Un día, en la escuela 23, los chicos de 4º B estaban estudiando geometría y Mariela, la señorita, les dijo:

-Vamos a la biblioteca a buscar los cuerpos geométricos.

Los chicos se preguntaban por qué iban todos juntos… Les pareció muy extraño. Cuando llegaron a la biblioteca la seño golpeó la puerta. Pero nadie respondió. Volvió a golpear. Seguían sin contestar… Mariela abrió la puerta.

La biblioteca estaba silenciosa, oscura y vacía.La seño dijo: - ¡Qué raro que Silvia no esté!Los chicos estaban sorprendidos de que la

puerta estuviera sin llave y estuviera la campera de la bibliotecaria en su silla, pero ella no. En la mesa también había una taza con un saquito de té. ¿En dónde estaría la seño?

Entonces, un alumno llamado Elías vio unos zapatos detrás de la cortina y se asustó.

Otros chicos también observaron lo mismo y sintieron miedo. Vanesa, Lisbette y Mayra vieron unas manos que se movían detrás de la cortina, imitando unas garras como si los chicos fueran sus presas.

Todos estaban paralizados. ¡Excepto Melina, que no se había dado cuenta de nada y estaba poniéndose manteca de cacao en los labios muy cerca de la cortina, dándole la espalda!