UNIDAD 8. ARTE MEXICANO MODERNO Y CONTEMPORÁNEO.Esta unidad es un compendio del arte en México en los siglos XIX, XX y XXI. Menciona las condiciones históricas de nuestro país y describe los estilos de arquitectura de las últimas décadas, los movimientos artísticos y su evolución hasta el México contemporáneo.
2016
HISTORIA DEL ARTE
Maestra R. Angélica Rivera Díaz del Castillo.
8.1 Arte Académico del s. XIX.
1. Marco histórico cultural.En la cultura de México confluyen elementos de la más diversa índole: los modernos, los antiguos, las mezclas y
los cambios. México en el siglo XIX vivió un período de cruentas luchas, hoy es el resultado de un proceso histórico que
involucra relaciones de poder, cambios políticos, asimilación de elementos externos y reinterpretaciones de lo
prehispánico.
Como en los demás países latinoamericanos cuando México se liberó del dominio español con el movimiento de
Independencia el 16 de septiembre de 1810, sus habitantes carecían de identidad nacional, lo único que la mayor parte
de los mexicanos compartía en ese momento era el vivir en un territorio que deseaba crear un nuevo Estado y la religión
católica producto de la gran campaña evangelizadora. La pobreza y las identidades comunitarias étnicas estaban muy
arraigadas. La Nación en sus primeros años independientes aspiraba a ser criolla y blanca, los criollos se apegaron a
América apoyados en el pasado indígena mesoamericano que los distinguía de Europa, sin embargo al mismo tiempo
rechazaban a los indígenas pues consideraron que habían sido degradados y que en ese momento histórico ya no tenían
nada que ver con la raza de la gran civilización prehispánica, fueron marginados del México moderno, la clase dominante
apoyó su exterminio físico y su aculturación (castellanización y supresión de las lenguas indígenas).
Después de la pérdida de los territorios del norte del país que culminó con Santa Anna, los liberales del siglo XIX
consideraron que uno de los recursos que permitiría la formación de una nacionalidad mexicana sería la educación, por
ello la primera República Federal creó un departamento de Instrucción Pública (1833), que fue uno de los logros de
Valentín Gómez Farías, él pensaba que era necesario despojar a la Iglesia del monopolio en la formación de los
individuos pero los intentos liberales educativos fracasaron y los regionalismos persistieron.
La intervención francesa (1862/67) durante el gobierno de Juárez y la invasión norteamericana hundieron a este
país en el subdesarrollo que aún padece. En el período de la “Guerra de Reforma” (1858/61) Juárez separó el poder de
la Iglesia del Estado mediante una ley universal que diera libertad e igualdad a todos los hombres. Para los indígenas
que habían sido despojados de sus tierras, de su religión original y de su cultura, el catolicismo se había convertido en un
refugio y las leyes de Reforma cambiaron la concepción de asumir a todos los hombres como hijos de Dios, por la de ser
individuos iguales ante la ley.
En los años posteriores durante el Porfiriato (1876/1911), México adoptó formas extranjerizantes que produjeron
una cultura falsa, cuando se desató la revolución mexicana en 1910, surgieron nuevas maneras de concebir la identidad
nacional. Durante el gobierno de Plutarco Elías Calles (1924/28) con su política anticlerical, propició el levantamiento de
la "unión popular" y los cristeros (1925/26) que dieron un tinte de nacionalismo y religiosidad a la identidad nacional como
una raza libre.
Un pensador clave en esta nueva etapa de reflexión sobre lo mexicano fue José Vasconcelos, abogado
mexicano que pensaba que los mexicanos somos un "crisol" en el que confluyen todas las razas. Por lo tanto los
mexicanos por definición son mestizos y culturalmente Vasconcelos nos llamó raza cósmica, aquella en que confluiría lo
mejor de todos los pueblos del orbe. El pensamiento de Vasconcelos era sumamente revolucionario, su influencia se hizo
sentir inmediatamente en todo el país a través de su labor en la Secretaría de Educación Pública desde 1920 hasta 1940,
la educación en México fue utilizada para la difusión de la tesis del México mestizo; un logro importante fue el de dar a la
UNAM su lema: "Por mi raza hablará el espíritu", que influyó en una visión nacionalista de la identidad mexicana. Trabajó
en la labor de construir un pasado común que se reforzaba a través de los medios de comunicación y del arte, en
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especial el cine contribuyó a la formación de estereotipos de lo mexicano que fueron criticados en años posteriores. La
identidad mexicana era la del charro y la china poblana: Jalisco se convirtió prácticamente en México: el mole y el tequila
fueron elevados a la categoría de platillo y bebida nacionales. Se creó lo que Francisco Ignacio Taibo (1996) llama el
santoral laico, en el cuál estaban incluidos algunos personajes de la historia como héroes y otros tantos como villanos
(Cuauhtémoc vs. Cortés, Hidalgo vs. Iturbide, Juárez vs. Maximiliano.). El papel del Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH) también fue importante; a éste le correspondió el rescate del pasado de las grandes culturas
prehispánicas.
Esto provocó el detrimento de las culturas regionales hasta la década de 1990 en que empezaron a cobrar mayor
fuerza los movimientos culturales de ciertas regiones del país como es el caso de la Huasteca, el auge de la música
jarocha, la importancia de las literaturas indígenas. Se elevó a rango constitucional la declaración de México como un
país multicultural y multiétnico. Actualmente la identidad mexicana es el resultado de un proceso histórico del desarrollo
de México como el de casi todos los países del siglo XXI, México ha importado todo lo bueno y lo malo de la civilización
contemporánea, pero aun así la modernización de México todavía está en proceso.
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8.2 Arte Académico s. XIX.2. Antecedentes.En 1785 se fundó en México la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos cuyo personal docente provino de
España y Europa. En esta Academia se impartió el arte Neoclásico que prevaleció en México hasta la Independencia en
1810, periodo que marcó su culminación y se expresó en contra del estilo ultra barroco de los últimos años de la colonia,
significó para México el modernismo contra la complicación de la línea curva, fantasía exaltada, pasión y movimiento. El
arte Neoclásico mostró la calma, el equilibrio, la serenidad de la razón y la sencillez de las líneas rectas, fue en México
expresión de las clases sociales altas y cultas marcando el fin del colonialismo.
Educación y Sociedad.Después de la Independencia fue cerrada la Real y Pontificia Universidad de México (1551), por ser considerada
un símbolo del virreinato de la Nueva España y como una muestra de desprecio ante la cultura española, posteriormente
se intentó restaurar pero las guerras civiles y las confrontaciones políticas lo impidieron. En 1868 Juárez promulgó la Ley
de Instrucción Pública que no fue aceptada por la Iglesia Católica. Joaquín Baranda, entonces ministro de Instrucción
Pública desarrolló una campaña de conciliación con la Iglesia y aplicó a la educación un aspecto positivista humanista
buscando que todos los jóvenes y niños tuvieran acceso a la educación básica, para ello enfrentaron a caciques y
hacendados, además de tener que resolver la falta de vías de comunicación en las zonas rurales. En 1891 fue
promulgada la Ley Reglamentaria de Educación que la establece como laica, gratuita y obligatoria, instituyendo los
llamados comités de vigilancia para que los padres y tutores cumplieran con la obligación constitucional de mandar a sus
hijos a la escuela. Baranda fundó más de doscientas escuelas para maestros, que una vez egresados se enviaron a
enseñar a todas las ciudades del país. Sin embargo en las zonas rurales la carencia de desarrollo social provocó un
rezago educativo. Durante las fiestas del centenario de la Independencia de México, Justo Sierra presentó ante el
Congreso de la Unión, una iniciativa para crear la Universidad Nacional de México como una dependencia agregada al
Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. La ley fue promulgada el 26 de mayo de 1910 y el primer rector
universitario fue Joaquín Eguía Lis, durante los años de 1910 a 1913 las escuelas de medicina, ingeniería y
jurisprudencia que habían funcionado separadas más de cuarenta años, se reunían todas junto con la Escuela Nacional
Preparatoria, en la Universidad Nacional de México.
La literatura fue el campo cultural que más avances tuvo en el Porfiriato. En 1849, Francisco Zarco fundó el Liceo
Miguel Hidalgo que formó a poetas y escritores el resto del siglo XIX en México. Los egresados de esta institución se
vieron influenciados por el Romanticismo.
Al restaurarse la República en 1867 el escritor Ignacio Manuel Altamirano fundó las llamadas "veladas literarias",
grupos de escritores mexicanos con la misma visión literaria, entre ellos se contaban Guillermo Prieto, Manuel Payno,
Ignacio Ramírez, Vicente Riva Palacio, Luis G. Urbina, Juan de Dios Peza y Justo Sierra. A fines de 1869 los miembros
de estas veladas fundaron la revista "El Renacimiento" donde publicaron textos con temas relacionados con aspectos
literarios, artísticos, históricos y arqueológicos.
El escritor guerrerense Ignacio Manuel Altamirano creó grupos de estudio relacionados a la investigación de la
Historia de México, pero también fue impulsor del estudio de la cultura universal. Como diplomático, desempeñó la labor
de promover al país en el extranjero. Fue cónsul de México en Barcelona y Marsella, a fines de 1892, se le comisionó
como embajador en Italia. Murió el 13 de febrero de 1893 en San Remo, Italia. Altamirano evidenció el surgimiento del
nacionalismo, escritores de esta escuela fueron Manuel M. Flores, José Cuellar y José López Portillo y Rojas. Poco
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después el modernismo en México abandonó el orgullo nacionalista para recibir la influencia francesa. Iniciada por el
poeta nicaragüense Rubén Darío que proponía la libertad del artista inclinándose así hacia el sentimentalismo. La
corriente modernista cambió ciertas reglas en el verso y la narrativa haciendo uso de metáforas. Los escritores
modernistas de México fueron Luis G, Urbina y Amado Nervo.
El gobierno de Porfirio Díaz necesitaba lograr la unión nacional debido a que aún existían grupos conservadores
en la sociedad mexicana. Por ello, el Ministerio de Instrucción Pública, dirigido por Justo Sierra utilizó la historia patria
como un medio para lograr la unidad nacional. En 1887 Porfirio Díaz inauguró la exhibición de monolitos prehispánicos
en el Museo Nacional, donde también fue mostrada al público una réplica del calendario Azteca. En 1908 el museo fue
dividido en dos secciones: museo de historia natural y museo de arqueología. Hacia principios de 1901 Justo Sierra creó
los departamentos de etnografía y arqueología. Tres años después, en 1904 durante la Exposición Universal de San Luis
(1904) se presentó la Escuela Mexicana de Arqueología, Historia y Etnografía, que mostró ante el mundo las principales
muestras de la cultura prehispánica.
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8.3 Arte Académico s. XIX.Antecedentes.Después de la guerra de Independencia, la Academia sufrió graves problemas tanto administrativos como
docentes. Es por esto que la primera parte del siglo XIX la constituyen obras de artistas extranjeros que llegaron a
México. Entre los pintores más importantes de esta época están los extranjeros Claudio Linati, Federico Waldeck, Daniel
Thomas Egerton y Juan Mauricio Rugendas. No fue sino hasta mediados del siglo XIX en 1843 que se reorganizó la
Academia, en 1867 se convirtió en la Escuela Nacional de Bellas Artes y se inició el arte propiamente mexicano de
tendencia romántica que prevalecería hasta el siglo XX. Los maestros europeos fundaron una escuela académica
basada en el clasicismo, estilo que gustaba mucho a la nación que empezaba su desarrollo. El maestro en pintura
Pelegrín Clavé tuvo como alumnos de esta escuela a Santiago Rebull y a Felipe Gutiérrez entre otros.
3. Pintura y Escultura. 4. Autores Del siglo XIX se cuenta con ejemplos de pinturas murales de estilo costumbrista creadas entre 1855 y 1867 en La
Barca, Jalisco. Destacan en esta época: Pelegrín Clavé, Juan Cordero, Felipe Santiago Gutiérrez y José Agustín Arrieta.
En México, en 1846 se contrató a Pelegrín Clavé para dirigir la reapertura de la Academia Nacional de Bellas Artes de
San Carlos, organismo que fomentó la temática histórica y el paisajismo con una visión idealista alemana. La pintura de
Edouard Pingret reprodujo las costumbres y los paisajes mexicanos de estilo rural. Hermenegildo Bustos es uno de los
pintores más apreciados de la historiografía del arte mexicano. Destacan también en estos años Santiago Rebull, José
Salomé Piña, Félix Parra, Eugenio Landesio y su célebre discípulo el paisajista José María Velasco, así como Julio
Ruelas. El paisajismo mexicano tuvo gran auge durante la época de Porfirio Díaz.
La cultura mexicana se vio afectada por los cambios económicos y políticos, se desarrolló un arte en dos etapas.
La primera, que comprende de 1876 a 1888 representó el auge del nacionalismo. La segunda y última fase del arte
porfiriano empezó en 1888 y finalizó con el gobierno de Díaz en 1911 y se caracterizó por una preferencia cultural hacia
Francia.
En el siglo XIX no se presentaron avances en la escultura. El Neoclásico aportó esculturas de Apolos, Venus y
gladiadores, copiando el arte grecorromano. Manuel Vilar (1812-60), español que llegó en 1846 y fundó la escuela
clásica en la que empezó a mostrar a través de sus esculturas un marcado interés por los retratos de héroes indígenas.
Uno de sus discípulos Miguel Noreña, fue el creador de la conocida estatua de Monumento a Cuauhtémoc. A fines de
siglo empezaron a encargarse obras a talleres europeos, debido a esto México se vio invadido por una corriente de
afrancesamiento a la que se sumaron gran número de escultores, entre ellos Jesús F. Contreras.
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8.4. Arte académico s XIX.
5. Arquitetura.6. Autores.La Arquitectura Contemporánea en México.En el s. XIX la arquitectura neoclásica mostró de forma evidente y veraz la conciencia del momento histórico-
cultural en la construcción de iglesias, palacios y edificios de arquitectos tanto españoles como criollos.
El más notable arquitecto fue el español Manuel Tolsá, maestro de la Academia entre cuyas obras se encuentra el
Palacio o Colegio de Minería, edificio de tres pisos en cuya fachada alternan los órdenes dórico y corintio y cuyo cuerpo
tiene un patio central, escalera, capilla y salón de actos es de una imponente monumentalidad. Tolsá fue además pintor y
escultor y legó en la escultura la estatua ecuestre de Carlos IV, verdadero tesoro neoclásico.
Entre los arquitectos criollos se pueden citar a Damián Ortiz y a Francisco Eduardo Tresguerras, quien no
solamente fue arquitecto sino además pintor, grabador escultor y músico, este último atacó vehementemente al
tradicionalismo y sus manifestaciones ultra barrocas, criticando además cáusticamente a los gobernantes del México
independiente que no cumplían con el compromiso de liberación y progreso nacional. Gracias a su prolífica obra el
Neoclásico se extendió por toda la región del Bajío.
En el Romanticismo, la arquitectura tuvo un gran florecimiento a fines del siglo XIX: la ruptura y crítica del arte
que le precedía y se abocó a la búsqueda de una nueva identidad. Este nuevo estilo incorporó y adaptó en sus formas
todos los estilos arquitectónicos, desde el Neogótico hasta el Art Nouveau; el Eclecticismo fue el fundamento y el sentido
verdadero de esta época que culminó con la Revolución Mexicana de 1910.
El estallido de la justa revolucionaria dos meses después de las fiestas de celebración del Centenario de la
Independencia no solamente dio término al período porfirista de gobierno, sino que obligó a abrir un paréntesis en la
actividad arquitectónica del país. El Teatro Nacional y el Palacio del Congreso, este último diseñado por el Arq. Antonio
Rivas Mercado, fueron las últimas muestras del Eclecticismo Historicista del período que quedaron inconclusos. No es
sino hasta quince años después al iniciarse el proceso de recuperación del país, cuando las manifestaciones
correspondientes al período de transición producen un cambio y se reflejan en la obra de Obregón Santacilia y Francisco
Serrano, entre otros, para evolucionar después a través del Nacionalismo y el Geometrismo Decó o Formalismo, hacia el
Modernismo, Racionalista o Funcionalista, impulsado por José Villagrán García y sus alumnos.
El Arq. Villagrán sobresale no solo por la influencia de su obra, sino por su ideología, sobre muchas generaciones
de arquitectos posteriores a los ya mencionados. Desde joven y recién egresado de la escuela de arquitectura compartió
su ejercicio profesional con la docencia, lo que le mantuvo cerca de la información y actualizado.
Fue de los primeros en enterase de los cambios que comenzaron a producirse y las ideas que los animaban en la
arquitectura europea al término de la Primera Guerra Mundial. En sus primeras obras racionalistas se perciben
influencias de Le Corbusier, Gropius y otros; reinterpretándolas con acentos propios. Después de un breve periodo de
asociación con el Arq. Carlos Obregón Santacilia, Villagrán proyectó varios edificios para la salud como el Instituto de
Higiene y Granja Sanitaria, en Popotla (1925) y el Hospital para Tuberculosos, en Huipulco (1929). La propuesta de una
Revolución Mexicana institucionalizada como un elemento de promoción cultural, político y social, tanto al interior como
al exterior del país, se manifestaba en el movimiento del muralismo en la pintura y la escultura nacionalistas; e integra
desde el principio al nuevo quehacer arquitectónico por Obregón Santacilia y Villagrán García, desembocó en un
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movimiento de integración plástica que dotó al racionalismo nacional de una fuerte influencia que persistió aún con el
surgimiento del funcionalismo, cuya inauguración a nivel nacional fue señalada por el proyecto y construcción de la
Ciudad Universitaria, amplio proyecto coordinado por Mario Pani y Enrique del Moral y en el cual intervienen más de un
centenar de arquitectos. Al agotarse el lenguaje del funcionalismo en México ocasionado por el secuestro que hacen las
grandes compañías constructoras del quehacer arquitectónico que florecen con el auge de la escuela alemana y su
influencia, producen una ingeniería de edificios vestidos a la moda funcionalista. Sin embargo la experiencia y
enseñanzas de Villagrán en los nuevos arquitectos dan sustento y nuevo impulso a las expresiones formalistas de raíz
cultural, ya presentes en la propia Ciudad Universitaria y en las cuales los valores plásticos tradicionales dejan de ser un
elemento adosado a la arquitectura para convertirse en origen y manifestación de la misma. Tal es el caso del conjunto
de frontones abiertos de la propia Ciudad Universitaria, diseñados por Alberto Arai, cuya abstracción depurada y precisa
en los materiales y formas nos remite a las raíces culturales de Mesoamérica y principalmente del altiplano. Tanto Alberto
Arai, como Mathías Goeritz y Juan O´Gorman, junto con Luis Barragán quien se define y sigue otra vertiente paralela
surgida de la misma intención de recuperación y recreación de los valores propios, se vislumbran como los líderes en
esta tendencia. Estos pioneros dejarán gran influencia en los jóvenes arquitectos de la siguiente generación, entre los
cuales se cuentan: Teodoro González de León, Agustín Hernández, Alejandro Zhon, Alejandro Caso y Manuel González
Rul.
El ejemplo más representativo de esta transformación, capitalizado en el legado del funcionalismo, es
indudablemente Juan O´Gorman. Por esta razón, podría calificarse a O´Gorman como el pionero de la arquitectura
ambiental en México. O'Gorman plantea una nueva teoría de arquitectura, la "orgánica" que implica la noción de una
relación interactiva entre el edificio, su función y el paisaje que lo rodea. Esta concepción de lo arquitectónico se
desprendido de las enseñanzas y de la obra de Frank Lloyd Wright, la habitación humana se convierte en el "vehículo de
armonía entre el hombre y la tierra".
Arquitectos. José Villagrán García - Carlos Obregón Santacilia - Carlos Lazo - Luis Barragán Morfín - Juan O'Gorman -
Augusto H. Álvarez - Mathias Goeritz - Vladimir Kaspé - Enrique Yáñez - Enrique del Moral - Enrique de la Mora - Mario
Pani Darqui - Pedro Ramírez Vázquez - Carlos Mijares - Agustín Hernández Navarro - Javier Sordo Magdaleno -
Abraham Zabludovsky - Teodoro González de León - Ricardo Legorreta Vilchis - Enrique Norten - Alberto Kalach - Felix
Sanchez - Michael Rojkind - Tatiana Bilbao - Daniel Alvarez.
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8.5. Escuela Mexicana de Pintura.7. Marco histórico.8. El Muralismo mexicano y la generación de la Ruptura. Segunda mitad del s. XIX y s. XX.9. Autores.
Marco histórico:Es una etapa de la producción plástica en México a partir de 1921, cuando termina la Revolución y se instaura un
régimen de reconstrucción del tejido social. En lo político además del reparto de tierras y la recuperación de algunos
derechos de los campesinos, la Revolución de 1910 trajo una nueva manera de hacer arte en México. Inspirados por
los ideales campesinos, los miembros de la clase obrera con la revolución industrial, que en buena parte fueron liderados
por José Vasconcelos.
El Movimiento Muralista Mexicano y sus Autores."La forma más alta, más lógica, más pura y fuerte de la pintura, es la mural. Es también la forma más
desinteresada, ya que no puede ser convertida en objeto de lucro personal; no puede ser escondida para beneficio de
unos cuantos privilegiados. Es para el pueblo, es para todos". El movimiento muralista mexicano fue un movimiento
artístico que impactó en el mudo. El nuevo papel del arte, el carácter mexicano y la capacidad de comunicarse con toda
la gente, eran aspectos muy importantes del movimiento. Los tres pintores más importantes fueron: Diego Rivera, José
Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. El gobierno los nombró para pintar los frescos sobre los edificios públicos: La
Escuela Nacional de Agricultura, el Hotel del Prado, la Escuela Nacional Preparatoria y otros edificios.
Rivera pintó los primeros murales en 1922 y el movimiento continuó hasta los años sesenta. Rivera es el
muralista más famoso. Estudió arte en Europa donde conoció a Picasso y Cezanne que lo impresionaron. Gustó del
cubismo de Picasso pero adaptándolo a su forma de representación artística en los murales y fue influenciado por los
sujetos en la pintura de Cezanne como los trabajadores, que incluyó en su arte e influyeron en su obra, así Rivera incluyó
a los aldeanos como sujetos en sus murales. Cuando volvió a México tenía interés en la sociedad y en el arte. Dirigió el
sindicato de pintores (que incluyó a José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros) para ilustrar la historia de la Nación
y los ideales de la Revolución sobre las paredes públicas de México. Este grupo experimentaba el poder de los murales
sobre la sociedad para criticar el pasado, celebrar la revolución y glorificar el futuro.
En función de su gran tamaño y también a causa de su ubicación en espacios públicos, todo el mundo los mira.
Esto es muy importante en el papel de las obras en la sociedad. Las palabras de Orozco explican el poder comunicativo
de arte en la sociedad: "Una pintura tiene fuerza comunicativa sin rival. Su apelación directa y dinámica a la conciencia
no puede pasar inadvertida ni olvidarse fácilmente. Toma por asalto la conciencia. Persuade al corazón tarde o
temprano, el pueblo acepta instintivamente el arte porque vino intuitiva y espontáneamente de un origen en que
participan en común hombres y mujeres de todas partes, a través de las edades." La glorificación de la Revolución y la
historia pre colombina de México son manejadas como un tipo de propaganda. Al observar los murales, se observa el
orgullo de los sacrificios y las luchas de la Revolución que se exaltaban, pues había confianza en el nuevo orden social y
político. De esta manera se integró el movimiento pictórico con el movimiento social y cultural surgiendo un valor
comunitario nuevo del arte, los muralistas pintaron siempre con una clara noción de la función en la sociedad y este valor
impresionó a todos los pintores del mundo. Los murales contribuyeron a la reaparición del arte mexicano en el mundo
artístico y definieron de nuevo el papel del arte en la sociedad, los murales son profundamente mexicanos, refuerzan su
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impacto y glorifican al arte mexicano. Los colores e iconos son tradicionalmente indígenas. Filosóficamente las posturas
importantes del movimiento muralista se encuentran en la época prehispánica y el modernismo, es una forma de
expresión de los ideales, los anhelos y los principios colectivos. Todos ellos representan los temas de la revolución, la
devoción por la paz, por el progreso humano y por la justicia social. La pintura muralista es una expresión genuina del
espíritu mexicano, llegó a ser la pintura nacional, con poderosas raíces en la herencia cultural de México antiguo y en el
resurgimiento nacional que produjo la Revolución. La obra mexicana representa mensajes significativos para todo el
mundo como declaración de un hecho consumado, existen diferencias en los elementos artísticos entre los pintores pero
todos tienen la misma corriente de energía popular y humanista. El tema que se impone es la vida del pueblo mexicano
en lucha por la justicia social y por la independencia de su patria, todo el mundo puede relacionarse con esta lucha
"contra los que ejercen el poder sobre ellos para explotarlos". Los muralistas "tratan siempre de usar el arte...
Aprovechando su inherente poder subversivo en la lucha contra los poderes explotadores”. Los murales son la fusión
armónica de lo mexicano y lo universal.
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8.6. Escuela Mexicana de Pintura.
7. Marco histórico.8. El Muralismo mexicano y la generación de la Ruptura. Segunda mitad del s. XIX y s. XX.9. Autores.La Ruptura es el nombre dado al conjunto de artistas mexicanos que en la década de los 50ª comenzaron a
reaccionar contra lo que percibían como los gastados valores de la Escuela Mexicana de Pintura, la cual aglutinaba a los
muralistas mexicanos (David Alfaro Siqueiros, José Luis Cuevas Pedro Coronel, Diego Rivera y José Clemente Orozco
entre otros) cuya temática nacionalista, izquierdista y revolucionaria había sido la corriente artística hegemónica en
México desde el estallido de la revolución mexicana en 1910.
La generación de la Ruptura incorporaba valores más cosmopolitas, abstractos y apolíticos en su trabajo,
buscando entre otras cosas expandir su temática y su estilo más allá de los límites impuestos por el muralismo y sus
influencias. Notablemente este movimiento no fue jamás organizado ni definido como tal, se dio de modo bastante
espontáneo, no era deliberado y las relaciones entre sus miembros fueron más bien informales.
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8.7 Escuela Mexicana de Pintura.10. Obra de caballete.11. Autores.
o Diego Rivera, (1886-1957) guanajuatense. Revela un acusado interés por el cubismo sintético.
o Carlos Mérida, (1893-1984) guatemalteco. Inicia con las vanguardias en su búsqueda por las raíces
precolombinas.
o Roberto Montenegro, (1881-1968) jalisciense. Pintor, ilustrador y muralista.
o Manuel Rodríguez Lozano (1896-1971) nace en la Cd. México. Muestra su relación con las vanguardias
europeas, su rechazo al muralismo y otros ismos artísticos, crea su propia interpretación de lo mexicano
o Frida Kahlo (1907-1954) nace en la Cd. México (Coyoacán). Considerada surrealista, es famosa por sus
autorretratos se ufanaba en sostener que su pintura no tenía influencia de Diego Rivera. Su obra fue tan
dramática como su vida.
o Julio Castellanos (1905-1947) nace en la Cd. México .es uno de los grandes pintores y grabadores. "El día de
San Juan" (1938) es quizá su mejor obra.
o Raúl Anguiano (1915-2006) jalisciense. Es muralista, dibujante, grabador, pintor de caballete y escultor. Se
enfocó en el México rural e indígena, sus tradiciones, sus paisajes, su religión y sus habitantes. Perteneció a la
segunda generación de muralistas.
o Miguel Covarrubias (1904-1957) nace en la Cd. De México. Comenzó su vida artística como caricaturista, pero
"el chamaco" como lo llamaban fue además dibujante, historiador, escritor, investigador y escenógrafo.
Covarrubias buscaba incorporar al manejo del rostro, la corporalidad y el vestuario algo del estilo de la persona,
al tanto de que la fama es la segunda o primera piel. A él no le interesaba la crueldad dibujística, y sólo en los
casos extremos
o Manuel Felguérez (1928-vivo) zacatecano. Ha sabido desarrollarse en dos vías paralelas: la pintura y la
escultura, Retorna a las prácticas tradicionales, en que se desempeña hasta la fecha, oscilando siempre entre
dos estilos, uno vinculado al constructivismo, y otro al expresionismo.
o Leonora Carrigton (1917-2011) Inglesa. Surrealista. Los cuadros de Leonora son frágiles como un cristal de
Murano. Expresa su estado psicológico a través de su pintura.
o Pedro Friedeberg (1936-vivo) italiano. Opta por la arquitectura dibujada y exótica. Se trata de un arte excéntrico
porque está fuera de corrientes, movimientos o tendencias centrales y es fiel a sí mismo. Es una narrativa
simbólica.
o Rufino Tamayo (1899-1991) oaxaqueño. Sobresalió con su arte figurativo. Fue el primero en romper la conexión
que tenía el movimiento muralista con el arte contemporáneo de México. Sus pinturas eran siempre muy
coloridas, con detalles mexicanos muy propios de sus obras. Influenciado por Picasso pintando siempre objetos
de la vida diaria, como serían las sandías, un parque o una casa.
o José Luis Cuevas (1934-vivo) nace en la Cd. México. Asistió a la Escuela Nacional de Pintura y Escultura “La
Esmeralda” en la Ciudad de México. Aunque sus trabajos incluían el dibujo y el grabado, siempre se destacó
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mejor como pintor. Sus pinturas eran caracterizadas por retratar figuras humanas con características muy
grotescas y siempre utilizando una gama de colores muy limitada.
o Se unió a un grupo de jóvenes pintores entre los que estaban Alberto Gironella, Enrique Echeverría, Pedro
Coronel, Manuel Felguérez y Francisco Icaza, todos, posteriormente parte del movimiento de la Ruptura.
o Pedro Coronel (1923-1985) nació en Zacatecas y desde 1950 en adelante se convierte en un reconocido pintor
en México y en el mundo. Sus pinturas estaban basadas en figuras humanas, paisajes u objetos con una
presentación como arte abstracto.
o Gunther Gerzo (1915-2000) húngaro-alemán. Sin ser mexicano muchas de sus más famosas obras las hizo en
México, Fue un magnífico pintor abstracto. Todas sus pinturas podrían ser interpretadas de un millar de formas
diferentes ya que todo entraba en la perspectiva del espectador. Sus pinturas eran muy emotivas y con un fin
psicológico que despertaban sentimientos en el espectador.
o Arnold Belkin (1930-1992) canadiense. También hizo muchas de sus obras en México. Caracterizadas
especialmente y sobre todas las cosas por el uso de colores extremadamente chillones en una armonía
generalmente abstracta. Era similar al Pop Art que se daba en los Estados Unidos con figuras como Andy Warhol
o Roy Lichtenstein.
o Roger von Gunten (1933-vivo) nació en Suiza y viajó a un país foráneo a su cultura o al estilo que predominaba
en Europa, para poder encontrarse con otro mundo llamado México. También utilizó el abstracto figurativo en sus
pinturas pero siempre con un contraste muy bajo lo cual hacía difícil identificar las figuras en sus obras.
o Vlady (1920-2005) pintor ruso, que vivió en Cuernavaca y creó una nueva técnica de pintura llamada empasto.
Sería como poner grandes plastas de pintura encima de otras para crear un cierto efecto de profundidad. Fue un
gran grabador, con la característica madre de la Ruptura, el uso del abstracto figurativo.
o Cordelia Urueta (1908-viva) nace en Cd. México. Perteneció al fenómeno artístico encabezado por André Bretón
en México: el Surrealismo. Sus pinturas ricas en una atmósfera abstracta de color, la hacen merecedora a una
mención como las impulsadoras de éste movimiento.
o Remedios Varo (1908-1963) española. Realizó en México su obra más esplendorosa, con características
abstractas y surrealistas tomadas de Europa. La clase de pintura que ella creó fue llamada alucinación por sus
alocadas características y personajes. Recuerda sueños irreales que luego pinta con precisión extraordinaria.
o Alberto Gioronella (1929-1999) nace en la Cd. México. Fue un innovador de su tiempo. Creó un nuevo estilo
llamado “Ensamblaje” consistía en crear una obra con partes de otras. Podrías tener imágenes de “Las Meninas
del Rey” de Vasconcelos en una esquina o tener esculturas francesas del Siglo XVI en otra y así conformar un
cuadro donde la composición es formada por otras composiciones.
o Francisco Zúñiga (1912-1998) fue un pintor costarricense que vivió en México haciendo un arte figurativo pero
sin nada de Realismo, totalmente apegado a la interpretación personal del artista. Su arte era tradicional, lleno de
color, clásico. Sus humanos eran generalmente formados por figuras geométricas.
o Francisco Toledo (1940-vivo) oaxaqueño. Sus pinturas son muy grandes y conformadas por figuras de animales
fantásticos y exóticos, envueltos en una atmósfera erótica. Grabador y dibujante.
o http://www.conaculta.gob.mx/multimedia/salavirtual/mujeresartistas/biografias.html (mujeres artistas)
o Estos son los artistas más famosos, lo más perdurable del movimiento de la Ruptura en México. Aquí se marca el
comienzo de la nueva era del pensamiento artístico, la creación d espacios nacionales para la pintura y el libre
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pensamiento para retratar cualquier cosa, sin seguir los estándar de academias o de sociedades. México se
enaltece al tener a tales personalidades mundiales en su historia artística.
8.8. La Escuela Mexicana de Pintura.
12. El grabado mexicano. José Guadalupe Posada.Los grabados tuvieron una importancia significativa en el arte, antes, durante y después de la Revolución,
conformaron retratos de la vida social, de las clases populares, de los gobernantes y de la realidad económica y política
que perduraron hasta la actualidad como testimonios invaluables, sobre todo del período del porfiriato.
El grabador de mayor influencia en toda la historia mexicana es sin lugar a dudas José Guadalupe Posada, quien
transciende como el primer gran artista del México moderno. Su obra puede apreciarse en ilustraciones de periódicos
satíricos, retratos de corridos, imágenes religiosas, juegos tradicionales, calendarios populares y es inconfundible debido
a su lenguaje propio: la calavera catrina y sus variantes, las denominada calacas.
El legado artístico de Posada va más allá de sus grabados, testimonios de su versatilidad, agudeza crítica, humor satírico
y talento creativo, crea una tradición que perdura en la actualidad, la de dibujar calaveras, con el valor que conlleva en la
identidad mexicana contemporánea.
José Guadalupe Posada (1852-1913).
Nació en la Ciudad de Aguascalientes, Arts., México. Inicialmente, trabajó como maestro de litografía en su
estado natal y a los 37 años de edad, se mudó a la Ciudad de México, donde trabajó como ilustrador de periódicos con
tendencia nacionalista y popular. En la casa editorial Vanegas Arroyo contribuía a la ilustración de hojas con textos de los
corridos de la época que se vendían en las ferias y fiestas populares.
Colaboró con el grabador José Trinidad Pedroza en la edición del periódico "El Jicote". Posada tiene una producción
prolífera de dibujos, carteles y grabados que en su época que fue muy bien difundida.
Sus bien conocidos grabados representan sobre todo calaveras y esqueletos en contextos políticos, sociales y
morales. A menudo son relacionados con el Día de los Muertos, aunque originalmente tuvieron una intención más amplia
y satírica, señalando los errores políticos, la miseria en que vivía el pueblo y a los políticos tiranos y ambiciosos. Por ello,
muchas veces su autor fue encerrado en la cárcel.
Posada murió pobre y fue sepultado en una fosa de sexta clase en el Panteón Dolores, en la Ciudad de México.
Posteriormente, sus restos fueron arrojados a una fosa común.
La obra de Posada se puede clasificar como precursora del movimiento nacionalista en las artes plásticas e influyó en
artistas, tales como Diego Rivera, José Clemente Orozco, Francisco Díaz de León y otros.
o Miguel Covarrubias, Art Decó, caricatura.
o Raúl Anguiano, geometría armónica, muralista y grabador.
o Miguel Conde, pintor, dibujante y grabador figurativo.
o Federico Cantú, muralista, grabador y escultor
o Gustavo Arias Murueta, pintor, escultor, dibujante y grabador
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Después de su legado nace la Escuela Mexicana de Grabadores, encabezada por Francisco Díaz de León.
Leopoldo Méndez y Gabriel Fernández Ledesma, se inspiró en Posada, Manilla y Picheta. Desde sus inicios brotan
grupos de artistas que trabajan en equipo y escuelas que dan importancia al estudio de las artes gráficas. La escuela da
sus frutos y en 1929 cuando se presenta la primera exposición de grabados del recién formado grupo ¡30-30! En ella
participaron los artistas grabadores David Alfaro Siqueiros, Alva de la Canal, Jean Charlot, Cortés Juárez, Francisco Díaz
de León, Manuel Echaurri, Justino Fernández, Gabriel Fernández Ledesma, Xavier Guerrero, Bulmaro Guzmán, Carlos
Orozco Romero, Rufino Tamayo, Feliciano Peña, Fermín Revueltas y Chabela Villaseñor.
En 1937 se organiza el Taller de la Gráfica Popular, al que ingresaron artistas de mucho prestigio como, Raúl
Anguiano, Leopoldo Méndez, Pablo O' Higgins, Ángel Bracho, Fanny Rabel y otros como Adolfo Quintero, quien expresó
en una ocasión. "En 20 años de lucha, de trabajo y de evolución, los integrantes del Taller de la Gráfica Popular han
logrado que el grabado mexicano sea conocido en el mundo entero".
Escultura. s. XX y s. XXI.En la primera década del siglo XX, que en lo artístico parece una continuación de las corrientes del siglo XIX con
el academismo y afrancesamiento, se erigen una serie de monumentos en la Avenida Juárez y el Paseo de la Reforma
en la Ciudad de México con algunas buenas esculturas. En la primera se encuentra el famoso hemiciclo de mármol de
carrara dedicado a Benito Juárez, proyectado por Guillermo Heredia, realizado por el escultor Lazanini e inaugurado en
1910. En el Paseo de la Reforma se puede contemplar la obra más monumental y significativa de la capital: la Victoria
Alada en la cúspide de la columna y los grupos escultóricos en su enorme base que honran a los héroes de la
Independencia, así como figuras alegóricas esculpidas por el maestro Alzate.
Jesús Contreras fue el primero que se separó de la tradición académica. En sus obras refleja por primera vez en
el ambiente afrancesado de la época, cierto expresionismo con un sentido revolucionario, el cual refleja el estado de
ánimo de su sociedad que siente ya la inminencia de un cambio en la vida política y social de México. A partir de la
Revolución de 1910, todas las manifestaciones artísticas siguen el mismo camino: evolucionaron, se modernizaron, se
mexicanizaron y rechazaron las normas de los estilos obsoletos. Sin embargo, como es lógico, este cambio no podía
realizarse hasta que en el país se restablece la normalidad. La escultura de la época moderna de México se mantuvo en
discreto equilibrio respecto de la tradición naturalista, pero con un refinamiento de moderado abstraccionismo y un nuevo
concepto del diseño.
La escultura de retrato fue más fecunda en esta época que la monumental o decorativa. Son notables la cabeza
de Silvestre Revueltas de Carlos Bracho (1899-1966), los retratos de Goitia y Jules Romain de Ignacio Asúnsolo (1890-
1965), la colección de bustos de Guillermo Toussaint (1892-1965), el retrato de Francisco Iturbe, la talla directa de
Mardonio Magaña. Tosía Malamud Rubinstein (1923-2008) de origen ruso pero de formación mexicana, fundió en bronce
una serie de bustos para la Academia de Medicina con las imágenes de los doctores más distinguidos del siglo pasado.
Es Ignacio Asúnsolo uno de los precursores del impulso de renovación en los monumentos. De este artista son:
el Monumento a la Madre de Monterrey, el Monumento a la Patria y los grupos para el monumento al General Álvaro
Obregón del arquitecto Enrique Aragón Echegaray, en la ciudad de México. Al escultor Juan Fernando Olaguíbel (1896-
1976) se le deben acreditar monumentos muy valiosos: el Pípila de Guanajuato, el Morelos de Cuernavaca, la
Flechadora en la ciudad de México y el hermoso conjunto escultórico de la fuente de Petróleos en el Paseo de la
Reforma. También es digno de mención el grupo alegórico de los Niños Héroes, mármol del escultor Ernesto Tamariz
(1904-1988).
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Uno de los monumentos más vigorosos de México es el de la Bandera, que en la ciudad de Mérida ejecutó en
una labor de quince años el escultor colombiano radicado en México, Rómulo Rozo (1899-1964). Otro gran escultor fue
el mexicano Federico Canessi (1906-1977) autor de la estatua de Gandhi que se localiza en el parque frente a la
residencia de Los Pinos.
El rompimiento con el naturalismo ya se venía gestando entre los jóvenes escultores y fue definitivamente
realizado por Germán Cueto y Luis Ortiz Monasterio (1906-1990), a este las nuevas corrientes parisinas lo impulsaron
primero y la influencia del arte griego y mesoamericano después, autor del Monumento a la Madre en la Ciudad de
México.
Tomás Chávez Morado (1909-2002) es uno de los escultores más profesionales y de mejor gusto tiene un estilo
muy personal: dentro de una sobriedad conservadora se perfila el toque modernista.
El bronce de Mujeres de Pie es una excelente muestra del trabajo de Francisco Zúñiga (1912-1998).
Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando todo el orbe se sentía convulsionado, en el ánimo de los artistas
quedaron grabadas las angustias y las tensiones que les impulsaron a revolucionar también el arte. Tanto en la música,
como en la pintura y la poesía se deja sentir este movimiento y la escultura no podía ser ajena. Artistas como Mathias
Goeritz, (1915-1990) nació en Austria y aunque es reconocido como escultor, su inspiración viene de los dibujos y arte de
otras personas. Proyectos tan famosos como la “Ruta de la Amistad” para las olimpiadas del 68 en México, La “osa
Mayor” en el Palacio de los Deportes y las “Torres de Satélite” en México, muchos otros más que imponen en su estilo:
figuras geométricas desnaturalizadas, espirales, estrellas truncadas, rombos, pirámides, volutas inconclusas, figuras
abstractas en las que el escultor deja a los espectadores desentrañar su significado y su mensaje tal como Sebastián
(Enrique Carbajal) (1947-vivo) trabaja la escultura monumental como “El Caballito” en la ciudad de México.
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8.9 El arte en la segunda mitad del siglo XX.
13. Movimientos Pictóricos s XXI.Algunos de los pintores más destacados en este siglo son:
o Eliseo Garza Aguilar, pintor y performista. Considerado entre los principales exponentes del arte provocador y
reflexivo del Tercer Milenio. En busca de una respuesta crítica de los espectadores, combina su obra pictórica en
las performances con el histrionismo teatral.
o Emmanuel Espín Pineda, pintor y actor. Considerado entre los principales exponentes del arte naif y de la
fridomanía.
o Pilar Goutas, pintora que utiliza el óleo sobre soporte de amate, con fuerte influencia de Pollock y la caligrafía
china.
o Rafael Torres Correa fija su residencia en México en el 2001 y se integra al taller de arte contemporáneo “La
Polilla” en Guadalajara, realizando diversos proyectos plásticos y escenográficos. En México trabaja junto a los
pintores, José Luis Malo, Rafael Sáenz, Eduardo Mejorada y el escultor Javier Malo. Participó en talleres de
grabados junto a la pintora Margarita Pointelin. En el 2003 realiza una formación de Washi Zoo Kei, con la
maestra salvadoreña Addis Soriano.
o Enrique Pacheco, pintor escultor, caracterizado por fusionar la pintura y la escultura con reconocimiento
mundial.
o Pilar Pacheco Méndez, artista visual y sonora.(http://www.yutzu.com/user/ICOMOS_MX/#ui-tabs-19)
o Daniel Lezama, artista visual. Trabaja sobre todo formatos grandes al óleo. Nació en 1968 de padres mexicano-
americanos.
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8.10 El arte en la segunda mitad del siglo XX.
14. Escuela de Bellas Artes. 15. Autores.El edificio se comenzó a construir el 2 de abril de 1904 con el objeto de remplazar al demolido Teatro Nacional de
México. El proyecto estuvo a cargo del arquitecto italiano Adamo Boari, quien diseñó un edificio ecléctico mezclando los
estilos Art Nouveau y Art Decó en su construcción se emplearon mármol blanco de Carrara en la fachada y mármoles de
diversos tonos en el interior, que cuenta con obras de los grandes muralistas mexicanos (David Alfaro Siqueiros, Diego
Rivera, José Clemente Orozco etc.).
La altura del edificio es de 52 metros hasta el espiral y 42,5 m hasta el techo. Cuenta con 4 pisos y un
estacionamiento subterráneo. Además de la Sala Principal hay otros espacios como la Sala Manuel M. Ponce, Sala
Adamo Boari, una cafetería, una librería y salas de exposiciones tanto temporales como permanentes.
El hundimiento del suelo comenzó a hacerse manifiesto en 1907 y es un problema que aún hoy se puede
apreciar, pues el Palacio se encuentra varios metros por debajo del nivel de la calle. Con el estallido de la Revolución
Mexicana en 1910, el ritmo de la obra fue perdiendo velocidad hasta que finalmente se suspendió en 1916 y Boari
abandonó México, dejando en el país más de cuatro mil documentos para la continuación del proyecto. La obra se
intentó retomar entre 1919 y 1928, con pocos avances.
Cuando México recuperó la estabilidad en términos económicos y sociales, la obra fue retomada en 1931 bajo el mando
del arquitecto Federico Mariscal, portando ya el nombre de Palacio de Bellas Artes y fue inaugurado oficialmente el 29 de
septiembre de 1934, por el Presidente Abelardo L. Rodríguez, con la obra teatral La verdad sospechosa de Juan Ruiz de
Alarcón interpretada por la eximia actriz mexicana María Teresa Montoya con una gran función de gala, si bien ya antes
se habían realizado conciertos en el edificio aún no concluido. El primer director de orquesta que dirigió un concierto en
el Palacio de Bellas Artes fue José F. Vázquez.
La construcción de éste gran edificio propició la fundación del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Por el
gobierno de México en el año de 1946 por decreto presidencial de Miguel Alemán Valdés, es un organismo
desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública. Iniciando operaciones como instituto gubernamental con su ley
orgánica el primero de enero de 1947, como el instituto dedicado a las artes del siglo XX en México, dicho instituto
cuenta con teatros, como el Julio Castillo, Jiménez Rueda, El Granero, Orientación, Palacio de Bellas Artes entre otros.
Oficinas, como las de la calle 5 de mayo 19, las de la (CCB) Centro Cultural del Bosque, detrás del Auditorio Nacional,
donde hoy se encuentra la dirección general del INBA.
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8.11 El arte en la segunda mitad del siglo XX.
16. La Arquitectura contemporánea en México.
Puede decirse sin exagerar que todo el siglo XX se define en la arquitectura mexicana como un abanico cuyos
extremos pueden incluir tanto el cosmopolita más común con los edificios de cristal que se construyen a diario, como el
nacionalismo más estricto con las construcciones neocoloniales que todavía se hacen hoy. En un espacio intermedio
quedan las mejores obras de arquitectura del siglo XX mexicano, pasan al mismo tiempo la prueba de la modernidad y la
adaptación a la tradición local. El primero en advertir esto fue Carlos Obregón Santacilia, autor de obras como la Escuela
Benito Juárez (19239 y cosmopolitas como el interior del Banco de México (1927) primer ejemplo del art déco en México,
quien construye en el edificio de la Secretaría de Salud (1928) una síntesis original en este estilo.
Tres arquitectos formados en la oficina de Obregón Santacilia lo emulan: José Villagrán, autor de un discurso
teórico, por cierto más trascendente que su obra construida, quien influirá en la enseñanza de la arquitectura en las
décadas de la consolidación del lenguaje moderno en México; Juan O’Gorman, el más radical de los vanguardistas,
creador de las casas de Diego Rivera y Frida Kahlo en 1931, abre el camino a un nacionalismo no historicista y Enrique
del Moral, autor de casas de las décadas de 1930 y 1940 que combinan los volúmenes del neoplasticismo holandés y la
arquitectura popular mexicana. En la ruta abierta por Del Moral, Luis Barragán consigue el mayor de los éxitos, su propia
casa construida en 1947 es una de las obras más famosas de la arquitectura mexicana del siglo XX.
Después de un breve periodo de asociación con el Arq. Carlos Obregón Santacilia, Villagrán proyectó varios
edificios para la salud como el Instituto de Higiene y Granja Sanitaria, en Popotla (1925) y el Hospital para Tuberculosos
en Huipulco (1929).
A mediados del siglo se erige el conjunto arquitectónico más ambicioso de la modernidad mexicana: la Ciudad
Universitaria (1950-52). Su urbanización se debe a Enrique del Moral y al mexicano formado en París, Mario Pani, autor
también del Conservatorio Nacional de Música, de 1946. En 1952 Frank Lloyd Wright valoraba como los mejores edificios
de la Universidad, el estadio de Augusto Pérez Palacios, Raúl Salinas Moro y Jorge Bravo, la biblioteca de Juan
O’Gorman, de Gustavo Saavedra y Juan Martínez de Velasco, y los frontones, obra de Alberto Arai. Lo que Wright más
apreciaba en estas obras es lo ya señalado: haber fundido el lenguaje moderno y la tradición arquitectónica mexicana
especialmente la más valiosa para alguien como él o Valéry: la prehispánica. Dijo Wright del estadio: “El estadio de la
Universidad de México es precisamente de México... Aquí se pueden ver las grandes tradiciones antiguas honrando a los
tiempos modernos”.
En la otra vertiente el estilo internacional, impulsado por Pani, se manifiesta en una nueva generación de
arquitectos, entre los cuales se cuentan Reynaldo Pérez Rayón, Julio de la Peña, Francisco Artigas, Alejandro Prieto,
Pedro Ramírez Vázquez, Jorge González Reyna, David Muñoz, Ramón Torres, Guillermo Rossell, Héctor Velázquez y
Abraham Zabludovsky, quien en los últimos años se ha convertido hacia una expresión más personal de la arquitectura.
También en la Ciudad Universitaria hace su aparición el español Félix Candela, autor con Jorge González Reyna del
Pabellón de Rayos Cósmicos, estructura de concreto de gran esbeltez. Candela producirá igualmente una obra tan
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notable como el restaurante Manantiales de Xochimilco con Joaquín Álvarez Ordóñez, en 1957 continuador de Barragán,
Ricardo Legorreta consigue un éxito importante en 1968 con el hotel Camino Real, en las décadas de 1970 a 1990 surge
como protagonista indudable del fin de s. XX al lado de arquitectos de vocación monumental como Agustín Hernández
(Colegio Militar, de 1976), Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky; estos últimos con obras conjuntas: el
INFONAVIT, en 1973 y El Colegio de México de 1975. Zabludovsky alcanza uno de sus mayores logros en 1991 con el
Auditorio de Guanajuato, mientras González de León lo hace con el nuevo Conservatorio de Música tres años más tarde.
Juan O´Gorman, podría calificarse como el pionero de la arquitectura ambiental en México.
Plantea una nueva teoría de arquitectura la "orgánica", que implica la noción de una relación interactiva entre el edificio,
su función y el paisaje que lo rodea. De acuerdo con esta concepción de lo arquitectónico, desprendido de las
enseñanzas y de la obra de Frank Lloyd Wright, la habitación humana se convierte en el "vehículo de armonía entre el
hombre y la tierra".
Una muestra de la madurez alcanzada por la arquitectura contemporánea de México es la creciente conciencia pública
del valor de obras como la de O’Gorman, cuyas casas para Diego y Frida, restauradas en 1995-96, han adquirido desde
entonces nueva presencia dentro y fuera de nuestras fronteras. Luis Barragán ha sido aceptado hace ya tiempo incluso
por los no iniciados, quienes promueven el rescate de obras suyas como las Torres de Satélite (con Mathías Goeritz, de
1957) y la fuente de Las Arboledas de 1961, (restaurada en 1997-98 por quien esto escribe).
Es posible que la mejor expresión de la tendencia en nuestro país, perteneciente más a la rama deconstructivista que a
la ecléctica-ornamental del postmodernismo, es la que se puede apreciar en las estaciones del Metro de la Ciudad en su
línea Pantitlán - La Paz, obra de Aurelio Nuño, Carlos Mac Gregor, Isaac Broid y Francisco Sáenz.
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8.12 El arte en la segunda mitad del siglo XX.
17. La Fotografía contemporánea en México. Manuel Álvarez Bravo.
Manuel Álvarez Bravo. (Ciudad de México 4 de febrero de 1902 - 19 de octubre de 2002) fue un fotógrafo y
cinefotógrafo mexicano. Reconocido por plasmar el paisaje y la gente de su país con maestría y originalidad.
Ese mismo año se volcó por completo a la tarea fotográfica y en 1932 realizó su primera muestra individual en la Galería
Posada. En esa época compartió exposiciones con el famoso fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson en las salas del
Palacio de Bellas Artes, fascina a André Bretón quien descubrió en su trabajo un surrealismo innato.
La amistad con Bretón fructificó en la portada del libro "Catálogo de la exposición Surrealista Internacional"
(1939) con textos de Bretón y en 1935 una exposición en París que sería trascendental en su trayectoria artística.
En 1936 expuso en la Galería Hipocampo del poeta mexicano Xavier Villaurrutia. Durante este periodo se
adentró en la experiencia de nuevas soluciones que lo apartaron por completo del lenguaje visual desarrollado por los
artistas de la lente que lo antecedieron, empleando elementos que dan mayor énfasis a la capacidad para evocar
imágenes, a través de los sugestivos títulos de sus fotografías basadas en la cultura y en la tradición mexicanas, que
denotan una gran perspicacia y en ocasiones, un fino sentido del humor.
La década de los cuarenta, marcó el inicio de Álvarez Bravo en el mundo del cine con ¡Que Viva México! (Eisenstein,
1930) y participó en rodajes con personalidades como John Ford y Luis Buñuel. Asimismo, en 1944, fue realizador del
largometraje Tehuantepec y de los cortometrajes Los tigres de Coyoacán, La vida cotidiana de los perros, ¿Cuánta será
la oscuridad? (con el escritor José Revueltas) y El obrero (con el también escritor Juan de la Cabada). Es en esta década
cuando consolida su madurez artística (que aún perdura), mediante recursos tales como la yuxtaposición, el aislamiento
de detalles y el ordenamiento con rigor geométrico. Ello dio como resultado el manejo simultáneo de lo familiar y lo
inesperado, generando una ambigüedad que invita al espectador a ver con nuevos ojos las cosas cotidianas y a construir
su propio significado. Falleció el 19 de octubre de 2002 a la edad de 100 años.
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