Con motivo de la Celebración del Día del Libro el alumnado de Educación Primaria de Hontanares de Eresma inventó un cuento. Tras un importante debate, las alumnas y los alumnos decidieron que se titulara “LOS TRES MONSTRUOS BUENOS”.
El jueves 22 de Abril dicho alumnado contó el cuento a los dos grupos de Educación Infantil, es decir, al alumnado de 4 y 5 años y al alumnado de 3 años.
Para ello, previamente, las alumnas y los alumnos de Educación Primaria prepararon unos dibujos.
Maja (3º) dibujó la portada del cuento.
Marcin (2º) dibujando a “Grito”. Raúl (1º) dibujando a “Lenguaza”.
Anna (2º) dibujó al “Rey de los Monstruos”. Leila (2º) dibujando a los Tres Monstruos durmiendo.
Shelenne fue la encargada de contar el cuento:
El resto de sus compañeros presentaron sus dibujos, en el momento oportuno, según iba Shelenne narrando el cuento:
Marta (1º) mostrando la cueva de los Monstruos. Marcin (2º) mostrando a Grito.
Contando el cuento en el aula de 4 y 5 años de Ed. Infantil. Contando el cuento en el aula de 3 años de
Ed. Infantil.
LOS TRES MONSTRUOS BUENOS
Érase una vez tres monstruos que vivían en una cueva luminosa que tenía grietas,
insectos, estalactitas y estalagmitas.
El primero de los monstruos se llamaba “Grito” porque gritaba mucho y era totalmente azul. El segundo se llamaba “Lenguaza” porque tenía dos lenguas muy grandes y era de color rojo. El tercero se llamaba “Mimoso” porque le encantaban los mimos y mimosear al resto de los monstruos y era de color morado.
Los tres monstruos eran muy buenos, simpáticos, peludos y divertidos. Contaban muchos cuentos y chistes.
Un día, fueron a recoger frutas y verduras para comer y, por el camino, se encontraron un castillo que jamás habían visto. Los monstruos que eran muy aventureros y curiosos abrieron las puertas del castillo y se encontraron con el Rey de los Monstruos.
El Rey era feo, pequeño, gordo y con muchos granos. Pero era tan, tan, tan bueno que invitó a dormir a los tres monstruos a su castillo y les regaló millones y millones de “chuches”.
Al día siguiente, el Rey estuvo pensando cómo podrían los tres monstruos ir a su cueva con todas aquellas “chuches”.
¡De pronto! El Rey de los Monstruos tuvo una gran idea. Prestó su camión a los tres monstruos pero, con una condición:
¡Y colorín, colorado… Este cuento se ha acabado!
Sólo podrían comerse una
“chuche” cada día para no
tener dolor de barriga y para
que no se picaran sus
dientes