CONCLUSIONES DE LOS PARTICIPANTES EN LA JORNADA “URBANISMO: NUEVAS PERSPECTIVAS PARA NUEVOS ESCENARIOS.”
De las intervenciones de los destacados ponentes de estas jornadas se puede confirmar lo acertado del título de las mismas. No cabe ninguna duda de que estamos en un momento de cambio, de inflexión, y de nuevos escenarios que exigen políticas y actuaciones diferentes para construir ciudades y territorios sostenibles que sean capaces, al mismo tiempo, de adaptarse a los cambios coyunturales y proporcionar una adecuada calidad de vida de sus ciudadanos que son, no lo olvidemos, los destinatarios finales de la acción pública en sus diferentes sectores y niveles de gobierno.
En este marco descrito, las nuevas perspectivas apuntan a:
• Dar prioridad a la ciudad construida, a las actuaciones de rehabilitación, regeneración y renovación de los tejidos urbanos existentes. Para ello se deben articular los instrumentos y mecanismos adecuados para flexibilizar y hacer atractivas las intervenciones en la ciudad: facilitando su financiación, el desarrollo del partenariado público‐privado, la mejora de la eficiencia en cuando al consumo de recursos y emisiones, y potenciando el alquiler como forma de tenencia más adaptada al actual contexto económico y social.
• Es necesario incorporar los criterios y objetivos ambientales, territoriales y paisajísticos, en definitiva el desarrollo sostenible, en los procedimientos de elaboración y aprobación de los planes urbanísticos desde sus primeras fases. Con ello se consigue un diseño de ciudad mucho más sostenible, una mayor simplificación administrativa, una mejor calidad de los planes, un aumento de la certeza para las administraciones e inversores y se generan mayores oportunidades económicas para el territorio.
• Es importante que se produzca un cambio cultural en materia de planificación urbanística y territorial. Este cambio pasa por una participación ciudadana efectiva que adapte el modelo urbano a las necesidades reales de la población. Pero también es necesario un cambio cultural en las administraciones, técnicos y profesionales del sector, para que se involucren en el diseño de ciudades más amables, más cohesionadas, con normas más transparentes y donde la cooperación entre administraciones, o entre éstas y el sector privado, produzca un mayor valor añadido a la ciudad desde el punto de vista económico, social y ambiental.
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CONCLUSIONES DE LOS GRUPOS DE TRABAJO
Respecto del grupo de trabajo “modelos de actuación sobre agrupaciones de viviendas diseminadas en el mundo rural”, las conclusiones son las siguientes:
1. Con carácter general, la solución a los problemas de urbanización de los tejidos diseminados de viviendas ilegales (o sobre las que no se puede ejercer la acción de restauración de la legalidad) en el medio rural no pasa por clasificar el suelo como urbanizable y desarrollarlo como tal.
2. Hay que articular un procedimiento que solucione, o al menos afronte, el problema sin que se produzca un “efecto llamada” que reproduzca el problema. La minimización de los impactos ambientales que producen estas viviendas debe coordinarse con las actuaciones en materia de disciplina urbanística.
3. La realidad de estas viviendas quizá exija un régimen de derechos y deberes atenuado (o distinto) respecto del característico del suelo urbano. Este régimen, en función de cada situación, se podría extender al cumplimiento de estándares y equipamientos propios de las viviendas.
4. Existen dificultades para definir el núcleo de población en el medio rural; es decir, cuándo estamos en presencia de un tejido diseminado o de una urbanización. Es un reto importante a resolver y dónde la perspectiva territorial tiene un protagonismo relevante.
5. El régimen de la legislación andaluza en cuanto al tratamiento de los tejidos diseminados, en concreto la figura del asimilado al fuera de ordenación, puede ser un referente útil, aunque es más estricto que el régimen típico de fuera de ordenación por lo que respecta a las posibilidades de actuación de los propietarios.
6. Las actuaciones de minimización de impactos en el medio rural debe canalizarse a través de órdenes de ejecución que coaccionen a los propietarios a cumplir con las condiciones necesarias para eliminar los impactos que las edificaciones producen sobre el medio ambiente y el patrimonio cultural.
Respecto del grupo de trabajo “Metodología de la Evaluación Ambiental Estratégica”, se pueden extraer las siguientes conclusiones:
1. Es muy importante clarificar cuáles son los planes que hay que evaluar, y sus contenidos, dejando fuera de esta evaluación ambiental estratégica aquellos cuyo objeto sea la protección, ordenación y conservación de los recursos naturales.
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2. Es necesario definir y acotar determinados aspectos de la terminología de la evaluación ambiental, como por ejemplo qué se entiende por “reducido ámbito territorial”
3. Existe una cierta confusión metodológica sobre la evaluación ambiental de planes y proyectos, que requiere incorporar el diseño de metodologías y técnicas propias para la evaluación de los planes y programas.
4. Los esfuerzos en el cumplimiento de los requisitos y de los plazos de la evaluación ambiental, tanto estratégica como de proyectos, no deben de ir en detrimento de aquellas inversiones que generen riqueza y empleo en el territorio, y que tengan garantías de su realización.
Respecto del grupo de trabajo “competencias en la aprobación de planes urbanísticos” se han alcanzado las siguientes conclusiones:
1. Es necesaria la aprobación autonómica del planeamiento urbanístico de carácter estructural para garantizar los intereses supramuncipales, el control de la legalidad y la responsabilidad patrimonial adquirida según las competencias constitucionales.
2. Es trascendental la elaboración y aprobación de un plan urbanístico estructural, con visión territorial, que incorpore las determinaciones que definan de manera racional el modelo de desarrollo urbano de cada municipio.
3. Es urgente la puesta en marcha de mecanismos que posibiliten, y faciliten, las modificaciones puntuales de los planes urbanísticos para la implantación urgente de actividades económicas dinamizadoras del territorio.
4. Es necesario establecer procedimientos y protocolos para agilizar la emisión de los informes sectoriales necesarios para la elaboración y aprobación de los planes urbanísticos, fijando los contenidos que son realmente relevantes para emitir un juicio correcto sobre el plan en tramitación.
5. Es fundamental la simplificación de los trámites administrativos y la mejora de la cooperación entre las distintas administraciones, así como es también necesario facilitar el acceso a la documentación territorial pertinente para la elaboración de los planes.
Respecto del grupo de trabajo “Escenarios de la regeneración, renovación y rehabilitación en las áreas urbanas”, se extraen las siguientes conclusiones:
1. Es imprescindible un cambio de cultura en la planificación urbanística que atienda de manera prioritaria la ciudad construida, lo cual requiere un esfuerzo muy importante de colaboración de todos los agentes económicos y sociales implicados, tanto públicos como privados.
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2. Es necesario introducir criterios de flexibilidad en la normativa que faciliten la intervención de la iniciativa privada en la ciudad construida y permitan financiar actuaciones que, siendo rentables económicamente, produzcan efectos positivos desde el punto de vista ambiental y social.
3. Hay que contemplar estas actuaciones en la ciudad construida desde una escala distinta, integrando las actuaciones sobre las viviendas y los edificios para conseguir un mayor valor añadido del patrimonio edificado y, al mismo tiempo, una mejora de su eficiencia energética y de su accesibilidad.
4. Hay una coincidencia mayoritaria en valorar estas actividades como un yacimiento de empleo importante para los próximos años, especialmente por su capacidad de arrastre y efectos multiplicadores sobre otros sectores de la actividad económica.
En el grupo de trabajo “La infraestructura verde y urbana y la red dotacional como elementos vertebradores de la ciudad”, se ha llegado a las siguientes conclusiones:
1. Se ha de adoptar una nueva concepción en cuanto al diseño global del territorio y de la ciudad, aplicando para ello una metodología de diseño integrado y multidisciplinar, basado en la infraestructura verde, apoyada en un amplio proceso de consulta pública.
2. Las características esenciales de la infraestructura verde urbana son: la multifuncionalidad de sus objetivos y de los bienes ambientales y territoriales que produce, la interconexión entre sus elementos y la necesidad de abarcar todas las escalas del territorio.
3. No se detectan problemas de coordinación entre la infraestructura verde y las calificaciones urbanísticas de los planes generales, ni tampoco con la zonificación de los distintos usos del suelo.
4. Es fundamental que la infraestructura verde urbana esté interiorizada por los ciudadanos, por lo que debe fomentarse la participación pública activa en la tramitación de los planes.
5. Hay que reivindicar la importancia del diseño urbano en la escala de la planificación de la ciudad. En este sentido, se propone una mayor colaboración entre los profesionales de la ciencia urbana y los especializados en el diseño de la ciudad.
Respecto del grupo de trabajo “Necesidad de un nuevo enfoque en la producción y gestión en la vivienda de protección pública”, se extraen las siguientes conclusiones:
1. Se plantea como prioridades en el campo de la vivienda protegida el fomento de la rehabilitación, el incremento del peso del régimen de tenencia en alquiler y el incremento del parque de vivienda social hasta alcanzar valores similares al conjunto europeo.
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2. En general se valora positivamente el nuevo Proyecto de Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación, aunque se suscitan algunas dudas respecto del cumplimiento de sus objetivos en un contexto económico tan adverso como el actual.
3. Hay que estudiar la posible introducción de nuevos mecanismos fiscales que puedan coadyuvar al fomento de actuaciones de rehabilitación y regeneración de viviendas con algún tipo de protección pública.
4. Es importante considerar la situación económica y social de los propietarios e inquilinos de las viviendas susceptibles de rehabilitación o regeneración, ya que pueden existir casos en los que sea inviable desarrollar estas operaciones.
Respecto al grupo de trabajo “Marco de participación de la iniciativa privada en los desarrollos urbanos”, se han extraído las siguientes conclusiones:
1. Se valora positivamente el grado actual de presencia de la iniciativa privada en los procesos de desarrollo urbanístico e inmobiliario, aunque existen matices diferenciales respecto de su protagonismo. No obstante, hay unanimidad respecto a tener en cuenta la propiedad del suelo como mérito preferencial previo a la adjudicación de la condición de urbanizador.
2. Los denominados proyectos o actuaciones territoriales estratégicas se valoran muy positivamente, pero siempre ligados a la agilización de los procedimientos y a la supresión de trabas burocráticas, de tal manera que estas iniciativas empresariales encuentren encaje adecuado en los procedimientos administrativos.
3. Es necesario fomentar la presencia de la iniciativa privada tanto al inicio como a lo largo de todos los procedimientos administrativos, sin que ello suponga una quiebra de las necesarias garantías que deben respetarse en los procedimientos respecto de la propiedad del suelo o de la contratación administrativa.
El grupo de trabajo “Incidencia de la regulación de contratos públicos en los sistemas de gestión urbanística”, propone las siguientes conclusiones:
1. Es un momento adecuado para diseñar un marco legal de futuro en esta materia, con normas claras y vocación de permanencia que mejore la seguridad jurídica, puesta en entredicho por diferencias de criterio de los distintos estamentos judiciales.
2. Existe consenso entre los intervinientes en instar a la Administración General del Estado a crear un contrato administrativo específico y adaptado a la realidad del conjunto de la legislación urbanística española: “el gestor de transformación urbanística”.
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En el grupo de trabajo “¿Qué hacemos con las actuaciones urbanísticas inacabadas?”, se han alcanzado las siguientes conclusiones:
1. Uno de los efectos más importante de la profunda crisis económica y financiera actual, por su trascendencia en la creación de empleo, ha sido la paralización de un gran número de actuaciones urbanísticas.
2. En estos momentos, la regulación de estas actuaciones urbanísticas inacabadas deben ser objetivo prioritario de cualquier modificación o reforma de la legislación urbanística en el contexto del Estado.
3. Las medidas a adoptar van a depender del grado de ejecución en el que estas actuaciones se encuentren. Así, y según las circunstancias de cada caso se debería proceder o bien a continuar la actuación seleccionando otro urbanizador, eligiendo otro sistema de actuación, continuar con algún otro cambio o no continuar la actuación.
4. En el supuesto de que no se haya concretado ningún grado de urbanización, y en el caso de ser inviable proseguir la actuación, lo que debería hacerse es revertir la situación a la situación anterior.
5. En el caso de estas actuaciones inacabadas, entre otras medidas, la Administración urbanística puede tomar la decisión de modificar el planeamiento para desclasificar el suelo o derogar la ordenación pormenorizada.
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