MARISQUEO Y PESCAARTESANAL EN LAPROVINCIA DE HUELVA
RAFAEL CÁCERES FERIA
Fotografías: JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ SÁNCHEZ
Si nos acercamos a cualquier población del litoral onubense al amanecer de una mañana de otoño o primavera , podemos contemplar laestampa de cientos de hombres ymujeres que se dirigen a su trabajodiario en las cercanas plantacionesde fresas y naranjas. Esta imagen,aunque ya se ha convertido en algocotidiano , sorprende, sobre todo, enpueblos sin ninguna tradición agrícola, que han vivido de manera casi exclusiva de la explotación de los recursos marinos. Hasta hace muy poco,muchos de los hombres y mujeresque hoy faenan en lo mares de plásticos de los campos de fresones, querecogen naranjas o envasan frutas ,navegaban por las aguas de Atlántico, recolectaban coquinas en las playas o enlataban sardinas y caballas.Pero desde principios de los añosochenta la agricultura frutícola ha idoganando terreno, en un momento enque muchas de las actividades ligadas a la mar se encontraban en franca decadencia.
A pesar de esta gran transformación , no podemos olv idar que lapesca cont inúa generando una importante riqueza en la provincia deHuelva, y que aún son muchas lasfamilias que viven de la mar. Por estemotivo, y por la larga tradición pescadora, buena parte de la población dellito ral onubense posee una culturamarinera, sus valores, su manera deentender el mundo son más un producto de la mar que de la tierra.
La explotación de los recursos marinos adopta formas sumamente variadas , que van desde las práct icasmás simples ligadas a la estricta superv ivencia , como puede ser el marisqueo a pie, hasta la explotación debancos pesqueros utilizando grandesembarcaciones y complejas artesque requieren elevadas inversiones.En la provincia de Huelva desde hacesiglos conv iven ambos tipos depesca; el cont raste entre estos dosmundos pesqueros se aprecia c1ara-
mente al ver varadas en la arena laspequeñas pateras de madera de IslaCanela o El Rompido, y después contemplar los grandes congeladores delpuerto de Huelva. En las páginas quesiguen, dejaremos a un lado la actividad pesquera de tipo industrial, paracentrarnos en lo que se suele denominar pesca artesanal , aquella quese practica en las marismas, ríos y enlas aguas más próximas a las costas,con pequeñas embarcaciones, un número reducido de tripulantes, artestradicionales y que posee un carácter eminentemente familiar. Utilizamos el término pesca artesanal y nopesca tradicional, pues si bien es verdad que muchas de estas actividadespesqueras perviven desde hace siglos, también es cierto que mezclanelementos del pasado con elementosmodernos: embarcaciones de poliéster, con pateras de madera, motoresfueraborda con remos... No podemosver este tipo de pesca como un vestigio precapitalista tendente a desaparecer, pues aunque algunos de losproced imientos a los que haremosreferencia se usan muy poco e incluso han desaparecido, por falta de rentabilidad, por el agotamiento de algunas especies o por la proh ibicionesde las autoridades pesqueras, en muchos otros casos, estamos ante técnicas que tienen plena vigencia, e incluso viven un período de expansión.
El medio físico
Muchos de los rasgos del sectorpesquero onubense son compart idospor otras áreas pesqueras andaluzasy españolas; pero los puertos deHuelva, como todos los puertos delGolfo de Cád iz, presentan notablespeculiaridades, en parte, producto desu situac ión geográfica y de las características de sus costas.
El litoral onubense se extiendedesde la desembocadura del ríoGuada lquivir hasta la del Guadiana,
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un total de 120 kilómetros de costasbajas y arenosas; esta línea costeraes de formac ión muy reciente y seencuentra en una continua evolución.La desembocadura de los principales ríos de la provincia (Tinto, Odiel,Piedra , Carreras) fragmentan lacosta en numerosos sectores ; además, estos ríos aportan una serie demateriales que ha dado lugar a la formación de flechas litorales, puntas, ya numerosas islas.
En la costa de Huelva podemosdistinguir dos zonas muy bien diferenciadas:
a) Al este de la ría de Huelva,ochenta kilómetros de costas, conacantilados de arenas consolidadas,sometida a una fuerte erosión y contendencia a retroceder. En este sector no han existido puertos importantes, tan sólo algunos asentamientosaislados de pescadores.
b) Al oeste de la desembocadura del Tinto y el Odiel, encontramosunos 45 km de costa pantanosa, demarismas, producto del aporte delos ríos. Son terrenos que se inundan al subir las mareas, y cuandoéstas bajan quedan numerosos islotes rodeados de fango, atravesados por canales de escorrentías,denominados caños . El tipo de terreno ha obligado a situar los puertos en los estuarios de los ríos, presentando el problema que en estasdesembocaduras las corrientes marinas y fluviales originan grandesbancos de arenas , barras , que dificultan la navegación. Este tramocostero es la zona de Huelva dondela pesca ha tenido y tiene unamayor importancia, y donde se sitúan los puertos más importantesde la provincia. En la desembocadura del Odiel, Huelva y Punta Um-
bría, en la del río Piedras, El Rompido y el Terrón; Isla Cristina juntoal Carreras y Ayamonte en la desembocadura del Guadiana.
Las condiciones físicas de lacosta onubense favorecen el desarrollo de la actividad pesquera: unaamplia plataforma continental , quesupera los 40 km, aguas poco profundas con temperaturas cálidas yuna gran riqueza en plancton . Losfondos marinos son en general arenosos y presentan una gran riquezaen moluscos; cerca de las desembocaduras de los ríos se vuelven fangosos, muy propicios para la pesca dearrastre. Estas características, compartidas por todo el Golfo de Cádiz,lo convierten en una de las zonasmás ricas en pesca del litoral peninsular.
La presencia de corrientes marinas atlánticas y mediterráneas favorece el desarrollo de una fauna mixtade especies tanto del Atlántico comodel Mediterráneo; entre las másabundantes están las sardinas, atunes, caballas, jureles , pescadillas,besugos, corvinas; crustáceos: gambas, langostinos y cigalas; moluscos:almejas y coquinas; cefalópodos:chocos, calamares y pulpos.
La posición del litoral onubenseentre dos mares, la cercanía de lascostas africanas y de la frontera portuguesa , ha condicionado notablemente la evoluciónde los puertos deHuelva. Hasta estas aguas han llegado tanto embarcaciones mediterráneas como atlánticas (laúdes ybous catalanes , jábegas malagueñas, galeones gallegos), y con ellaspoblac ión procedente de todos losrincones de la Península Ibérica (catalanes , valencianos, almer ienses,gallegos, portugueses...). Estehecho
46Puerto de Isla Cristina.
Barriada de pescadores de Canela (Ayamonte).
explica la riqueza, variedad y originalidad de las embarcaciones, técnicasy artes de pesca que se han utilizadoen estas aguas.
LA EVOLUCiÓNDE LA ACTIVIDAD PESQUERA
La actividad pesquera en toda lacosta suratlánt ica de la PenínsulaIbérica tiene una larga tradic ión quese remonta a los primeros poblamientos humanos; numerosos restosarqueológicos testimonian las prácticas pesqueras de forma continuadadesde la más remota ant igüedadhasta nuestros días.
La existencia de grandes bancosde sard inas, y el ser lugar de pasopara los atunes que se dirigen a desovar al Mediterráneo, pos ibilitó
desde muy temprano el desa rrollode una pesca de tipo capitalista querequería una gran inversión de capital y un elevado número de asalariados (almadrabas, jábegas, tarrafas...).
Un momento clave para comprender la recien te evolución del sectorpesque ro onubense se sitúa a mediados del siglo XVIII. Por esas fechasse produce la llegada hasta estascostas de pescadores y comerciantes catalanes y valencianos quetransformarán la actividad pesqueraal introducir nuevas artes de pesca,fundar enclaves marineros (Isla Cristina) y fomentar el comercio depesca salada.
A principio de siglo xx, Huelva,pero sobre todo Ayamonte e IslaCristina, se han convertido en dospuertos con una gran flota de barcos
El Rompido (Cartaya).
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Varadero (Isla Cristina).
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sardineros (qaleones") que abastecían las numerosa industrias salazoneras y conserveras. En Ayamonte eIsla Cristina la pesca artesanal fuesiempre mínima, quedaba reducida alos momentos en que la flota sardinera se veía obligada a amarrar porlas cond iciones climát icas o la faltade pesca . Sólo en los puertos máspequeños y en los enclaves de pescadores de la playas se practicaba lapesca artesanal: Punta Umbría, ElRompido, La Antilla , Punta del Caimán, Punta del Moral.
La crisis de la industria conservera traerá a partir de los años sesentauna profunda transformación de laestructura pesquera. La flota sardinera de cerco se irá reduciendoy trans formando progresivamente,mientras que aumentan los barcosde arrastre (parejas). Desde mediados de la década de los sesenta elpuerto de Huelva se especia liza enpesca de gran altura , con una granflota congeladora que faena en loscaladeros africanos, mientras queAyamonte e Isla Cristina ven declinarsu actividad sardinera. Aunquedesde la década de los setenta elsector pesquero onubense, exceptuando la flota de gran altura deHuelva, padecía síntomas de unagrave crisis, en los últimos años seobserva en todas las poblac ionescosteras una cierta recuperación. Hancomenzado a proliferar cientos de
2 En Huelva se denomina galeón a unbarco de vapor utilizado para la pesca de lasardina desde principios de siglo. Esta embarcación empleaba un arte de cerco de grandesdimensiones llamado tarrafa. Este tipo debuque ha funcionado hasta finales de los añoscincuenta, en que fueron sustituidos por navesmás pequeñas y ligeras, con motores de ga·soil, denominadas traíñas .
pequeñas embarcaciones dedicadasa la pesca de bajura, aprovechandola gran demanda de pescado, provocada en parte por el auge del turismo. Al tratarse de una producciónpequeña que se comercializa directamente, los beneficios para los pescadores son mayores, lo que ha conferido a este tipo de pesca un granatractivo. Lejos de estar en declive, lapesca artesanal vive un período de
Pateras (Isla Cristina).
Barcos coquineros (Punta Umbría).
expansión. Incluso podemos observar que en zonas como Mazagón ,donde la actividad pesquera haceunos años era mínima, han aparecido numerosas embarcaciones tripuladas por personas que jamás habían tenido vinculación con la mar.
Pesca artesanal
Ya hemos señalado que haremosreferencia exclusivamente a lapesca que se lleva a cabo con pequeñas embarcaciones y artes tradicionales, en la desembocadura delos ríos y a escasa distancia de lacosta. En el litoral onubense, la embarcación más usada para este tipode pesca es la patera; se trata deun barco de madera, de pequeñasdimensiones , de 3 a 5 m de eslora,poco tonelaje, fondo casi plano, sinquilla y flancos rectos , que resultamuy fácil de varar en la arena. Estosbarcos , que antes iban a remo yahora a motor , tienen múlt iplesusos, y se ha util izado tanto comonave auxiliar de embarcacionesmás grandes como barco para lapesca en ríos, mar ismas o a pocadistancia de la costa . También depequeñas dimensiones pero conquilla y formas más redondeadasson los llamados botes, con losmismos .usos que las pateras. Sibien pateras y botes siguen teniendo plena vigencia y se continúan fabricandoen los ast illeros locales,comienzan a ser desplazadas porembarcaciones industriales de poliéster, que se denominan de formagenérica~nchas. Enelmarisqueose suelen emplear pateras , perotambién embarcaciones un pocomayores cuando se realiza a másdistanc ia de la costa ; puede n pre-
sentar cub ierta y tener de 5 a 9 mde eslora , con motores de hasta200 c.v.
Son múltiples los procedimientosde pesca que se utilizan en la actualidad; cada uno de los mismos presenta numerosas variantes en función del medio físico en el que seemplean, de las especie que se quieren capturar, de las necesidades decada momento y de las personasque los ponen en práct ica. Así, encontramos importantes variacionesen relación a las dimensiones de lasartes utilizadas, el grosor de la mallao la forma de calarlas, por lo queaquí nos referiremos exclusivamentea los procedimientos más genéricos.
La actividad pesquera no se limitaexclusivamente a captura de peces,incluye un gran número de tareasmuy amplias que van desde la preparación y reparación del instrumental (barcos, redes, aparejos...) hastala comercialización de la producción.En buena parte de la Península Ibérica estas faenas no son exclusivamente mascu linas , si bien sueleexistir una estricta división sexual deltrabajo: los hombres salen a la marmientras que las mujeres realizanlas labores pesqueras de tierra. EnHuelva, al igual que en la mayoría delos puertos andaluces, las mujeresse encuentran alejadas de las faenas pesqueras; no encontramos nirederas, ni descargadoras, y suúnica vinculación al mundo de lapesca es el trabajo como operariasen las fábricas de conservas. Actualmente en algunos pueblos comoPunta Umbría podemos ver esporádicamente algunas mujeres preparando las redes en las pequeñasembarcaciones familiares.
Sin ninguna duda son el trasmallo y el palangre los sistemas de
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Lancha. Embarcación moderna utilizada para la pesca (El Terrón).
pesca que más utilizan hoy las pequeñas embarcaciones pesqueras.El trasmallo es un método de pescade enmalle , para el que se utiliza unarte compuesta por tres paños dered superpuestos. Los dos exterioresmás claros son iguales, mientras quela central es una red ciega de mayores dimens iones. Al intentar atravesarloslo peces se quedan embolsados en la red . La long itud de lostrasmallos son variables , se puedencomponer de muchos paños de red.Se suelen calar al atardecer, sedejan durante todo un día, señalizados con una serie de balizas, y se recogen al día siguiente. Por este proced imiento se capturan especiesmuy var iadas, dependiendo del tamaño de la malla. Los trasmallos demalla más pequeña se utilizan parael langostino, mientras que existenotros más grandes para especiescomo chocos , aced ías o lenguados.
El palangre es un aparejo formadopor un cabo resistente del que cuelgannumerosos cabos más finos que terminan en anzuelos. Existen muchasvariantes; el más utilizadose componede un cordel horizontalque llevaincorporado cada cierta distanciaotros verticalescon anzuelos. Las dimensionesde cordeles y anzuelos varían en función de la especie que se pretendecapturar. Se cala fijandouno de los extremos del cabo con un rezón,y a partir de este punto se va extendiendo; elotro extremo se vuelve a fijar de lamisma forma. Se suele calar al atardecer y se recoge al amanecer.
Para la captura del pulpo se emplean pequeñas vasijas de barro deboca estrecha denominadas macetas, tinajas o cajirones. Se unen unacantidad variables de estas vasijascon una cuerda que va atada al cuello de las mismas. Este cabo con lasvasijas se deposita en el fondo, y se
soRastro para el marisqueo con embarcación (El Terrón).
Fabricación de nasas (Punta Umbr ía).
señalizan con una serie de corchos.Se dejan en el agua durante todauna noche, al día siguiente se recogen y se sacan los pulpos que después de haber entrado en los cajirones les ha resultado imposible salir.
Se utilizan nasas de diversos tamaños, formas y materiales (iunco,red, hierro, mimbre...) para capturardist intas especies. Se suelen fijar alfondo con unas estacas, aprove chando la bajamar.
Para la pesca del cangrejo y depequeños peces como el pejerrey tenemos el llamado zarcillo, consistente en un aro de hierro que lleva incorpo rada una bolsa de red ciegacon un plomo en el fondo. Se lanzacon una cuerda, y se retira al pocotiempo.
En la actualidad se encuentranprohib idas, aunque se siguen usando las denominadas lavá (lavadas),una red playera de grande dimensiones. Presenta una forma rectangulary se va ensanchando a medida quenos aproximamos a su centro, dondetiene un copo; en su parte superiorlleva corchos y en la inferior plomos.Se deja un cabo en tierra y el otro seintroduce con ayuda de una pequeñaembarcación, y a veces a pie, en elmar, después de describir un semicírculo se devuelve a tierra, y variaspersonas comienzan a tirar de loscabos, el copo se va cerrando y que-
dan atrapadas todo tipo de especies.Una vez en la playa se selecciona elpescado.
A ojo, por la noche, se solían pescar los chocos. Se utilizaba una pequeña barca y una lámpara. El proced imiento consistía en verter unpoco de aceite en el agua y en iluminarlo con la luz de lámpara. Se esperaba que acud iera el choco y se leatravesaba con un pincho de hierro,figa, a modo de arpón.
El mari squeo
La riqueza en moluscos de losfondos arenosos de las playas onubense y de los fondos fangosos desus rías (Carreras y Piedra), explicaque el mar isqueo haya sido y continúe siendo un recurso fundamentalen la economía de muchas poblaciones onubenses.
Esta actividad pesquera ha tenidosiempre un carácter complementario,se trata de un recurso económico delque se ha servido mucha poblaciónque no siempre ha estado vinculadaa la mar. Los marineros solían mariscar en los momentos en que lapesca era inexistente o no se podíafaenar por las condiciones climáticasadversas, especialmente en invierno,pero ha sido también muy frecuentecombinar el marisqueo con otra actividad económica; así, hoy día sesuele alterna r con el trabajo en laconstrucción o el campo. Incluso muchos parados de barrios obreros deHuelva recurren al marisqueo en lasplayas cercanas a la cap ital. Estehecho se debe en parte a que la recolecc ión de moluscos, en muchasde sus modalidades, requ iere muypoca especialización, y sobre todo,muy pocos medios materiales, rastros bastantes simples , que puedenser de autofabricación.
Podemos distinguir dos modalidades deferentes de mar isqueo: el llamado marisqueo a pie cuando no seutiliza embarcación, y el marisqueo aflote, cuando se practica con barco.A pie encontramos distintos procedimientos. Por un lado tenemos el marisqueo que se lleva a cabo en lasplayas ; con los pies se remueve laarena mientras se camina lentamente hacia atrás; los moluscos que aparecen se van recog iendo con lasmanos y se depositan en un pequeño recipiente. Este procedimiento notiene un carácter profesional, normalmente ha sido una forma de obteneralgunas coquinas (Donax trunculus)o berberechos (Cardum edule) parala alimentación, y solía ser utilizadopor las mujeres y niños de las aldeasde pescadores más ce rcanas a lasplayas (Punta Umbría, La Antilla ,
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Cajirones para la pesca del pulpo. Canela (Ayamonte).
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Punta del Moral). Hoy día es una modalidad que sólo se prac tica comoentretenimiento en las playas.
En la desembocadura de los ríosPiedras y Carreras, se suele mariscar utilizando un pequeño azadón,zoleta, compuesto por una pala dehierro con un mango de madera; lasalmejas 2 se buscan a ojo, localizando los orificios en el barro ; el mismoprocedimiento pero usando un pequeño rastrillo dentado de base triangula r se emplea cuando se mariscaen la arena; para los verdigones 3
tenemos un rastrillo de igual formapero un poco mayor.
Las navajas (Ensis ensis) y longuerones (Solen vagina) se suelenextraer con una pequeña vara de hierro, figa o driza , acabada en unapunta a modo de flecha, que se introduce en los or ificios donde se encuentran enterrados; el animal se engancha y se saca al exterior ",
También a pie es el llamado marisqueo al taladro. Este sistema se emplea para la coquina y almeja, tantoen los ríos como en la playa. El rastro o taladro se compone de un armazón triangular de hierro ; uno desus lados, de unos 50 cm, posee unaserie de dientes , y en ocas iones
2 La terminologia que existe para los moluscos en general es bastante compleja, puesvarían mucho de una población a otra los nombres empleados. En el caso de las almejas secomplica aún más por la gran cantidad desubespecies que encontramos. Así , se sueledistinguir la almeja fina (Tapes decussatus),chocha (Tapes pullastra). pirulos o pirulltos(Tapes aeurus) . A las almejas finas más grandes se las conocen con el nombre de madres.
3 Nombre que reciben en Huelva los berberechos .
• Otro método más simple es echar un puñado de sal en el orific io donde está ellongue·rón , de esta forma el animal se ve obligado asalir y es capturado.
éstos son sustituidos por una cuchilla. Este armazón tiene incorporadoun saco de red y un mango de madera que va sujeto a la cintu ra del mariscador por una correa para facilitarla tracción. El mariscador, caminandohacia atrás , tira del rastro moviendoel mango. Una vez lleno el copo sedeposita su contenido fuera del aguay se va seleccionando el marisco.
El marisqueo a flote se lleva acabo util izando pequeñas embarcaciones a motor, normalmente pateras, tripu ladas por un par de personas; se utiliza igualmente un rastro ,pero de dimensiones mayores quelos utilizados en el marisqueo a pie;frecuentemente tiene una base semicircular de la que salen tres brazosque convergen en una anilla dondeva el cabo util izado para el arrastre.Cuando el barco llega al lugar elegido, se lanza por la proa el ancla, y serema hacia atrás durante unos metros, se tira el rastro por la popa, y secomienza halar del cabo en direcciónal ancla, sirv iéndose de un rod illoque se maneja con los pies o lasmanos; a med ida que la embarcación se desplaza, se va remolcandoel rastro, que es izado una vez sellega al punto señalado. Se enjuagael copo en el agua y se deposita sucontenido en la popa, donde se selecciona el marisco . Para faenar auna mayor distancia de la costa, sesue len emp lear embarcaciones demayor tamaño y motores más potentes , que llevan más de un rastro orastros mayores que se remolcancon un motor en vez de manualmente; la embarcación va ace lerando yfrenando de manera que el rastro penetra en el fondo.
Las especies capturadas han variado en función de la época y de lasdemandas del mercado. Así , en los
Arte de pesca : manga. (Punta Umbría).
años sesenta fueron muy importantes la capturas de verdigones para laindustria conservera; esta especiesufrió un agotamiento, el mismocamino corrieron otras como las chirlas 5 (Venus gallína) y las denominadas almejas chochas (Tapes pullastra). Actualmente la especie másabundantes son las coqu inas y lasalmejas.
Pesca en la marisma
Si en la actualidad las marismasson ecosistemas proteg idos y muyvalorados por su gran riqueza ecológica, hasta hace muy poco tiempo setrataba de espac ios marginales, inhóspitos por sus condiciones físicas.Si bien no han sido lugares idóneospara vivir, en camb io, sí han tenidouna gran Importancia económ icapara la población del litoral onubense, que aprovechaba los múltiples recursos que ofrec ían (recolección,caza, ganadería, pesca).
Las características de este ecosistema, la combinación de agua y tierra permite , aunque con una grandificultad, el acceso y la pesca enestos parajes sin necesidad deposeer embarcación alguna ; estehecho, unido a la gran riqueza económica de las marismas, y su titularidad pública, le ha otorgado la mismafunción que a las tierras comunalesde las zonas agrícolas . En los momentos de penurias los grupos másdesfavorecidos acudían para el aprovechamiento de sus múltiples recursos. Al igual que suced ía en lasáreas rurales sabemos que ha habido numerosos litigios entre ayunta-
5 Por influencia portuguesa en Ayamonte alas chirlas se les llama mechillones.
mientos y particulares por la apropiación de las marismas. Un ejemplo lotenemos en el pleito que mantuvo elayuntamiento de Ayamonte con lasautoridades de la mar ina a finalesdel siglo XIX por la propiedad del llamado estero de la Mojama. La duquesa de Sesa solocitaba la propiedad sobre estas marismas situadasentre Ayamonte e Isla Cristina, paraarrendarla a un industrial conserveroque pretendía convertirlo en viverode marisco. El ayuntamiento siemprese opuso alegando que se trataba deun terreno de interés colectivo:
" La ley establece que este tipo deterreno no se puede explotar si perjudica otro tipo de aprovechamientos.Centenares de familias de esta localidad y pueblos colindantes aprovechan para la pesca desde siempre .Ayamonte, Lepe, Isla, Redondela,Gartaya y vecinos de pueblos másalejados tienen un considerable número de vecinos dedicados a lapesca, pesca que según los elementos de que pueden disponer y segúnel estado del tiempo, ejecutan ya enel mar, el río o los esteros o caños,siendo por lo regular los que acudena estos últimos, porque en ellos esdonde más fácilmente y con artesmás económicas y sencillas puedenpescar, pues bien desde tiempo inmemorial el estero de la Mojarra quees abundantísimo en pescado ycrustáceos vienen prestando en todaocasión tales servicios a las clasesmás pobres y desvalidas, cuando lostemporales no le permiten hacerlo enel río o mar. Inconveniente legal, económico, e inmoral el intento de monopolizar este recurso" 6.
6 Archivo Municipal de Ayamonte. Legajo737 .
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Almacenes para guardar pertrechos de pesca. Punta del Moral (Ayamonte).
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Las técnicas de marisqueo y pescaen las marismas o zapales 7 , han sidomuy variadas, algunas eran las mismas que las de ríos y playas , y encambio, otras eran exclusivas. Muchasde ellas apenas necesitaba de mediostécnicos ni conocimientos; sin embargo, algunas, dadas la dificultades delterreno, requerían una gran especialización. Prácticamente la totalidad delas técnicas pesqueras utilizadas enestos espacios se encuentran hoy desaparecidas por razones diversas. Enprimer lugar, por el carácter marginalque siempre han tenido, por la contaminación de gran parte de este terreno (Marismas del Odiel), pero sob retodo, por el control oficial, pues al tratarse de parajes naturales protegidossu acceso y uso es limitado.
Entre las prácticas pesqueras máspr imitivas emp leadas en las marismas está el envenenamiento de lasaguas, método que todav ía a finalesdel XIX llevaban a cabo los pescadores de Aljaraque , según recoge Antonio Machado Álvarez:
«En El Jaraque (se refiere a Aljaraque), pueblecito de la provincia deHuelva, distante una legua de la capital, he presenciado la pesca en unestero por medio del barbasco, plantaque apaleada vigorosamente por lospescadores y enturbiando el agua,entonteció a los lenguados, anguilasy otros peces, que subieron narco tizados a la superficie, donde fuero ncogidos sin apenas resistencia»8.
7 Son múltiples los vocab los portu guesesque se utilizan en la costa occidental de Huelva.Así, en Ayamonte e Isla Cristina se habla de zapales en vez de marismas; se trata de una pa labra que procede del portugués sapal (marisma).
• Esta referencia aparece en una nota de latraducc ión que Antonio Machado Álvarez hacede la obra de Tylor, Antropología.
Un sistema más complicado, envigencia hasta hace unos año, era elllamado tapaesteros. Después deelegir el lugar más idóneo, se rodeaba un estero con una serie de paloslargos, palancas, alrededor de losmismos se colocaba una red ciegaque se enterraba en el fango fijándola con pequeñas estacas; en la última palanca se colocaba una cuerda ,peaña, que iba amarrada a la red.Una vez montado este mecanismo,los hombres se retiraban y esperaban que subiera la marea; cuandoestaba alta, con una pequeña embarcación se tomaba la peaña y seiba levantando la red ; mientras unhombre tiraba de la misma otro la ibaenganchando en las palancas. Albajar la marea los peces quedabanencerrados y se recogían con lasmanos .
Dentro de los'tapaesteros, o independientemente en la boca de uncaño, se colocaban las denominadasmangas, mecan ismo consistente enuna serie de aros de madera que vanunidos con una red ciega y queforma una especie de cil indro de unpar de metros de longitud. Uno delos extremos se cierra mientras quepor el otro, la boca, se va estrechando a modo de embudo. La boca de lamanga se coloca en la entrada de uncaño, y al baja r la marea los pecesse van introduciendo en su interior.
También en la mar isma se sue leusar una pequeña red rectangular,redisca o red camaronera, de nomás de un metro de longitud que enlos extremos lleva dos palos, y en suparte cent ral un pequeño copo . Sujetando la red por los dos palos seva caminando por el agua con la redextend ida y en ella van entrando loscamarones, que se deposita en una
Pateras varadas en la playa (Punta Umbría).
bolsa que el camaronero lleva a lacintura.
Aunque de forma marginal, en lasmarismas tamb ién se mar iscaba .Norma lmente a ojo, se recogían algunas almejas y pirulos (Tapes aeurus). Un carácter más especializadotiene la captura de bocas. Se denomina boca a la pinza de los cangrejos conoc idos como caballeteso jinetes (Gelassimus tangen) . Sepuede buscar del día, a ojo, localizando los orificios o cuevas dondeviven, distinguibles porque por ellosasoma la punta de la pinza de esteanimal. Una vez localizado, se tacha ,es decir, se mete el brazo, se saca elcangrejo y se le arranca la boca quese deposita en un canasto, mientrasque el animal se devuelve a la marisma. Otro procedimiento cons isteen extender una red fina en la zona
donde se encuentran las cuevas delos caba lletes , al sacar la pinza delagujero, se quedan enganchados ala red. Por la noche se suelen cogercon ayuda de una luz. Una personava iluminando a los cangrejos que seencuentran fuera de la cueva; con laluz quedan paralizados, mientrasque otra los recoge, les quita la bocay las depositan en el canasto.
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