La historia contemporánea del Valle del Alto Guadiato está condicionada en gran medida por la explotación de sus recursos mineros. El origen de la minería en la comarca se remonta a la prehistoria, existiendo vestigios de esta actividad de hace 4.300 años. En el año 1778 se delata la primera mina de la comarca, a orillas del arroyo “La Hontanilla”, que quedaría abandonada tras dos años de explotación. En 1790 se reanuda la actividad bajo el patrocinio del Estado, pero no será hasta bien entrado el siglo XIX cuando la minería comience su verdadero auge en la cuenca del Alto Guadiato. A mediados de siglo XIX, en plena fiebre minera, se registran en la zona numerosas minas COMARC A D E L A LTO GUADIATO (CÓRDOBA , A N DA L U C Í A ) Todo los pdf aquí recopilados son propiedad de sus autores yo solo lo estoy recopilado para salvaguardarlos
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1. ARQUITECTURA TRADICIONAL Y ENTORNO CONSTRUIDO Financian
Promueven Coordinacin Coordinacin tcnica
2. Comarca del Alto Guadiato CRDOBA, ANDALUCA Nieves Santiago
Gala
3. Los pueblos son un producto de la tierra. Se construye
siempre la unidad de habitacin y sus dependencias con materiales
del pas y segn modos tradicionales, y lo hacen generalmente los
mismos campesinos (). Pero el pueblo es tambin un producto de la
estructura social: () Mediante una observacin atenta se puede
descubrir en la fisonoma del pueblo la estructura de la sociedad
rural. El pueblo en que todas las casas tienen un parecido comn,
donde las condiciones econmicas y sociales de todos los habitantes
son semejantes () se distingue fcilmente del pueblo heterogneo,
donde se yuxtaponen las granjas de los dueos de la tierra y las
casas de los jornaleros (). Pierre George, 1950
4. La comarca del Alto Guadiato hunde sus races vitales y
geogrficas en el humus cardinal de la historia; una historia
forjada en el aroma de la leyenda, troquelada en la memoria heroica
de los pueblos donde fluyen civilizaciones y culturas milenarias.
Descripcin de la comarca beros, romanos, cristianos y rabes fraguan
el alma gnea de la comarca del Alto Guadiato, convirtindola en
smbolo permanente de dilogo, comunin y encuentro: toda una unidad
plural. Nuestra comarca cumple a la perfeccin ese sentir comunal,
que no gregario, de ser engarce de sus 23 poblaciones de ensueo,
tocadas por una identidad genuina que las define y las diferencia a
la vez; las aglutina y les imprime carcter, las hermana y las
particulariza. Todo ello ha conformado paulatina y prdigamente la
idiosincrasia de estos pueblos. En definitiva, se trata de una
comarca que refleja claramente las seas de identidad de su gente,
los modos y costumbres de una especial idiosincrasia y, al mismo
tiempo, resalta la riqueza patrimonial. Como apuntaron algunos, nos
revela la otredad de la diferencia y la unidad en la pluralidad,
ejes cardinales de la riqueza cultural que desde tiempos
inmemoriales distinguen con precisin y autenticidad la comarca del
Alto Guadiato. Esta comarca est compuesta por veintitrs ncleos de
poblacin, encuadrados en seis trminos municipales: Trmino municipal
de Belmez: Belmez, Doa Rama, El Hoyo, Comarca del Valle del Alto
Guadiato. y El Entredicho; Trmino Municipal de Los Blzquez: Los
Blzquez; Trmino Municipal de Fuente Obejuna: Fuente Obejuna, El
Alcornocal, Argalln, Caada del Gamo, La Coronada, Cuenca, La
Cardenchosa, Los Morenos, Navalcuervo, Ojuelos Altos, Ojuelos
Bajos, Los Pnchez, Piconcillo, El Porvenir y Posadilla; Trmino
Municipal de La Granjuela: La Granjuela; Trmino Municipal de
Pearroya-Pueblonuevo: Pearroya-Pueblonuevo; y Trmino Municipal de
Valsequillo: 41
5. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N O
C O N S T R U I D O Valsequillo. Cabe mencionar que se trata de una
comarca enclavada en un cruce histrico de caminos muy importante,
porque pasaba la calzada romana que iba de Crdoba a Mrida, cruzando
por todas nuestras sierras. En definitiva, ha sido y es
protagonista de una encrucijada de caminos y vas de comunicacin que
han facilitado el legado patrimonial con el que hoy cuenta la
comarca. Por tanto, sus 23 poblaciones estn dispersas en una
superficie de 1.146 km2, y distribuidas de forma no homognea por
todo este territorio. cos. Pruebas de ello son: el poblado de
Sierra Palacios, el tmulo de la Fuente del Corcho, el tmulo de
Cabeza de Vaca, la sepultura del Cerro del Castillo, los materiales
hallados en La Retuerta, el dolmen de las Casas de Don Pedro, los
dlmenes de Doa Rama I, II, III y IV, enclavados en el trmino
municipal de Belmez; el Cerro del Pen y el Abrigo de la Virgen, en
el trmino municipal de Pearroya Pueblonuevo; el Cerro de los
Castillejos, el Cerro de Las Piedras, la Calaveruela, los dlmenes
de Los Delgados y los dlmenes de Los Gallegos, la Horma y la
Serrezuela, en el trmino municipal de Fuente Obejuna (Vaquerizo,
1994). La existencia de unidades topogrficas de grandes
posibilidades defensivas, pudindose destacar tambin la influencia
de la disponibilidad de recursos hdricos, la existencia de tierras
aptas para los cultivos y la abundancia de recursos mineros y
metalrgicos nos fundamentan la existencia de asentamientos
calcolticos en la zona. De la Edad del Bronce contamos con dos
estudios que nos hablan de un despoblamiento general en el Norte de
Crdoba y, por ende, en el Valle del Alto Guadiato. Para el periodo
del Bronce final se observa de nuevo la presencia de asentamientos
humanos en el Valle del Alto Guadiato, entre los que cabe citar los
de los parajes del Cerro de los Castillejos, Cerro del Castillo,
Sierra Palacios, la Alhondiguilla etc. Estos asentamientos servan
tambin de control de las principales vas de comunicacin entre el
Valle del Guadalquivir y el Valle del Alto Guadiato. Hay que
mencionar en esta etapa el tesorillo hallado en Belmez en 1933,
actualmente depositado en el Museo Arqueolgico Nacional. Del
periodo ibrico se encuentran algunos hallazgos arqueolgicos en el
Cerro del Castillo de Piconcillo, y el Tesoro de Plata hallado en
El Alcornocal. De la poca romana, tenemos una de las evidencias ms
importantes la excavacin de la Situacin La comarca del Valle del
Alto Guadiato est situada al noroeste de la provincia de Crdoba
limitando con la provincia de Badajoz, al oeste, a travs de la
comarca de La Serena, y con las comarcas cordobesas del Valle de
los Pedroches y Sierra Morena, al este y sur, respectivamente. La
superficie que abarca, de 1.146 Km2, corresponde al 8,32% de
territorio provincial y cuenta, segn padrn municipal de habitantes
a fecha 1 de enero de 2006, con 22.393 habitantes, es decir, 2,84%
del total de la provincia de Crdoba en 2006. El principal eje de
comunicaciones es la N432 Badajoz-Granada, que enlaza la comarca
con Crdoba capital, Badajoz y Portugal. Antecedentes histricos Sus
orgenes se remontan al Paleoltico Inferior; restos de este periodo
se han encontrado a orillas del arroyo de San Pedro en Fuente
Obejuna y en las proximidades del ro Zjar en Los Blzquez. El auge
de poblacin, en el Valle del Alto Guadiato, comienza con el
Calcoltico, este hecho se manifiesta tanto por la existencia de
poblados como por la de sepulcros megalti- 42
6. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A N
D A L U C A ) mina de La Loba, que estuvo en funcionamiento desde
finales del siglo II a. de C. hasta mediados del siglo I a. de C.
Situada al noroeste de la antigua Mellaria1, unos 500 m al noreste
del cortijo de La Loba y junto a la boca de la mina se sita un
antiguo poblado romano de esclavos que trabajaban en la misma. Por
tanto, es de enorme inters para el conocimiento de la historia
relacionada con la minera dentro de la comarca. Entre las ciudades
que componan la provincia Btica en el Imperio Romano, se citan
entre otras las de Mellaria. La provincia Btica estaba dividida a
su vez en cuatro conventos: Gaditanus, Astigitanus, Hispalensis y
Cordubensis. A este ltimo convento perteneca la ciudad de Mellaria,
calificada como municipium iuris-latini por los emperadores
flavios: Vespasiano, Tito y Domiciano (siglo I d. C.). Este
nombramiento llevaba consigo una serie de privilegios, como la
emisin de moneda y la mejora de sus condiciones en materia de
infraestructuras: desarrollo de las vas de comunicacin y sistema de
abastecimiento de aguas. Es entonces cuando se construye el
acueducto que todava se conserva en alguno de sus tramos. Tambin se
han localizado en la aldea de El Hoyo (Belmez) pertenecientes a la
desconocida poca visigoda. Con la supremaca musulmana se potencian
las comunicaciones de la zona noroeste de Crdoba, basndose
fundamentalmente en las vas romanas que atravesaban la comarca. En
la poca de Abd al-Rahman III fue abierta una ruta muy importante
para las relaciones socioeconmicas de la poca que comunicaba las
ciudades de Crdoba y Badajoz. El Camino de la Loma del Paredn, que
circula en su mayor parte por la antigua va romana Crduba-Emrita,
registr un considerable trnsito de viajeros y mercancas entre las
dos grandes ciudades de Crdoba y Mrida. Una vez conquistada la
ciudad de Crdoba por Fernando III el Santo (ao 1236), a mediados
del mismo siglo se inicia la reconquista de la zona norte de
Crdoba, estando en un principio Belmez bajo la jurisdiccin de la
Orden de Calatrava, y pasando a finales de siglo al Obispado de
Crdoba. Posteriormente, y ya en el siglo XIV, surgen poblaciones
nuevas como Fuente Obejuna, que rpidamente se convirti en la ms
importante de la comarca. Pearroya aparece por primera vez citada
en textos escritos en el siglo XIII, y adscrita a Belmez, aunque
pasado este siglo pas a pertenecer a Fuente Obejuna. Tras la clebre
revuelta contra el comendador de Calatrava en Fuente Obejuna, en
1476, los dos trminos pasan a la jurisdiccin de Crdoba. De esta
poca se tienen referencias de la importante presencia de la Caada
Real Soriana, que desde Extremadura atravesaba la comarca. La
existencia de estas caadas facilit los intercambios comerciales y
supuso una gran fuente de riqueza, a partir del siglo XIII y
durante un par de centurias, para estas comarcas del norte de
Crdoba y sur de Extremadura y La Mancha. Alcanzando la Edad
Moderna, surgieron 5 aldeas segregadas de la villa de Fuente
Obejuna: Los Blzquez, Esparragosa, La Granjuela, Los Prados y
Valsequillo, con capital en ste. Como es notorio, tres de ellas
constituyen hoy da municipios independientes de nuestra comarca. La
historia contempornea del Valle del Alto Guadiato est condicionada
en gran medida por la explotacin de sus recursos mineros. El origen
de la minera en la comarca se remonta a la prehistoria, existiendo
vestigios de esta actividad de hace 4.300 aos. En el ao 1778 se
delata la primera mina de la comarca, a orillas del arroyo La
Hontanilla, que quedara abandonada tras dos aos de explotacin. En
1790 se reanuda la actividad bajo el patrocinio del Estado, pero no
ser hasta bien entrado el siglo XIX cuando la minera comience su
verdadero auge en la cuenca del Alto Guadiato. A mediados de siglo
XIX, en plena fiebre minera, se registran en la zona numerosas
minas 43
7. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N O
C O N S T R U I D O particulares, propiedad de sociedades
nacionales y extranjeras, de entre las que destacan la Constancia
Madrilea y la Sociedad Carbonera Espaola de Belmez y Espiel y la
fusin Carbonfera y Metalrgica de Belmez y Espiel, que en pocos aos
absorber a casi todas las existentes. En 1881 se crea en Pars la
Sociedad Minero-Metalrgica de Pearroya (SMMP) para complementar a
la belmezana, ubicndose las nuevas instalaciones junto a la estacin
de trenes de Pearroya y dando lugar a lo que sera el importante
cerco industrial, cuya actividad perdurar hasta finales de la dcada
de 1960. En 1893 las dos empresas galas se fusionan conservando el
nombre de Sociedad Minero-Metalrgica de Pearroya, e iniciando una
serie de adquisiciones que la preparan para el monopolio de los
carbones del sur de Espaa. En definitiva el auge econmico y
demogrfico permite que Pearroya y Pueblonuevo alcancen su mximo
esplendor en estos aos y trae consigo importantes cambios, no slo
en el paisaje geogrfico y arquitectnico, sino incluso en los modos
de vida y las condiciones sociales y polticas de la comarca. Estas
poblaciones alcanzan su mximo histrico en 1940, superando los
60.000 habitantes. No obstante, el declive econmico y social
comienza a ser un hecho irreversible con el desvo de los intereses
de la SMMP hacia otras reas geogrficas. A partir de estos aos, el
sector entra en una profunda crisis que llega a nuestros das debido
al profundo cambio experimentado en la estructura del sector
energtico, que traduce la creciente demanda de energa ms limpia
como el gas y la electricidad. A pesar del declive econmico y
demogrfico, la actividad minera de la cuenca contina a travs de la
empresa Promotora de Minas de Carbn S.A. (PMC) y dos compaas
pblicas creadas al efecto, en 1961: ENCASUR (Empresa Nacional
Carbonfera del Sur), creada por decreto de la Presidencia de
Gobierno de 9 de marzo, y ENECO (Empresa Nacional Elctrica de
Crdoba, ambas integradas en el grupo INI. Con la crisis iniciada
despus de la Guerra Civil se inicia el retroceso de las
explotaciones de carbn, que culmin en los aos 70 con el cierre del
complejo industrial de PearroyaPueblonuevo. En la ltima dcada, la
crisis del sector se agudiza en la comarca con el consiguiente
aumento de la emigracin de los habitantes hacia otras zonas. Medio
fsico La Comarca del Valle del Alto Guadiato ostenta una
configuracin orogrfica desigual, puesto que en su perfil altimtrico
al lado de algunas extensas llanuras aparecen alineaciones
montaosas, si bien de altitud reducida e inferior a los 800 m. La
estructura fisiogrfica fundamental es el Valle del ro Guadiato, que
discurre encajado a lo largo de un sinclinal generado en la Era
Paleozoica, Periodo Carbonfero, hace 345 millones de aos, y cuya
cuenca pertenece a la Cuenca del Guadalquivir. La parte ms profunda
de este Valle es la que cuenta con pendientes ms suaves y,
normalmente, con las tierras de mayor calidad agrcola. Hay otra
zona de penillanura, al norte y noroeste de la comarca y en la
frontera con la provincia de Badajoz, que vierte sus aguas,
directamente o por medio de arroyos, al ro Zjar, perteneciente a la
Cuenca del Guadiana. Geolgicamente, el Valle del Guadiato en su
mayor parte pertenece a la formacin que se denomina Ossa Morena.
Entre las rocas afloran calizas, dolomas, granitos, pizarras y, con
frecuencia, cajas de hulla y otros minerales carbonferos. En su
parte ms meridional existe otro tipo de formacin geolgica. Se trata
de materiales sedimentarios, fundamentalmente terrgenos (arvensis y
lutitas) con un grado de metamorfismo muy bajo (Mdulo de Promocin y
Desarrollo Sierra Morena de Crdoba, 1996). Tambin en la zona se
hallan 44
8. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A N
D A L U C A ) yacimientos geolgicos de inters cientfico con un gran
valor paisajstico, como son la Cueva de la Osa en Pearroya
Pueblonuevo, o la estructura rodding sobre pizarras en las
proximidades de la aldea de Argalln (Fuente Obejuna). Los suelos ms
representativos del Valle del Alto Guadiato son los denominados
Suelos Rojos o Tierras Pardas Meridionales sobre pizarras,
esquistos, cuarcitas, calizas, etc. En las zonas ms llanas aparecen
suelos profundos bien desarrollados de carcter arcilloso y buena
capacidad de produccin. Estos tipos de suelos estn presentes en
todos los trminos municipales de la Comarca. Por el contrario, en
zonas accidentadas, los suelos son cidos, superficiales y
pedregosos y poseen escaso potencial productivo. Asimismo, existen
suelos de Vega formados en las zonas ms llanas de
Pearroya-Pueblonuevo, Belmez, Fuente Obejuna y La Granjuela, que
estn constituidos por aporte de tierras pardas; se trata de suelos
relativamente profundos, franco-arenosos, de PH neutro, no calizos
y, en muchas reas, pedregosos. En cuanto al clima, la gran variacin
en el relieve de la parte norte de la provincia de Crdoba constata
la existencia de un microclima especial que engloba la casi
totalidad de la comarca del Valle del Alto Guadiato, caracterizado
por presentar temperaturas ms benignas, menor periodo de heladas y
una mayor pluviometra, lo que induce a un mayor bienestar climtico
y una mayor potencialidad agrcola. Puede definirse, en general,
como clima Mediterrneo Subtropical. Desde el punto de vista humano,
el bienestar climtico (cuando la temperatura se mantiene entre 15 y
25 C) alcanza su mayor amplitud en los meses de marzo a mayo,
pasando en este ltimo al calor moderado en las horas centrales del
da, que son ya en junio y julio de calor extremado. Septiembre y
octubre presentan el suave periodo de otoo que da luego paso al
periodo fro, que se inicia en noviembre y se extiende hasta final
de febrero. En invierno se produce un fuerte enfriamiento y
frecuentes heladas, con importantes inversiones trmicas en los
valles donde se acumula aire fro, transcurriendo la estacin de
heladas desde diciembre a marzo, periodo en que la temperatura
media da las mnimas absolutas por debajo de los 2 C. Los vientos ms
frecuentes son los de componente SW y W, que suavizan la
temperatura en cualquier poca del ao; los de componente N y E son
de mayor frecuencia a finales de la estacin otoal, siendo el de
componente Norte seco y fro y el de componente Este ms clido; los
de componente S son los menos frecuentes, caracterizados por ser
secos. En cuanto a la calidad y potabilidad de las aguas, segn los
datos que suministra el Plan Hidrolgico de la Cuenca del
Guadalquivir, sta es buena y apta para el abastecimiento
domiciliario. Segn ese mismo documento, en la Comarca no cabe
esperar la presencia de recursos hdricos subterrneos de gran
importancia. Medio bitico El paisaje vegetal representativo de la
comarca est formado fundamentalmente por vegetacin del tipo
xeromediterrnea, de bosques esclerfilos de encinas (Quercus
rotundifolia), alcornoques (Quercus suber) y quejigos (Quercus
faginea) acompaados de un matorral de coscojas (Quercus coccifera),
enebros (Juniperus oxycedrus), aladiernos (Pistacia terebynthus),
lentiscos (Pistacia lentiscus), madroos (Arbutus unedo), etc. La
mayor parte de la comarca est ocupada por encinares y tambin es
frecuente el adehesado (Lpez et al., 1991). A estos valores
ambientales hay que aadir la importancia de los valores
paisajsticos al tratarse de una elevacin sobre la penillanura de
Los Pedroches, lo que les confiere posibilidades de aprovecha-
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9. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N O
C O N S T R U I D O miento de cara al Turismo Rural y Cinegtico.
Ejemplos de estas zonas son: Sierra Trapera, Sierra del Cambrn,
Sierra de los Perules y la Noria, Sierra del Ducado, Sierra de la
Grana, Sierra de Gata, Cerro de las Vboras y el Cerro Quemado. Con
referencia a la fauna, hay que destacar la riqueza de la fauna
cinegtica, principalmente ciervo (Cervus elaphus), jabal (Sus
scrofa), perdiz roja (Alectoris rufa), y conejo (Oryctolagus
cuniculus), que configuran un potencial econmico escasamente
valorado y an menos desarrollado. Existen especies de gran inters,
algunas de ellas estrictamente protegidas, que deben ser
preservadas por su alto valor ecolgico, como son elanio azul
(Elanus caeruleus), aguilucho lagunero (Circus aeroginosus), grulla
comn (Grus grus), avutarda (Otis tarda), azor (Accipiter gentilis),
guila culebrera (Circaetus gallicus), guila perdicera (Hieraetus
fasciatus), guila real (Aquila chrysaetos), buitre negro (Aegypius
monachus), buitre leonado (Gyps fulvus), alimoche (Neophron
pernocterus), porrn comn (Aythya ferina), garceta comn (Egretta
garcetta), nade silbn (Anas penelope), nade friso (Anas strepera),
nsar comn (Anser anser), cigea negra (Ciconia nigra), garza
imperial (Ardea purpurea), avetorillo (Isobrychus minutus),
somormujo lavanco (Podiceps cristatus), comadreja (Mustela
nivalis), turn comn (Putorius putorius), gardua (Martes foina),
nutria comn (Lutra lutra), lobo (Canis lupus), meloncillo
(Herpestes ichneumn), gineta (Genetta genetta) y gato monts (Felis
sylvestris), etc. La riqueza y variedad de la flora y fauna del
ecosistema de la dehesa es un patrimonio fundamental del Valle del
Alto Guadiato. segn cifras de los distintos censos municipales, con
22.393 habitantes, lo que representa en torno al 3% de la poblacin
de la provincia. La densidad media de la poblacin comarcal, 19,54
hab/km2, es una de las ms bajas de todas las comarcas cordobesas
tras la de la Sierra Morena cordobesa y la de Los Pedroches. Hay
que decir, adems, que hoy viven en la zona poco ms de la mitad de
los vecinos que lo hacan en los aos 60, destacando concretamente
los municipios de Fuente Obejuna, PearroyaPueblonuevo y
Valsequillo, donde residen menos de un cincuenta por ciento de
personas que hace cuarenta y cinco aos. Un factor importante de la
comarca es su ndice de ruralidad (el 46,19% de la poblacin vive en
municipios menores de 10.000 habitantes). Hay que puntualizar que,
de los 23 ncleos de poblacin, slo Pearroya-Pueblonuevo tiene una
poblacin de ms de 10.000, aunque ocupa el 5% del territorio
comarcal. En la distribucin de ncleos de poblacin segn el nmero de
habitantes, es importante resaltar que de los 23 ncleos de poblacin
que componen la comarca del Valle del Alto Guadiato, 18 poseen
menos de 500 habitantes. Slo 3 ncleos de poblacin tienen ms de
1.000 habitantes. Por lo tanto, al ndice de ruralidad hay que aadir
una gran dispersin de la poblacin en la comarca. El envejecimiento
de la poblacin y el permanente xodo rural que afecta a la comarca
se deja sentir de forma especial en las aldeas, que han visto cmo
su poblacin ha disminuido de forma paulatina, quedando una poblacin
de edad avanzada, llegando incluso al despoblamiento total, como ha
ocurrido con la antigua aldea de Obatn. Sectores econmicos
Demografa La distribucin de los 5.682 activos laborales de la
comarca la mostramos en el grfico de la siguiente pgina. La comarca
del Alto Guadiato ha sufrido una evolucin regresiva. Actualmente
cuenta, 46
10. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A
N D A L U C A ) En cuanto al sector empresarial, apenas el 5% de la
poblacin ocupada son empresarios, debido, fundamentalmente, a la
falta de una cultura empresarial y a la escasa informacin/ formacin
de los habitantes de la comarca. Actividades econmicas Agricultura
Es uno de los pilares sobre los que se ha asentado la economa de la
comarca del Alto Guadiato. Histricamente la produccin de cultivos
herbceos extensivos ha sido de gran importancia. En la actualidad,
aproximadamente la mitad de la superficie agraria til de la comarca
se destina a estos cultivos. Los cultivos con mayor implantacin son
los cereales, como el trigo (que predomina sobre el resto), la
cebada, avena y tranquiln y escaa. Las zonas de regado se reducen
casi prcticamente al trmino municipal de Belmez, situadas en las
cercanas del embalse de Sierra Boyera. El olivar es un cultivo en
auge relegado a zonas agrcolas pedregosas y con pendientes, donde
se hace difcil otros aprovechamientos agrcolas. Suelen ser
explotaciones pequeas, que oscilan entre las dos y las ocho
hectreas, siendo los municipios ms representativos los de Fuente
Obejuna, Belmez, Los Blzquez y La Granjuela. Se ha producido en los
ltimos aos un aumento de la superficie dedicada al olivo, debido a
las circunstancias favorables en las que se halla el mercado de
aceite. En cuanto al tamao de las explotaciones, ste es muy dispar,
predominando las de pequea dimensin, y las fincas medianas-grandes.
Aproximadamente, menos de la mitad de las explotaciones no
sobrepasan las 5 hectreas, mientras que un 25% tiene ms de 50
hectreas. El rgimen de tenencia de la tierra que predomina es el de
propiedad, mientras que el arrendamiento apenas llega al 20%,
debido a la baja rentabilidad de las explotaciones que hace
prcticamente imposible generar el exce- Fuente: IEA, 1991. El
sector servicios es el que emplea a un mayor nmero de la poblacin
ocupada de la comarca, un 31%, seguido de la industria extractiva.
En el sector de la industria extractiva hay que matizar que el 70%
de los trabajadores ocupados en este sector pertenecen al municipio
de Pearroya-Pueblonuevo, aunque dicha actividad no es la principal
de dicho municipio. Pearroya-Pueblonuevo ha sido durante aos la
capitalidad de la comarca, por lo que el sector servicios es el
fundamental en este municipio, al igual que en Fuente Obejuna,
Valsequillo y Belmez. Por su parte el sector primario, siendo un
sector fundamental para la comarca, no ocupa a un importante nmero
de poblacin, suponiendo el 11% de la poblacin ocupada. El tejido
industrial de la comarca, que se analiza posteriormente, est
distribuido en pequeas y medianas empresas, salvo ENCASUR (Empresa
Nacional Carbonfera del Sur), con un nmero muy reducido de
trabajadores. Existe una gran desigualdad en cuanto a la
distribucin de la poblacin ocupada por sexo. El 79,15% de la
poblacin ocupada es masculina. La poblacin femenina ocupada 20,85%
se encuentra distribuida en dos sectores: servicios (donde alcanzan
el 58,64% de la poblacin ocupada de este sector) y el comercio y la
hostelera (69,51% respecto de la poblacin masculina). 47
11. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N
O C O N S T R U I D O dente necesario para poder remunerar al
titular de la tierra, por un lado, y al arrendatario de la misma
por otro. La agricultura ecolgica de nuestra dehesa es hoy una
alternativa al modelo intensivo de produccin, cuyo principal
objetivo sera la obtencin de alimentos de gran calidad respetando
el medio ambiente y conservando la fertilidad de la tierra, con el
ganado existente en la comarca, mediante la ptima utilizacin de los
recursos y sin el empleo de productos qumicos de sntesis tanto en
la produccin, como en la transformacin y comercializacin. En la
comarca abundan plantas medicinales y aromticas para uso
farmacutico, diettico y sector de perfumera, que estn siendo
estudiadas en la actualidad como otro recurso endgeno susceptible
de ser rentabilizado. Existe una gran variedad de especies
medicinales, como son: enebro, chumbera, poleo, agracejo, hinojo,
moral, rosal silvestre, zarzaparrilla, avena, abrojos, cardo
corredor, trbol del prado, vernica, achicoria, espino albar,
amapola eucalipto, aulaga, primavera, tomillo, girasol, peona,
romero, rusco, sauce, cantuesco, malva silvestre, lantn, calndula,
hierba de santiago, morera blanca, digital, adelfa estramonio y
garbancillo. Igualmente, existe gran variedad de setas y esprragos.
principal es la Ibrica: una raza autctona espaola, criada y
engordada en rgimen extensivo, en libertad, en un entorno natural y
ecolgico como es la dehesa, aprovechando sus pastos y la bellota.
Por su especificidad racial, peculiar manejo y su aptitud
gastronmica extraordinaria, se convierte en algo distinto a
cualquiera de sus semejantes en la especie. Sector apcola La
apicultura influye de manera importante sobre la estructura
socioeconmica de cualquier territorio, al aprovecharse los recursos
de la naturaleza, obtenindose productos de gran calidad, que
reportan beneficios al apicultor y aumentan la capacidad productiva
de la naturaleza debido a la labor polinizadora de las abejas.
Actualmente, slo se est cosechando miel y polen. La produccin media
de miel de los apicultores residentes en la comarca es baja frente
a los valores mximos, medios y mnimos de miel monofloral y
multifloral de otras zonas, sin existir una comercializacin de la
misma, tan slo a mayoristas o de forma directa. Actividad cinegtica
La riqueza cinegtica de esta comarca ha representado desde tiempo
inmemorial un rico patrimonio rural. En los ltimos aos la caza
menor en la Comarca (de perdiz roja, paloma, trtola, zorzales,
conejos y liebres) ha disminuido de forma alarmante, debido a la
sequa padecida, a la proliferacin de ciertas enfermedades que han
afectado, sobre todo, al conejo (neumona hemorrgica vrica),
repercutiendo en todo el ecosistema, obligando a los depredadores a
atacar a otras especies de caza menor, adems de ser significativo
el crecimiento cuantitativo del nmero de estos predadores (en
opinin de algunos cazadores). En caza mayor no parece haber
existido un descenso significativo en el nmero de animales
cazables, ciervos y jabales. Ganadera La actividad ganadera tiene
una marcada implantacin en la comarca, siendo la ganadera extensiva
de ovino y porcino uno de los puntos fuertes. En los ltimos aos han
aumentado las cabezas de ganado ovino en la comarca y pertenecen a
la raza merino y sus cruces (merino precoz), utilizadas casi
exclusivamente para produccin de carne, al haber cado el precio de
la lana. Tambin el ganado caprino ha desarrollado este aumento, de
carcter crnico y raza Serrana. El ganado porcino ha experimentado
un notable ascenso en los ltimos aos. La raza 48
12. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A
N D A L U C A ) La importancia de este sector radica en que todos
los trminos municipales de la comarca presentan superficie acotada,
pudindose practicar el ocio cinegtico en los numerosos cotos
repartidos. La mayor parte de los cotos se encuentran en Fuente
Obejuna y sus ncleos urbanos, seguidos en su nmero por los de
Belmez, Valsequillo y Los Blzquez, siendo menores los cotos de
Pearroya-Pueblonuevo y La Granjuela, por tener menos extensin
superficial estos municipios. Esta comarca minera ha estado
supeditada a las necesidades de su actividad casi nica, minera,
quedndose al margen de los ejes de crecimiento econmico de la regin
y aislndose de la situacin de competitividad que exige la economa
moderna. Adems, ha originado algunas zonas con un paisaje
desolador, escombreras y cielos abiertos no restaurados, que
configuran parte de la superficie de los trminos de Belmez y
Pearroya-Pueblonuevo principalmente, a lo que hay que aadir las
ruinas de todas las fbricas existentes en el Cerco Industrial de
esta ltima que fueron tan importantes y tanta riqueza generaron
para la comarca en el pasado. Sector agroalimentario En la comarca
del Alto Guadiato la industria agroalimentaria siempre ha jugado un
papel secundario, siendo la base econmica esencialmente minera. De
aqu se deduce que, pese a contar con importantes recursos
naturales, stos sean muy poco conocidos y valorados por sus
habitantes, lo que deriva en una industria agroalimentaria
escasamente desarrollada. Entre la industria desarrollada se
encuentra la de fabricacin de embutidos y secadero de jamones y la
industria quesera. Dentro de las industrias agroalimentarias de la
comarca hay que hacer referencia a las cooperativas olivareras,
nombradas aparte por su carcter diferenciador con el resto de las
agroalimentarias. Industria, comercio y construccin El sector
industrial ha vivido prcticamente paralelo al de la minera,
crendose industrias que dieran servicios y necesitaran a sta. En la
comarca existen numerosas empresas que se dedican al transporte de
mercancas por carretera. Destacan tambin las pequeas industrias del
metal, agroalimentaria, madera, mobiliarios, materiales de
construccin y textil. Este sector se caracteriza por tener pequeas
empresas, principalmente de carcter familiar y tradicional.
Organizacin del espacio urbano y rural en la Comarca del Alto
Guadiato Minera La actividad minera, que surge principalmente a
finales de la segunda mitad del siglo XIX, trae a la comarca un
auge econmico y demogrfico que arrastra consigo importantes y
numerosos cambios, en el paisaje geogrfico, en los modos de vida y
costumbres, y en las condiciones sociales y polticas de la comarca.
A pesar de ello, la situacin actual de la minera en la Comarca es
desoladora, no slo ha disminuido la produccin en la cuenca, sino
que desde finales de los aos 1960 la plantilla se ha ido reduciendo
paulatinamente, hasta caer en picado a partir del ao 1997. La
organizacin del espacio urbano de esta comarca es fruto de la
adaptacin del hombre al medio. As, la continuacin durante centurias
de actividades vernculas ha dado como resultado una comarca rica en
numerosas evidencias de marcado carcter tradicional. Estos
testimonios, dispersos por toda la extensa geografa comarcal, son
ms abundantes all donde la explotacin del medio ha sido ms fuerte.
En el Alto Guadiato encontramos una comarca homognea extensa, con
ncleos de poblacin (pueblos y aldeas) en proporcionada 49
13. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N
O C O N S T R U I D O dispersin a lo largo de toda su geografa. Las
aldeas o pedanas de los pueblos se encuentran diseminadas en la
comarca pero con un radio de dispersin muy cercano, y el resto de
ncleos de mayor poblacin los encontramos algo ms alejados unos de
otros, siendo el mayor radio de alejamiento de 23 km. Por tanto, el
pueblo es el ncleo poblacional de la comarca por excelencia.
Seguidamente la aldea, o ncleo de poblacin de pocos habitantes, es
la segunda modalidad de poblamiento que encontraremos, y base de
todo pueblo actual. Como ya se ha adelantado, el hbitat de esta
comarca nos ofrece las directrices bsicas de organizacin urbana que
se han desarrollado en nuestra comarca. As, cada pueblo o aldea
encuentra su origen en el enclave de una gran cortijada o cortijo,
cabecera de una gran explotacin o finca de tierras. La inicial
construccin de sta daba cobijo a todos los jornaleros que
explotaban las tierras, adems de los propietarios de la misma. Se
pretenda que los trabajadores se asentasen lo ms cerca posible de
su trabajo. A partir de ah, estos pequeos asentamientos humanos
crecen a medida que crece la necesidad de explotacin de las fincas
y as se iban formando las concentraciones humanas. La dispersin
territorial de los distintos ncleos de poblacin queda justificada
tambin por la situacin geogrfica central de las grandes extensiones
de tierra o fincas que haba que explotar. No podemos continuar sin
antes explicar que los grandes ncleos de poblacin de la comarca,
tanto histrica como actualmente, han sido: Fuente Obejuna, Belmez y
PearroyaPueblonuevo. El resto de pueblos que la componen han sido
hasta el siglo XIX aldeas o pedanas de Fuente Obejuna que, luego,
con el tiempo, se han ido constituyendo como villas y emancipndose
como entidades locales autnomas. As sucedi con La Granjuela, Los
Blzquez y Valsequillo, los restantes 3 pueblos que componen la
comarca. Belmez o Fuente Obejuna remontan sus orgenes a tiempos
incalculables. As, por ejemplo, Fuente Obejuna data la presencia
humana desde el Paleoltico Inferior, pero su actual configuracin
urbana era ya citada, por primera vez, en el ao 1315, con Enrique
II. Son pueblos histricamente multiculturales que, a pesar de estar
aderezados pacientemente por el devenir de los siglos,
arquitectnicamente han sabido conservar algunas de sus joyas y,
posteriormente, se han visto poco afectados por la Guerra Civil. El
trmino municipal de Belmez tambin tiene huellas de la existencia de
grupos humanos pertenecientes al Neoltico. Sin embargo, de su
actual localidad no se tiene mencin alguna hasta el siglo XIII,
siendo sta reducida a su Castillo de Viandar. La historia de Belmez
ha estado ntimamente conectada con la de Fuente Obejuna.
Pearroya-Pueblonuevo tambin tiene seales de posibles asentamientos
humanos en su trmino municipal remontados al Calcoltico Final. No
ser hasta el siglo XVI cuando Pearroya adquiere cierta relevancia
histrica y se define como ncleo de poblacin dependiente de la
jurisdiccin de Belmez. Como ya hemos sealado, en cuanto a los
ncleos de poblacin ms pequeos, sitan sus umbrales en pocas
conmensurables y nacen a raz de asentamientos humanos en enormes
cortijos de la cercana Fuente Obejuna, pertenecientes a familias de
terratenientes. As, en el caso del pueblo de Los Blzquez, nacido
como un cortijo del siglo XV, le otorgaron su nombre en honor a
Velzquez o Blzquez, en relacin con el apellido de los propietarios
del mismo. La Granjuela sita su origen a partir de otro cortijo de
la gran Villa de Fuente Obejuna. Y es que Fuente Obejuna es la
capital del Guadiato y ha sido el ncleo social de mayor relevancia
a partir de la Edad Moderna, convirtindose as en referencia urbana
de todos los pueblos y aldeas que orbitan en su entorno y dependen
administrativamente de ella. 50
14. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A
N D A L U C A ) Del mismo modo, originariamente, Valsequillo fue
una venta que data del siglo XV. Tanto unas como otras, pasaron a
transformarse en pequeas aldeas, en un primer momento, y
posteriormente se culminaron como pueblos independientes. En
definitiva, las cortijadas son el punto de partida de la mayora de
los pueblos de nuestra comarca. La concentracin de poblacin para la
explotacin de unas tierras hizo que el nmero de habitantes
creciera, se formara un pequeo ncleo poblacional y se llegaran a
fraguar como aldeas o pequeos pueblos. Curiosamente, estas
cortijadas contaban con unas ermitas que prestaban servicio
espiritual a sus habitantes y, en algunos casos, llegaron a
delimitar los distintos trminos municipales, a modo de verdaderos
smbolos de separacin. En ocasiones, estas ermitas agrupaban
distintas aldeas en funcin de la proximidad, de manera que los
habitantes de las distintas aldeas tenan su punto de encuentro en
la misma ermita donde escuchaban misa. Antiguamente, el nmero de
aldeas de la comarca ascenda a un total de 52. Con los vaivenes
socioeconmicos de los siglos XVII y XVIII y la crisis demogrfica de
mediados del XVIII, el nmero de aldeas se vio reducido a la mitad,
subsistiendo slo aquellas aldeas que aguantaron el descenso
demogrfico y econmico. Actualmente sobreviven 17 aldeas en toda
nuestra comarca, de las cuales 2 de ellas son la excepcin de la
comarca en cuanto a sus orgenes; as son Posadilla y El Porvenir.
Posadilla es la nica aldea que encontramos aparecida con
anterioridad al siglo XVI, debido a la persecucin que sufre la
poblacin juda de Crdoba en 1495, donde constituiran una especie de
propiedad comunal y explotacin conjunta. Y El Porvenir de la
Industria es muy posterior y aparece como consecuencia del auge
minero del trmino a finales del siglo XIX. A pesar de ello, la
Guerra Civil provoc grandes estragos en algunos pueblos de la co-
marca, vindose gran parte de ellos reconstruidos en la posguerra.
Pero esta reconstruccin, en la mayora de los casos, ha sido copia
fiel de la arquitectura y organizacin urbana tradicional
caracterstica de la comarca. Pueblos como: La Granjuela,
Valsequillo y Los Blzquez fueron villas afectadas, en mayor y menor
medida respectivamente, durante la Guerra Civil; sin embargo, sus
fisonomas desprenden el estilo de la villa tal como eran, a pesar
de su reconstruccin. La organizacin urbana de los pueblos de esta
comarca responde a varios aspectos: por una parte las actividades
de produccin y/o pilares bsicos econmicos es un factor determinante
para el conjunto urbano final. En los pueblos capitales de la
comarca es donde se aglutinaban las instituciones administrativas,
polticas, jurdicas donde vivan tanto la clase ms acaudalada
(familias nobiliarias) como los comerciantes, pequeos propietarios
de tierra, o jornaleros Por ello la organizacin urbana de los
pueblos responde, tambin, al ordenamiento de esta reciprocidad de
clases sociolaborales de distinta idiosincrasia. Como ya hemos
adelantado, actualmente los 23 ncleos de poblacin que componen la
comarca responden a una planimetra urbana muy parecida, con algunas
excepciones provocadas por la significativa influencia que ha
tenido el sector minero en municipios como Pearroya-Pueblonuevo. En
general, los pueblos de esta comarca son asentamientos, en algunos
casos estratgicos (como Belmez y Fuente Obejuna), sobre valles,
colinas u otro tipo de accidentes geogrficos, que se desarrollan en
torno a una plaza unida a una iglesia o parroquia, a partir de la
cual podemos encontrar las distintas calles y calzadas que
conforman los pueblos. Por tanto, la planimetra del casco antiguo
de estos pueblos se estructura a partir de esa plaza principal,
presidida por una iglesia, parroquia o ermita, de donde parten las
calles 51
15. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N
O C O N S T R U I D O Vista area del pueblo de Fuente Obejuna.
Plaza Lope de Vega junto a la Parroquia de Nuestra Seora del
Castillo (Fuente Obejuna). principales que vertebran y enlazan el
resto de calles secundarias. El hbitat y la forma de vida de esta
comarca ofrece respuesta en su urbanismo, as, el hecho de que los
pueblos nazcan a partir de la centralidad de una cortijada, debido
a la necesidad de trabajo en el campo, ya nos adelanta la
organizacin actual, teniendo tambin como punto central la plaza o
iglesia a partir de la cual se desarrolla el resto del pueblo. As,
por ejemplo, el pueblo de Fuente Obejuna (referencia ejemplar de la
arquitectura tradicional y organizacin urbana de esta comarca) se
asienta sobre una colina, coronada en la cspide por el templo gtico
erigido en el ltimo cuarto del s. XV, la Parroquia de Nuestra Seora
del Castillo, advocacin que constituye una clara referencia a la
fortaleza que precedi al templo. Lo podemos apreciar perfectamente
en la fotografa area del pueblo. Tambin podemos apreciar cmo se
empiezan a distribuir y estructurar las calles mellarienses2 a
partir de esa plaza y su parroquia. Del mismo modo sucede en el
resto de pueblos de la comarca, as, por ejemplo, en Belmez, la
Plaza, junto a la Parroquia de la Anunciacin, de origen medieval y
torre mudjar de color rojo, conforman la zona cero o zona cntrica
del municipio a partir de la cual se desarrollan el resto de casas
y calles del pueblo. En Los Blzquez es la inmensa Plaza de la
Constitu- cin, junto a la posterior iglesia neobarroca de Nuestra
Seora del Rosario. Valsequillo se entrama entre su, tambin llamada,
Plaza de la Constitucin hasta el recorrido que lleva a la iglesia
parroquial de la Inmaculada Concepcin, de los aos cincuenta, que
mezcla un estilo neoclsico, en su interior, y portada exterior
neobarroca. Como se puede ir concluyendo, en la comarca del Alto
Guadiato la importancia de lugares o espacios pblicos tanto
abiertos (como son las plazas y calles), como cerrados (en el caso
de las iglesias, parroquias o ermitas) tienen un papel fundamental
ya en el entramado mismo de las calles de los pueblos. Adems, la
direccin de crecimiento urbano les viene marcada por determinados
antecedentes histricos. As, continuando con Fuente Obejuna, si
observamos la trama de calles desde una fotografa area, podemos
apreciar perfectamente cmo la planimetra del casco urbano responde
a la forma circular de las antiguas murallas de defensa que existan
en el pueblo. La forma en que se van abriendo las calles responde a
crculos concntricos que van desde la plaza central hasta las zonas
perifricas o afueras de los pueblos y aldeas, sealando notoriamente
la jerarquizacin de clases sociales. As, en las zonas cntricas
(incluso a veces ms elevadas en altitud) del pueblo se concentran
las clases ms pudientes, quedando las zonas perifricas para las
clases ms bajas o ms humildes. 52
16. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A
N D A L U C A ) Calles con especial significacin simblica. El mismo
caso se repite en Pearroya-Pueblonuevo, donde la plaza central y la
Parroquia del Salvador, construida entre los 40 y 60, conforman la
zona cntrica del pueblo. Tambin se encuentra la Iglesia de Nuestra
Seora del Rosario del s. XVI. Y, finalmente, en La Granjuela tambin
podemos observar cmo la plaza central se encuentra enmarcada por la
iglesia parroquial de Nuestra Seora del Valle, de 1950, conformando
ambas el centro del municipio. En todos los pueblos de nuestra
comarca siempre encontramos una o ms ermitas o iglesias y una o ms
plazas pblicas. Pero slo una de ellas cuenta con mayor significado
social, y suele ser la central, es decir, la que hilvana el resto
de calles y casas de los pueblos y aldeas de esta comarca. Muchas
veces el hecho de que un trmino municipal cuente con ms de una
iglesia o ermita supone que el recorrido que hay entre unas y otras
conforme las Se aprecia en este detalle el entramado circular de
las calles en torno a lo que era la antigua plaza. Al igual que en
Belmez, que hasta el siglo XIX ha presentado una tendencia circular
en su entramado urbano, con calles irregulares apiadas alrededor de
la iglesia de la Anunciacin, antes mencionada, aunque desde finales
del XIX y la Guerra Civil sufre una expansin urbana hacia el sur.
53
17. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N
O C O N S T R U I D O vas urbanas cardinales. Por ende, son
verdaderos cardus y decumanus romanos, en el sentido social y
delimitador que stos tenan, es decir, las arterias principales de
los pueblos. La existencia de otras plazas dentro del casco urbano
es referencia de pequeos barrios o subzonas con identificadores
propios dentro del mismo pueblo. As, los distintos sectores de un
mismo pueblo pueden tener su propia plaza de referencia distinta a
la plaza cntrica del pueblo, que ser la referencia comn-general de
todos los habitantes por igual. En definitiva, en los pueblos del
Alto Guadiato existen calles principales y calles secundarias. Las
calles principales son las calles donde, normalmente, el movimiento
social diario es mayor que en el resto de vas urbanas; donde se
encuentran situados los diversos espacios abiertos y cerrados ms
antiguos y de mayor inters; donde antiguamente solan vivir familias
ms acomodadas (actualmente esta diferencia no es tan clara); son de
obligado recorrido para ferias, fiestas y procesiones. Adems,
tambin se plantean como escenario de la mayora de los eventos
acaecidos en el pueblo. Los grandes ncleos de poblacin de la
comarca se encuentran poco dispersos, a excepcin de sus aldeas que,
a pesar de estar muy unidas geogrficamente, constituyen ncleos de
poblacin diseminados. El resto del territorio rural construido
(cortijadas, abrevaderos, fuentes, pilas, pozos, norias de agua,
ermitas), se encuentra disipado en las periferias de cada poblacin
o en las fincas y/o parcelas de tierra colindantes pertenecientes
en todo momento a cada uno de los trminos municipales. A modo de
conclusin, recordar que tanto la organizacin urbana y rural, como
el hbitat de la comarca del Alto Guadiato es toda una expresin de
las posibilidades econmicas de estas tierras, influenciadas por
unos antecedentes histrico-culturales que le han impreso su
particular impronta a los espacios construi- dos. Por ello, su
organizacin es tal cual se la describimos: son pueblos blancos
originados remotamente por la necesidad de explotacin de tierras
vrgenes heredadas por familias acomodadas. Urbanamente,
planificados en torno a una plaza o ermita cntrica, de la cual
parten las vas o calles principales vertebradas por callejones o
arterias secundarias y, en ocasiones, de reducidas dimensiones. Sus
viviendas, de fachadas encaladas, se organizan consecutivamente a
lo largo de largas y angostas calles, pegadas unas a otras a pesar
de la diferencia de altitud que se da. Tanto las formas de vida
como el urbanismo de estos pueblos denotan claramente la base
econmica de subsistencia que se ha arrastrado desde hace muchos
aos. Como ya se ha indicado, bsicamente es una economa agrcola y
ganadera, y hasta hace 40 aos, minera. Junto a esto, su paisaje de
dehesa y campia nos corrobora tambin su economa. Esto quiere decir
que su humilde gente trabajaba en el campo y dorma en el pueblo, a
excepcin de las mujeres, que en algunos casos han ejercido de amas
de casa (porque en otros tiempos de crisis han salido tambin al
campo a trabajar). Todo esto acompaado de un clima ms bien
caluroso, el resultado son nuestros pueblos que muestran sencillez
desde la primera mirada: con frecuencia de espacios abiertos de
sociabilidad para el fomento de las relaciones entre vecinos tras
las duras jornadas de trabajo; construcciones tcnicamente
sencillas, encaladas y a base de materiales autctonos (tierra/barro
y piedras); viviendas de considerables dimensiones para solazar el
caluroso verano, as como el fro invierno. Por ello, tambin la
orientacin de sus espacios es hacia la salida del sol, sureste,
tambin, conocida como a medioda. Se puede decir que la comunicacin
y el estado de carreteras o caminos de la comarca son buenas. A
nivel interno, existen carreteras de enlace entre unos pueblos y
otros, as como algunos de sus antiguos caminos de herradu- 54
18. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A
N D A L U C A ) ras, e incluso vas pecuarias utilizadas como
itinerarios por donde tradicionalmente ha venido discurriendo el
trnsito del ganado. Constituyen un importante patrimonio, tanto
rural como cultural, que nos mantiene vivo el recuerdo de un oficio
que ha marcado la forma de vida de la comarca. Muchos de esos
cordeles, veredas o caadas an podemos transitarlos, a diferencia de
otros que se encuentran prcticamente desaparecidos o inaccesibles
puesto que han sido apropiados por las fincas privadas contiguas.
En el caso de las aldeas de nuestra comarca, todas se encuentran
comunicadas por sus antiguos caminos de herradura. Estos caminos
tambin unen las aldeas con los ncleos poblacionales ms grandes de
la comarca, como han sido y son Fuente Obejuna,
Pearroya-Pueblonuevo y Belmez. Actualmente, muchos de estos caminos
estn ya prohibidos, y el resto se utilizan para ir de unas fincas a
otras o para practicar la aficin de caminar, frecuentemente
ejercida por las personas adultas de esta comarca (popularmente se
le conoce como dar el paseo). Como resea, indicar tambin que
antiguamente existan en algunos de nuestros pueblos las distintas
puertas medievales de acceso al mismo, como sistema defensivo de
control para vigilar la entrada y salida a la poblacin. De estas
puertas, localizadas en el anillo que formaba la muralla, bordeando
todo el casco antiguo, queda simplemente el reconocimiento por
parte de los que han mostrado inters en recabar sus nombres y su
localizacin exacta. As, por ejemplo, junto a la existencia de una
antigua muralla en Fuente Obejuna, tambin se conoce el nombre y la
situacin concreta de 4 antiguas puertas de acceso al pueblo: Puerta
Corredera, Puerta de Crdoba, Puerta de Mrida y Puerta de Sevilla.
Cabe recordar que desde el Medievo no se puede establecer separacin
entre campo y ciudad porque ambos forman parte de un todo. Sin
embargo, la ciudad, pueblo o ncleo de poblacin presentaba elementos
diferenciadores tanto en las funciones que desarrollaba como en su
aspecto esttico. El primer elemento diferenciador ser la muralla
que rodeaba la urbe, de carcter defensivo, igual que las torres,
castillos y puertas de acceso. Pero tambin tenan estos sistemas una
funcin fiscal y jurdica, puesto que vivir en el interior de esas
murallas conceda un estatus diferente y, por tanto, para acceder a
ellas se deba pagar un impuesto. De aqu que en los centros o cascos
urbanos de nuestros pueblos se concentren mayor nmero de casas
seoriales, pertenecientes a las familias de mayor nivel
socioeconmico. De esta organizacin nos han quedado las estrechas
calles, oscilando su anchura entre los dos y cinco metros, y en las
grandes vas urbanas pasaban a diez o doce metros; las cuestas
caractersticas y la sinuosidad que acaban definiendo el trazado
urbano, lo que provocaba dificultades en la circulacin. Uno de los
inconvenientes con los que antiguamente han vivido ha sido la falta
de higiene que caracterizaba el entorno urbano en el que convivan
animales y personas; a partir del siglo XIII se tomaron medidas que
garantizasen un mnimo de higiene pblica. En definitiva, los
influjos medievales han sido uno de los precedentes histricos que
ha tenido mucho que ver con el hbitat de nuestra comarca. Ni que
decir tiene que muchas han sido las influencias histricas de las
que esta comarca se ha impregnado: celtibrica, romana, rabe y
medieval. A pesar de la positiva relacin intercomarcal, entre las
poblaciones de la comarca, la rivalidad interna de ciertos
municipios con sus colindantes deja an huella en reminiscencia viva
de los oriundos; piadosas rivalidades entre unos y otros pueblos o
aldeas por motivos realmente insignificantes. As, por ejemplo, en
el caso de la aldea de El Alcornocal, su rivalidad histrica se
entrama con Posadilla, e incluso con Ojuelos Altos, y el motivo no
era mayor 55
19. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N
O C O N S T R U I D O que por el simple coqueteo de los mozos de la
poblacin con las mozas de las poblaciones vecinas en pocas
estivales, como ferias y fiestas. Actualmente, estas pequeas porfas
estn en un segundo plano y slo les queda el gracioso recuerdo del
robo de mozas. Del mismo modo, pero por otro insignificante motivo,
la rivalidad entre Fuente Obejuna y Pearroya-Pueblonuevo ha estado
patente durante muchos aos entre sus habitantes. En este caso el
motivo es territorial, pues el trmino municipal de Fuente Obejuna
se extiende geogrficamente hasta una de las calles de
Pearroya-Pueblonuevo, de manera que la mitad de los domiciliados en
esa calle tienen que pagar los impuestos en el ayuntamiento de
Fuente Obejuna. Una de las ancdotas ha sido los topnimos que ha
recibido la calle, antiguamente conocida como la calle de La
Venganza, y actualmente ha pasado a llamarse calle Fuente Obejuna.
A partir de aqu se origin una rivalidad cuyo rastro es dbil ya en
la actualidad. En el espacio rural de la comarca del Alto Guadiato,
la actividad agrcola y ganadera ha sido la detonante de su sencilla
estructura. Las distintas parcelas de tierra o fincas se suceden
alrededor de los pueblos y se enmarcan dentro del trmino municipal
del mismo. Cada municipio cuenta con todo un catastro de rstica en
el que se localizan los terrenos que pertenecen a cada uno de los
trminos. La parcelacin caracterstica de la propiedad rural se
encuentra definida por lindes o lindazos, delimitados en sus
extremos por mojones o grandes piedras, que nos indican el
principio y fin de la linde. La linde era una pequea zanja o
excavacin hecha en el terreno que delimitaba el permetro de la
parcela o finca de tierra de un propietario con respecto a su
colindante. Antiguamente, se hacan tambin a base de pequeos muros
de piedras sin labrar que utilizaban los labradores. Actualmente,
el uso de las alambradas est sustituyendo a esos antiguos sistemas
de separacin de terrenos. La terminologa rural empleada por los
habitantes de la comarca es muy singular aunque a veces compartida
con otras regiones andaluzas y extremeas, debido a su proximidad.
As, las parcelas, fincas o tierras se separan mediante lindes o
lindazos y la medida de tierra por excelencia es la fanega, que
equivale a 6.440 m2, por debajo de la cual se utiliza el celemn (1
fanega = 12 celemines) y, a su vez, la cuartilla (1 celemn = 4
cuartillas). En la ganadera se conocen los cercados como pequeos
corrales, hechos a base de alambradas, para el ganado. Las
edificaciones y conjuntos arquitectnicos relacionados con los usos
y aprovechamientos agropecuarios y agroganadero y destinadas al
cobijo humano de los que trabajan en esas actividades, reciben los
nombres de: cortijo, cortijada o chozo del pastor. Adems, tambin
estas construcciones estarn condicionadas a variables tales como el
tamao de la explotacin, la especializacin del edificio, etc.
Necesario para esta argumentacin, un prrafo referente a la Tipologa
de entidades menores en Andaluca a partir de su origen, localizacin
y caractersticas socioeconmicas (Consejera de Obras Pblicas y
Transportes, Junta de Andaluca, 1991, p. 76). Son stas las formas
de hbitat disperso caractersticas de la Baja Andaluca y
complementarias del doblamiento concentrado en grandes ncleos Se
trata de conjuntos de edificios de carcter arquitectnico unitario,
ubicados en la finca a cuya explotacin se vinculan sus habitantes.
Su origen es antiguo, en general anterior al s. XIX (levantndose
muchas de ellas en el lugar de las antiguas alqueras rabes o villas
romanas), y vinculado a las sucesivas roturaciones y extensin de la
superficie cultivada que fueron configurando las actuales
caractersticas de las campias andaluzas. 56
20. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A
N D A L U C A ) Los cortijos siguen respondiendo al criterio de
centralidad de un edificio, que sirve de punto de referencia a la
explotacin donde reside el responsable de sta, punto de referencia
para trabajadores o jornaleros y lugar desde donde se organiza el
trabajo. Su extrema funcionalidad sigue estando presente en estas
edificaciones, no existiendo ninguna concesin a la comodidad o a
elementos superfluos en el caso de las viviendas de los
trabajadores de la explotacin. Al igual que el resto de la
arquitectura tradicional de la comarca, y en similitud con otras
comarcas, las tcnicas de produccin que albergan los edificios son
idnticas, la concepcin de los mismos es autctona, as como alguno de
sus elementos, consecuencia de un paisaje geogrfico y un clima
distintos que han forzado a una adaptacin al medio con soluciones
propias (Agudo, J. 1981: 64). El cortijo o cortijada de nuestra
comarca comparte las directrices bsicas seguidas por los
constructores tradicionales en otras comarcas. Se puede hablar de
dos tipos atendiendo al nivel adquisitivo del propietario. Por una
parte, existe el pequeo cortijo, donde slo resida la familia
propietaria de las tierras y encargada de labrar las mismas. Se
trata de construcciones simples y funcionales, creadas para obtener
el mximo beneficio y rendimiento del medio en el que se
desarrollan, por tanto estn indisolublemente unidas a las
actividades econmicas. Este cortijo era de escasas dimensiones y
dependencias, donde el recorte del gasto econmico para su
construccin era excesivo, hasta el punto que slo se contaba con un
maestro albail para su construccin, ayudado del resto de la familia
propietaria, en algunos casos mujeres y nios echaban una mano.
Contienen el espacio necesario para el uso habitacional y el
desarrollo de su funcin econmica. Solan tener un cuerpo o nave
principal donde convivan y dorman los labradores, y un corral o
peque- as dependencias para los animales o para el almacenaje del
grano o aparejos de la labranza. La necesidad de una mayor
actividad productiva y de transformacin en consonancia con el
desarrollo de las explotaciones agro-pecuarias e industriales ha
llevado3, en muchos casos, a la ampliacin de espacios antiguos
creando nuevos espacios, de manera que sufre pequeos cambios,
muchas veces reducidos a la forma, porque la funcin sigue siendo la
misma. En cambio, las cortijadas suelen ser de grandes dimensiones
y con gran nmero de dependencias anejas aunque de gran sencillez
constructiva. Son casas de propietarios enclavadas en las
explotaciones agroganaderas, en las cabeceras de amplias
explotaciones y pertenecientes a grandes propietarios, donde los
elementos complementarios indican y simbolizan el estatus
socioeconmico de su propietario. En estas construcciones
encontramos distintos espacios singulares (cuadras, pajares,
establos, zahrdas, graneros, gallineros) exentos o no,
interrelacionados entre s, que constituyen un sistema articulado de
edificaciones y que son la expresin arquitectnica de unas formas de
explotacin del terreno, de un modelo socio-econmico y de unos
valores especficos, dentro de una sociedad concreta y un proceso
histrico determinado. En las cortijadas encontramos tanto las
dependencias destinadas a los jornaleros u obreros que labraban las
tierras, como las construcciones ms nobles donde habitaba la clase
pudiente. Es curioso encontrar, incluso en este tipo de
edificaciones, construcciones complementarias tales como capillas
religiosas particulares, que no son sino edificacin menos numerosa
que cumple una funcin: representacin del poder y el prestigio del
propietario y cumplir con el precepto religioso de la misa en estos
conjuntos alejados de los ncleos urbanos (tan temido desde antao
por la iglesia por tratarse de villas diseminadas descontroladas
religiosa- 57
21. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N
O C O N S T R U I D O mente o profanas, de donde se deriva el
trmino de villano como algo peyorativo) y que renen una poblacin
considerable. Normalmente, la capilla se encuentra integrada en la
parte noble de la edificacin, jerarquizando los espacios de la
misma, de manera que para la clase pudiente exista un pequeo palco
o coro en la parte alta de la capilla y para los jornaleros se abra
una pequea puerta en planta baja por la que podan acceder a
escuchar la misa. La orientacin de estas construcciones es hacia el
sureste, orientadas al sol, para resguardarse de los vientos malos
del norte y para aprovechar el mayor nmero de horas de luz natural.
De esta forma se consegua pasar mejor el fro invierno. Para el
caluroso verano, las grandes dimensiones de paredes y muros
maestros actuaban de aislante frente a los rayos de sol. Para la
construccin de estas casas en el campo, los materiales bsicos
utilizados eran la piedra y el barro (antiguamente a base de
tierra, paja y agua, con lo que conseguan el conocido adobe),
autctonos y muy econmicos. En ocasiones, ese material se extraa de
la propia parcela. Los cortijos se levantaban a base de tapias de
tierra tupida o muros de mampostera con piedras sin labrar. La
tcnica de los techos ms usual era la bveda de arista, tan
frecuentemente utilizada por los maestros albailes de la comarca,
independientemente del nivel adquisitivo del propietario, lo cual
es incongruente si pensamos que podra ser lo ms costoso en tcnica
constructiva por el valor actual que se le otorga hoy da. Sin
embargo, era la tcnica que mejor conocan para que soportase la gran
cantidad de peso que se empleaba para levantar la segunda planta de
las edificaciones. En algunas dependencias se han construido los
techos de cielo raso, empleando distintos materiales, como la caa,
el caizo, los cavios, entre otros. La arena y la cal tambin han
sido materiales muy utilizados para el mortero y, en el caso de la
cal, como enlucimiento de paredes interiores y fachada exterior,
otorgndole un uso funcional y esttico a la vez. Posteriormente se
empez a utilizar el yeso como mezcla sustitutiva del barro, y el
ladrillo comn. La madera ha sido otro de los materiales ms
utilizados en esta arquitectura. As, para los entramados de las
cubiertas, encontramos la madera a modo de vigas, rollizos, medios
palos, alfarjas, etc.; como dinteles internos de ventanas y puertas
y en las propias puertas, ventanas y contraventanas. Tambin
utilizada como sistema de cubricin en forma de juncos, retamas,
cavios en construcciones tales como los antiguos chozos de
pastores. La teja, de tipo rabe, era el ltimo material que se
empleaba para el tejado o remate final de las vertientes de las
techumbres. La utilizacin de distintos materiales en las
edificaciones del mbito rural nos est hablando, muchas veces, de la
adscripcin socioeconmica de sus propietarios. Muchas de las
caractersticas de las construcciones del mbito rural han sido
compartidas en las viviendas urbanas, ni que decir tiene que se
trataba de los mismos alarifes locales. El lugar pblico abierto El
urbanismo de nuestras poblaciones, la concepcin y uso de plazas y
calles, as como el recurso a fuentes, mercados, bares y casinos, e
incluso tiendas y otros espacios en principio destinados a usos
comerciales o productivos para convertirlos en lugares de
encuentro, nos muestra la versatilidad de funciones de esta
arquitectura y su capacidad para convertir cualquier edificacin o
espacio urbano en un referente social, con frecuencia de notable
valor simblico (Agudo, J., 2004). Merece toda dedicacin la condicin
de espacios para la sociabilidad con la que son adaptadas o
concebidas muchas edificaciones y espacios pblicos abiertos.
58
22. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A
N D A L U C A ) Los lugares pblicos de nuestra comarca han tenido
una gran significacin social, pues han sido y son el escenario de
gran parte de la vida social de cada uno de los pueblos y aldeas
que conforman la comarca. A veces no es exacerbado pensar que una
de las motivaciones vitales de estos habitantes ha sido los
numerosos encuentros pblicos, cotidianos y coyunturales, para el
desarrollo de sus relaciones sociales en este tipo de lugares,
abiertos como cerrados. En nuestra comarca no se puede hablar de
barrios dentro de un mismo ncleo urbano tal como lo entendemos.
Ahora bien, s existen distintas zonas e incluso calles de los
distintos pueblos de la comarca que representan a distintos
sectores urbanos y que cuentan con mayor y menor relevancia para el
conjunto de la poblacin. Muchas veces, el nombre de estas zonas se
puede deber a alguna construccin, calle, o hecho acaecido en el
lugar. As, por ejemplo, en Belmez, la zona de pueblo que aglutina
la calle Crdoba enmarca esta calle principal unida a sus aledaos, o
bien, en Fuente Obejuna, la plaza (donde se encuentra la parroquia
y el ayuntamiento), se conoce como la zona ms cntrica que aglutina
ms espacio fsico que el exclusivo y perteneciente a la plaza. En el
caso de las aldeas, en el Alcornocal, por ejemplo, tenemos las
cuatro esquinas, y as sucede con muchos ms. Independientemente de
la forma como se denominan, existen zonas o barrios ms principales,
con ms encanto y significacin que otros para la poblacin.
Coincidentemente, los barrios principales de un pueblo se suelen
encontrar en zonas cntricas, prximos a los ayuntamientos, plaza y/o
parroquia o iglesia principal. Desde el punto de vista
socioeconmico, se ha ido arrastrando desde tiempo atrs que los
residentes en estos barrios mantienen un nivel adquisitivo y social
elevado, aunque esto es menos acusado actualmente. A diferencia de
los anteriores, las zonas ms perifricas del ncleo urbano han
pertenecido a las clases sociales menos favorecidas y, por tanto,
se han considerado zonas ms secundarias. Los cascos histricos o
zonas ms antiguas de los pueblos sirven de escenario de las
actividades de representacin pblica, por varios motivos: por una
parte, se ha pretendido mantener el enclave histrico del evento y,
por otra, los cascos urbanos son los considerados principales en
cada uno de los pueblos y, por ende, los de mayor movimiento
social. As, en fiestas como Semana Santa, las cruces de mayo y dems
desfiles litrgicos o procesiones encuentran su espacio en estas
zonas del pueblo. Tambin existen barrios ms secundarios, como son
las eras o zonas perifricas de los pueblos, que adquieren un
significado especial en las distintas romeras de la comarca por la
celebracin de ese evento, tan importante en el Alto Guadiato. As,
en las afueras de la aldea de Caada del Gamo se encuentra todo un
espacio verde abierto, adecuado actualmente para la realizacin de
la importante romera que se celebra all, con motivo de San Jos, el
da 19 de marzo (o domingo ms cercano a la fecha), y a la que asiste
toda la comarca al completo y parte de comarcas (incluso extremeas
por estar muy cercanas) colindantes, dada su importancia y su buen
pasar. Las zonas, barrios y calles principales de los pueblos han
tenido el privilegio de celebrar, en sus propias carnes, los
acontecimientos pblicos ms importantes, como eran las ferias y
fiestas. Las fiestas tradicionales ms importantes de la comarca las
componen las ferias y fiestas locales, la Semana Santa, las romeras
en honor a algn santo, otras fiestas locales santorales (como es el
da del patrn del pueblo) y las Navidades, con numerosos actos
sociales. Suponan verdaderos acontecimientos sociales para la gente
del pueblo y, en cada una de ellas, la msica, el baile y las
relaciones sociales crecen desmedidamente. Cada pueblo tiene su
feria local celebrada, normalmente, en el mes de agosto. As, por
ejemplo, en Pea- 59
23. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N
O C O N S T R U I D O rroya-Pueblonuevo agosto cobra gran
importancia por ser un mes muy estival en este pueblo. A primeros
de agosto tiene lugar la fiesta del Minero (verbena y bailes
populares); del 15 al 18, la fiesta de Ntra. Sra. de la Asuncin,
conocida como la fiesta de Pueblonuevo, donde los bailes en
casetas, las atracciones y distintas actividades tienen su
encuentro. Ya entre el 7 y 12 de octubre, tenemos la fiesta de
Ntra. Sra. del Rosario, popularmente conocida como Feria de
Pearroya, donde antiguamente el mercado de ganado era el motivo
principal de la misma. Posteriormente, la fiesta minera por
excelencia, Sta. Brbara, el 4 de diciembre, donde los entibadores y
camineros muestran sus mejores artes junto a la insalvable explosin
de cohetes. Del mismo modo, en Los Blzquez la festividad de la
Virgen del Rosario se celebra del 12 al 19 de agosto, en honor a la
patrona; Valsequillo celebra la feria local en los das ms prximos
al 22 de agosto; Fuente Obejuna celebra sus principales fiestas en
la primera semana de agosto; La Granjuela disfruta su feria de la
Virgen del Valle el primer fin de semana de agosto, tambin en honor
a su patrona; y Belmez espera a su Virgen de los Remedios para
organizar sus fiestas mayores del 7 al 11 de septiembre. Por otra
parte, la ubicacin de los bancos, gestoras y todo tipo de oficinas
se concentra generalmente tambin en la zona ms cntrica del pueblo,
junto a los ayuntamientos. Los mercados municipales suelen estar
unidos a esta localizacin, o bien en los aledaos de la misma. El
mercado de abastos es un lugar pblico muy frecuentado por la
poblacin, al que se une el da del mercallo, que se realiza un da de
la semana determinado. El mercallo se sita junto al mercado,
normalmente, y por tanto en la zona o plaza principal de los
pueblos de nuestra comarca. En Fuente Obejuna, por ejemplo, tanto
el mercado de abastos como el da del mercallo (celebrado los
viernes de cada semana) se localizan en la plaza central Lope de
Vega, junto al edificio del Ayuntamiento, todo ello presidido por
la torre de la Parroquia de Ntra. Sra. del Castillo. Antiguamente
los mercados eran pequeas ferias de muestras de ganado, donde se
comerciaba el precio in situ y se celebraba la compraventa de
ganado. En cuanto a los lugares para el ocio de la poblacin, cada
municipio tiene los suyos propios, tanto para las personas mayores
como para los ms jvenes. Los ancianos y personas adultas suelen
concentrarse en algn bar del pueblo o aldea, en el hogar del
pensionista o en los crculos privados o casinos. En el verano, las
calles y plazas de los pueblos se llenan de personas adultas
tomando el fresco. Del mismo modo, los paseos tanto maaneros como
al ponerse el sol son tambin frecuentes en la poblacin adulta de
nuestra comarca. Las mujeres mayores del Alto Guadiato suelen ser
ms recatadas en este sentido, y el bar como lugar de reunin no lo
contemplan. Ellas suelen salir a pasear, o bien toman el fresco en
sus puertas o en las puertas de sus vecinas. En ocasiones, podemos
observar verdaderas reuniones de vecinas en la puerta de alguna de
ellas, donde pasan varias horas conversando. En invierno, mientras
los hombres continan frecuentando el bar, ellas van de visita a la
casa de algn familiar o alguna vecina, para tomar un caf e
intercambiar opiniones. En cambio, los adolescentes suelen ser ms
callejeros tanto en invierno como en verano. Las calles y plazas
son los centros de reunin para jugar y rerse durante la mayor parte
de la tarde. La oferta de posibilidades en los grandes pueblos de
la comarca es mayor para esta poblacin joven. Por tanto, los
complejos deportivos o polideportivos (pabellones, pistas de ftbol
sala, campos de baloncesto), determinados centros juveniles
habilitados ex profeso por los ayuntamientos, entre otros, son
algunos de los actuales lugares de encuentro. Sin olvidar que para
los ms mayorcitos los 60
24. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A
N D A L U C A ) pubs, discotecas y cafeteras, en muchas ocasiones,
son lugares de referencia para reunirse todos a la misma hora. Para
los ms pequeos, acompaados de sus madres, los parques o algunas
zonas verdes, en cada uno de los municipios, son sus lugares de
diversin, donde coinciden varios de ellos y se disponen a jugar
mientras las madres charlan entre ellas. De esta forma, estas
madres jvenes tambin encuentran el ocio en este tipo de momentos.
Los juegos populares son poco frecuentes ya entre la poblacin
joven, quedando reducida su prctica a determinados das concretos
del ao en ferias y fiestas culturales, donde se aprovecha para
realizar alguno. Ahora la prctica de los distintos deportes suele
servir de ocio para los ms jvenes. sultado de las exigencias
derivadas de la tradicin religiosa y cultural. Adoptan elementos
propios de la arquitectura verncula de la zona, aunque no son
definibles como tal, puesto que beben de comportamientos de la
arquitectura culta, de sus modelos e imgenes ideales. Registran un
contenido simblico de intencionalidad precisa, condicionados por
una determinada funcin o destino. A continuacin referimos, de forma
breve y sencilla, algunos de los testimonios ms relevantes por su
significacin social en la comarca. Belmez Arquitectura religiosa
Iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Anunciacin: construida en el
siglo XIII, donde se destaca su torre mudjar (a base de ladrillo
serrano de color rojizo y arcos peraltados) y su admirable retablo
mayor renacentista. Remodelada a mediados del siglo XVI, desprende
un carcter barroco en la actualidad. Entre sus tesoros cuenta con
un cliz renacentista del XVII, otro cliz rococ, de plata dorada,
obra del prestigioso artfice cordobs Jos de Santacruz, de mediados
del siglo XVIII, y dos custodias de bronce dorado del siglo XVII,
supuesta obra del orfebre Snchez de Luque. Ermita de Ntra. Sra. del
Castillo: a los pies del emblemtico Castillo de Belmez se encuentra
esta ermita tambin de origen medieval. Est reducida a una sola
nave, con arcos apuntados transversales. Originariamente tena una
cubierta de madera que ha sido sustituida por una bveda de lunetos.
Otro de sus encantos es la admirable portada lateral bajo conopio.
Se piensa que puede ser la primera ermita que hubo en el pueblo
tras la poca de la Reconquista. Ermita de la Virgen de los
Remedios: desde uno de los accesos al pueblo nos encontramos con
esta ermita, de forma que la primera bien- El lugar pblico cerrado
El valor artstico y social de los edificios de uso pblico o
semipblico en nuestra comarca es significativo. El Alto Guadiato
cuenta con verdaderas obras maestras arquitectnicas de distintos
estilos y pocas en cada uno de sus municipios. Este tipo de
arquitectura viene a ser un elemento de gran importancia en la
ordenacin de nuestros pueblos. Cabe establecer dos clasificaciones
claras para relacionar esta arquitectura. Por una parte encontramos
aquellos lugares pblicos cerrados eminentemente religiosos, tales
como iglesias, parroquias, conventos o ermitas; y por otra parte,
se encuentran aquellos edificios pblicos o semipblicos de carcter
civil, laico o no religioso, como pueden ser los ayuntamientos, las
antiguas sociedades laicas, las cooperativas agrcolas, los colegios
pblicos, las posadas, los cines, la plaza de toros, el casino, la
estacin de tren, el horno pan-cocer pblico entre otros. Indicar la
importancia que han tenido las ermitas en nuestra comarca por su
evidente enraizamiento a la tierra y al pueblo, como re- 61
25. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N
O C O N S T R U I D O Antiguo dibujo del Castillo de Belmez. Estado
actual del Castillo de Belmez. venida que recibe el viajero es por
parte de la patrona de la localidad. Tiene un enorme significado
social en la poblacin de Belmez. Est fechada en el siglo XVI y
advocada en honor a la patrona. De fachada rojiblanca, cuenta con
una espadaa, una puerta de arco apuntado y un retablo barroco en su
interior. Muchas de las costumbres y tradiciones belmezanas se
organizan en torno a esta ermita. As, por ejemplo, la feria de la
Virgen de los Remedios, donde se celebra una novena previa en la
propia ermita. El Castillo: conforma el verdadero emblema belmezano
y, en ocasiones, referencia bsica de la comarca. Dominando el
pueblo a sus pies, se eleva sobre una abrupta roca junto al pueblo.
Los restos ms antiguos del castillo datan del siglo XIII, aunque la
fortaleza principal est fechada en el XV. Se accede a l mediante
una enarbolada escalera hasta llegar a una puerta acotada, situada
en uno de sus cilindros, al lado de la cual exista una torre
albarrana (que nos corroboraba el tpico sistema defensivo rabe). De
planta alargada y adaptada al peasco donde se asienta, cuenta con
seis torres semicilndricas dispuestas a lo largo de una muralla con
tramos de distintos grosores que rodean el recinto interior. En
medio del antiguo patio de armas se alza la torre del Homenaje,
cuya planta es rectangular y la altura alcanza los 11 metros (en su
interior an se pueden apreciar vestigios de los abovedamientos de
ladrillo). Todos estos testimonios nos siguen recordando el
castillo como antiguo vigilante del viejo camino de los Pedroches.
La Plaza de Toros: su existencia se debe a la gran aficin a los
toros que ha habido en Belmez. A esta plaza la han precedido otras
construidas en madera. El 8 de septiembre de 1914, con motivo de
las fiestas de Ntra. Sra. de los Remedios, fue inaugurada la actual
plaza de toros de Belmez, obra del ingeniero Juan Alcntara
Sampelayo. Tiene una profundidad Arquitectura civil El
Ayuntamiento: situado en la calle principal del pueblo, la calle
Crdoba, es obra de Rafael de Luque y Lubin. Fue construido a
mediados del siglo XIX. Tiene una esplndida fachada de ladrillo
rojo y granito, con un balcn vigilado por dos leones de piedra, en
cuyo frontn aparece el antiguo escudo del pueblo donde, cmo no, el
castillo es la figura principal. Casa de los Boza: casona blasonada
situada frente al ayuntamiento. Antiguamente era un colegio de
monjas y actualmente es un centro parroquial con distintos usos
sociales. En su fachada cuenta con un escudo que poda ser de la
familia Boza o los Lozano y en su interior tiene un patio con tres
arcos en los testeros, siendo los centrales muy anchos y los
extremos demasiado estrechos, de aqu su particularidad. 62
26. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A
N D A L U C A ) Ermita de Gracia. Ermita de Gracia. Lateral. de 6
metros por 4 de ancho en los cimientos del coso y la barrera se
hizo a base de piedra de granito. En sus corridas de inauguracin
lidiaron toreros de la talla de Manuel Rodrguez, Manolete
(organizador de las dos corridas), Francisco Posada, Jos Moreno,
Lagartijillo, y Juan Cecilio, Punteret, llegando a presidir una de
ellas el conocido diestro Rafael Guerra Bejarano, Guerrita. Cuenta
con un aforo para 6.600 personas y es de 3 categora. desde mediados
de siglo pasado y la custodia parroquial renacentista, son algunos
de sus tesoros ornamentales. Ermita del Nazareno: conocida
antiguamente como iglesia de San Miguel. Datada a comienzos del
siglo XIV, cuenta con una planta de tres naves y sus cabeceras,
separadas entre s por arcos apuntados de estilo mudjar. Ermita de
la Caridad: a excepcin de su estructura de una sola nave con
cabecera mudjar, el resto del edificio sufri una gran reforma
barroca en el siglo XVIII. Ermita de Gracia: tambin de una sola
nave y con arcos transversales apuntados que se elevan sobre los
salientes pilares. Su cabecera es de planta cuadrada con bveda de
crucera. En fachada, se encuentra porticada con 5 arcos. Est
situada en la periferia del pueblo y dedicada a la advocacin de la
patrona, la Virgen de Gracia. Una peculiaridad de esta ermita es su
decoracin interior de paredes a base de pequeos retratos de
soldados desde pocas remotas. Los jvenes que se marchaban a hacer
el servicio militar se encomendaban a la Virgen de Gracia, llevando
sus fotografas vestidos de soldados a la ermita. Ermita de San
Sebastin: en honor al patrn del pueblo. Tiene la misma estructura
que la Ermita de Gracia y data tambin del siglo XV. Fuente Obejuna
Arquitectura religiosa Iglesia de Ntra. Sra. del Castillo: de
estilo gtico, data de finales del siglo XV y se encuentra
localizada en la parte ms alta del pueblo. Presenta tres naves
longitudinales que desembocan en tres cabeceras de testero recto.
La cubierta es a base de bvedas gticas, sexpartitas en la nave
central y de cruceras simples en las naves laterales. Tras la
cubierta, las naves se comunican mediante arcos ojivales doblados,
de perfiles achaflanados, al igual que las pilastras que se adosan
a los frentes de los pilares de apoyo. La esbelta torre se hizo en
el siglo XIX sustituyendo a la anterior, que fue destruida a
comienzos del mismo siglo. Su retablo mayor renacentista, junto a
la decoracin mural que se ha ido descubriendo 63
27. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N
O C O N S T R U I D O Convento de los padres franciscanos, fachada.
Palacete modernista Casa Cardona. Convento de la Presentacin de
Mara: fundado por la congregacin de las Madres Concepcionistas en
1532. El templo consta de una sola nave abovedada y con una
cabecera provista de cpula. ste se edific en el siglo XVII.
Convento de los Padres Franciscanos: creado en un principio en
1520, no fue hasta 1594 cuando se traslada a su enclave definitivo
actual. Su planta, barroca, de cruz latina con bvedas de medio can
y cpula. Lo ms destacable es su camarn del altar mayor, realizado
entre 1765 y 1782 con el patrocinio de doa Paula Montenegro, con
planta trilobulada y una rica decoracin rococ en las cubiertas.
villosa portada con balcn de piedra, articulada con pilastras
acanaladas y columnas de fuste semejante. Coronando el balcn, un
enorme escudo con cartela de cueros retorcidos. Otras casas
seoriales de merecido nombramiento son las de las familias:
Montenegro, Escobar del Rey, Morillos-Velarde, Molina, Quintana
Todas ellas han sido familias nobiliarias y sus escudos en fachada
principal suelen ser la huella mejor conservada, en la mayora de
ellas, de su antiguo abolengo. Casa Cardona: obra cumbre del estilo
modernista en toda la provincia cordobesa, y una de las ms
importantes del Modernismo andaluz. Construida entre 1905-1908, es
un palacete modernista de exuberantes formas y ornamentos de
motivos vegetales con cristaleras multicolores. De planta cuadrada
y hermosa rotonda adosada en uno de sus vrtices. El cuerpo de casa
principal tiene tres plantas, con stano y azotea en la parte alta.
Cada una de estas plantas va descendiendo en altura conforme
ascendemos. Su majestuosa fachada Arquitectura civil Casa de los
Marqueses de Valdemoro: junto a la Plaza Lope de Vega, est fechada
en la segunda mitad del siglo XVI. Ha sido considerablemente
reformada y adaptada a un edificio de apartamentos. Su fachada
tiene una mara- 64
28. C O M A R C A D E L A LTO G U A D I A TO ( C R D O B A , A
N D A L U C A ) principal tiene una portada con arco de medio
punto, engalanada por dos grandes tallos vegetales y amplias hojas
que acaban coronndola. Junto a los grandes balcones, balaustrados
de piedra, rebosantes de grutescos que le imprimen un sano carcter
lujurioso. A cada uno de los lados de la portada principal hay dos
vanos alargados. En su esquina tiene un pequeo castillete o
cilindro ahuecado, de dos plantas y compuesto de arcos de herradura
que engarzan con el segundo cuerpo, ofrecindose como mirador al
jardn interior de la casa. El patio interior, con amplia montera
acristalada, es el eje organizador del resto de las dependencias de
esta gran casa. Se trata del emblema mellariense por excelencia. Se
le conoce actualmente con ese nombre por tratarse del apellido de
la ltima familia que lo habit. Inicialmente se construy por orden
del rico hacendado Pedro Celestino Romero del Santo, y se le
atribuye al mayor artista del Modernismo cordobs, Adolfo Castieyra,
barajado junto con los nombres de reconocidos arquitectos como
Wenceslao Carrillo o Jos Grases. Tras indagar, se documenta que
esta gran obra se la dedic don Celestino a su esposa, M. Manuela
Daz de Morales, que muri tiempo despus de finalizar la construccin.
Tras esto, don Celestino abandon el palacete. Junto a esta
edificacin, haba mandado realizar tambin otras dos viviendas
particulares, situadas enfrente del palacete, con el fin de
realizar un futuro ensanchamiento de la calle doctor Miras Navarro
(donde se sitan todas sus construcciones) y as ofrecer mayor
visibilidad a su casona. Como observamos, era un verdadero
instruido del urbanismo decimonnico, pues sus supuestos
pensamientos constructivos eran muy adecuados. Los posteriores
propietarios le realizaron reformas pertinentes, como es la terraza
actual que se puede observar tras el enorme barandal que la
circunda; una cocina, Ermita del Rosario. unas caballerizas y otras
dependencias en el patio interior del palacete. Escuela Pblica
Manuel Camacho: el Grupo Escolar Manuel Camacho responde a un
testimonio de arquitectura regionalista, poco adaptada a la
arquitectura tradicional del pueblo, y de la comarca por extensin,
y basada fundamentalmente en estilos y cnones forneos.
Pearroya-Pueblonuevo Arquitectura religiosa Iglesia de Ntra. Sra.
del Rosario: es la parroquia ms antigua, pues las dems son
construcciones del siglo pasado. Era la parroquia del antiguo ncleo
de Pearroya y, por tanto, situada en la parte ms alta del pueblo.
Su planta es de una sola nave y est separada de su cabecera
cuadrada mediante un arco rebajado. Una cpula conforma la cubierta
de la cabecera. Parroquia de El Salvador: construccin de los aos
1940-1960, por el arquitecto Carlos Senz de Santamara. Tiene planta
de cruz latina y bvedas de medio can. En el tramo central del
crucero cuenta con una cpula. Su ornamentacin es de estilo
neobarroco. Parroquia de San Miguel: situada en el ncleo de
Pueblonuevo fue construida en 1960, aprovechando los antiguos
lavaderos de la Sociedad Minera y Metalrgica de Pearroya. 65
29. A R Q U I T E C T U R A T R A D I C I O N A L Y E N TO R N
O C O N S T R U I D O nave nica con bvedas de medio can. Cuenta con
una importante decoracin de yesera, propia del estilo francs que la
origina, y algunas evocaciones barrocas. En la fachada, de ladrillo
rojizo, observamos tambin elementos romnicos y gticos y se levanta
una alta torre central con chapitel de azulejera. La imagen de la
devocin minera, la Virgen del Carmen, se encuentra en su interior.
Arquitectura civil Ayuntamiento de Fuente Obejuna. Zona residencial
de Pueblonuevo: las frecuentes casas de finales del siglo XIX y
comienzos del siglo XX, de grandes fachadas, so