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Y sin embargo, yo fui tal como ustedes, joven, lleno de bellos
ideales, soñé fundiendo el sobre y limando las caras del diamante: aquí me tienen hoy detrás de este mesón
inconfortable, embrutecido por el sonsonete de las quinientas horas
semanales.
Un caso seria en el que el profesor o profesora ya no es tan en posibilidades de facilitar el desarrollo humano de sus estudiantes por que asumen que ellos “alguna vez fueron humanos”, pero instalados en el “ya”, han perdido totalmente cualquier intento de descubrir ese “todavía no” que su vida tiene por horizonte inacabable.
la docencia es una de las profesiones donde es clave la persona que la ejerce.
En muchas profesiones basta con que la persona conozca los procesos, los pasos, el manejo de las maquinas
En la docencia hay siempre una relación interpersonal, un intercambio entre visiones del mundo y proyectos de vida, y cuando el profesor ha dado por terminado su proyecto de vida, lo único que podrá comunicar es desanimo y desesperanza.
Si el profesor asume una actitud distinta, si se convence de que no fue, sino es uno de ellos, es decir, un ser humano en proceso de desarrollo que no cesa nunca, entonces podrá facilitar el desenvolvimiento humano de sus estudiantes
Para ello se necesita vocación, que en términos de Hansen quiere decir: encontrar en la profesión un camino de realización personal (razones para vivir) y una oportunidad de servicio real a la transformación social (motivos para luchar).
Con esto se nace; la vocación, como todo lo humano, es n permanente descubrimiento y una continua conquista.
En esta actitud siempre es fruto de una doble conversión del docente: la conversión
intelectual, que ocurre cuando el profesor quiere seguir entendiendo, resignificando
continuamente su tarea y su materia, y la conversión moral, que es cuando el docente
sigue permanentemente preguntándose por el sentido y el valor de lo que hace,
reencontrándose consigo mismo en su labor, reenamorandose de la docencia en cada nuevo
grupo que recibe.
Es entonces cuando se hace realidad la frase de Henrry Adams que dice que “cada profesor afecta el infinito, por que nunca se sabe hasta donde puede llegar su influencia
En pocas palabras, para que el profesor pueda generar y/o facilitar el desarrollo humano de sus estudiantes tiene que ser un sujeto que este en constante desenvolvimiento humano personal y que encuentre en su propia practica docente un camino de crecimiento humano en el que siempre hay razones para vivir y motivos para luchar.
Una guía Un maestro
Un innovador Un investigador
Un consejeroUn creadorUn sabio
Un seguidorUn impulsor
Un formador de hábitos, habilidades y actitudesUn narrador
Un actorUn escenógrafo
Un formador de colectividadesUn estudiante
Un enfrentador de la realidadUn emancipador
Un evaluadorUn protector que redime o salva
Una persona.
El profesor ideal es algo inalcanzable, utópico, algo incluso indeseable.
La educación es concreta siempre y los profesores que importan no son ideales sino los profesores y profesoras reales.
El problema no es de perfiles sino de autenticidad.
