ARTURO BERNED
“A mi madre”
Institut Valencià d’Art Modern 19 enero - 2 mayo 2012
ARTURO BERNEDESCULTURADE PROCESO
Patrocinan
4
Consejo Rector del IVAM
Presidente de HonorAlberto FabraMolt Honorable President de la Generalitat
PresidentaLola JohnsonConsellera de Turismo, Cultura y Deporte de la Generalitat
VicepresidentaConsuelo Císcar CasabánDirectora Gerente del IVAM
SecretariaAlida Mas
VocalesRicardo BellveserFrancisco Calvo SerrallerFelipe Garín LlombartÁngel KalenbergTomàs Llorens SerraLuis Lobón MartínJosé Mª Lozano VelascoRafael Ripoll NavarroMarta Alonso Rodríguez
Directores honorariosTomàs Llorens SerraCarmen Alborch BatallerJ. F. YvarsJuan Manuel BonetKosme de Barañano
Patrocinadores del IVAM
Patrocinador PrincipalBancaja
PatrocinadoresGuillermo Caballero de LujánLa Imprenta Comunicación Gráfica S.L.TelefónicaInstituto Valenciano de Finanzas IVFEdiciones Cybermonde S.L.Grupo Fomento UrbanoPamesa Cerámica, S.L.Medi Valencia, S.L. - Casas de San José, S.L.Ausbanc EmpresasKeraben, S.A.
IVAM Institut Valencià d’Art Modern
DirecciónConsuelo Císcar Casabán
Área Técnico-ArtísticaRaquel Gutiérrez
Comunicación y DesarrolloEncarna Jiménez
Gestión internaJoan Bria
Económico-AdministrativoJuan Carlos Lledó
Acción ExteriorRaquel Gutiérrez
Montaje ExteriorJorge García
RegistroCristina Mulinas
RestauraciónMaite Martínez
ConservaciónMarta ArroyoIrene BonillaMaita CañamásJ. Ramon EscrivàMª Jesús FolchTeresa MilletJosep Vicent MonzóJosep Salvador
Departamento de PublicacionesManuel Granell
BibliotecaEloisa García
FotografíaJuan García Rosell
MontajeYolanda Montañés
Está rigurosamente prohibido, bajo las sanciones establecidas por la ley, reproducir, registrar o transmitir esta publicación, íntegra o parcialmente, por cualquier sistema de recuperación y por cualquier medio, sea mecánico, electrónico, magnético, electroópti-co, por fotocopia o cualquier otro tipo de soporte, sin la autorización expresa del IVAM Institut Valencià d’Art Modern y de los titulares del copyright.
EXPOSICIÓN
Comisario: José María Lozano Velasco
Coordinación IVAM: Irene Bonilla, Joan Ramon Escrivà
Museografía y coordinación Estudio Arturo Berned: Marisa Martín (1kw.es)
Producción esculturas: MAGISA (Madrid), Artfacts-Solution (Rumanía)
Pintura: Ismael Serrano
Transporte esculturas: Transporte Sierra
Montaje: Taller creativo
Con motivo de la exposición el IVAM presenta los vídeos siguientes:
Título: TexturasConcepto: Marisa Martín, Héctor Gómez Rioja, Arturo BernedRealización: F.P.U.Año: 2012Duración: 06:25Formato: instalación de 3 proyecciones video1 pantalla central: 3840 X 720 pixels2 pantallas laterales: 1024 X 768 pixels cada una
Título: TallerConcepto: Marisa Martín, Héctor Gómez Rioja, Arturo BernedRealización: F.P.U.Año: 2012Duración: 06:14Formato: 1280 X 720 pixels
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer el entusiasmo y la valiosa ayuda de Juan Alfaro, Héctor Gómez, Reyes Gutiérrez, Marisa Martín, Laura Mesanza, Guillermo Ponce, Carmen Recio, José Antonio Sanz, y Javier Ungría
así como la generosa colaboración de los coleccionistas que nos han cedido sus obras para esta exposición
CATÁLOGO
Producción: IVAM Institut Valencià d’Art Modern, Valencia 2012
Diseño: Manuel Granell
Coordinación técnica y maquetación: Maria Casanova
Traducción al inglés: Lettera, traducción e interpretación, Madrid
Traducción al valenciano: Àrea de Política Lingüística de la Conselleria de Cultura
Fotografías: Juan García Rosell y Lucía Pla.De la obra gráfica Héctor Gómez Rioja (pp. 46-47, 48-49, 121, 123, 125, 127, 129, 131, 133, 135, 137)Del proceso de montaje: Marisa Martín (1kw.es) (pp. 168-169)
© IVAM Institut Valencià d’Art Modern, Valencia 2012© de los textos sus autores, Valencia 2012© de las obras: Arturo Berned, Valencia 2012© de la obra gráfica Arturo Berned y Héctor Gómez, Valencia 2012
Realización: LAIMPRENTA CG www.laimprentacg.com
ISBN: 978-84-482-5712-5DL: V-230-2012
5
DE DIVINA PROPORTIONEConsuelo Císcar Casabán
PRESENTACIÓNManuel Marín
PRESENTACIÓNJavier Ungría
ESCRITOSJuan Alfaro
REFLEXIONESArturo Berned
ESCULTURA DE PROCESOJosé María Lozano Velasco
OBRA
EXPOSICIÓN EN EL IVAM
ENTREVISTAElena Pita
BIOGRAFÍA
TRADUCCIONES
7
11
13
15
17
21
35
167
191
193
185
7
DE DIVINA PROPORTIONE
Fue el matemático alemán Martin Ohm quien denominase Phi a la “proporción
áurea” que a finales del siglo XV diese a conocer al gran público el fraile italiano
Luca Pacioli en su obra De la Divina Proporción. Pero fue el escultor y arquitecto
Fidias quien inspirase ese nombre al matemático alemán ya que este magnífico
artista griego fue uno de los primeros en utilizar la “proporción áurea” nada más
y nada menos que en la construcción del Partenón.
A lo largo de la historia, no han sido pocos los artistas y pensadores que han
intentado traducir su obra a la imperativa racionalidad que impone el lenguaje
matemático. Remontándonos de nuevo a la Grecia Clásica, recordamos cómo
en el siglo VI a.C Pitágoras fundó una escuela filosófica que trataba de explicar
la vida mediante números, cuyo principio básico era: “todo en número”, y cuya
contraseña secreta era una estrella de cinco puntas que, curiosamente, si dividi-
mos cualquiera de sus diagonales por el valor de uno de sus lados obtenemos
el número Phi (1,61803), es decir la “proporción áurea” o la también llamada
“razón dorada”.
Estos breves antecedentes históricos nos sirven de aval intelectual para com-
prender y racionalizar la estética y la obra del escultor y arquitecto español
Arturo Berned (Madrid, 1966) a partir de la exposición que presentamos en
el IVAM.
Sus esculturas en acero se levantan formando ángulos rectos y precisos en tor-
no al vacío proyectando en nuestra memoria trabajos de grandes artistas como
Tony Smith y Richard Serra. Esa geometría depurada que construye poética-
mente Berned en todas sus piezas nos llevan directamente a la naturaleza que,
a pesar de su aparente caos está dominada por unas leyes y unos referentes
matemáticos que se rigen por la simetría, el equilibrio, la cadencia y, en definitiva,
por la “medida por medida” como diría Shakespeare en su reconocida obra
Measure for Measure.
Consuelo Císcar Casabán Directora del IVAM
“Si algo no se acerca a la proporción, no es bello” Arturo Berned
9
Sin embargo, su obra conceptualmente abstracta y rigurosamente “áurea” se
aleja totalmente de la realidad objetiva y del naturalismo ya que nos conduce a
modelos y estructuras que se formalizan en las emociones, en las sensaciones y
en el imaginario particular. Sus piezas nos muestran dibujos en el aire que con
sus rectas líneas caligráficas van escribiendo poemas que desean despertar la
conciencia del espectador y suministrarle una visión ordenada de la vida. Son
estructuras verbales metafóricas que expresan con delicadeza sentimientos y
valores humanos como el amor o la felicidad.
En ese sentido, como diría Oscar Wilde: “ningún gran artista ve las cosas como
son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista.” Desde esa reflexión perso-
nal de la que parte todo creador nace el arte para convertirse como apunta
Berned “en el traje de la sociedad”. Un traje que, en forma de esculturas que
se refuerzan en torno al número phi, hilvana los sentimientos más puros para
despertar una conciencia humana con el deseo de buscar metafísicamente el
“todo” en la “nada”.
A partir de esta revelación inmediata, interior y mística, Berned, como si pensase
en uno de esos intervalos silenciosos que forman parte de las composiciones
musicales de Anton Webern, rescata de entre las brasas de su particular fragua,
formas expresivas de sutil elegancia. Y es que en todas ellas hay un minimalis-
mo, una ligereza y una necesidad de comunicar con lo más mínimo que resulta
inconcebible que sean formas nacidas del metal y que se hayan tratado con la
dureza que requiere su proceso técnico.
Por último, me gustaría matizar que las esculturas de Arturo Berned sólo serán
bien entendidas si nos situamos próximos a un lenguaje matemático y abstracto
más unificado con la música y con la poesía que con la realidad trivial.
ILUSTRACIONES:
Página 7:
Arturo BernedMaqueta en madera de Espiral I (Cód. 26), febrero 2007Fotografía: Héctor Gómez Rioja
Página 8:
Arturo BernedAmistad I (Cód. 53) en MAGISA en construcción, septiembre 2009Fotografía: Héctor Gómez Rioja
11
Constituye para mí una satisfacción presentarles el catálogo de la exposición
Arturo Berned, Escultura de Proceso, cuya exhibición en el Instituto Valenciano
de Arte Moderno cuenta con el patrocinio de la Fundación Iberdrola. Sin duda
alguna, el artista, ha encontrado en las galerías de esta institución el lugar ideal
para una muestra de escultura que cuenta con algunas piezas de gran formato
y en la que continente y contenido se complementan a la perfección y van es-
trechamente de la mano.
Las más de sesenta piezas seleccionadas para la ocasión permiten acercarnos al
proceso creativo de Arturo Berned, en el que la investigación tanto de formas
como de materiales cobra una gran importancia. El equilibrio y la proporción
son una constante en sus depuradas esculturas, en las que espacio y luz, materia
y movimiento dialogan en un ejercicio permanente de abstracción.
A lo largo de esta exhaustiva muestra, integrada no sólo por esculturas sino
también por imágenes y dibujos, observamos rasgos que nos recuerdan a artis-
tas coetáneos, o que han precedido a Arturo Berned, y que han influido de una
forma u otra en su proceso creativo: el tratamiento de los materiales de Richard
Serra, la necesidad de diálogo con el mar de Eduardo Chillida, el espacio que
siempre disfrutas de Jorge Oteiza, la perfección en el proceso y el acabado de
Anish Kapoor, la necesidad constante de innovación en los restos de color azul
de Yves Klein, el juego con la materia para expresar sentimientos y realidades de
Anselm Kiefer, los giros para empezar desde un principio de Christopher Wool
y de forma sustancial la pasión por la geometría, el cálculo y la sencillez rotunda
de nuestro querido Pablo Palazuelo.
La participación de la Fundación Iberdrola en esta exposición se enmarca en
nuestro decidido apoyo a la promoción del arte y la cultura, que en esta ocasión,
nos lleva a difundir la obra de Arturo Berned, artista que a buen seguro va a
convertirse en poco tiempo en enseña obligada del arte español en el mundo.
Desde estas páginas, quisiera animar a todos los amantes de la escultura y del
arte a visitar esta exposición, a disfrutar de la observación de sus obras y del
espacio denominado “zona taller” habilitado como el propio estudio del artista
como reflejo de la evolución de su actividad creativa.
Mi felicitación al Comisario de la exposición, José Mª Lozano porque, sin duda,
estamos ante una de las muestras sobre escultura más interesantes de los últi-
mos tiempos.
Manuel Marín Presidente de Fundación Iberdrola
13
Fue en 1891 cuando en Valencia se fundó nuestra empresa, UNGRÍA, y hoy te-
nemos la posibilidad de colaborar en el patrocinio de esta exposición de Arturo
Berned que alberga el IVAM, lo que agradecemos sinceramente.
Espero que estas breves líneas, escritas desde la perspectiva de un aficionado
al Arte pero profesionalmente dedicado al ejercicio del Derecho de Patentes,
sirvan para ayudar a contemplar la obra de Arturo Berned como la de quien,
lógica y obligadamente, ha investigado lo previo, ha trabajado mucho y ha con-
seguido aportar algo nuevo. Ahí está el Arte. Difícil línea, generalmente, la que
separa la evolución o lo deducible de lo Nuevo.
En mi opinión, la obra de Arturo Berned hay que valorarla ya como lo que
se conoce como “estado de la técnica” o “prior art” y en ella otros artistas se
apoyarán para su intento. Los demás seremos los beneficiarios, pues donde hay
Arte no debería existir la soledad.
Felicitamos a Arturo Berned por su trabajo y estamos seguros de que quien vi-
site esta exposición y contemple la obra, valorará la maestría con la que se trata
la geometría en las piezas que hoy se exponen en el IVAM.
Javier Ungría Ungría, Patentes y Marcas S.A.
15
ESCRITOS
1
Ciertamente la base de la excelencia y la perfección está en el análisis y estudio
constante del objeto en su diseño, preparación y producción final.
Lo rotundo y definitivo no admite muescas ni variaciones algunas respecto a la
idea primigenia, precisamente la rotundidad viene establecida por la identidad
del objeto terminado con el pensamiento inicial. El artista no puede convivir con
el desvío ni con la sensación de que la escultura acabada está realmente incon-
clusa, sería como separar ciertamente la idea de la reflexión que no pueden ser
sino otra cosa que opuestos complementarios.
¿Qué sería de un espacio idílico ante una materia que no le garantiza su ideal?
La convivencia pacífica y armoniosa de las cosas debe partir de su concepción
como un todo, donde se integran como pronombres la producción y el seno
donde la misma habitará sin cuestionarse quién fue origen y cuál resultado. La
perfección, la rotundidad y la excelencia trabajan en la consideración de que las
partes no son tales y que la observación del espectador concibe la sensación
como un todo.
2
Las piezas del rompecabezas se entrelazan en la espera, se vuelcan unas sobre
otras como un contador de historias.
Decidir romper con el presente y unir pasado y futuro bajo la forja del deseo,
del dulce alcohol y de las sensaciones que nunca nos obsesionan.
Dejar posar sobre ella locas historias de hoy bajo el opaco humo del atardecer.
Compartir, desear, transmitir y epatar.
Que descansen los sueños mientras se descompone y se forma de nuevo, con
aristas diferentes como las sensaciones iguales que nos despiertan al alba.
Juan Alfaro
17
REFLEXIONES
La necesidad de comunicar, expresar, transmitir es innata al ser humano; cada
uno elige un modo de hacerlo, y este debe ajustarse a las aptitudes personales,
al momento en el que vive y al lugar donde está.
Lo importante es elegir un modo de expresión eficaz, óptimo y directo, adecua-
do a las necesidades y capacidades de cada uno, y sentirse cómodo y libre…;
esta elección se refleja en el mensaje, en cómo se transmite y cómo se recibe.
Crear es hacer algo de la nada, y eso es propio de Dios y sólo de Dios; el artista
manipula, transforma, interpreta… y todas estas actividades, según en qué mo-
mento del proceso creativo, producen libertad, vértigo, miedo, frustración, ganas
de correr o seguir soñando…; creo que hacer arte obliga a perder el miedo al
miedo, y el resto de las sensaciones son consecuencia de ello.
Cuando estás trabajando en una pieza, ya sea musical, escultórica, literaria o
de cualquier disciplina entendida como BELLA ARTE, se está en permanente
estado de cambio y contradicción, de euforia y tristeza, utilizando la razón y el
corazón, la técnica y la plástica, sintiendo libertad y agobio, y esta situación en-
gancha… en definitiva, esclaviza.
En el colegio, nos enseñan que históricamente se distinguían tres BELLAS AR-
TES: la arquitectura, la escultura y la pintura; más tarde, conforme evolucionan
estas y se sofistica el ser humano, aparecen otras: la literatura, la danza, la música,
el teatro…; y con el paso del tiempo aparecerán otros lenguajes y disciplinas…
Todas ellas tienen en común la necesidad de transmitir, de establecer una co-
municación con otro… y esta operación solo tiene éxito cuando hay respuesta,
actividad… en definitiva diálogo. Unas de otras se distinguen fundamentalmente
por el nombre, porque la base, la esencia es la misma.
Evidentemente, la arquitectura fue, es y será un vínculo, una excusa, un remedio,
y a veces, una enfermedad; ver arquitectura, estudiarla, hacerla, vivirla…o al me-
nos intentarlo, me ha ayudado a perder el miedo al miedo; sin lugar a dudas es
un vínculo, incluso me atrevería a decir que es lo mismo.
Arturo Berned
18
En estos momentos y lugares donde estamos, la arquitectura, como proceso
creativo y artístico, está muchas veces interrumpido, diseccionado, condicionado,
normalizado, intermediado… y sin embargo, primos suyos ahora conservan más
libertad.
Es curioso, pero si lees la definición de ESCULTURA en la Real Academia Espa-
ñola, la primera acepción dice algo así como que es el arte de modelar, tallar o
esculpir en barro, piedra, madera, etc figuras de bulto. Sin embargo, si estudias a
Le Corbusier, una de sus frases más repetidas es la definición de la ARQUITEC-
TURA como un hecho plástico, como el juego sabio, correcto, magnífico de los
volúmenes bajo la luz.
Pienso que la mayor diferencia entre las BELLAS ARTES son las palabras que
las distinguen.
En cualquier caso, en estos momentos me siento más cercano a la escultura,
porque si no, hoy estaríamos hablando de arquitectura.
¿Por qué el acero? ¿Y por qué no?; el acero, su tecnología, técnica, tratamien-
to, características mecánicas, su acabado, manipulación, transporte… se ajusta
bastante bien a lo que pretendo con mis piezas en este momento; cuando la
evolución, revolución o involución de estas requiera otras condiciones, otro
resultado… buscaré otro material.
En definitiva, la materia es un medio que te ayuda a conseguir un objetivo, y
cuando se convierte en obstáculo, pierde su razón.
El acero se adapta a la plástica que busco, es un material noble y dispuesto.
La línea es plástica pura, y al mismo tiempo, matemática; separa la luz de la som-
bra, el norte del este, lo bueno de lo malo…; es concepto, abstracción…, puede
parecer aburrida pero para mi NO LO ES.
Pienso lo mismo que con la elección del acero como protagonista de mis piezas;
es un vehículo, pero intuyo que con mayor recorrido. ¡Ojala la línea recta pen-
sara de (en) mí la décima parte de lo que yo pienso en ella!
Ortega dijo que vivir es un movimiento circular que va de dentro a fuera, y
desde fuera otra vez a dentro; para que la vitalidad sea COMPLETA y SANA es
menester que ese movimiento se cumpla enérgicamente en su doble dirección.
Creo que es cierto para la mayor parte de las actividades vitales. Una obra de
arte sale de dentro, y se termina fuera después de varias idas y venidas. Siempre
pienso en alguien con el que pueda establecer contacto esperando que evolu-
cione a diálogo.
19
No entiendo, y no por ello le niego valor a aquellos artistas que crean para
sí, sin el objetivo de encontrar a alguien fuera que continúe la conversación;
pienso que falta inventarse una palabra para esa actividad, sustancialmente
diferente a ARTE.
¿El proceso creativo? Conceptos tan habituales como equilibrio, estabilidad, pre-
cisión, luz, vacío, proporción, ritmo, composición, tensión, relación, tamaño, maci-
zo, pesado …, y todo lo contrario, otras veces.
Cuando trabajo una pieza, a veces prevalecen unos conceptos y la NO ACABO
para probar los contrarios…es un proceso iterativo, muy divertido y frustrante.
Me gustaría conocer más materiales, técnicas, medios, sonidos, movimientos o
acordes, tener más habilidades, recursos…, y mucho tiempo para creer que el
final está lejos, aunque llegue pronto.
¿Qué significan mis piezas? Esta pregunta es tan compleja que me sugiere res-
ponder como antes lo hizo Oscar Wilde: si la obra de un hombre es fácil de
comprender, toda explicación es innecesaria; y si la obra es incomprensible, toda
explicación es perjudicial.
Presente, pasado o futuro. Realmente es lo mismo, son palabras que indican
dónde te encuentras, o hacia dónde te diriges…; lo curioso es que existen los
tres a la vez o no existe ninguno… son absolutamente dependientes.
Es una actitud espiritual, más relacionada con el ánimo, la esperanza, la ilusión
que con el tiempo…; y como todos son estados y pueden cambiar… el tiempo
lo dirá!
21
ESCULTURA DE PROCESO
Esa vida propia que tienen las palabras, íntima que diría la cineasta Isabel Coixet,
(1) que las hace reales o imaginarias según convenga al relato principal, que las
tiñe de colores y matices aún cuando su trazo escrito resulte muy fino, invisible
en ocasiones; esos juegos que permiten enlazarlas o trocearlas dando vida a
nuevas palabras más largas y complejas o a otras cortas y esenciales; cuando no
a frases, párrafos, epígrafes, capítulos que pueden ser proemios o prefacios, epí-
logos o conclúderes, códigos y códices, tesis, memorias y hasta balances, dogmas,
ensayos, novelas de caballería o novelas de color de rosa, cuentos infantiles …
hasta ese gran libro de la historia siempre inconcluso. Esa abstracción del pensa-
miento que termina por fijarlo (por limpiar y por dar esplendor).
Ese es el mundo propio –o así lo intuyo yo que no me atrevo a ir más lejos- en
el que se forjan las esculturas, o los retazos de escultura (los trozos, los pedazos,
los jirones) que, ordenados con criterio de geómetra, dan ese resultado final
que hoy el observador atento puede descifrar en las Salas del IVAM.
Es cultura (ahora toca separar en dos) de procesos, de cambios y evoluciones
ordenadas que generan –o han sido generadas- por series y ritmos, por módulos
y reglas, tan precisos (y preciosos) como mágicos. De manera que se autoriza a
sospechar de la existencia de una vida paralela –de las palabras y de los objetos-
en la que se instalan las esculturas de Arturo Berned, tan cautas, tan “pillas”, hasta
componer un episodio épico o la ensoñación fantástica de algo que no existe más
que en la ilusión de quien confía en su existencia. O todo o nada. O son, o no son.
Hay indicios de que los dioses se entretenían en cábalas y otros ejercicios mate-
máticos sencillos cuando el ocio, el tedio o el aburrimiento –los dioses nunca se
cansan- los sacaba de su rutina creativa; y hay quien cree que ellos, en su bondad
infinita, acordaron permitir a los humanos acceder a algunas de las operaciones
más sencillas. Pues poco hay más allá de las cuatro reglas y de sus múltiple y so-
fisticadas combinaciones; por difíciles que parezcan nuevos conceptos extraídos
de la matemática de salón.
José María Lozano Velasco Comisario de la exposición
22
Es sabida la debilidad de los arquitectos y de los sacerdotes por las reglas
de oro, los principios básicos y los fundamentos. Diez son los mandamien-
tos, nueve las bienaventuranzas, siete los pecados capitales, cuatro las virtudes
cardinales y tres las teologales como diez son las normas con las que Wright
descompone la caja (2) y cinco los puntos con los que compone su propio
universo Le Corbusier (3). Siete las caras facetadas de los poliedros imposibles
que Marinetti y Sant Elia (4) pudieran hoy publicar en su twit gráfico. (Y dejo
al lector que haga sus propias deducciones buscando otros decálogos y otras
tablas, otros arquitectos y otras religiones).
Es conocida la habilidad de los escultores y de los médicos en el manejo de las
herramientas, de las mesas y los bancos de trabajo. Escarpelos, bisturís y hasta
sondas laparoscópicas no resultan muy diversas de las gubias, escoplos, martillos
o sierras de pelo; de las limas y lijas, del electrodo o del láser. Unos haciendo y
otros deshaciendo, salvo que los papeles se inviertan. Que también el facultativo
recompone y el artista destruye.
He recorrido estos caminos, itinerarios, procesos si se quiere, para llegar a la
escultura de este escultor arquitecto que, puesto que cura alma y cuerpo con su
trabajo, tiene de chamán y de galeno, de hechicero al fin y al cabo que hechizar
es lo que el artista hace en este mundo traidor.
En el rigor de cada paso, de cada decisión medida y pesada (de “pesas y me-
didas” me contaba Juanjo Estellés, “mestre” de la arquitectura valenciana, ante
la mirada divertida de Román Jiménez (5) que siempre ha sido mi maestro)
Berned va depositando una dosis mágica de sensaciones y deseos, de per-
cepciones de apariencia elemental que se reproducen con la eficiencia de los
rizomas sujetos al imperio de Fibonacci (6). De manera que el espectador, de
refresco con el comienzo del día, o exhausto con la caída de la tarde, opta por
dejarse atrapar en las tramas espaciales que se extienden impávidas más allá
de la materia acerada de su trabajo plástico, más allá de las salas del museo
que las contiene, más allá de la ciudad que las alberga ofreciéndoles carta de
naturaleza ciudadana. Otro remedio no se tiene: atrapado o expulsado. Y con
el paraíso no se juega.
No es la primera vez que Berned comparte con gente anónima, con conocidos
desconocidos, el destilado de su disciplina artística, pero sí es la primera ocasión
que tiene –en una trayectoria tan joven como madura- de ocupar los medi-
terráneos espacios del Instituto Valenciano de Arte Moderno. Aunque tal vez
su explanada y sus muros lo esperaban pacientes, como sugiere mi admirado
Juan Manuel Bonet, desde que lo hiciera Mark Di Suvero en 1994 (7). Sea como
23
fuere aquí, en este templo de la cultura moderna que es herramienta a la vez,
(templo por museo, herramienta por instituto de investigación) el arquitecto-
escultor (o escultor-arquitecto; elija el lector según gusto y criterio) instalará sus
cabezas, sus cintas y sus cajas; evocará sus primeras columnas, sus guerreros,
soldados y damas; y lo hará acompañado de las magnificas fotografías de Héctor
Gómez Rioja –arte sobre arte o, mejor, arte con arte-, de textos propios y de
sus amigos (entre los que deseo contarme); y con una extraordinaria novedad,
porque a lo largo de la muestra, en la “zona taller” de la exposición, sobre el
banco de trabajo, se podrá apreciar la evolución actual de su actividad creativa
como si en su propio estudio o taller se encontrara; en su estudio del Edificio
Leitner, construido por el prestigioso estudio de arquitectura Lamela (8), firma
de la que Arturo Berned fue Director de Proyectos durante una larga tempo-
rada después de haber trabajado en México en los noventa. Las últimas piezas
producidas por el artista visitarán la Muestra del IVAM y sustituirán a las últimas
exhibidas. Nunca lo habíamos hecho.
La primera vez que hablé con Arturo, alertado por Consuelo Císcar (9) que ya
había escrito aquello de DE DlVINA PROPORTIONE “Si algo no se acerca a la pro-
porción, no es bello”, citando a su propio autor, creí que llamaría a esta Exposición
Work in progress (o tal vez, sculpture in progress; por un respeto al origen del
concepto) por la dinámica inherente al momento actual en su obra (de vacíos y
movimientos ha hablado quien ha sido su última comisaria Alicia Ventura); y claro
que la idea de la geometría –más tarde hablaremos de matemáticas, con el per-
miso de mi colega Pepe Bonet, académico de la cosa- o, mejor, la obsesión por
la geometría amparó un agradable almuerzo; y citamos a Fibonacci pero también
a Durero (10), y recordamos la larga lista de arquitectos admirados por ambos,
desde Mies (11) hasta Alberto Campo (12) (de cuya Casa Guerrero hay inspiración
y referencia). Creo que hablamos también de material y de técnica, del acero frío
y del acero cálido, que no siempre se corresponde con su condición de inox o de
corten, sino más bien de su doma. Hablamos mucho y de todo pero hablamos
poco de tanto que hablar cuando se puede hacerlo con un espíritu sensible, para
lo artístico y para lo humano, probablemente forjado, como el acero que él tanto
ama, bajo la permanente disciplina de la razón y+ el número, de la que, más que
adepto, es legítimo propietario.
Más tarde, al empezar a estudiar su producción artística, al conocer un poco su
personalidad, al comprender su elegancia; en su propio estudio y al tocar con
mis manos su obra por primera vez, recordé a Borges invidente, comprendien-
do con las suyas la pequeña esfera de mármoles de Pietra Santa que mi amigo
Rafael Trénor (13) hacía representar a uno de sus planetas.
24
Mis primeras notas, las del progreso permanente -algo más que la continuidad,
una evolución dinámica- al confirmarse, han derivado en observaciones más
complejas que hago desde la inocencia del profano que no es artista ni crítico,
o desde la picardía del catedrático de arquitectura de “armas tomar”. Y me he
detenido en las formas, en ese dibujo en el espacio del que habla Alicia Ventura
(14), o como ella misma dice en los “vacíos esculpidos” y he reflexionado acerca
de las leyes que los rigen, de las técnicas empleadas, de la estructura subyacente
y de los principios del equilibrio y de la estática hasta llegar a disfrutar de su
armonía y de su belleza. Y ha dado comienzo una colección de experiencias
visuales y táctiles, de ejercicios de composición buscando ejes y trasparencias,
imaginando series y proporciones secretas que se plasman, a beneficio del es-
pectador, en esta Muestra del IVAM.
Y seguramente por ello, al ser yo el primer espectador de esta muestra en
mi privilegiada condición de comisario, con la inestimable colaboración de mi
colega Marisa Martín, al gozar de la posesión material de su obra, entendí esta
ESCULTURA DE PROCESO con la que titulo mi escrito, y con la que se intitula
para mi honra la Exposición, y que sintetiza en el verbo su trabajo.
Ahora, en el IVAM, tras encontrarse con la obra soberbia de Julio González (15),
con los Chillidas, y los Anthony Caro, Richard Serra, Miquel Navarro o Ramón
de Soto (16) o con Palazuelo, con Rueda, con Chirino o con Alfaro; tras saborear
la huella de las más recientes de Villa o de Nati Navalón o de Lobo; Arturo
Berned nos ofrece una muestra de su trabajo en tono didáctico y muy natural.
Todo ha sido pensado y reflexionado al detalle en un proceso –¡otra vez los
procesos!- de depuración que ha ido reduciendo a esencias lo que inicialmente
era un universo de sensaciones seductoras y de interés general. Ese propio pro-
ceso de refinado ha propiciado hallazgos, en ocasiones incluso de adición, y ha
producido ideas de innovación que han resultado energéticas.
(Incluso, confieso, cayó el plural inicial del título –“de procesos” la llamé en ori-
gen- y quedó como reza, “de proceso”).
Pero todo se corresponde con una decisión espontánea y firme, abierta siem-
pre a las propuestas de un equipo diverso y por ello lo encuentro natural. Tan
natural como lo es dirigir el trabajo en el taller metalúrgico o como lo es dirigir
la obra para el profesional de veras. Para el profesional de oficio, seguramen-
te entre lo artesano y lo industrial, contaminado de ambos en su condición
manufacturera.
No es casual mi coincidencia con las referencias musicales de Alicia Ventura –a
Mahler se refiere en su texto de la Exposición ARTURO BERNED 1+Raiz cua-
25
drada de 5 partido por 2- , ni mi adhesión a la reivindicación de José Antonio
Bonet, en el mismo catálogo, de la escultura en la tradición moderna, del 37 a
Chillida, a la que se apunta con legitimidad –coincido plenamente con él- Arturo
Berned. Ni lo es tampoco que comparta con Jesús M. Castaño sus alusiones al
intimismo de su obra, a ese mestizaje oportuno entre vida y misticismo, cuando
glosa la Exposición Arturo Berned. Esculturas 2008.
Es tan difícil como innecesario adentrarse en la disquisición entre la formación
académica de nuestro escultor y su posterior, dilatada y exquisita trayectoria
profesional, y su espléndida musculatura artística. Es cierto que sus esculturas
están construidas con el rigor de un perito y que sus estructuras han sido dise-
ñadas con el oficio de un creador de espacios. Que si son condiciones inheren-
tes al arquitecto, no lo son de su exclusivo ejercicio. Como también es cierto
que las múltiples lecturas que procuran al observador cada una de sus piezas o
la multiplicación que se produce cuando se visitan en conjunto, están próximas
a la función de habitar, específica de la arquitectura, pero tampoco exclusiva.
Gracias a Dios.
Sea como fuere, poco importa encontrar una respuesta que probablemente es
diversa y podría, inhabitualmente, contentar a todos. A mi personalmente me
parece que en la obra de Arturo Berned habita un espíritu emotivo y optimista
que se transporta al espectador con contundencia.
En esa acción de “descomponer y construir” -cito de nuevo a Bonet- nuestro
escultor recurre tanto al conocimiento científico como al impulso de la pa-
sión, característica implícita en el escultor de estirpe, sea cual fuera su técnica,
desde la estereotomía de la piedra al corte por infrarrojos. Y ya no importa si
hay que encontrar en el gnomon (17) o en Barragán (18) sus referencias; ni el
Hombre de Vitruvio de Leonardo (19) ni el Modulor de Le Corbusier compiten
en influencia; como no está tan lejos la escultura de Picasso de la de Amílcar
de Castro (20).
En una trayectoria vertiginosa –si admitimos como inicio su exposición de
2008- su obra ha ido creciendo en emociones mientras adelgaza en evidencia.
Y, conservando la frescura de la investigación matemática (ahora voy con las
matemáticas) que está siempre en el origen, se modela y se modula hasta tener
una presencia esencial que la aleja de la materia, hasta el punto en que el acero
inoxidable irradia una suerte de calor y el corten es capaz de expulsarte con la
meticulosidad de su construcción y acabado. Tal vez él no lo sepa, pero como el
hombre al que hablaban los caballos, a nuestro autor le habla el acero. (Aunque
él espera oír hablar a la línea recta).
26
La fascinación que a lo largo de la historia de nuestra cultura han ejercido las
matemáticas sobre artistas y arquitectos es proporcional a la necesidad que se
produce, en los no especialistas de los números, de hacer de ellos un alimento
espiritual. Un ejercicio permanente de abstracción, la búsqueda de la eficiencia
mediante el rigor, la ambición de la simplicidad como elegancia, el ensayo con
la belleza esencial: eso son para un ignorante como yo las matemáticas. Y la
gimnasia intelectual para una existencia digna, la herramienta para la solidaridad
y la cooperación, y el antídoto de la demagogia, la garantía de la democracia.
No extrañará al alma sensible que otras, de idéntica condición, se fascinen antes
tamañas virtudes en torno al número.
Así que no es coincidencia que ritmo, armonía, tono, compás, secuencia, escala,
proporción, matiz, composición, nota, eje o cadencia resulten términos –atra-
pados aquí al azar- comunes a la plástica o a la música, como probablemente
también al lenguaje más íntimo de la vida.
Sus obras premiadas por prestigiosas firmas nacionales o extranjeras o las que
permanecen en selectas colecciones públicas o privadas, dan cuenta de un re-
conocimiento social de su producción que confirman las opiniones elogiosas de
críticos y expertos. Que se complementan oportunamente.
“A partir de esta revelación inmediata, interior y mística, Berned, como si
pensase en uno de esos intervalos silenciosos que forman parte de las com-
posiciones musicales de Antón Webem, rescata de entre las brasas de su
particular fragua formas expresivas de sutil elegancia. Y es que en todas ellas
hay un minimalismo, una ligereza y una necesidad de comunicar con lo más
mínimo que resulta inconcebible que sean formas nacidas del metal y que
se hayan tratado con la dureza que requiere su proceso técnico. Por último,
me gustaría matizar que las esculturas de Arturo Bemed sólo serán bien
entendidas si nos situamos próximos a un lenguaje matemático y abstracto
más unificados con la música y con la poesía que con la realidad trivial.” (21)
Escribe, por ejemplo, la Directora del IVAM Consuelo Císcar a propósito
del ar tista.
O él mismo se explaya en reflexiones atrapadas por Marisa Martín para una
mejor comprensión de su obra. “¿CUÁL ES EL PROCESO CREATIVO? Con-
ceptos tan habituales como equilibrio, estabilidad, precisión, luz, vacío, propor-
ción, ritmo, composición, tensión, relación, tamaño, macizo, pesado…, y todo lo
contrario, otras veces. Cuando trabajo una pieza, a veces prevalecen unos con-
ceptos y la NO ACABO para probar los contrarios…es un proceso iterativo,
muy divertido y frustrante.
27
Me gustaría conocer más materiales, técnicas, medios, sonidos, movimientos o
acordes, tener mas habilidades, recursos…, y mucho tiempo para creer que el
final está lejos, aunque llegue pronto” (22).
Por mi parte, acostumbrado a moverme en las ciudades de Miquel Navarro
(23), o en los laberintos de Ramón de Soto que siguieron a sus reflexiones
plásticas entre Eros y Thanatos, estudioso de la mano de Rafa Trénor del mis-
terio que une o separa a Chillida y Oteiza, devoto de Richard Serra, reciente
descubridor del venezolano-holandés Cornelis Zitman (24) o del paraguayo
Gustavo Beckelmann (25), siempre admirado profundamente ante nuestro Julio
González … encuentro en el conjunto de la obra de Arturo Berned una lec-
ción de humanidad.
Nacido en Madrid en 1966, el año que Lezama Lima escribe Paradiso en su
Habana (26) querida bajo la mirada atenta del dictador, esa obra que leíamos a
escondidas de la censura -¡qué paradoja!- los jóvenes de otra dictadura. El año
del elepé Revolver de los Beatles (que aquí llegaron a llamarse Los escarabajos),
el de “blonde on blonde” de Dylan en USA, el de los Beach Boys Pet sounds, el
Sunshine Superman del escocés Donovan o de las famosas botas para caminar
de Nancy Sinatra. El mismo año de la muerte del gran Alberto Giacometti o
del cineasta americano Buster Keaton, el del nacimiento de la actriz Ana Torrent
o de la atleta holandesa Ellen van Langen (datos extraídos de la red). Año or-
dinario de la tecnocracia que derivaría en el tardofranquismo creativo de una
España ávida de cultura y sensaciones de vida nueva. Y capaz para generarlas
con fuerza. Buen año para nacer, buen año para que naciera.
Sus estudios de arquitectura en una escuela de maestros y brillantes discípulos,
sus becas en Londres y Turín o en Oxford, resultaron el prólogo adecuado a su
trabajo profesional como arquitecto en México, Inglaterra, Italia y –por supues-
to- España. Con Ramón Araujo y Luis Vidal ha proyectado y construido recien-
temente (2005-2007) el Hospital Infanta Leonor de Vallecas; los “paraguas” que
evocan la obra de Félix Candela o el manejo sutil del color –pienso otra vez en
Barragán- me facilitan su lectura. Toda una trayectoria de esfuerzo y rigor en el
cultivo del conocimiento y la búsqueda de la sensibilidad. La capacidad gestora,
una seña de identidad en lo contemporáneo, se verá acrecentada durante una
época fundamental en su formación integral como la que, desde la Dirección de
Proyectos y Obras del Estudio Lamela, le permite compartir experiencias como
la de la T4 de Barajas, o el Aeropuerto Sharm El Sheik, la Ciudad Deportiva del
Real Madrid o la ampliación del Bernabeu o el Distrito C de Telefónica. En el
estudio de batas blancas, de la corbata sin nudo de su fundador, se cree y se
practican las matemáticas.
28
Y de la relación con otro maestro de la arquitectura española contemporánea,
el catedrático Alberto Campo Baeza, en su Casa Guerrero, deben deducirse no
pocas evocaciones (referencias o influencias tal vez también) en la construcción
del espacio escultórico que amuebla el pensamiento de Berned.
Al final, una obra amable que se ofrece al espectador –a punto he estado de
llamarle usuario- con docilidad, dejando que sea éste quien extraiga su lectura,
única o diversa, tras comprender la energía que comunica y hacerla suya, pro-
yectándola sobre la propia biografía, añadiéndola a su recorrido cultural más
íntimo, buscando en su corazón, relacionándola con experiencias anteriores,
comparándola, admitiéndola como generación de deseos, de nuevas ideas y
concepciones.
A lo delicado de las CINTAS, esbeltas, cíclicas pero desafiantes de Moebius
(27) –siempre, para Berned, su línea recta protagonista- que se enroscan como
si estuvieran vivas y adoptaran posturas míticas de las artes marciales, ya de ata-
que, ya de defensa; en mimado corten o en inoxidable pulido; apoyadas con tal
delicadeza que parecen suspendidas, flotantes; a la contundencia de los planos
que construyen la Cinta III se contrapone el rizo domesticado de la CABEZA I..
Porque las cabezas no son compactas como las cintas no resultan lineales. El
volumen en las primeras, la ligereza de las segundas, juegan con los nombres ele-
gidos componiendo un oximoron delicado entre denominación y forma. Pero
no hay ironía en la operación, hay más bien un compromiso entre abstracción
y materia, una microguía de instrucciones de uso que facilita la comprensión de
mensajes.
El tamaño no es nunca una cuestión aleatoria en la obra de Arturo Berned,
tampoco de escala. Uno puede imaginar mentalmente los cambios - nada más
fácil- y hacer grande lo pequeño y pequeño lo grande. Hasta darse cuenta de
que el escultor ejerce un control de la dimensión que se ajusta al contenido, que
debe permanecer invariante y no admite con docilidad los cambios, por sencillo
que parezca realizarlos. La obra se rebela contra el espectador, tal vez antes
ya lo hizo ante su propio creador, reivindicando su estatura, su complexión, su
peso y el resultado acaece el destilado exquisito de un alambicado proceso. ¡Y
de nuevo los procesos!
En las CAJAS se dan cita puntual y eficiente las estrategias heredadas de unas
y otras. Los planos se comportan como antes lo hicieran las líneas, y compiten
llenos y vacíos hasta parecer confundir a la razón, como en las figuras imposibles
de José María Yturralde (28). Cuado se separan o dejan de superponerse, cuan-
29
do construyen un nuevo vacío más grande que los que alberga cada una de las
piezas que componen estas cajas, el conjunto se transforma y enriquece, coloni-
za más espacio y lo enriquece mientras se apropia, calificándolo y poniéndolo en
valor. La llegada del color, esa capa ajustada de pintura de poliuretano extendida
como un guante o, mejor, como una segunda piel sobre el acero corten con la
que termina su CAJA XXXI; más que una caja una serie de cajas, una cordillera
geometrizada, una colección de cubistas muñecas rusas, tiene la frescura de la
obra de policarbonatos de colores del Ramón de Soto que me dio lecciones
de Elementos de Composición, combinando la Gestalt y la Semiótica. Y la fuerza
de cuanto he visto entre las follies de Bernard Tschumi (29) en el parque de la
Villette de París o en el Art Disctrict 798 de Beijing, impresionado por la obra
de Olafur Eliasson (30) .
Lástima que la Vela VI, terminada de idéntica manera, cuidadosamente deposi-
tada sobre el verde del jardín de un coleccionista privado, no pudiera erigirse
en las valencianas playas de la Malvarrosa como un generoso anuncio de esta
Muestra. Pero veremos otras velas pequeñas, que apenas levantan un palmo del
suelo, connotando idénticas sensaciones de liviandad mientras aparentan una
solidez etérea. Sus conjuntos, formados sin más leyes que las que se derivan de
la coincidencia de sus estructuras más profundas, como eslabones de una ca-
dena forjada a yunque y martillo, tienen la belleza ,y la cadencia, de los puertos
nubios de veleros latinos. Y la magia del viento que sopla en el desierto cercano
modelando las dunas cambiantes.
No van a faltar a esta cita valenciana las fotografías de Héctor Gómez Rioja
(31), como una obra a cuatro manos, un collage de técnicas, una amalgama de
impresiones estéticas. Contienen a la vez la sobria belleza de las maquetas de El
Lissitzky y de los dibujos de Malevich (32), la herencia bien digerida de Mondrian,
los efectos neoplasticistas de Oud o de Rietveld, la admiración por el Nuevo
Mundo convenientemente contaminada por la plástica brasileña de una Lina Bo
Bardi (33). Inopinado discípulo virtual de Torres García (34) aunque afortunada-
mente libre de la tiranía dulce de su escuela uruguaya.
Hemos querido proporcionar al visitante un itinerario “bernedista” desde la ex-
planada exterior, ese vestíbulo urbano que caracteriza la llegada al museo, hasta
la intimidad de la “zona taller” de la Sala 5, que es como los senderos de aromas
que la paisajista Kathryn Gustafson (35) ha previsto para el Parque Central de
Valencia, un gozo de los sentidos que va puntuando un recorrido pedagógico
que completa su comprensión. Cuatro obras en la explanada, una en el vestíbulo
previo, hasta dar entrada a la Sala con un prólogo completo que sintetiza –escul-
turas y fotografías- de un solo golpe un discurso extenso y profundo. La plantilla
30
que regula la disposición de las obras, sus particulares orientaciones, la distancia
entre ellas y las tramas que procuran, el encuentro de ejes o transparencias, la
visión de unas desde otras o a través de otras, hacen del paseo por la sala una
suerte de recorrido paisajístico entre el land art y la estatuaria urbana renacen-
tista. Y ya lo he dicho, nada es casual; será el viajero quien haga su propio plano
del tesoro, con la seguridad de que todos los pergaminos serán auténticos.
Me decía recientemente el arquitecto brasileño Ciro Pirondi (36) que Burle
Marx opinaba (cito de memoria) que nada hay tan hermoso como la naturaleza
y nada tan insensato como intentar copiarla. Debe tener razón quien dice que
es ésta la que imita al arte y no al revés (37). O Franco Fontana (38) cuando me
aseguraba que él fotografía lo que no se ve.
Las visiones cenitales, desde ese lugar que es más un bonsai que un clon de su
estudio madrileño, que recrea la producción entre escritos y bocetos, fotografías
y las últimas muestras de taller, complementan lo aprehendido con anterioridad
hasta necesitar empezar de nuevo. Tal vez en un registro de alegoría cosmogóni-
ca que es como una prueba fehaciente de compromiso con la realidad a través
de su abstracción más depurada.
Ha sido un privilegio p ara Berned que un maestro de la talla de Martín Chirino
(39) escribiera en uno de sus catálogos (Madrid 2008) acerca de su obra, y un
honor para un servidor encontrar en sus palabras, concisas y profundas –como
lo son sus espléndidas esculturas- similitudes con lo fundamental de la desor-
denada colección de ideas que he ido relatando con anterioridad. Su cuidadosa
formación arquitectónica (añado yo: y su rigurosa práctica) y el constructivismo
como principio generador de la obra de Berned son asuntos que no escapan
al análisis que el maestro efectúa acerca de quien se reconoce discípulo. Más
aguda me parece su apreciación sobre los ecos de las primeras vanguardias que
en su escultura subyace, tal vez afianzada precisamente en la ruptura de barreras
que hace de la misma objeto de hibridación entre campos artísticos diversos.
Me han quedado muy atrás las primeras impresiones, la lectura más inmediata
de sus conductas rigurosas, de su afición por la regla, de su pasión por la norma,
de su colección de fetiches matemáticos, de su adiestramiento en el arte de lo
estricto, de su militancia en la geometría, de su apuesta por la razón, de su lucha
por la verdad. Ahora, sólo percibo emociones.
Montevideo y Alicante, noviembre de dos mil once.
31
NOTAS:
1. La película La vida secreta de las palabras (2006) es obra de la directora
de cine española Isabel Coixet (San Adrián del Besós, abril de 1960).
2. Frank Lloyd Wright (Oak Park, junio de 1867 - Phoenix, abril de 1959)
es el conocido maestro de la arquitectura autor de la Falling Water (La
Casa de la Cascada) o el Museo Guggenheim de Nueva York; del desapa-
recido Hotel Imperial de Tokio o del magnífico Edificio Larkin en Búfalo.
Ayn Rand inspiró en él la famosa película El Manantial. Con motivo de la
construcción de sus Casas de la pradera en Chicago –la paradigmática
Casa Robie entre ellas- teorizó esos diez puntos en torno a la descom-
posición de la caja.
3. Los famosos cinco puntos de Le Corbusier (Charles Édouard Jeanneret,
La Chaux-de-Fonds, Suiza, octubre de 1887 – Provenza-Alpes, Francia, de
1965), para muchos el padre poeta del racionalismo europeo, autor de la
Casa Savoie y de las Unidades de Habitación, de la Capilla de Ronchamp
y del Plan Obús para Argel, con su concepción formal y constructiva del
piloti, relató cinco puntos que todo estudiante de arquitectura del mundo
conoce en el inicio de sus estudios. Por más que Jane Jacobs se enojara
con él unos cuántos años más tarde.
4. Filippo Tommasso Marinetti (Alejandría, Egipto, diciembre de 1876 - Be-
llagio, Como, diciembre de 1944), escribió en 1909 su Manifiesto Futirista,
esta vez con once preceptos, un decálogo más uno. Y fue fundador del
futurismo. Antonio Sant’Elia (Como, 1888 - Monfalcone, 1916), arquitecto
italiano, impartió docencia de arquitectura en Bolonia desde 1913. Un
año más tarde publica su propio Manifiesto de Arquitectura Futurista, tras
haber creado el grupo Nuove Tendenze.
5. El arquitecto Román Jiménez Iranzo (Buñol 1934- Valencia 2006), fue
el fundador de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia
y su primer Director, y también fue mi maestro. Fue Académico de San
Carlos, creador de la primera Ordenanza de Prevención de Incendios y
arquitecto jefe de proyectos y obras del Ayuntamiento de Valencia. Su
obra, dilatada y exquisita, tiene episodios como La raspa o la Clínica de
Nuestra Señora de la Esperanza (hoy Quirón). Juan José Estellés Ceba,
es Mestre Valencià d`Arquitectura, reconocido por el Colegio Oficial de
Arquitectos de Valencia.
6. Leonardo Pisano Bigollo (1170 – 1250), es conocido por su famosa
serie iniciada por el 1 y el 1, para ser continuada por la suma de ellos, 2, y
así sucesivamente (3, 5, 8, 13, 21, 44, etc.). La fascinación que Fibonacci ha
producido no solo en el mundo de la matemática, sino en el del arte, la
música, la arquitectura y la literatura, persiste hasta nuestros días. El escul-
tor y arquitecto Arturo Berned da, hoy, testimonio de ello.
7. Juan Manuel Bonet (París 1953) ha sido Director del IVAM y del Rei-
na Sofía de Madrid. Su obra teórica más conocida, Diccionario de las van-
guardias en España (1907-1936) sigue siendo de obligada lectura para la
comprensión del arte contemporáneo español. Mark di Suvero, nacido
en Shangai en 1933, es exponente de la escultura abstracto expresionista
norteamericana y expuso en el IVAM en el período de dirección de Bonet.
8. Antonio Lamela Martínez (Madrid, diciembre de 1926) fundó su propio
estudio de arquitectura en Madrid inmediatamente después de acabar su
carrera en 1954. Creador de las Torres de Colón (1976) y de importantes
proyectos internacionales entre los que destaca su coautoría con Richard
Rogers en la T4 de Barajas, es también Premio Rey Jaime I de Sostenibili-
dad, urbanismo y paisaje.
9. Consuelo Císcar Casabán es Directora del IVAM desde 2004 hasta la
actualidad. A ella se debe la mayor proyección internacional del Museo y
de los artistas valencianos contemporáneos, además del mayor incremen-
to en selectas e importantes donaciones para su acervo.
10. Alberto Durero (Núremberg, mayo de 1471 - Núremberg, abril de
1528) pasa por ser el gran pintor del renacimiento germánico. Renacen-
tista, desde luego, por sus múltiples facetas creativas, atendió desde el
grabado hasta teoría. Su obra Cuatro libros sobre las proporciones humanas,
complementa de forma razonada lo que, de un golpe, contiene su famosa
piedra de la melancolía (tan querida por Román Jiménez).
11. Ludwig Mies van der Rohe (Aquisgrán, marzo de 1886 – Chicago,
agosto de 1969), es ese genio de la arquitectura moderna del que todos
reclamamos parte alícuota de su herencia. El de less is more y el Dios en
los detalles, el del Pabellón de Barcelona de 1929, el de la Galería Nacional
de Berlín (1962-1968).
12. Mi amigo Alberto Campo Baeza, maestro y colega de cátedra –él
en Madrid, yo en Valencia- es uno de los arquitectos más relevantes en
el panorama español contemporáneo. Desde su casa Turégano hasta la
sede central de Caja Granada, desde el Centro de Inca hasta la Guardería
italiana, su obra es de culto en nuestras escuelas de arquitectura. Berned
se inspira en su casa Guerrero para una de sus esculturas.
13. Rafael Trénor y Suárez de Lezo, también es mi amigo. Y lo fue del gran
escritor del Aleph. Autor de la nunca construida Esfera Armilar y de su
cosmogónica Alma del Mundo, vive y trabaja entre Valencia (en los altos
de la casa que construyó su abuelo) y en Menorca (en Sapleta, preciosa
casa de pagesos vecina de taulas y talayots).
14. Alicia Ventura, crítica de arte, ha sido comisaria de la última exposición
de escultura de Arturo Berned. Madrid junio de 2011.
15. Es sabido que el IVAM, Instituto Valenciano de Arte Moderno, es tam-
bién denominado Centro Julio González. Con una importante parte de
la obra del gran escultor barcelonés que vivió y murió en París (1942) se
inauguró la colección del IVAM, siendo todavía la seña de identidad del
Museo valenciano y el conjunto más representativo para quien quiera
conocerlo.
16. Cito ahora alguno de los muchos nombres que el lector interesado
podrá descubrir en el compendio expositivo de obra escultórica en el
IVAM. Valencianos, nacionales o extranjeros, todos ellos relevantes, compo-
nen una magnífica lección de escultura moderna, casi un tratado. Ramón
de Soto, que fue mi profesor y amigo, que sigue siéndolo mientras nos
sentamos juntos en el Consell Valencià de Cultura, que me acompaña y
tutela cuando –con mi hija Ana- muestro nuestras arquitecturas próximas,
es responsable directo de mucho de lo que yo he hecho y sigo haciendo.
17. El término gnomon hace referencia a un objeto alargado cuya sombra
se proyecta sobre una escala graduada y así medir el paso del tiempo.
32
También a las relaciones de semejanza y proporción entre rectángulos
pertenecientes a una serie.
18. Aunque el arquitecto mexicano Luis Barragán Morfín (Guadalajara,
marzo de 1902 - México D F, noviembre de 1988) ya había muerto
cuando el joven Arturo Berned vivió y trabajó en México, el mestizaje
de geometría y color, de lo culto y lo autóctono, siempre presente en su
obra construida, ha dejado huella y mella en el trabajo de nuestro escultor.
19. Poco puedo añadir yo ahora y aquí sobre la figura imponente de Leo-
nardo da Vinci. Pero déjeseme invitar al lector a conocer, tanto como a la
Gioconda, sus ingenios, máquinas y herramientas, sus planos territoriales y
sus premoniciones técnicas.
20. Amílcar Augusto Pereira de Castro, ha sido un artista, escultor y dise-
ñador gráfico brasileño de extraordianria importancia, fallecido en 2002.
21. Véase el texto completo en este mismo catálogo.
22. También en este catálogo se recogen algunas de las reflexiones del
autor, poco amigo de hacerlas públicas.
23. Miquel Navarro, escultor valenciano que nació, vive y trabaja en Misla-
ta, es para muchos –entre los que me encuentro- el heredero de Chillida.
No porque así fuera pensado por aquel, no porque su trabajo continúe
la obra del vasco, no porque los expertos y críticos así lo hayan decidido,
sino por la importancia, trascendencia, difusión y aceptación mundial de
su escultura. Sus ciudades son reconocidas y reconocibles en todas partes
y sus monolitos –recientemente se ha colocado en la plaza del Patriar-
ca de Valencia su cabeza pensante- amueblan las nuestras con acierto y
elegancia.
24. Pese a que la obra del escultor venezolano-holandés Cornelis Zitman
está ya muy difundida en España, principalmente en Andalucía, no he teni-
do ocasión de conocerle personalmente hasta que no hace mucho me lo
presentó nuestro común amigo el arquitecto Antonio Barrionuevo en su
estudio sevillano. Me interesan especialmente sus bronces vestidos y sus
diseños de mobiliario de épocas pasadas.
25. Gustavo Beckelmann es paraguayo y tiene su taller en Asunción. Como
de cincuenta años, se pasa la vida en él, con un mono azul y sucio de hollín
y herrumbre, ayudado por dos colaboradores fieles y sencillos; con su
propio horno artesanal (enterrado) para fundir a la cera pero también a
la madera e investigando ahora con otras posibilidades nuevas del alumi-
nio. También con el sonido. Y tiene piezas grandes, enormes, geométricas o
expresionistas. Carece de página web, de book, de apoyo mediático.
26. Veintiséis años más tarde pisé La Habana por primera vez; después he
comido muchas veces en La Guarida, la paladar temática que Enrique –su
propietario- dedicó a la obra del gran escritor cubano en centro-habana,
cerca del Almeijeiras. La reina de España quiso cenar allí con motivo de su
viaje a la cumbre Iberoamericana y así lo preparó Ion de la Riva.
27. La cinta de Moebius, como es sabido, es una banda –o superficie regla-
da- de un único trazado que se dobla sobre sí misma de manera que pasa
del interior al exterior de forma directa e infinita y no orientable. con una
sola cara y un solo borde. Su descubrimiento se debe a los matemáticos
alemanes August Möbius y Johann Listing que la presentaron en 1858.
28. José María Yturralde, nacido en Cuenca aunque también es navarro y
valenciano, pintor y catedrático de pintura de la Facultad de Bellas Artes
de la Universidad Politécnica de Valencia, es muy conocido por sus figuras
imposibles. Y es otro “loco” de las matemáticas y el cálculo.
29. Bernard Tschumi, arquitecto franco-estadounidense nacido en Suiza
(como LC) construyó sus follies del parisino parque de la Villette antes
de cumplir los cuarenta años, edad en la que convencionalmente se deja
considerar joven a un arquitecto. Su interés por filósofos como Derrida le
mantienen entre los de permanente actualidad.
30. En el Art District 798, en el que han trabajado y vivido durante un mes
los artistas valencianos Horacio Silva y Carlos Albert entre tantos otros
artistas europeos, tuve ocasión de visitar, junto a mi amigo y colega Magín
Ruiz de Albornoz, una instalación magnífica de Olafur Eliasson, a base de
luces de colores y vapor de agua, realizada junto al inefable artista chino
Ai Weiwei.
31. Héctor Gómez Rioja, arquitecto y fotógrafo madrileño, colabora habi-
tualmente con Arturo Berned, y también en esta ocasión contamos con
su obra artística en la muestra del IVAM.
32. El pintor ruso suprematista, o mejor creador del suprematismo, Kazi-
mir Malevich estudio agricultura de jovencito y de los campos que super-
visaba su padre vigilando la caña de azúcar en tan mal clima, salieron sus
primeras obras. Luego vino todo lo demás hasta consagrarse como uno
de los más importantes inspiradores del arte actual. De El Lissitzky, artista,
diseñador, grafista, cartelista, arquitecto y pensador ruso de ese momento
mágico –hasta que llegó Stalin- que pasó el constructivismo ruso, quiero
recordar ahora su preciosa maqueta ilustrativa de la célula F que investi-
garon los Vkhutemas, y Ginzburg construyó en el Narkomfin.
33. Lina Bo Bardi (Roma, diciembre de 1914 - São Paulo, marzo de 1992)
es esa arquitecto, más brasileña que italiana, que todos admiramos por su
decidida arquitectura –su opera prima, el Museo de Arte de Sao Paulo, o
la más madura de la fábrica SESC Pompeia son las más conocidas- y por
su relación con el gran paisajista Burle Marx.
34. Joaquín Torres García (Montevideo, julio de 1874 - Montevideo, agosto
de 1949) es ese pintor constructivista, autor del universalismo construc-
tivo, que pasa por ser el gran padre (castrador) de la pintura uruguaya
del siglo XX. Tras Figari –sobre él hay que preguntar al presidente Julio
María Sanguinetti- este maestro indiscutido que pasó años importantes
de su formación en Cataluña, ha ejercido y sigue ejerciendo una influencia
decisiva en toda la plástica contemporánea uruguaya. Su nieta Eva Díaz
practica hoy una interesantísima escultura cerámica.
35. He tenido el honor de formar parte, a propuesta del Rector de la UPV,
del jurado que seleccionó el proyecto de la arquitecto paisajista Kathryn
Gustafson como el adecuado para la construcción del futuro Parque Cen-
tral de Valencia. Y coincido plenamente con la alcaldesa Rita Barberá al
encontrar en sus senderos de olores y en su doble enfilada de palmeras
y jacarandas todo un acierto.
36. Ciro Pirondi ejerce docencia y profesión en Sao Paulo y se ocupa hoy
con especial cuidado de la ciudad informal y del reciclaje urbano. Elisa Vale-
ro le ha incluido entre los conferenciantes del seminario de conclusiones
33
sobre este tema que hemos celebrado no hace mucho en la Escuela de
Arquitectura de Granada.
37. Léase ese delicioso fragmento de la Decadencia de la mentira de
Oscar Wilde, en el que Vivian y Cyril discuten en la biblioteca de la
casa de campo del condado de Nottingham acerca de naturaleza, vida
y ar te.
38. El fotógrafo italiano Franco Fontana ha expuesto no hace mucho en
la Sala de la Muralla del IVAM una estupenda colección de sus fotografías,
algunas hechas en nuestra ciudad, que –por cierto- se suman, por su ge-
nerosa donación, a los fondos del Museo.
39. Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, marzo de 1925) tiene la
edad de mi padre y me merece similar respeto. Su trayectoria ya no de
maestro sino de sabio, condición que sólo una vida llena otorga, la de ese
adolescente forjado en los talleres metalúrgicos de su padre, junto al hierro
que nunca dejará de acompañarle, desde sus estudios de filosofía hasta los
de Bellas Artes en San Fernando, su formación viajera, su activa participa-
ción en la Fundación de El paso hasta el inicio de su andadura en solitario,
cobijado en arquitectura de Antonio Fernández Alba –otro sabio-. Su com-
promiso con la cultura a través del Círculo de Bellas Artes de Madrid o el
Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria, sin
abandonar jamás su fiebre productiva. Todo en él es respetable.
Página 21
El escultor en su estudio, Madrid 2011
Página 22:
Arturo BernedTrazados reguladores escultura en proceso, septiembre 2011
Página 24:
Eduardo ChillidaMesa de Omar Khayyam IV, 1983IVAM Institut Valencià d’Art Modern, GeneralitatDepósito Fundación Telefónica
Julio GonzálezFemme au miroir, 1936-37IVAM Institut Valencià d’Art Modern, Generalitat
Página 25:
Leonardo da VinciEl hombre de Vitruvio, Milán, 1487
Le CorbusierEl modulor, París, 1942
Página 26: Croquis Arturo Berned, mayo 2001
Gustavo BeckelmanBronce. Sin título, Asunción 2009
Página 27:
Ramón de SotoLa elipse del tiempo, 2009IVAM Institut Valencià d’Art Modern, GeneralitatDonación del artista
Ramón Araujo, Luis Vidal, Arturo BernedHospital Infanta Leonor, Madrid, en construcción, 2006
Página 28:
Arturo BernedMaqueta en madera, Espiral I (Cód. 26), febrero 2007Colección particularFotografía: Héctor Gómez Rioja
José María YturraldeFigura imposible (Serie Cuadrados), 1972IVAM Institut Valencià d’Art Modern, Generalitat
Página 29:
Arturo BernedVela VI (Cód 84)Colección particular, MadridFotografia: Héctor Gómez Rioja
El LissitzkyMaqueta de la célula F, Moscú, 1919
Página 30:
Martín ChirinoComposición. Homenaje a Malevich, 1959-60IVAM Institut Valencià d’Art Modern, GeneralitatDonación Valyunque, S.L.
ILUSTRACIONES:
35
36
Cabeza IX, 2011
Chapa 4 mm acero corten, 392 x 199 x 339 cm. Pieza única
Colección particular (Cód. 108)
38
Cabeza II, 2011
Chapa 4 mm acero corten, 290 x 195 x 187 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 97)
40
Cabeza I, 2011
Chapa 4 mm acero corten, 192 x 260 x 235 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 103)
42
Cabeza V, 2011
Chapa 4 mm acero inoxidable pulido, 163 x 240 x 240 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 99)
44
Espiral III, 2007
Acero corten, 47 x 36 x 26 cm. Edición 3 ejemplares + 1 P.A.
Colección particular (Cód. 28)
45
46
OG-2012/01 (P.A.), 2011
Impresión con pigmentos minerales sobre papel de algodón Hahnemüle, fujichrome velvia 50 35 mm, 99 x 198 cm
Edición 3 ejemplares + 1 P.A., con Héctor Gómez Rioja
Colección del artista
47
48
OG-2012/02 (P.A.), 2011
Impresión con pigmentos minerales sobre papel de algodón Hahnemüle, fujichrome velvia 50 35 mm, 99 x 198 cm
Edición 3 ejemplares + 1 P.A., con Héctor Gómez Rioja
Colección del artista
49
50
Vela II, 2008
Acero corten, 50 x 63 x 73 cm. Edición 3 ejemplares + 1 P.A.
Colección Santiago Eguidazu (Cód. 35)
51
52
Constructivismo I, 2007
Acero corten, 36 x 64 x 57 cm. Edición 3 ejemplares + 1 P.A.
Colección particular (Cód. 30)
53
54
Espiral II, 2007
Acero corten, 70 x 54 x 40 cm
Colección Carlos Lamela (Cód. 27)
55
56
Cabeza VI, 2010
Chapa 4 mm acero inoxidable pulido, 52 x 61 x 43 cm. Pieza única
Colección particular (Cód. 79)
57
58
Casa Guerrero, 2009
Chapa 6 mm acero inoxidable pulido, 11 x 27 x 20 cm. Edición 8 ejemplares + 2 P.A.
Colección particular (Cód. 71)
59
60
Cabeza VII, 2011
Chapa 4 mm acero inoxidable, 102 x 52 x 50 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 96)
61
62
Vela III V1, 2011
Chapa 12 mm de acero corten oxidado, 26 x 25 x 26 cm. Edición 7 ejemplares + 1 P.A.
Colección particular, Madrid (Cód. 88 V1)
63
64
Vela III V2, 2011
Chapa 12 mm de acero corten oxidado, 17 x 27 x 26 cm. Edición 7 ejemplares + 1 P.A.
Colección particular (Cód. 88 V2)
65
66
Vela III V3, 2011
Chapa 12 mm de acero corten oxidado, 19 x 25 x 24 cm. Edición 7 ejemplares + 1 P.A.
Colección particular, Madrid (Cód. 88 V3)
67
68
Cabeza I, 2011
Chapa 4 mm acero corten, 59 x 46 x 46 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 104)
69
70
Disyuntiva I, 2009
Chapa 8 mm acero corten, 27 x 22 x 22 cm. Edición 7 ejemplares + 2 P.A.
Colección Sonsoles Blasco (Cód. 60)
71
72
Espiral VI, 2008
Palastro 12 mm acero corten, 30,2 x 30,2 x 16,7 cm. Edición 9 ejemplares + P.A.
Colección Bubela (Cód. 46)
73
74
Cabeza I, 2010
Chapa 4 mm acero inoxidable pulido, 54 x 46 x 46 cm. Pieza única
Colección particular, Madrid (Cód. 91)
75
76
Cabeza VIII, 2011
Chapa 4 mm acero inoxidable pulido, 100 x 48 x 37 cm. Pieza única
Colección particular (Cód. 95)
77
78
79
80
Amistad I, 2009
Palastro 12 mm acero corten, 22 x 22 x 22 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 50)
81
82
Amistad II, 2009
Chapa 6 mm acero corten, 18 x 19 x 21 cm. Edición 8 ejemplares + 1 P.A.
Colección particular (Cód. 56)
83
84
Amistad I, 2009
Chapa 6 mm acero corten, 17 x 17 x 17 cm. Edición 8 ejemplares + 1 P.A.
Colección C. Saavedra (Cód. 52)
85
86
Amistad II, 2009
Chapa 6 mm acero inoxidable pulido, 44 x 44 x 44 cm. P.A. para la serie BMW
Colección del artista (Cód. 58)
87
88
Cinta II, 2011
Chapa 4 mm acero inoxidable pulido, 189 x 207 x 97 cm. Pieza única
Colección particular (Cód. 101)
89
90
Cinta I, 2011
Chapa 4 mm acero corten, 115 x 200 x 133 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 98)
91
92
Cinta III, 2011
Chapa 4 mm acero inoxidable pulido, 201 x 187 x 236 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 102)
93
94
Soldado II, 2009
Chapa 10 mm acero corten, 424 x 57 x 61 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 69)
95
96
Dama II, 2009
Chapa 10 mm acero corten, 401 x 69 x 100 cm. Pieza única
Colección Intes (Cód. 65)
97
98
Caja XXVIII, 2009
Acero corten. 3 elementos, 48 x 148 x 88 cm; 42 x 148 x 88 cm; 54 x 148 x 80 cm. Pieza única
Colección particular (Cód. 67)
99
100
Caja XXXIV, 2009
Chapa 4 mm acero corten. 3 elementos, 45 x 43 x 94 cm; 45 x 143 x 94 cm; 45 x 143 x 94 cm. Pieza única
Colección particular (Cód. 105)
101
102
Caja XXIX, 2010
Chapa 3-4 mm acero corten. 2 elementos, 54 x 148 x 98 cm; 54 x 134 x 152 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 80)
103
104
Cabeza I, 2011
Chapa 4 mm acero corten, 108 x 92 x 91 cm. Pieza única
Colección particular (Cód. 86)
105
106
Cabeza II, 2010
Chapa 4 mm acero inoxidable pulido, 101 x 80 x 66 cm. Pieza única
Colección particular, Ibiza (Cód. 74)
107
108
Cabeza V, 2010
Chapa 4 mm acero inoxidable pulido, 82 x 119 x 119 cm. Pieza única
Colección Santiago Eguidazu (Cód. 78)
109
110
Cabeza 5, 2010
Chapa 4 mm acero inoxidable pulido, 112 x 120 x 66 cm. Pieza única
Colección particular (Cód. 77)
111
112
Cabeza I, 2010
Chapa 4 mm acero corten, 79 x 94 x 80 cm. Pieza única
Colección particular (Cód. 73)
113
114
Cabeza VII, 2010
Chapa 4 mm acero inoxidable pulido, 116 x 121 x 105 cm. Pieza única
Colección particular (Cód. 90)
114
115
116
Vacío I, 2010
Barra de hierro 25 mm, 83 x 113 x 74 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 72)
117
118
Disyuntiva I, 2010
Chapa 4 mm de acero corten, 112 x 108 x 136 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 62)
119
120
OG-04 (2 de 3), 2011
Impresión con pigmentos minerales sobre papel de algodón Hahnemüle, kodak portra 160 6x7, 99 x 70 cm
Edición 3 ejemplares + 1 P.A., con Héctor Gómez Rioja
Colección Vidal Rojas
121
122
OG-06 (2 de 3), 2011
Impresión con pigmentos minerales sobre papel de algodón Hahnemüle, kodak tmax 100 9x12, 99 x 70 cm
Edición 3 ejemplares + 1 P.A., con Héctor Gómez Rioja
Colección Vidal Rojas
123
124
OG-07 (2 de 3), 2011
Impresión con pigmentos minerales sobre papel de algodón Hahnemüle, kodak portra 160 6x7, 99 x 70 cm
Edición 3 ejemplares + 1 P.A., con Héctor Gómez Rioja
Colección Vidal Rojas
125
126
OG-08 (2 de 3), 2011
Impresión con pigmentos minerales sobre papel de algodón Hahnemüle, kodak portra 160 6x7, 99 x 70 cm
Edición 3 ejemplares + 1 P.A., con Héctor Gómez Rioja
Colección Vidal Rojas
127
128
OG-09 (2 de 3), 2011
Impresión con pigmentos minerales sobre papel de algodón Hahnemüle, kodak portra 160 6x7, 99 x 70 cm
Edición 3 ejemplares + 1 P.A., con Héctor Gómez Rioja
Colección Vidal Rojas
129
130
OG-10 (2 de 3), 2011
Impresión con pigmentos minerales sobre papel de algodón Hahnemüle, kodak tmax 100 9x12, 99 x 70 cm
Edición 3 ejemplares + 1 P.A., con Héctor Gómez Rioja
Colección Vidal Rojas
131
132
OG-11 (2 de 3), 2011
Impresión con pigmentos minerales sobre papel de algodón Hahnemüle, fujichrome velvia 50 35 mm, 99 x 70 cm
Edición 3 ejemplares + 1 P.A., con Héctor Gómez Rioja
Colección Vidal Rojas
133
134
OG-12 (2 de 3), 2011
Impresión con pigmentos minerales sobre papel de algodón Hahnemüle, fujichrome velvia 50 35 mm, 99 x 70 cm
Edición 3 ejemplares + 1 P.A., con Héctor Gómez Rioja
Colección Vidal Rojas
135
136
OG-14 (P.A.), 2011
Impresión con pigmentos minerales sobre papel de algodón Hahnemüle, fujichrome velvia 50 35 mm, 99 x 70 cm
Edición 3 ejemplares + 1 P.A., con Héctor Gómez Rioja
Colección Lara Gañán
137
138
Dama I, 2009
Chapa duraluminio 15 mm pintado, 186 x 43 x 33 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 48)
139
140
Soldado I, 2009
Chapa duraluminio 15 mm pintado, 207 x 43 x 33 cm. Pieza única
Colección particular (Cód. 59)
141
148
Disyuntiva II, 2012
Chapa acero corten 10-15-25 mm, 41 x 65 x 54 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 109)
149
150
Disyuntiva III, 2012
Chapa acero corten 10-15-25 mm, 39 x 62 x 32 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 110)
151
152
Disyuntiva IV, 2012
Chapa acero corten 10-15-25 mm, 37 x 62 x 50 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 111)
153
154
Disyuntiva V, 2012
Chapa acero corten 10-15-25 mm, 42 x 60 x 45 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 112)
155
156
Disyuntiva VI, 2012
Chapa acero corten 10-15-25 mm, 42 x 60 x 50 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 113)
157
158
Disyuntiva VII, 2012
Chapa acero corten 10-15-25 mm, 35 x 70 x 33 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 114)
159
160
Disyuntiva VIII, 2012
Chapa acero corten 10-15-25 mm, 37 x 73 x 55 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 115)
161
162
Disyuntiva IX, 2012
Chapa acero corten 10-15-25 mm, 36 x 76 x 44 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 116)
163
164
Disyuntiva X, 2012
Chapa acero corten 10-15-25 mm, 35 x 62 x 33 cm. Pieza única
Colección del artista (Cód. 117)
165
EXPOSICIÓN EN EL IVAM
185
ENTREVISTA
Él no lo sabía, estudiaba y trabajaba la Arquitectura. No sabía que era escultor.
Se lo contó la propia experiencia, los saltos y sustos que da la vida, que común-
mente llamamos casualidad. Lo supo o fue consciente hace apenas 20 años, Ar-
turo Berned (Madrid, 1966), cuando era ya arquitecto. Después de este tiempo,
Berned cree que conoce el alfabeto de la escultura; busca ahora las palabras,
para seguir comunicando esencias y provocar diálogo. Tiene un lenguaje verbal,
mental y escultórico fundado en la matemática que, por veces y para las mentes
profanas, puede resultar obtuso, abstracto en demasía. Pero bajo esta verbalidad
subyace la esencia de su arte que, como todo arte, es pregunta, provocación
en busca de la verdad que nunca hallaremos, porque tal vez ni siquiera exista. A
esto el artista le llama frustración:
Elena Pita: Arrancaba la presentación de su anterior exposición con una cita de
Rilke, “Detrás de la última palabra, está lo que no se puede decir”. ¿Qué hay detrás
de sus esculturas que no pueda decirse?
Arturo Berned: Hay frustración, como detrás de cada obra de arte, porque
es siempre un camino que inicias hacia la oscuridad, lo desconocido, y nunca
sabes por qué y cuándo has de darlo por terminado. Sin duda aparecen otros
sentimientos positivos en el proceso, pero esos son los que sí pueden decirse:
euforia, vértigo, ilusión, libertad, éxito, alegría…
Estamos en su estudio, Campo de las Naciones, Madrid, edificio Leitner, sede
de Lamela Arquitectos, que es como su segunda casa, poblada toda ella de las
esculturas de Berned como un bosque de acero corten e inoxidable que habla
o parece moverse al capricho de la luz, y no es sino el juego óptico de quien
contempla. Sentados en sendos sofás bien distantes, separados por una de sus
obras que es una mesa de volúmenes y vacíos intrigantes, superficie caprichosa
de corten desnudando sus vetas bajo una capa de cera: belleza. Rodeados de sus
proyectos soñados, como éste que levanta entre el Palacio de la Magdalena y el
mar una escultura grandiosa que en su estómago alberga un museo imaginario.
De su reciente obra gráfica también rodeados; obra que ha emprendido (en
Elena Pita Escritora
186
colaboración con Héctor Gómez Rioja) por ver de entender mejor su propor-
ción, sus números, el equilibrio de su matemática. Porque para Arturo Berned, lo
bello es necesariamente matemático; como él, perfectamente equilibrado en su
espigada figura, sus facciones afiladas, su siempre impecable vestimenta.
E.P.: Su escultura parte sin duda de la arquitectura, ¿qué le sugiere el término
arquitectura escultórica?
A.B. Es un término para encasillar determinadas obras de arquitectura, pero no
tiene mucho sentido, no significa ni añade nada. La arquitectura maneja volúmenes
como también lo hace la escultura, de modo que me parece una redundancia. Los
conceptos y herramientas que yo empleo vienen de la arquitectura; para bien y para
mal soy arquitecto: en la arquitectura están mis límites y también, mis cualidades.
E.P.: Suele emplearse este término con un sentido peyorativo, ¿necesariamente
la arquitectura escultórica se desvincula de la vocación social, que ha de ser
primordial en toda obra arquitectónica?
A.B.: No debiera ser así, no. Mientras no venga otro que suplante a Vitruvio, la
arquitectura tiene que ser útil, bella y firme, y luego ya veremos en qué orden
lo es: dependiendo de los momentos históricos o de las tendencias, uno de
los tres elementos prima sobre los otros. Pero yo no creo que la mal llamada
arquitectura escultórica, si es buena, descuide la función aunque prime la forma.
Como tampoco el racionalismo olvida la forma aunque prime la función. Esa
manera de conceptualizar los estilos me parece muy peligrosa: todo es mucho
más complejo y a la vez, más sencillo.
E.P.: ¿Hay más escultura en su arquitectura o viceversa?
A.B.: Lo segundo, sin duda. La razón por la que me he ido decantando profesio-
nalmente hacia la escultura, es la libertad de manejar las formas que te da esta
disciplina a la hora de crear. En la arquitectura, hoy por hoy y aquí, me resulta
tremendamente complejo poder desarrollar un concepto hasta el final: inter-
vienen muchos agentes y el proceso es muy largo. Como arquitecto, jamás he
pretendido volcar mi sensibilidad escultórica en los edificios, más bien e incons-
cientemente me ha sucedido lo contrario.
E.P.: ¿Fue esa dificultad que comenta lo que le hizo aburrir la arquitectura?
A.B.: La arquitectura no me aburrió; me descorazonó, fui perdiendo la ilusión.
La fase creativa o conceptual de la arquitectura, la que se hace sobre el papel,
ocupa muy poco tiempo. Luego viene un dilatado proceso de desarrollo en el
que tienes que ir luchando por conservar la idea, y esto hoy es muy difícil y no
se le da demasiado valor, o no se entiende. En la escultura, en cambio, el que se
acerca quiere entender.
187
E.P.: Berned, ¿qué es constructivismo en escultura?
A.B.: El constructivismo es un movimiento artístico que todos conocemos. Sus
inicios fueron rotundos y claros, pero ahora el término se limita a señalar una
similitud estética o el empleo de aquellos códigos formales primeros.
E.P.: ¿Cómo sería entonces su definición de constructivismo aplicado a su propia
escultura?
A.B.: No soy yo quien apellida así mi obra, pero me gustaría que tuviera que ver
no sólo con la estética sino también con el valor de su proceso constructivo.
En el constructivismo, la elección del material y de la técnica de trabajo debe
formar parte de la obra desde el inicio.
E.P. Construye el espacio y el vacío, el movimiento y la luz, y ¿qué más construye, cuá-
les son los elementos fundamentales para Arturo Berned cuando concibe una pieza?
A.B.: Me obsesiona la escala, que tiene mucho que ver con el espacio y por
tanto con el tiempo. La escala es una cuestión constante cuando hago una pieza.
Luego entran en juego otros conceptos: la proporción, la luz, la sombra, la ma-
teria y el tan importante vacío, que en estos momentos me interesa muchísimo:
lo que la materia no ocupa me parece muy sugerente. El movimiento es otro
elemento que me obsesiona: manifestarlo a través del equilibrio, del estatismo
de la escultura, de la tensión de las formas, del juego de la luz y de los volúme-
nes. Sí, éste es mi alfabeto.
E.P.: Desde esta primera línea del arte constructivo y la geometría, ¿a quiénes
citaría como referente?
A.B.: Mis referentes van desde las pirámides de Egipto o los etruscos hasta por
ejemplo Robert Morris, Carl André, Sol Lewitt o Donald Judd. Y luego, lo que es
obvio: la vanguardia rusa, el neoplasticismo holandés, españoles como Palazuelo o
Luis Caruncho. Pero más que artistas, mis referencias están en obras concretas.
E.P.: Berned, ¿lo bello ha de ser matemático, ha de cuadrar, mantener el equilibrio
de la matemática geométrica?
A.B. Para mí, sí: donde hay matemática, hay belleza; lo que no necesariamente
significa lo contrario. La belleza, en el fondo, no es tan subjetiva como pensamos.
Los objetos creados por Dios y el hombre a lo largo de la Historia guardan
proporciones matemáticas, desde el código genético hasta las catedrales góticas.
No es una invención del hombre, sino un descubrimiento temprano; observe-
mos si no las relaciones matemáticas que se cumplen en el cuerpo humano.
E.P.: ¿La fealdad estaría entonces donde esas proporciones no se cumplen?
A.B.: No, no, para empezar la matemática no es una ciencia exacta, como sí lo
188
es la aritmética: 2+2 serán siempre 4. Y además, la matemática es una condición
suficiente, pero no necesaria. No me siento capaz de responder a lo que pre-
guntas: ¿si no hay matemática no hay belleza?, depende para quién o para qué.
Lo que sí está claro es que el arte no siempre busca la belleza; a veces pretende
provocar repulsión, asco, placer sensual… Pregúntales a ellos.
E.P.: ¿Es la matemática a tu obra algo así como lo es para la música: ritmo y
relación?
A.B.: Efectivamente. Ya lo advirtió Pitágoras: en cada una de las decisiones que
toma un músico, consciente o inconscientemente, está aplicando la matemática,
que es exactamente lo que yo hago.
E.P.: ¿El silencio de una partitura es al vacío lo que la melodía al volumen?
A.B.: No existiría música sin silencio, y sin vacío la obra no sería posible; pero la
analogía que haces no siempre es exacta: la melodía puede a veces ser el vacío.
E.P.: Berned, ¿cómo perdió usted el miedo para poder crear, intervenir?
A.B.: Es que no lo he perdido: el miedo es una máxima en cualquier proceso
creativo, entre otras cosas porque tienes que emprender un camino que no
sabes a dónde te lleva. Esto lo comentaba frecuentemente con Chillida: la bús-
queda del arte es una búsqueda de la oscuridad, lo desconocido, y esto por sí
produce temor y miedo.
E.P.: Le sucedió en México, ¿es casual o fue la inmensidad de sus espacios lo que
le permitió migrar de la arquitectura pura a la escultura arquitectónica?
A.B.: En México perdí el miedo a tener miedo, fue la primera vez que mostré
una pieza, y la vendí. Pero no le encuentro explicación causal, podría haber sido
en otro lugar y momento diferentes.
E.P.: ¿Qué hacía usted en México?, ¿trabajaba en algún proyecto de arquitectura?
A.B.: Fui a conocer el país y su gente. No me gusta visitar un país durante un
fin de semana o unas vacaciones, sino vivirlo y sentir su cultura, y eso sólo se
consigue pasando largas temporadas: así lo he hecho también en otros países.
México fue una experiencia apasionante, porque allí todo se multiplica, todo
es exuberante. Es verdad que las megalópolis, como el D.F. o Sao Paulo, me
apasionan, me sugieren muchísimo: la esencia del hombre la encuentro en una
sola persona o en las masas humanas a gran escala, los grupos me dicen poco.
E.P.: ¿Nunca hasta entonces había soñado esto de la escultura?
A.B.: La escultura surge como una necesidad interna, aparece, y simplemente no
la reprimí aunque si la mantuve a cierta distancia durante tiempo.
189
E.P. ¿Qué faceta era su fuerte en la arquitectura?
A.B.: Ya en la escuela hacía estas cosas, dibujaba estos volúmenes, buscaba estas
formas a través del dibujo. Y luego empecé a querer plasmarlos en materia, y el
cambio de escala fue el siguiente paso. Y lo que ocurre en México, en el 94, es
que hago una pieza a partir de uno de mis dibujos, utilizando planchas de hierro,
y la compra un coleccionista judío. Y ya nunca lo dejé, aunque seguí trabajando
como arquitecto.
E.P.: Bueno, y después de todo, se ha convertido en el escultor de las grandes
fortunas. ¿Afortunado usted?
A.B.: No creo que sea así: el arte es de quien lo disfruta y no de quien lo paga.
E.P.: Esta exposición ahora, ¿le consagra?
A.B.: Sé que la vida es un recorrido en el que constantemente subes y bajas,
y para ser feliz uno no debe emocionarse con las subidas ni deprimirse en las
bajadas. Hay que tratar de ser independiente en la forma de sentir, pensar y vivir.
Me hace muchísima ilusión, claro, pero no ha supuesto ningún cambio en mi
manera de sentir ni de trabajar, ojalá pueda mantenerme así. El arte me ha dado
independencia y eso es lo que no quiero perder.
E.P.: ¿Volvería a la arquitectura?
A.B.: Sería un insulto decirte: no, jamás. Soy de profesión arquitecto, muchos de
mis amigos son arquitectos, mi educación es la arquitectura y mis recursos, ma-
teriales, técnica y estética provienen de la arquitectura. No soy desagradecido
ni reniego de mi pasado, estoy aquí gracias a ello. Pero me resulta difícil pensar
que pueda alcanzar esa felicidad, esa libertad y ese miedo que me proporciona
la escultura, que es como una droga que sólo arquitectos excepcionales la con-
siguen con la arquitectura.
E.P.: ¿Y si el arte dejara de enloquecerle, y si le dejara tranquilo?
A.B.: ¡Buf, qué situación más difícil! Buscaría otra disciplina que me mantuviera
vivo. El arte no es una elección, es una necesidad para quien se dedica a ello: es
una pasión que impide que te vuelvas loco.
191
ARTURO BERNED.
Arturo Berned, arquitecto y escultor nacido en Madrid en 1966.
Durante su etapa de estudiante le conceden varias becas que disfruta en Lon-
dres, Turín y Oxford coincidiendo sus primeros pasos profesionales con las es-
tancias en dichas ciudades que, posteriormente, tendrían una influencia clara en
su proceso creativo.
Como arquitecto ha desarrollado su actividad profesional principalmente en
México, Inglaterra, Italia y España.
Es durante su estancia en México, a principios de los 90, cuando inicia su cami-
no en el mundo de la escultura, vocación que, si en un principio constituía una
fuente de realización a través de la cual poner en práctica proyectos mediante
los que materializar pensamientos, poco a poco fue cobrando una importancia
creciente en su expresión.
A finales de la década de los 90, inicia una intensa colaboración profesional
con el Estudio Lamela Arquitectos que concluirá como director de Proyec-
tos y Obras del prestigioso estudio. Son años estos en los que colabora en
la mayor parte de los proyectos desarrollados por el estudio, entre otros: la
Terminal de Barajas T4, la Ciudad Deportiva del Real Madrid, la ampliación
del estadio Santiago Bernabéu. Así mismo participa activamente en concursos
de arquitectura nacional e internacional como el Distrito C de Telefónica y el
Aeropuerto de Sharm El Sheikh.
Tras esta etapa empieza a desarrollar intensamente su verdadera vocación, la
escultura. Son años en los que empieza una intensa labor de investigación en las
formas y materiales a utilizar, que desembocan finalmente en el intenso proceso
creativo que ha venido desarrollando desde el año 2003 hasta ahora.
192
Sus exposiciones más relevantes han sido:
Espacio de Las Artes, Madrid (2011)
Feriarte, Madrid (2011)
Arturo Berned (1+ 5)/2, Edificio Leitner, Madrid (2011)
Art Madrid ´11, Madrid (2011)
Exposición “Escultores contemporáneos” en el Bosque de Acero, Cuenca (2010)
Galería Ansorena (2010)
Centro Comercial El Zielo (2009)
Open Art Fair, Holanda, Galería Gaudí (2009)
Galería Gaudí, Madrid (2009)
Art Madrid ´09, Madrid (2009)
Flecha ´09, Madrid (2009)
Estudio Lamela, Madrid (2008)
Obra plástica de arquitectos. Fundación Cultural COAM, Madrid (2000)
Objetos cotidianos. Galería Vanguardia, Bilbao (1998).
Durante su carrera ha recibido diversos premios y reconocimientos entre los
que destaca el Concurso Internacional Puerta Escultura Flagship Loewe (2001).
Así mismo ha sido Seleccionado en el Premio Internacional de Escultura Cons-
trucciones Sacejo, Oviedo (2007) y en el Premio Internacional de Escultura de
Caja Extremadura, Cáceres (2008).
Su obra forma parte de importantes colecciones públicas y privadas entre las
que cabe mencionar:
Colección BMW
Colección Grupo Cáser
Fundación Art Serra, Palma de Mallorca
Fundación Loewe
Fundación Maraya
Ministerio de Economía y Hacienda
Museo Modernista Can Prunera, Palma de Mallorca
Unesid Unión de Empresas Siderúrgicas
TRADUCCIONES
194
TEXTOS EN VALENCIÀ
DE DIVINA PROPORTIONEConsuelo Císcar Casabán
Directora de l’IVAM
Si una cosa no s’acosta a la proporció, no és bellaArturo Berned
Va ser el matemàtic alemany Martín Ohm qui va anomenar fi
la proporció àuria que a finals del segle XV va donar a conéi-
xer al gran públic el frare italià Luca Pacioli en l’obra De la di-
vina proporció. Però va ser l’escultor i arquitecte Fídies qui va
inspirar aquell nom al matemàtic alemany, ja que este magní-
fic artista grec va ser un dels primers a utilitzar la proporció
àuria ni més ni menys que en la construcció del Partenó.
Al llarg de la història, no han sigut pocs els artistes i pensa-
dors que han intentat traduir la seua obra a la imperativa
racionalitat que imposa el llenguatge matemàtic. Remuntant-
nos novament a la Grècia clàssica, recordem com en el segle
VI a.C. Pitàgores va fundar una escola filosòfica que tractava
d’explicar la vida per mitjà de nombres, el principi bàsic de la
qual era: “tot en nombre”, i la contrasenya secreta del qual
era una estrella de cinc puntes que, curiosament, si dividim
qualsevol dels seus diagonals pel valor d’un dels seus costats
obtenim el nombre fi (1,61803), és a dir la proporció àuria o
la també anomenada raó daurada.
Estos breus antecedents històrics ens servixen d’aval intel-
lectual per a comprendre i racionalitzar l’estètica i l’obra de
l’escultor i arquitecte espanyol Arturo Berned (Madrid, 1966)
a partir de l’exposició que presentem en l’IVAM.
Les seues escultures en acer s’alcen formant angles rectes i
precisos entorn del buit projectant en la nostra memòria tre-
balls de grans artistes com Tony Smith i Richard Serra. Eixa ge-
ometria depurada que construïx poèticament Berned en totes
les seues peces ens porten directament a la naturalesa on a
pesar del seu aparent caos està dominada per unes lleis i uns
referents matemàtics que es regixen per la simetria, l’equilibri,
la cadència, i, en definitiva, per la mesura per mesura com diria
Shakespeare en la seua reconeguda obra Measure for Measure.
No obstant això, la seua obra conceptualment abstracta i ri-
gorosament àuria s’allunya totalment de la realitat objectiva
i del naturalisme, ja que ens conduïx a models i estructures
que es formalitzen en les emocions, en les sensacions i en
l’imaginari particular. Les seues obres ens mostren dibuixos
en l’aire que amb les seues rectes línies cal·ligràfiques van
escrivint poemes que desitgen despertar la consciència de
l’espectador i subministrar-li una visió ordenada de la vida.
Són estructures verbals metafòriques que expressen amb de-
licadesa sentiments i valors humans com l’amor o la felicitat.
En eixe sentit, com diria Oscar Wilde, “cap gran artista veu
les coses com són en realitat; si ho fera, deixaria de ser artis-
ta.” Des d’eixa reflexió personal de la qual part tot creador
naix l’art per a convertir-se com apunta Berned “en el trage
de la societat”. Un trage que, en forma d’escultures que es
reforcen entorn del nombre fi, embasta els sentiments més
195
purs per a despertar una consciència humana amb el desig
de buscar metafísicament el “tot” en el “no-res”.
A partir d’esta revelació immediata, interior i mística, Ber-
ned, com si pensara en un d’eixos intervals silenciosos que
formen part de les composicions musicals d’Anton Webern,
rescata d’entre les brases de la seua particular farga formes
expressives de subtil elegància. I és que en totes estes hi ha
un minimalisme, una lleugeresa i una necessitat de comunicar
amb el més mínim, que resulta inconcebible que siguen for-
mes nascudes del metall i que s’hagen tractat amb la duresa
que requerix el seu procés tècnic.
Finalment, m’agradaria matisar que les escultures d’Arturo
Berned només seran ben enteses si ens situem pròxims a un
llenguatge matemàtic i abstracte més unificats amb la música
i amb la poesia que amb la realitat trivial.
Manuel MarínPresident de Fundación Iberdrola
És per a mi una satisfacció presentar el catàleg de l’exposició
«Arturo Berned. Escultura de proceso», l’exhibició de la qual
en l’Institut Valencià d’Art Modern compta amb el patrocini
de la Fundación Iberdrola. Sens dubte, l’artista ha trobat en
les galeries d’esta institució el lloc ideal per a una mostra
d’escultura que presenta algunes peces de gran format i en
la qual continent i contingut es complementen a la perfecció
i estan estretament lligades.
Les més de seixanta peces seleccionades per a l’ocasió per-
meten acostar-nos al procés creatiu d’Arturo Berned, en el
qual la investigació tant de formes com de materials cobra una
gran importància. L’equilibri i la proporció són una constant
en les seues depurades escultures, on espai i llum, matèria i
moviment dialoguen en un exercici permanent d’abstracció.
Al llarg d’esta exhaustiva mostra, integrada no sols per es-
cultures, sinó també per imatges i dibuixos, observem trets
que ens recorden artistes coetanis o que han precedit Ar-
turo Berned, i que han influït d’una forma o altra en el seu
procés creatiu: el tractament dels materials de Richard Serra,
la necessitat de diàleg amb el mar d’Eduardo Chillida, l’es-
pai que sempre es disfruta amb Jorge Oteiza, la perfecció
en el procés i en l’acabament d’Anish Kapoor, la necessitat
constant d’innovació en les restes de color blau d’Yves Klein,
el joc amb la matèria per a expressar sentiments i realitats
d’Anselm Kiefer, els girs per a començar des d’un principi
de Christopher Wool, i, de forma substancial, la passió per
la geometria, pel càlcul i per la senzillesa rotunda del nostre
benvolgut Pablo Palazuelo.
La participació de la Fundación Iberdrola en esta exposició
s’emmarca en el nostre decidit suport a la promoció de l’art
i de la cultura, que, en esta ocasió, ens porta a difondre l’obra
d’Arturo Berned, artista que, de segur, es convertirà en poc
de temps en ensenya obligada de l’art espanyol al món.
Vull animar des d’estes pàgines tots els amants de l’escultura
i de l’art a visitar l’exposició, a disfrutar de l’observació de les
seues obres i de l’espai denominat “zona taller”, habilitat com
si fóra l’estudi de l’artista amb l’objectiu de reflectir l’evolució
de la seua activitat creativa.
Vull també expressar la meua felicitació al comissari de l’ex-
posició, José M. Lozano, perquè, sens dubte, estem davant
d’una de les mostres escultòriques més interessants dels úl-
tims temps.
Javier UngríaUngría, Patentes y Marcas, S.A.
Va ser l’any 1891 quan es va fundar a València la nostra em-
presa, UNGRÍA, i hui tenim la possibilitat de col·laborar en
196
el patrocini d’esta exposició d’Arturo Berned que alberga
l’IVAM, la qual cosa agraïm sincerament.
Espere que estes breus línies, escrites des de la perspectiva
d’un aficionat a l’art, però professionalment dedicat a l’exer-
cici del dret de patents, servisquen per a ajudar a contemplar
l’obra d’Arturo Berned com la de qui, lògicament i obliga-
dament, ha investigat allò que és previ, ha treballat molt i
ha aconseguit aportar alguna cosa nova. Ací està l’art. Difícil
línia, generalment, la que separa l’evolució o el deduïble de
la novetat.
Segons la meua opinió, l’obra d’Arturo Berned cal valorar-la
ja com el que es coneix com a “estat de la tècnica” o “prior
art”, i altres artistes es recolzaran en esta per a intentar-ho.
Els altres serem els beneficiaris, perquè on hi ha art no hauria
d’existir la soledat.
Felicitem Arturo Berned pel seu treball, i estem segurs que
qui visite esta exposició i contemple l’obra valorarà la mes-
tria amb què es tracta la geometria en les peces que hui
s’exposen a l’IVAM.
ESCRITSJuan Alfaro
1
Certament, la base de l’excel·lència i la perfecció està en
l’anàlisi i l’estudi constant de l’objecte, en el disseny, la prepa-
ració i producció final.
Allò rotund i definitiu no admet mosses ni cap variació
respecte a la idea primigènia, precisament la rotunditat ve
establida per la identitat de l’objecte acabat amb el pen-
sament inicial. L’artista no pot conviure amb la desviació,
ni amb la sensació que l’escultura acabada està realment
inconclusa, seria com separar certament la idea de la re-
flexió que no poden ser sinó una altra cosa que oposats
complementaris.
Què seria d’un espai idíl·lic davant d’una matèria que no li
garantix el seu ideal? La convivència pacífica i harmoniosa de
les coses ha de partir de la seua concepció com un tot, on
s’integren com a pronoms la producció i el si on esta habi-
ta sense qüestionar-se quin va ser l’origen i quin el resultat.
La perfecció, la rotunditat i l’excel·lència treballen tenint en
compte que les parts no són tal i que l’observació de l’es-
pectador concep la sensació com un tot.
2
Les peces del trencaclosques s’entrellacen en l’espera, es bol-
quen les unes sobre les altres com un comptador d’històries.
Decidir trencar amb el present i unir passat i futur sota la
forja del desig, del dolç alcohol i de les sensacions que mai
ens obsessionen.
Deixa reposar sobre esta boges històries de hui sota l’opac
fum del capvespre.
Compartir, desitjar, transmetre i sorprendre.
Que descansen els sons mentres es descompon i es forma
un de nou, amb arestes diferents com les sensacions iguals
que ens desperten a l’alba.
REFLEXIONSArturo Berned
La necessitat de comunicar, expressar i transmetre és inna-
ta al ser humà; cada u tria una manera de fer-ho, i este ha
197
d’ajustar-se a les aptituds personals, al moment en què viu i
al lloc on està.
L’important és triar una manera d’expressió eficaç, òptima
i directa, adequada a les necessitats i capacitats de cada u, i
sentir-se còmode i lliure ; esta elecció es reflectix en el mis-
satge, en com es transmet i com es rep.
Crear és fer alguna cosa del no-res, i això és propi de Déu
i només de Déu; l’artista manipula, transforma, interpreta i
totes estes activitats, segons en quin moment del procés
creatiu, produïxen llibertat, vertigen, por, frustració, ganes de
córrer o continuar somiant ; crec que fer art obliga a perdre
la por a la por, i la resta de les sensacions en són una con-
seqüència.
Quan estàs treballant en una peça, ja siga musical, escultòrica,
literària o de qualsevol disciplina entesa com a BELLA ART, s’es-
tà en permanent estat de canvi i contradicció, d’eufòria i triste-
sa, utilitzant la raó i el cor, la tècnica i la plàstica, sentint llibertat
i aclaparament, i esta situació enganxa , en definitiva, esclavitza.
En el col·legi t’ensenyen que històricament es distingien tres
BELLES ARTS: l’Arquitectura, l’Escultura i la Pintura; més tard,
conforme evolucionen estes i se sofistica el ser humà, n’apa-
reixen unes altres: la Literatura, la Dansa, la Música, el Teatre ; i
amb el pas del temps apareixen altres llenguatges i disciplines
Totes elles tenen en comú la necessitat de transmetre, d’es-
tablir una comunicació amb un altre , i esta operació només
té èxit quan hi ha una resposta, una activitat , en definitiva,
diàleg. Unes altres es distingixen fonamentalment pel nom,
perquè la base, l’essència és la mateixa.
Evidentment, l’arquitectura va ser, és i serà un vincle, una ex-
cusa, un remei i, a vegades, una malaltia; veure l’Arquitectura,
estudiar-la, fer-la, viure-la o, almenys, intentar-ho, m’ha ajudat
a perdre la por a la por; sense cap dubte és un vincle, inclús
m’atreviria a dir que és el mateix.
En estos moments i llocs on estem, l’Arquitectura, com a
procés creatiu i artístic, està moltes vegades interromput, di-
seccionat, condicionat, normalitzat, mitjançat (intervingut), i
no obstant això, cosins seus ara conserven més llibertat.
És curiós, però si lliges la definició d’ESCULTURA en la Re-
ial Acadèmia Espanyola, la primera accepció diu que és l’art
de modelar, tallar o esculpir en fang, pedra, fusta, etc, figures
d’embalum. No obstant això, si estudies Le Corbusier, una
de les seues frases més repetides és la definició de l’AR-
QUITECTURA com un fet plàstic, com el joc savi, correcte,
magnífic dels volums davall la llum.
Pense que la major diferència entre les BELLES ARTS són les
paraules que les distingixen.
En tot cas, en estos moments em sent més pròxim a l’Escul-
tura, perquè si no, hui estaríem parlant d’Arquitectura.
Per què l’acer? I per què no? L’acer, la seua tecnologia, tèc-
nica, tractament, característiques mecàniques, el seu acabat,
manipulació, transport , s’ajusta prou bé al que pretenc amb
les meues peces en este moment; quan l’evolució, revolució
o involució d’estes requerisca altres condicions, un altre re-
sultat, buscaré un altre material.
En definitiva, la matèria és un mitjà que t’ajuda a aconseguir
un objectiu, i quan es convertix en obstacle, perd la seua raó.
L’acer s’adapta a la plàstica que busque, és un material noble
i disposat.
La línia és plàstica pura, i al mateix temps, matemàtica; separa
la llum de l’ombra, el nord de l’est, el millor del pitjor ; és con-
cepte, abstracció , i quan és recta pot paréixer avorrida, però
per a mi NO HO ÉS.
Pense el mateix que amb l’elecció de l’acer com a protago-
nista de les meues peces; és un vehicle, però intuïsc que amb
major quilometratge. ¡Tant de bo la línia recta pensara de
(en) mi la desena part del que jo pense en ella!
Ortega va dir que viure és un moviment circular que va de
dins a fora i des de fora una altra vegada a dins; perquè la
vitalitat siga COMPLETA i SANA cal que eixe moviment es
complisca enèrgicament en la seua doble direcció.
Crec que és cert per a la major part de les activitats vitals.
Una obra d’art ix de dins i s’acaba fora després de diverses
anades i vingudes. Sempre pense en algú amb el que puga
establir contacte esperant que evolucione a diàleg.
No entenc, i no per això li negue valor a aquells artistes que
creen per a si sense l’objectiu de trobar a algú fora que con-
tinue la conversació; pense que falta inventar-se una paraula
per a eixa activitat, substancialment diferent d’ART.
198
El procés creatiu. Conceptes tan habituals com l’equilibri, l’es-
tabilitat, la precisió, la llum, el buit, la proporció, el ritme, la
composició, la tensió, la relació, la grandària, el massís, pesat ,
i tot al contrari, altres vegades.
Quan treballe una peça, a vegades prevalen uns conceptes i
NO L’ACABE per a provar els contraris. És un procés itera-
tiu, molt divertit i frustrant.
M’agradaria conéixer més materials, tècniques, mitjans, sons,
moviments o acords, tindre més habilitats, recursos , i molt
de temps per a creure que el final està lluny, encara que
arribe prompte.
Què signifiquen les meues peces? Esta pregunta és tan com-
plexa que em suggerix respondre com abans ho va fer Os-
car Wilde: si l’obra d’un home és fàcil de comprendre, tota
explicació és innecessària; i si l’obra és incomprensible, tota
explicació és perjudicial.
Present, passat o futur. Realment és el mateix, són paraules
que indiquen on et trobes o cap a on et dirigixes ; el més
curiós és que hi ha els tres al mateix temps o no n’hi ha cap,
Són absolutament dependents.
És una actitud espiritual, més relacionada amb l’ànim, l’espe-
rança, la il·lusió que amb el temps ; i com tots són estats i
poden canviar , el temps ho dirà!
ESCULTURA DE PROCÉSJosé María Lozano Velasco
Comissari de l’exposició
Eixa vida pròpia que tenen les paraules, íntima, que diria la
cineasta Isabel Coixet (1), que les fa reals o imaginàries se-
gons convinga al relat principal, que les tiny de colors i ma-
tisos encara que el seu traç escrit resulte molt fi, invisible de
vegades; eixos jocs que permeten enllaçar-les o trossejar-les
i donar vida a noves paraules més llargues i complexes o a
altres curtes i essencials, quan no a frases, paràgrafs, epígrafs,
capítols que poden ser proemis o prefacis, epílegs o conclú-
deres, codis i còdexs, tesis, memòries i, fins i tot, balanços,
dogmes, assajos, novel·les de cavalleria o novel·les de color
de rosa, contes infantils …fins a eixe gran llibre de la història
sempre inconclús. Eixa abstracció del pensament que acaba
per fixar-ho (per netejar i per donar esplendor).
Eixe és el món propi –o així ho intuïsc jo, que no m’atrevisc a
anar més lluny– on es forgen les escultures, o els retalls d’es-
cultura (els trossos, els fragments, els esquinçalls) que, orde-
nats amb criteri de geòmetra, donen eixe resultat final que
hui l’observador atent pot desxifrar en les sales de l’IVAM.
És cultura (ara toca separar en dos) de processos, de canvis
i evolucions ordenades que generen –o han sigut genera-
des– per sèries i ritmes, per mòduls i regles, tan precisos (i
preciosos) com màgics. De manera que s’autoritza a sospitar
de l’existència d’una vida paral·lela –de les paraules i dels
objectes– en què s’instal·len les escultures d’Arturo Berned,
tan cautes, tan “pilletes”, fins a compondre un episodi èpic o
l’ensomni fantàstica de quelcom que no existix més que en
la il·lusió de qui confia en la seua existència. O tot o res. O
són, o no són.
Hi ha indicis que els déus s’entretenien en càbales i altres
exercicis matemàtics senzills quan l’oci, el tedi o l’avorriment
–els déus mai no es cansen– els treia de la seua rutina cre-
ativa; i hi ha qui creu que ells, en la seua bondat infinita, van
acordar permetre als humans accedir a algunes de les opera-
cions més senzilles. Perquè poc hi ha més enllà de les quatre
regles i de les seues múltiples i sofisticades combinacions; per
difícils que pareguen nous conceptes extrets de la matemà-
tica de saló.
És sabuda la debilitat dels arquitectes i dels sacerdots per les
regles d’or, els principis bàsics i els fonaments. Deu són els
manaments, nou les benaventurances, set els pecats capitals,
quatre les virtuts cardinals i tres les teologals com deu són
les normes amb què Wright descompon la caixa (2) i cinc els
199
punts amb què compon el seu propi univers Le Corbusier
(3). Set les cares facetades dels poliedres impossibles que
Marinetti i Sant Elia (4) podrien hui publicar en el seu twit
gràfic. (I deixe al lector que faça les seues pròpies deduccions
buscant uns altres decàlegs i unes altres taules, altres arqui-
tectes i altres religions).
És coneguda l’habilitat dels escultors i dels metges en el ma-
neig de les ferramentes, de les taules i els bancs de treball. Es-
carpells, bisturís i, fins i tot, sondes laparoscòpiques no resul-
ten molt diverses de les gúbies, els enformadors, els martells
o les serres de pèl; de les llimes i els escats, de l’elèctrode o
del làser. Uns fent i uns altres desfent, llevat que els papers
s’invertisquen. Que també el facultatiu recompon i l’artista
destruïx.
He recorregut estos camins, itineraris, processos si es vol,
per a arribar a l’escultura d’este escultor arquitecte que cura
ànima i cos amb el seu treball, té de xaman i de galé, de
fetiller al cap i a la fi que enxisar és el que l’artista fa en este
món traïdor.
En el rigor de cada pas, de cada decisió mesurada i pesada
(de “pesos i mesures” em contava Juanjo Estellés, “mestre”
de l’arquitectura valenciana, davant de la mirada divertida de
Román Jiménez (5) que sempre ha sigut el meu mestre) Ber-
ned va depositant una dosi màgica de sensacions i desitjos,
de percepcions d’aparença elemental que es reproduïxen
amb l’eficiència dels rizomes subjectes a l’imperi de Fibonac-
ci (6). De manera que l’espectador, fresc amb el comença-
ment del dia, o exhaust amb la caiguda de la vesprada, opta
per deixar-se atrapar en les trames espacials que s’estenen
impàvides més enllà de la matèria acerada del seu treball
plàstic, més enllà de les sales del museu que les conté, més
enllà de la ciutat que les alberga oferint-los carta de natura-
lesa ciutadana. No es té un altre remei: atrapat o expulsat. I
amb el paradís, no s’hi juga.
No és la primera vegada que Berned compartix amb gent
anònima, amb coneguts desconeguts, el destil·lat de la seua
disciplina artística, però sí que és la primera ocasió que té
–en una trajectòria tan jove com madura– d’ocupar els me-
diterranis espais de l’Institut Valencià d’Art Modern. Encara
que tal vegada la seua esplanada i els seus murs ho espe-
raven pacients, com suggerix el meu admirat Juan Manuel
Bonet, des que ho va fer Mark Di Suvero en 1994 (7). Siga
com siga ací, en este temple de la cultura moderna que és
ferramenta al mateix temps, (temple per museu, ferramenta
per institut d’investigació) l’arquitecte-escultor (o escultor-
arquitecte; trie el lector segons gust i criteri) instal·larà els
seus caps, les seues cintes i les seues caixes; evocarà les se-
ues primeres columnes, els seus guerrers, soldats i dames; i
ho farà acompanyat de les magnifiques fotografies d’Héctor
Gómez Rioja –art sobre art o, millor encara, art amb art–, de
textos propis i dels seus amics (entre els quals destige comp-
tar-me); i amb una extraordinària novetat, perquè al llarg de
la mostra, en la “zona taller” de l’exposició, sobre el banc de
treball, es podrà apreciar l’evolució actual de la seua activitat
creativa com si es trobara en el seu propi estudi o taller ; en
el seu estudi de l’edifici Leitner, construït pel prestigiós estudi
d’arquitectura Lamela (8), firma de la qual Arturo Berned
va ser director de Projectes durant una llarga temporada
després d’haver treballat a Mèxic en els noranta. Les últimes
peces produïdes per l’artista visitaran la mostra de l’IVAM i
substituiran les últimes exhibides. Mai no ho havíem fet.
La primera vegada que vaig parlar amb Arturo, alertat per
Consuelo Císcar (9), que ja havia escrit allò de De divina
proportione: “si alguna cosa no s’acosta a la proporció, no
és bell”. Citant el seu propi autor, vaig creure que titularia
esta exposició “Work in progress” (o tal vegada, Sculpture in
Progress, per un respecte a l’origen del concepte) per la di-
nàmica inherent al moment actual en la seua obra (de buits
i moviments ha parlat qui ha sigut la seua última comissària
Alicia Ventura); i és clar que la idea de la geometria –més tard
parlarem de matemàtiques, amb el permís del meu col·lega
Pepe Bonet, acadèmic de la cosa– o, millor, l’obsessió per la
geometria va emparar un agradable dinar ; i citem Fibonacci,
però també Dürer (10), i recordem la llarga llista d’arquitec-
tes admirats per ambdós, des de Mies (11) fins a Alberto
Campo (12) (de la casa Guerrero del qual hi ha inspiració i
referència). Crec que parlem també de material i de tècnica,
de l’acer fred i de l’acer càlid, que no sempre es correspon
amb la seua condició d’inox o de corten, sinó més bé de la
200
seua domadura. Hi parlàrem molt i de tot, però parlàrem
poc de tant que es pot parlar quan es pot fer-ho amb un
esperit sensible, per a l’artístic i per a l’humà, probablement
forjat, com l’acer que ell tant estima, sota la permanent dis-
ciplina de la raó i el nombre, de la qual, més que adepte, és
legítim propietari.
Més tard, al començar a estudiar la seua producció artísti-
ca, al conéixer un poc la seua personalitat, al comprendre
la seua elegància; en el seu propi estudi i al tocar amb les
meues mans la seua obra per primera vegada, vaig recordar
Borges invident, comprenent amb les seues la xicoteta esfera
de marbres de Pietra Santa que el meu amic Rafael Trénor
(13) feia representar a un dels seus planetes.
Les meues primeres notes, les del progrés permanent –un
poc més que la continuïtat, una evolució dinàmica– en con-
firmar-se, han derivat en observacions més complexes que
faig des de la innocència del profà que no és artista ni crític,
o des de la picardia del catedràtic d’arquitectura de “pala i
foguejada”. I m’he detingut en les formes, en eixe dibuix en
l’espai de què parla Alicia Ventura (14) o, com ella mateixa
diu, en els “buits esculpits”, i he reflexionat sobre les lleis que
els regixen, de les tècniques empleades, de l’estructura subja-
cent i dels principis de l’equilibri i de l’estàtica fins a arribar a
disfrutar de la seua harmonia i de la seua bellesa. I ha comen-
çat una col·lecció d’experiències visuals i tàctils, d’exercicis de
composició buscant eixos i transparències, imaginant sèries i
proporcions secretes que es plasmen, a benefici de l’espec-
tador, en esta mostra de l’IVAM.
I segurament per això, en ser jo el primer espectador d’esta
mostra en la meua privilegiada condició de comissari, amb la
inestimable col·laboració de la meua col·lega Marisa Martín,
en gaudir de la possessió material de la seua obra, vaig en-
tendre esta “escultura de procés” amb la qual titule el meu
escrit i amb la qual s’intitula per a la meua honra l’exposició,
i que sintetitza en el verb el seu treball.
Ara, en l’IVAM, després de trobar-se amb l’obra superba de
Julio González (15), amb les de Chillida, i Anthony Caros, Ric-
hard Serra, Miquel Navarro o Ramón de Soto (16) o amb les
de Palazuelo, amb Rueda, amb Chirino o amb Alfaro; després
d’assaborir les empremtes més recents de Vila o de Nati
Navalón o de Lobo; Arturo Berned ens oferix una mostra
del seu treball en to didàctic i molt natural. Tot ha sigut pen-
sat i reflexionat al detall en un procés –una altra vegada els
processos!– de depuració, que ha anat reduint a essències
el que inicialment era un univers de sensacions seductores
i d’interés general. Eixe propi procés de refinat ha propiciat
troballes, de vegades inclús d’addició, i ha produït idees d’in-
novació que han resultat energètiques.
(Inclús, confesse, va caure el plural inicial del títol –“de pro-
cessos” la vaig anomenar en origen– i va quedar com resa,
“de procés”).
Però tot es correspon amb una decisió espontània i ferma,
oberta sempre a les propostes d’un equip divers i per això
ho trobe natural. Tan natural com és dirigir el treball en el
taller metal·lúrgic o com ho és dirigir l’obra per a l’autèntic
professional. Per al professional d’ofici, segurament entre l’ar-
tesà i l’industrial, contaminat d’ambdós en la seua condició
manufacturera.
No és casual la meua coincidència amb les referències mu-
sicals d’Alicia Ventura –a Mahler es referix en el seu text
de l’exposició “Arturo Berned 1+arrel quadrada de 5 partit
per 2”– , ni la meua adhesió a la reivindicació de José Anto-
nio Bonet, en el mateix catàleg, de l’escultura escultura en la
tradició moderna, del 37 a Chillida, a la qual s’apunta amb
legitimitat –coincidisc plenament amb ell– Arturo Berned. Ni
ho és tampoc que compartisca amb Jesús M. Castaño les
seues al·lusions a l’intimisme de la seua obra, a eixe mestis-
satge oportú entre vida i misticisme, quan glossa l’exposició
“Arturo Berned. Escultures 2008”.
És tan difícil com innecessari endinsar-se en la disquisició en-
tre la formació acadèmica del nostre escultor i la seua pos-
terior, dilatada i exquisida trajectòria professional, i la seua
esplèndida musculatura artística. És cert que les seues es-
cultures estan construïdes amb el rigor d’un pèrit i que les
seues estructures han sigut dissenyades amb l’ofici d’un cre-
ador d’espais. Que si són condicions inherents a l’arquitecte,
201
no ho són del seu exclusiu exercici. Com també és cert que
les múltiples lectures que procura a l’observador cada una
de les seues peces o la multiplicació que es produïx quan es
visiten en conjunt estan pròximes a la funció d’habitar, espe-
cífica de l’arquitectura, però tampoc exclusiva. Gràcies a Déu.
Siga com siga, no cal trobar una resposta que probablement
és diversa i podria, inhabitualment, acontentar tothom. A mi,
personalment em pareix que en l’obra d’Arturo Berned ha-
bita un esperit emotiu i optimista que es transporta a l’es-
pectador amb contundència.
En eixa acció de “descompondre i construir” –cite novament
Bonet– el nostre escultor recorre tant al coneixement ci-
entífic com a l’impuls de la passió, característica implícita en
l’escultor d’estirp, siga quina siga la seua tècnica, des de l’es-
tereotomia de la pedra al tall per infrarojos. I ja no importa
si cal trobar en el gnòmon (17) o en Barragà (18) les seues
referències; ni l’Home de Vitruvi de Leonardo (19) ni el Mo-
dulor de Le Corbusier competixen en influència; i tampoc
no està tan lluny l’escultura de Picasso de la d’Amílcar de
Castro (20).
En una trajectòria vertiginosa –si admetem com a inici la
seua exposició de 2008–, la seua obra ha anat creixent en
emocions mentres s’aprima en evidència. I, conservant la
frescor de la investigació matemàtica (ara toque les matemà-
tiques) que està sempre en l’origen, es modela i es modula
fins a tindre una presència essencial que l’allunya de la matè-
ria, fins al punt en què l’acer inoxidable irradia una mena de
calor i el corten és capaç d’expulsar-te amb la meticulositat
de la seua construcció i acabat. Tal vegada ell no ho sap, però
com l’home a qui li parlaven els cavalls, al nostre autor li
parla l’acer. (Encara que ell espera sentir parlar la línia recta).
La fascinació que al llarg de la història de la nostra cultura han
exercit les matemàtiques sobre artistes i els arquitectes és
proporcional a la necessitat que es produïx, en els no especia-
listes dels números, de fer-ne un aliment espiritual. Un exercici
permanent d’abstracció, la busca de l’eficiència per mitjà del
rigor, l’ambició de la simplicitat com a elegància, l’assaig amb la
bellesa essencial: això són, per a un ignorant com jo, les mate-
màtiques. I la gimnàstica intel·lectual per a una existència dig-
na, la ferramenta per a la solidaritat i la cooperació, i l’antídot
de la demagògia, la garantia de la democràcia. No estranyarà
a l’ànima sensible que altres, d’idèntica condició, es fascinen
davant de tan grans virtuts al voltant del nombre.
Així, doncs, no és coincidència que ritme, harmonia, to, com-
pàs, seqüència, escala, proporció, matís, composició, nota, eix
o cadència resulten termes –atrapats ací a l’atzar– comuns a
la plàstica o a la música i, probablement també, al llenguatge
més íntim de la vida.
Les seues obres premiades per prestigioses firmes nacionals
o estrangeres o les que romanen en selectes col·leccions pú-
bliques o privades, donen compte d’un reconeixement social
de la seua producció que confirmen les opinions elogioses
de crítics i experts. Que es complementen oportunament.
“A partir d’esta revelació immediata, interior i mística, Ber-
ned, com si pensara en un d’eixos intervals silenciosos que
formen part de les composicions musicals d’Anton We-
bern, rescata entre les brases de la seua particular farga
formes expressives d’elegància subtil. I és que en totes es-
tes hi ha un minimalisme, una lleugeresa i una necessitat
de comunicar amb el més mínim que resulta inconcebible
que siguen formes nascudes del metall i que s’hagen tractat
amb la duresa que requerix el seu procés tècnic. Finalment,
m’agradaria matisar que les escultures d’Arturo Bemed no-
més seran ben enteses si ens situem pròxims a un llenguat-
ge matemàtic i abstracte, més unificat amb la música i amb
la poesia que amb la realitat trivial” (21), com escriu, per
exemple, la directora de l’IVAM, Consuelo Ciscar, a propò-
sit de l’artista.
O ell mateix s’esplaia en reflexions atrapades per Marisa
Martín per a una millor comprensió de la seua obra ¿Cual es
el proceso creativo? “Conceptes tan habituals com ara equi-
libri, estabilitat, precisió, llum, buit, proporció, ritme, compo-
sició, tensió, relació, grandària, massís, pesat , i tot al contrari,
altres vegades. Quan treballe una peça, a vegades prevalen
uns conceptes i la no acabe per a provar els contraris és un
procés iteratiu, molt divertit i frustrant.
202
M’agradaria conéixer més materials, tècniques, mitjans, sons,
moviments o acords, tindre més habilitats, recursos…, i molt
de temps per a creure que el final està lluny, encara que ar-
ribe prompte” (22).
Per la meua part, acostumat a moure’m en les ciutats de Mi-
quel Navarro (23), o en els laberints de Ramón de Soto que
van seguir les seues reflexions plàstiques entre Eros i Tha-
natos, estudiós de la mà de Rafa Trénor del misteri que unix
o separa Chillida i Oteiza, devot de Richard Serra, recent
descobridor del veneçolà-holandés Cornelis Zitman (24)
o del paraguaià Gustavo Beckelmann (25), sempre admirat
profundament davant del nostre Juli González… trobe en
el conjunt de l’obra d’Arturo Berned una lliçó d’humanitat.
Nascut a Madrid en 1966, l’any que Lezama Lima escriu
Paradiso en la seua estimada Havana (26) sota la mirada
atenta del dictador, eixa obra que llegíem amagats de la
censura –quina paradoxa!– els jóvens d’una altra dictadura.
L’any de l’LP Revolver dels Beatles (que ací van arribar a
dir-se Els Escarabats), el de Blonde on Blonde de Dylan als
EUA, el dels Beach Boys Pet sounds, el Sunshine Superman
de l’escocés Donovan o de les famoses Bótes per a caminar
de Nancy Sinatra. El mateix any de la mort del gran Alberto
Giacometti o del cineasta nord-americà Buster Keaton, el
del naixement de l’actriu Ana Torrent o de l’atleta holandesa
Ellen van Langen (dades extrets de la xarxa). Any ordinari
de la tecnocràcia, que derivaria en el tardofranquisme crea-
tiu d’una Espanya àvida de cultura i sensacions de vida nova.
I capaç per a generar-les amb força. Bon any per a nàixer,
bon any perquè nasquera.
Els seus estudis d’arquitectura en una escola de mestres
i brillants deixebles, les seues beques a Londres i Torí o a
Oxford, van resultar el pròleg adequat al seu treball pro-
fessional com a arquitecte a Mèxic, Anglaterra, Itàlia i –per
descomptat– Espanya. Amb Ramón Araujo i Luis Vidal ha
projectat i construït recentment (2005-2007) l’Hospital
Infanta Leonor, de Vallecas; els “paraigües” que evoquen
l’obra de Félix Candela o el maneig subtil del color –pense
una altra vegada en Barragán- me’n faciliten la lectura. Tota
una trajectòria d’esforç i rigor en el cultiu del coneixement
i la busca de la sensibilitat. La capacitat gestora, un senyal
d’identitat en el món contemporani, es veurà acrescuda
durant una època fonamental en la seua formació integral
com la que, des de la Direcció de Projectes i Obres de
l’Estudio Lamela, li permet compartir experiències com la
de la T4 de Barajas, o l’Aeroport Sharm El Sheik, la Ciutat
Esportiva del Real Madrid o l’ampliació del Bernabeu o el
Districte C de Telefònica. En l’estudi de bates blanques, de
la corbata sense nuc del seu fundador, es creu i es practi-
quen les matemàtiques.
I de la relació amb un altre mestre de l’arquitectura espa-
nyola contemporània, el catedràtic Alberto Campo Baeza, en
sa casa Guerrero, han de deduir-se no poques evocacions
(referències o influències tal vegada també) en la construc-
ció de l’espai escultòric que mobla el pensament de Berned.
Al final, una obra amable que s’oferix a l’espectador –a punt
he estat d’anomenar-lo usuari– amb docilitat i deixar que
siga este qui extraga la seua lectura, única o diversa, després
de comprendre l’energia que comunica i fer-la seua, projec-
tant-la sobre la mateixa biografia, afegint-la al seu recorregut
cultural més íntim, buscant en el seu cor, relacionant-la amb
experiències anteriors, comparant-la, admetent-la com a ge-
neració de desitjos, de noves idees i concepcions.
A l’aspecte delicat de les Cintes, esveltes, cícliques però de-
safiadores de Moebius (27) –sempre, per a Berned, la seua
línia recta protagonista– que s’enrosquen com si foren vives
i adoptaren postures mítiques de les arts marcials, ja d’atac,
ja de defensa; en mimat corten o en inoxidable polit; re-
colzades amb tal delicadesa que pareixen suspeses, flotants;
a la contundència dels plans que construïxen la Cinta III es
contraposa el ris domesticat del Cap I.
Perquè els caps no són compactes com les cintes, no resul-
ten lineals. El volum en els primers, la lleugeresa de les se-
gones, juguen amb els noms triats i componen un oxímoron
delicat entre denominació i forma. Però no hi ha ironia en
l’operació, hi ha més aïna un compromís entre abstracció i
matèria, una microguia d’instruccions d’ús que facilita la com-
prensió de missatges.
203
La grandària no és mai una qüestió aleatòria en l’obra d’Ar-
turo Berned, tampoc d’escala. Un pot imaginar mentalment
els canvis –res de més fàcil– i fer gran allò que és xicotet i
xicotet allò que és gran. Fins a adonar-se que l’escultor exer-
cix un control de la dimensió que s’ajusta al contingut, que
ha de romandre invariant i no admet amb docilitat els canvis,
per senzill que parega realitzar-los. L’obra es rebel·la contra
l’espectador, tal vegada abans ja ho va fer davant del seu
mateix creador, reivindicant la seua estatura, la seua comple-
xió, el seu pes i el resultat succeïx el destil·lat exquisit d’un
alambinat procés. I de nou els processos!
En les Caixes es donen cita puntual i eficient les estratègies he-
retades dels uns i les altres. Els plans es comporten com abans
ho feien les línies, i competixen plens i buits fins que paréixen
confondre la raó, com en les figures impossibles de José María
Iturralde (28). Quan se separen o deixen de superposar-se,
quan construïxen un nou buit més gran que els que alberga
cada una de les peces que componen estes caixes, el conjunt
es transforma i s’enriquix, colonitza més espai i l’enriquix men-
tres s’apropia, qualificant-lo i posant-ho en valor. L’arribada del
color, eixa capa ajustada de pintura de poliuretà estesa com un
guant o, millor encara, com una segona pell sobre l’acer corten
amb la qual acaba la seua Caixa XXXI; més que una caixa una
sèrie de caixes, una serralada geometritzada, una col·lecció de
cubistes nines russes, té la frescor de l’obra de policarbonats
de colors del Ramón de Soto, que em va donar lliçons d’Ele-
ments de Composició combinant la Gestalt i la Semiòtica. I la
força del que he vist entre les follies de Bernard Tschumi (29)
al parc de la Villette de París o en l’Art Disctrict 798 de Beijing,
impressionat per l’obra d’Olafur Eliasson (30).
Llàstima que la Vela VI, acabada d’idèntica manera, cuidadosa-
ment depositada sobre el verd del jardí d’un col·leccionista
privat, no poguera erigir-se a les valencianes platges de la
Malva-rosa com un generós anunci d’esta mostra. Però
veurem unes altres veles xicotetes, que a penes s’alcen un
pam del terra, connotant idèntiques sensacions de lleugere-
sa mentres aparencen una solidesa etèria. Els seus conjunts,
formats sense més lleis que les que es deriven de la coinci-
dència de les seues estructures més profundes, com a anelles
d’una cadena forjada a enclusa i martell, tenen la bellesa i la
cadència, dels ports nubis de velers llatins. I la màgia del vent
que bufa en el desert pròxim modelant les dunes canviants.
No faltaran a esta cita valenciana les fotografies d’Héctor Gó-
mez Rioja (31), com una obra a quatre mans, un collage de
tècniques, una amalgama d’impressions estètiques. Contenen
al mateix temps la sòbria bellesa de les maquetes d’El Lissit-
zky i dels dibuixos de Malevich (32), l’herència ben digerida
de Mondrian, els efectes neoplasticistes d’Oud o de Rietveld,
l’admiració pel Nou Món convenientment contaminada per
la plàstica brasilera d’una Lina Bo Bardi (33). Inopinat deixe-
ble virtual de Torres García (34), encara que afortunadament
lliure de la tirania dolça de la seua escola uruguaiana.
Hem volgut proporcionar al visitant un itinerari “bernedista”
des de l’esplanada exterior, eixe vestíbul urbà que caracterit-
za l’arribada al museu, fins a la intimitat de la “zona taller” de
la Sala 5, que és com les sendes d’aromes que la paisatgista
Kathryn Gustafson (35) ha previst per al Parc Central de Va-
lència, un goig per als sentits, que va puntuant un recorregut
pedagògic que completa la seua comprensió. Quatre obres
en l’esplanada, una en el vestíbul previ, fins a donar entra-
da a la sala amb un pròleg complet que sintetitza d’un sol
colp –escultures i fotografies– un discurs extens i profund. La
plantilla que regula la disposició de les obres, les seues par-
ticulars orientacions, la distància entre estes i les trames que
procuren, la trobada d’eixos o transparències, la visió d’unes
des d’altres o a través d’altres, fan del passeig per la sala una
mena de recorregut paisatgístic entre el land art i l’estatuària
urbana renaixentista. I ja ho he dit, res és casual; serà el viat-
ger qui faça el seu propi pla del tresor, amb la seguretat que
tots els pergamins seran autèntics.
Em deia recentment l’arquitecte brasiler Ciro Pirondi (36)
que Burle Marx opinava (cite de memòria) que “no hi ha
res de tan bell com la naturalesa i res de tan insensat com
intentar copiar-la. Ha de tindre raó qui diu que és esta la que
imita l’art i no al revés (37). O Franco Fontana (38), quan
m’assegurava que ell fotografia el que no es veu.
Les visions zenitals, des d’eixe lloc que és més un bonsai que
un clon del seu estudi madrileny, que recrea la producció
204
entre escrits i esbossos, fotografies i les últimes mostres de
taller, complementen allò que s’ha agarrat amb anterioritat
fins a necessitar començar novament. Tal vegada en un regis-
tre d’al·legoria cosmogònica que és com una prova fefaent
de compromís amb la realitat a través de la seua abstracció
més depurada.
Ha sigut un privilegi per a Berned que un mestre de la talla
de Martín Chirino (39) escriguera en un dels seus catàlegs
(Madrid 2008) sobre la seua obra, i un honor per a un servi-
dor trobar en les seues paraules, concises i profundes –com
ho són les seues esplèndides escultures– similituds amb el
més important de la desordenada col·lecció d’idees que he
anat relatant amb anterioritat. La seua cuidadosa formació
arquitectònica i el constructivisme com a principi generador
de l’obra de Berned són assumptes que no escapen a l’anà-
lisi que el mestre efectua sobre qui es reconeix deixeble.
Més aguda em pareix la seua apreciació sobre els ecos de
les primeres avantguardes que en la seua escultura subjau, tal
vegada refermada precisament en la ruptura de barreres que
fa d’esta objecte d’hibridació entre camps artístics diversos.
M’han quedat molt arrere les primeres impressions, la lec-
tura més immediata de les seues conductes rigoroses, de la
seua afició per la regla, de la seua passió per la norma, de la
seua col·lecció de fetitxes matemàtics, del seu ensinistrament
en l’art de l’estricte, de la seua militància en la geometria, de
la seua aposta per la raó, de la seua lluita per la veritat. Ara,
jo només percep emocions.
Montevideo i Alacant, novembre de dos mil onze
NOTES.1. La pel·lícula La vida secreta de les paraules (2006) és obra de la directora de cine espanyola Isabel Coixet (Sant Adrià de Besos, abril de 1960).
2. Frank Lloyd Wright (Oak Park, juny de 1867 - Phoenix, abril de 1959) és el conegut mestre de l’arquitectura autor de la Falling Water (La Casa de la Cascada) o el Museu Guggenheim de Nova York; del desaparegut Hotel Imperial de Tòquio o del magnífic Edifici Larkin a Buffalo. Ayn Rand va inspirar en ell la famosa pel·lícula The Fountainhead (El brollador). Amb motiu de la construcció de la seua Casa de la pradera a Chicago –la para-digmàtica Casa Robie entre elles– va teoritzar eixos deu punts entorn de la descomposició de la caixa.
3. Els famosos cinc punts de Le Corbusier (Charles Édouard Jeanneret, La Chaux-de-Fonds, Suïssa.,octubre de 1887 – Provença-Alps, França, agost
de 1965), per a molts el pare poeta del racionalisme europeu, autor de la Casa Savoie i de les Unitats d’Habitació, de la Capella de Ronchamp i del Pla Obús per a Alger, amb la seua concepció formal i constructiva del piloti, va relatar cinc punts que tot estudiant d’arquitectura del món coneix en l’inici dels seus estudis, per més que Jane Jacobs s’enutjara amb ell uns quants anys més tard.
4. Filippo Tommasso Marinetti (Alexandria, Egipte, desembre de 1876 - Bellagio, Como, desembre de 1944), va escriure en 1909 el seu Mani-fest Futurista, esta vegada amb onze preceptes, un decàleg més u. I va ser fundador del futurisme. Antonio Sant’Elia (Como, 1888 - Monfalcone, 1916), arquitecte italià, va impartir docència d’arquitectura a Bolonya des de 1913. Un any més tard, publicà el seu Manifest d’arquitectura futurista, després d’haver creat el grup Nuove Tendenze.
5. El arquitecte Román Jiménez Iranzo (Buñol 1934- València 2006), va ser el fundador de l’Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de València i el seu primer director, i també va ser el meu mestre. Va ser acadèmic de Sant Carles, creador de la primera Ordenança de Prevenció d’Incendis i arqui-tecte en cap de projectes i obres de l’Ajuntament de València. La seua obra, dilatada i exquisida, té episodis com La raspa o la Clínica de la Mare de Déu de l’Esperança (hui Quirón). Juan José Estellés Ceba és Mestre Valencià d’Arquitectura, reconegut pel Col·legi Oficial d’Arquitectes de València.
6. Leonardo Pisano Bigollo (1170 – 1250), és conegut per la seua famosa sèrie iniciada per l’1 i l’1, per a ser continuada per la suma d’ells, 2, i així successivament (3, 5, 8, 13, 21, 44, etc.). La fascinació que Fibonacci ha produït no sols en el món de la matemàtica, sinó en el de l’art, la música, l’arquitectura i la literatura, persistix fins als nostres dies. L’escultor i arqui-tecte Arturo Berned dóna, hui, testimoni d’això.
7. Juan Manuel Bonet (París 1953) ha sigut director de l’IVAM i del Reina Sofía de Madrid. La seua obra teòrica més coneguda Diccionario de las vanguardias en España (1907-1936) continua sent d’obligada lectura per a la comprensió de l’art contemporani espanyol. Mark di Suvero, nascut a Xangai en 1933, és exponent de l’escultura abstracta expressionista nord-americana i va exposar en l’IVAM en el període de direcció de Bonet.
8. Antonio Lamela Martínez (Madrid, desembre de 1926) va fundar el seu propi estudi d’arquitectura a Madrid immediatament després d’acabar la carrera en 1954. Creador de les Torres de Colón (1976) i d’importants projectes internacionals, entre els quals destaca la seua coautoria amb Richard Rogers en la T4 de Barajas, és també Premi Rei Jaume I de Soste-nibilitat, urbanisme i paisatge.
9. Consuelo Císcar Casabán és directora de l’IVAM des de 2004 fins a l’actualitat. A ella es déu la major projecció internacional del Museu i dels artistes valencians contemporanis, a més del major increment en selectes i importants donacions per al seu patrimoni.
10. Alberto Durero (Nuremberg, maig de 1471 - Nuremberg, abril de 1528) passa per ser el gran pintor del renaixement germànic. Renaixen-tista, per descomptat, per les seues múltiples facetes creatives, va atendre des del gravat fins a la teoria. La seua obra Cuatro libros sobre las proporci-ones humanas, complementa de manera raonada el que, d’un colp, conté la seua famosa pedra de la melancolia (tan volguda per Román Jiménez).
11. Ludwig Mies van der Rohe (Aquisgrà, març de 1886 – Chicago, agost de 1969), és eixe geni de l’arquitectura moderna del qual tots reclamem una part alíquota de la seua herència. El de less is more i el Dios en los detalles, el del Pavelló de Barcelona de 1929, el de la Galeria Nacional de Berlín (1962-1968).
12. El meu amic Alberto Campo Baeza, mestre i col·lega de càtedra –ell a Madrid, jo a València– és un dels arquitectes més rellevants en el panora-ma espanyol contemporani. Des de sa casa a Turégano fins a la seu central de Caja Granada, des del Centre d’Inca fins a la Guarderia italiana, la seua obra és de culte en les nostres escoles d’arquitectura. Berned s’inspira en sa casa Guerrero per a una de les seues escultures.
205
13. Rafael Trénor y Suárez de Lezo, també és el meu amic. I ho va ser del gran escriptor de l’Aleph. Autor de la mai construïda Esfera Armil·lar i de la seua cosmogònica Ànima del Món, viu i treballa entre València (en els alts de la casa que va construir el seu iaio) i Menorca (en Sapleta, preciosa casa de pagesos veïna de taules i talaiots).
14. Alicia Ventura, crítica d’art, ha sigut comissària de l’última exposició d’escultura d’Arturo Berned. Madrid juny de 2011.
15. Es sabut que l’IVAM, Institut Valencià d’Art Modern, és també deno-minat Centre Julio González. Amb una important part de l’obra del gran escultor barceloní que va viure i va morir a París (1942) es va inaugurar la col·lecció de l’IVAM, sent encara el senyal d’identitat del museu valencià i el conjunt més representatiu per a qui vullga conéixer-lo.
16. Cite ara algun dels molts noms que el lector interessat podrà desco-brir en el compendi expositiu de l’obra escultòrica en l’IVAM. Valencians, nacionals o estrangers, tots ells rellevants, componen una magnífica lliçó d’escultura moderna, quasi un tractat. Ramón de Soto, que va ser el meu professor i amic, i que seguix sent-ho mentres ens assentem junts en el Consell Valencià de Cultura, que m’acompanya i em tutela quan –amb la meua filla Anna– mostre les nostres arquitectures pròximes, és responsa-ble directe de molt del que jo he fet i continue fent.
17. El terme gnomon fa referència a un objecte allargat l’ombra del qual es projecta sobre una escala graduada i així poder mesurar el pas del temps. També a les relacions de semblança i proporció entre rectangles pertanyents a una sèrie.
18. Encara que l’arquitecte mexicà Luis Barragán Morfín (Guadalajara, març de 1902 - Mèxic DF, novembre de 1988) ja havia mort quan el jove Arturo Berned va viure i va treballar a Mèxic, el mestissatge de geometria i color, del culte i l’autòcton, sempre present en la seua obra construïda, ha deixat empremta i ha fet efecte en el treball del nostre escultor.
19. Poc puc afegir jo ara i ací sobre la figura imponent de Leonardo da Vinci. Però deixeu que invite el lector a conéixer, tant com a La Gioconda, els seus enginys, màquines i ferramentes, els seus plans territorials i les seues premonicions tècniques.
20. Amílcar Augusto Pereira de Castro ha sigut un artista, escultor i dis-senyador gràfic brasiler d’extraordinària importància, va morir en 2002.
21. Vegeu el text complet en este mateix catàleg.
22. També en este catàleg s’arrepleguen algunes de les reflexions de l’autor, poc amic de fer-les públiques.
23. Miquel Navarro, escultor valencià que va nàixer, viu i treballa a Mislata, és per a molts –entre els quals em trobe– l’hereu de Chillida. No perquè així fóra pensat per aquell, no perquè el seu treball continue l’obra del basc, no perquè els experts i els crítics així ho hagen decidit, sinó per la importància, transcendència, difusió i acceptació mundial de la seua escul-tura. Les seues ciutats són reconegudes i recognoscibles en totes les parts i els seus monòlits –recentment s’ha col·locat en la plaça del Patriarca de València el seu Cap pensant– moblen les nostres ciutats amb encert i elegància.
24. A pesar que l’obra de l’escultor veneçolà-holandés Cornelis Zitman està ja molt difosa a Espanya, principalment a Andalusia, no he tingut oca-sió de conéixer-lo personalment fins que no fa molt me’l va presentar el nostre comú amic, l’arquitecte Antonio Barrionuevo, en el seu estudi sevillà. M’interessen especialment els seus vestits bronzes i els seus dissenys de mobiliari d’èpoques passades.
25. Gustavo Beckelmann és paraguaià i té el seu taller a Asunción. Com de cinquanta anys, es passa la vida en ell, amb una vestit granota blau i brut de sutja i rovell, ajudat per dos col·laboradors fidels i senzills; amb el seu propi forn artesanal (soterrat) per a fondre a la cera, però també a la fusta, i investigant ara amb altres possibilitats noves de l’alumini. També amb el so.
I té peces grans, enormes, geomètriques o expressionistes. No té pàgina web, de book, de suport mediàtic.
26. Vint-i-sis anys més tard vaig aterrar a L’Havana per primera vegada; després he menjat moltes vegades en La Guarida, la paladar temàtica que Enrique –el seu propietari– va dedicar a l’obra del gran escriptor cubà en el centre de L’Havana, prop de l’Almeijeiras. La reina d’Espanya va voler sopar allí amb motiu del seu viatge a la cimera iberoamericana i així ho va preparar Ion de la Riva.
27. La cinta de Moebius, com és sabut, és una banda –o superfície reglada– d’un únic traçat que es doblega sobre si mateixa de manera que passa de l’interior a l’exterior de manera directa i infinita i no orientable. amb una sola cara i una sola vora. El seu descobriment es déu als matemàtics alemanys August Möbius i Johann Listing, que la van presentar en 1858.
28. José María Yturralde, nascut a Conca, encara que també és navarrés i valencià, pintor i catedràtic de pintura de la Facultat de Belles Arts de la Universitat Politècnica de València, és molt conegut per les seues figures impossibles. I és un altre “boig” de les matemàtiques i el càlcul.
29. Bernard Tschumi, arquitecte franco-nord-americà nascut a Suïssa (com LC) va construir les seues follies del parisenc parc de la Villette abans de complir els quaranta anys, edat en què convencionalment es deixa de considerar jove un arquitecte. El seu interés per filòsofs com Derrida el mantenen entre els de permanent actualitat.
30. En l’Art District 798, en què han treballat i viscut durant un mes els artistes valencians Horacio Silva i Carlos Albert entre tants altres artistes europeus, vaig tindre ocasió de visitar, junt amb el meu amic i col·lega Magín Ruiz de Albornoz, una instal·lació magnífica d’Olafur Eliasson, a base de llums de colors i vapor d’aigua, realitzada junt amb l’inefable artista xinés Ai Weiwei.
31. Héctor Gómez Rioja, arquitecte i fotògraf madrileny, col·labora habitu-alment amb Arturo Berned, i també en esta ocasió comptem amb la seua obra artística en la mostra de l’IVAM.
32. El pintor rus suprematista, o millor creador del suprematismo, Kazimir Malèvitx, va estudiar agricultura de jovenet i dels camps que supervisava son pare vigilant la canya de sucre en tan mal clima, van eixir les seues pri-meres obres. Després va venir tota la resta fins a consagrar-se com un dels més importants inspiradors de l’art actual. Del Lissitzky, artista, dissenyador, grafista, cartellista, arquitecte i pensador rus d’eixe moment màgic –fins que va arribar Stalin– que va passar el constructivisme rus, vull recordar ara la seua preciosa maqueta il·lustrativa de la cèl·lula F que van investigar els Vkhutemas, i Ginzburg va construir en el Narkomfin.
33. Lina Bo Bardi (Roma, desembre de 1914 - Sao Paulo, març de 1992) és eixa arquitecte, més brasilera que italiana, que tots admirem per la seua decidida arquitectura –la seua opera prima, el Museu d’Art de Sao Paulo, o la més madura de la fàbrica SESC Pompeia, són les més conegudes– i per la seua relació amb el gran paisatgista Burle Marx.
34. Joaquín Torres García (Montevideo, juliol de 1874 - Montevideo, agost de 1949) és eixe pintor constructivista, autor de l’universalisme construc-tiu, que passa per ser el gran pare (castrador) de la pintura uruguaiana del segle XX. Després de Figari –sobre ell cal preguntar al president Julio María Sanguinetti– este mestre indiscutit que va passar anys importants de la seua formació a Catalunya, ha exercit i continua exercint una influència decisiva en tota la plàstica contemporània uruguaiana. La seua néta, Eva Díaz, practica hui una interesantísima escultura ceràmica.
35. He tingut l’honor de formar part, a proposta del rector de la UPV, del jurat que va seleccionar el projecte de l’arquitecte paisatgista Kathryn Gustafson com l’adequat per a la construcció del futur Parc Central de València. I coincidisc plenament amb l’alcaldessa Rita Barberá al trobar en les seues sendes d’olors i en la seua doble enfilada de palmeres i xicrandes tot un encert.
206
36. Ciro Pirondi exercix la docència i la professió a Sao Paulo i s’ocupa hui amb especial atenció de la ciutat informal i del reciclatge urbà. Elisa Valero l’ha inclòs entre els conferenciants del seminari de conclusions sobre este tema que hem celebrat no fa molt en l’Escola d’Arquitectura de Granada.
37. Llegiu eixe deliciós fragment de la Decadència de la mentida, d’Oscar Wilde, en què Vivian i Cyril discutixen en la biblioteca de la casa de camp del comtat de Nottingham sobre la naturalesa, la vida i l’art.
38. El fotògraf italià Franco Fontana ha exposat no fa molt en la Sala de la Muralla de l’IVAM una magnífica col·lecció de les seues fotografies, algunes fetes en la nostra ciutat, que –per cert– se sumen, per la seua generosa donació, als fons del Museu.
39. Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canària, març de 1925) té l’edat de mon pare i em mereix un semblant respecte. La seua trajectòria, ja no de mestre sinó de savi, condició que només una vida plena atorga, la d’eixe adolescent forjat en els tallers metal·lúrgics de son pare, junt amb el ferro que mai deixarà d’acompanyar-lo, des dels seus estudis de Filosofia fins als de Belles Arts a San Fernando, la seua formació viatgera, la seua activa participació en la fundació d’El Paso fins a l’inici del seu camí en solitari, albergat en l’arquitectura d’Antonio Fernández Alba –un altre savi-. El seu compromís amb la cultura a través del Círculo de Bellas Artes de Madrid o el Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canària, sense abandonar mai la seua febra productiva. Tot en ell és respectable.
ENTREVISTAElena PitaEscritora
Ell no ho sabia, estudiava i treballava l’arquitectura. No sabia
que era escultor. Li ho va contar la pròpia experiència, els
bots i els esglais que dóna la vida, que comunament ano-
menem casualitat. Ho va saber o en va ser conscient fa a
penes 20 anys, Arturo Berned (Madrid, 1966), quan era ja
arquitecte. Després d’este temps, Berned creu que coneix
l’alfabet de l’escultura; busca ara les paraules, per a continu-
ar comunicant essències i provocar diàleg. Té un llenguatge
verbal, mental i escultòric fundat en la matemàtica que, de
vegades i per a les ments profanes, pot resultar obtús, abs-
tracte en excés. Però sota esta verbalitat subjau l’essència del
seu art que, com tot l’art, és pregunta, provocació en busca
de la veritat que mai trobarem, perquè tal vegada ni tan sols
existisca. A açò, l’artista ho anomena frustració.
Elena Pita: Arrancava la presentació de la seua exposició an-
terior amb una cita de Rilke, “Darrere de l’última paraula,
està el que no es pot dir”. Què hi ha darrere de les seues
escultures que no es puga dir?
Arturo Berned: Hi ha frustració, com darrere de cada obra
d’art, perquè és sempre un camí que inicies cap a la foscor,
el desconegut, i mai saps per què i quan has de donar-ho per
acabat. Sens dubte apareixen altres sentiments positius en el
procés, però eixos són els que sí que poden dir-se: eufòria,
vertigen, il·lusió, llibertat, èxit, alegria…
Estem en el seu estudi, Camp de les Nacions, Madrid, edifici
Leitner, seu de Lamela Arquitectos, que és com la seua se-
gona casa, tota poblada de les escultures de Berned com un
bosc d’acer corten i inoxidable que parla o sembla moure’s al
capritx de la llum, i no és sinó el joc òptic de qui contempla.
Asseguts en sengles sofàs ben distants, separats per una de
les seues obres que és una taula de volums i buits intrigants,
superfície capritxosa de corten que despulla les seues vetes
sota una capa de cera: bellesa. Rodejats dels seus projectes
somiats, com este que alça entre el Palau de la Magdalena i el
mar una escultura grandiosa que en el seu estómac alberga un
museu imaginari. De la seua recent obra gràfica, també rode-
jats; obra que ha emprés (en col·laboració amb Héctor Gó-
mez Rioja) per veure d’entendre millor la seua proporció, els
seus nombres, l’equilibri de la seua matemàtica. Perquè per a
Arturo Berned, la bellesa és necessàriament matemàtica; com
ell, perfectament equilibrat amb la seua espigada figura, les se-
ues faccions esmolades, la seua sempre impecable vestimenta.
E.P.: La seua escultura partix sens dubte de l’arquitectura,
què li suggerix el terme arquitectura escultòrica?
A.B.: És un terme per a enquadrar determinades obres d’ar-
quitectura, però no té molt de sentit, no significa ni afig res.
L’arquitectura maneja volums com també ho fa l’escultura, de
manera que em pareix una redundància. Els conceptes i les
ferramentes que jo empre vénen de l’arquitectura; per a bé
i per a mal sóc arquitecte. En l’arquitectura estan els meus
límits i també, les meues qualitats.
E.P.: Sol emprar-se este terme amb un sentit pejoratiu.
Necessàriament l’arquitectura escultòrica es desvincula de
207
la vocació social que ha de ser primordial en tota obra
arquitectònica?
A.B.: No hauria de ser així, no. Mentres no vinga un altre
que suplante Vitruvi, l’arquitectura ha de ser útil, bella i fer-
ma, i després ja veurem en quin orde ho és: depenent dels
moments històrics o de les tendències, un dels tres elements
prima sobre els altres. Però jo no crec que la mal anomenada
arquitectura escultòrica, si és bona, descuide la funció encara
que prime la forma. Com tampoc el racionalisme oblida la
forma encara que prime la funció. Eixa manera de concep-
tualitzar els estils em pareix molt perillosa: tot és molt més
complex i al mateix temps, més senzill.
E.P.: Hi ha més escultura en la seua arquitectura o viceversa?
A.B.: La segona cosa, sens dubte. La raó per la qual m’he anat
decantant professionalment cap a l’escultura, és la llibertat
de manejar les formes que et dóna esta disciplina a l’hora
de crear. En l’arquitectura, ara com ara i ací, em resulta tre-
mendament complex poder desenrotllar un concepte fins al
final: intervenen molts agents i el procés és molt llarg. Com
a arquitecte, mai he pretés bolcar la meua sensibilitat escul-
tòrica en els edificis, més fàcilment i inconscientment m’ha
succeït el contrari.
E.P.: Va ser eixa dificultat que comenta el que li va fer avorrir
l’arquitectura?
A.B.: L’arquitectura no em va avorrir ; em va descoratjar, vaig
anar perdent la il·lusió. La fase creativa o conceptual de l’ar-
quitectura, la que es fa sobre el paper, ocupa molt poc de
temps. Després ve un dilatat procés de desenrotllament en
el qual has d’anar lluitant per conservar la idea, i açò hui és
molt difícil i no se li dóna massa valor, o no s’entén. En l’escul-
tura, en canvi, el que s’acosta vol entendre.
E.P.: Berned, què és constructivisme en escultura?
A.B.: El constructivisme és un moviment artístic que tots
coneixem. Els seus inicis van ser rotunds i clars, però ara
el terme es limita a assenyalar una similitud estètica o l’ús
d’aquells primers codis formals.
E.P.: Com seria llavors la seua definició de constructivisme
aplicat a la seua pròpia escultura?
A.B.: No sóc jo qui anomena així la meua obra, però m’agra-
daria que tinguera a veure no sols amb l’estètica sinó també
amb el valor del seu procés constructiu. En el constructi-
visme, l’elecció del material i de la tècnica de treball ha de
formar part de l’obra des de l’inici.
E.P.: Construïx l’espai i el buit, el moviment i la llum, i què
més construïx, quins són els elements fonamentals per a Ar-
turo Berned quan concep una peça?
A.B.: M’obsessiona l’escala, que té molt a veure amb l’espai
i, per tant, amb el temps. L’escala és una qüestió constant
quan faig una peça. Després entren en joc altres conceptes:
la proporció, la llum, l’ombra, la matèria i el tan important
buit, que en estos moments m’interessa moltíssim: allò que
la matèria no ocupa em pareix molt suggeridor. El movi-
ment és un altre element que m’obsessiona: manifestar-lo a
través de l’equilibri, de l’estatisme de l’escultura, de la tensió
de les formes, del joc de la llum i dels volums. Sí, este és el
meu alfabet.
E.P.: Des d’esta primera línia de l’art constructiu i la geome-
tria, a qui citaria com a referent?
A.B.: Els meus referents van des de les piràmides d’Egipte o
els etruscos fins a per exemple, Robert Morris, Carl André,
Sol Lewitt o Donald Judd. I després, el que és obvi: l’avant-
guarda russa, el neoplasticisme holandés, espanyols com Pa-
lazuelo o Luis Caruncho. Però, més que en artistes, les meues
referències estan en obres concretes.
E.P.: Berned, la bellesa ha de ser matemàtica, ha de quadrar,
mantindre l’equilibri de la matemàtica geomètrica?
A.B.: Per a mi, sí. On hi ha matemàtica, hi ha bellesa; el que
no significa necessàriament el contrari. La bellesa, en el fons,
no és tan subjectiva com pensem. Els objectes creats per
Déu i per l’home al llarg de la història guarden proporcions
matemàtiques, des del codi genètic fins a les catedrals gòti-
ques. No és una invenció de l’home, sinó un descobriment
primerenc; observem sinó les relacions matemàtiques que es
complixen en el cos humà.
E.P.: La lletjor estaria llavors on eixes proporcions no es
complixen?
208
A.B.: No, no, per a començar, la matemàtica no és una ciència
exacta, com sí ho és l’aritmètica: 2+2 seran sempre 4. I a més,
la matemàtica és una condició suficient, però no necessària.
No em sent capaç de respondre al que preguntes. Si no hi ha
matemàtica no hi ha bellesa? Depén per a qui o per a què. El
que sí que està clar és que l’art no sempre busca la bellesa.
A vegades pretén provocar repulsió, fàstic, plaer sensual…
Pregunta’ls a ells.
E.P.: És la matemàtica a la teua obra quelcom així com ho és
per a la música ritme i relació?
A.B.: Efectivament. Ja ho va advertir Pitàgores: en cada una
de les decisions que pren un músic, conscientment o incons-
cientment, està aplicant la matemàtica, que és exactament el
que jo faig.
E.P.: El silenci d’una partitura és al buit el que la melodia al volum?
A.B.: No existiria música sense silenci, i sense buit l’obra no
seria possible; però, l’analogia que fas no sempre és exacta: la
melodia pot a vegades ser el buit.
E.P.: Berned, com va perdre vosté la por per a poder crear,
intervindre?
A.B.: És que no l’he perduda: la por és una màxima en qual-
sevol procés creatiu, entre altres coses perquè has d’em-
prendre un camí que no saps on et porta. Açò ho comen-
tava sovint amb Chillida: la busca de l’art és una busca de la
foscor, el desconegut, i açò per si mateix, produïx temor i por.
E.P.: Li va succeir a Mèxic. És casual o va ser la immensitat
dels seus espais el que li va permetre migrar de l’arquitectura
pura a l’escultura arquitectònica?
A.B.: A Mèxic vaig perdre la por de tindre por, va ser la
primera vegada que vaig mostrar una peça, i la vaig vendre.
Però, no li trobe explicació causal, podria haver sigut en un
altre lloc i moment diferents.
E.P.: Què feia vosté a Mèxic? Treballava en algun projecte
d’arquitectura?
A.B.: Vaig anar a conéixer el país i la seua gent. No m’agrada
visitar un país durant un cap de setmana o unes vacacions,
sinó viure’l i sentir la seua cultura, i això només s’aconseguix
passant llargues temporades: així ho he fet també en altres
països. Mèxic va ser una experiència apassionant, perquè allí
tot es multiplica, tot és exuberant. És veritat que les megalò-
polis, com el D.F. o Sao Paulo, m’apassionen, em suggerixen
moltíssim: l’essència de l’home la trobe en una sola persona o
en les masses humanes a gran escala, els grups em diuen poc.
E.P.: Mai fins llavors havia somiat açò de l’escultura?
A.B.: L’escultura sorgix com una necessitat interna, apareix, i
simplement no la vaig reprimir encara que sí la vaig mantin-
dre a una certa distància durant temps.
E.P.: Quina faceta era el seu fort en l’arquitectura?
A.B.: Ja en l’escola feia estes coses, dibuixava estos volums,
buscava estes formes a través del dibuix. I després vaig co-
mençar a voler plasmar-los en matèria, i el canvi d’escala va
ser el següent pas. I el que ocorre a Mèxic, en el 94, és
que faig una peça a partir d’un dels meus dibuixos, utilitzant
planxes de ferro, i la compra un col·leccionista jueu. I ja mai
ho vaig deixar, encara que vaig continuar treballant com a
arquitecte.
E.P.: Bé, i després de tot, s’ha convertit en l’escultor de les
grans fortunes. Afortunat vosté?
A.B.: No crec que siga així: l’art és de qui el disfruta i no de
qui el paga.
E.P.: Esta exposició ara, el consagra?
A.B.: Sé que la vida és un recorregut en el qual constant-
ment puges i baixes, i per a ser feliç un no ha d’emocionar-se
amb les pujades ni deprimir-se en les baixades. Cal tractar
de ser independent en la forma de sentir, pensar i viure. Em
fa moltíssima il·lusió, clar, però no ha suposat cap canvi en
la meua manera de sentir ni de treballar, tant de bo puga
mantindre’m així. L’art m’ha donat independència i això és el
que no vull perdre.
E.P.: Tornaria a l’arquitectura?
A.B.: Seria un insult dir-te: no, mai. Sóc de professió arquitec-
te, molts dels meus amics són arquitectes, la meua educació
és l’arquitectura i els meus recursos, materials, la tècnica i
l’estètica provenen de l’arquitectura. No sóc desagraït ni re-
209
negue del meu passat, estic ací gràcies a això. Però em resulta
difícil pensar que puga aconseguir eixa felicitat, eixa llibertat
i eixa por que em proporciona l’escultura, que és com una
droga que només arquitectes excepcionals l’aconseguixen
amb l’arquitectura.
E.P.: I si l’art deixara d’embogir-lo, i si el deixara tranquil?
A.B.: Buf, quina situació més difícil! Buscaria una altra dis-
ciplina que em mantinguera viu. L’art no és una elecció, és
una necessitat per a qui es dedica a això: és una passió que
impedix que et tornes boig.
ARTURO BERNED
Arturo Berned, arquitecte i escultor nascut a Madrid en 1966.
Durant la seua etapa d’estudiant li van concedir diverses
beques que va disfrutar a Londres, Torí i Oxford. Els seus
primers passos professionals van coincidir amb les estades
a les ciutats esmentades que, posteriorment, van tindre una
influència clara en el seu procés creatiu.
Com a arquitecte, ha realitzat la seua activitat professional
principalment a Mèxic, Anglaterra, Itàlia i Espanya.
És durant la seua estada a Mèxic, al principi dels 90, quan ini-
cia el seu camí en el món de l’escultura, vocació que, si en un
principi constituïa una font de realització a través de la qual
posar en pràctica projectes per a materialitzar pensaments,
a poc a poc va cobrar una importància creixent en la seua
expressió.
Al final de la dècada dels 90, inicia una intensa col·laboració
professional amb l’Estudio Lamela Arquitectos que conclourà
com a director de projectes i obres del prestigiós estudi. Són
anys durant els quals col·labora en la major part dels projec-
tes realitzats per l’estudi, entre d’altres: la terminal de Barajas
T4, la ciutat esportiva del Reial Madrid i l’ampliació de l’estadi
Santiago Bernabéu. Així mateix, va participar activament en
concursos d’arquitectura nacional i internacional, com ara el
Districte C de Telefónica i l’aeroport de Sharm El Sheikh.
Després d’esta etapa comença a desenrotllar intensament la
seua verdadera vocació, l’escultura. Durant estos anys inicia
una intensa tasca d’investigació en les formes i els materials
que s’utilitzen, que desemboca finalment en l’intens procés
creatiu que ha dut a terme des de l’any 2003 fins a l’actualitat.
Les seues exposicions més rellevants han tingut lloc a:
Espacio de Las Artes, Madrid (2011); Feriarte, Madrid (2011);
Arturo Berned (1+ 5)/2, edifici Leitner, Madrid (2011); Art
Madrid ´11, Madrid (2011); exposició “Escultores contem-
poráneos”, Bosque de Acero, Conca (2010); galeria Anso-
rena, Madrid (2010); centre comercial Zielo (2009); Open
Art Fair, Holanda; galeria Gaudí, Madrid (2009); Art Madrid
´09, Madrid (2009); Flecha ´09, Madrid (2009); Estudio La-
mela, Madrid (2008); “Obra plástica de arquitectos” Fundació
Cultural COAM, Madrid (2000); “Objetos cotidianos”, galeria
Vanguardia, Bilbao (1998).
Durant la seua carrera ha rebut diversos premis i reconei-
xements, entre els quals destaca el Concurs Internacional
Puerta Escultura Flagship Loewe (2001). Així mateix, ha sigut
seleccionat en el Premi Internacional d’Escultura Construcci-
ones Sacejo, Oviedo (2007) i en el Premi Internacional d’Es-
cultura de Caja Extremadura, Càceres (2008).
La seua obra forma part d’importants col·leccions públiques
i privades entre les quals cal mencionar:
Col·lecció BMW
Col·lecció Grup Cáser
Fundació Art Serra, Palma de Mallorca
Fundació Loewe
Fundació Maraya
Ministeri d’Economia i Hisenda
Museu Modernista Can Prunera, Palma de Mallorca
Unesid Unió d’Empreses Siderúrgiques
210
ENGLISH TEXTS
DE DIVINA PROPORTIONEConsuelo Císcar Casabán
Director of the IVAM
If something is not almost proportionate, it isn´t beautiful Arturo Berned
It was the German mathematician Martín Ohm who de-
nominated Phi to the ´aureate proportion` which, at the end
of the 15th century, brought the Italian monk Luca Pacioli
to the attention of the public in his work entitled On the
Divine Proportion. However, it was the sculptor and architect
Fidias who was the inspiration for the German mathemati-
cian since this great, Greek artist was one of the first to use
the ´aureate proportion` in nothing more nor less than the
Parthenon.
Throughout history there have been endless artists and
thinkers who have attempted to translate their work into
the imperative rationality which mathematical language im-
poses. Going back once again to Classical Greece it will be
recalled how, in the 6th century B.C., Pythagoras founded a
school of philosophy which attempted to explain life through
numbers on the basic principal of ´everything in numbers`
and whose secret password was a five-pointed star which,
curiously, when any of its diagonals are divided by the value
of one of its sides the number Phi (1.61803) is obtained, in
other words, the ´aureate proportion` or what is also called
the ´gilded reasoning`.
These brief, historical antecedents serve as our intellectual
endorsement for an understanding and rationalisation of the
aesthetics and the work of the Spanish sculptor and archi-
tect, Arturo Berned (Madrid, 1966) on the basis of the exhi-
bition which can be attended at the IVAM.
His steel sculptures rise up forming exact right-angles
around the void while projecting the works of great ar t-
ists such as Tony Smith and Richard Serra into our mem-
ories. This purified geometry which Berned poetically
constructs in all of his works draws us directly to nature
which, in spite of its apparent chaos, is governed by math-
ematical laws and references which are ruled by symme-
try, equilibrium, cadence and, definitively, by the ´measure
for measure` as Shakespeare said in his famous work of
the same name.
However, his work, conceptually abstract and rigorously
´golden` leaves behind the objective reality along with
naturalness when it draws us towards models and struc-
tures which are formalised in the emotions, the sensations
and one´s own private imagination. His work shows us
sketches in the air which, with their straight, calligraphed
lines write poems which seek to awaken the conscious-
ness of the viewer and provide them with an ordered vi-
sion of life. These are metaphoric, verbal structures which
delicately express human sentiments and values such as
love or happiness.
211
In this sense, as Oscar Wilde might have said, “no great
artist ever sees things as they really are. If he did he would
cease to be an artist”. From this personal reflection from
which every creator sets out, art is born to be converted,
as Berned points out, ´into the raiment of society`. Raiment
which, in the form of sculptures which take their strength
from the number phi, weave together the purest senti-
ments of the awakening of the human consciousness with
the desire to metaphysically search out ´everything` from
´nothingness`.
On the basis of this immediate, internal and mystical rev-
elation, Berned, as if he had thought of one of those silent
intervals which form part of the musical compositions of
Anton Webern, rescues from the midst of the burning em-
bers of his own, particular forge, expressive forms of subtle
elegance. It´s that in each of them there is a minimalism, a
lightness and a need to communicate of which it is incon-
ceivable that these could be forms born of metal and that
they have been treated with the firmness which his techni-
cal procedure requires.
Finally, I would like to add that Arturo Berned´s sculptures
can only be truly understood by approaching a mathemati-
cal and abstract language which is closer to both music and
poetry than trivial reality.
Manuel MarínPresident of Iberdrola Foundation
For me it is enormously rewarding to be allowed to in-
troduce the catalogue for the Arturo Berned, Escultura de
Proceso (Arturo Berned, Sculpture of Process) exhibition
which is to take place in the IVAM (Instituto Valenciano
de Arte Moderno - Valencia Modern Art Institute) with sup-
port from the Iberdrola Foundation. Without a shadow
of a doubt the galleries of this institute are the perfect
location for a sculpture exhibition which includes several
large-scale pieces where the content and the venue are
perfectly and mutually complementary and are able to go
hand-in-hand.
The more than sixty pieces chosen for the event allow an
appreciation to be made of the creative process of Arturo
Berned where investigation into both forms and materials
assumes the greatest importance. Equilibrium and propor-
tion are a constant in his sculptures where space and light,
material and movement, carry on a dialogue in a permanent
abstraction exercise.
Throughout this exhaustive exhibition which includes not
only sculptures but also images and sketches, it is possible
to observe features which are reminders of the artist´s con-
temporaries as well as his predecessors who, in one way
or another, have had an influence on his creative process:
the treatment of materials by Richard Serra, the need for
dialogue with the sea from Eduardo Chillida, the enjoyment
of space from Jorge Oteiza, the perfection to be found in
the process and the finish from Anish Kapoor, the constant
need for innovation in the blue remnants of Yves Klein, the
toying with the material to express sentiments and realities
from Anselm Keifer, the return to the start to begin once
again from Christopher Wool and, substantially, the passion
for geometry, calculus and resounding simplicity of the much
admired Pablo Palazuelo.
The involvement of the Iberdrola Foundation in this exhibi-
tion forms a part of its support for the promotion of art
and culture which has now brought this projection of the
work of Arturo berned, an artist who, undoubtedly, is very
soon going to become a reference point for Spanish art at
a global level.
I would like to take this opportunity to encourage all lovers of
art to visit the exhibition and to take advantage of the chance
to observe his works and the area entitled ´workshop zone`
which is equipped to reflect the progress of the artist´s crea-
tive activity by reproducing the conditions of his studio.
212
My congratulations go to Jose María Lozano who commis-
sioned the exhibition since I am convinced that we are privi-
leged to witness one of the most interesting exhibitions of
sculpture of recent years.
Javier UngríaUngría, Patentes y Marcas S.A.
It was in 1891 that our company – UNGRÍA- was formed
in Valencia and today we have the possibility of collaborating
in the sponsorship of the exhibition by Arturo Berned now
being held at the IVAM for which we are deeply grateful.
I hope that these few, short lines, written from the perspec-
tive of an aficionado of the arts who is professionally involved
in the exercise of Patent Law, may be useful to contemplate
the Works of Arturo Berned as being that of someone who,
logically and by obligation, has undertaken prior research, has
laboured intensively and has been able to contribute some-
thing new. This is Art. A difficult line is there generally sepa-
rating evolution or logic from what is new.
In my opinion, the works of Arturo Berned should be ap-
praised for the quality of what has come to be known as
´the state of the art` or ´prior art` where other artists will
support themselves in the attempt. We who remain are the
beneficiaries since: where there is art there should be no
solitude.
We congratulate Arturo Berned for his work and we surely
think that anyone who attends this exhibition and contem-
plates the work, will appreciate the masterly way in which
geometry is treated at the pieces showed today at IVAM.
WRITINGSJuan Alfaro
1
Without doubt the basis of excellence and perfection lies
in the constant analysis and study of the object in its design,
preparation and final production.
What is resounding and definitive is not open to minor
amendments or variations of any kind with regard to the
originality of its intellectual motivation, precisely because its
resounding nature is established through the identity of the
finished object with the initial thinking. The artist is unable
to live with neither deviation nor with the feeling that the
finished sculpture is truly inconclusive; it would be like a clear
separation of the idea from the reflection which is unable to
be anything other than complementary opposites.
What would become of the idyllic space faced with a matter
which fails to ensure its ideal? Pacific and harmonious co-
existence of things should start out from their conception
as a whole where production and the bosom from which it
issues come together as pronouns to coexist without asking
which was the source and which the result. Perfection, excel-
lence and a resounding nature come together, considering
that the parts are not as such and the spectator´s observa-
tion conceives of the sensation as a whole.
2
The pieces of the puzzle are interlinked in the hope that they
will cascade over each other like a story-teller.
Deciding on a break with the present to unite the past with
the future in the forge which is both a desire and a sweet spirit
which amalgamates the feelings of which obsession is not a part.
Crazy stories of today are allowed to rest on it beneath the
opaque mist of evening´s fall.
Sharing, hoping, transmitting and wondering.
213
Let dreams rest while they decompose themselves only to
reform with aspects as different as the same feelings which
awaken us at dawn.
REFLECTIONSArturo Berned
The need to communicate, to express oneself and to trans-
mit is innate to humankind where everyone chooses their
own particular means which itself needs to be adapted to
personal aptitudes, the moment that is being lived and the
place where the experience takes place.
What is most important is to select an effective form of
expression which is optimum and direct, fitted to the needs
and capabilities of the individual while they can feel both
comfortable and free... and this choice is selected in the mes-
sage and in how it is transmitted and how it is received.
The act of creation is like making something from nothing
and that is something which God, and only God, is capable of
doing while the artist manipulates, transforms and interprets
and all of those activities according to the moment when the
creative process produces a sense of freedom, of vertigo, of
fear, of frustration, the need for release and to go on dream-
ing; I believe that art obliges one to lose one´s fears and the
other sensations are the result of that.
While one is working on a piece, whether it is musical, sculp-
tural, literary or any other discipline which is considered to
be FINE ART, one is in a permanent state of change and con-
tradiction, of euphoria and dispiritedness, utilizing the proc-
ess of reasoning and the soul, technique and plasticity, feeling
free and trapped and this situation gets one hooked and...
definitively, is enslaving.
At school one is taught that, historically, there are three FINE
ARTS: architecture, sculpture and painting; later on, as these
evolved and humankind becomes more sophisticated, others
appear: literature, dance, music, theatre and, with the passage
of time, other languages and disciplines will appear...
All of them have in common the need to transmit, to estab-
lish communications with others... and this operation is only
successful where there is a response, activity... a true dialogue.
Some distinguish themselves fundamentally by their name
since the basis, the essence, is the same.
Evidently, architecture was, is and will continue to be an
excuse, a remedy and, at times, a sickness; seeing archi-
tecture, studying it, carrying it out, living it... or at the very
least, attempting to, has helped me to lose my fear of fear ;
without a doubt it is a link and I might dare to say that it
is the same.
At those times and in those places such as we are in at the
present, architecture, as a creative and artistic process, is of-
ten interrupted, dissected, conditioned, normalized, subject
to mediation, (intervened)... and yet some of its cousins en-
joy greater freedom.
It´s strange but if you were to read the definition of SCUPL-
TURE at the Real Academia Española (Spanish Royal Acad-
emy), the first definition says something like it being the art
of shaping, of cutting or sculpting in clay, stone, wood etc. of
solid figures. However, if you study Le Corbusier, one of the
most often repeated phrases is the definition of ARCHITEC-
TURE as a plastic event like the wise, correct and magnificent
play of volumes collected together under the light.
I feel that the great difference separating the FINE ARTS is
the words which distinguish them.
In any case, at those moments I feel myself closer to architec-
ture because if I didn´t then we would now be talking about
architecture.
Why in steel? Well, why not? Steel and its technology, tech-
niques, treatment, mechanical characteristics, its finish, its
handling, its transport… are well fitted to the purposes of
my pieces at the moment; when their evolution, revolution
or involution require other conditions, different results... I will
seek out a different material.
214
The material is a means which helps one to reach an objec-
tive and when it becomes an obstacle, it loses its reason.
Steel adapts itself to the plasticity which I am seeking, it is a
noble and willing material.
The line is pure plasticity and, at the same time, mathemati-
cal; it separates the light from the shade, the North from the
West, the good from the bad....it is a concept, an abstrac-
tion..., and when it is straight it can appear tedious but for
me IT ISN´T.
All the same I feel that by selecting steel as the protagonist of
my pieces, it becomes a vehicle but I guess that it has greater
mileage... Hopefully the straight line thinks of (about) me at
least a tenth as much as I think of it!
Ortega said that living is a circular moment which goes from
the inside to the outside and from the outside it goes in-
side once again; so that vitality can be both COMPLETE and
HEALTHY it is necessary for this movement to be energeti-
cally made in both directions.
I believe it to be true for many vital activities. A work of
art comes from inside and ends up outside following sev-
eral return jouneys. I always think of someone with whom
I can establish contact in the hope that the dialogue will
progress.
I don´t understand but all the same I don´t deny the value
of artists who create for themselves without needing to find
someone external with whom to continue the conversation,
I believe that there is a need to make up a name for this
activity which is substantially different to ART.
What is the creative process? Concepts as commonplace
as equilibrium, stability, precision, light, emptiness, proportion,
rhythm, composition, tension, relationship, size, solid, heavy...
and all of their opposites once again.
When I am working on a piece, certain concepts prevail and
the UNFINISHED of trying the opposites... it is an iterative
process which is very entertaining as well as frustrating. I
would like to get to know other materials, other techniques,
media, sounds, movements or their equivalents, to have more
skills, more resources... and lots of time for believing that the
end is far away even if it arrives sooner.
The meaning of my pieces? This is such a complicated ques-
tion that I´m tempted to respond as Oscar Wilde once did: if
the work of a man is easy to comprehend, all explanation is
unnecessary; and if the work is incomprehensible, all expla-
nations are prejudicial.
Present, past or future. Really it´s all the same because these
are words which indicate where one is or where one is head-
ing...; the strange thing is that all three exist at the same time
or none of them can exist... they are completely dependent
on one another.
It is an attitude closely connected with the spirit, with hope,
an illusion of time... and as these are all states which may
change... time will tell.
SCULPTURE OF PROCESSJosé María Lozano Velasco
Curator
The life which words take upon themselves, intimate, as
the film director Isabel Coixet (1) would say, what makes
them either real or imaginary according to the convenience
of the theme of the main story, which gives them colours
and shades even where their written form proves to be
very fine, at times invisible, in arrangements which allow
them to be inter-linked or to be chopped up to give a
life to new words which are both longer as well as being
more complex or to others which are shorter while be-
ing essential if not becoming phrases, paragraphs, epigraphs
or chapters which become introductions or prefaces, epi-
logues or conclusions, codes or codicils, theses, memoirs
and perhaps accounts, dogmas, essays, gentlemanly novels
or romantic ones, children´s stories...or possibly that great
history book which always remains unfinished. This abstrac-
215
tion of thought which ends by setting it (cleaning and cast-
ing splendour).
That is the world in itself – or at least that is how I imagine
it and I don´t dare to go any further – in which sculptures
are forged or at least their remnants (the bits, the pieces, the
shreds) which, when put into order and using geometrical
order, give the end result which today the close observer can
decipher in the Exhibition Halls of the IVAM.
This is a culture (now they need to be separated into two)
of processes, of changes and orderly evolutions which gen-
erate – or have been generated – by series and rhythms, by
modules and rules which are as precise (and precious) as
they are magical in such a way that they give rise to the sus-
picion of a parallel life for both words and objects in which
the works of Arturo Berned are mounted, so cunning, so
´scruffy` that they comprise an epic chapter or the fantastic
dream of something which does not yet exist other than in
the imagination of the person who believes in its existence.
Its all or nothing. Either they exist or they don´t.
It is said that the gods amused themselves with intrigue and
other, simple mathematical exercises when their leisure, the
tedium or sheer boredom – the Gods never get tired –
drew them out of their creative routine and there are those
who believe that in their infinite kindness they agreed to
allow humankind to gain access to some of the simpler op-
erations. Really there is little more beyond the four rules
and their multiple and sophisticated combinations however
difficult the new concepts extracted through home math-
ematics appear.
The weakness for golden rules of both architects and priests
is widely known with their basic principles and their founda-
tions. There are ten Commandments, nine Beatitudes, seven
mortal sins, four cardinal virtues and three theologies and
ten rules which Wright used to dismantle the case (2) and
five points which Le Corbusier used to make up his own
universe (3). There are seven facetted sides to the impossible
polyhedrens which Marinetti and Sant Elia (4) might publish
today in a graphic tweet. (I´ll let the reader make their own
deductions in search of other decalogues and other tables,
other architects and other religions).
The skill of both sculptors and surgeons in the handling of
their instruments, their operating tables and work benches
is well known. Scalpels and laparoscopic probes are little dif-
ferent to the gouge, the chisel, hammers or saws or files and
sandpaper from electrodes and lasers. One makes, the other
takes apart except where the roles are reversed. Then the
physician puts together while the artist destroys.
I have myself walked these roads, followed these itineraries
and procedures if you prefer in order to arrive at the sculp-
ture of this architect and sculptor who, curing both body
and soul with his work, is both a shaman and a physician, a
sorcerer who bewitches which is what an artist does in this
treacherous world.
In the rigorousness of each step, of each measured and bur-
densome decision (Juanjo Estellés, the master of Valencian
architecture explained burdens and measures to me in the
presence of an amused-looking Román Jiménez (5) who has
always been a maestro to me). Berned repeatedly introduces
a magical dose of sensations and desires, of perceptions of
elemental appearance which are reproduced with the ef-
ficiency of the rhizome which are subjects of the rule of
Fibonacci (6). In order for the viewer, refreshed at the start
of the day or exhausted at the setting of the sun, to opt to
allow themself to be caught up in the spatial aspects which
fearlessly extend beyond the waxed material of his plastic
works, beyond the halls of the museum which contain them,
beyond the city which hosts them and offers them citizen-
ship. There is no other solution: trapped or expelled. Heaven
cannot be fooled with.
This is not the first time that Berned has shared with un-
knowns, with unknown acquaintances, the distillation of his
artistic discipline although it is the first occasion that he has
had to – in a career which is both youthful as well as ma-
ture – occupy the Mediterranean spaces of the Instituto Va-
lenciano de Arte Moderno. Even though its esplanade and its
walls awaited him patiently as suggested by the esteemed
216
Juan Manuel Bonet since its building by Mark Di Suvero in
1994 (7). Be that as it may, in this temple to contemporary
culture which is simultaneously an instrument, (a temple as
a museum, an instrument as an investigation centre), the
architect-sculptor (or sculptor-architect, the reader should
choose according to their own tastes and criteria) the heads,
the ribbons and cases will be mounted; the first columns
will be evoked, the warriors, soldiers and ladies; all accom-
panied by the magnificent photography of Hector Gómez
Rioja – art on art or, if you prefer, art with art – with his own
texts as well as those of friends (among them I would like
to include myself) along with an extraordinary novelty since,
throughout the exhibition, in the ´workshop area` of the
exhibition, on the work-bench, the evolution of his current
creative activity may be appreciated as if he were in his own
studio or workshop, in the study in the Leitner building which
was built by the renowned Lamela (8) architecture practise,
a company of which Arturo Berned was for many years the
Project Manager after having worked in Mexico during the
1990s. The artist´s most recently produced items will make
a visit to the IVAM exhibition and will replace those most
recently exhibited. We had never done this.
The first occasion on which I spoke with Arturo, having
been alerted by Consuelo Císcar, (9) who had written about
DE DlVINA PROPORTIONE “If something fails to approach
proportion, it is not beautiful`, by quoting the source, I felt
that he would name this Exhibition Work in progress (or per-
haps sculpture in progress; maintaining respect for the origin
of the concept) for the dynamic which is inherent to the
present moment in the work (of spaces and movements, Ali-
cia Ventura, the most recent commissioning party, has already
spoken) and of course, for the idea of the geometry – later
on we will come to the subject of mathematics with per-
mission from my colleague Pepe Bonet, who is an academic
authority on the matter- or, even better, for the obsession
with geometry which was the justification for an agreeable
lunch quoting not only Fibonacci but also Durero (10) while
we recalled a long list of architects whom we both admire
and including Mies (11) as well as Alberto Campo (12) (from
whose Casa Guerrero inspiration and reference are drawn).
I believe that we also discussed materials and technique, cold
steel and hot steel which doesn´t always correspond to its
condition as stainless steel or corten but rather its master-
ing. We discussed many things and at length but we spoke
little of having so much to talk of when it can be done in a
sensitive spirit towards the artistic side as well as the human
side, forged probably, rather like the steel which he is so
enamoured of, under the constant discipline of the reason
and the number of which, not only is he adept but also the
true proprietor.
Later on, when I began to study his artistic production, when
I got to know a little about his personality and to understand
its elegance, both in his studio and by touching his work
for the first time with my own hands I recalled a sightless
Borges, understanding through his own hands the tiny mar-
ble spheres by Pietra Santa who my friend Rafael Trénor (13)
used to represent one of his planets.
My first notes, those on permanent progress – rather more
than continuity, a dynamic evolution – when confirmed, be-
came more complex observations made from an innocence
of the profane which is neither artistic nor criticism, or from
the malice of the architecture professor ´taking up arms`.
I have studied the forms in this drawing in space of which
Alicia Ventura (14) speaks or, as she says in the ´sculpted
spaces` and I have reflected on the laws which govern them,
the techniques employed, the underlying structure and the
principals of equilibrium and statics until being able to enjoy
its harmony and its beauty. A collection of visual and tac-
tile experiences has been started, exercises in composition
which seek out axes and transparencies, imagining secret se-
ries and proportions which come together for the benefit of
the viewer of this IVAM exhibition.
It is undoubtedly for this reason, myself being the first viewer
of this exhibition in my privileged position as being respon-
sible for its commissioning and with the inestimable support
of my colleague Marisa Martín, while enjoying the material
possession of his work, I came to understand this SCULP-
TURE OF PROCESS with which I have entitled my com-
ments and with which the exhibition is entitled to my great
honour due to its synthesis of his work in words.
217
At the IVAM, after discovering the haughty work of Julio
González (15) with the Chillidas along with those of Antho-
ny Caro, Richard Serra, Miquel Navarro or Ramón de Soto
(16) or Palazuelo, Rueda, Chirino or Alfaro, having savoured
the more recent traces of Vila or Nati Navalón or Lobo; Ar-
turo Berned offers up an exhibition of his work which is di-
dactic in tone and very natural. Everything has been thought
through and reflected on in detail in a process – processes
once more! – of purification which has reduced what ini-
tially was a universe of seductive sensations into essences
and of general interest. This very process of refinement has
produced discoveries and occasionally additions, resulting in
ideas of innovation which have proved to be energetic.
(I must confess that the initial plural of the title ́ of processes`
was dropped so that it now reads ´of process`)
It all corresponds to a spontaneous and binding decision,
always open to proposals from a diverse team which there-
fore appears natural to me. As natural as it is to direct the
work of the metallurgy workshop or to direct the work of
a true professional, a career professional neither artisan nor
manufacturer but contaminated by both due to their condi-
tion of producer.
My coincidence with the musical references to Mahler by
Alicia Ventura in the text for the ARTURO BERNED Exhibi-
tion is not by chance 1+Root square of 5 divided by 2, nor is
my support for the claim by José Antonio Bonet in the same
catalogue for sculpture in the modern tradition, from the 37
to Chillida which may be signed up to legitimately and I am in
full agreement with Arturo Berned. Nor is it that I share with
Jesús M. Castaño the allusions to the intimacy of his work, the
opportune mixing of life and mysticism in the comments to
the Exposición Arturo Berned. Esculturas 2008.
It is both difficult as well as unnecessary to enter into the
treatise between the academic background of our sculptor
and his subsequent dilated and exquisite professional tra-
jectory and splendid artistic musculature. His sculptures are
undoubtedly constructed with the rigorousness of an expert
and likewise that his structures have been designed with the
professionalism of a creator of spaces. These are conditions
which are inherent to the architect but they are not exclu-
sively exercised by the artist while it is true that the multiple
readings sought by the observer of each of his pieces or the
multiplication produced when seen as a whole are close to
the function of inhabiting which is specific to architecture but
not exclusive, thank God.
Be that as it may it is not very important to find a response
which is probably distinctive and may, unusually, satisfy eve-
ryone. Personally it appears to me that an emotive and op-
timistic spirit inhabits the work of Arturo Berned which is
resoundingly transported to the observer.
In this action of ´decomposing and constructing` - once
again quoting Bonet – our sculptor has recourse to both
scientific knowledge as well as the impulse of passion which
is an implicit characteristic of the sculptor clan whatever his
technique, from the stereotomy of the stone to its cutting
using infra-red. It is no longer important whether references
need to be sought in the gnomon (17) or in Barragán (18)
nor in Le Corbusier´s Modulor, the influences compete with
each other; neither the sculpture of Picasso or Amílcar de
castro (20) are not far away.
In a dizzying trajectory – if we accept his 2008 exhibition as
the beginning – his work has grown emotionally whilst it has
become reduced in evidence while conserving the freshness
of mathematical investigation (here I go now with mathemat-
ics) which is always at the origin, is modelled and modulated
until it has an essential presence which is alien to the material
to the extent that the stainless steel irradiates a kind of heat
where the corten is able to expel you with the meticulous-
ness of its construction and finish. Possibly he himself is not
aware but as with the person who was talked to by horses,
the steel speaks to our artist. (Although he expects to hear
the straight line talking to him.)
The fascination which mathematics have exercised on art-
ists and architects throughout the history of our culture is
in proportion to the need which is produced in those who
are not specialists in numbers by making them into a spiritual
218
alimentation. A permanent abstraction exercise, the seeking
of efficiency through rigorousness, an ambition to find sim-
plicity with elegance, an essay in essential beauty: for some-
one as ignorant as me, these are mathematics and the intel-
lectual gymnasium for a dignified existence, an instrument
for solidarity and cooperation, the antidote to demagoguery,
the guarantee of democracy. The sensitive soul will not be
surprised that others, in similar conditions, are fascinated by
such virtues surrounding numbers.
It is therefore no coincidence that rhythm, harmony, tone,
beating in time, sequence, scale, proportion, shade, composi-
tion, note, axis or cadence prove to be terms – here caught
by chance – common to plastic arts as well as to music and,
probably, to the most intimate language of life.
The works which have been given awards at both national
and international level or those which are held in selected
public and private collections are evidence of a social rec-
ognition of his production which are confirmation of the
praise bestowed by critics and experts which are mutually
complementary.
“On the basis of this immediate, internal and mystic debut,
Berned, as if he had thought in one of those silent intervals
which form part of the musical compositions of Antón Webern,
extracts expressive forms of subtle elegance from the coals of
his own personal forge in all of which there is a minimalism, a
lightness and a need to communicate with a minimum of which
it is inconceivable that they can be forms born from metal which
have been treat with the vigour which the technical process
requires. Finally, I would like to add that the sculptures made by
Arturo Berned can only be fully understood if one situates one-
self close to a mathematical and abstract language more uni-
fied with music and poetry than with trivial reality” (21) Wrote
the Director of the IVAM, Consuelo Císcar, about the artist,
for example.
He himself expounds in reflections caught by Marisa Martín
for a greater comprehension of his work. “WHAT IS THE
CREATIVE PROCESS? Concepts which are so customary such
as equilibrium, stability, precision, light, space, proportion, rhythm,
composition, tension, relation, size, solidity, heavy... and everything
to the contrary at other times. When I am working on a piece at
times certain concepts prevail and I DON´T FINISH it as proof
of the opposite... it is an iterative process which is entertaining
and frustrating.
I would like to get to know other materials, techniques, mediums,
sounds, movements or chords, to have more skills, resources...
and lots of time to believe that the end is distant even if it ar-
rives soon” (22).
On my part, being accustomed to moving around the cities
of Miguel Navarro (23) or in the labyrinths of Ramón de
Soto which followed his plastic reflections between Eros and
Thanatos, a student with Rafa Trénor of the mystery which
unites or separates the Chillida and Oteiza, a devotee of Ri-
chard Serra, the recent discoverer of the Dutch-Venezuelan
Cornelis Zitman (24) or the Paraguayan Gustavo Beckel-
mann (25), profoundly admired by Julio González... I found
a lesson in humanity in the body of work of Arturo Berned.
Born in Madrid in 1966, the year in which Lezama Lima wrote
Paradiso in his beloved Habana (26) under the watchful eye of
the dictator, this work which we read in secret, hidden from
the censor – what a paradox! – the youth of another dictator.
The year of the Beatles´ L.P., Revolver (who here were known
as The Escarabajos –beetles literal translation-), the year of
´Blonde on Blonde` by Dylan in the USA, the Beach Boys Pet
Sounds album, Sunshine Superman by the Scot Donovan, the
famous boots for walking by Nancy Sinatra. The year of the
passing of the great Alberto Giacometti and the film pro-
ducer Buster Keaton, the year of the birth of the actress Ana
Torrent or the Dutch athlete Ellen van Lancen (information
obtained from the internet). An ordinary, technocratic year
which would become the creative, late-Francoism of a Spain
avid for culture and the sensations of a new life and capable
of generating them with strength. A good year to be born, a
good year for him to be born.
His architecture studies in a school with maestros of the art
and brilliant disciples, the study grants for London and Turin
or Oxford proved to be the correct prologue to his profes-
sional career as an architect in Mexico, the United Kingdom,
219
Italy and – naturally – Spain. With Ramón Araujo and Luis
Vidal he has recently (2005-2007) designed and built the
Infanta Leonor de Vallecas Hospital, the ´umbrella` which is
evoked by the work of Félix Candela or the subtle manage-
ment of colours – once again I am reminded of Barragán
– allow me to make a reading. A career comprising effort
and rigorousness in the cultivation of knowledge and the
search for sensitivity. The capacity for management, a mark
of identity in the contemporary age, came to be developed
during an era which was fundamental to his all-round for-
mation such as that which, from the Projects and Works
Management at the Estudo Lamela, allowed him to share
experiences such as the Fourth Terminal at Barajas Airport
or the Airport at Sharm El Sheik, the Sports Centre for the
Real Madrid or the extension to the Bernabeu Stadium or
District C at Telefónica. In the white-coated study, the tie
without knots of the founder, mathematics are believed in
and practised.
Of the relationship with another maestro of contemporary,
Spanish architecture, professor Alberto Campo Baeza, in the
Casa Guerrero, a number of evocations ought to be deduced
(references or influences too perhaps) in the construction of
the sculptural space which influences the thinking of Berned.
Finally, an agreeable work provided docilely to the observer
– I have been on the point of employing the word user –
which allows them to be the one to extract its reading –
unique or diverse – after comprehending the energy which
is communicated and making it their own, projecting it onto
their own biography, adding it to their own most intimate
cultural travels, seeking in their heart and relating it with ear-
lier experiences, comparing it, admitting it as the generation
of desires, of new ideas and conceptions.
To the delicacy of the BANDS, slim, cyclical but defiant of
Moebius (27) – always, for Berned, his straight line protago-
nist – which screw together as if they were alive and adopt
mythical martial arts poses, now on the attack, now on the
defence, in cherished corten or polished stainless steel, sup-
ported with such delicacy that they appear to be suspended,
floating; to the resounding nature of the plans which con-
struct Cinta (Band) III is counterpoised the domesticated frizz
of the CABEZA (HEAD) I.
Because the heads are not compact as the bands are not
lineal. The volume of the former, the lightness of the latter, toy
with the names chosen which comprise a delicate oxymoron
between denomination and form although there is no iro-
ny in the operation, there is rather a compromise between
abstraction and matter, an instructional, users´ micro-guide
which facilitates comprehension of the messages.
Size is never a random matter in the work of Arturo Berned
nor is that of scale. One can imagine mentally the changes –
nothing could be easier – and make what is small large and
the large small until you realize that the sculptor exercises
control of the dimensions which are in proportion to the
content, that they should remain constant and not docilely
admit change however simple it may appear for them to be
carried out. The work rebels against the observer, possibly
even before its own creator, claiming stature, complexion
and weight and the result becomes the exquisite distillation
of the brewing process. Processes once again!
In the CASES the strategies inherited make an accurate
and efficient coming together with each other. The plans
behave as the lines did previously to compete, full or empty,
until they appear to become confused with reason as in the
impossible figures of José María Iturralde (28). When they
separate or cease to superimpose themselves, when they
construct a new and larger space than those which each of
the pieces which comprise these cases hosts, the whole is
transformed and becomes enriched while colonising more
space which itself is enriched by its appropriation, giving it
value while qualifying it. The arrival of colour, that extended
layer of polyurethane paint which fits like a glove or rather
a second skin on the corten steel with which the CASE
XXXI is finished; rather than a series of cases, a geomet-
ric chain of mountains, a cubist collection of Russian dolls
with the freshness of the work in polycarbonate colours
by Ramón de Soto which taught me about Elements of
Composition combining the Gestalt with the Semiotic and
the strength of what I have seen in the follies of Bernard
220
Tschum (29) in the Parc de la Villete in Paris or in the Art
District 798 in Beijing, impressed by the work of Olafur
Eliasson (30) .
It is a shame that the Vela (Sail) VI, which ended in the same
way, gently deposited on the lawn in the garden of a private
collector, was unable to be erected on the Valencian Beach
of Malvarrosa as a generous announcement of this exhibition
but we will see other, smaller ones which barely rise a foot
above the ground and connote identical sensations of light-
ness while giving the appearance of an ethereal solidness. Its
conjuncts, formed without rules other than those deriving
from the coincidence of its most profound structures like
links in a chain which was forged by a hammer on an anvil
with the beauty and cadence of the Nubian ports for Latin
sailing boats, the magic of the wind which blows across the
nearby desert to form the ever-changing dunes.
The photography of Hector Gómez Rioja (31) will not be
absent from this encounter in Valencia, a four-handed job, a
collage of techniques, an amalgam of aesthetic impressions
which simultaneously contain the frugal beauty of the mod-
els of El Lissitszky and the sketches of Malevich (32), the
fully digested inheritance from Mondrian, the neo-plasticist
effects of Oud or Rietveld, the admiration of the New World
suitably contaminated by the Brazilian plastic of a Lina Bo
Bardi (33), un-opinionated, virtual disciple of Torres García
(34) although fortunately free of the sweet tyranny of the
Uruguayan school.
We have sought to provide the visitor with a ´bernedist`
itinerary from the external esplanade, the urban vestibule
which characterizes arrival at the museum to the intimacy
of the ´workshop area` of Hall 5 which is like the aromat-
ic pathfinders that the landscape artist Kathryn Gustafson
(35) has provided for the Central Park in Valencia, a treat
for the senses which sets out the pedagogical route which
completes its comprehension. Four works on the esplanade,
one in the vestibule prior to entering the Hall with a full
prologue which synthesises – sculptures and photographs
– an extensive and profound discourse in one stroke. The
template which governs the layout of the works, their indi-
vidual orientations, the distance which separates them and
the machinations which they seek, the encounter of axes and
transparencies, the view of some from others or through
others make the traversing of the hall between the land art
and the renaissance, urban statuary and, I´ve already said this,
nothing is by chance, it is the observer who makes their own
plan of the treasure with the assurance that all of the parch-
ments are authentic.
The Brazilian architect Ciro Pirondi (36) was saying to me
recently that Burle Marx was of the opinion (quote from
memory) that that there is nothing more beautiful than na-
ture and nothing more insensitive than attempting to copy it.
Whoever says that it is the latter which imitates art rather
than the opposite must be right (37). Or Franco Fontana
(38) when he assured me that he photographs what cannot
be seen.
The zenithal view from here is more of a bonsai than a clone
of his Madrid studio which recreates production among
writings and sketches, photographs and the most recent
production of the workshop complementing what has been
previously apprehended until there is a need to start again.
Maybe in a record of cosmogonic allegory which is a form
of clear proof of a commitment to reality through the purest
abstraction.
For berned it has been a privilege that a maestro of the
standing of Martín Chirino (39) should write one of his cata-
logues (Madrid 2008) on his work and an honour to find in
his words – both concise as well as profound – as are his
splendid sculptures – similarities with the fundaments of the
disorderly collection of ideas which I have set out above. The
detailed architectural training (I am adding: and its rigorous
practice) and the constructivism as the generating principle
of the work of Berned are matters which do not escape
the analysis made by the maestro about someone who he
recognizes as a disciple. Even sharper I feel is his appreciation
on the echoes of the earliest vanguards which are underlying
his sculpture, perhaps basing them precisely on the breaking
down of barriers which is made of the hybridization of the
object itself between diverse artistic fields.
221
The first impressions have long been left behind while the
most immediate reading of his rigorous conduct, his love for
rules, his passion for norms, his collection of mathematical
fetishes, his training in the art of the strict, his militant geom-
etry, his support for reason, his struggle for the truth. Now I
can only make out emotions.
Montevideo and Alicante, November 2011.
NOTES.1. The film The Secret Life of Words (2006) is the work of the Spanish direc-tor Isabel Coixet (San Adrián de Besós, April 1960)
2. Frank Lloyd Wright (Oak Park, June 1987 - Phoenix, April 1959) is rec-ognized as the master of architecture responsible for the Falling Water (La Casa de la Cascada) and the Guggenheim Museum in New York; the now demolished Imperial Hotel in Tokyo or the magnificent Larkin Building in Buffalo. Ayn Rand used him as the inspiration for the famous film The Fountainhead. Due to the construction of his Prairie Houses in Chicago – including the paradigmatic Robie House – the ten points were the theory behind the decomposition of the case.
3. The famous Le Corbusier five points (Charles Édouard Jeanneret, La Chaux-de-Fonds, Switzerland, October 1887 – Provence-Alps, France, August 1965), for many the father of European rationalist poetry, author of the Villa Savoye and the Housing Units, the Ronchamp Chapel and the Plan Obus for Algiers with its formal and constructive conception of the piloti, related five points which every architecture student knows from the beginning of their studies. However Jane Jacobs grew annoyed with him some years later.
4. Filippo Tommasso Marinetti (Alexandria, Egypt, December 1876 - Bel-lagio, Como, December 1944) published his Futurist Manifesto in 1909, this one with eleven precepts, a decalogue plus one and was also the founder of futurism. Antonio Sant’Elia (Como, 1888 - Monfalcone, 1916), the Italian architect gave classes in architecture in Bologne from 1913. The following year he published his own Futurist Architecture Manifesto having created the group Nuove Tendenze.
5. The architect Román Jiménez Iranzo (Buñol 1934- Valencia 2006), was the founder of the Higher Technical School (University) of Architecture in Valencia and was also my professor. He taught at San Carlos, creating the first Fire prevention Orders and he was lead architect for the Valencia Town Hall´s projects and Works. His extensive and exquisite work has epi-sodes such as La raspa or the Clinic of Nuestra Señora de la Esperanza (now the Quirón). Juan José Estellés Ceba, is the Mestre Valencià d`Arquitectura, recognized by the Valencia Official Architect Association.
6. Leonardo Pisano Bigollo (1170 – 1250), is known for his famous series begun with number 1 and 1 was followed by the sum of these, 2 and so on (3, 5, 8, 13, 21, 44, etc.). The fascination which Fibonacci has produced not only in the world of mathematics but also in that of art, music, architec-ture and literature continues even today. The sculptor and architect Arturo Berned is testimony to this influence.
7. Juan Manuel Bonet (París 1953) has been the Director of the IVAM and of the Museo Reina Sofía in Madrid. His best known theoretical work, the Diccionario de las vanguardias en España (The dictionary of Vanguards in Spain) (1907-1936) continues to be obligatory reading for a comprehension of contemporary Spanish ar t. Mark di Suvero, born in Shangai in 1933, is an exponent of North-American, Expres-
sionist, abstract sculpture and exhibited at the IVAM during the Bonet managing period.
8. Antonio Lamela Martínez (Madrid, December 1926) founded his own architecture studio in Madrid immediately after finishing his studies in 1954. He is the creator of the Torres de Colón (1976) as well as other major international projects including joint responsibility for Terminal 4 at Barajas Airport with Richard Rogers; he has been awarded the King James 1st. Prize for Sustainability, Planning and Landscape.
9. Consuelo Císcar Casabán is the Director of the IVAM since 2004. She is responsible for projecting the museum and contemporary Valencian art-ists abroad in addition to the great increase in select and major contribu-tions to the collection.
10. Alberto Durero (Nuremberg, May 1471 - Nuremberg, April 1528) the great painter of the German Renaissance due to his multiple, creative facets covering painting itself to its theory. His work Four Books on Human Proportions, complements at a stroke the content of the famous piedra de la melancolía (Melancholy Stone) (so loved by Román Jiménez).
11. Ludwig Mies van der Rohe (Aachen, March 1886 – Chicago, August 1969), is the genius of modern architecture who everyone claims as part of their heritage with his less is more and the God is in the details, of the Barcelona Pavillion of 1929 and the National Gallery of Berlin (1962-1968).
12. My friend Alberto Campo Baeza, master and fellow professor – him in Madrid, myself in Valencia- is one of the most relevant architects on the contemporary Spanish scene. From his Turégano house to the headquar-ters building of the Caja Granada, the Centro de Inca and the Guardería italiana, his work is worshipped in our architecture universities. Berned was inspired by his Guerrero House for one of his sculptures.
13. Rafael Trénor y Suárez de Lezo, is also a friend of mine and he of the author of the Aleph. The author of the unbuilt Esfera Armilar and the cos-mogonic Alma del Mundo (Soul of the World), he lives and works in Valen-cia (in the penthouse of the house built by his grandfather) and Menorca (in Spaleta, a beautiful traditional country house, neighbouring ´taulas` and ´talayots` - prehistoric stone towers).
14. Alicia Ventura, art critic who commissioned the most recent exhibition of the work of Berned in Madrid in June 2011.
15. The IVAM, the Valencia Institute of Modern Art, also bears the name of the Julio González Centre with a sizeable part of the production of this great Barcelona sculptor who lived and died in Paris (1942), with which the IVAM collection was initiated. The said work continues to be the trademark of the Valencia Museum and the most extensive collection for anyone who wishes to see it.
16. I am now quoting some of the many names which the interested reader may discover in the compendium of sculptural works at the IVAM. Valencians, Spanish and foreigners, all of them are of relevance and com-prise a magnificent lesson in contemporary sculpture – virtually a treatise- . Ramón de Soto who was my professor and friend and continues to be so as we sit together in the Consell Valencià de Cultura, accompanying and tutoring me with my daughter Ana while I exhibit our forthcoming architecture projects, being responsible for much of what I have achieved and will continue to do so.
17. The term gnomon refers to an object with a shadow which is projected along a graduated scale for the measurement of time as well as the rela-tionship of similarity and proportion between rectangles belonging to a series.
18. Although the Mexican architect Luis Barragán Morfín (Guadalajara, March 1902 - México DF, November 1988) had already passed away when the young Arturo Berned was living and working in Mexico, the mix-ing of geometry and colour, the cultured and the autochthonous, always present in his built works, has left its mark on the work of our sculptor.
222
19. I can add little here and now on the imposing figure of Leonardo da Vinci but allow me to invite the reader to get to know his inventions, machinery and instruments, his territorial plans and his technical premoni-tions as well as the Mona lisa.
20. Amílcar Augusto Pereira de Castro who died in 2002, was a Brazilian artist, sculptor and graphic designer of extraordinary importance.
21. See the full text in the catalogue itself.
22. In this same catalogue are also to be found a series of reflections from the author who is reluctant to make them public.
23. Miquel Navarro, a Valencian sculptor who was born, lives and works in Mislata is, for many –among which I can be found-, the heir of Chillida, not because he himself believes it, not because his work continues that of the Basque, not because experts and critics have ruled it to be so but rather because of the transcendental importance, global diffusion and acceptance of his sculpture. His cities are recognized and recognizable everywhere while his monolyths – his ́ thinking head` has recently been installed on the Patriarca Square in Valencia – fill ours with precision and elegance.
24. Although the work of the Venezuelan-dutch sculptor Cornelis Zitman is widely known in Spain and more so in Andalucia, I have never had the opportunity to meet him personally until recently when I was introduced to him by our mutual friend, the architect Antonio Barrionuevo in his stu-dio in Seville. I am particularly interested by his dressed bronzes and his furniture designs from past eras.
25. Gustavo Beckelmann is Paraguayan and has his workshop in Asunción. For half a century he has spent his life there wearing a blue overall which is covered in soot and rust and aided by two loyal assistants, using his own forge (buried) using not only wax but also wood while he now re-searches new possibilities with aluminium and sound. His pieces are large, enormous, geometric and expressionist. He has no web-page or facebook presence and has no media support.
26. Twenty six years later I visited Habana for the first time; since then I have often eaten in the Guarida, the themed palate which Enrique – the proprietor – dedicated to the work of the great Cuban writer in the cen-tre of the city close to Almeijeiras. The Queen of Spain expressed a wish to dine there when she took part in the Ibero-American summit and was served by de la Riva.
27. The Moebius Band, as is well known, is a one-way strip or ruled surface which is folded over onto itself so that it emerges from the interior directly and infinitely and is unable to be steered with its single side and edge. Its discovery is attributed to the German mathematicians August Möbius and Johann Listing who presented it in 1858.
28. José María Yturralde, born in Cuenca although he is also Navarran and Valencian, painter and professor of painting at the Fine Arts Faculty of the Polytechnic University of Valencia is famous for his ´impossible figures`. He is also ´crazy` for mathematics and calculus.
29. Bernard Tschumi, French-American architect born in Switzerland (as LC) constructed his follies in the Paris Park of la Villette before reaching the age of forty, an age when, conventionally, an architect ceases to be considered youthful. His interest in philosophers such as Derrida have led to him remaining among the permanent contemporaries.
30. In the Art District 798, where the Valencian artists Horacio Silva and Carlos Albert lived and worked for a month along with so many other European artists, I had the opportunity, together with my friend and col-league Magín Ruiz de Albornoz, to visit a magnificent installation by Olafur Eliasson on the basis of coloured lights and water vapour executed by the ineffable Chinese artist Ai Weiwei.
31. Héctor Gómez Rioja, the Madrid architect and photographer regularly collaborates with Arturo Berned including on this occasion, his artistic production included in the IVAM exhibition.
32. The suprematist, Russian painter and creator of suprematism, Kaz-imir Malevich studied agriculture in his youth, supervising his father´s fields of sugar cane from where, in an inclement climate, his first works appeared. The rest followed on until he came to be recognized as one of the great inspirations for contemporary art. From El Lissitzky, the Russian artist, designer, poster designer, architect and thinker of that magical era – until the arrival of Stalin – who passed Russian construc-tivism, I like to recall now through his wonderful, illustrative model of Cell F which was investigated by the Vkhutemas and was built by Ginz-burg in Narkomfin.
33. Lina Bo Bardi (Rome, December 1914 - São Paulo, March 1992) is the architect, more Brazilian than Italian, who we all admire for her determined architecture – her first work being the Museum of Art in São Paulo; or the more mature SESC Pompeia factory, which are the best known – and through her relationship with the great landscape artist Burle Marx.
34. Joaquín Torres García (Montevideo, July 1874 - Montevideo, August 1949) is a constructivist painter, the author of constructive universalism who is the father (castrator) of twentieth century Uruguayan painting. After Figari – president Julio María Sanguinetti should be asked about him – the undisputed master who spent important years of training in Cat-alunia has excercised and continues to exercise a decisive influence on the whole of contemporary Uruguayan plastic art. His granddaughter Eva Díaz practices a very interesting type of ceramic sculpture.
35. I have had the honour of forming part of, at the instigation of the Vice-Chancellor of the Technical University of Valencia (UPV), the jury which selected the project by the landscape architect Kathryn Gustafson as being best suited to the building of the future Central Park in Valencia and I am fully in agreement with the mayoress Rita Barberá in considering that the fragrances on its paths and the double rows of palm trees and jacarandas are perfect.
36. Ciro Pirondi practises and teaches in São Paulo and today is espe-cially concerned with taking care of the informal city and urban recycling. Elisa Valero has included him in the speakers at the concluding seminar on this subject which was held recently at the School of Architecture in Granada.
37. Read this delicious extract from the The Decay of Lying by Oscar Wilde, in which Vivian and Cyril discuss, in the library of the country house in Nottinghamshire, nature, art and life.
38. The Italian photographer Franco Fontana held an exhibition recently, in the Sala de la Muralla at the IVAM, of a wonderful collection of his photo-graphs, some of this city which – undoubtedly – will be added, through his generosity, to the museum´s collection.
39. Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, March 1925) is the same age as my father and I hold him in the same esteem. His career, no longer as a master but now rather as a font of wisdom, a condition which only a full life grants, of an adolescent forged in the metal-working workshops belonging to his father, surrounded by steel which would always accom-pany him, his study of philosophy at San Fernando Fine Arts, his travels, his active participation in the El Paso Foundation until the start of his solitary journey through the architecture of Antonio Fernández Alba – another font of wisdom. His commitment to culture through the Madrid Fine arts Circle and the Atlantic Centre for Modern Art at Las Palmas in Gran Ca-naria, never once leaving aside his fevered production. Everything about him is worthy of respect.
223
INTERVIEWElena Pita
Writer
He wasn´t aware, he studied and worked in architecture. He
didn´t know that he was a sculptor. It was his own experi-
ence that told him, the ups and downs of life itself which
we tend to call chance. He only knew or became aware
some 20 years ago when Arturo Berned (Madrid 1966) was
already working as an architect. After all that time Berned
thinks that he knows the alphabet of sculpture and now he´s
seeking out the words so that he can go on communicat-
ing essences and provoking dialogue. He has a verbal, men-
tal and sculptural language founded on mathematics that, at
times and for irreverent minds, can seem obtuse, excessively
abstract but beneath this verbality is an underlying essence
to his art which, like all art, is questioning, a provocation in
search of a reality which is never found because it may simply
not exist. This the artist refers to as frustration.
Elena Pita: The introduction to your previous exhibition be-The introduction to your previous exhibition be-
gan with a reference from Rilke, “Behind the last word is what
can never be spoken”. What is it that´s behind your sculptures
which cannot be said?
Arturo Berned: There is frustration, as there is behind every
work of art because there is always a road which you start
down towards the darkness, the unknown and you never
know for what reason and when it has to be ended. Without
a doubt, other, positive feelings appear within the process
but they are what may be called euphoria, vertigo, illusion,
freedom, success, happiness...
We are in his studio in Campo de las Naciones, Madrid, in the
Leitner building, the head office of Lamela Arquitectos which
is like his second home and featuring sculptures by Berned
throughout in a type of forest made of corten and stainless
steel which speaks or appears to move at the will of the
light but is really the ´trompe l´oil` to whoever is looking
at it. Seated on twin sofas which are some distance from
each other and separated by one of his works which is a
table of intriguing volumes and spaces, a capricious, corten
surface which reveals its veins beneath a layer of wax: beau-
ty. Surrounded by his dream-induced projects such as the
grandiose sculpture which rises up between the Palacio de
la Magdalena and the sea and in its stomach an imaginary
museum. Surrounded by his recent graphic works; an under-
taking (jointly with Héctor Gómez Rioja) which seen, helps
to understand its proportions better, together with its num-
bers, the equilibrium of its mathematics because for Arturo
Berned, beauty is of necessity mathematical; as with himself,
perfectly balanced in its spiky figure, its sharpened features,
its always impeccable vestments.
E.P.: Your sculpture is undoubtedly inspired by architecture,
what does the term sculptural architecture suggest to you?
It is a term for pigeon-holing certain architectural works but it
doesn´t have a great deal of meaning and fails to signify or add
anything. Architecture handles volumes just as sculpture does
so that it appears redundant. The concepts and tools which I
employ come from architecture; for the good or not I am an
architect: my limits are in architecture as well as my qualities.
E.P.: This term tends to be used in a pejorative sense, is sculp-This term tends to be used in a pejorative sense, is sculp-
tural architecture disconnected from the social vocation
which needs to be primordial in all works of architecture?
A.B.: It doesn´t have to be. Providing that something else
doesn´t come along to replace Vitruvio, architecture will be
useful, beautiful and stable and then we can see in what order
it is: depending on the historic moment or the tendencies,
one of the three elements rules over the others but I don´t
believe that what is inaptly named sculptural architecture – if
it´s good – doesn´t ignore form even though function rules,
just like rationalism doesn´t ignore form even where func-
tion rules. This way of conceptualising styles appears to me
very dangerous: everything is much more complex and at
the same time simpler.
E.P.: Is there more sculpture in your architecture or vice-versa?
A.B.: The second undoubtedly. The reason for me inclining
professionally towards sculpture is the freedom to manage
forms which this discipline gives one when creating. In archi-
224
tecture at the moment, it is tremendously complex for me
to see a concept through to its completion: there are many
agents at work and the process is extremely long. As an ar-
chitect I have never sought to pour my sculptural sensitivi-
ties into edifices but rather, and in an unconscious way, the
reverse has been true.
E.P.: Was this difficulty which you mentioned the reason that
you became tired of architecture?
A.B.: I never tired of architecture; I lost heart and became
disillusioned. The creative or conceptual phase of architec-
ture – the paper stages – takes very little time. Then there
is an extended process of development in which you have
to struggle to maintain the idea and this is what today is
very difficult and it is not valued or it isn´t understood. In
sculpture on the other hand, anyone approaching seeks to
understand.
E.P.: Berned, what is constructivism in sculpture?
A.B.: Constructivism is an artistic movement which is widely
known. Its beginnings were resounding and clear but today
the term is limited to pointing out an aesthetic similarity or
the employment of those first and formal codes.
E.P.: What would be your definition of constructivism when
applied to your own sculpture?
A.B.: It´s not me who refers to my work in this way but I
would like it to be linked with not only the aesthetic but also
with the valuing of the constructive process. In constructiv-
ism the choice of the material and the working technique
should be part of the work right from the beginning.
E.P.: You construct the space and the void, the movement
and the light but what else? Which are the fundamental ele-
ments for Arturo Berned when he is conceiving a piece?
A.B.: I am obsessed with scale which has a lot to do with
space and therefore with time. Scale is a constant ques-
tion when I am making a piece. Later, other concepts come
into play: proportion, light, shade, the material and the void
which is so important and which at the time are of great
interest to me: what isn´t occupied by the material seems
to be very suggestive. Movement is another element with
which I am obsessed: it is manifested through equilibrium,
the immobility of the sculpture and that of the tension of
the forms, the play of the light and the volumes. Yes – that
is my alphabet.
E.P.: From this first line of constructive art and geometry,
who would you cite as a reference?
A.B.: My references are as diverse as the Pyramids of Egypt
or the Etruscans to, for example, Robert Morris, Carl An-
dré, Sol Lewitt or Donald Judd. Then the obvious: the Rus-
sian vanguard, Dutch neo-plasticism, Spanish artists such as
Palazuelo or Luis Caruncho. However, rather than artists, my
references come from specific works.
E.P.: Berned, the beauty of being a mathematician has to fit
into and maintain the equilibrium of geometrical mathemat-
ics?
A.B.: For me of course: where there is mathematics there
is beauty; which doesn´t necessarily mean the contrary. At
heart beauty isn´t as subjective as we think. The objects cre-
ated by God and mankind throughout history have math-
ematical proportions from the genetic code to gothic cathe-
drals. It isn´t a human invention but rather an early discovery
and may be seen in the mathematical relationship which they
fulfil in the human body.
E.P.: The ugliness would then be where these proportions
are unfulfilled?
A.B.: No, no, - to begin with, mathematics is not an exact
science as arithmetic is: 2+2 are always 4. Furthermore,
mathematics is an adequate condition but not necessary. I
don´t feel capable of answering your question: if there are
no mathematics is there no beauty? It depends on for whom
and for what purpose. What is clear is that art doesn´t al-
ways seek out beauty; at times it seeks to provoke repulsion,
disgust, sensual pleasure... Ask them.
E.P.: For your work, are mathematics the same as for music:
rhythm and relation?
A.B.: Effectively yes. Pythagoras warned: in each of the deci-Effectively yes. Pythagoras warned: in each of the deci-
sions which a musician takes, consciously or unconsciously,
mathematics are being applied which is precisely what I do.
225
E.P.: Is silence a musical score in a void to which melody adds
volume?
A.B.: There would be no music without silence and without
the void the work would not be possible; but the analogy
that you make is not always precise: the melody at times may
be a void.
E.P.: Berned, how did you overcome the fear of being able to
create and to mediate?
A.B.: I have never lost it: fear is a maxim in any creative proc-I have never lost it: fear is a maxim in any creative proc-
ess among other things because you have to set off down
a road and you don´t know where it is going to take you.
I often mentioned this to Chillida: the search for art is a
search through darkness and the unknown and this in itself
produces fear and terror.
E.P.: It happened to you in Mexico but is it by chance or was
it the immensity of its spaces which allowed you to migrate
from pure architecture to architectural sculpture?
A.B.: In Mexico I lost the fear of my fear. It was the first time
that I had exhibited a piece and I sold it. However, there is
no causal explanation – it could have been somewhere else
and at a different time.
E.P.: What did you do in Mexico? Did you work on an archi-What did you do in Mexico? Did you work on an archi-
tectural Project?
A.B.: I went there to get to know the country and its people.
I don´t like to visit a country for a weekend or for holidays
– I prefer to live it and to feel the culture and you can only
do this over a long period of time: that´s what I did in other
countries. Mexico was an inspirational experience because
there everything is multiplied and exuberant. I am inspired
by the megalopolis such as Mexico City or São Paulo, they
are very suggestive: the essence of mankind is to be found in
a single individual or in the great mass of humanity whereas
groups don´t say much to me.
E.P.: Had you ever thought this of sculpture?
A.B.: Sculpture arises from an internal need, it appeared and
I didn´t try to repress it although I held it at a distance for
some time.
E.P.: What facet was your strongest in architecture?
A.B.: At architecture university, I used to do these things – I
drew these volumes, sought out these forms through draw-
ing. Then I began to make them real and the change in scale
was the next step. What happened in Mexico in 1994 was
that I realized a piece on the basis of one of my drawings us-
ing iron plates which was bought by a Jewish collector. I have
never stopped since then even though I continue working as
an architect.
E.P.: So, after all, you have become a sculptor for large for-So, after all, you have become a sculptor for large for-
tunes. Are you fortunate?
A.B.: I don´t think so: art is for those who enjoy it rather than
who pay for it.
E.P.: This exhibition. Does it establish you as a great sculptor?
A.B.: I know that life is a journey with constant ups and
downs and therefore, in order to be happy, you ought not
to get excited at the ups nor depressed with the downs. You
should try to be independent in the way in which you feel,
think and live. Of course I enjoy it enormously but it hasn´t
brought about any changes in my way of feeling nor in the
way that I work and hopefully I will carry on like that. Art has
given me independence and that´s what I don´t want to lose.
E.P.: Would you return to architecture?
A.B.: It would be insulting to say to you: no, never. My
profession is architecture and many of my friends are ar-
chitects, I was trained as an architect and my resources,
materials, technique and aesthetic derive from architec-
ture. I´m not ungrateful and nor do I deny my past – I
am where I am thanks to it although it would be difficult
to imagine that I could achieve this happiness, this free-
dom and that fear which sculpture brings to me, like a
drug which only exceptional architects are able to achieve
through architecture.
E.P.: And if art ceased to drive you mad and it left you cold?
A.B.: That would be a really difficult situation! I would look
for another discipline which would keep me alive. Art isn´t a
choice, it’s a need for anyone who dedicates themself to it:
it´s a passion which stops you from going crazy.
226
ARTURO BERNED
Arturo Berned, an architect and sculptor born in Madrid in
1966.
During his student years he was granted several scholarships
which he enjoyed in London, Turin and Oxford. He took his
first professional steps while living in these cities, which were
later to have a clear influence on his creative process.
As an architect he has carried out his professional activity
mainly in Mexico, England, Italy and Spain.
It was during his stay in Mexico in the early 90’s when he set
out on his path in the world of sculpture. This was a vocation
that at first was a way to put into practice projects through
which he could materialize his thoughts, and which little by
little grew in importance in the way they were expressed.
In the late 90’s he began to collaborate intensely with the
Lamela Arquitects’ Studio, finally becoming Director of
Projects and Works for this prestigious studio. These were
years in which he participated in most of the projects carried
out by the studio, including the T4 Terminal at Barajas, Real
Madrid’s Sport City and the extension to the Santiago Bern-
abeu stadium. He also participated actively in Spanish and
international architectural competitions such as Telefonica’s
Distrito C and the Sharm El Sheikh Airport.
After this stage he began to work intensely in his true voca-
tion - sculpture. These were years when he began intense
research into the shapes and materials to use, leading finally
to the intense creative process that he has been carrying out
since 2003 until now.
His most significant exhibitions have been:
Arts Space, Madrid (2011)- Feriarte, Madrid (2011)- Arturo
Berned (1+ 5)/2, Leitner Building, Madrid (2011)- Art Madrid
´11, Madrid (2011)- “Contemporary Sculptors” exhibition in
the Steel Forest, Cuenca (2010) - Ansorena Gallery (2010) –
El Zielo Shopping Mall (2009) - Open Art Fair, Holland, Gaudí
Gallery (2009)- Art Madrid ´09, Madrid (2009) - Flecha ´09,
Madrid (2009) – Lamela Studio, Madrid (2008) , Plastic work
by architects. COAM Cultural Foundation, Madrid (2000) –
Everyday Objects. Vanguardia Gallery, Bilbao (1998)
Throughout his career he has received several awards
and acknowledgements, among which the Puerta Flagship
Loewe International Sculpture Competition (2001) is par-
ticularly noteworthy. He was also selected in the Construc-
ciones Sacejo International Sculpture Prize, Oviedo (2007)
and the Caja Extremadura International Sculpture Prize,
Cáceres (2008).
His work forms part of important private and public collec-
tions, among which the following are worthy of note:
BMW Collection
Can Prunera Modernist Museum, Palma (Majorca)
Caser Group Collection
Loewe Foundation
Maraya Foundation
Ministry of Economy and Finance
Serra Art Foundation, Palma (Majorca)
Unesid, Steel Companies Union
Recommended