INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA READIC-UNIRUNIDAD DE EXTENSIÓN
DIPLOMADOS EN EDUCACIÓNMÓDULO VI: EL DOCENTE UNIVERSITARIO Y EL DESARROLLO DE LAS
POTENCIALIDADES HUMANAS
MOTIVACIÓN EN EL AULA
La Motivación en el aula es el interés que tiene el alumno por aprender o por
realizar actividades que conlleven un aprendizaje, o como indica la RAE en su útima
edición (22º): “Ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a
ejecutarla con interés y diligencia”. Cuando el alumno tiene interés, el aprendizaje se
realiza con facilidad; es una condición propia.
La Motivación puede ser intrínseca o extrínseca. La motivación intrínseca es
cuando el enfrentarse con éxito a una tarea produce satisfacción personal y la
Motivación Extrínseca depende de aspectos externos, como son lo que digan o
hagan los demás o los productos tangibles de su aprendizaje, ambas son muy
influyentes y la autoestima del alumno toma un papel importante.
Aunque la motivación es un proceso interno, en manos del docente está el
incentivarla, para ello debe:
Mantener una actitud positiva, que los alumnos captarán.
Generar un ambiente agradable, de cordialidad y respeto.
Diagnosticar el conocimiento previo de los alumnos, para tener un punto
de partida en las actividades a realizar.
Preparar los contenidos y actividades de cada sesión, pues la
improvisación genera falta de credibilidad y desmotiva al alumno.
Mantener una mente abierta al cambio, ya que el conocimiento es
variable.
Fomentar la curiosidad, la investigación y el autoaprendizaje.
Generar problemas que daba resolver el alumno, para activar su interés.
Usar un lenguaje familiar, acorde con el grupo, para que puedan entender.
Realizar actividades variadas, para evitar la monotonía.
Tutora: Lic. Deny Villalobos Autora: Ing. Sophia Pineda
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DIPLOMADOS EN EDUCACIÓNMÓDULO VI: EL DOCENTE UNIVERSITARIO Y EL DESARROLLO DE LAS
POTENCIALIDADES HUMANAS
Organizar grupos cooperativos, donde los alumnos puedan compartir sus
puntos de vista.
Mostrar la utilidad del conocimiento transmitido.
Promover la autoevaluación y coevaluación.
Diseñar las evaluaciones de modo que el alumno pueda ver sus fallas y
corregirlas.
Incrementar su confianza.
Cada alumno es diferente y por lo tanto se motiva de un modo diferente, de
parte del docente reconocer las diferencias y actuar en torno a ellas, reconocer cada
alumno como un individuo, con sus propios pensamientos, ideas, problemas,
conocimientos previos, entre otras particularidades.
En la actualidad, sobre todo en la educación de adultos, el alumno necesita
conocer la utilidad que tendrá ese conocimiento en su actividad profesional futura,
para convertirse en capital humano. Si las actividades no garantizan la utilidad futura,
el alumno pierde el interés, por lo tanto, el docente debe procurar que las actividades
propuestas generen la posibilidad de tener la experiencia de que lo que se está
aprendiendo será útil.
Tutora: Lic. Deny Villalobos Autora: Ing. Sophia Pineda