rodean todo, protegindolo.
Este es mi rinconcito, s. La chacra de Tula Snchez, de 48 aos, tambin es de Cayetano Guerrero, su esposo, de 60, aunque l trabaja como coordinador educativo del distrito de Juan Espinoza Medrano, y solo va a ayudar en sus ratos libres.
Cuando el Programa de Adaptacin al Cambio Climtico-PACCPer inici su trabajo en esta comunidad, Tula y Cayetano se interesaron: "Ojal podamos cambiar en algo el clima". Se pusieron manos a la obra. Asistieron a varias capacitaciones realizadas por campesinos expertos. "Nos ensearon cmo podamos optimizar el agua" con el riego por aspersin. Les descubrieron la agroforestera: "Cuantos ms rboles plantes alrededor, menos afecta la helada". Les contaron que en un biohuerto no se usan productos qumicos, se diversifican y se rotan los cultivos, y se mejora el suelo con abonos orgnicos. "Antes le dbamos poco valor a las verduras. Son muy buenas. Ms importantes que la carne!".
El PACC, junto con la asociacin civil Pachamama Raymi, tambin les trajo la pasin de Tula: la cra de cuyes. Al lado de su chacra hay una construccin de adobe, con techo de calamina a dos aguas. Y pegado a ella, un galpn donde corretean setenta roedores de las lneas Per e Inti, junto a un viejo televisor de 25 pulgadas. Y tanta es la pasin que Tula pone en su cuidado, que duerme en la estancia contigua, y no abajo, en casa. "Vivo y duermo arriba, porque tengo mis animalitos." As que, desde que se levanta a las cinco de la madrugada, va y viene
de la chacra a su casa y viceversa, para cocinar el desayuno, el almuerzo o la cena, cargar agua, o ver si estudian sus hijos Gerso, de 15 aos, o Gualdis, de 18.
Concursos? S, ganamos dos veces un segundo puesto. Con mis cuyes, mi huertita, mis frutos.
Aunque no es capaz de calcular cunto ha crecido su economa con la cra de estos animales, tiene claro que les ayuda. Por ejemplo, este ao ha sembrado su chacra con ocho cargas de abono elaborado con heces de cuy. O si sus hijos Beatriz o Abel, que viven fuera, necesitan dinero para pagar el alquiler, ella sabe que tiene que vender, como sea, cinco o diez cuyes. "Antes miraba el bolsillo de mi esposo, y todo era compra. Ahora quiero vender, producir ms."
Cada noche Tula programa qu har al da siguiente. Nunca duda: en algn momento estar en su chacra.
Algunas familias han construido galpones grandes para criar cuyes a mayor escala. Garantizan su produccin sembrando alfalfa para su alimentacin.
el rincn de tula
La crianza de cuyes equilibra la dieta y engorda la economa (familiar)
Cosa de dos. Tula Snchez y su esposo Cayetano Guerrero, en su chacra ejemplar.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
64 65
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
66 67
Cue
sti
n de
fam
ilia.
Bea
triz
lvare
z Rea
, sue
gra
de Tu
la S
nch
ez, s
e tre
nza
el ca
bello
con
cuid
ado.
En
la
otra
pg
ina,
su n
uera
act
iva e
l rie
go p
or a
sper
sin
en su
bio
huer
to.
De Vito a Mollebam
ba. Antonio Anamara y Efrosina Felcitas junto a su hija Diana. En la otra pgina, Tula
Snchez con uno de sus cuyes.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
68 69
Cuando se atraviesa la entrada al Predio de antonio anamara, en Vito, Apurmac, todo parece estar en armona. El agua discurre rpido por una acequia, junto a una sencilla construccin de adobe. A Antonio, de 58 aos, se le ve feliz bajo su sombrero, con su polo blanco con el nmero seis a la espalda. Est trabajando en uno de sus dos biohuertos, el que est ms elevado, casi a la altura del techo de la casa. All planta hortalizas. Tambin algunos rboles, en el lado que da a los cerros, para detener heladas y granizadas. El segundo biohuerto, unos metros ms abajo, mucho ms pequeo, est listo para la accin: otros vegetales esperan su turno en un almcigo para ser trasplantados.
Antonio conoci esta forma de cultivo saludable a travs de los concursos campesinos organizados por el Programa de Adaptacin al Cambio Climtico-PACCPer, con la asociacin civil Pachamama Raymi, y la Municipalidad de Juan Espinoza Medrano. Lo promovan para equilibrar la alimentacin de las familias. En las zonas elevadas esta chacra est
a 3.060 metros de altura la dieta es baja en vitaminas y minerales; se consumen muchos cereales y tubrculos, y pocas hortalizas. "Antes las comprbamos en la tienda, pero desde que las he plantado, poco ya."
Su esposa Efrosina Felcitas, de 46 aos, est sentada en el suelo, sobre una piel de oveja, y maneja un telar de cintura. Teje tal y como aprendi de Gregoria, su concuada, hace casi veinticuatro aos, cuando estaba embarazada de su hijo mayor, Samuel. Ahora elabora, por encargo, ponchos, llicllas o mantas, y chumpis, unas fajas que llevan los hombres. Y lo hace desde las cinco de la madrugada hasta las seis de la tarde, durante un da y medio, si es un chumpi, o en tres das y medio, si es un poncho. El predio de Antonio y Efrosina es frtil. Adems de hortalizas, da habas, papa, tarwi, maz, y tubrculos nativos como la oca, la mashua, el au, y la papa lisa. El secreto est en los abonos orgnicos, otro de los aprendizajes obtenidos. "Lo hago con rastrojos, bosta de vaca, de cuicitos. Y de eso sale el compost. En tres o cuatro meses, lo ponemos a las plantas." Si no prepara compost, utiliza el estircol de sus diez vacas. O el humus de lombriz, que aprovecha la digestin que hacen estos
gusanos. O el biol, un fertilizante lquido para las hojas que resulta de la mezcla de heces, agua, ceniza, azcar, leche o suero, levadura, chicha, alfalfa picada, y cscara de huevo.
En la chacra estn tres de sus seis hijos: Diana, de 10 aos, que trenza con cuidado el cabello de su madre; y Agustn, de 16, y Paulino, de 14, que desterronan la tierra que removieron con la chaquitaqlla meses atrs, para airearla.
"Trabajamos para que nuestros hijos estn mejor en el futuro. Con lo poco que producimos, con los trabajos con los que nos apoyamos, los estamos educando", dice Efrosina. As es: Bernab, de 21 aos, estudia en Lima, y Candy, de 18, en Abancay. "Nuestros hijos, con el estudio, van a estar mejor."
La produccin de hortalizas es una actividad que pueden practicar las familias para diversificar y balancear su alimentacin, y mejorar su salud.
la chacra ms
saludableLos comuneros prefieren la fertilidad
sostenible de los abonos orgnicos
Un esfuerzo valioso. La calidad de vida de la familia Anamara-Fel-citas ha mejorado gracias a su biohuerto.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
70 71
SeguridadLa seguridad alimentaria producir y
acceder de forma estable a los alimentos, y saber utilizarlos es un concepto frgil
cuando el clima desvara. Algunas medidas para garantizarla: el cultivo de hortalizas,
incluso en zonas de gran altitud, y el fomento de la educacin nutricional, en
especial para cuidar a la infancia.
alimentaria
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
72 73
Div
ersi
n d
e al
tura
. Var
ias n
ias
de
la co
mun
idad
de
Sant
a Ro
sa ju
egan
fren
te a
l bio
huer
to co
n fit
otol
do
que
se in
stal
ju
nto
a su
peq
uea
esc
uela
. Todo por sus hijos. Las m
ujeres de la comunidad de Kjana Hanansaya acuden al centro de
estimulacin tem
prana para el control del crecimiento de los nios m
enores de cinco aos.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
74 75
las lechuGas lleGaron a santa rosa, casi el te-cho de Apurmac, ese departamento arrugado de cumbres y abis-
mos. Y lo hicieron junto a las cebollas, los repollos, las zanahorias, el brcoli, y los rbanos. Y Agustn y Magdalena, y sus hijas, Kelly,
Mery y Cris pudieron probar por primera vez el sabor de una bete-rraga. Y lo hicieron a 4.600 metros de altura, donde manda la puna, y
apenas crece el pasto natural para las alpacas. Y fue as gracias a los bio-huertos con fitotoldos, con techos de plstico translcido, que instalaron apoyados por el Programa de Adaptacin al Cambio Climtico-PACCPer, junto a la asociacin civil Pachamama Raymi y la Municipalidad de Juan Espinoza Medrano, para fomentar la disponibilidad permanente a los alimentos y su consumo equilibrado. Es decir, la seguridad alimentaria.
Santa Rosa es una pequea comunidad alpaquera, la ms alta de la microcuenca Mollebamba. Est compuesta por treinta familias, obligadas al nomadismo por el pastoreo. A finales de 2010, elaboraron su plan de desarrollo comunal, con el apoyo tcnico del PACC, y reflexionaron so-bre los impactos del cambio climtico en la localidad. Quince familias se animaron a construir pequeos huertos destinados al cultivo de hortalizas. Les serviran para cubrir sus necesidades alimenticias y nutricionales en condiciones de temperaturas mnimas extremas. Tendran unos veinticinco metros cuadrados, estaran cerrados con muros de piedra, y cubiertos con planchas de plstico rgido.
Nuestros ancestros coman lo que producan ac: la carne, un poco de papa, maz, cebada dice Agustn Lupa, de 30 aos. l y su esposa, Magdalena Paniura, de 28, se entusiasmaron con la idea.
Sencillos huertos cerrados, con techos de plstico, llevan hortalizas a la tierras ms altas
lechuGas en la
cumbre
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
76 77
La propuesta era simple: en el marco de los concursos campesinos, las familias interesadas tendran que hacer los cuatro muros; a cambio, el PACC aportara la madera para la estructura del techado y el policarbo-nato de la cubierta, un material con mayor durabilidad. Los rayos del sol y el efecto invernadero haran el resto.
Les ayud Amlcar Aroni, el primo de Agustn. Juntos practicaron el ayni, una forma andina de trabajo basada en la reciprocidad. Tardaron dos semanas en hacer los muros, y dos das ms en instalar la cubierta.
Tres meses despus lleg lo que jams haban imaginado: su primera co-secha de lechugas. Agustn recuerda que se dijo: "Con esto voy a estar mejor que en la ciudad". Y se sinti satisfecho: "Consumes lo que produ-ces, y adems es natural." Aprendieron a preparar abono orgnico. Tenan mucho estircol, de sus 150 alpacas.
La vida de Agustn, Madgalena, y sus tres hijas, Kelly, de 10 aos; Mery, de 8, y Cris, de 3 ha cambiado. La de Madgalena, porque desde entonces es ella quien se encarga del cuidado de estos cultivos. La dieta familiar es diferente, ms saludable. En la pared de la cocina de una de sus cabaas, un afiche distribuido por este programa les recuerda: "Ali-mentacin balanceada".
La economa familiar ha mejorado. "Una lechuga te la vendern a tres o cuatro soles. Si produces cuatro o cinco, ya son veinte soles que ahorras",
calcula Agustn. "No me acuerdo de la ltima vez que compramos verdu-ras en Calcauso", confiesa Magdalena. En alguna ocasin, Agustn ha ido hasta esa comunidad vecina para vender hortalizas durante la poca de estiaje. Lechugas de Santa Rosa? Inslito.
El ejemplo de esta pareja se replica unos kilmetros ms all, en las tierras de sus primos y compadres, Amlcar Aroni, de 30 aos, y su esposa Cleof Huarcaya, de 26. "El PACC nos orient: 'Pueden construir un fitotoldo y adentro tener verduras. Y es bueno para ustedes y para los nios'. Y nosotros quisimos." Agustn les devolvi el favor y colabor en levantar y techar su biohuerto.
A los pequeos Edison, de 7 aos, y Efran, de 4, les encanta comer za-nahorias, tanto que apenas las dejan crecer. "Como es buena para la vista, ms consumimos". Y tambin lechuga, aunque al principio su sabor les resultaba extrao. Y acelgas, en torrejas de harina y huevo.
Como otras mujeres de la comunidad, Cleof tuvo que aprender a cocinar hortalizas que no conoca, como la beterraga. "No saba cmo se haca. Prob. Como era parecida a una papa, tena que ser como se prepara la papa."
Su fitotoldo lo dejaron descansar mientras acababa el embarazo de su tercer hijo. Ahora, tres meses despus del parto de Max al que Cleof carga en una cuna de madera, con su lliclla, todo est sem-
brado ya en el almcigo y preparado para la siguiente campaa.
*
En Santa Rosa hay un biohuerto con fitotoldo muy especial. Est en la Institucin Educativa 54281, en el centro poblado, a una hora y media a pie de cualquier cabaa familiar. All estudian Kelly y Mery, y tambin Edison. Cada lunes por la maana caminan ese tiempo hasta llegar a una pampa entre cerros, con una docena de casas de adobe habitualmente deshabitadas; una posta mdica, que abre solo diez das al mes; y una pequea escuelita pintada en rojo y amarillo. Dentro hay una sola aula, con otros ocho nios.
Cirilo Cahuana, de 33 aos, es su profesor, el director del centro, y quien les cuida de lunes a viernes durante la semana duermen en el centro poblado para evitarles las tres o cuatro horas de trayecto diario. "En esta zona de altura, es muy importante el fitotoldo. Nos apoya para que los nios sepan cultivar hortalizas. Tambin tienen en sus casas, as que desde aqu se llevan esta experiencia, y la aplican."
Cirilo an no trabajaba en Santa Rosa cuando la comunidad acord construir este biohuerto cerrado junto a la escuela; tambin captar agua de una quebrada para el riego y el aseo, e instalar duchas, lavade-ros y una terma solar para calentar el agua. Las familias pusieron los materiales para los muros y la mano de obra, el PACC aport el techo
Los fitotoldos aprovechan la radiacin solar, crean un efecto invernadero debajo del techo, y aumentan la temperatura. Son tiles donde los eventos climticos extremos limitan el cultivo a campo abierto.
Hortalizas contra el fro. El director y los alumnos de la escuela de Santa Rosa en su biohuerto.
de plstico y la terma solar y la municipalidad dio los materiales para el saneamiento.
Despus de tres aos, la experiencia es positiva: lo que se cosecha sirve para equilibrar los almuerzos del Qali Warma, el Programa Nacional de Alimentacin Escolar. Adems, el aula se conserva menos fra gracias al efecto invernadero del biohuerto; y es una herramienta educativa para hablar a los nios del medio ambiente. "Saben qu es, como cuidarlo", explica Cirilo. "Les dicen a sus paps que la bolsa de plstico no se puede tirar en cualquier parte, en el bofedal; porque esta zona es alpaquera y si el agua se contamina, los animales se contaminan. Y eso es lo que estamos consumiendo." Para que no lo olviden, en una de las paredes de su aula, se puede leer: "Pachamamanchikta munakusun". Cuidemos a la Madre Tierra.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
78 79
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
80 81
Mej
oran
do la
alim
enta
cin
. Mag
dale
na P
aniu
ra e
n la
cocin
a de
su ca
sa, e
n Sa
nta
Rosa
. En
la o
tra
pgi
na, c
ontro
l de
peso
infa
ntil
en e
l cen
tro d
e es
timul
aci
n te
mpr
ana
de K
jana
Han
ansa
ya.
De Mollebam
ba a Huacrahuacho. El profesor Cirilo Cahuana con su alumna Kelly Lupa. En la otra
pgina, la familia Lupa-Paniura. Abajo, m
ujeres y nios de Kjana Hanansaya.
82 83PACC PER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
seguridad alimentaria
Cantos al vientre de una embarazada
desde la gestacin. La han puesto en prctica con sus tres hijos: Edu, de 8 aos, Esmith de 4, y Jemilder, de uno. "Edu empez con sus poesas desde chiqui-to", cuenta Elio. Ahora es "uno de los mejores alum-nos de su escuela, uno de los poetas de su clase." En cuanto pueden, l y su hermano Esmith decla-man poemas a Santa Rosa de Lima o a los colores de la bandera peruana.
Los dos ya haban nacido cuando el PACC lleg a la regin. Faltaba Jemilder. A l su madre s pudo estimularle durante el
Aadieron un biohuerto, para cultivar las hortalizas que apenas haban probado. Han construido cinco qo-chas o lagunas, que recargan los manantes, humedecen los pastos, dan de beber al ganado, y permiten el riego. Clausuran pastizales para favorecer la infiltracin de la lluvia, y poder recolectar semillas, que siembran don-de hubo erosin. Llevan a cabo el pastoreo ordenado de sus cinco vacas y sus catorce ovejas. Algunos de sus ejemplares crecen tanto y tan sanos, que triunfan en las ferias ganaderas. Ade-ms, Elio es un kamayoq, un campesino experto que
embarazo. "Ah empieza el nio a formarse, a grabar en su cerebrito." Le hablaba. Le cantaba que le esperaba alegre, con mucho cario: "Suyasayki kusiskga, muna-cujg sonqoywan". Le pona la radio. E iba a ver bailes. Ahora Jemilder es un nio despierto que baila las melodas que "escuchaba" y se emociona con las danzas que "vea".
Jenifer y sus hijos acuden dos veces al mes al Centro de Estimulacin Tempra-na de Pumathalla, donde juegan con otros veinte nios. Como eso les pareca poco, decidieron construir
una rplica en su propia casa. Ah saltan, cantan, bailan, lanzan sus peluches o la pelota, y aprenden con sus padres.
Esta familia es modlica. Si se tuviera que escoger una, entre las 260 de la comunidad, que represente la filosofa de la adapta-cin al cambio climtico, sta podra ser la elegida. Convirtieron su vieja casa de una habitacin, donde todo era desorden, en una vivienda armnica con estancias independientes alrededor de un patio: cocina, dormitorio, sala de estimulacin, y almacn.
comparte sus saberes con otros campesinos; que ha supervisado la construccin de setenta qochas; y que ha participado, junto a un cen-tenar de hombres y mujeres de Cusco y Apurmac, en el Programa de Formacin de Lderes y Lideresas en Cambio Climtico. "Mis sueos son seguir teniendo los ganados mejorados, unos ingresos ms altos, y hacer estudiar a mis hijos", dice. "Quiero llenarme de qochas, para tener ms agua. No voy a dejar ir a la lluvia. Tengo que atajarla aqu, se tiene que quedar aqu." Y conociendo su tesn, y el de su esposa, se quedar.
En una pampa de la comu-nidad de Kjana Hanansaya, Cusco, a 4.000 metros de altura, se encuentra una construccin en forma de ele pintada de azul. En su fachada hay murales con nios, y rtulos que hablan de alimentos protectores, otros que dan fuerza, y unos ms que ayudan al crecimiento. Un rtulo dice: Centro de Vigilancia Co-munitaria para el Cuidado de la Madre y el Nio.
Este es uno de los catorce centros que se pusieron en marcha mediante una accin concertada entre el Programa de Adaptacin
de 21 aos, tiene tres hijos: "He aprendido a fabri-car juguetes con latitas, chapitas, con ropas. Y Elvis, su pap, les ensea los colores, los nmeros, a pintar, a escribir, a jugar." Y concluye: "Mucho nos han cambiado."
*Jenifer Quispe, de 30 aos, y su esposo Elio Ayala, de 31, viven en Pu-mathalla, Cusco, a 3.900 metros de altura. Tambin creen en la estimulacin temprana y en su idea de que la inteligencia no es hereditaria, se construye
Agu gu guawachaysuyasayki kusiskga
munacujg sonqoywan.
Taitayki munasunkiwaykkeke suyasunki
cusiscca casaykuagu gu guawachay.
al Cambio Climtico PACCPer, la Munici-palidad de Kunturkanki y las comunicades de ese distrito, para luchar contra una estadstica terrible: cuatro de cada diez nios menores de cinco aos sufren desnutricin crni-ca. "Aqu vienen madres con nios de esas edades", explica su coordinadora, la nutricionista Evelyn Tuero, "para fortalecer sus capacidades en salud, nutricin y desarrollo infantil temprano." Este centro es uno de los catorce que se pusieron en marcha gracias a un Proyecto de Inversin
Pblica sobre seguridad alimentaria en condicio-nes de cambio climtico, diseado e implementado de forma concertada.
Yolanda Labra, de 27 aos, y su prima Victoria Mamani, de 30, lo visitan junto a sus hijos desde que se construy, como otras muchas mujeres. Aqu han aprendido, por ejemplo, la tcnica adecuada para la lactancia, a controlar el cre-cimiento de los pequeos, y a balancear la dieta con quinua y hortalizas. "Antes cocinbamos puro chuo con papita, sin verduras, sin carne", cuenta Victoria.
"Cuando estamos gestantes, debemos alimentarnos para que los nios salgan bien de peso y talla", aade Yo-landa, "y comer vitaminas, minerales, carbohidratos, y protenas."
Me gusta escucharles hablar de protenas y vita-minas! dice Evelyn.
Este tambin es un Centro de Estimulacin Temprana donde los nios desarrollan sus habilidades mediante los juegos. "Algunos no eran muy sociables y, poco a poco, juegan entre ellos", explica la coordinadora. Ana Gualberta Mamani,
En el distrito de Kunturkanki se han creado catorce centros de estimulacin temprana. All se controla la talla y el peso de los menores de cinco aos, se estimula la lactancia materna, y se promueve una mejor alimentacin familiar. Adems, se fomentan las habilidades de los pequeos mediante juegos.
Lactancia materna. Ana Gualberta Mamani amamanta a su hijo Julio Roger, ganador del Concurso Sumaq wayna uuq (Beb Mamoncito).
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
84 85
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
86 87
Ms agua, m
s forraje. Jenifer Quispe, con el pequeo Jemilder a la espalda, pastorea sus vacas brown
swiss cerca de su casa gracias a la recuperacin de los pastos. U
n ca
mpe
sino
esp
ecia
l. El
io A
yala
cam
ina
junt
o a
una
de la
s cin
co q
ocha
s de
siem
bra
y cos
echa
que
ha
hab
ilita
do e
n su
pre
dio,
en
la co
mun
idad
de
Pum
atha
lla.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
88 89
Nue
vos a
pren
diza
jes.
Jeni
fer Q
uisp
e co
mpa
rte u
n tie
mpo
de
jueg
os co
n su
hijo
Esm
ith, e
n un
a de
las
esta
ncia
s de
su vi
viend
a de
stin
ada
exclu
sivam
ente
a la
est
imul
aci
n te
mpr
ana
de lo
s peq
ueo
s. Orgullo ganadero. Elio, Jenifer y sus hijos Edu, Esm
ith y Jemilder, con sus ovejas Carlos y Chanchito, una
enorme corriedale m
ejorada que ha ganado quince premios.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
90 91
Se acab el hacinamiento y la insalubridad. Con esa mxima, 425 familias de la microcuenca Huacrahuacho revolucionan su hbitat: dicen adis a los humos con las cocinas mejoradas, y apuestan por ms habitaciones, ms grandes, mejor distribuidas y ms seguras. Aqu estn dos casos ejemplares de viviendas saludables.
Unas casasmaysculas
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
92 93
ada maana, cuando amanece en el sector K'isco, en Kjana Hanansaya, Cusco, lo primero que ve Ricardina Mamani al abrir la puerta de su habitacin es un cerro. Es el Huaraconi. No es demasiado imponente, ni es un apu al que se le hacen pagos. Pero a ella le gusta.
Cada maana, Ricardina Mamani se siente feliz. Tiene una buena razn para ello: vive en un paraso. Y no es solo por el paisaje. Mire donde mire, todo est en equilibrio.
La armona de Ricardina, de 34 aos, su esposo, Antonio Pucho, de 35, y sus hijos mellizos, Juana y Franklin, de 13, no es casual: es un reflejo de las enseanzas aprendidas en los concursos campesinos organizados por el Programa de Adaptacin al Cambio Climtico-PACCPer, junto a la asociacin civil Pachamama Raymi, y las municipalidades de Checca y Kunturkanki. Su vivienda, construida sobre una ladera, a 4.100 metros de altura, es saludable y modlica. Los ambientes son independientes: una cocina sin humos, para evitar enfermedades pulmonares; dos dormitorios separados para padres e hijos; un almacn de alimentos, tambin sala de produccin de quesos y yogur; y una habitacin para la elaboracin de artesana. Todo es limpieza y orden.
No fue siempre as: "Antes era una chocita, todo junto. Estaba sucio y desordenado. Triste era la realidad en la que viva." Ricardina recuerda que los kamayoq, expertos campesinos y capacitadores de los concursos campesinos, le animaron: "Compaera, por qu no puedes cambiar tu vivienda?". Y lo hizo. Junto a su familia, en equipo, empujados por su enorme capacidad de esfuerzo.
Su optimismo y la reivindicacin de un mundo mejor salpica todas las paredes. Sobre la puerta de entrada principal, que da a un patio con pasto verde y piedras, se lee: "Bienvenidos a la familia Pucho Mamani." Ya dentro, bajo un techado con una mesa y un banco de madera: "Descansa amigo visitante". Junto a una pileta: "Gota a gota el agua se agota". Encima de la puerta del dormitorio de los nios: "La Madre Tierra est enferma, salvmosla". Sobre la puerta del dormitorio adulto: "Cuidemos el medio ambiente". Y a su izquierda: "Para escuchar el canto de las aves, planta el rbol".
*
El cambio les trajo adems dos biohuertos para el cultivo de hortalizas que consumen y venden a sus vecinos y hierbas medicinales. Tambin
un depsito donde producen humus de lombriz para el abono. Y un vivero con plantones de qolle, ceticio, quishuar y pino: "Cada ao tengo proyectado plantar cien".
Aqu nada es aleatorio. Siguiendo los consejos de los kamayoq, Ricardina y Antonio dibujaron varios mapas parlantes en papeles enormes, para ver claro el presente e imaginar su futuro. Su visin llega, nada menos, hasta el ao 2020. En esos planos, fijados en las paredes, se ven sus tres nacimientos de agua rodeados con piedras para evitar que el ganado los dae. Tambin estn dibujadas las zanjas que cavaron para favorecer la infiltracin del agua de lluvia en lo alto de la ladera, junto a la chacra donde cultivan alfalfa y papa. Y ms abajo estn las ocho canchas, o parcelas, en las que sus vacas comen de forma rotatoria, para evitar el agotamiento de los pastos. "Antes mis vaquitas moran as, enflaqueciendo. Ahora ya no". Todo lo que fue dibujado, es una realidad.
Si hay un da especial en esta familia, es el sbado. Lo cuenta otro mapa parlante. A las siete de la noche se rene la directiva de los Pucho-Mamani: Antonio es el presidente. Su hijo Franklin, el secretario. Ricardina, la tesorera. Y su hija, Juana, la fiscal, encargada de supervisar el cumplimiento de las metas semanales.
Cuando hacemos bien las cosas, no nos rie. Cuando nos falta hacer algo, s dice Franklin.
Les hago pagar multas de diez soles confiesa Juana.
En estos encuentros deciden todo: por ejemplo, cambiar las ovejas tenan setenta, ahora seis por las vacas de cinco, han pasado a once, mejoradas; o cuntos quesos y litros de yogur vendern en el mercado; o si la produccin de artesana chompas, chullos, colchas, o bolsitos para los celulares sigue un buen ritmo. Ricardina aprendi la disciplina del trabajo de su madre, que enviud y se tuvo que hacer cargo de ella y sus nueve hermanos.
Su fortaleza se la ha contagiado a sus hijos, que no se quejan de las cuatro horas que tardan cada da en ir y volver a la Institucin Educativa 56125, en El Descanso. Con Franklin ser veterinario y Juana an no sabe qu estudiar est garantizada la continuidad de esta gran empresa familiar: "Mi mam se sacrifica por m y, cuando sea viejita, yo tengo que responder. Tengo que dar todo de m."
C
el motor de
ricardina Muchas mujeres lideran la transformacin
de las viejas casas en viviendas ms saludables
Tierra prometida. El biohuerto a campo abierto protegido por un cerco de piedra le ha permitido a la familia Pucho Mamani mejorar la produccin de alimentos en canti-dad y en calidad.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
94 95
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
96 97
Una produccin con salida. La nueva vivienda tiene una estancia donde Ricardina y su familia preparan los
quesos y el yogur que venden en los mercados de las poblaciones cercanas.
Una
casa
ms
abi
erta
. La
habi
taci
n de
los m
s j
vene
s de
la fa
mili
a Pu
cho
Mam
ani e
s aho
ra u
n es
pacio
in
depe
ndie
nte,
ms
ord
enad
o y l
impi
o.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
98 99
Una
alim
enta
cin
equ
ilibr
ada.
Los d
os b
iohu
erto
s par
a la
pro
ducc
in
de h
orta
lizas
se h
an co
nstru
ido
con
mur
os d
e pi
edra
que
pro
tege
n lo
s cul
tivos
de
las h
elad
as y
de la
fuer
za d
el vi
ento
. Una casa con futuro. La nueva vivienda saludable de Ricardina M
amani y su esposo Antonio Pucho es el eje
alrededor del que han creado un proyecto familiar de vida sostenible.
PACCPER Programa de Adaptacin al Cambio Climtico
100 101
Penas mide un metro cuarenta. Casi no alcanza a mirar por encima del lomo de sus vacas. Viste el traje tradicional de una parte de la provincia de Canas:
chamarra o jubuna verde, camisa blanca, una pequea manta o phullu sobre los hombros, pollera negra con bordados, y montera de tiras doradas. Y tiene catorce aos.
Me llamo Deisy Choquehuanca Zrate.
Deisy vive en Tacomayo, Cusco, a 3.940 metros de altura, junto a su padre, Benedicto, de 38 aos, su segunda esposa, Berta Quispe, de 36, y sus hermanos Alexis, de 3, y Nayeli, de 2. La casa de la familia Choquehuanca-Quispe es especial."
Tanto que ocup el primer lugar en la categora de vivienda saludable de uno de los ciclos de concursos campesinos organizados por el Programa de Adaptacin al Cambio Climtico-PACCPer, junto a la asociacin civil Pachamama Raymi, y las municipalidades de Checca y Kunturkanki. Y no hay una gua mejor que Deisy para recorrerla. En esto s es grande. Inmensa.
Un muro de adobe rodea la vivienda. La puerta es de calamina, verde. Hay un amplio patio cuadrado, con estancias en tres de sus cuatro lados. A la izquierda, la cocina, coqueta, con sus dibujos en las paredes los
hizo su padre, con la ayuda de Deisy y su alacena con cuatro tazas de loza y cinco vasos de vidrio: "Aqu est nuestro fogn. Y el horno, est a ese lado." Es una cocina mejorada, con salida de humos.
A la derecha, el dormitorio: "Aqu duermo con mis hermanitos." Separados por un plstico azul, sus padres.
Al fondo, a la izquierda, la sala de produccin: "Aqu es donde hacemos el queso, el yogur, y el manjar".
Al fondo, a la derecha, la sala de artesana, juegos y despensa: "Aqu es donde mi mam teje. Ya casi no compramos ropa. Me est enseando, pero no s tanto." Tambin adentro, a un lado: "Aqu es donde mis hermanitos se recrean con sus juguetes." Y al otro