Introducción

Sudáfrica, un país lleno de contradicciones.

Sudáfrica está ubicado en el extremo austral del continente más pobre y desigual de la tierra. A pesar de su gran desarrollo, a comparación con los otros países del continente, Sudáfrica tiene todavía una gran desigualdad social.

Geográficamente, se encuentra alrededor de Namibia, Botsuana, Zimbabue, Mozambique y Suazilandia. Al interior del país se encuentra Reino de Lesoto. Sus capitales son Pretoria que es la administrativa, Bloemfontein que es la judicial y Ciudad del Cabo que es la legislativa.

Su historia comienza con los primeros asentamientos humanos, que datan de épocas muy tempranas según los restos arqueológicos encontrados. Durante los últimos 100.000 años, la población estuvo compuesta por pequeñas comunidades nómades de cazadores recolectores y posteriormente en el año 2.000 a.C, estos fueron desplazados por una sociedad pastora recolectora.

A pesar de la diferencia en estilos de vida, su pensamiento no fue tan diferenciado.

Pero la verdadera relevancia histórica comienza con la llegada de los portugueses a Sudáfrica en 1487, un viaje tormentoso que logró Bartolomé Díaz. La experiencia de estos navegantes sirvió solamente como ruta y vestigio histórico escrito del lugar, pero el verdadero choque cultural entre los europeos colonizadores y los autóctonos de la región fue dado por los Holandeses en 1652 quienes iban por las compañía holandesa de las Indias Orientales y que durante el siglo XVII y XVIII extendieron sus colonias por todo el territorio.

Ante esto tuvieron la resistencia de los khoikhoi, indígenas de la región, quienes lucharon por su ganado y tierra, pero su resistencia no duro demasiado y terminaron trabajando como esclavos para estos europeos. A pesar de esto, la necesidad de más trabajadores hizo que los colonos trajeran esclavos de Indonesia, Madagascar e India, favoreciendo la mezcla racial con los mismos europeos.

Tras la derrota holandesa en la cuarta guerra anglo-holandesa y su posteriormente bancarrota, los británicos tomaron posición de la Colonia del Cabo en enero de 1806 y siguieron su colonización por la frontera oriental de Sudáfrica derrotando a los Amaxhosa. Por problemas políticos y económicos, Inglaterra abolió definitivamente la esclavitud en todas sus colonias en 1833. Pero no duro mucho tras los descubrimientos de diamantes en 1867 y de oro en 1886 , que animaron el crecimiento de la economía y la inmigración.

Los Bóers, resistieron la primera oleada británica en 1881. Pero para la segunda oleada, entre 1899 hasta 1902 los Bóer tuvieron que unirse con los alemanes de la África del Sudeste. A pesar de su fiereza fueron derrotados por los Ingleses, quienes declararon su soberanía sobre los gobiernos Afrikáner en el tratado de Vereeniging, que además les quitaba el derecho a boto salvo en Colonia del Cabo.

Luego de cuatro años se creó la Unión Sudafricana a partir de la Colonia del Cabo, la Colonia de Natal y las repúblicas del estado libre de Orange y el Transvaal, el 31 de mayo de 1910.

Para 1934, la Unión Sudafricana se unió con los partidos nacionales para una reconciliación interracial pero que duro muy poco a raíz de la decisión de entrada del país en la Segunda Guerra Mundial como aliado del Reino Unido porque la parte más conservadora del Partido Nacional simpatizaba con la Alemania nazi , que en el futuro crearía el apartheid , ósea la búsqueda de la segregación racial.

En 1948, el apartheid (del Afrikaans "separación”) se hizo sistema de gobierno con la llegada del poder del partido nacionalista, creando un conjunto de leyes que separaban a la población blanca de la población negra, como el derecho a voto sólo para los blancos, la legalidad de la diferencia de sueldo de un blanco ósea que ganara más que un negro por el mismo trabajo, la separación de la educación y su limitación en ella para los sudafricanos negros, entre otras cosas más.

Después de sangrientos enfrentamientos, 31 de mayo de 1961, Sudáfrica deja de ser colonia Británica y se declara República.

Pero esto no fue en ventaja de los sudafricanos de color y con el tiempo el apartheid provocó un repudio en ellos y en la misma comunidad mundial, que apartó a la racial Sudáfrica en relaciones diplomática y eventos deportivos como de los Juegos Olímpicos y de las Copas Mundiales de fútbol y rugby; mientras que adentro del país, el Congreso Nacional Africano, movimiento contra-apartheid, manifestaba su descontento mediante huelgas, marchas, protestas y sabotajes que obviamente, fueron reprimidos por el gobierno.

En 1989 Frederik De Klerk, comenzó la desintegración del apartheid, permitiendo el ejercicio libre del Congreso Nacional Africano y otras organizaciones políticas de izquierda, y se liberó a Nelson Mandela tras 27 años de prisión.

En 1993, en un referéndum, le permitió el derecho a voto a la mayoría negra y en 1994 se realizaron las primeras elecciones democráticas en el país: Nelson Mandela fue elegido Presidente de la República, terminando con el aislamiento internacional del país.

Sudáfrica es actualmente el país más avanzado en políticas sociales y económicas del todo el continente africano y próximamente se realizará el primer Mundial de Fútbol en África, demostrando su prestancia a nivel mundial, pero este no indica que no sea un país que tiene mucho que superar.

Esta joven nación republicana todavía tiene en su gente el fantasma del apartheid, ya no en leyes sino en las diferencias económicas, sociales y educacionales entre población sudafricana negra y blanca.

Su diversidad cultural por toda su historia y sociedad hace de Sudáfrica un país lleno de contrastes interesantes y fascinantes, que atrae a 8 millones de turistas de todo el mundo, cada año.

Origen de Sudáfrica

La historia escrita de Sudáfrica comienza con la llegada de los portugueses. En 1487 Bartolomé Díaz fue el primer europeo en alcanzar el punto más meridional de África, y lo denominó Cabo das Tormentas (Cabo de las Tormentas) debido al mal tiempo que experimentó en la región. Sin embargo, cuando volvió a Lisboa cargado de noticias sobre el descubrimiento, el monarca Juan II de Portugal quiso cambiarle el nombre por el de Cabo da Boa Esperança (Cabo de Buena Esperanza) y prometió establecer desde ese punto una ruta marítima para que los portugueses pudieran ir a buscar las riquezas de la India. Más tarde el gran poeta portugués Luís de Camões inmortalizó el viaje de Bartolomé Díaz en el poema épico Os Lusíadas (publicada en 1572), concretamente con el personaje mitológico Adamator, el cual simboliza las fuerzas de la naturaleza que los navegantes portugueses tuvieron que superar durante la circunnavegación de los cabos. Los primeros relatos escritos de la historia de Sudáfrica se obtuvieron de los primeros navegantes y los náufragos supervivientes. Durante los dos siglos posteriores a 1488 los marineros portugueses realizaron algunos pequeños acuerdos de pesca en dicha costa, pero no se conserva ningún documento escrito sobre éstos.

Camões hace comenzar su poema, tras unos versos prologales, cuando los Lusiadas ya han entrado en el Índico por el canal de Mozambique. Entonces los dioses se reúnen y toman sus encontradas decisiones, traducidas en varios choques entre Baco y Venus, hasta que llegan a Melinde. Es allí donde Vasco explica extensamente su viaje hasta allí, incluidas la maldición profética del gigante Adamator; y toda la historia y su vocación expansionista de Portugal contra los infieles: primero los moros de España y África, y ahora la India, adonde el Indo y Ganges han invitado a venir al rey D. Manuel. Cuando acometen la última etapa del viaje siguen los enfrentamientos; y a la vuelta Venus decide premiarlos con una recepción con las Nereidas en una Isla que al efecto hace emerger del mar; y Tetis profetiza la futura suerte del Imperio portugués allí y en toda la costa asiática.

Os Lusíadas

El nombre de Os Lusíadas significa "los hijos de Luso". Según la leyenda, los portugueses descienden de Luso, hijo del dios Baco, que conquistó por las armas el territorio que después será Lusitania, o sea, Portugal. La palabra fue creada por el humanista André de Resende, y Camoes la empleó por primera vez en lengua portuguesa. Este nombre colectivo indica claramente que el sujeto épico del poema no es un hombre concreto, sino el pueblo portugués.

El poema comienza cuando ya los navegantes se encuentran en el Océano Índico. A continuación se refieren las aventuras anteriores, desde la desembocadura del Tajo, a lo largo de las Canarias, Cabo Verde, Sierra Leona, el Congo, el extremo de África y la punta oriental de este continente, una travesía marcada por innumerables avatares (como la epidemia de escorbuto que causa muchas bajas entre los marineros).

Continúan luego hacia Mozambique, donde los musulmanes les salen al paso, aparentemente con buenas intenciones. El almirante recibe entonces al jeque en la nave, pero a la inicial relación amistosa pronto se suman envidias y temores, por lo que los portugueses ponen rumbo a Mombasa.

Les sorprende una tempestad en el mar, que amaina por la mañana y permite al buque arribar a las costas de Calicut, la mayor de las ciudades de Malabar (en la India). En Calicut se repite la experiencia de Mozambique y los conquistadores, tras eludir las emboscadas, consiguen huir en dirección a Lisboa. En su camino de regreso, Venus les conduce -como premio a sus fatigas- a una isla paradisíaca: este constituye uno de los episodios más vivos del poema. Embarcan de nuevo y ya sin detenerse llegan a Lisboa con un único tesoro: la noticia del descubrimiento.

Religión

En cuanto a la religión cerca de dos tercios de los sudafricanos son cristianos, principalmente protestantes.

Esta influencia cristiana comenzó a desarrollarse a partir del siglo XV donde comienzan a llegar los primeros “misioneros” cristianos.

Pero ha sido sobre todo en siglo XX cuando las iglesias cristianas fueron ganando más y más adeptos hasta convertirse en mayoritarias aunque no solo han llegado religiones venidas de otros continentes. Desde mediados del siglo XIX comenzaron a surgir aquí nuevas religiones que unían tradiciones espirituales autóctonas con sus creencias cristianas a las que se les llamó independientes. En 1.970 se estimaba que existían unas 5.000 iglesias cristianas independientes repartidas entre unos 300 grupos étnicos diferentes. Actualmente se cree que son más 3000 en Sudáfrica.

Las religiones tradicionales sudafricanas creen en un Dios creador que gobierna todo pero, además de él, creen que en la naturaleza existen otras fuerzas espirituales encarnadas en diferentes deidades que están cerca de los humanos y que les pueden resultar beneficiosos o malignos. Los Zulú , por ejemplo, creen que estas energías espirituales pueden emplearse en su beneficio o que les pueden causas todo tipo de desgracias. Estas fuerzas están presentes en los bosques, en los montes, en los ríos, en determinados animales, árboles o plantas.

En muchas sociedades sudafricanas el culto a los antepasados es el centro de la actividad religiosa. No existe uniformidad en este culto y depende de cada grupo étnico.

Este es un cuadro de las religiones existentes en Sudáfrica de acuerdo al censo del 2001

Religión: Nº de Fieles %

Cristiana 35 750 636 79,8%

Tradicional africana

125 903 0,3%

Judaísmo 75 555 0,2%

Hinduismo 551 669 1,2%

Islam 654 064 1,5%

Otra 283 814 0,6%

Sin religión 6 767 165 15,1%

No determinada 610 971 1,4%

Total 44 819 778

Identidad de género

En Sudáfrica, al igual que en la mayoría del planeta, la situación social de la mujer es de inferioridad respecto al hombre en muchos aspectos de su vida, donde es discriminada y disminuida, pesar de ser un país donde las mujeres están presentes en todos los ámbitos de la vida pública. La discriminación del llamado sexo débil persiste todavía debido a un círculo vicioso en el que se entrelazan falta de educación, pobreza y tradición.

Las mujeres dependen todavía de sus maridos para vivir, por lo que aguantan todo tipo de maltratos. Entre ellos, hay dos que no suelen considerarse hechos denunciables si se producen en el seno del matrimonio: la violación y la negativa a usar el preservativo.

En zonas rurales las mujeres son las encargadas de realizar los trabajos que tienen que ver con el cuidado de la casa, de los hijos, y la obtención de alimentos. Mientras que los hombres son los encargados de conseguir el dinero, tarea que mayormente la realizan yendo al mercado a vender variedades de productos, y de manera esporádica.

El otro gran problema es la violencia sexual en un país ya de por sí violento que cuenta con una de las tasas de criminalidad más altas del mundo. En los últimos ocho años, el número de violaciones denunciadas no ha bajado de 50.000 y, según datos del Centro de Crisis contra la Violación de Cape Town, sólo se denuncian uno de cada 35 casos, y donde cada 25 violadores, 24 quedan en libertad,

Aún peor, las mujeres que se atreven a hablar no son tratadas adecuadamente en las comisarías ni en los hospitales y, en muchas ocasiones, se arriesgan al escarnio público.

Por muchos años en el ámbito legal y social, las mujeres eran consideradas ciudadanos de segunda clase; discriminación incrementada para las féminas de raza negra, debido a su color de piel. De hecho desde 1994 se legalizó el sufragio femenino para las mujeres de raza negra, ya que desde 1930 podían votar sólo las mujeres, pero sólo de piel blanca.

Pero a pesar de que existan leyes que le den a la mujer una igualdad respecto al hombre, estas no se llevan bien a cabo. De hecho, la presidenta de la Comisión sobre Igualdad de los Sexos, Joyce Piliso-Seroke dijo: “El gobierno habla mucho de igualdad de los sexos sin aplicarla. Las leyes sobre la violencia doméstica o las pensiones a las que tienen derecho las mujeres separadas no serán más que palabras mientras no existan infraestructuras que garanticen su aplicación.”

La Carta de Derechos Humanos declaró la igualdad de género entre hombres y mujeres.Esta les dio a las mujeres de raza negra la tutela de los menores y el derecho de propiedad, que era privado solo para las mujeres blancas. Aún con esta declaración de igualdad, las mujeres de raza negra, siguen siendo económicamente desfavorecidas, ocupando el mayor número de desempleo y trabajos peor remunerados, y sueldos inferiores respecto a los hombres en el mismo puesto de trabajo.

Una gran contradicción que se puede exhibir en Sudáfrica, es que en a pesar de que la mujer sea muy discriminada en casi todos los ámbitos de su vida, el país ocupa el séptimo lugar en el mundo en cuanto a representación femenina en el Parlamento (25%). También se encuentra en el puesto nº6 de los países con menor brecha de género.

¿Cómo nos explicamos esto?

Debido a que estos índices de estudio no se fijan en la violencia contra las mujeres y otros temas de género similares, si no, que se ve a las mujeres como recursos, (centrándose) en cuán bien un país determinado invierte en

esos recursos (en términos de educación y salud) y en cómo esos recursos son puestos a producir. Y medimos brechas, no niveles.

El porqué de esta gran diferencia entre hombres y mujeres se debe principalmente a las antiguas tradiciones y costumbres sudafricanas enraizadas en la sociedad (por ejemplo en el tema del matrimonio las mujeres no participan en el proceso de elección de esposo, si no que la familia es la encargada hacerlo)

La sociedad patriarcal que fomenta la poligamia y estimula el poder del hombre.

El racismo aun existente que priva a millones de mujeres negras sudafricanas construir una vida segura

Y también la desigualdad en la educación entre hombres y mujeres.

Tradiciones

La diversidad de la población sudafricana ha dado lugar a una cultura variada y enriquecedora. El mestizaje en las zonas urbanas ha promovido la desaparición de algunas tradiciones, pero aún así se han conservado gran mayoría de ellas.

El apego a la religión y a la brujería (llamada “sangomase”), ha sido muy influyente en sus costumbres y tradiciones.

Una tradición importante es cuando un hombre quiere casarse con una mujer. Este debe pagar un tributo, que en realidad es una compensación que el novio hace a la familia de la mujer por quitarle una hija.

Otra tradición conocida es la circuncisión artesanal que les hacen a los jóvenes, cuando estos se convierten en adultos, y que ocurre cuando el padre decide que está listo para ir a la “cabaña”. Este período dura 6 semanas aproximadamente y sirve para que el joven aprenda las tradiciones de su etnia; esta preparación culmina con su circuncisión.

Alrededor de todo el año, se celebran diversas festividades, que celebran principalmente logros sobre los derechos humanos y la igualdad social:

1 de enero: Día de Año Nuevo.

2 de enero: carnaval de Ciudad del Cabo.

21 de marzo: Día de los Derechos Humanos.

27 de abril: Día de la Libertad (fiesta nacional).

1 de mayo: Día del Trabajo.

16 de junio: Día de la Juventud.

9 de agosto: Día Nacional de la Mujer.

24 de septiembre: Día de la Herencia.

16 de diciembre: Día de la Reconciliación.

25 de diciembre: Navidad/Día del Entendimiento Mutuo (Day of Goodwill).

Educación en Sudáfrica

Tras llegado el nuevo gobierno democrático al país en 1994, el nuevo presidente de la república de esa época, Nelson Mandela, se había dado cuenta de que la educación de su pueblo era necesario, tras toda la deserción escolar de muchos jóvenes que gastaban su tiempo en protestas en contra del apartheid (en 1991 llegaban a los 3.000.000).

El antiguo sistema escolar segregaba a los sudafricanos no solo en razas si no también en nivel de educación, la cual era abismante. Estadísticas informaban alarmantes cifras como:

El porcentaje de alfabetización de la población blanca adulta era de 93%, que contrastaba con el de la población negra, quera un poco superior al 32%. Mestizos y asiáticos registran porcentajes del 62% y el 71%, respectivamente.

El 66% de los estudiantes negros abandonan la escuela, y de los que continúan, sólo el 45% aprueba los exámenes finales de la enseñanza secundaria, en comparación con el 95% de los blancos.

Para Mandela, el trabajo no sería fácil, pues no contaba con el profesorado para reivindicar la situación, ya que existía un profesor para 80 alumnos aproximadamente.

Su partido quería cambiar la cifra incorporando todos los años 20.000 profesores para alcanzar la proporción de un profesor por 40 alumnos. Además le faltarían 70.000 nuevas salas de clases para sus nuevos estudiantes, que completarían los 9 años de educación obligatoria y gratuita que el gobierno impondría para todos sus estudiantes.

Los planes de Mandela y del partido de gobierno, el Congreso Nacional Africano en 1994 se ha superado en hoy. Sudáfrica gasta el 20% de presupuesto fiscal en educación.

En la actualidad el Estado establece las políticas nacionales de educación, pero la responsabilidad administrativa recae en las provincias. La vida escolar comienza del grado 0 o clase R (de recepción) hasta el grado 12 que es el año de matriculación, pero es obligatoria hasta el grado 9 que corresponde hasta los 15 años.

Luego la formación Básica de Adultos ósea la educación secundaria va desde los grados 10 a 12, con estudios de formación para una educación superior o técnica donde los diplomas y certificados son títulos reconocidos en este nivel.

Las universidades son recientes en Sudáfrica, aunque son subvencionadas por el Estado, ellas tiene un poder autónomo. Para entrar a estos estudios que cubren hasta doctorados, se necesitan el “MATRIC aprobación” o sea el doceavo grado aprobado aunque algunas universidades fijan requisitos académico.

Sudáfrica tiene 24 instituciones de educación superior financiadas por el Estado. Johannesburgo, es la ciudad universitaria de Sudáfrica, con distintas universidades públicas como de la Universidad de Witwatersrand y la Universidad de Johannesburgo, está última formada el 1 de enero del 2005 de la fusión de 3 universidades técnicas y profesionales..

Esta universidad ofrece educación en inglés y español, además de tomar cursos en cualquier idioma oficial sudafricano e imparte a más de 45.000 alumnos, carreras de educación técnica y profesional.

Nivel de desarrollo en Sudáfrica:

El nivel de desarrollo de los países esta dado por el índice de desarrollo humano (IDH) que está elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y está compuesto por tres parámetros: Vida larga y saludable, Educación y Nivel de vida digno.

1. Vida Larga y Saludable:

La esperanza de vida en Sudáfrica es de 43, 27 años, que lo ubica en el puesto 213 en grupo de 225 países; su esperanza de vida es inclusive, menor que el promedio del continente con 49,1 años.

Esto se debe principalmente por la gran difusión del Síndrome de la Inmuno-Deficiencia Adquirida o SIDA en este país.

Este problema, fue un tema no reconocido por las autoridades sudafricanas quienes apelaban a otros factores la baja esperanza de vida, como a la malnutrición y al elevado nivel de pobreza. Tras la gran presión social, recién en 2007, el gobierno comenzó a buscar iniciativas contra el SIDA.

Una de las iniciativas del gobierno y de otras entidades privadas fue la creación de los “Orfanatos SIDA”. Se estima que actualmente hay 1.200.000 huérfanos en Sudáfrica por esta causa.

Según un estudio realizado en el 2005, se descubrió que más del 31% de las mujeres sudafricanas embarazadas estaban infectadas con VIH y la tasa de infección entre los adultos casi alcanzaba el20%. En la actualidad, hay aproximadamente cinco millones de personas están infectadas por esta enfermedad.

El SIDA no solo afecta la esperanza de vida del país, sino también al desarrollo económico y a los niveles de pobreza, pues generalmente las personas que mueren por esta enfermedad son trabajadores que mantiene a una familia, la cual pierde sus ingresos tras el deceso.

2. Educación:

La taza de alfabetización del la población total sudafricana mayores de 15 años es el 86,4%.

La tasa de alfabetización masculina es superior a la femenina con una diferencia del 1,3% , puesto que los hombres tiene un 87% de alfabetización contra el 85,7% de las mujeres, según una estadística del año 2003.

3. Nivel digno de vida:

El PIB o Producto interno bruto, que es la suma de todos los bienes y servicios finales producidos por un país en un año, dividido por la población promedio del mismo año. Este indicador permite ver el nivel económico de un país medido en dólares.

Según el Fondo Monetario Internacional en el 2008, ubicaba a Sudáfrica en el puesto 77 de 180 países perteneciente a este fondo con un promedio de U$5.693 por cada habitante aproximadamente.

Esto se debe gracias a que Sudáfrica es uno de los mercados más emergentes y prometedores del mundo, siendo también una de las economías más avanzadas y productivas de África debido a su variedad de recursos naturales, especialmente de recursos mineros, de los cuales son principalmente productores de manganeso, platino, oro y cromo.

Sus principales socios comerciales son Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, China, Japón y Francia.

Sus importaciones son de maquinaria, de equipo para transporte, de bienes manufacturados, químicos y petróleo.

Su alto nivel de desempleo, de un 25,6%, deja entrever la falta de políticas sociales de trabajos remunerados para pobladores de estudios escasos o nulos. Esta población vive con menos de 1,25 dólares al día.

A pesar de que los datos económicos son buenos, la desigualdad económica y de calidad de vida es tremenda. Por ejemplo:

70% de las viviendas cuentan con electricidad para alumbrado, 50% para calefacción y 52% para cocinar. 72% de las viviendas tienen acceso a redes de agua potable ya sea en sus hogares, sitios o a una distancia

de 200 m. 42% de las viviendas tienen acceso a teléfonos de red fija o celular. Uno de cada siete viviendas no tiene WC. 73% de las viviendas tienen radio, casi 54% tienen televisor y 51,2% tienen refrigerador.

Sólo 8,6% de las viviendas tienen un computador. Menos de 2% de viviendas de negros tienen computador comparado con 46% de hogares de blancos.

Grupos Étnicos

La mayoría de la población son negros de origen africano en un 79,6%, xhosa, zulu, y otros 8 grupos. El porcentaje sin embargo es el más bajo del África subsahariana, el multirracismo y la multiculturalidad existentes le ha valido el nombre del país del arcoiris. El 9,2% de los sudafricanos son de raza blanca, de origen holandés (bóers) o británico. Un 8,8% son mestizados llamados coloured, descendientes de los bóers y esclavos de origen malayo o africano. Un tercer grupo es el de los asiáticos (indostaníes en un 91%) que viven sobre todo alrededor de Durban representa el 2,4% de la población. De los cuatro grupos étnicos, solo la población blanca se está reduciendo debido a la baja tasa de fecundidad y a la emigración de sudafricanos blancos hacia Europa, América del Norte y Oceanía.

Desde la caída del régimen del Apartheid en 1994, unos 850.000 sudafricanos blancos (un 16% del total) han emigrado, sobre todo a Reino Unido y Australia ante el incremento de la inseguridad y de las medidas de discriminación positiva. Ante esta situación, desde 2006 el gobierno ha comenzado a tomar medidas incentivas para reducir la emigración de la cualificada población blanca, del mismo modo se han iniciado medidas a favor del retorno de los emigrados. Durante los últimos años había signos de que algunos de estos emigrantes habían empezado a volver a Súdafrica y según los más recientes informes del instituto de estadística de Súdafrica (StatsSA) el número de blancos en el país ha crecido por primera vez desde hace muchos años.

La principal religión tanto entre los negros como los blancos es el cristianismo, mayoritariamente reformado. Pero también se practican cultos tradicionales africanos, el Islam, el Mormonismo, y el Hinduismo, también subsiste una comunidad judía (3% de los blancos).

Idioma

Sudáfrica es un país multilingüe donde la mayoría de la población habla al menos dos idiomas diferentes.

Son once los idiomas oficiales: zulú (23,8%), xhosa (17,6%), afrikáans (13,3%), sotho del norte (9,4%), tswana (8,2%), inglés (8,2%), sotho(7,9%),tsonga (4,4%), swazilandia (2,7%), venda (2,3%) y ndebele (1,6%).

El inglés y el afrikáans son lenguas indoeuropeas. El inglés es usado como vehículo de comunicación entre todos los sudafricanos y el afrikáans derivado del holandés, es usado por los bóer y también por los coloured.

Existen también ocho idiomas no oficiales, que son autóctonos de los antiguos pueblos de cazadores-recolectores nómadas del sur de África. Estos son el fanagalo, khoe, lobedu, nama, norte ndebele, phuthi, san, y sudáfrica (lenguaje de señas).

A pesar de que el zulú es el idioma más extendido, la mayoría de los habitantes de las grandes ciudades habla inglés. De hecho, todos los documentos oficiales están redactados en inglés, al igual que las señales de tráfico, la mayoría de los periódicos, y las estaciones de radio que emiten sus programas en este idioma.

Debido a la multiplicidad de lenguas, en las conversaciones informales se suele utilizar un vocabulario formado por préstamos lingüísticos de diferentes las diferentes lenguas habladas en este país.

Estereotipos

Los sudafricanos no aceptan de muy buena manera sus estereotipos ya que son generalmente negativos especialmente aquellos vinculados al partido gobernante (Congreso Nacional Africano), porque algunas personas blancas, tanto en el país como en el extranjero, piensan que los africanos son corruptos y que por lo tanto pueden tener éxitos en los negocios solamente a través de la corrupción.

Los autores señalan que "sin duda la corrupción se aceleró a raíz de que los servicios públicos se vieron cuestionados en el contexto de la ideología liberal, y de las insuficiencias del Estado; pero sobre todo, a causa del empobrecimiento masivo de la población", según afirma Rene Owana.

Otro estereotipo que destaca en Sudáfrica es que son racistas por todo este fenómeno de la apartheid y que son atrasados culturalmente hablando ya que a pesar de todas las riquezas que posee su continente no son parte de los países desarrollado y tienen un índice muy alto de pobreza.

Ahora por ser sede del Mundial Sudafrica 2010 los sudafricanos tienen la tarea de dejar de lado los estereotipos para que todo el mundo conozca a la verdadera Sudafrica, una tierra multicultural llena de matices.

Literatura

Sudáfrica es quizá el país de África con una tradición literaria más sólida. Sus dos premios Nobel (Nadine Gordimer y JM Coetzee) han conseguido hacer llegar su voz a todo el mundo. Pero la literatura de este país es mucho más rica: negros, mestizos, asiáticos y blancos se han sumado a corrientes literarias de tipo muy diverso.

Las peculiaridades de la sociedad de Sudáfrica y su historia política han hecho posible que aparezcan escritores cuyos temas van más allá del apartheid (tan característico de la literatura sudafricana) como la vida rural de los afrikáners (grupo étnico germánico presente en Sudáfrica)

- Escritores de habla inglesa:

Destaca Olive Shreiner, simpatizante de los afrikaners quien habla del cinismo del imperialismo británico representado en Cecil Rhodes (empresario britanico fundador de De Beers) y de la rigidez del sistema social afrikaners.

Tambien Alan Paton publicó “Cry, the Beloved Country” en 1948, novela que se transformó en best-seller. Una de las escritoras más importantes fue Nadine Gordimer que con su historia “July's People” fue galardonada con el premio Nobel de literatura en 1991.

- Escritores Afrikaners:

En 1907 organizan su propia sociedad literaria y ya en 1914 cuentan con un premio literario para las obras escritas en afrikáns, el premio Hertzog.

La poesía se desarrolló con Eugène Marais, Louis Leipoldt y Jan Celliers. Estos se inspiraron en las consecuencias de las guerras de los Bóers, los sufrimientos padecidos por estos en los campos de concentración británicos, en los paisajes, religión y la fe. Un poema lírico de Cornelis Jacobus Langenhoven se convirtió en el himno nacional de Sudáfrica, “Die Stem van Suid Afrika”

Durante los años 1930 y 1940, el movimiento de los Dertigers, capitaneado por N.P. Van Wyk Louw, D.J. Opperman y Uys Krige, se preguntaba sobre el sentido de la vida, mostrando las inquietudes del pueblo en busca de su identidad.

A partir de los años 1960, un colectivo de escritores, los Sestigers, explicaron las angustias y los conflictos de los afrikáners modernos. Abordaron cuestiones como el sexo, la moral de la iglesia reformada y el apartheid. Por concentrarse tanto en el apartheid André Brink fue el primer escritor afrikáner en ser prohibido por el gobierno del país tras la publicación de su obra A Dry White Season, la historia de un sudafricano que descubre la verdad sobre un amigo negro asesinado por la policía. Breyten Breytenbach por otro lado fue detenido por su adhesión a la lucha contra el apartheid.

A partir de 1994, las figuras más comprometidas políticamente fueron John Maxwell Coetzee y Karel Shoeman. Mientras que las obras de Karel Shoeman se centran en el esplendor pasado de su tierra; las obras de Coetzee describen la «soledad del hombre blanco» y las angustias de su país. En este último 2003 fue galardonado con el Premio Nobel de literatura.

- Escritores Negros:

La revista Drum le dio voz a la cultura negra por la década de los 50’s con sus sátiras politicas, ficción y ensayos.

A partir de 1970 numerosos escritores negros destacaron, como Mongane Wally Serote, cuya obra “No Baby Must Weep” muestra una visión de la vida cotidiana de los negros durante el apartheid. Otro escritor

negro celebre es Zakes Mda quien escribió poesía además de novelas y obras de teatro.

Conclusiones

Con nuestro informe hemos sacado múltiples conclusiones y hemos aprendido bastante sobre lo que es la identidad de la cultura sudafricana. El por qué los extranjeros tenemos una visión determinada de ellos y como se fue formando esta visión. Las expondremos mediante un punteo:

A pesar de que el apartheid se terminado, las diferencias raciales entre los mismos sudafricanos no se ha terminado, porque siguen sintiéndose excluidos en su mismo continente. Si el apartheid hubiese sido superado podrían sentirse todos como una nación, ya no serian negros o blancos, sino hermanos sudafricanos.

La diversidad cultural se debe por el proceso de colonización y la gran riqueza ancestral de todos sus grupos étnicos , que son muy diversos.

Que la calidad de vida Sudáfrica va en aumento bastante favorable para ser una nación democrática tan joven.

El Estado es pieza fundamental en crecimiento de su pueblo, que debe cuidar y proteger su patrimonio cultural indígena, aumentar la escolaridad de su país, tratar que la riqueza del país sean bien administradas y repartidas entre sus cuidadanos en proyectos en pro de la sociedad, como buscar de un método preventivo contra el sida.

En el ámbito religioso podemos concluir que la influencia extranjera en Sudáfrica terminó por desplazar la religión nativa, quedando como predominante el cristianismo. Con esto ocurrió un hecho curioso, algunas iglesias cristianas, probablemente con el fin de atraer más adeptos, comenzaron a fusionar creencias africanas con creencias cristianas. Así Sudáfrica a pesar de la colonización tan violenta que sufrió aún así intentó mantener sus costumbres.

La literatura sudafricana fue fuertemente influenciada por el contexto histórico del continente. Ya que sus novelas más celebres fueron las que hablaban del Apartheid, fenómeno de segregación social de suma importancia en Sudáfrica.

 

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