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LA TRIBUNA zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA Una llamada más a reinventarnos zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFE ANTONIO PEDRAZA ECONOM ISTA zyxvutsrqponmljigfedcbaUTSRPONMLJIHGFEDCBA Al cierre del primer semestre del año, los británicos están comprando el 21% de todas las viviendas que se venden en España a extranjeros. Dato que no deja de resultar significativo zyxvutsrponmljigfedcbaZYXVUTSRPONMLJIHGFEDCBA L a propia Comunidad Económica Europea está admitiendo que la espantada de los británicos, su anuncio (es lo único que se ha producido), viene afectando poco a la economía del continente. Las fuertes caídas en las bolsas y las subidas de las primas de riegos, la hui- da de los inversores hacia las monedas fuertes, se admite iba ligado a la sorpresa por el inesperado resultado del referéndum y el consiguiente aviso de ruptura con el resto de la Unión Europea, la de los 28 estados miembros. Gran Bretaña no perte- nece al núcleo duro de los 19, que componen la Eu- rozona. Viene bien que se estén atemperando las con- secuencias de la noticia, por otra parte muy liga- das al 'timing' del proceso. Esta es la clave. Siendo las señales que se dan desde las islas, que no tie- nen prisa para poner andar el mismo. Algo que pasa por abrogar el acta de la UE que suponía su inte- gración ahora hace más de cuarenta años, e invo- car el artículo 50 del reglamento de la Unión, que entraña el consiguiente aviso de salida. Dentro de esa parsimonia aparente la 'premier' británica ha confirmado recientemente la intención de invo- car ese artículo en marzo del próximo año, por lo que la negociación no podría empezar antes de esa fecha. Parece pues, como si los miedos hubiesen pasado y la convivencia con lo inesperado, una vez disipado el factor sorpresa se hiciera más llevade- ra, menos traumática y, sobre todo, digerible. Pero no podemos olvidar, que tanto en uno como en otro escenario la actuación de sus bancos centra- les está siendo decisiva para mantener de forma ciertamente artificial la estabilidad. Algo con lo que no se puede contar de por vida. Aunque, es algo que no debe confiarnos, los efec- tos tarde o temprano no dejarán de manifestarse. Echando cuentas, grosso modo, de los posibles, valga analizar por sectores aquellos que vemos más afectados en este sentido. En el caso de las expor- taciones comerciales, las que se dirigen al Reino Unido suponen el 7,5% del total de las que realiza el reino de España, mayormente: alimentación, automóvil e industria. Nuestras grandes empresas del Ibex, sí mantienen hasta el 21% de su negocio en aquel escenario. En el caso de los bancos, hasta el 31,7% de su apartado internacional. Un sector a considerar de forma especial, aquí sí que nos ve- mos afectados, es el turismo. De los más de seten- ta millones de turistas que van a llegar este año a nuestro país, 17 millones, el 23%, son británicos. Con un peso importante en nuestra región y pro- vincia. Sin olvidarnos del turismo residencial. El ju- bilado inglés, esta es la realidad, compra con lo que ha acumulado de su pensión privada y suele vivir con la pública. Turismo este, que es un contrapeso de la estacionalidad, porque vive y reside en los me- ses de temporada baja invirtiendo y consumiendo durante su estancia. En nuestro país hay cerca de 250.000 residentes británicos, de los que parte con- siderable se asientan en nuestra provincia. En la ac- tualidad, al cierre del primer semestre del año, los británicos están comprando el 21% de todas las vi- viendas que se venden en España a extranjeros. Dato que no deja de resultar significativo. No puede quedar más claro a la vista de lo su- cintamente expuesto, que el turismo en su dobl apartado es el que se puede ver más afectado. L clave, qué duda cabe, va a ser la evolución de la di visa británica. Punto en el que hay que hacer un reflexión, a la vista de que los dos bancos centra les, el que dirige en Europa Dragui y en las isla Carney, desaforadamente bajan tipos de interés comprometen estímulos en forma de liquidez a l carta. Por ello no sabemos cuánto va a seguir de preciándose la libra y cuánto lo va a hacer el eur afectado a su vez por el Brexit. ¿Puede que un mo vimiento compense al otro? Lo más probable e que la libra, con ello se cuenta, sea la más perjudi cada. En el escenario más probable de la mayor baja da de la libra y, en lo que nos afecta, hay que recu rrir de nuevo a la imaginación y la iniciativa. Lo nuevos retos lo demandan: adaptarnos con pron titud a los cambios. De cara al mercado inglés para competir con destinos de fuera del área eur hay dos caminos: bajar el precio o mejorar la cali dad. Sin ningún tipo de dudas, hay que apostar po lo último. Es hora de que se acabe ese turismo mo rralla, masificado y de hooligans, algo de buen que traería nuestro encarecimiento para los britá nicos. Este turismo de calidad puede vencer la es tacionalidad al buscar la mayor tranquilidad y con fort que dan los meses apartados de la canícula ve raniega. Apostar por un turismo británico de alt standing, algo que debe permitir las excelentes in fraestructuras en lo referente a comunicacione con las que contamos, la mejora de instalaciones el cuidado del medio, el mantenimiento de la se guridad ciudadana y la diversificación de la ofer ta. Se debe continuar en la labor emprendida d fragmentar también las fuentes de la demanda abriendo mercados nuevos de poder adquisitiv alto, con una oferta que no sea exclusivamente l de sol y playa. Ampliando y mejorando los atracti vos para los meses de temporada baja, cuando l bondad de nuestro clima no tiene parangón en e continente, algo que no hace comprensible nues tra permanente debilidad, asignatura pendiente en el epígrafe. En cuanto al turismo residencial, el modo d vinculación que el Reino Unido adopte definiti vamente le va a afectar, siendo lo más importan te que se conserven o no los acuerdos relativos la seguridad social, que da derecho a la asistenci medica gratuita. Algo que está muy en el aire si e Reino Unido no se acoge a una formula similar la noruega y continúa adherido al Area Económi ca Europea (AEE), o firma acuerdos bilaterales qu contemplen esta posibilidad y protejan a sus resi dentes que han quedado atrapados por la ruptur en países de la Unión. Siempre habrá cabida a for mulas imaginativas de no llegarse a algún acuer do. Valga como ejemplo, el incorporar un segur de asistencia sanitaria privada al paquete de ven ta, en el caso de inmuebles, que supla la asistenci publica que pierden. En definitiva, debemos acogernos a aquel refrá que viene al caso: «no hay mal que por bien no ven ga». En este caso, convirtiendo la debilidad surgi da en una oportunidad. En ese reto perenne de re inventarnos. 07/10/2016 Tirada: Difusión: Audiencia: 23.953 18.694 56.082 Categoría: Edición: Página: Andalucía Málaga 29 AREA (cm2): 493,7 OCUPACIÓN: 47,3% V.PUB.: 2.698 NOTICIAS PROPIAS

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LA TRIBUN A zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

Una llamada más a reinventarnos zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA

ANTONIO PEDRAZA ECONOMISTA zyxvutsrqponmljigfedcbaUTSRPONMLJIHGFEDCBA

Al cier re del p r im er sem est r e del año, los br itán icos est án com pran do el 21% de todas las

vivien d as que se ven d en en España a ext r an jer os. Da to que n o deja de resu ltar sign ifica t ivo zyxvutsrponmljigfedcbaZYXVUTSRPONMLJIHGFEDCBA

La propia Comunidad Económica Europea

está admitiendo que la espantada de los

británicos, su anuncio (es lo único que se

ha producido), viene afectando poco a la

economía del continente. Las fuertes caídas en las

bolsas y las subidas de las primas de riegos, la hui-

da de los inversores hacia las monedas fuertes, se

admite iba ligado a la sorpresa por el inesperado

resultado del referéndum y el consiguiente aviso

de ruptura con el resto de la Unión Europea, la de

los 28 estados miembros. Gran Bretaña no perte-

nece al núcleo duro de los 19, que componen la Eu-

rozona.

Viene bien que se estén atemperando las con-

secuencias de la noticia, por otra parte muy liga-

das al ' t iming' del proceso. Esta es la clave. Siendo

las señales que se dan desde las islas, que no tie-

nen prisa para poner andar el mismo. Algo que pasa

por abrogar el acta de la UE que suponía su inte-

gración ahora hace más de cuarenta años, e invo-

car el artículo 50 del reglamento de la Unión, que

entraña el consiguiente aviso de salida. Dentro de

esa parsimonia aparente la 'premier' británica ha

confirmado recientemente la intención de invo-

car ese artículo en marzo del próximo año, por lo

que la negociación no podría empezar antes de esa

fecha. Parece pues, como si los miedos hubiesen

pasado y la convivencia con lo inesperado, una vez

disipado el factor sorpresa se hiciera más llevade-

ra, menos traumática y, sobre todo, digerible. Pero

no podemos olvidar, que t an to en uno como en

otro escenario la actuación de sus bancos centra-

les está siendo decisiva para mantener de forma

ciertamente artificial la estabilidad. Algo con lo

que no se puede contar de por vida.

Aunque, es algo que no debe confiarnos, los efec-

tos tarde o temprano no dejarán de manifestarse.

Echando cuentas, grosso modo, de los posibles,

valga analizar por sectores aquellos que vemos más

afectados en este sentido. En el caso de las expor-

taciones comerciales, las que se dirigen al Reino

Unido suponen el 7,5% del total de las que realiza

el reino de España, mayormente: alimentación,

automóvil e industria. Nuestras grandes empresas

del Ibex, sí mantienen hasta el 21% de su negocio

en aquel escenario. En el caso de los bancos, hasta

el 31,7% de su apartado internacional. Un sector a

considerar de forma especial, aquí sí que nos ve-

mos afectados, es el turismo. De los más de seten-

ta millones de turistas que van a llegar este año a

nuestro país, 17 millones, el 23%, son británicos.

Con un peso importante en nuestra región y pro-

vincia. Sin olvidarnos del turismo residencial. El ju-

bilado inglés, esta es la realidad, compra con lo que

ha acumulado de su pensión privada y suele vivir

con la pública. Turismo este, que es un contrapeso

de la estacionalidad, porque vive y reside en los me-

ses de temporada baja invirtiendo y consumiendo

durante su estancia. En nuestro país hay cerca de

250.000 residentes británicos, de los que parte con-

siderable se asientan en nuestra provincia. En la ac-

tualidad, al cierre del primer semestre del año, los

británicos están comprando el 21% de todas las vi-

viendas que se venden en España a extranjeros. Dato

que no deja de resultar significativo.

No puede quedar más claro a la vista de lo su-

cintamente expuesto, que el turismo en su dobl

apartado es el que se puede ver más afectado. L

clave, qué duda cabe, va a ser la evolución de la di

visa británica. Punto en el que hay que hacer un

reflexión, a la vista de que los dos bancos centra

les, el que dirige en Europa Dragui y en las isla

Carney, desaforadamente bajan tipos de interés

comprometen estímulos en forma de liquidez a l

carta. Por ello no sabemos cuánto va a seguir de

preciándose la libra y cuánto lo va a hacer el eur

afectado a su vez por el Brexit. ¿Puede que un mo

vimiento compense al otro? Lo más probable e

que la libra, con ello se cuenta, sea la más perjudi

cada.

En el escenario más probable de la mayor baja

da de la libra y, en lo que nos afecta, hay que recu

rrir de nuevo a la imaginación y la iniciativa. Lo

nuevos retos lo demandan: adaptarnos con pron

t i tud a los cambios. De cara al mercado inglés

para competir con destinos de fuera del área eur

hay dos caminos: bajar el precio o mejorar la cali

dad. Sin ningún tipo de dudas, hay que apostar po

lo último. Es hora de que se acabe ese turismo mo

rralla, masificado y de hooligans, algo de buen

que traería nuestro encarecimiento para los britá

nicos. Este turismo de calidad puede vencer la es

tacionalidad al buscar la mayor tranquilidad y con

fort que dan los meses apartados de la canícula ve

raniega. Apostar por un turismo británico de alt

standing, algo que debe permitir las excelentes in

fraestructuras en lo referente a comunicacione

con las que contamos, la mejora de instalaciones

el cuidado del medio, el mantenimiento de la se

guridad ciudadana y la diversificación de la ofer

ta. Se debe continuar en la labor emprendida d

fragmentar también las fuentes de la demanda

abriendo mercados nuevos de poder adquisitiv

alto, con una oferta que no sea exclusivamente l

de sol y playa. Ampliando y mejorando los atracti

vos para los meses de temporada baja, cuando l

bondad de nuestro clima no tiene parangón en e

continente, algo que no hace comprensible nues

tra permanente debilidad, asignatura pendiente

en el epígrafe.

En cuanto al tur ismo residencial, el modo d

vinculación que el Reino Unido adopte definiti

vamente le va a afectar, siendo lo más importan

te que se conserven o no los acuerdos relativos

la seguridad social, que da derecho a la asistenci

medica gratuita. Algo que está muy en el aire si e

Reino Unido no se acoge a una formula similar

la noruega y continúa adherido al Area Económi

ca Europea (AEE), o firma acuerdos bilaterales qu

contemplen esta posibilidad y protejan a sus resi

dentes que han quedado atrapados por la ruptur

en países de la Unión. Siempre habrá cabida a for

mulas imaginativas de no llegarse a algún acuer

do. Valga como ejemplo, el incorporar un segur

de asistencia sanitaria privada al paquete de ven

ta, en el caso de inmuebles, que supla la asistenci

publica que pierden.

En definitiva, debemos acogernos a aquel refrá

que viene al caso: «no hay mal que por bien no ven

ga». En este caso, convirtiendo la debilidad surgi

da en una oportunidad. En ese reto perenne de re

inventarnos.

07/10/2016Tirada:Difusión:Audiencia:

23.953 18.694 56.082

Categoría:Edición:Página:

AndalucíaMálaga29

AREA (cm2): 493,7 OCUPACIÓN: 47,3% V.PUB.: 2.698 NOTICIAS PROPIAS