EL DIALOGO INTERIOR Y EL REGRESO A NUESTRO HOGAR

Nos hablamos incesantemente a nosotros mismos

acerca del mundo físico o de las formas, es decir,

mantenemos nuestro mundo con nuestro diálogo

interior. Sólo cuando dejamos de hablarnos sobre

nosotros mismos y nuestro mundo (cuando hay

silencio y paz en nuestro interior), el mundo físico se

manifiesta tal como siempre es y ha sido, un milagro

y una maravilla, es decir, un lugar perfecto.

Por lo tanto, es importante reconocer y comprender

que con nuestro diálogo interno renovamos,

encendemos de vida, sostenemos y construimos

la realidad del mundo físico y de las formas. No

solo eso, sino que también escogemos nuestros

caminos (Destino) al hablarnos a nosotros mismos.

De ahí que repitamos las mismas elecciones y

acciones una y otra vez, sin darnos cuenta hasta el

día de nuestra muerte biológica, porque

continuamos repitiendo el mismo diálogo interno un

y otra vez hasta el preciso momento de la muerte.

Por ello, es importante reconocer, que un guerrero

espiritual sólo lograr comprender cómo opera el

diálogo interno cuando ha logrado comprender “las

enseñanzas del camino del guerrero”, lo cual lo

hacen ser más sensible y consciente de todo cuanto

le rodea, y se esfuerza cada día mientras está en el

planeta tierra a través de la dedicación y disciplina

para acallar y detener su diálogo interno.

El guerrero sabe que el esfuerzo continuo y la

práctica lo van conduciendo paulatinamente a la

comprensión de esa voz que yace en el interior de

cada ser humano, y cuando logra al fin acallarla

entonces ha logrado regresar a casa, es decir, al

hogar que había perdido.

RUIZ LIMON RAMON, con cariño y amor para mi

hermosa y linda madre: Ma. Antonia Limón Gutiérrez,

sin sus cuidados que me propicio de niño no hubiera

sido posible llegar hasta aquí.

Winter, 1996.