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Ciberpurgatorio 2.0

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CAPÍTULO 1

Haciendo Balance

Habían pasado unos años ya… desde aquel fatídico mail de Walter Lake. Pasaron muchas cosas

durante aquellos primero meses.

El estado de sitio y la anarquía se adueñó del mundo al principio. Pero poco a poco se empezó a

volver a su rutina normal, siempre con una calma tensa, en la que todos los días pasaba algo

demasiado extraño como para dejarlo pasar. Algo, que a la vez empezaba a ser demasiado familiar

como para darle mucha importancia si no te afectaba en tu vida diaria.

Albacete era una ciudad más bien pequeña, en la que de una u otra manera todo el mundo se conocía

directa o indirectamente. Los que somos de allí lo sabemos. “El día después” en Albacete se empezó a

notar con una extraña emisión televisiva que se repetía una u otra vez. Desde entonces, las teles,

móviles, o letreros luminosos, aparecía aleatoriamente la cara o la voz de aquel hacker llamado

Walter Lake causante de la anomalía, diciendo palabras que muy pocos podían descifrar.

Fueron muy numerosos los cortes de luz, relámpagos a plena luz del día… En la circunvalación los

semáforos se volvían aun más locos, provocando accidentes muy a menudo. También se produjeron

sucesos escabrosos difícilmente de explicar… Recuerdo el día en el que apareció en medio del parque

Abelardo Sánchez una polilla gigantesca nunca vista antes… los científicos dudaban si era un

espécimen nuevo, o por el contrario era que un espécimen ya existente había crecido de manera

descomunal. Podría seguir contando muchísimas de estas “anécdotas”. Pero lo curioso del tema fue

que poco a poco, algunas personas se daban cuenta de que adquirían extrañas habilidades, muchas

veces eran pequeñas tonterías como que a alguien le crecieran las uñas a velocidad de vértigo, o

chorradas similares que omitían para evitar ser el hazmerreir de la gente. Pero otras veces… Otras

veces la cosa era más seria. Recuerdo a gente que pudo atravesar pareces sin tener conciencia de

cómo, o personas que adquirieron cualidades telepáticas o predictivas, incluso individuos que eran

capaces de quemar literalmente a otras al enfadarse. Gracias a Dios (O como se llame) no podían

controlar esto, si no… creo que habría sido el final. Ésto hizo que la desconfianza y el nerviosismo se

apoderara de la gente poco a poco.

Este cambio tan radical en la vida de la sociedad afectó de una manera muy extraña. Por el contrario

a lo que pudiera parecer, la gente empezó a convivir con estas cosas e... ¡Incluso las veía como

normales! Sigo recordando aquel “Sálvame De luxe” en el que los colaboradores criticaban a una

tonadillera de manera salvaje por suspender un concierto a causa de una nube eléctrica que provocó

varios cortes durante la prueba de sonido. Y en la que, se oía un mensaje de fondo.. “Rauuul no

temas, coge mi regalo” que duró varios minutos. En fin, que la cosa empezaba a parecer de lo más

normal. Ciertamente he de decir que apenas había bajas personales, y la gente se acostumbro

demasiado rápido. La gente empezó a llevar armas y el gobierno las autorizó. Incluso estabas

autorizado el disparar a algún “Fenómeno PostWalter” , así de simple lo llamaron, con todas las de la

ley.

CAPÍTULO 2

El plan de Raúl

Raúl ese día tenía turno de mañana y le costaba centrarse en su trabajo, sus sonotones estaban bajos

de pila. En el complejo comercial de Imaginalia donde trabajaba, sonaba “Black hole sun” de

Soundgarden. Hacía una temperatura demasiado gélida como para ir a cuerpo, así que no dudó en

ponerse esa braga militar que tanto abrigaba. Llevaba ya hora y media dando paseos frente a las cajas

del hipermercado y todavía no había saltado ninguna alarma en los arcos de seguridad, desde lo del

fenómeno acontecido en el CERN pasaba a diario, la mayoría de las veces eran falsas alarmas… Pero

Estaba seguro que solo era cuestión de esperar que sonara, pero tenía un plan. La verdad es que tenía

suerte de trabajar allí, podía ser peor. Su jefe le había puesto sobre aviso de que los jefazos estudiaban

una reestructuración de la plantilla y había llegado a sus oídos que el servicio de seguridad estaba en

el punto de mira. No tuvo miedo en un principio, solo eran rumores y sonaban bastante tímidos.

Desde luego que podría prescindir de ese trabajo ya que su suegro regentaba un restaurante a las

afueras de Albacete, y siempre que lo necesitaba le echaba una mano cuando lo necesitaba. Eso le

tranquilizaba en cierta manera ya que sus ingresos no se verían afectados y podría pagar las facturas

sin apuros, pero por otro lado… lo de servir platos de comida no le entusiasmaba demasiado. Y más

desde “El día después” en la que hasta los camareros de pacotilla podían llevar pistola.

Raúl lo tenía claro desde hacía mucho tiempo que había nacido para otros menesteres y que había

llegado el momento de demostrar a todos los que no habían confiado en él que podía sorprenderles,

y de qué manera… Su mutación era rara. Era capaz de calentar metales con solo concentrarse en un

punto. Lo tenía preparado todo. Por eso su cabeza no hacía más que bullir esa mañana. Sería una

cosa rápida. Moriría mucha gente. Pero era la mejor opción para crear confusión y llevarse ese furgón

blindado que veía pasar todos los días delante de sus narices.

Lo que haría sería provocar una explosión en la caldera de la refrigeración del centro comercial. La

situación de esta caldera que funcionaba con gasoil, era justamente en la entrada al lado de las cajas.

A escasos metros de donde él trabajaba. Lo había imaginado muchas veces. Sabía que podría hacerlo

en menos de 20 segundos. Causaría una masacre de inocentes, pero era infalible. Solo tendría que

concentrarse en el momento exacto y… recoger los 4 sacos que llevaban los trabajadores del furgón.

Montarse en él y huir hacia la autovía de Madrid dirección La Gineta. Una vez allí, al lado del

pabellón deportivo, había una zona oscura ideal para descargar el dinero y hacer el cambio de

vehículo. Como segundo vehículo, la furgoneta de su suegro era ideal. Volvería a la zona de la

explosión y ayudaría a los afectados. Haría su papel de héroe y tendría el dinero aparcado en el

parking.

Su abuela siempre le decía que tenía malas ideas, de esas que no llevan a nada bueno. Era una buena

mujer de las que siempre te daban consejos y temían que alguna noche te echasen droga en la bebida

mientras ibas con tus amigotes, pero su abuela no sabía de sus capacidades. De pronto la luz roja de

uno de los arcos de seguridad y el ruido estridente de la alarma le puso en alerta. ¡Algo no iba bien!.

Como buen profesional palpó su arma reglamentaria y sus esposas de acero, fieles compañeras que le

habían sacado de más de un apuro. En ese momento una de las chicas le alertó de la presencia de un

tipo con gafas y calvo que impasible le esperaba como un chico bueno a que llegase su madre a

reprenderle por haber roto la figura de cerámica. Conforme se acercó Raúl al hombre algo dentro de

él le dijo que esa no iba a ser tarea fácil. El sujeto en cuestión mediría alrededor del metro noventa y

aunque vestía con abrigo largo se notaba que debajo de aquellas ropas se intuían músculos para parar

al mismísimo Hulk. Era momento de demostrar de qué pasta estaba hecho y no tenía la menor

intención de achantarse con un chulito de playa como aquel. Cuando llegó a su altura y le miró a los

ojos vio algo que le dejó helado: aquel hombre no tenía boca ni ojos pero a pesar de ello le miraba y

le estaba hablando directamente a él. Le habló algo que pudo entender pero que no escuchó con sus

oídos sino dentro de su cabeza. Cuando Raúl quiso reaccionar y mirar a su alrededor se dio cuenta

que el resto de personas estaban paralizadas, como en un fotograma de una película, todo estaba

quieto, nadie se movía y nadie lo iba a ayudar. El hombre se acercó a Raúl y le cogió su mano,

depositó algo en la palma y se la cerró, acto seguido pasó por su lado y salió por la puerta del

hipermercado como cualquier cliente que hubiese hecho su compra semanal y ya en la calle,

desapareció… Raúl salió corriendo detrás del hombre… pero ya no le vio más. Solo sabía que tenía

una esfera negra en la mano. La escondió dentro del uniforme y… Pocos segundos más tarde y de

repente, como si alguien hubiese apretado el botón de “play” un reproductor de video, todo comenzó

a funcionar y la gente despertó de su letargo preguntándose que demonios había pasado.

Tres días después el Hospital General de Albacete estaba colapsado con más de 300 enfermos

procedentes del Centro Comercial con quemaduras en los órganos internos.

CAPÍTULO 3

El asunto se pone feo

Albacete se convirtió en la capital del mundo. La zona residencial existente al lado del centro

comercial estaba totalmente vigilada y acotada. Los periódicos a nivel mundial tenían todos la misma

portada. La foto de un hospital colapsado, que no daba abasto a recibir a gente muy mal herida o en

estado terminal. Y alguna que otra foto borrosa de la zona. La zona comercial de Imaginalia se

convirtió en una “Zona 0” donde a mas de 2km a la redonda del “Epicentro” todo estaba inerte,

inmóvil. Lo único que la comunidad científica fue capaz de explicar, fueron los altos niveles de

magnetismo y radiación ultravioleta que había en la zona. La policía estableció un perímetro en el

que nadie podía pasar. Rápidamente fueron los militares los que tomaron cartas en el asunto. La

mayoría de la gente que vivía allí tenía que demostrarlo, y conseguir unos pases oficiales para que los

militares les dejaran subir a su casa. Era algo demasiado extraño, realmente tenían muy controlado el

tema de las entradas y salidas de la gente en dicho perímetro.

El Doctor Foser fue uno de los primeros en llegar. Iba bien acompañado del general Peter Cox.

Peter era parco en palabras. Era de las personas que basaban su vida en hechos y no palabras. Se

definía como un hombre de acción. Siempre estaba en la primera línea de fuego y no le gustaba que

le doraran la píldora. Su corpulencia no pasaba desapercibida, medía 1,90 y era puro músculo. No

tenía mujer e hijos reconocidos. Creo que era el prototipo de militar americano que daba todo por su

patria.

- ¿Qué cree que ha pasado Doctor?

Esa fue lo primero que oyó el doctor de boca de Cox en lo que llevaban de viaje. Ni siquiera cuando lo

recogió en Ginebra abrió la boca casi ni para un escueto saludo castrense.

- No lo sé… intuyo que Walter está metido en el ajo… pero no sé porque aun. A eso venimos. Lo

que no comprendo es si quiero ayudarle o destruirlo de una vez por todas. Es peligroso. Yo

solo quiero que todo vuelva a ser como antes… Creo que eso no va a ser así… Nunca jamás.

- Ese hijo de puta no va a salir indemne créame.

- Usted no sabe lo que yo. Ese “Hijo de puta” al que usted menciona… podría estar

perfectamente escuchándole. E incluso sabe que vamos al epicentro.

- Cállese. Usted no sabe de lo que soy capaz.

El tono que uso el General… fue demasiado seguro y amenazador. El Doctor Fosser se quedó entre

asustado e intranquilo… ¿acaso Cox sería uno de esos nuevos… “Mutantes”?

El primer punto de control al que llegaron se situaba en la carretera de Madrid. Una gran valla móvil

custodiada por decenas de militares armados te daba el alto y te identificaba. Pero en el caso del

convoy de Cox todo fue muy fluido. Nada más allá de meros formalismos diplomáticos y de

seguridad. Todo muy rápido. El Doctor Fosser se dio cuenta de cómo se transformaba la ciudad al

atravesar el punto de control. Los parques colindantes tenían una vegetación de un color lila que

convivía con la tradicional. Y los árboles habían florecido. Incluso se podía ver 4 granados de flores

hasta los topes. El convoy se dirigió a una gran nave comercial llamada Expovicamán. Allí todo el

mundo estaba vestido con batas y trajes de color blanco. Nadie llevaba armas y se multiplicaban los

aparatos electrónicos y las pantallas gigantes.

- Aquí tiene Doctor, el laboratorio que nos pidió. Esperemos sea todo de su agrado. Cualquier

cosa que necesite. Háganoslo saber. –El coronel se despidió con otro saludo castrense-.

El doctor Foser miró a su nueva mesa, llena de papeles relacionados con los hechos y actividades

magnéticas, que no tenían sentido alguno de momento. Así que… sacó su portátil y se puso a trabajar

en algo. En algo que aun no sabía exactamente que era, no más allá de interpretar una ingente

cantidad de números y datos .

CAPÍTULO 4:

Jueves Lardero (más conocido como “Día de la mona”)

30 años antes

Era jueves Lardero. En Albacete es tradición coger las bicis y pedalear como un loco hasta llegar a un

parque llamado “La fiesta del Árbol”, una vez allí la gente joven se come una mona acompañada de

vino Don Simón. Toda una aventura. Seguro que iba a ser una excursión fenomenal. Raúl lo tenía

todo preparado. La bici limpia y las ruedas con aire. La mochila llena con monas, vino, condones

(iluso de él, las chicas no le tocaban ni con un palo), un walkman globos de agua, un balón… Y esos

petardos de los gordos que le dijo Walter… para no sé qué movida. Por supuesto que no fue al

colegio. Era toda una tradición hacer novillos ese día. Nadie preguntaba, y todo el mundo sabía

porque no había gente en el cole. Una vez repasó su mochila, se dispuso a llamar al timbre de la casa

de su amigo Gualter.

Gualter Lagos Tillasco no tenía apenas amigos. Todo el mundo se reía de su nombre. Era un

inadaptado. En su familia mono parental, su madre era la única responsable de su nombre. Se lo

puso en homenaje a su padre, de origen latino al que conoció una noche mientras bailaba salsa en

un bar de copas al que antiguamente llamaban “El Guitar”. Nunca más supo de él. Ella era una mujer

atípica. Técnica en programación y en electrónica que trabajaba en la UCLM como especialista en

sistemas. El tiempo libre lo dedicaba a bailar y apenas estaba en casa cuidando de Gualter. Nunca le

faltó de nada, eso es cierto… pero el papel de una madre nunca lo hará una canguro. Sus juguetes

fueron todo tipo de aparatos con luces, piezas electrónicas y apuntes sobre programación, que su

madre traía a casa como parte de su trabajo. Así se crió desde que él recordaba.

Piiiiiiii (Sonó el portero automático de su casa)

- ¿Quién?.. Ya era hora Raúl!, ¿Has traído eso que te dije?”

- Sí tío

- ¡Bajo!

- La mochila de Gualter era diferente, La llenó con un portátil que tenía su madre. En esa época,

era muy raro ver un aparato de éstos.. Pero para él era de lo más normal. Metió una pequeña

caja fuerte, una bolsa con regalices y coca cola. Ya lo tenía todo preparado.

- Raúl tío, pensé que no venías. Llegamos un poco pegados de tiempo.

- ¡Pero si son las 8 y media de la mañana!.

- Te dije a las 8, Mueve tu mugroso culo y sígueme

Pedalearon hasta llegar a la fiesta del árbol. No había nadie aun. Gualter engañó de manera

sutil a su colega, mintiéndole acerca de que había que llegar pronto para apuntarte a una

competición de bicis que iban supuestamente a hacer. Raúl empezó a hacer preguntas:

- Tío, estás seguro de que era aquí?, A ver si era en los Pinares!!

- No, es aquí y ahora. - Gualter paró la bici y miró hacia arriba -.

Los dos se encontraban en el parque, delante de una de las edificaciones más emblemáticas de

Albacete, El depósito de agua. Se acercaron aun más, hasta llegar a una pequeña portezuela que había

en la base.

- Saca los petardos -Le dijo a Raúl- mientras abría una caja fuerte llena de tornillos y clavos. -

Creo que con esto bastará para reventar la puerta del cuadro de electricidad.

- Tío… ¿Qué estas tramando? ¿Y la carrera de bicis? Una mierda te voy a dar!

- ¿En serio que te vas a rajar ahora? ¡Pringao de mierda! Sólo te puedo decir que si me das los

petardos… ya nada volverá a ser igual. ¡Serás un héroe! O… Es que quieres seguir siendo un

pringao.. ¿el resto de tu vida?

Tras un largo silencio. Raúl le dio los petardos.

- Toma.

Walter metió a toda prisa los petardos dentro de la caja fuerte. Los colocó en la parte inferior de la

pequeña compuerta y le explicó a Raúl cual era el verdadero plan:

- Escucha atentamente, Vamos a volar esta puertecita de aquí. Debajo hay unos cables de datos

a los que quiero conectar mi portátil. Voy a cargar un pequeño programa que.. bueno… Eso no

te importa de momento. Una vez haga eso… tardaré menos de 3 minutos. Cogeremos las bicis

y nos iremos a los pinares como si no hubiera pasado nada. Disfrutaremos de un fabuloso día

de campo. ¿OK?

- Pero… ¿Qué es lo que vas a hacer? ¡Me debes una explicación! O se lo diré al primero que vea.

Si voy a ser cómplice, ¡Quiero saber de qué!

- Mira, esos cables… conectan con un servidor. Lo especial de este servidor, es que hace de

nodo a nivel nacional, y pasa por él información de todo tipo. Solo quiero cargar este

programa, que hará de enlace con la red de mi casa y saber que información pasa por aquí. Si

es lo que pienso… podría hacer que nos dieran becas, podríamos extorsionar a algún listillo del

ayuntamiento, o incluso hacer alguna transferencia bancaria en caso de necesitar dinero. Pero

aun no sé si funcionara mi programa.

¡Venga menos cháchara!¡Vamos a volar la puta puerta ya! Cúbrete detrás de ese banco.

¡¡¡¡KABOOOOOOOM!!!!

Tras la explosión algo no funcionó bien, Gualter se acordó de que no cerró la tapa de la caja fuerte

con llave… -¡Mierda, que fallo mas tonto!. la explosión fue de mucha menos intensidad de la esperada

por Gualterio, aun así la puerta se deformó de manera que las bisagras de la puerta saltaron. Se

quedó medio colgando. Gualterio gritó: - ¡Ahora date prisa! Pero Raúl no contestó

Gualterio siguió con su plan sin preocuparse por su compañero. Cogió uno de los cables de lo que

parecía una pequeña centralita telefónica los acopló a un pequeño adaptador de teléfono, los que

usaba su madre para mandar trabajos a la universidad a través del modem y comenzó a teclear a toda

prisa. Pasados unos momentos el ordenador lanzó el mensaje “File transferred”. Sonaban las sirenas

por todos lados.

Echó a correr.

CAPÍTULO 5:

System Overflow

Los primeros en llegar fueron los bomberos, encontraron un artilugio metálico humeante y un fuerte

olor a pólvora. A pocos metros de allí, yacía un cuerpo inmóvil de un muchacho. Le sangraban los

oídos. Al parecer era una pequeña caja de caudales abierta, que proyectó una gran llamarada y onda

expansiva a la cabeza del herido.

Gualterio se alejó rápidamente del lugar en su bici, se mezcló enseguida con decenas de chicos con

más bicis y mochilas, no le fue difícil pasar desapercibido. Dejó a Raúl a su suerte. No le importó.

Solo quería llegar a casa y conectarse a internet para ver si su misión había sido un éxito.

Al llegar a casa abrió una bolsa de regaliz y se sentó delante del ordenador. Conectó rápidamente el

cable telefónico del modem al portátil. Su plan comenzaba en llamar al programa que acababa de

cargar. Si contestaba… sería entonces cuando usó la técnica de “Wardialing” telefónico, un recurso

propio del hacking que consistía en ir llamando a boleo a un montón de números de teléfono de

nuestra misma ciudad hasta que alguno de ellos emitiera la característica señal acústica que emiten

los módems… O lo que es lo mismo hasta que contestara a esa llamada un ordenador.

En menos de veinte minutos ya habían respondido 20 módems. Solo prestó atención a unos pocos.

Los primeros que contestaron le pidieron una contraseña de 4 dígitos. Pan comido para él. Entró y

vio que era el sanatorio del Rosario y la comisaria del parque de San Juan. Lo primero que leyó fueron

informes médicos y fichas criminales. Los copió por si acaso y colgó.

El siguiente teléfono que contestó pidió una contraseña más larga… pero la manera en que estaba

cifrada la llamada le hizo entender que se trataba de uno de esos terminales Inves Low Multicom que

utilizaban los bancos para conectarse al TEXT entre entidades bancarias en Europa. Rápidamente

penetró en el sistema usando un error de seguridad del fabricante. Se hizo una cuenta bancaria y

transfirió unos cuantos fondos de miles de cuentas aleatorias. El plan estaba saliendo a la perfección.

Ya no tendría que volver a preocuparse por la paga semanal.

Cuando estaba a punto de colgar el modem y celebrar la victoria… Vio algo extraño. La llamada de

teléfono que realizo su programa, esta vez fue contestada de una manera inusual. Un grafico ASCII se

dibujó en la pantalla. Un logotipo superextraño y un cursor parpadeante que decía intruso detectado,

protocolo de seguridad activado. Le dio muy mala espina lo que estaba pasando. Aun así algo le dijo

que tenía que entrar en ese sistema. Su código estaba en un lenguaje muy poco conocido. Solo usado

por algunos sistemas de inteligencia según había leído en alguna parte. Entonces se acordó de un

programa que hizo una tarde de aburrimiento que su única misión era llenar de números una casilla

de verificación a tal velocidad que la maquina sufría un error por desbordamiento de memoria. Cogió

el diskette a toda prisa y lo ejecuto. La pantalla empezó a parpadear hasta que pudo leer un mensaje

“System overflow” y en ese momento se abrió lo que se llama en el mundillo un “Back door” de

seguridad por el que accedió al servidor. Se puso a copiar como un loco sin saber qué. A los dos

minutos sonó el teléfono de su casa. No lo cogió. Insistieron e insistieron durante minutos. Hasta que

lo cogió. Escucho pitidos… y una voz. ¿Quién es usted? ¿Sabe lo que está haciendo? Está usted

muerto.

Gualterio colgó.

Tiró del enchufe del ordenador, corto el cable del teléfono mientras gritaba - Mierdaputa, mierda

miierda mierda… ¿cómo coño saben donde vivo? . Escuchó golpes en la puerta.

- ¡¡ABRA LA PUERTA!! ¡¡¡Sabemos que está ahí!!!!.

Comenzo a tener un sudor frío, él Vivía en un primero… Cogió la mochila, sacó el diskette del

ordenador, y miró alrededor… Se acercó a la ventana, y vio un camión muy extraño con una antena

de transmisión enorme, que estaba aparcado justo debajo de la ventana… -No está lejos… pero.. ¡qué

mierda! ¡Joder! ¿¡Qué coño pasa!?- Escucho entonces como la puerta de su casa se venía abajo. Sin

pensarlo saltó hacia el techo del camión y fue entonces cuando comprobó que el camión no estaba

allí por casualidad. Al lado del mismo habían un par de militares hablando por un walkie. De manera

que saltó al camión, se descolgó por la parte que no veían y se puso a correr como si no hubiera un

mañana.

Dobló la esquina y comenzó a caminar con cara de normalidad. Pensó… ¡joder.. Mi madre!, ¡Está en

peligro! Miro para atrás y vio como en la ventana no paraban de asomarse militares. Se empezaron a

escuchar gritos… Un helicóptero se acercaba. - ¿Dónde me he metido? la calle se llenó de curiosos

enseguida. Gualter se perdió en la multitud y fue camino a la universidad.

El campus estaba lejos, tardó más de 20 minutos a paso ligero en llegar allí. Se quedó de piedra. La

zona estaba acordonada y llena de policías locales, nacionales y militares. La facultad de informática

donde estaba su madre trabajando era inaccesible. De repente miró el reloj… se dio cuenta de la hora

que era y pensó… Es el recreo, quizás mi madre esté en alguno de los bares que allí había almorzando

con sus compañeros… Entró en un par de bares pero no la vio, cuando estaba perdiendo la esperanza

entró en la cafetería Campus. ¡Allí la vio a lo lejos!. Cuando se dispuso a entrar un grupo de militares

lo tiró al suelo y fue cuando observó como detenían a su madre. Su cara de asombro no la olvidará en

la vida. Sería la última vez que le vería la cara en muchos años.

Raúl abrió los ojos y lo vio todo blanco. Tenía tubos por todos lados. No oía nada. Miró a su lado y

vio la figura de un policía. Se asustó tanto que casi se mea encima. Intento hablar y no se oía su

propia voz. Estuvo más de 5 años con operaciones para intentar reparar el daño causado por la

explosión. Solo recuerda que la explosión lo levanto del suelo medio metro. El hijo de puta de

Gualterio lo abandonó y se cubrió, pero cuando le avisó ya era tarde. Le explotó en la puta cara. Que

hijo de la grandísima puta. No se lo perdonaría en la vida. Juró venganza en su cabeza.

Los interrogatorios duraron un par de días. No consiguieron nada. Pensaron que lo del petardo fue

una travesura y acabó mal para el gamberro. Pensaron que ya estaba recibiendo bastante castigo por

la travesura. Así que ni siquiera obligaron a sus padres a pagar los destrozos.

No pudo terminar los estudios de manera normal. Años de operaciones siguieron al accidente. Nunca

volvió a escuchar bien. Empezó a usar sonotones para percibir algunos sonidos. Y desarrollo una

habilidad especial para leer los labios. Casi nadie notaba su discapacidad. Solo si le hablaban

mientras él estaba de espaldas. Todos los días al levantarse pensaba en Gualterio. Nunca más supo de

él. Pero lo quería matar. Quería vengarse de la persona que había convertido su vida en una puta

mierda. Solo quería ver a Gualter muerto.

CAPÍTULO 6:

Cambio de identidad

La foto de Gualter foto salió en todos los periódicos. Pero no lo buscaban por nada malo,

sospechosamente, sólo se denunciaba su desaparición. A la madre la tuvieron que soltar. No había

pruebas contra ella. La madre siempre declaró que alguien había raptado a su hijo y había usado su

material. No se explicaba cómo había podido suceder. Entró en una gran depresión, pero poco a poco

fue desapareciendo y rehízo su vida. Siempre tendría la esperanza de volver a ver a su hijo.

En ese mismo periódico, solo había una pequeña reseña de una gamberrada en el depósito de agua

con el resultado de un herido, y un comentario poco afortunado del periodista “Las gamberradas se

pagan caro”.

Gualter a partir de entonces cuando comenzó a vivir en pisos de estudiantes a lo largo de toda

España. Solían ser grandes capitales con universidad. Los estudiantes No le pedían documentación

más allá de pagar religiosamente y la señal inicial. Se dejó barba y Siempre llevaba gorra. Comenzó a

engordar. Aparentaba ser mucho mayor. A partir de entonces su nombre sería Walter Lake. Salía

poco de su habitación, en cuya puerta siempre ponía un candado.

Al paso de los años el “www” comenzó a ser un standard. Los pisos de alquiler en los que estaba

tenían conexión de internet y lo primero que hizo fue añadir una partida de nacimiento falsa, al

registro informático de una pequeña localidad Alemana. Luego lo de conseguir un DNI y demás

estuvo chupado. Ya era Oficial. Fue entonces cuando se independizó. Walter Lake era una realidad

legal. Incluso tenía un CIF para una pequeña empresa de software a la que bautizo como W.Lake

Corp. & Associates. Se puso a programar y a vender pequeños programas de gestión de datos. No

necesitaba el dinero Tenía una cuenta a plazo fijo que le generaba dinero suficiente para vivir como

un rey. Pero esa tapadera le daba un motivo para vivir y para pasar desapercibido. Viajó a lo largo de

Europa, perfeccionó su inglés y conoció a mucha gente.

Hasta que se topó con “Fisherman, el pescador”. Aquel fatídico día en su habitación.

CAPÍTULO 7:

La caza de Cox

El Dr. Fosser tras dos días sin salir de su nuevo despacho, y sin apenas dormir o comer. Empezó a

cotejar una serie de datos que había recibido hace poco. Estaban relacionados con las nuevas formas

de vida vegetal que había aparecido en la avenida de Gregorio Arcos. Una especie granados convivía

con los que existían antes del suceso. Las muestras recogidas nos indicaban que la fórmula molecular

correspondiente de los nuevos especímenes, era exactamente igual pero en otro orden distinto. Era

pero como si se hubiera recombinado.

- Esto me resulta más que familiar. Walter me hablo de un tal “pescador” que hacía lo mismo

con programas informáticos” Me pregunto si tendrá relación con lo que me comentó antes de

desaparecer. ¿Acaso la dimensión en la que se encuentra está empezando a hacerse notar en la

nuestra? En su mail masivo hablaba de que no sabía salir. Acaso ahora ha encontrado la

forma? ¿Por qué en Albacete? ¿Qué tiene Albacete de especial?.

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Raúl después de la aparición de esa cosa con forma de hombre, llamó a emergencias y trató de

ayudar en todo lo posible. Se pasó el día llenando ambulancias de heridos. Se convirtió en un héroe.

Ante las preguntas que le hicieron de lo que había pasado. Dio todo lujo de detalles excepto lo de la

esfera que escondió. Eso lo omitió no sabe por qué.

Algo le decía que lo que había pasado no era casualidad. Su plan se había ido al traste por algún

motivo. Él había sido el elegido. No sabía de qué ni para qué… pero así era.

Ya eran las tantas de la noche. Vivía cerca de allí en la calle María de Zayas, a unos escasos

metros de Expovicaman. Ya no quedaban más heridos que ayudar. Solo gente con batas blancas y

militares. Decidió irse a descansar. Nada más llegar a sacó la esfera del uniforme y la miró. Pesaba

poco.. parecía una sustancia parecida a la plastilina pero líquida, su color era negro mate, del tamaño

de una ciruela, no pesaba apenas, flotaba como un globo si lo lanzabas al aire, chisporroteaba un

poco y emitía una especie de calor. Raúl no se fiaba. Cogió un frasco de cristal donde guardaba la sal.

Lo vació y allí metió la esfera. Cerró y lo metió al congelador hasta que supiera que mierda era eso. Se

durmió de manera instantánea.

Durmió más que nunca, durante dos días seguidos. En ese sueño tan profundo, soñó con

Gualter, con esferas, con explosiones, con el depósito de agua. Cuando se despertó. Estaba

desorientado. Incluso llego a pensar que todo había sido una pesadilla de mierda… pero al abrir el

congelador, ahí estaba. Todo era una locura. Su casa estaba dentro de un cerco militar y trataba de

asimilar lo que estaba pasando.

Al salir a la calle los militares lo identificaron, era el héroe de la ciudad. Enseguida le dieron un pase

como residente.

- Aquí tiene señor, nos tenía preocupados… llevamos buscándole dos días. No nos abría nadie la

puerta de su casa. Aquí tiene, con este pase podrá entrar y salir. Gracias por su heroica ayuda.

Fue muy valiente al quedarse a ayudar. ¿Le importaría acompañarnos? Tenemos órdenes de

localizarle para hacer un informe oficial. Hay un científico que quiere hacerle un par de

preguntas.

- ¡Está bien. Por supuesto!, quiero ayudar en todo lo que esté en mi mano-. Mientras

pronunciaba estas palabras pensó. “Yo también tengo unas cuantas preguntas para el

científico…”

Una vez dentro del recinto de Expovicaman le llevaron a un despacho lleno de pantallas con

moléculas dando vueltas. El científico levanto la cabeza y dijo:

- ¿Es usted el héroe del que todos hablan?

- Sí, eso parece.

- Usted estuvo allí el primero… me gustaría que me explicara lo que recordara de los primeros

momentos de la explosión. Cualquier detalle, por mínimo que le parezca… podría resultar

fundamental para la investigación que estamos realizando.

En ese momento Raúl recordó lo que intentaba. Y pensó que no debería de dar tantas explicaciones…

Eso de perpetrar un atentado en un centro comercial para dar el golpe de su vida y no volver a

trabajar, no era de héroes que digamos.

- Pues… sonó un arco de seguridad y.. todo parecía normal… pero de repente la gente se

desplomó sobre el suelo. Solo se que ví a un hombre con gabardina salir del centro comercial.

Pero no me dio tiempo a más. Llamé a emergencias y…

- Cómo era de alto? De que color era la gabardina? No sé.. algo! Necesito algo! Reconoce algo en

estas fotos?

Entonces vió una de las pocas fotos que había de Walter Lake… y esa silueta en forma de mancha

negra. ¡Su esfera!

Sintió un mareo y un sudor frío. De repente todo cobraba sentido. Esa Gabardina… esa cara sin

rostro…el mensaje… y su amigo Gualter. En seguida asoció todo. Fue como un flashazo. Un rayo que

le partió en dos su conciencia. Se quedó pálido sin palabras.

- Señor, ¿Se encuentra usted bien? ¿Qué le pasa? ¿Hola? ¿Le puedo ayudar en algo?... ¡¡¡Rápido

avisen a un médico!!!

- ¡¡¡No!!! ¡Estoy perfectamente! Déjeme. ¡Sólo quiero que me dejen en paz! DEJEMMEE!

Raúl salió corriendo como un loco. Empujaba a todo lo que se le ponía por delante. El Doctor no

sabía que había pasado… y solo acertó a gritar..

- DETÉNGANLO!!!!!

Raúl estaba como loco, quería llegar a su casa al precio que fuera. Empezó a usar su poder para

calentar a las personas que se le ponían delante. Que automáticamente se apartaban sorprendidos

por una quemadura insoportable. Cuando ya se perdía entre la multitud… Apareció Peter Cox. Miro

al Doctor y el Dr sin palabras le apuntó hacia la multitud. Los ojos de Cox se volvieron negros y…

comenzó a correr a 4 patas como un lobo gigante. Era impresionante la fuerza con la que sus patas

avanzaban. Le dio caza en breves instantes justo en frente de su portal. Tiró a Raúl al suelo y

babeando le gruñó:

- Detente hijodeputa, ¿Dónde crees que vas? ¡¡¡Eres mío y como te muevas te como un brazo!!!.

La mutación de Cox era sorprendente. Era una especie de hibrido entre lobo y hombre. Menuda

locura. En ese momento Raúl miró fijamente a la cabeza de Cox. Cox se retorcía de dolor. Mientras le

freía el cerebro su cuerpo se hizo aun más fuerte y poderoso… CoX abrió sus enormes fauces

dispuesto a matar a Raúl… pero en ese momento en el que Raúl se daba por devorado… La cabeza del

licántropo estalló en mil trozos. Su cara se llenó de sangre y sesos humeantes. Se puso de pie y siguió

corriendo. ¡¡Una alarma aérea sonó!!.

CAPÍTULO 8:

¿Dónde estás Walter?

Raúl abrió el portal a toda prisa… casi parte la llave. Subió a su casa por las escaleras, abrió y pegando

un portazo cerró la puerta bajo llave. Le quemaba el pecho. Estaba exhausto… aun así llegó

tambaleándose a la cocina y abrió el congelador. Agarró el frasco donde guardaba esa esfera y la

cogió. Sabía que Walter se la había dado por alguna razón. La miró se concentró en ella.

La puerta de su casa empezó a tambalearse. –¡¡¡ABRA LA PUERTA!!! ¡¡NO LE PASARÁ NADA!!.

PUUM PUUM PUUUM

Raúl se sentó en la esquina más alejada de la cocina, estaba atrapado. Todo estaba perdido. La puerta

se vino abajo. En cuestión de segundos decenas de militares llenaron su casa y le apuntaban. Se lo

encontraron mirando una pequeña esfera que tenía en la mano.

La esfera brillaba. Brillaba Mucho. Demasiado… Tanto que dolía al mirar.

- ¡¡Deténgase o disparamos!!¡ No siga! ¡¡¡¡QUIETO!!!! ¡Fuego a discreción!

Mientras los militares llenaban de plomo el suelo de la cocina. Una luz brillante como el sol ilumino

la cocina. El fogonazo duró unos 5 segundos y después… Silencio. Raúl no estaba. Había una pequeña

deformación en la imagen de esa esquina… como si estuviera desenfocada.. pero se corrigió

enseguida. Nadie sabia lo que había pasado. Pero Raúl simplemente desapareció.

El Doctor Fosser entró enseguida a la cocina.

- ¡¿Qué ha pasado!? ¡¡Cuéntenme!!

- Señor. El sujeto tenía una esfera en la mano.. se iluminó y… cuando disparamos…

¡¡Simplemente se esfumó!!.

El Doctor se puso a gritar como si le hablara a alguien invisible

- Mierda. ¡ANTIMATERIA! AHORA LO ENTIENDO TODO. JODER Joder… ¡¡¡joder!!!. ¡Walter!

¿¡Qué estás haciendo..!? no sabes dónde te metes… Estás creando una singularidad.. ¡dentro de

una de las paradojas que la relatividad!

Se supone que el Big bang creó el universo… pero al mismo tiempo creó otro paralelo, donde

el tiempo corre al revés… ¡Walter tú estás JUSTO en medio! No juegues a transportar cosas al

otro lado!

¡No puedes volver! ¡NO! ¡ES IMPOSIBLE!.

Y no se puede llevar materia de este mundo al otro… usando antimateria. Te quedarás en una

zona neutra. A la que llaman punto muerto. Su existencia era solo teórica… hasta que tú..

Walter vas a crear un agujero negro e implosionará los dos universos.. Entonces… concluirá en

otro big bang. Todo se acabará para todos. Sera el fin de todo. ¡¡¡Piensalo!!! ¡¡¡JODER

WALTER!!!

CAPÍTULO 9:

Punto negro

Raúl abrió los ojos. No pesaba. Flotaba y no era capaz de encontrar su cuerpo al mirar. ¿Estaba

muerto acaso? En ese momento la voz de Walter resonó en su cabeza.

- Ahora eres luz. Te he salvado la vida. Tu plan no iba a funcionar. Hubieras muerto incinerado.

Lo sé.. He querido compensarte lo que te hice de niños.

- Serás hijo de puta.. ¡Me has matado!

- No exactamente. Bienvenido a mi ciberpurgatorio. Somos energía. Pero tu carga y la mía son

distintas. Yo soy negativa y tu positiva. ¿Qué gracioso verdad?

- Sácame de aquí! Te vi con la gabardina. Sabes cómo salir!

- De momento, solo soy capaz de materializar energía durante pocos segundos. Aun no tengo

respuesta a eso de encontrar una salida… pero acabo de escuchar a Fosser decir unas cosas

muy interesantes. Saldremos, aunque sea lo último que hagamos. Créeme Raul, nos

necesitamos el uno al otro.

- Ojala no te hubiera conocido.

- Ya te acostumbrarás a esta nueva situación. ¡Confía! No está tan mal. En este momento eres lo

más parecido a un Dios. Y juntos obraremos el milagro.

CAPÍTULO 10:

Al fin...una explicación.

Pasaron años desde este incidente. Aunque tardaron poco tiempo en averiguar la conexión

existente entre Raúl y Gualterio. La madre de Walter, fue duramente interrogada. Pero estaba

destrozada emocionalmente. Poco pudieron sacar de ella… más allá de lágrimas ignorantes.

El Dr Fosser postuló una nueva paradoja, basada en la singularidad del caso de Walter. Y

científicos de todo el mundo trabajaban en esa dirección, teorizando acerca de la antimateria

y el punto muerto. Estaban muy preocupados ante la posibilidad de que algún día todo fuera

absorbido por un agujero negro.

Investigaban en una posible solución. Pero parecía imposible. Hasta que un día que parecía

normal…

La gente miró al cielo, eran las 12 del medio día. El cielo literalmente se partió en dos. De él

emergió un sol negro. Y allí se quedó acompañando a nuestro astro rey.

La gente se temía lo peor. ¿Acaso ese era el fin?

Entonces apareció una profecía antigua muy extraña, y que era terroríficamente coincidente con lo

que estaba pasando.

Según esta profecía, el sol negro es un antiguo símbolo de los pueblos nórdicos, que representaba el

día del fin del mundo, la batalla de los dioses contra los jotuns, y posteriormente fue ligado a la filosofía

ocultista del nazismo. En alemán, Schwarze Sonne también se refiere al término Sonnenrad (en alemán

"rueda solar"), símbolo de esoterismo y de significado oculto, notable por su uso en el misticismo nazi y

su búsqueda de la inmortalidad. Su símbolo esotérico está compuesto por dos círculos concéntricos. El

círculo interior posee la forma de un sol del que parten doce rayos (que en la concepción clásica de la

rueda solar representaban el movimiento del sol a través del año). Los doce rayos, en sus extensiones,

alcanzan el círculo exterior, donde sus ángulos se tuercen formando a la vez dos símbolos de

importancia clave en el misticismo nazi: la esvástica y doce runas Sigel, la runa de la victoria, cuya

representación doble conforma el emblema de las SS.

Fue a partir de entonces cuando en todas partes apareció ese símbolo. Moviles, Tablets, emails… al

igual que la primera vez que Walter se comunicó con el mundo… esta vez no hubo palabras. Solo una

imagen y una música de fondo. La imagen del fin del mundo. La del sol negro. La gente atemorizada

no sabía cómo interpretarlo. El terror ante lo desconocido y al fin de todo estaba cerca.

Mientras… Chris Cornell y su “Black Hole Sun” hacía las veces de banda sonora hacia un temible

destino al que nadie quería llegar.

.

Una historia imaginada y creada por y para el Reto Fanzine del año 2014 por

Juan Antonio Laguna y con dibujos propios y copiados del mismo autor (sin

preguntar si le parece bien a sus dueños, claro está)y alguna que otra

ilustración de el anárquico y polifacético dibujante Jesús Sarrión, en un

tiempo record, con todos los impedimentos del mundo y porque de eso se

trata, ¡Qué cojones! : de trabajar como locos días de paz y recogimiento.

Hasta el año que viene que con muchas más dificultades crearemos más locuras

para alimentar nuestro propio ego y gritar bien alto ante el estupor de los

parroquianos del bar que nos acoja:

¡¡¡¡VIVA EL RETO FANZINE!!!!

Albacete, 25 de diciembre de 2014