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Director: Romina [email protected]
Editor responsable: Soledad Rodero [email protected]
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Dirección de arte y diseño: Furia World
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Colaboran en redacción:Martín E. Graziano, Maru Drozd, Alejandro Grimoldi, Victoria Meli, y Florencia Falabella
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; REVISTA G7Av. Diego Carman 641, Piso 1 Dto3Lomas de San IsidroProvincia de Buenos Aires (C.P. 1642)Domicilio legal: Lanza 2283 - Ciudad autónoma de Buenos Aires (C.P. 1437)E-mail: [email protected]; Distribución en CABA - Vaccaro/Sánchez S.A.Moreno 794 - 9Ciudad Autónoma de Buenos AiresTeléfono: 4-342-4031; Distribución en el interior - BeltránAv. Vélez Sársfield 1950Ciudad Autónoma de Buenos AiresTeléfono: 4-303-1870
G7 es una publicación de REVISTA G7 Se prohíbe la reproducción parcial o total del contenido de esta revista sin previa autorización por escrito del editor. Los anuncios y artículos firmados y las opiniones de los entrevistados no reflejan necesariamente la opinión del editor.
ISSN: 1666-5929Propiedad intelectual: 1992764
Staff
Por suerte, podemos cambiar: de canal, de dentista, de mone-da, de trabajo, de casa, de novio, de ropa, de hobby, de sexo, de tema, de piel, de país, de opinión, de zapatos, de esposa, de dios, de shampoo. Algunas veces, lo hacemos porque la reali-dad nos empuja. Otras, nos transformamos porque queremos ser otros. Y, en ocasiones, cambiamos para que nada cambie. Un mes atrás, G7 cambió de director. Francisco Condorelli, fundador de la revista, dio un paso al costado para concentrar sus energías en otro proyecto. Por acá, sin embargo, seguimos como siempre: con ganas de descubrir personajes que tengan algo para decir y que, con sus historias y miradas, nos muestren otros mundos.
::Cambios::
Por Juan María Fernandez
Gruposiete se comunica con:
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La BrújuLa
ELEgidos
dossiEr
8 . Planeador10 . Música12 . Libros14 . Arte
16 . Estelares
22 . Inés Efron28 . Diego Kolankowsky
32 . Matías Martin
40 . Arte BA
52 . TGLT
60 . Pucho Mentasti
66 . Lux Lindner
74 . Manuel Lozano
44 . Soñando en invierno
.SumariRevista G7- Número 96
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60.
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Pura inspiración
ENTRE EL 14 Y EL 20 DE JUNIO SE LLEVARÁ A CABO
LA 12ª EDICIÓN DE ESTA RECONOCIDA EXPOSICIÓN.
COMO SIEMPRE, DESPLEGARÁ LAS PROPUESTAS
MÁS INTERESANTES DEL DISEÑO ARGENTINO Y LATI-
NOAMERICANO.
Durante seis días, lo mejor del diseño de Argentina y La-tinoamérica se podrá ver en la Feria PuroDiseño, que se llevará a cabo en La Rural. En esta ocasión, el comité de curadores está integrado por Benito Fernández, Min Agostini, Julio Oropel, Mónica Cohen, Enrique Avogadro,
Luz Arias y Marina Massone. Como siempre, el principal objetivo del evento es presentar las últimas novedades en diseño de indumen-taria, accesorios, joyas, equipamiento, objetos, artesanías e ilumi-nación, diseño digital y diseño gráfico.Al igual que en ediciones anteriores, la feria no sólo contará con la presencia de expositores en las categorías de diseño de indu-mentaria y accesorios de moda, joyería y artesanía contemporánea, equipamiento, objetos, diseño sustentable y arte e iluminación, sino que también habrá stands de distintas provincias argentinas que exhibirán las producciones de sus diseñadores más destacados.Como todos los años, se otorgarán los Premios PuroDiseño, que distinguen las mejores propuestas en cada una de las categorías, y el Premio al Mejor Diseñador de las Provincias, que se entrega des-de el año pasado. Asimismo, la feria presentará los espacios Puro verde, Espacio Sustentable, Joyeros en Acción, La Selección y El Es-pacio de Arte. Como novedad, este año se incorporará el Espacio del Futuro, desarrollado por Remade in Argentina y Feria PuroDi-seño. En él, diseñadores consagrados exhibirán diseños exclusivos inspirados en el futuro y participarán en charlas acerca del futuro del diseño. También se realizarán rondas de negocios nacionales e internacionales, seminarios y workshops.Creada en 2001, la Feria PuroDiseño es una plataforma única para los nuevos talentos del diseño que buscan posicionarse a nivel regional. En su última edición, 100.000 personas recorrieron los stands de más de 350 diseñadores de diferentes categorías, reu-nidos en un espacio de más de doce mil metros cuadrados. Cada año visitan la feria comerciantes del interior del país y compradores especializados de todo el mundo.
Más información en: www.feriapurodiseno.com.ar.
FEria PurodisEÑo Revista G7 Planeador
::diÁLogo EN La osCuridad
::CCEBa EN CorTo
::BaBasÓNiCos
Los días 14, 15, 16 y 29 de junio, Babasónicos realizará una serie de shows exclusivos en el Teatro Vorterix (Av. Federico lacroze 3455). Los recitales contarán con una puesta en escena similar a la que el grupo utilizó en sus últimas presentaciones en grandes estadios. Sin embargo, la cercanía y la intimidad que ofrece el Teatro Vorterix harán de estos shows un evento único. La banda liderada por Adrián Dárgelos editó hasta el momento diez discos oficiales y otros tantos de manera paralela, lo que la convierte en una de las bandas más proliferas del rock argentino. A 20 años de la edición de Pasto, su disco debut, Babasónicos ha realizado más de 1.000 shows en Argentina, Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. Desde sus inicios, el grupo fue reconocido por sus impactantes puestas en escena y su imagen sofisticada. Las entradas se pueden adquirir a través de Ticketek (www.ticketek.com.ar).
Los viernes 22 y 29 de junio, el Centro Cultural de España en Buenos Aires presenta un nuevo ciclo que seguramente se convertirá en un referente en el universo de los cor-tometrajes cinematográficos en Argentina. Continuando con su apoyo a la difusión del trabajo de artistas y realizadores audiovisuales, la institución ofrece un espacio para el cortometraje, un formato con poca cabida en salas comerciales convencionales y que permite el acceso de creadores emergentes al circuito cultural. El programa se inau-gura con la celebración de los 40 años del Festival Internacional de Cine de Huesca, un renombrado encuentro especializado en audiovisuales de corta duración. Ambos días, a partir de las 18, se proyectará una selección de las mejores piezas vistas en las últimas ediciones del festival. El ciclo se realiza en la sede ubicada en Florida 943.
Esta original exhibición, formada por distintos escenarios instalados en la más completa oscuridad, propone una experiencia sensorial inolvidable. Los visitantes ingresan a la sala en pequeños grupos y son guiados por personas ciegas a través de diferentes espacios. El recorrido tiene una duración de aproximadamente una hora y permite atravesar de una manera novedosa situaciones como un paseo por el parque, un viaje en lancha o una visita a un mercado. A través de sonidos, olores, sabores, temperaturas y texturas, Diálogo en la oscuridad invita al público a abordar lugares comu-nes desde una nueva perspectiva. Al mismo tiempo, la experiencia invita a reflexionar acerca de la discapacidad visual y la diversidad. Se puede visitar todos los miércoles, jueves, sábados y domingo hasta el 30 de junio.
Más información en: www.babasonicos.com.
Más información en: www.cceba.org.ar.
Más información en: www.ciudadculturalkonex.org.
12 ·
.Músic texto
Martín E. Graziano
::ELECTRIC WARRIOR / T-rEX / UNIVERSAL
::MUNDO ANFIBIO / LisaNdro arisTiMuÑo / VIENTO AZUL DISCOS
::BANGA / PaTTi sMiTH / SONY
En la era dorada de la psicodelia, Marc Bolan era uno de esos duendes que cantaban sobre uni-cornios, constelaciones y sagas de Tolkien. Un par de años más tarde, Lennon profetizó el final del sueño y, en lugar de lamentarse, Bolan se puso a bailar mientras se hundía el Titanic. Eso fue T-Rex: una explosión de hormonas y misticismo para enlazar el rock & roll de los ‘50 con el “wall of sound” de Phil Spector. De paso, puso la piedra fundacional del glam. A cuatro décadas del lanzamiento de Electric Warrior, su disco insignia, Universal acaba de hacer justicia con una edición a la altura del aniversario. Hablamos de remasterizado, adición de singles del período (“There was a time / Raw ramp”, “Hot love”, “Woodland Rock”, “The king of the mountain Cometh”) y respeto por el arte de tapa: aquella fotografía inmortal tomada por Ringo Starr e intervenida por los muchachos de Hipg-nosis. No hace falta más para el Guerrero Eléctrico. La producción cósmica de Tony Visconti, el swing del relajo y la guitarra de Bolan hacen todo el resto.
Después de un disco doble dedicado a la mitología de su infancia patagónica, Lisandro Aristimuño decide abrir el plano y cantar mirando ese pantano populoso que el artista Gabriel Sainz retrató en la tapa de Mundo Anfibio. Dedicado a la memoria de Luis Alberto Spinetta, el disco también funciona como una reflexión sobre el rock argentino y sus líneas de fuga. No casualmente, entre los invitados están Hilda Lizarazu, Boom Boom Kid y Ricardo Mollo: es decir, el linaje melódico, la autogestión y la conexión con los folklores. El método de Lisandro hace la primera diferencia. Como un dramatur-go, su puesta en escena define la profundidad de las canciones: no hablamos sólo de las texturas digitales, sino del color tímbrico de los Azules Turquesas, un ensamble personalísimo que incorpora cuerdas, charango y ronroco, guitarras acústicas y una percusión abundosa. La segunda clave es una inventiva notable para los arcos melódicos (capaz de compensar cualquier debilidad en el plano letrístico), los arreglos y la experimentación. Así, canciones como “Igual que ayer” cruzan el cielo como flechas arrojadas al futuro.
En marzo de 2009, Patti Smith y Lenny Kaye –su guitarrista y socio creativo desde los días de Horses– se embarcaron en el MS Costa Concordia. Un viaje en barco junto a Jean Luc Goddard y su consorte de outsiders para rodar imágenes de la película Socialism. Fue, en palabras de Patti, “un extraño y fructífero viaje”: a bordo lograron trazar la cartografía de Banga, su primer disco de canciones nuevas desde Trampin’ (2004). Un mapa capaz de unir ciudades tan distantes como Andrei Tarkovsky, Amy Winehouse, Américo Vespucio, María Schneider o Neil Young. Con sólo nombrarlos, Patti Smith construye un mundo poético con su propia lógica. Es una voz que viene desde el corazón mismo del rock & roll, expresada con una potencia tan física como espiritual. En este caso, el vehículo de su banda histórica (Kaye, Tony Shahanan y Jay Dee Daugherty) es enriquecido con algunos matices familiares: sus propios hijos, las guitarras de amigos como Tom Verlaine, Johnny Depp y Jack Petruzze-lli. El repertorio es letal. Como una herramienta, cada pieza de Banga tiene un propósito: la juglaresa no canta ni una sola palabra en vano.
Revista G7 La brújula
14 ·
.Libros texto
Rusky
::FICCIÓNES
::JOYITAS
::REALIDADES
Gracias al relativo éxito de Aballay, la película de Fernando Spiner, un público ha podido descubrir al gran escritor mendocino Antonio Di Benedetto. La casa editorial Adriana Hidalgo ha publicado un libro encantador que incluye el relato original de Aballay, el guión cinematográfico, la versión gráfica y unas palabras del realizador. Una preciosura. Otro escritor muy aceptado por la crítica pero aún no descubierto por las grandes audiencias es Daniel Guebel. Mondadori acaba de editar La carne de Evita: dos novelas cortas, una obra de teatro y un cuento en un solo tomo que retrata el peronismo a través del mito fundacional de la mujer más famosa de Argentina. Por otra parte, La Bestia Equi-látera, editorial que sigue rescatando los mejores exponentes de la literatura europea, nos trae otro libro exquisito: Noches en Fitzrovia, de Julian Maclaren-Ross. Con ironía y desenfado, este dandy adicto a las pastillas y el alcohol brinda en este libro un fresco encantador de la bohemia londinense de mediados del siglo XX, donde personajes como Dylan Thomas o Graham Greene pueden aparecer como geniales actores secundarios.
Loco Rabia, una nueva editorial dedicada a la novela gráfica, presenta dos excelentes títulos. Los canillitas, escrita por Diego Agrimbau e ilustrada por Fernando Baldó, es una tira costumbrista que se publica diariamente en Tiempo Argentino. Reunida en un tomo, muestra a las claras que es-tos muchachos no tienen nada que envidiarle a las históricas tiras de Trillo y Altuna. Por otro lado, Aloha, de Maco, nos trae un encantador personaje que se desliza por las páginas paseando, jugando, buscando y desestructurando de manera poética y con alegría la narrativa de las viñetas. Por su parte, la también novel editorial Común, regenteada y curada por el mismísimo Liniers, presenta el bellamente ilustrado y mejor editado Fueye, de Jorge González: una triste historia de inmigrantes y tangos de principios del siglo pasado, ilustrada con líneas de mucha intensidad en un acertado y expresivo tono castaño. Tres joyitas.
En los últimos meses se publicaron distintos títulos que, de alguna manera, develan el pre-sente del mundo y el futuro que se avecina. Wiki Media Leaks (Ediciones B), de Martín Bece-rra y Sebastián Lacunza, ofrece un didáctico manual sobre las relaciones que se tejen entre los gobiernos y los medios de comunicación masiva más importantes de América Latina. Retromanía. La adicción del pop a su propio pasado (Caja Negra), por otro lado, es un exce-lente y entretenido ensayo de Simon Reynolds (de quien ya habíamos conocido el también recomendable Después del rock) sobre el triste achatamiento creativo que esta viviendo el mundo de la música pop y rock en este nuevo milenio. Por último, recomendamos Escri-bir las imágenes (Siglo XXI), de la doctora en Filosofía y Letras y profesora de arte Andrea Giunta. El libro incluye una serie de ensayos sobre el arte argentino y latinoamericano, un exhaustivo trabajo sobre las nuevas tendencias en el arte contemporáneo.
Revista G7 La brújula
.Art::arCoÍris NoCTurNo::101ª EdiCiÓN dEL saLÓN Na-
CioNaL dE arTEs VisuaLEs::PoLaridadEs
El artista plástico nacido en Tucumán, Sandro Pereira, presenta Arcoíris nocturno, una muestra integrada por diez pinturas de reciente realización. “Sandro vive en el décimo piso de una casa de departamentos, frente al cerro San Javier. Allí, acodado en la ventana y desde un privilegiado punto de vista de altura, divisa un paisaje de en-sueño: el abismo luminoso que se abre entre su casa y el cerro. A la altura de sus ojos, un arcoíris despliega sus colores prismáticos, cruza de lado a lado el territorio, sobre el resplandor urbano. Ben-jamín habla de ‘aquello de lo cual el ojo no podrá saciarse jamás’, porque su belleza nutre el deseo de volver a verlo. Y a Sandro, cada noche le regala su imagen”, escribió la crítica de arte Ana Martínez Quijano. Pereira es Licenciado en Artes Plásticas por la Fa-cultad de Artes de la Universidad Nacional de Tu-cumán. Reconocido por su destreza escultórica, ha participado en decenas de muestras colectivas y en numerosas muestras individuales.
La oposición es el eje de esta muestra que se plantea desde la polaridad. Se exponen dos se-ries fuertemente diferenciadas tanto desde su imaginería como en su planteamiento formal que remiten al orden y al caos. Ambos opues-tos son principios que operan y coexisten den-tro del sistema estético del artista. Además de estas polaridades visibles se descubren otros binarismos, algunos conceptuales como las categorías espacio y tiempo, y otros que se dan a través de juegos espaciales entre las nocio-nes de superficie y profundidad. Fernando Cá-novas ahonda sobre la percepción del espacio que lo lleva a crear ilusiones espaciales creadas por la perspectiva, la superposición y la inclu-sión de elementos por dentro y por fuera de la obra. Prácticas que trascienden los límites de la pintura hacia lo objetual y que postulan los difusos límites de los cuadros con su entorno.Cánovas nació en la ciudad de Buenos Aires en 1960 y vive en Nueva York. Su obra ha recorrido las salas y galerías de París, Frankfurt, Roma, San Pablo, La Habana, Nueva York y Shangai, entre otras ciudades. Polaridades exhiben pin-turas realizadas en los últimos cincos años y dos instalaciones específicamente desarrolla-das para la muestra.
El Salón Nacional de Artes Visuales, uno de los concursos de artes plásticas más importantes de Argentina. Concebido en 1911 con la expresa voluntad de generar un ambiente artístico y pro-mover la formación de artistas y espectadores, el certamen se ha transformado en un espacio de consagración y legitimación en la escena local. Este mes se exhibirán obras seleccionadas y premiadas en las categorías Fotografía y Nue-vos Soportes e Instalaciones. En la primera ca-tegoría, se exhiben fotografías de Arturo Aguiar, Ananké Asseff, Facundo de Zuviría, Eduardo Gil, Lucila Heinberg, Gaby Messina, Emiliana Migue-lez, Gabriel Millozzi, Martín Weber, Jorge Miño y Helen Zout, ganadora del Gran Premio Adquisi-ción. Por otro lado, la muestra incluye obras de Elba Bairon, Claudio Frasca, Diana Schufer, Guido Ignatti, Federico Taboada, María Ester Joao, Laura Ferrando, Camilo Guinot y Olga Autunno, entre otros artistas.Los sonidos y los gestos capturados sirvieron como materia prima para un concierto audiovi-sual a cargo del músico Jorge Haro. El cierre de la muestra contará con un concierto de Pablo de la Reta (quien se ocupó del desarrollo tecnológico de la cabina) y músicos invitados.
De Sandro Pereira.Muestra colectiva.
De Fernando Cánovas.
Hasta el 29 de junio, en Espacio Tucumán
(Suipacha 140).
Hasta el 22 de julio, en el Centro Cultural Recoleta
(Junín 1930).
www.centroculturalrecoleta.org
Hasta el 9 de julio, en el Palais de Glace
(Posadas 1725).
www.palaisdeglace.gob.ar
Revista G7 La brújula
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El gabinetede la canción
texto
Martín E. Graziano
fotos
Luján Agusti
::EsTELarEs Revista G7 Música
LA BANDA DE MANUEL MORETTI ACABA DE EDITAR EL COSTADO IZQUIERDO,
SU NUEVO DISCO. CON INVITADOS COMO ENRIQUE BÚNBURY Y ALE SERGI
Y UN REPERTORIO IMBATIBLE, EL GRUPO CONSTRUYÓ UN PUENTE LUMI-
NOSO ENTRE LA SOFISTICADA CULTURA DE AUTOR Y EL UNIVERSO DE LA
CANCIÓN POPULAR. ES HORA DE CRUZARLO.
A diez minutos del comienzo, El costado izquierdo muestra su verdadero an-cho de espadas: una mirada personal sobre el mundo épico de las baladas que se llama “Aleluya” y que los Estelares tocan sin un ápice de cinismo. Una canción que Manuel Moretti canta con gran aplomo junto a un invita-do: Enrique Búnbury. En esa frecuencia, el zaragozano se mueve como pez
en el agua. No es extraño: como Búnbury, los Estelares se formaron en tanto discípulos aventajados del rock de autor y la contracultura. Sin embargo, su génesis emocional es fruto de la ciudad de Junín y la fritura de las radio AM resoplando tanguitos y canto-res románticos. En esa ecuación, sazonada con un rosario de derrotas y victorias tan sociales como personales, está la quintaesencia de Estelares. Formados en la efervescente movida platense de mediados de los ‘90, el derrotero de la banda es una escalada de justicia poética. Sus paradas incluyen un debut tan auspicioso como silenciado, bajones, drogas, mudanzas y un puñado de canciones inolvidables. Finalmente, la cucarda del éxito a caballo de hits maduros como “Ella dijo”, “Un día perfecto” o “Cristal”. La calma de un contrato con PopArt y las giras na-cionales los hacían definitivamente consolidados. Sin embargo, antes de comenzar el trabajo para su sexto disco, Moretti, Víctor Bertamoni (guitarra) y “Pali” Silvera (bajo) se toparon con dos desafíos: una elección y un imprevisto. Por un lado, el alejamiento del baterista Carlos Sánchez (reemplazado en el disco por Fernando Samalea). Por otro, la decisión de prescindir de Juanchi Baleirón como productor.
¿En qué circunstancias apareció este disco?
Fue todo muy movido. En noviembre em-
pezamos a armar los demos y, tras un mes
de laburo, ya teníamos todas las canciones.
Después fue ensayar cinco días con Fernando
Samalea y ya estábamos listos para ir al estu-
dio. La verdad es que estábamos tan direc-
cionados como convulsionados: nos estaba
costando mucho la sala, Carlitos se había ido
de la banda y dejamos de laburar con Juan-
chi. Cayó todo de repente, pero estábamos
tan emocionados que nos sobrepusimos.
Una vez que renunciaron a una escucha ex-
terna tuvieron que enfrentarse con su pro-
pio criterio, con ustedes mismos. ¿Con qué
se encontraron?
Lo primero fue inquietud, sorpresa y hasta
cierto temor. Pero también se trataba de de-
positar confianza en todos nuestros años de
laburar dentro del mundo de la canción. En
todo lo que habíamos aprendido con Juanchi.
Fue un proceso temeroso, pero también muy
querido: en lugar de descansar en otra oreja,
teníamos que empezar a probarnos, tomar
un montón de decisiones y ejercer la última
palabra. Hay algo placentero en eso.
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Revista G7 Música ESTELARES
A lo largo del disco abordan muchas formas
de la canción popular. ¿Tenían un centro
para el disco?
El único preconcepto era sacarnos todos los
prejuicios: “Son canciones, vamos para ade-
lante. Defendamos lo que amamos”. Este-
lares siempre lo ha hecho, pero esta vez fue
más rotundo. Nos fuimos metiendo dentro
de cada uno de los temas y, lo que la canción
pedía, se lo dábamos. En un momento, Víctor
dijo: “Acá me encantaría que haya vientos”.
Yo no sé si soy muy amante de los vientos,
pero dije: “Ok, probémoslo”. Y quedó buení-
simo. Bueno, yo quería cuerdas posta: made-
ras. Y aparecieron los arreglos de Alejandro
Terán.
La forma de “Aleluya”, por ejemplo, es casi
la de un standard.
La progresión de acordes y ese movimiento
melódico del principio son propios de la ba-
lada épica. Arranca con ese color pero, des-
pués, le meto frases mías entre lo melódico
y el tango. Es muy notorio. En nuestro caso,
se trata de defender todo tipo de canción, sea
popular o de autor: dame cualquier traje que
me lo pongo y me encanta. Eso sí, cuando
son canciones populares, las re-contra pin-
tamos. Que quede bien claro que es una can-
ción popular.
Bueno, en los últimos discos, las canciones
para los invitados parecen trajes a medida.
El costado izquierdo no es la excepción.
¿Cómo aparecieron los invitados?
Era un disco donde no teníamos planeado
tener invitados. Pero teníamos la mejor con
Enrique: a través de un amigo en común nos
habíamos conectado y me había dicho que le
parecía fascinante [la antología] América.
Yo había escuchado sus últimos dos discos
y siempre me pareció un intérprete de pri-
mera línea. Un crack. Entonces, lo invitamos
a cantar, le dimos dos canciones y se termi-
nó copando con “Aleluya”. Por otro lado,
con Ale Sergi habíamos empezado a laburar
“Doce chicharras” durante un asado. Des-
pués, Seba Perkal me dijo: “¿Por qué no lo in-
vitás a Ale para ‘Internacional’, que es medio
pseudo-electrónica, pseudo-Virus y tecno-
pop?” Lo llamamos y su performance estuvo
alucinante. También están los Súper Ratones
–que la rompen, como siempre–, Diego Gar-
cía y el querido Fernando Rickard [cantante
de Pájaros], colega y hermano.
Si bien siempre hay una impronta, con cada
disco parecen desembarazarse más de la
“cultura de autor” y abrazar de lleno la
canción popular. ¿Es una decisión?
Todavía tenemos canciones de autor (como
“Julia”, “Rimbaud” o “Playa Unión”) e in-
cluso nuestros standards populares tienen
versos y variaciones que son bien de autor,
pero algo de eso hay. Nuestra intención es
expandir los colores de la canción popular,
no cerrarnos. La banda tiene ciertas facili-
dades: las mías son melódicas y líricas, los
pibes son unos cracks como arregladores y
músicos. Entonces, abramos la paleta, no la
cerremos: no nos pongamos a la defensiva.
El título cita a la propia obra del grupo.
¿Cómo surgió?
Además de remitir a un verso de una canción
que quiero mucho [“El corazón sobre todo”],
últimamente andaba con el lado izquierdo
medio frágil. Es un lugar donde tuve un gol-
pe muy fuerte jugando al fútbol, donde por
única vez en la vida tuve una distensión de
ligamentos, un esguince altísimo y me que-
bré cuando tenía doce años. Entonces, juga-
ba con el lado izquierdo como la parte más
frágil y el costado irreverente. El costado que
sale a vivir sin ningún otro faro ni patrón que
su propia experiencia.
También resuena una forma popular: cuan-
do Jaime Roos dice “la esperanza escondida
en el zurdo”, se refiere al corazón.
Tal cual. Esa es la idea final; por eso la tapa.
Me acuerdo que le dije al ilustrador Juan
Soto: “Quiero un tipo que se esté comiendo
un corazón”. Tiene tan pocas vueltas y es tan
honesto: me fagocité a mí mismo.
“NuEsTra iNTENCiÓN Es EXPaNdir Los
CoLorEs dE La CaNCiÓN PoPuLar, No
CErrarNos”.
· 21
Aunque Manuel Moretti y Víctor Bertamoni son de Junín, el giro iniciático de Este-lares debe rastrearse en La Plata. En ese linaje paradójico de la ciudad racionalista y romántica, que permitió bandas como los Redondos, Virus, Peligrosos Gor-riones o, ahora mismo, Él Mató a un Policía Motorizado. En ese caldo de cultivo surgió Peregrinos, el eslabón perdido entre Estelares y los Licuados Corazones. El espacio donde, a comienzos de los ‘90, Moretti, Bertamoni y los hermanos Mutinelli trabajaban con el lirismo tanguero como perfume emocional para la banda de rock. La banda que ya tenía en su repertorio algunas piezas que aún se escuchan en los conciertos de Estelares, como “América” o “Ardimos”.
::dE BuENos airEs a juNÍN
Como compositor, ¿eras muy diferente al
que sos ahora?
Era otro compositor. Más visceral y desespe-
rado, no a nivel personal, sino musical. Tra-
bajaba con impresiones muy fuertes. Todas
esas canciones que se me imponían estaban
muy cargadas. Es una época que quiero mu-
cho pero, cuando la viví, fue tortuosa. Este
compositor escribe sobre las mismas cosas
pero con cierta dicha.
¿Quiénes eran tus referentes en ese período?
Escuchaba mucho Van der Graaf Genera-
tor, Lou Reed, David Bowie, Miguel Abuelo,
Pescado Rabioso y Brian Eno. Era una épo-
ca donde leía mucho, escribía y me drogaba
mucho. Entonces, cuando regresamos a esas
canciones notamos que, como son tan inten-
sas, siguen vivas. Por ejemplo, “América”.
Aunque la toquemos en lugares donde somos
casi desconocidos, la gente aplaude por lo
que dice la letra. Este compositor mantiene
el mismo amor y la misma esperanza –o la
misma fe–, pero las tormentas están en otro
lado. Antes cantaba “estoy lleno de pavor”;
ahora canto “tengo alas en mis puños”. Todo
ese tipo de ejercicios aparecen y es lógico:
después de 25 años en el oficio, aparece la so-
fisticación.
En aquella primera etapa dialogaban con
cierto lirismo tanguero. ¿De dónde viene
eso?
Siento que algunos escritores de tango son
los mejores poetas de la canción popular. En
mi caso, viene de mi padre. Cuando era chi-
co, esos poetas estaban en la radio y los escu-
chaba inconscientemente; de grande decidí
ir hacia ellos. Y aún hoy sigo volviendo a esa
fuente. Por ejemplo, “suenan horas esquivas
/ sólo hay silencio”. Esos versos de “Nece-
sito” tienen mucho que ver con [Homero]
Expósito. Y en Estelares también está, ade-
más, el ejercicio de lo melódico. El respeto
hacia tipos como Roberto Carlos, Nino Bra-
vo, Sandro o Leonardo Favio. Favio como el
más sofisticado y serio, digamos: el artista de
primera línea, el poeta entero. Roberto Car-
los era otro gran escritor de canciones. Los
demás, grandes intérpretes. Y eso es parte de
Estelares: mezclar figuras melódicas con ele-
mentos más sofisticados.
Bueno, si bien se curtieron por acá, hay algo
muy del interior en la banda. Y no de cual-
quier lugar, sino de la provincia de Buenos
Aires.
Claro. Tenemos una especie de arrabal de
pueblo. El melodrama de tipos que comenza-
ron a formarse artísticamente en su pueblo y
terminaron de crecer en La Plata. Entonces,
el color es diferente. Primero es la radio. Es
decir, mis dos primeras grandes influencias
las escuché de la radio AM: el tango y lo me-
lódico. Incluso aparece en algunas compo-
siciones, que todavía no grabamos, el corte
folklórico. Después, con La Plata vino cierta
sofisticación: calles de empedrado, árboles,
un espacio infernal, aire y mucho tiempo
para pensar en Jean Cocteau. Ya cuando lle-
gué a Buenos Aires estaba vo-la-do, toman-
do ácido todo el día.
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Revista G7 Música ESTELARES
“a PEsar dE TENEr TaNTas CaNCioNEs
osCuras, La dEVoLuCiÓN Es LuMiNosa.
Y Yo siENTo QuE Es rEaL, QuE Las
CaNCioNEs FuNCioNaN Casi CoMo uNa
asisTENCia EMoCioNaL”.
Cuando empezaron, eran otro tipo de ban-
da, tenían más trabajo guitarrístico. ¿Con
qué idea armaron el grupo?
No sé si estaba muy claro: la banda venía
arrastrando algunas cosas del tango, yo tenía
un montón de canciones nuevas y era muy
fuerte el trabajo de dos violas. De hecho, hay
un tema que se llama “El barrio”, que no fue
editado oficialmente, que tiene arreglos para
dos guitarras bien de tango. Lo que pasa es
que en esa época estudié un poco de guita-
rra y me copé, entonces lo trabajamos con la
banda. Ahora uso la guitarra para componer.
Incluso, si me apurás, soy un tipo que tiene
más devoción por el piano que por la guita-
rra. Me emociona más, desde siempre. Me
siento al piano y me sale una pseudo-épica
que me resulta natural. Viene de haber es-
cuchado tanto a [Peter] Hammill y al primer
Bowie. Todo eso que está en el primer disco.
Si bien es el lugar común decir que la trans-
formación de la banda es fruto del trabajo
con Juanchi, lo cierto es que había empe-
zado antes. ¿Cómo ves ese proceso?
Arranca en Amantes suicidas [1998], cuan-
do teníamos en la cabeza mucho Bob Dylan,
Tom Petty, Travelling Wilburys y todos esos
colores. Ese fue el primer paso. Después, en
Ardimos [2003], empezamos a trabajar de
una manera más intimista. Juanchi laburó
desde mis demos –donde un montón de las
canciones eran oscuras– con otro nivel de
producción. El desafío era cómo pasar to-
das esas canciones a la banda. Ahí Juanchi
empezó a pedirme estribillos y me pareció
bien: después de todo, siempre quise ser un
cantor popular. Ese fue el primer ejercicio.
El segundo fue para Sistema nervioso cen-
tral [2006]: pensar en un power-pop al palo.
Con Una temporada en el amor [2009] fue
ir hacia adentro de nuevo, revisar si lo que
queríamos hacer era realmente power-pop.
Ahora, finalmente, asumimos nuestro amor
por la canción popular y decidimos darle to-
dos nuestros conocimientos.
El año pasado se editó América, una an-
tología que permitió cierta perspectiva. A la
distancia, ¿cuáles son los motores que atra-
viesan la cancionística de Estelares?
La relación con la soledad es lo más impor-
tante. La soledad más honesta de todas: la
imposibilidad del encuentro. Es casi psicoa-
nalítico, porque estoy pensando en la caren-
cia. Sentir la soledad por la imposibilidad de
salir de uno mismo. Esa es la primera y más
fuerte. Después, en función de esa soledad
que a veces es insoportable, la fe: la esperan-
za de que vamos a salir. “Amigo, va a pasar”.
Por eso, a pesar de tener tantas canciones os-
curas, la devolución es luminosa. Y yo siento
que es real, que las canciones funcionan casi
como una asistencia emocional. Hace mucho
tiempo estudié medicina y, después de todo,
me di cuenta de que me estoy dedicando a ser
lo más amable posible con el alma nuestra y
de la gente.
24 ·
· 25
Cuerpo y almatexto
Juan María Fernández
fotos
Victoria Egurza
DESPUÉS DE PRIVILEGIAR DURANTE AÑOS SU TRABAJO EN CINE, LA AC-
TRIZ DECIDIÓ INVERTIR EL DINERO DE UN PREMIO EN DEMO, UNA OBRA
DE TEATRO QUE SE PRESENTA TODOS LOS JUEVES EN EL CAMARÍN DE LAS
MUSAS. ADEMÁS, DICTA UN SEMINARIO QUE VINCULA EL TRABAJO COR-
PORAL DEL YOGA CON LA ACTUACIÓN. “TUVE QUE RECONOCER QUE YA
TENGO UN RECORRIDO EN ESTA PROFESIÓN”, DICE.
¿Cómo surgió la idea de hacer Demo?
Hace siete u ocho años, estaba haciendo mis
primeras obras de teatro: Poses para dormir,
de Lola Arias, y Temporariamente agotado. Un
día, recibí en el teatro una carta de un abogado,
que me informaba que me habían otorgado el
premio S. El premio consistía en una cantidad
de plata que tenía que utilizar para montar una
obra. Yo, que tenía 21 años, no lo podía creer.
En ese momento, la idea me entusiasmó tan-
to que traté de hacer algo, de dirigir una obra,
pero era demasiado chica. No tenía herramien-
tas para hacerlo. Entonces, el proyecto quedó
parado. Los años siguientes estuve trabajando
en otras cosas y no pude dedicarme a eso. Que-
ría hacer algo que me identificara de verdad.
Un año y medio atrás, más o menos, Ignacio
Sánchez Mestre –a quien conocía porque tam-
bién se formó en la escuela de Nora Moseinco–
me llamó para que leyera el texto de Demo. Y
me encantó. Decidí poner la plata del premio
en esto. Es una obra me permite sentirme plena
en un acto creativo, algo que a veces no sucede
cuando uno trabaja para otros.
¿Qué te atrajo del texto?
Nunca había hecho una obra en un espacio rea-
lista. Demo se desarrolla de principio a fin en
una habitación. De todos modos, en general,
no me interesa tanto qué pasa en una obra, sino
cómo está contado. Demo está lleno de detalles
y sutilezas que forman un mundo muy parti-
cular. Me gustó la manera en que se cuenta la
historia de esta chica abandonada por su novio.
::iNés EFroN Revista G7 Teatro
El cuerpo es el escenario del alma”, dice Inés Efron. Su cuerpo, su escenario, es llamativamente alto y flaco. Tiene el pelo revuelto y los ojos encendidos. Su voz es ingenua, pero dice que ya no es más “Inés niña”. Dice que, hace un tiempo, comenzó una nueva etapa en su carrera como actriz.
Cuando empezó a trabajar, sin embargo, Inés ya no era tan niña. A los 21 hizo su debut en teatro y, un año más tarde, filmó su primera película, Glue. En el film, que ganó la competencia argentina en la edición 2006 del BAFICI, también participaron Nahuel Pérez Biscayart y Nahuel Viale, que habían sido compañeros suyos en la escuela de actuación de Nora Moseinco. Luego vinieron La mujer sin cabeza, de Lucrecia Martel; XXY y El niño pez, de Lucía Puenzo, y El nido vacío, de Daniel Burman, entre otras. “Amorosa soledad también fue una película muy importante para mí”, asegura. “Por eso, tenía ganas de volver a trabajar con la directora, Victoria Galardi, en Cerro Bayo, que se estrenó el año pasado”. En 2011 también se la pudo ver en Verdades verdaderas. La vida de Estela, donde interpretó a Laura Carlotto (la hija de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo), asesinada por la dictadura militar en 1978. Su última participación fue en Todo lo que necesitan es amor, ópera prima de Gabriel Nesci, que se estrenará en septiembre de este año.Por estos días, Inés está dedicada al teatro. Todos los jueves, desde fines de mayo, protagoniza Demo, en la sala de El Camarín de las Musas. La obra cuenta la historia de Paula, una joven de 27 años que vive en un pueblo perdido en la costa atlántica y que acaba de separarse de su novio. Angustiada, decide subalquilar una habitación de su departamento a Lucas, un chico de 19 años que conoció en la playa.
26 ·
¿Te sentías identificada con el personaje?
No sé si me sentía identificada. Más bien, pensé
que me iba a sentir cómoda con el personaje.
Me gustaba su “montaña rusa” emocional. Los
ensayos fueron increíbles porque se generó un
clima de entrega total. Iba y me conectaba con
la emoción de una chica que acaba de romper
con el novio y que está muy desequilibrada a
nivel sentimental. Cuando actúo, trato de no
pensar en experiencias personales. Por su-
puesto, uno vivió cosas que sirven como mate-
rial para llegar a otras emociones. Pero no hice
ningún plan para este personaje. Todo se fue
dando de manera natural.
Demo es el debut de David Szechtman, el
coprotagonista de la obra. ¿Eso te generó
algún tipo de presión?
David es increíble. Es oro en polvo, un diaman-
te en bruto. Me generó mucho vértigo saber
que éste era su debut, pero al mismo tiempo
me ayudó a hacerme cargo de que tengo cier-
to recorrido en el medio. Eso me afianza como
actriz.
¿Cómo evolucionan los personajes con el
correr de las funciones?
A veces, uno pasa por momentos en que el
personaje se achancha y siente que se está re-
pitiendo. De todos modos, con el tiempo los
personajes maduran y se van afilando. Crece
la comprensión. Al principio de una obra, los
actores representan algo que desde el cuerpo y
la emoción no terminan de comprender. Pero
llega un día en que uno termina entendiéndolo.
Te cae la ficha, y esa comprensión pasa al cuer-
po. Es una comprensión emocional.
“EN TEaTro, uNo aCTúa dE VErdad.
EN EL CiNE, Todo Es MÁs TruCHo,
Por dECirLo dE aLguNa MaNEra.
Es MÁs diFÍCiL LLEgar a La EMoCiÓN
PorQuE uNo EsTÁ rodEado dE
gENTE QuE EsTÁ TraBajaNdo, No dE
PúBLiCo”.
¿Cómo afecta eso a la obra?
Sobre el escenario uno empieza a entender de
verdad, con el cuerpo, textos que durante los
ensayos simplemente repetía. Además, las ri-
sas, la reacción del público, te hacen tomar
fuerzas. La risa me estimula. Si escucho que el
público se ríe, siento que puedo arriesgar más.
A David, el público lo encendió. Nunca había
estado tan encendido en los ensayos. Las fun-
ciones lo aceleraron, le quitaron sutileza. So-
bre el escenario se termina de armar algo. En
el cuerpo decanta algo de lo que en verdad está
pasando en la escena. Por supuesto, no pasa
todo el tiempo. Hace unos días, estaba nervio-
sa y repetía el texto de manera casi automática.
En esos momentos, los nervios no te permiten
habitar la situación. Mientras estaba sobre el
escenario, pensaba: “Esto es pura forma”. Me
preguntaba cómo lo vería el público. Sin em-
bargo, aun en esas situaciones, la gente se sor-
prende.
¿Qué tan difícil es hacer teatro indepen-
diente en Buenos Aires?
Es duro. El otro día, mientras armaba la esce-
nografía, pensaba en todas las ganas que uno
necesita para hacer teatro. Los procesos de
trabajo son largos. Para preparar Demo, nos
tomamos más de un año. Montar una obra
implica poner plata, armar y desarmar la es-
cenografía todos los días, pasar horas y horas
ensayando... Es mucho trabajo. Siento que
creamos una obra de arte, y eso implica mucho
laburo. Como con esto no ganas plata, te tiene
que generar un placer extremo hacerlo. Si no,
no tiene sentido.
¿Qué te ofrece el teatro, además de placer?
Me curte [risas]. En teatro, uno actúa de ver-
dad. En el cine, todo es más trucho, por de-
cirlo de alguna manera. Es más difícil llegar a
la emoción porque uno está rodeado de gente
que está trabajando, no de público. El teatro,
en cambio, te permite hacer un viaje, navegar.
Uno sabe que en una hora y media va a vivir
un montón de cosas, sin cortes. Hacer teatro
es como salir a la cancha y jugar un partido de
fútbol. Es salir a transpirar. Además, es un es-
pacio en el que uno trabaja mucho la proyec-
ción de la voz, la confianza, el estar encendido.
Es una experiencia que te sirve mucho para
después hacer cine.
¿Te costó pasar del teatro al cine?
No. Mis primeras experiencias fueron muy
frescas. En Glue, trabajé con mis amigos de
teatro. Ni siquiera me daba cuenta de que ha-
bía una cámara filmando lo que hacíamos. Más
tarde, el rodaje de XXY fue parecido. No tenía
consciencia de que estaba frente a una cámara.
Por otro lado, sentía que todo era medio tru-
cho. Cuando tenía que hacer una escena, daba
todo. Después me enteraba de que teníamos
que hacer 20 tomas más y me quería morir. Eso
fue lo más duro.
Sin embargo, te gusta el cine, ¿no?
¡Me encanta! Hace ya algunos meses que no
filmo y estoy empezando a sentir que me falta
algo. Me encanta, pero siento que es otro arte.
Me gusta tener la cámara cerca y expresar cosas
desde otro lugar. En el cine, los escenarios son
reales. Además, tenés que confiar en el director
porque muchas cosas se te van de las manos.
Los rodajes son una experiencia muy intensa.
Por eso siempre hay romances y peleas [risas].
Ofrece algo que no es comparable con el teatro.
El cine me da mucho.
· 27
Estudiaste en la escuela de Nora Moseinco,
por donde también pasaron Nahuel Pérez
Biscayart, Martín Piroyansky y Violeta
Urtizberea, entre otros actores. ¿Qué te
brindó esa experiencia?
Cuando ingresé en la escuela, no sabía bien
por qué quería hacer teatro. Estaba en plena
búsqueda. Con Nora me di cuenta de que la
actuación me volvía loca. Me dio herramientas
para encontrar la verdad en esas ganas de
actuar, de hacer algo y ser vista. Lo que ella
hizo fue organizar esa energía a través del juego
y la verdad. Me enseñó a saborear el momento
de la actuación. Nora maneja una mágica
combinación de verdad y juego.
¿A qué te referís con “verdad”?
A que actuar no significa mentir. No se trata de
“hacer de cuenta que”. Uno se pone en una si-
tuación y tiene que ver qué le pasa con eso. No
hay que forzar las cosas.
¿Desde chica te gustaba ser el centro de
las miradas?
Sí. Es parte de mi vida. Cuando era muy chica
estudiaba danza y me encantaba que me vie-
ran bailar. De todos modos, se pone en juego
una cuestión ambigua: me gusta ser vista sólo
cuando estoy haciendo algo creativo de ver-
dad. Ser visto cuando uno está involucrado en
un proyecto que no lo entusiasma, es brutal.
¿Por qué nunca hiciste televisión?
En realidad, nunca me ofrecieron hacer nada
en la tele. Es un medio bravo. Te da mucha ex-
posición, pero creo que no te termina de con-
tener. Es salvaje. En un punto, también pienso
que mantenerme al margen de ese medio es
una manera de cuidar mi profesión. Igual, me
gustaría hacer tele si me ofrecieran un pro-
yecto interesante. Es un riesgo puedo correr,
no me asusta. No pasa nada si hago algo medio
malo en la tele. La verdad es que no miro mu-
cha tele, pero hay cosas buenas. Ya va a venir.
Confío en que cada cosa tiene su tiempo.
Revista G7 Teatro INÉS EFRON
28 ·
Un tiempo atrás comenzaste a dictar cla-
ses. ¿Cómo vivís la experiencia de la do-
cencia?
Sí, desde hace un tiempo estoy dando semina-
rios. Estoy muy contenta. Es un espacio que me
da la posibilidad de rechazar proyectos que no
me interesan con la tranquilidad de que tengo
otro trabajo. Además, me dio mucha confianza
como actriz. Para ponerme en el lugar de pro-
fesora, tuve que reconocer que ya tengo un re-
corrido en esta profesión. Mi don es el teatro.
Podría ser otra cosa, pero esto es lo que hago.
También me di cuenta de que tengo una capa-
cidad profunda para ver al otro. Dar clases me
genera una sensación muy linda; me siento una
madre que es dulce y rígida al mismo tiempo.
Descubrí que me entusiasma la docencia. Me
apasiona ver el potencial de otra persona y
buscar la manera de hacerlo florecer.
El seminario combina la actuación con el
yoga. ¿Cuál es la relación entre esos dos
mundos?
Me parece importante ir a lo básico. Si uno no
establece una mínima conexión con su cuerpo,
no puede encarar un proceso creativo. Hay que
respirar bien, pararse derecho. Con Micaela
Lorenzo, mi socia, tuvimos la idea de unir el
trabajo físico vinculado al yoga con el teatro.
Es importante entender que somos cuerpo y
que, en la actuación, todo pasa por ahí a nivel
creativo. El cuerpo es el escenario del alma.
Entonces, si no hay consciencia en el cuerpo, si
sin darme cuenta aprieto mucho la mandíbula
o tengo un hombro contraído, no puedo hacer
un trabajo profundo. En ese sentido, el yoga
puede llevarte a lugares muy profundos.
“dEsCuBrÍ QuE ME ENTusiasMa La doCEN-
Cia. ME aPasioNa VEr EL PoTENCiaL dE oTra
PErsoNa Y BusCar La MaNEra dE HaCErLo
FLorECEr”.
30 ·
En el medio texto
Victoria Meli
fotos
Milagros Melzi
EN 1993, CON APENAS 18 AÑOS, INGRESÓ EN LA REDACCIÓN DE TELEFE
NOTICIAS. EN ESE MOMENTO, NO SABÍA QUE ÉSE SERÍA EL COMIENZO DE
UNA METEÓRICA CARRERA COMO PRODUCTOR DE CONTENIDOS. HOY,
DESPUÉS DE CREAR DECENAS DE PROGRAMAS PERIODÍSTICOS (EL RECOR-
DADO ZOO Y LA CORNISA, ENTRE OTROS), ES DUEÑO DE UNA RADIO Y
PIENSA MONTAR UNA SEÑAL DE TELEVISIÓN.
::diEgo KoLaNKoWsKY Revista G7 Televisión
Cuando era chico, Diego Kolankowsky era el que se encargaba del diario y la radio del colegio y el que escribía los textos de los actos. Además, tocaba la guitarra y pintaba. A los 18 años comenzó a trabajar en los medios y, desde entonces, no paró.Siendo muy joven, fue gerente de noticias en televisión y, durante los
últimos años produjo programas de radio, comerciales y contenidos televisivos. Creó el disruptivo Zoo junto a Juan Castro y, con Luis Majul, La cornisa, un programa periodístico que lleva 10 años en la televisión abierta. A lo largo de su carrera ganó seis premios Martín Fierro. Dicen que trabajar con él es como subirse a una montaña rusa. En la actualidad, Diego dirige la radio FM Delta 90.3 y planea concretar pronto su sueño de tener una señal de televisión.
¿Cómo ingresaste en los medios?
Por un mandato familiar, crecí diciendo que iba a
ser economista. A los 18 años estudiaba Ciencias
Económicas y trabajaba en Pepsi, en el área de
marketing. Pero no estaba feliz con eso, así que
dejé la carrera y el trabajo. Mis viejos me cortaron
los víveres y se fueron de vacaciones. No tenía ni
para comer. Un día, me fui caminando desde Ra-
mos Mejía hasta San Cristóbal, a ver a mi herma-
na que trabajaba en Telefe. En el bar de la esquina
del canal recorrí todas las mesas preguntando si
alguien necesitaba algo para su programa, hasta
que me dijeron que para el noticiero estaban bus-
cando un traductor de inglés.
¿Hablabas inglés?
Poco, pero dije que era traductor y me dijeron
que volviera al día siguiente. Empecé trabajan-
do 16 horas por día y al mes me efectivizaron.
Trabajé ocho o nueve meses en la redacción del
noticiero. En ese momento entró a trabajar Juan
Castro, también en el noticiero. En ese momen-
to era un éxito. Telefe Noticias medía 30 puntos,
más que Tinelli, más que Susana.
¿A qué se debía ese éxito?
En los ’90, el periodismo vivó una revolución.
Había necesidad de comunicar. Los periodistas
se convirtieron en celebridades. En esa época
apareció Jorge Lanata y Bernardo Neustadt vivió
su auge. Todavía no existían los canales de noti-
cias, claro.
¿Cómo pasaste al área de producción?
Empecé dirigiendo clips para el segmento de
Juan Castro en el noticiero. Entonces, pasé a
producción. A los seis meses era coordinador
de producción. Tenía 20 años ya estaba
produciendo el la primera transmisión de
un mundial en la televisión privada. Después
creamos Zoo con Juan y lo vendimos a
América. Yo seguí en Telefe como productor
general y Juan siguió con ese proyecto. En
el 98 hubo despidos masivos en el canal.
Entonces, cobré el retiro voluntario y llevé a
mis amigos de viaje. Cuando volví, lo llamé
a Majul, que había sido columnista en el
noticiero, y creamos La cornisa. Empezó
en el cable, siguió en Canal 7 y terminó
· 31
en América. Como nos fue muy bien, el
dueño del canal, Juan Cruz Ávila, me dio
la posibilidad de generar otros programas.
Trabajé como productor general del noticiero
y como gerente de noticias. Después creé DK
Group, mi propia productora. Desde acá
comencé a producir programas periodísticos
con gente que había conocido trabajando,
amigos. Todos los que trabajan conmigo son
amigos.
¿Cómo surgió la posibilidad de tener tu
propia radio?
Yo producía un par de programas en distintas
radios cuando surgió la posibilidad de com-
prar Cadena Eco. Mi socio en la radio perte-
nece al mundo de la música electrónica, así
que nos complementamos. Yo sé de conte-
nidos y él sabe qué música hay que pasar.
Funcionó desde el primer día. En la radio, la
gente quiere escuchar música. Por eso, traté
de hacer es programas que sumaran valor sin
quitarle aire a la música.
¿Qué aspectos evaluás a la hora de em-
prender un nuevo proyecto?
Me interesa contar historias, así que todo lo
que hago debe tener un principio y un fin. No
me gustan los finales abiertos. Me angustian.
De hecho, pienso los programas periodísticos
como si fueran novelas. Me importa mucho
mas el ‘cómo’ que el ‘qué’.
¿Cómo es eso?
Una vez tuvimos una discusión al respecto
con Majul y Lanata. En ese momento, Majul
y yo producíamos ¿Por qué?, el programa
que conducía Lanata. El primer programa del
ciclo estuvo dedicado a la caída de Fernando
de la Rúa. Nos preguntábamos si entrevistar
a un portero para hablar del tema era un nota
o no. Y la verdad es que lo era. La discusión
por el “qué” es casi obsoleta. Lo importante
es ver cómo uno aborda el tema para obtener
lo que quiere. Cada día, todos los noticieros
cuentan las mismas diez noticias. El elemen-
to diferenciador es el “cómo”.
¿Qué proyectos tenés para el futuro?
Estoy evaluando la posibilidad de tener
una señal de televisión propia. Me resulta
muy fácil desarrollar y diseñar contenidos,
pero los aspectos empresariales son más
complicados. La idea es impulsar una señal
que ofrezca una combinación de noticias
y servicios. Más servicios que noticias.
Me parece que hay una manera de contar
historias a través de los medios audiovisuales
mucho más emparentada con lo que se ve en
internet. Y, hasta ahora, la televisión no lo
está reflejando.
·Más información en:
www.dkgroup.com.ar.
34 ·
Buenos Aires::MaTÍas MarTiN Revista G7 Radio
· 35
texto
Juan María Fernandez
fotografía
Gonzalo Lauda
make up
Sara Boteropara Sofi Klei Studio
agradecimientos
Hermanos Estebecorena
POR SU TRABAJO EN BASTA DE TODO –PROGRAMA QUE LIDERA DESDE HACE 11
AÑOS–, ACABA DE RECIBIR SU SEGUNDO PREMIO MARTÍN FIERRO COMO MEJOR
CONDUCTOR EN RADIO. EN ESTA ENTREVISTA, HABLA DE SU AMOR POR EL MEDIO,
DE SUS COMPAÑEROS, LA ACTUALIDAD DEL PERIODISMO Y SU PASO POR LA TELE-
VISIÓN. “HACE MUCHO TIEMPO APRENDÍ QUE LA RADIO SE HACE EN PRIMERA PER-
SONA”, DICE.
En la casa de los Martin, no se escuchaba radio. Sin embargo, cuando era chico, Matías consiguió un receptor portátil y, cada noche, se lo llevaba a la cama. Allí, antes de dormir, exploraba el dial en busca de nuevos programas. “Buscaba voces”, dice. En su adolescencia, la ra-dio se volvió un medio más cercano a través de las transmisiones de partidos de fútbol y los programas deportivos. Por esos años, Matías descubrió también nuevas voces que brotaban del aparato: persona-
jes como Alejandro Dolina, Lalo Mir, Mario Pergolini o Bobby Flores comenzaron a hacerle compañía. Cuando terminó el colegio secundario, estudió Periodismo Deportivo. Como mu-chos, lo hizo, más que nada, por su fanatismo por el fútbol. “Mientras estudiaba, me di cuenta de que, más que el periodismo, me gustaban los medios, sobre todo la tele y la radio. Y una vez que entré en una emisora, supe que ése era el lugar donde quería estar”, asegura.Hoy, Matías Martin lleva 11 años al frente de Basta de todo (de lunes a viernes, de 14 a 18, en Metro). Unas semanas atrás, recibió su segundo premio Martín Fierro como mejor conductor en radio. En su discurso de agradecimiento, dijo que sen-tía un “amor profundo” por el medio.
¿Cuándo surgió ese amor por la radio?
El amor a la radio se experimenta realmente
cuando hacés radio. Hay que tener continui-
dad para entender los códigos, los tiempos, los
silencios, la música… Cuando te sentís cómodo
usando todas esas herramientas, es especta-
cular. La radio es un medio súper noble. Des-
de que empecé a trabajar en emisoras truchas,
hace 20 años, nunca la dejé.
¿En qué sentido te parece un medio “noble”?
Es algo elemental. Mientras estás mirando te-
levisión, no podés hacer otra cosa. En cambio,
la gente escucha radio mientras labura, mien-
tras maneja, mientras está tirada en la cama
con la mujer o el hombre de su vida. La tele
exige que uno vaya hacia ella, mientras que la
radio te acompaña. Eso genera una cercanía
inigualable, te acerca a la gente. La tele genera
distancia.
En tu discurso de agradecimiento también
mencionaste a Gabriel Schultz, que este año
dejó Basta de todo. ¿Cambió el programa con
su partida y la llegada de Diego Ripoll?
Cuando decidimos hacer este cambio, me pro-
puse no modificar nada en el programa. Por
supuesto, el hecho de que cambie una de las
tres personas que están frente al micrófono,
transforma un poco la lógica del programa y el
modo en que se relaciona el equipo. Me pareció
que ese cambio ya era suficientemente impor-
tante como para variar los contenidos. El pro-
grama es el mismo de siempre. Hubo pequeños
agregados, pero la cosa va sigue el mismo carril
de antes. Si es que hubo un período de adap-
tación a partir del ingreso de Diego, ya termi-
nó. Estamos listos para animarnos a jugar más
y ver si retocamos un poco más el programa.
Siempre creí que hay que hacer pequeños cam-
bios de manera permanente. Así, el programa
parece ser siempre el mismo, pero el oyente no
se cansa.
¿Qué aportó Diego Ripoll hasta el momento?
Llevó al programa a un lugar menos periodís-
tico. Tiene un perfil más histriónico, más acto-
ral. Juega con las voces. En ese sentido, es más
radial. Además, es un generador constante de
situaciones. Gaby tenía un perfil más periodís-
tico.
36 ·
¿Tiene alguna contra trabajar con amigos?
Siempre estuve en contra de laburar con ami-
gos. De hecho, nunca laburé con mis amigos de
toda la vida. La única vez que hice algo pare-
cido, me fue muy mal. Sin embargo, no puedo
evitar hacerme amigo de la gente con la que
trabajo. Por ejemplo, conocí a Diego apenas
entré en Metro y nos hicimos amigos. Ahora
no voy a combatir esa amistad. Pero no podría
hacer el programa con mis amigos de toda la
vida. Eso le funciona a Andy [Kusnetzoff], que
hace el programa con sus amigos, la mamá y el
papá. Para mí, eso sería una traba. Creo que no
lo podría manejar. Una amistad previa puede
trastocar las cosas. En el programa, en cambio,
siempre estuvo claro cuál es el rol de cada uno.
En Basta de todo hablan mucho de cuestiones
personales. ¿Qué te genera compartir tu vida
con los oyentes?
En realidad, parece que contamos mucho más
de lo que realmente contamos. Hay muchas
cosas de las que no hablo. Si viene al caso, pue-
do contar experiencias que vivo con mis hijos o
mi mujer, pero son intimidades que se pueden
compartir. No son las cosas más profundas que
me pasan. Hace mucho tiempo aprendí que la
radio se hace en primera persona. Escuchar
una voz impersonal no me toca, no me llega al
corazón. Es una vaguedad. En cambio, cuando
uno cuenta cosas íntimas, el público se siente
incluido en la historia.
Así es como todos los oyentes saben que tu
psicoanalista se llama Horacio, por ejemplo.
[Risas] Sí. Como hablo mucho de él en el pro-
grama, decidí decir su nombre. De todas ma-
neras, vos creés que en ese dato hay un grado
de intimidad enorme, pero lo cierto es que no
cuento lo que hablo con él. La gente sabe que
mi analista se llama Horacio, nada más.
¿Por qué hablás tanto de tu analista?
Porque me sirvió muchísimo en estos últimos
20 años. La terapia es muy importante para mí.
Es un espacio donde puedo plantear cosas de
mi vida personal y tratar de resolverlas. Enton-
ces, para quitarle solemnidad al tema cuando
surge en la radio, decidí decir el nombre de mi
analista: Horacio.
¿Qué pasa cuando no estás de ánimo para
reírte de las cosas que te pasan?
Ya generé un estado de ánimo propio del pro-
grama. Hice un montón de programas después
de un velorio, después de visitar a un familiar
internado o después de recibir una mala noti-
cia. Pero con sólo entrar a la radio, me siento li-
berado. Y cuando se prende la luz del estudio y
arrancamos, ya está. Es como cuando uno está
llegando a Mar del Plata: al ver la rotonda en
la entrada, cambia su humor. En algunas oca-
siones, simplemente digo al aire que no estoy
en un buen día. La gente sabe que no todos los
días son iguales.
¿Lográs abstraerte y olvidarte de las miles de
personas que escuchan las conversaciones
que tienen frente al micrófono?
Llega un momento en que no pensás que cada
cosa que decís puede llegarle a alguien, pero
tampoco te olvidás de que estás al aire. Nunca
pienso que del otro lado hay 500 mil personas
escuchando. Uno no está hablando frente a un
montón de gente. Por el contrario: hago radio
en un cuartito con mis amigos, mis auriculares
y mi compu. Es como el cuarto de un adoles-
cente, donde uno se siente súper refugiado y
pierde todos los miedos. Cuando está en el aire,
uno siente un cosquilleo de placer. Me pongo
nervioso cuando en el programa se arma una
discusión fea, cuando alguien te bardea. En
esos momentos percibo más el aire.
¿Por qué te parece que funciona tan bien
hablar de cuestiones personales en radio?
Todos los programas de Metro se hacen en pri-
mera persona. La radio se nutre de eso. En ge-
neral, todos los programas de radio se tratan,
más que nada, del conductor y su impronta.
¿De qué se trata el programa de Lalo Mir? De
Lalo. ¿Por qué la gente mira el programa de La-
nata? Para saber lo que dice él, no para ver un
programa político. Es una fórmula, pero tam-
bién es una cuestión de estilo. Metro tiene ese
estilo.
De todos modos, acabas de recibir otro pre-
mio por Basta de todo. ¿Te sentís distinto en
la radio?
Para nada. Siento que tengo un lugar muy im-
portante en una radio muy importante. Para
mí, la Metro es muy grosa. Es una radio ge-
neracional, un fenómeno cultural muy vin-
culado con toda una generación. Así como
Rock & Pop hace unos años, Metro ocupa un
lugar particular y, en líneas generales, repre-
senta a un público determinado. No deja de
ser una radio, pero tiene un lugar importante
para mucha gente. Además, me gusta saber
que, en su momento, le insistí mucho a Andy
[Kusnetzoff] para que viniera a hacer radio.
Después, durante cuatro años, hinché a Pablo
Lete [director de Metro] para que trajera Se-
bastián Wainraich, que antes estaba en X4. Y,
más tarde, todos juntos, pedimos que viniera
Juan Pablo Varsky. No eran ocurrencias mías,
sino cosas que se caían de maduras. Por todo
eso, siento que fui parte del armado de la radio.
Además, puedo laburar con pares, con gente
de mi edad que, en muchos casos, son amigos
míos. Eso no pasa en ningún lado. No hay radio
más homogénea que esta. Incluso, son todos
rusos menos yo. Hasta en eso hay cierta homo-
geneidad [risas].
Además, tienen todos la misma edad, más o
menos.
Juan Pablo y yo nacimos el mismo día, con 2
horas de diferencia. Andy, 20 días después.
Seba es el más joven; tiene cuatro años menos.
¿Qué cosas tenés en común con ellos?
Todo. En general, tenemos opiniones pare-
cidas. Compartimos intereses. Tenemos una
historia en común y muchos años de amistad.
De alguna manera, todos crecimos manejan-
do la misma información. Hicimos la primaria
durante la dictadura y, mientras cursamos la
secundaria, vivimos los albores de la democra-
cia y el destape alfonsinista. Esas cosas, como
todo lo que te pasa cuando sos adolescente, te
marcan un montón. Somos de la generación de
Graduados [risas]. Por eso, tenemos una mi-
rada muy parecida de las cosas. Compartimos
ciertos gustos, como el rock, el fútbol o el cine.
Estamos formados en lugares parecidos. Somos
de una clase media progre prototípica.
“Hago radio EN uN CuarTiTo CoN Mis
aMigos, Mis auriCuLarEs Y Mi CoMPu.
Es CoMo EL CuarTo dE uN adoLEsCENTE,
doNdE uNo sE siENTE súPEr rEFugiado Y
PiErdE Todos Los MiEdos”.
Revista G7 Radio MATÍAS MARTIN
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Revista G7 Radio MATÍAS MARTIN
que tenía adentro. Cuando dejé de hacer pe-
riodismo deportivo, tardé cinco o seis años en
recuperar las plumas, que ahora me salieron
por todos lados. Ahora estoy más “gallina” que
nunca. De todos modos, ya cuando estudiaba
en TEA sabía que no quería dedicarme sólo al
fútbol. Cuando era chico me gustaban progra-
mas como La TV ataca o Fax. Hoy parece que
está de moda pegarle a Nicolás Repetto, pero
para mí es un crack y, por lo tanto, no hay que
subestimarlo. Siempre pensé que podía seguir
la huella de esos programas. Por supuesto, hoy
los tiempos son distintos, pero creo que seguí
una dirección similar.
¿Te animarías a involucrarte con otro tipo de
periodismo, como Juan Pablo Varsky?
¡Juan Pablo quiere ser presidente! A él le en-
cantan la política y el poder. Se mueve con
facilidad en ese ambiente y tiene un vínculo
natural y fluido con políticos de cualquier fac-
ción. Se siente cómodo viendo cómo se admi-
nistra el poder y le gustaría tener la posibilidad
de mejorar la vida de las personas. A mí todo
eso me asusta un poco. No me veo jugando ahí.
“CuaNdo EL goBiErNo HaCE aLgo QuE ME
gusTa, Lo digo. dEsPués, MuCHos ME
PrEguNTaN si No ME MoLEsTa QuE uTiLi-
CEN EsE FragMENTo EN Los PrograMas
oFiCiaLisTas. sÍ, ME da BroNCa, PEro Es
Lo QuE PiENso. QuiZÁs, aLguiEN QuE No
ME EsCuCHa EN La radio Lo VE Y PiENsa
QuE soY uN soLdado dEL goBiErNo,
PEro No ME PuEdo HaCEr Cargo dE Lo
QuE digaN Los dEMÁs”.
¿Cómo te relacionás con el público?
Tengo una relación de mucho cariño con la
gente. Hoy el contacto es mucho más directo y
agresivo que antes. Encima, como el programa
genera una sensación de comunidad y amistad
en la que todo el mundo está incluido, la gente
siente la libertad de decirte: “Che, pelotudo,
¿qué estás diciendo?”. De acuerdo al día que
tengas, eso puede sonar agresivo o cariñoso. En
los mails no se puede leer la ironía. Entonces,
oscilo entre sentirme cómodo y agredido por el
grado de confianza que se generó con la gente.
Hace ya un tiempo que no hacés televisión.
¿Qué te genera ese medio?
La tele es fascinante. Me gusta muchísimo por-
que te ofrece un montón de posibilidades. Por
eso, desde un principio, me propuse hacer co-
sas distintas. Empecé participando en progra-
mas de fútbol, después hice entretenimientos,
un programa de archivo, uno de entrevistas…
Los últimos, La liga y Vértigo, tuvieron un
corte más periodístico. Cuando me involucré
en esos proyectos, me puse más exigente. No
es que antes hiciera cualquier cosa, pero me
metía en proyectos muy variados. A partir de
mis últimas experiencias me di cuenta de que
me gusta hacer entrevistas, tener cara a cara
a peces gordos como [Mauricio] Macri, Aníbal
Fernández o Luis D’Elía. De todas maneras, lo
que hoy me gustaría hacer en televisión es co-
mentar partidos de fútbol. Me han ofrecido va-
rios programas, pero por alguna razón no me
animo. Estoy cómodo.
Empezaste haciendo periodismo deporti-
vo. ¿Por qué decidiste seguir otro camino
después?
Siempre fui muy fanático del deporte y, en par-
ticular, del fútbol. Después de trabajar durante
seis años en Fútbol de primera y de hacer otros
programas en TyC Sports, se murió el hincha
¿Creés que los oyentes también comparten
esa mirada de la realidad?
No sé, pero tampoco me interesa. No quiero
convencer a nadie de nada. Me interesa, eso
sí, tener una opinión formada sobre ciertos
temas, poder fundamentarla y que los oyentes
sepan cuál es mi posición. Tratar de convencer
a los demás sería una actitud infantil y narci-
sista. No siento que cada intercambio de opi-
niones sea una batalla cultural. Me gusta que la
gente sienta que soy honesto y que digo lo que
pienso. Me alcanza con eso. Por supuesto, pue-
do cambiar de opinión. En ese caso, me siento
obligado a explicar la razón de ese cambio. Es
una suerte de transparencia que me sale natu-
ralmente, sin hacer un esfuerzo. Y creo que eso
se nota.
¿Te genera algún tipo de incomodidad decir
algo a favor o en contra del gobierno?
No, aunque mucha gente tomó un lugar en las
trincheras y utiliza lo que uno dice en su favor.
Cuando el gobierno hace algo que me gusta,
lo digo. Después, muchos me preguntan si no
me molesta que utilicen ese fragmento en los
programas oficialistas. Sí, me da bronca, pero
es lo que pienso. Quizás, alguien que no me
escucha en la radio ve eso y piensa que soy un
soldado del gobierno, pero no me puedo ha-
cer cargo de lo que digan los demás. Después
de todo, trabajar en los medios también es eso,
bancarte que otros hablen de vos. Me acuerdo
que, cuando recién empezaba, en un programa
de cable, Maradona se enojó conmigo. ¡No lo
podía creer! En ese momento, Alejandro Fabbri
me dijo: “Bienvenido. Ahora que sabés lo que
es que hablen de vos, te recibiste de periodis-
ta”. Y es cierto. Los periodistas nos pasamos la
vida opinando de los demás, pero cuando ha-
blan de vos, no lo podés creer. Te descoloca. Es
muy duro que hablen de vos.
40 ·
En su momento, tuviste tu propia productora
de contenidos, Fatto in Casa. ¿Cómo fue esa
experiencia?
Me resultó muy difícil ponerme en el lugar de
empresario. Tenía un socio que se ocupaba de
las cuestiones más empresariales. De todos
modos, me gustó mucho jugar a administrar
una empresa, tomar decisiones que nunca ha-
bía tenido que tomar. Fue difícil. En los últimos
años, la lógica de la televisión cambió mucho,
como el mapa de medios. Me alegra haber re-
conocido el momento indicado para salir del
negocio. Cuando abrimos la compañía, los ca-
nales no estaban generando programas y había
lugar para productoras como Fatto in Casa. Nos
fue bien durante el primer año. Después cam-
bió la lógica del negocio y quedaron dos o tres
productoras que dominaban el mercado. Para
las demás, era muy difícil meter programas. De
alguna manera, los canales te extorsionaban
y pedían que hicieras los programas que ellos
querían a cambio de incluir en la grilla una de
tus producciones. Entonces, terminabas ha-
ciendo cosas que no querías. Cerramos la em-
presa antes de pegarnos un palo. Me alegra que
haya sido así porque vi los palos que se pegaron
otros y… mamita.
Llevás 11 años al frente de Basta de todo. ¿Cuál
fue el peor momento que pasaste en el pro-
grama?
Lo peor son las patinadas al aire. Por suerte, en
esos casos, sé pedir perdón y admitir que me
equivoqué. Me duele mucho cuando fallo en
algo que critico habitualmente. Por ejemplo,
en no chequear una información. Cuando me
como un amague y digo algo que no está che-
queado, me quiero morir. Por otro lado, hay
entrevistas que pueden ponerse tensas, pero
yo no lo busco. Creo que si el invitado se pone
tenso y te la quiere hacer pasar mal, queda ex-
puesto él. Son momentos raros. Recuerdo una
entrevista con Guillermo Vilas –que para mí es
un genio– que terminó mal. Pero fue hace mu-
cho.
¿Y cuál fue el mejor momento?
Los mejores momentos son los que emocio-
nan. A fin de cuentas, no es sensiblería. En el
mundo del cine, las mejores películas son las
que te conmueven, los dramas. Buscar la emo-
ción puede ser cursi, pero es muy groso que
te emocione algo que escuchás en la radio. En
el programa hubo un montón de momentos
así. Recuerdo las entrevistas con Maru Botana
y con Facundo Cabral. No imaginaba que esas
notas me podían llegar de una manera tan pro-
funda. También es lindo compartir ciertos mo-
mentos íntimos con los oyentes, como cuando
nacieron mis hijos. Esos instantes son los que
quedan.
¿Qué opinás de la actualidad del periodismo
deportivo en Argentina?
En una época, me molestaba que nadie hablara
de fútbol. En lugar de discutir sobre el juego, se
hablaba del quilombo. En los últimos años eso
cambió un montón. Hoy está lleno de progra-
mas que se preocupan por el juego. En todos los
canales deportivos hay programas en los que
se analiza el juego. Siempre hubo periodistas
que se dedicaron al chusmerío, pero apren-
dí a consumir lo que me gusta y a no hacerme
malasangre por lo que no me gusta. No me en-
gancho con el show de los rumores y el puterío.
Por otro lado, me parece interesante el trabajo
de Diego Latorre como comentarista. Rompió
el molde y se despegó de los demás. Como en
todo, hay muy buenos periodistas y hay mucha
bosta. Lo importante es que hay para elegir.
Revista G7 Radio MATÍAS MARTIN
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EN FÚTBOL DE PRIMERA Y dE HaCEr oTros
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42 ·
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POR SEXTO AÑO, CONVERSE ESTUVO PRESENTE EN ARTEBA, LA
FERIA DE ARTE CONTEMPORÁNEO MÁS IMPORTANTE DE LATI-
NOAMÉRICA. ESTE AÑO, LA MARCA PRESENTÓ UNA INSTALACIÓN
CREADA POR OCG PUBLICIDAD Y EL FOTÓGRAFO GABRIEL RO-
CCA. A TRAVÉS DE LA OBRA, TITULADA TIE YOUR SNEAKERS, NOT
YOUR MIND (ATA TUS ZAPATILLAS, NO TU MENTE), LA COMPAÑÍA
BUSCÓ TRANSMITIR SU ESPÍRITU DE MANERA CREATIVA. POR SU-
PUESTO, EL EVENTO DE PRESENTACIÓN CONTÓ CON LA PRESEN-
CIA DE VARIOS DE LOS MÚSICOS QUE FUERON PARTE DE LA OBRA.
· 43
44 ·
CHaNdoN Revista G7 Empresas
::Colección privada
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Como todos los años, Chandon realizó la compra de la primera obra a puertas cerradas en la 21° edición de ArteBA, que se realizó del 18 al 22 de mayo en La Rural. Este año, la empresa otorgó el Premio Adquisición a la obra “Sin título” del artista Martín Reyna. La pieza pasará a formar parte de la colección de la Maison Moët Hennessy Argentina, la nueva sede de la compañía en el país, instalada en una residencia de estilo francés, en el corazón de Barrio Parque. El jurado a cargo de la selección estuvo integrado por: Ramiro Otaño, director general de Möet Hennessy Argentina; Alicia de Arteaga, crítica de arte; Fernando Farina, director del Fondo Nacional de las Artes; Pablo Reinoso, artista; y Javier Iturrioz, arquitecto y ambientador de la Maison.Durante la feria, además, se exhibió la imponente obra de Pablo Reinoso, Reflejos del infinito, sobre el Espacio Chandon. Por otra parte, y como todos los años desde 2008, Chandon fue sponsor del Barrio Joven, el espacio donde artistas y galerías emergentes muestran sus últimos trabajos y novedades.
· 45
LaN
::Una sana costumbre
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Por sexto año consecutivo, Lan ofreció en ArteBA su excelente audioguía gratuita. Quienes visitaron la 12ª edición de la feria, pudieron disfrutar un original recorrido diagramado por la curadora Florencia Braga Menéndez y locutado por Lalo Mir. Como ya es habitual, los interesados pudieron descargar de internet la audioguía y el mapa del recorrido. Como novedad, este año la compañía presentó en su espacio una serie de auriculares intervenidos por los reconocidos artistas plásticos Marcela Mouján, Edgardo Giménez y Rafael González Moreno. Los auriculares se expusieron junto a las obras que inspiraron cada intervención.
Revista G7 Empresas
Soñandoen invierno
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54 ·
· 55
¿Por qué eligieron ciudades como Rosario
y Montevideo para sus desarrollos?
El rubro inmobiliario tiene reglas de juego muy
locales. Por lo tanto, es todo un desafío traspasar
las fronteras y hacer algo en un lugar que no es
el propio. Sin embargo, la idea siempre fue que
TGLT fuera más allá de Buenos Aires. Nos pa-
reció que Rosario era el lugar más natural para
empezar porque es una ciudad increíble que está
a apenas unas horas de acá. Tiene riqueza, está
construida de espaldas al río, tiene una economía
muy dinámica y tenía espacio para gente de otras
ciudades. Córdoba, en cambio, es más difícil de
penetrar. La elección de Montevideo siguió la
misma lógica. Otra cuestión importante es que
Rosario tiene una administración muy pulcra,
con un plan a largo plazo desarrollado por el Par-
tido Socialista. El gobierno local permite que uno
haga cosas, te apoya. Eso, para alguien que viene
de otra ciudad, es fundamental. Arrancamos a
trabajar ahí en 2007. En ese momento éramos los
primeros desarrolladores de afuera de Rosario.
Hoy estamos terminando un complejo de once
edificios en Puerto Norte y tenemos oficinas tan-
to ahí como en Montevideo.
¿Cómo creció la empresa en los últimos
años?
Empecé persiguiendo a la gente con un power-
point. Decía que iba a hacer un edificio de una
manzana en Puerto Madero y el 99 por ciento de
las personas se me reía en la cara. Mientras traba-
jaba en TGLT, participaba en un fondo de ventura
capital que invierte en emprendedores. Eso me
ayudó a comprender mejor lo que le pasa al tipo
que quiere arrancar en algo con muchas ilusiones
y pocos recursos. La trampa consiste en que vos
tenés una idea y para llevarla adelante necesitás
plata. Para atraer esos recursos, necesitás mos-
trar que tenés cierta estructura, pero justamente
no podés bancarla porque no tenés plata. Resol-
ver esa trampa inicial es muy difícil, pero una vez
que lo lográs la rueda empieza a girar. Cuando la
gente ve estás haciendo algo, quiere invertir más
plata. Contraté a los primeros tres empleados de
la empresa después de dar una conferencia en la
Bolsa de Comercio. Se acercaron tres flacos di-
ciendo que querían trabajar conmigo. Al día si-
guiente los contraté. Hice las entrevistas en un
bar porque no tenía oficina. Hoy la compañía
tiene un equipo de 100 personas.
Construir futuro
texto
Maru Drozd
fotos
Victoria Egurza
FUNDADA EN 2005, LA COMPAÑÍA DESARROLLA PROYECTOS INMOBILI-
ARIOS EN BUENOS AIRES, ROSARIO Y MONTEVIDEO.
“ROMPIMOS CON LA ACTITUD OPORTUNISTA QUE PREDOMINA EN LA
INDUSTRIA”, ASEGURA FEDERICO WEIL, CEO DE LA EMPRESA.
::TgLT Revista G7 Empresas
CCuando Federico Weil terminó la carrera de Ingeniería, trabajó unos años en diferentes empresas en Argentina y partió hacia Estados Unidos, donde siguió estudiando y desarrollándose a nivel profesional. Durante la crisis de 2001, cuando muchos argentinos eligieron irse del país, él decidió volver. “Siempre tuve el instinto de ir contra la
corriente”, dice. De vuelta en Buenos Aires, Weil fundó junto a otros socios una compañía de inversiones inmobiliarias. “En plena crisis, compramos tierras y terminamos formando una compañía de explotación agropecuaria. Como quería dedicarme a las inversiones inmobiliarias, en 2003 me fui junto a dos socios y fundamos TGLT. En 2004 me dediqué a estudiar esta industria. Paré la pelota y vi qué oportunidades había en el mercado. En 2005, lanzamos nuestro primer desarrollo”.
56 ·
cómo va a funcionar ese hogar y cómo va impac-
tar en tu vida, las posibilidades que te va a dar a
medida que tu situación vaya evolucionando.
Todas estas cosas se pueden pensar y planificar a
largo plazo. TGLT rompió con la actitud oportu-
nista que predomina en la industria.
¿En qué sentido?
No nos interesa buscar un terrenito y hacer un
edificio si las cosas van bien o, si van mal, guar-
darnos y dedicarnos a otra cosa. Esta es una
compañía que se dedica a desarrollar viviendas
con una visión a largo plazo. Por supuesto, eso se
refleja en la calidad de los edificios y en la rela-
ción que tenemos con los clientes. La forma tra-
dicional de elegir un barrio sería ver dónde son
¿Qué factores se tienen en cuenta a la hora
de elegir un barrio para emprender un
proyecto?
Tengo una forma de mirar diferente a la de la ma-
yoría de los desarrolladores. Cuando uno cons-
truye un lugar para vivir, estás actuando en la
vida de muchas personas. Estás construyendo un
proyecto de vida. Nosotros elegimos los barrios
en función del proyecto de vida que queremos
generar para la gente. Desde el punto de vista
patrimonial y vivencial, comprar una casa es lo
más importante que le pasa al 99 por ciento de las
personas. Muchas veces, no tenemos conciencia
de lo que implica elegir un lugar para vivir. Una
vez que te entregan las llaves, tenés que entender
más caras las propiedades, tratar de comprar el
terrenito que queda disponible y hacer lo mis-
mo que hacen todos. Nos gusta analizar cuál es el
potencial de un lugar aunque en el momento no
esté pasando nada ahí. Nos gusta encontrar luga-
res piolas para vivir, por ejemplo, desde el punto
de vista del acceso. Ese es un tema clave: cuánto
tiempo invierte uno en llegar e irse de su casa. Es
un teman que se analiza. También la calidad am-
biental, los espacios verdes, las posibilidades de
esparcimiento, los jardines de infantes o escuelas
cercanas, etcétera.
¿Cuánto tiempo lleva realizar ese análisis
previo?
Realizamos un análisis permanente vinculado
con lo que queremos hacer y encontrar. Por otro
lado, está la búsqueda de oportunidades. Los te-
rrenos disponibles, a veces, aparecen y desapa-
recen fugazmente. Entonces, si uno sabe muy
bien lo que quiere y tiene el capital para reac-
cionar rápido, puede hacerlo. Esa fue una de las
razones por las que, en 2010, decidimos empezar
a cotizar en la Bolsa. De esa manera, tenemos ca-
pital disponible más fácilmente.
¿Cuáles son los proyectos más importantes
que tiene la empresa en la actualidad?
Todos son importantes. Tenemos más de me-
dio millón de metros cuadrados en desarrollo.
En la Ciudad de Buenos Aires estamos haciendo
edificios en el Bajo Belgrano, Caballito, Paler-
mo y Tigre. Hay proyectos para distintos niveles
económicos, pero nuestro foco está puesto en la
clase media. En el país faltan cuatro millones de
viviendas. Tenemos el mayor déficit de viviendas
de América Latina. Es paradójico porque todavía
tenemos la mejor clase media de Latinoamérica
en términos de distribución de ingresos. Enton-
ces, nos interesa ir por ese lado.
Revista G7 Empresas TGLT
“EN EL MuNdo, sE gENEra MÁs PoLuCiÓN
Por Las EMisioNEs dE Los EdiFiCios QuE dE
Los auTos. Todos HaBLaN dE Los auTos
ELéCTriCos, PEro NadiE HaBLa dE Las CoNs-
TruCCioNEs”.
· 57
¿Qué otras cosas se pueden hacer para
ahorrar energía?
Hay muchas cosas. Hay sistemas de aire acondi-
cionado sofisticados que gastan mucho menos,
pero cuestan mucho más. También se puede
poner un inflador de ruedas en el garage, que es
un compresor que sale dos pesos. Las estadísticas
muestran que los autos con las ruedas infladas
adecuadamente gastan mucha menos nafta. Por
otro lado, las expensas llegan en unos papeles si-
niestros por debajo de la puerta, cuando todo el
mundo se maneja por e-mail. Se podrían crear
sitios web o intranets para que los propietarios
de un edificio puedan convocar a las reuniones
de consorcio, reservar un salón, una cancha de
tenis, etcétera. También se podría implemen-
tar un sistema de pool para que la gente viaje en
un mismo auto al centro, por ejemplo. Hay un
montón de cositas que se pueden ir haciendo.
Poner iluminación de bajo consumo en las áreas
comunes, reciclar el agua de lluvia para el riego
o instalar paneles solares. Deberíamos construir
edificios cada vez más verdes. En el mundo de
las oficinas es mucho más fácil de implementar
porque las empresas obligan a los desarrollado-
res a construir edificios sustentables. Si no, no los
alquilan. Además, están dispuestos a pagar los
costos. En el caso de las viviendas, todo es mucho
más artesanal.
¿Los municipios no demandan ciertos es-
tándares de construcción?
En Argentina, no. En Europa y Estados Unidos
hay municipios que le dan exenciones impositi-
vas a las empresas que desarrollan y planifican.
Para que eso suceda, necesitamos gobiernos con
más consciencia. Es un proceso lento, pero irre-
versible.
¿Cuáles son las nuevas tendencias al mo-
mento de construir?
Al menos en Argentina, no hay tendencias. Todo
depende de lo que podemos pensar y hacer para
resolverle la vida a la gente. Por ejemplo, tratar
de hacer cosas en lugares donde hay vías de ac-
ceso rápidas, transporte público, espacio para
estacionar, etcétera. Para prevenir la inseguri-
dad, tratamos de hacer viviendas que no estén
expuestas a situaciones de riesgo todo el tiempo.
Ahora, por ejemplo, está de moda la sustentabi-
lidad. En el mundo, se genera más polución por
las emisiones de los edificios que de los autos.
Todos hablan de los autos eléctricos, pero nadie
habla de las construcciones. En ese punto, hay
otra trampa. Al construir un edificio, mi historia
termina cuando cobro y le entrego el departa-
mento al comprador. Entonces, mi decisión va a
ser ponerle el sistema de calefacción más barato
que haya. Sin embargo, si tengo cierto interés
en la sustentabilidad y el cliente también, puedo
instalar un sistema de refrigeración de frío / calor
que gaste menos energía, vidrios dobles, etcéte-
ra.
58 ·
Revista G7 Empresas
·Más información en: www.tglt.com.
¿Qué pasa con el sur?
El gobierno de la ciudad está haciendo un esfuer-
zo muy grande por impulsarlo y está teniendo
muy buenos resultados. Se nota que la creación
del distrito tecnológico está rindiendo sus frutos.
La descentralización de la administración pú-
blica, que está mudando algunas de sus oficinas
a la zona, también va a tener su impacto. Ade-
más, hay otros “distritos” que se van a instalar
en el sur. Algunos van a tener éxito, pero otros
son forzados, aunque la intención sea muy bue-
na. Para que la transformación sea más rápida
deberían concentrar recursos y ofrecer incen-
tivos a los desarrolladores inmobiliarios. Como
desarrollador, no veo beneficios en construir en
el sur. Los precios son más bajos, ¿pero quién
quiere vivir ahí? La empresa que corre el riesgo
comercial debe tener una razón para hacerlo. Si
se ofrecieran incentivos a los desarrolladores y el
Banco Ciudad apoyara a los compradores, las co-
sas pueden cambiar y el sur se convertiría en una
zona mucho más interesante a la hora de com-
prar propiedades.
¿Qué busca la gente a la hora de comprar?
Una cuestión que surgió hace ya diez años y que
sigue dando vueltas, es el de las “amenities”. Es
un término que se refiere a un montón de espa-
cios que hacen al disfrute del edificio. Sin embar-
go, es un tema que presenta dos caras. Los últi-
mos edificios donde viví, tenían una guardería
para bebés. Para una mamá que trabaja, es inva-
lorable que su bebé pueda quedarse ahí y que esté
bien cuidado. Por otro lado, el tema de los gim-
nasios es más ambiguo. Cualquier edificio puede
tener uno, pero las personas que van al gimnasio
buscan sentirse bien, encontrar caras nuevas y
ejercitarse en un buen ambiente. Sin embargo,
son muy pocos los edificios en los que se genera
ese tipo de ambiente. No es lo que la gente bus-
ca. A veces, pasa lo mismo con las piletas. En los
últimos años se armó una suerte de carrera sin
sentido por meter en “amenities” de todo tipo.
Se generan espacios que nadie usa y que se dete-
rioran con el tiempo. Por eso, es un capítulo que
debería revisarse. Otro aspecto importante es el
diseño de los departamentos, es decir, cómo es-
tán aprovechados los espacios, la circulación, los
espacios de guardado, etcétera. Es un tema que
va a ser muy importante en el futuro. Sobre todo
porque, mientras no haya mejores créditos, los
espacios van a seguir siendo reducidos. En uno
de nuestros proyectos estamos tratando de im-
plementar ideas muy radicales en cuanto al uso
del espacio y el volumen.
¿Y cuáles son las zonas de mayor deman-
da?
Hoy, lamentablemente, las personas no se fijan
tanto en el lugar donde quieren vivir, sino donde
históricamente está bien visto vivir. Es decir, el
corredor norte: Palermo, Recoleta, Barrio Norte,
etcétera. Pero hay otros lugares de la ciudad que
están buenísimos para vivir.
TGLT
“CoMo dEsarroLLador, No VEo BENEFiCios
EN CoNsTruir EN EL sur. Los PrECios soN
MÁs Bajos, ¿PEro QuiéN QuiErE ViVir aHÍ?
La EMPrEsa QuE CorrE EL riEsgo CoMErCiaL
dEBE TENEr uNa raZÓN Para HaCErLo”.
60 ·
Posada PuErTo BEMBErg Revista G7 Turismo
::Naturaleza y tradiciónUBICADA JUNTO AL RÍO PARANÁ, EN LA PROVINCIA DE MISIONES, LA POSADA
OFRECE UNA COMBINACIÓN IDEAL DE VIDA AL AIRE LIBRE Y CONFORT CON
TOQUES AUTÓCTONOS.
Situada a la vera del Río Paraná, a 35 km de la ciudad de Iguazú, Misiones, Posada Puerto Bamberg es una antigua hostería instalada en una propiedad de 400 hectáreas de selva atlántica. Respetando su arquitectura colonial, la posada cuenta con 13 habitaciones superiores y una suite con terraza privada y vista al río. Cada habitación cuenta con patio privado y una biblioteca con obras de autores latinoamericanos del siglo XX. Todas son amplias, frescas, de techos altos y muebles autóctonos diseñados por artistas. Su estilo único se distingue en los respaldos de madera multicolor de las camas, originarios de los conventillos de La Boca. Colores de la tierra, mantas de llama, sábanas de puro algodón egipcio y amenities de calidad brindan estilo y confort al viajero. Los grandes ventanales ofrecen una espléndida vista a la selva.Por otro lado, el living de la posada, con amplios ventanales y un piano de cola, invita a la lectura y a dis-frutar los conciertos de música guaraní. La cava cuenta con las mejores 60 etiquetas de vinos argentinos. Asimismo, el lugar cuenta con una huerta orgánica de 6.000 m2. Los sabores y texturas de sus frutos se pueden saborear diariamente en diferentes platos, jugos y cocktails. Entre otras actividades, los huéspedes pueden realizar senderismo, avistaje de aves (tucanes, yuruvás, arasaríes entre muchas otras) y de animales de todo tipo, como coatíes, monos caí o tamandúas. Tam-bién se pueden realizar visitas a una cercana capilla dedicada a Virgen de Itatí, que se encuentra frente al río Paraná, rodeada de una gran variedad de árboles. Los más aventureros tienen la opción de navegar el salto Yasy y el río Urugua-i. Por último, quienes quieran aportar su granito de arena para la reforestación de la selva, pueden donar un árbol y plantarlo ellos mismos en un área donde Posada Puerto Bemberg ha iniciado una plantación de especies autóctonas.
·Más información en: www.puertobemberg.com.
www.lan.com.
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texto
Juan María Fernandez
fotos
Gonzalo Lauda Pucho Mentasti es un mito viviente de la publicidad argenti-na. En 1994, saltó a la fama tras dirigir el videoclip de “Ma-tador”, de Los Fabulosos Cadillacs. “Hasta ese momento, los videos casi no tenían trama. Me gusta contar historias en cualquier ámbito y la publicidad me permitió hacerlo”,
dice. Entre sus producciones más reconocidas figuran Write the fu-ture, Pucho Mentasti es un mito viviente de la publicidad argentina. En 1994, saltó a la fama tras dirigir el videoclip de “Matador”, de Los Fabulosos Cadillacs. “Hasta ese momento, los videos casi no tenían trama. Me gusta contar historias en cualquier ámbito y la publicidad me permitió hacerlo”, dice. Entre sus producciones más recordadas están Pacto, para Renault Clío, Cumbres, para Villavicencio (en la que reprodujo el Cruce de Los Andes), y, más acá en el tiempo, Sábado a la tarde, para Ex-quisita, y Razones para creer, para Coca-Cola. Luego de fundar la productora La Brea (que luego se llamaría 2001), partió a Los Ánge-les, donde realizó decenas de comerciales. Uno de ellos fue junto a George Clooney, para Fiat, en Lago de Como, Italia. De nuevo en Argentina y trabajando para Blue Productora (compa-ñía dirigida por Gonzalo “Gonzo” Llorente), Mentasti sigue con las mismas ganas de siempre. “Me gusta decir que mi mejor laburo es el próximo. Siempre espero proyectos que me motiven”, dice.
::PuCHo MENTasTi Revista G7 Publicidad
¿Por qué te fuiste a Los Ángeles?
Era una asignatura pendiente. Mi viejo, que
vivió la última etapa de Argentina Sonofilm,
decía que no se podía estudiar cine en el país.
Entonces, estudié arquitectura, pero siempre
quise viajar a Los Ángeles y aprender cómo ha-
cen cine los estadounidenses. Allá hay directo-
res y productoras que logran una conjunción
de entretenimiento y contenido que me gusta.
Son especialistas. Como había un par de pro-
ductoras muy grandes interesadas en mi tra-
bajo, me fui. 2001 fue una productora que quise
mucho, pero la cerré porque tenía muchísimas
ganas de viajar. En Estados Unidos viví una
época de experimentación grosa. Trabajaba
con todos los chiches que se usan para hacer
todas las películas, con técnicos de la puta
madre. Aprendí un montón. Incluso aprendí
mucho de producción. Allá, los productores
tienen un corte más creativo. Por supuesto, se
fijan en los números, pero también les intere-
sa mucho que las cosas se hagan bien. Tienen
otro corte. En Argentina, tenemos una forma
de trabajo más estructurada.
Historias extraordinariasDESPUÉS DE PASAR UNA TEMPORADA EN LOS ÁNGELES, EL DIRECTOR
REGRESÓ A ARGENTINA PARA SEGUIR SORPRENDIENDO CON SUS PRO-
DUCCIONES Y ENCARAR LA FILMACIÓN DE SU PRIMER LARGOMETRAJE.
“ME GUSTA CONTAR HISTORIAS EN CUALQUIER ÁMBITO”, DICE.
64 ·
¿En qué libros estás trabajando?
Uno es Cuando me muero quiero que me
toquen una cumbia, de Cristian Alarcón. Es
una crónica que cuenta la vida de “Frente”
Vital, un pibe de 14 años que salía a afanar.
Tuvo una vida increíble. Su historia tiene una
épica del carajo, era un Robin Hood. Un tipo
con valores mucho más profundos que mu-
chos de los que dirigieron este país. Es parte
de la realidad argentina, aunque no nos gus-
te. De todos modos, lo tengo un poco rele-
gado porque el proyecto asusta un poco a los
productores. Es una película con un costo
importante. Y no quiero que sea una película
chiquita.
¿Cuál es el otro libro?
Abzurdah, de Cielo Latini. La autora es una
chica que hace unos años abrió un blog don-
de hablaba de la anorexia en primera perso-
na. Le hablaba a las chicas de igual a igual. Es
una mina muy fuerte que, después, vivió una
historia de amor increíble. Me gustaría hacer
esta película para que la vean un montón de
adolescentes y se den cuenta de que uno se
puede equivocar y volver a elegir. La vida es
muy larga.
¿Por qué elegiste dos historias reales?
Me interesa hacer cine con contenido social.
Sobre todo hoy en día, después de todos los
quilombos que vivimos en Argentina y en el
mundo. Me gustaría hacer una película que
diga algo, que sirva para construir.
¿Cómo encontraste el mercado publicita-
rio local cuando llegaste a Buenos Aires?
La escena cambió bastante. Yo viví en carne
propia la refundación de la publicidad que se
dio en los ‘90 y trabajé con las agencias que
lo llevaron adelante. En la última década las
cosas cambiaron por cuestiones económicas
y porque hubo un recambio generacional.
Los “juniors” de antes ahora son directores
creativos de las agencias. Yo había trabajado
con todos y la relación estaba intacta. Ade-
más, hago esto con muchas ganas y eso nos
permite seguir trabajando en armonía a pesar
de la diferencia generacional. Cuando llegué,
encontré un mercado muy avanzado a nivel
intelectual, un mercado instalado en el mun-
do. En la última década, la publicidad argen-
tina se consolidó. Hoy hay creativos argenti-
nos en todas las agencias del mundo. Nuestra
creatividad es muy codiciada. De hecho, en
los ocho años que pasé en Estados Unidos
hice muchas cosas para agencias argentinas.
¿Te mantenés al tanto de lo que hacen los
nuevos talentos en el mundo de la publi-
cidad?
Sí, definitivamente. Este mercado te fagoci-
ta en dos minutos si no estás en la búsqueda
permanente de cosas nuevas. De todas ma-
neras, lo hago porque me gusta. Soy un au-
todidacta del cine. Mi base e formé en base a
investigaciones propias y a la búsqueda per-
sonal, que en los ‘90 era en libros y hoy es en
internet. Tengo muy claro lo que me gusta y
me mantengo al tanto de lo que pasa acá y en
el extranjero. Trato de aprender de todo.
¿Por qué volviste?
Por los afectos. En Estados Unidos me casé y
tuve mi primer hijo. Mientras él era chico, me
acompañaba a todos los viajes. Lo que suce-
de es que, cuando un trabaja en Los Ángeles,
filma muy poco en Los Ángeles. En esos años
trabajé en España, en Canadá, en Australia,
en todas las regiones de Estados Unidos…
Cuando llegó mi segundo hijo y el primero
tenía que empezar el colegio, fue más com-
plicado. No me gustaba dejarlos solos y acá
tienen a su familia. Por otro lado, desde hace
años tengo la idea de filmar un largometraje.
Quería hacerlo allá, pero es bastante difícil
cuando no pertenecés al círculo de egresa-
dos de las universidades locales. Me ofre-
cieron muchas películas, pero todas tenían
una temática latina. Hasta que no demostrás
que podés hacer algo distinto, la industria
te encasilla. En ocho años debo haber leído
más de 40 guiones, pero no quería filmar a
parejas que bailan salsa [risas]. Me proponían
proyectos en los que no me reconocía. Podría
haber hecho alguna de esas películas, pero
me iba a sentir un técnico más. Entonces,
volví a Argentina con la excusa de comprar
los derechos de un par de libros y hacer una
película con mi identidad en el país. Desde
que volví, hace tres años, estoy trabajando
en dos novelas. Después, tal vez vuelva a Los
Ángeles para mostrar mi trabajo.
“aNTEs HaBÍa MÁs rEsPETo Por La
CÁMara. EN La aCTuaLidad Podés
HaCEr uNa PELi CoN uN TELéFoNo.
EsTÁ BuENÍsiMo, PEro TaMBiéN sE
HaCE MuCHa MiErda”.
· 65
¿Cambiaron los modos de producción?
Antes había más respeto por la cámara. En la
actualidad podés hacer una peli con un telé-
fono. Está buenísimo, pero también se hace
mucha mierda. Además, el mercado está su-
perpoblado. La publicidad se ha puesto muy
de moda y me parece que es más fácil llegar.
Para los chicos es más fácil experimentar y
tienen un panorama mucho más amplio para
elegir lo que quieren. Así como nosotros nos
criamos con MTV, las nuevas generaciones
están creciendo con YouTube. Hoy uno lle-
ga más rápido a lo que quiere. Por otro lado,
ahora importa mucho más la realidad. Des-
pués de que la gente viera cómo caían las
torres gemelas, no podés vender que todo es
divino. El contenido y las cuestiones narrati-
vas tienen más valor que la estética o la foto-
grafía. Hoy hay que tener más cuidado con lo
que uno comunica.
¿Sentís que cuando se rodaba en fílmico
había más respeto por la cámara?
Totalmente. Yo trato de usarlo porque soy un
romántico. He filmado un par de ese modo en
los últimos meses. Lo cierto es que prendés la
cámara y en el set todo el mundo se calla por-
que empieza a correr la película. De hecho,
deberían ponerle un ruido a la cámara de vi-
deo para que haya más respeto en el set. Ade-
más, a nivel visual, es otra cosa. Llegá, la pu-
blicidad que hice para YPF en fílmico, tenía
una calidad de puta madre. Me gusta mucho
más. Cuando se puede y la historia lo necesi-
ta, marca una diferencia. En el caso de YPF,
era una película en la que estábamos viajando
con la cámara en busca de distintas realida-
des. Tenía una estética muy documental.
Revista G7 Publicidad PUCHO MENTASTI
66 ·
Como romántico, ¿te asusta un poco el
futuro?
El futuro puede ser complicado en ciertos
aspectos, pero hay que adaptarse y aprender
a quererlo. Añoro algunos tiempos pasados,
pero no te podés quedar en eso. Además,
añoro los tiempos de mi viejo, no los míos. Me
siento totalmente contemporáneo y quiero
afrontar lo que venga. Todo está cambiando
muy rápido; la velocidad es abrumante.
El año pasado participaste en la campaña
presidencial de Cristina Fernández de
Kirchner. ¿Cómo fue esa experiencia?
Al principio, me generó dudas. No esperaba
ese llamado. Sin embargo, cuando me empecé
a involucrar, me interesó. Entonces hice un
balance de las cosas que el gobierno había
hecho bien y las que había hecho mal. Cuando
salí de la facultad, en el ‘81, suponía que con
la salida de los militares el país iba a cambiar
realmente, que iba a haber más posibilidades
de progresar para todos y que no íbamos
a tener que vivir sufriendo por cuestiones
económicas. Y la verdad es que me llevé un
montón de desengaños. Por supuesto, sin
los militares –los detesto–, la cosa mejoró en
un montón de aspectos. Cuando Argentina
vivió el quilombo de 2001, yo acababa de
instalarme en Estados Unidos. Desde allá,
vi cómo seguía la cosa. Desde el extranjero,
uno toma una posición bastante crítica, pero
con el tiempo empecé a notar que algo estaba
cambiando. Disfruté mucho mi trabajo en la
campaña. Nos escucharon mucho y pudimos
hacer algunas cosas interesantes. Logramos
construir una imagen sin vender mentiras.
¿Te sentís cercano al gobierno?
No soy una persona que tenga un pensamiento
político muy definido. Hace unos años, los
argentinos (algunos, al menos) vimos que
este gobierno había hecho algunas cosas que
no estaban mal. Por ejemplo, la ley de medios
y el aporte cultural que hizo el gobierno
fueron positivos. Cuando hice la campaña
sentía que íbamos por el buen camino. Ahora
me parece que el país está un poco mareado.
De todos modos, no es momento de juzgar.
Las elecciones fueron hace pocos meses. Hay
que dejar que pase el tiempo.
Antes de mudarte a Estados Unidos,
tenías una productora propia. ¿Volverías
a ponerte al frente de una empresa?
En un ámbito un poco más prolijo, lo haría. Es
difícil tener una empresa en Argentina; hay
muchos vaivenes. Disfruté mucho tener una
productora. El problema es que, por alguna
razón, me propongo objetivos diferentes
a los de todos los demás. El objetivo de mi
empresa no era facturar cada vez más, sino
aprender y crecer. 2001 fue una academia de
experimentación violenta. Había 60 personas
fijas laburando. Cuando la productora cerró,
la gente del staff formó nueve productoras.
Salieron grandes profesionales en todas las
áreas. Mientras tuve la productora, reinvertí
toda la guita con la intención de mantener
un nivel de experimentación constante.
Eso llevó a que la empresa se viera un poco
ahorcada a nivel económico. Tal vez, si
hubiese nacido en otro país las cosas hubiesen
sido distintas. Una empresa tiene que darte
la posibilidad de potenciar tu energía y hacer
cosas grandes. En ese sentido, me gustaría
tener una empresa. Aunque, en esta realidad,
la estrellaría de nuevo. Además, hoy estoy
mucho más cómodo. Gonzalo [Llorente] me
acompaña en la búsqueda de la excelencia.
En ese sentido, me siento contenido.
·Más información en:
www.blueproductora.com.
Revista G7 Publicidad PUCHO MENTASTI
“2001 FuE uNa aCadEMia dE EXPEriMENTa-
CiÓN VioLENTa. rEiNVErTÍa Toda La guiTa
CoN La iNTENCiÓN dE MaNTENEr uN NiVEL dE
EXPEriMENTaCiÓN CoNsTaNTE. Eso LLEVÓ a
QuE La EMPrEsa sE ViEra uN PoCo aHor-
Cada a NiVEL ECoNÓMiCo”.
68 ·
· 69
Soñar despiertotexto
Alejandor Grimoldi
fotos
Gonzalo Corrado
ESTUDIÓ DISEÑO GRÁFICO Y BELLAS ARTES, PERO NO TERMINÓ NINGUNA
DE LAS DOS CARRERAS. POCAS SEMANAS ATRÁS, UN CENTENAR DE SUS
DIBUJOS PASÓ A FORMAR PARTE DE LA COLECCIÓN DEL MALBA Y, JUNTO
A UN GRUPO DE COLEGAS, GANÓ EL PREMIO ARTEBA - PETROBRAS. “UNO
SE HACE ARTISTA CUANDO LE INTERESAN DEMASIADAS COSAS Y NO QUIE-
RE RENUNCIAR A NINGUNA”, ASEGURA.
¿Cómo te acercaste a las artes plásticas?
Fue un proceso muy lento porque en mi familia
se hablaba mal de los artistas. Se decía que era
gente loca e irresponsable. Además, al princi-
pio me gustaba más la música. Tocaba la bate-
ría, tenía una banda. Me parecía un poco inac-
tual la pintura. Pero no tenía los recursos para
hacer la música que me gustaba, que era elec-
troacústica. El dibujo es la manera más barata
de mandar mensajes. Siempre digo lo mismo:
quizás uno se hace artista cuando le interesan
demasiadas cosas y no quiere renunciar a nin-
guna.
¿Pero te interesaba la plástica?
Sí. Había estudiado mucho la historia del arte.
La leía, en parte, para descubrir nuevos siste-
mas de representación. Me gustaba mucho la
ciencia ficción, escribía historias y las ilustra-
ba. Si tenía que dibujar algo que pasaba en una
dimensión extraña, el dadaísmo o el surrea-
lismo me servían. Muchos de mis dibujos son
como pedazos de historias que se me ocurren,
escenas de una ópera cuyas hojas están volando
por el aire.
¿Hacías historietas?
No, me era muy fatigoso, nunca me tentó mu-
cho. Hay algo con la narración que no me iba,
que me resultaba muy engorroso. Pero ten-
go mucha influencia de ese mundo, porque al
mismo tiempo que estudiaba a diferentes pin-
tores, miraba muchas historietas. En los pri-
meros talleres de pintura a los que fui me mi-
raban mal, me decían que era muy ilustrativo,
muy cómic.
::LuX LiNdNEr Revista G7 Arte
El nombre, Lux Lindner, guarda una ajustada coherencia con el aspecto. Anteojos grandes y redondos, un rostro algo torcido, bien blanco, el pelo casi rapado en los costados y largo arriba, como en los ‘80. Se lo ve excéntrico, mental. Tiene algo de nerd o científico loco, de una inteligencia rara, oblicua. Tie-
ne sentido del humor, pero no es humorista. Podría ser alguien que relacionado de alguna manera con las computadoras. O un desequi-librado prolijo, obsesivo y homicida. Es amable. Charla con afabilidad e interés, aunque por momentos, quizás, haga justicia al mote de “críptico” que él mismo recuerda con preocupación.Sus dibujos son acordes. Paisajes con máquinas y edificios que pa-recen delineados por un robot, con una línea aséptica, como de di-bujo técnico, de plano o manual. Son casi monocromáticos: fondo rojo y línea blanca, o fondo amarillo y línea negra. Combinaciones de ese tipo con un aire entre futurista y surrealista. En ellos pesa su formación. Su padre era dibujante industrial y él estudió en una escuela industrial. En el ‘87 comenzó la carrera de Diseño Gráfico, pero la abandonó. En ese entonces ya dibujaba y, en 1990, ya estaba mostrando sus obras. Después estudió Bellas Artes, aunque también dejó. “Me hubiera gustado terminar esa carrera”, dice. “Siento mu-cho las deficiencias de mi formación. Soy una mezcla entre un auto-didacta y alguien que ha estudiado”. Desde mediados de los ‘90 desarrolla ese estilo por el que se lo re-conoce, aunque no cree que su trabajo sea “una cosa estable”. Tam-bién escribe. Publicó La teoría de la madre, un loco ensayo sobre el matriarcado, y tiene decenas de cuadernos repletos de escritos. Sin embargo, su mayor éxito llegó recién ahora: el Malba compró cien dibujos suyos y, junto al colectivo Post Traumatic Kunst Ensemble, acaba de ganar el Premio ArteBA - Petrobras. Este reconocimiento llegó luego de que el grupo de artistas presentara una obra teatral-performática, un “reality fantasy” delirante pero “serio” (una virtud que, contra las apariencias, Lux considera fundamental).
70 ·
¿Cómo fuiste desarrollando tu estilo?
Costó, porque odio ser quien soy. Quisiera ser
otra persona, pero no sé quién. No me gusta
tener un cuerpo; me gustaría ser una máqui-
na o ser otra persona. Por eso siempre intenté
imitar a otros.
Pero desarrollaste un estilo propio…
Sí. Nunca tuve esa sangre fría para dedicarme al
dibujo puramente técnico, por eso tampoco me
dediqué a la filosofía. Hay que tener una espe-
cie de freezer que yo no tengo. Soy una persona
muy sentimental y muy caótica. Tengo que po-
ner orden en eso y la manera que encontré de
hacerlo fue adoptando este estilo. Me ordenaba
mentalmente, entonces, me ayudaba. También
influyó el hecho de que no veía pintores que me
gustaran. Tengo la sensación de que Argentina
tiene mejores dibujantes que pintores. No vi
grandes historias contadas a través del color.
Y también me afectó que se pintara sobre tela.
Yo prefería hacer algo sobre acero inoxidable,
algo que dure mucho. Uno quiere hacer algo
que tenga la posibilidad de sobrevivir a varias
catástrofes.
¿Para dejar un legado?
Sí. Tengo una idea –quizás exagerada– de que
lo que yo hago es muy importante.
¿Para quién? ¿Para Argentina, para la Hu-
manidad?
Para Argentina. La Humanidad no me interesa,
o me interesa en un sentido indirecto.
¿Por qué te resulta tan importante tu país?
Porque es el único país en el que uno siente que
pertenece. Otros lugares pueden ser mejores
o peores, pero en ellos uno no tiene derecho a
decir nada. Yo viví algunos años en Suiza y noté
eso. ¿Qué importaba si uno tenía razón cuando
decía algo? Si no tenía razón, era un tarado, y si
tenía razón, de todos modos, era un extranjero.
“MuCHos dE Mis diBujos soN CoMo
PEdaZos dE HisTorias QuE sE ME
oCurrEN, EsCENas dE uNa ÓPEra
CuYas Hojas EsTÁN VoLaNdo Por EL
airE”.
¿Y cómo ves a Argentina?
Es un país que todavía está en formación, to-
davía no se sabe nada. Acá la gente tiene ideas
estrafalarias. Era un descampado y, de repen-
te, se convirtió en una gran fábrica que creció
a toda velocidad. Y, de repente, volvió a ser un
descampado. Y hay ciencia pero no hay ciencia.
Tiene ganas de estar a la moda, pero después le
da pereza. Para mí, Argentina es un misterio,
un misterio que siempre está al borde de ser
desperdiciado. Es muy confuso. Tiene una chi-
fladez permanente que uno registra.
¿Tematizás el país en tu obra?
Sí, pero no de manera muy directa.
¿Y qué dirías que hay de argentino en vos?
No es algo que se pueda afirmar, sino más bien
una desconfianza frente a lo heredado. Son he-
rencias de deformidades a las que uno todavía
tiene que darle forma. Hay una desconfianza
preventiva y ganas de que la cosa dure. Es un
poco lo que mueve mi trabajo.
¿Cuál sería el mensaje que querés dejar?
Creo que hay que desarrollar una suerte de
egoísmo responsable. Acá estamos muy pen-
dientes de cosas que pasan en otros lados y nos
olvidamos, por ejemplo, de que un montón de
cosas de las que dependemos podrían desapa-
recer. Tenemos que encontrar nuestro lugar en
esta obra de teatro que se llama Humanidad.
Tenemos que escribir nuestro papel para que
no lo escriban otros. Quiero que Argentina so-
breviva y no terminemos en el canibalismo.
En tus obras, más allá de lo representado,
hay algo muy afirmativo en la línea mis-
ma…
La línea es límite. Me interesa decir “esto es un
quilombo, pero no es un quilombo absoluto”.
Siempre tuve una pulseada permanente, sobre
todo con los primeros profesores con los que
estudié dibujo, que me decían: “Abra la línea”.
Todos querían que fuera más libre y yo… Voy a
decir una guarangada: yo ya nací libre, así que
en ese momento no necesitaba que alguien me
hiciera más libre de lo que era. Más bien, ne-
cesitaba algo que ordenara eso, como señales
de tránsito. Con lo lineal siempre he tratado de
crear divisiones de fuerzas dentro del empuje.
Hay un caos y uno trata de poner cierto orden
para uno y para ciertos espíritus sensibles.
¿Cómo te llevás con el mercado del arte?
Una de mis teorías es que un cuadro no está
terminado hasta que no se vende, porque re-
cién cuando se vende entra verdaderamente en
el torrente circulatorio del interés. Si no, queda
como una obra abierta. Los cuadros regalados
no sé si deben ser considerados obras. Es una
manera de encarnar, que tiene que ver, otra
vez, con mi incomodidad con la materia.
· 71
¿Entonces, pensás tu posición dentro del
mercado?
No. Si me pusiera a especular con la reacción
del mercado del arte frente a mis obras, se ge-
neraría una situación muy paralizante. Yo pin-
to para mí y, de repente, me encuentro con una
cosa que tengo que vender. Primero lo hago
para mí y para los siglos. Después, hay que ver
cómo hacer para venderlo, cómo colocarlo,
hacer chistes con la gente. Pero siento que es
más urgente mi responsabilidad por los temas
que tengo que tratar y el mensaje que tengo que
dejar al mundo. Una de las ideas del Post Trau-
matic Kunst Ensemble era convocar a un grupo
de científicos para preguntarles cómo hacer
para que las obras tengan una mejor llegada al
público y comuniquen ideas de mejor manera.
Es una pregunta extraña para hacerle a
una obra de arte, más siendo el artista
quien acude al científico…
Lo obvio no es mi “métier”.
Pero, ¿es una pregunta pertinente?
En principio no, pero si no la hacemos estamos
condenados al oscurantismo y al “me gusta /
no me gusta” de Facebook. Cuando hablo de
Argentina pienso que estamos viviendo en una
especie de minimalismo mental. La gente está
muy canalizada, las conciencias parecen cana-
letas. Me gustaría ver obras que puedan com-
batir esas comodidades mentales. Con el Post
Traumatic intentamos eso, de alguna manera.
Es importante lanzar preguntas complicadas,
preguntas de las que no sea tan fácil salir di-
ciendo “esto no me interesa porque el tío del
tipo una vez le sonrió a Videla”.
Revista G7 Arte LUX LINDNER
72 ·
Tenés un costado humorístico. ¿Cómo en-
tra el humor en tu obra?
La situación de Argentina es ridícula por na-
turaleza. Entonces, no es muy difícil tener un
sesgo humorístico. Es casi lo dado. Pero no
me gusta ser chistoso porque sí, es un peligro
eso. Muchas de las obras que he destruido eran
obras chistosas. El “chistesismo” es algo que
funciona sólo a corto plazo. Por eso, creo que
mis obras tienen algo serio. Un chiste se cuen-
ta una vez y ya está, pero mis obras tienen que
durar, no pueden ser solamente un gag.
Te interesa que el arte sea serio…
Sí. Y creo que el arte va a ser cada vez más serio.
Va a ser más influyente en el sentido de que es
cada vez más obvio que cualquier cosa que se
hace es un capricho de alguien o de un grupo
de “alguienes”. Eso es arte, básicamente. An-
tes se hablaba de “Dios” o del “Estado”. Ahora
esas cosas parecen humor negro. Por eso, es
importante que el arte se ocupe de la realidad
de una manera más abarcadora, más desafian-
te. Si no, otra gente se va a ocupar de hacerlo
y va a enseñarles a los chicos a comerse a sus
compañeritos de banco.
¿Le otorgás al arte una especie de función
política?
Es más una función actitudinal, vivencial. Algo
que permita que la gente tenga más recursos,
una paleta más amplia, que no sea tan fácil me-
terse en una canaleta cualquiera.
Es una tarea didáctica…
En parte. Igual, uno también recibe lecciones
de la sociedad y retransmite algo. No es que
uno en su soledad crea algo visionario; eso es lo
que yo llamo “la ecuación egofálica”. Uno tra-
ta de retransmitir cosas para que la gente esté
más alerta, para que haya más variedad y la
vida no sea tan pobre. El arte es como una ma-
cana consciente, un bolazo que se afirma como
tal. Tiene que mantenernos despiertos, soñando
despiertos, no soñando dormidos. El arte tiene
que contribuir a que se sueñe despierto.
“uNo TraTa dE rETraNsMiTir Cosas Para
QuE La gENTE EsTé MÁs aLErTa, Para QuE
HaYa MÁs VariEdad Y La Vida No sEa TaN
PoBrE. EL arTE Es CoMo uN BoLaZo QuE sE
aFirMa CoMo TaL. TiENE QuE MaNTENErNos
dEsPiErTos, soÑaNdo dEsPiErTos”.
Revista G7 Arte LUX LINDNER
74 ·
saMsuNg Revista G7 Arte
::Arte móvil
Samsung presenta Art is Mobile, un concurso que invita a intervenir imágenes de la realidad a través de la tecnología. El ganador del concurso recibirá un viaje a Nueva York para dos personas y un smartphone Galaxy Note, que permite editar contenidos con el lápiz digital S Pen. Los otros cinco finalistas también se llevarán un Galaxy Note como reconocimiento por su trabajo. Quienes quieran participar deberán tomar una foto de un paisaje urbano, intervenirla digitalmente a través de cualquier dispositivo y subir su obra a la fan page de Samsung Argentina en Facebook, entre el 14 de mayo y el 18 de junio. Los participantes podrán subir hasta tres intervenciones al sitio www.facebook.com/samsungargentina para que sus amigos y los fans de la marca puedan votar por sus obras preferidas. Entre las 100 más votadas, un jurado especializado formado por los artistas Augusto Zanela, Claudio Roncoli, Alberto “Kaiser” Sosa, Dan Stroomer, Ramiro Puebla y Federico González, elegirá los seis ganadores. Además de recibir los premios, las obras seleccionadas serán exhibidas en Tiendamalba, en el Museo Latinoamericano de Buenos Aires, del 3 al 8 de julio. Los integrantes del jurado realizaron sus propias intervenciones, que serán exhibidas en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires.
· 75
·Más información en: www.samsung.com/ar.
Por otro lado, Samsung e Intel entregaron los premios del concurso Art Vision Contest, que también busca estrechar los vínculos entre arte y tecnología. Más de 34 mil personas se inscribieron en www.artvisioncontest.com y más de 4 mil subieron sus trabajos en las categorías Fotografía, Música y Cortos y videos. Los diez trabajos más votados por el público en cada categoría participaron de la final, que se llevó a cabo a principios de junio en la Ciudad Cultural Konex. Los jurados fueron Zeta Bosio (Música), Adrián Caetano (Cortos y videos) y Charlie Mainardi (Fotografía). Los ganadores de cada categoría se llevaron viajes a Nueva York, Los Ángeles y San Francisco y, al igual que quienes se quedaron con el segundo puesto, una notebook Samsung Serie 3 300E4. Durante el evento, todos los finalistas pudieron presentar su trabajo. Los elegidos en la categoría Música, incluso, tocaron sus canciones en vivo, sobre un escenario especialmente construido para la ocasión. Por otro lado, se armó una galería donde se exhibir las fotos seleccionadas por el público y se instalaron más de diez pantallas que mostraron los trabajos audiovisuales de los participantes.
76 ·
· 77
El caminante
texto
Florencia Falabella
fotos
Victoria Egurza
TRAS DIRIGIR RED SOLIDARIA DURANTE CUATRO AÑOS, EL JOVEN
ABOGADO ACABA DE CREAR SÍ, UNA FUNDACIÓN QUE BUSCA LA
INCLUSIÓN DE LOS SECTORES MÁS VULNERABLES DE LA SOCIEDAD.
ADEMÁS, PUBLICÓ TE INVITO A CREER, UN LIBRO QUE RELATA LAS
EXPERIENCIAS QUE VIVIÓ EN ESTOS AÑOS DE LABOR SOLIDARIA.
Cuando Manuel Lozano, nacido en Chascomús, llegó a Buenos Aires para estudiar Abogacía, tuvo la idea de buscar en Goo-gle la palabra “solidaridad”. Con ese simple ejercicio de sus manos sobre el teclado, descubrió Red Solidaria. Enseguida se acercó a la organización. Primero se anotó en un curso y,
una vez que lo terminó, comenzó a trabajar como voluntario telefónico de y a involucrarse más con sus tareas solidarias que lleva a cabo la fundación. Según cuenta, gracias a las experiencias vividas desde ese entonces y, sobre todo, a las recorridas nocturnas que realiza junto a otros voluntarios para llevar abrigo, comida y compañía a las personas que duermen en la calle, aprendió a pensar en comunidad. También comprendió, de una vez y para siempre, el significado de aquella pala-bra que alguna vez buscó en internet.Sin embargo, la labor solidaria de Manuel había comenzado muchos años antes. “No puedo establecer un día puntual en el que decidí em-pezar a colaborar con este tipo de emprendimientos. Desde muy chico, en Chascomús, trabajé como voluntario en hogares y comedores. Y la verdad es que la solidaridad es un camino de ida. Cuando uno logra darse cuenta de que, desde su lugar, puede modificar la realidad, nun-ca más puede dejar de involucrarse en actividades solidarias”, afirma. Así, mientras transitaba este camino sin retorno, Manuel se recibió de abogado y realizó una especialización en gestión de organizaciones sin fines de lucro. En 2008 ocupó el lugar de director en Red Solidaria, desde donde impulsó acciones concretas y nunca dejó de ayudar a quienes más lo necesitan.A principios de 2012, pensando en el desafío de lograr que los jó-venes de su generación se comprometan con el cambio, editó el libro Te invito a creer. Historias y encuentros para construir otra realidad. En él, Lozano reunió aquellas experiencias que lo marca-ron y que fortalecieron su convicción de que es posible modificar la realidad. Como no podía ser de otra manera, lo recaudado con sus ventas es donado al recientemente inaugurado Centro Universitario Warmi, con base en Abra Pampa, Jujuy.Una década después de su llegada a Buenos Aires, y tras su paso por Red Solidaria (“la considero mi gran escuela; mi experiencia allí fue sin dudas muy positiva”), Manuel decidió crear la Fundación Sí y seguir haciendo camino, ayudando a los más necesitados.
¿Qué motivó la creación de la Fundación Sí?
Nuestro objetivo principal es lograr la inclusión
de los sectores más vulnerables de la sociedad.
Nos planteamos un abordaje integral de este
problema, por lo que buscamos asistir, capaci-
tar y educar a las personas a las que ayudamos,
así como también generar en ellos una cultu-
ra del trabajo. Por otra parte, también quere-
mos fomentar la participación comunitaria. La
fundación está formada por un gran equipo de
trabajo; ésa es la principal riqueza de Sí. Somos
personas que nos fuimos encontrando y cono-
ciendo a lo largo y a lo ancho de Argentina. Por
eso, además del trabajo que realizamos en Bue-
nos Aires, abrimos sedes en Posadas, Resisten-
cia, Goya, Tucumán, Santiago del Estero, Sal-
ta, Córdoba, Rosario, Chascomús y Bariloche,
entre otros puntos del país. Poder armar una
fundación bien federal y lograr proyectos en el
largo plazo es el desafío de Sí para los próximos
años.
::MaNuEL LoZaNo Revista G7 Solidaridad
78 ·
Teniendo en cuenta que existen muchas ne-
cesidades y problemáticas a abordar, ¿cómo
establecen las prioridades para organizar
sus actividades?
Trabajamos en función de las demandas que la
misma realidad nos va presentando. El equipo
está conformado por distintos grupos de vo-
luntarios que desarrollan proyectos de acuerdo
al contexto de su ciudad o de su provincia.
¿Qué actividades llevan a cabo en la funda-
ción?
En la actualidad, estamos realizando recorridas
por toda la ciudad para asistir a las personas
que viven en la calle. El objetivo no es sólo que
nadie muera a causa de las bajas temperaturas,
sino también acompañar y profundizar el vín-
culo de confianza con las personas sin techo,
para ayudarlas a salir de la calle. Este año, ade-
más, extendimos las recorridas al Gran Buenos
Aires, Mar del Plata, Rosario y Córdoba. Tam-
bién pusimos en marcha el Centro Universita-
rio Warmi Huasi Yachana y estamos armando
emprendimientos productivos, talleres, cen-
tros de día y apoyo escolar en diferentes puntos
de Argentina.
¿Por qué decidiste donar los ingresos por las
ventas de tu libro al Centro Universitario
Warmi Huasi Yachana?
La creación de este centro de enseñanza, que
inauguramos en marzo de este año, es un sue-
ño que pudimos cumplir con mucho esfuerzo.
Gracias a esta iniciativa, por primera vez, los
jóvenes coyas que viven en la puna pueden ac-
ceder a la educación universitaria sin abando-
nar su tierra y su familia.
¿Qué sentiste al repasar esas vivencias?
Fue un trabajo muy movilizante. Por momen-
tos me resultó divertido, aunque, también di-
fícil y doloroso, de acuerdo a las historias que
iba narrando. La escritura del libro no fue sen-
cilla. El proceso implicó rememorar gran parte
de mi vida, pero estar solo en mi casa, frente a
la computadora, me permitió ir manejando los
tiempos y las emociones. Estoy contento con el
resultado final. Sobre todo porque, desde que
el libro está a la venta, recibí comentarios de
muchos jóvenes que decidieron involucrarse
después de leerlo.
¿Por qué invitás a la gente a creer?
¡Porque hay cientos de razones para hacer-
lo! Porque todos los días miles de argentinos
construyen una realidad mejor. Porque cada
vez somos más los que decimos “sí” y nos
comprometemos a modificar la realidad, a mi-
rarla desde otra perspectiva. Y si lo que yo fui
aprendiendo le sirve a otros, ¡bienvenido sea!
¿Por qué quisiste contar tu historia en un
libro?
Me gustaría que más personas, sobre todo las
nuevas generaciones, crean que transformar la
realidad es posible y decidan involucrarse. En
el libro intenté recopilar todas aquellas expe-
riencias y encuentros que me ayudaron a for-
talecer esta idea. Y quise compartirlas, porque,
para poder empezar a cambiar las cosas, nece-
sitamos creer que es posible modificarlas. En
cambio, si nos resignamos, nos convertimos en
una sociedad que se limita a sobrevivir.
“EsTaMos rEaLiZaNdo rECorridas
Por Toda La Ciudad Para asisTir
a Las PErsoNas QuE ViVEN EN La
CaLLE. EL oBjETiVo No Es sÓLo QuE
NadiE MuEra a Causa dE Las Bajas
TEMPEraTuras, siNo TaMBiéN
aCoMPaÑar Y ProFuNdiZar
EL VÍNCuLo dE CoNFiaNZa CoN
Las PErsoNas siN TECHo, Para
aYudarLas a saLir dE La CaLLE”.
Revista G7 Solidaridad MANUEL LOZANO
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“La CuLTura dE La soLidaridad Es
EsENCiaL Para QuE Los CaMBios
EsTruCTuraLEs sEaN EFECTiVos dE
VErdad. siN EMBargo, EL TraBajo
QuE PuEda rEaLiZar La soCiEdad No
EXiME a QuiENEs Nos rEPrEsENTaN
dE TraBajar Ni dE EsForZarsE Por
CaMBiar Las Cosas”.
¿Hay algún aspecto egoísta en el trabajo so-
lidario?
Cada cosa que hacemos, la hacemos por todos.
Sin embargo, en el trabajo solidario, la priori-
dad siempre es el otro. Y, fundamentalmente,
los más jóvenes.
¿Cómo es un día en tu vida? ¿Es posible
compatibilizar la vida personal y el trabajo
solidario full time?
No existe la rutina para mí. Trabajo mucho
frente a la computadora, viajo bastante al inte-
rior del país, me reúno con los distintos equi-
pos de trabajo y, por las noches, participo en
las recorridas por el frío. Cada día es diferente.
Soy un agradecido de la vida por tener la posi-
bilidad de hacer lo que amo.
También debés enfrentarte con problemas
que parecen no tener solución. ¿Cómo hacés
para seguir adelante en esos momentos?
Inevitablemente, me toca estar en contacto
con el dolor de manera permanente. Por eso
mismo, los logros obtenidos, los buenos resul-
tados y, por supuesto, también los amigos y la
familia, me permiten equilibrar las emociones
y seguir adelante. Es un apoyo fundamental
porque hay mucho por hacer.
La cultura de la solidaridad, ¿atenta de al-
gún modo contra los reclamos de cambios
estructurales en el sistema?
No, en lo más mínimo. Creo que la cultura de
la solidaridad es esencial para que los cambios
estructurales sean efectivos de verdad. Estoy
convencido de que los logros dependen de que
todos los sectores que conformamos la socie-
dad nos complementemos. Sin embargo, el
trabajo que pueda realizar la sociedad no exime
a quienes nos representan de trabajar ni de es-
forzarse por cambiar las cosas.
¿Cuál creés que es, en la actualidad, el prin-
cipal problema de Argentina a nivel social?
Cada día, la gente nos acerca una infinidad de
problemáticas que, en su gran mayoría, se en-
cuentran vinculadas con la pobreza y la mar-
ginalidad. Nuestro gran problema es la falta de
inclusión. De una inclusión real, a largo plazo,
que nos abarque a todos. Aunque parezca una
Revista G7 Solidaridad MANUEL LOZANO
·Más información en:
www.fundacionsi.org.ar.
frase hecha, lo que tenemos que hacer es for-
talecer la educación y el trabajo con las nuevas
generaciones. Hay que trabajar en la preven-
ción, porque, de lo contrario, vamos a vivir
poniendo parches. Bajo esta premisa creamos
Fundación Sí.
¿Qué tan dispuestos a colaborar están los
argentinos?
¡Muy dispuestos! Cuando iniciamos las reco-
rridas nocturnas por el frío en 2009, por ejem-
plo, éramos tres personas. Dos amigas y yo. El
año pasado ya éramos 1.500 voluntarios. La
respuesta de la gente nos sorprende de mane-
ra constante. Cada vez somos más los que le-
vantamos la mirada. Es un fenómeno que está
vinculado con todo un proceso cultural. Los
seres humanos somos solidarios. Estamos des-
pertando.
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