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“SECRETARÍA DE AGRICUL TURA, GANADERÍA, DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENT ACIÓN” Subsecretaría de Desarrollo Rural Dirección General de Producción Rural Sustentable en Zonas Prioritarias ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO APLICADO A OBRAS COUSSA

Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

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Page 1: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

“SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA,

DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENTACIÓN”

Subsecretaría de Desarrollo Rural Dirección General de Producción Rural Sustentable en Zonas Prioritarias

ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO APLICADO A OBRAS COUSSA

Page 2: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

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CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN ....................................... 1

2. OBJETIVO ................................................ 1

3. ASPECTOS GEOLOGICOS ........................... 1

3.1 TECTÓNICA .......................................... 2

3.2 CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS ............ 3

Rocas ígneas .............................................................. 3

Rocas sedimentarias.................................................. 6

Rocas metamórficas .................................................. 7

3.3 ESTRUCTURAS PLEGADAS ................... 8

3.4 ESTRUCTURAS FALLADAS .................... 9

Falla normal ............................................................... 9

Falla horizontal ........................................................ 10

Falla inversa ............................................................. 10

4. CUENCAS HIDROGRAFICAS ..................... 11

4.1 FALLAS Y CUENCAS ............................ 11

4.2 PATRONES DE DRENAJE .................... 13

Drenaje Dendrítico .................................................. 13

Drenaje en Enrejado o Trenzado ............................. 14

Drenaje Rectangular ................................................ 14

Drenaje Radial centrifugo........................................ 14

Drenaje Radial centrípeto ....................................... 15

Drenaje Anular ........................................................ 15

Drenaje Paralelo ...................................................... 15

Drenaje Meándrico ................................................. 16

Drenaje Anastomosado ........................................... 16

Drenaje con forma Entrecruzada ............................ 17

Drenaje con forma Dicotoma (Distributiva) ............ 17

Drenaje con formas Retorcidas ............................... 17

Drenaje con formas Asimétricas ............................. 18

4.3 INDICADORES DE CONTROL

ESTRUCTURAL ............................................... 18

4.4 DENSIDAD DE DRENAJE ..................... 19

4.5 LAS LADERAS ..................................... 19

5. PROCESOS DE FORMACIÓN DEL RELIEVE 20

5.1 INTEMPERISMO ................................. 20

Intemperismo físico ................................................. 21

Intemperismo químico ............................................. 21

Estructura de las rocas y su intemperismo .............. 22

Intemperización de rocas ígneas............................. 23

5.2 EROSIÓN ............................................ 23

Erosión hídrica ......................................................... 24

Erosión Eólica ........................................................... 25

Movimiento en masas .............................................. 25

5.3 TRANSPORTE ..................................... 26

5.4 DEPOSITACIÓN .................................. 27

Depósitos glaciares .................................................. 27

Depósitos coluviales................................................. 28

Depósitos aluviales .................................................. 28

Depósitos eólicos ..................................................... 30

6. SUELOS .................................................. 32

6.1 SUELOS RESIDUALES.......................... 33

Características del suelo residual ............................. 34

Suelos residuales de rocas volcánicas ...................... 34

Suelos residuales de rocas metamórficas ................ 35

Suelos residuales de rocas sedimentarias................ 36

6.2 SUELOS TRANSPORTADOS ................ 37

Suelos aluviales ........................................................ 37

Suelos eólicos ........................................................... 38

Suelos glaciares ........................................................ 38

7. AGUA SUBTERRANEA ............................. 38

7.1 LOS ACUÍFEROS ................................. 39

7.2 AGUAS SUBALVEAS ........................... 39

7.3 MANANTIALES ................................... 40

8. VEGETACIÓN .......................................... 41

9. OBRAS ASOCIADAS ................................. 47

10. BIBLIOGRAFÍA ........................................ 48

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1

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ANÁLISIS GEOMORFOLÓGICO APLICADO A OBRAS COUSSA

1. INTRODUCCIÓN

La base fundamental para la implementación de

proyectos de Conservación de Suelo y Agua

óptimos, parte de analizar los recursos naturales

base (clima, roca, suelo) en relación con la

vegetación y más específicamente con las

actividades productivas del sector rural.

Un adecuado análisis del paisaje permite la

correcta valoración de los recursos naturales

disponibles para la implementación de las

mejores acciones conservacionista, en términos

de suelo, agua y fertilidad. En este sentido, un

análisis territorial, con bases geomorfológicas,

permite al técnico especialista entender los

procesos (hidrológicos, climáticos, edáficos,

geológicos, biológicos) que condicionan el

relieve, los suelos, la cobertura vegetal y la

disponibilidad de agua. Además de entender los

procesos que conforman el paisaje, dicho análisis

ayuda identificar las mejores acciones de manejo

en término de los de los recursos que ofrece el

entorno (materiales de construcción,

disponibilidad de agua, potencial productivo) y

los objetivos hidrológicos buscados (recarga de

acuíferos, captación de agua, conservación de

suelos, etc.).

2. OBJETIVO

Conocer el origen de las geoformas, para

entender los elementos físicos y los procesos

que se desarrollan dentro de una cuenca.

Realizar un diagnóstico integral, que sirva en

la planeación de obras y prácticas de

conservación de los recursos naturales a fin

de implementar las mejores acciones, en

términos económicos y de funcionalidad,

acorde a los fines planteados.

3. ASPECTOS GEOLOGICOS

Los proyectos Conservación de Suelo y Agua

COUSSA se circunscriben dentro de estructuras

geológicas que presentas diferentes condiciones

topográficas (relieve, pendiente, aspecto,

longitud de cauces) que son producto de

movimientos tectónicos de la corteza terrestre y

que impactan en la formación de montañas,

cordilleras o valles (graben).

Esta situación es particularmente importante en

México donde el cinturón de fuego, que flanquea

la costa del pacífico, a creando, a través de

subducción, las Sierras Madre de Chiapas, del Sur

y la Occidental. Estas áreas de subducción,

donde las placas convergen, se caracterizan por

sus vestigios volcánicos del periodo terciario. Por

otro lado, los empujes deferenciales entre

distintas sub-placas tectónicas, en el fondo el

Océano Pacífico durante el periodo cuaternario,

han conformado el paisaje del Eje Volcánico

Transversal con sus aparatos volcánicos y

grabenes tectónicos. Estos puntos de contacto

geológico han puesto en superficie el magma

interno de la tierra en forma de lava, toba y

ceniza (consolidada y no consolidada). La

intemperización, arrastre y depositación de estos

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materiales volcánicos, a través del ciclo de las

rocas, han condicionado el paisaje sedimentario

y metamórfico de la mayor parte del país. Tales

procesos tectónicos y geomorfológicos, ligados al

clima, han determinado las diversas

características físicas, usos de suelo y potencial

productivo de las distintas cuencas del país. La

comprensión de dicho procesos permite al

técnico elaborar proyectos COUSSA que retrase

la erosión (natural o acelerada por acción del

hombre) de forma más eficiente y económica.

3.1 TECTÓNICA

La configuración geográfica y geología de la

República Mexicana es el resultado de múltiples

procesos tectónicos entre el bloque continental

y las provincias oceánicas que lo circundan. En la

región del Pacífico, la Península de Baja

California se está separando del resto del

continente con un movimiento hacia el noroeste;

en el Pacífico sur de México, desde Cabo

Corrientes en el estado de Jalisco hacia

Centroamérica, la placa oceánica de Cocos es

asimilada por el continente; tal subducción

ocurre a lo largo de una fosa oceánica a la que se

conoce como Trinchera de Acapulco o

Mesoamericana.

Por otro lado, en las provincias geológicas del

Golfo de México y del Caribe, se tienen esfuerzos

tectónicos de separación cortical, identificados

también como de tensión o distensivos, que

están actuando en los márgenes continentales;

éstos, a su vez, avanzan sobre los fondos más

profundos de las cuencas oceánicas, como

consecuencia del desplazamiento de la placa

tectónica continental de Norteamérica hacia el

poniente, y de la del Caribe hacia el oriente

(Figura 1).

Figura 1. La configuración actual de México se debe al movimiento simultáneo de las cuatro placas tectónicas: a) la de

Norteamérica, con desplazamiento hacia el suroccidente; b) la del Pacífico oriental, hacia el noroeste; c) la de Cocos,

hacia el noreste, y d) la del Caribe, hacia el oriente franco.

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La corteza terrestre es sólida, deformándose por

las enormes fuerzas producidas en su interior

generando porciones nuevas y la destrucción de

otras. Estos procesos de deformación o fractura

de las rocas madres produce la formación de

rocas sedimentarias o metamórficas.

3.2 CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS

Las estructuras geológicas controlan la

topografía ya que la pendiente viene

influenciada por el buzamiento de los estratos y

la influencia de fallas y fracturas. En la tierra

ocurren una serie de procesos que alteran las

rocas y producen los distintos tipos de suelo. Por

ejemplo, los feldespatos, presentes en las rocas

ígneas, forman arcillas impermeables cuando se

descomponen.

Dependiendo de su origen geológico (Figura 3),

las rocas pueden clasificar en tres tipos de rocas:

Ígneas o magmáticas

Metamórficas

Sedimentarias

Para presas de gravedad se prefiere la edificación

en rocas duras como granitos, dioritas, basaltos,

diabasas, porfiritas, andesitas, gneis, cuarcitas.

Figura 2. Fallas y drenaje.

Rocas ígneas

Estas rocas se originan a partir de material

fundido en el interior de la corteza terrestre

conocido como magma, el cual está sometido a

temperatura y presión muy elevada. El magma

(solución compleja de silicatos con agua y gases a

elevada temperatura), se forma a una

profundidad de la superficie terrestre de entre

25 a 200 km. Los minerales fundamentales en

las rocas ígneas son: cuarzo, feldespatos, micas,

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augita, hornblenda, olivino y óxidos de hierro. La

composición mineralógica promedio de las rocas

ígneas es: 59% feldespatos, 12% cuarzo, 17%

anfíboles y piroxenos, 4% micas y 8% otros

minerales.

Rocas ígneas intrusivas

Cuando la corteza terrestre se debilita en algunas

áreas, el magma asciende y penetra en las capas

cercanas a la superficie, pero sin salir de ésta,

lentamente se enfría y se solidifica en el

subsuelo dando lugar a la formación rocas ígneas

intrusivas o rocas plutónicas (Figura 3) de grano

grueso1 o en forma de grandes masas

llamadas batolitos.

Las rocas plutónicas son muy sólidas y con

frecuencia no presentan fracturas. Entre las más

conocidas esta la familia de los granitos, que

están constituidos fundamentalmente por

cristales de cuarzo, feldespatos y micas, en

distintas proporciones, lo que determina su

clasificación y les confiere una textura granulada,

gran dureza, resistencia a los esfuerzos y

alteraciones.

1 La característica principal de las rocas plutónicas es la

formación de cristales grueso, observables a simple vista. Mientras que en las rocas extrusivas los cristales solo se pueden ver por medio de una lupa.

Figura 3. Ciclo de formación de rocas.

Las rocas graníticas producen un relieve

homogéneo, uniforme, sin direcciones

preferentes de estructuras y suave. Presenta

suelos poco profundos, si la precipitación es

suficiente, desarrolla vegetación arbórea. Se

caracteriza por una red de drenaje dendrítica, en

las zonas de poca fracturación, y angular en las

zonas con control estructural por fracturación.

En general las rocas intrusivas producen un

drenaje dendrítico o radial y puede variar con el

desclasamiento y la composición. Puede ser

radia-anular en hipoabisales2.

Las rocas basálticas presentes a lo largo de las

costas de la Sierra Madre de Sur y Sierra Madre

de Chiapas y su intemperización produce suelos

areno-arcillosos de color amarillento que suele

producir movimientos en masa cuando el suelo

se satura y la vegetación se remueve. Este tipo

de arenas suelen presentar altos contenidos de

2 Término aplicado a rocas ígneas intrusivas que han

cristalizado bajo condiciones intermedias entre las plutónicas y las volcánicas.

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micas por lo su uso en la construcción requiere

de lavado previo de las mismas.

Rocas ígneas extrusivas

Cuando el magma emerge a la superficie, en

forma de lava, a través de fisuras o conductos

(volcán), se genera un enfriamiento rápido y una

solidificación conocida como roca ígneas

extrusivas o roca volcánica (Figura 4).

Figura 4. Roca ígnea extrusiva.

Rocas volcánicas producen un drenaje paralelo

en basaltos, dendrítico en tobas y depósitos

piroclásticos, anular en domos, radial en

volcanes, anómalo en lagunas y canales

discordantes.

Las rocas ígneas extrusivas (basaltos, riolitas y

andesitas) son muy abundantes en la región

central de México, (Eje Neovolcánico) que se

utilizan como piedras de cantería o como

tableros serrados a partir de grandes bloques

dimensionados.

Otro aspecto importante en la construcción es el

uso de escorias volcánicas conocidas como

puzolanas3. Las puzolanas tienen la ventaja de

ser muy reactivas con la cal y pueden reemplazar

del 15 al 40% del cemento portland sin reducir

significativamente la resistencia del concreto. Las

puzolanas volcánicas son esencialmente cenizas

de exhalaciones recientes que se localizan

básicamente en los conos volcánicos. La

puzolana es de estructura amorfa con presencia,

mayor del 70%, de los tres principales óxidos

(SiO2, Al2O3, Fe2O3). Las buenas puzolanas a

menudo se encuentran como cenizas finas, pero

también en forma de grandes partículas o tufos

(ceniza volcánica solidificada), que deben ser

triturados para emplearse como puzolana (Figura

5). Entre más violento haya sido el lanzamiento

de magna fundido a la atmósfera, más reactiva

es la puzolana con la cal, que aquellas cenizas

formadas por erupciones menos violentas.

Otro material de origen volcánico utilizado en la

construcción es el yeso (sulfato cálcico, CaSO4)

que es un aglomerante pétreo que resulta de la

deshidratación de la piedra pómez.

3 La Puzolana recibe su nombre de la población de

Pozzuoli, en las faldas del Vesubio, donde era explotada, desde la antigua Roma, para la fabricación de cemento puzolánico. Posteriormente, el término fue extendiéndose a todos aquellos materiales sustitutos con propiedades similares a la Puzolana de origen natural.

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Figura 5. Puzolana de origen volcánico (lapilli).

Figura 6. Materiales volcánicos y su distribución.

Rocas sedimentarias

Las rocas sedimentarias, tal como su nombre lo

indica, se forman de sedimentos. Esto es, de

materiales de distintas procedencias, que se van

acumulando en forma de capas o lechos

superpuestos. Con el paso del tiempo, estas

capas se van comprimiendo hasta formar una

masa sólida estratificada.

Sedimentarias epiclásticas

Los rocas sedimentarias pueden originarse a

partir del intemperismo, erosión y depositación

de rocas preexistentes, en este caso se conoce

como Epiclásticas. Entre ellas sobresalen las

areniscas (Figura 7) que son rocas detríticas

constituidas fundamentalmente por arenas; las

cuales tienen buenas características para su

trabajo y talla.

Figura 7. Roca sedimentaria epiclástica, arenisca.

Los conglomerados y las areniscas maduras

producen un drenaje rectangular paralelo y

subparalelo, en areniscas inmaduras suele ser

subparalelo, y en lodolitas subparalelo o

subdendritico. En pizarras y filitas se produce un

drenaje dendrítico o rectangular.

Sedimentarias químicas

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Cuando las rocas se originan por la precipitación

de minerales en cuerpos de agua marinos o

continentales se les conoce como sedimentarias

químicas. Entre las rocas más importantes se

tiene las rocas: carbonatadas, silicias,

carbonosas, ferruginosas y evaporíticas. Las

calizas son rocas mayoritariamente conformadas

por carbonato cálcico, en forma de precipitados

y partículas. Las calizas son muy usadas en la

construcción por su facilidad de corte y talla.

Cuando en su composición hay cierta proporción

de carbonato magnésico se les denomina

dolomías. Las rocas calizas casi nunca se

encuentran puras (CO3Ca) en la naturaleza, sino

que van acompañadas de arcilla, óxidos, e

impurezas que al calcinarse producen distintos

tipos de cal.

Figura 8. Roca sedimentaria química, caliza.

Las rocas sedimentarias producen relieves

suavemente ondulados con valles casi planos.

Las distancias entre colinas están generalmente

muy espaciadas (varios kilómetros) lo que

permite el desarrollo de planicies intermedias

con depósitos más modernos (planicies

aluviales). Generalmente estas rocas producen

suelos profundos con alto contenido de

humedad. En climas áridos desarrollan un

drenaje dendrítico y en climas húmedos un

drenaje paralelo de bajas pendientes.

La morfología de las areniscas depende de su

grado de cementación. Las areniscas con

cemento silíceo o ferruginoso desarrollan

escarpes abruptos hacia las laderas y en la zona

de interfluvios desarrolla estructuras de terrazas

de tipo mesetiforme. Sus suelos son poco

desarrollados. Presentan una importante

densidad de fracturas y la red de drenaje

frecuentemente sigue los planos de fracturas.

Las areniscas con cemento calcáreo o arcilloso

producen un relieve cóncavo-convexo, lobulado,

puede formar planos aluviales estrechos en los

valles. Sus suelos tienen buen desarrollo que se

refleja en una vegetación natural más uniforme.

Su drenaje es de tipo dendrítico y subdendrítico

con abundantes cursos secundarios.

Las rocas sedimentarias son las más abundantes

de la corteza terrestre, por tanto su uso en la

construcción es muy extensivo. En México se

encuentran casi en todo el territorio, sobresale la

Sierra Madre Oriental, el altiplano septentrional

y la península de Yucatán. Es frecuente

encontrarlas en los fondos antiguos de grabenes

tectónicos, de provincias ígneas, donde los

materiales del fondo se compactan por la

acumulación.

Rocas metamórficas

Las rocas metamórficas experimentan un

proceso mediante el cual su composición mineral

y textura cambian, por efectos de presión o

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temperatura, para dar lugar a una nueva (Figura

9) roca. En su origen las rocas metamórficas

pueden ser ígneas y/o sedimentarias. Las altas

temperaturas de los magmas afectan las rocas

originales mediante la transformación de sus

minerales o recristalización; como sucede a las

rocas calizas que al estar en vecindad con

magmas origina el mármol. Otros ejemplos son

las cuarcitas (se explotan en lajas) que son la

consecuencia de un proceso de recristalización

de areniscas ricas en cuarzo o las pizarras que

provienen de rocas sedimentarias arcillosas,

sometidas a altas presiones; las cuales tienen

buen comportamiento ante la acción

meteorológica, alta impermeabilidad y flexión.

Las rocas metamórficas conforman un paisaje

bandeado en la dirección de las estructuras

tectónicas que las afectaron. Generalmente se

presentan en un relieve de moderado a

pronunciado, controlado en el sentido de la

esquistosidad. Su presencia se asocia a suelos

poco desarrollo a pobres, pero con mayor

profundidad y vegetación en las zonas con

alteraciones. Generalmente produce una red de

drenaje con control estructural y angular en las

zonas de fractura.

Estas rocas se encuentran presentes en la Sierra

Madre Oriental y Sierra Madre del Sur y periferia

del Eje Volcánico Transversal. Su utilización, en

las obras de infraestructura rural, ha suido muy

amplia.

Figura 9. Rocas metamórficas, cuarcita y pizarra.

3.3 ESTRUCTURAS PLEGADAS

Las fuerzas tectónicas, actuando durante

millones de años, hacen que la corteza se ondule

y forme pliegues, en un lugar se levanta el

terreno, en otro se hunde. Estos procesos de

plegamiento pueden producirse a gran

profundidad y son los responsables de la

formación de las grandes cordilleras de la Tierra,

tal como ocurre con la Sierra Madre Oriental y

los Altos de Chiapas.

La cantidad de tiempo en que las rocas están

sometidas a tensión es también importante. Las

rocas que se someten a tensiones largas y

continuas, se pliegan. Si sufren procesos de

deformación rápida, o la elasticidad de los

materiales no puede soportarlas, el pliegue se

rompe, ocurre una falla (Figura 10) y se producen

un terremoto.

Los pliegues superiores con forma abovedada se

llaman anticlinales y tienen una cresta y dos

laderas inclinadas que descienden hacia el

sinclinal (Figura 10). El pliegue sinclinal es de

forma cóncava y su núcleo contiene materiales

geológicamente recientes mientras que el

pliegue anticlinal es de forma convexa, y el

núcleo contiene materiales más antiguos.

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Figura 10. Pliegues sinclinal y anticlinal.

La mayoría de las rocas estratificadas visibles en

ríos, canteras o costas eran, en su origen,

sedimentos depositados en capas o lechos

horizontales, que hoy suelen estar inclinados en

una u otra dirección (Figura 11).

Figura 11. Pliegue en la superficie terrestre.

3.4 ESTRUCTURAS FALLADAS

Uno de los accidentes del terreno que se puede

observar más fácilmente son las fallas o rupturas

de un plegamiento, especialmente si el terreno

es de tipo sedimentario (Figura 12). Las fallas son

un tipo de deformación de la corteza terrestre

que finaliza en ruptura, dando lugar a una gran

variedad de estructuras geológicas.

Figura 12. Falla en la superficie terrestre.

Cuando esta ruptura se produce de forma

brusca, se produce un terremoto. En ocasiones,

la línea de falla permite que, en ciertos puntos,

aflore el magma de las capas inferiores y se

forme un volcán.

El plano de falla puede ocurrir en forma vertical,

horizontal u oblicuo. Si las fracturas son frágiles,

tienen superficies lisas y pulidas por efecto de la

abrasión. Durante el desplazamiento de las rocas

fracturadas se pueden desprender fragmentos

de diferentes tamaños.

Falla normal

La falla vertical o normal se produce por

tensiones (estiramiento o alargamiento de los

materiales) lo que propicia que un segmento de

la corteza (Figura 13) se hunda por efecto de la

fuerza de gravedad.

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Figura 13. Falla normal.

Este tipo de fallas son típicas en los grabenes

tectónicos (Figura 14) donde la tensión da lugar a

una región deprimida entre dos bloques

levantados. Estas fosas tectónicas se producen

en áreas en las que se agrupan al menos dos

fallas normales. Las fosas forman valles que

pueden medir decenas de kilómetros de ancho y

varios cientos de kilómetros de longitud, como

ocurre en los grabenes de Chapala-Acambay o

Tehuacan-Oaxaca. Los valles se rellenan con

sedimentos que pueden alcanzar cientos de

metros de espesor.

Figura 14. Formación de un graben.

Si pasa tiempo suficiente, la erosión puede

allanar las paredes destruyendo cualquier traza

de ruptura, pero si el movimiento es reciente o

muy grande, puede dejar una cicatriz visible o un

escarpe de falla con forma de precipicio.

Falla horizontal

En las fallas horizontales o de desgarre, además

del movimiento horizontal también se desplazan

los bloques (Figura 15) verticalmente. Un

ejemplo especial de este tipo de fallas son

aquellas que desplazan a las dorsales oceánicas.

Figura 15. Falla de desgarre.

Falla inversa

La falla inversa se produce por las fuerzas que

comprimen la corteza terrestre, haciendo que un

bloque ascienda sobre el plano de falla. En esta

tipo de falla las rocas de los estratos más

antiguos aparecen colocados sobre los estratos

más modernos, dando lugar así a los llamados

cabalgamientos (Figura 16).

Figura 16. Falla inversa.

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4. CUENCAS HIDROGRAFICAS

En su definición más amplia, la cuenca

hidrográfica es el territorio que concentra los

escurrimientos hacia un punto de interés de un

cauce (Figura 17). Esto es, a medida que nos

movemos aguas arriba de un cauce el área de

drenaje natural, delimitada por un parte aguas,

disminuye.

Figura 17. Cuenca hidrográfica.

Las características físicas de una cuenca están

determinadas por interacciones geológicas y

climáticas que son del ámbito de estudio de la

geomorfología. En este sentido, los proyectos

Conservación de Suelo y Agua (COUSSA) se

circunscriben dentro procesos geomorfológicos

que necesitan ser comprendidos a fin de

elaborar planes de manejo eficientes.

4.1 FALLAS Y CUENCAS

Cuando existen fallas normales se puede dar una

deformación lenta o rápida de cuencas (Figura

18). En el desplazamiento rápido provocado por

las fallas normales se observan frentes lineares,

facetas amplias, abanicos aluviales pequeños y

ríos transversales próximos. En la deformación

lenta existen abanicos de poca pendiente,

facetas pequeñas, cabezas de abanicos

atrincherados y ríos transversales alejados.

Figura 18. Deformación lenta y rápida en cuencas con

fallas normales (Burbank y Anderson , 2011).

El espaciamiento medio y longitudinal de los

causes está en función de la actividad de las

fallas tectónicas. Los cauces más cortos y

escarpados se encuentran comúnmente en el

flanco más activo de la cordillera, mientras que

los cauces largos y de menor pendiente en el

lado menos activo de esta. Entre más cercanos

sean los cauces sus longitudes serán más cortas

(lado más activo) y entre más lejos se

encuentren serán más largos, lado menos activo

(Figura 19). Estas correlaciones se ven con mayor

claridad de los paisajes sedimentarios.

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Figura 19. Espaciamiento y longitud de cauces (Burbank y

Anderson, 2011).

La geometría de drenaje también está

determinada por la acción de las fallas. En la

Figura 20 se observa que las fallas normales

activas 3, 8 y 13 del lado de la falla, tienen cauces

cortos y escarpados. Pero al otro lado de la

cordillera sus cauces son más largos y de menor

pendiente. Las cuencas grandes y oblicuas se

observan donde terminan las fallas 3 y 8 ó 2 y 6.

Las cuencas grandes y oblicuas A y B marcan la

terminación de la falla 9, la cual se ha vuelto

inactiva debido a la propagación de las fallas 4 y

10. La inactividad de la falla 2 y la activación de la

falla 1 produce cuencas grandes. El eje de los ríos

tiende a desplazarse hacia el margen

tectónicamente más activo. Cuencas cerradas se

desarrollan cerca de las fallas 5 y 11.

Figura 20. Geometría de drenaje determinado por fallas

(Burbank y Anderson , 2011).

Finalmente, en la zona de traslape en fallas

normales se observa que conforme avanza la

falla nueva disminuye el relieve topográfico de la

pared baja; conforme avanza la falla nueva se

atrincheran o se socavan los abanicos aluviales

que estaban asentados en la pared colgante de

la falla antigua; la cuenca oblicua, dentro de la

falla joven, marca el extremo de la falla antigua

(Figura 21).

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Figura 21. Zona de traslape en fallas normales (Burbank y

Anderson, 2011).

4.2 PATRONES DE DRENAJE

Se define como patrón o forma que tiene una red

de drenaje de un área determinada. La forma de

la red nos indica el tipo de roca dominante y su

resistencia litológica, la pendiente de las laderas,

de la permeabilidad del suelo, y la intensidad de

las lluvias.

La correcta interpretación de la red de drenaje

suministra la información inicial sobre la

dinámica de los escurrimientos y la erosión de un

área determinada. Los patrones de drenaje

pueden ser variados y a continuación se

menciona aquellos que tienes mayor relevancia

en proyectos COUSSA.

Drenaje Dendrítico

Está formado por cauces pequeños, cortos e

irregulares, que siguen muchas direcciones y

llegan al río principal formando ángulos muy

variados (Figura 22).

Figura 22. Drenaje dendrítico.

Se forman en áreas con litología de baja

permeabilidad no afectada fallas, en pendientes

moderadas, caudales reducidos, baja cobertura

vegetal. La red dendrítica se observa en el fondo

de grabemenes tectónicos, donde alguna vez

existió un fondo de lago. Por ello generalmente

se observan en sedimentos sueltos arcillosos con

superficies homogéneas sobre rocas

sedimentarias horizontales o poco inclinadas, no

fracturadas o diaclasadas.

La densidad de los cursos de agua de una red

dendrítica depende de las precipitaciones y del

escurrimiento (infiltración).

Una red dendrítica fina se desarrolla en un

subsuelo relativamente impermeable y poco

resistente con respecto a la erosión (en arcillas,

arenas finas, margas, tufitas por ejemplo).

Page 16: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

14

14

Una red dendrítica gruesa se desarrolla en

areniscas de grano grueso, de alta

permeabilidad, en rocas intrusivas de grano

grueso no fracturadas o solo ligeramente

fracturadas, en regiones húmedas en carbonatos

y dolomías, donde el agua se infiltra el subsuelo.

Drenaje en Enrejado o Trenzado

En este tipo los tributarios de primer orden son

largos y de trazado recto, siendo a menudo

paralelos a un curso principal. Los tributarios

cortos confluyen con los canales mayores

formando ángulos aproximadamente rectos

(Figura 23).

Figura 23. Drenaje en Enrejado o Trenzado.

Estas formas que indican un importante control

estructural (fallas, diaclasas, fracturas, diques),

se desarrollan sobre zonas que han sido

fuertemente plegadas, y puede indicar una

alternancia de estratos subyacentes de rocas

resistentes y no resistentes a la erosión. Los

tributarios cortos se deslizan sobre los lados de

las capas más resistentes levantadas.

Normalmente se desarrollan en los flancos de

anticlinales.

Drenaje Rectangular

Es cuando entre los tributarios y el cauce

principal se generan ángulos rectos. En éste

esquema no hay paralelismo perfecto, los

tributarios menores generalmente son cortos y

presentan una uniformidad entre los ángulos

generados (90°) (Figura 24).

Figura 24. Drenaje rectangular.

La red rectangular refleja un control estructural

(fallas, fracturas, discontinuidades) ortogonal

entre las rocas subyacentes. Se desarrolla en

altiplanicies cubiertas de rocas sedimentarias,

más o menos horizontales, de zonas áridas o

semiáridas.

Drenaje Radial centrifugo

En éste patrón radial los cauces inician en un

punto central y elevado dentro del paisaje y

fluyen hacia la periferia (Figura 25). Es típico de

las montañas de base redondeada que terminan

en forma de pico definido; como son los

plegamientos en domo, los cerros aislados

esculpido por la erosión (testigo), o los conos

volcánicos. Su desarrollo es denso e indica una

litología con baja permeabilidad y laderas de

pendiente pronunciada

Page 17: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

15

15

Figura 25. Drenaje radial centrífugo.

Drenaje Radial centrípeto

Las formas radiales centrípetas se forman

cuando el agua corre hacia el interior de una

cuenca cerrada o depresión cerrada, por

ejemplo: cráteres, calderas volcánicas, cuencas

endorreicas, valles o domos colapsados (Figura

26). Estos últimos, pueden indicar litologías

calcáreas de tipo kárstico.

Figura 26. Drenaje centrípeto en cuenca cerrada.

Drenaje Anular

Es muy similar al radial pero no es tan denso.

Indica, al igual que el anterior, un punto central

alto y un valle periférico más bajo (Figura 27).

Figura 27. Drenaje anular.

Éste sistema de drenaje se presenta en

plegamientos en domo con estratos

sedimentarios de diferente dureza y variada

permeabilidad; lo que hace los terrenos

inestables.

Drenaje Paralelo

Se presenta cuando varias corrientes corren

paralelas entre sí, sin importar el orden o la

importancia en el conjunto total de tributarios

(Figura 28). Se presenta cuando las pendientes

son altas, los materiales son de baja

permeabilidad, cobertura vegetal reducida y

existe un tipo de control estructural que mueve

los escurrimientos en una dirección.

Figura 28. Drenaje paralelo y subparalelo.

Page 18: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

16

16

El paralelismo de los cauces puede modificarse

por fallas normales que intercepten los cauces y

la densidad tiende a disminuir en la medida que

la permeabilidad aumenta. Cuando el material

superficial es muy permeable o es atravesado

por canales de disolución. Los cauces pueden

aparecer y desaparecer de manera intermitente.

Drenaje Meándrico

En este patrón, se presenta en ríos que poseen

llanuras de inundación, donde se generan curvas

pronunciadas conocidas como meandros. Para

que se genere un comportamiento de este tipo

es necesario que el caudal involucrado sea de

una gran magnitud.

Figura 29. Drenaje meándrico.

La sinuosidad de los meandros está determinada

por la pendiente del terreno y la magnitud de las

avenidas. Así, pendientes menores reducen la

velocidad del flujo, incrementan la depositación

de partículas finas y se incrementa la sinuosidad

de los meandros (Figura 29). Por esta razón los

meandros más tortuosos se ubican en las

llanuras costeras, donde sus llanuras de

inundación presentan de texturas limosas.

Drenaje Anastomosado

Este tipo de drenaje es típico de zonas

semiáridas y áridas donde las corrientes son

efímeras. Se presenta a lo largo de amplias

llanuras de depositación, por lo que el cauce

generalmente subyace sobre depósitos arenosos

con altas capacidades de infiltración. Su

conformación se asocia a fuerte avenidas, que

hacen migrar las arenas del lecho del cauce, y su

condición anastomosada obedece a altas tasas

de sedimentación y caudales moderados

intermitentes (Figura 30).

Figura 30. Drenaje anastomosado.

Es importante tener en cuenta que ningún

drenaje superficial se presenta en sedimentos

sueltos de arenas gruesas o en gravas, que se

observan en terrazas fluviales, sedimentos fluvio-

glaciales o eólicos.

Page 19: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

17

17

Drenaje con forma Entrecruzada

Estas formas se componen de una red de cauces

poco profundos y se desarrollan en llanuras o

terrazas aluviales compuestas de materiales

gruesos y permeables (Figura 31).

La arena gruesa transportada durante las

crecidas y depositada en el curso de los ríos

puede permitir que gran parte del agua fluya a

través de ella. La parte del caudal que no se

infiltra a través de la arena puede distribuirse en

cauces que derivan entre barras arenosas.

Los terrenos con esta forma de drenaje pueden

ser objeto de intensa explotación de arena y

grava, así como fuente de importantes de

aprovechamientos de agua a través de o galerías

filtrantes4 o presas subálveas 5.

Figura 31. Drenaje con forma entrecruzada

4 La galería filtrante es un conducto adyacente a una

fuente de recarga superficial que permite interceptar el flujo natural del agua subsuperficial. 5 Presas subálveas interceptan el escurrimiento

subsuperficial de los aluviones de ribera. Se construyen dentro de los estratos del aluvión arenoso de una corriente efímera.

Drenaje con forma Dicotoma (Distributiva)

En este tipo de drenaje los cursos se disponen en

forma de abanico para distribuir el agua del

cauce principal. El drenaje dicótomo se observa

en los deltas de los ríos y en los abanicos

aluviales; en el primer caso, se asocia a ríos

perenes los cuales al desembocar al mar se

reduce la pendiente del cauce y se favorece la

depositación de partículas finas, que a su vez

produce estratos de escasa permeabilidad. En el

caso de abanicos aluviales, estos se asocian a

cauces intermitentes de pendiente abrupta que

al desembocar en un valle interior (grabenes

tectónicos o cuencas cerradas) se produce una

reducción brusca de la pendiente (Figura 32) y en

consecuencia se conforma conos aluviales que se

ramifican sobre estratos permeables de grano

grueso.

Figura 32. Drenaje con forma dicótoma (distribitiba).

Drenaje con formas Retorcidas

Un patrón de drenaje con cambios bruscos de

dirección, su presencia indica un absoluto

control estructural asociado a una barrera de

roca resistente (Figura 33); como aparatos

Page 20: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

18

18

volcánicos o estratos sedimentarios con

discontinuidades.

Figura 33. Drenaje con formas retorcidas.

Drenaje con formas Asimétricas

Este tipo de drenaje tiene la forma de peine ya

que la mayor parte de los tributarios ocurren de

un lado del curso principal (Figura 34). Este

patrón se desarrolla en estructuras plegadas

compuesta de capas sedimentarias

impermeables (arcillas, esquistos) sobre capas

permeables de areniscas. En estos casos, los

cursos más largos se alojan sobre las laderas del

material más fino y los causes más cortos sobre

las laderas de areniscas permeables; este

material más permeable limita el crecimiento

del cauce ya que gran parte del escurrimiento se

infiltra.

Figura 34. Drenaje con formas asimétricas.

4.3 INDICADORES DE CONTROL

ESTRUCTURAL

Cuando la forma, densidad o dirección de los

cursos de agua o el ancho, la profundidad o las

características de las terrazas de un valle varían

con respecto al esquema general del área de

estudio indica la presencia de controles

estructurales. Entre las principales anomalías en

las redes de drenaje, que indican la presencia de

controles estructurales, tenemos:

Un estrechamiento del lecho de inundación

de un río indica cambios litológicos debidos

al plegamiento o fractura de la zona.

Un ensanchamiento del lecho de inundación

indica una influencia estructural en la parte

baja del río.

Un cambio brusco en la dirección de un

cauce expresa obstáculos locales por

plegamiento, falla o vulcanismo.

Un recorrido rectilíneo de secciones de los

cursos de agua puede indicar fallas,

diaclasas, fracturas o cambios en la dureza

de las rocas.

Un cambio brusco en la densidad de la red

de drenaje puede indicar un cambio brusco

de la litología asociados a la permeabilidad.

Un cambio repentino en las características

de un valle puede indicar cambios

litológicos.

Un cambio brusco en la periodicidad de los

meandros indica fallas locales o pliegues

perpendiculares a la dirección del

escurrimiento.

Cauces paralelos escarpados, como sucede

en los grabenes tectónicos, indican la

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19

19

presencia de una falla normal o vertical. El

desplazamiento perpendicular de uno o

varios cauces generalmente se asocia con

fallas horizontales (Figura 35).

Figura 35. Fallas y drenaje.

4.4 DENSIDAD DE DRENAJE

La densidad de drenaje es producto de diversos

factores (clima, litología, permeabilidad del

suelo, estructura geológica, relieve y condiciones

biológicas) que actúan en una cuenca (Figura 36)

y que tienen efecto directo en producción de

agua, sedimentos y biomasa.

Figura 36. Densidad de drenaje (baja, media y alta).

Valores altos de densidad refleja una cuenca

muy bien drenada que debería responder de una

manera relativamente rápida al influjo de la

precipitación, es decir, las precipitaciones

influyen inmediatamente en la descarga de los

ríos (tiempos de concentración cortos).

Una cuenca con baja densidad de drenaje refleja

un área pobremente drenada con respuesta

hidrológica muy lenta. En cuencas donde

predominan areniscas y gravas la densidad del

drenaje es más pequeña que aquellas cuencas

cubiertas de arcilla o esquistos.

Una baja densidad de drenaje es favorecida en

regiones donde el material del subsuelo es

permeable, bajo una cubierta de vegetación

densa y relieve ondulada. La densidad de drenaje

disminuye en ciertas regiones desérticas de

topografía plana y terrenos arenosos, y aumenta

en cuencas húmedas, montañosas y de terrenos

impermeables.

4.5 LAS LADERAS

En los terrenos de una cuenca hidrográfica, se

presentan tres tipos básicos de formas de ladera:

divergente, paralelo y depresivo (Figura 37). La

forma de la ladera condiciona el tipo de

aprovechamientos hídricos, así, en las laderas

paralelas se captan los escurrimientos a través de

jagüeyes con una cortina en forma de media

luna, mientras que en las laderas depresivas se

construyen bordos de tierra con cortina recta.

Figura 37. Forma geométrica de las laderas.

Page 22: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

20

20

5. PROCESOS DE FORMACIÓN DEL

RELIEVE

El proceso de formación del relieve tiene que ver

con tres procesos geológicos: meteorización,

transporte y sedimentación.

La denudación (proceso de degradación de la

superficie terrestre) contempla dos fenómenos:

la meteorización y la erosión. La principal

diferencia entre ambos radica en que la

meteorización solo desintegra y descompone las

rocas en su mismo sitio; mientras que la erosión,

además de desmenuzarlas, las transporta y

deposita en otro lugar.

Figura 38. Meteorización, transporte, deposición y litificación.

Los materiales transportados se depositan en las

áreas bajas de la superficie terrestre, o sobre la

plataforma continental. Esta etapa se conoce

como depositación o sedimentación.

En la superficie de la Tierra actúa el ciclo

geológico externo que se compone de

meteorización química y meteorización física,

erosión, transporte, deposición y litificación

volviendo de nuevo al principio (Figura 38).

5.1 INTEMPERISMO

El proceso de desintegración física y química de

los materiales sólidos de la superficie de la tierra

bajo la acción de los agentes atmosféricos se

denomina intemperización o meteorización.

Existen dos tipos de meteorización: la mecánica

o física, y la química. Las rocas se desintegran,

mediante la acción física, en fragmentos cada vez

más pequeños; mientras que por la acción

química se descomponen los complejos

minerales que forman las rocas.

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21

21

Intemperismo físico

Los principales agentes mecánicos de la

meteorización son los cambios de temperatura,

la congelación y descongelación del agua, los

cristales de sal y las raíces de las plantas. Estos

agentes inciden más fuertemente en aquellos

lugares de clima seco y en las montañas altas,

donde las condiciones de temperaturas extremas

exfolian las rocas en sus capas exteriores.

Por otra parte, en las regiones donde la

temperatura baja a menos de cero grados, el

agua contenida en las grietas se congela, y como

su volumen aumenta, la presión ejercida sobre

las rocas es muy grande y termina

desintegrándolas.

En zonas donde el viento es fuerte, el transporte

de partículas de rocas y arena labra la superficie

de las rocas.

Intemperismo químico

La meteorización química se desarrolla por

acción del agua, los gases presentes en ella, las

plantas y los animales (Figura 39). Estos agentes

se potencian en climas tropicales, donde inciden,

por ejemplo, hidratando las rocas y liberando

ácidos que actúan químicamente en estas

estructuras.

Figura 39. Distribución latitudinal del intemperismo.

Los agentes atmosféricos que intervienen

principalmente son el aire y el agua. El agua

juega un rol importante en los mecanismos de

intemperismo químico del suelo debido a que el

agua es un solvente polar; donde la parte

positiva y negativa de las moléculas del agua se

adhiere a los aniones y cationes de sólidos,

respectivamente, neutralizando sus cargas,

dando origen reacciones químicas de los

minerales. Los procesos de la meteorización

Page 24: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

22

22

química son: disolución, hidratación, oxidación,

hidrólisis, carbonatación y la acción bilógica.

La meteorización está ligada con las condiciones

climáticas, esta se observa principalmente en los

climas donde la precipitación anual es superior

1000 mm y la temperatura media por encima de

los 10°C (Figura 40), es decir, en regiones del país

por debajo del trópico de capricornio, donde el

clima va del templado subhúmedo al cálido

húmedo.

Figura 40. Meteorización química de las rocas en función

del clima.

Estructura de las rocas y su intemperismo

Diaclasas: La intemperización en diaclasas ocurre

en grietas que presentan los mantos de roca

homogéneas. En las diaclasas las fisuras

generalmente se encuentran más abiertas en la

superficie que en el fondo (Figura 41). El agua al

pasar a través de la junta produce meteorización

de sus paredes y adicionalmente puede llevar

arcilla en suspensión. Si las juntas se encuentran

rellenas de arcilla, en ciertas excavaciones, se

corre el riesgo de desprendimientos de rocas.

Figura 41. Intemperización en diaclasas.

Foliaciones: la intemperización en foliaciones

ocurre en superficies generalmente paralelas, de

baja cohesión y por las cuales las rocas se

pueden partir. Esto se debe principalmente, a los

efectos de metamorfismo y son conocidas como

pizarrosidad, esquistosidad o foliación.

Figura 42. Intemperización en foliaciones.

Estratificación: la intemperización en estratos

obedece a cambios de material, y es a partir de

dichos planos que se debilita el material

parental. Este fenómeno genera una zona de

meteorización. Así, la estratificación entre

areniscas y lutitas se produce por la

concentración de agua en la interfase y por flujo

dentro del material más permeable.

-10

0

10

20

200 150 100 50

Precipitación anual (cm)

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Oblicua

Longitudinal

Transversal

Tensión

Page 25: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

23

23

Figura 43. Intemperización en estratos.

Intemperización de rocas ígneas

Las rocas ígneas ácidas (con más de un 66% de

SiO2) se meteorizan más rápidamente que las

rocas ígneas básicas. Es común que el material

producto de la meteorización, quede dentro de

la masa de bloques meteorizados

esferoidalmente. La descomposición ocurre a lo

largo de diaclasas dejando en el centro

volúmenes de granito inalterado. La alteración

química afecta los feldespatos y micas

convirtiéndolos en arcilla, mientras el cuarzo

permanece como arena.

Las rocas ígneas intrusivas ácidas, como el

granito, forman perfiles profundos de textura

areno-arcillosa, mientras las rocas ígneas básicas

forman perfiles menos profundos y más

arcillosos. La profundidad del perfil de

meteorización depende no sólo de las

características de la roca y del medio ambiente,

sino también, de la pendiente del terreno; en las

zonas de pendiente alta, los perfiles son poco

profundos y los materiales tienden a ser

granulares, mientras en las zonas dependiente

suave, los perfiles son más profundos y los

materiales más arcillosos (Figura 44). Este

fenómeno controla los movimientos en masa

que se genera en las áreas escarpadas de las

cuencas. En las zonas de pendiente fuerte

predominan los deslizamientos de traslación y

flujos de tierra y en las de pendiente suave los

deslizamientos de rotación (Figura 49).

Figura 44. Intemperización química de rocas ígneas.

5.2 EROSIÓN

La erosión se define como la remoción de

partículas de suelo debido a la acción de

fenómenos climatológicos, como son la lluvia, el

viento y el oleaje. La magnitud del material

removido depende principalmente de la

pendiente del terreno, la profundidad del suelo y

la intensidad de la lluvia o viento.

El fenómeno de erosión se considera como un

proceso lento, cuando es en forma natural, y sus

manifestaciones no se identifican a corto plazo

sino cuando se encuentra en una fase final,

desgraciadamente cuando se ha perdido la

mayor cantidad de suelo fértil. Al intervenir el

hombre, para abrir caminos, desmontar áreas

para campos de cultivo, explotar los bosques,

ampliar las zonas urbanas, etc., entonces, se

altera el equilibrio natural y se acelera el

proceso.

Page 26: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

24

24

Este fenómeno implica dos problemas

importantes: por un lado es la pérdida de suelo

en la cuenca (erosión), sobre todo la pérdida de

suelo fértil en los campos de cultivo inclinados y

por otro lado el depósito del sedimento en

embalses o en sitios donde no se desea que

ocurra.

Los agentes erosivos como el agua y el viento

actúan principalmente bajo condiciones

específicas en regiones con alto porcentaje de

humedad como en regiones muy secas. Así, la

erosión hídrica es superior en climas semiáridos

que en los húmedos ya la cobertura vegetal no

se desarrolla lo suficiente para interceptar la

energía cinética de la lluvia y por otro lado

eventos de lluvia, aunque más esporádicos,

suelen ser más intensos (Figura 45). Pero no solo

los factores naturales pueden aumentar el riesgo

erosivo, el hombre al intervenir el paisaje

natural, tiene gran responsabilidad a este

respecto, especialmente cuando se deforestan o

sobrepastorean amplias zonas de vegetación o

se construye en lugares inapropiados.

Figura 45. La producción de sedimentos en función del

clima y la vegetación.

Figura 46. Erosión por causas antropogénicas.

Erosión hídrica

Esta se define como la remoción del suelo por el

efecto del agua, sea causada por las gotas de

lluvia o por el escurrimiento superficial. Al

impactar las gotas de lluvia el suelo, se rompe su

estructura superficial salpicando el material

sólido que lo compone en todas direcciones. El

material ya suelto es transportado por el flujo

superficial, el cual también produce una fuerza

de arrastre sobre el suelo, llegando incluso a

formar pequeños canalillos, que colaboran en

gran medida a la pérdida de suelo (Figura 47). Al

disminuir la velocidad del flujo, debido a los

cambios de pendiente, el material transportado

se deposita formando zonas de sedimentación.

Figura 47. Proceso erosivo hídrico de suelos.

Page 27: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

25

25

Erosión Eólica

Esta se define como la remoción del suelo por el

efecto del viento (Figura 48). La fuerza de

arrastre del viento sobre una partícula de suelo

está en función de las fuerzas cortantes

(tangenciales) que favorecen la erosión y de las

fuerzas normales (verticales) sobre la superficie

del terreno que ayudan a evitar la erosión. La

cantidad de material erosionado depende de las

características del suelo a ser erosionado, de la

cobertura vegetal que lo protege y de las sumas

de las fuerzas antes mencionadas.

Figura 48. Erosión eólica.

Movimiento en masas

Los movimientos en masa son procesos donde

una parte de la masa del terreno se desplaza

cuando las fuerzas gravitacionales superan la

resistencia al cortante tangencial (fuerzas

estabilizadoras); causados por alguno de los

siguientes fenómenos:

Elevación de la presión del agua intersticial.

Vibraciones causadas por terremotos.

Socavación de acantilados por olas y de

bancos por la erosión del río.

Eliminación de la vegetación.

Modificación de ángulos de reposo por

erupciones volcánicas, construcción vías de

comunicación o edificios, y actividades en

minas y canteras.

Por lo general los movimientos en masa toman

nombres diversos (deslizamientos, derrumbes,

coladas de barro, solifluxión, hundimientos

desprendimientos y desplomes), los cuales

dependen del grado de saturación del terreno, el

volumen de la masa desplazada y grado y

longitud de la pendiente del terreno (Figura 49).

Figura 49. Movimiento en masas.

Para el control de los movimientos en masa por

deslizamiento se recurre a acciones que

disminuyan la humedad en el suelo a través de

cunetas de guarda, galerías filtrantes, zanjas

interceptoras, pozos de infiltración, distribuidas

de tal modo que el círculo de falla intercepte

materiales más estables (Figura 50).

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26

26

Figura 50. Control de movimientos en masa.

En caso de caídas y volcamientos se recurre a

muros de contención, contrafuertes, mallas

anclajes para estabilizar cortes de terreno y

anclar rocas que afecten excavaciones, cortes,

terraplenes, áreas de cultivo, infraestructura

hidroagrícola y caminos (Figura 51).

Figura 51. Control de volcamientos y caídas.

5.3 TRANSPORTE

El transporte es la transferencia de masa de un

punto a otro y es el resultado de la interacción

dinámica entre las partículas de suelo y un fluido

en movimiento (agua o aire). Para que tenga

lugar el transporte es necesario que la energía

cinética del fluido en movimiento (Q.S) venza

peso de las partículas sólidas (Qs.D50)6.

En la balanza de Lane (Figura 52) se muestra la

relación del producto del caudal y la pendiente

del cauce con el producto entre la cantidad de

partículas en suspensión y su tamaño.

Figura 52. Analogía de la balanza de Lane (1955).

El equilibrio (no se produce degradación ni

depositación) se produce cuando las cuatro

variables se encuentran en balance. El resultado

final es que un caudal dado, con una cierta

6 Según la ecuación de Lane, los productos de Q

.S y

Qs.D50 son proporcionales entre sí aunque no iguales

entre ellos. Donde: Q es el caudal de la de corriente, S es la pendiente del cauce, Qs es la concentración de sedimentos y D50 el diámetro medio del sedimento en suspensión.

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27

27

velocidad, sólo es capaz de transportar

sedimento de un cierto tamaño. A partir de una

situación de equilibrio sin erosiones ni

depositaciones, cualquier variación de algunos

de los factores antes mencionados dará lugar a

un proceso de erosión o de sedimentación

dentro del cauce. Por otro lado, una pendiente

de equilibrio es aquella que compensa los

caudales líquidos y sólidos. El equilibrio depende

también del tamaño del material. Por ejemplo, el

mismo caudal sólido de partículas más gruesas y

el mismo caudal de agua se equilibra con una

mayor pendiente (erosión de fondo), y viceversa

(depositación).

La balanza Lane nos muestra que manteniendo

constante la pendiente del cauce, a mayor

caudal le corresponde una mayor concentración

y/o diámetro de los sedimentos que es capaz de

transportar el caudal. Ahora bien, manteniendo

constante el caudal, la menor pendiente

disminuye la cantidad de sedimentos y/o el

diámetro de las partículas que puede transportar

y por tanto estas depositaran.

El transporte dentro del cauce exhibe tres tipos:

1) suspensión, 2) saltación y 3) por carga de

fondo. En el transporte en suspensión, la

partícula transportada se mantiene en el seno

del fluido y es capaz de recorrer largas distancias

sin tener contacto con el sustrato. En el

transporte de saltación, la partícula en principio

se eleva de una a mil veces su diámetro y cae

hasta que se detiene. El transporte por carga de

fondo consiste en que la partícula se eleva una

pequeña fracción de su diámetro para caer, se

desplaza pocas veces su diámetro.

Para evitar el asolvamiento de la infrastructura

aguas abajo es conveniente, en las áreas de

transporte de la cuenca, la intercepción del

material de arrastre. Para corrientes con

escurrimientos de baja energía cinética se

emplean presas filtrantes de: costales rellenos de

tierra, piedra acomodada y de troncos con

ramas. Estas acciones, además de retener los

sedimentos, incrementan la infiltración en el

cauce, disminuyen la velocidad del agua, y

estabiliza lechos de los cauces.

Para cauces con mayor energía cinética, donde

se requiera evitar el azolvamiento de

infraestructura hidroagrícola o controlar una

cárcava, se recure a la instalación de presas

filtrantes de gaviones transversal a una corriente

turbulenta.

5.4 DEPOSITACIÓN

La depositación se refiere al proceso de

acumulación de los sedimentos transportados

cuando la velocidad del fluido no es suficiente

para continuar su arrastre. El agua, el viento y el

hielo transportan los fragmentos rocosos que

acaban por depositarse sobre la superficie

terrestre. Esta acumulación se produce por el

transporte de materia a través de corrientes de

agua, por el viento, o hielo y se deposita en

cualquier espacio terrestre, formando otras

formas de relieve.

Depósitos glaciares

El escombro arrastrado por un glaciar (granos

sub-angulosos a sub-redondeados) se deposita

cuando la masa de hielo que lo transportaba se

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28

28

funde. Los depósitos glaciales están formados

por granulometrías heterogéneas que van desde

grandes bloques, hasta materiales muy

finamente granulados a causa de las grandes

presiones desarrolladas y de la abrasión

producida por el movimiento de las masas de

hielo (Figura 53).

Figura 53. Valle glaciar y distribución de morrenas.

En México las partes altas del eje volcánico

transversal y Sierra Madre Occidental se

encuentra vestigios de morrenas de la última

glaciación (Figura 54). Estos sitios son objeto de

intensa explotación de arena y grava para todo

tipo de hormigón.

Figura 54. Banco de material en depósito glacial.

Depósitos coluviales

El coluvión es un depósito de ladera de

granulometría heterogénea compuesto de

piedra y tierra transportado por gravedad. Estos

depósitos de acomodo irregular, que no sufren

desgaste por transporte, están conformados con

materiales de forma angulosa. Cuando la

acumulación es únicamente de piedras se les

conoce como talus.

Figura 55. Depósitos tipo talus y coluvión.

Depósitos aluviales

Son depósitos de materiales heterogéneos

arrastrados por las aguas y sedimentados en

forma graduada a lo largo de su curso. Los ríos

acarrean materiales de muy diversas

graduaciones que se precipitan a lo largo de su

perfil, según la velocidad del agua. Al ir

disminuyendo la velocidad la capacidad de

arrastre del cauce también disminuye y deposita

en encapas (espesores pequeños) los materiales

según sus tamaños decrecientes,

correspondiendo las rocas al pie del monte y las

partículas más finas (limos arcillas) a los

depósitos próximos a la desembocadura. Los

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29

29

depósitos alíviales según se presenten se

clasifican en torrenciales, de terrazas y lacustres.

Abanicos aluviales

Los abanicos aluviales son depósitos de detritos

clásticos, que vistos en planta presentan formas

característicamente cónicas. Este tipo de

sistemas se desarrollan en las zonas aledañas a

escarpes altos, producto de fallas normales

(Figura 56), donde las corrientes desembocan en

valles angostos. Son particularmente comunes

en regiones áridas o semiáridas en donde el

transporte de sedimentos ocurre

esporádicamente pero con gran fuerza durante

las tormentas.

En general, el tamaño de abanico aluvial es

directamente proporcional al área de la cuenca e

inversamente proporcional a la pendiente del

abanico. La sedimentación se debe a que los

materiales sólidos transportados resultan

demasiado pesados cuando la corriente fluvial

pierde fuerza al encontrarse con la pendiente del

valle. Generalmente los sedimentos más gruesos

se hallan localizados en las zonas proximales,

mientras que los más finos se hallan en las zonas

distales del abanico.

Figura 56. Abanicos aluviales.

Page 32: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

30

30

En México, en algunas ocasiones, se denominan

“bajadas” al talud continuo que resulta de la

coalescencia lateral de varios abanicos aluviales

que se suceden uno al lado del otro en una

llanura de pie de monte. Cuando el abanico es

suficientemente amplio da lugar a un terreno de

vocación agrícola y con posibilidades de riego

por aguas extraídas del subsuelo.

Los abanicos suelen presentar problemas de

formación de cárcavas por el arrastre del

material previamente depositado, sobre todo

cuando se presentan avenidas superiores a las

que originalmente depositaron el material en

riesgo. Para el control de este tipo de cárcavas se

recomienda la construcción de presas de

filtrantes de gaviones que reduzcan la velocidad

del flujo.

Torrenciales

Se presentan en pendiente fuertes y sus

depósitos son de granos desde muy grueso hasta

muy fino. Son un excelente suministro de

materiales gruesos de construcción tales como

áridos para hormigón o materiales permeables

para el relleno de pozos de absorción, o presas

de concreto ciclópeo (Figura 57).

Figura 57. Depósitos aluviales de tipo torrencial

Terrazas

Los depósitos aluviales de terrazas se

caracterizan por tener granulometría

heterogénea. Cuando en una terraza observamos

una erosión en escarpes tenemos una terraza

formada de grava gruesa muy compacta (Figura

58).

Figura 58. Terrazas aluviales

Lacustres

Los depósitos lacustres, al reducirse la velocidad

del agua que fluye a un lago, generalmente son

de granulometría fina y muy fina. Estos suelos

presentan una buena estratificación, excepto en

sus límites o periferia, en donde es frecuente

encontrar lentes arenosos.

El carácter generalmente arcilloso de los

depósitos lacustres los hace que sean malos para

la construcción.

Depósitos eólicos

Los suelos eólicos son aquellos que han sido

transportados por la acción del viento largas

distancias y precipitados por la lluvia o por una

reducción de la velocidad del viento (Figura 59).

Page 33: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

31

31

Figura 59. Proceso erosivo eólico de suelos

La disminución en la velocidad del viento puede

deberse a obstáculos que existen en el suelo

como árboles (Cortinas Rompevientos), edificios,

altos topográficos naturales, etc., o también el

hecho de haber cesado las causas que provocan

el movimiento de aire.

El viento transporta sus materiales de tres

maneras, por suspensión, saltación, y

rodamiento, según sea el tamaño de material y

la velocidad del viento.

Entre los depósitos eólicos de interés, en la

conservación del suelo, se tienen las cenizas

volcánicas (arenas finas a muy fina), los loess

(arenas muy finas, arcillas y limos) y las dunas

(arenas medianas a gruesas).

Cenizas volcánicas

Una fuente importante de material depositado

ocurre en las regiones donde se observan

erupciones volcánicas, principalmente de tipo

pliniano7 o freato-pliniano (Figura 60). Los

depósitos de cenizas volcánicas jóvenes, bajo

7 Las erupciones plinianas se caracterizan por la

emisión de potentes columnas eruptivas de piroclastos pumíticos de tamaño variable y pueden alcanzar extensas áreas de dispersión o dar origen a la formación de flujos piroclásticos en las faldas del cono volcánico

condiciones húmedas, producen suelos tipo

andosol. Entre más antiguo el depósito el

intemperismo lo transforma en un luvisol de

textura arcillo-limosa de color rojiso. En la Figura

61 se muestra el perfil, con control topográfico,

de la depositación de cenizas volcánicas a

barlovento y sotavento.

Figura 60. Distribución de materiales eruptivos.

Figura 61. Depositación de las cenizas volcánicas.

Loes

Los loes son producto del transporte y

depositación de limos eólicos que pueden ser

retransportados y redepositados por las

tormentas de polvo a lo largo de miles de años.

El polvo generalmente proviene del

desprendimiento de partículas finas de los

depósitos de cenizas volcánicas (no confundir las

cenizas no cementadas con loess), de los bancos

de limo fluvioglaciares de los períodos glaciares

del cuaternario o de regiones desérticas vecinas.

Page 34: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

32

32

Estos depósitos de limos de color amarillento a

gris oscuro se presentan donde la velocidad el

viento desciende y las condiciones climáticas

permiten el desarrollo de la vegetación que

facilite su fijación. Los loess se depositan en

mantos lo que les confiere una ligera

compactación y baja permeabilidad. No

presentan nivel freático pero en zonas húmedas

son suelos de labor profunda.

Estas acumulaciones de polvo pueden ser

primarias cuando no sufren mucha

descomposición química, principalmente en

zonas semiáridas, o secundarias cuando

experimentan una descomposición química

profunda. Entre más antiguos y húmedos los

depósitos tienden a ser de textura arcillo limosa.

Las acumulaciones primarias carecen de

estratificación por lo que su comportamiento

geotécnico, en la presencia de agua, suele ser

colapsable (ángulo de fricción interna nula) y

muy erodable. Este comportamiento en

presencia del agua (hidroconsolidación) lo hace

un material peligroso para cimentación ya que

produce asentamientos. Su uso en la ingeniería

está condicionado a una cuidadosa

compactación que aumente su resistencia al

esfuerzo cortante y a la erosión. Cuando

presentan arcilla son apropiados para la

conformación de terraplenes.

Dunas

Las dunas se presentan en climas áridos donde la

ausencia de vegetación permite que el viento

arrastre las arenas. La depositación en forma de

dunas ocurre cuando algún obstáculo reduce la

velocidad del viento. Son suelos sueltos de color

gris claro, de granulometría arenosa

(redondeada) y permeabilidad media o baja.

Estos depósitos son poco estables (ángulo de

fricción nulo) para la construcción de

cimentaciones, por lo tanto no se debe excavar

las arenas más bien apisonar in situ con vibración

o hincar pilotes hasta profundidades superiores

al movimiento de las dunas.

Las dunas presentan deposición en forma

longitudinal o media luna (Figura 62). Las dunas

costeras se presentan en las costas o próximas a

ellas.

Figura 62. Formación de dunas.

6. SUELOS

Los proyectos COUSSA envuelven la construcción

de obra y la implementación de prácticas

vegetativas lo que requiere conocer las

características de los suelos desde un punto de

vista civil y agronómico.

Cuando el suelo se emplea como material de

construcción (presas en tierra, terraplenes de

vías, terrazas, cimentaciones) se debe buscar el

Page 35: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

33

33

suelo adecuado al tipo de infraestructura a

desarrollar. Para presas de tierra el suelo para la

conformación de la cortina será de texturas

arcillosas y traídas fuera del vaso de

almacenamiento. Para tanques de

amortiguamiento se remueve el suelo no

consolidado hasta encontrar lecho firme o en

caso de ollas de agua se requiere la

conformación de terraplenes y secciones de

corte en ladera.

Un estudio previo del origen de los suelos

disponibles permite al técnico conocer de

manera general su comportamiento en términos

de compactación, estabilidad, permeabilidad y

método de colocación.

Cuando los suelo son utilizados con fines

agronómicos interesan aspectos relacionados a

su capacidad de almacenamiento de humedad,

fertilidad, profundidad, erosionabilidad, etc. En

este sentido, el INEGI reporta en las cartas

edafológicas los distintos tipos suelo que cubren

el territorio nacional. Entre los suelos con mayor

frecuencia y proporción reportados, en rocas

ígneas intrusivas se tiene: cambisol crómico,

feozem háplico, regosol eútrico, litosol, vertisol

crómico y andosol. En rocas metamórficas y

sedimentarias se tiene: luvisol crómico, vertisol

pélico, regosol calcárico, rendzina y xerosol

háplico. El Anexo 2 se hace referencia a la

descripción, manejo y uso de los principales

suelos de México.

Desde un punto de vista geomorfológico los

suelos en una cuenca se tipifican como residual y

transportados (Figura 63). A continuación se da

una breve descripción de los procesos de

formación de estos suelos y sus características en

la construcción y la productividad.

Figura 63. Tipos de formaciones de suelos.

6.1 SUELOS RESIDUALES

Los suelos residuales se forman cuando los

productos del intemperismo no son

transportados sino que se acumulan en el sitio

donde se van formando. Si la velocidad de

descomposición de la roca supera a la erosión

del suelo se produce una acumulación del

material intemperizado.

Los suelos residuales se desarrollan

principalmente, en condiciones tropicales

húmedas. Entre los factores que influyen en la

velocidad de acumulación de un suelo residual,

se tienen:

Material Parental: dureza, pH y minerales

propios de la roca madre y el drenaje

interno.

Topografía: Las pendientes que influyen

sobre el drenaje superficial, la orientación de

la ladera y las barreras topográficas.

Clima: tiempo de exposición e intensidad de

la temperatura y la humedad.

Page 36: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

34

34

Formadores biológicos: Micro y macro fauna

y flora.

Características del suelo residual

El perfil de un suelo residual puede dividirse en

tres zonas: a) la zona superior, en la que existe

un elevado grado de meteorización, pero

también cierto arrastre de materiales; b) la zona

intermedia en cuya parte superior se presenta

una cierta meteorización, pero también cierto

grado de deposición hacia la parte inferior de la

misma; y, c) la zona parcialmente meteorizada

que sirve de transición del suelo residual a la

roca original inalterada (Figura 64).

Figura 64. Perfil del suelo indicando la zona de

meteorización.

Los suelos residuales muestran en su perfil zonas

de lixiviación, acumulación y meteorización. Son

difíciles de reconocer en el campo por la

vegetación que crece en ellos, entre estos suelos

sobresalen los Cambisoles.

Son suelos que no sufren transporte lo que los

hace poco compactos (sueltos), de granulometría

heterogénea (principalmente angulosa),

permeables y propensos a los asentamientos. No

son suelos aptos para fundaciones.

Suelos residuales de rocas volcánicas

La intemperización química de los diferentes

materiales producto de las erupciones

volcánicas, incluyendo las cenizas volcánicas, se

da a través de reacciones de hidratación,

hidrólisis, disolución, y oxidación de silicatos,

feldespatos y micas. La formación de los suelos

residuales de origen volcánico está controlada

por las condiciones climáticas y su antigüedad.

Se caracterizan por ser poco resistentes y tener

una coloración tendiente al rojo.

Cenizas Volcánicas

Este tipo de suelos residuales se desarrollan a

través de procesos de alteración física y química

de los depósitos de cenizas volcánicas

(disolución, lixiviación y precipitación de

compuestos). Los mecanismos de disolución y

lixiviación impactan su formación y conducen a

través de sus zonas superficiales, altamente

porosas, las soluciones necesarias para la síntesis

de minerales secundarios.

La intemperización “in situ” descompone las

cenizas volcánicas en partículas finas de sílice o

alúmina que le otorgan a estos suelos una

textura arcillosa (Figura 65). Los movimientos en

masa de estos depósitos ocurren sobre una

superficie de deslizamientos ligeramente curva y

de forma irregular. La superficie está definida

Page 37: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

35

35

por el contacto entre la capa de suelos derivados

de cenizas volcánicas y la capa que la subyace,

compuesta por materiales de origen vulcano-

detrítico ligeramente meteorizados (Figura 46).

Cuando se presentan una concentración de

humedad en el contacto entre ambos estratos se

reducen la resistencia del suelo y se incrementa

la inestabilidad.

En México estos depósitos de cenizas, que han

ocurrido durante el periodo cuaternario, se

observan principalmente en el Eje Volcánico

Transversal Mexicano y en los Altos de Chiapas.

En áreas volcánicas más antiguas, como las

Sierras Madre del Sur o Madre Occidental, son

difíciles de encontrar ya que la erosión hídrica ha

dejado solo vestigios de esos depósitos antiguos

(terciario). Esta situación debe alertarnos sobre

la fragilidad de este tipo de depósitos y la

necesidad de implementar proyectos de

conservación de suelos agresivos en los Luvisoles

y Andosoles ya que son muy propensos a la

formación de cárcavas y dejar en el paisaje

afloramientos de rocosos. Sobre todo hay que

tener en cuenta que gran parte de la agricultura

de temporal, en climas templados del país, se

desarrolla principalmente en este tipo de suelos.

Figura 65. Cenizas volcánicas intemperizadas sobre roca

caliza, Altos de Chiapas.

Suelos residuales de rocas metamórficas

Las rocas metamórficas la meteorización genera

micro fisuramiento de la roca, lo cual contribuye

a cambios fuertes en las propiedades

ingenieriles.

Neises

Los neises meteorizan generalmente a arenas de

grano medio, micáceas, en perfiles menos

profundos que los de un granito, pero de

comportamiento muy similar (Figura 66). En los

neises, los feldespatos y los piroxenos tienden a

meteorizarse rápidamente, los anfíboles se

meteorizan a una tasa intermedia y el cuarzo

trata de permanecer. Los minerales son

segregados en bandas y esta meteorización por

bandeamiento afecta su manejo ingenieril. La

intemperización de este tipo de rocas produce

suelos tipo Cambisol de coloración rojisa.

Page 38: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

36

36

Figura 66. Comparación entre gneis y granito.

Esquistos

Los esquistos son extremadamente divisibles a lo

largo de los planos de esquistosidad por donde

ocurre la meteorización química por oxidación

de forma relativamente fácil

Figura 67. Rocas metamórficas: gneis y esquisto.

Suelos residuales de rocas sedimentarias

Los procesos de meteorización son menos

complejos en las rocas sedimentarias de grano

grueso.

Areniscas

La mayoría de las areniscas están compuestas de

granos de cuarzo cementados. La textura de la

roca afecta la porosidad y ésta a su vez, a la

meteorización. Las areniscas se meteorizan a

arenas, limos y arcillas. Como resultado, se

forman capas intercaladas o manchas de varios

colores. Se pueden formar capas blancas de

partículas de caolinita originadas por la

meteorización de los feldespatos.

Los suelos residuales de areniscas presentan una

resistencia menor en la dirección de las capas

ovetas blancas de arcilla y una resistencia mayor

en las concentraciones de arenas y limos

oxidados. Las capas de arenas cementadas

actúan como un refuerzo del conjunto del suelo,

generando una rigidez y una resistencia

significativa al conjunto. Este tipo de depósitos

meteorización en forma Regosoles.

Lutitas

Las lutitas se forman de la sedimentación de

partículas de arcilla y predominan, como sucede

con otras rocas arcillosas, los procesos de

meteorización física sobre los procesos de

descomposición química. Son rocas comúnmente

laminadas y entre sus juntas se producen ciclos

de humedecimiento y secado que propician la

meteorización en suelos tipo vertisol. Las lutitas

al meteorizarse, forman inicialmente capas de

arcilla de apariencia laminar, las cuales al final

del proceso se convierten en mantos gruesos de

arcilla blanda laminada (Figura 68).

Page 39: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

37

37

Entre las diferentes capas o estratos, por

meteorización diferencial, se generan perfiles de

descomposición propios. Las intercalaciones de

rocas permeables e impermeables pueden

representar situaciones propicias para la

ocurrencia de deslizamientos, como en el caso

de mantos de areniscas y arcillolitas intercaladas.

Entre las rocas sedimentarias, el suelo

proveniente de lutita es el más susceptible al

deslizamiento en masa.

Figura 68. Intemperización de lutitas.

Calizas

Las calizas presentan perfiles relativamente

profundos de meteorización en presencia de

humedades altas y pendientes suaves. Estos

suelos, clasificados como Rendzinas, presentan

una mezcla heterogénea de materiales blandos y

duros donde predomina la textura arcillosa. La

meteorización de las calizas es controlada por el

proceso de disolución en agua; los materiales no

solubles o que no han tenido suficiente contacto

con el agua, para disolverse, se mantienen

intactos, mientras los solubles se descomponen

totalmente.

A lo largo de los planos de estratificación, la

intemperización produce incrustaciones de

material arcilloso, los cuales actúan como

superficies preferenciales de deslizamiento de

bloques de roca (Figura 69).

Figura 69. Intemperización de calizas.

6.2 SUELOS TRANSPORTADOS

Son suelos que se formaron por la meteorización

de la roca en un lugar y que fueron

posteriormente transportados por la acción del

agua, glaciares, viento y gravedad. Estos

depósitos transportados, con el transcurso del

tiempo, sufren una segunda etapa de

meteorización que resulta en un material con

propiedades residuales, diferentes a las de un

material de transporte.

Suelos aluviales

Son suelos transportados por el agua. El tamaño

de sus granos es de fino a muy grueso y su forma

Page 40: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

38

38

es sub-redondeada. Los depósitos aluviales

presentan una regular estratificación y lentes o

capas de corta extensión superficial de

materiales arenosos o de grava; por lo que

perforar en ellos es relativamente fácil.

En periferias de las áreas lacustres estos

depósitos se desarrollan como suelos tipo

Vertisol. En las áreas sujetas a inundación la

falta de oxígeno favorece procesos aeróbicos

para la descomposición de la materia orgánica;

desarrollando los Gleysoles. En cuencas cerradas,

la evaporación produce la concentración de sales

y genera suelos tipo Solonchack. Es estos tipo de

suelos suele recurrirse a la excavación de una red

de drenaje para el desalojo de los excesos de

agua sobre la superficie, dentro del perfil del

suelo o para el lavado las sales.

Suelos eólicos

Este tipo de depósitos eólicos, clasificados

generalmente como Feozems, facilitan la

construcción de Terrazas de Banco ya que la

profundidad del suelo no es una limitante para

los perfiles en corte (Figura 70). En México

sobresale el estado de Tlaxcala donde los

depósitos y redepósitos de cenizas volcánicas ha

formado depósitos muy profundos, que son

fácilmente erosionables pero relativamente

sencillos de controlar a través de terrazas.

Figura 70. Terrazas en depósitos eólicos, Tlaxcala,

México.

Suelos glaciares

Son suelos transportados por el hielo y el agua.

Son los mejores acuíferos por su permeabilidad y

porosidad, lo que los hace óptimos para la

implementación de acciones para la recarga de

acuíferos. También estos sitios de depósito son

aptos para la cimentación de todo tipo de

infraestructura y forman suelos tipo Feozem.

7. AGUA SUBTERRANEA

Los movimientos del agua en el suelo, las rocas, y

los depósitos de materiales transportados

forman parte del ciclo hidrológico. El primer paso

en la etapa sub-superficial del ciclo es la

infiltración del agua que puede seguir tres

caminos: a) permanecer en el suelo hasta ser

devuelta a la atmósfera por evaporación directa,

por transpiración de las plantas, b) moverse

horizontalmente a través de los materiales de

depósito, y/o c) percollar hasta alcanzar el nivel

de las aguas freáticas del acuífero de un valle.

La infiltración del agua y su movimiento hasta el

nivel de saturación, representado por el manto

Page 41: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

39

39

freático, se ve afectado por la permeabilidad de

los materiales subyacentes; la cual puede diferir

grandemente aún en una misma formación.

7.1 LOS ACUÍFEROS

Un acuífero es una formación geológica

subterránea compuesta de grava, arena o piedra

porosa, capaz de almacenar y rendir agua. Las

condiciones geológicas e hidrológicas

determinan su tipo y funcionamiento.

La infiltración de agua hacia un acuífero es

afectada por la morfología, litología,

estratigrafía, estructura, textura, espesor del

suelo y la cubierta vegetal. La modificación de la

cubierta vegetal generalmente incrementa el

escurrimiento superficial y la erosión hídrica lo

cual reduce la capacidad de recarga de un

acuífero.

Cuando las condiciones del sitio necesiten de

mantener, restablecer o desarrollar las

capacidades acuíferas de un sitio será necesario

contemplar prácticas de manejo que reduzcan el

escurrimiento superficial e incrementen la

infiltración en los sitios de recarga de acuerdo a

las características del acuífero que se tenga

(Figura 71).

Figura 71. Tipos de acuíferos.

La recarga se logra a través de modificar la

rugosidad del terreno, de mantener el agua por

más tiempo sobre el sitio, modificar la

permeabilidad de capas de suelo que obstruyan

la infiltración, o inyecciones a capas más

permeables.

A nivel superficial, siguiendo la curva de nivel, es

común el uso de tinas ciegas, zanjas de

infiltración tipo trinchera y zanja-bordo. Estas

acciones permiten percollar la escorrentía (para

el desarrollo del potencial de los manantiales y

recarga de acuíferos) y mejorar las condiciones

de humedad para el establecimiento de

vegetación perene en laderas y controlar la

erosión laminar.

7.2 AGUAS SUBALVEAS

El manto freático es una superficie imaginaria

que señala el nivel hidrostático al que se

encuentra el agua subterránea bajo la presión

atmosférica. La superficie real del agua es

irregular en la parte superior de la faja de

Page 42: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

40

40

capilaridad. Este movimiento se observa en el

aluvión depositado en los lechos de los ríos.

El agua subterránea en la zona de saturación

generalmente se encuentra en movimiento

horizontal lento y continuo. La presencia de la

napa freática se empieza manifestar donde se

presentan, en los cauces, los primeros depósitos

de materiales gruesos (gravas y arenas). Estos

depósitos conforman valles aluviales8 estrechos

con patrones de drenaje tipo anomostosado

(texturas gruesas), entrecruzado o de meandros

irregulares (texturas medias).

La profundidad del manto freático y el régimen

de los escurrimientos de los cauces dentro de un

valle aluvial dependerán de la profundidad de los

depósitos acumulados, la precipitación del lugar

y el aprovechamiento de las aguas subterráneas.

Así, los escurrimientos pueden ser de tipo

efluente (A), influente (B) y efluente (Figura 72).

Donde la condición A se asociada a

escurrimientos permanentes, la B a corrientes

efímeras y la C a escurrimientos estacionales. Los

escurrimientos influentes suelen interceptarse a

través de galerías filtrantes paralelas al cauce y a

través de presas derivadoras.

8 Valle aluvial, está constituido por depósitos aluviales

entre los cuales puede divagar un cauce de agua.

Figura 72. Nivel freático en zonas de depositación

cercanas a los valles aluviales.

En zonas áridas, por un bajo intemperismo

químico, los cauces generalmente arrastran

materiales arenosos y los escurrimientos

superficiales están vinculados a unos cuantos

eventos de lluvias al año. El agua que se mueve

horizontalmente, en los depósitos de arenas y

gravas, hacen propicios estos sitios para el

aprovechamiento de los escurrimientos sub-

superficiales a través de presas subálveas. Estas

obras, aunque no captan caudales importantes

pueden ser suficientes para abastecer las

necesidades de abrevadero del ganado en zonas

de escasa precipitación y alta evaporación.

7.3 MANANTIALES

El manantial se puede definir como un lugar

donde se produce el afloramiento natural de

agua subterránea. Por lo general el agua fluye a

través de una formación de estratos con grava,

arena o roca fisurada. En los lugares donde

existen estratos impermeables, éstos bloquean

el flujo subterráneo de agua y permiten que

aflore a la superficie.

Page 43: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

41

41

Frecuentemente las rocas poseen cierta

estructura, y el flujo del agua es controlado por

la alteración de capas permeables e

impermeables, por los echados y pliegues, por

discordancias, por fallas, diques, mantos y otras

muchas estructuras (Figura 73).

Los manantiales se clasifican por su ubicación y

su afloramiento. Por su ubicación son de ladera o

de fondo; y por su afloramiento son de tipo

concentrado o difuso. En los manantiales de

ladera el agua aflora en forma horizontal;

mientras que en los de fondo el agua aflora en

forma ascendente hacia la superficie. En ambos

casos, si el afloramiento ocurre en un solo punto

y sobre un área pequeña, se trata de un

manantial concentrado; y cuando aflora por

varios puntos en un área mayor, se trata de un

manantial difuso.

Oasis Oasis

Figura 73. Tipos de manantiales.

En los manantiales es común la instalación de

Cajas de Captación para el aprovechamiento de

los afloramientos. Su instalación requiere se

excave lo suficiente para encontrar las

verdaderas salidas de agua. Este tipo de

captaciones generalmente se ubican en sitios de

topografía accidentada por lo que el uso de

tuberías de conducción (FoGo, PEAD, PVC, etc) es

empleado para la conducción y distribución del

agua a través de tanques de amortiguamiento.

8. VEGETACIÓN

La superficie forestal de México comprende

73.3% de su territorio y presenta una gran

variedad de flora. Esta distribución en el

territorio nacional muestra que el tipo de

vegetación prevaleciente en un área está en

función del clima y el tipo de suelo-geología

presentes en el sitio. Aun cuando las condiciones

climáticas sean semejantes, en campo se observa

que la vegetación difiere; este cambio se explica

Page 44: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

42

42

básicamente por la relación entre material

parental y suelo. Un ejemplo son los desiertos de

Sonora y Chihuahua, en Chihuahua la

precipitación es mayor y las temperatura

menores (menor evaporación) sin embargo la

producción de materia seca es superior en el

desierto de Sonora. Esta diferencia se explica por

el origen ígneo del desierto de Sonora y

sedimentario del desierto de Chihuahua. Esta

diferencia geológica implica que, dentro del

ámbito radicular de las plantas, los suelos del

desierto de Sonora tienen una mayor capacidad

de almacenamiento de humedad (Figura 74).

Figura 74. Relación geología vs vegetación.

En los Cuadros Cuadro 1 al 4, con base en

información de INEGI se resume la cobertura

vegetal potencial en base a geología (rocas:

ígneas intrusivas, ígneas extrusivas,

sedimentarias-calizas y metamórficas), tipos de

suelo y clima. La vegetación reportada

corresponde a una cobertura de al menos 66%

para cada combinación de suelo y clima. Así

mismo, en los cuadros se muestran los rangos de

pendiente donde se desarrolla cada tipo suelo.

En el Anexo 2, para los cuadros reportados, se

describen los tipos de vegetación presentes en

México y las especies nativas que los forman. La

reforestación con especies nativas o la

repastización de agostaderos disminuyen los

riesgos de erosión del suelo (hídrica y eólica) y

contribuyen a la conservación de la diversidad

florística de una región

El aspecto topográfico (orientación de una

ladera) y/o el cercado para el establecimiento de

áreas de exclusión son algunos de los factores

que han de considerarse para garantizar el éxito

de una reforestación (Figura 75) o para que los

pastos alcancen su climax.

Figura 75. Relación aspecto topográfico vs vegetación.

Page 45: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

43

43

Cuadro 1. Relaciones para rocas ígneas intrusivas.

CLIMA PREC. mm

TEMP. °C

CAMBISOL CRÓMICO FEOZEM HÁPLICO REGOSOL EÚTRICO LITOSOL VERTISOL CRÓMICO ANDOSOL

Pendiente 0 a 80 0 a 60 0 a30 0 a 60 0 a 30 30 a 100

Muy seco cálido 300 24 Matorral sarcocaule Matorral sarcocaule Matorral sarcocaule Matorral sarcocaule Matorral sarcocaule

Muy seco semicálido 300 20 Chaparral Selva baja caducifolia Matorral desértico rosetofilo Matorral desértico micrófilo Matorral sarco-crasicaule

Muy seco templado 300 16 Pastizal inducido Matorral desértico micrófilo Matorral desértico micrófilo Matorral sarco-crasicaule

Seco cálido 500 24 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Matorral espinoso Selva baja caducifolia Matorral subtropical

Seco semicálido 500 20 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Matorral subtropical Matorral desértico rosetofilo Matorral sarcocaule

Seco templado 500 16 Chaparral Chaparral Matorral desértico rosetofilo Chaparral Chaparral

Semiseco muy cálido 700 28 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia

Semiseco semicálido 700 20 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Matorral subtropical Matorral espinoso Tamaulipeco

Semiseco cálido 700 24 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia

Semiseco templado 700 16 Pastizal natural Pastizal inducido Pastizal inducido Pastizal natural Pastizal inducido

Cálido subhúmedo 1000 24 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Bosque mesófilo de montaña

Semicálido subhúmedo 1000 20 Bosque de pino-encino Bosque de encino-pino Bosque de pino-encino Bosque de pino-encino Bosque mesófilo de montaña

Templado subhúmedo 1000 16 Bosque de pino-encino Bosque de encino Bosque de encino Bosque de encino Selva baja caducifolia Bosque mesófilo de montaña

Semifrío subhúmedo 1000 12 Bosque de pino Bosque de pino Bosque de pino Bosque de pino

Cálido húmedo 1500 24 Selva baja caducifolia Selva alta perennifolia Selva alta perennifolia Chaparral Bosque mesófilo de montaña

Semicálido húmedo 1500 20 Bosque mesófilo de montaña Selva alta perennifolia Bosque de pino Bosque mesófilo de montaña Bosque mesófilo de montaña

Templado húmedo 1500 16 Bosque de encino Bosque mesófilo de montaña Bosque de pino Bosque de encino-pino

Nota: No existen datos.

Rocas Ígneas Intrusivas: Ígnea intrusiva ácida Ígnea intrusiva intermedia Ígnea intrusiva básica Volcanoclastico

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Cuadro 2. Relaciones para rocas ígneas extrusivas.

CLIMA PREC. mm

TEMP. °C

CAMBISOL CRÓMICO FEOZEM HÁPLICO REGOSOL EÚTRICO LITOSOL VERTISOL CRÓMICO ANDOSOL

Pendiente (%) 0 a 80 0 a 60 0 a 30 0 a 60 0 a 30 30 a 100

Muy seco cálido 300 24 Matorral sarco-crasicaule Matorral sarcocaule Matorral sarcocaule Matorral sarco-crasicaule

Muy seco semicálido 300 20 Chaparral Matorral sarcocaule Matorral sarcocaule Matorral sarcocaule Matorral sarco-crasicaule

Muy seco templado 300 16 Pastizal natural Pastizal natural Pastizal natural Matorral desértico rosetófilo

Seco cálido 500 24 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Matorral desértico micrófilo

Seco semicálido 500 20 Matorral subtropical Matorral desértico micrófilo Matorral desértico micrófilo Pastizal natural Matorral sarcocaule

Seco templado 500 16 Selva baja caducifolia Pastizal natural Pastizal natural Pastizal natural Matorral desértico micrófilo

Semiseco muy cálido 700 28 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia

Semiseco semicálido 700 20 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Matorral crasicaule

Semiseco cálido 700 24 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia

Semiseco templado 700 16 Pastizal natural Pastizal natural Pastizal natural Bosque de encino Pastizal natural Bosque de pino

Cálido subhúmedo 1000 24 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Bosque de pino-encino

Semicálido subhúmedo 1000 20 Bosque de pino-encino Bosque de encino Bosque de pino-encino Bosque de encino Selva baja caducifolia Bosque de pino-encino

Templado subhúmedo 1000 16 Bosque de pino Bosque de encino Bosque de pino-encino Bosque de encino Selva baja caducifolia Bosque de pino-encino

Semifrío subhúmedo 1000 12 Bosque de pino Bosque de pino Bosque de pino Bosque de pino Bosque de pino-encino Bosque de oyamel

Cálido húmedo 1500 24 Selva alta perennifolia Selva alta perennifolia Selva alta subperennifolia Bosque mesófilo de montaña Bosque de encino Selva alta perennifolia

Semicálido húmedo 1500 20 Bosque de pino-encino Selva alta perennifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Bosque mesófilo de montaña

Templado húmedo 1500 16 Bosque de pino-encino Bosque de encino Bosque de pino Bosque de encino-pino Bosque de pino-encino

Nota: No existen datos.

Rocas Ígneas Extrusivas: Ígnea extrusiva ácida Ígnea extrusiva básica Ígnea extrusiva intermedia Volcanoclastico

Page 47: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

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Cuadro 3. Relaciones para rocas sedimentarias.

CLIMA PREC. mm

TEMP. °C

LUVISOL CRÓMICO VERTISOL PÉLICO REGOSOL CALCÁRICO RENDZINA XEROSOL HÁPLICO

Pendiente (%) 0 a 50 0 a 30 0-60 0 a 30 0 a 20

Muy seco cálido 300 24 Matorral desértico micrófilo Matorral desértico micrófilo Matorral sarco-crasicaule

Muy seco semicálido 300 20 Matorral desértico rosetófilo Matorral desértico rosetofilo Matorral sarcocaule Matorral desértico micrófilo

Muy seco templado 300 16 Pastizal halófilo Matorral desértico micrófilo Matorral desértico micrófilo Matorral desértico micrófilo

Seco cálido 500 24 Matorral sarcocaule Matorral desértico micrófilo Matorral submontano Matorral espinoso Tamaulipeco Matorral espinoso Tamaulipeco

Seco semicálido 500 20 Matorral submontano Matorral submontano Matorral desértico rosetofilo Matorral espinoso Tamaulipeco Matorral desértico rosetofilo

Seco templado 500 16 Matorral desértico rosetófilo Pastizal natural Matorral desértico micrófilo Pastizal natural Matorral desértico rosetofilo

Semiseco muy cálido 700 28 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva mediana subcaducifolia

Semiseco semicálido 700 20 Bosque de pino-encino Matorral submontano Matorral submontano Matorral submontano Matorral espinoso Tamaulipeco

Semiseco cálido 700 24 Matorral submontano Matorral espinoso Tamaulipeco Matorral espinoso Tamaulipeco Matorral submontano Matorral espinoso Tamaulipeco

Semiseco templado 700 16 Pastizal natural Pastizal inducido Pastizal inducido Matorral crasicaule Matorral desértico rosetófilo

Cálido subhúmedo 1000 24 Selva mediana subcaducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva mediana subperennifolia Selva mediana subcaducifolia

Semicálido subhúmedo 1000 20 Bosque de encino Bosque de encino Bosque de encino Selva baja caducifolia Matorral submontano

Templado subhúmedo 1000 16 Bosque de encino Matorral submontano Bosque de encino Bosque de encino-pino Bosque de pino

Semifrío subhúmedo 1000 12 Bosque de pino-encino Bosque de pino Bosque de pino Bosque de pino

Cálido húmedo 1500 24 Selva alta perennifolia Selva alta perennifolia Bosque mesófilo de montaña Selva alta perennifolia

Semicálido húmedo 1500 20 Bosque mesófilo de montaña Selva baja caducifolia Selva mediana subperennifolia Bosque mesófilo de montaña Bosque de encino

Templado húmedo 1500 16 Bosque de pino Bosque de encino Bosque mesófilo de montaña Bosque mesófilo de montaña

Nota: No existen datos.

Rocas Sedimentarias: Caliza Caliza-lutita Caliza-limolita Caliza-arenisca Caliza-yeso

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Cuadro 4. Relaciones para rocas metamórficas.

Clima PREC. mm

TEMP. °C

Luvisol crómico Vertisol pélico Regosol Calcárico Rendzina Xerosol háplico

Pendiente (%) 0 a 50 0 a 30 0-60 0 a 30 0 a 20

Muy seco cálido 300 24 Matorral sarcocaule Matorral sarcocaule

Muy seco semicálido 300 20 Matorral sarco-crasicaule Matorral desértico micrófilo Matorral desértico micrófilo

Muy seco templado 300 16 Matorral rosetófilo costero Matorral rosetófilo costero Matorral desértico rosetófilo

Seco cálido 500 24 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia

Seco semicálido 500 20 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Matorral submontano Matorral submontano

Seco templado 500 16 Matorral rosetófilo costero Chaparral Matorral desértico micrófilo

Semiseco muy cálido 700 28 Bosque de encino-pino Pastizal inducido Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia

Semiseco semicálido 700 20 Pastizal inducido Pastizal inducido Pastizal inducido Selva baja caducifolia

Semiseco cálido 700 24 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia

Semiseco templado 700 16 Pastizal inducido Matorral crasicaule Matorral desértico rosetófilo Matorral crasicaule

Cálido subhúmedo 1000 24 Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia Selva baja caducifolia

Semicálido subhúmedo 1000 20 Bosque de pino Bosque de pino Bosque de encino Bosque de encino

Templado subhúmedo 1000 16 Bosque de pino Selva baja caducifolia Bosque de pino-encino Bosque de pino

Semifrío subhúmedo 1000 12 Bosque de encino Chaparral

Cálido húmedo 1500 24 Selva alta perennifolia Pastizal inducido Selva alta perennifolia

Semicálido húmedo 1500 20 Selva alta perennifolia Bosque mesófilo de montaña Bosque mesófilo de montaña

Templado húmedo 1500 16 Bosque mesófilo de montaña Bosque de pino Bosque mesófilo de montaña

Nota: No existen datos.

Rocas Metamórficas: Gneis Esquisto Complejo metamórfico Esquisto-gneis Pizarra Filita

Page 49: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

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9. OBRAS ASOCIADAS

A lo largo del presente documento se dieron a

conocer los principales procesos

geomorfológicos que gobiernan el paisaje de las

cuencas del país. La comprensión de los procesos

y un análisis de las geoformas, propias de cada

sitio, el técnico podrá ser capaz de proponer las

mejores prácticas y obras para la conservación

del suelo y agua, acorde a los propósitos

hidrológicos que se persiga, tales como:

producción de biomasa, recarga de acuíferos,

abastecimiento de agua, conservación de suelos,

etc. En la Figura 76 se muestra un perfil

altitudinal de una cuenca donde se observa la

distribución aproximada de algunas obras

COUSSA.

Figura 76. Ubicación de prácticas y obras de conservación de suelo y agua.

Page 50: Análisis geomorfológico aplicado a obras de conservación de suelo y agua

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48

10. BIBLIOGRAFÍA

Burbank, Douglas W. y Anderson, Robert S.

2011, Tectonic Geomorphology. Blackwell

Publishing. 2da Edición.

González Sánchez, Emilio J., 2005. Erosión:

La importancia de la conservación del suelo.

Asociación Española Agricultura de

Conservación, Suelos Vivos (AEAC/SV).

INEGI. 2005a. Guía para la interpretación de

cartografía: Geología. Instituto Nacional de

Geografía e Informática. México. D.F.

INEGI. 2005b. Guía para la interpretación de

cartografía: uso de suelo y vegetación.

Instituto Nacional de Geografía e

Informática. México. D.F.

INEGI. 2008. Guía para la interpretación de

cartografía: edafología. Instituto Nacional de

Geografía e Informática. México. D.F.

Rico Rodríguez Alfonso, Del Castillo Hermilo"

La Ingeniería de Suelos en las Vías

Terrestres", Volumen II 2a. Edición, Ed.

Limusa, México, 1981.

http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/cie

ncia/volumen3/ciencia3/141/htm/sec_6.ht

m. Noviembre, 2011.

http://www.galeon.com/luisjaimes/meteori

zacion.html. Noviembre, 2011.

ELABORARON:

Dr. Demetrio S. Fernández Reynoso

Dr. Mario R. Martínez Menes

Ing. Hilario Ramírez Cruz

Ing. Osiel López Velasco

Para comentarios u observaciones al presente documento contactar a la

Unidad Técnica Especializada (UTE) COUSSA

www.coussa.mx

M. C. Félix Alberto LLerena Villalpando [email protected] y [email protected] Teléfono: (01) 595 95 2 15 58

Universidad Autónoma Chapingo Dr. Mario R. Martínez Menes [email protected] Dr. Demetrio S. Fernández Reynoso [email protected] Teléfono: (01) 595 95 5 49 92

Colegio de Postgraduados, Campus Montecillo, México.

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ANEXO 1: GRUPOS DE ROCAS EN MÉXICO (INEGI, 2005A)

POR SU LUGAR DE FORMACIÓN

POR SU CONTENIDO MINERALÓGICO PREDOMINANTE EN SiO2 (sílice)

IGNEAS INTRUSIVAS y EXTRUSIVOS

ÁCIDA: rocas que tienen más del 65% de SiO2.

INTERMEDIA: rocas que contienen más de 52 % y menos de 65 % de SiO2.

BÁSICA: rocas que contienen entre 45 % y 52 % de SiO2.

VOLCANOCLÁSTICO: Roca que se basa en la combinación textural-estructural de rocas piroclásticas y de rocas sedimentarias. El tamaño de sus componentes varía de arcillas-cenizas a bloques-bombas.

SEDIMENTARIAS EPICLÁSTICAS.

LUTITA: roca constituida por material terrígeno muy fino (arcillas) 1/256 mm. Por la presencia de otros minerales, se tienen: lutitas calcáreas, lutitas rojas o férricas, lutitas carbonosas y lutitas silíceas.

LIMOLITA: roca constituida por material terrígeno muy fino (limos) entre 1/25 y 1/16 de mm, principalmente: cuarzo, plagioclasa y algunas micas.

ARENISCA: roca constituida por minerales, fragmentos del tamaño de la arena entre 1/16 mm a 2 mm. Se pueden clasificar en forma general por el porcentaje de matriz (material que engloba a los fragmentos) en arenitas (0-15 %) y wacas (15-75%), por su contenido de minerales (cuarzo, feldespatos y fragmentos de roca) en: arcosas, ortocuarcitas y litarenitas.

SEDIMENTARIAS QUÍMICAS

CALIZA: roca química o bioquímica, es la roca más importante de las rocas carbonatadas; constituida de carbonato de calcio (>80% CaCO3), pudiendo estar acompañada de: aragonito, sílice, dolomita, siderita y con frecuencia la presencia de fósiles. Por su contenido orgánico, arreglo mineral y textura existente en gran cantidad de clasificaciones en calizas. Sin embargo en ninguna se considera la presencia de material clástico. En los casos donde es considerable o relevante la presencia de clásticos se clasifica la caliza y el tamaño de la partícula determina el nombre secundario: caliza arcillosa, caliza arenosa y caliza conglomerática.

YESO: roca perteneciente al grupo de rocas evaporíticas que deben su origen principalmente a la evaporación de cuerpos restringidos de agua en medio transicional continental-marino como litorales, áreas de inundación y áreas lagunares cerradas. Este grupo de rocas clasifica en forma específica: CLORUROS (halita, silvita, carnalita), SULFATOS (anhidrita, yeso, polyhalita, langbeirita, kieserita, kainita), CARBONATOS (calcita, dolomita, magnesita) y BORATOS (kamita, saylusita, trona).

METAMÓRFICA

GNEIS: roca metamórfica compuesta por los mismos minerales que el granito (cuarzo, feldespato y mica) pero con orientación definida en bandas, con capas alternas de minerales claros y oscuros. A veces presenta concreciones feldespáticas distribuidas con regularidad, denominándose en este caso gneis ocelado.

ESQUISTO: en el esquisto los granos minerales individuales, alargados hasta formar escamas por el calor y la presión, pueden verse a simple vista. El esquisto está característicamente foliado, lo que quiere decir que los granos de minerales individuales pueden separarse fácilmente en escamas o láminas. La característica textura escamosa del esquisto ha dado lugar al adjetivo «esquistoso».

COMPLEJO METAMÓRFICO: conjunto de rocas metamórficas generados por procesos de intemperismo y condiciones existentes en el medio.

PIZARRA: roca metamórfica homogénea formada por la compactación de arcillas. Se presenta generalmente en un color opaco azulado oscuro y divididas en lajas u hojas planas siendo, por esta característica, utilizada en cubiertas y como antiguo elemento de escritura.

FILITA: roca que representa una gradación en el grado de metamorfismo entre la pizarra y el esquisto. Sus minerales planares son más grandes que los de la pizarra, pero no lo bastante como para ser fácilmente identificables a simple vista.

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50

En las siguientes figuras se ilustran algunas de

las rocas sedimentarias y metamórficas más

comunes.

Figura 77. Lutita.

Figura 78. Limolita.

Figura 79. Arenisca.

Figura 80. Caliza.

Figura 81. Yeso.

Figura 82. Gneis.

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ANEXO 2: PRINCIPALES SUELOS DE MÉXICO

Cuadro 5. Descripción, manejo y uso de suelo andosol (INEGI, 2008).

SUELO DESCRIPCIÓN MANEJO Y USO

ANDOSOL. Los andosoles son

suelos que se desarrollan en eyecciones o vidrios volcánicos bajo casi cualquier clima (excepto bajo condiciones climáticas hiperáridas). Sin embargo, los andosoles también pueden desarrollarse en otros materiales ricos en silicatos bajo meteorización ácida en clima húmedo y perhúmedo. Muchos andosoles pertenecen a: Kuroboku (Japón); andisoles (Estados Unidos de Norteamérica); andosoles y Vitrisols (Francia); y suelos sobre ceniza volcániza (Figura 86).

Connotación: Típicamente, suelos negros de paisajes volcánicos; del japonés an, negro, y do, suelo.

Material parental: Vidrios y ejecciones volcánicas (principalmente ceniza, pero también tufa, pómez y otros materiales ricos en silicato.

Ambiente: Ondulado a montañoso, húmedo, y regiones árticas a tropicales con un amplio rango de tipo de vegetación.

Desarrollo del perfil: La meteorización rápida de vidrios o eyecciones volcánicas resulta en la acumulación de complejos órgano-minerales estables o minerales de bajo grado de ordenamiento como alofano, imogolita y ferrihidrita. La meteorización ácida de otro material rico en silicato en climas húmedo y perhúmedo (muy húmedo) también lleva a la formación de complejos órgano-minerales estables.

Los andosoles tienen un alto potencial para la producción agrícola, pero muchos de ellos no se usan hasta su capacidad potencial. Los andosoles generalmente son suelos provenientes de ceniza volcánica intermedia o básica y no expuestos a lavado excesivo. La fuerte fijación de fosfato de los andosoles (causada por Al y Fe libres) es un problema. Las medidas de mejora para reducir este efecto incluyen la aplicación de cal, sílice, material orgánico, y fertilización fosfatada. Los andosoles son fáciles de cultivar y tienen buenas propiedades de enraizamiento y almacenamiento de agua. Los andosoles fuertemente hidratados son difíciles de labrar por su baja capacidad de carga y adhesividad. Los andosoles se cultivan con una variedad amplia de cultivos incluyendo caña de azúcar, batata (tolerante a bajo nivel de fosfato), té, vegetales, trigo y cultivos hortícolas. Los andosoles en pendientes pronunciadas tal vez se mantienen mejor bajo bosque. El arroz inundado es el uso principal de los andosoles en tierras bajas con agua freática somera.

Figura 86. Suelo andosol.

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Cuadro 6. Descripción, manejo y uso de suelo cambisol (INEGI, 2008).

SUELO DESCRIPCIÓN MANEJO Y USO

CAMBISOL. Los cambisoles

combinan suelos con formación de por lo menos un horizonte subsuperficial incipiente. La transformación del material parental es evidente por la formación de estructura y decoloración principalmente parduzca, incremento en el porcentaje de arcilla, y/o remoción de carbonatos (Figura 87).

Connotación: Suelos por lo menos con un principio de diferenciación de horizontes en el subsuelo evidentes por cambios en la estructura, color, contenido de arcilla o contenido de carbonato; del italiano cambiare, cambiar.

Material parental: Materiales de textura media a fina derivados de un amplio rango de rocas.

Desarrollo del perfil: Los cambisoles se caracterizan por meteorización ligera a moderada del material parental y la casi ausencia de arcilla aluvial (trasportada por el agua), materia orgánica, compuestos de Al y/o Fe..

Ambiente: Terrenos llanos a montañosos en todos los climas; amplio rango de tipo de vegetación.

Los cambisoles generalmente constituyen buenas tierras agrícolas y se usan intensivamente. Los que presentan alta saturación con bases en la zona templada están entre los suelos más productivos de la tierra. Los más ácidos, aunque menos fértiles, se usan para agricultura mixta y como tierras de pastoreo y forestales. Los que se encuentran en pendientes escarpadas es mejor conservarlos bajo bosque; esto es particularmente válido para los cambisoles de zonas montañosas. Los cambisoles en planicies aluviales bajo riego en la zona seca se usan intensivamente para producción de cultivos alimenticios y aceiteros. Los cambisoles en terrenos ondulados o con colinas (principalmente coluviales) se cultivan con una variedad de cultivos anuales y perennes o se usan como tierras de pastoreo. En los trópicos húmedos son típicamente pobres en nutrientes pero todavía son más ricos que los acrisoles o ferralsoles asociados y tienen una mayor CIC. Los que tienen influencia del agua freática en planicies aluviales son suelos altamente productivos para arroz inundado (paddy soils).

Figura 87. Suelo cambisol.

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Cuadro 7. Descripción, manejo y uso de suelo phaeozem (INEGI, 2008).

SUELO DESCRIPCIÓN MANEJO Y USO

FEOZEM. Los feozem o

phaeozems son suelos de pastizales relativamente húmedos y regiones forestales en clima moderadamente continental. Los phaeozems tienen horizonte superficial oscuro, rico en humus.

Los phaeozems pueden o no tener carbonatos secundarios pero tienen alta saturación con bases en el metro superior del suelo (Figura 88).

Connotación: Su nombre deriva de la combinación del vocablo latino phaios, oscuro, y del ruso zemlja, tierra oscura, orgánica.

Material parental: se desarrollan sobre materiales relativamente estables, no consolidados y de reacción básica, como depósitos eólicos (loess), till glaciario y coluviones. Se caracterizan por un horizonte superficial A, oscuro por su elevado contenido en materia orgánica. Esta le confiere una elevada estabilidad estructural, porosidad y fertilidad (horizonte móllico). Posee una extraordinaria actividad biológica, lo que se manifiesta en una buena integración de la materia orgánica con la mineral.

Ambiente: Cálido a fresco (tierras altas tropicales) regiones moderadamente continentales, suficientemente húmedas de modo que la mayoría de los años hay alguna percolación a través del suelo, pero también con períodos en los cuales el suelo se seca; tierras llanas a onduladas; la vegetación natural es pastizal como la estepa de pastos altos y/o bosque.

Desarrollo del perfil: Un horizonte mólico (más fino y en muchos suelos menos oscuro que en los chernozems), principalmente sobre horizonte subsuperficial cámbico o árgico.

Los Phaeozems son los suelos típicos de agricultura de temporal y se distribuyen en 11.7% de la superficie nacional, principalmente en zonas templadas de acumulación aledañas a la Sierra Madre Occidental y en la discontinuidad de la Sierra de Tamaulipas, en las llanuras aluviales semiáridas de la Mesa del Centro, específicamente en las partes bajas de la Sierra de Guanajuato y Sierra del norte de Zacatecas, así como mesetas y lomeríos basálticos o de aluvión antiguo distribuidos en el Eje Neovolcánico, particularmente en la región de Guadalajara, Querétaro e Hidalgo, donde aún los procesos de acumulación superan ligeramente los procesos de lixiviación.

Poco menos de la mitad de los Phaeozems mexicanos (46.4%) tienen menos de 50cm de profundidad, son pedregosos en su interior (20.5%), y manifiestan frecuentemente procesos de lixiviación de arcilla (19.9%), acumulación ligera de carbonatos (15.1%) y procesos importantes de humificación (13.0%).

Los phaeozems son suelos porosos, fértiles y son excelentes tierras agrícolas en climas templados se siembran con trigo, cebada y vegetales junto con otros cultivos. La erosión (eólica e hídrica) es un peligro serio para estos suelos.

Figura 88. Suelo phaeozem

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Cuadro 8. Descripción, manejo y uso de suelo luvisol (INEGI, 2008).

SUELO DESCRIPCIÓN MANEJO Y USO

LUVISOL. Los luvisoles son

suelos que tienen mayor contenido de arcilla en el subsuelo que en el suelo superficial como resultado de procesos pedogenéticos (especialmente migración de arcilla) que lleva a un horizonte subsuperficial árgico. Los luvisoles tienen arcillas de alta actividad en todo el horizonte árgico y alta saturación con bases a ciertas profundidades (Figura 89).

Connotación: Los Luvisoles adquieren el nombre del latín luere, lavar, porque su perfil presenta una acumulación de las arcillas en profundidad (horizonte árgico). Es decir suelos con migración de arcilla y con arcillas de alta actividad y una alta saturación de bases a alguna profundidad

Material parental: Una amplia variedad de materiales no consolidados incluyendo till glaciario, y depósitos eólicos, aluviales y coluviales.

Ambiente: Principalmente tierras planas o ligeramente inclinadas de climas templados o cálidos con marcadas estaciones húmedas y secas.

Desarrollo del perfil: Diferenciación pedogenética del contenido de arcilla con un bajo contenido en el suelo superficial y un contenido mayor en el subsuelo sin lixiviación marcada de cationes básicos o meteorización avanzada de arcillas de alta actividad. Los Luvisoles son suelos donde las arcillas de alta actividad se han acumulado en el subsuelo. En estos suelos las arcillas son de buena calidad (2:1) y la reacción del suelo nunca es muy ácida.

La translocación de las arcillas (argiluviación) se relaciona con una superficie geomorfológica estable y con un clima estacionalmente contrastado, donde alternan estaciones húmedas y frías con secas y cálidas. Este clima posibilita el lavado de carbonatos, primero (horizonte cálcico) y la iluviación de arcilla, después (horizonte árgico) por lo que es frecuente observar la secuencia A-Bt-Bk (Luvisol cálcico). Además, las arcillas revestidas de óxidos de hierro, incompletamente deshidratados en periodo húmedo, se deshidratan en periodos cálidos (rubefacción, fersialitización) y los suelos adquieren una característica coloración rojiza (carácter crómico, rhódico). En ocasiones, los horizontes árgicos se recarbonatan por lo que el Luvisol cálcico evoluciona a Calcisol lúvico.

La mayoría de los luvisoles son suelos fértiles y apropiados para un rango amplio de usos agrícolas. El incremento en arcilla a cierta profundidad (cambio textural abrupto) supone una limitación a la velocidad de infiltración del agua. Los que presentan alto contenido de limo son susceptibles al deterioro de la estructura cuando se labran mojados con maquinaria pesada. En pendientes fuertes requieren medidas de control de la erosión. Los luvisoles en la zona templada se cultivan ampliamente con granos pequeños, remolacha azucarera y forraje; en áreas en pendiente, se usan para frutales, explotaciones forestales y/o pastoreo. El quinto grupo de suelos más importante por su extensión territorial en México (9.0% de la superficie). Los Luvisoles se vinculan frecuentemente con los bosques de coníferas y selvas caducifolias de las sierras escarpadas complejas de Oaxaca, las sierras tropicales de laderas tendidas al norte de Chiapas y la selva lacandona. También son representativos en las grandes mesetas de Durango y Chihuahua, así como en las llanuras aluviales asociadas con lomeríos de la costa veracruzana. Una buena parte de los Luvisoles en México son rojos (38.1%), pobres en calcio y magnesio (24.8%) pero con alto contenido de Carbono Orgánico (más de 1% en los primeros 50 cm de profundidad para el 18.3% de los casos). Una propiedad destacable de los Luvisoles mexicanos es que una gran proporción de ellos tienen un horizonte superficial menor a 18cm debido a los constantes procesos de erosión.

Figura 89. Suelo luvisol.

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Cuadro 9. Descripción, manejo y uso de suelo gypsisol (INEGI, 2008).

SUELO DESCRIPCIÓN MANEJO Y USO

GYPSISOL. Son suelos con una

acumulación secundaria sustancial de yeso (CaSO42H2O). Estos suelos se encuentran en las partes más secas de una zona de clima árido.

Tienen generalmente una capa superficial clara y delgada, con cantidades muy variables de materia orgánica según el tipo de textura que tengan (Figura 90).

Connotación: Suelos con acumulación sustancial de sulfato de calcio secundario; del griego gypsos, yeso.

Material parental: Principalmente depósitos aluviales, coluviales y eólicos no consolidados de material meteorizable rico en bases.

Ambiente: Predominantemente áreas de tierras llanas hasta con colinas y depresiones (antiguos lagos interiores) en regiones de clima árido. La vegetación natural es escasa y dominada por arbustos y árboles xerófitos y/o pastos efímeros.

Desarrollo del perfil: Horizonte superficial de color claro; acumulación de sulfato de calcio, con o sin carbonatos, concentrada en el subsuelo.

Los gypsisoles que sólo contienen un bajo porcentaje de yeso en los primeros 30 cm pueden usarse para la producción de granos finos, algodón, alfalfa, etc. Los cultivos de secano en gypsisoles profundos hacen uso de años de barbecho y otras técnicas de cosecha de agua pero raramente es muy gratificante debido a las condiciones climáticas adversas. Los gypsisoles en depósitos aluviales y coluviales jóvenes tienen un contenido de yeso relativamente bajo. Cuando tales suelos están en la vecindad del recurso agua, pueden ser muy productivos. Sin embargo, aún suelos con 25 por ciento o más de yeso pulverulento podrían todavía producir excelentes rendimientos de alfalfa (10 toneladas/ha), trigo, damasco o albaricoque, dátiles, maíz y uvas si se riegan en alta cantidad en combinación con drenaje forzado. La agricultura bajo riego en gypsisoles tiene el conflicto de la rápida disolución del yeso del suelo, resultando en subsidencia irregular de la superficie de la tierra, formación de cuevas en las paredes de los canales, y corrosión de estructuras de concreto. Grandes áreas de gypsisoles se usan para pastoreo extensivo.

Figura 90. Suelo gypsisol.

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Cuadro 10. Descripción, manejo y uso de suelo regosol (INEGI, 2008).

Figura 91. Suelo regosol.

SUELO DESCRIPCIÓN MANEJO Y USO

REGOSOL. Los regosoles son suelos

minerales muy débilmente desarrollados en materiales no consolidados. Están extendidos en tierras erosionadas, particularmente en áreas áridas y semiáridas y en terrenos montañosos (Figura 91).

Connotación: Suelos débilmente desarrollados sobre un manto de materiales sueltos, poco consolidados; del griego rhegos, manto.

Material parental: material no consolidado de grano fino.

Ambiente: Los regosoles son particularmente comunes en áreas áridas (incluyendo el trópico seco) y en regiones montañosas.

Desarrollo del perfil: Sin horizontes de diagnóstico. El desarrollo del perfil es mínimo y su presencia se asocia a zonas donde los procesos de formación han actuado durante muy poco tiempo o lenta formación del suelo (debido a la aridez), o como consecuencia de su rejuvenecimiento por erosión. Por ello, tal y como sucede con los Leptosoles, las propiedades de estos suelos se relacionan directamente con el material parental del que derivan.

Así sobre margas encontramos Regosoles háplicos, calcáricos, de texturas finas y de reacción básica; en ocasiones presentan cierto nivel de salinidad (hiposálicos) o cierto contenido en yeso primario (gipsíricos). En cambio sobre granito alterado aparecen Regosoles con caracter éutrico e incluso dístrico, de reacción ácida y texturas gruesas. Los regosoles en áreas de desierto tienen mínimo importancia agrícola. La baja capacidad de retención de humedad de estos suelos obliga al uso de prácticas de conservación de la humedad. Los regosoles en regiones montañosas son delicados y es mejor dejarlos bajo bosque de encino u otro. La construcción de bancales de piedra seca permite el cultivo de cereales y frutales en zonas de montaña, toda vez que se conserva el suelo y se optimiza retención del agua de lluvia.

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Cuadro 11. Descripción, manejo y uso de suelo vertisol (INEGI, 2008).

SUELO DESCRIPCIÓN MANEJO Y USO

VERTISOL. Los vertisoles son

suelos muy arcillosos, que se mezclan, con alta proporción de arcillas expandibles. Estos suelos forman grietas anchas y profundas desde la superficie hacia abajo cuando se secan, lo que ocurre en la mayoría de los años. Nombres comunes locales para muchos vertisoles son: suelos negros de algodón, regur (India), black turf soils (Sudáfrica), margalites (Indonesia), vertosols (Australia), vertissolos (Brasil), y vertisoles (Estados Unidos de Norteamérica) (Figura 92).

Connotación: Suelos pesados arcillosos, que se mezclan; del latín vertere, dar vuelta.

Material parental: Sedimentos que contienen elevada proporción de arcillas expandibles, o arcillas expandibles producidas por neoformación a partir de meteorización de rocas.

Ambiente: Depresiones y áreas llanas a onduladas, principalmente en climas tropicales, subtropicales, semiárido a subhúmedo y húmedo con una alternancia clara de estación seca y húmeda. La vegetación climax es savana, pastizal natural y/o bosque.

Desarrollo del perfil: La expansión y contracción alternada de arcillas expandibles resulta en grietas profundas en la estación seca.

Los Vertisoles son un grupo bien definido de suelos y están constituidos por arcillas pesadas mezcladas con arcillas dominantemente expansibles, su capacidad para retener humedad es alta, y aunque su labranza es difícil también tienen buena fertilidad natural..

El sexto grupo de suelos dominantes en México (8.6%) de la superficie nacional y están fundamentalmente asociados con las llanuras fértiles de las costas de México, especialmente al norte de Veracruz, Tamaulipas, Sonora y Sinaloa. También ocurren frecuentemente en el Bajío Guanajuatense y Michoacano, así como en el Carso de Campeche y buena parte de las llanuras tabasqueñas, donde la vegetación principal son pastizales naturales e inducidos. Estos suelos tienen potencial agrícola por su ocurrencia en planicies llanas extensas donde puede considerarse el laboreo mecánico. Son los suelos más representativos de las zonas agrícolas de riego más productivas de la República Mexicana. Los edificios y otras estructuras están en riesgo sobre vertisoles, y los ingenieros tienen que tomar precauciones especiales para evitar daños. Los vertisoles se usan en la producción, bajo temporal, de mijo, sorgo, algodón y garbanzo; bajo riego, en la producción de arroz, algodón, lino y caña de azúcar. El algodón se desempeña bien en los vertisoles por tener un sistema radicular vertical que no se daña severamente cuando el suelo se expande y se contrae.

Figura 92. Suelo vertisol.

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Cuadro 12. Descripción, manejo y uso de suelo leptosol (INEGI, 2008).

SUELO DESCRIPCIÓN MANEJO Y USO

LEPTOSOL (Rendzina-Litosol). Los leptosoles son

suelos muy someros sobre roca continua y suelos extremadamente gravillosos y/o pedregosos. Los leptosoles son suelos comunes en regiones montañosas. Los leptosoles sobre roca calcárea pertenecen a las rendzinas, y aquellos sobre otras rocas, a los rankers.

La rendzina está constituida por suelos con menos de 50 cm de espesor que están encima de rocas duras ricas en cal. La capa superficial es algo gruesa, oscura y rica en materia orgánica y nutrientes (Figura 93). Los litosoles son suelos muy someros que constituyen una masa imperfectamente intemperizada ó fragmentos de roca. Se encuentran principalmente en pendientes abruptas donde poco o ningún material madre del suelo se ha acumulado. Las características de los litosoles son esencialmente aquellas de la roca casi desnuda (Figura 93).

Connotación: Suelos someros; del griego leptos, fino.

Material parental: Varios tipos de roca continua o de materiales no consolidados con menos de 20 % (en volumen) de tierra fina.

Ambiente: Principalmente tierras en altitud media o alta con topografía fuertemente disectada. Los leptosoles se encuentran en todas las zonas climáticas (muchos de ellos en regiones secas cálidas o frías), en particular en áreas fuertemente erosinadas. Desarrollo del perfil: Los leptosoles tienen roca continua en o muy cerca de la superficie o son extremadamente gravillosos. Los leptosoles en material calcáreo meteorizado pueden tener un horizonte mólico.

Los leptosoles son un recurso potencial para el pastoreo en estación húmeda y para uso forestal. Los leptosoles en climas tropicales están plantados con teca y caoba, los que están en zonas templadas están principalmente bajo bosque caducifolio mixto mientras que los leptosoles ácidos comúnmente están bajo bosque de coníferas. La erosión es la mayor amenaza en las áreas de leptosol, particularmente en regiones montañosas de zonas templadas donde la alta presión de población y la sobreexplotación llevan al deterioro de bosques y amenazan grandes áreas de leptosoles vulnerables. Los leptosoles en pendientes de colinas generalmente son más fértiles que sus contrapartes en tierras más llanas. Uno o unos pocos buenos ciclos de cultivo podrían tal vez producirse en tales pendientes pero a costa de una erosión severa. Las pendientes pronunciadas con suelos someros y pedregosos pueden transformarse en tierras cultivables a través del aterrazado, remoción manual de piedras y su utilización como frentes de terrazas asociadas con árboles frutales. El drenaje interno excesivo y la poca profundidad de muchos leptosoles pueden acusar falta de humedad aún en ambientes húmedos.

Figura 93. Suelo rendzina y litosol.

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ANEXO 3: TIPOS DE VEGETACIÓN DOMINANTE EN MÉXICO (INEGI, 2005B)

TIPO DE VEGETACIÓN ESPECIES

Bosque de encino

Este tipo de comunidad se encuentra muy relacionada con los pinos. Las especies más comunes de estas comunidades son: encino laurelillo (Quercus laurina), encino (Q. magnoliifolia), encino blanco (Q. candicans), roble (Q. crassifolia), encino quebracho (Q. rugosa), encino tesmilillo (Q. crassipes), encino cucharo (Q. urbanii), charrasquillo (Q. microphylla), encino colorado (Q. castanea), encino prieto (Q. laeta), laurelillo (Q. mexicana), Q. glaucoides, Q. scytophylla y en zona tropicales Quercus oleoides. (Figura 94).

Bosque de encino-pino

Vegetación arbórea formada por la dominancia de encinos (Quercus spp), sobre los pinos (Pinus spp.). Las especies más representativas son encino laurelillo (Quercus laurina), encino (Q. magnoliifolia), encino blanco (Q. candicans), roble (Q. crassifolia), encino quebracho (Q. rugosa), encino tesmilillo (Q. crassipes), encino cucharo (Q. urbanii), charrasquillo (Q. microphylla), encino colorado (Q. castanea), encino prieto (Q. laeta), laurelillo (Q. mexicana), Q. glaucoides, Q. scytophylla, pino chino (Pinus leiophylla), pino (P. hartwegii), ocote blanco (P. montezumae), pino lacio (P. pseudostrobus), pino (P. rudis), pino escobetón (P. michoacana), pino chino (P. teocote), ocote trompillo (P. oocarpa), pino ayacahuite (P. ayacahuite), pino (P. pringlei), P. duranguensis, P. chihuahuana, P. engelmani, P. lawsoni, y P. oaxacana.

Bosque de oyamel

Las especies que constituyen el bosque de oyamel son principalmente del género Abies como: oyamel, pinabete (Abies religiosa), abeto (A. duranguensis) y Abies spp., además de pino u ocote (Pinus spp.), encino o roble (Quercus spp.) y aile (Alnus firmifolia). (Figura 95).

Bosque de pino

La vegetación está dominada por diferentes especies de pino con alturas promedio de 15 a 30 m, los pinares tienen un estrato inferior relativamente pobre en arbustos, pero con abundantes gramíneas. Las especies más comunes en México son pino chino (Pinus leiophylla), pino (P. hartwegii), ocote blanco (P. montezumae), pino lacio (P. pseudostrobus), pino (P. rudis), pino escobetón (P. michoacana), pino chino (P. teocote), ocote trompillo (P. oocarpa), pino ayacahuite (P. ayacahuite), pino (P. pringlei), P. duranguensis, P. chihuahuana, P. engelmani, P. lawsoni, P. oaxacana, entre otros. (Figura 96).

Bosque de pino-encino

Bosque donde dominan las coníferas. Algunas de las especies más comunes son pino chino (Pinus leiophylla), pino (P. hartwegii), ocote blanco (P. montezumae), pino lacio (P. pseudostrobus), pino (P. rudis), pino escobetón (P. michoacana), pino chino (P. teocote), ocote trompillo (P. oocarpa), pino ayacahuite (P. ayacahuite), pino (P. pringlei), P. duranguensis, P. chihuahuana, P. engelmani, P. lawsoni, P. oaxacana, encino laurelillo (Quercus laurina), encino (Q. magnoliifolia), encino blanco (Q. candicans), roble (Q. crassifolia), encino quebracho (Q. rugosa), encino tesmilillo (Q. crassipes), encino cucharo (Q. urbanii), charrasquillo (Q. microphylla), encino colorado (Q. castanea), encino prieto (Q. laeta), laurelillo (Q. mexicana), Q. glaucoides, y Q. scytophylla. (Figura 97).

Bosque mesófilo de montaña

Las especies más comunes que lo conforman son micoxcuáhuitl (Engelhardtia mexicana), lechillo (Carpinus caroliliana), liquidámbar (Liquidambar styraciflua), erncino, roble (Quercus spp.), pino, ocote (Pinus spp.), tila (Ternstroemia pringlei), jaboncillo (Clethra spp.), Podocarpus spp., Styrax spp., Chaetoptelea mexicana, Junglans spp.,Dalbergia spp., Eugenia spp., Ostrya virginiana, Meliosma spp., Chiranthodendron pentadactylon, Prunus spp., Matudea trinervia y una gran variedad de epifitas. (Figura 98).

Chaparral

Este tipo de vegetación se encuentra en las llanuras, valles y lomeríos, entremezclados con otro tipo de vegetación como matorral desértico rosetófilo, matorral submontano, mezquital y bosques de pino y encino. Se desarrolla sobre suelos poco fértiles y de textura granular, en climas semicálidos y semifríos con baja humedad, así como en los templados subhúmedos. Algunas especies que se pueden encontrar en el chaparral son roble (Quercus spp.), manzanita (Arctostaphylos spp.), chamizo (Adenostoma spp.), rosa de castilla (Cercocarpus sp.), palo santo (Ceanothussp.), madronillo (Amelanchier sp.) y como acompañantes se pueden encontrar los géneros Rhus y Rhamnus, etc. (Figura 99)

Matorral sarco-crasicaule

Comunidad vegetal con gran número de formas de vida o biotipos, entre los que destacan especies sarcocaules (tallos gruesos carnosos) y crasicaules (tallos suculentos-jugosos). Se desarrolla principalmente en la parte central de Baja California sobre terrenos ondulados graníticos y coluviones. Las especies más conspicuas son: Pachycormus discolor, Fouquieria spp., Pachycereus spp., Opuntia spp., Pedilanthus macrocarpus, etc. (Figura 100).

Matorral crasicaule Tipo de vegetación dominada fisonómicamente por cactáceas grandes con tallos aplanados o cilíndricos que se desarrollan principalmente en las zonas áridas y semiáridas del centro y norte

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TIPO DE VEGETACIÓN ESPECIES

del país. Algunas especies comunes son: Opuntia spp., Carnegiea gigantea, Pachycereus pringlei, Stenocereus thurberi, Mimosa, Acacia, Dalea, Prosopis, Rhus, Larrea, Brickelia, Eupatorium, Buddleia, Celtis, etc. Se incluyen las asociaciones conocidas como nopaleras, chollales, cardonales, Tetecheras, etc. (Figura 101).

Matorral desértico micrófilo

De las especies que constituyen este tipo de vegetación, Larrea y Ambrosia constituyen 90 a 100% de la vegetación en áreas de escaso relieve, pero a lo largo de las vías de drenaje o en lugares con declive pronunciado aparecen arbustos como, especies de Prosopis, Cercidium, Olneya, Condalia, Lycium, Opuntia, Fouquieria, Hymenoclea, Acacia, Chilopsis, etc. (Figura 102).

Matorral desértico rosetofilo

Matorral dominado por especies con hojas en roseta, con o sin espinas, sin tallo aparente o bien desarrollado. Se le encuentra generalmente sobre suelos del tipo de los xerosoles de laderas de cerros de origen sedimentario, en las partes altas de los abanicos aluviales o sobre conglomerados en casi todas las zonas áridas y semiáridas del centro, norte y noroeste del país. Aquí se desarrollan algunas de las especies de mayor importancia económica de esas regiones áridas como: Agave lechuguilla (Lechuguilla), Euphorbia antisiphylitica (Candelilla), Parthenium argentatum (Guayule), Yucca carnerosana (Palma samandoca), etcétera. (Figura 103).

Matorral espinoso Formado por más del 70 % de plantas espinosas. Entre los matorrales de este tipo son frecuentes los de Acacia farnesiana (Huizache),Prosopis spp. (Mezquite), Mimosa spp. (Uña de Gato), Acacia amentacea, Acacia farnesiana, Acacia vernicosa. (Figura 104).

Matorral espinoso Tamaulipeco

Comunidad arbustiva formada por la dominancia de especies espinosas, caducifolias una gran parte del año o áfilas (sin hojas). Se desarrolla en amplias zonas de Selva Baja Espinosa. Su distribución se localiza en la porción norte de la Llanura Costerala Llanura Costera del Golfo Norte y el extremo sur de la Gran Llanurala Gran Llanura de Norteamérica. En la actualidad presenta huellas de muchos disturbios siendo posiblemente, en gran parte de carácter secundario. Las principales especies son: Acacia spp. (Gavia, Huizache), Cercidium spp. (Palo verde), Leucophyllum spp. (Cenizo), Prosopis spp. (Mezquite), Castela tortuosa (Amargoso), Condalia spp. (Abrojos), etc. (Figura 105).

Matorral rosetófilo costero

Comunidad caracterizada por especies con hojas en roseta, arbustos inermes y espinosos y cactáceas que se desarrollan sobre suelos de diverso origen, bajo la influencia de vientos marinos y neblina, en la porción noroeste de la península de Baja California. Sus principales especies son: Agave shawii (Maguey), Bergerocactus emoryi (Cacto aterciopelado), Duddleya spp. (Siempreviva), Euphorbia misera, Eryogonum fasciculatum, Ambrosia californica, Rosa minutifolia, Viguiera laciniata, etc. (Figura 106).

Matorral sarcocaule

Tipo de vegetación caracterizado por la dominancia de arbustos de tallos carnosos, gruesos frecuentemente retorcidos y algunos con corteza papirácea. Se encuentran sobre terrenos rocosos y suelos someros en regiones costeras de la llanura sonorense y la península de Baja California. Esta comunidad de Matorral Sarcocaule en Sonora se ubica en la región de lomeríos y elevaciones medias, sobre suelos someros de laderas de cerros, lo conforman especies como: Cercidium microphyllum, Opuntia spp., y Carnegia gigantea, entre otras; ésta última, particularmente impresionante por su altura, ya que con frecuencia llega a medir más de 10m. Es un matorral abierto o medianamente denso y florísticamente rico, en el que a menudo intervienen especies de Acacia, Prosopis, Larrea, Celtis, Encelia, Olneya, Ferocactus y muchos otros, al igual que numerosas plantas herbáceas perennes incluyendo helechos y Selaginella. (Figura 107).

Matorral sarco-crasicaule

Comunidad vegetal con gran número de formas de vida o biotipos, entre los que destacan especies sarcocaules (tallos gruesos carnosos) y crasicaules (tallos suculentos-jugosos). Se desarrolla principalmente en la parte central de Baja California sobre terrenos ondulados graníticos y coluviones. Las especies más conspicuas son: Pachycormus discolor, Fouquieria spp., Pachycereus spp., Opuntia spp., Pedilanthus macrocarpus, etc. (Figura 108).

Matorral submontano

Comunidad arbustiva a veces muy densa, formada por especies inermes o a veces espinosas, caducifolias por un breve período del año, se desarrolla entre los matorrales áridos y los bosques de encino y la selva baja caducifolia. Lo caracteriza Helietta parvifolia (Barreta), rutácea inerme que le da a la vegetación una estructura relativamente uniforme, pues normalmente es la única dominante, aunque en ocasiones Acacia berlandieri (Huajillo) es igual de importante. Sus principales componentes pueden ser los siguientes: Helieta parvifolia (Barreta), Neopringlea integrifolia (Corva de gallina), Cordia boissieri (Anacahuita), Pithecellobium pallens (Tenaza), Acacia rigidula (Gavia), Gochnatia hypoleuca (Ocotillo, Olivo), Karwinskia spp. (Limoncillo), Capparis incana (Vara blanca), Rhus virens (Lantrisco), Flourensia lauriforia, Mimosa leucaeneoides, Mortonia greggii(Afinador) Zanthoxylum fagara, etc. (Figura 109).

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TIPO DE VEGETACIÓN ESPECIES

Matorral subtropical

Comunidad vegetal formada por arbustos o árboles bajos, inermes o espinosos que se desarrolla en una amplia zona de transición ecológica entre la selva baja caducifolia y los bosques templados (de encino o pino-encino) y matorrales de zonas áridas y semiáridas, principalmente en el eje neovolcánico y en la sierra madre del sur. La mayor parte de las plantas que la constituyen pierden su follaje durante un período prolongado del año. Los principales componentes son: Ipomoea spp. (Cazahuates), Bursera spp. (Copales, Papelillos), Eysenhardtia polystachya (Vara dulce), Acacia pennatula (Tepame), Forestiera sp. (Acebuche), Erythrina spp. (Colorín), etc. (Figura 110).

Pastizal halófilo

Comunidad de gramíneas que se desarrolla sobre suelos salino-sódicos, por lo que su presencia es independiente del clima; es frecuente en el fondo de las cuencas cerradas de zonas áridas y semiáridas; aunque también son frecuentes en algunas áreas próximas a las costas afectadas por el mar o por lagunas costeras. Entre las formas biológicas de las comunidades halófitas predominan las gramíneas rizomatosas y las plantas herbáceas suculentas. En general las gramíneas dominantes son más bien rígidas y sólo sus partes tiernas constituyen un forraje atractivo para el ganado. Desde luego que las gramíneas no son las únicas plantas que pueden crecer en tales condiciones, pero con frecuencia son las dominantes y las que definen la fisonomía de las comunidades vegetales que ahí habitan. (Figura 111).

Pastizal inducido

Es aquel que surge cuando la vegetación original es eliminada. Este pastizal puede aparecer como consecuencia de desmonte de cualquier tipo de vegetación; también puede establecerse en áreas agrícolas abandonadas o bien como producto de áreas que se incendian con frecuencia. Los géneros Festuca, Muhlenbergia, Stipa y Calamagrostis son los más típicos de estos pastizales que, además de su interés ganadero, son aprovechados también a través de raíz de zacatón, materia prima para la elaboración de escobas que proporcionan las partes subterráneas de Muhlenbergia macroura.

Algunas otras especies de gramíneas que llegan a formar comunidades de pastizal inducido, son: Aristida adscensionis (Zacate tres barbas), Erioneuron pulchellum (Zacate borreguero), Bouteloua simplex, Paspalum notatum (Zacate burro), Cenchrus spp. (Zacate cadillo o Roseta), Lycurus phleoides, Enneapogon desvauxii y otros. (Figura 112).

Pastizal natural

Es considerado principalmente como un producto natural de la interacción del clima, suelo y biota de una región. Es una comunidad dominada por especies de gramíneas, en ocasiones acompañadas por hierbas y arbustos de diferentes familias, como son: compuestas, leguminosas, etc. Su principal área de distribución se localiza en la zona de transición entre los matorrales xerófilos y la zona de bosques; en sus límites con los bosques de encino forma una comunidad denominada Bosque Bajo y Abierto por la apariencia de los primeros árboles de los encinares de las partes elevadas propiamente dicho. (Figura 113).

Selva alta perennifolia

Es la más rica y compleja de todas las comunidades vegetales. La vegetación más exuberante y de mayor desarrollo de México y el planeta. Son especies importantes en la composición de esta comunidad: Terminalia amazonia (kanxa'an, sombrerete); Vochysia hondurensis (palo de agua), Andira galeottiana (macayo), Sweetia panamensis (chakte'), Cedrela odorata (cedro rojo), Swietenia macrophylla (punab, caoba), Gualtteria anomala (zopo), Pterocarpus hayesii (chabekte), Brosimum alicastrum (ramón); Ficus sp. (mata palo), bari, guayabo volador, zapote de agua, Dialium guianense (guapaque). También hay epifitas herbáceas bromeliáceas como Aechmea y orquídeas, líquenes incrustados en los troncos de árboles y epifitas leñosas como Ficus spp. (laurel). (Figura 114).

Selva alta subperennifolia

Se presenta en regiones climáticas cálido-húmedas, con precipitaciones de 1100 a 1300 mm anuales, con una época de sequía bien marcada que puede durar de tres a cuatro o incluso cinco meses. Entre las especies importantes en su composición destacan las siguientes especies: Swietenia macrophylla (caoba), Manilkara zapota (ya’, zapote, chicozapote), Bucida buceras (pukte'), Brosimum alicastrum (ox, ramón), Bursera simaruba (chaka', palo mulato), Pimenta dioica (pimienta), Cedrela odorata (cedro rojo), Terminalia amazonia (kanxa'an), Zuelania guidonia, Carpodiptera ameliae, Tabebuia rosea, Alseis yucatanensis, Aspidosperma megalocarpon, A .cruentum, Coccoloba barbadensis, C. spicata (boop), Swartzia cubensis (katalox), Thouinia paucidentata (k’anchunup), Dendropanax arboreus, Sideroxylon capiri (tempisque), Aphananthe monoica, Hernandia sonora (palo de campana), Alchornea latifolia, entre otras. (Figura 115).

Selva baja caducifolia Se desarrolla en condiciones en donde predominan los climas tipos cálidos subhúmedos, semisecos o subsecos.

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TIPO DE VEGETACIÓN ESPECIES

Esta comunidad presenta corta altura de sus componentes arbóreos (normalmente de 4 a 10 m, muy eventualmente de hasta 15 m o un poco más). El estrato herbáceo es bastante reducido y sólo se puede apreciar después de que ha empezado claramente la época de lluvias y retoñan o germinan las especies herbáceas. Las formas de vida suculentas son frecuentes, especialmente en los géneros Agave, Opuntia, Stenocereus, Pachycereus y Cephalocereus. (Figura 116).

Selva mediana subcaducifolia

Climáticamente se desarrolla en regiones cálidas subhúmedas con lluvias en verano. El material parental que sustenta a este tipo de vegetación es en donde abundan rocas basálticas o graníticas y donde hay afloramientos de calizas que dan origen a suelos oscuros, muy someros, con abundante pedregosidad o bien en suelos grisáceos arenosos y profundos. Entre las especies que componen la comunidad, dominan: Hymenaea courbaril (guapinol, capomo), Hura poliandra (jabillo, habillo), Brosimum alicastrum(ox, ramón, capomo, ojoche), Lysiloma bahamensis, Enterolobium cyclocarpum (pich, parota, orejón), Piscidia piscipula, Bursera simaruba (chaka', palo mulato), Agave sp. (ki'), Vitex gaumeri (ya'axnik), Ficus spp. (amate), Aphananthe monoica, Astronium graveolens, Bernoulia flamea, Sideroxylon cartilagineum, Bursera arborea, Calophyllum brasiliense, Cordia alliodora, C. elaeagnoides, Tabebuia donnell-smithii, Dendropanax arboreus, Ficus cotinifolia, entre otras. (Figura 117).

Selva mediana subperennifolia

Las especies vegetales que predominan son: Lysiloma latisiliquum, Brosimum alicastrum (ox, ramón, capomo), Bursera simaruba (chaka', palo mulato, jiote, copal), Manilkara zapota (ya’, zapote, chicozapote), Lysiloma spp. (tsalam, guaje, tepeguaje), Vitex gaumeri (ya'axnik), Bucida buceras (pukte'), Alseis yucatanensis (ja’asché), Carpodiptera floribunda. En las riberas de los ríos se nota a Pachira aquatica (k'uyche'). Las epifitas más comunes son algunos helechos y musgos, abundantes orquídeas y bromeliáceas y aráceas. (Figura 118).

Figura 94. Bosque de encino.

Figura 95. Bosque de Oyamel.

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Figura 96. Bosque de pino.

Figura 97. Bosque de Pino-Encino.

Figura 98. Bosque mesófilo de montaña.

Figura 99. Chaparral.

Figura 100. Matorral Sarco-crasicaule.

Figura 101. Matorral crasicaule.

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Figura 102. Matorral desértico microfilo.

Figura 103. Matorral desértico rosetófilo.

Figura 104. Matorral espinoso.

Figura 105. Matorral espinoso tamaulipeco.

Figura 106. Matorral rosetofilo costero.

Figura 107. Matorral sarcocaule.

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Figura 108. Matorral sarco-crasicaule.

Figura 109. Matorral submontano.

Figura 110. Matorral subtropical.

Figura 111. Pastizal halófilo.

Figura 112. Pastizal inducido.

Figura 113. Pastizal natural.

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Figura 114. Selva alta perennifolia.

Figura 115. Selva alta subperennifolia.

Figura 116. Selva baja caducifolia.

Figura 117. Selva mediana subcaducifolia.

Figura 118. Selva Mediana Subperennifolia.