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El Zaguán de Oro Puquio .. La Pluma del Viento Página 1 MUJERES CIENTIFICAS EJEMPLO A SEGUIR Durante la semana pasada, hemos tenido la visita de tres jóvenes peruanas, científicas, que trabajan en la NASA, Aracelly Quispe, nacida en Motupe (Piura), Melissa Soriano hija de padres Huaracinos y Rosa Ávalos de Chilca, es decir provenientes de lugares casi desconocidos por el centralismo limeño. Me emocionó esta procedencia, pues demostraba el carácter liberador de la ciencia, y que ella no pertenece a un solo país, o continente, sino a la humanidad, sino que es propiedad de aquellos que están dispuestos a hacer el esfuerzo de aprenderla, de los espíritus libres que se rebelan contra las dominaciones, fatalismos, tiranías u obscurantismos medioevales y contemporáneos. Por eso, siendo esta una lucha fuerte, se requiere la presencia de los hombres y mujeres más brillantes. Consecuentemente no podemos darnos el lujo que siendo un país de muchas necesidades no contemos con la inteligencia de la mujer en mayor número de profesionales en ciencias e ingeniería. La presencia de estas tres peruanas científicas exitosas causó furor. La novedad era doble, la primera que eran científicas, y la segunda que eran mujeres. Sabido es que ellas (las mujeres) en nuestro país, por lo general, cuando estudian se dedican a carreras lo más alejado posible de los números (ciencias e

JOVENES CIENTIFICAS EJEMPLO A SEGUIR

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La Pluma del Viento Página 1

MUJERES CIENTIFICAS EJEMPLO A SEGUIR

Durante la semana pasada, hemos tenido la visita de tres jóvenes peruanas, científicas, que

trabajan en la NASA, Aracelly Quispe, nacida en Motupe (Piura), Melissa Soriano hija de padres

Huaracinos y Rosa Ávalos de Chilca, es decir provenientes de lugares casi desconocidos por el

centralismo limeño. Me emocionó esta procedencia, pues demostraba el carácter liberador de

la ciencia, y que ella no pertenece a un solo país, o continente, sino a la humanidad, sino que

es propiedad de aquellos que están dispuestos a hacer el esfuerzo de aprenderla, de los

espíritus libres que se rebelan contra las dominaciones, fatalismos, tiranías u obscurantismos

medioevales y contemporáneos. Por eso, siendo esta una lucha fuerte, se requiere la presencia

de los hombres y mujeres más brillantes. Consecuentemente no podemos darnos el lujo que

siendo un país de muchas

necesidades no contemos

con la inteligencia de la

mujer en mayor número

de profesionales en

ciencias e ingeniería.

La presencia de estas tres

peruanas científicas

exitosas causó furor. La

novedad era doble, la

primera que eran

científicas, y la segunda

que eran mujeres. Sabido

es que ellas (las mujeres)

en nuestro país, por lo

general, cuando estudian

se dedican a carreras lo

más alejado posible de

los números (ciencias e

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ingeniería). En los países de la Comunidad Europea, el número de estudiantes que siguen estas

carreras no superan el 30%. (Estudio, SHE 2012), en el caso peruano estas cifras deben ser

mucho menores. Esta ausencia de la mujer en ciencias duras e ingeniería, refleja el carácter de

la sociedad, proclive al dominio del hombre, en desmedro de la mujer, este problema de

género, que se refleja en muchos otros campos, también se da en las ciencias.

Este problema tiene

diversas raíces una de las

principales proviene de la

educación donde los

niños son estimulados a

manipular herramientas,

máquinas, instrumentos,

vivir el “mundo

masculino”. Mientras que

a las niñas, se les estimula

al cuidado de la casa,

alimentación, relaciones

personales, vivir el

“mundo femenino”. Estos

intereses luego serán

transferidos en la decisión

de la profesión escogida.

De otro lado los medios

de comunicación

realimentan los estereotipos de la mujer, como aquella vieja historia, de que los hombres y

mujeres tienen aptitudes desiguales para el raciocinio matemático. A pesar que los estudios

demuestran que esto es completamente falso, es decir que aunque existan diferencias

biológicas innatas en el modo como funcionan los cerebros de los hombres y mujeres, eso no

implica una menor capacidad cognitiva de la mujer. Más bien la mayoría de los estudios

considera que la falta de autoconfianza es el principal factor que lleva a las mujeres a

abandonar carreras en las áreas de ciencias e ingeniería. Cuando ellas escuchan repetidas

veces que no son buenas lo suficiente, su autoconfianza decrece y sus ambiciones se acortan.

(Ben Barres, Stanford 2006).

Es en esta línea que destaco, la presencia de nuestras visitantes científicas, pues ellas trajeron

el mensaje de entusiasmo a todas las mujeres, niñas y jóvenes, y promovieron confianza, que

ellas tienen todas las condiciones para estudiar carreras denominadas “masculinas”: Aracelly

Quispe, de Motupe, que estudió Ingeniería de Sistemas en nuestro país, y luego maestría en

Ingeniería Astronáutica en los Estados Unidos, decía: "Siempre he sido una persona que todo

lo que me he propuesto lo he logrado... Con esperanza, paciencia y mucha determinación”;

mientras que Rosa Avalos, de Chilca, que estudió Ingeniera Aeroespacial, e Ingeniería Nuclear

con especialidad en Matemáticas Aplicadas, con mucho orgullo, exclamaba: 'Nadie cree que

alguien que venga de Chilca pueda llegar lejos”, y repetía con fuerza: “hemos llegado al país

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para decirles a las mujeres y especialmente a los jóvenes que con mucho esmero y

dedicación pueden conseguir sus sueños”.

Así, la historia de postergación,

discriminación que ha habido y

aún existe hacia la mujer, en

ciencias e ingeniería, puede ser

revertido principalmente por la

determinación y autoconfianza

de ellas, atrás deberían quedar

las omisiones históricas a

mujeres que trabajaron para el

progreso de la ciencia como,

Rosalind Franklin en el

descubrimiento del ADN, Lisa

Meitner en el descubrimiento

de la fisión nuclear o de la

propia Marie Curie, emblema

de la calidad y capacidad de la

mujer en la ciencia a pesar de

los obstáculos, y que

finalmente ganó dos veces el

premio nobel tanto en química

como física.

Para finalizar, en nuestro hogar

y escuela, entornos muy

cercanos debemos erradicar

esos prejuicios señalados, y

aspirar a tener en cada familia

al menos una profesional en

ciencias e ingeniería, y como a

nivel mundial existe esta

necesidad, los países en el mundo están ofertando becas, con mayor apertura para la mujer,

eso tenemos que aprovechar y tener más Aracellys, Melisas y Rosas, que nos saluden en

quechua, aymara, o awuajun desde la luna o marte.

¡Arriba Perú, Arriba la Ciencia, las mujeres si pueden!

La Pluma del Viento

Lima, 30 de junio de 2013