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MATERIAL TEÓRICO
COMUNICACIÓN
ORAL Y ESCRITA II
Material elaborado para la Cátedra por: Esp. Milagros Rojo Guiñazú
Año 2012
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UNIDAD TEMÁTICA I
LA COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA La organización del material informativo en la comunicación oral y en la escrita: el texto
oral y el texto escrito. Propiedades y particularidades.
Acerca de la Comunicación…
La comunicación es una actividad humana compleja, ya que “usar el lenguaje” y “transmitir
información” son únicamente aspectos parciales de un proceso, que se inicia cuando dos o más personas entran en contacto.
Cuando los seres humanos se comunican y relacionan lo hacen con otras intenciones además de
transmitir y recibir información, en ese proceso se negocia el significado de esa información. Frecuentemente ocurre que el foco de atención de ese proceso comunicativo -en el que todos
intervienen de manera permanente- no es la “información” en sí, sino el “efecto” que produce la
misma o el simple “contacto” que se establece con los demás.
Los seres humanos poseen capacidad creativa, es decir, pueden transmitir un número ilimitado
de mensajes utilizando signos: palabras, gestos miradas, movimientos del cuerpo, con diversas
significaciones y con diversas intenciones.
ORALIDAD Y ESCRITURA Para este segmento tomaremos varias ideas del texto de W. J. Ong “Oralidad y Escritura”
(citado en la bibliografía), dado que este autor explora las relaciones entre oralidad y escritura y
advierte que:
"(…) en todos los maravillosos mundos que descubre la escritura todavía les es inherente y en
ellos vive la palabra hablada. Todos los textos escritos tienen que estar relacionados de alguna
manera, directa o indirectamente, con el mundo del sonido, el ambiente natural del lenguaje, para transmitir sus significados. "Leer" un texto quiere decir convertirlo en sonidos... La escritura nunca
puede prescindir de la oralidad."
Afirmamos que toda lengua es ante todo hablada, es decir, oral y que la comunicación humana
tiene un comienzo bastante difuso, pues se desconoce cómo fue que los hombres comenzaron a
comunicarse entre sí, si por gritos o gruñidos, o por gestos, o quizás por la combinación de gritos
gruñidos y gestos. Durante un tiempo, se discutió el origen del hablar humano: se aseveró que los primeros sonidos empleados para crear un lenguaje eran imitaciones de los sonidos de la naturaleza
(la caída del agua, el sonido de un trueno, etc.); asimismo, que los sonidos humanos venían de las
exclamaciones espontáneas, como el "¡ay!" de la persona herida el "¡ah!" de admiración, etc. Nada impide que se piense también, en que el hombre primitivo usaba sonidos producidos por las manos
y los pies y no sólo por la boca, o por medio de objetos como piedras y troncos.
Cualquiera fuese el caso, lo que la historia expone es que los hombres encontraron la manera de asociar un determinado sonido o gesto a un cierto objeto o acción, de este modo nace el signo,
eso es, cualquier cosa que hace referencia a otra cosa o idea y consecuentemente, la significación,
que consiste en el uso de determinados signos para establecer una comunicación.
La atribución de significados a determinados signos es precisamente la base de la comunicación en general, y del lenguaje en particular. A esta gran invención humana, debemos agregar otra, la
gramática: el conjunto de reglas para relacionar los signos entre sí.
Las reglas de combinación son necesarias, dado que si el hombre dispone de un repertorio de signos, teóricamente podría combinarlos de infinitas maneras y si cada persona ordenara sus signos
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a su modo, sería muy difícil comunicarse con los demás. Con la gramática, el significado ya no
sólo dependió de los signos, sino de la estructura de su presentación. Por ejemplo: No es lo mismo
decir: Un oso mató a mi padre, que decir: Mi padre mató a un oso. Al poseer un repertorio de símbolos y un conjunto de reglas para combinarlos, el hombre creó
el lenguaje. Igualmente, aprendieron modos diversos de usarlo: para indicar, declarar, interrogar,
mandar, etc. y así se tradujeron las diferentes intenciones de los interlocutores. Los hombres advirtieron que algunas palabras tenían la función de indicar acciones; otras, de
nombrar las cosas; otras, de describir cualidades o estados… Indiscutiblemente, cuando crearon el
lenguaje no conjeturaban que estas funciones recibirían los nombres de verbos, sustantivos,
adjetivos, adverbios, etc. Sin embargo, el lenguaje oral sufría dos serias limitaciones: la falta de permanencia y la falta
de alcance. De allí surgió la necesidad de fijar los signos y de poder transmitirlos a distancia en el
espacio y en el tiempo. Si la lengua oral es un sistema diferente de la lengua escrita, se debe a que son sistemas
distintos y siempre la lengua escrita acabará aceptando las innovaciones del habla.
A modo de síntesis, decimos que los textos (discursos, enunciados) son las manifestaciones lingüísticas de la comunicación humana y que según la situación específica en que se elaboran
pueden ser:
Textos – Enunciados -
Discursos
Orales Escritos
A continuación sistematizaremos en un cuadro las principales particularidades de la lengua oral y de la escrita, con algunos ejemplos.
Características de la lengua oral y de la lengua escrita:
ASPECTO LENGUA ORAL EJEMPLOS LENGUA ESCRITA EJEMPLOS
ADECUACIÓN * Tendencia a marcar la
procedencia dialectal del
hablante.
* Bajo grado de formalidad y uso
privado.
* Tendencia al uso de palabras
generales o genéricas.
* Repetición léxica.
* Uso de comodines.
"Io ia me yetiro de la aquí".
"Ché, en el boliche de la
esquina hay minas".
"Pibe ya cortála con eso,
ya..."
"Esa cosa, es una Potra,
flaco..."
* Preferencia por la lengua
estándar.
* Alto grado de formalidad
y uso público.
*Preferencia por el
vocabulario específico.
* Uso de sinónimos.
* Vocabulario preciso.
"He decidido retirarme
de este lugar".
"El local bailable de
Corrientes posee
mujeres".
"La clase que se dicta,
tiene un alto grado de
trabajo académico".
"Los estudiantes debe
respetar pautas de
convivencia. Así los
educandos".
"La calidad de esta
producción es superior
a la de aquella". VOCABULARIO * Uso de muletillas.
* Frecuencia de frases hechas,
refranes y onomatopeyas.
* Uso de interjecciones.
* Uso de oraciones simples y
breves.
*Frecuencia de frases inacabadas
"Esteee... Viste...Eh… Más
vale".
"¡Lindo día! ¿No?".
"¡Ufa!" "¡Bien hecho!"
"¡Epa!".
"Me voy." "Bueno."
"Má... te puedo… ¡No!".
* Tendencia a eliminar
muletillas.
* Uso escaso de
onomatopeyas.
*Ausencia de interjecciones
* Uso de estructuras
complejas (subordinadas).
* Ausencia de frases
inacabadas.
No aparecen
frecuentemente los
ejemplos citados para
la lengua oral.
"El sujeto dijo que se
iba, y su compañero le
manifestó que estaba
de acuerdo".
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SINTAXIS
* Orden variable de los elementos
(hipérbaton).
* Elipsis frecuentes.
* Uso de pausas y entonaciones
"En la escuela, sí, ahí
estaban todos los canas".
"¿Comés?. No".
"Flaca...no sé cómo
decirte..Mirá..."
* Orden general regular de
elementos.
Tendencia a evitar elipsis.
* Uso de signos de
puntuación, conjunciones
pronominalización, uso de
relativos.
"Los efectivos
policiales rodeaban el
edificio escolar".
"La madre le preguntó
si comería. Él
respondió que no lo
haría". COHESIÓN *Uso de recursos paralingüísticos
* Frecuencia de referencias
exofóricas.
Ver ejemplos en trabajo
práctico.
"Me parece que este
auto...ya no da más".
*Pocos recursos
paratextuales: cambios de
tipografía, corchetes,
asteriscos (salvo en textos
editados).
* Frecuencia de referencia
endofórica.
COHERENCIA * Digresiones, cambios de tema,
datos irrelevantes.
* Estructura poco estereotipada.
* Redundancia.
"El parcial es mañana. ¡Ah!
¡Qué bueno estaría ir a
pescar...!".
Ver ejemplos en trabajo
práctico.
"¡Salí afuera te digo!"
* Información relevante.
* Estructura más sujeta a
restricciones.
* Escasa redundancia.
Ver ejemplos en
trabajo práctico.
"En ese momento el
sujeto les ordenó que
salieran".
LA COMUNICACIÓN ORAL
La comunicación es una “acción” (un acto) y sólo puede ser concebida como interacción entre los participantes, por ello la unidad básica de la comunicación es el acto de habla.
En nuestro caso usaremos la expresión acto de habla como equivalente al término “interacción
comunicativa”. Tal como precedentemente se expuso, la comunicación es un fenómeno esencialmente oral; a lo que agregamos que su principal formato es la conversación: la interacción
entre dos o más hablantes. El modelo básico de un acto de habla incluye, consecuentemente los
siguientes componentes:
1. Los interlocutores (emisor y receptor),
2. El contexto que los rodea, y
3. Los enunciados (lo que ellos expresan con el lenguaje, o con lo culturalmente codificado).
Tanto el rol del emisor como el del receptor son alternativos; de igual modo, cada turno de
habla constituye un enunciado, cuya enunciación puntual está determinada por los propios interlocutores y por el contexto.
De esta manera, un enunciado es cualquier intervención de los interlocutores en un turno de
habla, aunque no se trate de un discurso verbal correctamente estructurado gramaticalmente. Por lo
tanto, puede ser una, varias o ninguna oración, porque es una unidad comunicativa de hecho, al margen de su dimensión lingüística.
Por contexto concebimos, tanto la situación inmediata que envuelve el acto de habla (contexto
situacional), como la no inmediata, el mundo en general (contexto referencial). En una conversación, el contexto situacional puede ser, por ejemplo, un salón de la facultad en
la que están conversando los interlocutores, en ese caso, ambos están compartiendo las mismas
experiencias inmediatas (están en el mismo lugar y los rodean objetos que ambos pueden ver); por lo tanto, pueden referirse a: esa puerta, ese proyector, ese escritorio, sin necesidad de mayores
especificaciones. El contexto referencial en cambio, es mucho más amplio e incluye todos los
saberes y creencias de los interlocutores (sus conocimientos adquiridos, “su enciclopedia”, sus
valores, su ideología, etc.) y sus modelos del mundo particulares.
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LA COMUNICACIÓN ESCRITA
En la comunicación escrita las condiciones son diferentes, puesto que este proceso comunicativo se construye a partir de acciones que tienen otras especificidades, a saber: Los
elementos y el papel de los participantes se modifica con respecto del acto de habla, inclusive muta
el código empleado; la versión de acto de habla en lengua escrita se transforma en actos de
escritura / lectura, la emisión y la recepción de los enunciados no constituyen un único acto, sino
que en el proceso de comunicación escrita se diferencian dos actos distintos: el de escribir un texto
y el de leer un texto.
En la conversación el tiempo es simultáneo; sin embargo, entre el acto de escribir y el de leer, puede mediar: a. El tiempo, hoy leo: “Sin rumbo” una novela (un texto) que escribió Eugenio
Cambaceres durante el Siglo XIX. b. El espacio físico: Puedo leer un mail que me envían de Italia.
Inclusive, puede haber diversos mediadores, tales como un traductor, una editorial, etc. Por eso decimos que en la comunicación escrita, el contacto entre los participantes es en diferido. En este
caso entonces, no es correcto hablar de interlocutores, porque entre ellos no hay interacción, no
comparten el mismo contexto situacional. Dado que los participantes de una comunicación escrita no comparten el mismo contexto
situacional, el enunciado escrito debe bastarse a sí mismo, dicho en otros términos, que no debe
tener referencias contextuales (situacional) que no estén especificadas con detalles(el emisor no
puede esperar que el receptor adivine o conjeture sus intenciones si no están explícitas en el enunciado). En la comunicación escrita, el texto remite a un contexto referencial determinado, debe
incluir y especificar el contexto referencial que requiere y el emisor también puede emplear esa
información como un elemento comunicativo, que le sirve para “seleccionar” al lector de su texto. La comunicación escrita es unidireccional porque atribuye un tipo de enunciado cuya
codificación lingüística es muy diferente a la del enunciado oral en virtud de que no pueden
negociarse ni los significados, ni los contextos. El acto de escritura no es interactivo de forma
inmediata por lo que es difícil que el emisor y el receptor puedan compartir un modelo de mundo y crear un espacio de intersubjetividad compartido.
Igualmente, la escritura requiere de la corrección lingüística (ortografía, gramática) para que el
lector pueda entender lo que lee; la disposición lógica del enunciado escrito debe ser coherente, pues no hay posibilidades de “construir” el texto en el momento de la negociación (como ocurre en
la comunicación oral).
El enunciado escrito debe estar completo en sí mismo, por cuanto, difícilmente, pueda escribirse en un “tiempo real”. Por el contrario, demanda una cuidada “planificación” y constituye,
un artefacto racional, reflexivo, acabado, frente al habla que es más emocional, afectiva, inmediata
y tan incompleta que requiere de la negociación, de la colaboración de los interlocutores y del
contexto.
Los rasgos de cohesión y de coherencia textual:
La cohesión formal del texto y la coherencia entre sus partes son rasgos característicos del lenguaje escrito. En la comunicación oral, no tienen una función tan relevante, debido a que los
interlocutores pueden recurrir a la cooperación en caso de que tengan dificultades para
comprenderse. Un rasgo importante de la coherencia de un texto escrito es el modo en el que va “progresando
la información”, a lo que se denomina progresión temática (relación que se establece entre la
información que ya se tiene: tema, y la información nueva que se va incorporando: rema). A medida
que el texto avanza, cada rema se convierte en tema y se sigue aportando nueva información (rema). De esta manera, se va constituyendo el esquema del texto.
En la comunicación oral, a menudo no existe una progresión temática, sino que muchas
conversaciones se caracterizan por su circularidad temática. Esto se debe, a que muchas veces lo
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más importante no es el intercambio de información, sino el mero contacto humano o el intercambio
afectivo.
La recepción es un acto interpretativo, en el que los significados comprendidos (interpretados) por el lector, pueden coincidir más o menos con los que pretendía plasmar el emisor. La recepción
eficaz de un texto escrito dependerá, por una parte, de la habilidad del escritor para elaborar un
texto completo, coherente, claro, que suministre toda la información que el lector precisa; y, por otra parte, de la capacidad del lector para interpretar adecuadamente las pistas que le brinda el
emisor y, sobre todo, del nivel de desarrollo de su competencia lectora.
En ese proceso de recepción, también es importante la capacidad que tiene el lector de
relacionar un texto nuevo con otros textos leídos y comprendidos anteriormente: el intertexto lector.
Los formatos de comunicación híbridos: En la vida cotidiana nos encontramos con otros formatos de comunicación a los que se
denomina híbridos, puesto que están entre el acto de habla y los actos de escritura/lectura. Estos
nos hacen ver que, más allá de la comunicación oral legítima, todo proceso de comunicación requiere un esfuerzo particular.
Si tomamos a la conversación telefónica como ejemplo podremos detectar lo siguiente: En este
acto de habla, los interlocutores no comparten el contexto situacional y es por ello que la
enunciación requerirá de un esfuerzo adicional. El teléfono altera los sonidos de las voces y los interlocutores no pueden verse (razón por la que se pierden los gestos, las posturas), en
consecuencia, el enunciado telefónico, pese a ser oral, tiene una serie de restricciones que se
asemejan a las que tiene el enunciado escrito. En la práctica podemos constatar, que la comunicación telefónica sólo es fluida cuando se produce entre interlocutores que tienen entre sí
algún tipo de lazos. Semejantes casos tenemos con los diálogos por Chat.
Características de la Comunicación Oral y Comunicación Escrita:
CANAL ORAL CANAL ESCRITO
Canal auditivo: se percibe el texto a través del sonido.
Canal visual: la lectura implica el uso de la vista. La vista tiene mejor poder
de captación que el sonido.
Proceso lineal de percepción: se
captan los sonidos uno tras otro,
sucesivamente.
Proceso holístico de captación: la
vista recorre de manera simultánea el
texto.
Comunicación espontánea: el emisor
puede rectificar lo que ha dicho, pero no
puede borrarlo. El emisor puede captar el mensaje en el momento de la emisión, tal
como se emite.
Comunicación elaborada: el emisor
puede corregir su texto. El lector puede
releerlo.
Comunicación inmediata en el tiempo
y en el espacio. El código oral es más
rápido y más ágil.
Comunicación diferida en el tiempo
y en el espacio.
Comunicación efímera: los sonidos se
perciben en el corto lapso de duración que
tienen.
Comunicación duradera: Las
palabras quedan fijadas en un soporte.
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Tiene fuertes soportes no verbales (fisonomía, movimientos, elementos
paralingüísticos, vestimenta, etc.)
Fundamentalmente utiliza la
disposición en el espacio escritural, y la
textura del soporte. Puede ir acompañada de esquemas, gráficos y
cuadros explicativos.
Hay interacción.
No hay interacción.
El contexto extralingüístico es
determinante.
El escritor crea su propio contexto
comunicativo.
Veamos qué son los códigos no verbales, paralingüísticos y culturales…
Una lengua es un conjunto de sistemas de códigos que tienen diferentes naturalezas. “Hablar una lengua” no es inocentemente emplear el sistema lingüístico, hablar, “usar la lengua”, por el
contrario, implica “hacer cosas” (interaccionar con los otros) utilizando varios códigos de manera
simultánea, no exclusivamente el lingüístico.
Los códigos no verbales Entre los códigos no verbales que usamos, podemos mencionar:
Los códigos kinésicos. Se trata de los gestos faciales, los movimientos del torso, de
los brazos, de las manos, la posición corporal.
Los códigos proxémicos. Se refieren a la proximidad entre los interlocutores y a su
evolución en el espacio.
Los códigos cronométricos. Se relacionan con el tiempo que dura una elocución y
la manera en que evoluciona.
También, los distintos grupos de hablantes de un mismo idioma han construido diferentes
códigos culturales de carácter no verbal.
Los códigos culturales de carácter no verbal, no constituyen códigos cerrados, porque no
conforman sistemas, sino que son en cierta manera difusos y su función en la comunicación oral no sólo tiene que ver con su sentido (por ejemplo: enmarcar las cejas para expresar sorpresa), sino que
funcionan como elementos de identificación social, como índices de afinidad entre los
interlocutores. Por ejemplo: el acercarse mucho a un interlocutor e incluso, tocarlo mientras habla, puede agradar a un hablante, pero molestar mucho a otro, según el grupo cultural al que pertenezca.
Los códigos paralingüísticos son, entre otros: el timbre de voz (más agudo o más grave), el
tono de voz (medio, bajo, alto), el ritmo del habla (lento, rápido), la entonación expresiva. Estos elementos no constituyen un código lingüístico, porque cada grupo de hablantes lo determina como
tal; por ejemplo un grupo de hablantes de un determinado lugar geográfico, hablantes de un
dialecto, establece ciertas normas que son sancionadas culturalmente, tales como, el empleo de un tono de voz medio para sus hablantes, que puede ser muy distinto al que emplean los hablantes de
otro dialecto (que se pueden caracterizar por el uso de un tono alto de voz).
El “acento dialectal” puede considerarse un código paralingüístico, porque cada grupo exclama de un modo distinto, muestra su tristeza o expresa su alegría con entonaciones más o menos
diferentes; entonces, una entonación de “rabia” no será una entonación del español en general, sino
de un grupo de hablantes determinado. Formará consecuentemente, parte del código cultural de un
grupo de hablantes, no del sistema lingüístico del español.
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A MODO DE SÍNTESIS…
Cuando hablamos usamos simultáneamente el código lingüístico con los distintos códigos no verbales y los paralingüísticos. Utilizamos palabras, gestos, nos ubicamos en un espacio,
posicionamos nuestro cuerpo con respecto de nuestro interlocutor, nos tomamos determinado
tiempo de habla, hablamos con un ritmo, con un tono, con un timbre, usamos un “acento”, una intensidad expresiva y todo ello, de manera simultánea, constituye nuestro discurso oral. A la vez,
nuestro interlocutor, conoce todos los códigos, comprende todos los mensajes, los interpreta y en
un tiempo real (a menudo simultáneo) forma otro discurso oral paralelo al nuestro, igual de
complejo. El desconocer alguno de los códigos implicados en el habla puede crear confusión, generar
malentendidos e inclusive, provocar el rechazo y la incomunicación. Por ello podemos concluir
exponiendo que hablar una lengua no es solamente decir las palabras adecuadas en el orden adecuado.
Modelo de producción-comprensión del texto oral y del texto escrito. El sujeto productor
del texto oral / escrito. Cuestiones de capacidad y de preparación. El problema retórico.
Consideraciones al momento de producir el texto.
LAS MICROHABILIDADES
Los seres humanos, al momento de comunicarnos, podemos desplegar grandes habilidades, según fueran las circunstancias: hablar/escuchar, leer/escribir. Se las denomina macrohabilidades,
puesto que ejecutarlas supone la realización de otras más específicas y puntuales: las
microhabilidades. Así, para hablar se debe poder1:
1 Cassany, D. (1997) “Microhabilidades de la expresión oral” en Enseñar Lengua, Barcelona: Graó. 148 – 149.
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PLANIFICAR
- Analizar la situación contextual.
- Anticipar y preparar el tema.
- Anticipar y prepara la manera.
CONDUCIR
Buscar el tema para el momento.
Iniciar, desarrollar y terminar el tema.
Relacionar el tema con otros. Cambiar, modificar o completar el
tema según la situación.
Cumplir con las rutinas de
Interacción.
(deseo de intervenir, usar turno de
palabra, reconocer el deseo de
otro para hablar, ceder turno).
NEGOCIAR EL SIGNIFICADO - Adaptar el grado de especificidad del texto.
- Evaluar la comprensión del oyente.
- Usar circunloquios para llenar vacíos.
PRODUCIR - Simplificar la estructura de la frase.
- Ser relevante en la selección de las palabras.
- Reiterar para asegurarse la comprensión.
- Precisar, resumir, reformular lo dicho.
- Autocorregirse.
- Expresarse adecuadamente en las reglas gramaticales y en la articulación de los sonidos.
ASPECTOS NO VERBALES - Controlar la voz (matices, tono, volumen)
- Usar códigos no verbales adecuados (gestos y movimientos)
- Controlar la mirada
Recursos expresivos. El estilo, ingredientes del estilo. Silencios y/o pausas. Recursos
fonéticos. La elocución. La voz. La dicción. Recursos visuales. Los gestos, los ademanes, la
postura, la actitud general del orador.
RECURSOS EXPRESIVOS2
En el proceso de comunicación de un individuo con grandes grupos los recursos expresivos
(no verbales o extralingüísticos) son aquellos que imprimen vida y colorido emocional a lo que se
dice. No basta con tener buenas ideas y haber preparado bien el tema; eso no impide que llegue un
momento de la presentación en el que el público se desconecte.
EL ESTILO “El estilo, en definitiva, es la mejor manera personal de expresarse.”
Georgin
No se habla como se escribe; la palabra hablada está, por naturaleza, sujeta a condiciones
distintas de la palabra escrita. La lengua hablada tiene sus propias leyes que no son las mismas de la
2 Ander Egg, E. – Aguilar, M. J. (1994) Cómo aprender a hablar en público. Buenos Aires: Lumen.
Exposición
individual
En
situación
de diálogo
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lengua escrita. El lenguaje oral permite repeticiones, suspensos, interrogaciones, exclamaciones y
toda una serie de procedimientos que son bastante desaconsejables en la composición escrita.
Apoyados en Folliet vamos a hacer algunas consideraciones acerca del estilo que más conviene a los discursos o conferencias. Según este autor, para que un discurso o conferencia sea seguido y
recibido, debe reunir algunos requisitos en cuanto al estilo.
Destaca seis cualidades principales: o Claro (vocalizar para expresarse con nitidez, hablar con simplicidad, evitar las expresiones
técnicas si en el público no hay sujetos capaces de comprenderlo, resaltar la articulación del
pensamiento, utilizar ejemplos o casos concretos, recurrir a apoyos visuales).
o Fuerte (evitar el lenguaje lánguido, escoger palabras dotadas de fuerza, rechazar el uso de frases hechas, no usar frases largas, la estructura sintáctica debe ser sencilla).
o Variado (variar la intensidad y entonación de la voz, omitir vicios de dicción, no usar
palabras suplentes o “tapa-agujeros”, relatar historias o anécdotas, hay que saber bromear sin ser grosero y vulgar).
o Ritmado (saber respirar para no cortar el ritmo de las palabras y de las ideas, no hablar con
frases demasiado breves ni con frases demasiado largas, cuidar la puntuación mediante pausas adecuadas, evitar las pausas vocalizadas que son muletillas que se expresan en una
letra, evitar las frases con incisos y proposiciones subordinadas).
o Adaptado (al tema, al auditorio).
o Directo (hacer un llamamiento personal acerca de una experiencia común, en determinados momentos dirigirse al público interrogándolo, prever objeciones, interpelar a algunas
personas del auditorio, apelar a sus buenos sentimientos, insistir en la responsabilidad del
público).
LOS SILENCIOS Y LAS PAUSAS
Una buena oratoria no sólo equivale a hablar, es también hacer uso de pausas oportunas, claras, expresivas como las palabras.
Se pueden distinguir tres tipos de silencios o pausas:
a. Al final de cada frase (uno o dos segundos). b. Pausa psicológica (para recalcar una idea o permitir un momento de reflexión).
c. Pausa respiratoria.
LOS INGREDIENTES DEL ESTILO
Para una buena comunicación oratoria hay que tener en cuenta, además del estilo, lo que Coll-Vinent llama los “ingredientes del estilo”.
Los principales ingredientes del estilo oratorio son:
- el sentimiento (sentir lo que se dice).
- la emoción
- el humor
- la ironía
- la exageración deliberada
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RECURSOS FONÉTICOS 3
LA ELOCUCIÓN
En la comunicación oral de un individuo la voz aparece como inseparable del medio o canal
fundamental de la oratoria. Un discurso o charla puede estar muy bien preparada, pero la comunicación verbal con el auditorio no se inicia hasta el momento en que el orador habla ante su
público. A partir de ese momento la voz juega un papel muy importante.
LA VOZ
Dentro del fenómeno de la emisión de la voz, se distinguen tres elementos:
El tono: dimensión de las cuerdas vocales. Es recomendable colocar el micrófono a una
distancia adecuada de su boca, que su respiración no se escuche a través del micrófono, y
cerciorarse de que suena bien su voz.
La intensidad: fuerza de emisión de la voz, el volumen sonoro. Utilizar la respiración
diafragmática, dosificar la presión del aire, no hablar demasiado alto ni demasiado bajo, no comenzar con gritos, no murmurar.
El timbre: matiz personal de la voz.
El color de voz: voces claras y oscuras.
El grueso: voces delgadas y espesas.
La mordiente de la voz (brillo): voces bien timbradas (netas, armoniosas) y voces sin timbre (blancas, reducidas casi a lo fundamental).
¿Qué significa?
Colocar la voz representa encontrar el nivel apropiado de fuerza vocal y desarrollar la
resonancia vocal adecuada. Impostación de la voz es la acción que consiste en lograr que el aire salga de los pulmones
de la manera más correcta, cómoda y rentable.
LA DICCIÓN
El vocablo “dicción” designa el acto mismo de decir, el arte de decir. La dicción está al servicio de la elocución.
Se divide en dos partes principales:
a) La articulación (pronunciar con claridad y nitidez las palabras).
b) La vocalización (es el sonido que se da a las vocales).
RECURSOS VISUALES 4
Movimientos corporales Las investigaciones acerca de la comunicación humana a menudo han descuidado al
individuo en sí. No obstante, es obvio que cualquiera de nosotros puede hacer un análisis
aproximado del carácter de un individuo basándose en su manera de moverse -rígido, desenvuelto,
3 Ander Egg, E. – Aguilar, M. J. (1994) Cómo aprender a hablar en público. Buenos Aires: Lumen. 4 Pease, A. (2002) El lenguaje del cuerpo. Planeta: Buenos Aires.
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vigoroso-, y en que la manera en que lo haga representará un rasgo bastante estable de su
personalidad.
Tomemos por ejemplo la simple acción de caminar: levantar en forma alternada los pies, llevarlos hacia adelante y colocarlos sobre el piso. Este solo hecho nos puede indicar muchas cosas.
El hombre que habitualmente taconee con fuerza al caminar nos dará la impresión de ser un
individuo decidido. Si camina ligero, podrá parecer impaciente o agresivo, aunque si con el mismo impulso lo hace más lentamente, de manera más homogénea, nos hará pensar que se trata de una
persona paciente y perseverante. Otra lo hará con muy poco impulso -como si cruzando un trozo de
césped tratara de no arruinar la hierba- y nos dará una idea de falta de seguridad. Como el
movimiento de la pierna comienza a la altura de la cadera, hay otras variaciones. El hecho de levantar las caderas exageradamente da impresión de confianza en sí mismo; si al mismo tiempo se
produce una leve rotación, estamos ante alguien garboso y desenfadado. Si a esto se le agrega un
poco más de ritmo, más énfasis y una figura en forma de guitarra, tendremos la forma de caminar que, en una mujer, hace volverse a los hombres por la calle.
Esto representa el «cómo» del movimiento corporal, en contraste con el «qué»: no el acto
de caminar sino la manera en que se hace; no el acto de estrechar la mano, sino la forma de hacerlo. El sistema que se ha elaborado para el estudio de este tema se denomina «esfuerzo-forma».
El analista de «esfuerzo-forma» estudia el fluir del movimiento -en tensión o en relajación, intenso
o leve, repentino o directo, etc. etc.- y la figura, que es en realidad un concepto de la danza: las
formas que adopta el cuerpo en el espacio. El "esfuerzo-forma" ha sido aplicado tanto para la instrucción en la danza como para la de
los actores; para la terapia por medio de la danza y la rehabilitación física; para estudios acerca del
desarrollo de los niños, investigaciones psicoterapéuticas y aún el estudio comparativo de las diversas culturas.
La proporción entre gesto y postura es una forma de evaluar el grado de participación de un
individuo en una situación dada. Distingue dos tipos de movimientos: el gestual, en el que el individuo utiliza sólo una parte de su cuerpo, y el postural, que generalmente atañe a toda su
persona e implica también variaciones en la distribución del peso.
El movimiento postural literalmente lleva más peso detrás y puede emplearse como medida de la participación. Un hombre que sacude enérgicamente los brazos no parecerá convincente si sus
movimientos no se extienden al resto del cuerpo.
Un cambio postural no implica solamente una variación en la posición del torso, ya que a no ser que participen también otras partes del cuerpo, se considerará un gesto del torso. Aun el
caminar puede ser gestual y en consecuencia señal del retraimiento.
Lo que importa es la proporción existente entre los movimientos posturales y los gestuales,
más que el mero número de movimientos posturales. Un hombre puede estar sentado muy quieto, escuchando, pero si al moverse lo hace con todo su cuerpo, parecerá estar prestando mucha
atención; mucha más que si estuviera continuamente en movimiento, jugueteando tal vez
constantemente con alguna parte de su cuerpo. Las actitudes corporales reflejan las actitudes y orientaciones persistentes en el individuo.
Una persona puede estar inmóvil o sentada hacia adelante de manera activa, o hundida en sí misma,
y así sucesivamente. Estas posiciones o posturas, y sus variaciones o la falta de las, representan la forma en que uno se relaciona y orienta hacia los demás.
Siempre se han observado diferencias de movimientos entre las distintas culturas. A
cualquiera le resultará fácil advertir la diferencia existente entre los movimientos angulares y enérgicos de los esquimales y los movimientos ondulantes de los habitantes de Samoa, que hacen
vibrar sus cuerpos desde la cintura y efectúan gestos curvos y sinuosos con manos, brazos y
hombros.
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UNIDAD TEMÁTICA II
LA EXPOSICIÓN EN LA ORALIDAD Y EN LA ESCRITURA
El contenido del texto. Etapas en la preparación del texto oral. Estrategias para producir
ideas. Partes del discurso.
LA EXPOSICIÓN
En diferentes instancias, a lo largo de la carrera universitaria, un estudiante se ve frente a un
tipo de evaluación que a muchos incomodan y preocupan: la exposición oral de un tema. Ya sea en
clase o bien delante de una mesa examinadora, es importante prepararse bien para afrontar este momento con calma y quedar bien parados.
La exposición consiste en la presentación de un tema, lógicamente estructurado, en donde el
recurso principal es el lenguaje oral, aunque también puede serlo un texto escrito. La exposición
provee de estructura y organización a material desordenado, pero también permite extraer los puntos importantes de una amplia gama de información.
1. Preparación de un tema Al preparar una exposición es importante considerar los siguientes aspectos:
- Delimitar el tema o la parte del mismo que será manejado mediante esta técnica.
- Preparar un bosquejo que contenga 3 ó 4 ideas principales.
- Organizar las ideas principales de tal manera que reflejen una secuencia lógica. Es importante que las ideas se organicen en torno a un criterio que ha de guiar el avance en el
desarrollo de las mismas en el momento de la exposición.
- Elaborar algunos cuestionamientos que permitan al profesor, clarificarse a sí mismo la naturaleza del tema. Es importante que los alumnos entiendan visiblemente la perspectiva teórica
desde la cual es ha abordado un tema, esto les permite dar sentido a la información que se está
exponiendo. La falta de entendimiento, o la mal interpretación de la naturaleza del tema expuesto, provoca que los alumnos se “pierdan” en la exposición. Así pues, el planteamiento de algunos
cuestionamientos sobre el tema, permite al profesor clarificarse a sí mismo lo que pretende exponer
a los alumnos.
Estas repuestas constituyen los puntos importantes de su exposición.
* Preparar un “organizador previo”. Un buen recurso para organizar el material textual que será
presentado a los alumnos, es ubicarlo en principios más generales o con los cuales pueda relacionarse o incorporarse tal información. El “organizador previo” (Ausubel, 1976) no debe ser
confundido con una sinopsis de introducción, pues éstas suelen tener el mismo grado de abstracción
que el material de aprendizaje. El organizador constituye una forma de colocar las ideas a exponer en un marco conceptual estructurado de tal manera que permita a los alumnos visualizar la relación
entre ellas.
* Redactar un borrador o versión escrita del texto que expondrá.
* Identificar ejemplos que sirvan como apoyos verbales a la exposición; así como otros recursos propios de la explicación.
* Determinar y preparar los apoyos visuales a utilizar.
2. Exposición de un tema
La exposición de un tema requiere el cuidado de los siguientes aspectos: las fases a partir de
las cuales se estructura la información presentada, el manejo que se hace de la forma de
comunicarlo y la selección y manejo de apoyos visuales.
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Fases a partir de las cuales se estructura la información presentada:
La exposición de un tema debe siempre incorporar las siguientes fases: introducción, desarrollo del tema y cierre.
Introducción
Captar la atención
Despertar el interés
Propiciar un ambiente adecuado Resaltar la importancia del tema
Mencionar el tema
Desarrollo del tema
Organizar ideas a partir de una
secuencia lógica
Conectar ideas entre sí
Verificar la comprensión Aprovechar recursos de
comunicación no verbal
Utilizar apoyos visuales Utilizar recursos propios
Cierre
Resumir ideas expuestas Consolidar la estructura conceptual
Conectar conocimientos adquiridos
con conocimientos previos
Roles y responsabilidades en la exposición
Para que la exposición cumpla con sus propósitos didácticos, es importante que se tengan
en cuenta las siguientes consideraciones:
Establecer con claridad los objetivos a cubrir al momento de la exposición.
Planificar la secuencia de los tópicos a revisar.
Manejar adecuadamente la habilidad de comunicación oral (tanto verbal como no
verbal).
Usar apoyos visuales que refuercen, mediante diferentes canales sensoriales, el
tema de exposición.
Prepararse para el auditorio No es lo mismo si la exposición es en clase, frente a nuestros compañeros, que si es una
instancia de evaluación final frente a una mesa examinadora.
Si de lo que se trata es de transmitir un tema nuevo a los compañeros, es importante ser claro, no dar por leída la bibliografía que se ha preparado sino exponer los puntos principales,
prepararse para reformular las ideas si no han quedado claras.
En cambio, frente a los profesores conviene dar algo más que un resumen de lectura, agregar ideas propias que demuestren que uno no sólo ha leído sobre el tema, sino que lo ha
comprendido, meditado y discutido. Y prepararse para responder preguntas que relacionen lo
expuesto con algún otro punto del programa.
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Medir el tiempo
Es muy frustrante haber preparado una exposición muy clara, con introducción, desarrollo
del tema y conclusiones, y que se nos interrumpa cuando estamos por la mitad, ya sea porque terminó la hora de clase o porque el docente considera que ya es suficiente. Mejor es corroborar
previamente con cuánto tiempo se cuenta para la exposición, y practicarla previamente en casa una
o dos veces.
Agregar material visual
Si se cuenta con recursos como para preparar una presentación de diapositivas con cuadros,
flechas, tablas, etc. se agilizará mucho la exposición para el auditorio. Si no se tienen ese tipo de materiales, entregar previamente a la exposición un juego de fotocopias que condense las ideas
principales, reproduzca cifras, citas de autores o fotografías también es una forma de captar a tu
público.
Relajarse
Intenta hacer alguna técnica de relajación previa a la exposición, como inhalar y exhalar repetidas veces conservando unos segundos el aire en tus pulmones, o visualizar un lugar en el que
el alumno se sienta tranquilo. Y en todo momento hay que tener presente esto: se están evaluando
los conocimientos.
LA PONENCIA
Un tipo de texto que se puede solicitar a los alumnos durante la formación académica es la
redacción de ponencias en donde la base se encuentre en la exposición y explicación de algún tema, caso, situación, etc.
A continuación desarrollaremos algunos aspectos referentes a las demandas que tiene una
tipología textual como la mencionada.
Planifique su exposición
- La presentación verbal de un trabajo no constituye una publicación y, por consiguiente, su preparación requiere una organización diferente.
- El tiempo promedio de una exposición es de 20 minutos y el máximo es de 1 hora. Por
ello, su contenido técnico debe reducirse en comparación con el artículo escrito. No describa todos
los detalles. - La presentación oral debe orientarse a un nivel más general que el que tiene un trabajo
escrito. Evite las especificaciones técnicas, defina los términos, explique los conceptos difíciles. Un
poco de redundancia puede ser útil. - Antes de desarrollar su presentación, responda a estas preguntas:
¿Por qué debe hacer esa presentación? ¿Quiénes son los otros participantes y cuál es la ocasión?
¿Cuánto sabe la audiencia sobre el tema?
¿Están interesados? ¿Son hostiles? ¿Tienen dudas?
¿Existe la posibilidad de una reacción negativa? ¿Está preparado? ¿Otros ya han hablado sobre su tema? ¿Cuál fue la reacción?
¿Qué antecedentes debe proveer para que lo entiendan cabalmente?
¿Espera que la audiencia le haga preguntas?
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¿La audiencia conoce su experiencia? ¿Necesita establecer su credibilidad?
¿La audiencia espera una presentación formal o informal?
¿Conoce el perfil de su audiencia: nivel de educación, ocupación, edad, experiencia, interés?
Organice su exposición de acuerdo con el esquema clásico:
1. Introducción: diga lo que va a decir. 2. Cuerpo: diga lo que quiere que la audiencia conozca.
3. Conclusión: diga lo que ha dicho.
La Introducción tiene como objetivo principal el atraer la atención de la audiencia y preparar el camino al mensaje principal. El ponente debe utilizar la Introducción para:
Cautivar el interés de los oyentes y darles una visión del tema que lo haga atractivo.
Dar a los oyentes la información que juzgue necesaria a fin de que puedan entender
bien el cuerpo de doctrina que se expondrá a continuación.
Hacer los agradecimientos pertinentes de forma breve y educada, especialmente
breves si está en una mesa redonda
El Cuerpo central es donde debe incluir el mensaje principal que desea transmitir al
auditorio. El error más frecuente por parte de ponentes no experimentados (y de algunos ya experimentados) es el de querer transmitir a la audiencia todo lo que el ponente sabe sobre la
materia. Si se cae en la tentación de decirlo todo, la lluvia de información que hará caer sobre la
sufrida audiencia será tal, que en muy poco tiempo el ponente habrá conseguido el desinterés de la
gran mayoría de oyentes. Tres o cuatro ideas clave, repetidas dos o tres veces con diferentes palabras y desde diferentes perspectivas, deben ser transmitidas antes de que el natural cansancio
haga presa en la audiencia y disminuya su atención. Es el momento decir cuáles son las
aportaciones principales o más novedosas del trabajo realizado y limitar el fárrago de datos experimentales a aquellos que son esenciales para substanciar lo que se afirma. Se trata en esencia,
de atenerse a lo más importante y recalcarlo.
La Conclusión es también importante. Conviene indicar a los oyentes cuándo se ha entrado
en la recta final, cuándo se ha iniciado la conclusión. En la conclusión se incluirán frases breves y
sucintas que resuman lo expuesto, digan porque es importante y qué aplicación práctica tiene. Las
conclusiones deber corresponder a los objetivos o preguntas mencionadas en la Introducción.
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UNIDAD TEMÁTICA III
LA ARGUMENTACIÓN EN LA ORALIDAD Y EN LA ESCRITURA
El contenido del texto. Etapas en la preparación del texto oral. Estrategias para producir
ideas. Partes del discurso. De base argumentativa: la ponencia de demostración.
Estructuras posibles, características pragmático-lingüísticas. La argumentación.
Argumentación secuencial y dialéctica. Procedimientos del desarrollo discursivo.
“Argumentar consiste en dar razones para defender o atacar una opinión o idea
(tesis o proposición), con el fin de convencer o persuadir a alguien sobre algo.
La argumentación es una práctica discursiva orientada hacia el receptor (función
apelativa) con el propósito de lograr su adhesión.”
Consecuentemente, en los textos argumentativos (en el mensaje), el emisor expresa
su opinión para convencer al destinatario sobre algún tema, mediante la presentación de
argumentos.
Núñez Lagos dice, que “el discurso argumentativo es un tipo de discurso que se
basa en opiniones y en el que el hablante o escritor adopta una posición acerca de un tópico
controversial”
Decimos entonces, que la argumentación es un discurso persuasivo, porque intenta
convencer al otro de la verdad o corrección de lo que el autor dice o escribe.
Para ello, se valdrá de suposiciones, que confirmen sus expresiones o de las cuales
se puede deducir su aseveración. Y por ello, se le pueden señalar como mínimo dos
características esenciales:
Que se organiza en función de proposiciones que traducen el razonamiento del
emisor, por medio de juicios, aserciones, críticas.
Que siempre remite a otro.
El que argumenta tiene un destinatario a quien pretende convencer. Y en caso de
que no lo intente con su discurso, al menos, pretenderá establecer la justicia de una actitud,
de un razonamiento o de una conclusión.
El autor Lázaro Carrillo Guerrero sostiene que: “Argumentar es interaccionar o
comunicar. De modo que, la argumentación está en toda realización de la lengua, en todo
acto comunicativo.”
Cotidianamente estamos en contacto con la argumentación: notas periodísticas,
editoriales de diarios y revistas, cartas de lectores, textos publicitarios, discursos polítíticos,
intentan convencernos sobre alguna cuestión.
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María Silvina Delbueno, dice al respecto que “Si nos acercamos a una primera
definición convenimos en que argumentar es convencer al receptor de un mensaje, sobre un
asunto o tema a través del razonamiento”.
Características:
• Objeto: un tema controversial que admita distintos puntos de vista o enfoques. Un
problema con más de una forma de darle solución.
• Emisor: quien manifiesta una posición determinada frente al objeto. • Carácter dialógico: se produce una confrontación entre el emisor actual (proponente) y un
receptor (oponente) concreto o no, presente o representado textualmente, lo que genera
polémica. • Finalidad: promover la adhesión mediante estrategias de convencimiento o persuasión.
Ahora bien, es pertinente destacar que desde la antigüedad el discurso argumentativo
despertó el interés de los pensadores. Ya Aristóteles formalizó la retórica clásica al
describir los cinco pasos principales que se deben seguir en la producción de un texto
argumentativo.
En la actualidad, se usan tres de aquellos pasos, tal como a continuación se
menciona:
1. La elección de temas y búsqueda de pruebas y argumentos que es la INVENTIO.
Según la retórica clásica significa “descubrimiento” y que designa tanto el trabajo
de recolección de datos y pruebas, como la clasificación más adecuada para la
finalidad argumentativa.
2. El orden en el discurso de lo que se ha encontrado en el paso anterior, que es la
DISPOSITIO, que quiere decir: composición con arreglo a un esquema.
3. Y la puesta en palabras del material argumentativo. La ELOCUTIO, cuyo
significado es expresión. En este nivel se despliegan una variedad de figuras
retóricas, con el fin de embellecer y reforzar el valor persuasivo de los argumentos.
LA DISPOSITIO
En el esquema argumentativo. La DISPOSITIO (según la retórica clásica) organiza el texto
argumentativo en tres partes:
1) EXORDIO: “decir lo que se dirá” Es la apertura del discurso con el que se da a
conocer el tema y se capta la atención del destinatario. Es común, que en esta parte
el emisor afirme la trascendencia del tema por tratar.
Su importancia radica en que es la llave que abre la atención y el puente para el
desarrollo del tema.
Se reconocen Cuatro tipos de exordio:
Directo: se enuncia el tema del discurso y el posible orden que lo
desarrollará.
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Por insinuación: se presenta el tema de manera velada (con un ejemplo, una
anécdota que esté en relación).
Pomposo: se toma al tema desde un punto de vista recargado, ampuloso.
Ex abrupto (no exordio): se comienza el tema sin mayor preámbulo,
intempestivamente.
Los objetivos del exordio son predisponer al receptor y situar en el tema.
Su finalidad es despertar el interés, por lo tanto, no debe ser extenso. No se debe
confundir con la presentación.
2) NARRACIÓN DE LOS HECHOS: “decir” .El emisor presenta los hechos
involucrados en el asunto que va a tratar y la hipótesis (tesis) que sostiene. La
confirmación (demostración) es la argumentación propiamente dicha, en la que el
emisor confronta la hipótesis con las pruebas para confirmarla.
Su importancia radica en que se trata del desarrollo del tema.
Se debe tener en cuenta:
1. La UNIDAD (hablar del mismo tema y evitar las digresiones);
2. El ORDEN (desarrollarlo de manera coherente);
3. La PROGRESIÓN (el desarrollo irá in crescendo hasta su resolución); y
4. La TRANSICIÓN (indicar el avance a través de conectores que indiquen la
evolución del desarrollo).
Es importante que la narración se adapte a las circunstancias y al auditorio, según
los objetivos que busca conseguir el emisor.
3) EPÍLOGO O PERORACIÓN: “decir lo que se dijo”. Es el momento de cierre del
discurso. Consiste en un resumen del tema, la tesis o proposición y la conclusión. Y
se vuelve a apelar al receptor, con el propósito de verificar la persuasión, o bien,
para reforzarla en el caso de que no se hubiera conseguido.
Su importancia radica en que por tratarse del cierre del tema, es lo que debe
perdurar en la memoria del oyente.
Existen tres tipos de epílogo o peroración:
1. RESUMEN: se recuperan todos los argumentos enunciados.
2. SÍNTESIS: se recupera el argumento más general que englobe al resto.
3. EXHORTACIÓN O CON EFECTO: se propone algo que deberá seguirse o
imitarse.
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SUPERESTRUCTURA DEL TEXTO ARGUMENTATIVO
Siguiendo la propuesta de Saporiti y Rodriguez, vemos que el texto argumentativo
se organiza en base a la siguiente estructura o superestructura argumentativa:
Punto de partida Proposición Argumentación
o Demostración
Argumentos Conclusión
a favor y en contra
EXPLICACIÓN DEL ESQUEMA:
Punto de partida = involucra las circunstancias de tiempo, espacio, actores o
agentes involucrados, etc. y /o actualización del problema.
Proposición = es la afirmación, el enunciado que se pone a consideración para que
sea aceptado o refutado; también llamada tesis.La proposición es la opinión que
queremos defender.
Demostración o Desarrollo = es el desarrollo de los argumentos (pruebas) a favor o
en contra.
Conclusión = es la ratificación de la tesis o proposición.
De acuerdo con Saporiti y Rodriguez de estas categorías:
La proposición o tesis y la demostración o desarrollo, son obligatorias.
El punto de partida y la conclusión son optativos.
La proposición puede plantearse de diversas maneras en el discurso. En general, es
expresada claramente en las primeras oraciones del texto, ni bien se ha planteado el tema o
punto de partida. A veces, no está explícita en ningún momento y el destinatario la deduce a
partir de la argumentación. Otras, está expresada a lo largo del discurso y el receptor debe ir
reconstruyéndola.
La conclusión puede explicitarse o no. En este último caso, se requiere que el receptor haga
inferencias sobre la misma. También puede darse el caso de que la categoría conclusión
ARGUMENTACIÓN
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esté al final de cada uno de los argumentos presentados, tal como indican los autores
mencionados.
En la demostración o desarrollo, categoría en la que se desarrolla la argumentación
propiamente dicha, el modo en el que se organizan y despliegan los argumentos utilizados,
permite clasificar las superestructuras argumentativas en dos tipos:
1. argumentación secuencial, y
2. argumentación dialéctica.
ARGUMENTACIÓN SECUENCIAL: Se presentauna sola tesis o proposición y una serie de argumentos que la apoyan.El
cuerpo del texto está constituido por diversas fases argumentativas o una suma de
elementos probatorios.
En esta argumentación la demostración desarrolla sucesivos argumentos o da sucesivas
“pruebas” que refuerzan o confirman lo enunciado en la proposición o tesis.
ARGUMENTACIÓN SECUENCIAL
Punto de Partida
Proposición (Tesis única)
Demostración de la Tesis
Argumento 1
Argumento 2
Argumento 3
CONCLUSIÓN
Esta argumentación se utiliza generalmente en la argumentación escrita.
ARGUMENTACIÓN DIALÉCTICA:
Se podría considerar que esta argumentación presenta una mayor complejidad, ya que
presenta tesis y contratesis, argumentos y contraagumentos; lo que indica que el autor ha
asumido una posición bastante crítica. Se suele iniciar el texto con la presentación del
problema, al que sigue la tesis o contratesis, continuando con la demostración y
finalizando con una conclusión.
La demostración es organiza de a pares, es decir, afirmaciones (tesis) y puntos de vista
contrarios (contratesis) para presentar, luego, una serie de argumentos o pruebas a favor y
encontra.
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ARGUMENTACIÓN DIALÉCTICA
Punto de Partida
Proposición
Demostración
Tesis
Contratesis
Cuerpo Argumentativo
Argumento 1
Argumento 2
Argumento 3
CONCLUSIÓN
Esta argumentación se utiliza generalmente en la argumentación oral.
Sea que se trate de una argumentación pensada para la escritura (como acto de escritura /
acto de lectura), o para la oralidad (como acto de habla), lo primero que debemos tener en
claro es lo que se desea conseguir, conocer los objetivos del discurso.
Los objetivos (para qué) de los discursos son en la argumentación: convencer, persuadir.
a) El que pretende convencer, demostrará el tema de manera lógica, esquivando los
toques afectivos, ya que intenta influir sobre la manera de pensar y debe lograrlo
con razones generales, válidas para la mayoría o para la generalidad.
b) El destinado a persuadir, en general, echará mano del sentimiento y la afectividad
puesto que tratará de influir sobre el comportamiento del auditorio.
Ambas intenciones del emisor no siempre son excluyentes; pueden estar combinadas en un
mismo discurso. Sin embargo, convencer y persuadir nos señalan ya dos tipos principales
de argumentación, según en qué se sustenta la misma:
1.- sustentada en el empleo de argumentos lógicos,
2.- sustentada en la apelación a los sentimientos del destinatario.
Organización interna:
Corresponde a los modos de presentar la argumentación:
• Deductivo: consiste en presentar primero la tesis y después los argumentos o pruebas:
TESIS - ARGUMENTOS - CONCLUSIÓN
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• Inductivo: en primer lugar se manifiestan los argumentos y a continuación la tesis, a modo
de conclusión.
ARGUMENTO – TESIS
Elementos gramaticales presentes en la argumentación
• Utilización de la 2ª persona para lograr una apelación directa al oyente. • Léxico muy expresivo, abundancia de adjetivos calificativos y frases hechas.
• Hipérboles o exageraciones constantes en el contenido y en las expresiones.
• Redundancias y reiteraciones para insistir sobre una idea y crear un ritmo envolvente.
• Pregunta retórica. • Presencia de exclamaciones con las cuales se busca emocionar y transmitir el animo del
orador.
• Uso de expresiones intercaladas para aclarar, explicar o precisar ideas. • Comparaciones y metáforas usadas como argumentos ejemplificadores.
• Uso de antítesis y contrastes para destacar una idea o hecho.
• Utilización de sustantivos abstractos, léxico culto y técnico.
Tipos de argumentos según el modo de razonamiento
Un argumento es el razonamiento por el cual se intenta probar o refutar una tesis. En una
argumentación siempre existe la intención de convencer razonadamente o persuadir afectivamente.
Argumentos lógico-racionales
• Razonamiento por analogía: se establece una semejanza entre dos conceptos, seres o cosas diferentes. Se deduce que lo que es válido para uno es válido para otro.
• Razonamiento por generalización: a partir de varios casos similares, se genera una tesis
común, que es aplicada a un nuevo caso del mismo tipo.
• Razonamiento por signos: se utilizan indicios o señales para establecer la existencia de un fenómeno.
• Razonamiento por causa: se establece una conexión causal entre dos hechos que
fundamentan la tesis. • Uso del criterio de autoridad: se alude a la opinión de expertos en el tema o personajes
consagrados para sustentar la tesis.
Argumentos emotivo-afectivos
• Argumentos afectivos: se dirigen a los sentimientos del auditorio, especialmente sus
dudas, deseos y temores, con el fin de conmover y provocar una reacción de simpatía o
rechazo. • Argumentos por lo concreto: se emplean ejemplos familiares a los oyentes, porque les
afectan directamente.
• Confianza del emisor: apela a la confianza del receptor sobre el emisor. • Argumento-eslogan: se trata de una frase hecha, un tópico o palabra que se repite
constantemente y resume el tema, invitando al receptor a creer en lo que se expone.
• Recurso de la fama: la imagen o palabras de un personaje bien valorado socialmente. • Fetichismo de las masas: se sustenta en la idea de que la mayoría elige lo correcto o está
en la opinión acertada.
• Uso de los prejuicios: Apela a posibles prejuicios por parte del receptor.
• Recurso de la tradición: la idea expuesta se apoya en máximas, proverbios y refranes conservados por la tradición, y cuyo valor se acepta sin discusión.
• Argumentos de conocimiento general o de experiencia personal: se basa en aquellas
ideas que todo el mundo ha escuchado en relación con el conocimiento de la realidad o la experiencia personal, ciertas “frases hechas” que nadie cuestiona.
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LOS PROCEDIMIENTOS PROPIOS DE LA ARGUMENTACIÓN:
Para hacer más razonable su tesis o proposición, es decir para convencer a su interlocutor,
el emisor recurre a una serie de procedimientos que le permiten relacionar sus ideas con los
hechos y con las pruebas.
Es por eso, que utiliza recursos tales como:
1. La analogía,
2. La cita de autoridad,
3. Las relaciones concesivas,
4. La clarificación,
5. La ejemplificación,
6. La explicación,
7. La hesitación,
8. La desmentida.
Veamos en qué consiste, cada uno de los citados procedimientos:
1. La analogía es un recurso que consiste en comparar la opinión de quien emite el
discurso con otra opinión a la que adhiere el receptor.
2. La cita de autoridad es un recurso que consiste en citar el argumento de algún
especialista en el tema sobre el que trata el discurso, para fortalecer su eficacia.
3. La concesión es un procedimiento que permite establecer objeciones parciales a
afirmaciones o conceptos.
4. La clarificación es el procedimiento que consiste en advertir los errores de algunos
argumentos adversos.
5. La ejemplificación es el recurso que posibilita hacer derivaciones de
afirmaciones generales a casos particulares. 6. La explicación consiste en ampliar o enunciar de manera más detallada, para
facilitar la comprensión.
7. La hesitación es un procedimiento que permite la presentación de ventajas y
desventajas.
8. La desmentida es el procedimiento por el cual se descarta de la validez de un
argumento opuesto.
CONECTORES ARGUMENTATIVOS:
Los conectores son palabras o grupos de palabras que se usan para unir partes de un
texto.
En caso de la argumentación se los utiliza para establecer relaciones entre los
argumentos.
Cuando la estructura de la elocutio tiene la forma de una secuencia ordenada
lógicamente, suelen utilizarse diversos conectores con el fin de relacionar los argumentos.
Y cuando los procedimientos argumentativos son otros, podemos encontrar otro tipo
de conexión entre los distintos argumentos.
Veamos algunos ejemplos sobre el uso de los conectores propios para cada procedimiento
argumentativo y la especificación de sus funciones:
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PROCEDIMIENTOS CONECTORES Se usan para :
Clarificación “En cuanto a ese aspecto…”
“Es cierto que… pero no…”
“En cuanto a que…”
Advertir errores de
argumentos adversos.
Ejemplificación “Por ejemplo…”
“Es decir, …”
“Como…”
“Veamos por ejemplo…”
Derivar afirmaciones
generales a casos
particulares.
Explicación “En otros términos…”
“Del mismo modo…”
“O sea que…”
Ampliar o detallar para
facilitar la comprensión.
Concesión “Si bien…”
“Sin embargo…”
“Aunque…, no es menos
cierto que…”
“Si bien…, por otra
parte…”
Objetar parcialmente
afirmaciones o conceptos.
Hesitación “Seguramente…”
“Es cierto que… pero…”
“Desde otro punto de
vista…”
Presentar ventajas y
desventajas.
Desmentida “No es cierto que…”
“Contrariamente a…”
“Es necesario aclarar
que…”
Descartar la validez de un
argumento opuesto.
La conclusión retoma la tesis inicial y demuestra la validez del planteo.
Generalmente va precedida de palabras clave como: por lo tanto, para concluir, para
finalizar, finalmente, etc.
Además de los que aparecen clasificados en el cuadro, para relacionar y marcar las
distintas partes de la argumentación pueden utilizarse los que a continuación se indican:
El primer argumento puede ir precedido de: en primer lugar, en primer lugar, en
primer término, en primera instancia, el primer punto que…, para comenzar, por
una parte, etc.
Los argumentos que siguen pueden ir precedidos de: en segundo lugar, en segundo
término, en segunda instancia, el segundo punto que…, por otra parte, además,
también, asimismo, del mismo modo que.
El argumento final puede ir precedido de: por último, finalmente, para terminar,
para resumir, etc.
La conclusión puede iniciarse con: por lo tanto, entonces, en suma, en conclusión,
de este modo, de todo lo dicho anteriormente se concluye que, por lo expuesto
podemos afirmar que, etc.
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EL USO DE FIGURAS RETÓRICAS:
Una vez establecidos los argumentos y dispuesto un esquema de presentación, es
necesario que intervengan las palabras para darle materialidad al discurso. Esta tarea
descansa en la retórica, especialmente en el uso de figuras del lenguaje.
Si bien las figuras retóricas de la argumentación son casi las mismas que aparecen
en el discurso poético, el valor que adquieren es distinto, en tanto que en la argumentación
persiguen el convencimiento por medio del lenguaje. Es decir tienen sentido persuasivo y
no puramente poético. Entre las más comunes distinguimos:
Figuras que afirman la aserción Afirman lo que se dijo:
Acumulación: es posible reforzar la
aserción de una hipótesis repitiendo los
datos.
Pegunta retórica: se pone al destinatario en
la obligación de responder una pregunta que
tiene la respuesta implícita.
Hipérbole: se da tanto por la exageración
como por disminución exagerada.
Figuras de contraste Por oposición refuerzan el sentido o la
dirección del argumento:
Oxímoron: se conforma con la conjunción
de dos opuestos.
Paradoja: no es estrictamente una figura,
sino un tipo de razonamiento que contradice
la opinión general.
Metáforas con valor argumentativo A partir de un procedimiento de
desplazamiento o de sustitución consiguen
reforzar el efecto persuasivo.
Funcionan como analogías condensadas.
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CÁTEDRA:
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