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30 Josep Maria Montuner Espacio y antiespacio, lugar y no lugar en la arquitectura moderna 3 1 Corbusier, de sección cuadrada, más cartesiano; el pilar de hormigón del Ministerio de Educación y Sanidad en Río de Janeiro, de Lucio Costa y Oscar Niemeyer, de sec- ble está en el lugar/.../. El lugar de una cosa es su forma y límite/.../. La forma es el límite de la cosa, mientras el lugar es el límite del cuerpo continente/.../. Así como el ción circular, más sensual; o los pilares de acero de Mies recipiente es un lugar transportable, el lugar es un reci- van der Rohe, en los que la planta en cruz persigue una solución isótropa al máximo, asegurando la presencia de dos ejes de simetría hasta en los menores detalles. Con ello, Mies consigue la máxima ligereza y desmaterializa- ción del pilar.4 11 ESPACIO Y LUGAR pieñte no trasladaMeM.* - Precisamente los templos griegos fueron una mani- festación de esta capacidad para reconciliar al hombre con la naturaleza, otorgando formas distintas en relación al significado del lugar y en función del carácter de la di- vinidad a la que estaba dedicado. N o es casual que en los años cincuenta y sesenta, cuando el concepto de lugar Ii - pasa a tener un papel trascendental en la arquitectura, au- tores como Denys Lasdun, Vincent Scully o Christian Norberg-Schulz revaloricen el carácter modélico del templo griego.' En la arquitectura moderna, desde J.N.L. Durand 1 La concepción de espacio infinito como continuum na- hasta Louis Kahn pasando por los maestros del movi- tural, receptáculo de todo lo creado y lo visible, tiene una miento moderno y por los postulados de la exposición raíz ideal platónica. Platón habla en el Timeo del chora ne International Style de Philip Johnson y Henry- como el espacio eterno e indestructible, abstracto, cós- Russell Hitchcock (1932), la sensibilidad por el lugar es mico, que provee de una posición a todo lo que existe. irrelevante: todo objeto arquitectónico surge sobre una Se trata del tercer componente básico de la realidad, jun- indiscutible autonomía. Ya Denis Diderot al tratar sobre to al Ser y al De~enir.~ Aristóteles, en cambio, identifica la relación orgánica entre la pintura y el lugar señalaba en su Física el concepto genérico de "espacio" con otro que "nuestros arquitectos carecen de genio, desconocen más empírico y delimitado que es el de "lugar", utilizan- las ideas accesorias que se despiertan por el lugar".' Las do siempre el término topos. Es decir, Aristóteles consi- vanguardias enfatizan el proceso de aislamiento de los ele- dera el espacio desde el punto de vista del lugar. Cada mentos fuera de su contexto usual e incluso un proyecto, cuerpo ocupa su lugar concreto y el lugar es una propie- teóricamente organicista de Le Corbusier, como la ca- dad básica y física de los cuerpos. Si para Platón "las ideas pilla de Ronchamp (1950-1954) mantiene una relación no están en un lugar", en cambio según Aristóteles "el genérica y no empírica con el contexto. De hecho, la me- lugar es algo distinto de los cuerpos y todo cuerpo sensi- táfora del barco, que está presente en buena parte de la A.

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30 Josep Maria Montuner Espacio y antiespacio, lugar y no lugar en la arquitectura moderna 3 1

Corbusier, de sección cuadrada, más cartesiano; el pilar de hormigón del Ministerio de Educación y Sanidad en Río de Janeiro, de Lucio Costa y Oscar Niemeyer, de sec-

ble está en el lugar/.../. El lugar de una cosa es su forma y límite/.../. La forma es el límite de la cosa, mientras el lugar es el límite del cuerpo continente/.../. Así como el

ción circular, más sensual; o los pilares de acero de Mies recipiente es un lugar transportable, el lugar es un reci- van der Rohe, en los que la planta en cruz persigue una solución isótropa al máximo, asegurando la presencia de dos ejes de simetría hasta en los menores detalles. Con ello, Mies consigue la máxima ligereza y desmaterializa- ción del pilar.4

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ESPACIO Y LUGAR

pieñte no trasladaMeM.* -

Precisamente los templos griegos fueron una mani- festación de esta capacidad para reconciliar al hombre con la naturaleza, otorgando formas distintas en relación al significado del lugar y en función del carácter de la di- vinidad a la que estaba dedicado. N o es casual que en los años cincuenta y sesenta, cuando el concepto de lugar Ii -

pasa a tener un papel trascendental en la arquitectura, au- tores como Denys Lasdun, Vincent Scully o Christian Norberg-Schulz revaloricen el carácter modélico del templo griego.'

En la arquitectura moderna, desde J.N.L. Durand 1 La concepción de espacio infinito como continuum na- hasta Louis Kahn pasando por los maestros del movi- tural, receptáculo de todo lo creado y lo visible, tiene una miento moderno y por los postulados de la exposición raíz ideal platónica. Platón habla en el Timeo del chora n e International Style de Philip Johnson y Henry- como el espacio eterno e indestructible, abstracto, cós- Russell Hitchcock (1932), la sensibilidad por el lugar es mico, que provee de una posición a todo lo que existe. irrelevante: todo objeto arquitectónico surge sobre una Se trata del tercer componente básico de la realidad, jun- indiscutible autonomía. Ya Denis Diderot al tratar sobre to al Ser y al D e ~ e n i r . ~ Aristóteles, en cambio, identifica la relación orgánica entre la pintura y el lugar señalaba en su Física el concepto genérico de "espacio" con otro que "nuestros arquitectos carecen de genio, desconocen más empírico y delimitado que es el de "lugar", utilizan- las ideas accesorias que se despiertan por el lugar".' Las do siempre el término topos. Es decir, Aristóteles consi- vanguardias enfatizan el proceso de aislamiento de los ele- dera el espacio desde el punto de vista del lugar. Cada mentos fuera de su contexto usual e incluso un proyecto, cuerpo ocupa su lugar concreto y el lugar es una propie- teóricamente organicista de Le Corbusier, como la ca- dad básica y física de los cuerpos. Si para Platón "las ideas pilla de Ronchamp (1950-1954) mantiene una relación no están en un lugar", en cambio según Aristóteles "el genérica y no empírica con el contexto. De hecho, la me- lugar es algo distinto de los cuerpos y todo cuerpo sensi- táfora del barco, que está presente en buena parte de la

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obra de Le Corbusier, va estrechamente relacionada con la tecnología moderna, estas referencias vernaculares te- la idea de una arquitectura autónoma, que ~ u e d e anclarse nian como objetivo otorgar "carácter" expresivo y "sen- sin ninguna relación con el entorno. tido común" constructivo. En el caso de Le Corbusier,

Los conceptos de espacio y de lugar, por lo tanto, se es a partir del impacto que le produce su primer viaje a pueden diferenciar claramente. El primero tiene una Latinoamérica en 1929 -Buenos Aires, S5o Paulo y Río condición ideal, teórica, genérica e indefinida, y el segun- de Janeiro- cuando empieza a considerar el valor de la do posee un carácter concreto, empírico, existencial, ar- naturaleza y de las características del lugar. ticulado, definido hasta los detalles. El espacio moderno En la actividad tardía respecto a las vanguardias se basa en medidas, posiciones y relaciones. Es cuantitati- europeas que realizaron en España y en Cataluña los ar- vo; se despliega mediante geometrías tridimensionales, quitectos del GATEPAC y del GATCPAC respectiva- es abstracto, lógico, científico y matemático; es una mente, también se revalorizó la arquitectura popular. construcción mental. Aunque el espacio quede siempre Fernando García Mercadal, miembro fundador del GA- delimitado -tal como sucede de manera tan ~erfecta en el TEPAC en 1930, que entre 1923 y 1927 habíaviajado por espacio tradicional del Panteón de Roma o en el espacio Europa visitando y trabajando al lado de figuras de la ar- dinámico del Museo Gugenheim de Nueva York-, por quitectura y el urbanismo modernos como Peter Beh- su misma esencia tiende a ser infinito e ilimitado. En rens, Hans Poelzig, Le Corbusier, Hermann Jansen y cambio, el lugar viene definido por sustantivos, por las Mies van der Rohe, compaginó su defensa de la arquitec- cualidades de las cosas y los elementos, por los valores tura de las vanguardias con los estudios de la arquitectura simbólicos e históricos; es ambiental y está relacionado popular que culminarían en su texto La casa popular en fenomenológicamente con el cuerpo humano.' España de 1930. Los redactores de la revista AC. Docu-

En los años diez y veinte de este siglo quedaron es- mentos de Actividad Contemporánea (193 1- 1937) reivin- tablecidos los prototipos de este espacio moderno: las dicaron el funcionalismo estricto, la belleza, simplicidad estructuras Domino y Citrohan de Le Corbusier y los y armonía, la ausencia de falso ornamento, la calidad de pabellones de Mies van der Rohe. En los años treinta, los materiales y técnicas constructivas tradicionales que tras la eclosión de las vanpardias, en cambio, tanto algu- manifiesta la arquitectura popular mediterránea, espe- nos de los maestros -el mismo Le Corbusier- como los cialmente en Ibiza. Para ello se basaron en las preciosas miembros de la siguiente generación -Lucio Costa, Arne fotografías de Raoul Hausmann. He aquí, por lo tanto, Jacobsen, Josep Lluís Sert- recurrieron a las figuraciones importantes correcciones respecto a los criterios del re- populares y a las arquitecturas vernaculares, intentando cién iniciado movimiento moderno. aprender de los detalles técnicos tradicionales. Ante una incipiente conciencia de la insuficiencia del lenguaje y de

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PRIMERAS ARQUITECTURAS DEL LUGAR

Siempre se pueden encontrar antecedentes lejanos. La estética del pintoresquismo, desarrollada en Holanda e Inglaterra, arrancó de la imitación de las pinturas de Claude Le Lorrain y Nicolas Poussin y se desarrolló tan- to en jardines, en mansiones y en intervenciones urbanas del siglo XVIII, como en la pintura de Alexander Cozens, John Constable, William Gilpin y Joseph M. William Turner. El picturesque, que surge de la mímesis de las "pinturas" (pictures) de paisaje sería otra de las raíces de este incipiente gusto por el lugar. Según la práctica del picturesque, incluso el mismo paisaje de los parques se modela como reproducción de una pintura que le ha pre- cedido. Es el segundo paso de u n proceso en el cual el mo- mento originario ya es una representación.

H a sido la cultura del organicismo, desarrollada en la obra de Frank Lloyd Wright y en las aportaciones de los arquitectos nórdicos encabezados por Alvar Aalto, la que ha introducido con fuerza definitiva la relación de la arquitectura con el lugar.

Integrando los manifiestos en favor de la arquitectu- ra orgánica por parte de Louis Henry Sullivan, Wright basa sus proyectos en tramas geométricas y poligonales, relacionando la obra con el entorno natural, amoldando el espacio al programa funcional y utilizando materiales tradicionales. Para Wright, auténtico pionero de la ex- ploración de la relación de la arquitectura con el lugar, este vínculo se desarrolla en u n paisaje civilizado por la cultura agraria estadounidense. Se trata de un paisaje basado en la lotización, en el cual no hay contradicción

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entre naturaleza y máquina sino todo lo contrario: la misma naturaleza de la máquina es orgánica. Esta alianza entre ambas se expresa en la patria artificial de los cam- pos, en un paisaje productivo en el que la máquina y la naturaleza son aliados. Por esta misma razón, las formas abiertas, orgánicas y crecederas pueden configurarse me- diante tramas geométricas y racionales. En sus proyectos la casa asume la horizontalidad del paisaje. En la casa Kaufmann o de la Cascada (193 1-1939), unas grandes pla- taformas artificiales de hormigón en voladizo -es decir, una solución de alta tecnología- cualifican y mejoran un entorno de gran belleza natural.

Y de hecho, en el espacio abierto y extenso que Wright descubre mediante la destrucción de la caja com- partimentada convencional está ya presente la concep- ción concreta de lugar. En la rápida evolución que va del Unity Temple en el Oak Park, Illinois (1904-1907) hasta la Robie House (1906-1909) pasando por las casas Uso- nianas, el espacio moderno que configura Wright no depende de una concepción racional, autónoma y proto- típica sino de la experiencia visual y corporal de cada usuario habitando los interiores. Wright persigue un es- pacio moderno que no sea indiferente al lugar.''

La obra de Aalto manifiesta también esta seducción por el mundo de la naturaleza viva como metáfora de la arquitectura. Sus edificios adoptan formas crecederas que se adaptan al lugar. De todas formas, fue Erick Gun- nar Asplund uno de los primeros arquitectos que de- sarrolló una obra de síntesis en la cual la relación con el lugar era esencial. La conciliación que en Asplund se rea- liza entre tradición clásica y espacio moderno se vehicu-

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la precisamente a través de la sensibilidad por el lugar, in- tegrando los mecanismos de la estética pintoresquista. La capilla en el bosque (1918-1920) o el cementerio y crema- torio en el bosque, en Estocolmo (1935-1940) son buena prueba de esta interpretación empírica y delicada del pai- saje nórdico.

Será con la corriente del New Empirism nórdico, surgida en los años cuarenta, cuando esta posición de respeto hacia el lugar -clima, topografía, materiales, vistas, paisaje, arbolado- y de insistencia en los valores psicológicos de la percepción del entorno, quede asen- tada."

N o podemos olvidar que dentro de la arquitectura moderna existen dos tradiciones distintas y totalmente contrapuestas respecto a la relación entre arquitectura y

. ' paisaje: la de la ciudad-jardín de Ebenezer Howard y las primeras Siedlungen alemanas integradas en el paisaje, por una parte, y la que momentáneamente se impuso y

k triunfó, representada por el racionalismo, la nueva ob- jetividad y ~ e ~orbus ie r en sus primeros planes urbanís- ticos, por otra. Esta tradición dominante se basaba en la omnipresencia de la arquitectura y en el poco respeto por las circunstancias ecológicas. La Carta de Atenas se- ría la máxima expresión de esta corriente racionalista y tecnocrática que ha servido de base para el urbanismo es- peculativo del capitalismo y para los tejidos residenciales sin atributos del que se denominó "socialismo real". De hecho, la recuperación de la idea de lugar también ha constituido una crítica a la manera cómo se ha realizado la ciudad contemporánea. Y la revalorización de la idea de lugar estaría estrechamente relacionada con el inicio

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de la recuperación de la historia y la memoria, unos valo- res que el espacio del estilo internacional -o antiespacio- rechazaba.

Una obra singular como la casa del escritor Curzio Malaparte en punta Massullo, Capri, proyectada por Adalberto Libera (1938-1940), es un síntoma de la evolu- ción de la arquitectura en aquellos años. Se trata de una 1 1 obra radicalmente moderna y autónoma que, al mismo tiempo, reinterpreta la condición irrepetible del lugar. Una casa que es a la vez mirador, teatro, nave y altar; una obra que evoca el rito y el lugar del sacrificio, que con su escalinata de forma casi triangular rememora la vecina capilla de I'Annunziata; que exhibe primitivismo y que, otra vez, refleja el precedente del mundo griego, situán- dose como un tholos. La casa permite contemplar desde su terraza el cielo y el mar, admirar el horizonte, vivir en contacto con el infinito.12

I' La casa de Curzio Malaparte desvela una relación

ideal con el universo que décadas más tarde recrearán *

obras escultóricas de Eduardo Chillida como el Peine del viento en San Sebastián o el Elogio del horizonte en Gi- jón. Parafraseando a Martin Heidegger13,podemos esta- blecer que intervenciones como la de Malaparte en las rocas de Punta Massullo o la de Chillida en la costa de San Sebastián convierten un "sitio" indeterminado en un "lugarM irrepetible y singular. Se han convertido en pai- sajes que deben su imagen característica a la arquitectura y a la escultura. También encuentran eco los razona- mientos de Maurice Merleau-Ponty, cuando al tratar de la experiencia corporal del hombre y del espacio existen- cial señala que "la estructura punto-horizonte es el fun-

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damento del espacio" y que "la conciencia del lugar es siempre una conciencia po~icional".'~

De hecho, la idea de lugar se diferencia de la de espa- cio por la presencia de la experiencia. Lugar está relacio- nado con el Droceso fenomenoló~ico de la ~ e r c e ~ c i ó n Y

Merleau-Ponty o las acciones corporales de Joseph Beuys -como Covote. I like America and America like me o Dife-

En las últimas décadas, la idea de lugar ha tenido un peso específico muy variable y se ha interpretado de dis- tintas maneras. En la pequeña escala se entiende como una cualidad del espacio interior que se materializa en la

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PARADIGMAS DE LA ARQUITECTURA DEL LUGAR

En las obras de arquitectos de la llamada "tercera ge- neración" renace el interés por la arquitectura vernacu- lar al unísono de esta sensibilidad por el lug;ar.18

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haciendas de Guadalajara (México). En su obra existe una evidente influencia mediterránea, de raíz árabe.

Ferdinand Bac tuvo sobre Barragán se expresa en el tipo de espacio laberíntico y escalonado que crea y en la cons- tante presencia del agua y la vegetación.

El catalán José Antonio Coderch (1913-1984) ofre-

111 11 bientales, como objetos reunidos en el lugar, como ar- una obra que se integra sabiamente en el contexto paisa- 1

II 1 11 lunar, precisamente, como la adecuada relación entre la con resonancias surrealistas y con formas pertenecientes I