Perspectivas del
movimiento estudiantil
PlataformaColectiva
La ColectivaBoletín // Abril 2010
Reunión Abierta
El movimiento popular
ante la emergencia
Escuelas Estudiantiles
Habiendo revisado las consecuencias sociales del terremoto y la enorme desigualdad que exis‐te en nuestro país constante y cotidianamente ‐no sólo en esta coyuntura ‐, podemos dar cuen‐ta también del estado de descomposición de nosotros como sujetos estudiantiles y de nues‐tra organización: seguimos estando desarticula‐dos, cosa bastante preocupante si cuando mira‐mos al horizonte nos encontramos con Piñera en La Moneda y con Lavín al mando del Ministe‐rio de Educación.
Si bien este gobierno no representa un accionar distinto en cuanto a las políticas educativas que hemos visto con los gobiernos de la “concerta”, es necesario estar atentos a la agenda Mineduc y preparados para darle respuesta, ya que ahora las reformas neoliberales serán más explícitas, efectivas y radicales. El reemplazo del CRUCH por un consejo que aglutine a todas las univer‐sidades y la sustitución del AFD por convenios de desempeño (como sucede en nuestro Cam‐pus por el Proyecto Bicentenario) dan cuenta de la homogenización de las universidades, bo‐rrando la línea existente entre las públicas y las privadas. Porque no hay que confundirse: en la Chile las carreras se orientan hacia los temas que son más rentables en el mercado, se pagan arance‐les carísimos y en muchas ocasiones ni si quiera se puede entrar al Campus sin ser estudiante, por lo tanto la chapa de “universidad pública”
Perspectivas del m
Agenda del Mineduc del Gobierno de Piñera:
Reemplazar el CRUCH por dos consejos: uno de Ues. y otro de las instituciones terciarias no universitarias.
Sustituir el AFD por convenios de desem‐peño.
estudiantil
nos queda bastante grande. Y en ese sentido, sería bas‐tante mediocre salir en de‐fensa del estado actual de nuestra universidad: debe‐mos luchar por una universi‐dad para el pueblo.
Entonces, lo que se está haciendo es equiparar a las universidades públicas y pri‐vadas en términos mercanti‐les, entendiendo el sistema educativo como una institu‐ción regida principalmente por el mercado: las universi‐dades se transforman en
empresas que tienen que competir. Por su parte, el Estado sigue siendo subsidia‐rio, sólo que ahora se impo‐nen los términos empresaria‐les y no discrimina entre las instituciones a las que le en‐
tregará el subsidio. Además se piensa reem‐plazar el Fondo Solidario de Crédito Universitario por Crédito con Aval del Estado (crédito bancario), lo que significa que ahora nos endeudaremos direc‐tamente con los bancos.
Ellos ganan porque siguen aumentando su fortuna, y para variar los únicos que siempre perdemos con esta situación somos los estudian‐tes y nuestras familias. Ante esta indignante situa‐ción, los estudiantes tene‐
mos que avanzar paso a paso en la construcción de un mo‐vimiento que sea capaz de proyectar grandes demandas para hacerle frente al mode‐lo educativo neoliberal.
Ni este nuevo gobierno
ni los problemas de siempre harán que nos levantemos de forma
espontánea, debemos apostar por el trabajo de bases para
nutrir nuestras reflexiones y
re-construirnos como sujetos conscientes y
capaces de organizarnos para tomar la
ofensiva en la lucha por nuestro derecho a la
educación.
Glosario: AFI: aporte fiscal indirecto. Aporte que entrega el Estado a las univer-sidades que reciben a los estudiantes con los mejores puntajes en la PSU. AFD: aporte fiscal directo. Aporte basal que entrega el Estado a las universidades del CRUCH. CRUCH: Consejo de Rectores de las Universidades de Chile. Com-puesto por los rectores de las llamadas “universidades tradicionales”, en donde 16 son públicas, 6 pertenecen a la Iglesia Católica y otras 3 a corporaciones particulares. CAE: crédito con aval del Estado. Crédito bancario. FSCU: crédito fondo solidario. Crédito fiscal.
movimiento
Acabar con el criterio “naturaleza jurídica de la institución” para definir acceso a becas y créditos.
Unificar sistemas de crédi‐to (CAE y FSCU)
Ha pasado ya más de un mes desde aquel doloroso 27 de Febrero en que los sectores populares, una vez más pero ahora de forma especialmente repentina, sufrieron las conse‐cuencias de la irracional e insostenible desigual‐dad chilena. Contando con un poco más de cal‐ma y tiempo para la discu‐sión, queremos compartir acá las reflexiones que hemos dado y que se refie‐ren principalmente a la res‐puesta que tuvimos los estu‐diantes y el movimiento po‐pular en general ante la catástrofe y, a modo de pro‐puesta, las tareas que consi‐deramos pendientes para nuestro sector en el mediano plazo. Cuando observamos el pano‐rama social actual en Chile y sus injusticias, además del reciente triunfo de la dere‐cha, es evidente que no se trata de un movimiento del todo maduro aún, como para desenvolverse con éxito en su tarea. Es a raíz de este diagnóstico, por lo demás, que nos organizamos en el sector estudiantil para construir, desde las bases, un actor político mayor y consistente capaz de aportar y disputar grandes y necesarias transfor‐maciones. En este contexto, el terremoto fue, además de todo lo que se ha dicho, una muestra de la crisis en que se encuentra una fuerza social popular
hoy en día: totalmente incapaz de pelear por una orientación diferente a la del gobierno en materia de reconstrucción. Esto se pudo ver en parte en diversos sectores organizados de iz‐
quierda, que veían la trage‐dia como una “oportunidad”, una coyun‐tura política, preocupados más de pensar el discurso para el aplauso, o en fanta‐sear con un actor social constituido que se alzaría contra el sistema antes que la acción apropiada para unir, no ahora (¡imposible!) sino a mediano plazo, a los sectores populares ante la emergencia. Es evidente que las mayor‐ías descontentas con el sis‐tema se sumarían a una alternativa sólo viendo que las promesas de justicia e
igualdad se pueden hacer carne en situaciones concretas (como ésta), compartiendo lo que se tiene y no dando lo que sobra; es esa la diferen‐cia básica entre caridad y solidaridad, y en lo‐grar ello radica la posibilidad de que crezca una opción política y social diferente a las que hay en Chile. Por eso, una pregunta siempre intere‐sante en estos momentos es: ¿cómo podríamos superar la caridad y el asistencialismo conside‐rando nuestras limitantes como estudiantes, y construyendo al mismo tiempo poder para que
El Movimiento Popular
ante la emergencia
el pueblo pueda tomar en sus manos su propio camino?
Los estudiantes... Sin pretender dar una respuesta concluyente, nos parece necesario tomar en consideración algunos elementos. Lo primero, es que los estu‐diantes son un sector que ha demostrado una gran capacidad de acción ante diferentes situa‐ciones, pero al mismo tiempo acumulan proble‐mas similares a los otros sectores: falta de arti‐culación interna, una dirección errática, un apo‐liticismo difícil de sacudir, etc. Aunque en la Chile se pueden ver algunos avan‐ces de la organización respecto a otros espa‐cios, la catástrofe re‐flejó que a pesar de contar con una fuerza viva de casi 12.000 vo‐luntarios, no hubo mo‐do alguno de dirigirlos de un modo sistemático que permitiera llevar a cabo algo más que la ayuda inmediata (por cierto necesaria) que se dio. Se trataba de energías dispersas que inten‐taban ser encausadas por una FECH sobrepasa‐da, lo cual es hasta cierto punto entendible: no tenía por qué estar preparada para semejante contingencia, y hace tiempo no juega un papel de conducción importante. Al mismo tiempo, sin embargo, es necesario preguntarse por qué, luego de varios días, aun permanecía una mayoría de voluntarios sin nin‐guna tarea que llevar a cabo. Arreció la falta de ideas y de iniciativa; y cuando nada de eso exis‐te, surge la improvisación. Dentro de ello, un asunto impresentable fue la excesiva intención de posicionar el nombre de la FECH como un
referente enviando a compañeros a terreno, más allá de lo que material y logísticamente eran capaces de hacer; lo que derivó en muchos problemas para estudiantes entusiasmados en algunas pegas determinadas. Quizás un poco de descentralización pudo haber ayudado a la falta de dirección (en alusión a la incapacidad de de‐signar trabajos concretos) y de proactividad. Por otro lado, es bastante discutible el supuesto de que en las actuales condiciones es posible llevar a cabo un trabajo serio a largo plazo más allá de algunas voluntades (que las hay) precisa‐mente por la descomposición del tejido social existente; la cuestión es que el objetivo central de nuestra política no es tanto explotar las re‐
des que hay, sino más bien multiplicar y cons‐truir aquella fortaleza organizacional que falta en conjunto con la ayuda ante la emer‐gencia, y eso parece válido tanto para la Universidad como los colegios, las poblacio‐
nes o sindicatos. Una pregunta importante a hacerse en ese sentido es: ¿ha habido un cam‐bio significativo en el nivel de organización en el espacio en que me desenvuelvo luego del trabajo inmediato post‐terremoto? Hacia una respuesta positiva es que debe orientarse la acción; Chile depende de ello. Es nuestro deber como estudiantes y como pue‐blo organizado estar presentes en estas contin‐gencias, no sólo como con algunos aciertos hemos estado ayudando en lo inmediato sino también organizándonos para luchar por una universidad que haga del conocimiento una herramienta de todos. El terremoto no cambió nuestras tareas, sólo confirmó su urgencia.
“...volcarnos a trabajar a nuestro espacio y dar lo mejor de noso-tros para lograr que nuestras disciplinas (...), dejen su baile de los que sobran para volver con todas sus herramientas a contri-buir a la solución que esperan la mayor parte de los chilenos...”
¿Qué son las Escuelas?
Son talleres de autoforma‐ción pensados para entre‐gar herramientas e infor‐mación a las nuevas gene‐raciones y a todos los que quieran profundizar temas de educación y educación superior en particular
La METODOLOGÍA se basa en ex‐posiciones e informativas, plan‐teamiento de preguntas base y
discusión por grupos.
El desafío de esta 3ra versión es lograr un producto de la reflexión de todos los compañeros asisten‐tes que contribuya al fortaleci‐miento y profundidad del movi‐miento estudiantil.
Segunda Sesión:
¿Cómo funciona hoy el negocio de la educación?
Las nuevas políticas: nuevo trato, convenios de desempeño, Re-forma del Pregrado: Qué son, cómo nos afectan y cómo nos mo-vemos frente a ellas. Lunes 19 de abril
Tercera Sesión:
¿Qué hacemos frente al acceso desigual?
La elitización de la Universidad, la ideología meritocráticas, las posibilidades de acción. (Fecha por definir)
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Plataforma Colectiva es u n a o r g a n i z a ‐ción político‐social que busca encarnar un pro‐yecto político que haga
sentido a nuestros compañeros, que los invite a organizarse y a avanzar. Así nos enfocamos en el tema educación, pero siempre si‐tuados en un contexto: El Chile ne‐
oliberal. Necesitamos que en la facultad exis‐ta un conocimiento profundo del modelo y la
motivación para cons‐truir un Proyecto de Fa‐cultad que sea capaz de superarlo y explicite que la Universidad que que‐
remos sólo se realizará plenamente si cam‐biamos la estructura social en su conjunto.
¿Qué esperamos del
movimiento estudiantil?
¿Qué expectativas
tenemos para este año?
Te invitamos a conocer nuestra forma de trabajar en una reunión abierta , donde discutiremos y compartire-mos ideas, impresiones y propuestas para ver cómo
afrontamos los temas que este año se vienen para la Facultad y la Universidad.
¡Hoy necesitamos la fuerza de todos para construir movimiento estudiantil y popular!
¿De que manera
podemos ser un aporte?
15 de Abril a las 18:00!!
Escríbemos a: [email protected]
Te invitamos a visitar nuestro blog: plataforma-colectiva.blogspot.com
Por una facultad y una universidad para el pueblo de
Chile !!
¡¡ Activemos nuestra organización, creatividad y
capacidad crítica,
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