31
TEMA 12.- EL PROCESO DE TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1978. LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS (1978-2000).- El todavía príncipe Juan Carlos con Franco (izq.) y portadas de periódicos con la muerte de Franco (drch.) 0.- Introducción.- El periodo que transcurre tras la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, se caracteriza por dos hechos políticos muy importantes: la reinstauración de la monarquía (en la figura de Juan Carlos de Borbón y Borbón) y el proceso de reconstrucción democrática. A esto se llama transición democrática, que permite el paso del régimen franquista al monárquico constitucional de una manera pacífica, ordenada y consensuada hasta llegar a la promulgación de la constitución actual. Una vez aprobada esta ley fundamental, empieza lo que denominamos los gobiernos democráticos, que durarán hasta la actualidad, solo que nos centraremos en los que gobiernan hasta el año 2000. “Cuando España dio ejemplo. Algunos fueron a ver el féretro para comprobar si su inquilino estaba realmente muerto, pero los más se acercaron compungidos con ánimo de despedirse. El viejo general dormía en su interior mientras sus desobedientes hijos hacían por fin lo que les daba la gana. Hasta en los últimos años, su consumida figura y su hilo de voz habían sido un estorbo para la llegada de la ansiada democracia… … Un espíritu nuevo se dejó entrever desde el primer discurso del Rey Juan Carlos I, que, pese al testigo recogido de Franco, pasó por alto los dogmas anteriores de la Guerra Civil y el Movimiento. Como no estaba dispuesto a aceptar el papel de continuador, alzó hasta la presidencia del gobierno a un desconocido Adolfo Suárez, un burócrata del antiguo régimen que le ayudaría a que el franquismo cerrase los ojos mientras sentía la espada de sus propias leyes internándose por sus venas. De este modo, las viejas Cortes franquistas autorizaron la transición a la democracia, que muchos españoles querían hacer llegar sin las violencias que los agoreros franquistas habían vaticinado”. Fernando García de Cortázar. Álbum de la Historia de España. 1995

Tema 12. Transición, Constitución de 1978, y Gobiernos democráticos hasta el 2000

Embed Size (px)

Citation preview

TEMA 12.- EL PROCESO DE TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA Y LA

CONSTITUCIÓN DE 1978. LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS (1978-2000).-

El todavía príncipe Juan Carlos con Franco (izq.) y portadas de periódicos con la muerte

de Franco (drch.)

0.- Introducción.-

El periodo que transcurre tras la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, se

caracteriza por dos hechos políticos muy importantes: la reinstauración de la

monarquía (en la figura de Juan Carlos de Borbón y Borbón) y el proceso de

reconstrucción democrática.

A esto se llama transición democrática, que permite el paso del régimen franquista al

monárquico constitucional de una manera pacífica, ordenada y consensuada hasta llegar

a la promulgación de la constitución actual. Una vez aprobada esta ley fundamental,

empieza lo que denominamos los gobiernos democráticos, que durarán hasta la

actualidad, solo que nos centraremos en los que gobiernan hasta el año 2000.

“Cuando España dio ejemplo.

Algunos fueron a ver el féretro para comprobar si su inquilino estaba

realmente muerto, pero los más se acercaron compungidos con ánimo de

despedirse. El viejo general dormía en su interior mientras sus

desobedientes hijos hacían por fin lo que les daba la gana. Hasta en los

últimos años, su consumida figura y su hilo de voz habían sido un estorbo

para la llegada de la ansiada democracia…

… Un espíritu nuevo se dejó entrever desde el primer discurso del Rey Juan

Carlos I, que, pese al testigo recogido de Franco, pasó por alto los dogmas

anteriores de la Guerra Civil y el Movimiento. Como no estaba dispuesto a

aceptar el papel de continuador, alzó hasta la presidencia del gobierno a un

desconocido Adolfo Suárez, un burócrata del antiguo régimen que le

ayudaría a que el franquismo cerrase los ojos mientras sentía la espada de

sus propias leyes internándose por sus venas. De este modo, las viejas

Cortes franquistas autorizaron la transición a la democracia, que muchos

españoles querían hacer llegar sin las violencias que los agoreros

franquistas habían vaticinado”.

Fernando García de Cortázar. Álbum de la Historia de España. 1995

La llegada de la democracia a España tuvo lugar gracias a un amplio apoyo:

internacional, el rey, la Iglesia, el ejército, la banca y el protagonismo civil (la gente

había cambiado y ya nadie quería acordarse de los errores pasados, que habían

polarizado a la sociedad).

I.- LA TRANSICIÓN.-

La muerte de Franco y la proclamación como rey de Juan Carlos I (dos días después)

acontecieron en plena crisis económica (desatada en 1973 por la subida del precio del

petróleo, en el fragor de una crisis exterior (agudizada por la invasión marroquí de los

territorios españoles del Sahara), y en una profunda crisis interna del régimen (con las

divisiones entre franquistas: los continuistas –el llamado Bunker- y los aperturistas –

posición donde se encontraban el rey y muchos políticos de la dictadura desde 1969; a

estas opciones hay que añadir la rupturista, externa al régimen, de socialistas y

comunistas).

En este contexto debemos destacar una serie de fases, cuyo conjunto conocemos como

Transición:

1.- Aperturismo y reforma (1975-1976).-

El gobierno formado por Carlos Arias Navarro, tras el asesinato de Carrero

Blanco, mostró su incapacidad para impulsar cualquier reforma política

aperturista (realizó tímidas reformas pero era continuista); este era un gobierno

construido sobre la pauta de equilibrios entre facciones del régimen con el

propósito de avanzar en una reforma, controlada por el poder, pero sin unos

objetivos de gobierno claros y compartidos por 1todos.

Así inició algunas tímidas reformas (se trataba de reformar tres Leyes

Fundamentales: Cortes, Sucesión y Orgánica del Estado; junto con las de

Reunión y de Asociación), pero la oposición le exigía una total amnistía política

(perdón político) y la legalización de todos los partidos políticos2.

Pero la oposición todavía formada por partidos ilegales se centró en una presión

sobre el gobierno con huelgas y manifestaciones (respondidas por el gobierno

con las medidas represivas). El objetivo era la apertura de negociaciones, para

ello se unieron en la llamada “Platajunta” 3(porque se habían unido las dos

plataformas básicas de la oposición), que exigía la inmediata amnistía política, la

plena libertad sindical y la apertura de un periodo constituyente.

1 Arias Navarro nunca tuvo estos objetivos claros por lo que adoptó el plan de su vicepresidente y

ministro de la Gobernación, Manuel Fraga Iribarne, que pretendía una especie de Restauración de finales

del siglo XIX, es decir, ser un Cánovas redivivo y proceder a una apertura controlada, suficiente para

integrar a una oposición dispuesta a desempeñar el papel de Sagasta (pero ¿quién asumiría este papel de

Sagasta?).

2 Las Cortes aprobaron las reformas que legalizaban la existencia de partidos políticos pero era preciso

abolir los artículos del Código Penal que tipificaban como delictiva la afiliación a partidos, y en ese punto

las Cortes votaron en contra de la reforma del Código Penal.

3 Su verdadero nombre era Coordinación Democrática.

“La Junta Democrática propugna:

1.- La formación de un Gobierno provisional que sustituya al actual, para

devolver al hombre y a la mujer españoles, mayores de dieciocho años, su plena

ciudadanía mediante el reconocimiento legal de todas las libertades, derechos y

deberes democráticos

2.- La amnistía absoluta de todas las responsabilidades por hechos de naturaleza

política y la liberación inmediata de todos los detenidos por razones políticas o

sindicales.

3.- La legalización de los partidos políticos sin exclusiones.

4.- La libertad sindical y la restitución al movimiento obrero del patrimonio del

Sindicato Vertical.

5.- Los derechos de huelga, de reunión y de manifestación pacífica.

6.- La libertad de prensa, de radio, de opinión y de información objetiva …

7.- La independencia y la unidad jurisdiccional de la función judicial.

9.- El reconocimiento, bajo la unidad del Estado español, de la personalidad

política de los pueblos catalán, vasco, gallego y de las comunidades regionales

que lo decidan democráticamente.

10.- La separación de la Iglesia y el Estado…”

Resoluciones de la Junta Democrático (julio de 1974)

Ni rupturistas, ni continuistas, ni reformistas habían logrado suficiente adhesión

social para llevar a cabo sus planes. Los continuistas confundieron la adaptación

pasiva al franquismo de sectores de clase media con un apoyo activo al régimen

por su eficacia económica; creían que con una democracia otorgada o apertura

limitada podían mantenerse en el poder. Los rupturistas no tuvieron en cuenta que

el horizonte político de la mayoría de la población era la democracia y Europa (un

camino sin salirse de la paz, el orden y la estabilidad). Además los cambios

sociales habían sido tan profundos desde el desarrollismo, que la tradicional

debilidad de las clases medias fue ampliamente superada (suponiendo un 45% de

la sociedad a finales del franquismo), con lo que se rompía con la asimetría

oligarquía–proletariado y creó un colchón social entre las ideologías polarizadas

de la sociedad; con esto los extremismos políticos perdían sus bases sociales.

2.- Reforma (1976-1977).-

Al avanzar 1976, ni la reforma controlada desde arriba ni la ruptura democrática

desde abajo habían conseguido avanzar en sus propósitos. Era urgente un cambio

de gobierno.

El rey, Juan Carlos I, tomó cartas en el asunto y evitó la ruptura de la oposición,

propiciando una reforma a partir de las propias instituciones y leyes franquistas,

es decir, una reforma desde dentro. Así solicitó la dimisión de Arias Navarro, que

obtuvo de inmediato; y buscó un nuevo jefe del gobierno que llevara a la reforma

política: la persona escogida para materializar ese proceso fue Adolfo Suárez

González (1932-)4 el 3 de julio de 1976 (todo ello siguiendo los mecanismos

previstos en la legalidad franquista).

Suárez jurando el cargo (izq.), portada de la revista Time (centro) y conversando con S.M. el Rey (drcha)

Con el nombramiento de Suárez comenzó la fase decisiva entre la crisis del

régimen franquista y la instauración de la democracia. El nuevo gobierno presentó

una declaración programática en la que se reconocía por primera vez la soberanía

popular, prometía amplia amnistía y la necesidad de un referéndum para la

reforma política, así como la celebración de unas elecciones generales antes del 30

de junio del siguiente año.

“En la España de 1976 el pueblo español mostraba ansiedad y temor ante

el recuerdo de la Guerra Civil y el tránsito que se avecinaba. Yo era

consciente de ese temor, como también lo era de la nueva conciencia del

pueblo español y de la mentalidad de nuestro Rey. Era necesaria una

acción política audaz y sincera que transformara las estructuras del

régimen anterior, conectando con la realidad española, sin violencia, sin

traumas, sin vacíos de poder. Y había que hacerlo desde la legalidad

vigente, y con serenidad y rapidez, para evitar las reacciones de los

sectores más continuistas que detentaban enormes parcelas de poder. Aquel

cambio político desde un sistema autoritario a un sistema democrático, sin

traumas, elegido libre y auténticamente, era algo sobre lo que no existían

precedentes. Lo cierto es que constituimos un recedente y la inmensa

mayoría del pueblo español ratificó nuestro proyecto político, alcanzando

el Estado democrático que hoy disfrutamos sin ajustes de cuentas y sin

traumas.”

Adolfo Suárez, "10 años sin Franco. Desatado y bien desatado". 1985

La Ley de Reforma Política suponía la presentación ante las Cortes de un

proyecto de ley que implicaba el fin de esas mismas Cortes, pero también del

4 Adolfo Suárez, ministro en el gabinete de Arias (ministro y Secretario General del Movimiento7),

esperaba impaciente la llamada del rey (las voces de Palacio y algunas alusiones de Su Majestad le dan

como candidato a sustituir a Arias Navarro desde hacía meses). Cuando suena el teléfono y el Rey le dice:

"Adolfo, ¿qué haces? ¿Quieres venir a tomar café?", él acepta. Rey, a su llegada pronuncia otra célebre

frase: “Adolfo, te quiero pedir un favor. Acepta la Presidencia del Gobierno”.

propio régimen franquista (en cuya gestación tuvo gran parte su presidente,

Fernández de Miranda5).

Tras asegurarse la neutralidad del ejército, logró que las Cortes aprobaran su

proyecto; era el voto favorable de unas Cortes franquistas6, lo que garantizaba la

legalidad del referéndum convocado para ratificar esa ley; pero en realidad era

“un fraude de ley porque abolía de hecho, lo que decía reformar” según el

historiador Santos Julia (es decir, todas las Leyes Fundamentales franquistas).

Según el propio Fernández Miranda se trataba de ir "de la ley a la ley",

modificando la legalidad desde el interior del propio régimen franquista: liquidaba

lo que decía reformar.

“Buenas noches. Me presento ante todos ustedes para darles cuenta

del Proyecto de la Ley para la Reforma Política, para decirles

sencillamente cómo propone el gobierno que sea nuestro futuro y

para convocar a todo el pueblo español a una tarea de protagonismo

y solidaridad. Reconocido en la declaración programática del

gobierno el principio de que la soberanía nacional reside en el

pueblo, hay que conseguir que el pueblo hable cuanto antes. Esto es

lo que el Consejo de Ministros acaba de aprobar: el Proyecto de la

Ley para la Reforma Política. Es un proyecto sencillo y realista que

trata de servir de cauce formal para que el pueblo pueda desempeñar

el protagonismo que le corresponde y dar paso a la legitimidad real

de los grupos y partidos por medio del voto”.

Victoria Prego: Así se hizo la transición. Editorial Plaza & Janés, 1995.

“Artículo 1º, 1) La democracia en el Estado español se basa en la

supremacía de la Ley, expresión de la voluntad soberana del

pueblo... 2) La potestad de elaborar y aprobar las leyes reside en

las Cortes. El Rey sanciona y promulga las leyes.

Artículo 2º. 1) Las Cortes se componen del Congreso de los

Diputados y del Senado. 2) Los diputados del Congreso serán

elegidos por sufragio universal, directo y secreto de los españoles

5 Fernández-Miranda Hevia (1915–1980). Político español, profesor de Derecho Político de Juan Carlos I

y considerado por muchos el estratega del proceso de Transición en España. Duque de Fernández-

Miranda, fue Presidente de gobierno de forma interina durante finales de 1973, tras el asesinato de

Carrero Blanco y posteriormente Presidente de las Cortes y del Consejo.

6 Recordemos que la composición de estas Cortes era de origen corporativo y sólo una pequeña parte era

de carácter electivo a través de las asociaciones de cabezas de familia. Las causas por las que las propias

Cortes aceptaron su muerte política y la del franquismo son complejas. Por una parte, por la docilidad

tradicional de esta institución (de carácter honorífico y técnico, más que decisorio y legislativo) y por

otra, también hay que tener en cuenta la habilidad de Torcuato Fernández Miranda y Suárez para

convencerlos.

mayores de edad. 3) Los senadores serán elegidos en

representación de las entidades territoriales...

Disposiciones transitorias.- Primera. El gobierno regulará las

primeras elecciones a Cortes para constituir un Congreso de 350

diputados y elegir 207 senadores a razón de cuatro por provincia y

uno más por cada provincia insular, dos por Ceuta y dos por

Melilla. Los senadores serán elegidos por sufragio universal...

Disposición final. La presenta ley tendrá rango de Ley

Fundamental.”

Ley para la Reforma Política (LRP). 1976

A partir de su aprobación en referéndum, Suárez se sintió legitimado para

negociar con la oposición, desde los comunistas hasta los demócrata-cristianos,

las medidas para llegar a las primeras elecciones.

“La transición política fue el resultado de un diálogo entre el

Gobierno y la oposición... Fue un proceso difícil en el que hubo que ir

eliminando, por ambas partes, recelos e incomprensiones acumuladas

o heredadas, pero al final se llegó a la convicción de que el proyecto

del Gobierno era el mejor entre todos los posibles. Entre otras

razones porque no se planteó con seriedad y validez política ningún

otro...

Había que utilizar los poderes que las Leyes Fundamentales- entonces

vigente- atribuían al Rey para, renunciando a ellos, establecer una

Monarquía parlamentaria y moderna. Bajo la Corona se introdujo

como principio legitimador básico el principio democrático de la

soberanía nacional...

Era previsible que las Cortes y el Consejo Nacional del Movimiento

reaccionaran de forma contraria ante un proyecto que implicaba su

disolución. Esto era lo que había que evitar y eso es lo que, por la

actuación del entonces presidente de las Cortes, Torcuato Fernández

Miranda y de buena parte de los consejeros y procuradores fue

posible.”

Artículo de Adolfo Suárez, publicado en el Mundo. 1995

En este momento hicieron su aparición los grupos terroristas:

- de la extrema derecha, que se quedaban fuera del sistema de gestación,

para atentar con la intención de extender un clima de pánico social que

bloqueara el proceso democrático (como el asesinato de los abogados

laboralistas de la madrileña calle Atocha);

- tras la matanza de Atocha aparece el terrorismo de extrema izquierda: el

GRAPO, un grupo radical comunista maoísta terrorista que abarcó desde

los secuestros hasta el asesinato indiscriminado de policías (su

justificación partía del odio a las fuerzas de seguridad por la represión en

zonas de profunda crisis industrial y el atentado indiscriminado como

paso previo para que triunfase la revolución). además cabe recordar el

enfrentamiento en Montejurra entre carlistas tradicionalistas y los

escorados a la izquierda.

- el terrorismo nacionalista radical catalán Terra Lliure y vasco de ETA

(en los comienzos de la transición la totalidad de los nacionalistas vascos

se negaban a utilizar el término terrorismo para designar a ETA).

El terrorismo tenía la intención de provocar a los militares y de lograr la

intimidación y debilidad de las instituciones, pero lograron todo lo contrario, ya

que obligó al gobierno al camino de la negociación con los comunistas.

“Deseo que quede una cosa muy clara: de entreguismo a la

subversión, nada. De actitudes tibias hacia las provocaciones,

nada. De despreocuparnos ante los grandes temas que puedan

rozar la unidad, la independencia o la seguridad de la patria,

nada. Sin embargo, sí que decimos y muy fuerte que: de actitud y

de predisposición al diálogo pacífico, todo. De abrir el juego

político para normalizar la vida ciudadana, todo. Del

reconocimiento a la peculiaridad y personalidad de las regiones,

todo. De hacer posible que las diversas opciones políticas puedan

desarrollar sus legítimas aspiraciones al poder, absolutamente

todo...”

Suárez se dirige al país tras los sucesos de enero de 1977

En un golpe de audacia, Suárez legalizó el Partido Comunista de España

(PCE) sin permiso de los militares en un Viernes Santo (primera decisión

política de gran calado), cuyo líder era Santiago Carrillo, lo que generó fuertes

tensiones entre los sectores conservadores7. A cambio, el PCE tuvo que dejar sus

ideas republicanas como forma de Estado y apoyar la monarquía, y defender la

bandera bicolor no la tricolor. La oposición había pasado de la presión en la calle

a la negociación.

Celebración legalización PCE

7 Hay que recordar que Carrillo era acusado de ser uno de los responsables de la matanza de Paracuellos

del Jarama durante el gobierno republicano del Frente Popular.

Evidentemente la respuesta a este acto de algunos grupos no se hizo esperar, como

algunos militares.

“El Consejo Superior del Ejército acordó por unanimidad

informar al señor ministro de los siguientes extremos, según el acta

levantada al efecto: 1.- La legitimación del Partido Comunista ha

producido una repulsa general en todas las Unidades del Ejército.

2.- No obstante, en consideración a intereses nacionales de orden

superior, admite disciplinadamente el hecho consumado .3.- El

Consejo considera su deber informar al Gobierno que el Ejército,

unánimemente unido, que considera obligación indeclinable

defender la unidad de la Patria, su bandera, la integridad de las

instituciones monárquicas y el buen nombre de las Fuerzas

Armadas.”

Acta de la reunión del Consejo Superior del Ejército tras la

legalización del PCE, 19 de abril de 1977

El camino a las elecciones estaba abierto. Con esto el gobierno rompía, de esta

forma, tanto la estrategia de la oposición de izquierdas como la de derecha.

3.- Elecciones, etapa de consenso y Cortes Constituyentes (junio 1977-marzo

1979).-

Eran las primeras elecciones legislativas desde 1936, por sufragio universal,

directo y secreto; y nada se parecía a las elecciones de 1931, ni de 1933, ni de

1936, ni siquiera sus resultados. Se presentaron más de un centenar de partidos

políticos; lo que creó el temor de que surgiera un Parlamento atomizado, pero no

fue así.

Las elecciones de junio de 1977 dieron el triunfo a la Unión de Centro

Democrático (UCD), una colación presidida por Suárez con grupos que iban

desde antiguos azules (falangistas) hasta socialdemócratas. Estuvo seguido por

el Partido Socialista Obrero Español-PSOE 8, por Alianza Popular (AP) de Fraga

Iribarne y por el PCE que fue el gran derrotado); el cuadro lo completaban

varios partidos nacionalistas (PNV-Partido Nacionalista Vasco, PDC-Partido

Democrático de Cataluña, etc.).

8 Que había sufrido una refundación en el último congreso en exilio, celebrado en Suresnes en 1974,

donde tomaron la dirección una joven generación, encabezada por Felipe González, y abandonaron el

marxismo.

Partidos políticos Nº de

diputados

AP – Alianza Popular

UCD – Unión de Centro Democrático

Independientes

DCC – Unió del Centre: La

Democràcia Cristiana de Catalunya

PNV – Partido Nacionalista Vasco

PDC – Pacte Democràtic per Catalunya

PSOE – Partido Socialista Obrero

Español

PSP/FPS - Partido Socialista

Popular/Federación de Partidos

Socialistas

PCE – Partido Comunista de España

EC – Esquerra de Catalunya

EE – Euskadiko Ezquerra

16

165

2

2

8

11

118

6

20

1

1

Composición del Congreso de los Diputados tras las Elecciones de 1977

Habían triunfado los partidos más cercanos al centro (la división entre izquierda

y derecha ya no estaba cortada al sesgo), los dirigidos por líderes jóvenes, los

presentados a las elecciones con un mensaje de cambio dentro de un orden. Se

vivió una explosión de libertad tras 40 años.

Todos los partidos pudieron exponer sus programas en la primera sesión

parlamentaria: se habló de la guerra, de los represaliados, etc. pero con la

intención de superarlo, de olvidarlo y de no utilizarlo como arma política (cosa

que se desarrollará después con la Ley de Amnistía).

La principal misión del nuevo Parlamento fue la de elaborar una nueva

Constitución consensuada para la nueva España democrática. Las nuevas Cortes

Constituyentes encargaron la redacción del proyecto a una comisión de

parlamentarios que representaban las diferentes fuerzas políticas, desde el

consenso y la reconciliación9. A estos miembros se les denominó “padres de la

9 Primero se creó una ponencia de 32 miembros, la mayoría formada por UCD y AP (17 miembros) y la

izquierda y los nacionalistas con 15; pronto se vio que así no habría consenso pues unos tenían mayoría

Constitución” y eran representantes de los grupos políticos en el Parlamento

(excepto el Partido Nacionalista Vasco, pues estaba en contra). En este consenso

hubo también renuncias por todas las partes: la derecha cede ante el Estado

centralizado y su confesionalidad, y desde la izquierda se renuncia a la idea

republicana y el Estado federal.

“Sobre la Monarquía, el Partido Comunista de España, que es

republicano, ha realizado un enfoque del tema en función de las

coordenadas concretas de hoy. Si la Monarquía favorece la

consolidación de la Democracia, el logro de una constitución que

configure una democracia parlamentaria, el Partido Comunista

consideraría un grave error poner en peligro el proceso democrático,

cuestionando la forma de gobierno.”

IX Congreso del Partido Comunista, celebrado entre el 19 y 23 de abril de 1978

sobre otros. Por esta razón crearon una pequeña comisión de 7 miembros para conseguir un texto

constitucional consensuado.

Padres de la Constitución. De izquierda a

derecha: de pié por UCD, Gabriel Cisneros, José

Pedro Pérez Llorca, y Miguel Herrero y

Rodríguez de Miñón; sentados: Miquel Roca

(Minoría Catalana), Manuel Fraga (AP),

Gregorio Peces Barba (PSOE), y Jordi Solé

Tura(PCE).

Con el fin de dar estabilidad social y económica a este periodo constituyente, las

principales fuerzas políticas firmaron los Pactos de la Moncloa, que son un

acuerdo entre el gobierno y todas las fuerzas políticas parlamentarias

(oposición), además de con sindicatos y empresarios, para:

- la reconciliación nacional, y

- arreglar la alarmante situación económica (deuda exterior e interior,

paro, inflación, etc.), agravada al ser crisis internacional;

a través de medidas de urgencia y reformas necesarias a medio y corto plazo

(política presupuestarias, monetarias, contratación temporal, moderación

salarial, etc.).

Firma de los Pactos de la Moncloa, en 1977.

De izquierda a derecha: Enrique Tierno, Santiago Carrillo, Josep María Trigner, Joan Raventós, Felipe

González, Juan Ajuriaguerra, Adolfo Suárez, Manuel Fraga, Leopoldo Calvo Sotelo, Miquel Roca.

“El objetivo de los pactos de la Moncloa fue definir una política

económica que ajustase la economía capitalista a la crisis. Esta

política de ajuste a la crisis, estaba basada en unas medidas de

saneamiento, tendentes a reducir la inflación y mejorar el equilibrio

exterior, y unas medidas de reforma, tendentes a repartir con equidad

los costes de la crisis, a iniciar la reestructuración productiva de los

sectores diseñados por la crisis y a instaurar un sistema de economía

de mercado semejante al vigente en los países occidentales”.

27 de octubre de 1977 (Tomado de historia de España. Javier Tusell)

4.- Desarrollo constitucional y crisis de la UCD (marzo 1979-octubre 1982).-

Refrendada la constitución de 1978, Adolfo Suárez convoca elecciones para

marzo de 1979, en las que sale de nuevo victorioso, pero sin mayoría absoluta.

Característico de esta época fue el desarrollo autonómico de Cataluña y el País

Vasco, aunque surgen una serie de dificultades que ponen en peligro loa

democracia: terrorismo, segunda crisis del petróleo, conflictos autonómicos

como el de Andalucía, problemas internos en la UCD, el intento de golpe de

estado del 23 de febrero de 1981 (23-F), el conflicto político por el ingreso de

España en la OTAN, etc. Pero esto es ya de la tercera parte del tema: los

gobiernos democráticos.

II.- CONSTITUCIÓN DE 1978

Firma por S.M. Juan Carlos I de la Constitución y en el centro ejemplar original

La Constitución de 1978 fue aprobada por el Parlamento, tras el referéndum popular del

6 de diciembre de 1978, y entró en vigor el 29 de ese mes con su publicación en el BOE

(Boletín Oficial del Estado). Era el primer acto verdaderamente democrático.

No tiene dogmas políticos por ese consenso de todos los partidos para dar una

estabilidad política (por esa razón se le puede caracterizar de ecléctica y ambigua en

ciertos aspectos). Recibe influencias de otros textos constitucionales:

- Monarquía parlamentaria de diversos países europeos

- Estado social y democrático de derecho de Alemania

- Los derechos fundamentales de Portugal

- La organización territorial de Italia

- El desarrollo legislativo (con leyes posteriores para los diferentes campos) de

Francia

Las características son las siguientes: es consensuada, es extensa (debido a la

reiteración, rigor y minuciosidad), es ecléctica (por el consenso entre partidos no está

bien definida), es ambigua (no responde al programa de un solo partido –apartidista-) y

es rígida (en su modificación es necesaria la mayoría, pero la parte orgánica no se puede

modificar, pues si se hiciese habría que cambiar toda la constitución).

1.- ESTRUCTURA DE LA CONSTITUCIÓN

Consta de 11 títulos (uno de ellos preliminar) y 15 disposiciones, distribuidos en 169

artículos).

Pero la podemos dividir en tres grandes partes:

a) Parte dogmática (títulos preliminar y primero), que son los principios básicos,

los derechos, libertades y los objetivos éticos que se propugnan para ser

realizados por el ordenamiento jurídico. Esta parte no se podría cambiar, ni

modificar.

1.- Principios básicos: Definición del Estado español

- Estado social y democrático. Es una concepción capitalista corregida

por la acción del Estado. El Estado reconoce que debe garantizar la

justicia social a través de educación, sanidad, subsidios, etc. procurando

un estado del bienestar, pero también reconoce interlocutores ante él a los

individuos y/o organizaciones representativas.

- Estado de derecho. Sometimiento de todos los poderes del Estado y sus

miembros al imperio de la ley, que es expresión del pueblo; división de

poderes.

- Soberanía nacional (Rousseau). El poder reside en la Nación española,

que decide sus representantes y gobernantes y sus formas de

actuar/gobernar.

- Estado de las autonomías. Introdujo por primera vez el término

nacionalidad, que no nación, al reconocer y garantizar “el derecho a la

autonomía de las nacionalidades y regiones”, después de afirmar con

énfasis y redundancia “la indisoluble unidad de la nación española,

patria común e indivisible de todos los españoles”.

- Monarquía parlamentaria. Es la forma de gobierno que se

institucionaliza.

- Separación de poderes (Montesquieu). Aquí más que división de

poderes lo que existe es una colaboración entre ellos (cierta preeminencia

del ejecutivo frente a las Cortes, en las que la moción de censura

constructiva o confianza hace prácticamente imposible derribar al

gobierno, al fin de favorecer la estabilidad de los gobiernos; esto es así

ante el miedo de repetir lo que se juzgaron como errores del pasado que

llevaron a las puertas de conflictos).

- Idioma-s, bandera y capital. Castellano y demás lenguas oficiales en

cada una de las Comunidades Autónomas; bandera bicolor y capital del

Estado en Madrid.

- Pluralismo político. Permite la existencia de partidos políticos,

sindicatos y agrupaciones patronales.

- Estado laico. No reconoce religión oficial alguna, pero menciona

expresamente a la Iglesia Católica; el hecho de ser laico no es sinónimo

de laizante o laicista.

- Las fuerzas armadas. “Deben garantizar la soberanía e independencia

de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento

constitucional”.

2.- Derechos fundamentales: Vida, justicia, igualdad (sin diferencia de sexo,

raza, religión, etc.), pluralismo político y sindical, libertades (Voltaire), ejército

(que garantiza la soberanía e independencia del estado y defiende la integridad

del territorio y el ordenamiento constitucional), vivienda, propiedad privada, etc.

3.- Política social y económica: familia, salud, pensiones, Seguridad Social,

subsidios, cultura, vivienda, etc.

4.- Garantías de derecho: Defensor del pueblo, recursos al Tribunal

Constitucional y regulación por leyes (imperio de la ley).

b) Parte orgánica, que organiza los poderes del Estado y sus funciones

1.- La Corona (título 2º). España es una Monarquía parlamentaria; en la que el

rey es el Jefe del Estado. Sus rasgos son:

- Reina, no gobierna (“autoritas, no potestas”). No posee ningún

poder de decisión. Sanciona y promulga leyes.

- Es el Jefe del Estado y del Ejército

- Es la más alta representación del Estado español en las

relaciones internacionales

- Poder moderador y de arbitraje en el funcionamiento de las

instituciones

- Da unidad y permanencia al Estado

- Irresponsabilidad política, es decir, sus actos están refrendados

por el presidente del Gobierno y sus ministros (según

competencia)

- Es hereditaria, según orden regular de primogenitura, en el

Príncipe de Asturias.

2.- Gobierno (Títulos 4º y 5º). Es el poder ejecutivo, llevando:

- la dirección política y administrativa

- la defensa nacional

- la Jefatura del Gobierno (por mayoría de votos en Congreso de

Diputados)

3.- Cortes Generales (Títulos 3º y 5º). Es el poder legislativo y órgano

representativo del pueblo español, de forma bicameral (colegislador), inviolable,

aprueban los presupuestos del Estado, controlan al Gobierno (con las mociones

de censura o confianza):

a) Senado (Cámara Alta) por representación territorial. 4

senadores por provincias y uno más cada vez que supera el millón

de habitantes.

b) Congreso de los Diputados (Cámara Baja) designa, controla

y cesa al gobierno. Representación proporcional al número de

votos conseguidos por los partidos sin circunscripción alguna.

4.- Poder Judicial (Título 6º). Conjunto de órganos independientes que emanan

del pueblo en auxilio a la gratuidad de la justicia, y que se administra en nombre

del Rey por jueces y magistrados (incluso sometiendo a los poderes públicos al

cumplimiento de la ley, que es el Estado de Derecho).

5.- Organización territorial (Título 8º). La Constitución no diseña un mapa

autonómico, ni obligaba a su creación, sino que sólo creaba un dispositivo para

su creación (es más, todavía sigue abierto10

). En el artículo 2º se defiende “la

indisolubilidad de la unidad del estado español, como patria común e indivisible

de todos los españoles; y reconoce y garantiza el derecho a las autonomías de

regiones y nacionalidades”.

Todo ello bajo los principios de unidad (sólo el Estado español es soberano),

autonomía (varios centros de poder a través de competencias, no jerarquía) y

solidaridad entre ellas. Es una redistribución del poder.

Las Comunidades autónomas son una forma jurídica para darles vida y una

organización con capacidad de legislar y tomar decisiones políticas (de igual

forma, con capacidad para su aplicación y ejecución). No es un Estado federal,

aunque sí lo es funcionalmente (en la práctica).

Es necesario una norma básica (con rango de ley orgánica, máxima categoría

pero por debajo de la Constitución), que son los Estatutos de Autonomía (que

son una leyes del mismo rango que la constitución, pero no pueden vulnerar

ninguno de los valores de ella; así que la constitución es como un primus inter

pares).

6.- Tribunal Constitucional (Título 9º). Sólo atiende a aquellas leyes que

podrían incurrir en defecto anticonstitucional.

c) Reforma Constitucional (Título 10º). La propia Constitución reconoce la

posibilidad de reformarse, a través de supuestos ordinarios con amplia mayoría – tres

quintos del Senado y del Congreso- o extraordinarios (aquellos que supondrían un

cambio en el título preliminar, por lo que habría que disolver las Cortes y elaborar una

nueva constitución). La única reforma que en ella se realizó fue el artículo 13 en el año

1992 para permitir el voto de ciudadanos comunitarios en las elecciones municipales y

europeas, según se recogía en el Tratado de Maastricht que daba lugar a la Unión

Europea (UE). Deberíamos atender a la posible futura reforma del Senado, que ha

quedado fuera de la vida política real. El hecho que se desarrolle con leyes posteriores

para no afectar a la propia constitución es algo importante de reseñar.

10

Posibles cambios serían la creación de una Comunidad Autónoma del Campo de Gibraltar, Gibraltar

dentro de la comunidad andaluza y/o la posibilidad de que Andalucía se divida en dos (oriental y

occidental).

Don Juan Carlos I, rey de España. A todos los que la presente vieren

y entendieren. Sabed: Que las Cortes han aprobado y el Pueblo

Español ratificado la siguiente Constitución:

PREÁMBULO

La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la

seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su

soberanía, proclama su voluntad de:

Garantizar la convivencia democrática dentro de la

Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y

social justo.

Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la

ley como expresión de la voluntad popular.

Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el

ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones,

lenguas e instituciones.

Promover el progreso de la cultura y de la economía para

asegurar a todos una digna calidad de vida.

Establecer una sociedad democrática avanzada, y

Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y

de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.

Artº 1.- 1) España se constituye en un Estado social y democrático de

Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento

jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

2) La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan

los poderes del Estado.

3) La forma política del Estado es la Monarquía parlamentaria.

Artº 2.- La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la

Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y

reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades

y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

Artº 6.- Los partidos políticos expresan el pluralismo político...

Artº 7.- Los sindicatos de trabajadores y las asociaciones

empresariales contribuyen a la defensa y promoción de los intereses

económicos y sociales que les son propios...

Artº 15.- Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y

moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni

apenas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de

muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para

tiempo de guerra.

Artº 16.- 3) Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes

públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad

española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación

con la Iglesia Católica y las demás confesiones.

Artº 143.- 1)... Las provincias limítrofes con características históricas,

culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las

provincias con entidad regional histórica, podrán acceder a su

autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas...

2) La iniciativa del proceso autonómico corresponderá a todas las

Diputaciones interesadas... y a las dos terceras partes de los

municipios cuya población represente...

Artº 148.- 2) Transcurridos cinco años, y mediante la reforma de sus

Estatutos, las Comunidades Autónomas podrán ampliar

sucesivamente sus competencias...

Artº 149.- El Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes

materias: 1º La regulación de las condiciones básicas que garanticen

la igualdad de todos los hombres en el ejercicio de los derechos y en

el cumplimiento de los deberes constitucionales. 2º Nacionalidad,

inmigración, emigración, extranjería y derecho de asilo. 3º

Relaciones internacionales. 4º Defensa y Fuerzas Armadas. 5º

Administración de Justicia...

Artº. 151.- 1) No será preciso dejar transcurrir el plazo de cinco años

a que se refiere el apartado 2) del artículo 148, cuando la iniciativa

del proceso autonómico sea acordada dentro del plazo del artículo

143 (2) además de por las Diputaciones... correspondientes, por las

tres cuartas partes de los municipios de cada una de las provincias

afectadas que representen al menos la mayoría del censo electoral y

dicha iniciativa sea ratificada mediante referéndum por el voto

afirmativo de la mayoría absoluta de los electores de cada provincia

en los términos que establezca una ley orgánica...”

Constitución española de 1978

III.- LA MONARQUÍA DE JUAN CARLOS I A TRAVÉS DE SUS GOBIERNOS

(1979-2000).-

Con la aprobación de la Constitución, se celebraron nuevas elecciones, como era

preceptivo, en las que volvió a ganar Suárez con la UCD; tras todo esto, la transición de

la dictadura a la democracia se había completado felizmente en sólo tres años después

de la muerte de Franco. La Constitución de 1978 es la base de nuestro sistema legal, en

tanto que legitima la transición y consolida y desarrolla la labor legislativa y política

actual, pues sigue en vigor. La Constitución es la meta de la transición, pero también es

el camino para la vida democrática que la transición buscaba, que es lo que vamos a

explicar ahora.

Los cuatro Presidentes de Gobierno desde 1979 a 2000. De izquierda a derecha: Leopoldo Calvo Sotelo

(UCD), José María Aznar (PP), Adolfo Suárez (UCD) y Felipe González (PSOE).

La democracia parecía consolidada, pero no fue así hasta el fracaso de intento de golpe

de Estado del 23 de febrero de 1981. Tras este momento tres nuevos presidentes

gobernaron ya en una estabilizada democracia, aunque empezaron a surgir nuevos

problemas. Así llegaron al Palacio de la Moncloa Leopoldo Calvo Sotelo por el mismo

partido político que Suárez, el socialista Felipe González (desde 1982 a 1996) y el

popular José María Aznar (de 1996 a 2004).

1.- Los Gobiernos de Unión de Centro Democrático -UCD- (1979-1982).-

En las elecciones de 1979, convocadas tras la aprobación en Cortes y con refrendo

popular de la Constitución, volvió a ganar las elecciones la Unión de Centro

Democrático (UCD) con mayoría relativa (no absoluta), seguido por una fuerte

oposición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el Partido Comunista Español

(PCE) y Alianza Popular.

a.- La crisis de UCD y el desgaste de Adolfo Suárez (1979-1981).-

Así tras la victoria de UCD, Suárez volvió formar gobierno, pero la situación era

complicada ahora, desde el exterior y el interior. Sufrió una serie de problemas que

llevaron al desgaste a la UCD y, sobre todo, a su líder; y que además provocaron un

desencanto popular al proceso democratizador:

- La crisis económica era terrible (la Segunda Crisis del Petróleo (1979),

2.100.000 personas desempleadas en 1982, una gran inflación, pérdida de

mercado, desequilibrio de la balanza de pagos, rebrote de la conflictividad

laboral, etc.).

- Desde el punto de vista político el gobierno Suárez vio como se le presentaron

dos mociones de censura presentadas en las Cortes en un mismo año (1980) por

parte del PSOE, que no prosperaron porque los nacionalistas veían un

protagonismo creciente de ese partido en sus regiones. Además las municipales

de abril de 1979 dieron el poder a la oposición (sobre todo socialistas) en 27

capitales de provincias (incluidas las 12 primeras ciudades de España).

- El problema autonómico aumentaba, en tanto que la Constitución preveía dos

vías para el acceso a la autonomía (lo que se veía en algunas zonas como un

agravio comparativo). Una primera vía era directa, pensada para las regiones

históricas (Cataluña, País Vasco y Galicia), que lo intentaron en la Segunda

República; y la segunda a través de un proceso más lento, pensada para las

demás regiones. La decisión de UCD de no conceder a Andalucía la autonomía

por la primera vía, le llevó a posicionarse contra el referéndum del 28 de febrero

de 1980 (aunque luego Suárez rectificó), lo que le ocasionó problemas dentro de

la región. A partir de entonces la oposición conseguiría éxitos.

- El terrorismo, sobre todo, de cariz independentista (ETA, Terra Lliure, etc.)

junto con el de izquierda de GRAPO, que buscaban la ruptura del marco de

convivencia, y cuyo objetivo final era crear una crisis nacional en la que

encontrar su independencia; en números vemos como pasamos de las 20 muertes

en 1977 a las 124 en 1980.

- El problema del golpismo militar existió desde la misma muerte de Franco, pero

nunca pasaron de la fase conspirativa (como la Operación Galaxia); y fueron

poco investigadas por el gobierno para no levantar suspicacias entre los

militares.

- Los problemas internos dentro de UCD llevaron a la dimisión de Adolfo

Suárez primero de la presidencia del Gobierno y luego de la misma UCD (fundó

después el partido político Centro Democrático y Social-CDS). Durante los

primeros años de su gobierno las diferentes corrientes internas (hay que recordar

que era una coalición de centro entre continuistas del franquismo y rupturistas

de la oposición) se mantuvieron unidas, pero sin perder sus orígenes ideológicos.

Pasado un tiempo, los barones del partido, le pidieron a Suárez su parcela de

poder en ministerios y en la elaboración de listas electorales; además de

criticaron a su líder de personalista, por tomar decisiones sin consultar con su

propio grupo político.

b.- El golpe de Estado del 23-F y el gobierno de Calvo Sotelo (1981-1982).-

Las presiones económicas (crisis), externas (oposición) e internas (dentro de las

familias políticas del partido) llevaron a la dimisión de Adolfo Suárez como Jefe del

Gobierno (no de la presidencia de su partido) el 29 de enero de 1981.

Durante la investidura, el 23 de febrero de 1981, en el Congreso de los Diputados, del

nuevo presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo y Bustelo (sobrino del famoso

líder monárquico del Bloque Nacional, José Calvo Sotelo, con cuya muerte se dio el

pistoletazo de salida a la Guerra Civil), se produjo el intento de golpe de Estado por el

teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina, que entró en el Congreso

de los Diputados y mantuvo secuestrado a los diputados, con su famoso “¡Todos al

suelo! ¡Coño!”.

Este hecho estaba apoyado entre otros militares por los generales Jaime Milans del

Bosch, que declaró el estado de guerra y sacó los tanques por las calles de Valencia, y el

general Alfonso Armada (antiguo Jefe de la Casa del Rey11

). Además toda la noche las

estaciones de radio y televisión de Madrid estuvieron ocupadas por la División

Acorazada Brunete (la división de élite del Ejército español).

11

Fue relevado por sus continuos enfrentamientos con Suárez y por utilizar el sello de la Casa Real para

enviar misivas que pedían el voto para AP en las elecciones generales de 1977.

Parecía que la historia se repetía y que volvía el intervencionismo del Ejército, como

instrumento de cambio político; y esta vez, sobre todo, impulsado por el terrorismo de

ETA, que fue el detonante con sus actos terroristas. De hecho el 4 de febrero de ese año

se produjeron graves incidentes en el País Vasco durante una visita del rey, provocados

por Herri Batasuna (coalición de partidos cercanos a ETA).

Imágenes del 23–F. A la izquierda vemos a Suárez y Gutiérrez Mellado (de traje) intentando

acabar con el golpe y a la derecha a Tejero

El intento del golpe fracasó, pero mientras los diputados estuvieron secuestrados en el

Congreso, hubo un gobierno provisional integrado por secretarios y subsecretarios de

Estado, que mantuvo el orden administrativo. Cualquiera que fuese el parecer de los

mandos militares, el caso fue que ninguna de las diez regiones secundó a Tejero y

Milans. Además el rey Juan Carlos, como Jefe de las Fuerzas Armadas, actuó para

acabar con la intentona militar con una retransmisión televisiva; horas después

revocaron las órdenes y se rindieron los militares sublevados.

“Ante la situación creada por los sucesos desarrollados en el Palacio

del Congreso, y para evitar cualquier posible confusión, confirmo que

he ordenado a las autoridades civiles y la Junta de los Jefes de Estado

Mayor que tomen las medidas necesarias para mantener el orden

constitucional dentro de la legalidad vigente. Cualquier medida de

carácter militar que en su caso hubiera de tomarse, deberá contar con

la aprobación de la Junta de Jefes de Estado Mayor. La corona,

símbolo de la permanencia y unidad de la patria, no puede tolerar en

forma alguna acciones o actitudes de personas que pretenden

interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución

votada por el pueblo español determinó en su día a través de

referéndum.”

S. M. Juan Carlos I. Madrugada del 24 de febrero de 1981

Una vez es investido Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, y junto al

líder de la oposición (Felipe González), acordaron unos pactos autonómicos para

conseguir una política regional consensuada; así surgió la LOAPA (Ley Orgánica

para la Armonización del Proceso Autonómico), cerrándose así el proceso

autonómico.

Calvo Sotelo era un político muy culto que afirmó la autoridad del poder civil12

. Tomó

la decisión de aprobar la Ley del divorcio, solicitar la adhesión de España en la OTAN,

que se ofició el 30 de mayo de 1982 (y que contó con la oposición de la izquierda

española, incluido el PSOE); y solicitar la inclusión en la CEE (Comunidad Económica

Europea, futura Unión Europea-UE), que no se produjo durante su gobierno, aunque el

cauce quedó abierto hasta conseguirse en 1986. A nivel internacional, y gracias a la

labor de Suárez que había restablecido relaciones con casi todos los países, España

seguía tres ejes: Europa, OTAN y América Latina.

Imágenes de Calvo Sotelo

Pero Calvo Sotelo no pudo detener la crisis de UCD, de la que fue presidente unos

meses; incluso Adolfo Suárez fundó otro partido de centro, el CDS (Centro

Democrático y Social). Esto se notó en las siguientes elecciones (1982), que fueron

ganadas por el PSOE y fue un descalabro para UCD.

2 .- Los gobiernos socialistas (1982-1996).-

Mapa de porcentaje de votos en 1982 y resultado de las elecciones generales de ese año

12

Llegó a recurrir las sentencias dictadas contra los golpistas del 23-F, por considerarlas bajas.

En las elecciones de octubre de 1982 ganó las elecciones, con mayoría absoluta, el

PSOE (con 10 millones de votos, lo que suponía 202 diputados de un total de 305) y el

nuevo presidente del gobierno fue Felipe González Márquez (frente a una oposición de

Alianza Popular-AP, que más tarde pasó a denominarse Partido Popular y el fracaso de

UCD).

El PSOE se mantuvo en el poder durante 14 años, que vamos a estudiar en tres partes:

González, junto con Alfonso Guerra (a la drcha), celebrando su victoria electoral en un balcón del hotel

Palace de Madrid y su primer gobierno.

a.- Primer gobierno de Felipe González (1982-1986).-

Ganadas por mayoría absoluta, el partido socialista se presentaba ya reformado

tras su congreso de 1979, en el que dejaba su ideal marxista y se presentaba

sobre todo como un partido político de clase media (donde se encontraba la

mayoría de los votos), sin olvidar su vocación obrera y campesina.

Lo primero que realizó fue intentar consolidar la democracia a través de una

reforma militar, con la que el poder militar se subordinaba al poder político-

civil (así el Ejército pasó a depender del ministerio de Defensa y la Guardia

Civil al ministerio del Interior); con ello intentaba evitar posibles casos de

golpismo.

Así mismo se intensificó la lucha antiterrorista a través de acuerdos con el

gobierno francés para que este país dejara de ser “santuario etarra”, sobre todo,

con la llegada del socialista galo François Mitterrand al poder, pero también con

la guerra ilegal antiterrorista de los GAL (Grupos Antiterrorista de Liberación),

que eran agrupaciones armadas parapoliciales que practicaron el “terrorismo de

Estado” contra ETA y sus allegados (provocando unos 29 muertos); los GAL

fueron creados y dirigidos por altos cargos del ministerio del Interior del

gobierno socialista.

En cuanto al proceso autonómico culminó en esta época con la autonomía a las

regiones restantes y finalizar el proceso de transferencias de competencias.

De igual forma llevaron a cabo una serie de medidas económicas para luchar

contra la crisis por medio de una política de ajuste y liberalización de la

economía, lo que llevó al abandono de la promesa electoral de creación de

800.000 empleos; además se intentó una terciarización del país, lo que

conllevaba un abandono de los sectores económicos primario y secundario. Fue

así mismo importante la reconversión industrial de los sectores deficitarios (no

competitivos) para contener el gasto público, sobre todo la industria naval, la

metalúrgica, la textil y la minera; pero hacía falta otro proceso, el de la

reindustrialización de otros sectores como la informática, la aeronáutica y las

telecomunicaciones.

Es reseñable, en economía, la expropiación del holding Rumasa (Ruiz Mateos

Sociedad Anónima), el 23 de febrero de 1983 en virtud de un decreto-ley, que

era un grupo constituido por 700 empresas, 65.000 trabajadores y que facturaba

unos 2.000 millones de euros anuales (más potente de lo que hoy es El Corte

Inglés). Fue una expropiación cuando debería ser una intervención; el gobierno

alegaba que se debía a la complejidad del entramado del grupo empresarial y sus

problemas estructurales, a la utilidad pública y el interés social, etc. Rumasa fue

reprivatizado por partes, porque no encontraban un único comprador debido a su

gran tamaño.

Las medidas laborales fueron fijar la jornada laboral en 40 horas semanales con

30 días pagados de vacaciones, las prejubilaciones, la fijación de un sistema de

pensiones (ley de pensiones no contributivas) y de coberturas sociales (seguro de

desempleo).

Firma del presidente del Gobierno, ante la presencia del Jefe

del Estado, por la que se hace efectiva la adhesión de España

a la CEE en el Palacio Real de Madrid

En política internacional, se llevó a cabo la adhesión de España en la CEE el 1

de enero de 1986 (Comunidad Económica Europea, futura Unión Europea),

gracias a la finalización del boicot francés (con la llegada de Mitterrand) o la

apertura de la verja con Gibraltar (cerrada durante gran parte del Franquismo).

La entrada en la CEE fue relacionada por el gobierno con la permanencia en la

OTAN, a cuya entrada se habían negado los socialistas anteriormente (su

promesa electoral era la renuncia a ella); la experiencia gubernamental llevó a

los socialistas al convencimiento de la necesidad de su permanencia en ella para

evitar nuestro aislamiento internacional y la modernización del Ejército, pese a

lo que habían prometido; para ello se celebró un referéndum para nuestra

permanencia.

“El gobierno considera conveniente para los intereses

nacionales que España permanezca en la Alianza Atlántica y

acuerda que dicha permanencia se establezca en los siguientes

términos: 1.- La participación de España en la Alianza

Atlántica no incluirá su incorporación a la estructura militar

integrada. 2.- Se mantendrá la prohibición de instalar,

almacenar o introducir armas nucleares en territorio español.

3.- Se procederá a la reducción progresiva de la presencia

militar de EEUU en España.

¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza

Atlántica, en los términos acordados por el gobierno de la

nación?”

Pregunta en referéndum sobre la permanencia en la OTAN

b.- Segundo y tercer gobiernos socialistas (1986-1992).-

La primera legislatura socialista, con sus medidas económicas, había fijado las

bases para una época de expansión, tras superar la crisis que venía desde 1973,

que aprovechaba la coyuntura internacional. Era lo que se conocía como el

Estado del bienestar en la que el PIB (producto interior bruto) medio alcanzó el

3,7%.

La economía se liberalizó con privatizaciones de empresas públicas

(desnacionalizaciones), inversión extranjera, un aumento de la producción

industrial, una fuerte política monetarista, 55 millones de turistas que llegaban a

nuestro país (España estaba en el tercer puesto de países con más reserva de

divisas), etc. Aumentaron las obras públicas que mejoraron manifiestamente las

infraestructuras (como el tren de alta velocidad AVE en 1992 ó la construcción

de autovías). Se produjo una reforma fiscal basada en la subida de los impuestos

y la implantación del impuesto sobre el consumo, el IVA (impuesto sobre el

valor añadido); con ello, la inflación descendió al igual que el paro.

Las mejoras sociales fueron la redistribución social y territorial de la renta

(gracias al aumento de los impuestos), la cobertura universal de las pensiones y

la sanidad, y la reforma educativa de la LOGSE (Ley Orgánica General del

Sistema Educativo), que prolongaba la escolaridad obligatoria hasta los 16 años

(antes llegaba hasta los 14).

Este Estado del bienestar llevó a la cultura del pelotazo, fuertemente

relacionada con el enriquecimiento rápido a través de negocios fulgurantes y de

especulación y corrupción y donde el negocio fácil estaba cercano al poder,

creando los que se viene en llamar los nuevos ricos (como ejemplos vemos los

de Mario Conde y Juan de la Rosa).

En este periodo ocurrió la primera huelga general (el 14 de diciembre de 1987)

convocada por unos sindicatos –UGT y CCOO- que criticaban la política

económica neoliberal del gobierno y el reparo injusto de las riquezas (a esta le

seguirían dos más, en 1992 y 1994).

Los problemas ante los que se encontraron los gobiernos socialistas de este

periodo fueron básicamente la continuación del terrorismo independentista, la

drogadicción, la marginación social, la subida de la inflación y la deuda pública,

el paro que empezó a aumentar hasta alcanzar 3,7 millones de desempleados en

1992, la crisis mundial provocada por la primera Guerra del Golfo (a causa de la

invasión por parte de Irak a Kuwait), la pérdida de divisas, etc.

En 1992 se produjeron tres hechos destacables dentro de las celebraciones

internacionales: la Exposición Universal celebrada en Sevilla, el Quinto

Centenario del Descubrimiento de América y la celebración de los Juegos

Olímpicos de verano de Barcelona. Además se inauguró en Madrid el museo

Thyssen-Bornemisza.

c.- Cuarto gobierno de Felipe González (1993-1996).-

En estas últimas elecciones del año 1993 el PSOE vuelve a ganar, pero sin

mayoría absoluta, por lo que es necesario el pacto parlamentario con los

nacionalistas catalanes (Convergencia i Unió-CiU), canarios (Coalición

Canaria-CC) y vascos (Partido Nacionalista Vasco-PNV); lo que hacía necesario

estos pactos para llevar a cabo sus intenciones políticas.

En este periodo surgieron a la escena una fuerte crisis económica y laboral, que

llevó a un fuerte paro y contratos basuras (llamados así por su baja remuneración

económica y porque su extinción no conllevaba prestaciones sociales) muchas

veces a través de ETT (empresas de trabajo temporal), que provocaron la

segunda huelga general. A ello se une la crisis interna dentro de los socialistas,

divididos entre los guerristas (partidarios de Alfonso Guerra y que, controlando

el aparato del partido, criticaban al gobierno de demasiado liberal) y los

aperturistas-felipistas del presidente González.

Además la crisis se agudizó por causa de la corrupción con los casos Juan

Guerra (hermano del vicepresidente del gobierno, Alfonso Guerra), la

financiación ilegal del partido socialista para hacer frente a los gastos electorales

(caso Filesa-Maesa), el caso de implicación en un caso de fraude a Hacienda de

Mariano Rubio (gobernador del Banco de España), las escuchas ilegales del

CESID (Centro Superior de Información de la Defensa)13

, malversación de

fondos públicos por cargos políticos como el de Roldán (director de la Guardia

Civil) o Carmen Salanueva (exdirectora del Boletín Oficial del Estado), la estafa

de la cooperativas de viviendas de UGT, y la aparición en los medios de

comunicación de los GAL y por los que altos cargos del ministerio del Interior

fueron juzgados (llegando hasta el mismo ministro).

La corrupción política se produce en términos generales cuando existe un exceso

de poder, una confianza ilimitada en sus fuerzas, cuando se está mucho tiempo

continuado en el poder o/y cuando existe una oposición débil. Tales

circunstancias se dieron en esta etapa socialista. “…Al amparo de las mayorías

absolutas logradas en las elecciones, el poder socialista había derivado hacia

una combinación de presidencialismo cesarista, prepotencia política,

devaluación del Parlamento y ocupación de las instituciones…”(Fusi-Palafox).

El acoso sufrido por los socialistas desde la oposición del Partido Popular (su

presidente José María Aznar pronunciaba muy a menudo las palabras: “Váyase

señor González”) y de Izquierda Unida, se aumentó con el papel de los medios

de comunicación, que sacaron a la luz los escándalos económicos y políticos de

los socialistas.

Todo ello lleva a los nacionalistas catalanes (sobre todo después de conseguir

nuevas transferencias de impuestos para Cataluña) a no dar más su apoyo

parlamentario al grupo socialista, que tras no poder sacar adelante la ley de

presupuestos de ese año, tiene que adelantar las elecciones generales para 1996.

El proyecto socialista estaba agotado, sin ideas y sin moral. Estas elecciones de

1996 serán ganadas por el Partido Popular- PP (antigua Alianza Popular-AP),

con su líder José María Aznar.

3.- Los gobiernos del Partido Popular (1996-2004).-

El desencanto de los españoles con el partido socialista ya se veía antes de las

elecciones de 1996; pues en las del 1993 no consiguió mayoría absoluta, en las

elecciones europeas de 1994 ganó el Partido Popular, y en 1995 las elecciones

municipales y autonómicas recibió el PP, respectivamente, 43 capitales de provincia y

10 comunidades.

13

El diario El Mundo sacó a la luz unas declaraciones donde se ponía de manifiesto las escuchas ilegales

al rey, a políticos, periodistas y empresarios.

El Partido Popular es el resultado de la refundación de Alianza Popular en 1989; su

líder natural-fundador, Manuel Fraga Iribarne, en este congreso de su partido en Sevilla,

decidió a impulsar una renovación. Así cambió su nombre por el de Partido Popular-PP

y su líder ahora era un joven de 36 años, José María Aznar López (Fraga se retiró a

presidir su Galicia natal). Aznar era el presidente de Castilla y León, y al tomar la

dirección del PP se propuso y consiguió la apertura al centro del partido y la una

renovación en sus ideas, programas y cuadros dirigentes; tomando así rasgos liberales.

Aznar celebrando su victoria electoral desde la sede de calle Génova de Madrid y su primer gobierno

En las elecciones de 1996 el PP obtuvo el 38,9% de los votos (9,7 millones); la victoria

fue menor de lo que se esperaba, lo que supuso una dulce derrota para el PSOE. Era la

alternancia natural en una democracia consolidada. Esto obligó a Aznar a pactar con los

catalanes de CiU (Convergencia y Unió), canarios de CC (Coalición Canaria) y vascos

de PNV (Partido Nacionalista Vasco) durante esta primera legislatura, pues en las

elecciones de 2000 obtendría mayoría absoluta.

“Señor Presidente,

Comparezco ante sus señorías para solicitar la confianza de la Cámara,

conforme a lo dispuesto en el artículo 99 de la Constitución.

Las elecciones del 3 de marzo han abierto una nueva etapa política en

España. Los españoles, tras un largo período de gobiernos socialistas,

han manifestado su deseo de renovar nuestra vida pública; renovación

para dar el impulso de modernización que España ahora necesita y que

debe afectar a los comportamientos políticos, al modo en que se ejerce el

poder, al funcionamiento de nuestra democracia y traducirse en nuevas

políticas para solucionar problemas, no resueltos, corregir errores y

alcanzar mayores cotas de libertad y de bienestar para los españoles.

El pueblo español ha promovido la alternancia al convertir al Partido

Popular […] en la opción política más votada y con mayor número de

escaños en cada una de las Cámaras, sin disponer, sin embargo, de

mayoría absoluta en el Congreso.

De este resultado electoral se derivan unas consecuencias que quiero

resaltar al principio de mi discurso y que, en mi opinión, han de fijar la

orientación de la Legislatura: en primer lugar, una voluntad de cambio

político; en segundo lugar, la necesidad de un mayor diálogo, de una

mayor capacidad de compromiso, de más decisiones compartidas en

nuestra vida pública.”

Discurso de D. José María Aznar en la sesión de investidura como

presidente del gobierno, en el Congreso de los Diputados, 3 de mayo de

1996

El PP en 1996 heredó una situación inestable de una política salpicada de escándalos y

un paro que ascendía a 3,7 millones de personas desempleadas. Para ello dispuso su

política desde tres puntos: liberalizar la economía, reducir el déficit público y llegar a

conseguir los criterios de convergencia del Tratado de Maastricht. La política

económica se debía al competente ministro Rodrigo Rato (futuro presidente del Fondo

Monetario Internacional).

La liberalización de la economía, la consiguió a través de la privatización de las

empresas públicas (ya iniciadas por los gobiernos socialistas) como Endesa, Telefónica,

Iberia, Repsol, Argentaria, Tabacalera, etc. (reduciendo la participación bursátil del

Estado); se sometieron las actividades profesionales-colegiadas a una nueva ley y se

impuso la liberalización de precios; además se liberalizó el mercado de las

telecomunicaciones (televisión por cable y telefonía móvil) y la calificación del suelo no

urbanizable (siguiendo criterios medioambientales y paisajísticos) -esto fue impedido

por un recurso socialista al Tribunal Constitucional.

El gasto público se contuvo con la congelación de sueldos del personal funcionario, se

frenó el aumento de los presupuestos que crecería por debajo del crecimiento real de la

economía (al contrario que el PSOE), y se llevó la reforma fiscal rebajando el impuesto

sobre la renta (IRPF) en un 13,7 de media (así 5 millones de personas dejaron de

presentar la declaración). El PIB (producto interior bruto) de esta legislatura fue de

media un 4,2. La economía crecía de forma muy favorable o como decía Aznar:

“España va bien”.

Para cumplir las condiciones que la UE exigía en el Tratado de Maastricht para

ingresar en la moneda única –el Euro- el gobierno Aznar tuvo que reducir la inflación,

el tipo de interés a largo plazo y el déficit de las administraciones Públicas y la Deuda

Pública. España finalmente cumplió todas las exigencias e ingresó en el grupo de

cabeza.

Finalizó el servicio militar obligatorio (conocido como la mili) y el Ejército pasaba a ser

profesional (146.000 jóvenes realizaron la última mili en 1996). La lucha antiterrorista

fue dura en este gobierno Aznar (el mismo presidente, aún estando en la oposición,

sufrió un atentado de ETA); su ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, fue quien

personificó esta lucha: se desarticularon numerosos comandos y la investigación no sólo

se centró en la mano ejecutora, sino que también se amplió al entorno y a las estructuras

legales de ETA, con las que se nutría y continuaba su actividad la banda terrorista y

daba cobertura económica y legal. Es destacable en este aspecto el Espíritu de Ermua,

término acuñado por el periódico ABC, tras el secuestro y ejecución del joven concejal

por el PP, de 29 años, en el Ayuntamiento de Ermua, Miguel Ángel Blanco en julio de

1997; esto provocó a nivel social y de forma espontánea manifestaciones en las calles de

las principales ciudades españolas a favor de su liberación14

.

Espíritu de Ermua: manifestaciones por el secuestro-asesinato de Miguel Ángel Blanco

(1997) con el símbolo de manos blancas.

IV.- CONCLUSIÓN.-

En las elecciones del año 2000 el Partido Popular volvió a salir victorioso, con mayoría

absoluta; así su gobierno se extendió hasta 2004, año en el que perdieron las elecciones

a favor del socialista Rodríguez Zapatero.

Básicamente en este periodo se ha conseguido y consolidado la democracia en todos sus

aspectos, sobre todo tras el fracaso del 23-F; llegándose a una alternancia natural de

gobiernos, aunque casi siempre dentro de un bipartidismo entre el PP y PSOE. Pero

también se ha afianzado en algunos momentos la corrupción. De igual forma nuestra

apertura a Europa, sobre todo Unión Europea, y Latinoamérica es fundamental. Pero

sobre todo una constitución de consenso que unió a todos los españoles.

14

El secuestro se produjo a las cuatro de la tarde del jueves 10 de julio de 1997 y, finalmente, la tarde del

sábado 12 de julio apareció herido de muerte con dos tiros en la nuca a bocajarro. Falleció horas después,

en la madrugada del 13 de julio. ETA exigía el acercamiento de etarras a cárceles más cercanas al País

Vasco en un plazo de 48 horas, como condición para su liberación. Fue un ultimátum.