Transcript
  • http://nalocos.blogspot.gr/2012/12/miguel-zapata.html

    Miguel Zapata

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  • Tiempo de agua

    Tumbado sobre el colchn, oigo el primer borboteo del agua brotando desde puntos

    imprecisos en la unin de ciertas baldosas del suelo. Al inicial respingo (quin puede negar

    que los sonidos acuticos generan siempre un movimiento de nuestras orejas, un tomo de

    memoria reptiliana) sucede siempre, al momento, un acomodo inmediato de mis msculos a

    la certeza de que nada se puede hacer ya.

    .......

    El nivel del agua sube, veloz en su bisbiseo. Hace flotar mis zapatillas como dos barquitos de

    tela, llega hasta el lmite del colchn y anega pronto la mesita de noche. Deja naufragando

    un libro, mi reloj de cuarzo y la lamparita que se ahoga con una breve fiebre elctrica.

    Asciende el agua con su urgencia incolora hasta mojar mi pijama, acariciar mi cuello y hacer

    flotar mis manos y mis pies. Yo no me resisto, entiendo que no se debe forzar lo que es

    inevitable, los bailes del azar.

    .......

    Mientras floto a ritmo pausado por la habitacin inundada ya en una marea que se amista

    con el techo, siento la relajacin propia del que no tiene responsabilidad alguna ante la

    fuerza irresistible de los fenmenos naturales. Nada puedo hacer, no, nada se me permite,

    anulado por este ocano. Me dejo llevar por el tibio oleaje que desplaza como a medusas las

    sillas, una alfombra o las prendas de ropa que antes atestaban el perchero.

    .......

    Slo cuando noto el lmite de mis pulmones clamando oxgeno, advierto que no debo, no

    quiero morir: ahora tengo que preocuparme por algo ms trascendente que cualquier

    problema cotidiano. Doy para ello un leve giro de pez (desganado casi, apenas una seal

    ligeramente convenida) y el paisaje martimo de mi dormitorio comienza su rpida retirada

    hacia el suelo, recomponindose en un caos hmedo lo que antes flotaba amnitico,

    sonmbulo, hasta perderse nuevamente los ltimos hilos de agua en su correspondiente

    resquicio de las baldosas.

    ........

    De nuevo sobre la cama, empapado y a merced de mi voluntad, siento otra vez el peso de las

    responsabilidades, esos deberes cotidianos que le hacen a uno temer tanto como desear un

    naufragio pequeo, una inundacin de juguete.

    .......

    Algo irreversible, a fin de cuentas.