Instalación del Instrumento Viviendas
de Apoyo para la Integración Social en
Chile: Recopilación de Información, Análisis,
Conclusiones y Recomendaciones Técnicas
Informe Final
30 de Abril, 2012
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Índice
Introducción ......................................................................................................................... 4
Resumen Ejecutivo ............................................................................................................. 6
I. Capítulo 1 ..................................................................................................................... 9
Síntesis de los Principales Resultados de la Investigación .......................................... 9
1.1 Perfil del Usuario ................................................................................................. 9
1.2 Dispositivos de Intervención ............................................................................ 17
1.3 Temas de Género ............................................................................................... 20
1.4 Espacio y Habitabilidad .................................................................................... 25
1.5 Institucionalidad: Gestión y Financiamiento ................................................ 27
II. Capítulo 2 ................................................................................................................... 30
Experiencia Nacional e Internacional ........................................................................... 30
2.1 Experiencias Internacionales ........................................................................... 30
2.1.1 Caso: Oxford House ........................................................................................ 30
2.1.2 Caso: Viviendas de Apoyo a la Reinserción en Andalucía (V.A.R) ......... 33
2.2 Experiencias Nacionales.................................................................................... 36
2.2.1 Caso Corporación Mañana (Santiago) ...................................................... 36
2.2.2 Caso: Casa en Marcha (Quillota) .............................................................. 38
2.2.3 Caso: Centro Comunidad Terapéutica Colina (Santiago) ..................... 40
III. Capítulo 3 ................................................................................................................ 44
Aspectos Conceptuales y Técnicos en relación con Viviendas de Apoyo ................ 44
3.1 De la Vivienda de Apoyo a la Casa de Apoyo ................................................ 44
3.2 Casa de Apoyo: Espacio y Lugar ...................................................................... 49
3.3.1 Definir y Precisar Objetivos de la Intervención .................................... 50
3.3.2 ¿Qué servicio se entrega? .......................................................................... 51
3.3.3 Anticipar la Evaluación de Impacto ......................................................... 52
3.3.4 Procurar la eficiencia en la gestión......................................................... 52
3.3.5 Modelo de Gestión y Mecanismos de Financiamiento .......................... 53
IV. Capítulo 4 ................................................................................................................ 58
Recomendaciones de Viviendas de Apoyo .................................................................... 58
4.1 Recomendaciones relacionadas con el Perfil del Usuario .......................... 59
4.2 Recomendaciones relacionadas con los Dispositivos de Intervención ...... 61
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4.3 Recomendaciones relacionadas con el Tema de Género ............................ 62
4.4 Recomendaciones relacionadas con el Espacio y Habitabilidad ................ 63
4.4.1 Contar con un Programa Arquitectónico. ............................................... 63
4.4.2 Asegurar el Sentido de Casa ..................................................................... 63
4.4.3 Contener lo distinto a una casa ............................................................... 64
4.5 Recomendaciones relacionadas con la Gestión y los Recursos de la Vivienda de Apoyo ........................................................................................................ 65
4.5.1 Obtener Definiciones Estratégicas para el Programa ........................... 65
4.5.2 Directrices para las Viviendas de Apoyo ................................................. 65
4.5.3 Orientarse a la Eficiencia y a la Eficacia ................................................ 67
4.5.4 Reportes de Gestión ................................................................................... 68
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................................... 68
Listado de Anexos ............................................................................................................. 70
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Introducción
Una vez finalizado el presente estudio, nos parece interesante volver sobre
algunas cuestiones que dieron origen al sentido de la propuesta, en la medida
que a través del decurso de las etapas del mismo: revisión bibliográfica,
entrevistas a equipos, entrevistas a usuarios y observación in situ, grupo de
discusión, realización del panel de expertos y la elaboración de informes
parciales, fueron emergiendo diferentes desafíos y aprendizajes para el equipo
investigador.
Una primera constatación, es la impresión de lograr producir información
significativa para el análisis del dispositivo vivienda de apoyo. En nuestro caso,
conectar la producción del conocimiento del quehacer de la Universidad
vinculado a la sociedad y, en este caso a la política pública, entendida ésta
última, como la acción intencionada del Estado, para producir bienes públicos.
Una segunda constatación, dice relación con el horizonte que contiene este
estudio, la integración social. Decíamos al inicio de nuestro estudio:
“Podemos apreciar que tanto en Chile, como en América Latina, la necesidad de
inclusión social es un imperativo de orden económico, social, político y cultural
(CEPAL: 2002; 2009). La integración social en la actualidad se comprende, en las
lógicas en las cuales los individuos precisan tener sentido de pertenencia y
cohesión social, pero a diferencia de que sea por la vía de asimilación, es a
través de la diversidad. Una sociedad integrada, no es sinónimo de
homogeneidad y de tener representaciones colectivas similares, sino que una
sociedad se enriquece a través de la diferencia, de lo diverso y de lo distinto,
sin por ello perder la trama de la urdimbre social (Lechner: 2002; Güell: 2009)”.
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Tal vez, es por eso que durante las discusiones con los diferentes actores de este
estudio, irrumpía de manera consistente la relación entre el dispositivo
específico y otras dimensiones de la vida social y de la vida en común: el
proyecto biográfico y el colectivo; la especificidad del tema del consumo de
drogas en su contexto de transformaciones culturales, que dan soporte y sentido
a los individuos; la materialidad de la vivienda y su componente simbólico, de la
casa como lugar; las operaciones de vinculación con el trabajo y el sentido del
trabajo propiamente tal. Se avanzó, en el reconocimiento de una realidad
compleja, contribuyendo a generar reflexiones complejas (Morin 2008).
Una tercera constatación, refiere a los hallazgos y reflexiones compartidas con
los distintos actores participantes del estudio y, que lograron uno de sus puntos
más significativos de intercambio crítico, en el panel de expertos. El mayor
desafío que fue generándose, es pensar el dispositivo de vivienda de apoyo para
la integración en su especificidad y temporalidad, pero vinculado a las
trayectorias experimentadas por los sujetos en las comunidades terapéuticas. Lo
anterior, desencadena desafíos a los procesos de evaluación y a la elaboración
de criterios explícitos de egreso exitoso.
En esta misma línea, la definición de un perfil de ingreso y egreso emerge como
capital para la determinación de: objetivos, metodologías, oferta programática,
tiempos de permanencia, cualidad de los equipos y recursos involucrados. Estos
desafíos, considerando que:
“Integrar a individuos, que por condiciones específicas se encuentran en los
márgenes de la sociedad, es una posibilidad de hacerse cargo de que
independiente de las diferencias expresadas por cada sujeto, la condición de
estar en un espacio compartido, hace del sentido de pertenencia, una
alternativa efectiva y afectiva. Efectiva, porque se generan condiciones de
oportunidades para activar los procesos de participación social; alternativas
afectivas, porque se logran cristalizar los vínculos sociales como soporte de la
vida en común (Todorov 2003)”.
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Desde ese punto de vista surge el esmero por articular un pensamiento
estratégico y al mismo tiempo reflexivo.
En síntesis, este estudio nos permite afirmar la necesidad de contar con una
política pública que auspicie el dispositivo de viviendas de apoyo. En esta
aseveración, se consideran las constataciones contenidas en esta investigación,
los lineamientos estratégicos de SENDA referidos a procesos de mayor
integración social, ambas cuestiones, coincidentes con los horizontes normativos
en la propuesta de Desarrollo Humano.
Resumen Ejecutivo
La investigación corresponde a una revisión de la literatura relacionada con los
estudios y experiencias, acerca del papel que cumplen las viviendas en el apoyo
a procesos de integración social, de personas que han realizado procesos de
tratamiento en comunidades terapéuticas, en convenio SENDA-MINSAL.
El objetivo general del estudio, es la elaboración de recomendaciones técnicas
para la instalación de Viviendas de Apoyo para la Integración Social, basándose
en evidencia científica, opinión de expertos y usuarios del sistema.
La metodología aplicada para el desarrollo del estudio incluye:
a. Una investigación bibliográfica. La cual permitió obtener una visión del
estado de arte, en materia de desarrollo teórico y especialmente,
sistematizaciones de experiencias a nivel internacional.
b. Trabajo de campo. El cual se orientó a la obtención de información de
experiencias nacionales a través de: observación in situ, entrevistas a
equipos profesionales, entrevistas a ex usuarios y grupo de discusión. Estas
acciones fueron realizadas en las Viviendas de Apoyo en las ciudades de
Santiago y Quillota.
c. Un panel de expertos. El que contó con la participación de expertos
nacionales y extranjeros.
d. Análisis disciplinario del equipo investigador de académicos de la Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso.
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e. Reuniones de Trabajo en coordinación con las Áreas de Evaluación y
Estudios y el Área de Integración Social del SENDA.
La estructura de este informe es la siguiente:
En el Capítulo 1, se sintetizan los principales resultados obtenidos en el estudio,
derivados de la indagación de fuentes secundarias y primarias. Del trabajo
desarrollado se pudo concluir que existen cinco dimensiones cuya definición es
determinante para la implementación de las Viviendas de Apoyo en Chile. Estas
dimensiones constituyen Factores Críticos de Éxito para este tipo de
intervención, por lo que deben considerarse explícitamente en el proceso de
elaboración de las definiciones estratégicas de este dispositivo. Estas
dimensiones son: Perfil del Usuario; Dispositivos de Intervención; Temas de
Género; Espacio y Habitabilidad; Institucionalidad; Gestión y Financiamiento.
En el Capítulo 2, se caracterizan las experiencias conocidas a nivel internacional
y nacional, reflexionadas de manera específica en la instancia del panel de
expertos. En lo que a experiencia internacional refiere, fueron analizados los
casos de las Oxford House de Estados Unidos, y de las Viviendas de Apoyo a la
Reinserción en Andalucía en España (V.A.R). En ambos casos, se analizó:
i) Estructura Organizacional de la Vivienda de Apoyo (Dirección y
Administración – Responsabilidades, Niveles de Participación y Autonomía,
Mecanismos de Regulación y Control);
ii) Construcción y Habilitación (Requisitos Constructivos y Diseño Espacial,
Habilitación de Espacios e Instalaciones);
iii) Operación (Requerimientos para el Equipo Profesional, Procedimientos de
Selección de Usuarios, Normas de Convivencia y de Conducta para los Usuarios,
Mecanismos de Financiamiento).
Por su parte, la experiencia nacional, consistió en el análisis de la Corporación
Mañana (Santiago); Casa en Marcha (Quillota); y del Centro Comunidad
Terapéutica Colina (Santiago).
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En el Capítulo 3, se plantean algunas definiciones conceptuales y técnicas, y
también interrogantes en la perspectiva de establecer referencias para el diseño
del Programa de Viviendas de Apoyo.
En este punto, se analizaron aspectos conceptuales y técnicos que permiten
profundizar los datos obtenidos empíricamente e interrogar la vivienda de apoyo
en su dimensión material e intangible.
Esta perspectiva analítica, consideró la integración de los hallazgos identificados
en la parte inicial de la investigación, considerando la complejidad de la
temática y del dispositivo propiamente tal.
En este análisis, se distinguen tres ámbitos en los cuales se expresa el valor de
las casas de apoyo a procesos efectivos de integración social, en individuos que
han tenido consumo problemático de sustancias. Estos ámbitos están referidos a:
De Vivienda de Apoyo a Casa de Apoyo. Las viviendas de apoyo en las
experiencias estudiadas potencian capacidades que se sitúan en el ámbito socio-
laboral y de empleabilidad, como también desarrollan habilidades sociales de los
sujetos.
Casa de Apoyo: Espacio y Lugar. La dimensión espacial es uno de los aspectos
relevantes a la hora de discutir técnica y conceptualmente el dispositivo de las
casas de medio camino. Se advierte en las indagaciones de literatura
comparada, pero en términos de evidencia empírica, que las casas de acuerdo a
la espacialidad pueden aportar y fortalecer procesos de mayor autonomía
individual y de ayuda mutua, como también a generar sólo protección y
habitabilidad en un sentido literal.
Institucionalidad: Gestión y Financiamiento. Las definiciones respecto a
institucionalidad y financiamiento del dispositivo Viviendas de Apoyo para la
Reinserción Social, deben elaborarse en directa relación con el contexto de
realidad de nuestro país. En este último ámbito, se destacó como relevante los
siguientes aspectos:
• Definir y Precisar Objetivos de la Intervención
• ¿Qué servicio se entrega?
• Anticipar la Evaluación de Impacto
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• Procurar la eficiencia en la gestión
En el Capítulo 4, se proponen algunas recomendaciones técnicas, que precisan
ser consideradas para la formulación de una política que se oriente a promover
las viviendas de apoyo como soporte orientado a procesos de integración social,
en sujetos con consumo problemático de drogas. Las principales
recomendaciones se han desagregado de la siguiente manera:
• El Perfil del Usuario • Los Dispositivos de Intervención • El Tema de Género • Espacio y Habitabilidad • La Gestión y los Recursos de la Vivienda de Apoyo
Finalmente, en Anexos se condensa la información primaria y secundaria,
colectada para el desarrollo de la investigación.
I. Capítulo 1
Síntesis de los Principales Resultados de la Investigación
El trabajo desarrollado permite concluir que existen 5 dimensiones cuya
definición es determinante para la probable implementación de las Viviendas de
Apoyo a la Integración Social en Chile. Estas dimensiones constituyen Factores
Críticos de Éxito de este tipo de intervención, por lo que deben considerarse
explícitamente en el proceso de elaboración de las Definiciones Estratégicas de
este instrumento.
1.1 Perfil del Usuario
La discusión sobre características y atributos de los usuarios de las viviendas de
apoyo, aparece transversalmente en las distintas instancias del presente
estudio. El principal hallazgo en este ámbito es la presencia de tres dimensiones
del usuario de las viviendas de apoyo que operarían en el momento de la
selección de los usuarios participantes del dispositivo.
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PERFIL DE USUARIO
DIMENSIONES EN LOS
USUARIOS
CARACTERISTICAS DE USUARIOS
ACTUALES Y/O POTENCIALES
PERFIL DE INGRESO A LA VIVIENDA DE APOYO A LA INTEGRACIÓN EN EL AMBIT O
DEL TRABAJO
CRITERIOS DE INGRESO A LA VIVIENDA DE APOYO PARA LA INTEGRACIÓN SOCIAL
EXPERIENCIA
NACIONAL FOCALIZACIÓN
AUSENCIA PERFIL EXPLICITO
DESCRIPCIONES IMPLICITAS SON VARIABLES GENÉRICAS
DOS TIPOS DE VINCULO
TRATAMIENTO/VIVIENDA DE APOYO
Si bien estas dimensiones pueden ser explicitas o no, ellas orientan de manera
determinante el ingreso, mantención y egreso del usuario en el dispositivo
estudiado.
Como muestra la grafica siguiente:
Las tres dimensiones identificadas son:
1. Las características de usuarios actuales y potenciales,
2. Las perfiles de ingreso a las viviendas de apoyo, en cuanto a atributos
en relación a la integración social en la vivienda y el trabajo
3. Los criterios de ingreso a las viviendas de apoyo.
Una implicancia directa para el caso nacional, cuando no está formalizado un
perfil de usuario, es que se generan dificultades para establecer protocolos de
ingreso, definición de la oferta programática, incluido el tiempo de permanencia
y los criterios referidos al egreso propiamente tal.
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El desarrollo de las dimensiones es el siguiente:
1. En relación a las características del usuario, en las viviendas de apoyo
extranjeras, éstos son descritos como heterogéneos, de edad media, con mayor
participación de hombres que mujeres (en relación 4 a 1) con diferentes tipos de
consumos según el país (alcohol, heroína, sustancias sintéticas) con variabilidad
socioeconómica de origen, con presencia de otras patologías mentales1. Las
posibilidades de integración social están en relación al tipo de consumo
problemático que presente (sustancia y situación) en cuanto a evaluar un
pronóstico de posibilidad de Inserción social2 .
Esta heterogeneidad de posibles usuarios posibilita en la experiencia
internacional viviendas especializadas según las situaciones y necesidades de los
sujetos o viviendas generales integradas, según el volumen de recursos
invertidos y la magnitud del problema del consumo problemático en el país.
En el caso de Alemania, se ofrece alojamiento y consejerías para estar en las
casas, se realiza distinción por tipos de casa según el momento del tratamiento
y, en el caso de las casas de transición, se considera el vínculo a otros servicios
sociales.
En España, la oferta de alojamientos está directamente vinculada a los
servicios sociales y se da oferta de alojamiento global.
En Francia, se entrega soporte de arrendamiento vía subsidio acompañado y en
caso de estabilidad del usuario, se traspasa el arriendo a éste. ¿Referencias?
En Italia, se entregan distintos tipos de servicios de casa según el tipo de
usuario, sus características de consumo y pronóstico pos tratamiento incluyendo
apoyo social, psicológico y jurídico. Esto particularmente en casas de
alojamiento y viviendas de transición. Se declara un interés especial a los
vínculos orientados a las viviendas definitivas.
En Finlandia, se visualiza solo la oferta de alojamiento y cualquier otro soporte
queda vinculado a los servicios sociales comunales.
1 European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction 2009 2 Recovery from addiction in two types of living houses 2010
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En Inglaterra, existe un énfasis en las políticas de reinserción dado que existen
distintos tipos de ofertas, según características de usuarios y situaciones. Según
el nivel de integración va de alojamiento a casas de transición con apoyo
psicosocial, fuertemente vinculado a programas locales y trabajo con la
comunidad y vecinos3, indicando la multiplicidad de ofertas relacionadas al
Housing Support. En esta descripción de posibilidades de casas (residencias,
albergues de noche, viviendas de apoyo genéricas o especializadas) implica
soportes anexos diferenciados, que superan la sola idea de trabajo o
capacitación asociado.
En el caso Chileno, los usuarios muestran mayor homogeneidad al
comportamiento de los consumidores dependiente en cuanto a la edad promedio
(entre 30 y 35 años) y al tipo de drogas (pasta base y cocaína).
En ese sentido, las distintas experiencias consideran que las necesidades y
características especiales de los sujetos puedan ser atendidas por otros
dispositivos de intervención (comunidad terapéutica de origen, dispositivos de
salud), concentrándose la vivienda en el aspecto habitacional y laboral. Esto
quiere decir que habría que prestar atención a atributos relacionados con la
empleabilidad e interacción intra casa tanto en los perfiles como en los
objetivos de desarrollo al interior de la casa, cuestión que se desarrolla en
capítulos posteriores.
Respecto al reconocimiento de las necesidades particulares de los sujetos, en la
experiencia Europea, esto aparece significativo para la evaluación de las
estrategias de integración social, de tal forma que los esfuerzos del dispositivo
relacionados sobre todo al trabajo y a la vivienda definitiva, sean sostenibles
en el tiempo.
Dos cuestiones de carácter inmaterial se entrelazan con lo relacionado a las
condiciones materiales, y que son elementos a considerar en el perfil existente
de las actuales experiencias de viviendas de apoyo: las expectativas,
desinformación y/o desesperanza frente a un horizonte de mayor integración
3 “Safe as House”, 2006
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social, como una dimensión que posibilita formas efectivas y sostenibles de
integración4.
El otro punto dice relación con la existencia de otros desordenes mentales,
puestos de manera más clara en las patologías duales. En general, la experiencia
comparada muestra apertura a personas en esta situación otorgando
acompañamiento específico (caso Español) conectando con redes de asistencia
de salud (caso Anglosajón5,) o autogestionando las necesidades especiales en las
dinámicas grupales de los participantes del dispositivo6
Un punto común en la experiencia internacional es la valoración por la
abstinencia en la permanencia en estos dispositivos, luego dependiendo de la
orientación base de las políticas públicas abstencionista o reducción de daño, la
incorporación de la recaída y la respuesta del dispositivo es variable.
2. Estas características del usuario actual de la vivienda de apoyo, es tensionada
por El perfil de ingreso a la casa; esto es, los atributos necesarios para
participar de un dispositivo como este de naturaleza relacional, pero que está
orientado a la autonomía en la vivienda y al desempeño efectivo en el mundo
del trabajo.
Desde este punto de vista, la experiencia internacional supone un sujeto
previamente integrado, que producto del consumo abusivo ha perdido vínculos
sociales y por tanto el dispositivo re articula ese vinculo social, desplegando
diferentes estrategias según las realidades de cada país.
En la experiencia nacional, no aparece un perfil explícito de usuario de la
vivienda de apoyo, por tanto de manera implícita, se opera con un cierto perfil
exitoso en el periodo de tratamiento, dado por la evaluación de la comunidad de
origen, el cual presentaría estrategias de resolución de conflictos adecuados
para la convivencia intra-casa y competencias genéricas necesarias para el
trabajo: responsabilidad, honestidad, efectividad. Estas deberían ser
consideradas en los atributos de ingreso a la Vivienda de apoyo.
4 Entrevistas a equipos y usuarios, Informe de fuentes primarias 5 Safe as House 2006 6 Oxford Houses
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Si bien es cierto, estas competencias no aparecen formalizadas, tanto equipos
como usuarios de las casas manifiestan una representación de la continua
evaluación del desempeño de las mismas en las casas y en el trabajo7; sea desde
la evaluación como acompañamiento o evaluación desde el control, que, en el
caso del vínculo con los empleadores, se objetiva en función del desempeño
laboral y los parámetros que manejan para ello.
En los diferentes actores participantes aparece como telón de fondo el tema del
consumo y la recaída, como una posibilidad que perturba la inserción en el
trabajo y en la vivienda de apoyo.
3. Finalmente el tercer nivel, los criterios de ingreso a las viviendas de
apoyo, en directa relación con el punto anterior, tanto en la experiencia
nacional como internacional, pone en juego la evaluación de logro del
tratamiento, la solicitud y necesidad del dispositivo y la voluntariedad de
participar del mismo.
De manera transversal, en las experiencias nacionales, el peso de la evaluación
de los logros del tratamiento como criterio de ingreso, queda alojado en la
institución a cargo del mismo. El equipo profesional provee de un juicio técnico
acerca de las condiciones y logros del tratamiento y éste es un criterio central
para la admisión a las viviendas de apoyo8. El caso Europeo opera de manera
similar9.
Un matiz a lo anterior, sería la experiencia de Oxford House en el que no son
solicitadas evaluaciones técnicas o estas serían más bien referenciales. Aquí el
peso de la decisión para el ingreso esta dado por los participantes de la casa.
Este dispositivo al ser autogestionado sería distinto a las ofertas nacionales, por
lo que solo tendría un valor referencial.
En lo que respecta a la voluntariedad para participar de este dispositivo, lo que
aparece como transversal es la presión social por el mandato al trabajo,
mediado por las consideraciones de género; pero también en el caso Chileno,
por la motivación individual a la autonomía y al trabajo, lo que se construiría
7 Entrevistas a equipos y usuarios, Informe de fuentes primarias 8 Entrevistas a equipos y usuarios, Informe de fuentes primarias 9 European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction 2009
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para los equipos técnicos en un predictor de las conductas laborales. Esto se
traduce en usuarios que explicitan su interés por el trabajo, mostrando criterios
realistas en cuanto a las exigencias que esto implica, lo que sería un base (no lo
asegura) para una exitosa integración en el ámbito laboral10.
De manera explícita e implícita, atenta contra esta voluntariedad y motivación,
el acto del consumo y la recaída como inhibidor de las posibilidades de sostener
el empleo; dado que el trabajo es ubicado, sobre todo en el caso Chileno, por
redes de relaciones y contactos, actuando la vivienda de apoyo como un garante
o aval del trabajador. Algo similar se verifica en el modelo Oxford House, en
cuanto a las redes de relaciones y la garantía simbólica, cosa que aparece
diferente en el caso Europeo, dado el vínculo a los programas y políticas sociales
de protección social como a lógicas culturales frente al trabajo y a la relación
con el Estado.
Es así como aparece de mayor potencia para el caso chileno sostener una
mixtura en los procesos de vinculación con redes de relación y articulación con
programas formales relacionados al trabajo. Esto toma densidad en la línea de lo
propuesto por Elina Dabas (2008) en cuanto a la interacción de redes formales
e informales y en la línea de las redes sociales emergentes.
A modo de síntesis, estos hallazgos permiten focalizar en:
a. Ausencia de un perfil explícito para el ingreso a las viviendas de apoyo
en el caso nacional, tanto en los documentos formales revisados como
en las entrevistas.
b. Las descripciones implícitas de los equipos nacionales son variables
socio demográficas genéricas que no permiten establecer criterios o
perfiles de ingreso, por ejemplo:
• Mayoría de edad, lo que no establece rangos de ingreso o posibles
límites etareos.
10 Entrevistas a equipos y usuarios, Informe de fuentes primarias
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• Sexo, considera de manera general dos categorías, hombres y
mujeres, sin problematizar dimensiones de género tratadas en este
documento o la participación de identidades de género minoritarias
(transgénero).
• Existencia de consumo problemático de sustancias, las viviendas
de apoyo aceptarían idealmente, usuarios tratados de cualquier tipo de
sustancias. Aun considerando las tendencias de consumo actual (pasta
base y cocaína), para imaginar la sustentabilidad en el tiempo de estos
dispositivos, la reflexión sobre los tipos nuevos de sustancias, o el uso
abusivo de alcohol no está completamente presente en la realidad
nacional.
• Evaluación de egreso exitoso del dispositivo de tratamiento
anterior, ya sea comunidad terapéutica o programa ambulatorio. Este
punto abre un debate que fue expuesto en espacios del estudio11, el cual
dice directa relación con los objetivos de intervención, metodologías de
trabajo e indicadores de logros para cualificar una evaluación de egreso
exitoso de comunidades terapéuticas. Este punto que implicaría una
evaluación de impacto de la línea de tratamiento es capital para
transparentar elementos que aportarían a la generación de variables
cualitativas específicas para un perfil de ingreso de usuarios a las
viviendas de apoyo.
c. La existencia, en la experiencia nacional, de dos tipos de situaciones
en la relación tratamiento – vivienda de apoyo: instituciones que
poseen el circuito completo de tratamiento terapéutico y vivienda de
apoyo para la integración social como Casa en Marcha de la
Comunidad terapéutica Joven Levántate (Quillota) y Centro comunidad
terapéutica Colina (Santiago) e instituciones cuyo único fin es proveer
los servicios de la Vivienda de apoyo como Corporación Mañana
(Santiago).
11 Panel de expertos.
IInnssttaallaacciióónn ddeell IInnssttrruummeennttoo VViivviieennddaass ddee AAppooyyoo ppaarraa llaa RReeiinnsseerrcciióónn SSoocciiaall eenn CChhiillee IINNFFOORRMMEE FFIINNAALL
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En el caso de las instituciones nacionales que poseen ambos
dispositivos (comunidad y vivienda de apoyo) el perfil queda
desplazado por el conocimiento previo del sujeto por parte del equipo,
por tanto, se anticipa un desempeño exitoso en la vivienda de apoyo,
y por la construcción de un vínculo terapéutico previo.
En el caso de la experiencia nacional en que sólo existe la vivienda de
apoyo, la mediación está dada por una entrevista de ingreso, que
permite generar una instancia de conocimiento previo y evaluar al
postulante para la Casa en competencias laborales de entrada, lo que
permite establecer la oferta laboral.
En ambos casos no queda de manifiesto, cuales son las variables a
considerar para construir un plan de trabajo que incluya objetivos,
tiempo de permanencia, ni criterios de egreso de la vivienda e apoyo.
Dado que estas distintas dimensiones para identificar al usuario de la
vivienda de apoyo, una la ausencia de perfil explícito genera un impacto
directo en: la protocolización del usuario y el ingreso al dispositivo, en la
oferta programática y objetivos de intervención de las viviendas de apoyo, en
los tiempos de permanencia y los criterios de egreso; se hace imprescindible
poder definir los perfiles de ingreso y egreso de la vivienda de apoyo, cuestión
que será retomado en el acápite de las recomendaciones.
1.2 Dispositivos de Intervención
En esta dimensión se considera como dispositivos de intervención: la oferta de
servicio que ofrece la casa, las redes sociales y el equipo profesional en sus
distintos roles. Se puede identificar que las casas entendidas como viviendas de
apoyo orientadas a procesos de integración social, generan ofertas diversas para
los sujetos que se encuentran residiendo, siendo la dimensión laboral el núcleo
convergente y que tipifica a este dispositivo. El trabajo en su expresión de
inclusión social, emerge como un imperativo que de acuerdo a las características
organizacionales puede adquirir matices variados, sin embargo, el núcleo
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principal remite a que los sujetos precisan de esta actividad como parte del
proceso en el cual se encuentran. La creciente autonomía relativa que adquieren
los individuos producto de la experiencia laboral, fortalece al propio sujeto en su
desarrollo personal y simultáneamente incorpora un denominador común entre
los residentes, generando espacios de conversación que superan aquellos
elementos que los hacen usuarios de este dispositivo. Concretamente, los
sujetos se disponen de una manera singular una vez que vuelven de la jornada
laboral, haciendo posible que circulen nuevos temas, inquietudes y
preocupaciones que atenúan el factor que los hace partícipe del dispositivo:
haber egresado de una comunidad terapéutica programa de tratamiento
recientemente. La actividad laboral, por tanto, permite al menos tres acciones
que fortalecen los procesos de autonomía e independencia relativa: organización
de una rutina diaria y cumplirla, en la cual se integra la propia actividad laboral
y las obligaciones al interior de la casa; confrontarse al desarrollo de habilidades
personales y sociales que permiten la transición desde formas de dependencia a
formas de mayor autonomía e interdependencia y, finalmente el valor del
trabajo en su dimensión macro social, excediendo el ámbito privado y de
satisfacción de necesidades individuales.
El trabajo permite abordar una segunda dimensión contenida en este dispositivo
y que se vincula a la identificación de redes sociales. Las viviendas de apoyo
despliegan en grados variables un quehacer vinculante a las distintas
organizaciones e instituciones sociales con las cuales se negocian las
incorporaciones laborales de los usuarios. Existen contactos, convenios y
procedimientos que formalizan los vínculos entre casas de apoyo e instituciones,
orientadas a facilitar la presencia de los sujetos en los diversos circuitos
laborales reconocidos socialmente, evitando la inserción en organizaciones con
precariedad y fragilidad en lo que a contrato y permanencia refiere. Una red que
se activa de manera directa, es la que sostienen las casas con las distintas
comunidades terapéuticas de procedencia. En esta modalidad de trabajo en
redes, se refuerza la idea de que los residentes de las casa de apoyo, puedan
tener certeza que una vez necesitado de este apoyo terapéutico, pueden
acceder de manera fácil y oportuna. Las distintas organizaciones diferencian
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esta instancia de apoyo terapéutico propio del tratamiento de aquellas acciones
basadas en apoyo socio-laboral. Finalmente, se realizan acciones vinculantes a la
dimensión de habitabilidad que pudiera entenderse como una extensión de la
integración social, es decir, ampliar los vínculos a la satisfacción de la necesidad
de vivienda, no exclusivamente en términos de coordinarse con los organismos
públicos asociados a la política y/o programas sociales gubernamentales, sino de
hacer visibles ciertas ofertas de arriendo que ofrece el medio social, con el fin
de tener alternativas efectivas una vez producido el proceso de egreso.
El equipo profesional, más que como hallazgo interroga los roles y posiciones que
adquieren en un dispositivo de intervención de estas características. Se puede
identificar formas complejas de enfrentar lo profesional. Una de las variantes
sería una consecuencia normativa de los oficios implicados, que tienen definido
procesos de intervención especializada (terapeuta, trabajadores sociales,
psicólogos, educadores, entre otras profesiones). Una variante distinta, es la
atenuación de las expectativas y normatividad del rol específico como forma de
alejar “la especialización” y tender a configurar procesos de mayor
independencia, autonomía y un decreciente alejamiento de la norma y
orientación externa, con el fin de generar procesos de autorregulación interna y
por ende habilitar de mejor manera el egreso futuro de los sujetos.
Un hallazgo significativo en lo que a intervención remite, es la falta de trabajo
directo con las familias, lo que evidencia una lógica no sincrónica al promedio de
las intervenciones sociales en fenómenos o problemas sociales afines a la
temática que contiene la vivienda de apoyo vinculado a procesos de integración
social. Esta decisión puede oscilar entre una mayor determinación por parte de
los profesionales de las distintas casas, o bien producto de una situación que
excede la voluntad de los profesionales, derivada del volumen del trabajo que
implica este tipo de dispositivo de intervención.
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1.3 Temas de Género
Un hallazgo importante de la investigación refiere a las formas en que la
dimensión de género es considerada en estos dispositivos, en el abordaje que de
ella se realiza.
1.3.1 En la literatura consultada, el género aparece como un aspecto no
tematizado para dar cuenta de las viviendas de apoyo. Lo que emerge con mayor
claridad, a nivel internacional, es una consideración vinculada al sexo a partir
de la provisión de dispositivos separados para hombres y mujeres (Oxford House,
V.A.R. Andalucía).
La consideración asociada al sexo aparece también en las experiencias
nacionales, donde se implementan desde una misma institución dispositivos
separados para hombres y mujeres (CCT Colina), o bien la exclusividad de
provisión del mismo, sólo para hombres (Corporación Mañana), sólo para mujeres
(Casa en Marcha).
1.3.2 De otra parte, en la experiencia nacional, es posible advertir que cuando
se realizan consideraciones respecto del género, por parte de los equipos, estas
aparecen asociadas a una óptica tradicional fuertemente vinculada a la división
social del trabajo y a los atributos asignados a mujeres y hombres. En efecto, en
los dispositivos dirigidos a mujeres se considera la posibilidad de que ellas
puedan ingresar con sus hijos/as, (CCT Colina, Casa en Marcha); pero no se
plantea lo mismo para el caso de los hombres (Corporación Mañana).
En el extremo, una de las instituciones (Casa en Marcha) la vivienda de apoyo
con que cuenta esta institución puede ser destinada en la totalidad de sus
dependencias a una sola mujer, si ella va a habitarla con sus hijo/as. De esta
forma, lo que se constituye como una consideración a la situación de
maternidad, resta a otras mujeres la posibilidad de hacer uso del dispositivo. Se
podría decir entonces, que la maternidad como institución cultural coloniza la
intervención.
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Así mismo, aparece como consideración para las mujeres la idea de un espacio
seguro, materializado en proveer la vivienda de apoyo en un departamento12,
aún cuando los mismos equipos reconocen las posibilidades que brinda la
materialidad de una casa, para el proceso que viven los sujetos insertos en estos
dispositivos, dados los diferentes espacios con que en ellas se puede contar para
realizar actividades13. Aquí, la idea de protección rebasa las consideraciones
técnicas, constituyéndose la vivienda de apoyo más en un techo que en un
dispositivo de intervención.
Respecto de lo señalado anteriormente, merece especial atención el criterio que
utiliza el equipo de una de las experiencias estudiadas, para decidir la
incorporación a la vivienda de apoyo. En este dispositivo dirigido sólo a mujeres
y asociado a la realización de una “pasantía laboral”, opera como un criterio de
selección el que las usuarias que realizan la pasantía laboral no cuenten con
apoyos familiares que las sostengan14. En este sentido, si bien se favorece la
incorporación al trabajo, éste no es considerado como parte del camino de la
autonomía de las mujeres, sino como una necesidad a ser cubierta en algunas
circunstancias particulares. Lo anterior, como planteamiento de intervención
contrasta con lo señalado en el estudio “Policy on reintegration of woman with
histories of substance abuse”15, donde junto con sostener la importancia de la
inserción laboral, se constata que el desempleo aparece como un obstáculo para
la autonomía, elemento que en este artículo aparece relacionado a la
integración social de las mujeres.
En el sentido de lo señalado, si bien es importante reconocer las condiciones
diferenciadas de hombres y mujeres, a partir de los roles y atributos adscritos a
los mismos, para la provisión de servicios en las viviendas de apoyo (Observatorio
Europeo de las Drogas y Toxicomanías 2006), ello debiera considerar al mismo
tiempo sus efectos y las acciones para producir condiciones de mayor igualdad.
Vinculado a lo anterior, los equipos manifiestan que considerar el género, y
entendido este sólo referido a las mujeres, presenta mayores complejidades,
12 entrevista equipos CCT Colina 13 Grupo de Discusión. 14 Entrevista a Equipo 15 Vandemark, Nancy, en Substance, Abuse treatment, Prevention and Policy 2007.
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asociado a los diferentes servicios que habría que proveer, especialmente en lo
que refiere a contar con habilitación especial para los hijos/as16. En este
sentido, se puede decir que el género es visto como un problema, pero no es
problematizado en la intervención
1.3.3 Las viviendas de apoyo en la experiencia nacional, vinculan dos ámbitos
fuertemente generalizados en nuestra sociedad, el espacio laboral y el ámbito
doméstico. El desenvolvimiento de los sujetos en estos espacios, se constituye
en este dispositivo como parte fundamental del proceso de integración social.
No obstante, las condiciones de partida para que mujeres y hombres se
desenvuelvan en los mismos, aparecen relacionadas a prácticas de género.
Lo anterior, puede ilustrarse desde lo que emerge en el discurso de ex usuarios
cuando refieren al ámbito de la casa en términos de aprender a organizar una
rutina, para el caso de los hombres, y de re aprender lo que hay que hacer en
una casa para las mujeres, a partir de los roles tradicionales asociados a unos y
otras.
No obstante mujeres y hombres, a partir de la división sexual del trabajo,
cuentan con aprendizajes distintos para el manejo cotidiano del ámbito
doméstico, se plantea que las mujeres demoran más en resolver la organización
de la casa, siendo los hombres quienes resuelven más rápidamente; lo anterior,
en las mujeres presentaría mayores dificultades para resolver sus relaciones17.
A partir de lo señalado, podríamos preguntarnos si los profesionales atribuyen a
las mujeres una forma particular de relacionamiento, o sí mujeres y hombres
enfrentan distinto la convivencia cotidiana a partir de las formas aprendidas en
la socialización de género. Por otra parte, puede estar presente que aquello que
se abre para unos, resulta ser para otras, el confrontarse con la falta, dados los
imperativos culturales de género, afectando las posibilidades de
desenvolvimiento y relación. Esto puede constituirse en una consideración
relevante respecto de los tiempos de estadía necesarios en el dispositivo.
16 Grupo de Discusión 17 Panel de expertos
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Asimismo, a partir de los atributos de género asignados a mujeres y hombres los
equipos enfatizan diferencialmente los ámbitos relacionales de los sujetos,
favoreciendo en mayor medida la expresión y el desarrollo de lo emocional-
afectivo en las mujeres18 y el despliegue de habilidades de la relación laboral en
los hombres.
1.3.4 Las construcciones de género tradicionales no sólo están presentes en
quienes integran los equipos, sino también en las usuarias y usuarios de las
viviendas de apoyo. En efecto, al analizar las entrevistas de usuarias y usuarios
de las viviendas de apoyo, el género se hace presente en los sentidos que los
sujetos otorgan al dispositivo en su proceso de integración social, en tanto
aparece como estructurante de las formas en que se proyectan los sujetos y o se
vinculan a la posibilidad de estar en la vivienda de apoyo.
Así, la maternidad se constituye para las mujeres, de diferentes formas, en el
eje organizador de los procesos de tratamiento e integración social. Para
algunas, la vivienda de apoyo es la posibilidad de estar con sus hijos/as, así
como el trabajo es lo que les posibilitaría el dar continuidad o retomar la
posibilidad de vivir con ellos. Asimismo, los hijos/as actúan como movilizadores
para “cambiar de vida”. Lo anterior, aparece asociado a la culpa que se
experimenta, por “haberlos dejado en el abandono”, incumpliendo el
imperativo cultural de la maternidad19. En el extremo, es el sujeto volcado
totalmente hacia a los otros, en donde encuentra los cimientos para reconocerse
y ser valorado, o como diría Lagarde (1994), las mujeres construyen su
identidad genérica en el ser para otros.
De otra parte, para los hombres el paso por la vivienda de apoyo y su proceso de
integración social, aparece asociado al trabajo y lo que este significa como
posibilidad de concretar proyectos personales y de ser reconocido20. Aquí, si bien
la familia aparece como un elemento de apoyo, a la vez que como un espacio
relacional importante en el proceso de integración social, no se constituye en el
articulador del mismo para proyectarse y sentirse incorporado socialmente. Hay
18 Panel de Expertos 19 Entrevista a ex-usuarias 20 Entrevistas a ex usuarios
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aquí un ser para sí (Lagarde, 1994), donde para los hombres la construcción de
su proyecto vital aparece más desapegado de la consideración de los otros.
1.3.5 Lo señalado podría respaldar la acción de los equipos a partir de un trabajo
que refuerza las construcciones de género tradicionales, para favorecer los
procesos de integración social. No obstante, sería importante preguntarse por las
formas a través de las cuales estas mismas construcciones participan de la
experiencia de consumo de sustancias, toda vez que las investigaciones dan
cuenta no sólo de patrones diferenciados de consumo por sexo (Rodríguez, 2007,
OEDT, 2006, SENDA,2011), si no también de disposiciones diferenciadas para
ingresar a los tratamientos (Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías
2006) y particularmente de cómo los imperativos culturales referidos al género
operan en la sanción social del consumo y la incidencia que ésta tiene en la
construcción de identidad de los sujetos (Vitoria-Gasteiz y Farapi, 2007; Farapi
2009), tensionando sus posibilidades de autonomía; lo anterior, en tanto se
dificulta la realización de proyectos individuales alternativos a los mandatos
culturales tradicionales (el rol de madre para las mujeres, el de proveedor para
los hombres) .
1.3.6 A partir de lo señalado en los párrafos precedentes es posible sostener que
en éstos dispositivos no se trabaja con perspectiva de género21; como asimismo,
que la invisibilidad de la dimensión de género como foco intencionado de la
intervención, no se funda en la ausencia de representaciones y prácticas
culturales tradicionales, sino más bien en la presencia de las mismas tanto en los
equipos como en las y los usuarios. El género en tanto construcción cultural e
histórica, adquiere presencia en las prácticas (PNUD 2010) que se despliegan en
estas instituciones. Lo anterior resulta significativo en el marco de los cambios
producidos en nuestra sociedad y la relevancia que esta dimensión ha cobrado a
nivel de la construcción de conocimiento, como de su inclusión en las políticas
públicas.
21 Si a esta la entendemos como una forma de acción intencionada para analizar e intervenir en la realidad, respecto de las desigualdades entre mujeres y hombres, producidas por las construcciones materiales y simbólicas que en un determinado contexto social, cultural e histórico, se elaboran a partir de la diferencia sexual anatomofisiológica.
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1.4 Espacio y Habitabilidad
Uno de los hallazgos específicos, es lo referido al espacio como determinante en
las relaciones sociales entre los usuarios y entre éstos y quienes administran la
vivienda de apoyo. En las visitas realizadas, se constató que existen dos tipos de
vivienda habilitadas para estos objetivos:
1.4.1 Casas residenciales y/o departamentos
1.4.2 Casas recicladas
1.4.1. Las casas residenciales son aquellas viviendas comunes que se alquilan
para efectos de hacer efectivo una vivienda de apoyo. En términos
específicos, son casas que tienen un número de habitaciones por sobre el
promedio, lo que implica adaptar las habitaciones como piezas-
dormitorios. De manera concordante, este tipo de casa permite hacer de
los baños regulares, espacios que puedan responder a un número mayor
de habitantes. La Corporación Mañana, utiliza este tipo de vivienda. En el
caso del CCT Colina, se arriendan casas residenciales que tengan un
espacio para albergar no más de 6 personas, siendo las casas de
preferencia para hombres. El contar con patio en las casas es deseable
para efectos de realizar actividades que, siendo necesarias en cualquier
situación, para los usuarios que residen en viviendas de apoyo, son
doblemente importantes en procesos psicosociales de individuos que se
encuentran en inserción laboral, conducentes a egresos próximos. En el
caso de las mujeres se privilegia el arriendo de pequeños departamentos,
con espacios para 3 residentes. El departamento en opinión de los
profesionales, permite una mayor seguridad para el caso de las mujeres.
1.4.2. Las casas recicladas son aquellos espacios materiales que han tenido un
uso de tipo organizacional y, que posteriormente se transforman para
convertirse en viviendas de apoyo. La Casa en Marcha se ubica en esta
modalidad, considerando que fue una escuela de enseñanza básica
municipal. Este tipo de vivienda, preserva en algunos de los espacios
vestigios del uso original, lo que a veces puede operar de manera
contradictoria, como facilitador y/o como un obstáculo. Un ejemplo
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preciso de esto, se observó en el caso de las salas de clase, que siendo
amplias no permitían una conversión cómoda para piezas – dormitorios.
Para mayor ejemplificación, la transformación de una sala de clases en
gimnasio, en donde ciertos soportes materiales restringían la acción e
implementación deportiva.
Las viviendas visitadas reflejan que la ubicación de las mismas, se encuentra en
espacios residenciales contenidos en la ciudad. La idea que la vivienda de apoyo
sea como cualquier casa-residencial en un barrio, habla de una modalidad en la
cual “lo familiar”, es una cualidad deseable para la puesta en marcha de este
dispositivo. La relación entre una vivienda de apoyo y su parecido a la estructura
familiar promedio, incide directamente en identificar un número de habitantes
razonable que permita que esta forma de relacionamiento sea plausible. De
manera complementaria, pero en términos paradojales, una vivienda de estas
características, aunque tenga como inspiración la similitud con una casa
familiar, precisa diferenciarse de la misma, ya que incorpora espacios distintos a
ésta: espacios para la gestión, espacios para los profesionales y espacios para las
actividades en común, de acuerdo a las orientaciones generales y específicas de
la casa.
Lo anterior, contiene una paradoja a considerar: por una parte, se intenta
asimilar la casa de apoyo a una casa residencial - familiar, con el fin de no
producir diferencias del resto de las viviendas que componen el barrio. De otra
parte, esta acción, en algunos casos responde a evitar en un primer momento
hacer visible la naturaleza del dispositivo, a fin de evitar estereotipos y estigmas
de orden cultural. En las entrevistas a los equipos profesionales, en una de las
instituciones hicieron alusión a las dificultades preliminares que se tuvo con el
vecindario, cuando se supo las características de sus habitantes (CCT Colina).
Un aspecto a señalar es la ubicación de la casa en la ciudad, es decir, el barrio
en el cual se sitúa la casa de apoyo. Esta condición, si se diferencia respecto a
los barrios de origen de los usuarios -cuando éstos se encuentran permeados por
el consumo de drogas y por otros factores de riesgo-, activan positivamente
procesos aspiracionales y de movilidad social de los sujetos. Es dable destacar,
que en algunos de los relatos de los propios sujetos que habitaron viviendas de
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apoyo, ratificaron lo expresado por los propios profesionales, es decir, el haber
experimentado una vivencia en un barrio y en una vivienda distinta a la de
origen, provocó formas de imaginar que eso era posible, en la medida de
mantener un trabajo estable y poder contar con personas que quisieran
compartir una vivienda en común, sin estar vinculados de manera consanguínea.
Esta situación, es relevante a la hora de configurar procesos de autonomía y de
toma de decisiones, como factores claves en los procesos de integración social.
1.5 Institucionalidad: Gestión y Financiamiento
El trabajo realizado concluye que en el diseño del Programa Viviendas de Apoyo
para la Reinserción Social, la dimensión de la institucionalidad, que involucra
tanto al modelo de gestión como al financiamiento del nuevo dispositivo, es muy
significativa como factor de éxito. De hecho, se advierte que un diseño
institucional adecuado maximiza la probabilidad de alcanzar los resultados
esperados.
El diseño institucional tiene como base un proceso de planificación estratégica,
que permite que el diseño de la política precise:
• sus objetivos,
• la población objetivo,
• los servicios a entregar,
• la cantidad y la calidad de esos servicios.
Con esta definición básica es posible distinguir con más claridad las funciones del
nivel central (SENDA) de las funciones operativas de las Viviendas de Apoyo. De
esta forma, se distinguen responsabilidades de las unidades administrativas que
serán responsables del desempeño del programa y de los operadores de las
Viviendas de Apoyo.
La intervención social no se ajusta con facilidad a los mecanismos de control de
la gestión basados en indicadores y mediciones cuantitativas. Sin embargo, en el
modelo de gestión adoptado por el Gobierno de Chile en las últimas dos décadas,
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es necesario incluir, en el diseño del programa, instrumentos que permitan
medir la eficiencia en el uso de recursos y la eficacia en términos de resultados,
para informar a la ciudadanía acerca del desempeño del programa
(accountability).
La experiencia nacional e internacional muestra distintos modelos de gestión de
las Viviendas de Apoyo que logran resultados positivos en distintos contextos. La
experiencia internacional encuentra en las Oxford Houses una iniciativa privada
extendida en EE.UU. de amplia cobertura y exitoso resultado. Al mismo tiempo,
en España las Viviendas de Apoyo a la inserción son dependientes del sector
público. La diversidad de modelos se reproduce en Chile, donde se conocen
experiencias privadas, públicas y mixtas.
Esto indica que no hay modelos mejores sino más adecuados al contexto; en
particular lo que concierne al perfil de los usuarios y a los resultados que el
programa quiere lograr con ellos. En el diseño institucional debe considerarse
que el sistema nacional de rehabilitación del consumo de drogas en Chile, es
asumido como una función pública encargada al SENDA. En el cumplimiento de
esta función, existen tareas que pueden ser delegadas a organismos privados,
aunque la responsabilidad permanece en el SENDA. También el sector privado
realiza una función equivalente, en la cual el SENDA podrá jugar (o no) un papel
como regulador.
Hay sin duda un componente de función pública (generación de un bien público),
que el SENDA está encargado de cumplir y que ocupa un gran espacio en el
ámbito del problema a resolver: la rehabilitación. Por esto, la naturaleza de la
función que cumplirán las Viviendas de Apoyo es claramente pública. Sin
embargo, el modelo de gestión de la Vivienda puede ser básicamente privado
(con o sin tuición pública).
Es evidente que el programa a diseñar constituye un desafío desde el punto de
vista institucional. Como referencia para esta tarea, puede señalarse que, en el
contexto actual, el diseño del programa y de su modelo de gestión, debe
considerar ciertos principios básicos como:
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� claridad de objetivos, que sean especificados adecuadamente para el
administrador del programa como para los operadores de las Viviendas de
Apoyo; esto permite ejecutar un programa con objetivos reconocidos por la
institución, por los otros organismos de gobierno y por la ciudadanía. En el
caso de las experiencias locales visitadas, así como las conocidas a través del
Panel de Expertos y en la Bibliografía, se advierte que tienen objetivos
claros, en términos de reconocer cual debiera ser el resultado del proceso de
intervención a través de las Viviendas de apoyo. Esto no significa que no
exista cierta indefinición respecto a cuál es el resultado esperado a partir de
la intervención que realiza la Viviendas de apoyo. Al no contar con este
referente, especialmente si se trata de un organismo público o que utiliza
recursos públicos, se hace complejo el diseño de instrumentos de gestión
orientada a resultados.
� asignación de responsabilidades; si bien hay tareas que pueden ser
externalizadas estableciendo las condiciones pertinentes, la responsabilidad
de la función pública no es delegable, por lo que se requiere identificar
claramente. En términos generales, de las visitas a terreno, puede colegirse
que en cada Casa de Acogida existía una asignación de responsabilidades,
aunque no siempre fuera explícita. Sin embargo, cuando los recursos son
públicos, la responsabilidad final recae en el organismo a través del cual el
Estado aporta los recursos. El uso de recursos implica tanto una acción de
realizar gastos, como de generación de productos y resultados, que
determinan la evaluación que se haga del organismo responsable de las
Viviendas de apoyo. Esto se refleja claramente en el caso de las viviendas de
Apoyo a la inserción, donde los procedimientos y normas están claramente
establecidos y se exige su cumplimiento. En cambio, en las Casas Oxford, la
autonomía del grupo de usuarios es notablemente mayor, dado que no hay
una función pública que esté en juego.
� eficiencia en el uso de recursos y eficacia en términos de productos,
resultados intermedios y resultados finales; este principio es coherente con
los objetivos de la política pública e instala el espacio de diálogo con la
entidad que administra los recursos del sector público. Estos son aspectos
difíciles de evaluar a partir de esta investigación. Sin un proceso de
IInnssttaallaacciióónn ddeell IInnssttrruummeennttoo VViivviieennddaass ddee AAppooyyoo ppaarraa llaa RReeiinnsseerrcciióónn SSoocciiaall eenn CChhiillee IINNFFOORRMMEE FFIINNAALL
PPOONNTTIIFFIICCIIAA UUNNIIVVEERRSSIIDDAADD CCAATTÓÓLLIICCAA DDEE VVAALLPPAARRAAIISSOO | 30
evaluación direccionado a los fines requeridos, con el uso de técnicas cuanti
y cualitativas, no es posible advertir sobre eficiencia y eficacia de los
resultados obtenidos por las Casas de Acogida.
� capacidad de dar cuenta de los resultados obtenidos a la ciudadanía y a sus
representantes (accountability).Sin duda que la cuenta pública, como
espacio de diálogo ciudadano, ha ido ganando un espacio en aquellos
programas que concitan interés nacional, sea por la temática intrínseca de la
que estos programas tratan, o bien por su escala. No se conoce de cuentas
públicas que realicen las viviendas de apoyo existentes.
� capacidad para evaluar el desempeño del Programa y adoptar las decisiones
correspondientes al resultado logrado. Este aspecto está relacionado con la
mención de las responsabilidades definidas previamente, en particular la
indefinición de la función de evaluación de impacto. En el fondo, ¿cómo es
el desempeño de los dispositivos de apoyo, en los que el Estado asigna
recursos?, ¿corresponde este mecanismo al mejor uso de recursos públicos,
en la perspectiva de la reinserción? Una evaluación global del desempeño de
las viviendas de apoyo, debe ser un insumo a considerar a la hora de tomar
decisiones sobre la continuidad o rediseño del Programa.
II. Capítulo 2
Experiencia Nacional e Internacional
2.1 Experiencias Internacionales
2.1.1 Caso: Oxford House
Estructura Organizacional de la Vivienda de Apoyo
a) Dirección y Administración – Responsabilidades
En las Oxford House la administración está a cargo de los propios
integrantes de la casa. En este sentido, cada miembro tiene igual derecho
para ejercer la administración de la casa.
La manera en que se delegan las funciones o responsabilidades es a través
de la votación, donde quienes quieren ejercer cargos se someten al
IInnssttaallaacciióónn ddeell IInnssttrruummeennttoo VViivviieennddaass ddee AAppooyyoo ppaarraa llaa RReeiinnsseerrcciióónn SSoocciiaall eenn CChhiillee IINNFFOORRMMEE FFIINNAALL
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escrutinio de los demás. Como forma de controlar que se renueven los
liderazgos se ha establecido que ningún miembro puede ejercer más de 6
meses el mismo cargo.
Los cargos son:
� Presidente
� Tesorero
� Secretario
� Contralor
� Coordinador
b) Niveles de Participación y Autonomía
La participación y autonomía de los integrantes de las Oxford House es
fundamental en el concepto de reinserción. Entre las actividades de
participación que son “obligatorias” destaca la reunión que se realiza una
vez a la semana, la cual tiene por finalidad:
� Informar sobre el estado actual de las finanzas de la casa
� Considerar las nuevas solicitudes de afiliación
� Resolver problemas de los miembros de la casa
� Resolver quejas generales sobre el mantenimiento de la casa
� Discutir propuestas o proyectos referentes al mantenimiento de la casa
c) Mecanismos de Regulación y Control
Entre los mecanismos de regulación y control es posible destacar dos
situaciones clave que permiten un manejo adecuado de las casas:
Primero, cuando hay sospechas de que un miembro esta bebiendo o
consumiendo drogas se debe llamar a reunión inmediata. Allí se decidirá por
mayoría que ocurre con el reincidente, sin embargo si es expulsado para ser
readmitido debe demostrar al grupo que lleva al menos un mes sin recaer.
Segundo, en términos financieros, cada casa tendrá su cuenta corriente
donde se registraran todos los ingresos y gastos. Además, se deben mantener
los siguientes registros: Número de residentes, registro de pago (al contado)
y registro de gastos (al contado).
Asimismo, el tesorero y el contralor deberán entregar un estado financiero
semanal donde se clarifiquen los siguientes aspectos:
IInnssttaallaacciióónn ddeell IInnssttrruummeennttoo VViivviieennddaass ddee AAppooyyoo ppaarraa llaa RReeiinnsseerrcciióónn SSoocciiaall eenn CChhiillee IINNFFOORRMMEE FFIINNAALL
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� Dinero efectivo de la semana anterior
� Dinero de la semana en curso
� Cuentas pagadas durante la semana anterior
� Cuentas por pagar de la semana en curso
� Cuantas por pagar a fin de mes
� Renta de los miembros pagados por adelantado
� Lista de cada miembro detallando quienes pagaron por adelantado,
quienes están al día con los pagos y quienes tienen pagos atrasados
Construcción y Habilitación
a) Requisitos Constructivos y Diseño Espacial
Para la elección de una casa, el requisito fundamental es que tiene que
cumplir con el principio de capacidad de expansión.
b) Habilitación de Espacios e Instalaciones
El tamaño, ubicación y costo depende más de los medios disponibles que de
cualquier otro criterio. Sin embargo, la casa debe cumplir con ciertos
espacios como: cocina, baños, dormitorios (al menos 6 camas) y ambiente
común agradable.
Operación
a) Requerimientos para el Equipo Profesional
No hay equipo profesional.
b) Procedimientos de Selección de Usuarios
Los usuarios son aceptados por el grupo que habita la casa, si por medio de
votación se aprueba en un 80% que el nuevo usuario ingrese. Además este
debe demostrar asistencia a Alcohólicos Anónimos (AA) u otra institución de
rehabilitación.
c) Normas de Convivencia y de Conducta para los Usuarios
Es posible destacar las siguientes normas de convivencia:
Primero, los usuarios tienen que abstenerse de cualquier tipo de droga.
Segundo, los miembros de la casa deben haberse presentado algún tipo de
rehabilitación intermedia, puesto que las Oxford House no son unidades de
desintoxicación.
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Tercero, el miembro de la casa debe demostrar que está asistiendo
regularmente a dispositivos de rehabilitación intermedia u otro tipo de
acompañamiento a la recuperación (como reuniones de AA).
Cuarto, las casas serán para personas del mismo sexo.
d) Mecanismos de Financiamiento Toda la casa debe funcionar en base a lo que recibe por concepto de
alquiler. Este incluye el arriendo de la casa, su mantenimiento y los gastos
diarios de la vivienda.
2.1.2 Caso: Viviendas de Apoyo a la Reinserción en Andalucía (V.A.R)
Estructura Organizacional de la Vivienda de Apoyo
a) Dirección y Administración – Responsabilidades
Las Viviendas de Apoyo a la Reinserción (antes Pisos de Apoyo a la
Reinserción), surgen en 1993 con el objetivo de facilitar la adaptación del
individuo al medio social, mediante la residencia temporal en una vivienda
normalizada, con tutela de personal técnico cualificado.
b) Niveles de Participación y Autonomía
La participación y la autonomía se relacionan más bien a reglas establecidas
para la generación de confianza entre profesional y usuario:
� Confidencialidad en cualquier información relacionada con su proceso de
tratamiento, incluido el secreto de su estancia, excepto si existe una
petición judicial de algún dato de su Historia Clínica.
� Atención individualizada según sus necesidades específicas,
proporcionando una asistencia técnica correcta con los medios
profesionales disponibles, y con los mínimos riesgos, dolor y molestias,
tanto físicas como psíquicas.
� Cauces formales para declarar quejas y sugerencias, debiendo existir unas
hojas de reclamos, así como un buzón de sugerencias.
c) Mecanismos de regulación y control
Todos tienen historia biopsicosocial que consta de: aspectos familiares,
laborales, judiciales, sanitarios, formativos, etc.
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Se realiza seguimiento y evaluación continua de los objetivos planteados
inicialmente con cada uno de los usuarios, así como el grado de
cumplimiento de los mismos. Estos son evaluables objetivamente y el
itinerario de Incorporación Social incluirá un método para medir el progreso
y resultados de las intervenciones.
Las salidas terapéuticas de las VARs se concretan en varios momentos del
tratamiento, y su objetivo fundamental es el seguimiento del usuario en su
Centro de Tratamiento Ambulatorio, la intervención con la familia (previa
cita concertada) y, la puesta en práctica de las indicaciones del profesional
de la VAR por parte del usuario.
El familiar responsable tiene derecho a estar informado sobre los
tratamientos (previo consentimiento del usuario), a asistir y participar en las
entrevistas acordadas, así como a recibir información de aquellas decisiones
urgentes que hayan de ser adoptadas en relación al usuario y de aquellas que
puedan incidir en la salud o situación del mismo.
Construcción y Habilitación
a) Plan Estratégico Alineado con la Política Nacional
El II Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones se plantea los siguientes
Objetivos Generales en el Área de Incorporación Social:
� Facilitar el proceso de cambio en personas con problemas de
drogodependencias y adicciones con dificultades de Integración Social, a
través de estrategias que permitan alcanzar el desarrollo de sus habilidades
sociales, culturales y educativas.
� Promover que la comunidad facilite el proceso de Incorporación Social y
admita en las redes normalizadas a personas con problemas de
drogodependencias y adicciones.
� Garantizar la atención de las necesidades sociales de los consumidores de
drogas y otras adicciones, favoreciendo el inicio de un proceso de
normalización social.
� Promover estrategias específicas de intervención para la Incorporación
Social de drogodependientes en activo con especiales dificultades para
acceder a las redes normalizadas.
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Las Viviendas de Apoyo a la Reinserción pretenden ocupar un espacio donde
puedan desarrollarse algunos de estos objetivos, constituyéndose como un
recurso específico integrado en la Red Asistencial.
Operación
a) Procedimientos de Selección de Usuarios
� El ingreso en una VAR se realiza únicamente a través de una Comunidad
Terapéutica o un Centro de Tratamiento Ambulatorio sean públicos o
privados- concesionados o del Equipo de Apoyo a Instituciones
Penitenciarias (EAIIPP), debidamente registrados y acreditados
pertenecientes a la Red de Drogodependencias.
� Se atenderá todo tipo de adicciones en programa libre de drogas o en
programa de tratamiento con metadona.
� La edad de los usuarios destinatarios será mayor a 18 años.
� Manifestar voluntariedad en la realización del tratamiento por parte de los
usuarios.
Fuente: II Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones (2005)
b) Función de la Vivienda de acuerdo al Tipo de Usuarios Seleccionados
Son unidades de alojamiento y convivencia ubicadas en edificios o zonas de
viviendas normalizadas destinadas a drogodependientes durante su proceso
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terapéutico. Estos recursos están especialmente indicados para personas que
carecen de un sistema de relaciones y de vinculación con el entorno.
Atienden a personas que previamente han logrado una estabilización en su
proceso terapéutico necesitando de éste recurso para su Incorporación Social
y normalización.
c) Normas de Convivencia y de Conducta para los Usuarios
� Conocer, respetar y cumplir las normas establecidas en el Reglamento de
Régimen Interior.
� Participar en las actividades y programas que se realicen en el centro,
tendentes al cumplimiento del programa de rehabilitación.
� Respetar a los profesionales encargados de la atención al usuario, así como
las decisiones que se tomen para el correcto cumplimiento del programa
terapéutico.
� El familiar responsable tiene el deber de conocer y cumplir las indicaciones
que se establezcan para la correcta atención a los usuarios.
2.2 Experiencias Nacionales
2.2.1 Caso Corporación Mañana (Santiago)
Estructura Organizacional de la Vivienda de Apoyo
a) Dirección y Administración – Responsabilidades
Corporación Mañana es una entidad privada cuya administración depende del
principal financista junto al equipo de profesionales que se encuentra
gestionando cotidianamente la casa de acogida. Los profesionales a cargo de
la casa son: la gerente general, una terapeuta ocupacional y un educador.
Los residentes de sexo masculino, como usuarios de la casa, generan
procesos de organización y autorregulación de la vivienda, asesorados por el
educador.
b) Niveles de Participación y Autonomía
Los miembros de la casa se reúnen al menos una vez a la semana. La
reunión tiene como finalidad:
� Informa sobre el funcionamiento de la casa
� Resuelven situaciones que afectan la convivencia de la casa
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� Conocen situaciones que afectan a los miembros de la casa
� Conocen de la situación laboral de los miembros
� Revisan planes y proyectos que puedan fortalecer la casa en la dimensión
de intervención y preparación para un egreso efectivo
c) Mecanismos de regulación y control
Cuando hay sospechas de que un miembro esta bebiendo o consumiendo
drogas se comunica al educador, quien conversa con el afectado y luego
comunica la decisión que permite la salida del residente de manera directa.
En términos financieros, se solicita que cada individuo que trabaja pueda
aportar con un 15% del ingreso obtenido en su actividad laboral, como forma
de contribuir directamente a los gastos que genera la mantención de la casa.
Construcción y Habilitación
a) Requisitos Constructivos y Diseño Espacial
La casa corresponde a una casa residencial en el barrio Ñuñoa.
b) Habilitación de espacios e instalaciones
Esta casa fue modificada, sólo en el aumento de baños colectivos,
considerando que por su tamaño contaba con dormitorios espaciosos y un
número que permite el albergue de los sujetos residentes. En cada
dormitorio, hay 3 literas.
Hay espacio comunitario para ver televisión y escuchar música.
c) Plan Estratégico Alineado con la Política Nacional
La corporación tiene un plan de trabajo anual y autónomo respecto a la
política pública.
Operación
a) Plan de Operación Anual
El plan de operación es elaborado por el gerente y el equipo de profesionales
considerando los aportes y sugerencias aportado por los usuarios. Luego, esta
proposición se ve ratificada y/o modificada por el financista principal de la
corporación.
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b) Requerimientos para el Equipo Profesional
Los requerimientos profesionales se encuentran contenidos en el plan anual
de trabajo.
c) Procedimientos de Selección de Usuarios
Los usuarios son aceptados por el equipo de profesionales luego de una
entrevista realizada y de tener los antecedentes del egreso exitoso de parte
de la comunidad terapéutica en la cual el solicitante desarrolló su
tratamiento.
d) Normas de convivencia y de conducta para los usuarios
Los usuarios tienen que abstenerse de cualquier tipo de droga. Asimismo, el
miembro de la casa debe demostrar conducta laboral, es decir, asistir
sistemáticamente a su trabajo y aportar con el porcentaje ya mencionado
para los gastos de mantención de la casa. Deben participar en las reuniones
semanales. Pueden salir un día y recibir visitas, durante el fin de semana.
e) Mecanismos de Financiamiento
El financiamiento principal es derivado del fundador de la corporación, más
los aportes ya mencionados de parte de los usuarios.
2.2.2 Caso: Casa en Marcha (Quillota)
Estructura organizacional de la Vivienda de Apoyo:
a) Dirección y Administración – responsabilidades
Casa en Marcha es administrada de manera compartida por las participantes
y por el equipo de la comunidad terapéutica Joven Levántate. Cada miembro
acepta las obligaciones ya que todos tienen igual derecho a la administración
de la casa. Sin embargo el equipo de la comunidad sostiene una suerte de
supervisión-acompañamiento y control del funcionamiento de la casa.
b) Niveles de Participación y Autonomía
Los miembros de la casa se reúnen de manera informal según los turnos de
trabajo de cada mujer. También tienen encuentros los fines de semana. La
reunión tiene como finalidad:
� Resolver problemas de los miembros de la casa
� Resolver problemas sobre el mantenimiento de la casa
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� Discutir cuestiones referentes al mantenimiento de la casa
� Compartir situaciones cotidianas referidas al trabajo
c) Mecanismos de regulación y control
Las miembros de la casa junto al equipo de la comunidad son los que actúan
de manera auxiliar cuando hay sospechas de que un miembro esta bebiendo
o consumiendo drogas. Es el equipo auxiliar de la comunidad quien decidirá
que ocurre con el reincidente y cuáles serían los apoyos que precisa.
En términos financieros, la casa se auto administra bajo una formula de
subsidio de parte de la comunidad terapéutica sin aporte directo de las
mujeres que residen en ella.
Construcción y Habilitación
a) Requisitos Constructivos y Diseño Espacial
La casa fue construida en el terreno en que se ubica la comunidad
terapéutica, la cual es una escuela reciclada para esos fines.
Cuenta por añadidura de la comunidad, con espacios de patio, zonas de
seguridad y servicios básicos.
b) Habilitación de espacios e instalaciones
La casa está construida en el terreno de la escuela, es sólida de madera,
cuenta con tres habitaciones/baño/cocina/living comedor. Cuenta con
equipamiento básico y elementos de confort.
c) Plan Estratégico Alineado con la Política Nacional
La comunidad terapéutica tiene un plan de trabajo articulado con la política
pública, sin embargo el plan de trabajo de la Casa en Marcha es autónomo
de ésta.
Operación
a) Plan de Operación Anual
Existe una programación anual articulada con la programación de la
comunidad terapéutica.
b) Requerimientos para el Equipo Profesional
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No hay equipo profesional propio de la casa, sin embargo de manera auxiliar
los profesionales de la comunidad acompañan y realizan acciones
profesionales en caso de necesidades de las mujeres. El equipo gestiona
activamente lo que respecta a las relaciones con futuros empleadores y
redes de apoyo.
c) Procedimientos de Selección de Usuarios
Las usuarias son postuladas por el equipo de la comunidad quienes evalúan y
aceptan a las mujeres de acuerdo a cupos disponibles en la casa.
d) Normas de convivencia y de conducta para los usuarios
Las usuarias tienen que abstenerse de cualquier tipo de droga. En caso de
recaída las mujeres no vuelven a la comunidad sino que se trabaja con ellas
esa situación de consumo.
Requisito fundamental es que las mujeres estén trabajando.
Todo conflicto, diferencia o problemas de convivencia no podrá ser resuelto
mediante ninguna forma de violencia. En esos casos existe la mediación del
equipo de la comunidad.
La casa será para mujeres, sólo de la comunidad Joven levántate y no se
permite la estadía de otras personas en la casa. Se evalúa la estadía con
hijos.
e) Mecanismos de Financiamiento
La casa funciona subvencionada por la comunidad terapéutica en cuanto a
gastos de suministros básicos, las mujeres aportan con enseres básicos para
su estadía y operan mecanismos de donaciones por parte de la comunidad y
empresas asociadas.
2.2.3 Caso: Centro Comunidad Terapéutica Colina (Santiago)
Estructura Organizacional de la Vivienda de Apoyo
a) Dirección y Administración – Responsabilidades
Es una institución privada constituida legalmente como organización
funcional. Cuenta con diferentes dispositivos de atención terapéutica a
saber: Programa residencial mixto, Programa ambulatorio mujeres,
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Programa Residencias de medio camino: una residencia para hombres y otra
para mujeres. Es a este último programa, al que pertenecen las viviendas de
apoyo, denominadas en la institución casas de medio camino, dirigidas a
sujetos de diferente condición socioeconómica, que ingresan de forma
voluntaria al dispositivo.
En esta vivienda de apoyo, una segunda modalidad de ingreso son asignación
cupos particulares.
La vivienda de apoyo cuenta con la figura de un jefe de casa o de hogar, que
es parte de los/as residentes; se encarga de mantener la estructura de
funcionamiento y del control presupuestario. Quien llega a este cargo es
alguien que ha superado ciertas etapas de un “escalafón” que se inicia en los
espacios terapéuticos residenciales o ambulatorios, con que cuenta la
institución.
b) Niveles de Participación y Autonomía
La casa funciona como un espacio de habitación-residencia, donde no
existen rutinas demarcadas. Se expresa por parte de los profesionales que
esto se entiende desde un principio de libertad. Por ello, tampoco hay
presencia permanente de profesionales de la institución en este espacio.
No obstante lo señalado, los profesionales realizan visitas sorpresa a la casa
estando o no presentes sus habitantes. Estas visitas tienen por objetivo
controlar la forma en que se está llevando lo doméstico, y por tanto los
hábitos de los/as residentes.
En forma periódica los /as usuarios se reúnen con una profesional de la
institución, para abordar temáticas de organización interna y de relaciones
interpersonales de los/as habitantes el dispositivo.
c) Mecanismos de regulación y control
El jefe de casa lleva un control interno de los gastos, referido al presupuesto
asignado para el funcionamiento de la casa.
Son los/as usuarios quienes realizan una labor de control respecto de
comportamientos que indican posibilidad de consumo; asimismo comunican
estas situaciones a los profesionales de la institución.
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En caso de consumo de drogas, la/el usuario es expulsado de la casa, y si
está de acuerdo puede volver a la comunidad terapéutico o al centro
ambulatorio.
Construcción y Habilitación
a) Requisitos Constructivos y Diseño Espacial
El dispositivo se ubica en inmuebles arrendados, que cuenten con un número
de dormitorios individuales de acuerdo al número de plazas. Se busca que
tenga proximidad geográfica del dispositivo de apoyo. En el caso de
residencias para mujeres se privilegia el que sea departamento, dadas las
condiciones de seguridad que estos ofrecen.
b) Habilitación de espacios e instalaciones
Los inmuebles no son intervenidos.
c) Plan Estratégico Alineado con la Política Nacional
Esta institución considera parcialmente las políticas de salud y de prevención
de consumo abusivo de drogas (MINSAL y SENDA), por cuanto reciben
recursos gubernamentales, vía arancel FONASA.
Operación
a) Plan de Operación Anual
La planificación general de la intervención, así como la proyección
presupuestaria de las viviendas de apoyo, se alinea y define en función del
Plan institucional que incluye los distintos dispositivos con que cuenta la
Corporación Terapéutica Colina.
b) Requerimientos para el Equipo Profesional
El equipo profesional que trabaja con las/os usuarios de las viviendas de
apoyo, es parte del mismo equipo interdisciplinario que trabaja en los otros
dispositivos de la instituciones.
Una trabajadora social es quien tiene a su cargo la relación con los/as
usuarios respecto de temas vinculados con el manejo de presupuestario y
doméstico, convivencia y hábitos de las/os usuario, como asimismo del
trabajo de vínculo con otras instituciones.
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El o la terapeuta con quién se atendía el usuario previo al ingreso a la
vivienda de apoyo, es quien se encarga de dar continuidad al proceso
terapéutico. Quien ejerce como terapeuta puede ser un/a profesional de
cualquier disciplina que se haya formado como terapeuta en drogas en la
misma institución.
c) Procedimientos de Selección de Usuarios
Quienes ingresan a las casas de medio camino son sujetos que han tenido un
proceso terapéutico, ya sea en modalidad ambulatoria o residencial en el
Centro Comunidad Terapéutica Colina, y que de acuerdo a la evaluación
realizada por el equipo no cuentan con redes primarias. De manera
complementaria, que teniendo familias dispuestas a acogerlas, estás son
disfuncionales y por tanto se constituyen en un espacio de riesgo para recaer
en el consumo y/o no constituye una red emocional favorable. Por otra
parte, se considera como criterio de selección que el sujeto presente un
perfil alto.
Para su ingreso las personas son postuladas por los terapeutas. El equipo
técnico a partir de la presentación de la postulación, decide si el sujeto es
apto o no para su ingreso en la Casa.
Uno de los requisitos de ingreso es encontrarse trabajando o estudiando; si
ello no se da, se establece el ingreso en situación de condicionalidad, sujeta
al compromiso de incorporación al trabajo o estudio dentro de los primeros
días de residencia.
d) Normas de convivencia y de conducta para los usuarios
Quienes ingresan a la casa suscriben un protocolo de compromisos que
refieren a los ámbitos de vida en común, restricción de consumo de drogas
(tolerancia cero) y participación en actividades vinculadas a la intervención
(seguimiento y atención terapéutica).
e) Mecanismos de Financiamiento
El financiamiento está dado por arancel FONASA o el pago directo como
atención particular, que realizan los usuarios/as dependiendo de su
condición socioeconómica y sistema de salud.
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III. Capítulo 3
Aspectos Conceptuales y Técnicos en relación con Viviendas de Apoyo
En este punto se analizará aquellos aspectos conceptuales y técnicos que
permiten profundizar los datos obtenidos empíricamente e interrogar la vivienda
de apoyo en su dimensión material e intangible.
Esta perspectiva analítica considera la integración de los hallazgos identificados
en la parte primera de este informe, considerando la complejidad de la temática
y del dispositivo propiamente tal. En este análisis se distinguen 3 ámbitos en los
cuales se contiene el valor de las casas de apoyo a procesos efectivos de
integración social, en individuos que han tenido consumo problemático de
sustancias. Estos ámbitos son:
3.1 De la Vivienda de Apoyo a la Casa de Apoyo
Las viviendas de apoyo en las experiencias estudiadas potencian capacidades que
se sitúan en el ámbito socio- laboral y de empleabilidad, como también
desarrollan habilidades sociales de los sujetos. Con variaciones todas las
instituciones exigen, promueven y gestionan que los individuos tengan una
actividad laboral o de estudios sistemáticos y remunerados, lo que incide
directamente en el uso de los recursos de parte de los sujetos quienes disponen
de los mismos, pero al mismo tiempo aportan un porcentaje a la vivienda de
apoyo para cubrir algunos gastos. Este aporte financiero y/o en bienes, opera
más en un carácter simbólico que efectivamente en incidir en los gastos que
implica este dispositivo, sin embargo, la intencionalidad es afectar directamente
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a los procesos de autogestión y de responsabilidad de los individuos. Se puede
apreciar que esta política transversal de las instituciones apunta directamente al
ejercicio de mayores niveles de autonomía, requeridos una vez que finalicen la
estadía y puedan incorporarse de manera más plena a la vida social regular.
En términos de los sentidos de la casa, el trabajo como imperativo caracteriza
esta vivienda de apoyo y se plantea directamente en la línea que refuerza al
trabajo como uno de los mecanismos de inclusión social.
Nuestra sociedad valora el trabajo y a través de este mecanismo se instala un
modelo cultural, en el cual se despliega las formas de superar la dependencia
social. Para los sujetos que se encuentran experimentando una estadía bajo
esta orientación, acceder al trabajo implica una rutina que además de ordenar,
facilita una participación en el medio social del cual se alejaron una vez
iniciado los procesos de consumo y posteriormente en la etapa de
desintoxicación.
La inclusión paulatina en los circuitos y redes laborales, devuelve la
organización vital de hombres y mujeres e introduce procesos nuevos que
amplifica el sentido de una vida regular ordenada desde fuera y posibilita el
protagonismo de los individuos desde sus propios universos subjetivos
considerando los contextos en los cuales se sitúan.
Concordante y reconociendo los contextos particulares, un sentido que aporta la
casa es aquel vinculado a la condición de género. En las construcciones binarias
asociadas al género, lo privado relegado a lo doméstico, representa la
reproducción, y lo público, situado en el trabajo, lo productivo; ubicándose a
las mujeres en el primero de estos ámbitos y a los hombres en el segundo. Lo
anterior refiere a la división sexual del trabajo, a las posibilidades y límites de
desenvolvimiento y actuación, como asimismo a las valoraciones y significados
asociados a estos atributos.
Visto así, se podría sostener que estos dispositivos pueden simultáneamente re-
producir estas lógicas y al mismo tiempo, contienen la posibilidad de generar
quiebres respecto de prácticas y representaciones de género tradicionales. Las y
los usuarios de estos dispositivos se ven confrontados a experimentar y
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desenvolverse tanto en lo privado como en lo público, y por esta vía flanquear
las fronteras de las inscripciones de género. No obstante, la invisibilización de
la dimensión de género en la intervención, puede suponer que hombres y
mujeres parten en igualdad de condiciones, opacando las atribuciones y
estereotipos asociados a lo femenino y lo masculino, que pueden tanto favorecer
como restringir los procesos de autonomía e integración social.
Es importante considerar las construcciones de género a partir de las cuales, en
el juego de ordenamientos y posibilidades los sujetos reelaboran sus vidas
concretas (De Barbieri, 1996). En tanto, como se señalara en el capítulo de los
hallazgos, el género no se presenta neutro respecto del consumo, ni respecto de
la incidencia que tiene el ser o haber sido consumidor/a de sustancias para los
procesos de reconocimiento e integración social de los/as sujetos.
Un sentido que se agrega al anterior, es aquel que aporta la casa en lo referido a
la constitución de la vida en común (Todorov: 1995). Las casas de apoyo
evidencian formas de interacción en la cual los vínculos sociales superan la
funcionalidad y lo pragmático que implica la gestión de un espacio que tiene un
número de individuos mayor al promedio de una famila y sin vínculos de
consanguineidad.
Se aprecia un valor asignado a los lazos establecidos entre los miembros de la
casa, se proyectan de manera singular a través del tiempo, imaginando formas
en las cuales una vez egresado de este espacio normativo, pueden hacer
factible una búsqueda de vivienda que compartan. Es relevante reflexionar
sobre esta situación, ya que en términos concretos, la vivienda de apoyo puede
permitir imaginar formas de convivencia diferente a la clásica y/o establecida
social y culturalmente. Más que amplificar y/o de-formalizar la idea y
constitución de familia, se hace posible que los procesos de ayuda mutua
experimentados entre los miembros de la casas de apoyo, permite que se re-
signifiquen de manera crítica sus propias historias familiares, haciendo posible
una re-creación de los lazos y del sentido de la vida en común de acuerdo a sus
proyectos e intereses que se hacen distintos y diversos, posterior a estos
procesos de residencia prolongada (Bertaux: 1995).
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La casa de apoyo, demarca de manera clara y precisa que si bien es de carácter
residencial, no tiene estructura, organización ni objetivos que puedan
asemejarse a las comunidades terapéuticas. Esta diferenciación influye
directamente en las formas relacionales y en la manera como se incorpora este
dispositivo en las prácticas cotidianas de los sujetos. La decisión para gestionar
el tiempo diario en relación a acuerdos colectivos, gestionar recursos, circular
libremente por el espacio, recibir visitas, entre otras posibilidades, es un
potencial de comparación entre la alta normatividad de la comunidad
terapéutica que les ha precedido y la situación presente.
El énfasis que pone la casa, en el acompañamiento socio-laboral, aleja la figura
de la intervención psicoterapéutica y farmacológica necesaria en la fase de
desintoxicación y de dependencia abusiva de drogas. Es relevante poner en
juego entonces, esta manera en la cual este dispositivo asume a individuos que
en su historia reciente, han experimentado procesos de alta formalización y
regulación externa y se inician en formas sociales en las cuales emergen
escenarios diversos y complejos, en donde las voluntades precisan ser
expresadas como forma de hacer factible la organización y la vida cotidiana de
la casa.
En concordancia a lo anterior, entonces si bien la casa de apoyo es distinta a las
comunidades terapéuticas y a los procesos potenciados en esa instancia,
podemos afirmar de manera paradojal que igualmente se hace presente y habría
que imaginar que las intervenciones conducentes a procesos efectivos de
integración social, precisan tener una mirada global que incorpore el decurso
vital de las experiencias de los individuos.
La valoración de la trayectoria vital en su dimensión diacrónica, hace posible
afectar procesos con mayor incidencia desde la intervención profesional, sea
ésta: psicológica, social, cultural, entre otras. Podemos afirmar que
dependiendo de las orientaciones previas recibidas, habrá mayor ductilidad y
plasticidad, para los procesos que ponen al individuo en una disposición flexible,
abierta y creativa frente al medio y serán determinantes en una inserción
efectiva, concreta y con proyecciones a través del medio (Montero: 2003).
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Siguiendo este planteamiento y que permite consolidar lo expresado en el punto
anterior, lo constituye el equipo profesional con el que cuenta la casa. Los
alcances de la intervención ejercida desde un equipo de profesionales
interdisciplinario, permite afirmar sobre las orientaciones y alcances que se
quiere desplegar en este dispositivo. La forma de situarse desde lo contingente
y con propósitos definidos, sin por ello dejar de considerar la trayectoria de
larga duración de los sujetos, plantea una posibilidad en la cual se parte desde
los potenciales de cada uno de los individuos y no desde sus problemas,
afectando directamente el tipo de relación que se desea establecer. La
apertura al medio social, sea en trabajo de redes y de coordinación, devela una
práctica profesional que implica una práctica cultural simultáneamente, en el
cual los dispositivos dialogan con el tiempo social y con las instituciones,
evitando situaciones de endogamia y autorreferentes (Varela: 2000).
De manera complementaria, una intervención profesional explícita y con límites
que demarcan formas de responsabilidad compartida, puede configurar otras
formas de relacionamiento. Este tipo de relaciones puede modelar,
potencialmente a los individuos una vez egresados de este dispositivo de
intervención.
Los equipos profesionales no sólo afectan una intervención específica, que en
este caso, sería lo referido al ámbito socio-laboral. De manera complementaria
pueden intervenir para hacer factible una reflexión crítica sobre las formas de
poder diferenciadas establecidas en la sociedad, las cuales serán observadas y
experimentadas posteriormente por parte de los usuarios de este dispositivo.
El equipo profesional, asoma de manera capital la constitución cultural de las
relaciones sociales y al mismo tiempo, su potencial de cambio y transformación
(Morin: 2008).
Se puede afirmar que la casa de apoyo, aporta una pluralidad de sentidos que
amplifican al individuo como ser social. Sin embargo, el sintetizador que
permite imaginar que lo anterior es plausible, se vincula directamente al perfil
de ingreso que debieran tener los usuarios de este dispositivo. Se constata que
en este ámbito es necesario definir de manera plural y diversa, perfiles que
permitan imaginar una estadía y egreso exitosos, incorporando variabilidad, a
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fin que se aumente el número de individuos que puedan ser partícipes de esta
instancia. Concretamente, problematizar la participación exclusiva de aquellos
sujetos definidos desde la comunidad terapéutica, como de perfil alto o de alto
exitoso, es una variable determinante.
3.2 Casa de Apoyo: Espacio y Lugar
La dimensión espacial es uno de los aspectos relevantes a la hora de discutir
técnica y conceptualmente el dispositivo de las casas de medio camino. Se
advierte en las indagaciones de literatura comparada, pero en términos de
evidencia empírica, que las casas de acuerdo a la espacialidad, pueden aportar
y fortalecer procesos de mayor autonomía individual y de ayuda mutua, como
también a generar sólo protección y habitabilidad en un sentido literal.
El espacio habitado puede transitar desde la satisfacción de la necesidad
primaria de protección y resguardo en una dimensión de aquello básico para la
condición humana, hasta otorgar sentido de lugar (Augé: 2007). En esta última
versión, la identificación con el lugar como dimensión territorial aborda
directamente aquellos ámbitos denominados como intangibles o inmateriales.
Los procesos de mayor autonomía relativa, se logran articular cuando de manera
compleja y a veces en desequilibrio, la materialidad necesaria para aquello
primordial va acompañado de la posibilidad de encontrar en ese espacio, los
sentidos resultantes de la búsqueda de pertenencia y de identidad. Las casas de
medio camino pueden configurarse en esta extensión de la materialidad en
términos de lo básico, a zonas y regiones en los cuales los individuos se
inscriben y descubren los límites de su propia individualidad y la necesidad de
estar junto a otros (Giannini: 1987).
Siguiendo en la reflexión que alude a la vida en común, los espacios como
expresión de lugar, son en la medida que al mismo tiempo permiten
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acompañamiento y soledad. Esta dinámica de la alteridad, conlleva grados
necesarios para que una casa de medio camino tenga que prestar atención en la
forma como recicla una casa y/o bien como en las modificaciones que haga, se
incorporen estas necesidades existenciales y psico-sociales, sin por ello perder
la característica de una casa de medio camino.
3.3 Institucionalidad: Gestión y Financiamiento
Las definiciones respecto a institucionalidad y financiamiento del dispositivo
Viviendas de Apoyo para la inserción Social, deben elaborarse en directa relación
con el contexto de realidad de nuestro país. Desde luego, la experiencia
internacional es valiosa como referente para nutrir una discusión sobre la
materia, por lo que aporta conocimiento significativo acerca de las lecciones
realizadas en otros países comparables. Sin embargo, es esencial instalar como
principio de diseño de una política como las de Viviendas de Apoyo, un proceso
de planificación estratégica que permita, en estricta consideración del contexto
nacional, relacionar los objetivos con los recursos y ambos con la organización y
la gestión de este nuevo dispositivo de intervención.
3.3.1 Definir y Precisar Objetivos de la Intervención
En el punto de inicio de este proceso está la necesidad de aclarar con nitidez, el
objetivo que se persigue con la nueva intervención, esto es, cuál es el valor
agregado por el nuevo instrumento en el campo de la intervención pública en el
sistema de protección y prevención del consumo de drogas y alcohol. Para esto,
es esencial conocer cómo llegan los usuarios a la casa de apoyo, cuál fue su
experiencia en la comunidad terapéutica; por ende, saber cómo fue evaluado el
resultado de la intervención para la rehabilitación, es decir, cómo se definió un
resultado exitoso y en qué se diferenció de un resultado no exitoso.
Es muy probable que a la vivienda de Apoyo lleguen los casos más exitosos para
iniciar el proceso de Inserción Social y, para estos usuarios, es necesario
visualizar el perfil de egreso como objetivo del Dispositivo.
La claridad con respecto al valor agregado, permite a la ciudadanía, a los
congresistas y al gobierno, conocer el destino principal de la asignación de
recursos del Estado que esta nueva herramienta requiere, cuando los recursos
usados son, en su totalidad o en parte, públicos. Al mismo tiempo, permite
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visualizar la necesaria comparación con el uso de esos recursos en otra
intervención pública en el ámbito social. Cabe notar que el objetivo debe
definirse en directa relación con la población objetivo, esto es, con el cambio
desde el perfil de ingreso esperado de usuarios y el perfil de egreso que se
propone como meta del Programa.
La definición del resultado esperado de las Viviendas de Apoyo no es simple
porque, como se ha mostrado en este estudio, existen distintos enfoques del
dispositivo y también distintas opciones de tratamiento, dependiendo del perfil
del usuario. Dado que el dispositivo se inscribe en un proceso de rehabilitación,
sus objetivos deben incluir la complementación y sinergia con la política
nacional en la materia.
El objetivo y la población a intervenir conforman una unidad. Por tanto, la
demanda por el nuevo dispositivo debe haber sido precisada en un diagnóstico
previo que, junto con el análisis de las prácticas en otros países y en Chile,
incluya antecedentes suficientes que permitan fundamentar el impacto positivo
de la intervención a realizar.
Es conclusión de este estudio, que las definiciones estratégicas para el
dispositivo vivienda de Apoyo a la Inserción Social, deben basarse en un
diagnóstico que permita objetivar el perfil de las personas que egresan del
sistema de rehabilitación del SENDA y, desde allí, identificar un perfil de egreso
de los usuarios (una intervención social con la mayor probabilidad de éxito) y un
número de usuarios estimado, que serán la demanda de las Casas de Apoyo22.
3.3.2 ¿Qué servicio se entrega?
Estimada la demanda y aclarado el objetivo que se quiere obtener con la
población objetivo, se requiere establecer qué servicios serán entregados a
través del dispositivo. Desde luego, estos servicios constituyen el modo de
intervención en la etapa final del proceso de rehabilitación. Por tanto,
dependiendo del tipo de usuario, los servicios a entregar son distintos, tanto
como el grado de autonomía que se decide entregar a los usuarios.
22 Una intervención puede fracasar por estimar inadecuadamente su demanda, aunque el objetivo sea valorado socialmente.
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Son preguntas relevantes: qué actividades se realizarán, en cuánto tiempo, en
qué dimensiones. Junto con la definición de los servicios, debe establecerse una
cantidad de estos servicios y un nivel de calidad que será exigido por el sistema
como estándar23.
3.3.3 Anticipar la Evaluación de Impacto
Debe notarse que contar con información actualizada sobre la población
atendida, los servicios entregados, la calidad de esos servicios, los recursos
usados en su provisión y el cumplimiento (o no) de los objetivos de mediano y
largo plazo previstos, son la información necesaria para realizar una evaluación
de impacto del Programa. Con esto se facilita la comparación de los resultados
(impactos) con los recursos utilizados y, si se cuenta con información continua
acerca del desempeño y resultados del programa, permite realizar ajustes en los
distintos aspectos de su ejecución.
3.3.4 Procurar la eficiencia en la gestión
Al lograr definiciones claras respecto a los objetivos, la población objetivo, los
servicios a entregar, y los recursos, se cuenta con antecedentes esenciales para,
bajo criterios técnicos rigurosos, establecer procedimientos que aseguren la
eficiencia del programa.
En efecto, es posible determinar una escala eficiente de operación de las
Viviendas de Apoyo, esto es, una Unidad de Referencia Eficiente, que sirve
como patrón de medida del desempeño de las mismas24. Es decir, para esta
Vivienda de Referencia, es posible estimar el costo en Infraestructura,
Instalaciones, Equipamiento, Recursos Humanos, Gastos operativos, Gastos
generales, que se requiere para dotarla con los recursos y capacidades
suficientes para prestar servicios de alta calidad a un costo eficiente (es decir,
el mínimo posible).
Esto refuerza la importancia que se asigna en este estudio al diagnóstico del
egreso del programa de rehabilitación. Esto permitiría establecer el tipo de
23 Sobre todo pensando que el dispositivo Casa de Acogida, puede ser también una iniciativa totalmente privada, como se vio en el transcurso de esta investigación. 24 Se trata de establecer un benchmark.
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intervención requerida y una escala óptima para la Vivienda de Apoyo25, que se
constituya en referente para: la definición del estándar de calidad de los
servicios a entregar, los productos a generar, los resultados a obtener y los
recursos a utilizar.
Estas definiciones facilitan el acceso y la gestión de recursos públicos y privados
asignados a este instrumento, tanto para los organismos públicos involucrados
como para la participación de agentes privados como administradores del
dispositivo Casa de Apoyo. Genera un marco de compromisos para el responsable
del programa como para sus ejecutores, que incluye indicadores para la
medición de la gestión y los resultados obtenidos.
3.3.5 Modelo de Gestión y Mecanismos de Financiamiento
La forma en que un conjunto de recursos se administra para conseguir un
resultado esperado, se enmarca en el concepto de gestión o administración.
Desde luego, debe distinguirse dos niveles de gestión: el de la política pública y
el de los programas de rehabilitación.
a) Política Pública
En el nivel de la política pública, el SENDA es el organismo responsable de
diseñar e implementar el programa de Viviendas de Apoyo. Por lo tanto, recae
en SENDA la tarea de realizar un proceso de diseño que cautele los principios de
eficiencia, eficacia y accountability en la ejecución del Programa, sin descuidar
el propósito principal que es complementar los Programas de Rehabilitación
ejecutados o regulados por el SENDA.
La experiencia internacional y nacional revisadas, muestra que existen diversas
maneras de resolver el modelo de gestión de este programa. El modelo de
gestión depende de las definiciones estratégicas que se ha mencionado más
arriba; es una consecuencia de esas definiciones y no las sustituye. El modelo de
gestión corresponde al cómo hacer, es instrumental. El qué hacer es parte de la
decisión estratégica inicial.
En el nivel de la Política Nacional, el diseño debe alcanzar un equilibrio entre los
recursos empleados y el resultado obtenido, que sea aceptable para el Principal
(SENDA) y para el organismo de asignación de presupuestos (DIPRES).
25 También, distintas escalas para distintos tipos de intervención.
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Esto puede operacionalizarse mediante la conformación de una institucionalidad
adecuada, en que al menos se reconozca tres niveles:
a. El nivel de coordinación con la política pública, a través del SENDA. Esto
implica la operación de un Comité Directivo con participación de un
representante del SENDA o, alternativamente, con un Plan de Trabajo validado
por SENDA.
b. El nivel de coordinación entre las Casas de Apoyo, lo que puede realizarse a
través de un Consejo de Administradores o Líderes de las Casas, que se reúna
una vez por año a intercambiar conocimientos y planificar actividades
transversales.
c. El nivel de coordinación de los usuarios de las viviendas de Apoyo, el cual
debe resolverse en consonancia con el nivel de autonomía y participación que el
perfil de ingreso y el tipo de intervención definidos para cada Casa.
d. En el nivel de administración de las viviendas de Apoyo, puede adoptarse una
estrategia de gestión que respete los espacios de autonomía de cada Casa, pero
responda a un Marco General de Objetivos. Esto se operacionaliza de la siguiente
manera: una vez que se define la población objetivo, el perfil de egreso meta y
las intervenciones requeridas, se determina el presupuesto en base a la
población que se espera atender, medida en Unidades Equivalentes (viviendas de
Apoyo). La discusión presupuestaria se instala en términos de la población que se
podrá atender y no en la capacidad del SENDA o de las viviendas de Apoyo para
administrar recursos26.
Es importante señalar que el porcentaje de autofinanciamiento que se exija a los
usuarios de las viviendas de Apoyo, dependerá de factores técnicos de la
intervención y no de un criterio económico definido por fuera. Este porcentaje
de autofinanciamiento, será complementado por el presupuesto público hasta
completar los recursos necesarios para una operación eficiente y de calidad de
las Casas de Apoyo.
b) El rol regulador del SENDA
26 Las viviendas de apoyo serán un Sub-Programa en Programa de Tratamiento Rehabilitación y debe considerarse la armonización de las Casas de Apoyo con las prácticas que el SENDA ya tiene respecto a unidades de intervención similares, tales como los Centros de Tratamiento con los cuales tiene convenios. Esto, porque la Casa de Apoyo será una continuación (o complemento) del Programa de Tratamiento que el SENDA desarrolla.
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Es importante resolver en el diseño del programa el papel regulador del SENDA
como responsable en el Gobierno de ejecutar la Política de Rehabilitación. Esto
implica otorgar un carácter normativo y regulatorio al SENDA, función que le
permite direccionar la gestión de las Viviendas de Apoyo y asegurar su
alineamiento con las directrices del Programa de Rehabilitación.
Este carácter normativo y regulador (son complementarios), implica utilizar (o
adquirir nuevas) competencias en la elaboración de normas y en la supervisión y
fiscalización de su cumplimiento27.
Las dimensiones en que es necesario establecer normas y estándares son las
siguientes:
- Contar con instrumentos de gestión estratégica (mencionados en la
siguiente sección)
- Contar con instrumentos de gestión operacional anual
- Protocolos de intervenciones profesionales
- Acuerdo de usuarios respecto de conductas, especialmente relacionadas
con el consumo
- Tipos de profesionales, experiencia
- Equipamiento mínimo
- Espacios físicos: características y usos
A través de la normalización, el SENDA puede cumplir su rol de responsable del
programa, sin necesariamente participar en la gestión de las Viviendas de Apoyo.
De esta forma, establece qué servicios se entregan, qué cantidad de servicios y
con qué nivel de calidad.
c) Organización del Programa
Para que el SENDA cumpla adecuadamente esta función es necesario que se
establezca un dispositivo adecuado a esta finalidad. Esto es, identificar (o crear)
una unidad administrativa cuya función será la que se encargará de interactuar
con las Viviendas de Apoyo desde el SENDA y designar a sus encargados. Esta
27 La generación de normas y estándares aparece como una actividad ineludible, considerando que este dispositivo puede ser provisto por fundaciones o empresas privadas, las que a pesar de su financiamiento sin uso de recursos públicos, deben garantizar un resultado coherente con la política pública en esta materia.
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Unidad, deberá generar los procedimientos administrativos y los sistemas de
información que se requieren para cumplir su tarea en la forma más eficiente,
eficaz y sin obstaculizar el desempeño de las Viviendas de Apoyo.
La función de esta Unidad es supervisar la operación de las viviendas de Apoyo
que estén bajo la tutela del SENDA, asegurar el cumplimiento de los Planes de
Trabajo comprometidos, controlar el cumplimiento de normas y estándares en
los procedimientos que se realizan en las viviendas, canalizar los requerimientos
de las administradores de viviendas de Apoyo, apoyar la operación del Consejo
de Administradores de viviendas de Apoyo.
Debe notarse que este diseño es independiente de si las Viviendas son operadas
por el propio SENDA, si son de administración delegada, si son operados por
organismos privados o corporaciones público-privadas.
d) Toma de decisiones en la Vivienda de Apoyo
El sistema de toma de decisiones tiene distintas opciones de participación de los
estamentos: SENDA, directivos y administradores y Personas en Reinserción
Social. Las experiencias revisadas muestran una diversidad, desde la autonomía
de los usuarios de las Oxford Houses, hasta aquellas intervenciones en que el
usuario no tiene participación en las decisiones adoptadas en la Vivienda.
La mayor o menor participación de los usuarios (y de otros estamentos) en la
solución del objetivo de inserción social juega un rol significativo. Sin embargo,
esto requiere adaptarse a la realidad nacional. Un diagnóstico sobre esta
materia puede ilustrar qué grado de participación (y autonomía), es adecuado al
perfil de los usuarios que transitan por el Programa de Rehabilitación del SENDA.
e) La asignación presupuestaria
Los recursos de operación de las Viviendas de Apoyo pueden provenir del sector
público, de organismos privados sin fines de lucro o de empresas. Para resolver
la fuente de financiamiento más adecuada, es necesario realizar un análisis de la
función pública que está en ejercicio. Lo que concierna a esa función pública,
corresponde que lo resuelva el Estado con recursos públicos; si la función pública
puede cumplirse con colaboración privada sin afectar su responsabilidad, puede
utilizarse la ley de donaciones como instrumento de financiamiento. Si se estima
que no hay necesariamente una función de naturaleza pública involucrada, el
sistema puede operar en forma independiente del Estado. En el caso de Chile, la
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experiencia indica que el sector privado puede perfectamente coadyuvar en esta
tarea pública. También las experiencias revisadas en este estudio muestran
ejemplos de modelos de gestión privados (como las Oxford Houses), modelos de
gestión públicos (como las Viviendas de Apoyo de Andalucía), modelos de gestión
mixtos, como los visitados en el curso de este estudio:
Centro Comunidad Terapéutica Colina, cuyo financiamiento proviene de recursos
aportados tanto por el Estado, a través de MINSAL (70%) como por el cupo de
particulares (30%). Esta corresponde a una estrategia de financiamiento
compartido.
En el caso de la Casa en Marcha, participa el municipio (uso de la infraestructura
de una escuela abandonada), el SENDA (para la mantención del capital humano),
y la comunidad (generalmente un aporte en bienes).
El 100% del financiamiento de la Corporación Mañana es privado. El principal
aporte proviene de un solo donante (Fundación que aporta el 85% o más de los
recursos requeridos), y por otra, de parte del sueldo de los participantes que
contribuyen con un 15% de su ingreso.
Cada forma de financiamiento implica estrategias distintas y definiciones previas
acerca del tipo de usuario y el servicio a prestar. El modelo de financiamiento
puede ser determinante en generar conductas de autonomía o de dependencia
en los usuarios. Un modelo mal seleccionado puede afectar el propósito del
programa. Es probable que, dependiendo del tipo de usuario, pueda resolverse
en forma técnica el tipo de financiamiento, atendiendo al grado de
vulnerabilidad del usuario.
Un aspecto que debe resguardarse en el diseño del programa, es generar
condiciones de sustentabilidad en el tiempo para el programa, en la medida que
sus resultados sean los esperados.
f) Activación de Incentivos
Cualquier intervención del Gobierno en un área específica de la sociedad, activa
una condición de nuevos incentivos o motivaciones para conductas específicas.
Esto ha sido un tema de larga discusión en la teoría y práctica de la política
pública. En efecto, cuando el Estado proporciona un servicio, genera intereses
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de diverso tipo en los diversos actores que están involucrados: desde el
diseñador de la política (policy maker), hasta el beneficiario.
Entre medio, existen otros actores: los servicios públicos ejecutores de la
política, las unidades administrativas encargadas, los entes operadores o
colaboradores, los proveedores de servicios o bienes, los competidores de
proveedores y operadores, la población que no obtiene beneficios del programa.
En cada uno de estos actores se activa una conducta que puede ser contributiva
a la finalidad del programa o puede ser obstaculizadora28. En el caso de las
Viviendas de Apoyo, hay ciertos resguardos que es recomendable tener:
� Incorporar estrategias de autofinanciamiento, que pueden exigir un aporte
mínimo al usuario al inicio, pero que se intensifiquen en la medida que el
usuario permanece más tiempo en la Vivienda.
� El nivel de participación de los usuarios en la administración de los
recursos es, definitivamente un factor determinante de su autonomía y
responsabilidad.
� La brecha entre las condiciones de vida en la Vivienda comparada con la
vida “real” o “posible”, puede ser un desincentivo para que el usuario
deje la Casa.
� Transparencia en el procedimiento de selección de usuarios de la Vivienda
y en las condiciones para su mantención en ellas.
Considerar explícitamente este tipo de factores, puede favorecer notablemente
el éxito de la implementación del dispositivo Viviendas de Apoyo, puesto que
evitará o mitigará los incentivos que puedan generar conductas no deseadas en
los actores involucrados.
IV. Capítulo 4
Recomendaciones de Viviendas de Apoyo
Esta sección se encarga de proponer un conjunto de normas o directrices como
elemento ordenador de la acción pública y privada en el ámbito del diseño de un
28 Por ejemplo, una persona con contacto a nivel de la población demandante de soluciones habitacionales, puede encontrar una fuente de ingresos en la tramitación de las solicitudes.
IInnssttaallaacciióónn ddeell IInnssttrruummeennttoo VViivviieennddaass ddee AAppooyyoo ppaarraa llaa RReeiinnsseerrcciióónn SSoocciiaall eenn CChhiillee IINNFFOORRMMEE FFIINNAALL
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nuevo dispositivo de apoyo a la rehabilitación y reinserción social, que es el
dispositivo de Viviendas de Apoyo. Resulta evidente que las tareas de instalación
y funcionamiento de las Viviendas de Apoyo a la Reinserción Social, requiere un
marco previo de definiciones estratégicas respecto a los objetivos de esta
intervención.
Considerando las definiciones preliminares generadas en el ámbito de la
investigación y la discusión desarrollada en el marco de este estudio, enseguida
se expone cuáles son las dimensiones en las cuales la normalización es más
necesaria y cuáles son las recomendaciones que el equipo consultor entrega al
SENDA para contribuir en la definición de tales normas.
4.1 Recomendaciones relacionadas con el Perfil del Usuario
Se evalúa la necesidad de establecer el perfil de los egresados de programas de
rehabilitación del SENDA, con el objeto de formular un Programa pertinente al
contexto nacional.
El perfil debe surgir de un estudio acucioso y multidisciplinario, que entregue
orientaciones claras respecto a la definición de una estrategia de intervención
para la casa de apoyo, esto es, qué es lo que se espera el usuario obtenga de su
paso por este dispositivo, es decir, establecer el objetivo que la Casa debe
cumplir.
Si se logra claridad respecto al perfil del usuario, se facilita el diseño de
esquemas de intervención que impliquen, respecto a la Vivienda determinados
dispositivos de tratamiento.
Con este diagnóstico y estrategia definida, es pertinente hacer un proceso de
selección que incluya dos tipos de requerimiento: contar con ciertos atributos y
comprometerse con ciertas reglas.
4.1.1 Atributos
Atributos personales
- Edad: entre 18 y 45 años, joven y adulto. Considerando el potencial de
cambio y tendencias de inserción al mundo del trabajo
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- Sexo: Casas para ambos sexos, integrando en ambas realidades la
perspectiva de género
- Atributos contributivos a la convivencia de un grupo: resolución no
violenta, tolerancia a la frustración y capacidad de diálogo (estas
dimensiones pueden ser monitoreadas a través de instrumentos
psicosociales).
- Antecedentes de salud mental, se sugiere que la patología dual no sea un
motivo de exclusión del dispositivo.
Atributos de pertenencia social
- Existencia de capitales sociales , formas de pertenencia a organizaciones
de distinta naturaleza (entidades deportivas, colectivos culturales, grupos
de mujeres, entre otros)
- Identificación de redes sociales que sostiene el individuo
- Identificación de competencias laborales
Atributos volitivos
- Informe de Egreso del tratamiento de la comunidad terapéutica, el cual
debiera indicar las dimensiones que define el ingreso exitoso utilizado en
esta problemática social.
- Disposición y compromiso para insertarse en el dispositivo de viviendas de
apoyo
4.1.2 Compromisos
Los compromisos de cumplimiento de reglas son relevantes para mantener el
objetivo estratégico de la Vivienda de Apoyo. Estas reglas debieran incluir:
- Normas de gestión financiera de la casa: aporte monetario del usuario
con un tope de 15% del ingreso percibido.
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- Normas de conducta internas del Hogar: asumir tareas domésticas, de
administración, de participación en decisiones y en actividades grupales e
individuales que sean definidas en el momento de ingreso a la vivienda de
apoyo.
- Normas respecto al consumo de drogas: respetar la abstinencia, trabajar
la recaída.
- Tiempo de permanencia: el período de residencia tendría que tener como
mínimo 8 meses y como máximo 18 meses. El tiempo mínimo, es para
evitar que la vivienda se transforme en una habitación con carácter
asistencial. En su contrario, el tiempo máximo es evitar que se prolongue
la estadía en términos de dependencia que afecten los procesos de
autonomía y de inserción social.
4.2 Recomendaciones relacionadas con los Dispositivos de Intervención
La oferta de servicios de la Vivienda debe ser claramente definida, de tal
manera que constituya una referencia de base de la intervención. Es, al mismo
tiempo, un compromiso del SENDA y un derecho de los usuarios.
La oferta estará orientada a la reinserción social, por lo que debe generar
resultados en al menos tres dimensiones: desarrollo laboral, incorporación de
redes sociales y habitabilidad.
La intervención en la dimensión laboral debiera asegurar conexión con redes que
aseguren el proceso de prueba laboral, donde el usuario puede demostrar y
mostrarse a sí mismo su avance y potencialidad.
Para esto, cada Vivienda debe establecer estas redes y operarlas activamente.
Debe procurar que el vínculo con el usuario sea inicialmente centrado en el
aporte de trabajo y progresivamente asocie una compensación monetaria al
trabajo realizado.
La participación en estas redes puede generar una ampliación del capital social
del usuario y conformar una base para su autonomía laboral.
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En este punto queda pendiente una inquietud, que fue motivo de discusión del
equipo investigador y que potencialmente se pudiera dirimir en una
investigación con mayor tiempo y volumen de casos estudiados. La pregunta es:
¿Es pertinente que una misma institución administre dos tipos de
intervenciones que se vinculan de manera consecutiva?
Esta duda, tiene relación con la dificultad de distinguir lo exitoso del egreso de
una institución que se deriva sujetos a sí misma.
4.3 Recomendaciones relacionadas con el Tema de Género
En el marco de la política pública, resulta relevante que estos dispositivos
consideren intencionadamente en la intervención la dimensión de género,
incorporando esta perspectiva de forma transversal. Ello significa, abordarlo a
diferentes niveles: lineamientos, recursos, oferta de servicios, intervención
directa, equipos de trabajo; de forma de potenciar los objetivos de integración
social que persigue el dispositivo.
En el sentido señalado, los lineamientos técnicos deben incorporar tanto
orientaciones para los equipos, como definiciones normativas, que apunten a
favorecer la no discriminación.
La provisión de servicios y la oferta programática, debiera considerar las
situaciones específicas de las y los sujetos a partir de su condición de género, a
la vez que considerar su provisión igualitaria.
En la intervención directa, debiera considerarse la trayectoria vital de las y los
sujetos en su relación a las construcciones de género. A la vez que desplegar
estrategias tendientes a potenciar aquellos ámbitos menos desarrollados a partir
de la socialización. En este sentido, resulta esencial la forma en que se aborde
la relación con el trabajo, la dimensión afectiva, la familia, la maternidad y
paternidad. Esto resulta gravitante en los procesos de progresiva autonomía.
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Se debieran desarrollar materiales de apoyo para el trabajo de los equipos a la
vez que programas de formación para los mismos.
Los diferentes aspectos señalados, debieran ser considerados al momento de
evaluar las propuestas de los dispositivos, así como formar parte de la
evaluación sistemática de los mismos.
4.4 Recomendaciones relacionadas con el Espacio y Habitabilidad
4.4.1 Contar con un Programa Arquitectónico.
Es el equivalente al programa convencional de una casa familiar en cuanto a las
dependencias, pero excedidas de acuerdo a la carga de ocupación (cantidad de
habitantes)
Se recomienda determinar el metraje cuadrado mínimo según cantidad máxima
de usuarios. En este sentido, se recomienda la norma para establecimientos
habitacionales (normas municipales y sanitarias) sobre los metros cúbicos y
renovación de aire por persona en aulas.
El programa debe contener dependencias que no son propias de una casa:
Administración, sala de reuniones o terapias, salas de trabajos o talleres
ocupacionales, trabajo físico o gimnasio o bajo el concepto de salas multiuso.
Por tanto, aplica normativa concerniente a una vivienda incluyendo algunos
aspectos propios de edificios de destino de uso público: vías de evacuación,
circulación expedita asegurada, ancho mínimo de pasillos, baños para usuarios y
administración independientes, accesos y servicios con garantía de acceso a
personas de movilidad reducida (minusválidos), terminaciones específicas (pisos
antideslizantes en baños, cocinas, peldaños, rampas, muros lavables en baños y
cocinas y todas las zonas húmedas).
4.4.2 Asegurar el Sentido de Casa
Garantizar que el programa responda a los elementos propios de una casa, es
decir, vivienda. En este sentido asegurar en el diseño las áreas comunes tantos
las propias de lo cotidiano como corredores y áreas de ocio en que los habitantes
se encuentren entre sí. El diseño interior y exterior debe asegurar los espacios
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que permitan la interacción entre ellos (espacios de socialización). En este
sentido, es importante que los dormitorios no excedan excesivamente el tamaño
en relación a los requerimientos, para evitar el uso como lugar de estar (pero no
impedirlo, más bien, inhibirlo).
Evitar dormitorios individuales que promuevan el aislamiento, y evitar
dormitorios sobre poblados que impidan ciertos momentos propicios de soledad.
En este sentido, dormitorios para 2 personas o más, pero menos o igual a 6,
número que permite organizar un gobierno común de estos espacios y discutir
ciertos horarios de uso fuera del tiempo de dormir.
De acuerdo a lo visto y a las entrevistas, se reconoce como valor importante que
se establezca en estos centros una dimensión de casa, hogar, en el sentido de lo
habitual, cotidiano.
Por esto, es fundamental incluir dependencias con las características propias de
una casa y evitar la imagen de institución, como grandes salas, pabellones,
barracas o alas de edificios mayores.
De esta forma se considera que existe una alta valoración del ambiente que se
acerca al familiar. Aparentemente provoca una instancia de pertenencia y ello
puede llevar a instancias más transversales como el cuidado común, el orden, la
disciplina, los acuerdos, considerar al otro.
4.4.3 Contener lo distinto a una casa
Sin embargo, aún como casa, es distinto, contiene en su programa otros
elementos propios de la institucionalidad, tales como oficinas, talleres, sala de
recursos.
En este sentido, los centros deben abordar la cabida a aquello que no es sólo la
cotidianeidad de la casa. Va más allá, incluye lo propio de instancias externas
como salas de reuniones.Por ello, aparentemente se puede valorar aquello que
no es propiamente cotidiano de la casa como algo que sí lo es.
Finalmente, es recomendable el reciclaje de una casa para orientar su uso como
casa de acogida siempre y cuando su flexibilidad espacial interior pueda asegurar
separar ciertos destinos tales como los relativos al sentido de hogar del de los
servicios y administración.
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4.5 Recomendaciones relacionadas con la Gestión y los Recursos de la Vivienda
de Apoyo
Las recomendaciones que enseguida se presentan, se refieren a requerimientos
para una mejor formulación del diseño del Programa de Intervención para
reinsertar a población que ha sido tratada y rehabilitada en el SENDA.
4.5.1 Obtener Definiciones Estratégicas para el Programa
Una metodología utilizada con frecuencia para el diseño de programas públicos
es la Planificación Estratégica y la construcción de una Matriz de Marco Lógico.
Son herramientas muy equivalente y permiten que, en espacios de discusión de
los profesionales involucrados, se resuelva respecto a la finalidad, el propósito,
los componentes y las actividades de un programa, definiendo para cada uno de
estos niveles indicadores que permitan su seguimiento y monitoreo en el
tiempo29.
Con este tipo de reflexión estratégica, es posible obtener una visión global
acerca de qué misión (objetivo, propósito) se quiere cumplir con el Programa, en
qué plazo, haciendo qué actividades y contribuyendo a cuál objetivo de la
política nacional del gobierno. También, entrega un compromiso de resultados
mensurables, que permiten generar indicadores de desempeño y de resultado.
Estos indicadores son la unidad de medida que el ejecutor del programa acepta
como criterio para que su trabajo sea evaluado en términos de su eficiencia y
eficacia. También en base a estos resultados logrados, el organismo ejecutor
acepta el criterio con el cual el Servicio Público podrá dar cuenta al principal
acerca de la misión encomendada.
4.5.2 Directrices para las Viviendas de Apoyo
Las Viviendas de Apoyo (financiadas con recursos públicos), también requieren
contar con instrumentos que aseguren su alineamiento con la política nacional.
Estos instrumentos deben incluir a lo menos:
� Un Plan Estratégico Alineado con la Política Nacional de Rehabilitación: Al
respecto, cabe señalar que en algunas ocasiones un Plan Estratégico
formulado desde una institución, puede no estar en sintonía con las
29 También esta metodología requiere definir medios de verificación y establecer los supuestos o condiciones de contexto en que la definición de objetivos y actividades es válida.
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líneas matrices que derivan del marco de las políticas nacionales. Este es
el aspecto que se desea cautelar con esta directriz, vale decir, que el
Plan Estratégico, esté inmerso en las macro definiciones que dan sentido y
orientan a la institución. Una estructura organizacional de la Vivienda de
Apoyo con funciones de Dirección y Administración coherente con los
objetivos de la Vivienda: la estructura organizacional, esto es, el medio
mediante el cual se movilizan los recursos de una organización, debe ser
establecida en consonancia con los objetivos de dicha organización. Es
decir, la distribución de cargos y funciones que alimentan la dirección y
administración, debe estar al servicio del propósito declarado para cada
modelo de intervención que se materializa en una vivienda.
� Una definición explícita de los métodos de Participación y Autonomía:
Como parte de especificación organizacional, ha de explicitarse y
publicarse la forma como los usuarios de Casas de Apoyo participarán en
la decisiones que atañen al colectivo y la forma como se medirá la
autonomía de cada cual.
� Una definición de los mecanismos de regulación y control: en toda
organización que busca resultados, han de configurarse mecanismos que
garanticen, por un lado, una adecuada resolución de las controversias, y
por otro, dispositivos que permitan el control de las actividades en
términos de los logros de metas y objetivos, en relación a lo planificado, a
objeto de introducir las mejoras pertinentes que maximicen la
probabilidad de cumplir las metas propuestas.
� Un Plan Operativo Anual: el Plan Operativo Anual es una herramienta
(comúnmente utilizada en los proceso de Presupuesto por Programas),
que describe el conjunto de actividades que valorizan los insumos que se
requieren para la realización de dicha actividades. El Plan Operativo
Anual, debe estar articulado adecuadamente con las definiciones
estratégicas básicas de la organización: la misión, los productos y
usuarios, y los objetivos estratégicos.
� Un Presupuesto de Ingresos y Gastos Anuales: este presupuesto busca
determinar, en un espacio de tiempo definido (generalmente un año),
cuáles serán los ingresos y egresos probables de la organización.
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Constituyen una herramienta de gestión de gran valor, por cuanto
enfrenta a la organización a su realidad financiera y proporciona, de
manera anticipada, una guía para prepararla frente a posibles déficits.
� Un Sistema de Indicadores para el seguimiento del desempeño del Hogar:
este Sistema, constituye una herramienta que entrega información
cuantitativa respecto del desempeño (gestión o resultados) en la entrega
de productos (bienes o servicios) generados por la organización, cubriendo
aspectos cuantitativos o cualitativos. Es la forma en que la gestión de las
Viviendas de Apoyo se integra con la gestión de las otras viviendas y con la
política nacional.
4.5.3 Orientarse a la Eficiencia y a la Eficacia
Si bien el debate entre los seguidores y detractores de la Nueva Gestión Pública
(NPM)30 no está ni lejanamente zanjado, lo cierto es que el sistema de gestión
pública adoptado en Chile se ajusta a los parámetros de la NPM, organizando
procedimientos e instrumentos de evaluación y seguimiento de la gestión, que se
concentran en medir la eficiencia en el uso de recursos y la eficacia con que se
hace, es decir, los resultados obtenidos.
Por esta razón es conveniente instalar procedimientos que aseguren la rendición
de cuenta con las dimensiones y criterios establecidos por el Principal. Esto
también favorece al Servicio, en la medida que establece el marco real en que
podrá operar el programa, esto es, con apego al cumplimiento de los objetivo de
gestión pública del gobierno nacional.
A este fin, colabora particularmente la definición de dos elementos de la
ejecución del programa:
� Las capacidades y competencias de los recursos humanos empleados
� El uso de tecnologías de información para operar sistemas de información
para apoyar la gestión
En estos componentes es posible establecer normativas tanto a nivel central
como a nivel de las Viviendas de Apoyo, que aseguren contar con los
profesionales adecuados a las tareas que se desarrollarán en las Viviendas de
30 NPM_ New Public Management, uno de los modelos de modernización de la gestión pública. Ver The “new public management” in the 1980s: Variations on a theme. Christopher Hood. London School of Economics and Political Science England. http://dx.doi.org/10.1016/0361-3682(93)E0001-W
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Apoyo, determinadas a su vez por los objetivos del programa para cada perfil de
usuarios.
Al mismo tiempo, es factible y conveniente contar con sistemas de información
contable y de gestión que permitan el seguimiento y monitoreo de cada Vivienda
de Apoyo y, al mismo tiempo, del Programa en su conjunto.
4.5.4 Reportes de Gestión
Tanto el programa a nivel central, como las Viviendas de apoyo, deben contar
con formatos de reporte periódico referidos tanto a la gestión (desempeño),
como a la administración financiera.
Estos reportes deben estar integrados con el sistema de información de gestión,
de tal manera que su publicación no implique más tarea administrativa.
Estos reportes permitirán instalar procedimientos de Rendición de Cuentas y
Accountability, para lo cual se adaptarán a los instrumentos existentes en el
SENDA. En la medida que las Viviendas de Apoyo impliquen el uso de recursos
públicos, los reportes contribuirán a asegurar la transparencia del aporte de
recursos de organismos públicos y privados, así como a regular el aporte de los
usuarios de acuerdo con las definiciones de la institución.
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Listado de Anexos
A continuación se presenta el listado de anexos que se entregan en medio
magnético:
� Anexo 1: Informe Integración Social
� Anexo 2: Informe Fuentes Primarias
� Anexo 3: Grupos de Discusión
� Anexo 4: Panel de Expertos
� Anexo 5: Entrevistas a Usuarios de Viviendas de Apoyo
� Anexo 6: Entrevistas a Profesionales de Viviendas de Apoyo