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Page 1: Por Fernando Campos NEOYORQUINO

38 �• EL ESPECIAL �• Edición 1316 �• Mayo 24 del 2011

Por Fernando CamposFotos: Alfredo Huereca en "Cayendo con

Victoriano" / Susanna Guzmán en "La luz de uncigarrillo"; y Paula Crequet / cortesías de Frank

Castro / Félix Lam / y Archivo de ACE

Una nueva entidad,World View Pro-ductions, tuvo sudebut local recien-temente en una de

las salas teatrales de Roy Arias enla zona de Times Square, y conla puesta escénica de “Cayendocon Victoriano”, no pudo tenerun inicio más auspicioso, ya queaparte de haber escogido unaobra de enorme relevancia parael público hispanoamericano dela ciudad de Nueva York, contó con un elenco yequipo de producción de primer orden.

Teniendo de trasfondo uno de los períodosmás turbulentos de la historia de México, la obradel dramaturgo Luis Enrique G. Ortiz Monasteriorelata con visión satírica e impactante el ocasodel dictador Victoriano Huerta, quien se auto-proclamó presidente luego de traicionar y derro-car a Francisco Madero, ejecutado bajo susórdenes, dando curso a un inevitable abuso depoder impregnado de bajas intrigas, corrupcióny falsa diplomacia.

De hecho, conviene señalar quefue por demás efectivo recurrir a laperspectiva del personaje de Edith,la esposa del embajador de facto delos Estados Unidos, para narrar loshechos en torno a la caída de quienes considerado como el gran villanode la Revolución Mexicana. Pero deigual forma puede decirse que eldramaturgo supo utilizar los hechoshistóricos para ofrecernos un tra-bajo que, a más de destilar humoramargo, en todo momento cobra

vitalidad dramática.Bajo la dirección de Luis Martin - quien, según

nos enteramos, dirigió la obra por medio de lared de Internet antes de reunirse personalmentecon sus actores - Alfredo Huereca (en la foto)brindó una actuación soberbia en el papel titular;y lo mismo puede decirse de Raoul Bretón y BillBlechingberg, quienes supieron destacarse en losotros papeles centrales. Por otro lado, Ana Veró-nica Muñoz cumplió bien con el personaje deEdith; mientras que Ricardo J. Salazar no desme-reció en el secundario papel de un teniente.

Alas sorpresas agrada-bles que nos ha de-parado la presentetemporada, tene-mos que agregar la

puesta escénica de “La luz de uncigarrillo”, que recientemente es-trenó el Teatro Latea en el bajoManhattan, en el Centro CulturalClemente Soto Vélez. No sólonos dio la oportunidad de descu-brir la potente fuerza creativa deun talentoso dramaturgo nacido ycriado en Nueva York, de ascen-dencia dominicana, nuevo paranosotros, pero a la vez sirvió devehículo para el lucimiento totalde un bien escogido elenco decuatro que en ningún momento dio una notafalsa en la interpretación de sus personajes.

Escrita por Marco Antonio Rodríguez, quien ladescribe como “Una historia Dominican-York”,esta obra de ribetes hilarantes y corrosivos no esprecisamente un microcosmos de la colonia do-minicana radicada en la ciudad de Nueva York,pero sí es un estudio bien logrado, en términos

teatrales, del distanciamiento quepuede existir en la relación deuna madre con su hijo tanto porla falta de comunicación comopor los prejuicios que son pro-ducto de una sociedad propensaa ahogar los que resienten susconvencionalismos.

Con una magnífica escenogra-fía acreditada a Yanko Bakulic, ybajo la dirección del propioMarco Antonio Rodríguez, quienseguramente conoce mejor quenadie los personajes que élmismo ha creado - basados sinduda en seres de la vida real queen algún momento ha conocido- corresponde destacar que tanto

Susanna Guzmán (en la foto) como Ismael CruzCórdova, en sus respectivos papeles de la impul-siva madre y el hijo incomprendido, brindaron ex-celentes actuaciones, mientras que algunos de losmomentos más simpáticos de la obra fueronaportadas por veterana Teresa Yenque, haciendode una vecina pendenciera, y Arisleyda Lombert,en el papel de una amiga llamada Divina.

�‘LA LUZ DE UN CIGARRILLO�’ EN LATEA

Desde el estreno en Broadway dela obra musical “In the Heights”,hace ya un par de años, quizáspor coincidencia WashingtonHeights se ha convertido en un

nuevo centro teatral hispano de la ciudad deNueva York. Además de las producciones quese han estado ofreciendo en ese sector bajo elauspicio del Comisionado Dominicano de Cul-tura, la fiebre teatral ha continuado con la re-ciente apertura de la Casa de la Cultura deNavarrete, y ahora con el Primer Festival de Te-atro en Español de Washington Heights, quetambién se conoce como The Heights TeatroFestival.

Sobre su participación en ese festival, que di-vidirá sus atracciones en diversos escenarios delárea y se mantendrá en cartelera hasta el 27 demayo, nos estuvo hablando la diligente PaulaCrequet (en la foto), cuya obra, “Mi amor, ha-blamos luego”, producida por la agrupación Te-atro Las Tablas, fue escogida para abrir yclausurar el festival. “La actividad teatral hispanaen Washington Heights responde a una necesi-dad de la comunidad hispana que allí reside”,nos afirmó la Crequet, “y la verdad es que mesiento honrada de que mi obra fuera una de lasescogidas para ser montadas”.

Teniendo de director a Raúl Rivera y con unelenco integrado por Agar García, Helen Rodrí-guez, Jorge Pluas, Oscar Manuel, Paul Torres yla misma autora, “Mi amor, hablamos luego”cuenta la historia de una inmigrante que se tras-lada a esta gran ciudad con la ilusión de resolversus problemas económicos, pero cuando llegaa la casa de su cuñada lo que encuentra es unafamilia disfuncional que cada día le provee unanueva pesadilla.

Entre los otros grupos que participan en estefestival figuran el Teatro TEBA con la pieza “Yqué fue de doña Inés”, dirigida por Héctor LuisRivera; y también la agrupación E3 Outlaws,que anuncia la reposición de la controversialpieza “El Olor de las Hembras”.

NEOYORQUINOESCENARIO

PAULA CREQUET PARTICIPA EN

FESTIVAL

SUBE A ESCENA �‘CAYENDO CON VICTORIANO�’

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