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1ª virtud moral
¿Qué es ser prudente?
1. Actuar correctamente
2. Saber qué hacer aquí y ahora
Aplicar su
conocimiento a las
distintas circunstancias
Saber práctico
Recta ratio agibilium Recta razón del
obrar Qué cosas hacer
para actuar bien
No hay fin distinto de la actividad.
Se OBRA.
Recta ratio factibilium Recta razón del
hacer Cómo fabricar un
artefacto o llevar a cabo una actividad técnica
Lo fundamental es lo producido, resultado.
Se HACE.
Prudencia Técnica
Obrar y Hacer
Quien comete un error a sabiendas
Quien lesiona a su paciente
sin querer
Es mejor médico
porque sabe más
de Medicina
Es ignorante
de la técnica
médica
aunque sea
mejor
persona.
En el campo de la moral:
Quien hace el mal a sabiendas es mucho peor.
Lo mejor es hacer el bien queriendo hacerlo y evitar el mal queriendo evitarlo.
Al que hace el mal sin querer no lo reprochamos.
Al que se abstiene de hacer el mal o alabamos.
Las dos “P” del hombre
Conductas en el campo de lo bueno y malo.
Deja una huella en nosotros.
Busca actuar: prudencia.
Se ejercitan las virtudes.
El hombre se hace más humano.
Conductas que se mueven por lo útil.
Deja huella en una realidad distinta de nosotros.
Busca saber: técnica.
Se ejercitan las habilidades. El hombre se hace
mejor profesionista.
Praxis Poiesis
Algunas consecuencias
Es prudente, no el que sabe lo que está bien, sino el que sabiéndolo lo hace.
La técnica es neutral, ya que no es capaz de establecer por sí misma criterios de lo bueno y de lo malo. Que una acción sea técnicamente
posible no le da legitimidad moral.
Los hombres son prudentes por su racionalidad. Así se descarta la posibilidad de que
nuestras acciones son sólo la consecuencia del predominio en un momento determinado del instinto más fuerte.
Carácter de la prudencia
Virtud
intelectual
Virtud
moral
Prudencia
• Recalca que las
acciones están guidas
racionalmente.
• Implica “objetividad”:
•Conocer la
realidad como es
y así juzgar la
moralidad de las
acciones.
Conocer mi
realidad y la
realidad fuera
de mí
Prudencia
Fortaleza
FortalezaJusticia
El plus de la prudencia
Los grandes principios de la moralidad no son suficientes. Dan las razones para obrar,
pero la prudencia nos informa acerca de los medios para conseguir una vida moral plena.
Prudencia: virtud que perfecciona al intelecto práctico en la tarea de encontrar los medios que conducen al fin bueno.
Actos de la prudencia
Deliberación Juicio Imperio
Actos de la prudencia
Deliberación Juicio Imperio
• Determinar y ponderar
las alternativas.
• Diálogo con uno mismo
para evaluar los pros y
los contras.
• Intervienen el estudio, la
imaginación, la
experiencia, el prever y el
consejo.
1. Conocer los criterios de decisión
2. Saber que al caso en cuestión le
corresponde aplicar un principio
determinado
Lo deliberable
Se delibera sobre aquello que está a nuestro alcance y es realizable. Es propio del prudente conocer sus posibilidades
y limitaciones.
No se delibera sobre aquello que es necesariamente de una manera, ej: la temporada de lluvias.
Se delibera para actuar,
sobre los medios, Pues los fines son dados por naturaleza
“Si yo ordenara a un generalconvertirse en ave marina, y si elgeneral no obedeciera, no sería laculpa del general. Sería mi culpa”
Antoine de Saint d’ Exupéry
El Principito, cap. x
El Rey al Principito
Actos de la prudencia
Deliberación
Juicio
Imperio
Juzgar acerca de los
medios y determinar
cuál es el más apto.
Actos de la prudencia
Deliberación Juicio Imperio
Fuerza para poner por obra aquello
que se ha visto que debe hacerse.
DECIDIRSE A ACTUAR.•Si falta este acto no se puede
hablar de un hombre prudente,
porque se quedan sabiendo lo
que tienen que hacer pero no lo
hacen.
Es el más importante, porque estamos
en el campo de la praxis.
Vicios opuestos
Inconsideración y precipitación
• No deliberar con profundidad y amplitud
Indecisión
• Impedir llegar a un juicio de lo que ha de hacerse
Negligencia e inconstancia
• Dificultar o hacer imposible realizar lo que se ha determinado
Inflexibilidad
• Dificultar la objetividad del caso y aplicar una misma regla a casos diferentes
¿Y el error?
El hombre prudente también puede equivocarse. Lo propio del prudente
será reconocer su error y volver a buscar el camino correcto y seguirlo.
La solución al problema del error no es conocer todas las casuísticas, sino formarse en virtudes, hacerse de disposiciones que ayuden a decidir bien y ser modelo para los demás.