Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Materia: DHTIC
Taller 5: El valor de la información
“Infecciones entre los niños”
Presenta:
Cesar Camacho Becerra
Luis Jovanny Sponda Santos
Carlos Enrique Nuñez Tenorio
Frida Mariana Landa Bello
Rosa Gabriela Nuñez Rodriguez
Facultad de Medicina
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Las infecciones gastrointestinales son padecimientos que se presentan con
bastante frecuencia dentro de la sociedad mexicana, existen grupos bastante
susceptibles a estas patologías; uno de los más afectados sin dudarlo son los
niños, sobre todo aquellos menores de cinco años. Dentro de la edad escolar
existe un riesgo latente de adquirir los organismos causantes dentro del salón de
clases, sin mencionar que incluso en casa es bastante fácil si no se toman las
medidas higiénicas pertinentes. En términos generales se tratan de enfermedades
que cuentan con tratamientos simples y de excelentes resultados sin embargo no
exentos de presentar complicaciones serias. La mejor postura ante las
infecciones de este tipo o de cualquier otro es y será una cultura de prevención
por parte, en el caso de los niños, de los padres y profesores que deberán ser
orientados por profesionales de la salud mediante recomendaciones prácticas.
Dentro de los agentes causales de estas infecciones se encuentran virus,
bacterias y protozoarios teniendo una destacada importancia aquellas que son
causadas por bacterias de las cuales las más comunes son: Entoameba histolytica
y Shigella.
La E. histolytica es comúnmente conocida simplemente como amibas, un término
que seguramente viene a nuestras mentes cuando enfermamos. Se trata de un
parasito que prolifera en climas cálidos y húmedos pudiendo sobrevivir bastante
tiempo fuera de un huésped. La forma en que se transmite es por ingesta de
alimentos o agua contaminada por materia fecal (fecalismo). El origen de esta
contaminación puede ser por ejemplo el uso de aguas negras en el riego de
plantíos o contacto de los alimentos por medio del aire, situación muy común en
la calle.
Una de sus características es que una vez dentro del cuerpo humano puede o no
presentar síntomas, esto se debe a que entra al cuerpo en forma de quistes que
se acumulan pero que si no tienen las condiciones ideales como para “causar
enfermedad” se almacenan, lo que convierte a la persona en portador y posible
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fuente de contagio ante otros. No hace falta decir que los niños son descuidados
en cuanto a su aseo personal se refiere. Imagine que en el salón de preescolar de
su hija hay un niño que aunque infectado no presenta síntomas, este niño va al
baño y no tiene el cuidado de lavar sus manos después, más tarde comparte
comida con su hija. Como este ejemplo podría haber muchos otros, lo que hace
obvio pensar que el contagio es verdaderamente común.
El cuadro clínico se caracteriza por diarrea mucosa y sanguinolenta, fiebre,
escalofríos, estreñimiento de carácter intermitente, flatulencia, dolor de cabeza,
dolor abdominal de tipo espasmódico y fatiga. El fármaco de elección en este caso
es Metronidazol.
Otra de las bacterias que causan muchos problemas de salud es Shigella, que
dicho sea de paso posee varios puntos en común con E. histolytica en cuanto a
medios de transmisión se refiere. Pueden causar diarrea repentina y severa en los
seres humanos. Shigelosis, la enfermedad causada por la ingestión de la bacteria
Shigella, es también conocido como disentería. Para presentar síntomas se
necesita de una ingesta de menos de 100 bacterias haciendo de Shigella una de
las formas más graves y contagiosas de las diarreas bacterianas.
Shigella prospera en el intestino humano y comúnmente se extiende tanto a través
de los alimentos y el contacto de persona a persona. Se trata del tercero patógeno
transmitido a través de alimentos, si hablamos de incidencia.
Esta presente en las heces de las personas infectadas mientras están enfermos y
hasta una o dos semanas después. La mayoría de las infecciones de Shigella
pasan a través de la ruta fecal oral. Esto ocurre cuando la higiene básica y hábitos
de lavado son insuficientes. Los brotes son particularmente probables de aparecer
entre los niños pequeños. Por lo cual miembros de la familia y compañeros
escolares de esos niños están en alto riesgo de infectarse. De igual manera puede
ser adquirido por comer alimentos contaminados, aunque los alimentos
generalmente se ven y huelen normal.
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Las infecciones gastrointestinales son una de las causas de más visitas al médico
en nuestro país según reporta el IMSS. Resultados de estudios realizados en
diversas partes de américa latina revelan que la incidencia de estos parásitos y
por tanto de las enfermedades son mucho mayores en zonas marginadas donde el
acceso a servicios como agua potable son bastante escasos, este tipo de
información resulta de cierta manera engañosa, ya que por otra parte se han
publicado cifras provenientes de nuestro país que señalan mucha mayor
incidencia de casos en el Distrito Federal que en zonas rurales dentro del estado
de Michoacán, por ejemplo. Además de esto es muy importante señalar que la
misma situación económica de quien se enferma posee relevancia ya que se nota
mayor incidencia en estratos sociales inferiores, aunque no podemos globalizar
esta idea ya que en cualquier persona puede padecerlas en cualquier etapa de su
vida.
El hecho de que existan estas estadísticas tiene que ver que en las ciudades la
higiene es algo que es complicado preservar o promover por diversos factores.
Comemos en donde sea, usamos trasportes que nos pone en contacto con gran
cantidad de personas, no lavamos nuestras manos, etc. Y en realidad no es que
sea una práctica poco usual sino que el mismo ritmo de vida en ocasiones nos
impide cuidar de nuestra salud por medio de una higiene correcta. Como ya antes
vimos en el caso de la E. histolytica se puede encontrar en aire y por tanto en lo
que comemos. Vivimos siempre en contacto con este tipo de organismos, todos lo
hacemos, pero el organismo de los infantes no posee aun las defensas y
constitución ideal como para poder soportar bien la presencia de estos agentes
patógenos.
Aunque los medicamentos actualmente ha evolucionado de buena manera y
existen varios antibióticos indicados para esta clase de infecciones, en algunas
ocasiones se cae en desuso debido a desinterés relativo por parte de los
usuarios, es muy común que al tomarlos se suspenda el tratamiento al sentir
mejorías lo cual solo agrava el problema. De igual manera es importante decir que
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por la situación económica no todos poseen acceso a medicamento. En este
renglón es donde el sector salud debe adquirir un poder preponderante. La
Secretaria de Salud Publica reporta en publicaciones recientes la hospitalización y
consultas de una considerable cantidad de personas, pero recordemos que
muchos otros prefieren consultarse en el sector privado. Entonces es donde cabe
hacernos una pregunta, si la prevención de estas enfermedades en un asunto
sencillo, ¿Por qué es aún un padecimiento frecuente que naturalmente preocupa,
pero que no ocupa?
No podemos ser injustos, aunque en cierta medida este asunto es de la
competencia de nuestro gobierno mediante sus instituciones correspondientes,
muchas de las medidas de prevención corren por cuenta de padres de familia.
Otro sitio donde deben considerar hacer cambios seria en las escuelas ya que por
medio de la educación se pueden inculcar hábitos a los niños y por supuesto
también es una responsabilidad de las escuelas vigilar que dentro de las mismas
se cuenten con las medidas sanitarias mínimo necesarias, de igual manera los
médicos no se deberían evocar al tratamiento sino también a promover hábitos en
las personas que llegan a sus manos. Sería un error que consideráramos
enfermarnos una vez y ya no hacerlo siguiendo expuesto a factores de riesgo. Es
por eso que debemos realizar ciertos cambios en nuestras vidas, no necesitamos
hacerlos de gran manera en ocasiones con las más simples medidas sanitarias
podemos hacer mucha diferencia.
Podemos por ejemplo: evitar lo más que se pueda comer en la calle y en caso de
hacerlos tomar en cuenta la higiene con la que cuenta el sitio, tener cuidado con
nuestra higiene personal, enseñar a los niños la importancia de lavarse las manos
y no compartir sus alimentos con cualquier compañero de la escuela, estar atentos
a si algún miembro de la familia presenta síntomas y acudir al médico de manera
oportuna y terminar el tratamiento de manera correcta. Estas solo fueron algunas
recomendaciones que bien pueden ser cambiadas para aplicarse dependiendo de
las necesidades específicas a cada familia.
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Para quien escribe estas líneas sería muy importante la concientización a la
población en general sobre cómo identificar posibles fuentes de contagio y aún
más importante la prevención, de igual manera seria muy bueno que las pláticas
se llevaran a escuelas de todos los niveles básicos, tomando en cuenta el
preescolar y la primaria que es donde más común es el contagio.
Pudiendo caer en lo repetitivo se asevera que estas infecciones al no ser tratadas
pueden conducir hasta la muerte a cualquier edad, imagine que tanto más en un
niño pequeño.
La mayoría de enfermedades de este tipo, hablando en infecciones en general,
representan un problema de salud que exige la atención de todos. Existen
muchísimos medicamentos y aunque se contara con la posibilidad de comprar
medicamentos de última generación o a acudir con médicos del sector privado
¿Acaso no es más fácil prevenirlas? Este tipo de problemas tienen soluciones
fáciles, pero que requieren la integración de la familia, escuela, sector salud y
médicos en general. Más allá de que las enfermedades sean causadas por
agentes patógenos de todo tipo, la forma más fácil, barata y menos dolorosas de
evitarlas en precisamente `previniéndolas. Sera necesario cambiar la postura
frente a todas estas situaciones.
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Referencia:
Conde Ma. & Mora C. (1999) Entoameba Histolytica: Un desafío vigente. México
Villanueva J. (2009) Revista de Enfermedades Infecciosas en Pediatría Vol. XXIII Núm. 89.Mexico. p 4
Gisbert J. & Calvet X. (2006) Generalidades sobre Helicobacter pylori. España.