Zenobia, mujer de hoy - Agrega - Portadaagrega.juntadeandalucia.es/repositorio/03052016/a8/es-an... · ¿La rosa no tocada o tocada incluso hasta el perfume mismo de la rosa es o

EDITAN: Delegación Provincial de EducaciónDiputación Provincial de HuelvaFundación Juan Ramón Jiménez

MAQUETACIÓN E IMPRESIÓN: Técnicas de Fotocomposición, S.L.

DEPÓSITO LEGAL: H-77-2005

MANUELA ISLA RODRÍGUEZ: Reivindicó como mujer la necesidad deemprender este proyecto literario.

RAFAEL CRUZADO ROMERO: Apostó por él desde el principio y lo defendiócon ilusión y entusiasmo en todos los foros.

EQUIPO DOCENTE: Lo aceptó de muy buen grado y se volcó enllevarlo adelante.

EL ALUMNADO: Consiguió plasmarlo con total imaginación,creatividad y fantasía.

EL EQUIPO DIRECTIVO Y

DIVERSAS INSTITUCIONES: Se preocuparon de darle la relevancia que merece.

La reproducción de las fotografías que aparecen en este libro ha sido autorizada de forma expresapor la Comunidad de Herederos de Juan Ramón Jiménez.

“A todas las mujeres que, como Zenobia,

luchan, día a día, por inventar nuevos proyectos”

índice

CURIOSIDADES……………………………………………………………………………………………………………………

CONOCEMOS A ZENOBIA…………………………………………………………………………………………………• Árbol genealógico……………………………………………………………………………………………• Biografía con pictogramas……………………………………………………………………… • Álbum fotográfico familiar (con una breve reseña de las fotos)…

• Textos sobre el relato autobiográfico de Zenobia………………

ZENOBIA Y LA LITERATURA…………………………………………………………………………………• Introducción………………………………………………………………………………………………………• Poemas de Zenobia…………………………………………………………………………………………• Poemas de Juan Ramón que Zenobia seleccionó para los niños• Tagore traducido por Zenobia…………………………………………………………………• Relato de Frank Bucknell traducido por Zenobia………………

ZENOBIA EN MOGUER…………………………………………………………………………………………………

DEDICATORIA A ZENOBIA……………………………………………………………………………………• Epistolario………………………………………………………………………………………………………• Poemario…………………………………………………………………………………………………………………

17

2526293541

616365717787

97

107109123

AANNTTEE UUNNAA FFOOTTOOGGRRAAFFÍÍAA DDEE ZZEENNOOBBIIAA

-con rosa abierta en el escote-

Juan Cobos Wilkins

¿La rosa no tocada o tocada incluso hasta el perfume mismo de la rosaes o no és la que se abre en la blusa sonriente de Camprubí? ¿Es o nola que riza suavemente sus pétalos y, más amarillos, más dorados,se fingen cabellos de Aymar? ¿Es?

¿Fue la que, entre poesía y vida, bifurcose para hacer el amor conel verso, para escribir la vida? ¿La que acarició el raso blanco deunas zapatillas de novia, la que creó metáforas con el aire de susabanicos sobre la piel abrasada de cáncer? ¿Fue?

Será.La que sólo y únicamente por reflejo de los ojos de Zenobia alcancela quimera, logre el mito: ser, al fin, la rosa azul.

10 [ ]Zenobia, mujer de hoy

La Diputación de Huelva acoge con entusiasmo la iniciativa delCEIP Zenobia Camprubí para dedicar todo un programa de trabajo a estaadmirable mujer que da nombre al centro. Los resultados se plasman, enparte, en este libro, confeccionado con el mismo mimo y la atención conque ella cuidaba sus propias ediciones y las de su marido.

Pues Zenobia Camprubí no fue sólo la mujer del Premio NobelJuan Ramón Jiménez; quizá por haber sido su esposa –y de una maneratan intensa- muchas de sus indiscutibles cualidades como creadora,emprendedora y auténtica mujer de su tiempo, se ensombrecen con laluz inmensa del poeta.

Con una formación tan sólida como la de cualquier hombreinteligente de su época, tenía apenas catorce años cuando empezó apublicar en inglés, en la conocida revista de niños St. Nicholas¡llustrated Magazine for Boys and Girls, de Nueva York. De loscatorce a los dieciséis años, le publicaron a Zenobia cuatro cuen-tos breves. De los veintiuno a los veintitrés, dos crónicas y unestudio crítico sobre la pintura de Sorolla también vieron la luz enprestigiosas revistas estadounidenses. Ya casada, son bien conoci-das sus traducciones al español de Tagore o el dramaturgo Singer, yal inglés de no pocos textos de Juan Ramón y otros poetas.

Zenobia es bien acreedora de vuestro esfuerzo. Mis felici-dades a todos cuantos ayudáis a que su figura sea valorada en lajusta medida que le corresponde.

MANUELA PARRALO MARCOSVicepresidenta de la Diputación Provincial de Huelva

Prólogo

11[ ]C.E.I.P. Zenobia Camprubí

Mujer y poesía. La mujer en la poesía, la mujer como obje-to poético. Zenobia y Juan Ramón. Es evidente que la obra de nues-tro insigne poeta no hubiera sido la misma si, a finales de juniode 1913, en la Residencia de Estudiantes, no hubiese dado comien-zo una historia de amor. Historia que transformaría todo el uni-verso poético juanramoniano, ya que, la influencia del pensa-miento de esta admirable mujer, modificará la cosmovisión poéti-ca del gran poeta moguereño.

Como ha señalado Graciela Palau: “Juan Ramón no anuló aZenobia, ni ella se destruyó por él (...) Sus mejores páginas, lastraducciones de Tagore, fueron escritas por estímulo de JuanRamón, pero sus intereses eran muchos y prefirió dedicarse aotras actividades”. Gracias, Zenobia, por acercarle y acercarnosel panteísmo de Tagore y su filosofía.

Un año más estas páginas están llenas de recuerdos, emo-ciones y vivencias sentidas por niños y niñas que, de esa manera,se inician, se adentran en el mundo de los mundos: el mundo de lalectura, de la escritura, de la reflexión, de la poesía.

Después de leer las páginas de este libro que hoy tienes,lector, entre tus manos, he cerrado los ojos y he evocado mi infan-cia, para volver a recordar la gran emoción que sentí cuando lasmías sostenían un libro, cuando mis ojos eran capaces de desci-frar el ignoto mundo de unas letras aprisionadas, emoción que,seguro, siguen sintiendo todos los niños y niñas y que vosotros,autores anónimos y colectivos de esta deliciosa colección de car-tas, poemas y textos, seguís haciendo que nos sintamos

Introducción


Como el niño que, hartode estudiar, pinta sueños

Este es un año especial, 400 años de la primera edición denuestra novela universal, no es para menos, por ello me resultaimposible dejar de evocar en estas líneas las figuras de donQuijote y Sancho, utopía y realidad, personajes tan indisociables,como indisociables me parecen las figuras de Zenobia y Juan Ramón.Zenobia marcada por un claro sentido práctico, se contrapone a unsentido más idealizado de la vida de Juan Ramón. Compañeros en labúsqueda de la realidad invisible, como tituló nuestro poeta uno desus libros más hermosos.

Ha sido, pues, un acierto indudable, haciendo honor al nom-bre del Centro, el que estas Jornadas de Lectoescritura estén dedi-cadas a la figura de Zenobia, reconociendo en ella la labor y elpapel de la mujer; acercando su figura, ella, la gran desconocida,tiene en estas páginas una valoración digna de todo mérito. Graciasa todos los que habéis colaborado en este proyecto por hacer que “laAmericanita” de ojos azules vuelva a vivir entre estas páginas.

Del amor lleno de grandeza, de profundidad y pasión que JuanRamón sintió por Zenobia, nos han quedado numerosas páginas e inol-vidables versos, como los que encontramos en Estío:

¡No lo pienso, no lo sientes!Yo y tú somos ya tú y yo,

Como el mar y como el cielo.Cielo y mar, sin querer son.

MANUEL GUTIÉRREZ ENCINADelegado Provincial de Educación


Un año más, me cabe la enorme satisfacción de presentar ennombre de toda la Comunidad Educativa del CEIP Zenobia Camprubí,esta publicación, fruto del trabajo entusiasta, que desde comien-zos de curso venimos realizando, dentro y fuera del aula, con nues-tros alumnos y alumnas.

Lo que hace años nos parecía casi imposible, o más bien unalocura colectiva, con el paso de los cursos se ha convertido en algoinnato al Centro, casi en una necesidad, y por qué no, en una de lasseñas de identidad del mismo.

La animación a la lectura constituye uno de los pilares denuestro Proyecto de Centro, y con esta cuarta publicación queremosplasmar sobre el papel el trabajo diario de los niños y niñas denuestro Cole que, guiados por sus maestros y maestras, quieren veren la lectura una fuente inagotable de placer, de aventura y deconocimiento; así como una valoración del trabajo colectivo, delcual estas páginas son, en su mayoría, una buena muestra de ello.

Inmersos en estas estrategias de trabajo colaborativo,entusiasta y creativo hemos buscado y encontrado en nuestro entor-no más cercano el motivo de nuestra aventura colectiva: Zenobia.

Así en “Zenobia, mujer de hoy” todos, mayores y pequeños,hemos ido viendo y recreando su infancia, hemos valorado su aporta-ción a la obra de Juan Ramón, hemos conocido sus inquietudes, sustrabajos y hasta sus miedos. Hemos ido conociendo, poco a poco, deesa mujer que se adelantó a su tiempo, sus obras, sus poemas, susaficiones; pero sobre todo hemos querido ver y conocer a esa

Presentación


“Zenobia, mujer de hoy” emprendedora e inteligente. Sirva puesesta publicación, como pequeño homenaje de todos los niños y niñasdel Colegio que lleva su nombre, a su persona.

Para que todo esto haya sido posible hemos contado con elesfuerzo y trabajo de todos: maestros y maestras, niños y niñas,padres y madres. A todos mis más sinceras felicitaciones. Al mismotiempo hemos contado con la colaboración de algunas personas comoPaco López, Diego Ropero, Francisco Díaz o Antonio Ramírez y demáspersonal de la Fundación, a los que doy las gracias por su valiosacolaboración con el alumnado del Centro y cómo no, a Dña CarmenHernández Pinzón, por habernos aportado diversa información, asícomo por su permiso para la reproducción de las fotografías deZenobia que aparecen en este libro.

Por último, y como siempre, no quiero terminar estas líne-as sin agradecer el estimable apoyo que la Excma. DiputaciónProvincial, la Delegación Provincial de Educación y la FundaciónJuan Ramón Jiménez, han puesto para hacer realidad esta publica-ción, sin cuya ayuda esto no hubiera sido posible.

RAFAEL CRUZADO ROMERODirector del CEIP Zenobia Camprubí


Desarrollo de la

experiencia

De nuevo, una vez más, por cuarta consecutiva, llega el momen-to de explicar qué es y qué ha supuesto para nuestro Equipo Docente“Zenobia, de mujer hoy”.

Para empezar, decir que, como en ocasiones anteriores, elobjetivo fundamental ha sido el de ofrecer al alumnado las posibili-dades de su propia lengua, para que aprenda a usarla con corrección;pero que, además, sienta placer al hacerlo y disfrute con ello; sinolvidar, por supuesto, que cualquiera que fuese la estrategia aemplear, no podía plantearse como una actividad aislada, en un momen-to determinado, sino que debía de seguir formando parte del currícu-lum . Ardua tarea, indudablemente; más aún si tenemos en cuenta quevivimos en la “era de las nuevas tecnologías” y que, por añadidura, laimplicación y colaboración familiar en dicha tarea es mínima.

Una vez definido el objetivo, había que determinar el cómo, esdecir, la manera de poner en marcha el mecanismo que fuese capaz deimpulsar el trabajo, de forma tan satisfactoria y gratificante comola habitual. El tema surgió inmediatamente y, aunque parezca quesiempre vamos buscando “el más difícil todavía”, en esta ocasióntengo que decir que la idea fue acogida con un fantástico entusiasmopor la totalidad del Claustro y que todo el mundo comenzó inmediata-mente a sugerir opciones posibles.

Después de dos publicaciones alusivas a la obra de Juan Ramón,había llegado por fin el momento de volcarnos en la figura de Zenobia;Zenobia escritora, Zenobia, empresaria, Zenobia, en definitiva,MUJER, sensible, arriesgada, emprendedora, inquieta e inteligente.

En poco tiempo, el proyecto cobró forma y nos volcamos en sudesarrollo y realización. El alumnado también lo acogió con mucha


ilusión cuando se le presentó: “Maestra, ¡qué bien! Así podremossaber muchas más cosas sobre la mujer que le da nombre a nuestroColegio, porque ahora sólo sabemos que fue la mujer de Juan Ramón,(manifestó una niña de tercero de Primaria).

El siguiente paso, como siempre, fue la organización deltrabajo, el cual se abordó según la complejidad de la temáticaplanteada en cada caso. Además, la propuesta metodológica seafrontó atendiendo a diferentes tipos de agrupamiento, según loscasos:

-actividades desarrolladas en gran grupo (grupo clase)-en pequeño grupo (grupitos de cuatro o cinco)-por parejas-a nivel individual-actividades realizadas con la ayuda de las familias,(encaminadas a fomentar la idea de que leer no es sólo cosadel Colegio y de los maestros y maestras).

Los resultados, una vez más, nos han sorprendido gratamen-te, superando con mucho nuestras expectativas. Sin embargo, quere-mos expresar que, con esta publicación, no pretendemos plantear nidescubrir nada nuevo; tan sólo, aportar ésta, nuestra experiencia,nuestro granito de arena, a la de todos y todas las que, en la rea-lidad diaria del aula, intentan evitar a toda costa que la lecturasea algo exclusivo del área de lenguaje, evitando que pueda conver-tirse así en una rutina monótona y aburrida.

Por último, añadir que, como docentes, con esta propuestadidáctica hemos pretendido, además, fomentar la educación en valo-res, rindiendo un humilde pero muy merecido homenaje a la mujer quesupo ser en la vida (parafraseando a Antonio Portero Soro) “como laabeja: presta para luchar, sabia para vivir y lista para morir”.

MANUELA ISLA RODRÍGUEZJefa de Estudios del CEIP Zenobia Camprubí

Curiosidades

Malgrat de Mar es una población barcelonesa, situada aunos 45 kilómetros de Gerona y muy vinculada histórica-mente a esta ciudad. Se encuentra ubicada en el Alto

Maresme, cerca de ciudades como Calella o Blanes. El Maresme es unazona costera catalana, entre el mar y la montaña, for-

mada por treinta poblaciones,siendo Mataró su capital.

El nombre de estapoblación no se sabe biende dónde procede y, apesar de que en el sigloXVII se la conoce como

“Vilanova de Pala-folls”, sus orígenes

se remontan a laépoca de los romanos,

tal y como lo demuestranlos restos arqueológicos en ella

hallados.Malgrat es un pueblo de tradición agrí-

cola a la que hay que añadir, a partir del sigloXIX, una gran actividad industrial. En la actualidad

cuenta con unos 15.000 habitantes aproximadamente y elturismo es también una importante fuente de ingresos. Cuenta, asi-mismo, con una notable tradición cultural y artística, celebrandoimportantes fiestas y actos culturales a lo largo de todo el año.


Malgrat del Mar


El primer contacto para iniciar el hermanamiento entre losmunicipios de Malgrat de Mar y Moguer se realizó durante elmes de septiembre de 1997, coincidiendo con el centésimo

décimo aniversario del nacimiento de Zenobia y la cuadragésimaprimera conmemoración de la concesión del Nobel a Juan Ramón. Dichocontacto tuvo lugar en Moguer, con la visita de distintas persona-lidades representantes de ambos municipios, quienes firmaron unmanifiesto solicitando iniciar los trámites oficiales para elcitado hermanamiento.

Con posterioridad, los días 4 y 5 de noviembre de 2000, secelebraron en Malgrat diversos actos para ratificar la firma delconvenio del hermanamiento. En ellos hubo intercambio de regalospor parte de las alcaldesas de ambos municipios, así como la inau-guración de una exposición, un recital poético, una conferencia yun concierto.

Acto de Hermanamiento

entre los municipios

moguereño y malgratense


El nombre de Zenobia es de origen griego y significa “fuerza deDios”.

Zenobia fue la reina de Palmira, a finales del siglo III.Estaba casada con el príncipe Odenato de Palmira, príncipe clientedel Imperio Romano.

Aprovechando las disputas en el interior de éste por lacorona imperial, el reino de Palmira se sublevó e intentó crear supropio imperio. Durante su reinado, Palmira fue la capital deloriente. Extendió su reino desde el Éufrates al Mediterráneo eintervino en Siria, Egipto y parte del Asia Menor. Sin embargo, elemperador Aureliano, emprendió una campaña militar contraZenobia, la derrotó y la exhibió como prisionera en su desfiletriunfal. La ciudad de Palmira, por su parte, fue reducida a lasruinas y el pueblo de los nabateos que la había fundado, desapare-ció de la Historia Universal.

Curiosamente, parece ser que Zenobia la emperatriz, apar-te de su ambición política, era una reina culta y cortesana que, aligual que Zenobia Camprubí, amaba las artes y las letras, las cua-les fomentó durante su corto reinado. En Zenobia, reina de Palmira,se unían la simplicidad de las costumbres árabes con la culturagriega y la ciencia militar de los romanos. Reunió en su corte a poe-tas y filósofos, entre ellos el retórico Longino y Pablo deSamosata, uno de los más destacados teólogos de su época.

Origen del Nombre

de Zenobia


Hoy hemos ido a ver el monumento de Zenobia que hay en la

Plaza del Marqués. Ya lo habíamos visto muchas vecesantes, porque está allí desde el año 1999, pero nunca

nos habíamos fijado bien en él. Por eso, cuando llegamos, primeroestuvimos comentando lo que veíamos y después, hemos estado com-pletando una ficha, en la que hemos ido anotando todos los deta-lles. Por último, la hemos estado dibujando.

La figura de Zenobia es alta, y lleva el pelo recogido en unrodete. Va vestida con una blusa con muchos encajes, una faldalarga y una especie de chal o pañoleta que, por la parte de atrás,tiene muchas caras de Juan Ramón y también lleva unos zapatos con unbroche. Entre sus manos, sostiene un libro del escritor Tagore.

Junto a ella hay una maleta, porque como era tan viajera,seguro que sería ahí donde llevaba sus cosas.

Y, al lado, hay otro monumento pequeñito con una especie depiedra, que no sabemos lo que es y que es donde está escrito el nom-bre de Zenobia.

En la maleta también aparecen otros nombres. La maestra nosha estado explicando que eso es como la firma de los escultores quela han hecho: José Luis Rosado, Pablo Vallejo y Francisco Javier

Díez, todos ellos de Huelva.La maestra ha dicho que a ella no le gusta mucho porque el

bronce le resulta demasiado frío. A nosotros sí que nos ha gustadobastante, pero hubiera sido preferible que estuviera en color,para poder describirla mejor y decir cómo son los ojos o el pelo, ocómo es la ropa que lleva puesta. De todas formas, está muy guapa yse parece mucho a las fotos que hemos visto de ella.

El Monumento a Zenobia

Conocemos a

Zenobia

José

CamprubíSalustiana

Escudero Augusto

Aymar

Zenobia

Lucca

Raimundo

Camprubí

Escudero

Augusto

Camprubí

Aymar

Zenobia

Camprubí

Aymar

José

Camprubí

Aymar

Raimundo

Camprubí

Aymar

Isabel

Aymar

Lucca

Árbol Genealógico

José

CamprubíSalustiana

Escudero Augusto

Aymar

Zenobia

Lucca

Raimundo

Camprubí

Escudero

Augusto

Camprubí

Aymar

Zenobia

Camprubí

Aymar

José

Camprubí

Aymar

Raimundo

Camprubí

Aymar

Isabel

Aymar

Lucca

[ ]

Su y su vinieron a vivir a

El de agosto de 1887 en

Malgrat de Mar una con y .

Su nombre es Zenobia Camprubí Aymar.

Tuvo tres : Raimundo, Augusto y José.

Su le enseño a , a y a

en español e inglés cuando tenía años.

en (14) lugares, como Puerto Rico, Nueva York,

A le y cuentos.


Biografía

Madrid, Barcelona, La Rábida y , .


y en el de su abrió una

para los de los trabajadores.

tarde, en Nueva York.

• lo cuidaba cuando estaba o

• su

• con los fabricantes de los de (39b)

• la mujer

• dueña de varias empresas: alquilaba y decoraba (43) ,

vendía , ...

Zenobia ayudó mucho a su marido:

• pasaba a sus

En 1913 a , se y, años

Zenobia destacó en su vida por ser:

• una mujer luchadora por los


• muchos idiomas

• sabía e

En 1931, Zenobia se pone y va al .

Años más tarde, .

días después de su , le dan el

a .

• hacía de de los y recogió, junto con su ,

a que estaban solos porque sus se habían

ido a la .

: Zenobia multicultural

: Zenobia

: gusta

: escribir

: mamá

: papá

: La Rábida

: patio

: casa

: colegio

: hijos e hijas

: conoce

: Juan Ramón

: enamoran

: tres


: 31

: nace

: Barcelona

: niña

: pelo rubio

: ojos azules

: hermanos

: abuela

: hablar

: leer

: escribir

: cuatro

: vivió

: distintos

: Moguer

Nuestro Pequeño Diccionario


: más

: casan

: máquina

: poemas

: triste

: enfermo

: conducía

: coche

: libros

: Juan Ramón

: derechos de la mujer

: primera

: conductora

: pisos

: artesanía española

: música

: historia

: enfermera

: pobres

: marido

: diez niños y niñas

: papás

: guerra

: enferma

: hospital

: muere

: muerte

: Premio Nobel

: Juan Ramón

Álbum Fotográfico


Zenobia niña. Zenobia con Augusto, el hermano pequeño.

La familia al completo, con Bobita, laesclava a la que Zenobia concedió lalibertad.

Retrato de Zenobia posando de joven(189?).


Retrato de Zenobia adolescente (189?). Retrato de boda de Juan Ramón y Zenobia(2-Marzo-1916).

Zenobia y su madre Isabel Aymar Lucca(191?).

Juan Ramón y Zenobia con FedericoGarcía Lorca, las hermanas de éste,Isabel y Concha, y Emilia Llanos(1924).


Zenobia, su hermano José y ungrupo de amigas y familiares enla Hostería del Estudiante(193?).

Juan Ramón y Zenobia, con su amigo y secretarioJuan Guerrero Ruiz y Dalia Iñiguez, actriz y poeti-sa cubana (193?).

Zenobia en una calle de Turín, ante un grupo de soldados y un tranvía(193?).


Zenobia con Rafael Alberti (1948).

Juan Ramón y Zenobia en Coral Gables con el Chevroletque se compraron en Nueva York (1941).

Juan Ramón y Zenobia con Gastón Figueira durante suvisita a Argentina (1948).


Retrato de Zenobia sentada y sonriendo(1952).

Primer plano de Juan Ramón y Zenobia(1954).

Juan Ramón y Zenobia posando (1956).

Textos sobre el

Relato Autobiográfico

de Zenobia


La Quinta

La Quinta era la casa donde nació Zenobia, en Malgrat de

Mar (Barcelona) y donde fue a pasar los veranos hasta

que cumplió cuatro años. Era una casa de campo muy gran-

de, según ella “casi un palacio”. Lo que le llamaba más la aten-

ción era un torno por el que subían la comida desde la cocina.

Dice que el jardín parecía un bosque de rosales, al

final del cual había un lago, con peces de colores. Algo más

lejos había un molino de viento,

al que Zenobia sólo recuerda

haber subido una vez, por-

que los escalones estaban

sueltos. A la sombra del molino

solía descansar “Star”, la

perra, cerca también del

gallinero. Pero esa zona

no le gustaba mucho a Zenobia,

porque dice que solamente había

“huerta y árboles”. Sin embargo,

sí que le gustaba llegar hasta

el depósito del agua

donde, cuando daba el

sol, se veían unos refle-

jos muy bonitos.


Mis Vacaciones

Estábamos en clase leyendo el relato autobiográfico

de Zenobia, cuando empezamos a contar cómo pasamos

cada uno nuestras vacaciones.

De pronto, Alejandro dijo:

-Seguro que Zenobia, se lo pasaba muy bien en sus vaca-

ciones. Yo las paso en Isla Canela. Tenemos un apartamento

pequeño, pero la urbanización es muy grande, con piscina,

parque y pistas de tenis. No se parece en nada a su casa, por-

que nosotros no tenemos sirvientas y, además, la suya era muy

chula, porque tenía un torno para subir la comida arriba.

-Yo, intervine entonces, siempre las paso en

Marruecos. Aunque vivo en Moguer, el pueblo donde nací, mi

madre es de Marruecos y yo siempre voy allí en verano. El viaje

es largo: primero cogemos el autobús y después el barco para

pasar el Estrecho de Gibraltar.

En Marruecos, yo visito a mis abuelos y a mis tíos.

Salgo de paseo de noche a la vera de la playa, donde se montan

fiestas con cantes y bailes.

Me gusta mucho ir porque así conozco otra cultura,

otras tradiciones y otras costumbres y puedo descubrir que

tenemos cosas en común con los árabes.

Lo que más me gusta es bañarme en la playa que une el mar

Mediterráneo con el océano Atlántico.


Nuestros Miedos

La maestra nos ha estado contando que Zenobia, cuando

era pequeña, tenía mucho miedo de un gato negro que,

en realidad, sólo era un engaño de su criada. Sin

embargo, es normal que todos tengamos miedo de algo. Cuando lo

hemos estado comentando en clase, cada uno hemos hablado de

“nuestros miedos”.

Mari Ángeles ha contado que a ella antes le daba mucho

miedo del cuarto de las ratas. Su hermana le decía que la iban

a meter allí porque no quería

comer y ella pensaba que se

moriría por culpa de los boca-

dos de esos bichos.

Manoly dice que a ella

lo que más le asusta es la

oscuridad y, por eso, el otro

día, su madre le apagó la luz

mientras se estaba bañando.

¡Qué miedo pasó!¡Se llevó

diez minutos llorando!

-“Yo me quiero quitar

ese miedo y no sé cómo”, ha

dicho, asustada de verdad.

-“Yo también paso

mucho miedo”, ha intervenido


José Manuel. Cuando mi madre me manda a la casa de mi abuela a

coger algo, entro muy asustada. ¡Qué miedo con ese pato dise-

cado allí! ¡No soporto una casa tan terrorífica!. Sé de más que

el pato está disecado y no hace daño, pero me sigue dando

miedo. Entonces llamo a mi hermano para que me acompañe y, aun-

que él también es muy miedica, se viene porque cree que yo no

tengo miedo y se siente muy seguro conmigo.

-Pues lo mío es peor, empezó a contar Pepe.Un día des-

cubrí en Internet fotos de fantasmas. En una foto salía una

cara extraña en la pared, en otra salía un fantasma blanco y

¡una mujer sin pies volando!.

Y, de repente, vi uno que me

puso los pelos de punta: era

una mujer blanca entera.

Cuando llegó la hora de dor-

mir, no podía y me imaginaba

que iban a venir todos los

fantasmas de las fotos. Y

ahora no me los puedo quitar

de la cabeza.

Pero yo sé que los fan-

tasmas no existen y tengo que

dejar de pensar en ellos y

todos tenemos que dejar de

pensar en las cosas que nos

dan miedo.

El Niño Nuevo

Ami Colegio ha llegado un niño nuevo. Se llama

Raimundo, pero todos le llamamos Raimundito. Tiene

una hermana pequeña que se llama Zenobia, rubia y

con los ojos verdes; está en Infantil y es muy lista. También

tiene otro hermano mayor que se llama José.

Nada más llegar, Raimundito se ha convertido en uno de

mis mejores amigos. Dice que viene de Malgrat, un pueblecito

de Barcelona, por motivos del trabajo. Su padre se llama como

él, es ingeniero de caminos, canales y puertos y trabaja en La

Rábida. Su madre se llama Isabel. Aunque a mí quien me cae


mejor es su abuela, a la que llama “granmamá”. Es una anciana

muy especial que nos está enseñando algunas palabras en otros

idiomas. Sabe historias extraordinarias.

A Raimundito le encanta hacer travesuras y nos hemos

ganado más de un castigo por culpa de sus “brillantes ideas”.

Los sábados nos vamos al campo de mi padre y nos montamos a

caballo. Él monta muy bien y, además, le gusta encabritarlo y

hacerse “el chulito”, pero a mi padre no le gusta nada que haga

eso con su caballo. También le gusta cazar pájaros, coger

nidos o pescar ranas en las charcas; después las enterramos en

unos hoyos y les ponemos unas marcas para saber dónde están. Es

muy travieso y valiente, no tiene miedo de nada; pero, tam-

bién, es amable, cariñoso y buen amigo. A mí me cae estupenda-

mente y juntos lo pasamos de cine. Lo último que me ha propues-

to es que este verano vayamos los dos a un campamento en la

playa. ¡Ojalá mis padres me dejen!


Granmamá

Granmamá era la mamá de mamá, la abuela de Zenobia y

ella la quería como a una madre, por eso le decía

granmamá. Yo también quiero a la mía como a una

madre, pero nunca le digo granmamá, siempre le digo abuela.

Granmamá le enseñó a Zenobia a hablar y a leer a un tiem-

po en español y en inglés, porque había ido a los mejores cole-

gios de los Estados Unidos; hablaba varios idiomas y era una

mujer muy culta que había viajado mucho. A mí también me gus-

taría que mi abuela Encarnación me enseñara a hablar en otras


lenguas, pero me dice que ella no estudió, que no sabe nada y

que, todavía, no ha salido de Moguer, ¡no fue ni de viaje de

novios!.

Granmamá como persona era encantadora, siempre le

hablaba a Zenobia de cosas bonitas y le solucionaba todos los

problemas que ella tenía. Cuando la llevaban al oculista (que

tanto miedo le daba), para que no llorara le regalaba “cosi-

tas” o le prometía que, cuando llegaran a casa, iban a hacer

figuritas con cera de colores.

¡Granmamá sabía encantar la vida!.

Mi abuela Encarnación para mí es como una amiga, ella

tiene soluciones para todo y me cuenta muchas historias anti-

guas que a mí me encantan; el tiempo que estoy con ella se me

pasa volando. Me gusta mucho estar en su casa porque siempre

dice “sí” a todo lo que yo digo y tiene mucha paciencia conmi-

go. Todo me lo pone de color de rosa. ¡Qué granmamá es mi abue-

la Encarnación!


Mi Operación

de Vegetaciones

¡Qué mal lo pasate, Zenobia, cuando tuvieron que

curarte los ojos porque se te habían puesto malos!.

53

Al leerlo en clase me he acordado de un día por la maña-

na, cuando yo tenía cuatro años, que me llevaron al hospital

para operarme de vegetaciones. Nada más llegar, me pusieron

el pijama azul y me tendieron en una camilla. Vinieron a pin-

charme en el brazo, pero yo no me dejaba. Al final me pincharon

y, la verdad, ¡tampoco dolió tanto!.

Lo peor vino cuando pasó todo porque ya me habían ope-

rado. Yo quería despertarme, pero no podía abrir los ojos;

además, me dolía mucho la lengua (yo creía que me habían cogi-

do un pellizco).

Cuando por fin llegué de nuevo a casa fue estupendo:

todo el mundo se peleaba por cogerme en brazos y, cada vez que

venía una visita, me traían regalos.

[ ]C.E.I.P. Zenobia Camprubí


La Azotaina

Zenobia nos ha contado que su mamá le dio unos azotes un día

porque no quería ir al oculista.


A los niños y niñas de mi clase de primero nuestros

papás y mamás nos quieren mucho pero, a veces, también los

enfadamos y nos dan una azotaina:

- por llegar tarde a casa

- porque me porto mal

- cuando soy desobediente, me regañan y me quedo sin ver

los dibujitos

- porque tiré un petardo y no me quiero duchar

- por desordenar mi habitación

- porque Laura se enganchó con su triciclo en la rueda

pequeña de mi bici y, sin querer, grité y mi papá cogió

la zapatilla.

- porque juego con la pelota dentro de casa

- porque soy desobediente y me peleo con mis hermanos


El Señor de los

Zapatos de Lona Blanca

(...Otro detalle de aquel verano de 1891 que recuerdo claramente es que

vino a casa un señor que llevaba zapatos de lona blanca con aplicaciones

de cuero amarillo. Como yo no había visto zapatos de esta clase antes, me

quedé mirándolos mucho rato y su recuerdo se ha quedado muy claramente

impreso en mi memoria hasta este día...)

Es normal que a Zenobia le llamaran la atención esos

zapatos, porque los zapatos de los adultos son siem-

pre marrones o negros. Por eso, cuando vemos algunos

diferentes, a nosotros también nos llaman la atención.

El otro día, Isabelita estaba en un cumpleaños y vio a

un hombre que llevaba unos zapatos con tacón, que eran rojos y

tenían rayas negras. Ella dice que se le grabaron en la memo-


ria, igual que a Zenobia. Nosotros le hemos dicho que, a lo

mejor, se los había comprado en Maru (Maru es una zapatería que

han puesto nueva en el Monturrio y que tiene unos zapatos muy,

muy guay).

Pero, ¿y el señor que llegó a casa de Zenobia?, ¿a dónde

habría comprado unos

zapatos tan especiales?,

¿quién sería ese hom-

bre?... Quizás fuera un

recaudador de impuestos,

que sabía que la familia

de Zenobia era rica y

venía a cobrar. O, tal

vez, fuera algún extran-

jero de ultramar que

venía a traerles noticias

de sus familiares de

América. ¿Quién sabe?


Nuestra Fiesta

de Cumpleaños

Zenobia recuerda que, cuando cumplió cuatro años, su

madre y su hermano José, la pasearon triunfalmente

por su casa. En la clase todo el mundo guardamos bue-

nos recuerdos de nuestras fiestas de cumpleaños. Quizás, la

que más nos ha llamado la atención, ha sido la de Irene, porque

ha contado que no lo celebró en su casa, ni en un salón, ni tam-

poco en las bolas, como la mayoría de nosotros; lo hizo ¡en un

restaurante chino!. Comieron rollitos de primavera y arroz

tres delicias. Sin embargo, la tarta no era china, tuvieron

que comprarla en una dulcería de Huelva. ¿Será que los chinos

no comen tarta?.

Manolo ha dicho que está deseando que llegue de nuevo su

cumple, porque va a celebrarlo en la piscina, con toda su fami-

lia y amistades. Entonces, Lucía, enfadada, ha dicho que no es

justo, que ella no quiere celebrar más su cumpleaños en

Montemayor, sino también en la piscina, igual que Manolo y que

su hermano, pero... hay un pequeño problema: su cumpleaños es

el 19 de enero. Enseguida nos hemos empezado a reír.

Sobre lo que no nos hemos puesto de acuerdo ha sido

sobre lo que es más importante en los cumpleaños. Hay quien

piensa que los regalos, pero también hay quien opina que lo

mejor es divertirte y pasártelo bien con tus amigos y ami-

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gas, porque, los regalos, los tienes de todas formas. Y tam-

bién hay quien, como Ángela, afirma que lo principal es

estar junto a todas las personas que tú quieres para disfru-

tar de ese momento.

De lo que no hay duda es de que, las fiestas de cumplea-

ños siempre son igual de especiales como lo fue aquella de

Zenobia, aunque nadie nos pasee con las manos enlazadas.

Zenobia y la

Literatura

Introducción


Los comienzos de Zenobia como escritora se remontan al año1902, en que una revista neoyorkina publica un cuento suyo: “anarrow escape” (“una escapada peligrosa”). También de esta épocadata un relato autobiográfico, “Malgrat”, en el que describe losrecuerdos que tiene de la casa de la ciudad que la vio nacer y dondepasó las vacaciones de verano los cuatro primeros años de su vida.

A partir de esa fecha, Zenobia continúa escribiendo ypublicando trabajos literarios en revistas, consiguiendo inclu-so, algún premio.

En 1914 comienza a traducir obras de Tagore, alguna de cuyastraducciones fueron adaptadas por ella y representadas para elteatro con un éxito extraordinario.

Su último trabajo publicado es un trabajo autobiográficotitulado “Juan Ramón y yo”, que aparece en el volumen VI de la revis-ta Américas, en octubre de 1954.

Poemas

de

Zenobia

Voy deprisa por el mundollena de risa y de amor.A todo el que me lo pide

risas y besos doy.

Pero si alguien me pidieremi alegre corazón.

Ríe que ríe, riendo,vuelvo la espalda y me voy

Y es que el corazón alegreen triste corazón troqué,cuando con labios y ojos

a sonreír comencé

Voy deprisa por el mundollena de risa y de amor.A todo el que me lo pide

risas y besos doy.

Pero si alguien me pidieremi alegre corazón.

Ríe que ríe, riendo,vuelvo la espalda y me voy

Y es que el corazón alegreen triste corazón troqué,cuando con labios y ojos

a sonreír comencé


Con tu cuerpo, centinela,estás la puerta guardando.Cuerpo tendido y sonrisa,parece que estás soñando.

Cara de niño y sonrisa,pareces un ángel blanco.Por los caminos del solya no volverás cantando.

El Centinela Muerto


Con los pies desnudosy el cabello suelto,

oía la músicaen mi pensamiento.

Sentía la músicalatiéndome dentro

y latió tambiénmi corazón muerto.

Con los Pies Desnudos


Nos damos las manos con frenesí:-¡Sí, eres tú! -¡Sí, soy yo, sí!

Y son los jóvenes nuevos, que fueronniños ayer:¡Oh, qué alegría, poder volverlos aver!

¡Y allá en la sombra de aquel rincón,sólo el recuerdo de aquella voz!

Aquella Voz

En la luz templada y unallegaré con alma llena,

el pinar rumorearáfirme en la arena primera

I “Américas”

Poemas de

Juan Ramón

Seleccionados por

Zenobia

para los

Niños y Niñas


Pastoral

He venido por la senda,con un ramito de rosasdel campo.

Tras la montaña,nacía la luna roja;la suave brisa del ríodaba frescura a la sombra;

un sapo triste cantabaen su flauta melodiosa;sobre la colina habíauna estrella melancólica...

He venido por la senda,con un ramito de rosas.

La Cojita

Un cielo de ensueño y seda,hasta el corazón se entra.

Los niños, de blanco, juegan,chillan, sudan, llegan:

“... menaaa!”La niña sonríe: “¡Espeeera,

voy a coger la muleta!”

Saltan sus ojos. Le cuelga,girando la falsa pierna.

Le duele el hombro. Jadeacontra los chopos. Se sienta.Ríe y llora y ríe “¡Espera,


La niña sonríe: “¡Espera,voy a coger la muleta!”

Sol y rosas. La arboledamovida y fresca, dardea

limpias luces verdes. Grescade pájaros, brisas nuevas.La niña sonríe: “¡Espera,


La Cojita

¡Más los pájaros no esperan;los niños no esperan! Yerrala primavera. Es la fiesta

del que corre y del que vuela...La niña sonríe: “¡Espera,



Alrededor de la copadel árbol alto,mis sueños están volando

Son palomas, coronadasde luces purasque, al volar, derraman música.

¡Cómo entran, cómo salendel árbol solo!¡Cómo me enredan en oro!

Canción Espiritual


Malvas, rosadas, celestes,las florecillas del campoesmaltan la orilla azuldel arroyo solitario.

Parece como si unaniña perdida en el prado,con sus ojos dulces lashubiese ido regando...

Flores,

Estrellas del campo

Tagore

traducido por

Zenobia


Honani era un indio que vivía muy tranquilo en su tribu.El jefe, su tío, un día le confió un secreto: “más alláde las Moradas de la Nieve, en la Ciudad de los

Espíritus, está la turquesa mágica”. Al niño le picó la curiosidady sintió ganas de atravesar eldesierto y luego las Moradas dela Nieve.

Los viejos le dijeronque el desierto estaba lleno dehuesos de personas que, inten-tando atravesarlo, murieron desed o cansancio y que, al otrolado de las Moradas de la Nieve,acababa la tierra y los hombrescaían de cabeza al vacío.

La

turquesa

mágica(cuento adaptado por el profesorado de infantil)


Honani sintió miedo, pero la turquesa mágica parecía haber-le encantado el corazón.

Un día preparó un saco de provi-siones, su arco y su carcaj y se puso enmarcha, pensando que, lo que le dijeronlos viejos era un cuento y que se haríarico con la turquesa mágica.


En el desierto tuvo calor,sed, hambre, cansancio, miedo a lasfieras y tribus enemigas, pero, alfin, quedó atrás el desierto y comenzó

a subir las montañas Roque-ñas muertode frío.

Siguió el camino y se detuvosobrecogido. Ante él se elevaba lasilenciosa Ciudad de los Espíritus.¡Honani temblaba de miedo!. Pero pensóen el tesoro y atravesó una pequeñapuerta a gatas. Subió con pánico lasescaleras y creía oír pasos a lo lejos.¡Qué miedo!

Se paró en lo alto y encontróuna pila de agua que tenía seco el

fondo. Cayó derrumbado.Por la mañana le despertó el sol y pensó que su tío le había


contado un cuento, pero, de repente... vio una piedra que brillabaen la pared. La sacó y... encontró la turquesa mágica.

Comenzó el viaje de vuelta y llegó de nuevo a su tribu, dondefue muy feliz.

Aún cuentan los indios que, hace mucho tiempo, existió unhombre muy poderoso y sabio que arrebató la turquesa mágica a laciudad de los espíritus, más allá de las Moradas de la Nieve.


Una mañana iba yo por la pedregosa carretera , cuando,espada en mano, llegó el Rey en su carroza. “¡Me vendo!”,grité. El Rey me cogió de la mano y me dijo: “Soy poderoso,

puedo comprarte”. Pero de nada le valió su poderío y se volvió sinmí en su carroza.

El Último Trato


Las casas estaban cerradas en el sol del mediodía y yo vaga-ba por el callejón retorcido cuando un viejo cargado con un saco deoro me salió al encuentro. Dudó un momento, y me dijo: “Soy rico,puedo comprarte”. Una a una ponderó sus monedas. Pero yo le volví laespalda y me fui.


Anochecía y el seto del jardín estaba todo en flor. Unamuchacha gentil apareció delante de mí, y me dijo: “Te compro con misonrisa” Pero su sonrisa palideció y se borró en sus lágrimas. Y sevolvió sola otra vez a la sombra.


El sol relucía en la arena y las olas del mar rompían capri-chosamente.Un niño estaba sentado en la playa, jugando con las con-

chas. Levantó la cabeza y, como si me conociera, me dijo: “Puedocomprarte con nada”. Desde que hice este trato jugando, soy libre.

Relato de

Frank Bucknell

traducido por

Zenobia


Una vez había un aldeano honrado y trabajador como pocosque, sin embargo, pasaba muchas miserias. Tenía docehijos y, a pesar de lo hacendosa y limpia que era su mujer

nunca lograba tener a los doce bien comidos y bien vestidos a untiempo.

Cuando al uno no le faltaban los zapatos, el otro sacaba loscodos por las mangas, y cuando el uno se comía la última rodaja depan, lloraban por ella otros cinco.

El padre y la madre se desesperaban ante tales escenas,pero, por más que hacían, en aquella mísera comarca no había bas-tante trabajo para que pudieran cubrir sus necesidades.

El Gnomo

de la

Calabaza

(relato de frank bucnell, traducido y adaptado por Zenobia)

En un pueblo vecino vivía un pariente muy rico de la mujer,con el que apenas se trataban. El casamiento de su sobrina con un“pobretón”, como él llamaba al aldeano, le había indignado y, heri-do en su vanidad y no había vuelto a dirigirles la palabra. Tampocoel aldeano había querido acercarse, por su gusto, al señor arrogan-te y despectivo, pero tanto puede el hambre que, por amor a su mujery a sus hijos, prefirió pasar una humillación, aguantando imprope-rios, con tal de conseguir socorros para su familia.


Llegó, pues, a la puerta de su pariente y éste, al verlo tanpobremente vestido, tan abatido y delgado, se puso furioso y loestuvo insultando media hora y más.

Al fin, ante tanto sufrimiento, temió la opinión pública y,

para quitárselo de encima, le dio un mendrugo de pan seco, dicién-dole que volviera a fin de semana para trabajar. El muy perversocomprendía que sus parientes, careciendo de todo, estaban en uncaso extremo y pensó que morirían de hambre antes del plazo que lesdaba.


El aldeano cogió el mendrugo y, aunque era ya noche cerra-da, tenía tanta prisa de llevarlo a su familia que echó a andar através del bosque. Le faltaba ya sólo trasponer la última loma parallegar a la aldea cuando, a la luz de la luna que penetraba hasta el

sendero, vio una escena singular. Un gnomo, que apenas levantabados palmos del suelo, iba empujando cuesta arriba una enorme cala-baza. Como la cuesta era abrupta, el enano tenía que hacer esfuer-zos enormes, corriendo grave riesgo, al mismo tiempo, de que lacalabaza rodara hacia atrás y lo aplastase.

-Espera, amigo, le dijo el aldeano,¿qué quieres hacer? -Pues subir esta calabaza al alto para rodarla cuesta abajo

por la otra ladera, contestó el duende.


El aldeano se inclinó y, dando a la calabaza un empujón, lamandó rodando cuesta arriba. Cuál sería su sorpresa al ver que elenano, con un salto ligero, se había sentado sobre la esfera amari-lla, hasta perderse de vista por el lado opuesto de la colina.

“Por lo menos, podía haberme dado las gracias”, pensó elaldeano, pues había juzgado mal al gnomo. Al pie de la pendiente, selo encontró sentado sobre su calabaza, esperándole.

-Eres una buena persona y se ve que estás acostumbrado apensar en los demás, dijo el duende. Los demás son los que no pien-san lo bastante en ti. Pídeme lo que quieras y será tuyo.

Si el aldeano hubiese querido aprovecharse de la ocasión,habría pedido un gran tesoro; pero, como era un hombre bueno y sen-cillo, lo único que se le ocurrió decir fue: “Dame lo bastante paraque pueda sostener a mi familia hasta fin de semana”.

-Cuando llegues a tu casa, contestósentenciosamente el gnomo, llena tu cubo enel pozo.

Hizo girar con energía su extrañovehículo y se internó en el bosque.

El aldeano llegó a su casa corriendoy fue al pozo en el acto. Al sacar el cubo ape-nas podía con su peso y, cuando al fin lo tuvoentre sus manos, se le desbordó el corazón de

alegría: estaba repleto de monedas de oro.Imaginen ustedes el gozo de aquella familia,al ver entrar al padre con tal caudal.

El aldeano, su mujer y los doce niñosse vistieron y calzaron de nuevo por comple-to y andaban por el mundo radiantes de satis-


facción. Tenían recursos no para una semana, sino para muchas yparticiparon de ellos todos los pobres del pueblo.

Al fin de semana, fue el padre de la familia a presentarse asu pariente rico, para reclamar el trabajo que le había prometido.

Éste, al verle tan bien portado y con tan buena cara, se llenó deasombro y le preguntó qué había pasado. Relató el aldeano todo losucedido y el ricachón, dándole un empleo mucho mejor de lo que lehabría dado en otro caso, resolvió ir al bosque en cuanto se fuerasu sobrino, para ver si a él también se le aparecía el gnomo. A pesarde la enorme fortuna que tenía, siempre estaba deseando acrecen-tarla y pensaba hacerle un buen pedido al jinete de la calabaza, sise lo tropezaba.


Despidió, pues, a su sobrino, cenó rápidamente y se echó acorrer, más que a andar, tal era su impaciencia por ver si encontra-ba o no al gnomo. No había éste de faltarle y se le apareció en elmismísimo punto en que apareciera el domingo antes a su sobrino y

ocupado en idéntica tarea.-¿Qué quieres hacer con esa calabaza?, preguntó al gnomo -Subirla al alto para luego rodarla cuesta abajo, repuso

éste.-Pues espera un momento, dijo el ricachón, y le dio tal pun-

tapié a la calabaza, que salió despedida por el aire como la bala deun cañon. El enano no tuvo tiempo de montar en ella.

-Se ve que estás poco acostumbrado a ayudar a los demás,dijo irritado, pero no quiero dejarte sin tu justa recompensa. Tedoy lo mismo que a tu primo.


El ricachón se llevó un disgusto, porque había pensadopedir lo menos cien veces más; pero, en fin, un cubo de oro es un cubode oro, y volvió a su casa a buen paso, para ver lo que el pozo dabade sí. Se le ocurrió que metiendo una vasija mayor sacaría más dine-

ro, y echó una gran tinaja. Cuál no sería su indignación al encontrar que subía llena

de agua clara. Por tres veces repitió la operación, con igualresultado.

Entonces cambió la tinaja porel cubo, pero inútil.

Se desató en insultos contra elenano, diciendo que le había engañadoy, en el mismo instante llegó cabal-gando en su calabaza.

-Yo le di a tu pariente lo bas-tante para poder sostener a su familiahasta fin de semana, dijo con una son-risita fina, pero como tú lo habíasdetenido tanto tiempo insultándolo,no llegó a su pozo hasta la una de lamadrugada del domingo. En cambio hoy,movido de tu avidez, lo despediste enel acto y, tragándote la cena de cual-

quier modo, saliste corriendo en mibusca. Son las doce de la noche delsábado; por lo tanto, me parece quehasta el fin de esta semana, después decomido, no podía hacerte falta más queun vaso de agua


Con estas palabras, el vejete echó a rodar su calabaza ydesapareció, riendo a carcajadas.

Desde aquel día la fortuna del rico comenzó a menguar y ladel pobre a crecer, hasta quedar cambiados sus respectivos pape-les; pero el aldeano nunca dejó de atender a las necesidades de supariente y jamás le recordó su crueldad de antaño.

Zenobia en

Moguer

El Nombre de Zenobia

en Calles, comercios,

Asociaciones e

Instituciones

de Moguer


Durante el primer trimestre, en el Colegio nos comunicaronque la publicación de este año iba a versar sobre la figu-ra de Zenobia.

Uno de los aspectos a trabajar era investigar acerca de loslugares del pueblo que llevaran su nombre. Una vez localizadostodos, elaboramos una entrevista para conocer detalles de por quése había elegido ese nombre, a quién se le ocurrió la idea, etc. Acontinuación, desde la Dirección del Centro se contactó con laspersonas implicadas para concertar las entrevistas. Tras organi-zar los grupos en clase, nos reunimos con los entrevistados, equi-pados con grabadora y cuaderno.

Después de realizar las entrevistas, los maestros nos lastranscribieron y volvimos a trabajar en grupo para elaborar lasconclusiones de nuestra investigación que, a continuación os expo-nemos.

Con este trabajo hemos podido comprobar que en Moguerexiste una calle, un pabellón cubierto, una joyería, laAsociación de Amas de Casa, la Casa Museo, la Biblioteca Pública ynuestro Colegio que llevan el nombre de Zenobia; así como un monu-mento situado en la céntrica Plaza del Marqués. Hemos comprobadoque todos ellos llevan sólo el nombre de Zenobia, menos la CasaMuseo y la Biblioteca que lo llevan junto al de su esposo, llamán-dose, por tanto, ambos “Zenobia y Juan Ramón”. En algunos casos el


nombre le fue asignado desde el mismo momento de su inauguración,y en otros algo después.

Lo primero en llevar el nombre de Zenobia sería la “CasaMuseo Zenobia y Juan Ramón” que lo lleva desde su inauguración en1956, y según nos han contado, por expreso deseo del poeta, quien,siempre manifestó, que quería que el nombre de su esposa apare-ciese delante del suyo.

De su inauguración hay documentos visuales, referenciasde la prensa y documentos recogidos por la Fundación. Al acto acu-dió mucha gente, entre ella, el Rector de la Universidad deSevilla y el sobrino de Juan Ramón, quien fue nombrado en ese mismoacto, Director de la Casa-Museo, así como don Juan de Gorostidi,alcalde.

La biblioteca de Moguer, situada actualmente en la calleAndalucía, también lleva el nombre de “Zenobia y Juan Ramón”desde su inauguración, en el año 1956. Antes estaba situada en lapropia Casa-Museo, después, a pesar de haberse trasladado a lacalle Andalucía, sigue manteniendo el mismo nombre.

Momento de la inauguración de la biblioteca.


En el acto de inauguración de este edificio, intervinie-ron doña Carmen Calvo, antigua Consejera, doña RosarioBallester, alcaldesa y don Francisco Garfias, conocido poetamoguereño.

El pabellón, por el contario, no siempre se ha llamado“Zenobia”, todo surgió cuando se construyó el otro, llamadoPlatero. Así los propios deportistas para distinguirlo adoptaronel nombre de “Zenobia”, debido la inscripción de Zenobia dePalmira que aparece en el alero y que realizó el propio arquitec-to durante su construcción.

El acto de inauguración tuvo lugar el día 29 de agosto de1991 con un trofeo de balonmano, en el que compitieron, entreotros, y además del equipo de nuestra localidad, el Barcelona yun equipo de la antigua URSS.

Según palabras de D. Francisco Díaz, el alcalde de Moguer deentonces, no existe ningún documento de la inauguración de estepabellón, solamente fotografías. Sí nos han contado que asistieronunas tres mil personas, entre ellos, el Director General deDeportes de la antigua URSS, D. Jaime Montaner (en representacióndel Presidente de la Junta de Andalucía), el Presidente de laDiputación y toda la Corporación Municipal.

También existe en Moguer una joyería con el nombre deZenobia y según nos cuenta su propietaria, se inauguró en el año1998. Desde el principio, tuvo la idea de que se llamara Zenobia,porque en el pueblo hay muchas cosas que llevan el nombre de JuanRamón o de Platero; pero ella pensaba que la joyería debía de lle-var el nombre de una mujer. y quién mejor que Zenobia, que fue unamujer muy importante. Y, como tal, consta dicho nombre en la licen-cia de apertura del establecimiento.

El nombre de la Asociación de Amas de Casa se le ocurrió adoña Teresa Batista, su antigua presidenta. Según sus comentarios,


se optó por el nombre de Zenobia, entre otros varios, por ser unamujer muy lanzada y muy luchadora y sentirse identificadas conella.

La Asociación se inauguró en el año 1986 y acudieron elalcalde de entonces, don Francisco Díaz Olivares y todos sus conce-jales, así como el cura de la localidad.

Respecto a la calle que hoy lleva el nombre de Zenobia,sabemos que fue el pleno municipal quien acordó ponerle el nombreen el aniversario del centenario de Juan Ramón. Antiguamente sellamaba “calle de las Flores”.

Entre otras cosas, y siempre según las personas que hemosconsultado se incide en la importancia de cambiar el nombre dedicha calle dada la gran labor altruista que realizó Zenobia. y quea la inauguración asistieron, entre otros, el Gobernador Civil dela provincia, la Corporación Municipal en pleno y una representa-ción de asociaciones y colectivos de Moguer.

Develado del monumento a Zenobia en la popular Plaza del Marqués.


El monumento a Zenobia en la Plaza del Marqués constituye unhomenaje a la figura de Zenobia, colaboradora, esposa y chófer delpoeta.

La idea de su construcción partió de don Antonio Ponce, con-cejal de cultura y fue compartida por su equipo de gobierno.

La ejecución del monumento se sacó a concurso y, de entrevarias propuestas, se ejecutó la de un grupo de arquitectos llama-dos “Erre que erre”.

Se inauguró el día 25 de octubre de 1998, con asistencia delPleno Municipal, así como instituciones y estudiosos de JuanRamón.

Por último, de nuestro Colegio sabemos que se proyectó allápor el año 81 u 82. Y que la idea del nombre partió del entonces con-cejal de educación D. Rafael Cruzado, quien pensó que, en el ámbi-

Fachada principal del C.E.I.P. Zenobia Camprubí.


to de la educación, no había ninguna referencia en Moguer ni a JuanRamón ni a Zenobia y que no se podía perder esa oportunidad que supo-nía la construcción de los dos centros educativos, que además esta-ban uno junto al otro y con una escasa diferencia en el tiempo deconstrucción. Así, el nombre del Colegio fue aprobado en pleno eldía 4 de julio de 1984.

Se inauguró oficialmente el día 8 de noviembre de 1985, conuna serie de actos programados a lo largo de todo el día y al queasistieron diversas personalidades e instituciones que habíansido invitadas por el propio alumnado del Centro.

Dedicatoria a

Zenobia

Epistolario


Moguer, 18 de noviembre de 2005

Querida Zenobia:

Quiero empezar diciéndote que me gustaría haber vivido entu época para conocerte. Te envío esta carta para explicarte quevamos a escribir un libro sobre tu persona, para que la gente des-cubra lo importante que fuiste para Moguer y para que las personasque no hayan oído hablar de ti, sepan lo inteligente que eras: con-ducías, traducías libros, conocías varios idiomas y fuiste muylista. Para Juan Ramón fuiste muy, muy, muy importante, porque leayudabas mucho en su trabajo. Pero, además, ¡eras muy guapa!

Si supieras la cantidad de cosas que hoy llevan tu nombre enel pueblo: un monumento, una joyería, la biblioteca, la Asociaciónde Amas de Casa, el pabellón de deportes, una calle y, por supues-to, nuestro Colegio. ¡No puedes imaginar todo lo que ha cambiadonuestro pueblo!. Ahora, todos los campos están llenos de fresas yframbuesas.

En próximas cartas te iremos contando más cosas. Hastaentonces, recibe un fuerte abrazo.


Moguer, 25 de noviembre de 2004

Querida Zenobia:

Hoy, jueves 25 de noviembre, aquí, en el Cole, hemos estadocelebrando el “Día para la eliminación de la violencia contra lasmujeres”. En nuestra clase, después de reflexionar y discutirdurante un buen rato, hemos llegado a la conclusión de que es muytriste tener que celebrar este día, para recordarles a algunos hom-bres cosas como que nadie manda sobre nadie, que las leyes contem-plan los mismos derechos para las mujeres que para los hombres yque, en cualquier caso, siempre es mejor dar o recibir un abrazo queun puñetazo.

Seguramente tú te sentirías aún más triste que nosotros, sisupieras que los casos de violencia doméstica salen a diario entodos los medios de comunicación. Tú, que fuiste la primera mujeren conducir tu propio coche por toda España y que tanto trabajastepor defender los derechos de las mujeres, estarías profundamenteapenada con los sucesos actuales.

Pero no te preocupes, porque nosotros y nosotras, los niñosy niñas de esta generación, que somos quienes representamos elfuturo, sabemos que la mejor forma de solucionar los conflictos esel diálogo y que, si nos lo proponemos, entre todos y todas, pode-mos lograr un mundo mejor, en el que la palabra “violencia” nisiquiera aparezca en los diccionarios.

Y ya, sin más, nos despedimos de ti, hasta la próxima.

Un abrazo


Moguer, 17 de diciembre de 2004

Querida Zenobia:La próxima semana, tendremos vacaciones porque es Navidad.

Vienen muchos días de fiesta: Nochebuena, Nochevieja, Reyes,... Lacostumbre, en estos días, es reunirnos toda la familia para comer ocenar. Las calles están adornadas con luces de colores y todo el mundoparece muy contento.

En el Colegio también se nota que han llegado las Navidades:Joaquín, el conserje, ha puesto un nacimiento chulísimo, en clasehemos estado haciendo las tarjetas navideñas para el concurso delAyuntamiento y, además, la Asociación de Madres y Padres, ha organi-zado una campaña de recogida de juguetes para los niños y niñas que nopueden tenerlos. Es una campaña de solidaridad con quienes no tienentanta suerte como nosotros. Eso está muy bien porque hay que ser soli-darios. Pero lo que no nos parece nada bien es que, estas cosas sólo sehagan en Navidad. Seguramente tú estarás de acuerdo con nosotros enque para ser solidarios no hacen falta campañas. La solidaridad sepuede practicar de muchas maneras; por ejemplo: ayudando a algún com-pañero o compañera a hacer las tareas que no entiende, invitando ajugar con nosotros a cualquiera que no tiene amigos o amigas, o, cuan-do llega algún niño o niña de otro país, que no conoce nuestro idioma,enseñándole a hablar,...¡Hay tantas formas!

De todas maneras, Zenobia, nuestra intención es la de colabo-rar siempre con estas iniciativas y, por eso, ya hemos traído un mon-tón de juguetes para entregárselos a los pajes de Sus Majestades losReyes Magos, que serán los encargados de hacerlos llegar a su destino.

Ojalá que estas Navidades sirvan para que todos y todas sea-mos un poco menos egoístas y pensemos un poco más en quienes tienenproblemas y en la forma de ayudarlos.

Recibe un solidario abrazo de nuestra parte.


Moguer, 11 de enero de 2005

Querida Zenobia:Somos dos niñas extranjeras que, por motivo de trabajo de nuestros

padres, nos vinimos a vivir a Moguer y estamos en un colegio maravilloso que sellama “CEIP Zenobia Camprubí”.

Yo soy ecuatoriana, me llamo Gina y éste es el segundo curso que estoyaquí. Cuando llegué, todo me resultó un poco extraño; algunas cosas son muy dife-rentes a mi país. Vine en avión y lo pasé muy mal, tenía miedo y creía que me iba acaer en el mar pero, gracias a Dios, llegué sana y salva a España. ¡Perdona, no terías, pero no estoy tan acostumbrada a viajar como tú!.

Aquí tengo muchos amigos y amigas, algunos de otros países. Hoy, enMoguer, somos muchos los inmigrantes: ecuatorianos, colombianos, argentinos,marroquíes, argelinos, holandeses, rumanos y muchas polacas. Venimos a traba-jar en la fresa. Estamos contentos y la gente del pueblo se porta bien con nos-otros, aunque comprendo que les esté costando un poco acostumbrarse a tantoinmigrante junto. A pesar de todo, echo mucho de menos a mis amigos y a mi familiaque quedaron en Ecuador.

Ahora que ha terminado Gina, te voy a contar yo mis experiencias. Mellamo Elena, soy rumana y también es mi segundo curso en este Cole, pero no esta-mos juntas en la misma clase: ella está en 5ºB y yo en 5ºA.

Me hubiese gustado mucho conocerte personalmente. Las cosas que estoyconociendo de ti me tienen asombrada: tu carácter, tu fuerte personalidad, tulucha por los derechos de las mujeres y tu amor por Juan Ramón Jiménez. Cuandopaso por la Plaza del Marqués y te veo en el monumento con un libro en la mano y lamaleta al lado, me paro y me quedo un rato mirándote. Algunos niños de la clasedicen que eres muy fea, ¡cosas de las estatuas!. Pero el maestro ya se ha encar-gado de enseñarnos algunas fotos tuyas y nos habla con mucho cariño de ti. Cuantomás te voy conociendo, mayor va siendo mi admiración por tu persona. A mí tambiénme gusta mucho escribir y dibujar aunque, todavía, estoy un poco liada con miidioma y pongo algunas faltas.

Ya Gina te ha contado un poco de cómo es Moguer hoy, no sé cómo seríacuando tú venías por aquí con tu marido, pero lo importante ahora es su presentey su futuro. A los moguereños les encanta su pueblo. Mi familia se encuentra muybien aquí, tienen trabajo; yo soy feliz, pero también me acuerdo mucho de mipaís.

Abrazos y besos



Hola Zenobia:

Yo soy un niño de primero y te escribo para contarte lo quehago en verano. Yo vivo en Moguer y en verano me voy a la playa deMazagón con mi tía y mis primos. Vamos los fines de semana a la baja-da del bar Estrella y llevamos unas sillitas, una sombrilla y unosbocadillos.

Zenobia, ¡si tú vinieras a la playa, para bañarte en el mar,tendrías que traerte una toalla para secarte y tomar el sol!.

La playa de Mazagón es más grande y bonita que la de Malgrat,aunque yo no he ido a Barcelona nunca. Zenobia, me parece que tú erescomo el mar y yo también soy como el mar.

Cuando no voy a la playa, voy al campo con mi abuelo y allíjuego con los animalitos y ya sé que a ti también te gustaban mucholos animalitos y el campo como a mí.

Un besito muy fuerte.



Querida Zenobia:

Han pasado muchos años desde que tú no estás con nosotros.Por eso te escribo esta carta, para contarte lo distinto que es elMoguer de hoy, del que tú conociste.

Yo nací en Málaga y sólo conozco del Moguer antiguo lo que mehan contado. Sé cosas, como que antes se cultivaba la vid y los cere-ales; en cambio, ahora, el cultivo principal es la fresa. Tambiénme han dicho que muchos de los edificios del pueblo son nuevos, comoel polideportivo, el teatro o la biblioteca. Además, antes iban muypocos niños al colegio donde, por cierto, no había llegado tecnolo-gía alguna: no había ordenadores, ni televisión en color, ni...Pero espera, hablando de esto, se me ocurre una pregunta: ¿Cómo osdivertíais antes si no había videojuegos?.

Me imagino que, por lo que te he contado que, seguramente,te gustaría más el Moguer de ahora, que el que tú viviste, puesto quehay muchas más comodidades.

Me despido de ti, hasta otra ocasión.



Querida Zenobia:En el Cole me han dicho que, cuando tú naciste, te regalaron

una esclava que se llamaba Bobita y que era amiga tuya y la dejasteen libertad.

Si a mí alguien me regalara una esclava, yo también la deja-ría libre y sería su amigo. La gente no tendría que tener esclavos,porque nosotros queremos hacer la paz. En Moguer ahora también haygente negra como Bobita y también de otros colores y, a mí, me gus-taría que todos los trataran tan bien como tú la tratabas a ella. Yocreo que cuando tú vivías en Moguer no había gente de otros colores,pero ahora sí y todos tenemos que vivir con la paz.

El viernes, en el Cole, celebramos “El día de la paz” con unamano blanca y una canción de la paz, porque algunos niños del Colese portan mal y queremos que en el Cole haya paz.

También, algunas veces, mi hermano se enfada conmigo y metrata como su esclavo, me manda por un vaso de agua y por las zapa-tillas, pero, después, mi madre dice que tenemos que ser amigos yvivir en paz.

Hasta pronto, un abrazo


Moguer, 1 de febrero de 2005

Querida Zenobia:A los niños y las niñas de 1ºB, nos encanta que nuestro

Colegio se llame igual que tú.

También nos encanta lo inteligente y buena persona queeres, porque ayudas a los niños pobres.

Los poemas tuyos, y también los de Juan Ramón, nos gustanmucho. Hemos pensado que podrías escribir muchos más para nosotros,desde el cielo.

A las niñas de la clase nos gustaría mucho ser como tú.

Hasta pronto, Zenobia


Moguer, 4 de febrero de 2005Querida Zenobia:Soy una niña de sexto, que he leído mucho sobre ti y me he

dado cuenta de que tú eras muy buena y solidaria, ¡llegaste a fun-dar un colegio en el patio de tu casa para los niños que no podían ira la escuela!. Ahora, en Moguer, hay tres colegios y uno lleva tunombre, ése es el mío. Yo no sé cómo será mi Colegio para otros niñospero, para mí, es el mejor del mundo.

Como te decía, que tú eras tan solidaria, te gustaría saberque ahora existen las O.N.G.s, que son organizaciones que se encar-gan de recoger comida, ropa usada, juguetes, etc. para que a losniños y niñas del tercer mundo no les falte de nada y puedan tenerlas mismas cosas que nosotros.

También, en lo que he leído sobre tu vida, decía que fuisteuna de las primeras mujeres que sacó el carnet de conducir. Bueno,pues ahora, muchas mujeres lo tienen. Antes, cuando una mujer lotenía, era rarísimo y ahora, cuando una mujer no lo tiene, es la másrara del mundo.

También los coches han cambiado mucho desde tu época. Hoyen día están equipados para cualquier emergencia. Tienen “airbag”,que es como una almohada que se infla cuando hay un accidente.También llevan un manos libres para el móvil. ¡Ah, se me olvidaba!No sabes lo que es un móvil. Se trata de un pequeño teléfono quetiene una pantalla con la que, incluso, pueden hacerse fotos.

También se han inventado los televisores. Son aparatosparecidos a la radio, pero con una pantalla en la que salen imáge-nes. Antes eran en blanco y negro, pero ahora son en color y se vencómo van vestidas las personas y cómo son las cosas.

Bueno Zenobia, tengo que dejar de escribirte ya, pero teprometo que te volveré a escribir pronto.

Te mando un enorme beso para que siempre me recuerdes.



Querida Zenobia:

Yo soy una niña ciega y esta carta la estoy escribiendo enBraille. Tengo una máquina para escribir. También tengo un aparatopara que lo que vaya escribiendo, letra por letra, me lo vayadiciendo; pero, bueno, eso no lo utilizo mucho. Por ahora, sóloescribo con la máquina.

Antes, la gente que era ciega, no tenía máquina para escri-bir y ahora, además, hay muchas cosas para los ciegos.

Yo voy a la ONCE (Organización Nacional de CiegosEspañoles), donde aprendo muchas cosas útiles para mí.

Me despido con un abrazo



Hola Zenobia:Somos los niños y niñas de 2ºA. Queremos contarte que esta-

mos trabajando los textos que tú tradujiste de Tagore. Después, losestamos escribiendo con pictogramas, para que los niños y las niñasque no sepan leer todavía, puedan leerlos sin esfuerzo ni dificul-tad. Queríamos contártelo a tí que, seguro que si estuvieses aquí,nos ayudarías, ¿a que sí?.

Mira, lo estamos haciendo así:

“Me he esta en mi ,para

el . Y él, , se en un ,

me y se ”.

“ perdidos de , vienen a mi ,

y se van ”.

“Si por haber perdido el , las no te dejarán

las ”.



Hola Zenobia:

Me llamo Francisco Javier y soy el maestro de intercultura-lidad del Colegio que lleva tu nombre. Ha sido fácil encontrar tudirección porque...¡¡todo el mundo te conoce aquí!!.

Estas líneas son para, entre otras cosas, decirte (entre túy yo) que, cuando hablamos sobre ti, siempre acabamos diciendo lomismo: si vivieras ahora, haríamos todo lo posible para que traba-jaras con nosotros. ¿Quieres saber por qué? Muy sencillo. Reúnestodas las cualidades de una maestra (modesta en tu trabajo, en tumanera de ser, defensora de los más desfavorecidos,...). Aquí,nadie habíamos nacido cuando tú ya creaste una escuela en tu casa,en el patio, al aire libre que es donde se aprende a vivir y a soñar,con el cielo como testigo y el sol dando luz a la imaginación. Hacíasigual que el padre Manjón, el maestro de los gitanos de “Graná”, quetambién enseñaba así. Estoy seguro que, entre otras muchas cosas,les enseñabas a vivir, a respetar, a valorar lo que tenían, a sertolerantes y a saber superar dificultades. ¿Sabes? A eso ahora lellamamos “educar en valores”. Yo sé que piensas que exagero, peroquiero continuar. Luchaste por los derechos de la mujer. ¡Eso síque es valentía y coraje! Aún queda mucho por hacer. En Andalucía,la educación de adultos ha erradicado mucha incultura y ha enseña-do a leer y a escribir a muchas mujeres cuya vida era la crianza delos hijos y alimentar a la familia con el jornal del marido, ganadoquizás con mucho esfuerzo. Ya, en la universidad, las mujeres sonmayoría en las aulas y no es como antes que, se decía, que su lugarera la casa.

Bueno, ¿y conductoras de coches? ¡Ni te cuento!. Cuando túvivías era raro ver a mujeres conduciendo y esa cortesía o pánico


que sentían al verte al volante en Sevilla, ahora...¡Hasta las com-pañías de seguros os cobran menos!

Por último, decirte que la España de ahora ha cambiadomucho. Somos un país de inmigrantes y no de emigrantes. Moguer es unpueblo multicultural. En el Cole hay niños y niñas de hasta ochonacionalidades y, entre todos, estamos consiguiendo la intercul-turalidad; es decir, relacionar distintos pueblos y culturas yconocer y sacar lo bueno de todas ellas para enriquecer la educa-ción. Hasta yo, que siempre suspendía los idiomas (guárdame elsecreto), he aprendido cosas en árabe, en rumano, ...

Los niños y niñas inmigrantes te mandan un beso muygrande y me dicen que seguro que tú los entenderías muy bien.

Te esperaremos con los brazos abiertos y siempre ten-drás una pizarra y una tiza, ¿para qué quieres más?

Poemario


He venido por el camino,con mi mochilamuy contento.

Tras el Monturrio,asomaba nuestro Colegio;

los niños y las niñas corriendoentraban con mucho nervio;

el conductor de los temporerospisaba el freno;

Joaquín, desde la puerta,se mantenía alerta

y arriba, desde el cielo,Zenobia, nos miraba sonriendo.

He venido por el camino,alegre y muy contento.

Colegial


El cielo Azul

Azul es el cielo. Tienenubes azules, azul el sol.

Su luna resplandecienteno es blanca, ni amarilla; es azul.

¡En el azul del cielo viene!(La tierra se pone azul)

Una estrella brillanteno es amarilla, ni roja; es azul.

¡En el azul del cielo viene!(La tierra se pone azul)

Mi corazón de tul siempre guarda una ilusión azul.


En el Colegio Zenobiabrilla una gran estrellaque, con nuestro esfuerzo,hacemos más grande y bella

Ojalá nunca me fuera del Colegio Zenobiaya que allí pasé mis mejores ratos;aunque, de cuando en cuando,el maestro me estuviera regañando

En el Colegio Zenobiame enseñaron lo que séy, gracias a sus maestros,yo pude aprender

Ven al Colegio Zenobiacon un lápiz y un papel,porque, lo que aprendimos nosotros,tú lo puedes aprender.

El Colegio Zenobia


El Búho del Desván

¡Búho!, antes volabas con tus enormes alas.¡Búho!, antes cantabas con tu sonido agudo.Llamabas a la nochey la noche te respondía con la luna.Ahora no puedes,pero la noche te recuerda.¡Búho negro y testarudo!


Zenobia, eres túguapa como una rosacon tus ojos azules

como un cielo sin nubesque, cuando se nubla,

llueve lágrimas de cristalque brillan como perlas

antes de verlas.

Cuando hablamos de Zenobia,ella nos escucha desde el

cieloy nos dice:

“¡gracias, por lo que estáishaciendo!”

a Zenobia


Zenobia, en el Cole te conocemos,en el Cole te queremos,

en el Cole te admiramos,en el Cole leemos tus textos

porque...nuestro Cole es el Zenobia y

el Zenobia es “TU COLE”.

te Queremos Zenobia


sin Zenobia, Juan Ramón

Sin Zenobia, Juan Ramón,no hubiera sido másque un poeta del montón.Sería un loco escritorque sólo pensaríaen ser ganador.Pero, con Zenobia, Juan Ramónha sido todo un campeón.Ha sido un poeta grandiosoy muy esplendoroso.Y todo gracias a Zenobia Camprubíque siempre ha estado ahí.


Zenobia, la novia de Juan Ramónno es como las del montón.Es lista y agradablepero, sobre todo, amable.Le gusta pasear por el ríocuando hace fríoy, cuando hace calor,se va a Benidorm.Lo que más me gusta de ellaes que es muy bella.Yo, cuando sea mayor,me casaré con alguiencomo la mujer de Juan Ramón.

La Mujer Perfecta

Nana del Pajarillo

Pajarillo que cantascerca del pino,no te pierdaspor el camino Pajarillo que cantas

en el limonero,duérmete mi niñaque yo te quiero

Pajarillo que cantasjunto a una encina,haz que mi niñaduerma tranquila

Pajarillo que cantasbajo el cerezo,duérmete, Zenobia,que yo te mezo


Nana de las Flores

Niña bonita,flor del rosal,estate tranquilitay duérmete ya

Niña bonita,flor del azahar,a ver si Zenobiase duerme ya

Niña bonita,flor de cristal,que viene el haday te arrullará

Zenobia bonita,flor de campana,duérmete, niña,hasta mañana

Este libro se acabó de imprimirel día cinco de abril de dos mil cinco,

con motivo de la celebración de las VI Jornadas de Animación a la Lectoescritura

del Colegio Zenobia Camprubí

Nuestro agradecimiento a quienes nos han ayudadoa hacer posible esta publicación y especialmente

a VÍCTOR PULIDO por el diseño de la cubierta.

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