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ANTONIO MACHADO
Nuevas canciones y De un cancionero apócrifo
1917-1924
Tras la muerte de su esposa Leonor, Machado se siente triste y se trasladó a Baeza. Donde ejercía como profesor.
Entre 1915 y 1918 se licenció en filosofía y letras.
En 1919, se trasladó a Segovia para estar más cerca de Madrid.
Colaboró en la universidad popular de Segovia.
Nuevas canciones
Las poesías son más filosóficas.Hay tres tipos diferentes:· Poemas populares: hablan de Andalucía y Castilla.· Poemas de recuerdos: son más simbólicos.· Nuevos proverbios y cantares: la filosofía desplaza
la lírica.
Poemas POEMAS POPULARES
Los olivos grises,los caminos blancos.
El sol ha sorbidola calor del campo;y hasta tu recuerdome lo va secando
este alma de polvode los días malos.
POEMAS DE RECUERDOS
En Córdoba, la serrana;en Sevilla, marinera
y labradora, que tienehinchada, hacia el mar, la vela;
y en el ancho llanopor donde la arena sorbela baba del mar amargo,hacia la fuente del Dueromi corazón, ¡Soria pura!,
se tornaba... ¡Oh, fronterizaentre la tierra y la luna!
¡Alta parameradonde corre el Duero niño,tierra donde está su tierra!
NUEVOS PROVERBIOS Y CANTARES
Poned atención:un corazón solitariono es un corazón.
Tras el vivir y el soñar,está lo que más importa:
despertar.
1925-1936
En 1927 ingresó en la Real Academia de la Lengua Española.
En 1928, conoció a su segundo amor, Pilar de Valderrama (Guiomar)
En 1932, llegó a Madrid.
De un cancionero apócrifo
Se inventó a los complementarios Juan de Mairena que era discípulo de Abel Martín.
Este libro esta en prosa, aunque tiene algún poema.
Destacan las composiciones que hablan de Guiomar.
Poemas
JUAN DE MAIRENA Y ABEL MARTÍN
El ángel que sabía su secreto salió a Martín al paso. Martín le dio el dinero que tenía.
¿Piedad? Tal vez. ¿Miedo al chantaje? Acaso. Aquella noche fría
supo Martín de soledad; pensaba que Dios no lo veía,
y en su mundo desierto caminaba.
CANCIÓN A GUIOMAR
No sabía si era un limón amarillo lo que tu mano tenía, o el hilo de un claro día,
Guiomar, en dorado ovillo. Tu boca me sonreía.
Yo pregunté: ¿Qué me ofreces? ¿Tiempo en fruto, que tu mano
eligió entre madureces de tu huerta? ¿Tiempo vano
de una bella tarde yerta? ¿Dorada esencia encantada? ¿Copla en el agua dormida?
¿De monte en monte encendida, la alborada verdadera?
¿Rompe en sus turbios espejos amor la devanadera
de sus crepúsculos viejos?
