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TURISMO EN LA ANTÁRTIDA Hace muchos años ya que la Antártida se convirtió en un destino turístico. Sus paisajes son realmente maravillosos y únicos, con una variedad de fauna para observar, fotografiar y filmar que sorprende por su adaptación a vivir en un ambiente inhóspito y hostil. La Península Antártica y sus zonas adyacentes concentran más cantidad de fauna y por ende, es el lugar donde recalan la mayoría de los cruceros. La Antártida era un destino en peligro por el aumento de afluencia turística, un hecho del que también nos hemos hecho eco en otras ocasiones. La evidencia de la degradación del ecosistema antártico debido al turismo aumenta. En los últimos 15 años la cifra de visitantes se ha multiplicado por 5, y los expertos en medio ambiente advierten de que estas llegadas masivas pueden afectar a los pingüinos e introducir plantas invasoras. Hasta 40.000 visitantes al año llegan en barco o avión, y cada vez las facilidades en transporte y en coste económico son mayores, así que la tendencia parece al alza. Sin embargo, este hecho necesitará de un mayor control y cuidado si no queremos que la Antártida también se convierta en un destino turístico de urgencia. El turismo en el continente blanco se hace propicio durante los meses de noviembre y marzo, desde Ushuaia cruceros recorren la Península Antártica y sus zonas adyacentes mostrando hermosos y paisajes únicos, la fauna que sobrevive a este medio tan hostil.

Turismo en la Antártida

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Page 1: Turismo en la Antártida

TURISMO EN LA ANTÁRTIDA

Hace muchos años ya que la Antártida se convirtió en un destino turístico. Sus paisajes son realmente maravillosos y únicos, con una variedad de fauna para observar, fotografiar y filmar que sorprende por su adaptación a vivir en un ambiente inhóspito y hostil.

La Península Antártica y sus zonas adyacentes concentran más cantidad de fauna y por ende, es el lugar donde recalan la mayoría de los cruceros.

La Antártida era un destino en peligro por el aumento de afluencia turística, un hecho del que también nos hemos hecho eco en otras ocasiones.

La evidencia de la degradación del ecosistema antártico debido al turismo aumenta. En los últimos 15 años la cifra de visitantes se ha multiplicado por 5, y los expertos en medio ambiente advierten de que estas llegadas masivas pueden afectar a los pingüinos e introducir plantas invasoras.

Hasta 40.000 visitantes al año llegan en barco o avión, y cada vez las facilidades en transporte y en coste económico son mayores, así que la tendencia parece al alza. Sin embargo, este hecho necesitará de un mayor control y cuidado si no queremos que la Antártida también se convierta en un destino turístico de urgencia.

El turismo en el continente blanco se hace propicio durante los meses de noviembre y marzo, desde Ushuaia cruceros recorren la Península Antártica y sus zonas adyacentes mostrando hermosos y paisajes únicos, la fauna que sobrevive a este medio tan hostil.

Si bien el turismo comercial de la Antártida se remonta a la década de 1960, ha habido un rápido crecimiento desde la década de 1980. This has led to a wide range of tourist and adventure activities. Esto ha conducido a una amplia gama de actividades turísticas y de aventura.

Durante los últimos años el turismo antártico ha crecido en forma exponencial hasta alcanzar en la última campaña el número de 46.000 visitantes, de los cuales 30.000 han hecho “pie” en suelo antártico, con naves que cada año transportan más pasajeros.

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"Cada año aumenta el riesgo de que una tragedia como la del Titanic tenga lugar en la Antártida casi un siglo después.  La amenaza se debe al  auge del turismo en el Continente Blanco y a la creciente probabilidad de que alguno de los barcos con visitantes choque con un iceberg o encalle en alguno de los muchos bajíos que hay sin cartografiar. El peligro creciente se ve confirmado por la sucesión durante los últimos tres años de varios accidentes marítimos en los que hubo un naufragio sin víctimas, y en los que hubo que evacuar a los turistas. Los tres casos se dieron en las proximidades de la Península Antártica."

"Con la llegada del turismo aparecen otros males. Los barcos de crucero que fondean en la Antártida entre los meses de noviembre a febrero, han fondeado en otros lugares del planeta, entre ellos en los fiordos noruegos. Las incrustaciones y moluscos que trasladan de un polo a otro del planeta empiezan a ser una vía de intercambio de especies invasoras."

El trabajo mostró que el mayor impacto del sector turístico hasta el momento en la Antártida parece ser el costo ambiental del desplazamiento en emisiones directas e indirectas de dióxido de carbono (CO2), y no tanto la degradación física o ecológica de los lugares visitados por los turistas.