UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA LA MOLINA
Facultad de Ciencias Forestales
Departamento de manejo forestal
Curso: Sistemas Silviculturales Tropicales
Tema: Bases ecológicas para la silvicultura
del bosque “El Piñal”
Profesora: Claudia Zuñiga
Alumnos: Yauli Palomino, Gerson G.
Chumbimune Vivanco, S. Yanett
Valencia Gutierrez, Gabriela Sanchez Blanco, Jose C.
La Molina, 13 de setiembre del 2013
Bases ecológicas para la silvicultura del bosque “El Piñal”
I. INTRODUCCION Conocer la composición florística y estructural de un bosque es esencial para tomar las decisiones más adecuadas para su manejo a futuro, lo cual debe tener como fin, mantener o incrementar su valor ecológico y económico a lo largo del tiempo; aplicando un sistema silvicultural propio y único para dicha formación vegetal. El manejo de los bosques y la elaboración de sus planes de manejo, requieren un previo estudio de la asociación vegetal y de las características propias del lugar donde esta se desarrolla. De ahí la importancia que tiene hacer una evaluación y diagnóstico que nos permita conocer las especies que componen el bosque, así como los patrones de distribución horizontal y vertical que gobiernan en un momento determinado. Ya que a partir de esos resultados podremos entender la dinámica del bosque y aplicar convenientemente las perturbaciones que sean necesarias para conseguir una mayor producción de bienes y servicios, haciendo al bosque más productivo de lo que es. A continuación se explicará con mayor detalle el diagnóstico del bosque el PIÑAL ubicado en el distrito de Jenaro Herrera, provincia de Requena, departamento de Loreto. El cual se determinó en base a la caracterización de su composición florística, estructura horizontal y vertical; con ayuda de los datos recogidos en campo por los estudiantes del Ciclo de Campo 2013-I.
II. OBJETIVOS GENERALES Caracterizar la estructura vertical y horizontal del bosque el piñal.
III. OBJETIVOS ESPECIFICOS Conocer la composición florística del bosque “El Piñal” Determinar el conjunto de especies más importantes del bosque “El Piñal” a través del I.V.I. Determinar los índices de diversidad y los parámetros estructurales Determinar el coeficiente de mezcla del bosque “El Piñal”.
IV. REVISION BIBLIOGRAFICA
Según la clasificación bioclimática de L. Holdridge, la zona de vida (formación vegetal) en estudio es un Bosque Húmedo Tropical (bh-T), (Tosi citado por Sabogal 1980); cuya vegetación clímax se caracteriza por ser bosques siempre verdes, altos y densos (Nalvarte y Lombardi,
1995). El cociente de mezcla promedio para esta zona de vida es de 1:7; pero en bosques amazónicos este índice alcanza valores de 1:3 y 1:4 (Lamprecht, 1990). Una comunidad de vegetación puede ser caracterizada por su composición, riqueza y diversidad como por su estructura. La estructura tiene un componente vertical (distribución de biomasa en el plano vertical) y un componente horizontal (dap y su frecuencia) (Louman et al. 2001). Danserau (1957) citado por Acosta et al. (2006) indica que la estructura de la vegetación es la organización en el espacio de los individuos que forman un rodal, y por extensión, un tipo de vegetación o asociación de plantas. Los elementos primarios de esta estructura son la forma de crecimiento, la estratificación y la cobertura. Lombardi (1 979) indica que el análisis estructural es una de las formas que tenemos de conocer la composición del bosque tropical y las posibilidades de producir que posee el bosque y de productos a obtenerse de él, así como de asegurar su existencia. Malleux (1 974) señala que el IVI (índice de valor de importancia) es un indicador bastante sensible de la presencia de las especies en los estratos y que la diferenciación de los estratos de acuerdo al vigor de la vegetación también establece diferenciación florística. Lozada (2010) indica que el IVI también aporta elementos cuantitativos fundamentales en el análisis ecológico, como la densidad y la biomasa (por especie y por parcela). Este último, es un carácter básico para interpretar la productividad de un sitio, lo cual depende en gran medida del bio clima y de los recursos edáficos. Para determinar cuáles son las especies más importantes dentro de nuestra evaluación recurrimos al Índice de Valor de Importancia, el cuál es calculado para cada especie, a partir de la suma de la abundancia relativa + frecuencia relativa + dominancia relativa. Y con él, comparar el “peso ecológico” de las especies que evaluamos en “El Piñal” (Lamprecht 1990). La estructura horizontal es la extensión de las especies arbóreas. En los bosques tropicales este fenómeno se refleja en la distribución de individuos por clase diamétrica. La distribución más común para la mayoría de las especies en los bosques tropicales es la de ‘J invertida’ (Manzanero y Pinelo, 2004), semejante a una curva exponencial con un alto número de individuos en las clases inferiores de tamaño y un bajo número de individuos con el incremento del diámetro (Sabogal, 1981). Los factores determinantes de la estructura horizontal del bosque son el suelo y el clima. Esta estructura es la mejor respuesta del ecosistema frente a las características ambientales y a las limitaciones y amenazas que enfrenta (Valerio y Salas 1996). La estructura horizontal permite evaluar el comportamiento de los árboles individuales y de las especies en la superficie del bosque. Esta estructura puede evaluarse a través de índices que expresan la ocurrencia de las especies, lo mismo que su importancia ecológica dentro del ecosistema, es el caso de las abundancias, frecuencias y dominancias. (Lamprecht 1990) Las especies más abundantes poseen por lo general altos valores de frecuencia, es decir pertenecen al grupo con distribución horizontal continua. Si adicionalmente presentan valores altos de dominancia, se denominan “especies reinantes” (Lamprecht, 1990). Mientras que una alta abundancia y baja frecuencia son características de las especies con tendencia a la conglomeración local en grupos pequeños distanciados unos de otros. Una baja abundancia y alta frecuencia combinadas con dominancia alta son características típicas de los árboles aislados de gran tamaño; por lo general, no son numerosos pero se encuentran uniformemente distribuidos en grandes extensiones. Finalmente, bajos valores de abundancia,
frecuencia y dominancia se asocian a las especies “acompañantes”, las cuales no poseen mayor importancia ecológica ni económica. (Matteucci y Colma 1982). Las estructuras totales en el plano vertical constituyen la organización vertical del bosque, y se definen como las distribuciones que presentan las masas foliares en el plano vertical, o las distribuciones cuantitativas de las variables medidas en el plano vertical, tal como la altura. El plano vertical del bosque se clasifica con base en perfiles (Finegan 1993), y su estructura responde a las características de las especies que la componen y a las condiciones microclimáticas presentes en las diferentes alturas del perfil. (Manzanero y Pinelo 2004)
Fig 1. Situación adecuada de la distribución de las especies Fuente. Propia La correcta interpretación de ésta estructura nos permitirá manipular el crecimiento y la composición florística del bosque (Louman et al. 2001) . IUFRO hace una clasificación de la estructura del vuelo en pisos: superior, medio e inferior. Y es característico para el bosque húmedo tropical que el máximo número de individuos y especies se encuentre en el estrato inferior y/o medio; y el menor número de especies en el estrato superior. Lo contrario ocurre cuando evaluamos la dominancia, donde la mayor proporción corresponde al piso superior, una menor al piso medio y la más reducida al piso inferior. Las especies que se encuentran a lo largo de los 3 pisos se consideran de “distribución vertical continua” (Lamprecht 1990). Lozada (2010), indica que la posición Sociológica (PS) o fitosociológica es una expresión de la expansión vertical de las especies. Hosokawa (1986) citado por Lozada (2010) indica por otra parte que es un índice que informa sobre la composición florística de los distintos sub estratos de la vegetación, y del papel que juegan las diferentes especies en cada uno de ellos.
V. MATERIALES - Bosque “El Piñal”, IIAP – Jenaro Herrera (Iquitos). - Datos tomados por el ciclo de campo 2013-I, en el Piñal.
VI. METODOLOGIA El estudio de la vegetación del bosque “El Piñal”, se realizó en el distrito de Jenaro Herrera, ubicado en la margen derecha del río Ucayali, al norte de la provincia de Requena, Región Loreto. La capital del distrito es la localidad de Villa Jenaro Herrera y está ubicado en las siguientes coordenadas: 04 °54 ´13.2" de latitud sur y 73 °40 ´13.6" de longitud oeste, con una altitud de 98 m.s.n.m. El distrito tiene los siguientes límites:
Por el norte: Por la provincia de Loreto
Por el sur: Distrito de Yaquerama
Por el este: Distrito de Saquena
Por el oeste: Con la provincia de Requena
Ubicación de la localidad del área de estudio- Fig.1. Ubicación de las parcelas experimentales del Centro
de Investigaciones de Jenaro Herrera. Fuente: Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana Centro de Investigaciones de Jenaro Herrera – Fig.2
Trabajo en campo El trabajo en campo consistió en tomar una muestra de 1ha del bosques el Piñal, se utilizó un sistema de 5 fajas, cada faja estaba formada por 5 parcelas de 20mx20m en donde se consideraron individuos con DAP mayor a 10 cm, además se establecieron Sub-parcelas de 10x10m, 5x5m y 2x2 m que se consideraron para el análisis de la regeneración del bosque. Para el levantamiento de parcelas se utilizo wincha, brújula y rafias. Los materiales que se usaron para la toma de datos, fueron: forcípula para el dap, hipsometro para determinar la altura de los individuos, que también se tomó con estimación ocular, wincha para las medidas de las copas, rafia para el marcado de árboles. Todos los datos obtenidos fueron anotados en una libreta de campo y luego traspasado a los formatos correspondientes.
Fig. 1 Fig. 2
Fig. N° 2. Distribución de las fajas y sub parcelas para la evaluación
Trabajo en gabinete Se inició con un ploteo de datos del bosque de Jenaro Herrera, los cuales fueron recogidos durante el semestre 2013 I. Estos datos fueron ingresados a una tabla de Excel y luego trabajados en tablas dinámicas, Para el conteo de los individuos mayores o igual a 10cm de DAP, se obviaran los muertos que se encuentran resaltados en el formato. Luego se procedió a realizar la correspondencia entre nombres comunes y científicos con ayuda de la revisión bibliográfica. Al tener todos los datos mencionados anteriormente se procedió a realizar el cálculo de la abundancia, frecuencia y dominancia como valores absolutos y relativos. Con estos valores se graficaron histogramas y gráficos, también se determinó el IVI para un análisis de la estructura horizontal y vertical, a partir de la suma de las cantidades relativas de los parámetros. Luego se ordenó las especies de mayor a menor IVI y se encontraron las especies que caracterizan el bosque en su estructura horizontal y vertical, que posean los valores más altos y que representen el 150% o mayor del total del IVI. También se elaboraron estructuras diamétricas con un intervalo de clase de 10 cm de diámetro para los individuos de mayor importancia en el análisis IVI. Con respecto a la caracterización vertical se emplearon los datos de posición sociológica para calcular el IVIA (IVI + Posición sociológica).
F1 F4 F2 F3 F5 5m
5m
20 m
20 m
10 m
10 m
2.5 m
2.5 m
VII. RESULTADOS Y DISCUSIONES ANALISIS DE VEGETACION
Tab. 1. Composición florística
CATEGORIA NUMERO
Fustales( Arboles establecidos) 564
Muertos 23
NN 0
TOTAL 587
CONTEO
Especies 122
Individuos 564
C.de MEZCLA 1/5
El cociente de mezcla de acuerdo a los datos obtenidos en el bosque “El Piñal” fue de 1/5, lo cual se encuentra dentro del rango (1/3 – 1/7) valores correspondientes para bosques amazónicos, citado por (Lamprecht, 1990). Este valor me indica la gran variedad de especies y por consiguiente la heterogeneidad del bosque Sin embargo, solo proporciona una indicación somera de la relación de mezcla ya que en la realidad, en este bosque no solo se observa 5 individuos por especie.
Graf N° 1. Diagrama de frecuencias del Bosque el Piñal
Del presente grafico se observa que la mayor parte de las especies se agrupan en las clases I y II, y menores cantidades en los IV y V. Esto significa, según Lamprecht (1990) que el bosque el Piñal posee una heterogeneidad florística acentuada. Estos resultados se obtuvieron gracias a que las parcelas de muestreo poseen el mismo tamaño, siendo ello un requisito indispensable para realizar este diagrama.
104
14 3 0 1
0
20
40
60
80
100
120
[1 - 20] [21 - 40] [41 - 60] [61 - 80] [81 - 100]
I II III IV V
N°
ESP
ECIE
S
CLASES DE FRECUENCIAS
DIAGRAMA DE FRECUENCIAS DEL PIÑAL
PIÑAL
Tab N° 2. Lista de especies del bosque el PIÑAL
N° ESPECIE NOMBRE CIENTIFICO FAMILIA
1 machimango blanco Eschweilera sp. LECYTHIDACEAE
2 machimango colorado Eschweilera iquitoensis Knuth LECYTHIDACEAE
3 quinilla colorada Manilkara bidentata SAPOTACEAE
4 moena amarilla Aniba amazonica (Neis) Nez. LAURACEAE
5 quinilla caimitillo Pouteria caimito SAPOTACEAE
6 parinari blanco Couepia paraensis ROSACEAE
7 cepanchina Sloanea sp ELAEOCARPACEAE
8 quinilla blanca Pouteria madeirensis Vaechni SAPOTACEAE
9 chimicua Pseudolmedia laevis MORACEAE
10 cumala blanca Virola elongata (Benth) MYRISTICCEAE
11 cumala colorada Iryanthera laevis Magrak MYRISTICCEAE
12 cumala Virola sebifera Aubl MYRISTICCEAE
13 sacha uvilla Caussapoa marginata Killip. MORACEAE
14 pucuna caspi Iryanthera juruensis MYRISTICACEAE
15 yesca caspi Qualea paraensis Ducke VOCHYSIACEAE
16 mari mari Hymenolobium pulcherrimum FABACEAE
17 tangarana Tachigalia polyphylla Poepigg FABACEAE
18 shimbillo Inga sp. MIMOSACEAE
19 manchari caspi blanco Vantanea sp. HUMIRACEAE
20 parinari colorado Licania sp. ROSACEAE
21 cepanchina Sloanea sp ELAEOCARPACEAE
22 sacha tulpay Anonocarpus amazonicus MORACEAE
PARAMETROS ESTRUCTURALES ESTRUCTURA HORIZONTAL
Figura 5: Abundancia relativa (%) de las especies del Bosque del Piñal y su significancia con respecto al
total de individuos.
Como se puede observar en el gráfico existen 16 especies que representan aproximadamente la mitad del bosque evaluado, siendo la especie más abundante entre estas el “Machimango blanco” (Eschweilera sp.), le siguen el “Machimango colorado” y “Parinari blanco”, lo que demuestra la adaptabilidad de estas especies a las condiciones del hábitat.
Figura 5: Frecuencia relativa (%) de las especies del Bosque del Piñal y su significancia con respecto al
total de individuos.
Como se observa en este grafico la especie “Machimango blanco” (Eschweilera sp.) es la que presenta mayor frecuencia relativa, lo que expresa la existencia de esta especie en las parcelas evaluadas, las especies que acompañan al “Machimango blanco” son la “Cepanchina y el “Machinango colorado”. Lamprecht (1990) indica que las especies más abundantes poseen por lo general altos valores de frecuencia, esto se ve reflejado en los resultados.
Figura 5: Dominancia relativa (%) de las especies del Bosque del Piñal y su significancia con respecto al
total de individuos.
La especie Machimango blanco es nuevamente la que mejor representa la dominancia del bosque ya que como observamos anteriormente es esta la especie con el mayor número de individuos. La dominancia absoluta encontrada en el bosque “El Piñal” es de 26,23 m2 y según Louman Et Al.2001 para los bosques húmedo tropicales en áreas planas y onduladas el área basal original es igual o mayor a 25 m2 por hectárea, lo cual coincide con nuestros resultados. INDICE DE VALOR DE IMPORTANCIA (IVI)
Figura N° 6: Índice de Valor de Importancia simplificado (abundancia y dominancia) IVIs de las especies
del bosque del Piñal
Del grafico se observa, que son 15 las especies que presentan mayor peso ecológico siendo el “Machimango blanco” (Eschweilera sp.) la especie más importante, y en comparación con la Figura de abundancia relativa se observa que la especie “Pucuna caspi” (Iryanthera juruensis) no entra a representar la mitad del bosque entrando una especie nueva “Mari mari” (Hymenolobium pulcherrimum), esto se debe a que el IVIs es la suma de abundancia relativa + dominancia relativa.
Figura 4: Influencia de la abundancia relativa (%), frecuencia relativa (%) y dominancia relativa (%) para
cada especie.
Al analizar los valores de abundancia, frecuencia y dominancia para cada especie, encontramos que el “Machimango blanco” presenta altos valores de estos parámetros, según Lamprecht (1990) las especies con estas características son llamadas especies de distribución horizontal continua. Matteucci y Colma (1982) indican que especies con baja abundancia y alta frecuencia combinadas con dominancia alta son características típicas de los árboles aislados de gran tamaño, esto puede verse en especies como el “Mari mari” que presenta baja abundancia y alta dominancia. En este gráfico se encuentran representadas las especies que forman parte del IVI, por lo que podemos decir que las especies restantes tienen bajos valores de abundancia, frecuencia y dominancia, encontrándose en la clase de especies acompañantes, sin valor ecológico y económico. CLASES DIAMETRICAS DE LAS ESPECIES DEL IVIs Figura 7: Estructura diamétrica de los individuos medidos del bosque “El Piñal” representadas por clases
diamétricas, cada clase diamétrica engloba los individuos con DAP englobados en la cada clase. Ejemplo:
La clase diamétrica 10 engloba a los individuos con DAP oscilante entre 10 cm a 19,9 cm.
Esta figura representa la distribución del “Piñal”, la cual obedece a una función exponencial con forma de “J” invertida; estructura que es característica de los bosques húmedos tropicales (Sabogal 1980), donde encontramos en las menores clases una mayor cantidad de individuos y en el extremo superior, solo a aquellos que han logrado dominar dicho estrato.
162
50 31 22
0 1 0 1 0 0
50
100
150
200
I II III IV V VI VII VIII IXN d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
BOSQUE EL PIÑAL
15
4 4 1 0 0 0 0 0
0
5
10
15
20
I II III IV V VI VII VIII IXN d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
MACHIMANGO COLORADO
30
7 9 9
0 0 0 0 0 0
10
20
30
40
I II III IV V VI VII VIII IXN d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
MACHIMANGO BLANCO
16
3 2 1 0 0 0 0 0 0
5
10
15
20
I II III IV V VI VII VIII IX
N d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
PARINARI BLANCO 12
5 3
1 0 0 0 0 0
0
5
10
15
I II III IV V VI VII VIII IX
N d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
MOENA AMARILLA
Figura 11: Estructura diamétrica de la “Prinari blanco”, Couepia paraensis
Figura 8: Estructura diamétrica del “Machimango colorado”, Eschweilera iquitoensis Knuth
Figura 10: Estructura diamétrica del “Moena amarilla”, Aniba amazonica (Neis) Nez.
Figura 9: Estructura diamétrica del “Machimango blanco”, Eschweilera sp
9
5
2 2 0 0 0
1 0
0
5
10
I II III IV V VI VII VIII IXN d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
QUINILLA COLORADA
13
5
0 1
0 0 0 0 0 0
2
4
6
8
10
12
14
I II III IV V VI VII VIII IX
N d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
CEPANCHINA
0
2
4
6
8
10
I II III IV V VI VII VIII IX
N d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
QUINILLA CAIMITILLO
9
6
1 0 0 0 0 0 0
0
5
10
I II III IV V VI VII VIII IXN d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
SACHA UVILLA
Figura 14: Estructura diamétrica del “Sacha uvilla”, Caussapoa marginata Killip.
Figura 15: Estructura diamétrica de la “Quinilla colorada”, Manilkara bidentata
Figura 12: Estructura diamétrica del “Cepanchina”, Sloanea sp
Figura 13: Estructura diamétrica del “Quinilla caimitillo”, Pouteria caimito
Figura 16: Estructura diamétrica del “Chimicua”, Pseudolmedia laevis
Figura 17: Estructura diamétrica del “Cumala colorada”, Iryanthera laevis Magrak
Figura 19: Estructura diamétrica del “Yesca caspi”, Qualea paraensis Ducke
Figura 18: Estructura diamétrica del “Cumala blanca”, Virola elongata (Benth)
7
0 1 1
0 1
0 0 0 0
2
4
6
8
I II III IV V VI VII VIII IX
N d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
YESCA CASPI
10
3
0 1 0 0 0 0 0 0
5
10
15
I II III IV V VI VII VIII IX
N d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
CHIMICUA 9
4
1 0 0 0 0 0 0
0
2
4
6
8
10
I II III IV V VI VII VIII IX
N d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
CUMALA COLORADA
8
3 2
1 0 0 0 0 0
0
5
10
I II III IV V VI VII VIII IX
N d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
CUMALA BLANCA
7
3
1 1 0 0 0 0 0
0
2
4
6
8
I II III IV V VI VII VIII IX
N d
e IN
DIV
IDU
OS
CLASES DIAMETRICAS
CUMALA
7
0
2 1
0 0 1
0 0 0
2
4
6
8
I II III IV V VI VII VIII IX
N d
e a
IND
IVID
UO
S
CLASES DIAMETRICAS
QUINILLA BLANCA
Figura 21: Estructura diamétrica del “Cumala”, Virola sebifera Aubl
Figura 20: Estructura diamétrica del “Mari mari”, Hymenolobium pulcherrimum
Figura 10: Estructura diamétrica del “Machimango colorado”,
Eschweilera iquitoensis.
Figura 21: Estructura diamétrica del “Quinilla blanca”, Pouteria madeirensis Vaechni
1
0
1
0
1 1 1
0 0 0
0.5
1
1.5
I II III IV V VI VII VIII IXN d
e IN
DIV
IDU
OS
CASES DIAMETRICAS
MARI MARI
El comportamiento constante que se observan en la estructura horizontal de la mayoría de especies que conforman el IVI, es la misma que del bosque en su conjunto; de “J” invertida. Esto se debe a que en este ecosistema existe una competencia por luz, nutriente y espacio que se da a nivel intraespecifico e interespecífico. Llegando a observar a su vez pocos individuos para una mayor clase diametrica, que puedan establecerse en el estrato superior. ESTRUCTURA VERTICAL POSICION SOCIOLOGICA
Tab. Posición sociológica de las especies con mayor IVI (A)
Graf. Diagrama de la posicion sociologica de las especies con mayor IVI (A)
En la tabla de posicion sociologica, solo se encuentran representadas las especies con mayor IVI (A), y abarcan mas del 50% del total. Como se observa todas las especies tienen presencia en los tres estratos. Esto se puede deber a que dichas especies, crearon mecanismos de adaptabilidad, el cual les permita tener una presencia a los largo de los tres estratos.
POSICION SOCIOLOGICA
NOMBRE COMUN CONTEO a% b% CONTEO a% b% CONTEO a% b% TOTAL b% PSabsxVf PS(%)
machimango blanco 8.00 6.56 14.55 36.00 12.90 65.45 11.00 6.75 20.00 55.00 100.00 229.00 10.76
parinari blanco 3.00 2.46 13.64 13.00 4.66 59.09 6.00 3.68 27.27 22.00 100.00 89.00 4.18
machimango colorado 8.00 6.56 33.33 11.00 3.94 45.83 5.00 3.07 20.83 24.00 100.00 86.00 4.04
moena amarilla 5.00 4.10 23.81 11.00 3.94 52.38 5.00 3.07 23.81 21.00 100.00 80.00 3.76
cepanchina 0.00 0.00 0.00 9.00 3.23 47.37 10.00 6.13 52.63 19.00 100.00 75.00 3.52
quinilla colorada 4.00 3.28 21.05 9.00 3.23 47.37 6.00 3.68 31.58 19.00 100.00 71.00 3.34
sacha uvilla 5.00 4.10 31.25 9.00 3.23 56.25 2.00 1.23 12.50 16.00 100.00 61.00 2.87
cumala colorada 2.00 1.64 14.29 9.00 3.23 64.29 3.00 1.84 21.43 14.00 100.00 58.00 2.73
chimicua 0.00 0.00 0.00 7.00 2.51 50.00 7.00 4.29 50.00 14.00 100.00 56.00 2.63
quinilla caimitillo 6.00 4.92 37.50 6.00 2.15 37.50 4.00 2.45 25.00 16.00 100.00 54.00 2.54
cumala 2.00 1.64 16.67 6.00 2.15 50.00 4.00 2.45 33.33 12.00 100.00 46.00 2.16
cumala blanca 5.00 4.10 35.71 4.00 1.43 28.57 5.00 3.07 35.71 14.00 100.00 45.00 2.11
quinilla blanca 3.00 2.46 27.27 6.00 2.15 54.55 2.00 1.23 18.18 11.00 100.00 42.00 1.97
pucuna caspi 3.00 2.46 25.00 4.00 1.43 33.33 5.00 3.07 41.67 12.00 100.00 41.00 1.93
chullachaqui 0.00 0.00 0.00 6.00 2.15 75.00 2.00 1.23 25.00 8.00 100.00 36.00 1.69
OTROS 68.00 55.74 2223.53 133.00 47.67 4840.52 86.00 52.76 3635.95 287.00 100.00 1059.00 49.77
TOTAL 122.00 100.00 2517.60 279.00 100.00 5607.50 163.00 100.00 4074.90 564.00 100.00 2128.00 100.00
VALOR FITOSOCIOLOGICO 2.00 5.00 3.00 10.00
III P.SI II
En el gráfico de barras, que se obtiene a partir de dicha tabla mencionada anteriormente, expresa la presencia que tienen las especies a lo largo de los 3 estratos, siendo el “Machimango blanco” y el “chullachaqui”, el de mayor y menor presencia respectivamente. Pero esto no descarta que alguna de las especies que integran al grupo de OTRAS, tengan una mínima o nula aparición en alguno de los estratos, tal como se aprecia en la tabla de la posicion sociologica. De encontrarse en todos los estratos serían especies de “distribución vertical continua”. IVIA (AMPLIADO) – (IVI+PS)
Graf. Índice de valor de importancia ampliado del Piñal
Como se observa en este gráfico, el IVI ampliado toma adicionalmente el valor de la posición sociológica de cada especie; obteniendo que son 18 las especies que poseen una mayor importancia ecológica. La diferencia que se observa entre el IVI (A) con el IVI normal, es que se produce el reemplazo del “Parinari colorado” por el “shimbillo”, esto se debe a que una posee mayor presencia a lo largo de los 3 estratos.
VIII. CONCLUSIONES
La composición florística en el bosque “El Piñal” consta de 122 especies diferentes y un total de 564 individuos, siendo 16 especies las que representan aproximadamente la mitad del bosque, entre estas destacan el “Machimango blanco”, “Machimango colorado” y “Parinari blanco” entre otras. El bosque el Piñal, posee una composición florística con una gran variedad de especies, el cual refleja la heterogeneidad del mismo.
El bosque, refleja una alta heterogeneidad florística acentuada, respecto al estudio de frecuencia que presentan las poblaciones.
El IVI es una herramienta que permite determinar las especies más importantes del bosque, para así poder tomar decisiones acertadas en cuanto a los objetivos que se tengan sobre él. Se determinó que el IVI para la extensión de 1 ha en el bosque Piñal, esta con formada por 18 especies representativas, siendo la especie con mayor peso ecológico el “Machimango blanco” (Eschweilera sp.)
Al caracterizar la estructura horizontal y vertical encontramos que el “Machimango blanco” es una especie con distribución horizontal y vertical continua.
El coeficiente de mezcla para nuestra área de estudio “El Piñal” fue de 1/5 lo que nos indica que se trata de un bosque heterogéneo.
Al realizar el análisis por clases diamétricas, se determinó que el bosque sigue un distribución tipo “J” invertida, característico de este ecosistema, y por lo cual se puede concluir que conforme los individuos aumentan en diámetro, estos disminuyen en cantidad. En el cuadro del IVIs al 50%, se presentan las espacies que caracterizan el bosque de “El Piñal”, en forma descendente según su IVIs, siendo la especie más representativa es Machimango blanco de las 15 que se hallaron. El Machimango Blanco se encuentra en todos los estratos, puesto que se encuentra en proceso de regeneración natural exitosa y por ende presenta una buena adaptabilidad para este tipo de bosque.
IX. REFERENCIA BIBLIOGRAFICA ACOSTA, V; ARAUJO, P; ITURRE, M. 2006. Caracteres estructurales de las masas. Caracteres estructurales de las masas. Marzo, 2006. Disponible en digital: <http://fcf.unse.edu.ar/archivos/series-didacticas/SD-22-Caracteres-estructurales-ACOSTA.pdf> FINEGAN, B. 1993. Bases ecológicas de la silvicultura. (VI Curso Intensivo Internacional de Silvicultura y Manejo de Bosques Naturales Tropicales). CATIE, Turrialba, C. R. LOMBARDI, I. 1979. Evaluación ecológica silvicultural de los bosques tropicales. In reunión técnica sobre plantación y manejo de bosques tropicales. INIAA/IICA-OEA. Pucallpa, Perú. LAMPRECHT,H. 1990.Silvicultura en los trópicos. Agencia de Cooperación Técnica Alemana (GTZ). Eschborn, Alemania. 335 p. LOUMAN, B.; QUIROZ, D.; NILSSON, M. 2001. Silvicultura de bosques latifoliados húmedos con énfasis en América. Central. Turrialba, Costa Rica, CATIE. Serie técnica. Manual Técnico Nº 46. 265 p. LOZADA, R, 2010. Consideraciones metodológicas sobre los estudios de comunidades forestales. Revista Forestal Venezolana. Volumen 54(1). Enero-Junio, 2010. Disponible en digital: <http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/31647/1/ensayo2.pdf> MALLEUX, J. 1974. Estudio de la relación tipo de bosque-especie en los bosques de la colonización de Jenaro Herrera. Revista Forestal del Peru 5(1-2):67-71. MANZANERO M. & PINELO G. 2004. Plan silvicultural en unidades de manejo forestal. Serie técnica Nº 3. WWF Centroamerica. 48 p. MATTEUCCI, S y A. COLMA. 1982. Metodología para el estudio de la vegetación. Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos. Washington, USA. 168 p. NALVARTE W. & LOMBARDI I. 1994. Simulación de tratamientos Silviculturales en un área piloto del Bosque Dantas. Universidad Nacional Agraria La Molina. Lima-Perú. SABOGAL C. 1980. Estudio ecológico silvicultural del bosque “Copal” Jenaro Herrera (Loreto-Perú). Tesis Ingeniero Forestal. Lima, Perú. UNALM. 230 p SABOGAL C. 1981. Evaluación de los ensayos de comportamiento con las especies nativas en la zona de Jenaro herrera (Loreto – Peru). UNA. 108 p. SPICHIGER R., MEROZ J., LOIZEAU P. & STUTZ DE ORTEGA L. 1990. Contribución a la flora de la Amazonia peruana – los arboles del arboretum Jenaro Herrera. Volumen 1. IIAP. Perú. SPICHIGER R., MEROZ J., LOIZEAU P. & STUTZ DE ORTEGA L. 1990. Contribución a la flora de la Amazonia peruana – los arboles del arboretum Jenaro Herrera. Volumen 2. IIAP. Perú. VALERIO, J.; SALAS. 1996. Selección de prácticas silviculturales para bosques tropicales. Santa Cruz, Bolivia, proyecto BOLFOR.
RIOS TRIGOSO. AROSTEGUI.
CITE MADERA. REVISTA FORESTAL.